Hace unos días la Gazzetta dello Sport publicaba una entrevista con Giampaolo Caruso, antiguo joven Liberty que fue fichado para 2007 por el Lampre. De esta manera, pasaba a formar parte de la hipocresía del ciclismo, que asistió al fichaje de Ivan Basso y Davis por el Discovery o de Plaza por el Caisse d´Epargne, a pesar de estar metidos de pleno en la O.P.
Conviene recordar la trayectoria de Caruso, siciliano de Avola -tierra de maravillosos vinos, y no solo el manoseado Nero-. Fue una joven estrella del pedal italiano: en los mundiales de Lisboa 2001 consiguió sendas medallas de plata en ruta y CRI, pasando a ser neoprofesional con la ONCE, en una jugada muy poco habitual. Por regla general, los mejores italianos se quedaban en Italia, tradición que rompió Caruso y que ha continuado Riccò. Ya verán que nuestro protagonista ha sido pionero en muchas cosas.
Tras un 2002 en donde corrió en pequeñas carreras, en 2003 debuta en Australia, en el famoso Down Under, el mismo lugar donde obtuvo su primera victoria L.L Sánchez o Contador, cuando volvió a nacer después de su cavernoma. Una vez más, Caruso fue el precursor, puesto que se llevó una etapa ese mismo año. Por cierto, es su única victoria como profesional; por cierto también, dió positivo por nandrolona en la misma carrera y cumplió una sanción de seis meses entre el 29 de abril y el 29 de octubre de ese año; por cierto, fue el primer positivo de la estructura Once en sus quince años de existencia. Claro, ¿quien iba a pensar que iban a hacer controles antidoping en enero y en Australia? En todo caso, una vez más fue el precursor, el que fue abriendo el camino.
En 2004 fue 10º en la Amstel y al año siguiente se papó Giro y Vuelta, donde fue uno de los activos protagonistas en la Feria de los Monstruos de Valgrande-Pajares. Lo que le metieron para esa etapa tuvo que ser mandanga de la buena, porque tuvo arrestos para ser cuarto en Lombardía, su mejor resultado como profesional. La O.P le pilló disputando el Giro de Italia, que acabó en la posición duodécima, tras ser cuarto en una etapa. Decía que iba a ser su año. En el equipo en el que competía, y en la misma carrera, estaban Alcalde, Zapatero y 1ai, identificados y difundidos a los medios desde los primeros compases. Sin embargo, de Caruso no se supo nada. Como era joven, no se supo nada. También en eso fue pionero de lo que iba a venir.
Cuando salieron los papeles de la O.P, y el informe de la Guardia Civil, ahí estaba su nombre. Como el de Koldo Gil, el de Allan dopaje por objetivos Davis y otros más. No estaban los que ustedes saben, aunque estaban en la numeración que dieron las fuerzas de seguridad a todos los documentos incautados. Caruso, como no era murciano o la esperanza blanca del ciclismo patrio, cayó con todo el equipo, nunca mejor dicho. No volvió a competir con la aberración del Astaná 1.0, y lo fichó Saronni como gregario de Cunego para el 2007. Corrió algunas carreras, como hicieron sus compatriotas Scarponi y Basso, y después cayó sobre ellos la furia del CONI italiano.
Mientras los dos mentados tienen sanciones firmes, el siciliano sigue sin nada. En la entrevista pide una resolución. Cuidado con lo que deseas, que dice el genio de la lámpara. Con 27 años, todavía podría volver con una edad no muy avanzada. O también se podría quedar como Davis, que tras su excursión en el Discovery Channel, está en el paro. Y en esto es en lo único en lo que Caruso no ha sido pionero: no ha sido el único joven Liberty que ha sufrido las consecuencias de la O.P, mérito que comparte con el australiano. Si quiere una solución a su caso, ya sabe cual es la vía: hablar y contar que siente al ver como sus compañeros de generación y equipo siguen corriendo y compitiendo sólo por el hecho de ser españoles, el único país que no ha impuesto ninguna sanción a sus implicados en la Operación Puerto.
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¿Qué fue de esta noticia? ¿Qué fue de este periodista?
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En Italia, país que según Lissavetzky tiene la legislación antidopaje más restrictiva y que "algo hay que cambiar", siguen en su camino hacia el fin de las impunidades más sangrantes. Según informaba la Gazzetta dello Sport hace unos días, el equipo Liquigas fue objeto de una redada antidoping mientras se encontraban en la ciudad balnearia de Salsomaggiore. Esta especie de Benidorm apeninica y con aguas sulfurosas, donde también se celebra ese mito transalpino que es Miss Italia, es el sitio predilecto para las concentraciones invernales de los equipos del país, una práctica muy reciente y que también tiene su autoría en Manolo Saiz.
El único Liquigas que no estaba, casualmente, era Pozzato, que se incorporaba un día más tarde. Los verdes, que el año pasado realizaron auténticas exhibiciones como la victoria de Bertagnolli en San Sebastián, contaban en sus filas con personajes intachables como Paolini (tercero en Flandes, actualmente sin equipo) o el consabido DiLuca. Han ganado más de treinta carreras, muchas de ellas de prestigio. El único fichaje de espesor para este año es Bennati, un corredor que hasta la muy monjil revista Bicisport califica de "sospechoso". Si la policía ha pasado por Salsomaggiore, y no era cuando Miss Italia, es por algo. No se, no se, me da a mí que la extrema longevidad de Noé (maglia rosa en el último Giro) o Beltrán (Tour y Vuelta, luchando por entrar entre los diez primeros con 37 años) va a tener un abrupto fin...
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Este es nuevo. Se llama Enrique Bernaola, pero está cortado por el mismo patrón. Y el patrón en Marca es Josu Garai. El artículo, con una estructura más simple que las dos caras de una moneda, tiene joyas como esta: "Sin duda, la etapa gloriosa del equipo alemán llegaba en en (sic) la segunda mitad de los años 90, donde la cotización de las acciones de Telekom iban continuamente al alza y se convertía en la empresa de telecomunicaciones europea de moda, debido, en su mayoría, a los continuos éxitos del equipo ciclista que patrocinaba". ¡Eso es un debut pisando fuerte, hombre! ¡Las claves de la nueva economía, las stock-options y la desregulación del mercado de las telecomunicaciones explicado por el patrocinio a un equipo ciclista!
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Mañana se presenta el Giro, que debutará con tres etapas en Sicilia.
30 noviembre, 2007
28 noviembre, 2007
Las razones del miserable
No se si ustedes conocen a Arcadi Espada. Es un periodista catalán que cuenta con el blog más leído e influyente de España. Empezó en El País, pero tras una deriva ideológica telegrafiada, de la misma forma que la Tierra rota y se traslada al mismo tiempo, ha acabado de columnista estrella en El Mundo. Dotado de una gran facilidad para la escritura, así como de un ego difícilmente equiparable en términos peninsulares, hace uso de su singular inteligencia para las causas más elevadas y las más mundanas, todo con el mismo fariseismo: tan pronto es el albacea de Pla (¡cuidado del que ose hablar de Pla sin pedirle permiso, la espada de Espada caerá sobre él!) como argumenta que en la Cataluña gobierna una cuerda de impresentables. Y es que es una constante en este peligroso sujeto: el ataque contra la comunidad que le vio nacer. Sin ir más lejos, uno de sus primeros títulos lleva el poco ambiguo nombre de Contra Cataluña. Pero bueno, no nos vayamos por las ramas, que le hagan la semblanza la piara de seguidores que ha incubado, y que ahora intenta movilizar por medio de Ciutatans.
A este personaje le gusta polemizar. Dar la vuelta a las verdades, romper lugares comunes y sacar temas de debate variados y heterogéneos. Eso está muy bien, la verdad. Lo que pasa es que mea fuera del tiesto muchas veces. Tampoco les extrañe: hace unos años comentó lo bien que había eyaculado el día anterior, que no deja de ser precisamente eso, mear fuera del tiesto. Es tan dogmático, cree tener tantas veces la razón, que no cabe ninguna duda de que, setenta años antes, hubiese sido comisario político. Da igual el partido, ya han visto la deriva elíptica y cíclica que sigue. Y seguro que se hubiese presentado como apolítico. En definitiva: es un sujeto peligroso, especialmente porque es muy inteligente. Y escribe de fábula, la verdad. Hace unos días dejo en su blog este pasaje, que les reproduzco:
"El libro del cura párroco Michael Sandel, que edita Marbot. Muy interesante. Describe con una perfección miniada el desconcierto de la filosofía ante el mundo. Hay fragmentos de una gran belleza conceptual. Como el que dedica al doping. Fantasea Sandel con la posibilidad de que un chip implantado en un bateador mejore la prestación de su brazo. Y se lamenta nuestro simpático párroco de que esta cosa vaya a ocurrir. Pero lo impresionante son los argumentos del letrado, siempre tentado por los argumentos de la fuerza. "El atleta biónico no sería un agente en absoluto; "sus" logros serían los de su inventor". Temí que Sandel pusiera las comillas en logros. Pero no: sólo impugna la propiedad. En fin: le parece mal a nuestro filósofo que por vez primera en la historia la fuerza sea determinada por la inteligencia. ¡Oh Filo! ¡Oh Sofía!"
Confieso que no he leído el libro, ni conozco la editorial. Del autor he leído pequeñas cosas. Da igual a efectos prácticos. El fragmento condensa, como pocos, todas las auroras y penumbras del periodista Espada: plantea, con muchísima más habilidad que Garai o Eufemiano, el tema del dopaje libre. Que en el mundo del doping contemporáneo "la fuerza sea determinada por la inteligencia". Gana el que tiene el médico más inteligente (el que da la dosis adecuada para no pitar la máquina, el que desarrolla nuevas drogas), pero también puede ser interpretado como que gana es el más inteligente: el que recurre al doping, que no deja de ser avance científico aplicado prácticamente.
Son los argumentos, brillantemente condensados, de un prestidigitador especialmente hábil. Sin embargo, parte de la posibilidad de que el avance científico (EPO, chip en el brazo de un bateador) está al alcance de todos. Es un error típico de la gente de pensamiento diabólico, subidos en su nube y encerrado, como Michael Jackson, en su habitación de vidrio. Pensar que, por el simple hecho de que algo exista, ya está al alcance de todos: el mito de los panes y los peces, con Espada de santón milagrero. Sin embargo, las cosas no funcionan así, igual que si eres catalanista no vas por ahí comiendo niños y profanando tumbas. Pero ojito de llevarle la contraria, incluso con argumentos: la cólera del pope endiosado caerá sobre su cabeza, que el siempre considera vacía. O de él, o de sus acólitos, siempre dispuestos a interpretar la verdad escrita del líder.
Arcadi reconduce el tema del dopaje al de la inteligencia, de la que él se muestra abundamente dotado. Y no es eso. Como la O.P ha demostrado, o el caso Marion Jones, no es el más inteligente el que se dopa, qué va. El que más se dopa es el que más está dispuesto a pagar. ¿Más bolsas de sangre? Más dinero ¿Consigues resultados como el Tour o un Campeonato del Mundo? Prima especial al médico. Al final es todo muy simple: el que tiene más dinero es el que gana. Los logros son eso, logros sin comillas, lo único que ponen en cuestión Sandel y Espada es la propiedad de los mismos. Por supuesto, ambos autores pasan por encima temas como la salud, la ética del deporte o cómo les gusta a los tramposos ser aclamados, a pesar de su trampa. Es lo mismo que hace en su actividad periodística, o sea que no les extrañe. Por cierto: no gana el más inteligente, gana el que más se dopa. No les extrañe que alguien argumente que el dinero es inteligencia, cuando es únicamente fuerza.
