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31 octubre, 2008

La EPO, libre de patente

De la Wikipedia: "La mayoría de los países conceden patentes para los medicamentos o fármacos recientemente desarrollados o modificados, por periodos de unos 15 años a partir de la fecha de autorización. Las compañías asignan una marca registrada a sus innovaciones, que pasan a ser de su propiedad exclusiva. Además, los nuevos medicamentos reciben un nombre genérico oficial de propiedad pública. Una vez que expira la patente, cualquier empresa que cumpla las normas del organismo regulador puede fabricar y vender productos con el nombre genérico. En realidad la industria farmacéutica es la principal impulsora de la extensión del sistema de patentes, y ha presionado a los países en desarrollo para hacerles seguir este sistema".

Hace dos semanas Carlos Arribas publicó un extenso e interesante reportaje sobre la lucha contra el dopaje. Inusualmente bien desarrollado, pero con las típicas concesiones a las lágrimas y a su necesidad vital -vive de ello- de creer en el ciclismo, explicaba el arbol genealógico de la CERA, que remonta hasta el 2004. Sin embargo, acababa con un tañido: "en enero de 2009 se cumplirán 20 años de la salida al mercado de la primera EPO, por lo que la patente queda libre. Podrán comenzar a fabricarse EPO genéricas, lo que asusta a los laboratorios antidopaje: se elaborarán, como todos los genéricos, en países del Tercer Mundo, con escasos controles de calidad y con el derecho a un error del 20% en la dosis del principio activo. Su detección es el nuevo desafío".

Es la típica cosa que desconcierta de uno como Arribas. Parece que te está llevando por su vereda, y de repente te das cuenta de que algo falla: la EPO ya se piratea (genérica) desde hace muchos años, y la mayor parte de las partidas incautadas en la Operación Puerto provenía de China, Rusia o Sudáfrica, no precisamente de Amgen, el gigante biotecnológico americano que va a perder la patente. Tiene dos ventajas: es mucho más barata y, al ser copias, pueden burlar el método de detección. Hace unos años se vendía la "EPO rusa" con el mismo misticismo y reverencia con el que se vendía la CERA hace seis meses. ¿Qué intención mueve a Arribas a agitar un fantasma que ya existe? No lo se.

Pocos días después Eugenio Capodacqua, el periodista de ciclismo de La Repubblica, se aplicaba con idéntica fruicción a la misma tarea: "Atención, llega la EPO que mata". A pesar de que en el mismo artículo un profesional sanitario afirma que es la más extrema de las posibilidades, la mete de titular. Italia. Esta misma persona extiende el abanico de países donde se fabrican estas EPO marca blanca o no frills, todos países del Segundo Mundo (no Tercer Mundo que despectivamente aplica Arribas), con cierta infraestructura biosanitaria, pero cuyas carencias se hacen más evidentes a la hora de querer jugar en la primera categoría. Por cierto, repasen los sitios donde entrenan allá por diciembre o enero algunos de los mejores equipos del mundo. Sin ir más lejos, los Schleck empezaron su temporada en enero-y eso que iban al Tour- en la Vuelta a San Luis de Argentina. El resto del equipo estaba en Sudáfrica.

Ya ven: caduca la patente de la EPO y algunos de los periodistas que más hablan de dopaje invocan el cataclismo y el apocalipsis, cuando hace tiempo que, si ha de venir a lomos de la eritoproyetina, ya está aquí. Y lo saben perfectamente. A saber qué oscuros intereses les mueven. ¿Y qué opina Amgen de todo esto? Hace pocos días Expansión, el extremadamente conservador diario económico -el único medio que conozco que pone en la sección de opinión que sus articulistas/talibanes no reflejan la opinión del diario, imaginense qué catadura moral-, publicaba esto. Lo más interesante es el primer párrafo: por primera vez en mucho tiempo la compañía no crecía a dos dígitos anuales, y la razón era la pérdida de la patente de Epogen.

Estaría bien consultar los resultados de la compañía y ver qué porcentaje de su facturación responde a la EPO. Ojo, crecía a dos dígitos por año. Por lo general, las compañías farmaceúticas tienen uno o dos productos estrellas que tiran del carro. Fíjense en ese gran fantasma que es Zeltia, que lleva vendiendo algas (o humo) para tratar un cáncer que afecta a una parte ínfima de la población, mientras la Bolsa sigue los vaivenes de si le dan la autorización o no. Pero bueno, volvamos al tema ¿hay tantos pacientes renales en el mundo? ¿Por qué el reportaje de El País tenía publicidad de Google Ad Sense -se adecúa al contenido del artículo- sobre cómo comprar EPO? ¿No era bajo prescripción médica?

Ahora Amgen duplica plantilla en España (¿?) y quiere superar el bache de perder la patente de su producto-estrella. También es curioso lo que se dice de Aranesp (la EPO de segunda generación) y los problemas de seguridad con la Agencia del Medicamento Estadounidense. Los famosos rotuladores o plumas precargadas. El dopaje mueve muchísimo dinero, basta recordar las cifras de contabilidad normal que manejaba Eufemiano. Tanto, tanto dinero que, como en todo este asunto, solo atisbamos a ver la punta del iceberg. Y por favor, no se crean esas historias para viejas de que la EPO falsificada es más dañiña que la de marca. Publicistas los hay en todas partes. Tiene los mismos efectos, para lo bueno y para lo malo.
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"Cayó a plomo. Sin protegerse con los brazos. Quedó completamente rígido, con la cabeza hacia un lado y la mirada perdida. Se despertó en el vestuario y no recordaba nada" Era el minuto 13 de partido. El jugador había vuelto de una suplencia tras brillar en los primeros partidos. Centrocampistas, los de mayor despliegue atlético. La casualidad ha hecho que esta semana precisamente hablase de su club, hasta la nota de prensa oficial habla de "ponerse a tono" en cursiva. Que quieren que les diga que no sepan ustedes ya. Por cierto, el cádaver de Puerta fue incinerado inmediatamente y nunca se ha conocido la autopsia. La foto de De la Red acojona. Veremos que es de su vida deportiva. Y de la otra, la de todos.

30 octubre, 2008

La farsa del pasaporte biológico

Pasaporte es una palabra mágica. En tiempos de guerra o para los emigrantes adquiere una connotación mística, casi un salvoconducto. Por esas mismas cualidades, su valor referencial ha sido exportado a otras áreas, hasta el punto de ridiculizarlo: la bochornosa Expo 2008 tenía su pasaporte, también los animales de compañía -aquí adjunto, señor agente- y, cómo no, los ciclistas.

Lanzado como la gran innovación en la lucha antidopaje, el pasaporte biológico es un programa carísimo de controles dentro y fuera de la competición a la comunidad ciclista. Sufragado por la UCI y los propios equipos, en teoría iba a servir para suspender a corredores que presentasen valores repentinos y anómalos, a pesar de que no hubiesen dado positivo. Ha acabado la temporada y el pasaporte biológico, como era esperable, no ha servido para nada.

Es cierto que algunos ciclistas han caído a raíz de los análisis para este ambicioso programa, pero ninguno lo ha hecho por el seguimiento y el track tenure de sus valores. Las cifras del programa, dadas a conocer recientemente, son abrumadoras: 4358 controles de sangre (452 en competición), 2143 controles de orina (de los que 1211 en carrera), dando un total de 4838 controles fuera de competición, donde son realmente efectivos. ¿Seguro?

749 corredores han pasado por el programa, lo que arroja una cifra media de 8,6 controles para cada uno de ellos. Ojo, con 8´6 se puede hacer un buen seguimiento, y más si tenemos en cuenta que la Agencia Antidopaje Francesa también ha facilitado sus propios controles al programa, para mejorar su fiabilidad. Y aún así, nada. Los de hay que creer en el ciclismo interpretan estos resultados como la muestra de que los dopados son una minoría, que se está avanzando en la lucha contra el doping y bla-bla-bla. En cambio, el ciclismo realmente existente, bastante alejado de esa ensoñación pueril y bastante majadera, se empeña en sacar nombres como los de Kohl, Schumacher o Riccò, autores de bastantes numeritos perfectamente factibles -y lógicos desde el punto de vista médico- para los responsables de interpretar los pasaportes biológicos.

La australiana Anne Griper es uno estos responsables. Pide "paciencia". Con toda la parsimonia del mundo -y desfachatez- explica que hasta el momento se han estado recogiendo datos, y que ahora viene la segunda fase: ordenarlos y enviarlos a expertos -nueve- para que los interpreten. Sí, como abrir el vientre de las golondrinas en la Roma clásica. Estamos en la era de la informática y alguien todavía hablar de "ordenar datos", cuando con una sencilla aplicación se puede hacer. El alquimista Daamsgard lo hace. Y eso del grupo de expertos...en fin: seguro que entre ellos hay algún conocido hemodruida o agente doble, porque en ese mundillo se conocen todos. Sería muy divertido conocer la transcripción de las reuniones y ver como algún galeno que en su consulta privada lleva a uno de los analizados intenta justificar que el hematocrito salte de 42% al 51% por una cagalera o un resfriado.

Ya saben cómo es el mundo del ciclismo. La propia Griper, en el momento de presentar su invento-estrella, dijo que el caso Sinkewitz había sido con "el corredor equivocado, en el momento equivocado, en el país equivocado y en el equipo equivocado". Ya saben, la cantinela de que los jóvenes no se dopan, que el Tour es la carrera más limpia, que Alemania combate el dopaje y que el T-Mobile estaba luchando activamente contra la plaga. Y si la realidad, terca como es, te lleva la contraria -con Beltrán dijeron que era de la "vieja guardia", cuando dos días después cayeron Dueñas y Riccò se comieron sus argumentos-, pues a reir y cantar, que el espectáculo tiene que continuar.

