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26 mayo, 2013

Un Giro de Italia pésimo

E un grande Giro d´Italia
A este Giro de Italia 2013 le ha sobrado toda la última semana, carente de sentido en cuanto Wiggins se retiró de la carrera. Evidentemente, es una circunstancia que no compete a los organizadores, que sólo habían podido atrapar -y no es poco- al vigente campeón del Tour. Desaparecido este, desapareció la carrera.

También están las adversas circunstancias climatológicas, de las que su medio de propaganda habitual les habrá dado buena cuenta: ahí los organizadores si que tienen la culpa, dado que insistieron mucho en que el Giro se disputase una semana antes de su fecha, igual que insistieron en que la Sanremo pasase de sábado a domingo.

Estamos a finales de mayo y dentro de una semana toda esa nieve que ha dejado uno de los peores Giros que se recuerdan será agua: una sola semana. Sin embargo, los organizadores dirán que todo ha sido imprevisible (hasta 12 horas antes daban la murga sobre poder disputar íntegramente etapas que coronaba puertos a más de 2.000 metros de altura) y que bastante hemos tenido. Y en esto último tienen razón.

Nibali ganó la cronoescalada molto pedalabile de Monte Polsa, sacando una diferencias muy notables para los escasos 20 km. El segundo fue Samuel Sánchez, que vendió su enésimo segundo puesto como siempre: se quedó a 58". El tercero, el joven Damiano Caruso (es de la nueva generación, pero ya viene dopado, algo de lo que el asturiano también le podría decir mucho) se quedó a 1´20", la distancia en la que se repartieron el resto de corredores, en una dispersión media realmente restringida. Basta ver esto para comprender que Nibali no ha tenido rival y todo ha sido una pantomima.

El sábado se anuló por completo la etapa, pero el mundo ciclista ganó cuota mediática por la vía que mejor sabe: la del dopaje. Se dio la circunstancia adversa de una etapa anulada y el positivo reincidente de un corredor relativamente conocido incluso fuera de los círculos del ciclismo. Era primera hora y, mientras algunos estaban con el tam-tam de etapa anulada (que bien podrían haber hecho 48 horas antes), el periodista lacayo y servil de la Gazzetta Pier Bergonzi anunciaba que Di Luca había dado positivo.

Fue el 29 de abril, pocos días antes del comienzo del Giro y justo después del Giro de Toscana. Merece la pena detenerse en el caso: Di Luca, un politoxicómano muy conocido, cumplió su sanción por dopaje y volvió al ciclismo ya en el lejano 2011, curiosamente en el Katusha, un equipo con querencia hacia corredores de sus características.

Este año estaba sin contrato y fue fichado por el Vini Fantini poco antes del Giro, carrera en la que tomó la salida con ¡sólo dos días de competición! en las piernas; empero, estaba siendo uno de los animadores de la carrera en el equipo animador, papel que este año han desempeñado los del maillot amarillo flúor (antes se llamaba surfer) para goce de aficionados y el organizador, el indolente Michelle Acquarone.

Di Luca era el compañero de Santambrogio, que ha ido de más a menos en la carrera, pero con su etapita; ha atacado en innumerables ocasiones, estando a punto de ganar en la etapa que ganó Battaglin y, ¿por qué irse tan lejos?, décimo en la cronoescalada de Monte Polsa y, el día anterior, propició el ataque al que se enganchó Visconti para ganar su segunda etapa.

Nadie dijo nada entonces, pero en el momento en que ha sido cazado ha recibido los vilipendios habituales del pelotón y la famiglia ciclista, incluyendo Lance Armstrong, lo que es directamente un paroxismo. La misma famiglia que acoje, sin ir más lejos, a Scarponi, que acaba cuarto este Giro y que también ha estado en dos ocasiones vinculado al dopaje, sin dar positivo en ninguna.

¿Y el equipo? El director, el antiguo esclavo de dopados Scinto, dijo que le habían impuesto al corredor -y buen uso que sacó de él, hace cuatro días criticaba en la Gazzetta que Garzelli no hubiese tirado de Santambrogio en la etapa de Ivrea, y elogiaba a Di Luca- y que no sabía nada (claro, por eso lo lleva al Giro con dos días de competición, descartando a uno de esos jóvenes que dice proteger en su equipo), de la misma forma que parece perfectamente lógico que el equipo monte bicicletas Cipollini: porque esto es ciclismo, y está siempre cambiando.

Por supuesto, Di Luca fue despedido por su famiglia como un representante de un ciclismo que ya no existe. Sin ir más lejos, el sábado el organizador se empeñó en subir a Lavaredo, a pesar de los avisos de tormenta de nieve, y ahí que les cayó encima a los ciclistas, que no tuvieron el coraje de plantarse y decir que eso era ridículo.

Nibali se fue sólo a 3 km. de meta en la subida mítica, para ganar bajo la ventisca y recibir la redoblada dosis de propaganda de los organizadores sobre el ciclismo, que lo del día anterior (todo la jornada los medios ocupados con el positivo de Di Luca) no lo era y che coraggio, che bel ragazzo, questo e il vero ciclismo, evviva l´Italia.

No necesitaba atacar, pero lo hizo: para machacar a sus comparsas, porque es difícil llamar rivales a lo que ha tenido Nibali enfrente. Curiosamente, y como buen símbolo del ciclismo que cambia, Nibali recorrió los empinadísimos últimos 3´65  km. de Lavaredo 5" mejor que Di Luca en 2007, la anterior ocasión que la carrera había llegado por esa zona.

Fue una etapa curiosa: Di Luca estaba ganando ese Giro pero como se fue por delante un desatado y dopadísimo Mazzoleni, no le quedó otra cosa que perseguir desde detrás y bueno, subió como una moto. En el control antidopaje, que pasó como líder de la carrera, sus valores de orina fueron los de un recién nacido, algo indicativo de trampa y manipulación. Acabando la temporada fue sancionado y no pudo disputar el Giro de Lombardía, perdiendo el ProTour ante Cadel Evans.

Es evidente que Di Luca compitió toda su vida deportiva completamente dopado, incluyendo ese 2007 portentoso. Bien, pues según los datos de @ammatiipyoraily, ese tramo final de Lavaredo al 12´65% de pendiente media y subida vertical de 449 metros lo hizo Nibali 5" mejor. Nevando y con ventisca. Será que había podido descansar muy bien el día anterior. 

Por detrás se hicieron fuertes una cohorte de colombianos: segundo Duarte, tercero Urán y cuarto Betancur, otro que ha tenido a un Di Luca en el equipo. Cada uno con sus intereses: el primero, la etapa; el segundo, conseguir ser segundo; y el tercero, evitar ser otra vez segundo y conseguir el liderato de los jóvenes, esos que están cambiando el ciclismo. Todos quedaron contentos con su resultado. También el organizador. 

Un Giro de tan baja calidad como este tuvo su colofón final en Brescia, un barrio con personalidad de Milán, aunque sea municipio y provincia. Es lo que más se adecuaba a la carrera. Ni fastos ni belleza, eso último que nos queda con el Giro. Uno de los peores finales de carrera que se recuerdan. Este Giro ha sido muy similar al de 2001.

Simoni no tuvo rivales y Olano acabó segundo porque se anuló una etapa de montaña -y no por mal tiempo, sino por una redada policial donde los corredores saltaban de las ventanas de los hoteles tras ver que las drogas se quedaban atascadas en el baño- y Osa tercero con las ganas de ser segundo y pagar el bonus de rendimiento a Eufemiano Fuentes. Fue uno de los peores Giros de la historia, pero este no va a la zaga. 

Segundo ha sido Urán, que empezó la carrera de gregario y en una etapa perdió minuto y medio por esperar a Wiggins; el gregario queda segundo: saquen ustedes las conclusiones. Es el primer colombiano que sube al podio del Giro, e incluso ganó una etapa, cosa rara en un corredor con cuatro victorias de profesional. Peor aún ha sido el tercero: Evans con 36 años y simplemente por aguantar. De haberse disputado la etapa del sábado se hubiese caído del cajón, pero ahí esta: como un moderno Olano. Encima dice que un problema mecánico le afectó en Lavaredo, la típica excusa que pone siempre. 

Cuarto Scarponi, ya comentado anteriormente, quinto Betancur (y con un compañero positivo, además de tres segundos puestos en etapas), sexto Niemiec -gregario polaco de Scarponi-, séptimo su compatriota Majka, octavo Intxausti, noveno Santambrogio y décimo Pozzovivo, compañero de Betancur.  Ha sido un Giro penoso en cuanto a la general. 

Las etapas, individualmente consideradas y siempre que no fuesen las de montaña, han sido divertidas y disputadas, pero no ocultan que Cavendish se ha llevado cinco -ha ganado todos los sprints que ha disputado- y la regularidad. Y la montaña, Pirazzi. Ha sido un Giro horrible, el segundo conquistado por Astana tras el de 2008: por entonces corrió Alberto Contador ayudado por Gusev, Colom y Kloden. Venía de la playa. Nibali viene de cinco meses entrenando en el Teide, hasta el punto che non vedeva la sua mamma (y eso para un italiano es muy grave) da Natale

Este es el nivel: la playa, el Teide, el ciclismo que cambia y un ganador que fue compañero de Di Luca tres años, entre 2006 y 2008, y gregario vital en el Giro ganado por Il Killer en 2007. Evidentemente, ningún medio de propaganda ha dicho eso durante estos últimos días. Nibali es otro de esos heraldos del nuevo ciclismo que corre para el equipo de Vinokourov el que compra carreras. En este deporte es todo muy creíble, pero lo único cierto es que por fin ha acabado este espanto de carrera.
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¿Se acuerdan de la merienda de negros en la AEA? Ya se ha perpetrado. Tienen colgadas todas las sesiones aquí, en principio eran los vídeos en bruto, pero ya han dicho que los van a editar. Si tienen tiempo y paciencia, cosa que yo no he tenido, pueden ver a toda prisa la de "periodistas", con una desatada Ana Muñoz Merino en la sesión de preguntas.
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Pequeñas vueltas para contrarrelojistas: en Baviera gana Malori -como venía anunciando su neodirector Matxín varios días antes- y en Bélgica Tony Martin. Las últimas etapas (las primeras se las repartieron esos pedazo de ciclistas que son Greipel y Ciolek, o algo peor) fueron para Haussler y SMS Sánchez, por lo que se demuestra que el ciclismo está cambiando mucho.  
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Les vengo avisando desde hace tiempo de lo cutre que será el Mundial 2014 y su preámbulo en forma de nacionales en Bembibre, este mismo año. Es una cuestión de simple sinestesia con el sitio donde se van a desarrollar. Aquí, el cartel oficial del magno evento, que costará a cada uno de los habitantes del feísimo pueblo minero 10 euros, susceptibles de ir subiendo, como en todos los eventos deportivos. "Rentabilidad asegurada": desde luego, en el cartel han ahorrado por la vía rápida. Y miren como era la primera versión

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Tenis y dopaje, donde un tenista de segunda fila respalda a Rochus y dice que había tenis en la Operación Puerto, y añade que tiene la lista de clientes de Fuentes....menudo cretino....aunque está muy bien lo que dice sobre Mariano Puerta, aquel argentino que llegó a la final de Roland Garros 2005 completamente dopado y sin haber hecho nunca nada en su vida. En la final cayó derrotado ante un jugador de 18 años llamado Rafael Nadal, que iba a pan y agua.

