En la sociedad actual, mucha gente confunde la sinceridad con la verdad. Como si ser franco, señalarse el corazón y asentir con la cabeza mientras se dice "créame" fuese garantía de verdad. De verdad de la buena. Vale para asegurar que existen armas de destrucción masiva, que te querré hasta la muerte o que mi ciclista favorito no se dopa. Me lo ha dicho él, te lo juro.
Hoy el post va dedicado a 18.- Valv. (Piti). Pero cambien el nombre y verán que vale para Contador, Basso o cualquier otro fantoche de las evidencias inexcusables y el coro de defensores, siegos de razón. "El nunca lo haría", como la famosa campaña publicitaria de los ochenta en la que nos intentaban vender como racional un comportamiento irracional de un ser irracional. Ya. El nunca lo haría, salvo que lo hace.
Resulta que Interviú publicó el lunes un reportaje donde se vuelven a reproducir documentos oficiales del sumario, algo que no ocurría desde junio en España y desde agosto en Alemania con el famoso fax de Eufemiano. Los documentos no son especulaciones, son evidencias palpables de un asunto muy difícil de reconducir. Los más interesantes son los de la chapucera contabilidad del hemodruida, un folio para gastos (509.000€) y otro para ingresos (500.000). Al margen de que el galeno empezase la planificación de la temporada 2006 con un déficit de 9.000€, como si fuesen una Olimpiadas, lo interesante es como intenta cuadrar las cuentas.
En el apartado ingresos va sumando, sumando las cifras de sus clientes favoritos, en función a sus respectivas fichas y al final hace un cajón de sastre de 110.000€ donde mete estas opciones: "18; azules; checo; Ivan May." y otra escritura que no se puede ver bien. Salen bien fáciles los nombres. La distribución de los clientes de Eufemiano en grupos ya se sabía gracias al documento 105, donde se detallan las categorías "individuales, Libertys y otros". Azules son los Libertys; el checo es Jan Hruska, que ganó en Alcobendas y poco después dió hematocrito alto en la Volta; Ivan May. es Ibán Mayo; y 18 es 18.- Valv. (Piti).
Su nombre apareció por primera vez cuando Arribas empezó a reproducir documentos y se le coló el nombre. Es más, basándose en "fuentes de la investigación" descartó la relación evidente entre ciclista, perro (el nunca lo haría) y dopaje. Salió el informe de la Guardia Civil y el documento 114. Nada. Santiago y cierra España, Valverde es intocable. En Alemania llamaron a la cosa por su nombre (encubrimiento generalizado) y salió el presidente de la Federación, en plenos mundiales, a negar que 18.- Valv. (Piti), paisano suyo, tuviese sangre por ahí. Ahora sale este nuevo documento y...¿se creen ustedes que Piti será uno de los 51 que tiene que pasar el interrogatorio? Que vá. El nunca lo haría.
Hubo quien dijo: "Bah, una sola bolsa y del año 2004, eso no prueba nada". Si, pero ¿qué dirán ahora los valverdistas ante la evidencia de que Eufemiano le contemplaba para el 2006?. Ese año que, según el propio Piti en la mítica entrevista del loro, "iba a ser muy bueno". Dirán lo que sea, y si no, a volver a leer el primer párrafo. Es que un chico tan bueno, tan majo, que quiere tanto a su Ángela, ¿cómo se va a dopar? El nunca lo haría.
***
Un ciberchat con El Intocable. Muy interesantes las respuestas 28,31, 52.
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¿Qué detesta en el ser humano?
21 diciembre, 2006
20 diciembre, 2006
¡Faltaba el descampado!
Ya está completo el círculo. En toda la Operación Puerto se combinaban las chapuzas a lo Pepe Gotera y Otilio con el dopaje de alto nivel, la tarjeta de Marisquerías Rafa con las hojas de planificación deportiva, la cafetería de Chamberí con el NH Zurbano, el lloro y el moco de Contador con la chulesca arrogancia de Manolo Saiz. Como en toda buena historia de drogas, muertes y miseria que se precie, faltaba el descampado. Ya está aquí.
Carlos Arribas nos informa que en la fecha nada reciente del 20 de septiembre se descubrieron en un descampado de Valencia (Valencia tiene un término municipal relativamente pequeño, convendría concretar más: ¿miedo a que el sitio concreto sea el mismo que una conocida escuela de atletismo?) nada menos que 3.000 envases de hormonas falsificadas. El titular no es para tirar cohetes. Bien mirada, la noticia tampoco: la presencia de productos dopantes caducados y falsificados se conoce desde los primeros compases. ¿Cúal es la auténtica novedad? El descampado.
Sí, pero también que se apunta a que la falsificación se hacía en laboratorios de la región. Eso es algo que se lleva diciendo desde hace tiempo en este blog, una de las razones por las que nunca han pillado -de momento- a Perdiguero, Aitor González y Santos Papada González. O a cierto tenista venido a menos, un saltimbanqui en la frontera de la marginalidad que fue la inversión más ruinosa de Telefónica (al nivel de Terra) y, en general, todo el grupo asociado a cierto entrenador de atletismo. Claro, eso no se dice. ¿Y que hay de las concentraciones de equipos ciclistas en la zona, concretamente en Jávea? ¡Con lo grande que es el Mediterráneo! ¡Si Braudel levantase la cabeza!
También se dice que hay dos personas imputadas por "un delito contra la propiedad industrial por falsificación". Claro, eran marcas comerciales. Cuando se desarticulan otros laboratorios clandestinos en la zona -el Quimicefa de Europa, especialmente para MDMA y éxtasis: la época del ACTV no ha desaparecido del todo- se les imputan otra clase de delitos, de los de la rama de estupefacientes. Aquí, mientras nadie testifique que meterse cantidades de caballo de hormona del crecimiento le produce efectos secundarios, a los industriales de la droga hay que atacarles por la vía de la propiedad industrial. Nada de delito contra la salud pública. Así de lacónica concluye la información: "el principal problema de las falsificaciones es la falta de garantías en cuanto a la pureza del contenido, la dosificación o la calidad del producto."
Tiene mucha más chicha la otra pieza que hoy ofrece Arribas: se demuestra que el lenguaje es permeable -y los usos- y que entre las prácticas de dopaje y el puro yonkismo no hay diferencia. Pichicata, jeringuillas preparadas a partir de cortar con agua destilada la materia pura, un camello general que actua sobre la parte general del beneficio y un último elemento, no citado pero explícito: los zombis. Los corredores profesionales dispuestos a dar hasta su última gota de dignidad por defender a un gurú, sabiendo que sólo su dosis podrá permitirles volver al antiguo nivel. Sombras de oscuridad, carcasas vacías, figuras esqueléticas recortadas en el descampado.
***
¡Cúanta hipocresía! J.C Domínguez se retira con 35 años. Y se retira cagando para todos los lados. Lo dice él, que en el Kelme hizo en 1997 una subida a Los Lagos imposible de explicar, que obtuvo su mejor victoria (el prólogo del Giro 2002) enrolado en el perfumado Phonak, que en su única temporada en Banesto (2001) enlazó Aragón, Asturias y Bicicleta Vasca hasta que desde el equipo le dieron el alto (y no le renovaron), que en 1999 fue expulsado de la Vuelta cuando corría en el Vitalicio por hematocrito alto y que, ojito, esta misma temporada fue excluído por el mismo motivo durante 15 días. ¿El director deportivo con el que ha estado más tiempo? Álvaro Pino. Algo sabrá cuando habla de "mafia". Sobre todo después de que le rechazasen en el Karpin-Galicia-Pino/Eufemiano.
***
Ya le llevaba Cecchini y ahora se traslada a Girona, donde el núcleo del dopaje anglosajón-bejarano. Un cordial saludo a todos los que le vieron como apostol y se alegraron con la crono de la Vuelta.
***
¿Uhm? Acabarán fichando a Tom Simpson, estoy seguro.
***
Tetra-Bricks y polígrafo. A ver si lo cuelgan del YouTube.com...
***
¿Ivan May? No puede ser él. No. Seguro que mienten. Sin ir más lejos, se escribe con b. Con b de bombado; pobre 14 HRS. Cazado en el antidopaje pero todavía en los presupuestos de Fuentes para 2006; e impagable la aclaración final de cyclingnews.com (información completa aquí)...(gracias nickMerle Kilgore)
Carlos Arribas nos informa que en la fecha nada reciente del 20 de septiembre se descubrieron en un descampado de Valencia (Valencia tiene un término municipal relativamente pequeño, convendría concretar más: ¿miedo a que el sitio concreto sea el mismo que una conocida escuela de atletismo?) nada menos que 3.000 envases de hormonas falsificadas. El titular no es para tirar cohetes. Bien mirada, la noticia tampoco: la presencia de productos dopantes caducados y falsificados se conoce desde los primeros compases. ¿Cúal es la auténtica novedad? El descampado.
Sí, pero también que se apunta a que la falsificación se hacía en laboratorios de la región. Eso es algo que se lleva diciendo desde hace tiempo en este blog, una de las razones por las que nunca han pillado -de momento- a Perdiguero, Aitor González y Santos Papada González. O a cierto tenista venido a menos, un saltimbanqui en la frontera de la marginalidad que fue la inversión más ruinosa de Telefónica (al nivel de Terra) y, en general, todo el grupo asociado a cierto entrenador de atletismo. Claro, eso no se dice. ¿Y que hay de las concentraciones de equipos ciclistas en la zona, concretamente en Jávea? ¡Con lo grande que es el Mediterráneo! ¡Si Braudel levantase la cabeza!
También se dice que hay dos personas imputadas por "un delito contra la propiedad industrial por falsificación". Claro, eran marcas comerciales. Cuando se desarticulan otros laboratorios clandestinos en la zona -el Quimicefa de Europa, especialmente para MDMA y éxtasis: la época del ACTV no ha desaparecido del todo- se les imputan otra clase de delitos, de los de la rama de estupefacientes. Aquí, mientras nadie testifique que meterse cantidades de caballo de hormona del crecimiento le produce efectos secundarios, a los industriales de la droga hay que atacarles por la vía de la propiedad industrial. Nada de delito contra la salud pública. Así de lacónica concluye la información: "el principal problema de las falsificaciones es la falta de garantías en cuanto a la pureza del contenido, la dosificación o la calidad del producto."
Tiene mucha más chicha la otra pieza que hoy ofrece Arribas: se demuestra que el lenguaje es permeable -y los usos- y que entre las prácticas de dopaje y el puro yonkismo no hay diferencia. Pichicata, jeringuillas preparadas a partir de cortar con agua destilada la materia pura, un camello general que actua sobre la parte general del beneficio y un último elemento, no citado pero explícito: los zombis. Los corredores profesionales dispuestos a dar hasta su última gota de dignidad por defender a un gurú, sabiendo que sólo su dosis podrá permitirles volver al antiguo nivel. Sombras de oscuridad, carcasas vacías, figuras esqueléticas recortadas en el descampado.
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¡Cúanta hipocresía! J.C Domínguez se retira con 35 años. Y se retira cagando para todos los lados. Lo dice él, que en el Kelme hizo en 1997 una subida a Los Lagos imposible de explicar, que obtuvo su mejor victoria (el prólogo del Giro 2002) enrolado en el perfumado Phonak, que en su única temporada en Banesto (2001) enlazó Aragón, Asturias y Bicicleta Vasca hasta que desde el equipo le dieron el alto (y no le renovaron), que en 1999 fue expulsado de la Vuelta cuando corría en el Vitalicio por hematocrito alto y que, ojito, esta misma temporada fue excluído por el mismo motivo durante 15 días. ¿El director deportivo con el que ha estado más tiempo? Álvaro Pino. Algo sabrá cuando habla de "mafia". Sobre todo después de que le rechazasen en el Karpin-Galicia-Pino/Eufemiano.
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Ya le llevaba Cecchini y ahora se traslada a Girona, donde el núcleo del dopaje anglosajón-bejarano. Un cordial saludo a todos los que le vieron como apostol y se alegraron con la crono de la Vuelta.
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¿Uhm? Acabarán fichando a Tom Simpson, estoy seguro.
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Tetra-Bricks y polígrafo. A ver si lo cuelgan del YouTube.com...
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¿Ivan May? No puede ser él. No. Seguro que mienten. Sin ir más lejos, se escribe con b. Con b de bombado; pobre 14 HRS. Cazado en el antidopaje pero todavía en los presupuestos de Fuentes para 2006; e impagable la aclaración final de cyclingnews.com (información completa aquí)...(gracias nickMerle Kilgore)
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18 diciembre, 2006
De "generación perdida" a "generación machacada"
El viernes se puso fin al desatino de la licencia ProTour de Active Bay, un equipo del que se conocía su dopaje sistemático y que aún así pudo disputar la Vuelta a España y ganarla, para espanto de cualquier observador mínimamente cabal. Para certificar la chulería, el Marca, órgano de partido del oncismo y sus reencarnaciones, público el día de la victoria una foto donde se veía a Manolo Saiz rodeado de Vinokourov y Kasheschkin, juntos y felices en la fiesta de la victoria. El cántabro con la mirada y sonrisa chispeante que dan las bebidas espumosas, los asiáticos con sangre sólida en las venas y nada de rencor hacia el factótum al que habían mandado a la mierda mes y medio antes, en vísperas del Tour. Faltó decir: el próximo año, el Tour.
No será así. Los de la estepa se fueron a Suiza y se han montado un superequipo -continental, pero participarán donde quieran- con gente tan limpia como Savoldelli o todo el bloque Ferrari del T-Mobile, los intachables Kloden, Mazzoleni y Kessler. Manolo Saiz luchó gato panza arriba por sus jóvenes, esos por los que Carlos Arribas pidió que no hubiese "una generación perdida" y que ahora, ojito al giro conceptual, califica de "generación machacada". Da espanto y pavor lo que uno se puede encontrar a la vuelta del periódico. En todo caso, se veía venir. Una vez cobrada la cabeza de, en la terminología Eufemiano, El Gordo, parece que ya estamos maduros para el embudo en la boca y tragar lo que nos echen. Por ejemplo, que Contador y Luis León Sánchez van limpios.
¡Y lo dice el propio Arribas, el periodista que reprodujo en su diario el documento de preparación para el Tour 2005, donde se dice que el juvenil Dúo Dinámico llevará la misma droga que Igor! Peor aún: deja en manos de Manolo Saiz la decisión final, el hombre que según Contador es un "administrativo". En fin. No voy a insistir más en una obviedad que salta a la vista (de los corredores Liberty que en 2005 ganaron carreras ProTour, todos iban hasta las cejas, menos supuestamente Contador, que por eso ganó dos), sino en el tratamiento informativo. Como esta noticia de un ultradopado, también en el blister que hoy nos ofrece El País. Los malos son los del Unibet.com, no el ciclista mediocre que firmó el contrato de su vida gracias a ir drogado en todas las carreras que disputaba. Ahí está su mejor victoria, una etapa de la Vuelta con dos subidas a Navacerrada a ¡43 km/h!. Mucha atención al primer párrafo y la repetición cadenciosa de "a nadie le extrañó...". Como a nadie nos extraña tu nuevo giro, Carlos.
Generación machacada. ¿Hay que conceder piedad a unos mentirosos compulsivos, a un ciclista que se desmaya en Neila, a una persona que ha mentido ante el juez? Arribas ha optado por el paz-piedad-perdón. Yo seguiré donde estoy, con cierta curiosidad sobre como trate el insigne periodista cualquier problema de salud que le ocurra a un corredor con propensión a caerse, a tener cavernoma cerebral (Landis el fémur necrosado, Hamilton la clavícula rota, Botero más testosterona de la normal, Igor asmático...) y, en general, a un mundo de fantasía autoimpuesta. Y en algo contribuirá el "Perico Delgado del siglo XXI" que le adjudica, gratuitamente, en la información de hoy. Por cierto: Contador ficha por el Discovery, pero a Arribas no le parece conveniente comentar que es el mismo equipo de Basso. ¡Ah, que Basso el anti-ADN es inocente! Acabáramos.
***
Sobre la última semana del Marca. Garai realiza una entrevista a Eufemiano donde no se dice nada nuevo. Ayuso dice en la Ser que es una "entrevista patética a un personaje patético". Es una opinión muy ajustada a la realidad. Garai se mosquea y escribe una columna-vómito (con tacos incluídos, con lo fino que es) donde ataca personalmente a Ayuso, diciendo que estuvo mendigando estrellas para la presentación de la Vuelta, y ya se vió que sólo estuvieron Pereiro y Valverde. Perdonen que les cite de memoria y no ponga hipervínculos, pero es que Marca.com es bastante pobre. También dice que la Vuelta está muerta y que no viene nadie. Él, que ha firmado crónicas-babero sobre la Vuelta. Él, que sabe de ciclismo y no puede obviar la nómina de ganadores de etapa de la última edición (Bettini, Hushvod, Valverde, Paolini, Di Luca, Millar, Vinokourov, Samuel Sánchez) se ofusca y se ceba en atacar una frase irrefutable, salvo por incompleta: una entrevista patética a un personaje patético y por un personaje patético.
Y no acaba aquí la última semana de su diario deportivo favorito. El viernes publicó que el famoso Alessandro Marino, el posturólogo italiano que está detrás la mejoría de 18.- Valv. (Piti) contra el reloj se había traslado este año a Tafalla para aplicar sus conocimientos a este corredor y Pereiro. ¿Lo mejor? La primera frase. "Valverde ya no tiene que ir a Italia...". Ja, ja, ja.
No será así. Los de la estepa se fueron a Suiza y se han montado un superequipo -continental, pero participarán donde quieran- con gente tan limpia como Savoldelli o todo el bloque Ferrari del T-Mobile, los intachables Kloden, Mazzoleni y Kessler. Manolo Saiz luchó gato panza arriba por sus jóvenes, esos por los que Carlos Arribas pidió que no hubiese "una generación perdida" y que ahora, ojito al giro conceptual, califica de "generación machacada". Da espanto y pavor lo que uno se puede encontrar a la vuelta del periódico. En todo caso, se veía venir. Una vez cobrada la cabeza de, en la terminología Eufemiano, El Gordo, parece que ya estamos maduros para el embudo en la boca y tragar lo que nos echen. Por ejemplo, que Contador y Luis León Sánchez van limpios.
¡Y lo dice el propio Arribas, el periodista que reprodujo en su diario el documento de preparación para el Tour 2005, donde se dice que el juvenil Dúo Dinámico llevará la misma droga que Igor! Peor aún: deja en manos de Manolo Saiz la decisión final, el hombre que según Contador es un "administrativo". En fin. No voy a insistir más en una obviedad que salta a la vista (de los corredores Liberty que en 2005 ganaron carreras ProTour, todos iban hasta las cejas, menos supuestamente Contador, que por eso ganó dos), sino en el tratamiento informativo. Como esta noticia de un ultradopado, también en el blister que hoy nos ofrece El País. Los malos son los del Unibet.com, no el ciclista mediocre que firmó el contrato de su vida gracias a ir drogado en todas las carreras que disputaba. Ahí está su mejor victoria, una etapa de la Vuelta con dos subidas a Navacerrada a ¡43 km/h!. Mucha atención al primer párrafo y la repetición cadenciosa de "a nadie le extrañó...". Como a nadie nos extraña tu nuevo giro, Carlos.
Generación machacada. ¿Hay que conceder piedad a unos mentirosos compulsivos, a un ciclista que se desmaya en Neila, a una persona que ha mentido ante el juez? Arribas ha optado por el paz-piedad-perdón. Yo seguiré donde estoy, con cierta curiosidad sobre como trate el insigne periodista cualquier problema de salud que le ocurra a un corredor con propensión a caerse, a tener cavernoma cerebral (Landis el fémur necrosado, Hamilton la clavícula rota, Botero más testosterona de la normal, Igor asmático...) y, en general, a un mundo de fantasía autoimpuesta. Y en algo contribuirá el "Perico Delgado del siglo XXI" que le adjudica, gratuitamente, en la información de hoy. Por cierto: Contador ficha por el Discovery, pero a Arribas no le parece conveniente comentar que es el mismo equipo de Basso. ¡Ah, que Basso el anti-ADN es inocente! Acabáramos.
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Sobre la última semana del Marca. Garai realiza una entrevista a Eufemiano donde no se dice nada nuevo. Ayuso dice en la Ser que es una "entrevista patética a un personaje patético". Es una opinión muy ajustada a la realidad. Garai se mosquea y escribe una columna-vómito (con tacos incluídos, con lo fino que es) donde ataca personalmente a Ayuso, diciendo que estuvo mendigando estrellas para la presentación de la Vuelta, y ya se vió que sólo estuvieron Pereiro y Valverde. Perdonen que les cite de memoria y no ponga hipervínculos, pero es que Marca.com es bastante pobre. También dice que la Vuelta está muerta y que no viene nadie. Él, que ha firmado crónicas-babero sobre la Vuelta. Él, que sabe de ciclismo y no puede obviar la nómina de ganadores de etapa de la última edición (Bettini, Hushvod, Valverde, Paolini, Di Luca, Millar, Vinokourov, Samuel Sánchez) se ofusca y se ceba en atacar una frase irrefutable, salvo por incompleta: una entrevista patética a un personaje patético y por un personaje patético.
