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21 diciembre, 2007

25 años de honradez

Se acaba el año en el que se cumplen 25 años del debut de la estructura Reynolds-Banesto-Illes Balears-Caisse d´Epargne en el Tour de Francia. Siete Tours ganados. No está nada mal, aunque los americanos lo hacen mejor. Y no solo eso: mientras el 7Eleven-Motorola-UsPostal-Discovery nunca ha tenido un caso de positivo en sus filas, el italiano Marco Fertonani acaba de ser definitivamente sancionado por la federación de su país. Y es el primero de Echavarri/Unzúe.

Ahora que se oye la palabra esperpento para hablar de que Mayo, positivo en julio, todavía no tenga sanción definitiva (que se pregunte cada uno por qué, especialmente por el último eslabón, la federación nacional), que recuerden que Fertonani pitó la máquina en ¡febrero!, y no ha sido hasta ayer cuando ha sabido definitivamente su pena. En medio, una pequeña cortina de humo cuando salió el caso (abril, tiene narices), y ni una sola mención más de sus responsables en todo este tiempo. Un Aketza Peña transalpino, un caso más de dopaje dentro de un equipo considerado intachable.

Tanto Unzué como Echavarri (del que me dicen que ha vendido su participación en Abarca Sports, la tenedora de la licencia UCI ProTour) siempre han sido de la gente del mundillo mejor relacionada con los medios de comunicación. Es prácticamente imposible leer una sola crítica a su gestión: ni deportiva (¿quién gestionó a Valverde en el descenso hacia Granada en la Vuelta 2006?) ni mucho menos como personas. El primero es de verbo reposado, rara vez se le ha visto una palabra fuera de tono (salvo al inicio del Tour 2006, cuando dijo "todos debemos reflexionar sobre nuestros errores", y ni siquiera); el segundo comparte maneras reposadas, con sus cansinos retrúecanos verbales, una especie de Gómez de la Serna pasado por el pacharán. En los últimos tiempos han perdido ese reposo que comparten con su paisano Moneo y se les ha oído, bastante alterados, defendiendo, por ejemplo, a Piti.

A Fertonani no, claro. El italiano fue cazado en una carrera, el Tour del Mediterráneo, tan anónima y tan excéntrica al núcleo duro de la temporada, tan cercana a la última concentración invernal del equipo, que hace falta ser muy inocente para pensar que era un lunático que acudía a curanderos de provincia italianos, que-se-yó, un Santuccione. Por cierto, en esa carrera, el equipo de men in black incluso dentro de la competición, literalmente se salió. Como Aketza Peña, cazado en el exótico Giro del Trentino (exótico para las características del Euskaltel), en un control más allá de la sorpresa, cuando estaba en el equipo para el Giro, de donde fue expulsado en plena carrera. Como Sinkewitz en el Tour. Como Bernucci en la Vuelta. Fertonani es otro ejemplo más de que los controles funcionan si reunen dos condiciones: sorpresa; y totalmente aleatorios.

Pero ya saben, que una noticia no te estropee un buen titular. 25 años de honradez. Ahora que Sabino Padilla, el artífice de la época más recordada del equipo, vuelve al redil en el prestigiosísimo Benfica portugués, hay que tener bien presente el cuarto de siglo de eficaz gestión deportiva. Ahí tienen la presentación de 2005, con dos corredores intachables como Goku y Piti. Que menos que juntarlos, visto que el primero era el número 17 y el segundo el número 18 en el arcón congelador. El abulense solo aguantó una temporada la cohabitación. Cualquiera hubiese hecho lo mismo, después de comprobar, en la infausta llegada a Courchevel, que por mucha mandanga que se metiese y mejorase su rendimiento deportivo, tenía el enemigo en casa. Y con el mismo doctor.

Perdido este pupilo privilegiado, cuyo palmarés refulge con letras grabadas en oro, Echavarri y Unzué, los de los 25 años de honradez, ficharon Tino Zaballa, Oscar Pereiro y Joaquím Rodríguez. También corredores intachables y de una cimentada, progresiva y nada de dientes de sierra carrera deportiva. Las conversaciones con Jose Cayetano Juliá tuvieron que ser dignas del camarote de los hermanos Marx. El 22 de mayo de 2006 pasaron cositas, fruslerías sin importancia, que casi hacen marrar las bodas de plata con el ciclismo puro y comprometido de la pareja navarra. Metidos en plena amnistía mediática-jurídico-policial (la famosa Operación Encubrimiento), los Zipi y Zape navarros lanzaron un órdago: pues fichamos a L.L Sánchez, a Rojas y encima a Rubén Plaza. Lástima que tuviesen la licencia de Abarca, pero no el dinero: desde Caisse d´Epargne, el banco, les dijeron que un solo susto de esos y les dejaban solos. A pagar con su dinerito, visto que fichaban con tanta alegría y sinvergonzonería. Echavarri, que ya solo le queda perder en este mundillo, ha vendido su parte, porque aquí todos son muy gallos para defender de boquilla en el programa del amigo Bizconde a una panda de impresentables, pero cuando me tocan el dinero...¡ay las perras! ¡Ay Piti!

20 diciembre, 2007

Un equipo enfermo en un deporte enfermo

La foto corresponde a la plantilla del Saunier Duval de la campaña 2006. Paisaje de periferia urbana, anónimos edificios de pisos de ladrillo visto, unos con la terraza cerrada, otros no. Una señal de tráfico. Tres ciclistas extrañamente encarmados a los coches. Uno en cuclillas. Otro a media sentada. Una chapuza.

Lejos quedan los tiempos en que la foto de equipo se cuidaba, se buscaba una localización singular (o simplemente un paseo marítimo), buscando una simetría entre los componentes, con los coches de equipo bien visibles. Supongo que es sintomático de lo que iba a venir. O es una chapuza sin más.

De entrada, ya extrañaba que para una plantilla de 29 ciclistas hubiese nada menos que tres médicos (Sagasti, Ibarguren, Alameda), una cifra que la OMS calificaría de prodigiosa. Visto en perspectiva, tiene su lógica. La plantilla del Saunier está enferma. Repasemos: David de la Fuente, asmático; Ibán Mayo, con una tasa de testosterona por encima de la media; Leonardo Piepoli, con valores médicos propios de un adolescente; Ricardo Riccò, con el hematocrito que baila foxtrot; Marchante, con una úlcera estomacal incurable; Javier Megías, ¡diabético!. Supongo que la lista de afectados será más extensa, especialmente del muy difundido mal que afecta a De la Fuente. Pero no esta mal que, de entrada, un 20% de la plantilla cuente con certificado médico. Y eso por no hablar de Koldo Gil, el arrepentido Millar, el naúfrago Rinero, Del Nero batiendo a Boonen en el Tour de Flandes, Ventoso el poderoso, Simoni el incombustible y el más sorprendente de todos, el O.P Zárate, que no corrió ni una carrera. Esa era la plantilla del Saunier.

No todo fueron sinsabores. Ahí está la espléndida eclosión de Cobo, autor de un DisneyLandis de 100 kms. por las carreteras del País Vasco; Riccò, que entra en forma para Lombardía; o Pagliarini, que gana una etapa en el Eneco Tour (su primera victoria en tres años) ante la amenaza de quedarse en el paro. Pero claro, metidos en plena vorágine de ¡Mayo inocente, Mayo inocente!, hay que recordar el equipo en el que militaba el vizcaíno caído. El Saunier. Digno heredero de la peor tradición del ciclismo, el equipo amarillo, en el que ya militaron corredores intachables como Beloki y Zaballa, tiene con el vasco su primer positivo. Porque claro, Koldo Gil y Zárate han sido víctimas de la misma persecución talibán y necrófila que azota este bello deporte.

Vuelvo a mirar la chapucera foto, propia de un equipo femenino de voleybol de algún barrio acabado en zeta. Y lo que más me extraña es la soledad de Mayo. Haber sido el único. Mis felicitaciones para los médicos, que tienen que bregar con una plantilla con un 20% de integrantes fuera de la media. Y mucha suerte para la temporada 2008.
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Para Arribas, las pruebas antidopaje son como deshojar una margarita. La metáfora es poderosa para sus intereses (que es una cosa azarosa, unos días salen positivos, otras negativos), pero tiene un doble filo: una margarita es también un cóctel, y solo a través de muchas margaritas se explican crónicas tan vergonzosas como esta.

Y qué decir de este médico, de nombre con resonancias alitéricas. Para mí ya es un héroe, sólo por el hecho de escribir, intentando defender al personaje, "es triste que, ante la duda, la UCI haya optado por considerar como 'positiva' a una persona, Iban Mayo, que ha dado muchos años y muchas alegrías a un deporte que todos amamos. En otras palabras, que lo hayan tratado como un vulgar drogadicto". Pues eso, pues eso.

19 diciembre, 2007

Y tú, ¿cómo lo ves?

Hoy el diario L´equipe publica que el contraanálisis a Iban Mayo por su positivo por EPO en el pasado Tour de Francia ha confirmado el primer análisis. Como en el 99% de los casos. La noticia está candente, y hay que aprovechar antes de que mañana la marea de propaganda escrita nos inunde: llevan repitiendo el mismo artículo desde hace seis meses.

Por mucho que mis críticos digan lo contrario, al tema le he dedicado poquísimo: apenas unos sueltos, en espera de la resolución final. Vale, esa la hará el TAS, pero si tenemos en cuenta la trayectoria de este tribunal, podemos dar el caso Mayo como finiquitado. Y ya es hora de hacer un balance. Iban Mayo, positivo por EPO. Dos años de sanción, más otros dos fuera del ProTour. El ídolo de la aficción vasca recibe la misma sanción que Aketza Peña (el olvidado, en toda la amplitud del término), pero no la misma atención mediática. Cada uno que lave sus prendas, especialmente los que titulaban (y mañana volverán a hacerlo) "La UCI, a la caza de Mayo", y cosas por el estilo. No sólo los grandes medios, también los que firmaban entrevistas revanchistas.

Iban Mayo fue sometido a un control antidopaje por sorpresa durante la segunda jornada de descanso del Tour, en Pau. Al día siguiente se marcaría un etapón pirenaico escapado desde los primeros compases, con su compañero Rinero tirando a muerte por el éxito de la etapa. Apuesta fuerte del equipo. Insisto: apuesta fuerte del equipo, porque sólo así se meten dos compañeros en una fuga. Y llegó al último puerto. Con opciones de ganar la etapa, de no ser por el impresionante trabajo del Caisse d´Epargne en el llano tras el Marie-Blanque. Que mañana no les vendan la moto de ¿por qué iba a tomar EPO con el Tour ya acabado y sin luchar por la general?. Esten atentos, porque esa misma excusa de mierda la intentaron colar con el otro positivo sonado de EPO, el de Heras en la crono final de la Vuelta 2005, cuando no se jugaba nada.