23 mayo, 2013

Ferrari el desbloqueador

Año 1993
Gran, gran Giro de Italia por sus etapas individualmente consideradas, especialmente las siempre mal llamadas intrascendentes. No ha fallado ninguna, al revés que las etapas de montaña, sin ataques y horriblemente mutiladas.

Ayer otros 215 km. y más de 5 horas encima de la bici, para un final vibrante y muy bien diseñado por las colinas en torno a Vicenza. Escapada del día consentida que es devorada al poco de coger una carretera estrechísima y predilecta por las auténticas hordas de cicloturistas que viven por la zona.

A los ciclistas les esperaba una subida corta pero muy dura antes de encarar una peligrosísima bajada -de haberlo necesitado, Nibali tenía terreno de sobra para una emboscada, pero está ganando el Giro sin ningún ataque, y quizás sin ninguna etapa-, y los primeros en atacar fueron la extraña pareja del Fantini Proni y Di Luca, el primero impulsando al segundo.

Enlazó con Rubiano, que venía de la fuga, y poco después saltó desde el pelotón, y con km y medio de subida todavía por delante, Giovanni Visconti. Parecía algo increíble: el supuesto héroe del Galibier volvía a intentarlo. Era un terreno mucho más propicio para sus características, pero ese propiciamiento no le había servido en todas sus anteriores campañas como profesional, donde jamás se vio en una tan franca.

Ya lo dijo en meta del Galibier, mientras gimoteaba lastimosamente en una actitud que ya vimos en Enmanuelle Sella en el Giro 2008: "de esta victoria saldrá un nuevo ciclista", que la montaña le había resucitado cuando deja a todos los ciclistas agotados ¿Jalabert? ¿tan pronto? Parece que sí. El pelotón fue incapaz de recortar la ventaja de Visconti, que durante los 12 km. a meta tras acabar el descenso mantuvo inalterados unos escasos 23".

A 3 km. de meta, y viendo como pedaleaba, la victoria era suya. En solitario, "la primera victoria de mi segunda carrera", el corredor siciliano dejó nuevas perlas en meta, porque se puso muy nervioso cuando le recordaron su sanción por dopaje por visitar a Ferrari. Curiosamente, cuando ganó en el Galibier, ni la RAI ni ninguno de los periodistas recordaron el suceso: simplemente había pasado una depresión durante el invierno, que fue cuando cumplió el castigo.

No ha mejorado mucho el discurso con su segunda victoria en tres días de competición: ahora dicen que tenía un "bloqueo mental", que este se ha "desbloqueado" y que este es el auténtico Visconti. Que incluso abandonó en el pasado Giro por el famoso "bloqueo", algo que curiosamente también tenía Mancebo, otro que abandonó en la Vuelta 2001 por la misma explicación.

No tendrá nada que ver, no, pero el Movistar -ha ganado las últimas tres etapas del Giro- ya ganó con la encarnación de Banesto tres etapas seguidas en aquella Vuelta del Mancebo bloqueado, concretamente a cargo de Santi Blanco y tres seguidas de Jose María Jiménez, notable cliente de Eufemiano Fuentes que no tardó en diñarla.

A Visconti lo lleva(ba) Ferrari, el médico que no necesita presentación. Un médico especialista en transformar burros en caballos de carreras, superando cualquier tipo de bloqueos, incluso los legales o los de Hipócrates. A pesar de la sanción impuesta al ciclista, el Movistar lo ha mantenido en plantilla, idéntica actitud que la disfrutada por Valverde o Rui Costa. "Lo importante es dar ejemplo", dijo Luis Abril en la presentación del patrocinador. Así se da ejemplo: manteniendo el contrato a dopados.

Ahora dicen que la empresa de telecomunicaciones va a ampliar el contrato hasta 2015, cuando acababa este año. Cuatro victorias de etapa en un país donde no operan como marca -aunque tienen intereses en Telecom Italia- lo justifican. También esa actitud ética. Hasta Visconti se fue de su rueda de prensa matizando sus palabras: que vale, que los periodistas tienen derecho a preguntar por su relación con Ferrari, pero que ya ha pagado y que pelillos a la mar.

Sin embargo, si con Ferrari no andaba ni para atrás, ¿ahora gana estas dos etapas en el Giro porque se ha desbloqueado? ¿Qué tipo de patraña es esta? La del ciclismo, donde un ciclista consigue yendo supuestamente limpio lo que no conseguía yendo dopado. El mundo al revés. Juanjo Cobo es otro ciclista con bloqueos mentales y compañero de Visconti, pero este cuando se desbloquea gana una Vuelta a España o la etapa reina del Tour, o sea que atención al desbarajuste mental que hay en la casa navarra.

A lo mejor dentro de Visconti habita un potencial ganador de grandes vueltas: recuerden que no fue una pesadilla, ha ganado en el Galibier. Jalabert también empezó así. Cobo le puede dar lecciones. Además, sabemos lo que es capaz de hacer Ferrari con sus clientes: en la foto de hoy pueden ver a uno de sus percherones más logrados.

De ganar carreras de una semana y alguna clásica, el médico más famoso del deporte hizo del suizo Tony Rominger un ganador de grandes vueltas: a partir de 1992, cuando consiguió su primera Vuelta sin haber acabado entre los diez primeros en carrera equivalente, ganó una al año hasta 1995, entre otros éxitos. Tampoco hará falta recordar lo que hizo con el cowboy americano, que era básicamente como Rominger. Por todo eso, auguro un gran futuro a Visconti en el nuevo ciclismo: el dice que ya ha pagado, ahora nos quiere hacer seguir pagando a los demás.
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Navardauskas, que está que se sale -el día anterior siempre escapado, y si no se llegan a ir tres por delante hubiese ganado, porque fue el más rápido de los perseguidores- se marcó un sprint de aupa y lo celebró creyendo haber ganado, porque no se había enterado que Visconti iba todavía por delante. 
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Abortada la salida de la Vuelta 2015 desde Holanda, donde pretendían hacer una cuarta parte de la carrera, convirtiendo la Vuelta en una carrera de dos semanas. En Holanda se han olido el butrón y han cortado por lo sano, porque las provincias que iban a aflojar la güita se han ido cayendo sucesivamente, hasta la espantá total. Seguro que Guillén, que es un gran gestor y ama el ciclismo (por eso la Vuelta de este año tiene 11 finales en alto) está ahora pergeñando una nueva y espectacular edición de la Vuelta 2015, quizás con 12 finales en alto.
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Probenecid, sobre su positivo por ídem: " Una comida contaminada con alguna cosa o una caza de brujas como algunos decían. No entendía nada. Hasta que me dicen que era un producto que no era ni positivo y entonces ya me sentía indignado en esa caza de brujas en que algunos insistían(...) Afortunadamente todo se aclaró, salió toda la verdad y tuvieron que despedir al director y al segundo del Tour".
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(relacionado con lo anterior) El presidente de la federación francesa de ciclismo, a favor de penas de cárcel para los deportistas dopados.
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(relacionado con todo lo anterior) Sanciones de por vida ya a todos los dopados.

22 mayo, 2013

La persecución política contra Marta Domínguez llega a la IAAF

Paseando al perro en Palencia
Decidí no tratar más el tema de la Operación Galgo en enero de 2011, cuando aún estaba calentita. La Guardia Civil, desesperada, había filtrado que entre las bolsas de la Operación Puerto había una de Marta Domínguez, y poco después -en medio de las vacaciones- El Mundo, que ya es decir, atribuía el apodo Urco a puro coraje.

Era todo muy sucio, y se explicó en su momento. Como veían que se les escapaba la galga, la maquinaria del Estado -y ahí también se incluye a la prensa afecta, que es toda la impresa- había emprendido una caza ad personam en la que nos les importaba: a) dejar en evidencia a los colegas que llevaron la O.P b) recurrir a supuestas nuevas pruebas, ya disponibles cinco años antes c)lo que fuese menester d)negar toda la sucesión de hechos

Lo de siempre. Incluso durante el juicio-farsa de la O.P, Arribas -que se quedó muy tocado con el tema, a Contador y Valverde jamás les hizo una persecución del género- volvió a las andadas publicando un documento donde se veía que Marta Domínguez, por entonces 21 años, había acudido ya en 1997 a la consulta de Eufemiano Fuentes, para que hiciese de ella algo.

Curiosa epopeya vital la de la palentina, que de joven iba a entrenar a Venta de Baños a una pista de atletismo que básicamente sigue siendo la misma que había en los ochenta (esos aros olímpicos metálicos y oxidados en la entrada, esa Castilla profunda) y donde ni siquiera era de las mejores. Es que era de desarrollo tardío, por eso con 21 años se puso en manos del más famoso médico dopador.

El mismo Arribas publica hoy una exclusiva, redactada de manera muy neutra, donde explica que la atleta ha caído gracias al pasaporte biológico, concretamente por el primer valor registrado en el mismo: el que arrojó en Berlín 2009, después de ganar los 3.000 obstáculos. La fecha, como siempre, es lo más interesante. Por lo que se puede inferir a partir de.

Era el 18 de agosto de aquel año. Tres años después de la Operación Puerto donde, recuerden, sólo había ciclismo; después resulta que también había atletismo, y lo sabían desde el principio. También sabían que estaba Marta Domínguez, porque entre los papeles incautados, además de la tabla de planificación de dopaje, también había documentos donde aparecían números de teléfono de personas de su entorno. Hasta el Guardia Civil gallego, dentro de sus destrezas básicas, lo podía saber.

Tambíen era la época en la que se suponía -pero nadie fue a comprobarlo- que Eufemiano Fuentes vivía alejado del mundo deportivo, escarmentado suficientemente por haber pasado tres noches en el trullo cuando la redada de la Operación Puerto. Esta bien recordarlo: un hombre que jamás sintió que hiciese nada punible, dejaba por voluntad propia de ingresar cientos de miles de euros al año totalmente limpios a cobrar la peonada de un médico de cabecera en un ambulatorio canario. Todo muy de sentido común, como siempre en este caso Puerto-Galgo.