Y no acaba aquí la última semana de su diario deportivo favorito. El viernes publicó que el famoso Alessandro Marino, el posturólogo italiano que está detrás la mejoría de 18.- Valv. (Piti) contra el reloj se había traslado este año a Tafalla para aplicar sus conocimientos a este corredor y Pereiro. ¿Lo mejor? La primera frase. "Valverde ya no tiene que ir a Italia...". Ja, ja, ja.
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14 diciembre, 2006
La mejor preparación para el Mundial
A primera vista, la edición 2007 de la Vuelta que ayer se presentó en Madrid es la edición menos estimulante que se pueda recordar. No ya de la carrera española, sino de cualquier gran vuelta. ¿A qué se debe este giro radical en una carrera que se caracterizaba por su apuesta por la innovación y el experimento?
Es difícil de atisbar. Las tres semanas empiezan con una etapa en línea por los alrededores de Vigo (de todo menos terreno llano) y sigue por Galicia las dos etapas siguientes. En la cuarta etapa se suben los Lagos sin el Fito. La apuesta por colocar tan pronto la mítica subida mancillada por Eladio Jiménez es para repetir la jugada de La Covatilla de este año: que un corredor que esté en forma en la primera semana coja el liderato y poco a poco se vaya desfondando. Llámese Brajkovic o Valverde. Y si es joven, mucho mejor. Ahí están las inolvidables palabras de Víctor Cordero: "de la Vuelta saldrá una nueva figura mundial. Seguro". Y ganó Vinokourov con 33 años.
Después se prosigue por el valle del Ebro en una diagonal perfecta (la etapa de Reinosa tiene cinco puertos, pero no creo que pase nada) y se llega a Zaragoza con una crono de ¡49 kms! totalmente llana. Oh sorpresa, giro hacia los Pirineos, felizmente olvidados en la pasada edición. Y se coge lo peor del sistema montañoso. Cerler y Arcalís, los puertos que nunca marcan diferencias. Estos Pirineos van a resultar tan intranscendentes como los de la edición 2003, cuando metieron tres finales en alto seguidos en la primera semana y, Eufemiano mediante, se subieron silbando. Edición, por cierto, con la que comparte muchas similitudes.
Después se atraviesa ese paraíso de sprinters que es Levante sin ninguna imaginación, salvo que entre el viento camino de Hellín. Llegada a Granada con Monachil (a reventar la gallina de los huevos de oro, visto el resultado del año pasado), giro hacia la Mancha deseando que venga el viento, Ávila, Sistema Central de lo más tópico y crono final de 25 kms. en Villalba. Eso es la Vuelta. La mejor preparación para el Mundial: una primera semana dura y el resto muy, pero que muy llevadero. Un paraíso para los cazaetapas. Un paraíso para los desmanes, una vez más.
***
Una buena crónica de alguien todavía más descreído que yo mismo. Casi mejor esta, con el préstamo -huelga la modestia propia- de macarra.
Es difícil de atisbar. Las tres semanas empiezan con una etapa en línea por los alrededores de Vigo (de todo menos terreno llano) y sigue por Galicia las dos etapas siguientes. En la cuarta etapa se suben los Lagos sin el Fito. La apuesta por colocar tan pronto la mítica subida mancillada por Eladio Jiménez es para repetir la jugada de La Covatilla de este año: que un corredor que esté en forma en la primera semana coja el liderato y poco a poco se vaya desfondando. Llámese Brajkovic o Valverde. Y si es joven, mucho mejor. Ahí están las inolvidables palabras de Víctor Cordero: "de la Vuelta saldrá una nueva figura mundial. Seguro". Y ganó Vinokourov con 33 años.
Después se prosigue por el valle del Ebro en una diagonal perfecta (la etapa de Reinosa tiene cinco puertos, pero no creo que pase nada) y se llega a Zaragoza con una crono de ¡49 kms! totalmente llana. Oh sorpresa, giro hacia los Pirineos, felizmente olvidados en la pasada edición. Y se coge lo peor del sistema montañoso. Cerler y Arcalís, los puertos que nunca marcan diferencias. Estos Pirineos van a resultar tan intranscendentes como los de la edición 2003, cuando metieron tres finales en alto seguidos en la primera semana y, Eufemiano mediante, se subieron silbando. Edición, por cierto, con la que comparte muchas similitudes.
Después se atraviesa ese paraíso de sprinters que es Levante sin ninguna imaginación, salvo que entre el viento camino de Hellín. Llegada a Granada con Monachil (a reventar la gallina de los huevos de oro, visto el resultado del año pasado), giro hacia la Mancha deseando que venga el viento, Ávila, Sistema Central de lo más tópico y crono final de 25 kms. en Villalba. Eso es la Vuelta. La mejor preparación para el Mundial: una primera semana dura y el resto muy, pero que muy llevadero. Un paraíso para los cazaetapas. Un paraíso para los desmanes, una vez más.
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Una buena crónica de alguien todavía más descreído que yo mismo. Casi mejor esta, con el préstamo -huelga la modestia propia- de macarra.
13 diciembre, 2006
Salvar al soldado Contador
La consigna está clara: hay que salvar a Contador. Y con él todos los jóvenes. "Que no haya una generación perdida", como clamaba Carlos Arribas en los primeros compases de la Operación Puerto. Y en esas estamos. Aguantando basura presentada como información periodística. Como este artículo de El País.
Ya el titular hace temer lo peor: "Manolo Saiz controlaba todas las cosas". Menuda revelación. No hay ningún corredor que diga lo contrario. Ningún aficionado al ciclismo puede pensar lo contrario. El cántabro controlaba todo lo que era suyo, y aspiraba a controlar lo demás. Ahí está el renqueante ProTour y su Código Ético de plastilina para demostrarlo. ¡Pero que titular es ese para un personaje que elegía las bicicletas, el túnel del viento, la equipación deportiva y se pasea por Madrid con 60.000 euros en tres divisas diferentes!
La frase está sacada de la declaración del parleño Jesús Hernández, cuando este ciclista dijo también la mucho más interesante "si un día la etapa finalizaba en alto, te ponían un parche para evitar contracturas". En El País sabrán porque han escogido una que no aporta nada sobre una que refleja las prácticas dopantes generalizadas. Ahora ya sabemos por qué Jose Antonio Redondo hizo la etapa que hizo en la llegada a Calar Alto. Para prevenir contracturas. Ya.
Lo mejor viene al final: el mejor resumen publicado sobre la declaración de Alberto Contador. Un ciclista nausebundo, del que solo hay que cotejar su palmarés para darse cuenta de hasta que punto está metido en el ajo. El balón de aire que le lanzó Eufemiano al poco tiempo de empezar su mítin en El Larguero, como si fuese su objetivo prioritario. Su carta-papanatas reproducida en todos los medios, donde en ningún momento dice que no se haya dopado, únicamente un azañista "paz, piedad, perdón". Bien, esta vez dijo que nunca le habían chutado sangre en vena, que nunca había tenído una crisis de salud (¿y en Neila que te pasó? Por cierto, final en alto. Esas contracturas...) y que Manolo Saiz era un "administrativo", nada parecido a ese gurú-bhraman que conocemos con gente como Isidro Nozal. No debe costar mucho encontrar una entrevista con Contador donde se desviva por Saiz, pero no tengo estómago.
Este impresentable incluso contradijo a su vecino Jesús Hernández y negó ponerse parches en el culo, como mucho compraba "Pharmaton en la farmacia". ¿Qué credibilidad tiene Contador? Ninguna. Pero tiene amigos. Tantos como Piti. El propio Arribas, después de reproducir esta sarta de mentiras sin ninguna acotación, cuela un párrafo justificador, el enésimo: "Ni Hernández, de 25 años, ni Contador, de 24, se acogieron al derecho a no declarar para evitar que lo que dijeran como testigos pudiera ser utilizado en su contra en un posible y futuro expediente administrativo -es decir, si alguno declarara que se ha dopado o que ha asumido, aun inconscientemente, sustancias dopantes, sería sancionado con dos años de suspensión- en su declaración individual, que duró unos 15 minutos". Claro, como van a decir que se dopan como caballos, que después les sancionan. Es mucho mejor decir que toman agua con azúcar. Perdón, Pharmaton.
El artículo acaba en la misma tónica: Contador se niega en principio a la prueba de ADN, después se debe acordar de lo que le dijo su abogado Bueren, y rectifica. No, ningún problema. Es lo que Freud denomina un acto fallido. Y Arribas le vuelve a lanzar un capote, que no hay sangre suya en ninguna diligencia. Pero si su nombre aparece bien clarito en un documento que reprodujo El País y donde se muestra la preparación del nueve de Liberty para el Tour 2005, con tanto de droga, sangre y mierda. Contador es un cuentacuentos, pero tiene bula. Igual que Luis León Huerta Sánchez, con el que aparece bellamente retratado en la foto de hoy, sacada en Australia un mes de enero tras una concentración abundante en estropicios. Ahí están los dólares australianos de Saiz para confirmarlo. Su declaración será similar. Sabe que tiene la bula de los medios, que tampoco informan nada de que el dopaje en el Liberty se extendía al grupo Sub-23. Repitan la consigna cien veces con letra clara y legible: "hay que salvar a los jóvenes, no puede haber una generación perdida".
***
Ahí va el elenco de médicos del Saunier para la próxima temporada. Tres.
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"Mi problema es que digo lo que pienso a la cara". Lo que tu digas, Nibelungo. Lo sabe bien el cámara de la TV francesa que te sacó en una de tus crisis hemáticas. Al menos disputará el Giro.
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¿Suena bastante pastelón, verdad? Camus empezó rodando películas de Raphael, después hizo "La Colmena" y ahora rueda una fábula de un niño huérfano que sueña con ser Oscar Freire.
En breve, en los mejores cines. Creo.
Ya el titular hace temer lo peor: "Manolo Saiz controlaba todas las cosas". Menuda revelación. No hay ningún corredor que diga lo contrario. Ningún aficionado al ciclismo puede pensar lo contrario. El cántabro controlaba todo lo que era suyo, y aspiraba a controlar lo demás. Ahí está el renqueante ProTour y su Código Ético de plastilina para demostrarlo. ¡Pero que titular es ese para un personaje que elegía las bicicletas, el túnel del viento, la equipación deportiva y se pasea por Madrid con 60.000 euros en tres divisas diferentes!
La frase está sacada de la declaración del parleño Jesús Hernández, cuando este ciclista dijo también la mucho más interesante "si un día la etapa finalizaba en alto, te ponían un parche para evitar contracturas". En El País sabrán porque han escogido una que no aporta nada sobre una que refleja las prácticas dopantes generalizadas. Ahora ya sabemos por qué Jose Antonio Redondo hizo la etapa que hizo en la llegada a Calar Alto. Para prevenir contracturas. Ya.
Lo mejor viene al final: el mejor resumen publicado sobre la declaración de Alberto Contador. Un ciclista nausebundo, del que solo hay que cotejar su palmarés para darse cuenta de hasta que punto está metido en el ajo. El balón de aire que le lanzó Eufemiano al poco tiempo de empezar su mítin en El Larguero, como si fuese su objetivo prioritario. Su carta-papanatas reproducida en todos los medios, donde en ningún momento dice que no se haya dopado, únicamente un azañista "paz, piedad, perdón". Bien, esta vez dijo que nunca le habían chutado sangre en vena, que nunca había tenído una crisis de salud (¿y en Neila que te pasó? Por cierto, final en alto. Esas contracturas...) y que Manolo Saiz era un "administrativo", nada parecido a ese gurú-bhraman que conocemos con gente como Isidro Nozal. No debe costar mucho encontrar una entrevista con Contador donde se desviva por Saiz, pero no tengo estómago.
Este impresentable incluso contradijo a su vecino Jesús Hernández y negó ponerse parches en el culo, como mucho compraba "Pharmaton en la farmacia". ¿Qué credibilidad tiene Contador? Ninguna. Pero tiene amigos. Tantos como Piti. El propio Arribas, después de reproducir esta sarta de mentiras sin ninguna acotación, cuela un párrafo justificador, el enésimo: "Ni Hernández, de 25 años, ni Contador, de 24, se acogieron al derecho a no declarar para evitar que lo que dijeran como testigos pudiera ser utilizado en su contra en un posible y futuro expediente administrativo -es decir, si alguno declarara que se ha dopado o que ha asumido, aun inconscientemente, sustancias dopantes, sería sancionado con dos años de suspensión- en su declaración individual, que duró unos 15 minutos". Claro, como van a decir que se dopan como caballos, que después les sancionan. Es mucho mejor decir que toman agua con azúcar. Perdón, Pharmaton.
El artículo acaba en la misma tónica: Contador se niega en principio a la prueba de ADN, después se debe acordar de lo que le dijo su abogado Bueren, y rectifica. No, ningún problema. Es lo que Freud denomina un acto fallido. Y Arribas le vuelve a lanzar un capote, que no hay sangre suya en ninguna diligencia. Pero si su nombre aparece bien clarito en un documento que reprodujo El País y donde se muestra la preparación del nueve de Liberty para el Tour 2005, con tanto de droga, sangre y mierda. Contador es un cuentacuentos, pero tiene bula. Igual que Luis León Huerta Sánchez, con el que aparece bellamente retratado en la foto de hoy, sacada en Australia un mes de enero tras una concentración abundante en estropicios. Ahí están los dólares australianos de Saiz para confirmarlo. Su declaración será similar. Sabe que tiene la bula de los medios, que tampoco informan nada de que el dopaje en el Liberty se extendía al grupo Sub-23. Repitan la consigna cien veces con letra clara y legible: "hay que salvar a los jóvenes, no puede haber una generación perdida".
***
Ahí va el elenco de médicos del Saunier para la próxima temporada. Tres.
***
"Mi problema es que digo lo que pienso a la cara". Lo que tu digas, Nibelungo. Lo sabe bien el cámara de la TV francesa que te sacó en una de tus crisis hemáticas. Al menos disputará el Giro.
***
¿Suena bastante pastelón, verdad? Camus empezó rodando películas de Raphael, después hizo "La Colmena" y ahora rueda una fábula de un niño huérfano que sueña con ser Oscar Freire.
En breve, en los mejores cines. Creo.
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04 diciembre, 2006
Ecco il Giro
Se presenta el Giro, la habitual máquina propagandística italiana se pone en marcha (vergonzoso editorial en la Gazzetta: "Il Giro è rock") y Basso se pasea campechano y se deja fotografiar señalando el recorrido, el mismo que dominará en apenas seis meses. Daba igual que se presentase en la nave industrial de Arcimboldo, un fracaso ideado para seguir la temporada operística mientras Mario Botta destrozaba La Scala, y que ahora se utiliza para vender baba de caracol, ayuda internacional y el Giro de Italia, que no deja de ser un producto; daba igual que nadie hablase de que el primero y el segundo del año pasado son ultradopados; "el coro de los elogios ya se ha iniciado. Y es unánime". Casi.
El Giro 2007 saldrá de Cerdeña por primera vez desde 1991. Considerando que en 2002 y 2005 salió de Bélgica, algo hemos mejorado. Inicia con una novedad, una crono por equipos de 24 kms. en la bellísima península de la Maddalena, hasta hace poco base temporal de submarinos nucleares americanos y desde los años setenta lugar de asueto de las mayores fortunas mundiales. Habrá otras dos etapas de corte turístico en la isla, cuando podían haber puesto una encerrona recorriendo el sinuoso interior, pero han preferido no tener que asfaltar las carreteras y limitarse a la costa. El regreso a la península en la cuarta etapa se celebra con el final en alto de Montevergine, donde ganó Cunego en 2004. Previamente, para que lleguen los barcos con el material, un día de descanso: el mismo error que en el Giro del año pasado. Se inicia el camino hacia el norte con una serie de etapas por Italia central donde se evitan los Abruzzos y que solo puede prometer emoción en la llegada a Mugello, patria de Gastone Nencini y Ferrari, tras pasar los Apeninos.
Después se gira hacia la costa ligur con guiño incluído a Petacchi con el final en Lido de Camaiore y final en alto en la décima etapa. Será el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, una de las infinitas cumbres que rodean Génova: 8 kms. al 9% de pendiente. Después etapa de transición hacia Pinerolo que sirve de prólogo al gran espectáculo alpino del Colle del Agnello y el Izoard, para final en Briançon. Es una etapa perfecta para sacar diferencias de podio, mucho más de las que se lograrán al día siguiente con la cronoescalada de 12 kms. al Santuario de Oropa. Y ahí se acaban los Alpes Piamonteses, injustamente ignorados en esta edición, igual que el año pasado.
Al día siguiente se llega a Bérgamo por primera vez en una porrada de años, tras pasar por dos puertos muy duros. Es un calentamiento para el gran hallazgo del domingo: el retorno a las míticas Tres Cimas de Lavaredo. Me tocará hacer un post histórico, como en la edición pasada para la demediada subida al Blockhaus, pero merecerá la pena recordar la mejor victoria de Eddy Merckx. Y después, el esperado segundo día de descanso, tras doce etapas seguidas incluyendo tres finales en alto y una cronoescalada. Una locura. Los organizadores piensan en ellos, no en los ciclistas.
Quedarán seis días para el final. El primero será para volver a Lienz, donde en 1994 un jovencísimo Bartali ganó una etapa preciosa como si fuese un veterano, y es probable que le suceda un velocista. Al día siguiente toca la etapa de circo-cross lastimosamente habitual, esta vez el Zoncolan "por el lado más duro", como si no bastase el 20% de algunos tramos de la primera vez que se subió en 2003. Dos etapas más tirando a llanas, una crono de 42 kms. en el mismo circuito del Mundial 2004 (el de Nozal entrando en meta vomitando encima de la bici) y el final en Milán. Una semana final horrible para el Giro, con poquísima chicha. Un Giro mal diseñado, porque se ha ideado como homenaje a Garibaldi (que nació en Niza, por entonces italiana, pero no les debe haber parecido bien hacer salir la carrera del eterno país odiado) y hay que ir cumpliendo las etapitas vitales de acuerdo a un curioso ejercicio de memoria histórica donde sólo se recordarán las victorias y no las derrotas.
Vamos, perfecto para que Basso lo vuelva a ganar.
***
Uno que dice que no ha tomado ni una aspirina. Bueno, una sí: en el año 2000. Y que por eso sigue corriendo con 38 años. Vivir para ver. Y eso que estaba en el Mapei-apisonadora del 95 y 96. Habrá que leer en clave eso de la aspirina del 2000....¡osti tu, que acabó cuarto en aquel Giro!. ¡Menuda aspirina!
El Giro 2007 saldrá de Cerdeña por primera vez desde 1991. Considerando que en 2002 y 2005 salió de Bélgica, algo hemos mejorado. Inicia con una novedad, una crono por equipos de 24 kms. en la bellísima península de la Maddalena, hasta hace poco base temporal de submarinos nucleares americanos y desde los años setenta lugar de asueto de las mayores fortunas mundiales. Habrá otras dos etapas de corte turístico en la isla, cuando podían haber puesto una encerrona recorriendo el sinuoso interior, pero han preferido no tener que asfaltar las carreteras y limitarse a la costa. El regreso a la península en la cuarta etapa se celebra con el final en alto de Montevergine, donde ganó Cunego en 2004. Previamente, para que lleguen los barcos con el material, un día de descanso: el mismo error que en el Giro del año pasado. Se inicia el camino hacia el norte con una serie de etapas por Italia central donde se evitan los Abruzzos y que solo puede prometer emoción en la llegada a Mugello, patria de Gastone Nencini y Ferrari, tras pasar los Apeninos.
Después se gira hacia la costa ligur con guiño incluído a Petacchi con el final en Lido de Camaiore y final en alto en la décima etapa. Será el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, una de las infinitas cumbres que rodean Génova: 8 kms. al 9% de pendiente. Después etapa de transición hacia Pinerolo que sirve de prólogo al gran espectáculo alpino del Colle del Agnello y el Izoard, para final en Briançon. Es una etapa perfecta para sacar diferencias de podio, mucho más de las que se lograrán al día siguiente con la cronoescalada de 12 kms. al Santuario de Oropa. Y ahí se acaban los Alpes Piamonteses, injustamente ignorados en esta edición, igual que el año pasado.