¿Saben cúal es el pasaporte biológico más efectivo y económico que existe? Nada de cifras de miles y miles de controles. Nada de millones de euros gastados en avivar la farsa de que se lucha contra el dopaje, cuando hay equipos que sistemáticamente nunca dan positivo, a pesar de que sus corredores están metidos hasta las cejas -Basso y F. Schleck-. Nada de inventos propagandísticos de dudosa efectividad. Es tan sencillo como obligar a todos los corredores con licencia profesional -se acabaría con la impunidad de los continentales, autores de algunas de las mayores exhibiciones de este año- a dejar una muestra de su ADN en el momento de recoger su licencia. Y después, en colaboración con las autoridades nacionales de cada país, ir a hacer visitas de cortesía a los famosos laboratorios de doctores. Recoger muestras. Y que después expliquen que hacían por ahí todos esos corredores que jamás darán valores anómalos en el cacareado pasaporte biológico, la enémisa farsa del ciclismo que busca nuevos alambiques cuando la prueba del ADN es i-rre-fu-ta-ble. Será que no mueve tanto dinero.
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El dopaje transtorna. Las declaraciones no tienen desperdicio.

29 octubre, 2008

Hasta dentro de dos años

Ya ha pasado el tiempo suficiente para hablar de Bernard Kohl. Parecía que el momento era tras su tercer puesto en el Tour de Francia, pero en este ciclismo que padecemos, siempre hay que esperar un poco más. En el caso del corredor austríaco, a la rueda de prensa en la que confesó que se había dopado.

Hace un par de años mantuve una agria polémica con un lector que estaba emperrado en que el tercer puesto de Kashcheskin en la Vuelta 06 era lógico y razonable. Vamos, que un corredor que nunca había hecho nada se aupase al podio de una grande era cosa común. Después vino A.Schleck en el Giro 07 y ahora Kohl. A la espera de lo que le pase al luxemburgués, el éxito de Kohl -igual que el del kazajo- en el pasado Tour se debe a la ambición y la droga. En cuanto a este lector, que juró que jamás volvería, estará mordiéndose las uñas o tomando cicuta.

Abreviando: Kohl disfrutó de los honores del podio del Tour, potenciados por ser el primer austríaco en 50 años en subir al cajón. No se le vió con muchos remordimientos. Es más: fichó con una nómina muy alta por el Silence-Lotto. A partir de septiembre, cuando se supo que el Tour iba a volver a analizar las muestras del verano, empezaron a salir tonterías del Gerolsteiner, donde el cuadro técnico (Holczer y Dietzen) dice no saber nada. Vamos, que un corredor que jamás había hecho más allá de un 3º puesto en Dauphiné en 2006 de repente suba al podio del Tour es lo más normal y corriente.

Como el primero en caer fue Schumacher, su compañero Lang dijo que, en el momento en que se supo que el Tour iría por segunda vez a por los tramposos "el autobús estalló de jubiló, nos abrazabamos todos, menos Schumacher, que se apartó y quedó solo. Dijo que tenía problemas con su novia". ¿Se imaginan a Kohl -si tenemos que creer a Lang, claro- brincando y brindando por los nuevos análisis buscando CERA? ¿Estamos locos o qué? Claro, Lang no se esperaba que fuesen a cazar a Kohl: todo el Tour encaramado a las primeras posiciones y sin pitar la máquina...

Bueno, pues los análisis de sangre han dado positivo por CERA en dos ocasiones: dos días antes de empezar el Tour y en la jornada de descanso de Pau, donde fue uno de los protagonistas. A saber que técnica tenía para no dar positivo en el mismo día que competía. A los pocos días de conocerse su positivo convocó una rueda de prensa y confesó que "había caído en la tentación" y bla-bla-bla. Que acepta los dos años de sanción y que va a colaborar. De momento, su colaboración se limita a decir que compró la EPO de tercera generación por Internet: ha aprendido de Sinkewitz y quiere volver al pelotón con 28 años.

No contento con su particular show de hipocresía, recientemente ha añadido, en declaraciones a la revista alemana Focus, que se dopó tras caerse en la crono de Dauphiné y ver como peligraba su preparación para el Tour. Su equipo desaparecía y el estaba sin contratos ni resultados. Básicamente como había estado toda su vida deportiva, pero en vez de asumir su destino como ciclista, se pasó a la droga dura y de vanguardia. Tengan en cuenta que Kohl asistió, impasible, a cómo era cazado Riccò por la misma sustancia. Ahora nos pretende vender que lo suyo fue un "error", una "tentación" y prácticamente un accidente: iba andando por la calle y me caí encima de una jeringa de CERA que estaba de pie.

Así es el ciclismo. Adelante hasta que te pillen, y si te pillan, algunos incluso van más adelante (Heras, Santi Pérez, Hamilton). Kohl cobró en los suculentos criteriums post-Tour, fichó por el Silence-Lotto y estaba a punto de ser nombrado deportista austríaco del año. La única diferencia de su historia con la de los demás dopados es que ha confesado al ser pillado. Riccò sólo lo ha hecho porque creía que le rebajarían la pena -antes lo negó vehementemente-, mientras que los Dueñas, Beltrán, Piepoli o Schumacher -por limitarse a los del pasado Tour- permanecen en silencio.

¿Por qué Kohl ha reconocido su dopaje? Porque le da igual. Recuerden que estaba con un pie y medio fuera del ciclismo. Si me dopo y me sale bien, doy el butrón de mi vida. Y si me pillan, pues nada, me quedo como estoy, que lo del dopaje es un "accidente" que le puede pasar a cualquiera. Al final ha sido una situación intermedia: ha disfrutado de las mieles del éxito, y de los dineros de los criteriums, que imagino que no lo demandarán por estafa. Dos años en barbecho y podrá volver. La situación es muy similar a lo que opina mucha gente sobre los políticos municipales corruptos: hasta que no devuelvan la última peseta que no los dejen libres. Y la realidad es que cumplen sus años de prisión (entre cinco y diez, más de lo primero que de lo segundo) y al salir de la cárcel siguen disfrutando de un nivel de vida y gasto envidiable. Apenas se recupera una mínima parte del dinero robado, que queda debajo del colchón para tiempos futuros. Por tanto, por este y otros muchos motivos, sí a la sanción deportiva de por vida. Sí a pena de cárcel para deportistas dopados. Sí a borrar a un ciclista dopado de todos los archivos. Sí a que devuelva todo el dinero ganado. Y no a las excusas de "cometí un error". ¡Cómo si no hubiese hecho su balance personal de tanto gano, tanto pierdo antes de picarse con la jeringa!
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No han pasado ni diez días desde Lombardía -donde Urán fue tercero, pero donde también brillaron Dani Moreno y J.Rodríguez- y el Caisse d´Epargne ya está concentrado. Que alguien me corrija, pero no recuerdo una concentración de equipo tan tempranera. Ya parecían muy anticipadas las míticas del ONCE o Liberty en Puente Viesgo allá por noviembre...en fin. El ciclismo. Después empezará el peregrinaje, propio del baúl de la Piquer, por Australia y demás.

28 octubre, 2008

De Bonis, otro más de la cuadra Gerolsteiner

¿Y quien narices es Francesco De Bonis? Esta pregunta se la hará algún aficionado al ciclismo cuando, dentro de unos años, intente seguir la pista a este simpático corredor que a principios de mayo ganó una etapa del Tour de Romandía de una manera espectacular. Como es difícil que encuentre ninguna referencia, que tenga en cuenta que militaba en el Gerolsteiner.

Neoprofesional de ¡26 años!, este corredor italiano nacido en Isola dei Liri -sur de Roma- fue fichado a final de la temporada 2007, sin presentar un gran palmarés en categorías inferiores. Y poco había hecho hasta que tomó la salida en la prestigiosa prueba suiza. En la tercera etapa acabó 20º en la crono, el mejor de su equipo. Y al día siguiente se marcó un etapón: vale que fueron sólo 116 kms. -la etapa se acortó por problemas de desprendimientos en un puerto-, pero fue la forma en que ganó.

Escapado desde el primer puerto, fue dejando a sus compañeros de fuga y en el último puerto, tras mantener siempre una exigua diferencia, realizó una exhibición de cambios de ritmo ante Beltrán y Gadret (clicar en "laatste kilometer"), con el pelotón exhalando por detrás. Sencillamente impresionante. Acabaría ganando la montaña de la prueba. Quince días despúes, en plena disputa del Giro, la Guardia di Finanza interceptó el coche en el que viajaba el padre de su compañero de equipo Molleta. Desde entonces, ambos corredores no se han vuelto a poner el maillot del Gerolsteiner, un equipo que anunció en septiembre de 2007 que desaparecería y al que parece que le han dado la puntilla Schumacher y Kohl.

No, qué va. Los casos del alemán y el austríaco han sido los más sonados, pero como siempre pasa en el ciclismo, tiene más valor el paisaje de fondo. En el Giro acabaron únicamente dos corredores del equipo, y de uno de ellos todavía no se sabe en que momento abandonó. En el Tour pasaría algo parecido con el Barloworld: pillaron al Dueñas e inmediatamente después se fue su compañero de habitación, al día siguiente otro compañero que había brillado en una etapa y por último un australiano perdido que se rompió la clavícula en una caída. Y qué contarles del Saunier, que se retiró en bloque para "no perjudicar la carrera".

Uno de los mayores mitos del ciclismo en torno al dopaje es que son "casos aislados", a pesar de las evidencias que indican que el dopaje de equipo sigue como siempre. En fin: es el equipo de Rebellin, el abuelo de 36 años que ha firmado una de las mejores temporadas de su vida, que compite de febrero a octubre. Fichó por el conjunto alemán cuando era un equipo muy modesto, en el año 2002, y ahí se ha quedado siete temporadas, y tenía firmado para una más. Molleta es su fidelissimo, como lo fue Paolini para Bettini, y ambos han caído en función de sus patronos.

Hasta este Tour, el Gerolsteiner tenía un triunfo en la carrera francesa, el que regaló Armstrong al veteranísimo Totschnig en el Tour 2005. Como si no pasase nada, Schumacher ha ganado dos etapas en la edición de este año y Kohl se subió al podio. También estuvo escapado Lang en una etapa de montaña, y eso que era contrarrelojista. La sorpresa es aún mayor cuando se compara con el rendimiento conjunto del Tour 2007, donde apenas asomaron la cabeza. En 2006 habían obtenido cierta presencia gracias al joven Fothen, que jamás ha vuelto a acercarse a esos rendimientos.