¿Donde estaba entonces Arribas? ¿Donde estaba ese 18 de agosto de 2009? Pues cumpliendo sus labores de propagandista: "Todo un ejemplo de talento y coraje" Le parecía muy normal, sabiendo lo que sabía, que con 34 años y habiendo aprendido a saltar las vallas dos años antes -con mucho talento- ganase el Mundial. Allí donde acaba el sentido común, siempre queda la "épica", el "talento", el "coraje" y pasaporte biológico "de níquel".  No olviden que este conocido escriba sienta sus reales estos días en una mesa redonda bajo el auspicio de la AEA para hablar de la responsabilidad de los medios en el flagelo del dopaje. Pueden ir preparando las máscaras de gas.

Algo debió salir mal en el control de aquel campeonato, porque es entonces cuando parece que "empiezan" las investigaciones sobre Marta Domínguez, una truculenta historia tan mal llevada que, al final, fue vendida por el Partido Popular como una persecución política, otorgando -es cierto que salió a las urnas, pero ya me entienden- un escaño de Senador a la atleta en las elecciones de 2011. Palencia tiene pocas banderas de enganche -y los que son de ahí siempre dicen que son de Valladolid- y capitalizaron todo el voto ya de por sí conservador en torno a la heroína perseguida.

No se preocupen, que en las elecciones de 2016 seguramente vuelva a ir en las listas y los habitantes de la ribera del Carrión volverán a respaldar con su voto (y eso que la papeleta del Senado permite sortear en cierta medida las listas cerradas) a la conciudadana, la misma que llevaba sus ganancias a Andorra. Cuando alguien escriba la historia de la decadencia de este sistema político, que tenga en cuenta este caso. Berlusconi pone a bellezas televisivas en puestos políticos ¡electos!, aquí se pone a deportistas. No a dedo: votados.

Otra cosa que destaca sobremanera en la paradigmática historia de Marta Domínguez es que, finalmente, la sanción ha tenido que venir por un organismo internacional, y por una muestra sacada fuera de nuestras seguras fronteras. No es un positivo -y seguro que argumenta en su vida pública de esta manera-, pero es mucho más de lo que ha hecho la RFEA en todos estos años, donde la palentina llegó a tener una Vicepresidencia de la federación.

Hace unos días el programa de entretenimiento deportivo El Larguero entrevistaba a la ínclita Ana Muñoz Merino, que supuestamente tiene mano dura y que va a combatir con nuevos instrumentos legales el dopaje en nuestro país. De momento, y lleva en el cargo año y medio, no ha hecho absolutamente nada, salvo publicitarse personalmente como plataforma de lanzamiento hacia otra responsabilidad en la Administración.

Según Arribas, ya en en enero -y con el juicio de la Operación Puerto en marcha- la IAAF comunicó a Marta Domínguez que su pasaporte biológico no era "de níquel". En enero. Las investigaciones ya venían desde un año antes. Es sencillamente increíble pensar que la AEA no sabía nada, incluso con esas cosas de la confidencialidad y la intimidad. O será que la IAAF, bien escarmentada de los casos de Paquillo y Josephine Onya, ya no trata con ninguna autoridad deportiva en este país. Hacen bien.

Sea como fuere, esto es lo que decía en El Larguero Ana Muñoz Merino sobre la atleta palentina:


Los mismos argumentos de siempre: no hacemos nada porque otros nos han dicho que no pasa nada. ¿Iniciativa? ¡Que inventen otros! Por eso siguen ahí los santuarios de Girona y Tenerife. Ahora, con esta información en la mano, ¿hará algo la AEA y sus potenciados instrumentos legales para combatir el dopaje? Creo que todos sabemos la respuesta, y desde hace años. Ah, que pregunten a su empleado Enrique Bastida lo que se hizo con el domicilio personal de Merino Batres en la calle Fernández de la Hoz. O quien es CFA.

Y, ya por último y visto que ningún medio de propaganda lo dice -y muchos menos lo pide-, que quiten a Marta Domínguez el campeonato del mundo de 3.000 obstáculos de 2009. Sería como quitárselo a Odriozola, el que sigue en el puesto porque también ha ganado unas elecciones.
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Hoy hay una bonita etapa del Giro con final en la espectacular Vicenza: suben un repecho-puerto duro justo antes de meta. Por otra parte, la Gazzetta anuncia que Giau, Stelvio, Gavia y Lavaredo no se podrán subir, por lo que se supone que la organización está esperando un milagro: me cuesta pensar que estén diseñando ya un recorrido alternativo.
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En Holanda siguen con su particular final de la edad de la inocencia: ahora sacan como noticia que la Juventus iba dopada en el final de la Copa de Europa de 1996, donde ganaron al Ajax de los jugadores de 18-20 años, el vigente campeón con Kluivert, Seedorf, Davids, Finidi George y los De Boer. Aunque a mí lo que me ha parecido más escalofríante es ver a Díaz-Vega en la foto.

21 mayo, 2013

Con Intxausti basta

Haciendo la X, dicen que por Tondo; yo creo que por @Juan_Guti
Elementos del ciclismo: distancia, recorrido quebrado, una subida poco antes de meta, valentía y ataques. Una fórmula antigua y que admite variaciones, pero que nunca falla: simplemente hay que mezclar los ingredientes en la proporción justa.

Ayer fue día de descanso en el Giro y la caravana afrontaba una espectacular etapa de 238 km. bajando el Telegraphe de salida, subida al Mont Cenis para que se formase una fuga, 100 km. de llano y subida complicada antes del final en Ivrea.

No es una zona por donde pase el ciclismo habitualmente: frontera con Francia en noroeste del Piamonte, llegada a una ciudad que vivío una especie de fiebre del oro en los 50 y en los 60 con Olivetti, y que desde entonces vive una espléndida decadencia. La escapada se formó como previsto, y fue muy numerosa: 22 ciclistas.

El problema es que entre ellos se había colado Damiano Caruso, el italiano llamado a última hora para sustituir a Basso en el Cannodale y que quería aprovechar el despiste propio del día después de la jornada de descanso, pero la jugada le salió mal. A él, y a todos los de la fuga, condenada a desaparecer porque por culpa de Caruso jamás pudo coger más de 4´.

Se neutralizó cuando, tras el primer paso por Ivrea a 30 km. de meta, los ciclistas afrontaban la subida a Andrate, un extraño topónimo italiano que parece una mezcla de vasco y gallego. Entre casas unifamiliares, con todo el pueblo volcado, los fugados intentaron un último cartucho, y fue a cargo de Herrada y Verdugo, ambos españoles.

Scarponi atacó en el grupo, pero no hizo mucho camino; en todo caso, Nibali salió a su caza como si fuese un auténtico enemigo para la general. El ritmo se hizo duro y muchos corredores se quedaron: es así de triste, pero la distancia de la etapa -la subida se afrontó con 220 km. en las piernas- o el día de descanso, hicieron más selección que el Galibier.

Entre los corredores damnificados, Kiserlovski y, especialmente, Santambrogio, que pasó fundido por la cumbre y que perdió en meta con los favoritos unos dos minutos, que podrían haber sido muchos más de no haber recibido la ayuda de su compañero Gatto. Cae de la cuarta posición a la sexta, pero no significa que esté eliminado para el podio.

Betancur atacó poco antes de coronar el puerto de Andrate, y se unió Samuel Sánchez en el descenso; no hicieron hueco alguno, pero dieron continuidad a lo que estaba convirtiéndose en otra más de esas etapas deliciosas de este Giro, siempre en los días más inesperados y lejos de los grandes nombres del ciclismo. Y qué más da.

Entre ataque y contraataque -no había ningún equipo que controlase-, se formó un grupo con Intxausti, Kangert -tremendo el estonio-, Niemec y Gesink, que con su tradicional mala suerte pinchó a un km. de meta, cuando los fugados ya se iban a jugar la victoria. Tenían tanta ventaja que se pudo asistir a un final de tensión y nervios a ver quien lanzaba el sprint.

Se atrevió el polaco, al que el cambio a un equipo de nivel como el Lampre le ha sentado estupendamente -siempre había sido un buen escalador, pero en este Giro esta a un nivel desconocido-, lo secundó Kangert y un brillante Intxausti, que ejecutó de manual la llegada al sprint, esperó a los últimos 100 metros para, pegado a la valla, superar a ambos y lograr la victoria de etapa.

El joven vizcaíno tiene 27 años y anda merodeando el top-ten en la carrera, donde lució la maglia rosa un día. Su victoria es muy importante, no tanto para su equipo -ya había ganado dos etapas con dos corredores diferentes, una más y se ponen en cifras del Festina en el Tour 1997 o el Saunier en el Giro 2007- como para el mismo.

Hasta ahora sus victorias eran dos: etapa y general de la Vuelta a Asturias del año pasado, un escaso bagaje para un corredor que se destapó en 2010 en el Euskaltel acabando segundo en la Itzulia, y que podía haber sido más si no hubiese corrido en función de su jefe de filas S. Sánchez. De aquel tiempo queda el lema Intxausti askatu.

Ahora corre por libre; en el Movistar, pero con un calendario diferenciado que le permite crecer lejos del Tour y la obsesión de sus directores; en su generación, donde apenas tiene compañeros de su nivel en cuanto a su región o su país; en sus exigencias, porque todo lo que consiga estará bien, una vez que ha escapado de equipos donde querían que ganase con 22 años.

Últimamente -bueno, desde hace años- andan las plañideras del ciclismo lacerándose sobre que no hay relevo generacional y que en España nos adentramos en una época de oscuridad en cuanto a ciclistas; si tiene que haber un relevo generacional al murciano de la bolsa de sangre, al vegetariano sobrevenido de Pinto, al vasco de Oviedo positivo con 18 años y al catalán de bolsillo que mejora con 33 años, mejor que no lo haya.

No es una cuestión de victorias, es una cuestión de que las victorias vienen o no vienen, pero no pueden ser a cualquier coste. También entre 1976 y 1983 sólo estaba M.M Lasa, y ni siquiera se iba al Tour. Me da igual que Intxausti esté solo en el panorama ciclista vasco de su generación o en el español, porque con Intxausti basta.
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La actual pareja (oficial) de Tiger Woods, la esquiadora Lindsay Vohn, realiza turismo médico en Austria en la clínica de un conocido médico de la RDA. A mí me encanta que, en vez de ser un piso franco a lo Eufemiano, esté patrocinado por la conocida marca austríaca de bebidas energéticas, y que esté en una antigua fábrica del siglo XIX. Es todo tan evocador....