Al día siguiente se llega a Bérgamo por primera vez en una porrada de años, tras pasar por dos puertos muy duros. Es un calentamiento para el gran hallazgo del domingo: el retorno a las míticas Tres Cimas de Lavaredo. Me tocará hacer un post histórico, como en la edición pasada para la demediada subida al Blockhaus, pero merecerá la pena recordar la mejor victoria de Eddy Merckx. Y después, el esperado segundo día de descanso, tras doce etapas seguidas incluyendo tres finales en alto y una cronoescalada. Una locura. Los organizadores piensan en ellos, no en los ciclistas.
Quedarán seis días para el final. El primero será para volver a Lienz, donde en 1994 un jovencísimo Bartali ganó una etapa preciosa como si fuese un veterano, y es probable que le suceda un velocista. Al día siguiente toca la etapa de circo-cross lastimosamente habitual, esta vez el Zoncolan "por el lado más duro", como si no bastase el 20% de algunos tramos de la primera vez que se subió en 2003. Dos etapas más tirando a llanas, una crono de 42 kms. en el mismo circuito del Mundial 2004 (el de Nozal entrando en meta vomitando encima de la bici) y el final en Milán. Una semana final horrible para el Giro, con poquísima chicha. Un Giro mal diseñado, porque se ha ideado como homenaje a Garibaldi (que nació en Niza, por entonces italiana, pero no les debe haber parecido bien hacer salir la carrera del eterno país odiado) y hay que ir cumpliendo las etapitas vitales de acuerdo a un curioso ejercicio de memoria histórica donde sólo se recordarán las victorias y no las derrotas.
Vamos, perfecto para que Basso lo vuelva a ganar.
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Uno que dice que no ha tomado ni una aspirina. Bueno, una sí: en el año 2000. Y que por eso sigue corriendo con 38 años. Vivir para ver. Y eso que estaba en el Mapei-apisonadora del 95 y 96. Habrá que leer en clave eso de la aspirina del 2000....¡osti tu, que acabó cuarto en aquel Giro!. ¡Menuda aspirina!
01 diciembre, 2006
El anillo del Nibelungo
Este no es un post para hablar de Iban Mayo. Con Jose María Jiménez en la memoria, es el ejemplo vivo del ciclista guadiana, que alterna momentos extraordinarios con arrastrarse -literalmente- por la carretera. Las sospechas sobre el dopaje siempre le han perseguido, especialmente con su nauseabundo récord en el Ventoux durante la Dauphiné de 2004. El día de la feria de los monstruos.
Este es un post para hablar del doctor Fuentes, hombre común a tantos ciclistas del pelotón. Sin ir más lejos, los dos arriba citados. Al principio se habló de el "sánscrito de Eufemiano", como si el chapuzas del médico canario (recordar las cajas de cartón con sacas de sangre vacías y todos los papeles garabateados) fuese la máquina Enigma de Spectra. No era para tanto. Carlos Arribas publicó muy temprano las equivalencias a sustancias dopantes, y después calló sobre las evidentes equivalencias de los números y nombres "claves" con ciclistas. Publicó los más evidentes, los que ya estaban condenados como Santi Pérez, Roberto Heras o Tyler Hamilton. Y calló con los demás. Callaron todos.
Poco a poco, muy lentamente, se han ido produciendo deslices. El más evidente, el más comentado en el anterior post de un tal Àlex. Como una broma, pero movido por el cabreo, dejó las claves de Urco y Nibelungo. Bajo la sencilla fórmula de teclear en el Google los tags "Mayo+Nibelungo" te sale un crítico musical de igual apellido que el ciclista. No van por ahí los tiros. Hay que meterse en la "mentalidad Eufemiano", más que en su sánscrito. Y la mentalidad Eufemiano es chusquera, cutre, de chiste malo. De tipo con aspiraciones culturales pero que se dedica a congelar y descongelar sangre, a comprar hormonas adulteradas chinas por Internet y a presentarse como un sabio innovador en su disciplina, sabedor de que nunca faltarán los Xabier G. Luque para aplaudirle.
Ahí están los ejemplos de Scarponi=Zapatero, pero en las conversaciones del Giro también referido como "Presidente", de Santi Pérez=Sancti Petri o el de Sevilla=Sevillano. Y la larga lista de perros y dueños. A Mayo le puso Nibelungo por el anillo, bien visible en la foto. Lo que luce el vízcaino es un anillado más que un pendiente, y de ahí le salió la gracieta a Eufemiano. ¿Cómo? ¿Está es la prueba irrefutable que presento? Pues sí. Repasemos un acontecimiento hábilmente ocultado en España e Italia. Era agosto y La Repubblica publicó la exclusiva de que el apodo Pavarotti era de Mario Cipollini. El susodicho macarra dijo que era mentira y Santas Pascuas.
Mario Cipollini es de Lucca, Italia. Pavarotti es de Módena, Italia. ¿Qué les une? Les une Puccini y su conocidísimo Nessun Dorma de la ópera Turandot. El músico italiano es el hijo más ilustre de la coqueta Lucca, y el pasaje más famoso que haya cantado Pavarotti es el "vincerò" de la citada composición lírica. Ya ven. No esperen que Eufemiano les cite a Luciano Berio o Alois Hàba. Cita lo que conoce, la música que ponen en los ascensores o cuando llamas al servicio técnico. Ese indicio musical, unido al de Constantino Falla Zaballa que desvelé esta semana, hacían pensar en más nombres-código de inspiraciones musicales, tras la exitosa serie de cánidos. Y ahora -con la inestimable ayuda de Àlex hijoputa- ha sido fácil sacar Nibelungo (2003)=Iban Mayo.
El anillo de los Nibelungos. La ópera clave de Wagner. ¿Será casualidad que la última parte sea El Ocaso de los Dioses? ¿Tendrá humor negro Eufemiano? No sé, no sé.
Este es un post para hablar del doctor Fuentes, hombre común a tantos ciclistas del pelotón. Sin ir más lejos, los dos arriba citados. Al principio se habló de el "sánscrito de Eufemiano", como si el chapuzas del médico canario (recordar las cajas de cartón con sacas de sangre vacías y todos los papeles garabateados) fuese la máquina Enigma de Spectra. No era para tanto. Carlos Arribas publicó muy temprano las equivalencias a sustancias dopantes, y después calló sobre las evidentes equivalencias de los números y nombres "claves" con ciclistas. Publicó los más evidentes, los que ya estaban condenados como Santi Pérez, Roberto Heras o Tyler Hamilton. Y calló con los demás. Callaron todos.
Poco a poco, muy lentamente, se han ido produciendo deslices. El más evidente, el más comentado en el anterior post de un tal Àlex. Como una broma, pero movido por el cabreo, dejó las claves de Urco y Nibelungo. Bajo la sencilla fórmula de teclear en el Google los tags "Mayo+Nibelungo" te sale un crítico musical de igual apellido que el ciclista. No van por ahí los tiros. Hay que meterse en la "mentalidad Eufemiano", más que en su sánscrito. Y la mentalidad Eufemiano es chusquera, cutre, de chiste malo. De tipo con aspiraciones culturales pero que se dedica a congelar y descongelar sangre, a comprar hormonas adulteradas chinas por Internet y a presentarse como un sabio innovador en su disciplina, sabedor de que nunca faltarán los Xabier G. Luque para aplaudirle.
Ahí están los ejemplos de Scarponi=Zapatero, pero en las conversaciones del Giro también referido como "Presidente", de Santi Pérez=Sancti Petri o el de Sevilla=Sevillano. Y la larga lista de perros y dueños. A Mayo le puso Nibelungo por el anillo, bien visible en la foto. Lo que luce el vízcaino es un anillado más que un pendiente, y de ahí le salió la gracieta a Eufemiano. ¿Cómo? ¿Está es la prueba irrefutable que presento? Pues sí. Repasemos un acontecimiento hábilmente ocultado en España e Italia. Era agosto y La Repubblica publicó la exclusiva de que el apodo Pavarotti era de Mario Cipollini. El susodicho macarra dijo que era mentira y Santas Pascuas.
Mario Cipollini es de Lucca, Italia. Pavarotti es de Módena, Italia. ¿Qué les une? Les une Puccini y su conocidísimo Nessun Dorma de la ópera Turandot. El músico italiano es el hijo más ilustre de la coqueta Lucca, y el pasaje más famoso que haya cantado Pavarotti es el "vincerò" de la citada composición lírica. Ya ven. No esperen que Eufemiano les cite a Luciano Berio o Alois Hàba. Cita lo que conoce, la música que ponen en los ascensores o cuando llamas al servicio técnico. Ese indicio musical, unido al de Constantino Falla Zaballa que desvelé esta semana, hacían pensar en más nombres-código de inspiraciones musicales, tras la exitosa serie de cánidos. Y ahora -con la inestimable ayuda de Àlex hijoputa- ha sido fácil sacar Nibelungo (2003)=Iban Mayo.
El anillo de los Nibelungos. La ópera clave de Wagner. ¿Será casualidad que la última parte sea El Ocaso de los Dioses? ¿Tendrá humor negro Eufemiano? No sé, no sé.
30 noviembre, 2006
Urco, un ladrido que hiela la sangre
La foto salió en la portada de El País después del positivo de Landis, el que en teoría le daba el Tour a Pereiro. Yo nunca he celebrado el no-triunfo de Pereiro: me parece que se libró de la primera oleada de la Operación Puerto por pura casualidad, ahí está su trayectoria de fidelidad a Pino, aparte de compartir maillot y habitación con Hamilton, Sevilla, Quique Gutiérrez y Botero. Repasen las crónicas de entonces y verán con que entusiasmo cantaba los no-triunfos del gallego.
No era el único. Ya Arribas cerró el Tour con un inquietante artículo en el que daba por sentado que habría algún positivo en la parte alta del escalafón: habida cuenta de que ahora sabemos que el positivo de Landis se supo a los dos días y se pudo haber evitado la ceremonia-farsa de París, cabe preguntarse el porqué de la cerrazón de los franceses a dar el título a Pereiro. Y de la foto de El País, nada casual. Para el que se quiera saltar pasos: el cánido retratado no se llama Urco. Las cosas no son tan fáciles. El 19 de octubre, con la temporada ya acabada, un tal Àlex (que después dejaría en el foro un sonoro "hijo de puta" por las cosas que publico) dejó este comentario al final.
Era un comentario más. En ciclismosergio@hotmail.com recibo multitud de indicios, algunos me confirman cosas, otros son pura fantasía. A este en concreto no le dí mucha más importancia. Es más, puede que no lo leyese, al haber sido publicado después de mi último comentario y pasar después a un nuevo post. En los últimos días un anónimo lector que me suele escribir a mi correo me ha dicho que en un foro de frikis del ciclismo han utilizado ese comentario para lanzar la perdiz. Probablemente la autoría también corresponde a otro lector habitual. Y lo ha hecho un lector habitual de este, insisto, modestísimo blog. Yo no frecuento ningún otro foro. Me parecen el espacio para las reyertas, la mala educación y el forofismo desmedido, además de abuelos cebolletas que cuentan batallitas de otros tiempos, amén de las cansinas apuestas. Lo digo porque habrá otros que se apunten el tanto. En el ciberespacio y en la prensa escrita, si por una vez se levanta la omertà en torno a los corredores del Caisse d´Epargne.
9.- Urco, con un 99% de posibilidades, corresponde a Pereiro. Resulta que el tal Urco es el nombre de un perro mitológico gallego (como todas las leyendas, difícilmente se remonta más allá del S. XIX, o la "tradición inventada" de Hobsbawn. Aquí una completa historia), y en Pontevedra (donde está Mos, residencia de Pereiro) llegan a hacer un Carnaval. Es un perro de ultratumba que sale del mar, cuyo ladrido "hiela la sangre de quien se detiene a oirlo". Criogeniza más bien. Lo que decía en el post anterior de que, en el fondo, Eufemiano Fuentes era un poeta de brocha gorda a la hora de poner sus códigos. Habrá quien diga: puede ser el código de Marcos telele en Tortona Serrano, pero el suyo es 13.- Alcalde, como está fehacientemente comprobado por las grabaciones del Giro de Italia 2006. No basta con que también sea de Pontevedra. Y David Blanco es de La Coruña, lejos de la zona de influencia del can Urco.
Ha habido gente que ya guardó la ropa antes de ponerse a nadar. Ese Echavarri que no fue a la rueda de prensa del gallego cuando se autoproclamó ganador del Tour, esos periodistas de ciclismo que siempre salen inmaculados tras entronizar a manifiestos dopados (¿cómo se puede justificar que un tío que pierde 28´en los Pirineos pueda subir los Alpes con los mejores?), esos desesperados que buscan aferrarse a nuevos ídolos. Sinceramente, albergo mis dudas de que cualquier medio de comunicación que no sea danés o el Süddeutsche Zeitung se haga eco de este post. Ya perdí toda la esperanza con la batalla de 18.- Valv. (Piti). Ni que me citen. Lo de los medios de comunicación "convencionales" si que es nadar y guardar la ropa: y no es que yo me haya lanzado a la piscina sin saber cuanto cubre. Que vá.
¿Y por qué cuento todo esto ahora si los indicios estaban bien presentes desde hacía mucho tiempo? Primero, porque un anónimo lector, seguramente proveniente del foro arriba comentado, ayer dejó varios comentarios al respecto; y antes de que otro se apunte el tanto, lo hago yo. Y segundo porque ayer Pereiro hizo un ciberchat en La Voz de Galicia. La hipocresía que demuestra en sus respuestas, ya bien patente en esas declaraciones tras el positivo de Landis, me ha hecho decidirme. Y por hipocresía me refiero a ese mítico "si pasas los controles, ya está, son las reglas", que ayer recordaba muy atinadamente nickVier. (Para los puntillosos: la cita exacta es "Óscar Pereiro ha asegurado que nunca he tenido ningún problema en un control antidoping. "Es la mejor muestra de que no" (me he dopado)").
¡Ay Pereiro! ¡Tanto pedir que "dejen de lanzar misiles" y resulta que te han colado un torpedo a la línea de flotación!
No era el único. Ya Arribas cerró el Tour con un inquietante artículo en el que daba por sentado que habría algún positivo en la parte alta del escalafón: habida cuenta de que ahora sabemos que el positivo de Landis se supo a los dos días y se pudo haber evitado la ceremonia-farsa de París, cabe preguntarse el porqué de la cerrazón de los franceses a dar el título a Pereiro. Y de la foto de El País, nada casual. Para el que se quiera saltar pasos: el cánido retratado no se llama Urco. Las cosas no son tan fáciles. El 19 de octubre, con la temporada ya acabada, un tal Àlex (que después dejaría en el foro un sonoro "hijo de puta" por las cosas que publico) dejó este comentario al final.
Era un comentario más. En ciclismosergio@hotmail.com recibo multitud de indicios, algunos me confirman cosas, otros son pura fantasía. A este en concreto no le dí mucha más importancia. Es más, puede que no lo leyese, al haber sido publicado después de mi último comentario y pasar después a un nuevo post. En los últimos días un anónimo lector que me suele escribir a mi correo me ha dicho que en un foro de frikis del ciclismo han utilizado ese comentario para lanzar la perdiz. Probablemente la autoría también corresponde a otro lector habitual. Y lo ha hecho un lector habitual de este, insisto, modestísimo blog. Yo no frecuento ningún otro foro. Me parecen el espacio para las reyertas, la mala educación y el forofismo desmedido, además de abuelos cebolletas que cuentan batallitas de otros tiempos, amén de las cansinas apuestas. Lo digo porque habrá otros que se apunten el tanto. En el ciberespacio y en la prensa escrita, si por una vez se levanta la omertà en torno a los corredores del Caisse d´Epargne.
9.- Urco, con un 99% de posibilidades, corresponde a Pereiro. Resulta que el tal Urco es el nombre de un perro mitológico gallego (como todas las leyendas, difícilmente se remonta más allá del S. XIX, o la "tradición inventada" de Hobsbawn. Aquí una completa historia), y en Pontevedra (donde está Mos, residencia de Pereiro) llegan a hacer un Carnaval. Es un perro de ultratumba que sale del mar, cuyo ladrido "hiela la sangre de quien se detiene a oirlo". Criogeniza más bien. Lo que decía en el post anterior de que, en el fondo, Eufemiano Fuentes era un poeta de brocha gorda a la hora de poner sus códigos. Habrá quien diga: puede ser el código de Marcos telele en Tortona Serrano, pero el suyo es 13.- Alcalde, como está fehacientemente comprobado por las grabaciones del Giro de Italia 2006. No basta con que también sea de Pontevedra. Y David Blanco es de La Coruña, lejos de la zona de influencia del can Urco.
Ha habido gente que ya guardó la ropa antes de ponerse a nadar. Ese Echavarri que no fue a la rueda de prensa del gallego cuando se autoproclamó ganador del Tour, esos periodistas de ciclismo que siempre salen inmaculados tras entronizar a manifiestos dopados (¿cómo se puede justificar que un tío que pierde 28´en los Pirineos pueda subir los Alpes con los mejores?), esos desesperados que buscan aferrarse a nuevos ídolos. Sinceramente, albergo mis dudas de que cualquier medio de comunicación que no sea danés o el Süddeutsche Zeitung se haga eco de este post. Ya perdí toda la esperanza con la batalla de 18.- Valv. (Piti). Ni que me citen. Lo de los medios de comunicación "convencionales" si que es nadar y guardar la ropa: y no es que yo me haya lanzado a la piscina sin saber cuanto cubre. Que vá.
¿Y por qué cuento todo esto ahora si los indicios estaban bien presentes desde hacía mucho tiempo? Primero, porque un anónimo lector, seguramente proveniente del foro arriba comentado, ayer dejó varios comentarios al respecto; y antes de que otro se apunte el tanto, lo hago yo. Y segundo porque ayer Pereiro hizo un ciberchat en La Voz de Galicia. La hipocresía que demuestra en sus respuestas, ya bien patente en esas declaraciones tras el positivo de Landis, me ha hecho decidirme. Y por hipocresía me refiero a ese mítico "si pasas los controles, ya está, son las reglas", que ayer recordaba muy atinadamente nickVier. (Para los puntillosos: la cita exacta es "Óscar Pereiro ha asegurado que nunca he tenido ningún problema en un control antidoping. "Es la mejor muestra de que no" (me he dopado)").
¡Ay Pereiro! ¡Tanto pedir que "dejen de lanzar misiles" y resulta que te han colado un torpedo a la línea de flotación!
29 noviembre, 2006
El amor brujo de Falla, Constantino Zaballa
A principios de la temporada 2006 me acerqué a ver una carrera ProTour, como hago siempre que alguna competición ciclista pasa cerca de mi casa o de donde me encuentre. Hacía bastante frío y pasó lo peor que le puede pasar a un aficionado que hace un desplazamiento para ver a los corredores: no se presentaron al control de firmas hasta última hora. Entre los pocos que merodeaban por la salida me acerqué a hablar un poco con dos corredores: Isidro Nozal y Constantino Zaballa.
El primero seguía en su laberinto, y no pareció gustarle mucho mi sincera recomendación de "a ver si esta temporada sale mejor que la anterior"; el segundo, nuestro protagonista, estuvo muy amable y dicharachero, con grandes planes y ambiciones para la temporada. Le pregunté, sin malicia: "¿no te parece increíble haber ganado la Clásica de San Sebastián?". Y me dijo: "Increíble no, yo sabía que estaba muy fuerte y cuando estoy así estoy igual que los demás". Después vino la Operación Puerto y su nombre apareció entre los implicados, así de sopetón, sin código clave ni nada parecido.
Hasta entonces su temporada había sido bastante roma. Entre los diez primeros en el Criterium Internacional ganado por su compañero de arcón congelador Birillo, y poco más. Un poco como su otro compañero de criogenización, el inefable Koldo Gil. Y era extraño. Zaballa había logrado en el año 2005 ser 3º en la París-Niza, y su fichaje por el Caisse d´Epargne había sido a petición propia, directa y a dedazo de 18.- Valv. (Piti), otro compañero de transfusiones y parches en el culo. Ningún resultado en la primavera. Llegaba el Tour y Tino Falla Zaballa tenía que estar a tope para su líder, su valedor. Comenzó su programa de chutes, rechutes y recauchutados. Y así fue pillado en varias grabaciones de la Guardia Civil.
Esa es la razón por la que sus bolsas de sangre se cuentan entre las 8 de 99 analizadas con EPO por el laboratorio de Barcelona. Se analizaron las más sospechosas, y ¿quién más sospechoso que un ciclista que en la primera semana de mayo entraba en Zurbano, 92 a las 20:30 de la noche y salía pálido una hora más tarde? No se supo nada más de él. La triada que dirige el Caisse D´Epargne calló hipócritamente (como si no supiesen que sus resultados eran fruto del dopaje) y disputó el Tour echando balones fuera, llegando a casi ganarlo con un corredor que, tarde o temprano, se sabrá que también está en la Operación Puerto. Y después vino la guinda del ProTour con Piti. Una temporada redonda, ¿para qué acordarse de las ovejas negras?.