"Le parece mal a nuestro filósofo que por vez primera en la historia la fuerza sea determinada por la inteligencia". No es eso. El dinero es una manifestación más de la fuerza. No se pierdan el tono mesiánico-chalanero de Arcadi ("por primera vez en la historia.."), confirmando todo lo que les había explicado. El argumento que se defiende en este blog es justo el contrario. El más inteligente no se dopa, y llegará un momento en que incluso se atreva a cantar ante un tribunal. O a enviar una jeringuilla con restos de TGH a la autoridad competente. Porque sólo así será libre. Pero bueno, eso se la suda a nuestro autor, siempre caro al gran debate polemista y reacio al ejemplo mundano, el de lo realmente existente. ¡Oh Arcadi! ¡Oh Espada!
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Curioso el nombre del vendedor, curioso. Me da que no es de su talla...y que tiene problemas para venderla, pues menuda rebaja que le ha metido.
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El artículo y la entrevista están muy bien. Hombre, empieza muy prometedor, con una primera frase que siempre hay que evitar en este personaje ("por sus venas corre sangre..."), pero después circula por otros derroteros, como es normal en la publicación. Para el recuerdo frases como "antes del Tour de Francia empezó el descaste del conejo", o la exclusiva de la función profesional de la mayor incógnita del pelotón ("mi compañero de equipo, Benjamín Noval, asturiano, es un fanático de la caza mayor. De hecho en el Tour veíamos DVD´s de estas modalidades y me insistía en que este invierno tenía que ir con él. Prefiero no ir no vaya a ser que me guste y me meta en otro embolado"): entretiene y da palmas al jefe. Tampoco se pierdan la foto, que combina muy bien con el escalofríante final.
Para la reflexión queda esta respuesta, que deja estupefacto
- P. Tu equipo, Discovery Channel, ¿te pone alguna traba para que hagas otras actividades físicas como la caza?
- R. No, tú eres el único responsable de tu entrenamiento y tienes que saber si algo te puede perjudicar o ayuda
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Alberto Contador,
dopaje
Bastante han aguantado
Siempre que se retira un patrocinador del ciclismo, hay que agradecerle su esfuerzo y su dedicación. En el caso de Telekom/T-Mobile, mucho más. Desde 1991 han patrocinado un equipo ciclista faro y referente: en los tiempos del almíbar, por sus resultados; en estos de sarna y hemodruidas, por su espectacular outing masivo en temas de dopaje. Pero no ha sido suficiente. Bastante han aguantado, pero gracias de todas formas.
Desde el 18 de julio, cuando fue cazado Sinkewitz, ya me habían dicho que el equipo estaba en grave riesgo: una cosa es que confiesen corredores de 1996, otra muy diferente que se pille a uno de los jóvenes valores alemanes. Desde entonces, maniobras de ocultismo sobre una decisión ya tomada, y que se ha hecho aún más necesaria a raíz de lo sucedido: el levantamiento de la omertà sobre Valverde, que estuvo a punto de firmar por la formación hace un año, con especial virulencia en Alemania; el escándalo de los Mundiales 2007, en parte patrocinados por T-Mobile, y ganados por un corredor que no ha firmado el compromiso UCI; la detención de los dos profesores de la Universidad de Freiburg; y las confesiones de Sinkewitz y Jaksche, que reconocieron sin ambajes que dentro del equipo había una estructura montada por y para el doping.
El manager del equipo, Bob Stapleton, había cacareado a los cuatro vientos una política de tolerancia cero, como para hacer olvidar de donde venía: del UsPostal, en uno de los frecuentes trasvases entre ambos equipos, como el que llevó a Livingstone a vestirse de magenta o el que hubiese llevado a Hincapié -nada menos- a debutar con el mismo color en 2008. Demasiado grotesco todo. Dice que el equipo continuará, sin patrocinador. A ver de donde saca los 16 millones de euros que cuesta al año. Lo más probable es que asistamos a la enésima encarnación de una de las constantes del ciclismo, como pasó con Le Groupement, el Linda McCartney o el Mercury. Algunos aprovecharán para decir que la culpa es del ProTour, porque la mezquindad no tiene límites.
La empresa T-Mobile retira su generosísimo patrocinio del ciclismo (nunca necesitaron un segundo patrocinador, tienen un equipo femenino, amparan muchas carreras) por el dopaje. El dopaje es la lacra que está devorando el ciclismo desde sus cimientos, que son, como en todo negocio, económicos. Mientras una de las jóvenes figuras del ciclismo actual repite como si fuese un talismán ante problemas de dopaje "lo importante es que hemos dado espectáculo", porque es lo que le han enseñado en su escuela, la realidad es esta: el problema del dopaje masivo, organizado y como la hiedra que cubre todo el ciclismo acabará devorando al mismo. Y lo debería saber muy bien él mismo, que ha tenido que fichar por un equipo continental, y que ha visto como los dos equipos en los que ha militado anteriormente han desaparecido por el mismo problema.
Y es que el eterno rival de T-Mobile, el UsPostal-Discovery, se ha ido en la misma temporada. Y por los mismos motivos. Claro, la prensa oficial vendió otra moto, pero nadie puede olvidar que hasta mayo militaba de azul y negro Ivan Basso, con la toda la jeta que le dió el mundo y este mundillo de hipócritas y ocultamiento masivo de unas prácticas en vena de la inmensa mayoría de las estructuras. Es un ejemplo, quizás el más clarificador, de hasta que punto no se puede seguir confiando en este deporte, que ha perdido hasta la más mínima presunción de inocencia. A ver quien arriesga su dinero en un patrocinio en el que, probablemente, el 40% de los salarios de sus corredores van destinados a la compra de Actovegym, EPO y hormona del crecimiento. Y eso por no hablar de los premios conseguidos en las carreras, que ya va siendo hora de romper el mito de que "se reparten entre todos los corredores".
La formación de la foto es la que tomó la salida en el Tour 2005 (es de unos meses antes, por eso Kloden es todavía campeón de Alemania y Vinokourov no tiene los colores kazajos). Pueden elegir cualquier otro año o carrera, da igual: es probable que sea incluso más inquietante, como la de 2006 (Mazzoleni y Sinkewitz). Ganaron tres etapas, fueron terceros con Ullrich y quintos con Klöden. Se llevaron la clasificación por equipos. Un gran Tour. Ahora bien, de izquierda a derecha, de arriba a abajo: Guerini gana una etapa en la última semana, de llano, con 33 años, y tras haber tuteado de tu a tu a Pantani en el Giro 1998; Kessler, positivo por testosterona en 2007 con una tasa de 1:81 (valor máximo legal: 1:4); Vinokourov, positivo por hemotransfusión en el Tour 2007; Sevilla, con varias bolsas de sangre en la O.P; Steinhauser está ahí porque era amigo de Ullrich (¿quien dijo que Jose Cayetano Juliá no tenía replicantes?); Schreck nunca ha hecho nada en su carrera; Klöden se cayó a pocos días del final, ¿milita? en el Astaná, estuvo tres años desaparecido (2001-2003) por una extraña lesión; Ullrich....; y Nardello, superviviente de los años del Mapei de Rominger, el de los 55 km/h con 34 años.
Con estos mimbres, habrá que reiterar, como en el primer párrafo, las gracias a T-Mobile, por todos sus años de patrocinio y, singularmente, por irse.
***
Tom Simpson murió azulado. Este quiere "morir de naranja". No es la única perla de un corredor pagado de sí mismo, encantado de conocerse, sin abuela: "me he metido entre los diez primeros del Pro Tour por segundo año consecutivo" (lástima que en 2006 fueses segundo y este año ni se sepa en que lugar, probablemente noveno o décimo), "hablando con el corazón en la mano" (no vaya a ser que se pare) y poco después "con los números en la mano" (y si la entrevista no acabase, acabaría diciendo "con los dedos en la mano"), para remachar de manera ambigua diciendo que "con los tiempos que corren en el ciclismo, hay que saber seleccionar y planificar bien los objetivos" (¿¿??). ¿Lo mejor de todo? Ante la pregunta del amigo-periodista (por ese orden, ¡ay del que mente la ética profesional!) de si con 30 años no está ya viejuno, responde sin inmutarse: "soy un corredor un año más maduro que tiene margen todavía para seguir evolucionando".
Jo, a ver si alguien de su entolno le explica que todos los corredores que siguen mejorando (o la mejora del rendimiento deportivo) a su edad son tan creíbles como una encuesta de Playboy a sus lectores.
Desde el 18 de julio, cuando fue cazado Sinkewitz, ya me habían dicho que el equipo estaba en grave riesgo: una cosa es que confiesen corredores de 1996, otra muy diferente que se pille a uno de los jóvenes valores alemanes. Desde entonces, maniobras de ocultismo sobre una decisión ya tomada, y que se ha hecho aún más necesaria a raíz de lo sucedido: el levantamiento de la omertà sobre Valverde, que estuvo a punto de firmar por la formación hace un año, con especial virulencia en Alemania; el escándalo de los Mundiales 2007, en parte patrocinados por T-Mobile, y ganados por un corredor que no ha firmado el compromiso UCI; la detención de los dos profesores de la Universidad de Freiburg; y las confesiones de Sinkewitz y Jaksche, que reconocieron sin ambajes que dentro del equipo había una estructura montada por y para el doping.
El manager del equipo, Bob Stapleton, había cacareado a los cuatro vientos una política de tolerancia cero, como para hacer olvidar de donde venía: del UsPostal, en uno de los frecuentes trasvases entre ambos equipos, como el que llevó a Livingstone a vestirse de magenta o el que hubiese llevado a Hincapié -nada menos- a debutar con el mismo color en 2008. Demasiado grotesco todo. Dice que el equipo continuará, sin patrocinador. A ver de donde saca los 16 millones de euros que cuesta al año. Lo más probable es que asistamos a la enésima encarnación de una de las constantes del ciclismo, como pasó con Le Groupement, el Linda McCartney o el Mercury. Algunos aprovecharán para decir que la culpa es del ProTour, porque la mezquindad no tiene límites.
La empresa T-Mobile retira su generosísimo patrocinio del ciclismo (nunca necesitaron un segundo patrocinador, tienen un equipo femenino, amparan muchas carreras) por el dopaje. El dopaje es la lacra que está devorando el ciclismo desde sus cimientos, que son, como en todo negocio, económicos. Mientras una de las jóvenes figuras del ciclismo actual repite como si fuese un talismán ante problemas de dopaje "lo importante es que hemos dado espectáculo", porque es lo que le han enseñado en su escuela, la realidad es esta: el problema del dopaje masivo, organizado y como la hiedra que cubre todo el ciclismo acabará devorando al mismo. Y lo debería saber muy bien él mismo, que ha tenido que fichar por un equipo continental, y que ha visto como los dos equipos en los que ha militado anteriormente han desaparecido por el mismo problema.
Y es que el eterno rival de T-Mobile, el UsPostal-Discovery, se ha ido en la misma temporada. Y por los mismos motivos. Claro, la prensa oficial vendió otra moto, pero nadie puede olvidar que hasta mayo militaba de azul y negro Ivan Basso, con la toda la jeta que le dió el mundo y este mundillo de hipócritas y ocultamiento masivo de unas prácticas en vena de la inmensa mayoría de las estructuras. Es un ejemplo, quizás el más clarificador, de hasta que punto no se puede seguir confiando en este deporte, que ha perdido hasta la más mínima presunción de inocencia. A ver quien arriesga su dinero en un patrocinio en el que, probablemente, el 40% de los salarios de sus corredores van destinados a la compra de Actovegym, EPO y hormona del crecimiento. Y eso por no hablar de los premios conseguidos en las carreras, que ya va siendo hora de romper el mito de que "se reparten entre todos los corredores".