Por cierto, ¿en qué equipo militaba Danilo Hondo cuando su superpositivo por Carphedon en 2005?

27 octubre, 2008

Ha vuelto Birillo

Hace falta mantener la serenidad para explicar la vuelta a la competición de Ivan Basso, uno de los mayores tramposos del pelotón. Evidentemente, es algo que había que asumir dado que no existe la sanción de por vida, pero ningún aficionado está obligado a creerse a este cristiano renacido, cuyo discurso sigue siendo básicamente el mismo, y al que el barbecho no le ha hecho mejorar al sprint ni bajando. Simplemente es el mismo Basso de siempre.

Esta foto es ejemplificativa. Quizás hubiese quedado mejor para este tipo de titular un primer plano de esos con los que nos martiriza con simpática cotidaneidad, como si quisiese que lo aceptasemos en la familia en calidad de yerno. Sin embargo, aquí se ve la mirada de ambición del italiano que nunca ha dado positivo. Hay otra instantánea muy parecida donde está leyendo con avidez la inscripción del trofeo. Es la preparación para cuando haya que tragar con la imagen de una victoria suya, probablemente acompañada de alguna instantánea familiar. El mismo Basso de siempre.

La Japan Cup, exótica prueba de fin de temporada, fue para Cunego, que ya había ganado esta prueba y que en 2004, gracias a su segundo puesto, acabó como número 1 de la UCI a la tierna edad de 23 años. Fulminó en el sprint a Visconti -magnífica temporada de puestos y honores para el corredor sicialiano- y al protagonista del día, que sigue conservando sus envidiables cualidades al sprint, unas que le entroncan directamente con la tradición de Marino Lejarreta y Frank Schleck. Tampoco se le puede exigir más viniendo de casi dos años sin competir -desde la Vuelta a Castilla-León de 2007-, ya se exige el mismo bastantes cosas.

Hace justo una semana El País publicaba una entrevista con Basso, presentado bajo aclamación popular el día del Giro de Lombardía. Era más de lo mismo: el tramposo con carta blanca en el medio que publicó lo de Birillo, con el periodista al que rechazó cuando estaba en Discovery Channel. Ahora parece que se llevan mejor. El italiano utiliza su lenguaje impostado, de nuevo cuño religioso ("purgatorio", referencias contínuas a las familia y los niños pequeños como símbolo de pureza) y sigue con el de siempre, el de que-grande-que-soy. Y sus mentiras.

Al inicio de la entrevista dice "No quiero pensar en el Giro o en el Tour. Quiero ir poco a poco, pensar en el día a día, fijarme objetivos pequeños (...) Los objetivos siguen siendo los de antes pero no puedo permitirme el lujo de decirlo, no puedo decir 'quiero ganar el Tour o el Giro' sin antes demostrar que puedo hacerlo". Buenos propósitos de entrada. Alguien le habrá aconsejado que no vaya por ahí diciendo, como hacía en 2005 y 2006, que iba a salir a correr las tres grandes -como hicieron en la temporada de su desgracia sus gregarios y fedelissimos Lombardi y Sastre- y a ganarlas.

Sin embargo, no ha acabado la entrevista y el auténtico Basso sale bajo el caparazón que se ha creado: "La ambición es ésa. Los sueños que tenía se han quedado intactos. Mi objetivo es realizarlos todos, pero quiero acercarme poco a poco. Es prematuro decirlo en alto, no puedo hacerlo y además tampoco estoy preparado para ello ahora, aunque dentro de mí no tenga ninguna duda. Con toda humildad, no me siento inferior a nadie, ni a Contador ni a ningún otro." En fin. Les recuerdo que existe una Ley de Hierro en el ciclismo bajo la cual ningún corredor que vuelve de una sanción por dopaje recupera su nivel anterior. Estaremos a la expectativa de lo que ofrece realmente Basso, un auténtico caballo de carreras según muchos entendidos, un auténtico burro según el que esto escribe.

El periodista se gana su sueldo y pregunta que "tendrá ganas de demostrar que no ganó el Giro 2006 dopado" -a pesar de las evidencias de la O.P-: "Si vuelvo a hacer los resultados que hacía antes de la sanción, se borrará todo mi perfil histórico y se pondrá una piedra encima de la Operación Puerto. La gente pensará eso, que he cometido un error pero que también he tenido ganas de regresar, de remangarme y ser más fuerte que antes. Si esto no pasa, la piedra me caerá encima a mí y eso será el final. Punto. Acabado. Cogeré mi bici, mi maleta y diré adiós". Recuerden que hace poco dijo que se veía compitiendo hasta los 40 años. Sinceramente, yo a este corredor no le creo nada de lo que dice.

Demuestra no seguir mucho el ciclismo actual, o simplemente no saber adaptar su discurso autoaprendido a una realidad cambiante: "Creo que va dentro de cada persona defenderse hasta el final. No he visto a nadie, y hablo de la vida en general, al que le hayan acusado de algo y haya dicho 'sí soy yo, adelante'". Estaría bien que alguien le pasase la rueda de prensa de Köhl, a los tres días de dar positivo. Sin embargo, Basso cree que son todos como el, que se pasó un año mintiendo, que llego a fichar por el Discovery Channel y que iba al Giro 2007 a por todas, y eso que todavía tiene 4´5 litros de sangre en España. Es el mismo Basso de siempre, aunque nos lo intenten vender diferente.

Ante una pregunta directa del periodista ("¿Si los tiempos son iguales o incluso mejores a los de antes de la sanción, por qué se dopó?"), Birillo se va por las ramas y termina hablando de su hijo. La cosa tiene su miga: Basso publicará sus datos médicos en su web, accesibles a todos bajo inscripción previa (¿por qué? ¿para qué? "Colgar esos datos en la red sí que sería dañino, quizás crearía un antecedente") incluyendo los sensibili. Para demostrar que va limpio. Ya intentó lo mismo en la primavera del 2007, cuando iba enseñando sus analíticas históricas como si fuesen un salvoconducto que le librase de los 4,´5 litros de sangre. No ha aprendido nada. Habla incluso de que Aldo Sassi tiene una máquina que acertará al 95% sus resultados en carrera en función a sus tests. Ciclismo robot. Como sus respuestas pautadas y taquigrafiadas.

Basso ha vuelto. Tercero en la Japan Cup. Lo quiere todo. No se oculta, como cuando intentó correr el telón en su efímero paso por el Discovery Channel. La entrevista termina con esta frase significativa: "La gente poco a poco volverá a ver el Ivan de siempre". Ni poco a poco ni nada: el mismo Basso de siempre. Un mentiroso patológico, un narciso ensimismado, lo peor del ciclismo.

24 octubre, 2008

Historia de una jeringa

¡Ay la CERA! Para la mayor parte de los aficionados, esta sustancia entró en su esfera de conocimiento con el positivazo de Riccò en el pasado Tour de Francia. "EPO de tercera generación", la marca comercial de los poderosos laboratorios Roche (Mircera) o simplemente "doping". Sin embargo, los ciclistas conocían y utilizaban el innovador avance médico desde por lo menos dos años atrás. Arribas apunta que incluso cuatro años antes.

En otro de esos misterios que envuelven la Operación Puerto (¿misterios? ¡Ja! La Operación Ocultamiento, por si alguien tenía alguna duda), la CERA ya apareció en los registros de los pisos francos de la banda de Eufemiano Fuentes, como publicó ABC al día siguiente. Que después esa sustancia no apareciese en el amplio elenco de sustancias recogidas en el informe de la Guardia Civil ya no debe sorprender a nadie, como no lo hace lo de 18.- Valv. (Piti), lo de A.C o la información de la Cadena Ser donde indicaba que todo el CSC (o sus siglas) era monitorizado por el vampiro canario.

La conclusión es evidente: la CERA circulaba por el pelotón desde hacía tiempo. Y eso que sólo había sido comercializada el 29 de abril de este año. Se había filtrado al uso deportivo ya en la fase de los test clínicos, cuando no antes. Como la Operación Puerto se aleja en el tiempo, no es conveniente irse tan atrás. No hace falta. Basta con recuperar el Giro de este año. Evidentemente Riccò no debutó con la CERA en el Tour. Su equipo ya había hecho exhibiciones como la de Hautacam en el Giro 2007. A Riccò lo pillaron por un análisis de orina. A Schumacher, Köhl y Piepoli por análisis de sangre. ¿Y qué ha sido de Sella, el único pillado por CERA fuera de la competición y fuera del Tour, que viene a ser lo mismo en el clima de mofa e impunidad en el que se mueve el ciclismo?

Esta es la historia de una jeringa. La que basta para que la CERA deje sus efectos durante tres meses. Se estaba disputando el Giro y el padre de Andrea Molleta, fedelissimo de Rebellin, fue detenido con 82 pastillas de Viagra y una jeringa oculta en un tubo de pasta de dientes. Ya ven que magro botín. El caso ni siquiera fue comentado por el patrón del Giro en su muy voluntarioso análisis del dopaje durante su carrera. Y eso que el Gerolsteiner (sí, el equipo de Köhl y Schumacher) acabó la carrera con sólo dos corredores. ¿Para quien iba la jeringa de CERA que transportaba el padre de Molleta?

No se sabe, pero parece claro que a Sella no lo han pillado por un control al uso. A finales de julio, después de mes y medio sin competir...todo apunta a una delación y que después se derrumbase. Como Basso, al que le dijeron que tenían sus bolsas de sangre, que era mejor que cantase, y después resultó que era mentira. La colaboración se ha limitado a señalar a su compañero Priamo -que lo ha negado todo- y poco más. De momento, ni el CONI ni la UCI han emitido ninguna sentencia oficial. Para salvar las apariencias, los italianos aseguran que durante el Giro ya hacían controles de CERA, y que ninguno resultó positivo. Claro.