De Zaballa no se supo gran cosa. Si que estuvo entre los macarras barriobajeros que amenazaron a Lissavetzsky en la sede de la FEC, y este domingo reapareció en el Criterium de Murcia diciendo que no tiene nada malo. Parece ser que la triada del Caisse D´Epargne lo presentará en las carreras el próximo 2007. Allá ellos. Se puede esperar muy poco de este cántabro mentiroso, tramposo y estafador. Un pequeño repaso a su trayectoria no viene mal. Empezó, como no, en el Kelme: se hizo relativamente famoso por ir siempre escapado, sin perjuicio de acabar entre los 30 primeros en carreras como el Giro o la Vuelta. La cayó bien a los periodistas deportivos, y así celebraron su etapa en la Vuelta 2004 con final en Villalba, ya con colores de Saunier. Escapado por la sierra de Madrid en la última semana de la carrera a una velocidad vertiginosa. ¿Lo mejor? La entrevista: "se que Valverde va a conseguir algo grande en Verona". El "yo sabía que estaba muy fuerte", de nuevo.
En 2005 logró su ya comentado 3º puesto en Paris-Niza, justo por detrás de su 18.-Valv. (Piti), se cayó en el Tour de Francia, pero su sangre pudo ser conservada y, tras la ronda francesa, ganó nada menos que escapado la Clásica de San Sebastián con 26 años, por delante de Joaquím clasicómano Rodríguez, otro llamado directamente por Valverde para arroparle en su fallido asalto al Tour. Se devolvía la jugada de la Vuelta 2004, cuando el catalán alcanzó a su compañero y le mandaron parar, que eso ya cantaba mogollón. Algunas crónicas de entonces dan vergüenza. Llegó a correr el Mundial, de nuevo al servicio de Piti, y acabó entre los 20 primeros. Su hinchada rural le fue a animar armada de cencerros y color amarillo, gente sana de la montaña y un poco engañada. Me pregunto que tal les habrá sentado su ángel caído, su Falla, como manifiestamente dopado. Es lo que tiene ser fan: es un amor brujo, de mentira. Como el músico gaditano y su composición más famosa. En el fondo, Eufemiano es un poeta inconscientemente.
El primero seguía en su laberinto, y no pareció gustarle mucho mi sincera recomendación de "a ver si esta temporada sale mejor que la anterior"; el segundo, nuestro protagonista, estuvo muy amable y dicharachero, con grandes planes y ambiciones para la temporada. Le pregunté, sin malicia: "¿no te parece increíble haber ganado la Clásica de San Sebastián?". Y me dijo: "Increíble no, yo sabía que estaba muy fuerte y cuando estoy así estoy igual que los demás". Después vino la Operación Puerto y su nombre apareció entre los implicados, así de sopetón, sin código clave ni nada parecido.
Hasta entonces su temporada había sido bastante roma. Entre los diez primeros en el Criterium Internacional ganado por su compañero de arcón congelador Birillo, y poco más. Un poco como su otro compañero de criogenización, el inefable Koldo Gil. Y era extraño. Zaballa había logrado en el año 2005 ser 3º en la París-Niza, y su fichaje por el Caisse d´Epargne había sido a petición propia, directa y a dedazo de 18.- Valv. (Piti), otro compañero de transfusiones y parches en el culo. Ningún resultado en la primavera. Llegaba el Tour y Tino Falla Zaballa tenía que estar a tope para su líder, su valedor. Comenzó su programa de chutes, rechutes y recauchutados. Y así fue pillado en varias grabaciones de la Guardia Civil.
Esa es la razón por la que sus bolsas de sangre se cuentan entre las 8 de 99 analizadas con EPO por el laboratorio de Barcelona. Se analizaron las más sospechosas, y ¿quién más sospechoso que un ciclista que en la primera semana de mayo entraba en Zurbano, 92 a las 20:30 de la noche y salía pálido una hora más tarde? No se supo nada más de él. La triada que dirige el Caisse D´Epargne calló hipócritamente (como si no supiesen que sus resultados eran fruto del dopaje) y disputó el Tour echando balones fuera, llegando a casi ganarlo con un corredor que, tarde o temprano, se sabrá que también está en la Operación Puerto. Y después vino la guinda del ProTour con Piti. Una temporada redonda, ¿para qué acordarse de las ovejas negras?.
De Zaballa no se supo gran cosa. Si que estuvo entre los macarras barriobajeros que amenazaron a Lissavetzsky en la sede de la FEC, y este domingo reapareció en el Criterium de Murcia diciendo que no tiene nada malo. Parece ser que la triada del Caisse D´Epargne lo presentará en las carreras el próximo 2007. Allá ellos. Se puede esperar muy poco de este cántabro mentiroso, tramposo y estafador. Un pequeño repaso a su trayectoria no viene mal. Empezó, como no, en el Kelme: se hizo relativamente famoso por ir siempre escapado, sin perjuicio de acabar entre los 30 primeros en carreras como el Giro o la Vuelta. La cayó bien a los periodistas deportivos, y así celebraron su etapa en la Vuelta 2004 con final en Villalba, ya con colores de Saunier. Escapado por la sierra de Madrid en la última semana de la carrera a una velocidad vertiginosa. ¿Lo mejor? La entrevista: "se que Valverde va a conseguir algo grande en Verona". El "yo sabía que estaba muy fuerte", de nuevo.
En 2005 logró su ya comentado 3º puesto en Paris-Niza, justo por detrás de su 18.-Valv. (Piti), se cayó en el Tour de Francia, pero su sangre pudo ser conservada y, tras la ronda francesa, ganó nada menos que escapado la Clásica de San Sebastián con 26 años, por delante de Joaquím clasicómano Rodríguez, otro llamado directamente por Valverde para arroparle en su fallido asalto al Tour. Se devolvía la jugada de la Vuelta 2004, cuando el catalán alcanzó a su compañero y le mandaron parar, que eso ya cantaba mogollón. Algunas crónicas de entonces dan vergüenza. Llegó a correr el Mundial, de nuevo al servicio de Piti, y acabó entre los 20 primeros. Su hinchada rural le fue a animar armada de cencerros y color amarillo, gente sana de la montaña y un poco engañada. Me pregunto que tal les habrá sentado su ángel caído, su Falla, como manifiestamente dopado. Es lo que tiene ser fan: es un amor brujo, de mentira. Como el músico gaditano y su composición más famosa. En el fondo, Eufemiano es un poeta inconscientemente.
27 noviembre, 2006
Morir en el tajo
Isaac Gálvez murió de madrugada mientras trabajaba. Isaac Gálvez era catalán, campeón del mundo y ciclista que combinaba ruta y pista con mucho éxito, algo no muy frecuente. A Isaac Gálvez se le escapó la vida con 31 años por culpa de una caída mortal de necesidad: caída con golpe de mentón en la barandilla, aplastamiento de pecho y posterior golpe con la cabeza. Muerte en el acto.
No es por ser truculento, pero es importante señalar las circunstancias. Gálvez disputaba los Seis Días de Gante, una de las carreras más prestigiosas del decadente circuito de la pista, modalidad ciclista que se ahoga año tras año. Es una locura: vueltas y vueltas a velocidad vertiginosa, codazos, afiladores y empujones. Pero es muy emocionante. Y el ambiente de los Seis Días es inimitable: carreras hasta la madrugada (Gálvez cayó cerca de las 2 A.M), masas de gente codo con codo, en el caso belga mucha cerveza y hasta no hace mucho tiempo, mucho humo de tabaco, pipa y otras sustancias. Esto lo digo porque no faltarán voces en estas horas truculentas que hablarán de la peligrosidad de esta disciplina, cuando los accidentes escasean: la caída de Gálvez fue mortal de necesidad. Y por favor, los apostoles del dopaje libre que se abstengan de intentar prohibir "en aras de la salud" toda una modalidad que no puede ser concebida sin esas dosis de riesgo. Es el primer muerto en los Seis Días en los últimos 50 años.
Como corredor de ruta Gálvez se hizo famoso por ser bastante pendenciero. Se cayó en Sidney 2000. En 2003 tiró a Cipollini en un sprint del Giro y el italiano casi le parte la cara, como le hizo a Cerezo. En 2004 disputó con codos, uñas y dientes un sprint a Freire en la Vuelta a Mallorca. Y ganó una etapa de la Volta. También ganó el sprint del Criterium Internacional en 2005. También se cayó en el Tour. Y este año había sido segundo tras McEwen en una etapa del Tour. Y en abril fue Campeón del Mundo de Madison con Llaneras. Era un buen corredor. Era arcoris. Patrick Sercu, el Eddy Merckx de la pista, recogió su cuerpo tembloroso y ensangrentado. Una nueva tragedia en el ciclismo, uno que murió trabajando.
***
Cúanta miseria y patraña. "Si se teclea en Google las palabras Valverde Piti, la primera opción que aparece es un reportaje de AS publicado...". Efectivamente, es así. La tercera opción es una entrada a este modestísimo blog. "Algunos han utilizado el reportaje para asignar al ciclista murciano el famoso número 18 de la lista de Eufemiano Fuentes", continúa el nauseabundo capote que el Guti vuelve a ofrecer a Valverde. Yo debo ser uno de esos algunos, visto que para ese Dios virtual que es el Google aparezco como tercera entrada. Y que conste que el método de verificación lo pone el As, no yo.
No es que "se haya utilizado el reportaje" para asignarle el 18.- Valv. (Piti) a Valverde. Es que Birillo era el perro y mote de Basso. Es que Goku era el perro y el nombre de Mancebo. Es que Piti es el perro y el apodo de Valverde para el hemodruida Fuentes. Al final, el As ha acabado como el Marca, descalificando a los blogs. Se deben creer que ellos ofrecen mejor información. Y que conste que no me creo la información de El Mundo de que una de las sacas de plasma con EPO corresponde a 18.- Valv. (Piti): me parece que se quieren apuntar un tanto de la manera oportunística propia de ese periódico. Valverde hace tiempo que se saca la sangre en Italia.
En serio, con el euro que valen los periódicos se pueden hacer muchas otras cosas más útiles.
No es por ser truculento, pero es importante señalar las circunstancias. Gálvez disputaba los Seis Días de Gante, una de las carreras más prestigiosas del decadente circuito de la pista, modalidad ciclista que se ahoga año tras año. Es una locura: vueltas y vueltas a velocidad vertiginosa, codazos, afiladores y empujones. Pero es muy emocionante. Y el ambiente de los Seis Días es inimitable: carreras hasta la madrugada (Gálvez cayó cerca de las 2 A.M), masas de gente codo con codo, en el caso belga mucha cerveza y hasta no hace mucho tiempo, mucho humo de tabaco, pipa y otras sustancias. Esto lo digo porque no faltarán voces en estas horas truculentas que hablarán de la peligrosidad de esta disciplina, cuando los accidentes escasean: la caída de Gálvez fue mortal de necesidad. Y por favor, los apostoles del dopaje libre que se abstengan de intentar prohibir "en aras de la salud" toda una modalidad que no puede ser concebida sin esas dosis de riesgo. Es el primer muerto en los Seis Días en los últimos 50 años.
Como corredor de ruta Gálvez se hizo famoso por ser bastante pendenciero. Se cayó en Sidney 2000. En 2003 tiró a Cipollini en un sprint del Giro y el italiano casi le parte la cara, como le hizo a Cerezo. En 2004 disputó con codos, uñas y dientes un sprint a Freire en la Vuelta a Mallorca. Y ganó una etapa de la Volta. También ganó el sprint del Criterium Internacional en 2005. También se cayó en el Tour. Y este año había sido segundo tras McEwen en una etapa del Tour. Y en abril fue Campeón del Mundo de Madison con Llaneras. Era un buen corredor. Era arcoris. Patrick Sercu, el Eddy Merckx de la pista, recogió su cuerpo tembloroso y ensangrentado. Una nueva tragedia en el ciclismo, uno que murió trabajando.
***
Cúanta miseria y patraña. "Si se teclea en Google las palabras Valverde Piti, la primera opción que aparece es un reportaje de AS publicado...". Efectivamente, es así. La tercera opción es una entrada a este modestísimo blog. "Algunos han utilizado el reportaje para asignar al ciclista murciano el famoso número 18 de la lista de Eufemiano Fuentes", continúa el nauseabundo capote que el Guti vuelve a ofrecer a Valverde. Yo debo ser uno de esos algunos, visto que para ese Dios virtual que es el Google aparezco como tercera entrada. Y que conste que el método de verificación lo pone el As, no yo.
No es que "se haya utilizado el reportaje" para asignarle el 18.- Valv. (Piti) a Valverde. Es que Birillo era el perro y mote de Basso. Es que Goku era el perro y el nombre de Mancebo. Es que Piti es el perro y el apodo de Valverde para el hemodruida Fuentes. Al final, el As ha acabado como el Marca, descalificando a los blogs. Se deben creer que ellos ofrecen mejor información. Y que conste que no me creo la información de El Mundo de que una de las sacas de plasma con EPO corresponde a 18.- Valv. (Piti): me parece que se quieren apuntar un tanto de la manera oportunística propia de ese periódico. Valverde hace tiempo que se saca la sangre en Italia.
En serio, con el euro que valen los periódicos se pueden hacer muchas otras cosas más útiles.
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ciclismo
24 noviembre, 2006
El caballo de Santiago es blanco
Primero les cuento una cosa. El pasado miércoles el BOE publicó la Ley de Dopaje. Aunque tardará unos seis meses en ser operativa (constituir la fiscalía y los laboratorios, entre otras cosas), está perfeccionada desde el mismo momento de su publicación. En plata: desde el miércoles 22 de noviembre de 2006 el dopaje es delito en España. Y como todo está relacionado en un continuum en este deporte, ahí van otro par de cosas.
Ese mismo día se supo que David Blanco, el gallego de 31 años que pedalea remando y que era uno de los mayores consumidores de droga en el Comunitat Valenciana, dejaba de manera sorprendente el Karpin-Galicia, esa feria de monstruos que ha creado Álvaro Pino. El asunto era inexplicable (más allá de "los motivos personales" alegados por el famoso dopado). El único ciclista gallego-estandarte de un equipo gallego, y se pira. ¿La explicación? David Blanco es uno de los pocos profesionales con estudios superiores. Sabe perfectamente lo que se juega con la nueva ley: la trena, el trullo, el talego. No se cree los cuentos que le haya contado el calvo de Pino, un auténtico cáncer de este deporte. Y se ha ido a un equipo portugués, donde el dopaje todavía no es delito. Firmó al día siguiente de "los motivos personales".
Y la segunda cosa. Hoy Carlos Arribas descubre que el caballo de Santiago es blanco (para los que pensaban que el titular iba para el insufrible corredor gallego): un laboratorio de Barcelona ha demostrado que en 8 bolsas de plasma de las incautadas el 22 de mayo contienen EPO. ¿Brillante, verdad?. Como si no bastasen los documentos donde se veía que los ciclistas tramposos hacían una cura de engorde en las semanas previas a las transfusiones. Hombre, tiene su justificación jurídica: como la Ley del Dopaje (ninguna Ley puede tener efectos retroactivos) no existía por entonces, a Fuentes y su banda les quieren cazar por delito contra la salud pública. Visto que Marcos telele en Tortona Serrano no ha querido acusar al milagrero que le ha dado sus victorias más prestigiosas, bienvenido sea el análisis que confirma que no había "dosis terapeútica", sino dosis de caballo que podían poner en peligro la salud de los ciclistas.
La noticia tiene más jugo. Al parecer, el juez remitió 99 sacas de sangre, pero el laboratorio sólo ha analizado las más "sospechosas". No indican que criterio han seguido, y si damos por sentado que ningún ciclista tiene sangre azul, está claro que utilizaron la lista de códigos revelados para coger las sacas de tal y cual corredor. Por supuesto, no han dicho ni mú sobre a quien pertenecen esas ocho bolsas. Ya lo dice el propio Arribas, muy pactistas desde hace tiempo: "En el informe no figura la identificación de los deportistas a quienes corresponde el plasma, detalle que no es fundamental en el caso, sino sólo los números y los códigos con que los señalaba Eufemiano Fuentes."
Se ofrece una piruleta a quien encuentre la relación causa-consecuencia entre esta noticia y la reciente Ley del Dopaje. Una piruleta virtual, claro.
Ese mismo día se supo que David Blanco, el gallego de 31 años que pedalea remando y que era uno de los mayores consumidores de droga en el Comunitat Valenciana, dejaba de manera sorprendente el Karpin-Galicia, esa feria de monstruos que ha creado Álvaro Pino. El asunto era inexplicable (más allá de "los motivos personales" alegados por el famoso dopado). El único ciclista gallego-estandarte de un equipo gallego, y se pira. ¿La explicación? David Blanco es uno de los pocos profesionales con estudios superiores. Sabe perfectamente lo que se juega con la nueva ley: la trena, el trullo, el talego. No se cree los cuentos que le haya contado el calvo de Pino, un auténtico cáncer de este deporte. Y se ha ido a un equipo portugués, donde el dopaje todavía no es delito. Firmó al día siguiente de "los motivos personales".
Y la segunda cosa. Hoy Carlos Arribas descubre que el caballo de Santiago es blanco (para los que pensaban que el titular iba para el insufrible corredor gallego): un laboratorio de Barcelona ha demostrado que en 8 bolsas de plasma de las incautadas el 22 de mayo contienen EPO. ¿Brillante, verdad?. Como si no bastasen los documentos donde se veía que los ciclistas tramposos hacían una cura de engorde en las semanas previas a las transfusiones. Hombre, tiene su justificación jurídica: como la Ley del Dopaje (ninguna Ley puede tener efectos retroactivos) no existía por entonces, a Fuentes y su banda les quieren cazar por delito contra la salud pública. Visto que Marcos telele en Tortona Serrano no ha querido acusar al milagrero que le ha dado sus victorias más prestigiosas, bienvenido sea el análisis que confirma que no había "dosis terapeútica", sino dosis de caballo que podían poner en peligro la salud de los ciclistas.
La noticia tiene más jugo. Al parecer, el juez remitió 99 sacas de sangre, pero el laboratorio sólo ha analizado las más "sospechosas". No indican que criterio han seguido, y si damos por sentado que ningún ciclista tiene sangre azul, está claro que utilizaron la lista de códigos revelados para coger las sacas de tal y cual corredor. Por supuesto, no han dicho ni mú sobre a quien pertenecen esas ocho bolsas. Ya lo dice el propio Arribas, muy pactistas desde hace tiempo: "En el informe no figura la identificación de los deportistas a quienes corresponde el plasma, detalle que no es fundamental en el caso, sino sólo los números y los códigos con que los señalaba Eufemiano Fuentes."
Se ofrece una piruleta a quien encuentre la relación causa-consecuencia entre esta noticia y la reciente Ley del Dopaje. Una piruleta virtual, claro.
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dopaje
23 noviembre, 2006
Como si nada
Roberto Heras ha dado una entrevista a Marca. Es la primera entrevista que ofrece, casi en el primer aniversario de su positivo por dopaje con EPO en la Vuelta a España de 2005, carrera que había ganado de la manera más abyecta. Primero haciendo trampas en la crono de Lloret, después yendo hasta las cejas (y con él, todo el equipo) en la etapa de Pajares y por último casi ganando la crono final de Alcalá de Henares. Y todo con la rodilla destrozada. Hasta incluso consintió una manifestación de 1.000 paisanos en su pueblo, Béjar, a los que vitoreó como muestra la foto. Un año después han salido los papeles de la Operación Puerto y este gran mentiroso, este auténtico tarado de la fantasía del doping, da una entrevista como si nada hubiese pasado.
La cosa empieza mal. Heras no rompe su silencio. Ya lo hizo en el pasado Tour cuando firmo cinco vergonzosas columnas en La Vanguardia, que hacían presagiar su enroque mental en torno a su carrera, que solo él y alguno de los autoengañados fans (más de uno visitante de este modestísimo blog) consideran inmaculada. Heras dice que "no le dan el contraánalisis", que sólo le han dado veinte folios con la muestra A. El periodista, huelga decirlo, es Josu Garai. De ahí que a nadie pueda extrañar una pregunta con cuchillo de mantequilla como "¿Cree que el contraánlisis, que extrañamente se tuvo que repetir dos veces...?". Se repitió dos veces porque el abogado de Heras, un hábil enfangador, así lo solicitó. Y las dos veces dió lo mismo: iba puesto hasta las cejas de EPO. Pero de eso no esperen encontrar nada en el Marca. Sólo más escoria para un deporte y uno de sus mayores intérpretes en los últimos años.