La formación de la foto es la que tomó la salida en el Tour 2005 (es de unos meses antes, por eso Kloden es todavía campeón de Alemania y Vinokourov no tiene los colores kazajos). Pueden elegir cualquier otro año o carrera, da igual: es probable que sea incluso más inquietante, como la de 2006 (Mazzoleni y Sinkewitz). Ganaron tres etapas, fueron terceros con Ullrich y quintos con Klöden. Se llevaron la clasificación por equipos. Un gran Tour. Ahora bien, de izquierda a derecha, de arriba a abajo: Guerini gana una etapa en la última semana, de llano, con 33 años, y tras haber tuteado de tu a tu a Pantani en el Giro 1998; Kessler, positivo por testosterona en 2007 con una tasa de 1:81 (valor máximo legal: 1:4); Vinokourov, positivo por hemotransfusión en el Tour 2007; Sevilla, con varias bolsas de sangre en la O.P; Steinhauser está ahí porque era amigo de Ullrich (¿quien dijo que Jose Cayetano Juliá no tenía replicantes?); Schreck nunca ha hecho nada en su carrera; Klöden se cayó a pocos días del final, ¿milita? en el Astaná, estuvo tres años desaparecido (2001-2003) por una extraña lesión; Ullrich....; y Nardello, superviviente de los años del Mapei de Rominger, el de los 55 km/h con 34 años.
Con estos mimbres, habrá que reiterar, como en el primer párrafo, las gracias a T-Mobile, por todos sus años de patrocinio y, singularmente, por irse.
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Tom Simpson murió azulado. Este quiere "morir de naranja". No es la única perla de un corredor pagado de sí mismo, encantado de conocerse, sin abuela: "me he metido entre los diez primeros del Pro Tour por segundo año consecutivo" (lástima que en 2006 fueses segundo y este año ni se sepa en que lugar, probablemente noveno o décimo), "hablando con el corazón en la mano" (no vaya a ser que se pare) y poco después "con los números en la mano" (y si la entrevista no acabase, acabaría diciendo "con los dedos en la mano"), para remachar de manera ambigua diciendo que "con los tiempos que corren en el ciclismo, hay que saber seleccionar y planificar bien los objetivos" (¿¿??). ¿Lo mejor de todo? Ante la pregunta del amigo-periodista (por ese orden, ¡ay del que mente la ética profesional!) de si con 30 años no está ya viejuno, responde sin inmutarse: "soy un corredor un año más maduro que tiene margen todavía para seguir evolucionando".
Jo, a ver si alguien de su entolno le explica que todos los corredores que siguen mejorando (o la mejora del rendimiento deportivo) a su edad son tan creíbles como una encuesta de Playboy a sus lectores.
27 noviembre, 2007
Sinkewitz rompe un tabú
Por si había alguna duda, Patrick Sinkewitz forma ya parte del reducídisimo grupo de corredores en activo (o con edad de estarlo) que han confesado su dopaje en términos razonables: no una semanita en 1996 y porque le engañaron, no, sino el dopaje sistemático y organizado. Así, al igual que Jaksche (el único de los implicados en la O.P), Simeoni o Manzano, el corredor alemán entra a formar parte de la historia del dopaje. Como testimonio y como cobaya, pero con una peculiaridad.
Sinkewitz ha declarado, en una entrevista al imprescindible Sueddeutsche Zeitung de Andreas Burkert (el que ha ocupado el trono que le correspondería a Carlos Arribas, tras la abdicación de este), que ya se dopaba con 20 años, lejos aún de los profesionales. Rompe así un tabú, el de las categorías inferiores virginales y pasando la gitana prueba del pañuelo, con tanto de exhibición y algarabía pública. Por poner un ejemplo, el muy mentiroso y taimado Jaksche (baste recordar su actitud antes de la confesión), en el momento de su outing, siempre se guardó muy bien las espaldas de su época pre-profesional, y eso que pasó con esos mismos 20 añitos, y nada menos que en 1998, cuando hasta Simone Borgheresi hacía segundo en una crono gracias al EPO, esa sustancia en boca y en vena de todos. Manzano lo mismo: yo de joven, nada de nada.
A Sinkewitz, que ha visto reducida su sanción en un año al colaborar efectivamente con la justicia (ahí están los registros en los domicilios y despachos de los dos doctores de la Universidad de Freiburg), no se le han caído los anillos al confesar que, siendo como era uno de los favoritos a la prueba CRI sub-23 de Plouay 2000, fue apartado a última hora porque pasaba ampliamente el 50% de hematocrito. Y también ha dicho que fue él -ojo a la autoría- el que se interesó por la EPO, al oir por todas partes sus efectos. Incluyendo el efecto contagio, ese del que nunca se habla. O sea, que de médicos nada: es la propia ambición del corredor la que empuja a doparse. Parece mentira que a estas alturas haya que recordar esto, pero es así. Los corredores son la pieza básica del dopaje, porque dan su consentimiento, muchas veces forzado por las estructuras mafiosas y de omertá que imperan en el ciclismo, desde Cocentaina hasta Livigno.
Al año siguiente de su debut con la praxis dopante, la joven estrella pasó a profesionales con el equipo de promesas de Mapei, ese donde se juntaban Eisel, Cancellara o Pozzato. El director era Matxín, otra joven promesa. Sinkewitz ha dicho que el dopaje era sistemático también ahí. Los muchos apologetas de Giorgio Squinzi (Cristiano Gatti sobre todos los demás) siempre han dicho que ideó ese equipo para hacer escapar a los mejores de las garras del dopaje, como si fuese una especie de Schindler o Giorgio Perlasca. Mentira, por supuesto. A finales de 2002 pasa al Quick Step, donde coincide con todos sus ídolos. Por cierto, es totalmente falso que, en contra de lo que publica el periodista agrafo de El Mundo, Sinkewitz coincidiese con Freire, ni en calendario ni en equipo, pero bueno: viendo la línea editorial de su periódico, como para decirle algo que no sea que en la base de Roswell se han encontrado indicios de algunos de los muchos escándalos con los que nos iluminan.
A partir de 2003, Sinkewitz fue feliz en el equipo belga. Buenos resultados, Bettini que le enseñaba cómo aplicarse los geles de testosterona -amenazado por el italiano, el alemán se ha desdicho- y esa babilla que le colgaba por la comisura de los labios. Después se estancó, y pasó a T-Mobile junto con Rogers, uno que le ha acompañado siempre, y que la UCI y todos los organismos insisten en salvar de la quema. Uno que, como los resultados no acaban de llegar, cualquier día lo vemos con el mismo protagonismo que Sinkewitz. A lo mejor para 2009, cuando volverá a la competición el simpático protagonista de hoy. No le quedarán muchos amigos, me temo. Ni siquiera de la juventud, esa donde empieza todo.
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"No han tenido nada que reprocharnos. Ni en el apartado económico, ni en el médico". ¡Pobre Aketza Peña! ¡Tan joven y ya tan olvidado!
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¿Jefe de filas? ¿En dónde? ¿De quien?
Sinkewitz ha declarado, en una entrevista al imprescindible Sueddeutsche Zeitung de Andreas Burkert (el que ha ocupado el trono que le correspondería a Carlos Arribas, tras la abdicación de este), que ya se dopaba con 20 años, lejos aún de los profesionales. Rompe así un tabú, el de las categorías inferiores virginales y pasando la gitana prueba del pañuelo, con tanto de exhibición y algarabía pública. Por poner un ejemplo, el muy mentiroso y taimado Jaksche (baste recordar su actitud antes de la confesión), en el momento de su outing, siempre se guardó muy bien las espaldas de su época pre-profesional, y eso que pasó con esos mismos 20 añitos, y nada menos que en 1998, cuando hasta Simone Borgheresi hacía segundo en una crono gracias al EPO, esa sustancia en boca y en vena de todos. Manzano lo mismo: yo de joven, nada de nada.
A Sinkewitz, que ha visto reducida su sanción en un año al colaborar efectivamente con la justicia (ahí están los registros en los domicilios y despachos de los dos doctores de la Universidad de Freiburg), no se le han caído los anillos al confesar que, siendo como era uno de los favoritos a la prueba CRI sub-23 de Plouay 2000, fue apartado a última hora porque pasaba ampliamente el 50% de hematocrito. Y también ha dicho que fue él -ojo a la autoría- el que se interesó por la EPO, al oir por todas partes sus efectos. Incluyendo el efecto contagio, ese del que nunca se habla. O sea, que de médicos nada: es la propia ambición del corredor la que empuja a doparse. Parece mentira que a estas alturas haya que recordar esto, pero es así. Los corredores son la pieza básica del dopaje, porque dan su consentimiento, muchas veces forzado por las estructuras mafiosas y de omertá que imperan en el ciclismo, desde Cocentaina hasta Livigno.
Al año siguiente de su debut con la praxis dopante, la joven estrella pasó a profesionales con el equipo de promesas de Mapei, ese donde se juntaban Eisel, Cancellara o Pozzato. El director era Matxín, otra joven promesa. Sinkewitz ha dicho que el dopaje era sistemático también ahí. Los muchos apologetas de Giorgio Squinzi (Cristiano Gatti sobre todos los demás) siempre han dicho que ideó ese equipo para hacer escapar a los mejores de las garras del dopaje, como si fuese una especie de Schindler o Giorgio Perlasca. Mentira, por supuesto. A finales de 2002 pasa al Quick Step, donde coincide con todos sus ídolos. Por cierto, es totalmente falso que, en contra de lo que publica el periodista agrafo de El Mundo, Sinkewitz coincidiese con Freire, ni en calendario ni en equipo, pero bueno: viendo la línea editorial de su periódico, como para decirle algo que no sea que en la base de Roswell se han encontrado indicios de algunos de los muchos escándalos con los que nos iluminan.
A partir de 2003, Sinkewitz fue feliz en el equipo belga. Buenos resultados, Bettini que le enseñaba cómo aplicarse los geles de testosterona -amenazado por el italiano, el alemán se ha desdicho- y esa babilla que le colgaba por la comisura de los labios. Después se estancó, y pasó a T-Mobile junto con Rogers, uno que le ha acompañado siempre, y que la UCI y todos los organismos insisten en salvar de la quema. Uno que, como los resultados no acaban de llegar, cualquier día lo vemos con el mismo protagonismo que Sinkewitz. A lo mejor para 2009, cuando volverá a la competición el simpático protagonista de hoy. No le quedarán muchos amigos, me temo. Ni siquiera de la juventud, esa donde empieza todo.
***
"No han tenido nada que reprocharnos. Ni en el apartado económico, ni en el médico". ¡Pobre Aketza Peña! ¡Tan joven y ya tan olvidado!
***
¿Jefe de filas? ¿En dónde? ¿De quien?
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26 noviembre, 2007
Y el Predictor salió positivo
Cuando hace un año se confirmaba que el patrocinador principal de la clásica estructura belga Lotto iba a ser Predictor, el popular test de embarazo, el chiste estuvo en boca de todos. Sobre todo si, como finalmente ha ocurrido, había algún positivo. El belga Bjorn Leukemans será papá de una sanción de 2 años, por superar levemente la tasa de testosterona.