Los muy cuentos del abuelo

Érase una vez un país meridional que, a pesar de su desaforada pasión por el deporte, casi nunca ganaba en los Juegos Olímpicos y prácticamente en todos los deportes que cuentan. Sus figuras apenas si ganaban una vez en su vida una competición, torneo o carrera de nivel. Repetir era para los demás.

Ese país quiso mejorar y para ello viajó mucho, para aprender lo que se hacía en otros sitios, y poder aplicarlo a sus súbditos porque era su derecho y algunos quieren creer que su deber, costase lo que costase.

Es historia bien sabida -y lo es porque se puede comprobar- que ese país pasó de sacar 4 medallas (un oro, dos platas, un bronce) en Seúl 88 a ganar 22 en Barcelona 92, 13 de ellas de oro. En sólo cuatro años, y todo por la motivación de jugar en casa.

También por esa época España fabricó a su primer campeón deportivo con todas las de ley, siquiera la de Galeno, un ciclista que un buen día salió en una contrarreloj en Luxemburgo y sacó 3´ al segundo, casualmente compañero de equipo, y que todavía pudo sacar 3´47" al tercero, uno que se deprimió y nunca volvió a ser el mismo. Menudas se las gastaban.

Si lo piensan bien, la historia deportiva española se puede vender como una fábula. De hecho, es siempre así: conocidos propagandistas que van desde Segurola hasta Vázquez Montalbán son capaces de vender una historia de explotación, dictadura y después liberación gracias a los beneficiosos aires de la democracia. Son capaces de vender como leyenda cualquier cosa que les caiga encima.

Monchito, uno más de esa serie de propagandistas de la misma fábula que se retroalimenta, y que no hace mucho escribió que "el ciclismo ha contaminado a otros deportes", es el director del diario deportivo As (que a falta de contenidos ofrece una foto de una chica en paños menores todos los días) y el autor de un blog de batallitas deportivas que después acabarán en libro.

En su última entrega ha tenido a bien dedicarle un poco de su tiempo y su privilegiada sexagenaria memoria, donde se mezclan realidad y ficción, a ese deporte que todo lo contamina. Cuenta una fábula, y no disimula nada porque el titular lleva animales, de siempre los protagonistas de las fábulas y lo que los diferencia del cuento. Cuenta un cuento, como siempre y desde hace décadas.

Lo de menos es el motivo: quizás se inspiró -es un decir, y ya verán por qué- en el mal tiempo reinante en este Giro. ¿Nos quiere decir Monchito que el mal tiempo siempre ha existido en el ciclismo? Para eso son las fábulas y por eso las cuentas los abueletes: para que de ellas extraigamos lecciones. Mira la hormiga cómo ahorraba para el invierno, mientras la cigarra cantaba.

El motivo es la famosa etapa del Monte Bondone del Giro 1956, que ni el vivió, ni está en condiciones de evocar. En este u otro deporte, pero especialmente este por sus largas horas, por su disputa en abierto -y no en un recinto cerrado- y por su propia idiosincrasia, es muy arriesgado vender fábulas, porque la historia reciente nos demuestra que una cosa es lo que se publica y otra lo que se ha visto por la televisión.

Por ejemplo, en la fábula de Monchito achaca toda la desgracia del héroe nacional a los pinchazos, cuando es bien sabido que Bahamontes no sabía bajar, o peor aún para sus intereses de propagandista: en aquel 1956 Bahamontes todavía no se había convencido que podía apostar por la general y se contentaba con ganar el GP de la montaña. Evidentemente, una actitud de tal laxitud rompe toda la falsa épica de la fábula, por lo que es mejor obviarla.

Ya se dan cuenta, ¿no? Estas historias evocadas, y más en boca de algunos de los responsables de la apestosa omertá en torno al conocido como milagro del deporte español -del que saben perfectamente su origen y gestación, que va más allá de entrenar mejor- suena a mofa y pandereta, porque en el fondo y en la forma son batallitas con escaso apego a la realidad y lo realmente ocurrido. Son fábulas donde los animales hablan. O escriben.

¿Cómo se puede escribir de una jornada de hace 57 años que tenía "tiempo aceptable"? ¿Que es eso de "presagios de mal tiempo"? ¿Acaso los organizadores abrieron el vientre de una golondrina para escrutar el futuro? No lo sabemos, pero si sabemos que Monchito no estuvo ahí, pero escribe como si lo estuviese. O si lo hubiese visto por la televisión. Algunos todavía viven anclados en la cultura del pasado, del periodista como interprete supremo de la realidad, cuando lo que enseña la historia de este deporte -y de los demás- es que no te puedes fiar de ninguno: por decirte, te dicen hasta el tiempo.

Y la edad, claro, que tan malas pasadas juega: "la victoria más espectacular jamás lograda en la historia del ciclismo". Seguro que es incapaz de decir "el partido más espectacular disputado en la historia del balompié", pero para el deporte que todo lo contamina no escatima en hipérboles, invenciones, isobaras y prediciones meteorológicas.

Pensarán que estoy exagerando y cebando en exceso con alguien que, entre otros méritos, alberga a gente que tiene la crónica xxxx preparada antes de la xxxxx noticia, pero lo que me ha indignado de esta fábula-cuanto del Abuelo Cebolleta (¡que gran invento del genial Vázquez, popularizado a nivel mundial por los Simpson!) es esta frase con la que remata uno de los párrafos finales:

"En internet se pueden ver esa etapa, y la del Stelvio, buscando por Giro-1956."

No, no es cierto. Se pueden ver fragmentos mínimos, pero no se puede ver la etapa. Ojo a cómo lo presenta como prueba de corroboración y fiabilidad: "en internet". Y hasta te da el término de búsqueda. Lo que se ve es un resumito, como lo de los partidos de ese Real Madrid de la época, compuesto de refugiados políticos y económicos, y que tanto gusta a Monchito

Y no vale la excusa de que es muy antigua: hace pocos días hemos asistido a la rememoración de una supuesta etapa histórica a cargo de uno de los personajes más nefastos del ciclismo, que tampoco se pudo ver por las condiciones meteorológicas. Ahí es el terreno abonado a la leyenda interesada: hasta han puesto un monumento en el lugar exacto donde atacó el yonki de Pantani, en una engañifa que se ceba a sí misma con fotos de gusto tan soez como esta

En el ciclismo y en el deporte, o se ve todo íntegro o es todo una patraña y una fábula. Algunos se encuentran muy cómodos repitiendo o evocando una y otra vez esas fábulas, que contienen más de imaginación que de realidad. La de 1956 y la de 1998. Es hasta tal punto repugnante una aproximación tal por parte de un periodista a un fenómeno que en gran medida se mueve en la oscuridad y bajo leyes de silencio que casi consigue dejar en segundo plano la poco contenida admiración por el sufrimiento y las penalidades que padecieron los ciclistas aquel día. No lo disimula en absoluto.

A mí ese ciclismo no me gusta. Tampoco ese periodismo. Es normal que a Monchito sí, al fin y al cabo es el director del periódico que publica la exclusiva sobre Badiola, Eufemiano Fuentes y la Real Sociedad, pero al mismo tiempo es incapaz de poner el nombre de Xabi Alonso. Ese es el nivel del cuento sobre el deporte. Batallitas: los cuentos del abuelo de siempre, y esta, la historia de nunca acabar y de la que sabemos el final.
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El lugar común en torno al origen siciliano de Nibali y que nadie le ataque, y también la escandalosa política de pactos de este Giro, ha transcendido al gran público, hasta el punto que el esclavo Agnoli ha publicado este curioso tweet:
La broma, de pésimo gusto, es equivalente a que un vasco bromee con Mikel Antza, Jose Antonio Urrutikoetxea y Garikoitz Aspiazu, pero en el ciclismo ya vale todo. Al fin y al cabo, ¿no fue la subida al Galibier un homenaje a Pantani? Pues eso; mal gusto dapertutto
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La Policía francesa retiró clavos esparcidos en la subida al Telegraphé, poco antes de que pasasen los ciclistas.  ¿Gamberrada casual o protesta por una carrera italiana y los problemas que ha causado? Es un acto muy poco frecuente, pero que demuestra que no a todos les gusta el ciclismo a todo coste.
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Muy interesante. En este artículo de propaganda nauseabunda sobre la Ministra francesa del ramo (y menuda militancia nacional con ese pelo y esas gafas, parece sacada de un chiste sobre los soixante-huitards), que recuerda mucho a los que se publicaban en La Voz de Galicia sobre Fraga y sus supuestas jornadas maratonianas de trabajo, se ve que fue informada sobre el positivo de Sylvain Georges a las 18:30.

El corredor no tomó la salida en la etapa del día y, sólo cuando se estaba disputando, se difundió la noticia de su positivo en la etapa del día 10 de mayo, sólo cinco días antes. La Ministra se enteró más tarde, pero en el mismo día. En España, es muy probable que Wert se entere del positivo de un deportista cuando su mujer Edurne Uriarte esté haciendo zapping entre programas de cotilleos (perdón, tertulias políticas, de las que es una consumada intérprete) y bostece. Lo que es seguro es que a ambos les importará un pimiento.
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(relacionado con lo anterior) A este psicólogo deportivo -fijense en la foto, parece un vendedor de blanqueador dental: en el fondo y en la forma no son más que eso- le parece que ese positivo se podía haber evitado, que no tenía que haber transcendido al público...¿Psicología aplicada? 
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Una idea genial, vía @ezy_ryder Hay oportunidad de negocio en prácticamente cualquier componente de las bicicletas, y algunos las aprovechan. Supongo que el principio básico en este invento es el mismo que rige a las bandas reflectantes que también se estiran y se aprietan con un golpe, pero me parece una idea genial, sencilla y muy práctica.

19 mayo, 2013

Humillación al Galibier

Otros ciclistas suelen alzar los brazos
Se volvió a cumplir la predicción. No era muy difícil: las dos etapas de montaña de fin de semana y antes del segundo día de descanso han sido un simulacro de ciclismo, una farsa vendida como competición por mero capricho del organizador y una humillación para este deporte en uno de sus grandes mitos, el Galibier.

El sábado se anuló la subida a Sestriere y la charlotada del Jafferau fue imposible de ver: los helicópteros no pudieron volar y sólo se pudo ver la llegada de los ciclistas a meta. Casi mejor así.

El Fantini trabajó descaradamente para Nibali por medio de los honrados y jóvenes Garzelli y Di Luca. Cuando quedaban dos km. para meta, si tenemos que hacer caso a radiovuelta, saltó Santambrogio y Nibali fue a su rueda. No disputó el sprint, por lo que el corredor que estuvo tres años en el BMC porque Ballan lo quiso a su lado y no hizo nada, inscribió su nombre en una supuesta cumbre mítica del ciclismo, tanto que era la segunda vez que se subía.