La clave no viene casi hasta al final. Retengan la frase porque se convertirá en recurrente en este blog: "Yo estaba bajo la disciplina de un equipo y no tengo porqué sentirme culpable". Hasta un periodista ágrafo como Garai no se puede quedar impasible ante tamaña pedrada al sistema del dopaje moderno y pregunta, sagaz como es el: "¿Está señalando al equipo?", cosa que niega a continuación, para repetir su frase, esta vez todavía más jugosa: "sólo digo que estaba bajo la disciplina de un equipo y nunca me he saltado las normas". Ya lo ven. Tal cual. Hemos llegado al nivel de Carl Schmitt, el brillantísimo jurista alemán que dió toda la arquitectura legal al régimen nazi y que después se pasó veinte años viniendo regularmente a la España franquista, incluso llegando a vivir en Madrid largas temporadas.
Perdonen por lo grotesco de la comparación, pero la base viene a ser la misma. Al igual que muchos jerarcas nazis juzgados en Nüremberg, Roberto Heras apela a que "estaba bajo la disciplina de un equipo y que no se ha saltado las normas". Dönitz y Speer, por citar solo un par, también se defendieron en Nüremberg con los mismos argumentos: obedecían las órdenes de un superior (*), de un sistema constituido para esos fines, y por tanto no eran culpables ni de la guerra submarina ilegal ni de el programa de armamentos. Había una "arquitectura legal" que daba cobertura jurídica a sus acciones. Ya. Lástima que no existe ningún ordenamiento jurídico que acepte el cumpliento de órdenes injustas a sabiendas de las mismas. Y Heras sabía que se dopaba. ¿O es que picarse en el culo 500 unidades de EPO cada día no es ser consciente de lo que se hace? Vivir para ver.
(*)Lo que Schmitt calificaría como "líder-caudillo como origen legítimo de las leyes" en Carl Schmitt, "Der Begriff des Politischen", München-Leipzig, 1933 y "Theorie des partisanen, Zwischenbemerking zum Begriff des Politischen", Berlin, Duncker & Humbolt, 1963. Esta segunda parte la expuso por primera vez en Zaragoza, España, pero eso ya es otra historia.
***
¿Será verdad? No sé, no sé.
***
Interesante ejercicio de cuantitofrenía. Lástima que no haya ninguna referencia al doping. Igual que en este.
La cosa empieza mal. Heras no rompe su silencio. Ya lo hizo en el pasado Tour cuando firmo cinco vergonzosas columnas en La Vanguardia, que hacían presagiar su enroque mental en torno a su carrera, que solo él y alguno de los autoengañados fans (más de uno visitante de este modestísimo blog) consideran inmaculada. Heras dice que "no le dan el contraánalisis", que sólo le han dado veinte folios con la muestra A. El periodista, huelga decirlo, es Josu Garai. De ahí que a nadie pueda extrañar una pregunta con cuchillo de mantequilla como "¿Cree que el contraánlisis, que extrañamente se tuvo que repetir dos veces...?". Se repitió dos veces porque el abogado de Heras, un hábil enfangador, así lo solicitó. Y las dos veces dió lo mismo: iba puesto hasta las cejas de EPO. Pero de eso no esperen encontrar nada en el Marca. Sólo más escoria para un deporte y uno de sus mayores intérpretes en los últimos años.
La clave no viene casi hasta al final. Retengan la frase porque se convertirá en recurrente en este blog: "Yo estaba bajo la disciplina de un equipo y no tengo porqué sentirme culpable". Hasta un periodista ágrafo como Garai no se puede quedar impasible ante tamaña pedrada al sistema del dopaje moderno y pregunta, sagaz como es el: "¿Está señalando al equipo?", cosa que niega a continuación, para repetir su frase, esta vez todavía más jugosa: "sólo digo que estaba bajo la disciplina de un equipo y nunca me he saltado las normas". Ya lo ven. Tal cual. Hemos llegado al nivel de Carl Schmitt, el brillantísimo jurista alemán que dió toda la arquitectura legal al régimen nazi y que después se pasó veinte años viniendo regularmente a la España franquista, incluso llegando a vivir en Madrid largas temporadas.
Perdonen por lo grotesco de la comparación, pero la base viene a ser la misma. Al igual que muchos jerarcas nazis juzgados en Nüremberg, Roberto Heras apela a que "estaba bajo la disciplina de un equipo y que no se ha saltado las normas". Dönitz y Speer, por citar solo un par, también se defendieron en Nüremberg con los mismos argumentos: obedecían las órdenes de un superior (*), de un sistema constituido para esos fines, y por tanto no eran culpables ni de la guerra submarina ilegal ni de el programa de armamentos. Había una "arquitectura legal" que daba cobertura jurídica a sus acciones. Ya. Lástima que no existe ningún ordenamiento jurídico que acepte el cumpliento de órdenes injustas a sabiendas de las mismas. Y Heras sabía que se dopaba. ¿O es que picarse en el culo 500 unidades de EPO cada día no es ser consciente de lo que se hace? Vivir para ver.
(*)Lo que Schmitt calificaría como "líder-caudillo como origen legítimo de las leyes" en Carl Schmitt, "Der Begriff des Politischen", München-Leipzig, 1933 y "Theorie des partisanen, Zwischenbemerking zum Begriff des Politischen", Berlin, Duncker & Humbolt, 1963. Esta segunda parte la expuso por primera vez en Zaragoza, España, pero eso ya es otra historia.
***
¿Será verdad? No sé, no sé.
***
Interesante ejercicio de cuantitofrenía. Lástima que no haya ninguna referencia al doping. Igual que en este.
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dopaje,
periodismo
20 noviembre, 2006
No tendrá nada que ver, qué va
Hasta el legendario aplomo hipócrita de Benito Urraburu parece tambalearse con la noticia: ese "o eso piensa él" suena a sentencia lapidaria de un periodista enfangado en camuflar los efectos del dopaje como el que más. En fin. Niklas Axelsson, del que paso a glosar su carrera deportiva, acaba de ser diagnosticado con cáncer de testículos.
El suelto del Diario Vasco destaca en su palmarés un sexto puesto en el Giro de 1999, el mismo de Pantani y sus cinco etapas, el de Heras dominando el Mortirolo en su primera acometida, el de Jalabert diez días rosa y ganando tres etapas: una crono, un sprint y un final en alto. Vamos, que el dopaje corría a sus anchas por el pelotón. Ayer como hoy, invirtiendo el orden de la canción de Camilo Sexto. Sin embargo, el mayor éxito de Axelsson, un ciclista que por talla debería haberse dedicado al baloncesto, fue su tercer puesto en el Lombardía de 2000: sólo le pudieron superar los honrosos Rumsas y Casagrande...ya ven que panorama. Yo me acuerdo perfectamente de la carrera.
El sueco fue el mejor, con mucha diferencia. Un ataque brutal le dejó en cabeza a falta de 20 kms. con 40" de ventaja. Y como tiraban por detrás. Es de las pocas veces en una clásica donde la gente se ha organizado para neutralizar una fuga. En vano. A falta de 7 kms. todavía seguía manteniendo una diferencia de....40". Tal cual. En el último km., el empedrado que lleva a la preciosa herencia veneciana de la ciudad alta de Bérgamo, fue cazado por los dos ultradopados que le relegaron a la última plaza del podio. Axelsson entró muy enfadado y con la rueda de atrás pinchada. Todos los que vimos la carrera también, porque fue manifiestamente injusto.
Un año después volvió a carburar al final de la temporada, tras el fracaso del proyecto Mercury-Viatel. Decimoctavo en el Mundial de Lisboa (al sprint) y un buen Lombardía en donde la intensa lluvia le perjudicó. Lástima el positivo en Portugal, que visto retrospectivamente sirve para quitarse el sombrero ante la reacción del seleccionador escandinavo: "Estoy desolado e impactado. Parece que sólo merece la pena trabajar con los juniors o de categoría aún más inferiores". Dos años de sanción y una vuelta al profesionalismo cumpliendo una de las leyes del dopaje: todo dopado manifiesto vuelve a un nivel muy inferior al que mostraba en sus años de jeringa. Dos años y medio en equipos de medio pelo italianos y ningún resultado entre los cinco primeros. En Suecia hay aficionados al ciclismo que nunca aprenden. Por aquí también.
Seguramente el consumo reiterado y continuado de veneno tiene nada que ver con desarrollar tumores. Ya saben: el Synacthen te pone el mecanismo hormonal al 1000% y lo único que hay que lamentar es que no estuviese prohibido antes, que Saiz no hubiese pasado por chirona. Seguramente. Yo veo la noticia de Axelsson y sólo pienso que hoy muchos ciclistas se estarán tocando los cojones, y no porque estén el paro más justo que exista: el de los tramposos.
El suelto del Diario Vasco destaca en su palmarés un sexto puesto en el Giro de 1999, el mismo de Pantani y sus cinco etapas, el de Heras dominando el Mortirolo en su primera acometida, el de Jalabert diez días rosa y ganando tres etapas: una crono, un sprint y un final en alto. Vamos, que el dopaje corría a sus anchas por el pelotón. Ayer como hoy, invirtiendo el orden de la canción de Camilo Sexto. Sin embargo, el mayor éxito de Axelsson, un ciclista que por talla debería haberse dedicado al baloncesto, fue su tercer puesto en el Lombardía de 2000: sólo le pudieron superar los honrosos Rumsas y Casagrande...ya ven que panorama. Yo me acuerdo perfectamente de la carrera.
El sueco fue el mejor, con mucha diferencia. Un ataque brutal le dejó en cabeza a falta de 20 kms. con 40" de ventaja. Y como tiraban por detrás. Es de las pocas veces en una clásica donde la gente se ha organizado para neutralizar una fuga. En vano. A falta de 7 kms. todavía seguía manteniendo una diferencia de....40". Tal cual. En el último km., el empedrado que lleva a la preciosa herencia veneciana de la ciudad alta de Bérgamo, fue cazado por los dos ultradopados que le relegaron a la última plaza del podio. Axelsson entró muy enfadado y con la rueda de atrás pinchada. Todos los que vimos la carrera también, porque fue manifiestamente injusto.
Un año después volvió a carburar al final de la temporada, tras el fracaso del proyecto Mercury-Viatel. Decimoctavo en el Mundial de Lisboa (al sprint) y un buen Lombardía en donde la intensa lluvia le perjudicó. Lástima el positivo en Portugal, que visto retrospectivamente sirve para quitarse el sombrero ante la reacción del seleccionador escandinavo: "Estoy desolado e impactado. Parece que sólo merece la pena trabajar con los juniors o de categoría aún más inferiores". Dos años de sanción y una vuelta al profesionalismo cumpliendo una de las leyes del dopaje: todo dopado manifiesto vuelve a un nivel muy inferior al que mostraba en sus años de jeringa. Dos años y medio en equipos de medio pelo italianos y ningún resultado entre los cinco primeros. En Suecia hay aficionados al ciclismo que nunca aprenden. Por aquí también.
Seguramente el consumo reiterado y continuado de veneno tiene nada que ver con desarrollar tumores. Ya saben: el Synacthen te pone el mecanismo hormonal al 1000% y lo único que hay que lamentar es que no estuviese prohibido antes, que Saiz no hubiese pasado por chirona. Seguramente. Yo veo la noticia de Axelsson y sólo pienso que hoy muchos ciclistas se estarán tocando los cojones, y no porque estén el paro más justo que exista: el de los tramposos.
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dopaje
15 noviembre, 2006
El progreso, amigo Sancho
¡Ay, el progreso! Pocas palabras del moderno vocabulario político-social (el creado tras la Revolución Francesa) tiene más contenido y esperanza depositadas en el. Dices progreso y una masa de votantes acude a las urnas ante la promesa de un futuro. Dices progreso e imaginas coches volando, un mundo sin enfermedades y niños de todos los colores jugando con las bestias en Arcadias felices, como en un folleto de los Testigos de Jehová. ¡El progreso!
El progreso viene asociado, invariablemente, a la mejora técnica. Al avance científico, si lo quieren. El progreso nos redime de todas nuestras penas y pecados. Lástima esa base técnica que desata todas las imaginaciones. Un buen historiador de la técnica puede ser tan persuasivo como para convencerte de que el feudalismo fue posible gracias a la invención del estribo (jinetes armados que podían ejercer el monopolio de la violencia en sus propiedades, fácilmente patrullables) o que el Renacimiento fue posible gracias a la invención de los anteojos, que prolongaba la vida útil de los sabios 20 años. Quien sabe. Lo común a este discurso es que lo importante es la técnica, el artefacto, la invención.
Hoy El País, el periódico que publicó la exclusiva mundial (sí, mundial) de los papeles de la Operación Puerto, sigue en su cruzada para demostrar que el dopaje es malo como la tiña y que los tramposos no tienen escapatoria. Se curan en salud tras la montaña de mantequilla en la que se ha convertido toda la operación jurídico-policial, con un baboso Ivan Basso ya enfundado en su maillot del Discovery Channel. El artículo no tiene desperdicio. Al parecer, han descubierto un método para detectar el Synacthen, la sustancia con la que Saiz se había aprovisinado el malhadado 23 de mayo para preparar la concentración en los Pirineos de sus pupilos. Kazajos incluídos, claro.
Carlos Arribas ejecuta un artículo (ya no escribe, ejecuta) digno del BOE o la Gaceta de Fermoselle, según se mire. Es el peaje que hay que pagar tras el cierre en banda de la Operación Puerto. Como ya nos hemos quedado sin dientes, tenemos que agradecer que la sopa lleve tropezones de pan de ayer y no de una semana, para que no nos duela al tragarla. Para que no se escurra por las comisuras. Vamos: que al menos sigue escribiendo de estos temas. Pero no es suficiente: ruego que alguno de los inteligentes lectores de este blog -muchos de ellos con más conocimiento del ciclismo del que esto escribe- me expliquen el significado del último párrafo:
"Si los científicos alemanes lo hubieran descubierto hace meses y su aplicación hubiese sido inmediata, quizás Saiz no estaría pasando actualmente el trance que vive y quizás el Liberty Seguros seguiría existiendo."
El progreso viene asociado, invariablemente, a la mejora técnica. Al avance científico, si lo quieren. El progreso nos redime de todas nuestras penas y pecados. Lástima esa base técnica que desata todas las imaginaciones. Un buen historiador de la técnica puede ser tan persuasivo como para convencerte de que el feudalismo fue posible gracias a la invención del estribo (jinetes armados que podían ejercer el monopolio de la violencia en sus propiedades, fácilmente patrullables) o que el Renacimiento fue posible gracias a la invención de los anteojos, que prolongaba la vida útil de los sabios 20 años. Quien sabe. Lo común a este discurso es que lo importante es la técnica, el artefacto, la invención.
Hoy El País, el periódico que publicó la exclusiva mundial (sí, mundial) de los papeles de la Operación Puerto, sigue en su cruzada para demostrar que el dopaje es malo como la tiña y que los tramposos no tienen escapatoria. Se curan en salud tras la montaña de mantequilla en la que se ha convertido toda la operación jurídico-policial, con un baboso Ivan Basso ya enfundado en su maillot del Discovery Channel. El artículo no tiene desperdicio. Al parecer, han descubierto un método para detectar el Synacthen, la sustancia con la que Saiz se había aprovisinado el malhadado 23 de mayo para preparar la concentración en los Pirineos de sus pupilos. Kazajos incluídos, claro.
Carlos Arribas ejecuta un artículo (ya no escribe, ejecuta) digno del BOE o la Gaceta de Fermoselle, según se mire. Es el peaje que hay que pagar tras el cierre en banda de la Operación Puerto. Como ya nos hemos quedado sin dientes, tenemos que agradecer que la sopa lleve tropezones de pan de ayer y no de una semana, para que no nos duela al tragarla. Para que no se escurra por las comisuras. Vamos: que al menos sigue escribiendo de estos temas. Pero no es suficiente: ruego que alguno de los inteligentes lectores de este blog -muchos de ellos con más conocimiento del ciclismo del que esto escribe- me expliquen el significado del último párrafo:
"Si los científicos alemanes lo hubieran descubierto hace meses y su aplicación hubiese sido inmediata, quizás Saiz no estaría pasando actualmente el trance que vive y quizás el Liberty Seguros seguiría existiendo."
13 noviembre, 2006
¿Estará buena la sandía?
Confirmado. Ivan Basso al Discovery. Lance Armstrong encuentra un digno sucesor, al menos mucho mejor que el Leipheimer fichado en julio, y Basso encuentra una buena sede para dejar su sangre a remojo: los EE.UU, siempre tan peculiares en cuanto a dopaje y leyes para combatirlo.
Ayer incluso la Gazzetta dello Sport publicaba las típicas fotos de cromo ciclista con el italiano en su nueva casaca, con esa cara angelical que trae de cabeza a propios y extraños. Tres millones de euros por dos temporadas, 300.000 menos al año que su rescindido contrato con el CSC. Y todos tan contentos. ¿Todos? El T-Mobile, que ha obligado a sus 27 ciclistas en plantilla a hacerse una ficha de ADN, ha montado en cólera ante la jugada de Armstrong, auténtico muñidor de la operación en cuanto poseedor del 51% de los derechos de Discovery Channel.
Jugada maestra, diríamos. Mientras el equipo americano se va a pasar por el escroto cualquier legislación para demostrar la inocencia de los corredores (el ADN es la esperanza de los inocentes y la carga de los culpables), al más puro estilo americano, el T-Mobile es el único equipo que se ha pasado al plan. Y no parece que se le vayan a unir muchos más, sobre todo si tenemos en cuenta que corredores tan representativos como Piti se han referido al análisis de ADN como "estar con los pantalones bajados antes de la salida". A lo mejor al murciano le han explicado que eso del control de ADN es como el análisis de próstata.
Para aclimatar más la situación al ambiente de vodevil del ciclismo, ayer la Gazzetta también publicaba que Ullrich está en negociaciones con el equipo de Saiz, llámase como se llame este. Vinokourov se ha enrocado en que como pone el dinero, tiene el equipo (algo muy habitual en su país de origen, carente de ley) y Saiz ya se está buscando un jefe de filas para el Tour. ¿Lo mejor de todo? Que en breve Garai pondrá en marcha su maquinaria de propaganda para vendernos lo bueno que es Ullrich y que gran jugada del maestro cántabro.
En estos momentos tan tristes hay que buscar muy buenos motivos para seguir siendo aficionado al ciclismo. Como no los tengo, sólo se me ocurre preguntar a Basso si estará buena la sandía, esa con la que Basso preparaba el Giro y el Tour que no pudo disputar. "Como sandía y media al día para depurar la sangre", dijo en una entrevista a Bicisport en abril de este año.
¡Menudo 2007 que nos espera!
Ayer incluso la Gazzetta dello Sport publicaba las típicas fotos de cromo ciclista con el italiano en su nueva casaca, con esa cara angelical que trae de cabeza a propios y extraños. Tres millones de euros por dos temporadas, 300.000 menos al año que su rescindido contrato con el CSC. Y todos tan contentos. ¿Todos? El T-Mobile, que ha obligado a sus 27 ciclistas en plantilla a hacerse una ficha de ADN, ha montado en cólera ante la jugada de Armstrong, auténtico muñidor de la operación en cuanto poseedor del 51% de los derechos de Discovery Channel.
Jugada maestra, diríamos. Mientras el equipo americano se va a pasar por el escroto cualquier legislación para demostrar la inocencia de los corredores (el ADN es la esperanza de los inocentes y la carga de los culpables), al más puro estilo americano, el T-Mobile es el único equipo que se ha pasado al plan. Y no parece que se le vayan a unir muchos más, sobre todo si tenemos en cuenta que corredores tan representativos como Piti se han referido al análisis de ADN como "estar con los pantalones bajados antes de la salida". A lo mejor al murciano le han explicado que eso del control de ADN es como el análisis de próstata.
Para aclimatar más la situación al ambiente de vodevil del ciclismo, ayer la Gazzetta también publicaba que Ullrich está en negociaciones con el equipo de Saiz, llámase como se llame este. Vinokourov se ha enrocado en que como pone el dinero, tiene el equipo (algo muy habitual en su país de origen, carente de ley) y Saiz ya se está buscando un jefe de filas para el Tour. ¿Lo mejor de todo? Que en breve Garai pondrá en marcha su maquinaria de propaganda para vendernos lo bueno que es Ullrich y que gran jugada del maestro cántabro.
En estos momentos tan tristes hay que buscar muy buenos motivos para seguir siendo aficionado al ciclismo. Como no los tengo, sólo se me ocurre preguntar a Basso si estará buena la sandía, esa con la que Basso preparaba el Giro y el Tour que no pudo disputar. "Como sandía y media al día para depurar la sangre", dijo en una entrevista a Bicisport en abril de este año.