No estamos ante un caso como el de Kessler, con una tasa de 1:81, cuando el máximo legal permitido es 1:4; no, que va: el ciclista del Predictor solo tiene 1:5´7, casi un 50% más del valor más alto, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a las cifras de El Increíble Hulk y ahora nos parece poco una tasa de ese tipo. En el fondo, todos nos hemos acostumbrado a la aberración del dopaje.
Como es habitual, consuetudinario y hasta de norma, la cadena de explicaciones ofrecidas por el propio corredor entrarán a formar parte de la quijotesca antología del dopaje. Primero se habló de que contaba, nada menos que desde el año 2001, con un certificado médico (uno más) que justifica que tiene más testosterona que el anónimo ciudadando Pérez. Después el entolno dejó filtrar que, en el momento del control antidoping, nuestro protagonista estaba follando, y que por eso esas tasas: estaba como un búfalo, y claro...La explicación es francamente divertida: muchas veces los ciclistas oyen campanas y no saben donde, y tanto vale estar en plena acción fogosa como beber Jack Daniel´s, como lo han oído por ahí...Se han olvidado de que hay un test que permite diferenciar la testosterona exógena de la endógena y claro, cuando se lo recuerdan, vuelven a la primera excusa: es que tengo certificado.
Como la cosa parece bastante clara, vamos a recordar quien es Bjorn Leukemans. Es el clásico corredor belga. Empieza en equipos menores, sigue en equipos menores y, cuando ya no es jovencito, da el salto a un equipo de primera división. Es la historia de Van Petegem, por no irnos muy lejos. Sin ningún resultado destacable, ficha en 2005 por el Davitamon-Lotto. Queda entre los cinco primeros en dos etapas de P.V, séptimo en Amstel (y no hubo escapada, fue cuando ganó DiLuca) y también entre los primeros en una etapa de la primera semana del Giro. Renovado para 2006. Los resultados no son tan buenos, pero en 2007...acaba cuarto en la Paris-Roubaix, nada menos, y después entra decimotercero en el Campeonato del Mundo. El último de los mejores. Casualmente, el control en el que da positivo se efectua pocos días después de esa carrera, probablemente la de mejor rendimiento del corredor, incluso mejor que en Roubaix. Con 30 años, seguía mejorando en su carrera deportiva. Ahora ya sabemos el porqué.
***
Don Desmayos sigue de homenaje en homenaje, en este caso en Chiclana, localidad vinculada históricamente con el ciclismo, como desde Marca no olvidan recordar. Hombre, yo hubiese hablado de las chirigotas, algo que pega más con el tono de la entrevista, pero me ha dejado francamente preocupado una respuesta del hombre con "una zona del cerebro especialmente sensible": preguntado por sus mayores rivales para el Tour 2008, además de los controles antidopaje, cita a "Evans, mi compañero Leipheimer, Kloden...". Curioso: a pesar de que Kloden sigue siendo un hombre de Astaná, para Contador no es un compañero de equipo. Esto solo puede significar dos cosas: 1)O bien se me ha pasado la noticia de que Kloden ha fichado por otro equipo 2) O que Contador le ha echado el ojo (en este caso, la ceja) y la salida de Kloden está más cerca de lo que creemos. Como ya se ha comentado anteriormente, es la opción más realista para este corredor (dos veces segundo en la carrera) y también para el bien de la competición.
El 15 de diciembre hay que cerrar los contratos ante la UCI, y ya están apareciendo informaciones de impagos, por parte de Astaná, desde septiembre. Estén atentos, que al final van a hacer espacio en la antigua estructura de Marc Bivier hasta a Ekimov.
***
¡Si hablase de todo lo que sabe! Pero no es Jeff d´Hondt, que va. Ni se le parece: miente hasta en su currículum: "Estuve en Cofidis con Rominger, Armstrong, Fondriest, Julich"...hombre, con Armstrong...considerando que fue la temporada que estuvo con la quimioterapia...¡pero que bien queda citarlo!. Ahora está en el fútbol, donde hay menos sorpresas.
No estamos ante un caso como el de Kessler, con una tasa de 1:81, cuando el máximo legal permitido es 1:4; no, que va: el ciclista del Predictor solo tiene 1:5´7, casi un 50% más del valor más alto, lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a las cifras de El Increíble Hulk y ahora nos parece poco una tasa de ese tipo. En el fondo, todos nos hemos acostumbrado a la aberración del dopaje.
Como es habitual, consuetudinario y hasta de norma, la cadena de explicaciones ofrecidas por el propio corredor entrarán a formar parte de la quijotesca antología del dopaje. Primero se habló de que contaba, nada menos que desde el año 2001, con un certificado médico (uno más) que justifica que tiene más testosterona que el anónimo ciudadando Pérez. Después el entolno dejó filtrar que, en el momento del control antidoping, nuestro protagonista estaba follando, y que por eso esas tasas: estaba como un búfalo, y claro...La explicación es francamente divertida: muchas veces los ciclistas oyen campanas y no saben donde, y tanto vale estar en plena acción fogosa como beber Jack Daniel´s, como lo han oído por ahí...Se han olvidado de que hay un test que permite diferenciar la testosterona exógena de la endógena y claro, cuando se lo recuerdan, vuelven a la primera excusa: es que tengo certificado.
Como la cosa parece bastante clara, vamos a recordar quien es Bjorn Leukemans. Es el clásico corredor belga. Empieza en equipos menores, sigue en equipos menores y, cuando ya no es jovencito, da el salto a un equipo de primera división. Es la historia de Van Petegem, por no irnos muy lejos. Sin ningún resultado destacable, ficha en 2005 por el Davitamon-Lotto. Queda entre los cinco primeros en dos etapas de P.V, séptimo en Amstel (y no hubo escapada, fue cuando ganó DiLuca) y también entre los primeros en una etapa de la primera semana del Giro. Renovado para 2006. Los resultados no son tan buenos, pero en 2007...acaba cuarto en la Paris-Roubaix, nada menos, y después entra decimotercero en el Campeonato del Mundo. El último de los mejores. Casualmente, el control en el que da positivo se efectua pocos días después de esa carrera, probablemente la de mejor rendimiento del corredor, incluso mejor que en Roubaix. Con 30 años, seguía mejorando en su carrera deportiva. Ahora ya sabemos el porqué.
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Don Desmayos sigue de homenaje en homenaje, en este caso en Chiclana, localidad vinculada históricamente con el ciclismo, como desde Marca no olvidan recordar. Hombre, yo hubiese hablado de las chirigotas, algo que pega más con el tono de la entrevista, pero me ha dejado francamente preocupado una respuesta del hombre con "una zona del cerebro especialmente sensible": preguntado por sus mayores rivales para el Tour 2008, además de los controles antidopaje, cita a "Evans, mi compañero Leipheimer, Kloden...". Curioso: a pesar de que Kloden sigue siendo un hombre de Astaná, para Contador no es un compañero de equipo. Esto solo puede significar dos cosas: 1)O bien se me ha pasado la noticia de que Kloden ha fichado por otro equipo 2) O que Contador le ha echado el ojo (en este caso, la ceja) y la salida de Kloden está más cerca de lo que creemos. Como ya se ha comentado anteriormente, es la opción más realista para este corredor (dos veces segundo en la carrera) y también para el bien de la competición.
El 15 de diciembre hay que cerrar los contratos ante la UCI, y ya están apareciendo informaciones de impagos, por parte de Astaná, desde septiembre. Estén atentos, que al final van a hacer espacio en la antigua estructura de Marc Bivier hasta a Ekimov.
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¡Si hablase de todo lo que sabe! Pero no es Jeff d´Hondt, que va. Ni se le parece: miente hasta en su currículum: "Estuve en Cofidis con Rominger, Armstrong, Fondriest, Julich"...hombre, con Armstrong...considerando que fue la temporada que estuvo con la quimioterapia...¡pero que bien queda citarlo!. Ahora está en el fútbol, donde hay menos sorpresas.
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22 noviembre, 2007
Esta pasando, ahí mismo, hoy día
Debo la noticia de hoy a un lector de este blog. De otra forma hubiera sido imposible que una noticia provincial hubiese llegado a dominio público. Y eso que es, probablemente, el primer caso que se conoce de delito susceptible de ser sancionado por la virginal y cacareada Ley de Dopaje, que al año de su entrada en vigor sigue limpia y sin mácula. Sin embargo, esta noticia permanecerá en el olvido de los olvidos en los medios nacionales, qué menos que en el CSD, empeñado en demostrar que, mientras los otros países comieron la manzana del doping y fueron expulsados del Edén, en Iberia nuestros deportistas siguen retozando en el paraíso. El de la droga.
Aquí tienen el enlace. La noticia es del martes, aunque los hechos se remontan a la pasada semana. Lo dicho: el silencio. Resulta que en un enfermero de 25 años, contratado temporal en el hospital de referencia de Lleida, se dedicaba a sustraer EPO y albúmina (desde hace tiempo usada en asuntos de dopaje), que después ofertaba en foros de ciclismo al mejor postor. En la noticia se habla del "alto nivel de vida" que llevaba Eduardo S.F. No es para menos: las sustancias recuperadas en su detención costaban 3.000 euros al erario público, pero se calcula que las podía vender al cuadruple de su precio. Para detenerlo se tuvieron que desplazar Guardias Civiles desde Madrid, informados por el CSD. Las investigaciones comenzaron a mediados de octubre. Dicen que Eduardo S.F llevaba poco tiempo trabajando en el Hospital, información que contradice lo del "alto nivel de vida".
En el registro de su domilicio se encontraron partidas dispuestas a ser enviadas a España y Portugal. Si se aplicase la Ley de Dopaje, se deberían investigar esos domicilios. Porque digo yo que los destinatarios, igual que el remitente, tendrán un domilicio: no me imagino que en el sobre/paquete aparezca escrito "Agapito Gil, Debajo del Puente del Tajo S/N, Lisboa". No parece. Igual que no parece que uno que está contratado temporalmente y que aprovecha para sisar vaya a ser castigado. Lean, lean:
"Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al caso, Eduardo S.F. se incorporó con total normalidad al trabajo al día siguiente de su detención y al día de ayer continuaba en el mismo". Divertido, ¿verdad?. Pues venga, preparados para el remache: "ha trascendido que al joven detenido no se le ha abierto ningún expediente disciplinario por los hechos, ni se le ha apartado momentamentamente de sus funciones". Así estamos. Este fin de semana pasado Lissavetzky hacía de anfitrión en una conferencia mundial de dopaje, a sabiendas que un par de días antes el organismo que preside había informado a la Guardia Civil de un camello de drogas de doping. Y este sigue en su puesto, sin mayor preocupación que la citación judicial que le llegará.
Conociendo como funcionan las cosas en Cataluña, no sería de extrañar que este Eduardo S.F fuese un recomendado, o directamente un hereu, esa institución tan entrañable en la zona, y que a mí particularmente me enternece. De otra forma no se explica. En la noticia de EuropaPress se dice que era vecino de Lleida. La típica endogamía. Qué pena no saber los apellidos, para rastrear a los padres, seguramente médicos de profesión. Bah, da igual. Igual que no sabremos los clientes de este camello de provincias, que sisaba medicamentos que pagamos entre todos, y que están destinados a enfermos de cáncer. Si existiese algún tipo de justicia -divina, humana-, le caería un rayo y lo partiría en mil pedazos. O a Eduardo S.F le afectaría esa mismo mal y no tendría medicamentos con los que combartirlo.