¡Pobre Santambrogio! Nada más llegado al BMC salió que estaba dentro de la cuadra del Lampre que recurría al dopaje, y el equipo lo tuvo en la nevera un tiempo prudencial, hasta que cambió de opinión y compitió sin especial brillo en las carreras de tres semanas. Cumple 29 años este año enrolado en un equipo menor, lo que no le ha impedido ser de los mejores en la Tirreno-Adriático y ganar su etapita del Giro. Otro representante del ciclismo que cambia y la nueva generación.

Peor ha sido hoy en el Galibier, claro. Por la mañana Michelle Acquarone, que está en esto porque le gusta el ciclismo y no el dinero, saludaba los cielos despejados y que la etapa programada por puro capricho (¿que necesidad tiene el Giro de ir a explorar el Galibier?) se iba a poder disputar. Acabando cuatro km por debajo, pero se iba a poder disputar; atravesando paisajes completamente nevados, pero asegurando a los patrocinadores que su inversión iba a tener retorno.

Se situó la meta a la altura de la espantosa estatua en honor a Pantani, en el supuesto punto donde su médico lanzó el ataque que, a la postre, le dio el Tour 1998, no en vano conocido como el del caso Festina. Estamos en un deporte que dice que esta cambiando, pero homenajea a su Ben Johnson, el ciclista que acabó fiambre seis años después.

Pues nada mejor que alguien a la altura del homenajeado: Giovanni Visconti, de profesión "sus labores" ha ganado en el Galibier. Con una fuga en solitario. Los cinco últimos kilómetros bajo la nieve. Se ha desplomado al entrar en meta, pero porque es sprinter. Visconti, el corredor que sufre con el frío, siciliano como es.

Visconti, de improbables dotes escaladoras, humilla una cima mítica del ciclismo. Esto es mucho peor que la victoria de Jalabert en Covadonga en 1994. Este corredor pasó a profesionales con el mismo pálpito que Nibali, pero jamás ha hecho nada: tres campeonatos nacionales y, especialmente, un subcampeonato ante Simeoni, al que no saludó en el podio. Ese es el ciclismo que representa Visconti.

Siempre en equipos menores, Unzue con su olfato de clarete y pacharán lo fichó en 2012 para Movistar, donde el muy ufano corredor afirmó que iba de colíder a las clásicas, se supone que con Valverde. No hizo nada, claro: su única victoria fue un GP Primavera que le regaló el murciano, igual que hizo en 2007 con J. Rodríguez. En el Giro, su objetivo, fracasó en las etapas que tenía marcadas (incluyendo lloros y lamentelle de italiano) y a final de temporada cumplió una sanción por dopaje.

Era cliente de Ferrari. En la RAI hoy no han dicho ni mú de este asunto: simplemente se referían a una depresión durante el invierno. Es el ciclismo que cambia, señores. Un joven italiano que no anda ni para atrás, incapaz de ganar fuera de su país salvo que le regalen la etapa, frecuenta un conocido médico dopador. Normal que en Movistar no lo despidiesen, considerando que el galeno italiano llevó a todo el equipo (incluyendo a David López, ahora en el Sky que expulsa a corredores con pasado de dopaje) en 2007.

En fin, que se va a decir del equipo de Rubén Plaza, o Tino Zaballa. Por ejemplo, se va a decir que llevan tres años ganando dos etapas en cada Giro, y con cinco corredores diferentes: al sprint y en montaña, con consumados escaladores como Kiryenka, Amador o....Visconti. En el Galibier. Grande impresa. Si, concretamente convertir a un rodador en escalador.

En meta el doliente sicialiano se derrumbó, para despues gimotear ante los micrófonos de sus compatriotas que ha nacido el mismo día que Marco Pantani, concretamente el 13 de enero. Sin haber leído las crónicas de la humillación al Galibier en otros escribas a sueldo, estoy seguro que construirán su pedazo de propaganda en torno a esta casualidad y a las palabras "leyenda" y "nieve". Como si lo viese.

En la lucha por la general absolutamente nada: Betancur volvió a ser segundo y araña segundos de bonificación y algunos en línea de meta, no mucho. Nibali salió a rueda de un ataque de Majka y Kiserlovski, como si le inquietasen: más bien lo hacían a Santambrogio, pero ya todo da igual. Lo mejor que puede hacer este Giro, que todavía tiene que rendir seis etapas, es acabar.

Si les parece una solución drástica, contemplen la posibilidad cierta de etapas descabezadas sin Stelvio o Gavia o, peor aún, puertos míticos coronados por Rabbotini, Cobo o Visconti. La última vez que se subió a las Tres Cimas de Lavaredo ganó Riccó, y también se saludó como el nuevo Pantani, la nueva generación y una hazaña. El Galiber sólo ha sido final de etapa en dos ocasiones: en una ganó A. Schleck recorriendo siete km. más, en otra ha ganado Visconti. Ante la estatua de Pantani. Me parece un digno homenaje al ciclista muerto por ser ciclista, pero no un vencedor digno de esa cumbre.

18 mayo, 2013

Una carrera a la deriva

Único puerto de hoy. Sin asfaltar
Decían las viejas parcas, esas que escriben en los periódicos, que el Giro comenzaba tras la crono de Saltara: mentira, una vez. Esa frase manoseada y muchas veces vacía se tiene que emplear cuando las grandes carreras se dedican a hacer excursiones por otros países, pero en el Giro cada etapa cuenta, mientras exista esa etapa.

Ayer, por ejemplo, la organización tenía en plantel una espectacular etapa de 254 km (la distancia del Tour de Flandes) entre el pueblo de nacimiento de Verdi en Parma -se cumple el bicentenario del nacimiento del genio italiano- y Cherasco, el pequeño pueblo piamontés donde últimamente acaba el Giro del Piamonte. La etapa es necesaria en una gran vuelta, a pesar de lo cual miren como la saluda a primera hora este ciclista:


Estamos hablando de todo un ganador de Sanremo, que se queja de una etapa de fondo y resistencia, y con un puerto pedalabile final. No se que está pasando en el pelotón -aunque se intuye-, pero ver a ciclistas quejándose de estas cosas, y ciclistas que no acaban de salir de su pozo a pesar de su juventud, es significativo.

La carrera no es dura, al contrario: ya verán por qué. La etapa de Cherasco fue preciosa, sin añadido alguno. Puro ciclismo: escapada de valientes que se forma en el km. 30, que llega a tocar los 12´ de ventaja,  y cuyo último miembro, el sobradamente conocido Pablo Lastras, sólo es neutralizado a 13 km. de meta, tras 226 km. escapado.

En medio de ese paisaje increíble que conforman las Langhe piamontesas -zona colinar entre 300 y 500 metros sobre el nivel del mar, plagada de algunos de los mejores viñedos del mundo- los ciclistas iban en fila india con sucesivos ataques, contraataques, subidas, bajadas, falsos llanos, ataques de valientes como el joven Liberty Giampaolo Caruso, para una resolución al sprint.

Ganó Cavendish de una manera increíble, sin lanzadores: casi 400 metros y un Nizzolo que a punto estuvo de superar al británico. El Cannodale preparó el sprint para Viviani -quien ha visto y quien ve a este equipo-, que lo hizo todo, todo mal: por eso no gana nunca, y va camino de sumarse a la larga lista de velocistas con posibles que nunca hace nada. Por cierto, ayer Modolo fue octavo, quizás su auténtica medida como corredor. Y Goss llegó el 167º, a 16´ de sus supuestos pares en cuanto a velocidad, que no entrega.

Hoy comienza el fin de semana, que en ciclismo de grandes vueltas casi siempre significa montaña. No en este Giro de Italia, planificado con desidia -los ciclistas han manifiestado su malestar con los múltiples traslados- y sólo mirando el dinero y hacer un recorrido atractivo para que viniese Wiggins. Ahora que se ha ido el borracho mallorquín, queda la carrera desnuda, que carece de cualquier atractivo para la general.

Y no sólo con desidia: por capricho, envidia y pura italianidad, el organizador Michelle Acquarone, que conseguirá hacer bueno a Zomegnan y que ya fue el causante de la impresentable Sanremo de ese año, había programado para el domingo el Galibier. Bien, no se va a poder subir, pero fíjense en la historia que hay detrás, que se podía intuir en la presentación de la carrera en octubre pasado.

Lo ha tenido que anunciar ayer, a dos días vista, las autoridades del departamento francés donde está el puerto-mito, un puerto que no necesita el Giro para su propia leyenda. La organización de la carrera italiana todavía no ha dicho nada -también está anulado el Mt.Cenis-, quizás porque espera (y les aseguro que conozco la mentalidad italiana para no considerar esto una invención) un milagro de última hora, queseyo, un día de 35º y que se fundan los tres metros de nieve que hay. 

Repito: a esta hora la carrera todavía no ha anunciado la modificación de la etapa de mañana. Peor aún: con la etapa de hoy a punto de comenzar, anuncian que no se podrá subir Sestriere -como si hubiese nevado esta noche, lleva así día- y que la etapa queda reducida a una unipuerto, completando el kilometraje final con vueltas al valle de Susa, conocido por su conflictividad social en torno a las obras de alta velocidad ferroviaria Lyon-Turín.

La subida final, y esto no es innovación de última hora (al contrario: es regresión a un ciclismo caduco) es la subida al Jafferau, una de las montañas que rodean la ciudad de montaña de Bardonecchia, subsede olímpica en Turín 2006. No se sube ahí desde el Giro de 1974, cuando Fuente ganó una de sus cuatro etapas, que no le sirvieron para ganar la carrera.

Visto el Giro que está quedando -es muy probable que dentro de cinco días el Gavia y el Stelvio estén impracticables, pero no lo dirán hasta última hora, por si cae el milagro-, que gane la etapa de hoy y que suceda en el palmarés a Fuente alguien valiente y arriesgado, tipo un Matthew Goss. También en 2009, ciuando se subió el BlockHaus, ganó Pellizotti. Sería de justicia para una carrera que se rompe con todas las costuras, empezando las de su impresentable organizador.
***
Katusha renueva a Paolini por dos años. En 2015 el ciclista italiano tendrá 38 años. Queda demostrado que la mejor victoria de Freire fue retirarse a tiempo. Un poco tarde, pero a tiempo. Y la próxima temporada, Paolini irá mejor que en esta, ya lo verán.