¡Menudo 2007 que nos espera!
08 noviembre, 2006
"Te rascas los testículos con sal para irritarlos"
Existen dos formas de conocer los entresijos del dopaje moderno: una redada policial con abundancia de documentos y las inevitables filtraciones a los medios de comunicación de masas; o a la apertura de una vista oral, con tanto de luces y taquígrafos, en aquellos países donde esas prácticas tan abyectas están penadas por Ley. El próximo año tendremos los primeros juicios en España si sigue adelante la propuesta de crear una fiscalía específica para este tipo de delitos.
Mientras tanto, habrá que seguir lo que pasa en otros países. Como en Francia, donde el lunes pasado empezó el juicio del llamado "caso Cofidis". Recapitulemos. En primavera de 2004 se descubre una trama dentro del equipo francés, en principio con un masajista y cuatro polacos de medio pelo. El patrocinador retiró al equipo de competición en pleno abril de clásicas y Astarloa, flamante campeón del mundo y que venía de ser cuarto en Tirreno y sexto en San Remo, tuvo que recalar en el Lampre a trancas y barrancas. En junio salió la ramificación a los franceses, el italiano y al conocido caso de Millar. Esta es la tercera forma de conocer la estructura del dopaje moderno: el testimonio directo. Empero, es tan escaso su uso (Manzano, Menthour y el escocés) que es casi ridículo utilizarlo.
Sorprendemente, el caso está teniendo gran cobertura en medios nacionales. Ayer El País, y de la mano de Carlos Arribas, dedicaba abundante espacio. Hoy, más. Por cierto, los dos días incide en el error de decir que Millar volvió a la competición en septiembre, cuando fue en junio: ¿temor a decir que en el Tour se arrastró como la sanguijuela que es?. Lástima que tampoco cite que Lelli, el gran camello, ha ganado hace apenas una semana una demanda por despido improcedente. Y que dirige un equipo de juveniles en Italia. Ayer cantó Gaumont, ciclista que llegó a ganar una Gante-Wegelwen al sprint. Por enlazar con Lelli y González de Galdeano, dijo una verdad como un puño: "Es difícil cambiar las cosas porque el ciclismo está dirigido por ex corredores, es decir, por ex dopados". Y ahí está esa simpática foto realizada durante el Tour del jefe deportivo del Euskaltel saludando a Pereiro de amarillo, bajo la excusa tan propia del Marca: "Los dos últimos maillots amarillos del Tour se dan la mano". Yo sólo veía a uno de los mayores drogados por Eufemiano saludando a uno de los corredores estrellas del Phonak, amigo de Hamilton, Botero y Landis.
Gaumont no se cortó un pelo. Dijo que Millar y O´Grady (que ese año disputó el Tour y después ganó un increíble oro en las Olimpiadas de Sidney: ahora está en el CSC) se metían tiros en la caravana del Cofidis y la frase del titular, parte de las prácticas del dopaje. En el improbable caso de que cantase el gallego mentiroso de Marcos Serrano, o el bejarano juntaletras de Roberto Heras, o el alavés gimotero de Beloki, podrían hablar de parches en el culo, que se meten muchas más de las "cien inyecciones al día" que dice Gaumont o que el primer día que compites tras una reinfusión te quedas blanco. Pero eso no sucede en España. Una pena que la nueva Ley del Dopaje no incluya reducciones y ayudas a los que colaboren con la justicia. Mientras tanto, seguiremos el caso Cofidis.
***
El Euskaltel va a hacer una buena campaña. A las conocidas labores del médico oficial González Salvador van a unir el buen hacer y la experiencia de Guillermo Cuesta y Sergio Quílez. El primero estuvo en los mágicos tres años del Vitalicio auspiciado por Eufemiano Fuentes y con Javier Mínguez dando saltos el día en que supo que contaban con el hemodruida: si, el mismo Vitalicio de Freire campeón del mundo sin competir en 1999, el de Hruska todoterreno en el Giro 2000, el de Casero haciendo 5º en el Tour 1999 y Álvaro González de Galdeano (otro ejemplo de hermano paquete) ganando etapa en Giro y Vuelta en el 2000; el segundo, todavía más nauseabundo, viene directamente del Astaná.
Según nos informa El Correo, "colaborarán en la planificación de la temporada" estrechamente con Igor González de Galdeano, el corredor que en 2005 se ponía cantidades ingentes de hormona de crecimiento, Syntovegim y parches de testosterona.
Mucha suerte a todos los sufridos y un poco ingenuos seguidores del Euskaltel.
***
El Davitamon-Lotto pasará a ser el Predictor-Lotto. Si, Predictor del famoso test de reconocimiento de embarazo. En lógica estrategia comercial, su maillot pasará a ser rosa. El popular producto farmaceútico pasa a engrosar de esta manera la larga lista de patrocinadores bizarre asociados al ciclismo: una organización de ciegos, una compañía de créditos por teléfono, una empresa de audífonos y el Vaticano, por no abundar más en el tema. Atentos a las bromas que puedan salir en el pelotón, siempre particularmente ingenioso.
Mientras tanto, habrá que seguir lo que pasa en otros países. Como en Francia, donde el lunes pasado empezó el juicio del llamado "caso Cofidis". Recapitulemos. En primavera de 2004 se descubre una trama dentro del equipo francés, en principio con un masajista y cuatro polacos de medio pelo. El patrocinador retiró al equipo de competición en pleno abril de clásicas y Astarloa, flamante campeón del mundo y que venía de ser cuarto en Tirreno y sexto en San Remo, tuvo que recalar en el Lampre a trancas y barrancas. En junio salió la ramificación a los franceses, el italiano y al conocido caso de Millar. Esta es la tercera forma de conocer la estructura del dopaje moderno: el testimonio directo. Empero, es tan escaso su uso (Manzano, Menthour y el escocés) que es casi ridículo utilizarlo.
Sorprendemente, el caso está teniendo gran cobertura en medios nacionales. Ayer El País, y de la mano de Carlos Arribas, dedicaba abundante espacio. Hoy, más. Por cierto, los dos días incide en el error de decir que Millar volvió a la competición en septiembre, cuando fue en junio: ¿temor a decir que en el Tour se arrastró como la sanguijuela que es?. Lástima que tampoco cite que Lelli, el gran camello, ha ganado hace apenas una semana una demanda por despido improcedente. Y que dirige un equipo de juveniles en Italia. Ayer cantó Gaumont, ciclista que llegó a ganar una Gante-Wegelwen al sprint. Por enlazar con Lelli y González de Galdeano, dijo una verdad como un puño: "Es difícil cambiar las cosas porque el ciclismo está dirigido por ex corredores, es decir, por ex dopados". Y ahí está esa simpática foto realizada durante el Tour del jefe deportivo del Euskaltel saludando a Pereiro de amarillo, bajo la excusa tan propia del Marca: "Los dos últimos maillots amarillos del Tour se dan la mano". Yo sólo veía a uno de los mayores drogados por Eufemiano saludando a uno de los corredores estrellas del Phonak, amigo de Hamilton, Botero y Landis.
Gaumont no se cortó un pelo. Dijo que Millar y O´Grady (que ese año disputó el Tour y después ganó un increíble oro en las Olimpiadas de Sidney: ahora está en el CSC) se metían tiros en la caravana del Cofidis y la frase del titular, parte de las prácticas del dopaje. En el improbable caso de que cantase el gallego mentiroso de Marcos Serrano, o el bejarano juntaletras de Roberto Heras, o el alavés gimotero de Beloki, podrían hablar de parches en el culo, que se meten muchas más de las "cien inyecciones al día" que dice Gaumont o que el primer día que compites tras una reinfusión te quedas blanco. Pero eso no sucede en España. Una pena que la nueva Ley del Dopaje no incluya reducciones y ayudas a los que colaboren con la justicia. Mientras tanto, seguiremos el caso Cofidis.
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El Euskaltel va a hacer una buena campaña. A las conocidas labores del médico oficial González Salvador van a unir el buen hacer y la experiencia de Guillermo Cuesta y Sergio Quílez. El primero estuvo en los mágicos tres años del Vitalicio auspiciado por Eufemiano Fuentes y con Javier Mínguez dando saltos el día en que supo que contaban con el hemodruida: si, el mismo Vitalicio de Freire campeón del mundo sin competir en 1999, el de Hruska todoterreno en el Giro 2000, el de Casero haciendo 5º en el Tour 1999 y Álvaro González de Galdeano (otro ejemplo de hermano paquete) ganando etapa en Giro y Vuelta en el 2000; el segundo, todavía más nauseabundo, viene directamente del Astaná.
Según nos informa El Correo, "colaborarán en la planificación de la temporada" estrechamente con Igor González de Galdeano, el corredor que en 2005 se ponía cantidades ingentes de hormona de crecimiento, Syntovegim y parches de testosterona.
Mucha suerte a todos los sufridos y un poco ingenuos seguidores del Euskaltel.
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El Davitamon-Lotto pasará a ser el Predictor-Lotto. Si, Predictor del famoso test de reconocimiento de embarazo. En lógica estrategia comercial, su maillot pasará a ser rosa. El popular producto farmaceútico pasa a engrosar de esta manera la larga lista de patrocinadores bizarre asociados al ciclismo: una organización de ciegos, una compañía de créditos por teléfono, una empresa de audífonos y el Vaticano, por no abundar más en el tema. Atentos a las bromas que puedan salir en el pelotón, siempre particularmente ingenioso.
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dopaje
06 noviembre, 2006
Comiendo de la mano
La primera referencia al genio maligno de Goebbels dentro de la Operación Puerto correspondió a un anónimo ciclista -fácilmente identificable- que en la reunión-pantomima (Koldo Gil en primera fila, tiene narices) tras el boicot al Campeonato de España dijo: "Olvidaros de los periodistas, ya vendrán a comer de nuestra mano". Y cuanta razón tenía el bandido. En el improbable caso de que conociese las reglas de la propaganda del alemán lo hubiera citado, pero se basaba en su conocimiento personal de cómo funcionan las cosas. Y como llueven chuzos de punta.
El segundo momento goebbelsiano se produjo en la entrevista-farsa a Eufemiano del gran poder en El Larguero. Pudo hablar de lo que quiso y cuanto quiso sin que ninguna pregunta le incomodase. Es normal: no tenía ningún periodista delante, sólo el mejor altavoz disponible. Tuvo todos los elementos. Incluso salieron a colación los "veinte o más" ciclistas holandeses muertos de paro cardiaco a principios de los noventa, cuando no se sabía muy bien la dosis de EPO necesaria y la sangre en vena se convertía en cuajo de color cinabrio. Siempre está bien citar un ejemplo para presentarse como un salvador médico, un "conmigo están mejor y velo por su salud".
Goebbels ha sido tantas veces citado, es una palabra tan de uso común en la política no ya nacional o regional, sino incluso municipal, que sus técnicas corren el riesgo de difuminarse y pasar inadvertidas, o aún peor: que su solo nombre sirva para que te califiquen de "exagerado" y "hala, ya está a perdigonazos otra vez". Agarrénse los machos para lo que viene. Carlos Arribas, periodista referencia para este blog y para cualquiera al que le guste las buenas crónicas de ciclismo, amén de ostentar la exclusiva de los documentos de la Operación Puerto, ha mantenido un misterioso silencio de meses sobre el desenlace de la redada benémerita contra la banda del hematocrito. Ni siquiera hace más de una semana, cuando se practicó el ponciopilatismo masivo, nos digno con unas cuatro líneas, unos apuntes. Tendrá sus razones. En el Tour le habrán tratado como apestado, el famoso mundillo ciclista (¿por qué no familia, clan o secta?) le habrá arrinconado y se tiene que pasar un poco mal, sobre todo cuando vives como un desplazado gran parte de la temporada, en esa caravana multicolor.
Y aquí viene el tercer momento goebbelsiano. La edición de ayer domingo de El País (tirada de un millón de ejemplares, 550.000 más que un día normal) contenía un reportaje-basura sobre el dopaje masivo en la RDA. Basura porque no dice nada nuevo -como casi todo el contenido de la edición dominical, convertido en una especie de reportaje-resumen de temas nimios y vacuos, perfecto para un domingo evasivo y con el cerebro en punto muerto- y basura porque insistía en los aspectos más descacharrantes del dopaje: que si pelos como escarpias en las femeninas espaldas de las atletas, que si un prestigiosísimo bioquímico del no menos prestigioso EMBL de Heilderberg había actuado como un espía para obtener los documentos, que si las farmeceúticas son malas malísimas, pero son las que tienen el dinero y hay que ir a por ellas para indemnizaciones.
Lo peor estaba por llegar. Hoy El País publica un artículo-río-resumen de Carlos Arribas sobre la Operación Puerto. No dice nada nuevo. Es una vergüenza porque no analiza nada, y porque se produce siguiendo la andanada de ayer. ¡Ay, que malo es el dopaje, que te convierte en una mujer barbuda!. Al más puro estilo de la propaganda más abyecta. Si de verdad querían dar relevancia a la Operación Puerto, que hubiesen publicado el artículo de hoy el día anterior, cuando el períodico tiene más difusión. Si quieren datos escabrosos, que hablen de las muertes de Pantani y el Chava tras ser tratados por el Eufedruida. ¡Si elementos no faltan!. Pero que vergüenza da leer en El País un artículo tan romo, tan del BOE, ver a Carlos Arribas comiendo de la mano. Tenemos lo que merecemos: un periodísmo pírrico, un "escándalo empantanado", un periodista incapaz de publicar que 18. Valv. (Piti) es Valverde. Busquen en el artículo-basura una sola referencia a la negativa fuentovejuniana de los corredores a un banco de muestras de ADN: hasta el inefable Piti, tan comedido en sus declaraciones por lo que le conviene, ha dicho que "sería como bajarse los pantalones antes de la salida".
Algunos están con ellos ya bajados desde hace tiempo y quieren hacernos creer que avanzan, cuando lo único que hacen es caerse una y otra vez. Como los payasos en el circo.
El segundo momento goebbelsiano se produjo en la entrevista-farsa a Eufemiano del gran poder en El Larguero. Pudo hablar de lo que quiso y cuanto quiso sin que ninguna pregunta le incomodase. Es normal: no tenía ningún periodista delante, sólo el mejor altavoz disponible. Tuvo todos los elementos. Incluso salieron a colación los "veinte o más" ciclistas holandeses muertos de paro cardiaco a principios de los noventa, cuando no se sabía muy bien la dosis de EPO necesaria y la sangre en vena se convertía en cuajo de color cinabrio. Siempre está bien citar un ejemplo para presentarse como un salvador médico, un "conmigo están mejor y velo por su salud".
Goebbels ha sido tantas veces citado, es una palabra tan de uso común en la política no ya nacional o regional, sino incluso municipal, que sus técnicas corren el riesgo de difuminarse y pasar inadvertidas, o aún peor: que su solo nombre sirva para que te califiquen de "exagerado" y "hala, ya está a perdigonazos otra vez". Agarrénse los machos para lo que viene. Carlos Arribas, periodista referencia para este blog y para cualquiera al que le guste las buenas crónicas de ciclismo, amén de ostentar la exclusiva de los documentos de la Operación Puerto, ha mantenido un misterioso silencio de meses sobre el desenlace de la redada benémerita contra la banda del hematocrito. Ni siquiera hace más de una semana, cuando se practicó el ponciopilatismo masivo, nos digno con unas cuatro líneas, unos apuntes. Tendrá sus razones. En el Tour le habrán tratado como apestado, el famoso mundillo ciclista (¿por qué no familia, clan o secta?) le habrá arrinconado y se tiene que pasar un poco mal, sobre todo cuando vives como un desplazado gran parte de la temporada, en esa caravana multicolor.
Y aquí viene el tercer momento goebbelsiano. La edición de ayer domingo de El País (tirada de un millón de ejemplares, 550.000 más que un día normal) contenía un reportaje-basura sobre el dopaje masivo en la RDA. Basura porque no dice nada nuevo -como casi todo el contenido de la edición dominical, convertido en una especie de reportaje-resumen de temas nimios y vacuos, perfecto para un domingo evasivo y con el cerebro en punto muerto- y basura porque insistía en los aspectos más descacharrantes del dopaje: que si pelos como escarpias en las femeninas espaldas de las atletas, que si un prestigiosísimo bioquímico del no menos prestigioso EMBL de Heilderberg había actuado como un espía para obtener los documentos, que si las farmeceúticas son malas malísimas, pero son las que tienen el dinero y hay que ir a por ellas para indemnizaciones.
Lo peor estaba por llegar. Hoy El País publica un artículo-río-resumen de Carlos Arribas sobre la Operación Puerto. No dice nada nuevo. Es una vergüenza porque no analiza nada, y porque se produce siguiendo la andanada de ayer. ¡Ay, que malo es el dopaje, que te convierte en una mujer barbuda!. Al más puro estilo de la propaganda más abyecta. Si de verdad querían dar relevancia a la Operación Puerto, que hubiesen publicado el artículo de hoy el día anterior, cuando el períodico tiene más difusión. Si quieren datos escabrosos, que hablen de las muertes de Pantani y el Chava tras ser tratados por el Eufedruida. ¡Si elementos no faltan!. Pero que vergüenza da leer en El País un artículo tan romo, tan del BOE, ver a Carlos Arribas comiendo de la mano. Tenemos lo que merecemos: un periodísmo pírrico, un "escándalo empantanado", un periodista incapaz de publicar que 18. Valv. (Piti) es Valverde. Busquen en el artículo-basura una sola referencia a la negativa fuentovejuniana de los corredores a un banco de muestras de ADN: hasta el inefable Piti, tan comedido en sus declaraciones por lo que le conviene, ha dicho que "sería como bajarse los pantalones antes de la salida".
Algunos están con ellos ya bajados desde hace tiempo y quieren hacernos creer que avanzan, cuando lo único que hacen es caerse una y otra vez. Como los payasos en el circo.
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periodismo
30 octubre, 2006
Cortina de humo y hiel sobre la Operación Puerto
Al final ha pasado. La Operación Puerto se queda en borrajas. Un auto de la Federación de Ciclismo deja en suspensión cautelar la retirada de licencias a la panda de drogados y ultrabombados abiertamente identificados en los documentos incautados en la redada del pasado 23 de mayo. Esa que pretenden hacer pasar como que nunca haya sucedido. Hasta El País se muestra conciliador y genuflexo.
Fíjense en la sucesión de acontecimientos: un día después de la presentación del Tour, la Federación da a conocer su insólita decisión. Para que no se hable durante la presentación de la gran ronda francesa, la única esperanza (arbitraria, pero es a lo que hay que aferrarse) de que esta banda mafiosa siga donde se ha pasado la mitad de la temporada: en el ostracismo, fuera de un ciclismo al que han manipulado de la misma manera que su sangre.
Algo se venía oliendo; no el habitual olor a carne quemada, sino de la gente que se prepara para que todo siga siendo como antes. El primero fue el lacayo García Luque, que siempre apostó a que Saiz se iba a ir de rositas, que no es delito bajo la actual legislación tener tu sangre congelada por ahí. Ya lo decía a los tres días de la Operación de la imagen, al mismo tiempo que "Saiz estaba por ahí de casualidad". Son gente lista. Saben sobrevivir. No se comprometen con nada, salvo en meter palos a quien disiente de ellos, a los que nos parece una aberración todo lo ocurrido y, aún peor, la resolución.
Incluso yo lo intuía. De ahí que en los últimos meses, cuando me refería a la Operación Puerto, insistiese en que al final lo que nos quedará es el conocimiento de la forma de preparar las temporadas. Esa concentración de enero para ponerse ciegos de hormonas de crecimiento, las picaduras con jeringas diarias, la desfachatez de las declaraciones bajo los efectos de los psicofármacos. Allá ellos. Que aguanten con los cadáveres de los futuros Denis Zanette, Fabrice Salanson y Alessio Galetti que se produzcan. De los Chava y los Pantani, clientes de Eufemiano del Gran Poder.
La Federación ha ido acojonada. Se han achantado con los recursos judiciales de Saiz y sus poderosos abogados (Carlos Bueren, exjuez de la Audiencia Nacional en los años más negros de la institución), con las demandas cruzadas y demás. Sin ir más lejos, un Guardia Civil corre el riesgo de ser empapelado por falsificación de documento. Curioso. Contra Arribas no van (salvo el Marca, último párrafo), el que reprodujo los documentos. El PP pide que Lissavetzky comparezca en el Congreso ante "la indefensión de un colectivo de ciudadanos". A ver que cuenta. Santi Pérez ya ha fichado por el Relax de su paisano Suárez Cueva (¡esa camadería astur, que no falte!), los restos del Comunitat Valenciana van a Fuerteventura a la francachela anual, Roberto Heras y el resto de la banda Liberty a Murcia a llorar al hermano finado en quad de Luis León, Pevenage dice que el Tour 2007 será de Ullrich porque tiene tres cronos decisivas y Basso está a punto de firmar con el Discovery Channel. ¿Lo peor de todo? Que España seguirá apareciendo como el paraíso del dopaje. Y tendrán razón.