Como eso no pasará, yo me hago eco de la noticia y a ver si alguno de los poderosos periodistas que trabajan en medios serios y no en este modestísimo blog tienen a bien hacerse eco. Ir a Lleida e investigar. Preguntar a la Guardia Civil sobre los deportistas-clientes. Bah, tampoco pasará. Lo siento, hoy no hay gracia final, sólo desencanto, cada vez más desencanto.
Aquí tienen el enlace. La noticia es del martes, aunque los hechos se remontan a la pasada semana. Lo dicho: el silencio. Resulta que en un enfermero de 25 años, contratado temporal en el hospital de referencia de Lleida, se dedicaba a sustraer EPO y albúmina (desde hace tiempo usada en asuntos de dopaje), que después ofertaba en foros de ciclismo al mejor postor. En la noticia se habla del "alto nivel de vida" que llevaba Eduardo S.F. No es para menos: las sustancias recuperadas en su detención costaban 3.000 euros al erario público, pero se calcula que las podía vender al cuadruple de su precio. Para detenerlo se tuvieron que desplazar Guardias Civiles desde Madrid, informados por el CSD. Las investigaciones comenzaron a mediados de octubre. Dicen que Eduardo S.F llevaba poco tiempo trabajando en el Hospital, información que contradice lo del "alto nivel de vida".
En el registro de su domilicio se encontraron partidas dispuestas a ser enviadas a España y Portugal. Si se aplicase la Ley de Dopaje, se deberían investigar esos domicilios. Porque digo yo que los destinatarios, igual que el remitente, tendrán un domilicio: no me imagino que en el sobre/paquete aparezca escrito "Agapito Gil, Debajo del Puente del Tajo S/N, Lisboa". No parece. Igual que no parece que uno que está contratado temporalmente y que aprovecha para sisar vaya a ser castigado. Lean, lean:
"Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al caso, Eduardo S.F. se incorporó con total normalidad al trabajo al día siguiente de su detención y al día de ayer continuaba en el mismo". Divertido, ¿verdad?. Pues venga, preparados para el remache: "ha trascendido que al joven detenido no se le ha abierto ningún expediente disciplinario por los hechos, ni se le ha apartado momentamentamente de sus funciones". Así estamos. Este fin de semana pasado Lissavetzky hacía de anfitrión en una conferencia mundial de dopaje, a sabiendas que un par de días antes el organismo que preside había informado a la Guardia Civil de un camello de drogas de doping. Y este sigue en su puesto, sin mayor preocupación que la citación judicial que le llegará.
Conociendo como funcionan las cosas en Cataluña, no sería de extrañar que este Eduardo S.F fuese un recomendado, o directamente un hereu, esa institución tan entrañable en la zona, y que a mí particularmente me enternece. De otra forma no se explica. En la noticia de EuropaPress se dice que era vecino de Lleida. La típica endogamía. Qué pena no saber los apellidos, para rastrear a los padres, seguramente médicos de profesión. Bah, da igual. Igual que no sabremos los clientes de este camello de provincias, que sisaba medicamentos que pagamos entre todos, y que están destinados a enfermos de cáncer. Si existiese algún tipo de justicia -divina, humana-, le caería un rayo y lo partiría en mil pedazos. O a Eduardo S.F le afectaría esa mismo mal y no tendría medicamentos con los que combartirlo.
Como eso no pasará, yo me hago eco de la noticia y a ver si alguno de los poderosos periodistas que trabajan en medios serios y no en este modestísimo blog tienen a bien hacerse eco. Ir a Lleida e investigar. Preguntar a la Guardia Civil sobre los deportistas-clientes. Bah, tampoco pasará. Lo siento, hoy no hay gracia final, sólo desencanto, cada vez más desencanto.
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21 noviembre, 2007
El que nunca hace nada
Recuerden: este es un blog de ciclismo. Pero permitánme un pequeño excurso por otras tierras para volver a lo que a nosotros nos interesa. Sí, el de la foto es Raúl González Blanco, héroe de la clase obrera y patricia en España, futbolista lanzado al estrellato con 17 años, en 1994, y que a día de hoy cuenta con 30 años.
Nacido en la Colonia Marconi (uno de los muchos equivalentes madrileños a las 3.000 viviendas de Sevilla, el San Roque de Badalona, Santutxo de Bilbao en los ochenta y, en fin, cualquier barrio construido en el tardofranquismo para acumular en los arrabales más y más lumpen), supo vencer a su destino y erigirse como el estandarte del fútbol español.
Tras unos años muy brillantes, desde 2001 su carrera inició una trayectoria descendente. Con 24 años. Este hecho, que cualquier observador mínimamente imparcial podría ver, chocaba con la cruda realidad de verlo siempre de titular, tanto en su equipo (que compitió durante varios años con 10 jugadores) como en la Roja. Mareado en el area, parco en sus declaraciones, reservado en su vida (y fecunda) vida privada, se erigió entonces en un mito propio del mundo del toreo, muy hispano por otra parte: el Curro Romero del gol. Fue entonces cuando Manolo Lama le puso el epíteto de el que nunca hace nada, que aprovechaba para sacar cada vez que su ídolo empujaba el balón a la red, aunque sólo fuese diez veces por temporada, y eso que jugaba con Ronaldo, Zidane y demás.
Este año Raúl ha vuelto por do solía, que diría el Cid. Gana batallas después de muerto. Va con los mismos números goleadores que cuando era un muchachuelo. Y tiene 30 años. El lunes ABC publicaba que el secreto de su rendimiento, además de en su tesón, su casta, su clase, está en una cámara hipobárica que tiene instalada en su generoso chalet. Se une así a otros deportistas, que incluso posan como testimonial de las marcas que comercializan este producto, algunos de ellos ya sancionados por dopaje. La reacción de la prensa ha sido unánime: bah, no tiene importancia, lo importante es su entrega, que es español -eso hay que leerlo/escucharlo entre líneas- y que, en el fondo, la habitación esa de las narices no mejora tanto el rendimiento.
Pues miren, ese último punto es el único en el que estoy de acuerdo. La cámara hipobárica sirve para recrear las condiciones atmosféricas que se encuentran en altitud, estimulando la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, conlleva muchos sacrifios. Malestar en el sueño -que un deportista tendría que considerar, salvo Robinho-, separación de la pareja y un largo tiempo de maduración. Mucho mejor utilizar los atajos para obtener un hematocrito mucho más denso. Y el atajo, que todos conocemos, responde a tres letras.
La cámara hipobárica, por si alguien no se había dado cuenta, es una coartada. Permite justificar un hematocrito alto y decir que es "natural" o que "he estado dos semanas en Sierra Nevada (o Navacerrada)", cuando es bien sabido que con dosis de 500 unidades diarias de esa famosa sustancia se consigue lo mismo, y sin tantos sacrificios. Y ahora saco el ciclismo: este artículo lo tenía reservado para cuando su protagonista hablase fuera del tiesto. Sin embargo, el ganador de la Vuelta a Chiahuaha ha mantenido un escrupuloso silencio, lo que le honra y es de agradecer, pero la pieza viene que ni pintada para el tema de hoy.
Fíjense en la fecha, apenas 10 días antes de la Operación Puerto. Con que alegría se hablaba de todo. Hasta del alquiler de la casa, que ya tiene narices. De como duerme sin su mujer, todo por el sacrificio. Incluso de quien le vendío el instrumento, y por cuanto. O del perro que sustituyó a Goku, también con nombre de anime japonés. Es de una inocencia pasmosa, y no lo digo sólo por el periodista o el ciclista, sino también por los lectores que comíamos con esa mandanga y ¡ojito! el que dijese algo fuera de tono, que-se-yo, un el que juega con fuego se quema, por ejemplo. Mancebo también era un el que nunca hace nada, hasta el punto que le molestó que su amiguísimo Arribas le llamase el increíble hombre invisible, que viene a ser lo mismo. Poco después descubrimos que sí hacía cosas, y bastantes.
Bueno, pues todo eso lo está pasando Raúl González Blanco, la diferencia es que lo que se ha escrito sobre el no lleva esta frase de "la cámara logra efectos parecidos a la EPO, pero de forma legal... De momento". Y tan parecidos. Te permite estar en niveles de hematocrito sospechosamente alto durante mucho más tiempo. Y como en el fútbol no hay controles, porque cuando se les ocurrió hacerlos salieron positivos en equipos de todo tipo y pelaje, pues así estamos. El que nunca hace nada ha tenido tiempo de convertir una habitación de su espaciosa casa en una cámara hipobárica. Ya es algo, ¿no?. Por lo menos la noticia de Raúl, que no tendrá mayores consecuencias, ha servido para desvelar uno de los mayores secretos del raulismo, lo más parecido a la iglesia maradoniana que existe en el continente: se besa el anillo tras cada gol por los sacrificios de su prolífica mujer, y se golpea el pecho -en la foto- para evitar que el engrudo que circula por sus venas se quede quieto, con los riesgos que conlleva.
***
"Deshuesar Guijuelos da menos problemas". Que duda cabe: no tienes que llevar una doble contabilidad de lo que debes al hemodruida, deducir de tu sueldo lo que te van a costar las drogas de la temporada, o viajar a Madrid para realizar hemotransfusiones. Pero de ahí a que no tenga riesgos....al final, todo se reduce a la sangre: la del corte con el cuchillo jamonero, o la de criogenizar.
Nacido en la Colonia Marconi (uno de los muchos equivalentes madrileños a las 3.000 viviendas de Sevilla, el San Roque de Badalona, Santutxo de Bilbao en los ochenta y, en fin, cualquier barrio construido en el tardofranquismo para acumular en los arrabales más y más lumpen), supo vencer a su destino y erigirse como el estandarte del fútbol español.
Tras unos años muy brillantes, desde 2001 su carrera inició una trayectoria descendente. Con 24 años. Este hecho, que cualquier observador mínimamente imparcial podría ver, chocaba con la cruda realidad de verlo siempre de titular, tanto en su equipo (que compitió durante varios años con 10 jugadores) como en la Roja. Mareado en el area, parco en sus declaraciones, reservado en su vida (y fecunda) vida privada, se erigió entonces en un mito propio del mundo del toreo, muy hispano por otra parte: el Curro Romero del gol. Fue entonces cuando Manolo Lama le puso el epíteto de el que nunca hace nada, que aprovechaba para sacar cada vez que su ídolo empujaba el balón a la red, aunque sólo fuese diez veces por temporada, y eso que jugaba con Ronaldo, Zidane y demás.
Este año Raúl ha vuelto por do solía, que diría el Cid. Gana batallas después de muerto. Va con los mismos números goleadores que cuando era un muchachuelo. Y tiene 30 años. El lunes ABC publicaba que el secreto de su rendimiento, además de en su tesón, su casta, su clase, está en una cámara hipobárica que tiene instalada en su generoso chalet. Se une así a otros deportistas, que incluso posan como testimonial de las marcas que comercializan este producto, algunos de ellos ya sancionados por dopaje. La reacción de la prensa ha sido unánime: bah, no tiene importancia, lo importante es su entrega, que es español -eso hay que leerlo/escucharlo entre líneas- y que, en el fondo, la habitación esa de las narices no mejora tanto el rendimiento.
Pues miren, ese último punto es el único en el que estoy de acuerdo. La cámara hipobárica sirve para recrear las condiciones atmosféricas que se encuentran en altitud, estimulando la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, conlleva muchos sacrifios. Malestar en el sueño -que un deportista tendría que considerar, salvo Robinho-, separación de la pareja y un largo tiempo de maduración. Mucho mejor utilizar los atajos para obtener un hematocrito mucho más denso. Y el atajo, que todos conocemos, responde a tres letras.