Sigamos. El positivo se conoció tras acabar el Tour, que ya había agotado su capacidad de digerir droga tras los casos de Sinkewitz, Moreni y Rasmussen. La muestra A se analizó en el famoso laboratorio de la periferia de París. Como cierra en agosto (¡a ver si Sarkozy también acaba con esos regímenes especiales!), la muestra B inició un peregrinaje que ríanse ustedes de Elcano o de Buzz Aldrin: primero en Gante, que dijo que no podía leer la muestra, y después a Australia. Cuando la muestra estaba en las antípodas, esa RFEC que nos hace sentir orgullosos, proclamó unilateralmente que Mayo estaba limpio. De esa época data esa famosa foto del ciclista vizcaíno con el pulgar hacia arriba desde la ventanilla del coche. Y las escandalosas crónicas de Urraburu, Garai & Co. Al día siguiente la UCI contraatacó, y de Mayo se supo muy poco más. Volvería a su afición a ir de txikiteo, provocar incidentes y echarse un cigarrito en los baños de un restaurante. Hasta hoy, donde me temo que no levantará ningún pulgar.

Mañana se abre la veda a las interpretaciones. Unos dirán que en un análisis cada uno ve lo que le da la gana (y tú, ¿cómo lo ves?), como si el tema fuese objeto de especulación verdulera y chalanera. Muy pocos dirán -ahí voy yo- que el análisis de la muestra A revela EPO, y visto que todavía no ha habido nadie que demuestre que la EPO se produce en el cuerpo humano..., que expliquen como existe esa sustancia en la sangre de su corredor estrella, el del récord democrático-popular en el Ventoux. Se aferrarán a que la muestra B es ilegible. Como Hamilton en los JJ.OO de Atenas. Como tantos otros. Vayan ajustándose las gafas, como en la foto.
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Vaya, este nombre me suena. ¿Será de aquí? Nahhhhhhh, todo imaginaciones. (Gracias a nickAMS por el enlace)
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C-4: Agua; B-5: Agua; F-2: Agua; Ur-Co: Tocado. Hundir la flota.

18 diciembre, 2007

Dos cabalgan juntos

Bah, que quieren que les diga: hasta yo mismo me aburro de señalar la deriva de Carlos Arribas y su defensa quijotesca de Contador, al mismo tiempo que señala que recibe "tratamiento médico diario". Pero también hay cosas que llevan a la indignación como en el primer día. Este artículo, por ejemplo.

El otrora prestigioso periodista se ha ido hasta Jávea para entrevistar a su ídolo: si alguien tiene alguna duda, que lea detenidamente el primer párrafo. O la primera parte del segundo. Es el Peñafiel del ciclismo. También el año pasado se acercó a las frías rampas de Navacerrada, allá por marzo y la Vuelta a Castilla-León, para poder hablar con Basso, pero el italiano le rechazó -sabía bien quien había publicado la información más comprometedora de la O.P- y el juntaletras se sintió dolido como un perro al recibir un puntapié.

Está vez el clima ha cambiado. Alfombra roja para el hombre que escribió que "Contador tiene una zona del cerebro especialmente sensible". Y así le sale ese churro de crónica, entre sentimentaloide y sencillamente repetitiva y cansina. Arribas ha gastado ya tanto lo de "su vida cambió" que en este artículo realiza un nuevo giro en el aire para escribir "la noche de Pau en la que su vida cambió, la noche en la que le dijeron que Rasmussen se había ido, que él era el líder del Tour". Jo, a Contador le ha cambiado tantas veces la vida (conocer a Manolón, cavernoma, los sudores fríos al leer A.C en las listas de la O.P, verse exculpado mientras sus compañeros caían con menos pruebas, ganar el Tour a su segunda participación y sin conocer el Galibier...) que más que un ciclista parece un transformista.

El penúltimo párrafo, tras pinceladas del ambiente (compañeros, médicos, no falta hasta la marca de los coches ¿¿??), se adentra en los procelosos mundos de la alta costura. "No será cuando llegue el momento la primera vez que Alberto Contador vista un maillot azul turquesa con la palabra Astana en el pecho. Ya lo hizo fugazmente en 2006. Unos días en julio, los suficientes para enterarse de que a su equipo no le dejarían correr el Tour; unos días en agosto, los suficientes para sufrir un desfallecimiento en la Vuelta a Burgos que le impidió debutar en la Vuelta. "No muy buenos recuerdos, no", sonríe, casi triste, el ciclista.". Efectivamente, ahí tienen una de las escasas fotos de Contador en turquesa. Estaría bien que Arribas, tan completista, hablese de como Manolón estuvo mareando a Etxe-Ondo en su fatídico 2006: primero los maillots Liberty; después los maillots iguales, pero con lo de Liberty en blanco (Contador ganó una etapa en Suiza con esa pinta); después ese mismo espacio con lo de Astaná (L.L Sánchez compitió de esa guisa en el Campeonato de España CRI); y por último ese maillot playero. Se dijo en su momento que no se pagó nada a la empresa vasca, mareada por tanto baile. "No muy buenos recuerdos, no". Claro que no: que diga que tomó en Burgos. O que dejó de tomar. A lo mejor así cura sus demonios internos, esos que producen malos recuerdos.
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"El ciclismo se ha sumergido en una dinámica autodestructiva con visitas necrófilas a su reciente pasado en las que el catalizador parece ser la captura y castigo de todos los beneficiados por las técnicas dopantes de Eufemiano Fuentes." Este es Arribas hablando de beisbol en un artículo del mismo día. "Dinámica autodestructiva", "visitas necrófilas", "captura y castigo"....buf....combinado con lo de más arriba, parece que el personaje que pedía a los cinco meses de la O.P paz, piedad y perdón se ha metido de lleno en los libros de autoayuda o, directamente, en la psicología barata. A saber. Lo sabremos.

Por cierto, respondiendo a lo planteado en esa frase, ¿que hay de malo en lo de perseguir a "todos los beneficiados por las técnicas dopantes de Eufemiano Fuentes? Ahhhhhhhhhhh, ya ni siquiera tiene necesidad de disimular. Qué vergüenza. Tras llamarnos talibanes, ahora necrófilos. ¿Qué será lo siguiente?

17 diciembre, 2007

Retrato de época (sin paisaje de fondo)

Tómenlo como una postal navideña. Visto que las azafatas de Ryanair reciben denuncias por hacer calendarios sexys, y los bomberos de Bilbao no, habrá que pensar que el desnudo masculino con fines de jerigonza y francachela está mejor visto que el femenino. Al final, la cuestión no es de género: es del más mínimo sentido del ridículo.

No recuerdo exactamente de cuando es la instantánea publicada -y auspiciada- por Interviú, pero a tenor de la camadería entre sus protagonistas, tuvo que ser allá por finales de 2003 o 2004, no más allá. Eran los años de la banda de la Covatilla, muy bien dotada en la foto, y todos los amigos que pululaban en su periferia, pero no muy lejos del núcleo espiritual, que no era otro que la mejora del rendimiento deportivo.

Repasemos a los protagonistas, en el sentido de lectura. Quique Gutiérrez, Oscar Sevilla, Piti, Santos González, Horrach, Perdiguero, Aitor González y uno sin identificar, que nunca hizo nada en su carrera deportiva, aunque en la foto es el que más enseña el culo. Quizás esa fue su función. Es un retrato de época: más típico de la charlotada de college americano, esta imaginaria hermandad Gamma-Alfa-Piti-EPO disfrutaba por entonces de total impunidad en sus prácticas. Para mostrarse desnudos y las otras. No, no es nada homofóbico. Me refiero al corredor que la primera vez que afronta 260 kms. en competición (Hamilton 2003) hace segundo, batiendo en el sprint a Van Petegem y Bettini. Al otro que hizo quinto en Lombardía por la misma época, sin ninguna experiencia en clásicas. Uno más que entró en forma en la última semana de la Vuelta. Al de la carpintería, que venía de un equipo portugués con varios positivos por EPO, donde obtuvo sus mejores resultados que jamás igualaría. Y los otros cuatro, que mejor no les comento. Ese es el paisaje de fondo, no la tristísima cortina azul, de hotel barato, de la foto.

Al final, de todos esos éxitos deportivos, ¿que queda? Nada. Solo un grupo de hombres jóvenes desnudos, una foto justificable en algún año Erasmus o en un remake de Desmadre a la americana, la magnífica película epítome del cine gamberro y gonzo de jóvenes macarras, junto con Porkys. Uno de los grandes hallazgos de la película con John Belushi es el final, con unos títulos de crédito donde se explica que fué de los protagonistas tras sus años en el college. Hagamos la prueba. Quique Gutiérrez, el Búfalo, cazado en la O.P 2006 tras ser segundo en el Giro de Italia, un resultado más allá de sus propias capacidades; Sevilla, también en la O.P, se pasa el tiempo gimoteando por las injusticias; Piti, el más prometedor del posado, reza cada noche porque se destruya la bolsa 18.- Valv. (Piti), con el futuro sobreseimiento definitivo de 22 de mayo que le cambió la vida y su progresión; Santos González ha visto caer a todos sus compañeros en Phonak, menos al gallego. Será por eso que está en el Karpin-Galicia; Horrach es un ciclista de la parte baja del pelotón, pero maneja muy bien sus buriles; Perdiguero es concejal de deportes por el PP en el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (como el personaje de Belushi, que llegó a congresista); Aitor González ha engordado 10 kilos, dejó el ciclismo por 30 años por un positivo tras ingerir Animal Pack y fue detenido hace dos meses por un delito que hoy en día le pondría de patitas en la cárcel; y el del culo, ¿hace falta decir algo? Creo que dejó de correr después de la foto....
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Cuando no hay nada de lo que escribir, te sale un churro como este. Es muy poco riguroso: habla de la ausencia de cracks (¡que pena de término y que poco me gusta, a diferencia de la prensa deportiva catalana!), cuando los dos últimos ganadores del Tour son españoles. Cita al club de Villaba, por el gancho pasajero del induranismo, olvidando que de esa misma cantera, y por esos años, se alumbraba a Koldo Gil, uno de los más mentirosos y embaucadores -y ya es decir, que la competición es muy aguerrida- de la O.P. ¡Como para meter a tu hijo en la peña y que tenga de compañero al emigrado a Portugal!. El artículo viene a decir que cae la vocación de ciclistas, pero cuando una cifra no le cuadra -ha aumentado la cifra de alevines, por ejemplo- la pasa por alto: ¡eso es rigor!. Por supuesto, no hay ninguna explicación socioeconómica, solo amargor y respuestas fáciles. Ya no le queda ni lo de "otrora prestigioso periodista".
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Omega Pharma, el principal patrocinador del Lotto belga, vuelve a cambiar la marca comercial que rota en los maillots de su equipo. Primero fue Bodysol -crema dermatológica-, después Davitamon -vitaminas-, la temporada pasada Predictor -test de embarazos-, y para 2008 será Silence, un producto antironquidos. Aquí pueden ver el artefacto, además del maillot lucido por una compañera de la actual Miss Bélgica. No es ciclismo, pero no me resisto a comentarlo: la ganadora, de origen checo, fue preguntada en esa feria de ganado que responde al nombre de concurso de belleza por cuatro fruslerías, en flamenco. Pidió que le repitiesen las preguntas en francés. El público la abucheó. Bélgica, ese país que sólo existe en el mapa.