McQuaid, presidente de la UCI, ha afirmado recientemente que está en contra de análisis retrospectivos de muestras conservadas, diciendo que es "inútil, caro y que no contribuye a luchar contra el actual doping". Conviene recordar que los controles antidopaje de este pasado Tour los llevó a cabo la agencia francesa, y no la UCI, institución que ha salido muy mal parada en su lucha contra el doping. Tras las declaraciones de McQuaid, aún más. Hay un miedo muy fundado a acabar con la mayor parte de las figuras del ciclismo con sanción, una especie de maremoto de este deporte. Sólo así se justifican las declaraciones de McQuaid, que ha querido corregirse para empeorarlo todo aún más. Atentos.

Tras afirmar que las muestras pueden no ser válidas -el mismo argumento que los abogados de los dopados, o que el propio Armstrong- y otros jocs florals, ha tenido el coraje y la sinvergonzonería de decir que "la CERA no estaba disponible el año pasado". ¡Tremendo! Tenemos esa evidencia de la Operación Puerto, las pruebas clínicas previas al lanzamiento de un nuevo medicamento desde hace por lo menos cuatro años y la jeringa del padre de Molleta, y McQuaid se atreve a decir eso en su loca lucha por seguir adelante. Estaría indignado si todavía conservase esa capacidad, pero prefiero contarles otra cosa.

¿Puedo ya? Espero que sí. De entre todas las amenazas recibidas a lo largo de la historia de este blog, las peores y de más altas instancias vinieron a raíz de este post. A mí no me parecía muy normal que Eufemiano Fuentes llevase en su cartera el número personal de Mario Zorzoli, máximo responsable médico de la UCI contra el dopaje: la persona que sabe qué controles se hacen, con qué parámetros, cúando y a quien. Personas muy relevantes, que han acabado casi en ángeles de la guardia de este modestísimo blog, me dijeron que mejor no siguiese por ahí. Que el dopaje mueve muchísimo dinero e intereses cruzados. Bueno, ya lo he dicho. Sin desvelar a nadie. No me podía aguantar. Hay un límite a la hipocresía, en esta caso de la UCI. Tampoco he dicho nada nuevo, como siempre. Simplemente he puesto las cartas que están a la vista de todos en la mesa. Y la conclusión sigue siendo la misma: ahí fuera no hay nadie. Nadie.
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Ya habrá tiempo de comentarlo, pero la Tribuna di Treviso (controlada por La Repubblica) se apunta una buena exclusiva al desvelar la totalidad del recorrido del próximo Giro, que también será bastante diferente.

23 octubre, 2008

El Tour siempre será el Tour

El Tour cede a las presiones y será más "espectacular". Da miedo pensar que una carrera con el patrimonio del Tourmalet, Alpe d´Huez o el Galibier también se vea empujada a la necesidad -muy de estos tiempos que nos han tocado vivir- pretoriana de innovar, epatar y asombrar. Como si la fórmula ganadora del Tour no estuviese ya suficientemente probada a lo largo de 100 años.

En fin. El Tour ha apostado por identificar su interés en una única etapa, la penúltima, con final en el Ventoux. Al igual que han hecho la Vuelta con El Angliru o el Giro con Plan de Corones. Si la etapa después sale una birria, pues habrá que afrontar las consecuencias, aunque las toneladas de propaganda se publicarán igual: "día histórico", "lo nunca visto" y "gracias al Tour más limpio de la historia", porque no les quepa ninguna duda que el Tour del próximo año será presentado como el más inmaculado de todos los tiempos. Y aquí si que no hay innovación.

Antes de pasar a analizar el resto del recorrido, conviene recordar que en 1975 Vincenzo Torriani, un hombre excesivo en todos los aspectos, decidió finalizar el Giro de Italia no en Milán u otra gran capital, no: en la cima del Stelvio, que encima se subía dos veces. Si fue una estratagema para derrotar a Merckx -que no corrió ese año-, una locura o una acción terrorista de la Brigadas Rojas no se sabe muy bien, pero lo que es seguro es que jamás se volvió a repetir. Y las razones se las dejo a todos ustedes.

El 4 de julio -¡venga, ven al Tour cowboy!- los ciclistas afrontarán un prólogo -más largo de lo normal, habrá diferencias- por las calles y colinas de Mónaco, no precisamente muy relajantes ni llanas. Curioso homenaje del Tour a uno de los mayores paraísos deportivos, no en función de su Gran Premio de F-1 o el Casino -ese próximo deporte olímpico- sino como residencia fiscal de tantos y tantos deportistas. Por aquí han tenido domilicio, o tienen, Vinokourov, Boonen, Rebellin, Piepoli y Frigo, entre otros muchos. Muchos de ellos incluso entrenan por la zona, porque tiene una combinación de "sol, montaña y aeropuerto" que no se encuentra en todas partes. ¿Les suena a algo de Girona? Pues están en lo cierto, porque en las cercanías -al otro lado de la frontera italiana, a 40 kms.- también opera una franquicia de hemodruida muy conocida.

Dos etapas llanas hacia el sur, atravesando la Camarga, y CRE en Montpellier el cuarto día. 38 kms., para el retorno al Tour de una de sus señas de identidad. Se espera un sentido homenaje a Manolo Saiz, el creador de la CRE ProTour de Eindhoven, que ya este año no se ha disputado. Dos etapas más camino al sur: Perpignan y Barcelona, donde la meta estará en Montjuich. Xavi Florencio y J. Rodríguez ya se están frotando las manos. Al día siguiente (7º de la carrera) primera etapa de montaña, con lo que eso significa en el Tour: 224 kms desde la Ciudad Condal a Andorra, con final en Arcalis a 2240 m. Es prácticamente una etapa monopuerto, pero con las fuerzas intactas, la altura y la distancia puede dar más espectáculo del que ofrece en la Vuelta. Seguro, vamos.

No acaban ahí los Pirineos. Al día siguiente el larguísimo y altísimo Envalira de salida y después Port y Agnes antes de la meta: perfecto para escapadas y quemar equipos, la misma tónica del tercer día, camino de Tarbes. Aquí el protagonismo será para el Aspin y el Tourmalet, que se corona a 70 kms. de meta, en una etapa parecida a la que en 1999 dió la gloria a David Etxebarría y su médico deportivo. Reposo en Limoges -evitando el maldito Pau, donde han pitado la máquina en los últimos años Mayo y Kohl- y tres etapas en lugares desconocidos del centro del hexágono que forma Francia. Al cuarto día se llega a Alsacia, que no se tocaba desde 2005 y la increíble victoria de Rasmussen. Etapa de media montaña con llegada a Colmar, y con espectaculares paisajes que tendrán continuidad al día siguiente con final en Besançon, en pleno fin de semana: las carreteras estarán llenas. El domingo se llega a Suiza, con final en alto en Verbier: son 8´8 kms al 7´1%, un puerto de herraduras muy bonito y cita relativamente habitual de la Vuelta a Suiza.

Tras el día de descanso en el país helvético, la última semana del Tour es de órdago. Seis días sin descanso. El martes etapa de 160 kms. con el Gran San Bernardo y el Pequeño San Bernardo: se sube de salida, se baja, se vuelve a subir y se baja. Parecida a la de este año en Jausiers, y con un desnivel total de 3.600 m. Esperemos que Menchov y Valverde hayan aprendido la lección de que bajando no se deja ni un metro. El miércoles, 170 kms. hasta Le Grand Bornard, allí donde Armstrong dejó mudos a todos en 2004. Para mí siempre es una etapa maravillosa, un rompepiernas con puertos que no pasan de 1.700 m. de altura -salvo el Roselend de salida, durísimo- y espectáculo asegurado, aunque sea hemodruida como el de Ugrumov, Frigo o Landis, vencedores en estos parajes: Saisies, paso por Salanches, Araches, paso por Cluses, subida al durísimo Romme (8,8 kms. al 8´9%), Colombiere en solución de continuidad y bajada a meta. El ciclismo sin más tonterías. El Tour de Francia.

El jueves, segunda crono individual, 40 kms. alrededor del lago de Annecy, no precisamente llanos. El viernes, etapa llana de 195 kms. -la más larga de la semana- y el sábado 167 kms. rompepiernas hasta el Ventoux, que se llenará como Alpe d´Huez y donde su particular récord, el de la ascensión metahumana de 2004, seguirá intocable. El Tour busca lograr un vuelco en la clasificación igual que hace 20 años con el LeMond-Fignon: veremos. TGV a París desde el corredor del Ródano y pasarela final saliendo desde la bellísima cuenca del Yonne. Será un Tour con tres finales en alto, 55 kms. contra el reloj (+38 kms. de la CRE) y 20 puertos de alta montaña. A priori, favorece a los corredores que acaban muy bien como Sastre o Leipheimer, perjudica a los contrarrelojistas -¿queda alguno?-, le viene muy bien a Menchov y bueno, que quieren que les diga, si Valverde pasa la etapa de los San Bernardos, es uno de los máximos favoritos. Sobre Contador prefiero no pronunciarme y que, llegado el momento, lo haga ese otro gran protagonista del Tour de Francia desde hace unos años, una etapa que acaba en Chatenay-Malabry.

22 octubre, 2008

A temporada pasada

Como ya es habitual, en el final de temporada recupero una entrada de enero para ver que ha sido de los protagonistas. No es un resumen de la temporada, es simplemente ver en qué han quedado las expectativas desatadas por una serie de corredores que, o bien tenían que eclosionar esta temporada o justo lo contrario. Siempre es mejor leer la entrada antigua antes que esta de hoy.

Arkaitz Durán: seguimos sin tener noticias de su brillante trayectoria, y eso que en teoría iba a empezar "fuerte" la temporada. De su equipo, sin embargo, hemos tenido muchas noticias esta año, hasta el punto que ha perdido su principal patrocinador y las tres etapas que ganó en el Tour le duraron lo que duró el control antidopaje. Dicen que Gianneti va a refundar -manteniendo a Matxín- la estructura, y que contará con 12 corredores del Saunier. De Arkaitz no sabemos nada. Como siempre.