La cámara hipobárica, por si alguien no se había dado cuenta, es una coartada. Permite justificar un hematocrito alto y decir que es "natural" o que "he estado dos semanas en Sierra Nevada (o Navacerrada)", cuando es bien sabido que con dosis de 500 unidades diarias de esa famosa sustancia se consigue lo mismo, y sin tantos sacrificios. Y ahora saco el ciclismo: este artículo lo tenía reservado para cuando su protagonista hablase fuera del tiesto. Sin embargo, el ganador de la Vuelta a Chiahuaha ha mantenido un escrupuloso silencio, lo que le honra y es de agradecer, pero la pieza viene que ni pintada para el tema de hoy.
Fíjense en la fecha, apenas 10 días antes de la Operación Puerto. Con que alegría se hablaba de todo. Hasta del alquiler de la casa, que ya tiene narices. De como duerme sin su mujer, todo por el sacrificio. Incluso de quien le vendío el instrumento, y por cuanto. O del perro que sustituyó a Goku, también con nombre de anime japonés. Es de una inocencia pasmosa, y no lo digo sólo por el periodista o el ciclista, sino también por los lectores que comíamos con esa mandanga y ¡ojito! el que dijese algo fuera de tono, que-se-yo, un el que juega con fuego se quema, por ejemplo. Mancebo también era un el que nunca hace nada, hasta el punto que le molestó que su amiguísimo Arribas le llamase el increíble hombre invisible, que viene a ser lo mismo. Poco después descubrimos que sí hacía cosas, y bastantes.
Bueno, pues todo eso lo está pasando Raúl González Blanco, la diferencia es que lo que se ha escrito sobre el no lleva esta frase de "la cámara logra efectos parecidos a la EPO, pero de forma legal... De momento". Y tan parecidos. Te permite estar en niveles de hematocrito sospechosamente alto durante mucho más tiempo. Y como en el fútbol no hay controles, porque cuando se les ocurrió hacerlos salieron positivos en equipos de todo tipo y pelaje, pues así estamos. El que nunca hace nada ha tenido tiempo de convertir una habitación de su espaciosa casa en una cámara hipobárica. Ya es algo, ¿no?. Por lo menos la noticia de Raúl, que no tendrá mayores consecuencias, ha servido para desvelar uno de los mayores secretos del raulismo, lo más parecido a la iglesia maradoniana que existe en el continente: se besa el anillo tras cada gol por los sacrificios de su prolífica mujer, y se golpea el pecho -en la foto- para evitar que el engrudo que circula por sus venas se quede quieto, con los riesgos que conlleva.
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"Deshuesar Guijuelos da menos problemas". Que duda cabe: no tienes que llevar una doble contabilidad de lo que debes al hemodruida, deducir de tu sueldo lo que te van a costar las drogas de la temporada, o viajar a Madrid para realizar hemotransfusiones. Pero de ahí a que no tenga riesgos....al final, todo se reduce a la sangre: la del corte con el cuchillo jamonero, o la de criogenizar.
20 noviembre, 2007
El certificado médico de Contador
Estos últimos días se ha celebrado en Madrid la tercera conferencia mundial sobre el dopaje. Considerando que la primera fue en 1999, no se puede calificar de periódica. El espectáculo ha estado a la altura de la capital de España: no los 660 metros sobre el nivel del mar en Alicante medidos en la estación de Atocha, sino de la ciudad de la zarzuela, la Villa y Corte que, casualidades de la vida, también es donde está Zurbano,93, Caídos de la División Azul y demás pisos-patera para extracciones de sangre.
Vamos, como si una conferencia para combatir el blanqueo de dinero se celebra en las Islas Caimán.
Este hecho, muy presente en todos los delegados extranjeros, ha pasado de puntillas en la prensa nacional, en su enésima posición de enroque sobre temas de dopaje. Los considerables avances logrados este fin de semana han suscitado no pocas suspicacias entre nuestros escribas de nómina y rancho. Particularmente, el certificado médico que establecerá unos valores de oscilación normales para diversos parámetros, y que si estos se salen de lo establecido, se considerará positivo. También hay otro aspecto muy importante, para mí el más fundamental: en caso de positivo, la carga de demostrar la inocencia recaerá en el corredor. En el tema del dopaje se había llegado a un paroxismo tal que, tergiversando lo de "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario", si uno era encontrado culpable, eran las autoridades las que tenían que demostrar que era culpable hasta tres o cuatro veces.
Pero no todo van a ser alegrías. Les explico el titular, la foto y el protagonista. Aquejado de una rara malformación congénita llamada cavernoma cerebral, tal dolencia no ha sido óbice para que Alberto Contador ganase el Tour de Francia en su segunda participación. Y eso que la extirpación de su pequeño legado de la naturaleza le dejase como consecuencia una cierta propensión a la epilepsia, tan leve que se le puede calificar cariñosamente como Don Desmayos. Esa dolencia recibe un tratamiento periódico, para lo cual este corredor cuenta con un certificado médico. Y mientras corredores como Contador cuenten con un certificado médico por una afección que les debería incluso impedir competir en cualquier deporte, ninguna medida contra el dopaje será efectiva.
Es bien conocida la lista de asmáticos en el pelotón, que incluye desde ganadores del Tour (Pereiro) hasta proyectos de muñeco roto (De la Fuente), eso sin contar los de testosterona alta (Mayo, Landaluze) o los de hematocrito naturalmente alto (Cunego) o, simplemente, caprichoso (Riccó). Estaría bien que la UCI, en su política de transparencia que le ha llevado a publicar la lista de corredores inmersos en controles sistemáticos por dopaje, incluyese también a los que cuentan con bulas médicas: ahora vendrán los defensores de los derechos individuales diciendo que eso es un ultraje. Ya. La solución es fácil: que no se diga que dolencia tienen (estoy seguro de que hay certificado hasta para la caspa), sólo que cuentan con bula en los controles. Como Contador.
El tema desató no poca polémica en su tiempo, cuando Contador se aprestaba a realizar el butrón del verano. Desde luego, no en gente como Antonio Alix, que se colgaba medallas a la manera soviética, diciendo que el ya había anunciado la progresión de Don Desmayos cuando era prácticamente un zigoto. Le importaba un carajo la filiación deportiva de su ídolo, el código A.C en los papeles de la Operación Puerto, el hecho de que dos meses antes era el gregario de Basso y, en resumen, cualquier aproximación objetiva al fenómeno de Barcarrota-Pinto. Lo importante es que iba a ganar, y el fin justifica los medios en las sociedades mezquinas, que menos en sus ciudadanos más militantes. Y como a él, a todos sus seguidores, que amenazaron con graves consecuencias a todo aquel que afirmase que el corredor que entra en meta a pistoletazos corre con certificado médico.
Señor Juez, lea conmigo: el 23 de agosto de 2007 Carlos Arribas, que por entonces estaba en Japón cubriendo los Campeonatos del Mundo de atletismo y, supongo, comiendo sushi y hamburguesa de Kobe, dejó para la publicación un reportaje sobre Alberto Contador. Salió en EPS, la revista de esparcimiento que justifica el sobreprecio de los domingos en El País, para el que quiera comprarlo. Salió en portada. Leánlo. Está concebido para el tono de la revista, para leer en el hogar, disfrutando del calor familiar, y por eso está lleno de historias de superación personal, tesón y constancia, amén del amigo fiel (guau, guau). Nada nuevo: ni en el protagonista ni en la ñoñería imperante, salvo por un detalle. Este párrafo:
"Pocos días después de la comida en Aranda, en su última carrera con el Liberty, Contador sufre un ataque epiléptico después de una etapa de la Vuelta a Burgos. De nuevo, la bruma; de nuevo, Contador. Cabezota, peleón, rebelde. La cicatriz interna de su operación ha creado una zona hipersensible en su cerebro, más propicia a los ataques epilépticos. Contador debe tomar diariamente medicación para prevenir los ataques y visitar regularmente a un neurólogo. Otro handicap para su rendimiento. Otra valla de la que no quiere hablar. "No tiene sentido tocar ese tema", dice. "Es abrir otra puerta de mi intimidad que alguien puede aprovechar". Pedro Celaya, médico del Discovery y confidente de Contador, tampoco quiere hablar del asunto. "Sólo puedo decir que la única obsesión de Alberto es no hacer nada raro con su salud", dice Celaya. "Tiene muy presente lo del hospital"."
"Debe tomar diariamente medicación", eso sí, "para prevenir". Desde luego, no parece que haya producido "otro handicap para su rendimiento". En fin, que cada uno saque sus conclusiones: la principal de ellas, que no soy yo el que digo que Contador corre con certificado médico. Lo dicen hasta sus amigos y muleteros. La que yo saco es que ninguna medida contra el dopaje será efectiva mientras circulen los certificados médicos por exenciones cada vez más difíciles de justificar. Si eres epiléptico, no puedes competir en un deporte profesional. De sentido común.
***
El último párrafo suena a sentencia. Y lo dice el que siempre le ha exculpado ("Están todos menos Valverde")
***
"¿Cómo ve...?", "¿Cómo ve...?" y "¿Cómo ve...?". Para verlo como Urraburu, hay que ponerse gafas de eso, de burro.
***
Lo que podría ser el titular de una novela de la serie La sonrisa vertical se convierte en un desmedido elogio a una figura que no concitaba posiciones tan enfrentadas desde los tiempos de Fernando VII. Hay muchos compañeros del pelotón que también la utilizan-utilizaban: casi todos han caído por cuestiones de dopaje. Será que no era suficiente y siempre había que recurrir a El Pico, esa película de Eloy de la Iglesia.
Vamos, como si una conferencia para combatir el blanqueo de dinero se celebra en las Islas Caimán.
Este hecho, muy presente en todos los delegados extranjeros, ha pasado de puntillas en la prensa nacional, en su enésima posición de enroque sobre temas de dopaje. Los considerables avances logrados este fin de semana han suscitado no pocas suspicacias entre nuestros escribas de nómina y rancho. Particularmente, el certificado médico que establecerá unos valores de oscilación normales para diversos parámetros, y que si estos se salen de lo establecido, se considerará positivo. También hay otro aspecto muy importante, para mí el más fundamental: en caso de positivo, la carga de demostrar la inocencia recaerá en el corredor. En el tema del dopaje se había llegado a un paroxismo tal que, tergiversando lo de "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario", si uno era encontrado culpable, eran las autoridades las que tenían que demostrar que era culpable hasta tres o cuatro veces.
Pero no todo van a ser alegrías. Les explico el titular, la foto y el protagonista. Aquejado de una rara malformación congénita llamada cavernoma cerebral, tal dolencia no ha sido óbice para que Alberto Contador ganase el Tour de Francia en su segunda participación. Y eso que la extirpación de su pequeño legado de la naturaleza le dejase como consecuencia una cierta propensión a la epilepsia, tan leve que se le puede calificar cariñosamente como Don Desmayos. Esa dolencia recibe un tratamiento periódico, para lo cual este corredor cuenta con un certificado médico. Y mientras corredores como Contador cuenten con un certificado médico por una afección que les debería incluso impedir competir en cualquier deporte, ninguna medida contra el dopaje será efectiva.
