![]() |
Cutre y arremangado |
Ayer Andy Schleck se prestó a una modesta ceremonia -eso sí, retransmitida por la tele pública luxemburguesa- en el casino de su localidad natal, donde fue imbuido con un maillot amarillo de líder del Tour de Francia en versión manga larga.
De la copa de cerámica de Sevres que se da al ganador, o el más popular león de Credit Lyon, no se supo nada. En teoría, ese maillot amarillo de manga larga simbolizaba el Tour de Francia 2010 que ha ganado Andy Schleck.
El corredor luxemburgués estuvo rodeado del responsable de deportes de su país y muchísimos políticos, su hermano y familiares, así como Proudhomme y Bernard Hinault. También estaban Bruyneel y Kim Andersen. Daba la impresión de que la ceremonia no le gustaba mucho: ni una sonrisa, y no es para menos. Tuvo que firmar en una botella de champán gigante, y después cortar una tarta con forma de maillot amarillo. Como decía, la ceremonia se hizo en un casino.
Como en la mayor parte de las bodas, con las que compartió cutrez y emociones, la ceremonia no se hizo en connivencia con el supuesto protagonista, sino por interés de los organizadores del Tour y las autoridades de Luxemburgo, deseosas de sumar un mérito al pequeño país. Seguramente Andy Schleck no quería la ceremonia: es la ley de omertà del ciclismo, de no considerar como propio un triunfo cuando llega de esta manera. Esa misma ley que Andy supo interpretar muy bien cuando no reclamó la Flecha Valona de 2009, esa que robó un Rebellin a la que nunca quitaron sus triunfos conseguidos tras el positivazo de los JJ.OO de Pekín 2008. Como si le sobrase palmarés.
¿Y por qué esta fecha? En el Giro, que han hecho algo parecido con Scarponi -y todo por haber invitado a Contador en 2011, ¡gracias Zomegnan!-, lo hicieron de manera más discreta, aprovechando el día anterior al inicio del Giro de esta año; vamos, en Dinamarca, con los medios centrados en otras cosas (favoritos, recorridos), sin estrado -ni casino-, sin políticos, sin directores deportivos actuales y que no tienen nada que ver con aquel triunfo.
Los italianos lo saben hace mejor en estas cosas: cuando se necesita solemnidad, final en Roma a la altura del Coliseo; cuando se necesita discreción, un par de fotos y un breve en el periódico. Ya les digo que en el espectáculo montado ayer en Luxemburgo -¡y con tele en directo!- influye mucho que es un pequeño país con pocos referentes de cultura popular a los que anclarse.
Ha sido un ejemplo poco edificante. Sin lugar a dudas, Andy Schleck es el ganador de ese Tour, y siempre lo será. El problema son las ceremonias -reescrituras- para certificar eso: no hacen falta nunca. Para bien de este deporte, es mejor borrar al descalificado de los libros de registro -como se ha hecho- y no intentar pasar al nuevo campeón como el campeón también en primera instancia.
"Marca hace justicia", "te debía"... |
¡Cómo si la entrega original no hubiese tenido ya todos esos elementos! En Madrid, en octubre con la temporada acabada -los focos lejos del ciclismo, por tanto-, en el Consejo Superior de Deportes y porque ¡lo había pedido el propio Pereiro!, no porque los organizadores del Tour quisiesen. Como dijo el propio Pereiro, "ahora ya puedo chulear". Más, si cabe.
En fin. Como les decía, este tipo de ceremonias no tienen que realizarse nunca: ni discretas, ni públicas, ni cutres, ni de casino. Nunca. Pasó lo que pasó y el ciclismo debería reconocer esos incidentes como lo que son, no como una posibilidad de reescribir la historia: ganó un dopado, y no tiene que doler nada reconocerlo.
No se tienen que realizar nunca porque son el momento perfecto para reescribir lo sucedido. Hacer como si nada hubiese pasado. Miren sino lo que dijo Proudhomme ayer mismo: "este maillot amarillo del Tour 2010 es para mí algo indisociable de su ataque de 2011 en Casse Deserte (el Izoard, había atacado bastante antes)".
No, no, no es eso: ese maillot amarillo es de Andy Schleck porque quedó segundo en aquel Tour y el primero dio positivo. Su espléndido ataque de 2011 y la victoria en el Galibier son algo diferente: maravilloso, pero que no le dieron el Tour, porque igual de maravillosa fue la defensa de Cadel Evans. Que el organizador de la carrera intente hacer un 2 x 1 bastante patán para justificar la ceremonia de entrega a un corredor que lleva tres segundos puestos consecutivos en el Tour de un primer puesto es bastante indicativo de por qué se deben evitar este tipo de espectáculos. Por el bien del ciclismo, si es que alguien todavía piensa en él. Por cierto, hoy empieza el Tour de Luxemburgo, que organiza la misma empresa que posee el Tour. Casualidades. Simple azar, como en el casino.
***
Noticias sobre Mauricio Soler, que vuelve de visita a la clínica donde se recuperó tras su brutal caída de hace casi un año.
***
Al parecer, Paolo Bettini, esa gran persona -de sí mismo- que dirige los destinos de la nacional italiana, ya tiene su "cinco" para los JJ.OO de Londres: Nibali -que también haría la crono-, Viviani, Pozzato, Trentin y su el amigo Paolini. No parece un mal equipo -gente que sabe meterse en escapadas y trabajar-, joven y compensado, y desde luego mucho mejor que el de Copenhague 2011, aquel engendro con Bennati, Modolo y la burra Francis. Eso sí, yo sólo veo con medalla a Nibali -si consigue escaparse- o a Pozzato -si consigue que los demás se caigan-, al resto...pues como que no los veo en la tesitura. Por cierto, la rata toscana que es Bettini aprovecha para dejar un recado a Cunego, un corredor que en las dos últimas temporadas sólo puede encandilar al aficionado: "estoy harto de la gente acomodada". Pues a ver a quien lleva a Valkenburg 2012....
Pues a Nibali, claro. Y eso que a Cunego el circuito le va de perlas. Podría llevar a Nibali y a Cunego, pero después del recadito que ha dejado al veronés no parece una opción. El problema es que Bettini quiere que Nibali haga la Vuelta y el Liquigas -el segundo patrocinador en Cannondale- quiere que vaya al Tour de Utah y el Tour de Colorado. Nibali, que ya está yendo del convento -dicen que al Astaná: craso error- ha dicho de su actual equipo que "nunca tienen en cuenta la opinión del corredor". Estas cosas suelen acabar mal.
***
¿Y esto para qué sirve? Probablemente para evadir impuestos.
***
Si lo hacen en China -pero holandeses, ojo- también valdría para aquí. Quizás un poco más grande. Como idea está muy bien.