Thomas Dekker: "por el pasa el futuro del ciclismo". ¡Qué cosas llega a escribir uno! Bien mirado, la frase sigue siendo igualmente válida: expulsado por su equipo Rabobank a mitad de temporada (de mutuo acuerdo), lleva sin competir desde la Vuelta a Suiza, en la que abandonó. Ha fichado por el Silence-Lotto. ¿Y por qué fue expulsado este joven prometedor? Dicen que por unos controles sanguíneos bailarines. Y sí, por el pasa el futuro del ciclismo. Y también ese pasado que nunca se irá.

Phillipe Gilbert: Tercero en la San Remo y vencedor en Tours. Además, escapado en varias de las grandes citas de la temporada. Se debía exigir resultados y los ha logrado. El próximo año cambia su tradicional casa de la Française des Jeux ("Madiot me hizo correr grandes carreras ya con 20 años. Todo se lo debo a él") por el Silence-Lotto, donde será el indiscutible líder para todas las clásicas que no sean de pavés, donde todavía reina Leif Hoste.

Eisel: un clásico de esta sección. Otra temporada miserable. Dice que claro, con los galgos que tiene en el Columbia, que a ver quien se mete en el sprint. Encima, este año también ha explotado Greipel. Dice que volverá a intentar las clásicas. Un enigma.

Napolitano: se queda en el Lampre como sprinter exclusivo y no hace nada de nada. Al menos no estuvo en los extraños sucesos de San Vicenzo. Ni ha corrido la suerte de sus compañeros Vila y Bossoni. Por no correr, no ha corrido ni Giro ni Vuelta. Y en el Tour, como si no estuviese. Curiosa situación la suya. Tampoco ha transcendido ninguna enfermedad.

L.L Sánchez: representante eximio de la raza murciana, este año empezó fuerte (5º en París-Niza) y volvió al Tour, carrera en la que no participaba desde 2005, cuando lo hizo bajo las siglas "L.L" y la prescripción médica "igual o nada que Igor". En la carrera francesa ganó una etapa imposible en Aurillac, para después estar mucho más discreto. A su nivel. Así siguió el resto de la temporada. En el Campeonato del Mundo, con su decisiva aportación, logró ganarse el corazón de todos los aficionados. Como todavía es joven, será un clásico de esta sección.

Zabriskie: ¡Ay! Salió en el Giro con una barbita que no le dio mucha suerte, puesto que se desgració a las primeras de cambio y no se le volvió a ver hasta el Campeonato del Mundo CRI, donde fue tercero. Debe rondar los 30 años. Sigue viviendo en Gerona. Es un corredor cuya sola pronunciación se asocia al lado más oscuro del ciclismo.

Paulinho: menos mal que nos queda Portugal, cantaba Siniestro Total. Y sí, la carrera de este corredor es como el nombre de la banda gallega. En la Vuelta anduvo relativamente bien en montaña -especialmente en Fuentes de Invierno-, pero su momento estelar de la temporada fue cuando se cayó del equipo olímpico portugués a última hora. Sus múltiples certificados de asmático no sirvieron al COI, que guardaba un recuerdo imborrable de su plata olímpica en Atenas. Su carrera deportiva es la de un one-hit wonder.

Brajkovic ha rescatado la temporada con su segundo puesto en Lombardía, Riccò ha sido cazado y no aparecerá en esta sección en dos años, Fothen ha completado una temporada de tercera división -al contrario que sus compañeros de equipo Kohl, Rebellin y Schumacher-, Andy Schleck ha brillado en el Tour y JJ.OO, pero ha perdido a su hermano, y Visconti y Nibali han completado sendas y grandes temporadas. McGee se ha retirado sin apenas competir con el CSC y, efectivamente, siempre es descorazonador recuperar estos nombres al final de temporada.
***
Hoy se presenta el Tour. Ya se conoce que sale de Mónaco, que llegará a Barcelona en la primera semana y, dicen, que se subirá el Ventoux el penúltimo día. No se sabe si irá Armstrong, que será el protagonista ausente de la velada.

20 octubre, 2008

Cunego, corredor de clásicas

Damiano Cunego ganó el sábado su tercer Giro de Lombardía, lo que junto a su victoria en la Amstel Gold Race le hace entrar en el selectísimo club de corredores que ganan dos grandes clásicas en una misma temporada. Sin embargo, Cunego sigue insistiendo en que también puede ganar grandes vueltas. Se podría decir que es un Valverde italiano, pero el murciano no es absoluto inferior al pequeño corredor que suma éxitos y decepciones por igual.

El Giro de Lombardía edición 2008 no fue más que la enésima repetición de un peligroso patrón en el que ha caído el ciclismo. En los últimos siete años la carrera ha tenido únicamente tres vencedores: Bartoli en dos ocasiones, Bettini otras dos y las tres de Cunego. Todos italianos, por supuesto. Como el Giro, hasta que este año llegó el que venía de la playa. El caso de Cunego, un corredor que ha ganado muy poquito fuera de casa, es paradigmático de esta especie de autarquía ciclista.

Y cómo ganó, claro. Tras una serie de salvas de fogueo en la Madonna del Ghisallo (Garzelli, Scarponi, ¡uf!) en la subida al Civiglio se produjo el ataque de Kolobnev, siguiendo la estela de su compañero Kroon. Cunego, para el que su equipo había realizado un gran trabajo, salió con muchísima facilidad y sólo le pudieron seguir el inquietante Horner y el sorprendente Failli. Poco después de coronar se uniría Dani Moreno. Estos cuatro corredores iniciaron el descenso, donde Samuel Sánchez realizó su particular show, que cada día le da menos frutos.

Neutralizó la diferencia con los fugados, pero cuando llegó a su altura Cunego ya había saltado. Bajando. Es curioso que los comentaristas de la RAI italiana ya diesen al ovetense en cabeza de carrera antes incluso de que hubiese llegado, como diciendo "Cunego, vete por delante que llega el otro". Y dicho y hecho. En el tramo urbano -todo es urbano en el Giro de Lombardía, dentro de poco edificarán dentro del Lago de Como- entre Civiglio y San Fermo di Battaglia el corredor del Lampre dio una exhibición: parecía Cancellara. A Samuel Sánchez nadie daba ningún relevo (¿?) y, aunque llegaron a estar muy cerca, al inicio de la última subida ya se había reagrupado el pelotón.

Cunego subió de una manera desaforada, no muy propia de estas alturas de la temporada. La victoria iba a ser suya. Por detrás, el ataque más significativo fue el de Brajkovic, al que solo pudo seguir Rigoberto Urán con un cambio de ritmo recogido por una toma aérea que hace albergar muchas esperanzas por el futuro de este corredor. En el sprint por la segunda plaza el esloveno cerró de manera bochornosa al colombiano, que al menos pudo observar cómo realizaba el ridículo de alzar los brazos pensando que había ganado: hubiese sido un digno sucesor de Bobrik y Rumsas, los otros eslavos que han ganado la carrera.

Un podio formado por Cunego (27 años recién cumplidos), Brajkovic (24 años) y Urán (21 años). Visconti, que ha realizado una temporada muy buena y muy intensa, fue cuarto en meta ganando el sprint del grupo, y también tiene la tierna edad de 25 años. De los cuatro, es el que parece tener más claro que es un corredor de carreras de un día. Cunego desde luego que no. Ahora dice que va a por el Giro 2009, el mismo que ambicionan Basso y Armstrong, como si no hubiese aprendido las lecciones de todos estos años.

Cuando Cunego ganó el Giro 2004 con 22 años, lo hizo ante Gontchar y un compañero de equipo con el que terminó a la greña. Ganó cuatro etapas. Aquel año las etapas tenían una media de 140 kms. Desde entonces, solo se ha acercado al podio en 2006, cuando terminó cuarto (primero si consideramos que le superaron tanto Basso como El Búfalo o el Saunier Simoni). Nunca se le ha vuelto a ver marcar diferencias en montaña en una grande. O a ganar etapas en una grande. En ese mismo periodo de tiempo ha ganado cuatro grandes clásicas, suma podios en las Ardenas, ha sido subcampeón del mundo y se ha impuesto en bastantes pruebas de un día.

La humillación de este Tour debe servir como ejemplo. Salía como favorito, e incluso en la primera crono sorprendió a todos por su rendimiento, con un VO2 máximo que desconcertó hasta a los médicos. Poco después supimos que el Tour, a pesar de la campaña del parche -el sábado la RAI lo enfocó repetidas veces-, lo estaba friendo a controles, a él y su equipo, que este año cuenta con los positivos de Patxi Vila y Paolo Bossoni. Después vino la humillación de Jausiers: incapaz de seguir el ritmo de sus gregarios subiendo La Bonette, cuando tenía una etapa favorable para dar un vuelco histórico a la general.

Menos mal que agosto todo lo cura, o regenera, y ya en la Vuelta tanto él como su compañero Ballan -por no hablar de Bruseghin- sacaron fuerzas de la nada y después hicieron el Mundial que hicieron. Yo creo que Cunego no es un corredor del Tour, por las especiales características de la carrera francesa que hacen muchos corredores italianos ni siquiera se acerquen (Bettini, Di Luca, Petacchi), o que si lo hacen siempre sea a un nivel desconocido (Simoni, Garzelli), pero si que puede volver a ganar un Giro. Mientras tanto, seguirá ganando clásicas.
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Contador, que estando en Varese para su brillante aportación al Mundial, dijo a Noval al ver ambos a Chiapucci: "Mira, otro fichaje del Astana", dice ahora que se queda en el equipo. Y que solo correrá una grande en 2009, el Tour.

17 octubre, 2008

Lo importante es dar espectáculo, hasta que el espectáculo desaparezca

Uno de los argumentos preferidos de los corredores comprometidos con el actual orden de las cosas en el ciclismo es "lo importante es dar espectáculo". A cualquier coste en términos de salud o de credibilidad del deporte. Gladiadores en la arena, con medias cada vez más altas y rendimientos sorprendentes. A veces, cuando son pillados in fraganti en medio de su particular visión de "espectáculo", son capaces de plantarse y anular una carrera, "porque sin nosotros no hay espectáculo".