Es bien conocida la lista de asmáticos en el pelotón, que incluye desde ganadores del Tour (Pereiro) hasta proyectos de muñeco roto (De la Fuente), eso sin contar los de testosterona alta (Mayo, Landaluze) o los de hematocrito naturalmente alto (Cunego) o, simplemente, caprichoso (Riccó). Estaría bien que la UCI, en su política de transparencia que le ha llevado a publicar la lista de corredores inmersos en controles sistemáticos por dopaje, incluyese también a los que cuentan con bulas médicas: ahora vendrán los defensores de los derechos individuales diciendo que eso es un ultraje. Ya. La solución es fácil: que no se diga que dolencia tienen (estoy seguro de que hay certificado hasta para la caspa), sólo que cuentan con bula en los controles. Como Contador.
El tema desató no poca polémica en su tiempo, cuando Contador se aprestaba a realizar el butrón del verano. Desde luego, no en gente como Antonio Alix, que se colgaba medallas a la manera soviética, diciendo que el ya había anunciado la progresión de Don Desmayos cuando era prácticamente un zigoto. Le importaba un carajo la filiación deportiva de su ídolo, el código A.C en los papeles de la Operación Puerto, el hecho de que dos meses antes era el gregario de Basso y, en resumen, cualquier aproximación objetiva al fenómeno de Barcarrota-Pinto. Lo importante es que iba a ganar, y el fin justifica los medios en las sociedades mezquinas, que menos en sus ciudadanos más militantes. Y como a él, a todos sus seguidores, que amenazaron con graves consecuencias a todo aquel que afirmase que el corredor que entra en meta a pistoletazos corre con certificado médico.
Señor Juez, lea conmigo: el 23 de agosto de 2007 Carlos Arribas, que por entonces estaba en Japón cubriendo los Campeonatos del Mundo de atletismo y, supongo, comiendo sushi y hamburguesa de Kobe, dejó para la publicación un reportaje sobre Alberto Contador. Salió en EPS, la revista de esparcimiento que justifica el sobreprecio de los domingos en El País, para el que quiera comprarlo. Salió en portada. Leánlo. Está concebido para el tono de la revista, para leer en el hogar, disfrutando del calor familiar, y por eso está lleno de historias de superación personal, tesón y constancia, amén del amigo fiel (guau, guau). Nada nuevo: ni en el protagonista ni en la ñoñería imperante, salvo por un detalle. Este párrafo:
"Pocos días después de la comida en Aranda, en su última carrera con el Liberty, Contador sufre un ataque epiléptico después de una etapa de la Vuelta a Burgos. De nuevo, la bruma; de nuevo, Contador. Cabezota, peleón, rebelde. La cicatriz interna de su operación ha creado una zona hipersensible en su cerebro, más propicia a los ataques epilépticos. Contador debe tomar diariamente medicación para prevenir los ataques y visitar regularmente a un neurólogo. Otro handicap para su rendimiento. Otra valla de la que no quiere hablar. "No tiene sentido tocar ese tema", dice. "Es abrir otra puerta de mi intimidad que alguien puede aprovechar". Pedro Celaya, médico del Discovery y confidente de Contador, tampoco quiere hablar del asunto. "Sólo puedo decir que la única obsesión de Alberto es no hacer nada raro con su salud", dice Celaya. "Tiene muy presente lo del hospital"."
"Debe tomar diariamente medicación", eso sí, "para prevenir". Desde luego, no parece que haya producido "otro handicap para su rendimiento". En fin, que cada uno saque sus conclusiones: la principal de ellas, que no soy yo el que digo que Contador corre con certificado médico. Lo dicen hasta sus amigos y muleteros. La que yo saco es que ninguna medida contra el dopaje será efectiva mientras circulen los certificados médicos por exenciones cada vez más difíciles de justificar. Si eres epiléptico, no puedes competir en un deporte profesional. De sentido común.
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El último párrafo suena a sentencia. Y lo dice el que siempre le ha exculpado ("Están todos menos Valverde")
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"¿Cómo ve...?", "¿Cómo ve...?" y "¿Cómo ve...?". Para verlo como Urraburu, hay que ponerse gafas de eso, de burro.
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Lo que podría ser el titular de una novela de la serie La sonrisa vertical se convierte en un desmedido elogio a una figura que no concitaba posiciones tan enfrentadas desde los tiempos de Fernando VII. Hay muchos compañeros del pelotón que también la utilizan-utilizaban: casi todos han caído por cuestiones de dopaje. Será que no era suficiente y siempre había que recurrir a El Pico, esa película de Eloy de la Iglesia.
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16 noviembre, 2007
Hombre blanco soltero busca
Ahí lo tienen. El ganador del Giro de Italia, la Milán-Turín, la L-B-L, y tercero en Flecha y Amstel, busca equipo. Y no lo encuentra. Despedido por el Liquigas tras ser sancionado testimo
nialmente con tres meses por su implicación en la investigación Oil for Drugs de 2004, un corredor que en una única temporada ha acumulado un botín por el que el 98% de los ciclistas profesionales cambiarían su vida deportiva, corre serio riesgo de quedarse en el paro.
Ganar una gran vuelta no es sinónimo de éxito. Que se lo digan a Casero, que en 2001 mendigó por ahí creyendo que tenía un caché de 1 millón de euros por ganar la Vuelta con bielas de Eufemiano, y acabó en el Coast y después Bianchi para subirle los bidones a Ullrich. O a Contador, que también ha tenido serios problemas para encontrar equipo con su caché de ganador del Tour: al final lo encontró en su misma casa de siempre, que son los que mejor le conocen. Pero hablemos de la relación de DiLuca con Liquigas.
En el año 2004 DiLuca tenía todos las papeletas para ser otro muñeco roto del ciclismo italiano. Corría en el Saeco, un equipo volcado en las carreras de tres semanas con la extraña dupla Simoni-Cunego, que hizo estragos en el Giro...con decir que Gontchar fue segundo...En las Ardenas estuvo muy bien, en el podio o rozando, lástima que una inoportuna infección le apartase de la L-B-L cuando iba derechito a ganar. Esos virus, que son muy malos y habitan en Bélgica-Holanda por abril, como demuestra la vomitona de este año con Bettini. Después el Tour lo vetó, tres años antes que el CONI italiano, pero por los mismo motivos. Tomó la salida en la Vuelta y se le vió en alguna escapada de la última semana. Una temporada por la borda, y ya tenía 28 años.
Ficha por el Liquigas, un equipo nuevo. Arrasa en Flecha y Amstel, y en el Giro acaba 4º, ganando dos etapas, luciendo maglia rosa, y manteniendo el tipo en la última semana y las cronos. También se lleva el ProTour. De corredor acabado, a mejor corredor de la temporada. Como los hábitos no se pierden así como así, en 2006 volvió por sus fueros. Fracaso en abril, un Giro en donde fue 10º, la victoria de la Covatilla en la Vuelta, y no más. Este año, el impresionante caudal del primer párrafo, que le hubiese valido de derecho el título ProTour, que al final fue para Evans, porque ya empezó a cumplir su sanción en Lombardía.
¿Cuántos corredores hay en el pelotón capaces de ganar grandes clásicas, grandes vueltas y ser, con permiso de Piti -al que ha ganado en múltiples ocasiones-, el mejor uphill finisher del pelotón? Pues ninguno. Evans tiene un problema muy grande para ganar, el referido Piti todavía está buscando su identidad -y que otros olviden su auténtica identidad, la médica-, Riccó aún no ha demostrado gran cosa en cuanto a victorias finales, y Cunego no se sabe si podrá marcar de nuevo diferencias en montaña. Y, sin embargo, ahí lo tienen: con su mejor cara y buscando trabajo.
Dicen que el Saunier lo quiere fichar. Que DiLuca, héroe en su olvidada región de los Abruzzos, llegaría con un pan bajo el brazo en forma de 1 millón de euros del patrocinador institucional, porque a los hijos del pueblo hay que apoyarlos. Es curioso el caso de Saunier: especialista en fichar balas perdidas como Rinero, Beloki o Mayo, eso por no hablar de Mazur, Tafi o Bertogliatti, deja escapar a Ventoso y Simoni para centrarse "en la figura de Riccò, que será jefe de filas en el próximo Giro". Ahora están sondeando a DiLuca: ¿cúal sería su calendario? ¿Caben dos egos tan italianos en un mismo equipo? Hasta Matxín sabe que no. Y Di Luca al Tour no va, el mismo lo ha dicho en múltiples ocasiones. Veremos en que queda el asunto, pero ciclista abruzzese tendría que tener en cuenta que ficha por el equipo de Koldo Gil, Iban Mayo y Piepoli mejor escalador mundial con 35 años. O a lo mejor por eso mismo se está dejando tentar.
***
Fíjense en el tono de las preguntas y como el interlocutor va viendo que no le entrevista un periodista. Especialmente viscosa es la que plantea que el doping no es el principal problema del deporte. Hasta ese nivel ha caído el otrora prestigioso periodista. Por favor, que alguien me diga ahí fuera que no soy el único que lo ve. Aquí compara a Rogge con un conejo y lo contrapone a "gentes de derecho deportivo, más sosegadas", para concluir con un último párrafo que se puede traducir por "chúpate esa".
***
Piti abandona definitivamente las clásicas y se concentrará en "en el Tour, la Vuelta, las Olimpiadas y el Mundial". Su médico y sus directores ya han encontrado la causa del extraño virus que le aquejó esta pasada temporada en Dauphiné y en la crono del Tour, y está nada más y nada menos que concentrado en la zona de las Ardenas. Mucha suerte en sus nuevos-viejos proyectos, porque nunca ha ganado ninguna de esas carreras que ambiciona, y mira que lo ha intentando varias veces.
nialmente con tres meses por su implicación en la investigación Oil for Drugs de 2004, un corredor que en una única temporada ha acumulado un botín por el que el 98% de los ciclistas profesionales cambiarían su vida deportiva, corre serio riesgo de quedarse en el paro.
Ganar una gran vuelta no es sinónimo de éxito. Que se lo digan a Casero, que en 2001 mendigó por ahí creyendo que tenía un caché de 1 millón de euros por ganar la Vuelta con bielas de Eufemiano, y acabó en el Coast y después Bianchi para subirle los bidones a Ullrich. O a Contador, que también ha tenido serios problemas para encontrar equipo con su caché de ganador del Tour: al final lo encontró en su misma casa de siempre, que son los que mejor le conocen. Pero hablemos de la relación de DiLuca con Liquigas.
En el año 2004 DiLuca tenía todos las papeletas para ser otro muñeco roto del ciclismo italiano. Corría en el Saeco, un equipo volcado en las carreras de tres semanas con la extraña dupla Simoni-Cunego, que hizo estragos en el Giro...con decir que Gontchar fue segundo...En las Ardenas estuvo muy bien, en el podio o rozando, lástima que una inoportuna infección le apartase de la L-B-L cuando iba derechito a ganar. Esos virus, que son muy malos y habitan en Bélgica-Holanda por abril, como demuestra la vomitona de este año con Bettini. Después el Tour lo vetó, tres años antes que el CONI italiano, pero por los mismo motivos. Tomó la salida en la Vuelta y se le vió en alguna escapada de la última semana. Una temporada por la borda, y ya tenía 28 años.
Ficha por el Liquigas, un equipo nuevo. Arrasa en Flecha y Amstel, y en el Giro acaba 4º, ganando dos etapas, luciendo maglia rosa, y manteniendo el tipo en la última semana y las cronos. También se lleva el ProTour. De corredor acabado, a mejor corredor de la temporada. Como los hábitos no se pierden así como así, en 2006 volvió por sus fueros. Fracaso en abril, un Giro en donde fue 10º, la victoria de la Covatilla en la Vuelta, y no más. Este año, el impresionante caudal del primer párrafo, que le hubiese valido de derecho el título ProTour, que al final fue para Evans, porque ya empezó a cumplir su sanción en Lombardía.