Han ganado. Lo reconozco. Pero, ¿ha ganado el ciclismo?
Fíjense en la sucesión de acontecimientos: un día después de la presentación del Tour, la Federación da a conocer su insólita decisión. Para que no se hable durante la presentación de la gran ronda francesa, la única esperanza (arbitraria, pero es a lo que hay que aferrarse) de que esta banda mafiosa siga donde se ha pasado la mitad de la temporada: en el ostracismo, fuera de un ciclismo al que han manipulado de la misma manera que su sangre.
Algo se venía oliendo; no el habitual olor a carne quemada, sino de la gente que se prepara para que todo siga siendo como antes. El primero fue el lacayo García Luque, que siempre apostó a que Saiz se iba a ir de rositas, que no es delito bajo la actual legislación tener tu sangre congelada por ahí. Ya lo decía a los tres días de la Operación de la imagen, al mismo tiempo que "Saiz estaba por ahí de casualidad". Son gente lista. Saben sobrevivir. No se comprometen con nada, salvo en meter palos a quien disiente de ellos, a los que nos parece una aberración todo lo ocurrido y, aún peor, la resolución.
Incluso yo lo intuía. De ahí que en los últimos meses, cuando me refería a la Operación Puerto, insistiese en que al final lo que nos quedará es el conocimiento de la forma de preparar las temporadas. Esa concentración de enero para ponerse ciegos de hormonas de crecimiento, las picaduras con jeringas diarias, la desfachatez de las declaraciones bajo los efectos de los psicofármacos. Allá ellos. Que aguanten con los cadáveres de los futuros Denis Zanette, Fabrice Salanson y Alessio Galetti que se produzcan. De los Chava y los Pantani, clientes de Eufemiano del Gran Poder.
La Federación ha ido acojonada. Se han achantado con los recursos judiciales de Saiz y sus poderosos abogados (Carlos Bueren, exjuez de la Audiencia Nacional en los años más negros de la institución), con las demandas cruzadas y demás. Sin ir más lejos, un Guardia Civil corre el riesgo de ser empapelado por falsificación de documento. Curioso. Contra Arribas no van (salvo el Marca, último párrafo), el que reprodujo los documentos. El PP pide que Lissavetzky comparezca en el Congreso ante "la indefensión de un colectivo de ciudadanos". A ver que cuenta. Santi Pérez ya ha fichado por el Relax de su paisano Suárez Cueva (¡esa camadería astur, que no falte!), los restos del Comunitat Valenciana van a Fuerteventura a la francachela anual, Roberto Heras y el resto de la banda Liberty a Murcia a llorar al hermano finado en quad de Luis León, Pevenage dice que el Tour 2007 será de Ullrich porque tiene tres cronos decisivas y Basso está a punto de firmar con el Discovery Channel. ¿Lo peor de todo? Que España seguirá apareciendo como el paraíso del dopaje. Y tendrán razón.
Han ganado. Lo reconozco. Pero, ¿ha ganado el ciclismo?
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periodismo
27 octubre, 2006
El mundo de amarillo
Ya está aquí el Tour. Faltan nueve meses para la carrera de las carreras y los organizadores han presentado el recorrido con la habitual fanfarria, gigantismo y chauvinismo. Una buena muestra es el cartel oficial de la ronda, donde se apunta claramente a la globalización, preparando el terreno para el salto a medio plazo a América (Quebec, De Gaulle se levantará de su tumba dando saltos), el África francófona y lo que ustedes quieran.
Por lo pronto, el próximo año la salida del Tour será un espectacular prólogo por las calles de Londres. Salida bajo la columna de Nelson, paso por el Big Ben y las Casas del Parlamento y final en Hyde Park en las inmediaciones de Buckingham Palace: más clásico imposible. Con lo bonito que hubiese sido seguir la ruta final de la Marathon pegadito al Támesis desde el Puente de Londres y la Catedral de San Pablo; total, por un par de kms. más...En fin. Millar ya estará pactando con Cecchini una adecuada mejora del rendimiento deportivo para recuperar su triste It´s Millar time.
Al día siguiente se irá de Kent a Canterbury a través de una de las partes más bellas de la campiña inglesa (sí, existe), para después cruzar el canal por el Eurotunnel hasta Dunkerke. Incursión en Bélgica para baño de multitudes igual o similar al de este año, esta vez en Gante. Al día siguiente se irá de Waregem en Bélgica a Compiegne en Francia, donde sale la Paris-Roubaix. No se conocen los pormenores del día, pero por los puntos de salida y llegada la etapa va a ser larga, larga y, evidentemente, con tramos de pavés. Que no pase lo de Mayo/Hushvod en 2004. La carrera se acercará progresivamente a los Alpes lejos de Alsacia y Lorena, una zona muy trillada en las últimas ediciones. El sábado, una semana después del inicio en Londres, se llega a Le Grand Bornard coronando el Colombiere a 14 kms. de meta. Es el típico prólogo de la montaña que propone el Tour desde hace años: etapa llana, puerto final y descenso vertiginoso para meta. Será una gran etapa, seguro.
El domingo se llega a la inédita meta de Tignes, tras sólo 165 kms. Un inicio nervioso y quebrado, subida al Roselend, después al Pequeño San Bernardo y subida final de 18 kms. al 5´5%. Es difícil saber lo que pueda pasar, pero a priori no parece muy fascinante. Etapa de descanso en pleno festival Alpes (interesante novedad que ningún medio destaca) y el martes, ojito, el martes se sube el tremendo Iseran de salida con su casi 2.800 metros y después el Galibier por la cara del Telegraphe. Se corona a 40 kms. de la meta en Briançon, pero visto que han desaparecido los superequipos tipo UsPostal que puedan neutralizar a los escapados en el largo descenso, estamos ante la etapa reina. Porque el Galibier es el rey de los puertos, sólo hace falta que lo aprovechen.
Al día siguiente 230 kms. hasta Marsella, después Montpellier y Castres. Si hace el mismo calor que este año por esos mismos parajes, puede ser más duro que la contrarreloj del sábado, en el treceavo día de carrera, en Albi. 55 kms. en torno a la espectacular ciudad mediaval. El domingo los organizadores han previsto una interesantísima etapa con salida de Mazamet, en homenaje al gran dopado Laurent Jalabert, y llegada a Plateu de Beille tras 200 kms. y previa subida al durísimo, inconmensurable Pailheres. Es un etapa para reventar y hacer reventar, sobre todo después de la crono. En el caso de que queden fuerzas, el lunes continuan los Pirineos con otros 200 kms. con el Col de Port, el Aspet, el durísimo Mente de sus 7 kms. al 8%, el larguísimo Bales con 20 kms. y el Peyresourde por la cara dura sirve de remate a 12 kms. de meta en Loundeville.
Otro día de descanso en Pau interrumpiendo el carrusel de montaña y remate final con una superetapa de montaña inédita y fascinante. 218 kms. de desafío, la distancia donde se mide la espesura de un corredor, y final en alto en el Aubisque, un puerto tradicionalmente de paso. Se sube Larrau ("es el puerto más duro que he conocido", Erik Zabel), el inédito Pierre St-Martin y el Marie-Blanque por la cara más dura. Después se encara el camino a París por la ruta de Angouleme, la ciudad del salón del comic europeo más influyente, donde se disputará otra crono de 55 kms. ¿Balance? Sólo tres finales en alto, que pueden llevar a engaño. Es un Tour muy montañoso y también con 118 kms. contra el reloj. Es un Tour duro, duro. Es el Tour.
Por lo pronto, el próximo año la salida del Tour será un espectacular prólogo por las calles de Londres. Salida bajo la columna de Nelson, paso por el Big Ben y las Casas del Parlamento y final en Hyde Park en las inmediaciones de Buckingham Palace: más clásico imposible. Con lo bonito que hubiese sido seguir la ruta final de la Marathon pegadito al Támesis desde el Puente de Londres y la Catedral de San Pablo; total, por un par de kms. más...En fin. Millar ya estará pactando con Cecchini una adecuada mejora del rendimiento deportivo para recuperar su triste It´s Millar time.
Al día siguiente se irá de Kent a Canterbury a través de una de las partes más bellas de la campiña inglesa (sí, existe), para después cruzar el canal por el Eurotunnel hasta Dunkerke. Incursión en Bélgica para baño de multitudes igual o similar al de este año, esta vez en Gante. Al día siguiente se irá de Waregem en Bélgica a Compiegne en Francia, donde sale la Paris-Roubaix. No se conocen los pormenores del día, pero por los puntos de salida y llegada la etapa va a ser larga, larga y, evidentemente, con tramos de pavés. Que no pase lo de Mayo/Hushvod en 2004. La carrera se acercará progresivamente a los Alpes lejos de Alsacia y Lorena, una zona muy trillada en las últimas ediciones. El sábado, una semana después del inicio en Londres, se llega a Le Grand Bornard coronando el Colombiere a 14 kms. de meta. Es el típico prólogo de la montaña que propone el Tour desde hace años: etapa llana, puerto final y descenso vertiginoso para meta. Será una gran etapa, seguro.
El domingo se llega a la inédita meta de Tignes, tras sólo 165 kms. Un inicio nervioso y quebrado, subida al Roselend, después al Pequeño San Bernardo y subida final de 18 kms. al 5´5%. Es difícil saber lo que pueda pasar, pero a priori no parece muy fascinante. Etapa de descanso en pleno festival Alpes (interesante novedad que ningún medio destaca) y el martes, ojito, el martes se sube el tremendo Iseran de salida con su casi 2.800 metros y después el Galibier por la cara del Telegraphe. Se corona a 40 kms. de la meta en Briançon, pero visto que han desaparecido los superequipos tipo UsPostal que puedan neutralizar a los escapados en el largo descenso, estamos ante la etapa reina. Porque el Galibier es el rey de los puertos, sólo hace falta que lo aprovechen.
Al día siguiente 230 kms. hasta Marsella, después Montpellier y Castres. Si hace el mismo calor que este año por esos mismos parajes, puede ser más duro que la contrarreloj del sábado, en el treceavo día de carrera, en Albi. 55 kms. en torno a la espectacular ciudad mediaval. El domingo los organizadores han previsto una interesantísima etapa con salida de Mazamet, en homenaje al gran dopado Laurent Jalabert, y llegada a Plateu de Beille tras 200 kms. y previa subida al durísimo, inconmensurable Pailheres. Es un etapa para reventar y hacer reventar, sobre todo después de la crono. En el caso de que queden fuerzas, el lunes continuan los Pirineos con otros 200 kms. con el Col de Port, el Aspet, el durísimo Mente de sus 7 kms. al 8%, el larguísimo Bales con 20 kms. y el Peyresourde por la cara dura sirve de remate a 12 kms. de meta en Loundeville.
Otro día de descanso en Pau interrumpiendo el carrusel de montaña y remate final con una superetapa de montaña inédita y fascinante. 218 kms. de desafío, la distancia donde se mide la espesura de un corredor, y final en alto en el Aubisque, un puerto tradicionalmente de paso. Se sube Larrau ("es el puerto más duro que he conocido", Erik Zabel), el inédito Pierre St-Martin y el Marie-Blanque por la cara más dura. Después se encara el camino a París por la ruta de Angouleme, la ciudad del salón del comic europeo más influyente, donde se disputará otra crono de 55 kms. ¿Balance? Sólo tres finales en alto, que pueden llevar a engaño. Es un Tour muy montañoso y también con 118 kms. contra el reloj. Es un Tour duro, duro. Es el Tour.
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20 octubre, 2006
Hay un hombre en España que lo hace todo
Cuando el incalificable dúo de tecnopop barcelonés Astrud compuso la canción homónima al titular de hoy, bien podría haber puesto en mitad de la letra "sube, contrarrelojea y sprinta/gana el Tour, las clásicas y el campeonato de España". Encajaría perfectamente. Hombre, el más lego podría pensar que esté referido a Induráin, pero después de la temporada de Valverde cualquier cosa es posible.
No es casual la referencia al gran navarro. A Induráin corresponde el honor de haber sido el único español que ganó la clasificación UCI en sus 16 años de existencia (1989-2004). Fue en los años 1992 y 1993, cuando acumuló el impresionante caudal de puntos del Giro y del Tour, además de puestos en Campeonatos del Mundo, 2º en Romandía, Volta a Cataluña y demás prebendas. Desde entonces, sólo Olano en 1998 (3º final) se consiguió acercar. Y este año Valverde ha ganado el UCI ProTour, la clasificación heredera de un gran invento de la UCI en el lejano 1989. Es un premio a la regularidad y al mejor corredor de la temporada. Así de claro. La clasificación UCI siempre fue muy polémica, porque traducía en números el rendimiento de un corredor, al margen de forofismos: de ahí el cabreo de Casero en 2001, fresco vencedor de la Vuelta completamente bombado, pero 60º en la clasificación UCI, la que utilizaban muchos equipos para fichar o renovar. Y acabó en el Coast muy lejos del millón de euros al que aspiraba.
Valverde ha ganado porque ha mejorado en todos los terrenos de una manera impresionante: se ha papado Flecha-Lieja en su segunda participación, cuando ni siquiera había hecho entre los diez primeros en ninguna clásica de renombre. Ha sido segundo en País Vasco gracias a un inexplicable rendimiento contra el crono. También le ganó a Freire super en forma un sprint antológico en Irún. En Romandía, un tercer puesto con etapa incluída, basó su éxito en la montaña, pero decepcionó en la contrarreloj. Sólo con los puntos acumulados en el primer ciclo ya hipotecaba definitivamente el triunfo en la clasificación de la UCI.
Salió en Dauphiné para ser 7º y perder la etapa de La Toussuire ante Mayo, tras todo un día escapados. Era junio. En julio hizo 5º, quinto, fifth, quinto en el ¡prólogo del Tour! y después se cayó antes de las etapas decisivas. No volvió hasta San Sebastián, donde aún así se las arregló para entrar con los favoritos y ser 8º en el extraño sprint de la clásica donostiarra. Al día siguiente se tropezó camino de Urkiola y de carrera a la Vuelta. Tras dos primeras semanas impresionantes, donde subía y bajaba por el pelotón mirandole el jeto a todos sus rivales, y donde destacan el fusilamiento a Vinokourov en El Morredero y la crono de Cuenca, perdida por 12" y un enganchón de cadena, su mala cabeza, una pésima dirección de equipo y que los kazajos iban con mejor poción que la suya le hizo perder la Vuelta. Segundo. 85 puntos más para el ProTour. Y el broche del bronce en el Campeonato del Mundo, que no cuenta para la challenge de la UCI, pero que le hubiese puesto por encima de los 300 puntos. Impresionante.
Hay un hombre en España que lo hace todo. Sube, contrarrelojea y sprinta. Gana el Tour, clásicas y el campeonato de España. En potencia aristotélica, pero lo gana. Y cuando digo que lo hace todo, es todo. Ya me entienden. ¿O se creen que el blanco es inmaculado? Piti. El mismo que viste y calza. Y que sigue incrementando su rendimiento deportivo.
No es casual la referencia al gran navarro. A Induráin corresponde el honor de haber sido el único español que ganó la clasificación UCI en sus 16 años de existencia (1989-2004). Fue en los años 1992 y 1993, cuando acumuló el impresionante caudal de puntos del Giro y del Tour, además de puestos en Campeonatos del Mundo, 2º en Romandía, Volta a Cataluña y demás prebendas. Desde entonces, sólo Olano en 1998 (3º final) se consiguió acercar. Y este año Valverde ha ganado el UCI ProTour, la clasificación heredera de un gran invento de la UCI en el lejano 1989. Es un premio a la regularidad y al mejor corredor de la temporada. Así de claro. La clasificación UCI siempre fue muy polémica, porque traducía en números el rendimiento de un corredor, al margen de forofismos: de ahí el cabreo de Casero en 2001, fresco vencedor de la Vuelta completamente bombado, pero 60º en la clasificación UCI, la que utilizaban muchos equipos para fichar o renovar. Y acabó en el Coast muy lejos del millón de euros al que aspiraba.
Valverde ha ganado porque ha mejorado en todos los terrenos de una manera impresionante: se ha papado Flecha-Lieja en su segunda participación, cuando ni siquiera había hecho entre los diez primeros en ninguna clásica de renombre. Ha sido segundo en País Vasco gracias a un inexplicable rendimiento contra el crono. También le ganó a Freire super en forma un sprint antológico en Irún. En Romandía, un tercer puesto con etapa incluída, basó su éxito en la montaña, pero decepcionó en la contrarreloj. Sólo con los puntos acumulados en el primer ciclo ya hipotecaba definitivamente el triunfo en la clasificación de la UCI.
Salió en Dauphiné para ser 7º y perder la etapa de La Toussuire ante Mayo, tras todo un día escapados. Era junio. En julio hizo 5º, quinto, fifth, quinto en el ¡prólogo del Tour! y después se cayó antes de las etapas decisivas. No volvió hasta San Sebastián, donde aún así se las arregló para entrar con los favoritos y ser 8º en el extraño sprint de la clásica donostiarra. Al día siguiente se tropezó camino de Urkiola y de carrera a la Vuelta. Tras dos primeras semanas impresionantes, donde subía y bajaba por el pelotón mirandole el jeto a todos sus rivales, y donde destacan el fusilamiento a Vinokourov en El Morredero y la crono de Cuenca, perdida por 12" y un enganchón de cadena, su mala cabeza, una pésima dirección de equipo y que los kazajos iban con mejor poción que la suya le hizo perder la Vuelta. Segundo. 85 puntos más para el ProTour. Y el broche del bronce en el Campeonato del Mundo, que no cuenta para la challenge de la UCI, pero que le hubiese puesto por encima de los 300 puntos. Impresionante.
Hay un hombre en España que lo hace todo. Sube, contrarrelojea y sprinta. Gana el Tour, clásicas y el campeonato de España. En potencia aristotélica, pero lo gana. Y cuando digo que lo hace todo, es todo. Ya me entienden. ¿O se creen que el blanco es inmaculado? Piti. El mismo que viste y calza. Y que sigue incrementando su rendimiento deportivo.
19 octubre, 2006
¡Tantas cosas, Fabián!
En el último número de la pintoresca revista italiana Bicisport, además de crónicas hasta la saciedad del arcoiris de Bettini (tiemblo al pensar lo que dedicarán al Lombardía plañidero, casi una película de Rosellini), hay una jugosa entrevista a Fabián Cancellara. Desde hace unos meses la veterana revista tiene una sección titulada incontri, basada en unas entrevistas-río con figuras del ciclismo, no necesariamente en activo. Más de cien preguntas sobre lo divino y lo humano, desde la infancia hasta la vida después de la bici, de la familia al equipo. Y no es que a mí me guste especialmente saber como se llaman los perros de los corredores, pero tiene su importancia y para eso están estas entrevistas típicamente italianas que siempre empiezan preguntando por la mamma y el papa.
Como es sabido, en la lista de Eufemiano Fuentes aparecía un clasicómano Luigi, un corredor llevado por Luigi Cecchini, especializado en clásicas, pero que se transfusionaba y se ponía parches en el culo en alguno de los zulos de Madrid. Igual que Piti lo hace en Italia, en ese Mercado Común del doping que Eufemiano reconoció en la Cadena Ser. Tras la exhibición de Cancellara en el reciente Campeonato del Mundo CRI (y en la Clásica de Zürich) me llovió la habitual ristra de insultos por decir que a mí no me encajaba el salto de calidad de este corredor en su primer año en el CSC. En el equipo de Rijs y de Basso. Les traduzco y ofrezco una reveladora parte de la entrevista. Todo lo contenido entre paréntesis es añadido mío.
-Hablando de preparación, ¿te entrenas con Cecchini, verdad?
-Si, es cierto.
-¿Por qué?
-Porque es un tío estupendo, capaz y muy profesional.
-¿Pero que piensas de los rumores de doping que existen en torno a Cecchini y los corredores a los que lleva?
-Creo que son infamias y que no es justo implicar a Cecchini con el doping en el ciclismo
-¿Por qué?
-Porque Cecchini es una persona honesta, sin tacha. No prepara por dinero, sino por el placer y la pasión que tiene por el ciclismo y por los corredores que lleva (un mecenas, vamos). Yo lo aprecio y creo que es injusto el cainitismo que existe en torno a su figura.
-¿Vas tu solo o te acompañan otros compañeros del CSC?