Tengo muy bajo concepto de la capacidad de los ciclistas para tomar decisiones independientes. En fin: no es por abundar en un argumento que salta a las luces, pero hasta uno de los más famosos médicos dopadores les ponía motes de perro, con lo que eso significa. Les dicen que si ellos se plantan o hacen boicot, los organizadores y las autoridades deportivas tendrán que negociar, que ellso manejan realmente las riendas del deporte porque sin ellos "no hay espectáculo".

Estas visiones unilaterales siempre llevan a catástrofes en cualquier estructura compleja, y el ciclismo es uno de los deportes más complejos de organizar: desplazamientos, no hay recinto fijo ni hay ingresos por entradas, entre otros incovenientes. Y cuesta mucho lanzar y llevar adelante una prueba. Los ciclistas deben pensar que, en caso de que desaparezcan los organizadores, serán ellos -o su entolno- los que organicen las pruebas, a su gusto y con barra libre. Estaría bien que tuviesen presente a Marco Giovanneti, que intentó compatibilizar organizador (del equipo Eldor) y corredor y acabó retirándose aún joven.

Ayer se supo que en 2009 no se disputará la Vuelta a Alemania. El cartel de la foto permanecerá como el último de la salida de la carrera que más había crecido en los últimos años. No es para menos: el alemán es la lengua nativa más hablada en Europa (98 millones), con bastante diferencia; Alemania es el país más poblado de Europa (85 millones); uno de los más ricos del mundo; y con una cultura del deporte envidiable. En Alemania ha habido un boom del ciclismo en los últimos años, al calor de los éxitos bastardos de Ullrich, Zabel, Schumacher, Sinkewitz o Kessler, todos ellos dopados.

Kohl no es alemán, sino austríaco, pero la cultura es la misma. A raíz de su reciente positivo en el Tour de Francia, el principal patrocinador de la Vuelta a Alemania ha abandonado. Era un patrocinador austríaco que llevaba cinco años respaldando el gran premio, y anunciaba una estación de esquí en el Tirol. Ya ven que vaso comunicante: entre el anuncio del abandono del patrocinador por un corredor que no dio positivo en la carrera que financiaban y el fin de la carrera no han pasado ni 24 horas. Los organizadores de la Vuelta a Alemania han renunciado siquiera a intentar buscar un sustituto.

Paralelamente, las cadenas públicas alemanas ARD y ZDF han renunciado a retransmitir el Tour 2009. Ya en el Tour 2007, tras el positivo de Sinkewitz, abandonaron. Este año volvieron, con un comentarista de excepción: Jorg Jaksche en calidad de "experto en dopaje" y no como ex-ciclista, la figura circense y animadora que se sienta en el dinero público de TVE o la RAI. Era toda una declaración de intenciones. Para el siguiente año ni se lo han planteado: hemos cantado las maravillas de Schumacher o Kohl, y ahora tenemos esta cara de tontos. No volvemos a pasar por ese aro.

En el Tour y la Agencia Antidopaje Francesa no se lo han tomado muy bien. Dicen que si no se detectan dopajes, están enfadados; y que si lo hacen, también. Bueno, no es eso. ARD y ZDF son televisiones públicas y, por tanto -leer de nuevo las especiales características de más arriba- financiadores indirectos de esos dopados, sus médicos y las farmaceúticas que los proveen. Si alguien quiere seguir la rueda del dopaje, con tanto invitación al telespectador a levantarse de la silla para aplaudir un nuevo robot, que lo haga, pero ellos se desmarcan. A mí me parece bien. En Alemania hay televisiones privadas que ya retransmiten el Tour, y son muy libres de hacer con su dinero lo que quieran.

Dicen que en época de crisis la primera partida que recortan las empresas es la de publicidad. En el ciclismo, por tanto, confluirán dos crisis: la de credibibilidad por el dopaje y la económica. Lo importante es dar espectáculo, y lo están logrando. Habrá que ver dónde se plantan si ya no quedan carreras por disputar, ni organizadores con ganas de buscar los cada vez más escasos patrocinadores. Alemania ha pasado de tener tres equipos profesionales punteros a tener únicamente el Millram, que no cuenta con ninguna estrella. Y estamos hablando de Alemania, ojo. Seguirán cayendo más carreras, hasta que el espectáculo desaparezca.
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Victoria para Bennati en el Giro del Piamonte, que el año pasado no se disputó por falta de interés y motivación. El corredor de Arezzo abandonó tras diez días en la Vuelta al darse cuenta de que no iría convocado al Mundial de Varese, y dice que sigue con sus problemas físicos. Ahora son en el pie. El pie del que cojea, se entiende. Antes había pasado esta temporada por un estiramiento en la rodilla, después por una borsitis en el tendón de Aquiles y en la Vuelta por una inflamación en las vías urinarias ("una prostatitis", como a Di Luca en el Tour 2004 en la primera etapa). Tremendo. Si sigue así, está a punto de que le den un certificado médico cinco estrellas tipo cáncer, cavernoma o la cadera de Landis.
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El sábado el Giro de Lombardía. El recorrido inicia en Varese, da la vuelta al lago de Como y llega a esta misma ciudad, tras 242 kms. Entre los favoritos se incluyen Cunego, Samuel Sánchez -en el podio los dos últimos años-, Garzelli, Pfannberger, Grivko o Freire.

16 octubre, 2008

Romper la omertà ciclista se paga con el rechazo, el aislamiento y la exclusión

Der Spiegel es un monumento con grapas que pueden encontrar cada semana en los kioskos. La publicación alemana, nacida en la inmediata postguerra (1947) es un ejemplo de periodismo denso, internacional, reportaje de análisis y un goce para el lector.

En España, país en el que jamás han triunfado los semanarios de información (Cambio 16 vivió su momento de gloria en la Transición, Interviú es otro cosa), es difícil hablar en esos términos de la creación de Rudolf Augstein, que se ha intentando copiar en muchos países, de manera burda y grotesca (Panorama en Italia, por ejemplo, órgano berlusconiano que prácticamente se regala).

Les pongo un ejemplo del buen periodismo, de los que tienen miles. El protagonista es Patrick Sinkewitz, viejo conocido del mundo del ciclismo y de este blog, aunque solo sea porque ha sido de los pocos casos (se cuentan con los dedos de la mano) de corredores que han confesado su doping y han tirado de la manta. En este caso, hasta donde le han dejado. Por su colaboración -la investigación sobre la trama de dopaje de la Universidad de Friburgo sigue adelante-, su sanción de dos años por dopaje fue reducida a un año, que ya ha cumplido. Sinkewitz podría haber competido en la parte final de la temporada, y sin embargo sigue sin equipo.

Der Spiegel repara en este hecho. En la enorme hipocresía de que un corredor joven de 28 años no encuentre su lugar en el pelotón, más dentro de la puritanísima Alemania y su lucha contra el doping, que ha cercenado a cuantos campeones recientes han tenido. Mientras tanto, Basso, que ha reconocido su doping pero que todavía sigue diciendo por ahí que "nunca ha dado positivo", está a punto de ponerse de nuevo un dorsal profesional en la Japan Cup, y ya había firmado por un equipo cuando ya se había descubierto su caso -el Discovery, donde iba a tener de gregario a Contador- y después, tras reconocer su implicación, con el Liquigas, ¡nada menos que hace seis meses!.

¿Cúal es la diferencia entre Basso y Sinkewitz? Y por favor, no me vengan con eso de que el italiano era un predestinato y todas esas sandeces. La diferencia es que el italiano -naturaleza obliga- se ha atenido a las reglas de omertà del pelotón -no digas, no hables, no sientas: chútate y corre. Si te pillan, calla para lo nuestro y rebuzna para lo otro-, mientras que el alemán no, al igual que su compatriota Jaksche. La familia ciclista sabe pagar esas extroversiones con una única moneda: el rechazo, el aislamiento y la exclusión.

Como leemos en el reportaje, la sanción de Sinkewitz expiró el 18 de julio pasado. Desde entonces han pasado lentamente las semanas sin ninguna respuesta de los equipos profesionales, hasta llegar a octubre con las plantillas ya diseñadas o simplemente cerradas. "Tengo 27 años, no cuesto un céntimo y nadie me quiere" o "todas las puertas cerradas" son algunas de las frases que leemos. También las falsas esperanzas dadas por un equipo que va de limpísimo como el Garmin. Y que de tan limpio que es tiene la base en Girona.

Reparen en la situación de Sinkewitz y en lo que hemos vivido este último mes en el ciclismo. Armstrong (37 años), vuelve y en el Giro de Italia le abren las puertas y probablemente le diseñen una carrera a medida, en la más rancia tradición de la carrera. Vinokourov (36 años), se deja querer por ahí. Heras, camino de los 35, también anda vendiéndose y pidiendo una nuevo oportunidad. Raúl Alcalá, con 43 años, acaba de reaparecer en la Vuelta a Chiahuahua, carrera ganada por Pancho Mancebo, que jamás ha cumplido sanción alguna, que jamás ha delatado a nadie, y que se verá premiado con un contrato con el Rock&Republic. Sinkewitz, que cumple 28 años en cuatro días, no encuentra equipo.

¿Saben ustedes cuántas páginas de supuesta información periodística han consumido esos zombies citados más arriba? No lo se, pero muchas. En cambio, de Sinkewitz sí que se que le han dedicado un par de páginas. Así paga el ciclismo y la casta periodística que ampara y loa las hazañas metahumanas a los que rompen la omertà: con el rechazo, el aislamiento y la exclusión. El olvido.

15 octubre, 2008

Gilbert alcanza la gloria en la Paris-Tours

Las cartas sobre la mesa: Gilbert es un corredor que me encanta y la París-Tours es, año tras año, una de las mejores carreras de la temporada por espectáculo y emoción. La magnífica edición del pasado domingo juntó a ambos protagonistas, sujeto y objeto, que se habían acariciado desde el año 2005.