En fin, a lo que iba. Considerando que Omega Pharma mantendrá su patrocinio hasta 2011 -teniendo a Leif Hoste en el equipo, hay que cruzar los dedos-, quizás para 2009 pueda ser el momento de XS-S (para adelgazar), Wartner (para abrasiones en los pies y manos) o mi preferido, el antipiojos Paranix. ¡Todos dan mucho juego en el mundo del ciclismo!.
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¿Será esto el futuro del ciclismo? Ya hasta los hijos de los hemodruidas...

10 diciembre, 2007

¿Quién protege a Rogers?

El sábado otro periódico alemán se sumaba al periodismo de investigación que brilla por su ausencia en España. El Stuttgarter Zeitung publicaba que al menos cinco de los nueve integrantes del T-Mobile en la edición 2006 del Tour de Francia pasaron por la famosa clínica universitaria de Friburgo para someterse a hemotransfusiones. ¿La fuente? Una vez más, Sinkewitz, para que vean hasta que punto es importante las propias declaraciones de corredores, tan escasas que se pueden contar con los dedos de las manos.

Maticemos: Sinkewitz dijo en su declaración que había ido en coche hasta la clínica el día antes de ir a Estrasburgo (bien cerquita) para el prólogo. Y que lo había hecho solo. Extraño, eso de una clínica y los doctores preparados para un único corredor. Y más cuando sabemos como trabajaba el T-Mobile: a la alemana, todos juntos prietas las filas. No era muy difícil intuir que Sinkewitz, que ha ayudado bastante en sus revelaciones, estaba de nuevo cubriendo a compañeros. Como cuando se desdijo de que Bettini le había enseñado a aplicarse geles de testosterona de la manera adecuado para que no pitasen la máquina. O sea, que fuente relativa. El periódico de Stuttgart basa su información en que ha visto los documentos de la clínica de ese día, 1 de julio. Cinco corredores.

Como la alineación para esa carrera ya fue comentada en su momento, y no faltan candidatos a la jeringuillas, la auténtica novedad viene de lo que hoy (¡blasfemia! ¡herejía!) se atreve a comentar la Gazzetta dello Sport: que Michael Rogers es uno de los usuarios de las universitarias hemotransfusiones. Ya era hora, por cierto. El ciclista australiano, epítome de la endlebez de todos los ciclistas de su país, había pasado flotando sobre todo el escándalo, a pesar de su trayectoria. Su carrera ha ido paralela a la de Sinkewitz, tanto en el Mapei promesas como en el Quick Step. Y con los mismos resultados: sí, esos que nunca llegan. Una vez comenté en un blog que el ciclismo australiano nunca había ganado nada importante (hasta este año la P-R de O´Grady), y un lector me contestó que Rogers había sido tres veces campeón del mundo CRI...una carrera con una participación bajísima, de una disciplina en regresión y a la que solo aspiran corredores incapaces de grandes metas en vueltas por etapas. Ese es el palmarés de Rogers.

Lleva sin alzar los brazos en una cita importante desde 2003, cuando ganó la Vuelta a Alemania (curiosamente, o no tanto, la misma prueba que brilla en el palmarés de su siamés Sinkewitz) después de haber hecho lo propio en la Vuelta a Bélgica y poco antes de imponerse en la Ruta del Sur. Tres vueltas por etapas seguidas en aproximación al Tour, donde fue 4º en una etapa. Y es de 2003. Saquen ustedes las conclusiones. Ese año ganó su primer mundial CRI, por descalificación de Millar. En 2004 repitió éxito, pero en la Olimpiadas (auténtica obsesión de cualquier australiano) sólo pudo ser cuarto. En 2005 empieza a escalar: octavo en P-V, cuarto en el Volta y segundo en Suiza. Suena como outsider para el Tour. Y sí, hace más out que sider. Daba lo mismo: en la Casa de Campo de Madrid le esperaba su tercer arcoris.

En 2006 cambia a T-Mobile con 27 años, la edad para explotar. Acaba décimo en el Tour, tras ramonear todo lo que pudo en sus relevos: tiraba un poco de Klöden, se iba a cola de pelotón y a amarrar su 10º puesto en la general, probablemente su techo como corredor. Para el Mundial CRI no hubo bolsa de sangre: un corredor de su clase y calidad se tiene que marcar objetivos más ambiciosos. Venga, ánimo campeón, que el 2007 iba a ser tuyo. Hace segundo en la Volta (y también en la etapa de montaña, tras Sevilla) y todo parece encaminado. En la famosa concentración de los Pirineos en donde le hacen el control sorpresa a Sinkewiz, también estaba el australiano. A diferencia del alemán, el tiene tiempo a pasar por el baño antes del control. En el Tour circulaba escapado con Rasmussen el día de Tignes, en donde realizó una apuesta por convertirse en el maillot amarillo, pero una caída con David Arroyo le deja maltrecho y abandona. Su siamés también lo hará en la misma etapa, pero tras comerse un espectador bajando al hotel. Vidas paralelas, ya les digo.

Sinkewitz da positivo y Rogers desaparece. Literalmente. Va a la preolímpica de Pekín porque ya estaba apalabrado, donde se puede comprobar que no tiene ninguna fractura. Le aconsejan que desaparezca una temporada, y a fe que lo ha hecho: no se le ha visto ni el pelo. Hasta hoy, cuando en la Gazzetta -Rogers vive en Italia desde hace muchos años, cerca del Lago di Garda- ya se han hartado un poco con la hipocresía con este joven corredor (¿28 años? ¿joven? ¿qué broma es esta?) amparado por la UCI en su plan de expansión mundial, igual que en su día lo fue McGee. Algún día les hablo de este y su positivo de 2006, felizmente superado para 2008 en donde competirá, nada menos, que con el CSC tras dos años en blanco. Sin correr apenas, por una misteriosa lesión. ¡Ay el ciclismo!.

07 diciembre, 2007

Olano: de sastre de la Vuelta a una Vuelta para Sastre

En la edición 2007 de la Vuelta, llovieron las críticas al recorrido. No por necedad de las aproximaciones a algunas capitales, ya sólo alcanzables por autovía, sino por la famosa crono de Zaragoza. Olano, factotum del trazado, se diseñó una Vuelta para ganarla él mismo. La del próximo año está ideada para que sea Sastre el que por fin gane algo, con 32 años y todavía con "margen de mejora".

Aunque puede parece increíble, el nivel de propaganda que ha acompañado la presentación de este itinerario adjunto ha sido superior al del Giro o al del Tour. No me resisto a repetir uno de los epítetos de Garai desde su tronera: "pocas veces, por no decir nunca, se ha visto un nivel de unanimidad semejante en torno a un trazado". O Arribas, que titula "Los fines de semana, montaña", cual boy-scout que no puede dormir la noche antes. Habrá que disentir, aunque sólo sea por higiene mental y por puro sentido común, y no por ganas de llevar la contraria, como algún lector del blog me achaca.

A pesar de lo que digan sus detractores (muchos supuestos defensores de la Vuelta son en realidad antagonistas), la Vuelta cuenta con un nivel de participación notabilísimo: no ya la plana de sprinters, la mejor del mundo después de San Remo, sino que este año ha sido honrada con el concurso (y disputa hasta el último día) de Evans -nada menos que el mejor corredor del mundo, que venía de ser segundo en el Tour- o el campeón del mundo Bettini. En el Giro venderían a su madre por tener algo parecido, y así a lo mejor dejaban de hacer la vista gorda antes guiris que tienen un Giro estelar cumpliendo su papel de comparsa foráneo, para después desaparecer. Pero bueno, ahí estaban todos estos catedráticos del ciclismo, el miércoles en Madrid, diciendo que les gustaba el poco kilometraje -a pesar de la brutal neutralización del sexto día, creo que la mayor que se ha visto nunca en el ciclismo de grandes vueltas- de las etapas o que hubiese poca contrarreloj.

Porque esa es la característica principal de la Vuelta. Se parte de Granada con una CRE de ¡siete kms! (me sale a menos de 800 metros de relevo por corredor, si viene Hushvod puede tirar de su equipo durante todo el recorrido), lo que produce vergüenza a todo aficionado que se precie como tal. Tres etapas en Jaén, Córdoba (con puerto antes de meta, como cuando ganó Millar) y Puertollano, y el quinto día (quinto, fith, quinto, cinq: han leído bien) ¡la crono llana de la Vuelta! ¡Porque sólo hay una! ¡Y el quinto día!. Qué espanto. Es una Vuelta sin contrarreloj. Ninguna figura mundial (ya no quedan escaladores internacionales, tras el caso Rasmussen) va a venir a la Vuelta. ¿Para qué? Es el mismo caso que cuando Perico desertó en 1988, argumentando que se había diseñado un recorrido para Kelly: acertó de pleno. El próximo año será al revés: un recorrido para Sastre, para ver si por fin gana algo. Así de contento estaba el ingeniero marrado de Leganés, al que por una vez se le vió sonreir. Días antes había dicho que "en 2008 voy a pensar en mí", como si no hubiese sido ya jefe de filas en los dos últimos Tours y Vueltas.

Al día siguiente de la crono llegada a Toledo, y después primer día de descanso, al séptimo día de carrera y con 694 kms. en la piernas. Por supuesto, nadie ha comentado que hay vueltas de una semana con mayor kilometraje, y que ese día de descanso no es para los corredores, sino para los organizadores que tenían que llevar la carrera a los Pirineos en esas fechas. Tras la neutralización en AVE, los corredores afrontarán una etapa de 224 kms. (la única con más de 200 kms. de la carrera, algo sencillamente lamentable) con final en Andorra, subiendo antes la Rabassa. Ya saben lo que pasa con los Pirineos en la Vuelta: nunca hay diferencias. En la primera semana, menos aún. Al día siguiente Pla de Beret con la Bonaigua -muy duro- de aperitivo. Lo mismo del día anterior. Llegarán cogiditos de la mano. Y el tercer día pirenil irá a Sabiñañigo, la ciudad que quiere ser sede de un campeonato del mundo (y yo rey de España), con un perfil quebrado y un puerto de primera poco antes de meta. Noveno día de competición y adiós al primer ciclo montañoso. Es más que probable que las diferencias en la general las haya marcado la crono de Ciudad Real.