17 mayo, 2013

Did not start is the limit

British coolness: hotel con moqueta. Esos ácaros....
Quizás el primer indicio estaba ahí y no se supo interpretar: apenas habían transcurrido las primeras pedaladas del Giro de Italia y caía el primer Sky. No contra el parcheado asfalto italiano, sino en la clasificación general. De una manera ignomiosa y ciertamente sorprendente, especialmente mirando el espejo del UsPostal, ese referente ineludible para el equipo científico.

Se citan mucho los siete Tours consecutivos de Armstrong -note el lector que no utilizo la palabra "ganados", pero no encuentro una partícula mejor que "de"-, pero no tanto que durante esa tiranía farmaceútica, además de que sólo otros tres corredores también acabaron la carrera, el equipo del yanki llegó siempre completo a París, salvo un abandono.

Ni se caían, ni enfermaban. Lo llaman la suerte del campeón, pero ya sabemos que era mucho más que eso. El UkPostal, la tremenda apisonadora que arrolló en las pruebas más importantes por etapas de 2012, era exactamente igual. Todos enteros, nadie abandona, todos en forma para tirar decenas de km. del pelotón., llega este Giro y ¡zas!.

Ganan el segundo día la crono por equipos. Encabezando el equipo entra Dario Cataldo, supuesto joven italiano fichado este año y que había sido 12º en los dos Giros anteriores. Pieza clave, por tanto: por eso lo dejaron entrar el primero, aunque el liderato fue para su compañero y compatriota Puccio, más avispado en el sprint del primer día en Nápoles.

Bah, da igual, Cataldo ya se pondría líder en los finales complicados en el sur de Italia, intercambiándose el maillot de líder con su compañero como hacía de manera circense el ONCE cuando ganaba CRE. Pues no: al día siguiente el italiano entró el 197º de la etapa, dejándose 19´31", siempre mejor que el 206º de un día después, con otros 28´20" de pérdida.

Había enfermado. De ese momento también salen las primeras muestras de debilidad de Wiggins. Ya saben que en el ciclismo, cuando enferma uno de un equipo, enferman más. Aunque no compartan habitación, ni hábitos, ni preparación ni objetivos. Lo hemos visto en ONCE, Banesto, PDM, MG Technogym, TVM, Kelme...

Enfermó Cataldo, y también Wiggins empezó a flaquear: en Serra San Bruno entró por detrás de todos los favoritos, perdiendo 17". Por entonces, la polémica era saber por qué sus lugartenientes Urán y Henao no se habían quedado con el líder. A partir de ahí, ya conocen la historia: un corredor que olvida súbitamente como bajar, un corredor que se arrastra, hasta la humillación de ayer.

En una etapa de 3 horas y 140 km, disputada bajo un aguacero constante en las prósperas tierras del Véneto, Wiggins se quedó continuamente, hasta la humillación del Montello: la subida, apenas 340 metros sobre el nivel del mar (aquí se disputó el Mundial 1985) tenía una bajada igual de intrascendente, donde el vigente campeón del Tour se quedó, esta vez irremediablemente. Acabó entrando en meta a 3´17" de los favoritos.

Primero dijeron que andaba malito de los pulmones, ayer por la noche que le dolía la rodilla. Esto último lo dijo David Walsh, convertido en escriba de los milagros del Sky, y empotrado en el equipo durante 15 días. El mismo periodista que esta mañana ha anunciado, justo al mismo tiempo que la página web del Sky, que Wiggins abandonaba la carrera. No, no es un periodista a sueldo del régimen: es que tiene muy buenas fuentes.

Curiosamente, he buscado de qué estaba malo Cataldo y sólo ponía que estaba malo, sin más. La bruja de Vaughters había dejado caer que Wiggins estaba enfermo del estómago hace unos días. Lo sabrá bien el que tomaba EPO como palomitas en la Girona de finales de los noventa, al fin y al cabo fue el que transformó al pistard Wiggins, que se quedaba en cuestas como Montello, en un podio del Tour de Francia en 2009, en sólo un invierno y con 29 años.

El también tiene motivos para ocuparse. Había enviado al Giro el equipo de gala en versión veterana (Millar, Vande Velde, Danielson, Stetina) para arropar al vigente campeón, el canadiense Hesjedal. Tras ataques en etapas intrascendentes y minutadas espectaculares en las etapas que cuentan, ha abandonado hoy. Es la primera vez en muchos años (¿cuantos?) que un vigente campeón de una grande abandona. De una manera ignomiosa. Es más: Millar está cerrando el pelotón todos los días y, en la crono de Saltara, su supuesta especialidad, acabó el 195º.

Seguramente, es todo casualidad. Ya saben que en el ciclismo estos fenómenos se producen con mayor frecuencia que en otros ámbitos de la realidad. Los dos equipos científicos, los del nuevo ciclismo, caen como moscas. Desde dentro del pelotón cuentan que, acostumbrados como estaban a que la UCI avisase de que iban a empezar a detectar algo, les está sorprendiendo la forma de encarar las sustancias GW 1516, donde ha ido paralela su detección al anuncio de los primeros positivos. Sin aviso previo.

Claro, han caído ciclista medio mierdas como Marlón Pérez (37 años, íntimo amigo de Urán, que exigió su fichaje al Caisse d´Epargne en 2007. Y fue concedido) y Miguel Ubeto (37 años también), un venezolano recomendado por Matxín al Lampre, en lo que es su primera contribución al equipo que tiene mayor historial de positivos entre los que están en activo, pero el aviso está ahí. Para el que sepa verlo.  Una nueva sustancia no la usan esos ciclistas, periféricos en el ciclismo y en la geografía. No la usan exclusivamente.

Cataldo sigue en carrera, recuperándose. Wiggins se ha pirado, seguramente porque desde casa apoyará mejor las legítimas aspiraciones de sus gregarios Urán y Henao en el Giro -curiosamente, ambos colombianos-, lo que demuestra una gran profesionalidad. No salir, cuando eres una estrella y el máximo favorito de una carrera, indica mucho: el límite para un ciclista, que están hechos de otra pasta, es ese. El límite de los aficionados no se conoce, pero tiende a ser infinito.
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Parece una buena idea: la Vuelta a Polonia, que básicamente consiste en etapas llanas como el sufrido país y una última etapa de montaña en circuito por Zakopane (el pueblo de casi 30.000 habitantes en plenos Tatras) experimentará con algunas innovaciones que, aunque sólo sea porque no se han aplicado en la Vuelta a España, ya merecen respeto.

Habrá bonificaciones en forma de tiempo en el paso por premios de la montaña o sprints intermedios y, además, puntos adicionales para la clasificación del UCI ProTour; y los equipos serán de seis corredores como máximo (mira tu, como el Sky en el País Vasco). La Vuelta a Polonia tiene una atractiva situación en el calendario -entre finales de julio y principios de agosto- y siempre ha sido muy mimada por la UCI.
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Jajajajajajaja, El Mundo Today no tiene nada que hacer ante la realidad: Suiza investigará a las casi 30 federaciones deportivas internacionales que tienen su sede en el país del secreto bancario y los lingotes de oro nazi. Según la noticia de agencia, los recientes escándalos en la FIFA dan mala imagen a un país en el que apenas hay corrupción...y no citan la UCI....jajajajaja A ver si encuentran el recibo de la centrifugadora de Verbrugghen....
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La AMA está cogiendo gusto a eso de las alertas sobre nuevas sustancias y sus efectos nocivos. La última es sobre los complementos nutricionales contaminados con IGF-1....¡un saludo a Aitor González y AnimalPack!

15 mayo, 2013

Sin fuerzas

Dos etapas en los Alpes Julianos, dos, y los corredores ya derrengados con el ecuador de la carrera apenas pasado. Y no eran etapas especialmente difíciles, pero ha habido hundimientos de órdago, ataques de favoritos a bastantes kilómetros de meta que acaban llegando, marcheta y mucho, mucho secundario. Esta siendo un Giro donde las etapas, una por una, están teniendo bastante vidilla, pero con un tono menor en conjunto, cuando las etapas van una detrás de otra.

El martes la carrera mostó al mundo un puerto impresionante por el que tienen que volver en el menor tiempo posible: en un escenario que parecía una maqueta de Ibertren diseñada por un naturalista, los ciclistas afrontaron el coloso de Cason de Lanza. Con una carretera estrecha tipo Mortirolo, y una bajada espectacular entre tributarios del Piave, el primer gran puerto del Giro dejó bastantes señales.

De entrada, se quedaron S. Sánchez (enlazó en la bajada, pero aún así acabó a 4´30" del ganador de la etapa) y Ryder Hesjedal, defensor del título y que ha tenido un rendimiento paupérrimo sin explicación aparente: quizás sea su auténtico nivel, al fin y al cabo es el ganador de una gran vuelta que, teniendo 31 años, jamás había hecho top-five en una grande. En meta se dejó 21´.

El ritmo no fue duro: a la marcheta del Sky y el Astaná, que también dejó por el camino al cacareado Fabio Aru, el enésimo joven predestinado italiano, supuestamente escalador, y que en el primer gran puerto de su vida en una gran carrera, se quedó a las primeras de cambio. Después mejorará, claro, igual que Armstrong pasó el Tourmalet en 1994 con los sprinters. Y perdonen la comparación.

En la fuga del día iban un nutrido grupo de 13 corredores donde había más rodadores -e incluso sprinters como Bennati o contrarrelojistas como Millar- que escaladores, que llegaron al último puerto con poca ventaja. Urán, lugarteniente con aspiraciones de Wiggins, atacó a ocho km. de meta, y nadie pudo ni quiso acercarse.

Es un hecho bastante inaudito en los últimos tiempos: un (semi) favorito que ataca antes de la "distancia de seguridad" que marcan los medidores de potencia, y que acaba llegando sin que nadie lo neutralice. Yo no daba crédito, y más teniendo en cuenta que alcanzó su ventaja máxima de 30" poco después, y la mantuvo hasta la meta.

Se movió Evans, también el viscoso Pozzovivo, y en el último tramo su compañero Betancur, el único que hizo hueco -y necesitó dos intentos- para ir a lograr otra vez su querido segundo puesto. Se quedó Wiggins, que hizo pareja con Intxausti -valiente y al ataque, para después quedarse- y perdió con los favoritos otros 37".

La general, después del debut del altiplano de Montasio, quedaba con Nibali de líder con 41" sobre Evans y el tercero, Urán, ya a 2´04", sólo un segundo mejor que su supuesto líder Wiggins. La etapa de hoy no iba a cambiar esto: es triste decirlo, pero la etapa de Florencia fue más significativa para la general, porque ahí Urán perdió un tiempo precioso por hacer de gregario, y estaría dentro del minuto respecto a Nibali.