En aquella edición el joven corredor belga, a la sazón con 22 años, se escapó junto a su compatriota flamenco Devolder, de 25 años. Quedaban 30 kms. para meta y, cuando ya veían la pancarta, el entonces corredor del Discovery -Gilbert siempre ha militado en la Française des Jeux- dejó de dar relevos y fueron alcanzados por el pelotón. El valón, que había acariciado la victoria, entró en meta con un corte de mangas antológico dedicado a Devolder. Los dos han roto este año su maleficio con las grandes clásicas, aunque el Flandes del corredor del Quick Step tiene mucho más peso.

El año pasado Gilbert atacó con rabia en una de las cotas finales y se llevó a rueda a Kroon y Pozzato. El italiano no dio ni un relevo y el pelotón los alcanzó con facilidad. Hubo sprint masivo, algo bastante infrecuente en la mal denominada clásica de los sprinters, donde es mucho más habitual que llegue una escapada. Este año Gilbert volvió a repetir estrategia, pero mejorada. Incluso volvió a repetir compañero, Pozzato, también mejorado. La pena es que viesemos la versión más triste de Freire, que cometió un error táctico imperdonable.

A falta de 15 kms. para meta Kuyckx, Turgot, Vogondy y Delage consiguieron romper el aparentemente férreo control de Quick Step, interesado en la victoria de Boonen. Eran corredores muy anónimos, pero rodaron muy bien y relevando como si hubiesen ensayado. Además, la zona de repechos no favorecía la persecución del pelotón y si los ataques. Uno lo protagonizó Pozzato, que se llevó a Gilbert y Freire. El campeón español, incomprensiblemente, no dio ni un relevo, a pesar del notable hueco con el pelotón. En la siguiente cota tanto el como el italiano, visiblemente enfadado con su actitud en meta -el había hecho lo mismo en 2007- fueron neutralizados, mientras Gilbert consiguió enlazar con los fugados.

Allí se encontró con la inestimable colaboración de su compañero Delage, que mantuvo un ritmo impresionante en la Avenue du Grammont. Este monumento del ciclismo, con sus 2´5 kms. de recta, siempre ofrece una de las mejores instántaneas del ciclismo: el pelotón persiguiendo a tope, y los fugados dándolo todo para llegar. A falta de un km. estaba claro que iban a llegar y Gilbert no tenía rivales en la fuga. El pelotón entró a 4" encabezado por Farrar (5º) McEwen, Zabel y Bennati. Boonen 10º y Freire 18º, cuando tenía piernas y no cabeza para estar luchando por la victoria.

Gilbert se despide de su equipo -ha fichado por el Silence-Lotto- con una gran victoria, que hacía tiempo que venía rondando. Se la merecía. Ataca mucho y de manera muy generosa. Es uno de los pocos llegadores -subespecie siempre escasa en el pelotón- y ha ganado de una manera que aprovecha sus mejores cualidades. Mención aparte merece la idea de la administración de Tours de instalar un tranvía en la llegada de la carrera, que dará al traste con este auténtico monumento del ciclismo. En algún momento habrá que estudiar la pasión alcaldista por instalar tranvías que van a paso de tortuga y que son mucho menos versátiles que un carril bus o un trolebús. Eso sí, son muchos más vistosos y hacen "capital", siguiendo el modelo pionero de Lille. Francia se llena de tranvías, y la carrera que lleva el nombre de la ciudad tiene que migrar. Aprovechando la circunstancia, dicen que también introducirán nuevas cotas en la parte final del recorrido, con la excusa de mejorar el espectáculo. Saldremos perdiendo, seguro, porque el espectáculo ya existía y está a la altura de los mejores de la temporada año tras año.
***
Por lo otoño los casos de dopaje surgen como setas. Riccò dos veces más, Piepoli, Schumacher y Kohl, todos por Cera, todos en el Tour. La Agencia Antidopaje Francesa ha dicho que ya no habrá más. Ahora se pondrá a analizar las 1000 muestras de sangre conservadas de los JJ.OO, donde no se buscó Cera, a pesar de lo que nos dijeron por entonces, hace la friolera de dos meses. El COI ha querido rectificar, ahora que el espectáculo ya ha pasado y no ha sido interrumpido. Ya habrá tiempo de comentarlo, pero reparen en que de la etapa de Hautacam, que cambió el curso de la carrera -que se lo digan a Valverde-, de los cuatro primeros, sólo se ha salvado del dopaje Cobo. C-o-b-o. Tremendo.

03 octubre, 2008

Hemos caído tan bajo que hasta Italia nos da lecciones en justicia

Agosto de 2010. Esa será la fecha en la que Riccò, si obtiene un contrato, podrá volver a competir. Acumulaba méritos para 30 meses de sanción, de los que la fiscalía pedía 20. Al final 24, una cifra en la línea de las sanciones por dopaje estándar. 18 meses por uso de sustancias dopantes y otros 6 por frecuentar a un médico excluído del deporte, Carlo Santuccione.

Riccò, que había negado todo en un primer momento, confesó una vez en Italia que sí se había dopado y que "sólo había salido positivo en dos de los ocho controles a los que fui sometido en el Tour". Vamos, que decía que le habían pillado, pero que bien podría haber seguido su fulgurante carrera. Confesó porque su abogado -ciclistas: a ver dónde os gastaís los dineros- le dijo que sería positivo para su sanción. Ni por esas.

Su colaboración con la justicia se limitó, al parecer, a señalar a Piepoli como inductor y a Santuccione como médico. Claramente insuficiente cuando en su equipo ha convivido con varios sputniks, o cuando ha pasado de puntillas sobre su rendimiento en el Giro. Si hemos de hacer caso al testimonio de Riccò, este ciclista sólo se dopó para el Tour 2008. La justicia deportiva italiana no ha tragado y le ha endosado dos años de sanción. Riccò volverá a competir con casi 27 años, todavía joven, pero irremediablemente marcado.

Su abogado, Alessandro Sivelli, ha dicho que la sentencia es injusta, porque le han puesto la misma sanción que si no hubiese colaborado con las autoridades. Es falso. La sanción que Riccò merecía era de 24 meses por tomar sustancias dopantes más otros 6 meses por ir a la consulta de un médico prohibido. Pero bueno, siempre hay una nueva oportunidad para chupar el dinero a su defendido: también queda el recurso al Tribunal Europeo de DD.HH o cualquier otra cosa grotesca que se les ocurra.

El mismo día se conocía el segundo sobreseimiento "libre" de la Operación Puerto. El juez Antonio Serrano, titular del juzgado 31 de Plaza de Castilla (Madrid) sigue sin encontrar indicios de delito en el fregado que le cayó a su juzgado. Todo el mundo pidiendo provedimientos y otras bulas, presiones, los focos de los periodistas: mucho mejor volver a la actividad normal de un juzgado. Ahora hay tres días para que se pueda recurrir -dicen que la Abogacía del Estado lo hará- y el caso pase a una instancia superior, en este caso la Audiencia Provincial de Madrid. Lo importante es que no pase nada, pero al mismo tiempo dar la imagen de que se está haciendo algo.

¿Se imaginan que Lissavetzky se queda sin su latiguillo de "somos el país que desencadenó la Operación Puerto"? ¡Pobre! El caso seguirá abierto y al mismo tiempo cerrado, porque nadie puede pedir muestras de sangre, ni los documentos, ni nada. El descrédito internacional de España seguirá en aumento, y en este caso si que se puede decir "con toda justicia". Las autoridades no han hecho absolutamente nada para dar una solución rápida al asunto. Prefieren que se siga movimiendo en la penumbra, maldiciendo el día en que se filtraron documentos -pruebas- al alcance de todos: con lo bonito que hubiese sido que nada transcendiese y que todo se solucionase con una multa y una palmada en la espalda.

Este país ha caído tan bajo que hasta Italia nos da lecciones de justicia. Es un lugar común -y yo caigo en el frecuentemente- reírse del país vecino por su sistema judicial. Justicia a la italiana. Sin embargo, me tengo que comer mis palabras. En materia de doping y corrupción deportiva, la justicia italiana da lecciones a la española. Es absolutamente impensable que en España se investigase una denuncia como la de Zeman y que esta concluyese en una sanción contra uno de los equipos míticos de la Liga; o que se investigase un caso como el Moggi y otro de estos equipos acabase en Segunda. Me dirán: ya, pero eso es Italia, aquí no pasa eso. ¿Seguro? Vale, aceptamos que no pasa, pero la cuestión es: si pasase ¿se investigaría? La respuesta no puede ser otra que no.

La conclusión que emerge de todo esto es terrible. Italia, el país de la Mafia, el primer ministro con múltiples causas, de la giustizia lumacca (procesos que duran veinte o treinta años) y las amnistías penales nos da lecciones en materia de justicia deportiva. Y no aprendemos nada de ellos, preferimos seguir viviendo en nuestra nube de nuevos ricos, del salto a la modernidad entre Seúl 88 y Barcelona 92 (¡zas!, en cuatro años), de la preparación científica, del cuidado médico y de las grandes vueltas ganadas desde la playa. Brillante. Aplaudan ahora, que es el momento. Más tarde ya no podremos.
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(actualización de las 14:02) Frank Schleck expulsado del CSC tras reconocer que transfirió 7.000 euros a la cuenta secreta suiza de Eufemiano Fuentes. Para el lector habitual del blog no es una sorpresa desde que el viernes se publicase la existencia de esa cuenta y esa transferencia. Para el comunicado de prensa del corredor, ir a la sección de comentarios.

02 octubre, 2008

Consanguíneos

Ha habido muchas parejas de hermanos en el ciclismo. El denominador común a todas es la de uno que destacaba y era bueno, y el otro que era tirando a paquete, al que el capacitado tenía que ir abriendo hueco en los equipos por los que iba vagando, como una pesada losa.