-Yo solo, pero después siempre te encuentras con otros corredores de otros equipos.(En la tormenta que siguió a la exclusión de Basso del Tour también salieron los nombres del CSC como Sorensen, Breschel y Blaudzun)
-¿Cuántas veces vas al año?
-Dos semanas cada año.
-¿Cuando?
-Al inicio de la temporada (momento clave en los protocolos de Eufemiano)
-¿Y qué haces?
-Me entreno, sigo las tablas de preparación, hago tras moto (coño, para eso no hace falta tener un preparador. ¡Ah!, que no le cobra, se me olvidaba). En resumen, preparo la temporada de la mejor manera posible para ser competitivo en las clásicas del norte (este año 6º en Flandes, 6º en Wegelwen y 1º estratosférico en Roubaix)
Una pausa. La entrevista está realizada poco después de su arcoiris CRI, el estilo de la entrevista es de respuestas breves –no es que el ínclito suizo esté nervioso y conteste con evasivas, al contrario-, que a nadie se le escape la identificación mística con su gurú y que Cancellara ganó la crono de Tirreno en la primera semana de marzo, ante completamente bombados como Jaksche. Prosigamos.
-¿Desde cuando conoces a Cecchini?
-Desde el 2004, cuando corría en Fassa Bortolo (su primer año en el equipo, 4º en Roubaix siendo el más fuerte y sideral prólogo en el Tour, ganando a ultradopados como Armstrong, Ullrich, Hamilton. Compañero de habitación de Flecha, por cierto)
-¿Lo conoces bien?
-Si, diría que muy bien.
-¿Rijs nunca te ha pedido no volver a ver a Cecchini?
-No, nunca (como para hacerlo, visto que este hemodruida italiano le hizo ganar el Tour en 1996)
-¿Y si en el futuro te lo dijese que harías?
-Me ceñiré a las decisiones de Bjarne, obviamente. De todas formas, creo que este asunto se discutirá al final del año. Veremos...
-¿Por qué cada vez que un corredor frecuenta a Cecchini es mal visto por el mundillo? (yo no veo que nadie trate de apestados a Flecha, Cunego, Thomas Dekker y el dicen que regenerado David Millar. Invenciones del periodista, que ese día se dejó el cuchillo en casa)
-Porque se piensa inmediatamente en doping. Lo repito: es una estupidez.(y el que piense lo contrario es un miserable, por usar un gastado símil político)
-¿Y cómo es Cecchini?
-Cecchini es una persona sin tacha, honesta. Una persona que me ha ayudado muchísimo a crecer profesionalmente.(ojito a la mención indirecta a la mejora de rendimiento deportivo).
-¿Y de que manera te ha ayudado?
-Enseñándome muchas cosas, por ejemplo la posición correcta sobre el sillín, la mejor postura para las cronos, los entrenamientos meticulosos, las repeticiones, entrenamiento tras moto. Tantas cosas...
¡Ay, tantas cosas! ¡Y las que te callas, filinbustero! Como es otoño y estoy a punto de hibernar, sacaré el paraguas y chubasquero ante la previsible lluvia de insultos y descalificaciones. Las declaraciones están ahí. Los resultados de Cancellara también, el hombre de los tres picos de forma en la temporada. ¿Tres? ¡Que digo? ¡Cuatro!: marzo-abril bien conocido, y preparado gracias a dos semanas con Cecchini. A finales de mayo ganó la crono de la Volta en su preparación para el Tour. Una semana antes conoció que no lo corría (El País había publicado su nombre, clasicómano Luigi), “por decisión táctica” (era mucho mejor llevar a un inválido O´Grady, claro) y adiós a la preparación. No, que va. Gracias a las máquinas de criogenización, estuvo sin competir en julio y en agosto ganó el Tour de Dinamarca con dos etapas. En septiembre disputó las dos primeras semanas de la Vuelta y casi le birla la crono de Cuenca a su compañero de arcón David Millar. Y a final de ese mes voló como un misil, como Millar en Hamilton, en el Mundial CRI. No les digo ya la que montó en Zürich. ¡Un corredor capaz de preparar el Tour, ver abortado ese plan y conseguir volver a ponerse en forma es digno de seguir!
¡Larga vida a clasicómano Luigi! ¡Larga vida a Cancellara!.
Como es sabido, en la lista de Eufemiano Fuentes aparecía un clasicómano Luigi, un corredor llevado por Luigi Cecchini, especializado en clásicas, pero que se transfusionaba y se ponía parches en el culo en alguno de los zulos de Madrid. Igual que Piti lo hace en Italia, en ese Mercado Común del doping que Eufemiano reconoció en la Cadena Ser. Tras la exhibición de Cancellara en el reciente Campeonato del Mundo CRI (y en la Clásica de Zürich) me llovió la habitual ristra de insultos por decir que a mí no me encajaba el salto de calidad de este corredor en su primer año en el CSC. En el equipo de Rijs y de Basso. Les traduzco y ofrezco una reveladora parte de la entrevista. Todo lo contenido entre paréntesis es añadido mío.
-Hablando de preparación, ¿te entrenas con Cecchini, verdad?
-Si, es cierto.
-¿Por qué?
-Porque es un tío estupendo, capaz y muy profesional.
-¿Pero que piensas de los rumores de doping que existen en torno a Cecchini y los corredores a los que lleva?
-Creo que son infamias y que no es justo implicar a Cecchini con el doping en el ciclismo
-¿Por qué?
-Porque Cecchini es una persona honesta, sin tacha. No prepara por dinero, sino por el placer y la pasión que tiene por el ciclismo y por los corredores que lleva (un mecenas, vamos). Yo lo aprecio y creo que es injusto el cainitismo que existe en torno a su figura.
-¿Vas tu solo o te acompañan otros compañeros del CSC?
-Yo solo, pero después siempre te encuentras con otros corredores de otros equipos.(En la tormenta que siguió a la exclusión de Basso del Tour también salieron los nombres del CSC como Sorensen, Breschel y Blaudzun)
-¿Cuántas veces vas al año?
-Dos semanas cada año.
-¿Cuando?
-Al inicio de la temporada (momento clave en los protocolos de Eufemiano)
-¿Y qué haces?
-Me entreno, sigo las tablas de preparación, hago tras moto (coño, para eso no hace falta tener un preparador. ¡Ah!, que no le cobra, se me olvidaba). En resumen, preparo la temporada de la mejor manera posible para ser competitivo en las clásicas del norte (este año 6º en Flandes, 6º en Wegelwen y 1º estratosférico en Roubaix)
Una pausa. La entrevista está realizada poco después de su arcoiris CRI, el estilo de la entrevista es de respuestas breves –no es que el ínclito suizo esté nervioso y conteste con evasivas, al contrario-, que a nadie se le escape la identificación mística con su gurú y que Cancellara ganó la crono de Tirreno en la primera semana de marzo, ante completamente bombados como Jaksche. Prosigamos.
-¿Desde cuando conoces a Cecchini?
-Desde el 2004, cuando corría en Fassa Bortolo (su primer año en el equipo, 4º en Roubaix siendo el más fuerte y sideral prólogo en el Tour, ganando a ultradopados como Armstrong, Ullrich, Hamilton. Compañero de habitación de Flecha, por cierto)
-¿Lo conoces bien?
-Si, diría que muy bien.
-¿Rijs nunca te ha pedido no volver a ver a Cecchini?
-No, nunca (como para hacerlo, visto que este hemodruida italiano le hizo ganar el Tour en 1996)
-¿Y si en el futuro te lo dijese que harías?
-Me ceñiré a las decisiones de Bjarne, obviamente. De todas formas, creo que este asunto se discutirá al final del año. Veremos...
-¿Por qué cada vez que un corredor frecuenta a Cecchini es mal visto por el mundillo? (yo no veo que nadie trate de apestados a Flecha, Cunego, Thomas Dekker y el dicen que regenerado David Millar. Invenciones del periodista, que ese día se dejó el cuchillo en casa)
-Porque se piensa inmediatamente en doping. Lo repito: es una estupidez.(y el que piense lo contrario es un miserable, por usar un gastado símil político)
-¿Y cómo es Cecchini?
-Cecchini es una persona sin tacha, honesta. Una persona que me ha ayudado muchísimo a crecer profesionalmente.(ojito a la mención indirecta a la mejora de rendimiento deportivo).
-¿Y de que manera te ha ayudado?
-Enseñándome muchas cosas, por ejemplo la posición correcta sobre el sillín, la mejor postura para las cronos, los entrenamientos meticulosos, las repeticiones, entrenamiento tras moto. Tantas cosas...
¡Ay, tantas cosas! ¡Y las que te callas, filinbustero! Como es otoño y estoy a punto de hibernar, sacaré el paraguas y chubasquero ante la previsible lluvia de insultos y descalificaciones. Las declaraciones están ahí. Los resultados de Cancellara también, el hombre de los tres picos de forma en la temporada. ¿Tres? ¡Que digo? ¡Cuatro!: marzo-abril bien conocido, y preparado gracias a dos semanas con Cecchini. A finales de mayo ganó la crono de la Volta en su preparación para el Tour. Una semana antes conoció que no lo corría (El País había publicado su nombre, clasicómano Luigi), “por decisión táctica” (era mucho mejor llevar a un inválido O´Grady, claro) y adiós a la preparación. No, que va. Gracias a las máquinas de criogenización, estuvo sin competir en julio y en agosto ganó el Tour de Dinamarca con dos etapas. En septiembre disputó las dos primeras semanas de la Vuelta y casi le birla la crono de Cuenca a su compañero de arcón David Millar. Y a final de ese mes voló como un misil, como Millar en Hamilton, en el Mundial CRI. No les digo ya la que montó en Zürich. ¡Un corredor capaz de preparar el Tour, ver abortado ese plan y conseguir volver a ponerse en forma es digno de seguir!
¡Larga vida a clasicómano Luigi! ¡Larga vida a Cancellara!.
18 octubre, 2006
100 años del Giro del Piamonte
Y si, parece recurrente el titular. Será la casualidad, pero han coincidido en el tiempo los cien años de la Paris-Tours, las cien ediciones del Giro de Lombardía y el primer siglo del Giro del Piamonte. Grandísimas clásicas, aunque la protagonista de hoy, disputada el pasado jueves, siempre haya sido una hermana menor, igual que su gemela y recientemente amputada Milán-Turín.
Hubo un tiempo en que el Giro del Piamonte acababa en el Parco del Valentino de Turín, al lado del Po. Era un marco espectacular, en una ciudad que en dos días encadenaba hojas muertas y lo mejor del pelotón internacional, pero esos tiempos pasaron. Hoy por hoy el Giro del Piamonte sobrevive gracias al paraguas protector de la Gazzetta dello Sport, la cantera piamontesa hace muchos años que no produce ningún corredor de relieve y ya no quedan héroes en un deporte que se desangra. Que menos que experimentar. La edición de este año salía de la encantandora y riquísima ciudad de Asti, para acabar en la no menos rica y próspera Alba. En medio, algunos de los mejores paisajes que se pueden disfrutar sobre la bicicleta.
Y si hubo alguien que ennobleció la carrera fue Alejandro Valverde. El líder del ProTour se escapó en compañía de un puñado de corredores en la subida a Mango (no es coña), en un territorio dominado por los viñedos de donde sale el fabuloso spumante de Asti y el Barbera. Es un paisaje de colinas, que rara vez superan los 300 metros, pero que nunca dejan un momento de respiro. El Monferrato. Carreteras estrechas. Restos de la reciente vendimia en los campos. Tractores en la cuneta. Aguantó 90 kms. en fuga para después concluir en un poco honroso 75º puesto, pero el placer de circular escapado por esos paisajes no se lo quita nadie.
Y así, volando, volando, devoraron sin mayor dilación Sommarriva Bosco, donde hay una heladería artesanal que ganó el premio nacional hace unos años, la espléndida Bra de Emma Bonino, la delicada ciudad de urbanismo cartesiano de Cherasco, donde se hace el mejor chocolate del mundo bajo el nombre de baci di Cherasco y fueron neutralizados en la subida a La Morra, lugar más alto de le Langhe, la bellísima comarca donde se hace el Rey de los Vinos, el Barolo. Y también el Barbaresco. Y el Nebbiolo. La mejor vista de toda la zona se tiene desde el mirador de La Morra. A la derecha, todo el valle que lleva a Alba y las suaves colinas de viñedos de Le Langhe; a la izquierda, los Alpes con la mole del Monviso sobresaliendo como un pedazo de Toblerone.
El Lampre se hizo cargo del peso de la carrera y llevaron en fila al pelotón hasta las calles de Alba, la ciudad partisana de Fenoglio y Pavese. Allí Bennati no tuvo problemas para obtener su novena victoria de la temporada (todas de escaso calado, en contra de lo esperado), imponiéndose al sprint a Gregory Rast (se queda en el paro tras el Phonak y ya hizo quinto en Bourges). Vicente Reynés fue quinto, en su mejor resultado de una temporada en la que no ha hecho absolutamente nada. La ciudad de Ferrero (Kinder, Ferrero Rocher) y la trufa, que precisamente en estos días celebra su festival, era el marco más apropiado para una preciosidad de clásica que ojalá cumpla cien años más.
Hubo un tiempo en que el Giro del Piamonte acababa en el Parco del Valentino de Turín, al lado del Po. Era un marco espectacular, en una ciudad que en dos días encadenaba hojas muertas y lo mejor del pelotón internacional, pero esos tiempos pasaron. Hoy por hoy el Giro del Piamonte sobrevive gracias al paraguas protector de la Gazzetta dello Sport, la cantera piamontesa hace muchos años que no produce ningún corredor de relieve y ya no quedan héroes en un deporte que se desangra. Que menos que experimentar. La edición de este año salía de la encantandora y riquísima ciudad de Asti, para acabar en la no menos rica y próspera Alba. En medio, algunos de los mejores paisajes que se pueden disfrutar sobre la bicicleta.
Y si hubo alguien que ennobleció la carrera fue Alejandro Valverde. El líder del ProTour se escapó en compañía de un puñado de corredores en la subida a Mango (no es coña), en un territorio dominado por los viñedos de donde sale el fabuloso spumante de Asti y el Barbera. Es un paisaje de colinas, que rara vez superan los 300 metros, pero que nunca dejan un momento de respiro. El Monferrato. Carreteras estrechas. Restos de la reciente vendimia en los campos. Tractores en la cuneta. Aguantó 90 kms. en fuga para después concluir en un poco honroso 75º puesto, pero el placer de circular escapado por esos paisajes no se lo quita nadie.
Y así, volando, volando, devoraron sin mayor dilación Sommarriva Bosco, donde hay una heladería artesanal que ganó el premio nacional hace unos años, la espléndida Bra de Emma Bonino, la delicada ciudad de urbanismo cartesiano de Cherasco, donde se hace el mejor chocolate del mundo bajo el nombre de baci di Cherasco y fueron neutralizados en la subida a La Morra, lugar más alto de le Langhe, la bellísima comarca donde se hace el Rey de los Vinos, el Barolo. Y también el Barbaresco. Y el Nebbiolo. La mejor vista de toda la zona se tiene desde el mirador de La Morra. A la derecha, todo el valle que lleva a Alba y las suaves colinas de viñedos de Le Langhe; a la izquierda, los Alpes con la mole del Monviso sobresaliendo como un pedazo de Toblerone.
El Lampre se hizo cargo del peso de la carrera y llevaron en fila al pelotón hasta las calles de Alba, la ciudad partisana de Fenoglio y Pavese. Allí Bennati no tuvo problemas para obtener su novena victoria de la temporada (todas de escaso calado, en contra de lo esperado), imponiéndose al sprint a Gregory Rast (se queda en el paro tras el Phonak y ya hizo quinto en Bourges). Vicente Reynés fue quinto, en su mejor resultado de una temporada en la que no ha hecho absolutamente nada. La ciudad de Ferrero (Kinder, Ferrero Rocher) y la trufa, que precisamente en estos días celebra su festival, era el marco más apropiado para una preciosidad de clásica que ojalá cumpla cien años más.
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ciclismo
17 octubre, 2006
Bettini gana su segundo Lombardía consecutivo
La edición número cien del Giro de Lombardía lo tuvo todo para ser recordada: un gran campeón, emoción, las abundantes dotes de sensiblería que emocionan a los italianos y polémica. A partes desiguales y con mucho de paripé, pero un brillante cierre para una temporada oscura y negra.
El primer ataque de Bettini se produjo a pocos metros de coronar el Ghisallo, donde se ha reinagurado el Museo del Ciclismo, nada menos que de la mano del presidente de la Región Lombardía Roberto Formigoni. Se quedaron en cinco: Bettini, Rebellin, Schleck, Boogerd y Di Luca. Todo el circuito alrededor del lago de Como había sido completado en escapada por un ecléctico grupo que llegó a contar con casi un cuarto de hora de ventaja, y entre los que estaban Totsching en su última carrera como profesional y el sorprendente desconocido Pagoto, décimo en meta. A 28 kms. de meta se les une otro grupo con gente como Sánchez o Weggman, pero estaba bien clarito que Bettini tenía todas las de ganar.
En la subida a la Madonna del Civiglio, con 15 kms. para meta, Bettini empezó a tirar, tirar y tirar y se quedó solo. El único corredor que le aguantó un poco fue Weggman, sufriendo en el llano para seguir el ritmo del campeón del mundo. En la última subida a San Fermo di Batagglia el alemán reventó definitivamente y Bettini se fue en solitario a conquistar su segundo Lombardía consecutivo. Con el maillot arcoiris. Entrando en meta solo. Como los más grandes. Con su palmarés actual, el italiano ya puede ser considerado uno de los mejores clasicómanos de todos los tiempos (quizás le falta alguna victoria en el pavés), y es que encima lo hace ganando de una forma soberbia.
Samuel Sánchez volvió a realizar uno de sus peliaguados descensos y alcanzó a Weggman a falta de 2 kms. para meta, donde le pulió al sprint. Consigue así el mejor resultado de un corredor español en cien ediciones de la carrera, la guinda a una temporada increíble en donde cuatro corredores diferentes han ganado grandes clásicas. Vivir para ver. Y el ciclismo español termina el año como el mejor de la UCI. Igual que Valverde o Sánchez, primero y segundo en la challenge de la UCI e injustamente castigados sin la ceremonia final por el enfrentamiento con las grandes vueltas. En solidaridad, Bettini se negó a subir al podio como vencedor del Lombardía, y ahí se quedó el podio, con los ramos y las copas sin nadie para recogerlos. Ya ven: para una vez que un nacional se mete en el podio de la fantástica clásica italiana, no habrá ninguna foto para recordarlo.
El primer ataque de Bettini se produjo a pocos metros de coronar el Ghisallo, donde se ha reinagurado el Museo del Ciclismo, nada menos que de la mano del presidente de la Región Lombardía Roberto Formigoni. Se quedaron en cinco: Bettini, Rebellin, Schleck, Boogerd y Di Luca. Todo el circuito alrededor del lago de Como había sido completado en escapada por un ecléctico grupo que llegó a contar con casi un cuarto de hora de ventaja, y entre los que estaban Totsching en su última carrera como profesional y el sorprendente desconocido Pagoto, décimo en meta. A 28 kms. de meta se les une otro grupo con gente como Sánchez o Weggman, pero estaba bien clarito que Bettini tenía todas las de ganar.
En la subida a la Madonna del Civiglio, con 15 kms. para meta, Bettini empezó a tirar, tirar y tirar y se quedó solo. El único corredor que le aguantó un poco fue Weggman, sufriendo en el llano para seguir el ritmo del campeón del mundo. En la última subida a San Fermo di Batagglia el alemán reventó definitivamente y Bettini se fue en solitario a conquistar su segundo Lombardía consecutivo. Con el maillot arcoiris. Entrando en meta solo. Como los más grandes. Con su palmarés actual, el italiano ya puede ser considerado uno de los mejores clasicómanos de todos los tiempos (quizás le falta alguna victoria en el pavés), y es que encima lo hace ganando de una forma soberbia.
Samuel Sánchez volvió a realizar uno de sus peliaguados descensos y alcanzó a Weggman a falta de 2 kms. para meta, donde le pulió al sprint. Consigue así el mejor resultado de un corredor español en cien ediciones de la carrera, la guinda a una temporada increíble en donde cuatro corredores diferentes han ganado grandes clásicas. Vivir para ver. Y el ciclismo español termina el año como el mejor de la UCI. Igual que Valverde o Sánchez, primero y segundo en la challenge de la UCI e injustamente castigados sin la ceremonia final por el enfrentamiento con las grandes vueltas. En solidaridad, Bettini se negó a subir al podio como vencedor del Lombardía, y ahí se quedó el podio, con los ramos y las copas sin nadie para recogerlos. Ya ven: para una vez que un nacional se mete en el podio de la fantástica clásica italiana, no habrá ninguna foto para recordarlo.
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