A partir de ahí, el menú de día made in La Vuelta: unas veces se hace el valle del Ebro subiendo, otras bajando. Esta año toca río arriba: etapas en Zaragoza, Burgos y Suances, donde el mayor aliciente será ver al presidente Revilla. Y el segundo día de descanso ahí mismo, sin mayor explicación: sin traslado, sin cansancio, sin nada. Un despropósito. Otro más. En la decimotercera etapa, de 200 kms, se afronta el Angliru. Habrá tiempo para hablar de este puerto, que a mí particularmente no me dice nada: un puerto realmente duro hace las diferencias bajando, no subiendo. Y ver a un grupo de ciclistas convertidos en bailarines de ballet, con desarrollos de cicloturista, no me parece espectáculo de ningún tipo. Antes se sube la Colladiella y el Cordal, puertos que ni siquiera tienen nombre, y bastará que llueve un poquito para que haya varias clavículas rotas, en el mejor de los casos. Al día siguiente se debuta en Fuentes de Invierno, precedido de la Colladona -de la misma familia lingüísitica que los anteriores-: es la subida a San Isidro, pero con final en la última aberración urbanística de la Cordillera Cantábrica, bajo el impulso de "desarrollar la montaña". Casas y más casas, en un sitio donde de aquí a unos años va a nevar incluso menos que ahora.

Al día siguiente se rola hacia Ponferrada, pero sin la Montaña Mágica de Eufemiano, el Morredero. Después vendrán Zamora, Valladolid, Las Rozas (un pequeño puerto antes de meta, como cuando ganó aquel madrileñazo en 2002) y Segovia (como cuando Heras en 1999, pero con los puertos bien lejos de meta y circuitada final, igual que en otros finales de días anteriores). Un coñazo, ya lo verán. El penúltimo día cronoescalada a Navacerrada, como en la Vuelta de 1992. 16 kms. con las cunetas llenas de abulenses viendo a su ídolo ganar algo, y bien cerca de casa. Y por fin se llega a Madrid, que alivio.

A la Vuelta se le colgó el sanbenito de innovadora. Sólo se cuentan los éxitos de esa iniciativa (por cierto, ¿cúales son? Para mí, el mayor éxito fue pasarla a septiembre), y no los múltiples fracasos. En 2006 se les ocurrió que las etapas de fin de semana se acabasen antes de las tres: mucha gente se perdió la exhibición del Conde Drácula kazajo en Lugo y Asturias, por ejemplo. No se repitió. Fue un fracaso con mayúsculas. Los experimentos en casa, y con gaseosa. Este año se nos vendió la Vuelta como la de "el regreso a las pequeñas poblaciones" (en España hay cierto complejo a llamar al pueblo pueblo, a diferencia de Italia o Francia), y fue otro rotundo fracaso. Este año se vuelve a llegar a capitales de provincia o ciudades grandes. Y para 2008, la gran innovación de la Vuelta es diseñar un recorrido ad-hoc para un corredor: será otro fracaso, porque nunca gana nada.
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"Camina o revienta". El niño prodigio, pasado a profesionales con 18 años, y que hasta ahora no ha demostrado absolutamente nada, se desvela ahora -a ojos saltones de su director- como holgazán y perezoso. Le van a poner un GPS: tanto luchar por la intimidad del ciclista, por sus derechos básicos, y este acepta que le pongan un localizador. Ferpecto. "Camina o revienta". Y si se descubre que no camina, ¿no será que ya ha reventado?.


Beñat, tu que apareces más arriba, toma nota de todo esto.

03 diciembre, 2007

Un Giro para Piepoli

El sábado se presentó el Giro 2008 en el Teatro degli Arcimboldi de Milán, con toda la propaganda habitual. Al menos este año, que ha calcado la ceremonia anterior, no tenemos fotos de Iván Basso señalando el recorrido. Pero sí de Di Luca. Nunca se aprende. Así, este es el relato del recorrido sobre el papel, pero ya verán que cuando se produzca no estaremos hablando de ganadores ni del espectáculo, sino de otras cosas.

El Giro comienza con una CRE en Palermo, la ciudad de los múltiples estratos históricos, mucho más que Roma. El recorrido, en gran parte urbano, causará aún más problemas de tráfico que los habituales en la capital de Sicilia, pero será espectacular: aunque fuesen en triciclo, solo por la presencia majestuosa de Palermo, merecería la pena. Al día siguiente se va hasta Agrigento, realizando una vuelta final igual que la del Mundial 1994, el de Luc Leblanc. Otra vez el espectáculo estará fuera de la carrera, con las tomas aéreas de los templos griegos y de la inmundicia que les rodea. Y el tercer día se va de Catania, a la sombra del Etna, hasta Milazzo, una ciudad barroca tan increíble como todo lo que hay en una isla benedetta da Dio e maledetta dagli uomini. Permitánme el chiste fácil, sin ningún tipo de connotaciones negativas: una vez más, el Giro empieza en territorio exterior. Porque Sicilia es un mundo en sí mismo.

Para el cuarto día se salta a la bota, utilizando el ferry que nunca será puente (¡por favor!), con una etapa peculiar que recomiendo que no se pierdan. Se atraviesa el territorio de la n´dragheta, la peligrosísima mafia calabresa, una de las zonas europeas más deprimidas. Es un territorio agreste y hostil, y de hecho se sube un puerto bien duro, pero lejos de la línea de meta en Catanzaro Lido. La ciudad tiene una cifra de homicidios propia de Medellín en los años ochenta, pero da lo mismo: allí el tiempo se ha paralizado, y también todas las magnitudes básicas. El quinto día se comienza el ascenso de la peninsula, desde la provincia de Vibo Valentia (la más reciente de Italia, una concesión a la Mafia) hasta Contusi Terme, el enésimo intento de llevar turismo de calidad a una zona donde ningún turista extranjero repite. Al día siguiente hay un extraño requiebro que llevará desde Potenza (capital de la Basilicata) a Peschici, del Tirreno al Adriático, cita habitual últimamente. La zona, una de las más bellas del Mediterráneo, fue arrasada por incendios intencionados el año pasado, especialmente los pinares y olivos centanarios que llegaban hasta las playas. Va a ser una etapa preciosa (¡247 kms!), con un final muy movido.

El viernes y con la séptima etapa se atraviesa el Molise, desde su estrecha franja de mar hasta la desconocida localidad de Pescoconstanzo. Es una trampa en la más pura tradición del Giro. En esa región no hay ni un sólo km. llano, las carreteras están como cuando se hicieron en los años sesenta (en muchos casos peor, dada la continua actividas sísmica) y cualquier cosa puede pasar. El sábado se hará la pasarela en Tívoli, en el extraradio de Roma (¿tanto cuesta llevar una etapa a la ciudad?) y el domingo, inexplicablemente, una etapa llana intranscendente por la Riviera degli Etruschi. Lo que siempre digo: disfruten de los paisajes increíbles a través de la Maremma.

La primera jornada de descanso antecede a la crono del martes, entre Pesaro y Urbino, que pica hacia arriba de salida (la primera está en el mar, la segunda en una empinadísima colina), por lo que favorece claramente a los escaladores. Y también al espectador, porque la ciudad natal de Rafael es de lo mejor que se conserva en Italia alejado del turismo de masas. El miércoles etapa nerviosa camino de Cesena, bien cerca de la patria de Marco Pantani (se esperan lágrimas y kleenex a tutiplén), seguida de dos fracciones absolutamente llanas en plena llanura padana. Será sábado, y en la etapa 14º, cuando se afronte la primera etapa de montaña de verdad: salida desde Verona di Freire y final en Alpe de Pampeago, un puerto dolomítico duro-duro, precedido de uno desconocido que baila en el mismo grupo. El domingo la que ya han calificado de etapa reina (¡sic!) a pesar de contar con solo 153 kms.: final en la Marmolada (gran idea, sus interminables rampas darán lugar a tomas espectaculares) con antipasto de Pordoi, San Pellegrino, el tremendo Giau por el lado más duro y Falzarego. Vamos, unos entrantes bastante indigestos. Y para rematar el menú, el lunes cronoescalda brutal de 14 kms. a Plan de Corones, a cota 2.250 m. sul nivello del mare. Con un poco de suerte, nieva y se les vuelve a fastidiar el plan a los organizadores.

Tras un día de descanso bien merecido, incursión en la helvética Locarno a través del San Bernardino, en una etapa ideal para escapadas; otra en Varese, para promocionar el Mundial de cuatro meses después; y dos brutalidades finales: el viernes 228 kms. con final en el Monte Pora y el sábado ¡224 kms.! con Gavia, Mortirolo y Aprica. Como siempre que se sube el puerto más duro del ciclismo, la general quedará sentenciada, por lo que la crono final en Milán (24 kms. cuesta abajo) servirá para clarificar otros puestos de honor. Desde que Indurain doblase a Chiappucci en 1992 no se había vuelto a ver algo parecido. Y no se entiende muy bien que aportará en esta edición.

Bueno, ya ven: un Giro clásico. La dureza concentrada en el final, montañas míticas y claramente orientado al escalador. ¿Y quien fue el mejor escalador el año pasado? Pues Piepoli, el corredor de 36 años que ganó una etapa en alto y fue segundo en otras tres (incluyendo la cronoescalada, perdida por sólo 1"), dos de las cuales fueron a compañeros de equipo. Así las cosas, mi favorito para el Giro es el italiano de valores hematólogicos propios de un pre-adolescente. O su compañero de equipo, el del hematocrito danzarín. O Iban Mayo, otro de la misma cuadra. Al final, del ciclismo ya casi me interesa más el recorrido que los que al final lo recorren. O tempora!

30 noviembre, 2007

Historia de un joven Liberty

Hace unos días la Gazzetta dello Sport publicaba una entrevista con Giampaolo Caruso, antiguo joven Liberty que fue fichado para 2007 por el Lampre. De esta manera, pasaba a formar parte de la hipocresía del ciclismo, que asistió al fichaje de Ivan Basso y Davis por el Discovery o de Plaza por el Caisse d´Epargne, a pesar de estar metidos de pleno en la O.P.

Conviene recordar la trayectoria de Caruso, siciliano de Avola -tierra de maravillosos vinos, y no solo el manoseado Nero-. Fue una joven estrella del pedal italiano: en los mundiales de Lisboa 2001 consiguió sendas medallas de plata en ruta y CRI, pasando a ser neoprofesional con la ONCE, en una jugada muy poco habitual. Por regla general, los mejores italianos se quedaban en Italia, tradición que rompió Caruso y que ha continuado Riccò. Ya verán que nuestro protagonista ha sido pionero en muchas cosas.

Tras un 2002 en donde corrió en pequeñas carreras, en 2003 debuta en Australia, en el famoso Down Under, el mismo lugar donde obtuvo su primera victoria L.L Sánchez o Contador, cuando volvió a nacer después de su cavernoma. Una vez más, Caruso fue el precursor, puesto que se llevó una etapa ese mismo año. Por cierto, es su única victoria como profesional; por cierto también, dió positivo por nandrolona en la misma carrera y cumplió una sanción de seis meses entre el 29 de abril y el 29 de octubre de ese año; por cierto, fue el primer positivo de la estructura Once en sus quince años de existencia. Claro, ¿quien iba a pensar que iban a hacer controles antidoping en enero y en Australia? En todo caso, una vez más fue el precursor, el que fue abriendo el camino.