Sin remontarse a la noche de los tiempos (el hermano de Coppi ganó una Roubaix rocambolesca, y poco después falleció en un accidente), ni siquiera la española (Lejarreta también tuvo un hermano ciclista), el pelotón de los últimos años ofrece varios ejemplos clarividentes.

Indurain y Pruden, buen gregario que llegó a hacer Giro-Tour completos y acabó sus años en Vitalicio sin que el hermano le amparase; Zubeldia militó con su hermano en el Euskaltel, pero cuando se vió lo que había no duró mucho en el profesionalismo; Beloki llegó a llevarse a su pariente a La Boulangere, pero ya no pudo colocarlo en el Saunier; Casero amparó a su hermano Rafa, que después dió positivo tras un inicio de temporada fulgurante en un equipo andaluz; Allan Davis tuvo o tiene un hermano corriendo por ahí, también los Grabsch, los Jalabert nunca coincidieron en un equipo...bueno, no hace falta ser exhaustivos, ya ven por donde van los tiros.

Y llegaron los Schleck. Nunca se había visto rendir a tan alto nivel a dos hermanos. En esta relación consanguínea ¿quién es el paquete y quién es el dotado para el ciclismo? Desde luego Frank, que saca cinco años a Andy, y que es el corredor decisivo en carreras como Lieja o el Mundial no parece muy paquete. O no lo parecía hasta que se descubrió que ingresaba dinero en la cuenta suiza de Eufemiano Fuentes. En lógica consecuencia, y a tenor del bagaje de 100 años de ciclismo y hermanos, habrá que deducir que Andy es el dotado. ¿Si? ¿Alguien está dispuesto a poner la mano por Andy?. Recuerden que solo tienen dos...

La eclosión de Andy Schleck fue con sólo 21 años en el Giro 2007, donde acabó ¡segundo! en su primera grande. Y ese Giro se disputó con el puñal entre los dientes: recuerden a Mazzoleni, Di Luca o los dobletes que hacía en la montaña Piepoli con Simoni o Riccò. Repasando las crónicas de entonces, es fácil ver un olvido deliberado sobre el papelón que estaba cumpliendo el joven luxemburgués: ni me lo creí entonces ni me lo creo ahora, mucho menos después de saber a qué destina sus ahorros el primogénito. Esta temporada ha debutado en el Tour y, si no llega a ser por una mala tarde en Hautacam, hubiese acabado entre los cinco primeros. Su subida a Alpe D´Huez mirando a los rivales, subiendo, bajando y haciendo lo que quería, un poco como Usain Bolt, es de las que no se olvidan.

Por supuesto yo no puedo decir nada más de Andy Schleck, que sólo ha conocido a Rijs como director deportivo. Y es precisamente de ahí, del director de Hamilton y Basso, él mismo vencedor dopado del Tour, de donde sale el titular. De ahí, y de la RAE, que tiene una definición bellísima sobre consanguíneos: "Dicho de hermanos: Que no lo son de doble vínculo, sino de padre solamente".
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La Agencia Antidoping Francesa va a analizar de nuevo las muestras de Armstrong que se conservan desde 1999, año de su primer Tour. La reacción del zombie ha sido poco ambigua: no quiere. Dice que no se conservan bien después de tantos años. A mí, cuando un yogur se caduca, le salen hongos y esas cosas, pero dudo que algo que no se conserve bien -en el caso de que así fuese, porque es una excusa tomada por los pelos- produzca EPO. Conviene recordar que el método de detección de EPO no se empezó a utilizar en el Tour hasta la edición de 2001. Ya puestos, que analicen también las muestras del año 2000.
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Al parecer, el juez Antonio Serrano ha vuelto a cerrar la Operación Puerto, porque no ve indicios de delito. A la espera de conocer los ulteriores análisis médicos encargados por su eficiente instrucción del caso, reparen en que tal y como están las cosas la bolsa 18.- Valv. (Piti) podría ser destruida antes de que el TAS se pronunciase sobre el caso. Nadie recurrirá la sentencia. Hoy algunos medios españoles ya dan la noticia con eficacia sumarial no exenta de alegría contenida, por el que dirán. Cuando salte la frontera, habrá que ver la reacción del resto del mundo.

01 octubre, 2008

Puede que Damsgaard pierda su palmarés

A estas alturas de la temporada ya se puede afirmar que el gran triunfador ha sido Rasmus Damsgaard. El responsable del programa antidopaje que tutela al Astana y al CSC ha metido a sus corredores en el podio de todas las grandes carreras del mundo -reparen en el significado de todas-, incluyendo ganar las tres grandes. Da igual que hubiese pavé, sprint, crono o metal olímpico. Allí estaba un pupilo. O dos. O tres. Y porque no había más lugares en el cajón.

Hace poco tiempo afirmó, fanfarrón, que los controles antidopaje no sirven para nada y que son muy fáciles de evitar. Quería así insistir en las bondades de su labor de auditoría sobre los equipos que acumulan a tantos y tantos clientes de Cecchini y Eufemiano. Estoy seguro que ante la pregunta de que opina de los pagos de F.Schleck a Eufemiano Fuentes dirá que el no estaba presente en marzo de 2006. Muy bien. ¿Entonces por qué Schleck ha seguido mejorando su rendimiento deportivo?

El ciclismo.

A principios de temporada este mismo sujeto pregonó a los cuatro vientos su labor en el CSC. Un briefing de nueve páginas. Lo más interesante son los gráficos finales. Cada corredor está identificado con un color. Como cualquiera puede ver, hay varios colores-corredores que muestran valores anómalos en momentos rarísimos de la temporada. En la tabla de hematocrito (pág. 5), el color turquesa tiene un perfil de montaña rusa. Eso sí, siempre por debajo del 50%. Por encima dejaría en muy mal lugar al equipo, que en teoría está escarmentado desde lo de Basso.

No es el único color-corredor danzarín. También hay tablas para la concentración de hemoglobina (pág. 6), de reticulitos (pág. 7, ojo al verde justo antes del Tour, que en la nota a pie dice que se debe a un certificado médico) o la media de los valores. Manos lavadas y a seguir ganando carreras, a hacer de un contrarrelojista de 80 kgs. un escalador y dar por bueno que un don nadie gane el Tour. Por supuesto, no se supo nada de la identificación color-corredor.

La Gazzetta dello Sport publicó el domingo pasado que el famoso laboratorio de París está analizando de nuevo muestras sospechosas del pasado Tour. A diferencia de otros medios que se hicieron eco por las mismas fechas, el periódico italiano preciso que eran 14 corredores y que estaba confirmado que habían tomado EPO. Las razones de por qué la Gazzeta dice eso y lo dice justo en el día del Mundial en casa y el día en el que publica la retirada de Bettini -consecuente con la revelación de que se están investigando los pagos bancarios a Eufemiano, incluso los de Pepito- se lo dejo a su libre albedrío.

Algún periódico ha ido incluso más allá. El periódico belga Gazet Van Antwerpen publicó el lunes un elenco completo. Del Ag2r dos corredores: Valjavec y otro más. Del Saunier, Ricco, Piepoli y Cobo. Del Columbia, otros tres, igual que del Gerolsteiner. Y del CSC nada menos que cuatro. En total, catorce corredores. Lo publica ese periódico belga, no yo. El escándalo está creciendo, y hoy ya ha saltado a cyclingnews.com. Se sabe ahora, a temporada pasada, que es precisamente cuando se deberían saber los resultados del pasaporte biológico, por los que en teoría se va a poder sancionar a un corredor sin que haya dado positivo.

Ya ven que este nuevo puzzle del ciclismo, que tiene poco de arqueología, va encajando. Mientras el Sueddeustsche Zeitung vuelve a meter gravemente la pata al identificar "Classico Mano" (sic) con Thomas Dekker, al menos en la segunda página nos dice que el también periódico belga Le Soir publicó el sábado que los cuatro corredores del CSC investigados son Cancellara -ninguna sorpresa-, O´Grady -ninguna sorpresa-, F.Schleck -ninguna sorpresa- y Carlos Sastre -¡oh!-. Ojo señores abogados: lo publica Le Soir, yo no.

Ya sería mala suerte que un corredor que ha ganado el Tour y después ha hecho podio en la Vuelta -no se veía desde Beloki en 2002-, que ha roto amarras con su equipo de mala manera, que pone fin abruptamente a su temporada y que cambia de equipo nos vaya a jugar esta mala pasada. ¡No quiera la RFEC que la enésima conspiración contra los españoles siga adelante! ¡Que alguien pare este desatino! ¡Que la sucursal de HSBC en Ginebra destruya sus registros! ¡Acabemos con esto ya!.
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El lunes 29 ya estaban en los kioskos las dos revistas de ciclismo en España. Hay otras, pero no llegan al nivel de revista. Una curiosa decisión estratégica: podían haber esperado al cambio de mes y publicar ya el Mundial, pero prefirieron amarrar la portada de Contador y su vuelta. No hay mucho que comentar ("¡Que poco has estado mirando esta vez!"). La revista vasca dedica una página a una foto de Graham Watson con Contador repostando su bici en una gasolinera y este pie: "ahora ya se como prepara sus carreras". La revista madrileña tiene una artículo incalificable de Chema Rodríguez y una entrevista final a Benjamín Noval, que no sirve para desentrañar lo críptico que tiene este corredor, y es mucho. Lo mejor, la respuesta ante su personaje histórico favorito: Don Pelayo.

No deja de ser curioso que escoja un personaje fantasmagórico, envuelto en la leyenda propia del S. VIII, del que no se puede saber nada porque ningún documento ni vestigio hay. Considerando que ha sido gregario de Armstrong y Contador, es una elección muy acertada.
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Gracias a los testimonios de Antequera, Freire, J.Rodríguez, Valverde, Mosquera (gracias nickNanaco), S.Sánchez, Noval y Gárate (sobrecogedor lo que cuenta del murciano pusilánime), y no esperando que L.L Sánchez o su amigo Contador hablen -los únicos de los que no tenemos testimonio-, se puede recomponer el desastre del Mundial. Y la situación ya pasa de desastre.