El esquema ha sido el mismo: escapada numerosísima (19 corredores) en donde, por arte de magia o vaya usted a saber qué, no había nada que se pudiese considerar, ni siquiera aproximadamente como escalador. No, no considero a Cobo un escalador. Y eso que había un puerto de tránsito de casi 20 km. de ascensión, y una subida final de 7 km. Los favoritos, cómodamente en la marcheta del Sky sin movimiento alguno.

Salvo el valiente ataque de Gresch bajando, la emoción la puso el duelo entre Navardauskas -magnífico gregario Garmin, donde no anda nadie, y eso que han venido con el equipo de gala- contra Oss, no precisamente dos escaladores. Al contrario. El lituano se desembarazó al tercer intento del supuesto clasicómano italiano y alzó los brazos en Vajont, ahí donde hace 50 años una presa mal planificada hizo que un rebasamiento por desprendimientos matase a 2.000 personas del fondovalle.

Intxausti atacó en el grupo de favoritos y recuperó para la general 18" en dos kms., que demuestran actitud y ganas de hacer las cosas bien. No se por qué el Lampre lleva a Niemiec entre los diez primeros, ¿por si Scarponi pincha y tiene que darle su rueda? Si que se por qué el pelotón llegó a más de 5´de los fugados, de los que no consiguieron reincorporar a ninguno: no hay fuerzas. Y el positivo del francés Sylvain Georges indica que habrá menos, pero ese es otro tema.
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Nueva biografía de Sean Kelly, supongo que para mejorar la de Walsh en los ochenta, en la que defendía al irlandés de sus repetidos positivos. El título es lo más significativo: "Hambre", durante mucho tiempo utilizado despectivamente contra los irlandeses y que, por esas cosas del nacionalismo y el orgullo paleto, han convertido en una bandera de enganche. Quizás sean capaces de titular una biografía de Roche con algo como "1987: la mayor patata de la historia". Hambre, patata e Irlanda es una sucesión similar a mina, vaca y Asturias.

14 mayo, 2013

Una francachela a costa de todos

¿En que se gasta el dinero público? En esta época de recortes (eufemismo adoptado por todos para lo que en muchos casos son decisiones ideológicas sin un estudio económico que las respalde) parece que todavía hay dinero de ese aportado por todos vía de impuestos para gastos inútiles y suntuarios.

La Agencia Estatal Antidopaje, que tan brillante labor esta realizando en sus competencias ampliadas, organiza, ampara y paga la próxima semana unas "jornadas" de dos días bajo el melifluo título de "Salud y lucha contra el dopaje en el deporte".

Ya tuvieron ocasión de traer a David Millar, ese referente, que aprovechó para promocionar su libro. No harán lo mismo con Tyler Hamilton, que vendría por el mismo interés, porque su testimonio es de los malos, de los que declaran por dinero. El británico no, vino en su cualidad de apóstol renacido del nuevo ciclismo.

Ya han tenido ocasión de ver la impagable y denodada labor de Ana Muñoz Merino, un auténtico flagelo contra el dopaje, que se reunió en secreto con Eufemiano Fuentes antes de que se hiciese pública la sentencia de la Operación Puerto, para tratar temas a la luz de las velas. Es una reunión muy interesante, y con poderosas implicaciones, que en nada apuntan a que el ginecólogo canario haya recibido un trato como el que, queseyo, se dispensó en su momento a Amedo y Domínguez por sus servicios al Estado. Si no es así, ¿para que se reunieron?.

Bah, seguramente Muñoz Merino, de blanco marfil y pendientes de Tous, se reunió con Eufemiano Fuentes para invitarle a la francachela de la próxima semana, una auténtica merienda de negros donde se mezclan propagandistas, héroes, la hipocresía y lo que, en definitiva, es la triste realidad de la lucha contra el dopaje en este país.

El programa deberá ser conservado para el futuro. Esta ideado con la desgana y la absoluta falta de proposiciones interesantes que caracteriza cualquier "jornada" en este país, y la burbuja académica que está pinchando da un buen ejemplo de este fenómeno. Se lo voy a ir explicando, aunque es casi mejor que den al enlace, lo vean y saquen sus primeras conclusiones.

En el auditorio del INEF -al lado de la sede del CSD y la Joaquín Blume: Madrid es grande pero para muchas cosas es pequeño- Miguel Cardenal y Muñoz Merino nos darán la bienvenida y nos explicarán de que van las "jornadas". Es como si comprar un curso por dibujo a fascículos, donde el primero siempre será para explicar de qué va el lápiz. El lápiz del tonto, con el que se entretendrá.

El primer panel va del "Nuevo marco legal", y sólo puede contener autobombo de lo bien que lo hacemos, de lo bien que lo hemos hecho, y de lo bien que lo vamos a hacer con las nuevas "herramientas legales" y bueno, un abogado de un bufete para asesorar a deportistas. Ya puestos, podían haber traído a Carlota Castrejana, que fue a Pekín 08 en su doble condición de deportista y abogada para los mismos fines.

El segundo panel ("Papel de los organismos y las agencias antidopaje") podría ser también de autobombo, pero lo será de la USADA -donde viene el director del departamento jurídico- y el gran, gran Sandro Donati que, oh casualidades, está promocionando su nuevo libro, que no aporta gran cosa sobre el incunable de 1988. Si no lo conocen, sepan que fue el que accedió a los archivos de Ferrari, y otros grandes méritos que jalonan su trayectoria. Es, con muchísima diferencia, el activo más valioso de las "jornadas", porque vean lo que viene después.

Por la tarde, con la comida bien asentada, un tío de una consultoría hablará del valor de la marca (el dopaje es malo y feo, por eso no sale) y más tarde habrá una tertulia con este tema: "Los medios de comunicación: información y responsabilidad en la lucha contra el dopaje". Hombre, yo más bien creo que en el caso de este país tienen "responsabilidad" -que palabra más untuosa para algunos- en la defensa del dopaje, pero ya saben el clima de las jornadas.

A esta auténtica merienda de negros -que ni siquiera es original, porque es una copia de lo que hizo As en su irrelevante Foro Ferrándiz durante el juicio de la O.P- acudirán estos gladiadores: Juan XXXX, siempre dispuesto a denunciar las situaciones injustas, especialmente en las que le meten los becarios; Riquelme de Marca (hubiese molado más Garai, pero este no se quedá atrás), Carabias del ABC, Arribas de El País, De la Calle de El Mundo y los foráneos Ricci de Gazetta, Hermel de L´Equipe y Fest de la agencia alemana DPA.

Habrá rasgamientos de vestiduras, conversiones súbitas como en la gruta de Lourdes y mea culpa con la boquita cerrada; todos y cada uno de los nacionales presentes han sido retratados en su auténtica naturaleza en este blog, bien por sus escritos o por el periódico en el que escriben. Dejarán que los guiris se explayen: el propio Ricci le afeaba a Juan XXX no hace mucho que no tuviese el valor de poner quien era Jandro, a pesar de que estaba identificado, pero es tan tonto (XXX) que no replicó al bufonesco italiano que su periódico todavía no ha publicado los papeles de Pantani, quizás por su condición de mártir y semidios.

Al día siguiente sólo habrá jornada de mañana, con un perfil más técnico, pero caracterizado por la vacuidad de las propuestas: hasta esa charlotada que es el "dopaje genético" tiene sección, a cargo de un catedrático, que espero que diga la verdad y no elucubre respecto al futuro. Hoy por hoy, andar trasteando en genes tiene demasiados efectos secundarios. ¿He dicho perfil técnico? No, porque también estará Enrique Bastida, el Guardia Civil gallego que llevó el operativo de la O.P, ahora con carguito ("Jefe del Departamento de I&I") en la AEA.

Todas las sesiones se podrán ver en directo. A tenor del programa, es un magnífico retrato de España como sociedad y nuestras activas políticas contra el dopaje. Una espléndida francachela para nada y para nadie salvo ellos mismos, y otra magnífica tarjeta de presentación al resto de los países sobre cómo nos lo montamos aquí. Que les aproveche.
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Hoy es la primera etapa de montaña del Giro, que viene detrás de: nueve días de competición, de los que los dos últimos han sido una crono muy larga de 55 km y una etapa de media montaña bajo un aguacero tremendo. Ah, y tras un día de descanso. Si es cierto que el ciclismo ha cambiado, veremos bastantes implosiones de corredores. 167 km con dos puertos desconocidos, como casi todo el Friuli: el primero el Canon di Lanza, que en su parte central son 10 km al 10% (y un km al 15% de media) y una bajada kilométrica muy técnica en su primera parte. El puerto final, que lleva a una de las habituales mesetas de montaña de la zona, tiene 21 km, de los que los 10 últimos son al 7% de media. Recuerden: la primera etapa de montaña en el nuevo ciclismo, como recuerda el Tour 2012 y la Planche des Belles Filles, viene a ser lo que era la primera etapa de montaña en el viejo ciclismo.
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Gaumont murió ayer, tres semanas después del paro cardíaco. Descanse en paz.
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Archivada definitivamente la investigación sobre el Europcar en el Tour 2011. Ya volverán a sacar el fantasma en la semana previa al Tour 2013, como hicieron en 2012, para que Yoann Gene no suba los puertos como Zaina. 
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El BMC contrata a Julich como "consultor" tras ser despedido del Sky por su pasado de dopaje. En el equipo suizo que se comporta como un millonario caprichoso (todavía no han ganado ni una gran clásica desde su política de fichajes a base talonario, y Gilbert sigue sin estrenar el maillot arcoiris) se encontrará muy agusto con el jefe Andy Rhiis, el de la kunda del Phonak, el que dijo a Landis que no se preocupase, que en su equipo iba a encontrar el mismo dopaje que en UsPostal. Sí, ese equipo que nació en 2010 como pararrayos del dopaje, y al que no pasando ni siquiera un año pillaron a un masajista que se dedicaba a recibir en casa 200 viales de EPO.