En 2004 fue 10º en la Amstel y al año siguiente se papó Giro y Vuelta, donde fue uno de los activos protagonistas en la Feria de los Monstruos de Valgrande-Pajares. Lo que le metieron para esa etapa tuvo que ser mandanga de la buena, porque tuvo arrestos para ser cuarto en Lombardía, su mejor resultado como profesional. La O.P le pilló disputando el Giro de Italia, que acabó en la posición duodécima, tras ser cuarto en una etapa. Decía que iba a ser su año. En el equipo en el que competía, y en la misma carrera, estaban Alcalde, Zapatero y 1ai, identificados y difundidos a los medios desde los primeros compases. Sin embargo, de Caruso no se supo nada. Como era joven, no se supo nada. También en eso fue pionero de lo que iba a venir.

Cuando salieron los papeles de la O.P, y el informe de la Guardia Civil, ahí estaba su nombre. Como el de Koldo Gil, el de Allan dopaje por objetivos Davis y otros más. No estaban los que ustedes saben, aunque estaban en la numeración que dieron las fuerzas de seguridad a todos los documentos incautados. Caruso, como no era murciano o la esperanza blanca del ciclismo patrio, cayó con todo el equipo, nunca mejor dicho. No volvió a competir con la aberración del Astaná 1.0, y lo fichó Saronni como gregario de Cunego para el 2007. Corrió algunas carreras, como hicieron sus compatriotas Scarponi y Basso, y después cayó sobre ellos la furia del CONI italiano.

Mientras los dos mentados tienen sanciones firmes, el siciliano sigue sin nada. En la entrevista pide una resolución. Cuidado con lo que deseas, que dice el genio de la lámpara. Con 27 años, todavía podría volver con una edad no muy avanzada. O también se podría quedar como Davis, que tras su excursión en el Discovery Channel, está en el paro. Y en esto es en lo único en lo que Caruso no ha sido pionero: no ha sido el único joven Liberty que ha sufrido las consecuencias de la O.P, mérito que comparte con el australiano. Si quiere una solución a su caso, ya sabe cual es la vía: hablar y contar que siente al ver como sus compañeros de generación y equipo siguen corriendo y compitiendo sólo por el hecho de ser españoles, el único país que no ha impuesto ninguna sanción a sus implicados en la Operación Puerto.
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¿Qué fue de esta noticia? ¿Qué fue de este periodista?
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En Italia, país que según Lissavetzky tiene la legislación antidopaje más restrictiva y que "algo hay que cambiar", siguen en su camino hacia el fin de las impunidades más sangrantes. Según informaba la Gazzetta dello Sport hace unos días, el equipo Liquigas fue objeto de una redada antidoping mientras se encontraban en la ciudad balnearia de Salsomaggiore. Esta especie de Benidorm apeninica y con aguas sulfurosas, donde también se celebra ese mito transalpino que es Miss Italia, es el sitio predilecto para las concentraciones invernales de los equipos del país, una práctica muy reciente y que también tiene su autoría en Manolo Saiz.

El único Liquigas que no estaba, casualmente, era Pozzato, que se incorporaba un día más tarde. Los verdes, que el año pasado realizaron auténticas exhibiciones como la victoria de Bertagnolli en San Sebastián, contaban en sus filas con personajes intachables como Paolini (tercero en Flandes, actualmente sin equipo) o el consabido DiLuca. Han ganado más de treinta carreras, muchas de ellas de prestigio. El único fichaje de espesor para este año es Bennati, un corredor que hasta la muy monjil revista Bicisport califica de "sospechoso". Si la policía ha pasado por Salsomaggiore, y no era cuando Miss Italia, es por algo. No se, no se, me da a mí que la extrema longevidad de Noé (maglia rosa en el último Giro) o Beltrán (Tour y Vuelta, luchando por entrar entre los diez primeros con 37 años) va a tener un abrupto fin...
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Este es nuevo. Se llama Enrique Bernaola, pero está cortado por el mismo patrón. Y el patrón en Marca es Josu Garai. El artículo, con una estructura más simple que las dos caras de una moneda, tiene joyas como esta: "Sin duda, la etapa gloriosa del equipo alemán llegaba en en (sic) la segunda mitad de los años 90, donde la cotización de las acciones de Telekom iban continuamente al alza y se convertía en la empresa de telecomunicaciones europea de moda, debido, en su mayoría, a los continuos éxitos del equipo ciclista que patrocinaba". ¡Eso es un debut pisando fuerte, hombre! ¡Las claves de la nueva economía, las stock-options y la desregulación del mercado de las telecomunicaciones explicado por el patrocinio a un equipo ciclista!
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Mañana se presenta el Giro, que debutará con tres etapas en Sicilia.

28 noviembre, 2007

Las razones del miserable

No se si ustedes conocen a Arcadi Espada. Es un periodista catalán que cuenta con el blog más leído e influyente de España. Empezó en El País, pero tras una deriva ideológica telegrafiada, de la misma forma que la Tierra rota y se traslada al mismo tiempo, ha acabado de columnista estrella en El Mundo. Dotado de una gran facilidad para la escritura, así como de un ego difícilmente equiparable en términos peninsulares, hace uso de su singular inteligencia para las causas más elevadas y las más mundanas, todo con el mismo fariseismo: tan pronto es el albacea de Pla (¡cuidado del que ose hablar de Pla sin pedirle permiso, la espada de Espada caerá sobre él!) como argumenta que en la Cataluña gobierna una cuerda de impresentables. Y es que es una constante en este peligroso sujeto: el ataque contra la comunidad que le vio nacer. Sin ir más lejos, uno de sus primeros títulos lleva el poco ambiguo nombre de Contra Cataluña. Pero bueno, no nos vayamos por las ramas, que le hagan la semblanza la piara de seguidores que ha incubado, y que ahora intenta movilizar por medio de Ciutatans.

A este personaje le gusta polemizar. Dar la vuelta a las verdades, romper lugares comunes y sacar temas de debate variados y heterogéneos. Eso está muy bien, la verdad. Lo que pasa es que mea fuera del tiesto muchas veces. Tampoco les extrañe: hace unos años comentó lo bien que había eyaculado el día anterior, que no deja de ser precisamente eso, mear fuera del tiesto. Es tan dogmático, cree tener tantas veces la razón, que no cabe ninguna duda de que, setenta años antes, hubiese sido comisario político. Da igual el partido, ya han visto la deriva elíptica y cíclica que sigue. Y seguro que se hubiese presentado como apolítico. En definitiva: es un sujeto peligroso, especialmente porque es muy inteligente. Y escribe de fábula, la verdad. Hace unos días dejo en su blog este pasaje, que les reproduzco:

"El libro del cura párroco Michael Sandel, que edita Marbot. Muy interesante. Describe con una perfección miniada el desconcierto de la filosofía ante el mundo. Hay fragmentos de una gran belleza conceptual. Como el que dedica al doping. Fantasea Sandel con la posibilidad de que un chip implantado en un bateador mejore la prestación de su brazo. Y se lamenta nuestro simpático párroco de que esta cosa vaya a ocurrir. Pero lo impresionante son los argumentos del letrado, siempre tentado por los argumentos de la fuerza. "El atleta biónico no sería un agente en absoluto; "sus" logros serían los de su inventor". Temí que Sandel pusiera las comillas en logros. Pero no: sólo impugna la propiedad. En fin: le parece mal a nuestro filósofo que por vez primera en la historia la fuerza sea determinada por la inteligencia. ¡Oh Filo! ¡Oh Sofía!"

Confieso que no he leído el libro, ni conozco la editorial. Del autor he leído pequeñas cosas. Da igual a efectos prácticos. El fragmento condensa, como pocos, todas las auroras y penumbras del periodista Espada: plantea, con muchísima más habilidad que Garai o Eufemiano, el tema del dopaje libre. Que en el mundo del doping contemporáneo "la fuerza sea determinada por la inteligencia". Gana el que tiene el médico más inteligente (el que da la dosis adecuada para no pitar la máquina, el que desarrolla nuevas drogas), pero también puede ser interpretado como que gana es el más inteligente: el que recurre al doping, que no deja de ser avance científico aplicado prácticamente.

Son los argumentos, brillantemente condensados, de un prestidigitador especialmente hábil. Sin embargo, parte de la posibilidad de que el avance científico (EPO, chip en el brazo de un bateador) está al alcance de todos. Es un error típico de la gente de pensamiento diabólico, subidos en su nube y encerrado, como Michael Jackson, en su habitación de vidrio. Pensar que, por el simple hecho de que algo exista, ya está al alcance de todos: el mito de los panes y los peces, con Espada de santón milagrero. Sin embargo, las cosas no funcionan así, igual que si eres catalanista no vas por ahí comiendo niños y profanando tumbas. Pero ojito de llevarle la contraria, incluso con argumentos: la cólera del pope endiosado caerá sobre su cabeza, que el siempre considera vacía. O de él, o de sus acólitos, siempre dispuestos a interpretar la verdad escrita del líder.

Arcadi reconduce el tema del dopaje al de la inteligencia, de la que él se muestra abundamente dotado. Y no es eso. Como la O.P ha demostrado, o el caso Marion Jones, no es el más inteligente el que se dopa, qué va. El que más se dopa es el que más está dispuesto a pagar. ¿Más bolsas de sangre? Más dinero ¿Consigues resultados como el Tour o un Campeonato del Mundo? Prima especial al médico. Al final es todo muy simple: el que tiene más dinero es el que gana. Los logros son eso, logros sin comillas, lo único que ponen en cuestión Sandel y Espada es la propiedad de los mismos. Por supuesto, ambos autores pasan por encima temas como la salud, la ética del deporte o cómo les gusta a los tramposos ser aclamados, a pesar de su trampa. Es lo mismo que hace en su actividad periodística, o sea que no les extrañe. Por cierto: no gana el más inteligente, gana el que más se dopa. No les extrañe que alguien argumente que el dinero es inteligencia, cuando es únicamente fuerza.
"Le parece mal a nuestro filósofo que por vez primera en la historia la fuerza sea determinada por la inteligencia". No es eso. El dinero es una manifestación más de la fuerza. No se pierdan el tono mesiánico-chalanero de Arcadi ("por primera vez en la historia.."), confirmando todo lo que les había explicado. El argumento que se defiende en este blog es justo el contrario. El más inteligente no se dopa, y llegará un momento en que incluso se atreva a cantar ante un tribunal. O a enviar una jeringuilla con restos de TGH a la autoridad competente. Porque sólo así será libre. Pero bueno, eso se la suda a nuestro autor, siempre caro al gran debate polemista y reacio al ejemplo mundano, el de lo realmente existente. ¡Oh Arcadi! ¡Oh Espada!
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Curioso el nombre del vendedor, curioso. Me da que no es de su talla...y que tiene problemas para venderla, pues menuda rebaja que le ha metido.
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El artículo y la entrevista están muy bien. Hombre, empieza muy prometedor, con una primera frase que siempre hay que evitar en este personaje ("por sus venas corre sangre..."), pero después circula por otros derroteros, como es normal en la publicación. Para el recuerdo frases como "antes del Tour de Francia empezó el descaste del conejo", o la exclusiva de la función profesional de la mayor incógnita del pelotón ("mi compañero de equipo, Benjamín Noval, asturiano, es un fanático de la caza mayor. De hecho en el Tour veíamos DVD´s de estas modalidades y me insistía en que este invierno tenía que ir con él. Prefiero no ir no vaya a ser que me guste y me meta en otro embolado"): entretiene y da palmas al jefe. Tampoco se pierdan la foto, que combina muy bien con el escalofríante final.

Para la reflexión queda esta respuesta, que deja estupefacto
  • P. Tu equipo, Discovery Channel, ¿te pone alguna traba para que hagas otras actividades físicas como la caza?
  • R. No, tú eres el único responsable de tu entrenamiento y tienes que saber si algo te puede perjudicar o ayuda

Bastante han aguantado

Siempre que se retira un patrocinador del ciclismo, hay que agradecerle su esfuerzo y su dedicación. En el caso de Telekom/T-Mobile, mucho más. Desde 1991 han patrocinado un equipo ciclista faro y referente: en los tiempos del almíbar, por sus resultados; en estos de sarna y hemodruidas, por su espectacular outing masivo en temas de dopaje. Pero no ha sido suficiente. Bastante han aguantado, pero gracias de todas formas.

Desde el 18 de julio, cuando fue cazado Sinkewitz, ya me habían dicho que el equipo estaba en grave riesgo: una cosa es que confiesen corredores de 1996, otra muy diferente que se pille a uno de los jóvenes valores alemanes. Desde entonces, maniobras de ocultismo sobre una decisión ya tomada, y que se ha hecho aún más necesaria a raíz de lo sucedido: el levantamiento de la omertà sobre Valverde, que estuvo a punto de firmar por la formación hace un año, con especial virulencia en Alemania; el escándalo de los Mundiales 2007, en parte patrocinados por T-Mobile, y ganados por un corredor que no ha firmado el compromiso UCI; la detención de los dos profesores de la Universidad de Freiburg; y las confesiones de Sinkewitz y Jaksche, que reconocieron sin ambajes que dentro del equipo había una estructura montada por y para el doping.

El manager del equipo, Bob Stapleton, había cacareado a los cuatro vientos una política de tolerancia cero, como para hacer olvidar de donde venía: del UsPostal, en uno de los frecuentes trasvases entre ambos equipos, como el que llevó a Livingstone a vestirse de magenta o el que hubiese llevado a Hincapié -nada menos- a debutar con el mismo color en 2008. Demasiado grotesco todo. Dice que el equipo continuará, sin patrocinador. A ver de donde saca los 16 millones de euros que cuesta al año. Lo más probable es que asistamos a la enésima encarnación de una de las constantes del ciclismo, como pasó con Le Groupement, el Linda McCartney o el Mercury. Algunos aprovecharán para decir que la culpa es del ProTour, porque la mezquindad no tiene límites.

La empresa T-Mobile retira su generosísimo patrocinio del ciclismo (nunca necesitaron un segundo patrocinador, tienen un equipo femenino, amparan muchas carreras) por el dopaje. El dopaje es la lacra que está devorando el ciclismo desde sus cimientos, que son, como en todo negocio, económicos. Mientras una de las jóvenes figuras del ciclismo actual repite como si fuese un talismán ante problemas de dopaje "lo importante es que hemos dado espectáculo", porque es lo que le han enseñado en su escuela, la realidad es esta: el problema del dopaje masivo, organizado y como la hiedra que cubre todo el ciclismo acabará devorando al mismo. Y lo debería saber muy bien él mismo, que ha tenido que fichar por un equipo continental, y que ha visto como los dos equipos en los que ha militado anteriormente han desaparecido por el mismo problema.

Y es que el eterno rival de T-Mobile, el UsPostal-Discovery, se ha ido en la misma temporada. Y por los mismos motivos. Claro, la prensa oficial vendió otra moto, pero nadie puede olvidar que hasta mayo militaba de azul y negro Ivan Basso, con la toda la jeta que le dió el mundo y este mundillo de hipócritas y ocultamiento masivo de unas prácticas en vena de la inmensa mayoría de las estructuras. Es un ejemplo, quizás el más clarificador, de hasta que punto no se puede seguir confiando en este deporte, que ha perdido hasta la más mínima presunción de inocencia. A ver quien arriesga su dinero en un patrocinio en el que, probablemente, el 40% de los salarios de sus corredores van destinados a la compra de Actovegym, EPO y hormona del crecimiento. Y eso por no hablar de los premios conseguidos en las carreras, que ya va siendo hora de romper el mito de que "se reparten entre todos los corredores".

La formación de la foto es la que tomó la salida en el Tour 2005 (es de unos meses antes, por eso Kloden es todavía campeón de Alemania y Vinokourov no tiene los colores kazajos). Pueden elegir cualquier otro año o carrera, da igual: es probable que sea incluso más inquietante, como la de 2006 (Mazzoleni y Sinkewitz). Ganaron tres etapas, fueron terceros con Ullrich y quintos con Klöden. Se llevaron la clasificación por equipos. Un gran Tour. Ahora bien, de izquierda a derecha, de arriba a abajo: Guerini gana una etapa en la última semana, de llano, con 33 años, y tras haber tuteado de tu a tu a Pantani en el Giro 1998; Kessler, positivo por testosterona en 2007 con una tasa de 1:81 (valor máximo legal: 1:4); Vinokourov, positivo por hemotransfusión en el Tour 2007; Sevilla, con varias bolsas de sangre en la O.P; Steinhauser está ahí porque era amigo de Ullrich (¿quien dijo que Jose Cayetano Juliá no tenía replicantes?); Schreck nunca ha hecho nada en su carrera; Klöden se cayó a pocos días del final, ¿milita? en el Astaná, estuvo tres años desaparecido (2001-2003) por una extraña lesión; Ullrich....; y Nardello, superviviente de los años del Mapei de Rominger, el de los 55 km/h con 34 años.

Con estos mimbres, habrá que reiterar, como en el primer párrafo, las gracias a T-Mobile, por todos sus años de patrocinio y, singularmente, por irse.
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Tom Simpson murió azulado. Este quiere "morir de naranja". No es la única perla de un corredor pagado de sí mismo, encantado de conocerse, sin abuela: "me he metido entre los diez primeros del Pro Tour por segundo año consecutivo" (lástima que en 2006 fueses segundo y este año ni se sepa en que lugar, probablemente noveno o décimo), "hablando con el corazón en la mano" (no vaya a ser que se pare) y poco después "con los números en la mano" (y si la entrevista no acabase, acabaría diciendo "con los dedos en la mano"), para remachar de manera ambigua diciendo que "con los tiempos que corren en el ciclismo, hay que saber seleccionar y planificar bien los objetivos" (¿¿??). ¿Lo mejor de todo? Ante la pregunta del amigo-periodista (por ese orden, ¡ay del que mente la ética profesional!) de si con 30 años no está ya viejuno, responde sin inmutarse: "soy un corredor un año más maduro que tiene margen todavía para seguir evolucionando".



Jo, a ver si alguien de su entolno le explica que todos los corredores que siguen mejorando (o la mejora del rendimiento deportivo) a su edad son tan creíbles como una encuesta de Playboy a sus lectores.

27 noviembre, 2007

Sinkewitz rompe un tabú

Por si había alguna duda, Patrick Sinkewitz forma ya parte del reducídisimo grupo de corredores en activo (o con edad de estarlo) que han confesado su dopaje en términos razonables: no una semanita en 1996 y porque le engañaron, no, sino el dopaje sistemático y organizado. Así, al igual que Jaksche (el único de los implicados en la O.P), Simeoni o Manzano, el corredor alemán entra a formar parte de la historia del dopaje. Como testimonio y como cobaya, pero con una peculiaridad.

Sinkewitz ha declarado, en una entrevista al imprescindible Sueddeutsche Zeitung de Andreas Burkert (el que ha ocupado el trono que le correspondería a Carlos Arribas, tras la abdicación de este), que ya se dopaba con 20 años, lejos aún de los profesionales. Rompe así un tabú, el de las categorías inferiores virginales y pasando la gitana prueba del pañuelo, con tanto de exhibición y algarabía pública. Por poner un ejemplo, el muy mentiroso y taimado Jaksche (baste recordar su actitud antes de la confesión), en el momento de su outing, siempre se guardó muy bien las espaldas de su época pre-profesional, y eso que pasó con esos mismos 20 añitos, y nada menos que en 1998, cuando hasta Simone Borgheresi hacía segundo en una crono gracias al EPO, esa sustancia en boca y en vena de todos. Manzano lo mismo: yo de joven, nada de nada.

A Sinkewitz, que ha visto reducida su sanción en un año al colaborar efectivamente con la justicia (ahí están los registros en los domicilios y despachos de los dos doctores de la Universidad de Freiburg), no se le han caído los anillos al confesar que, siendo como era uno de los favoritos a la prueba CRI sub-23 de Plouay 2000, fue apartado a última hora porque pasaba ampliamente el 50% de hematocrito. Y también ha dicho que fue él -ojo a la autoría- el que se interesó por la EPO, al oir por todas partes sus efectos. Incluyendo el efecto contagio, ese del que nunca se habla. O sea, que de médicos nada: es la propia ambición del corredor la que empuja a doparse. Parece mentira que a estas alturas haya que recordar esto, pero es así. Los corredores son la pieza básica del dopaje, porque dan su consentimiento, muchas veces forzado por las estructuras mafiosas y de omertá que imperan en el ciclismo, desde Cocentaina hasta Livigno.

Al año siguiente de su debut con la praxis dopante, la joven estrella pasó a profesionales con el equipo de promesas de Mapei, ese donde se juntaban Eisel, Cancellara o Pozzato. El director era Matxín, otra joven promesa. Sinkewitz ha dicho que el dopaje era sistemático también ahí. Los muchos apologetas de Giorgio Squinzi (Cristiano Gatti sobre todos los demás) siempre han dicho que ideó ese equipo para hacer escapar a los mejores de las garras del dopaje, como si fuese una especie de Schindler o Giorgio Perlasca. Mentira, por supuesto. A finales de 2002 pasa al Quick Step, donde coincide con todos sus ídolos. Por cierto, es totalmente falso que, en contra de lo que publica el periodista agrafo de El Mundo, Sinkewitz coincidiese con Freire, ni en calendario ni en equipo, pero bueno: viendo la línea editorial de su periódico, como para decirle algo que no sea que en la base de Roswell se han encontrado indicios de algunos de los muchos escándalos con los que nos iluminan.