Esto pasa porque no hay sanciones de por vida.
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Según la AMA, en un raro ejemplo de organismo que se hace autocrítica, la deficiente lucha contra el dopaje no se debe a factores técnicos, sino a otras cosas a la luz de todos.
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Propaganda olímpica, aunque se venda como el pellizco sensible y populista de El País. Fíjense que lo que es una valla metálica infranqueable se convierte, por virtud de la pedantería y la redacción pseudoarquitectónica, en una "membrana": será porque hay que tener agallas para escribir algo así. Lo digo e insisto: la crisis del periodismo no es únicamente tecnológica, es sobre todo ideológica. Escriben los peores, y escriben gilipolleces. 
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(Relacionado con lo anterior) El notable periodista de la sección Madrid de El País @BrunoG_Gallo publicaba el sábado un artículo muy jugoso sobre #noaMadrid2020, aunque sea vendido como la enésima crisis de gobierno de la alcaldesa Ana Botella, que esté en el cargo por méritos propios y no por ser la mujer de quien es. Destaco este párrafo, aunque el anterior también es muy divertido:

Blanco y Gallardón no se pueden ni ver. Blanco y Botella, tampoco. Ni Blanco y el antes secretario de Estado para el Deporte y ahora líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, clave para el éxito de la candidatura. La relación de Blanco con su número dos, Theresa Zabell, es de dura competencia. Y en el lado olímpico de la candidatura, hay otras rivalidades acendradas. Subyace bajo esta lucha de poder, además de choques de personalidades, la idea de que, si Madrid logra los Juegos, no será Blanco quien lidere el Comité Organizador.
Yo lo que veo aquí, y perdone el periodista, es algo que se puede resumir en una frase: nadie, nadie, nadie aguanta al judoka orensano. Las razones ya les he ido exponiendo regularmente por aquí y, como es tradicional, antes que ningún otro. Perdonen que me ponga la medalla, que es un rasgo de vanidad inferior a considerarme doctor por una Universidad de Corea del Sur y presentar una tesis doctoral plagiada a una mierda de universidad gallega. 

12 mayo, 2013

Un hemofílico en el deporte de la sangre

Del casting de Crepúsculo
Ya se habrá olvidado, pero el Saunier Duval -un equipo que no necesita presentación, y que acabó como acabó- tenía entre su plantilla médica a una recién titulada en Medicina cuya especialidad era la hematología.

El ciclismo es el deporte de la sangre, siquiera porque ellos mismos bautizaron a los incipientes controles de sangre para vigilar el hematocrito como vampiros, aunque los auténticos vampiros eran otros, como supo el gran público algunos años después.

Después vino la detección de la EPO, la vuelta a las tranfusiones autólogas para la mejora del rendimiento deportivo, los certificados médicos y la búsqueda desesperada de dolencias, en su mayoría inventadas o exageradas, para justificar la toma de sustancias dopantes. Si el ciclismo es el deporte de la sangre, también es el deporte de los asmáticos, aunque este no sea el tema.

El caso del ciclista británico Alex Dowsett es paradigmático. Nacido en 1988, pasó a profesionales en 2011 en el Sky, el equipo científico y que viene a renovar el ciclismo como si esto fuese inyectar el vial, colgar como un jamón la bolsa y apretar muy fuerte el puño, que son sólo unos minutos.

Desde el comienzo obtuvo muy buenos resultados en crono, siempre en carreras menores. En 2012 su equipo no lo alineó para ninguna carrera importante, y le dejó la puerta abierta para fichar por el Movistar. Como dijo Vande Velde ante la USADA, y como recuerda maliciosamente el sátiro de sí mismo Arribas ("la caverna de Wiggo", en referencia al Sky), es el típico intercambio de cromos entre equipos para saber que se meten unos y que se meten los otros, siempre entre fichas menores.

"Unzue abrió las puertas de su equipo para conocer de él los secretos del ciclismo llamado 2.0" Tal cual. Para matizar un poco lo que es una obviedad a todas luces, y para no cargar en demasía al chaval, resulta que no viene con ningun secreto, al contrario. Según Dowsett, "todo es cuestión de medios. En el Sky había un equipo A y un equipo B. Los del A tenían todo lo necesario a su disposición. Los del B teníamos que buscarnos la vida como si estuviéramos en cualquier otro equipo"

Todo lo necesario. Seguro que se refiere a la bicis Pinarello -el equipo B competía con Derbi-Rabassa, como es bien sabido- y los maillots negrísimos, sólo disponibles para Wiggins y su trenecito 2012, el de Porte, Froome, Boasson-Hagen y Rogers, uno que ha salido a la fuerza de "la caverna" y cuyo rendimiento es paupérrimo, como ya se comentó en su día.

En fin, que Dowsett está blanco. Porque es del Movistar -el equipo mimado siempre en cuestiones de dopaje, desde el probenecid hasta el Ferrari de Olano, pasando por Sabino Padilla-, porque es joven, porque escribe muchos tweets (pero muchos, muchos) y porque el ciclismo siempre está cambiando, y esta es la nueva generación, que al fin y al cabo es lo que viene a decir eso de 2.0.

Y un cuerno.

La principal característica de Dowsett es que es hemofílico. Un hemofílico en el ciclismo. Se habían visto experimientos con diabéticos -hay hasta un equipo menor que hace con estos enfermos como el Athletic de Bilbao con los vascos, antes vizcaínos-, epilépticos, enfermos de cáncer y bueno, no me cabía duda de que acabaría habiendo un Pistorius, pero lo de un hemofílico es ya una tomadura de pelo.

Nos informan los medios de propaganda que Dowsett es hemofílico, pero de los que no se hacen daño. Como nuestro Monarca, afamado deportista. En todo caso, se hacen daño. Que su enfermedad congénita es del tipo A, la más común y llevadera de las tres existentes. Que la mejor forma de llevar este enfermedad es con medicina preventiva -prevenir antes que curar- y que Dowsett, en las etapas en las que ve mayor riesgo, se medica "preventivamente" por si, queseyo, tiene una caída -circunstancia harto improbable en el ciclismo- y eso que tiene en las venas brota con la alegría de un pozo de petróleo en una pelí de Hollywood.

Se medica preventivamente. Vamos, que el señor Dowsett tiene un certificado médico de oro. No sube un cagarro, pero tiene 24 años y bueno, Wiggins empezó así: sin certificado de hemofilia, pero ganando prólogos. Ya ven como acabado. Para eso, además de la información que pasase a Movistar sobre el equipo científico, era para lo que servía el chaval.

Pues no. El sábado se disputó en la costa del Adriático la segunda crono más larga de una gran vuelta en los últimos 15 años, un regalo que la organización ideó para que Wiggins viniese a disputar el Giro, un regalo envenenado que el británico aceptó sin dudarlo mucho. La etapa la ganó Dowsett, el año pasado sirviente del hombre que sabe interpretar mejor que nadie la relación entre británico y Mallorca, para sorpresa y pábulo de los que seguimos este deporte.

¿Sorpresa? En absoluto. A nadie parece haber sorprendido que este corredor haya ganado, en buena lid -ni llovió a los demás, ni se levantó un huracán por la tarde- a gran parte de los mejores corredores del mundo en larga distancia contra el crono. Es cierto que el triunfo hubiese sido para Wiggins, por estrecho margen, de no haber sufrido un pinchazo, pero el resultado está ahí.

De hecho, un repaso a los medios de propaganda no indica nada raro. Es hasta normal ver a un corredor de 24 años ganar una crono el doble de larga de las que hasta ahora había olido. Y hemofílico. Se une así a la gran caterva de vencedores estrafalarios de cronos del Giro, donde el último había sido Konovalovas (¡ese Cerveló!) en la crono final del Giro 2009. También tenía 24 años. No volvió a hacer nada, y eso que también lo fichó Unzué, a ver que le contaba para poder aplicarlo en la Clínica Universitaria -por decir algo- de Navarra.  Ahora sigue por equipos muy menores,  y nadie se acuerda ni de él, ni de aquel equipo también de negro en el que militaba.

En la lucha por la general, Wiggins no sacó tiempo significativo y todo está muy apretado, con Nibali de líder. S. Sánchez se dejó 3´, Kiserlovski 5´ y Rafael Valls hizo una crono magnífica, que le situa entre los veinte primeros de la general y también en el punto de mira para los Dolomitas. Por enlazar con el inicio de este post, el diminuto escalador valenciano (pero eso no es óbice para una crono de 55 km prácticamente llanos, eh) empezó en el ciclismo con 20 años y con Matxín. Por cierto, ¿las etapas de más riesgo para un hemofílico no serán las que tienen más descensos, esto es: las más decisivas, las de montaña? No digo que Dowsett vaya a hacer un roto en la montaña del Giro -hoy no, veremos dentro de unos años- , pero si lo digo de Valls. Ahí queda.
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El agua chafó gran parte del espectáculo en la etapa de hoy, sobre el papel una espectacular San Sepolcro-Florencia. Se salía de la comarca del Casentino, durante muchos años sede de una de las pruebas por etapas sub-23 más prestigiosas del mundo, y se remontaba el valle del Arno, que se hace enorme en unos pocos km, para subir a una de las múltiples vertientes del paso de la Futa.

En un paisaje increíble de abetos gigantes, unos fugados hicieron camino mientras el pelotón sobrevivía en una subida muy dura que tendría que verse más por el Giro. De ahí saldría el ganador, un increíble Belkov del Katusha. Cinco años entre profesionales -fue campeón del mundo sub23 de crono- y gana su primera carrera tras ir en solitario los últimos 40 km que eran, eso sí, de bajada.

Ahí lo volvió a pasar fatal Wiggins, que llegó a perder casi un minuto respecto al pelotón principal, donde esta vez si se quedaron Henao y Urán. Parece que, viniendo de la pista (de la que siempre se glosan sus virtudes), no se aprende a bajar en mojado. O en seco, esa palabra que tan mal casa con Wiggins, salvo en el dry Martini.  

El resto del Sky se quedó con el ganador de prólogos en sus siete primeros años de profesional, transmutado posteriormente y en el prodigioso plazo de un invierno y una primavera en un corredor de grande vueltas. Consiguieron volver a enlazar antes del último repecho en Fiesole, donde cedió Hesjedal y perdió en meta más de un minuto.

Ahí saltó Betancur, el ansioso colombiano del Ag2r, desde hace mes y medio rondando una victoria que no llega por su ansiedad. Se vió en el País Vasco, volvió a repetirlo en Flecha Valona y ayer iban tan ofuscado que alcanzó a los fugados, no se enteró que por delante iba Belkov y celebró su segundo puesto como una victoria.

En general, ese tipo de celebraciones quedan para el pequeño anecdotario de una etapa, una carrera y un corredor, pero en el caso de ese colombiano, que transmite nervio y ansiedad por los cuatro costados -incluso en su pedalada doliente- parece que significa algo más: dificultad para ganar, como todos sus compatriotas (menos Quintana) y mucha inmadurez.
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La Vuelta a Asturias, reducida a sólo dos jornadas, para Amets Txurruka. Ganó la primera etapa, donde -cómo no- fue escapado y en la segunda aguantó en el Naranco mientras la etapa iba a Javier Moreno -Movistar- uno de esos que siempre está a la espera y que no termina de despegar.
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Comienza la Vuelta a California, la auténtica competencia del Giro, aunque este año tiene una participación muy pobre: ninguno de lo que estuvieron rondando el Tour el año pasado, por ejemplo. La primera etapa ha sido para XXXXX (la pueden ver a partir de las 22:00, pero ya lo dejo preparado)