A partir de 2003, Sinkewitz fue feliz en el equipo belga. Buenos resultados, Bettini que le enseñaba cómo aplicarse los geles de testosterona -amenazado por el italiano, el alemán se ha desdicho- y esa babilla que le colgaba por la comisura de los labios. Después se estancó, y pasó a T-Mobile junto con Rogers, uno que le ha acompañado siempre, y que la UCI y todos los organismos insisten en salvar de la quema. Uno que, como los resultados no acaban de llegar, cualquier día lo vemos con el mismo protagonismo que Sinkewitz. A lo mejor para 2009, cuando volverá a la competición el simpático protagonista de hoy. No le quedarán muchos amigos, me temo. Ni siquiera de la juventud, esa donde empieza todo.
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"No han tenido nada que reprocharnos. Ni en el apartado económico, ni en el médico". ¡Pobre Aketza Peña! ¡Tan joven y ya tan olvidado!
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¿Jefe de filas? ¿En dónde? ¿De quien?

26 noviembre, 2007

Y el Predictor salió positivo

Cuando hace un año se confirmaba que el patrocinador principal de la clásica estructura belga Lotto iba a ser Predictor, el popular test de embarazo, el chiste estuvo en boca de todos. Sobre todo si, como finalmente ha ocurrido, había algún positivo. El belga Bjorn Leukemans será papá de una sanción de 2 años, por superar levemente la tasa de testosterona.

No estamos ante un caso como el de Kessler, con una tasa de 1:81, cuando el máximo legal permitido es 1:4; no, que va: el ciclista del Predictor solo tiene 1:5´7, casi un 50% más del valor más alto, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a las cifras de El Increíble Hulk y ahora nos parece poco una tasa de ese tipo. En el fondo, todos nos hemos acostumbrado a la aberración del dopaje.

Como es habitual, consuetudinario y hasta de norma, la cadena de explicaciones ofrecidas por el propio corredor entrarán a formar parte de la quijotesca antología del dopaje. Primero se habló de que contaba, nada menos que desde el año 2001, con un certificado médico (uno más) que justifica que tiene más testosterona que el anónimo ciudadando Pérez. Después el entolno dejó filtrar que, en el momento del control antidoping, nuestro protagonista estaba follando, y que por eso esas tasas: estaba como un búfalo, y claro...La explicación es francamente divertida: muchas veces los ciclistas oyen campanas y no saben donde, y tanto vale estar en plena acción fogosa como beber Jack Daniel´s, como lo han oído por ahí...Se han olvidado de que hay un test que permite diferenciar la testosterona exógena de la endógena y claro, cuando se lo recuerdan, vuelven a la primera excusa: es que tengo certificado.

Como la cosa parece bastante clara, vamos a recordar quien es Bjorn Leukemans. Es el clásico corredor belga. Empieza en equipos menores, sigue en equipos menores y, cuando ya no es jovencito, da el salto a un equipo de primera división. Es la historia de Van Petegem, por no irnos muy lejos. Sin ningún resultado destacable, ficha en 2005 por el Davitamon-Lotto. Queda entre los cinco primeros en dos etapas de P.V, séptimo en Amstel (y no hubo escapada, fue cuando ganó DiLuca) y también entre los primeros en una etapa de la primera semana del Giro. Renovado para 2006. Los resultados no son tan buenos, pero en 2007...acaba cuarto en la Paris-Roubaix, nada menos, y después entra decimotercero en el Campeonato del Mundo. El último de los mejores. Casualmente, el control en el que da positivo se efectua pocos días después de esa carrera, probablemente la de mejor rendimiento del corredor, incluso mejor que en Roubaix. Con 30 años, seguía mejorando en su carrera deportiva. Ahora ya sabemos el porqué.
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Don Desmayos sigue de homenaje en homenaje, en este caso en Chiclana, localidad vinculada históricamente con el ciclismo, como desde Marca no olvidan recordar. Hombre, yo hubiese hablado de las chirigotas, algo que pega más con el tono de la entrevista, pero me ha dejado francamente preocupado una respuesta del hombre con "una zona del cerebro especialmente sensible": preguntado por sus mayores rivales para el Tour 2008, además de los controles antidopaje, cita a "Evans, mi compañero Leipheimer, Kloden...". Curioso: a pesar de que Kloden sigue siendo un hombre de Astaná, para Contador no es un compañero de equipo. Esto solo puede significar dos cosas: 1)O bien se me ha pasado la noticia de que Kloden ha fichado por otro equipo 2) O que Contador le ha echado el ojo (en este caso, la ceja) y la salida de Kloden está más cerca de lo que creemos. Como ya se ha comentado anteriormente, es la opción más realista para este corredor (dos veces segundo en la carrera) y también para el bien de la competición.

El 15 de diciembre hay que cerrar los contratos ante la UCI, y ya están apareciendo informaciones de impagos, por parte de Astaná, desde septiembre. Estén atentos, que al final van a hacer espacio en la antigua estructura de Marc Bivier hasta a Ekimov.
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¡Si hablase de todo lo que sabe! Pero no es Jeff d´Hondt, que va. Ni se le parece: miente hasta en su currículum: "Estuve en Cofidis con Rominger, Armstrong, Fondriest, Julich"...hombre, con Armstrong...considerando que fue la temporada que estuvo con la quimioterapia...¡pero que bien queda citarlo!. Ahora está en el fútbol, donde hay menos sorpresas.

22 noviembre, 2007

Esta pasando, ahí mismo, hoy día

Debo la noticia de hoy a un lector de este blog. De otra forma hubiera sido imposible que una noticia provincial hubiese llegado a dominio público. Y eso que es, probablemente, el primer caso que se conoce de delito susceptible de ser sancionado por la virginal y cacareada Ley de Dopaje, que al año de su entrada en vigor sigue limpia y sin mácula. Sin embargo, esta noticia permanecerá en el olvido de los olvidos en los medios nacionales, qué menos que en el CSD, empeñado en demostrar que, mientras los otros países comieron la manzana del doping y fueron expulsados del Edén, en Iberia nuestros deportistas siguen retozando en el paraíso. El de la droga.

Aquí tienen el enlace. La noticia es del martes, aunque los hechos se remontan a la pasada semana. Lo dicho: el silencio. Resulta que en un enfermero de 25 años, contratado temporal en el hospital de referencia de Lleida, se dedicaba a sustraer EPO y albúmina (desde hace tiempo usada en asuntos de dopaje), que después ofertaba en foros de ciclismo al mejor postor. En la noticia se habla del "alto nivel de vida" que llevaba Eduardo S.F. No es para menos: las sustancias recuperadas en su detención costaban 3.000 euros al erario público, pero se calcula que las podía vender al cuadruple de su precio. Para detenerlo se tuvieron que desplazar Guardias Civiles desde Madrid, informados por el CSD. Las investigaciones comenzaron a mediados de octubre. Dicen que Eduardo S.F llevaba poco tiempo trabajando en el Hospital, información que contradice lo del "alto nivel de vida".

En el registro de su domilicio se encontraron partidas dispuestas a ser enviadas a España y Portugal. Si se aplicase la Ley de Dopaje, se deberían investigar esos domicilios. Porque digo yo que los destinatarios, igual que el remitente, tendrán un domilicio: no me imagino que en el sobre/paquete aparezca escrito "Agapito Gil, Debajo del Puente del Tajo S/N, Lisboa". No parece. Igual que no parece que uno que está contratado temporalmente y que aprovecha para sisar vaya a ser castigado. Lean, lean:

"Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al caso, Eduardo S.F. se incorporó con total normalidad al trabajo al día siguiente de su detención y al día de ayer continuaba en el mismo". Divertido, ¿verdad?. Pues venga, preparados para el remache: "ha trascendido que al joven detenido no se le ha abierto ningún expediente disciplinario por los hechos, ni se le ha apartado momentamentamente de sus funciones". Así estamos. Este fin de semana pasado Lissavetzky hacía de anfitrión en una conferencia mundial de dopaje, a sabiendas que un par de días antes el organismo que preside había informado a la Guardia Civil de un camello de drogas de doping. Y este sigue en su puesto, sin mayor preocupación que la citación judicial que le llegará.

Conociendo como funcionan las cosas en Cataluña, no sería de extrañar que este Eduardo S.F fuese un recomendado, o directamente un hereu, esa institución tan entrañable en la zona, y que a mí particularmente me enternece. De otra forma no se explica. En la noticia de EuropaPress se dice que era vecino de Lleida. La típica endogamía. Qué pena no saber los apellidos, para rastrear a los padres, seguramente médicos de profesión. Bah, da igual. Igual que no sabremos los clientes de este camello de provincias, que sisaba medicamentos que pagamos entre todos, y que están destinados a enfermos de cáncer. Si existiese algún tipo de justicia -divina, humana-, le caería un rayo y lo partiría en mil pedazos. O a Eduardo S.F le afectaría esa mismo mal y no tendría medicamentos con los que combartirlo.

Como eso no pasará, yo me hago eco de la noticia y a ver si alguno de los poderosos periodistas que trabajan en medios serios y no en este modestísimo blog tienen a bien hacerse eco. Ir a Lleida e investigar. Preguntar a la Guardia Civil sobre los deportistas-clientes. Bah, tampoco pasará. Lo siento, hoy no hay gracia final, sólo desencanto, cada vez más desencanto.

21 noviembre, 2007

El que nunca hace nada

Recuerden: este es un blog de ciclismo. Pero permitánme un pequeño excurso por otras tierras para volver a lo que a nosotros nos interesa. Sí, el de la foto es Raúl González Blanco, héroe de la clase obrera y patricia en España, futbolista lanzado al estrellato con 17 años, en 1994, y que a día de hoy cuenta con 30 años.

Nacido en la Colonia Marconi (uno de los muchos equivalentes madrileños a las 3.000 viviendas de Sevilla, el San Roque de Badalona, Santutxo de Bilbao en los ochenta y, en fin, cualquier barrio construido en el tardofranquismo para acumular en los arrabales más y más lumpen), supo vencer a su destino y erigirse como el estandarte del fútbol español.

Tras unos años muy brillantes, desde 2001 su carrera inició una trayectoria descendente. Con 24 años. Este hecho, que cualquier observador mínimamente imparcial podría ver, chocaba con la cruda realidad de verlo siempre de titular, tanto en su equipo (que compitió durante varios años con 10 jugadores) como en la Roja. Mareado en el area, parco en sus declaraciones, reservado en su vida (y fecunda) vida privada, se erigió entonces en un mito propio del mundo del toreo, muy hispano por otra parte: el Curro Romero del gol. Fue entonces cuando Manolo Lama le puso el epíteto de el que nunca hace nada, que aprovechaba para sacar cada vez que su ídolo empujaba el balón a la red, aunque sólo fuese diez veces por temporada, y eso que jugaba con Ronaldo, Zidane y demás.

Este año Raúl ha vuelto por do solía, que diría el Cid. Gana batallas después de muerto. Va con los mismos números goleadores que cuando era un muchachuelo. Y tiene 30 años. El lunes ABC publicaba que el secreto de su rendimiento, además de en su tesón, su casta, su clase, está en una cámara hipobárica que tiene instalada en su generoso chalet. Se une así a otros deportistas, que incluso posan como testimonial de las marcas que comercializan este producto, algunos de ellos ya sancionados por dopaje. La reacción de la prensa ha sido unánime: bah, no tiene importancia, lo importante es su entrega, que es español -eso hay que leerlo/escucharlo entre líneas- y que, en el fondo, la habitación esa de las narices no mejora tanto el rendimiento.

Pues miren, ese último punto es el único en el que estoy de acuerdo. La cámara hipobárica sirve para recrear las condiciones atmosféricas que se encuentran en altitud, estimulando la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, conlleva muchos sacrifios. Malestar en el sueño -que un deportista tendría que considerar, salvo Robinho-, separación de la pareja y un largo tiempo de maduración. Mucho mejor utilizar los atajos para obtener un hematocrito mucho más denso. Y el atajo, que todos conocemos, responde a tres letras.

La cámara hipobárica, por si alguien no se había dado cuenta, es una coartada. Permite justificar un hematocrito alto y decir que es "natural" o que "he estado dos semanas en Sierra Nevada (o Navacerrada)", cuando es bien sabido que con dosis de 500 unidades diarias de esa famosa sustancia se consigue lo mismo, y sin tantos sacrificios. Y ahora saco el ciclismo: este artículo lo tenía reservado para cuando su protagonista hablase fuera del tiesto. Sin embargo, el ganador de la Vuelta a Chiahuaha ha mantenido un escrupuloso silencio, lo que le honra y es de agradecer, pero la pieza viene que ni pintada para el tema de hoy.

Fíjense en la fecha, apenas 10 días antes de la Operación Puerto. Con que alegría se hablaba de todo. Hasta del alquiler de la casa, que ya tiene narices. De como duerme sin su mujer, todo por el sacrificio. Incluso de quien le vendío el instrumento, y por cuanto. O del perro que sustituyó a Goku, también con nombre de anime japonés. Es de una inocencia pasmosa, y no lo digo sólo por el periodista o el ciclista, sino también por los lectores que comíamos con esa mandanga y ¡ojito! el que dijese algo fuera de tono, que-se-yo, un el que juega con fuego se quema, por ejemplo. Mancebo también era un el que nunca hace nada, hasta el punto que le molestó que su amiguísimo Arribas le llamase el increíble hombre invisible, que viene a ser lo mismo. Poco después descubrimos que sí hacía cosas, y bastantes.

Bueno, pues todo eso lo está pasando Raúl González Blanco, la diferencia es que lo que se ha escrito sobre el no lleva esta frase de "la cámara logra efectos parecidos a la EPO, pero de forma legal... De momento". Y tan parecidos. Te permite estar en niveles de hematocrito sospechosamente alto durante mucho más tiempo. Y como en el fútbol no hay controles, porque cuando se les ocurrió hacerlos salieron positivos en equipos de todo tipo y pelaje, pues así estamos. El que nunca hace nada ha tenido tiempo de convertir una habitación de su espaciosa casa en una cámara hipobárica. Ya es algo, ¿no?. Por lo menos la noticia de Raúl, que no tendrá mayores consecuencias, ha servido para desvelar uno de los mayores secretos del raulismo, lo más parecido a la iglesia maradoniana que existe en el continente: se besa el anillo tras cada gol por los sacrificios de su prolífica mujer, y se golpea el pecho -en la foto- para evitar que el engrudo que circula por sus venas se quede quieto, con los riesgos que conlleva.
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"Deshuesar Guijuelos da menos problemas". Que duda cabe: no tienes que llevar una doble contabilidad de lo que debes al hemodruida, deducir de tu sueldo lo que te van a costar las drogas de la temporada, o viajar a Madrid para realizar hemotransfusiones. Pero de ahí a que no tenga riesgos....al final, todo se reduce a la sangre: la del corte con el cuchillo jamonero, o la de criogenizar.

20 noviembre, 2007

El certificado médico de Contador

Estos últimos días se ha celebrado en Madrid la tercera conferencia mundial sobre el dopaje. Considerando que la primera fue en 1999, no se puede calificar de periódica. El espectáculo ha estado a la altura de la capital de España: no los 660 metros sobre el nivel del mar en Alicante medidos en la estación de Atocha, sino de la ciudad de la zarzuela, la Villa y Corte que, casualidades de la vida, también es donde está Zurbano,93, Caídos de la División Azul y demás pisos-patera para extracciones de sangre.

Vamos, como si una conferencia para combatir el blanqueo de dinero se celebra en las Islas Caimán.

Este hecho, muy presente en todos los delegados extranjeros, ha pasado de puntillas en la prensa nacional, en su enésima posición de enroque sobre temas de dopaje. Los considerables avances logrados este fin de semana han suscitado no pocas suspicacias entre nuestros escribas de nómina y rancho. Particularmente, el certificado médico que establecerá unos valores de oscilación normales para diversos parámetros, y que si estos se salen de lo establecido, se considerará positivo. También hay otro aspecto muy importante, para mí el más fundamental: en caso de positivo, la carga de demostrar la inocencia recaerá en el corredor. En el tema del dopaje se había llegado a un paroxismo tal que, tergiversando lo de "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario", si uno era encontrado culpable, eran las autoridades las que tenían que demostrar que era culpable hasta tres o cuatro veces.

Pero no todo van a ser alegrías. Les explico el titular, la foto y el protagonista. Aquejado de una rara malformación congénita llamada cavernoma cerebral, tal dolencia no ha sido óbice para que Alberto Contador ganase el Tour de Francia en su segunda participación. Y eso que la extirpación de su pequeño legado de la naturaleza le dejase como consecuencia una cierta propensión a la epilepsia, tan leve que se le puede calificar cariñosamente como Don Desmayos. Esa dolencia recibe un tratamiento periódico, para lo cual este corredor cuenta con un certificado médico. Y mientras corredores como Contador cuenten con un certificado médico por una afección que les debería incluso impedir competir en cualquier deporte, ninguna medida contra el dopaje será efectiva.

Es bien conocida la lista de asmáticos en el pelotón, que incluye desde ganadores del Tour (Pereiro) hasta proyectos de muñeco roto (De la Fuente), eso sin contar los de testosterona alta (Mayo, Landaluze) o los de hematocrito naturalmente alto (Cunego) o, simplemente, caprichoso (Riccó). Estaría bien que la UCI, en su política de transparencia que le ha llevado a publicar la lista de corredores inmersos en controles sistemáticos por dopaje, incluyese también a los que cuentan con bulas médicas: ahora vendrán los defensores de los derechos individuales diciendo que eso es un ultraje. Ya. La solución es fácil: que no se diga que dolencia tienen (estoy seguro de que hay certificado hasta para la caspa), sólo que cuentan con bula en los controles. Como Contador.

El tema desató no poca polémica en su tiempo, cuando Contador se aprestaba a realizar el butrón del verano. Desde luego, no en gente como Antonio Alix, que se colgaba medallas a la manera soviética, diciendo que el ya había anunciado la progresión de Don Desmayos cuando era prácticamente un zigoto. Le importaba un carajo la filiación deportiva de su ídolo, el código A.C en los papeles de la Operación Puerto, el hecho de que dos meses antes era el gregario de Basso y, en resumen, cualquier aproximación objetiva al fenómeno de Barcarrota-Pinto. Lo importante es que iba a ganar, y el fin justifica los medios en las sociedades mezquinas, que menos en sus ciudadanos más militantes. Y como a él, a todos sus seguidores, que amenazaron con graves consecuencias a todo aquel que afirmase que el corredor que entra en meta a pistoletazos corre con certificado médico.

Señor Juez, lea conmigo: el 23 de agosto de 2007 Carlos Arribas, que por entonces estaba en Japón cubriendo los Campeonatos del Mundo de atletismo y, supongo, comiendo sushi y hamburguesa de Kobe, dejó para la publicación un reportaje sobre Alberto Contador. Salió en EPS, la revista de esparcimiento que justifica el sobreprecio de los domingos en El País, para el que quiera comprarlo. Salió en portada. Leánlo. Está concebido para el tono de la revista, para leer en el hogar, disfrutando del calor familiar, y por eso está lleno de historias de superación personal, tesón y constancia, amén del amigo fiel (guau, guau). Nada nuevo: ni en el protagonista ni en la ñoñería imperante, salvo por un detalle. Este párrafo:

"Pocos días después de la comida en Aranda, en su última carrera con el Liberty, Contador sufre un ataque epiléptico después de una etapa de la Vuelta a Burgos. De nuevo, la bruma; de nuevo, Contador. Cabezota, peleón, rebelde. La cicatriz interna de su operación ha creado una zona hipersensible en su cerebro, más propicia a los ataques epilépticos. Contador debe tomar diariamente medicación para prevenir los ataques y visitar regularmente a un neurólogo. Otro handicap para su rendimiento. Otra valla de la que no quiere hablar. "No tiene sentido tocar ese tema", dice. "Es abrir otra puerta de mi intimidad que alguien puede aprovechar". Pedro Celaya, médico del Discovery y confidente de Contador, tampoco quiere hablar del asunto. "Sólo puedo decir que la única obsesión de Alberto es no hacer nada raro con su salud", dice Celaya. "Tiene muy presente lo del hospital"."

"Debe tomar diariamente medicación", eso sí, "para prevenir". Desde luego, no parece que haya producido "otro handicap para su rendimiento". En fin, que cada uno saque sus conclusiones: la principal de ellas, que no soy yo el que digo que Contador corre con certificado médico. Lo dicen hasta sus amigos y muleteros. La que yo saco es que ninguna medida contra el dopaje será efectiva mientras circulen los certificados médicos por exenciones cada vez más difíciles de justificar. Si eres epiléptico, no puedes competir en un deporte profesional. De sentido común.
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El último párrafo suena a sentencia. Y lo dice el que siempre le ha exculpado ("Están todos menos Valverde")
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"¿Cómo ve...?", "¿Cómo ve...?" y "¿Cómo ve...?". Para verlo como Urraburu, hay que ponerse gafas de eso, de burro.
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Lo que podría ser el titular de una novela de la serie La sonrisa vertical se convierte en un desmedido elogio a una figura que no concitaba posiciones tan enfrentadas desde los tiempos de Fernando VII. Hay muchos compañeros del pelotón que también la utilizan-utilizaban: casi todos han caído por cuestiones de dopaje. Será que no era suficiente y siempre había que recurrir a El Pico, esa película de Eloy de la Iglesia.