¿Cuántos corredores hay en el pelotón capaces de ganar grandes clásicas, grandes vueltas y ser, con permiso de Piti -al que ha ganado en múltiples ocasiones-, el mejor uphill finisher del pelotón? Pues ninguno. Evans tiene un problema muy grande para ganar, el referido Piti todavía está buscando su identidad -y que otros olviden su auténtica identidad, la médica-, Riccó aún no ha demostrado gran cosa en cuanto a victorias finales, y Cunego no se sabe si podrá marcar de nuevo diferencias en montaña. Y, sin embargo, ahí lo tienen: con su mejor cara y buscando trabajo.
Dicen que el Saunier lo quiere fichar. Que DiLuca, héroe en su olvidada región de los Abruzzos, llegaría con un pan bajo el brazo en forma de 1 millón de euros del patrocinador institucional, porque a los hijos del pueblo hay que apoyarlos. Es curioso el caso de Saunier: especialista en fichar balas perdidas como Rinero, Beloki o Mayo, eso por no hablar de Mazur, Tafi o Bertogliatti, deja escapar a Ventoso y Simoni para centrarse "en la figura de Riccò, que será jefe de filas en el próximo Giro". Ahora están sondeando a DiLuca: ¿cúal sería su calendario? ¿Caben dos egos tan italianos en un mismo equipo? Hasta Matxín sabe que no. Y Di Luca al Tour no va, el mismo lo ha dicho en múltiples ocasiones. Veremos en que queda el asunto, pero ciclista abruzzese tendría que tener en cuenta que ficha por el equipo de Koldo Gil, Iban Mayo y Piepoli mejor escalador mundial con 35 años. O a lo mejor por eso mismo se está dejando tentar.
***
Fíjense en el tono de las preguntas y como el interlocutor va viendo que no le entrevista un periodista. Especialmente viscosa es la que plantea que el doping no es el principal problema del deporte. Hasta ese nivel ha caído el otrora prestigioso periodista. Por favor, que alguien me diga ahí fuera que no soy el único que lo ve. Aquí compara a Rogge con un conejo y lo contrapone a "gentes de derecho deportivo, más sosegadas", para concluir con un último párrafo que se puede traducir por "chúpate esa".
***
Piti abandona definitivamente las clásicas y se concentrará en "en el Tour, la Vuelta, las Olimpiadas y el Mundial". Su médico y sus directores ya han encontrado la causa del extraño virus que le aquejó esta pasada temporada en Dauphiné y en la crono del Tour, y está nada más y nada menos que concentrado en la zona de las Ardenas. Mucha suerte en sus nuevos-viejos proyectos, porque nunca ha ganado ninguna de esas carreras que ambiciona, y mira que lo ha intentando varias veces.
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15 noviembre, 2007
Cuernos a la mexicana
Estos días pasados ha hablado Rasmussen, con tanto de rueda de prensa y cobertura mediática. Desde su exclusión, por parte de Rabobank, del pasado Tour de Francia, donde dominaba la clasificación general con 3´30" de ventaja a falta de una contrarreloj (ganador virtual), apenas si habiamos tenido noticia del conocido como pollo volador.
Con 33 años y sin equipo para la próxima temporada, además de la leyenda negra que arrastra, puede que hayamos asistido al último gran momento del escalador que soñó con ganar el Tour de Francia. Soñó, y estuvo a punto. Su estrategia fue poco innovadora: reventar la carrera el primer día de montaña a là Armstrong y después dedicar sus esfuerzos a la defensa. Suena fácil, pero hay que tener las fuerzas para hacerlo. También la determinación.
Ese día ya fruncieron el ceño corredores como Sastre, que de esto sabe un montón, además de haber sido compañero de nuestro protagonista en el año 2002, en las filas del CSC: "menudo numerito ha hecho", se le oyó decir en la meta de Tignes. Después siguió Bruyneel, que dijo maliciosamente que "hasta en el Rabobank se asombran del rendimiento de Rasmussen", pero también en "el Tour". Y en esto habló Cassani, comentarista de la RAI y antiguo corredor del nada sospechoso Ariostea. El italiano, que acostumbra a trufar sus retransmisiones con tanto de datos y recuerdos (pero no como Alix, ojo, nunca habla de las bicis, la rueda, el carbono, el helio, el cobalto y el adamantium), casi siempre con un acierto del 99%, es bastante bocazas.
Ya es bien conocido que el antiguo gregario de Bugno en la nazionale contó que había visto a Rasmussen entrenando en la Marmolada allá por junio, bajo un aguacero y vestido de negro, cuando la UCI suponía que estaba en México. De ahí se formó la avalancha que arrastró al danés. Cassani cuenta ese tipo de anécdotas de una manera bastante alegre: sin ir más lejos, en el último Mundial, ebrio con el tiroteo de Bettini, además de concluir la retransmisión a punto de llorar y diciendo orgogliosi di essere italiani, contó una historia muy interesante. Al parecer, y si debemos dar credibilidad a su relato, cuando Bettini abandonó en la Vuelta, su gran amigo Paolini -investigado por Oil for Drugs- realizó los 600 kms que separan su domicilio en Lombardía para llegar a la casa del futuro bicampeón del mundo en Toscana, únicamente para darle ánimos y suerte. Hombre, considerando que parece bastante demostrado que Paolini era un camello dentro del pelotón (como Lelli, exculpado en los tribunales), y las fechas en que se produjo (¿por qué apoyo moral, si todavía Bettini no se había puesto en la diana de los alemanes?), ya conocemos una paloma mensajera del toscano.
Esa es la alegría con la que habla Cassani. Después se mostró apesumbrado, el no quería hacer eso a Rasmussen, y bla-bla-bla. Ahora hemos sabido, como se intuía, que el Rabobank tenía elementos fehacientes para suponer que Rasmussen les engañaba mucho antes del Tour, y que no debería haber tomado la salida en el mismo. No es lo más importante. Lo mejor ha sido la defensa que ha utilizado el pollo volador. Que sí, que no estaba en México. Y que no lo había comunicado ni al equipo ni a la UCI por "problemas conyugales". La pareja de Rasmussen es una mexicana a la que conoció cuando competía en bici de montaña. Vamos, que venía a decir que estaba de picos pardos por la clínica del Doctor Ferrari en Livigno, y que no lo dijo porque es algo personal.
A mí la excusa, además de pasar a formar parte de mi archivo de explicaciones ridículas por temas de dopaje, me recuerda muchísimo a la de Bill Clinton a finales de los noventa. Cuando la derecha montaraz estuvo a punto de lograr un procesamiento del presidente por impeachment, la acusación se basaba no en que se la hubiese chupado Monica Lewinsky, o que le hubiese introducido un puro habano por la vagina (para después chuparlo), no, sino en que el Presidente hubiese mentido sobre esas relaciones sexuales ante el organismo que lo investigaba. Vamos, le juzgaban por mentiroso. La defensa de Clinton fue muy clara: "mentí para salvar mi matrimonio en un tema en el que cualquier persona mentiría". Ganó, salvó su matrimonio e incluso la batalla de la Historia.
Con Rasmussen la situación ha sido similar. De un país bastante mojigato (una líder de extrema derecha, con discurso xenófobo explícito, descubrió para su disgusto que en los años setenta había protagonizado una serie de reportajes fotográficos catálogados XXX con un ciudadano africano, aunque se le hubiese olvidado), el danés sigue con su mexicana, pero su defensa viene a ser la misma: mentí en un asunto que todo el mundo mentiría. Ya. El problema es que nadie se lo cree. Porque el ciclismo ha perdido toda su credibilidad. Además, miren bien la foto, propia de una novela de Primo Levi o de Imre Kertész: la estética famélica y anorexica se lleva mucho en el mundillo indie y modernillo, pero me da a mí que Rasmussen lo tiene difícil para irse de aventuras por ahí. Eso sí, la mexicana ha aceptado honrosamente su condición de cornuda. Cuernos a la mexicana, a pedir la próxima vez en el restaurante junto con los nachos, las enchiladas y las empanadas mentales.
***
¡Cómo ha cambiado España! Pedro Muñoz, pueblo de emigrantes y de intoxicaciones etílicas en sus famosos mayos, sigue enviando a sus hijos más ilustres a la emigración. Y estos, en lugar de llevarse, como otrora, a sus primos y familiares a instalarse en los arrabales de Madrid o Düsseldorf, se llevan a su nutricionista. ¡Viva el progreso! (gracias a nick vvid por el enlace)
Con 33 años y sin equipo para la próxima temporada, además de la leyenda negra que arrastra, puede que hayamos asistido al último gran momento del escalador que soñó con ganar el Tour de Francia. Soñó, y estuvo a punto. Su estrategia fue poco innovadora: reventar la carrera el primer día de montaña a là Armstrong y después dedicar sus esfuerzos a la defensa. Suena fácil, pero hay que tener las fuerzas para hacerlo. También la determinación.
Ese día ya fruncieron el ceño corredores como Sastre, que de esto sabe un montón, además de haber sido compañero de nuestro protagonista en el año 2002, en las filas del CSC: "menudo numerito ha hecho", se le oyó decir en la meta de Tignes. Después siguió Bruyneel, que dijo maliciosamente que "hasta en el Rabobank se asombran del rendimiento de Rasmussen", pero también en "el Tour". Y en esto habló Cassani, comentarista de la RAI y antiguo corredor del nada sospechoso Ariostea. El italiano, que acostumbra a trufar sus retransmisiones con tanto de datos y recuerdos (pero no como Alix, ojo, nunca habla de las bicis, la rueda, el carbono, el helio, el cobalto y el adamantium), casi siempre con un acierto del 99%, es bastante bocazas.
Ya es bien conocido que el antiguo gregario de Bugno en la nazionale contó que había visto a Rasmussen entrenando en la Marmolada allá por junio, bajo un aguacero y vestido de negro, cuando la UCI suponía que estaba en México. De ahí se formó la avalancha que arrastró al danés. Cassani cuenta ese tipo de anécdotas de una manera bastante alegre: sin ir más lejos, en el último Mundial, ebrio con el tiroteo de Bettini, además de concluir la retransmisión a punto de llorar y diciendo orgogliosi di essere italiani, contó una historia muy interesante. Al parecer, y si debemos dar credibilidad a su relato, cuando Bettini abandonó en la Vuelta, su gran amigo Paolini -investigado por Oil for Drugs- realizó los 600 kms que separan su domicilio en Lombardía para llegar a la casa del futuro bicampeón del mundo en Toscana, únicamente para darle ánimos y suerte. Hombre, considerando que parece bastante demostrado que Paolini era un camello dentro del pelotón (como Lelli, exculpado en los tribunales), y las fechas en que se produjo (¿por qué apoyo moral, si todavía Bettini no se había puesto en la diana de los alemanes?), ya conocemos una paloma mensajera del toscano.
Esa es la alegría con la que habla Cassani. Después se mostró apesumbrado, el no quería hacer eso a Rasmussen, y bla-bla-bla. Ahora hemos sabido, como se intuía, que el Rabobank tenía elementos fehacientes para suponer que Rasmussen les engañaba mucho antes del Tour, y que no debería haber tomado la salida en el mismo. No es lo más importante. Lo mejor ha sido la defensa que ha utilizado el pollo volador. Que sí, que no estaba en México. Y que no lo había comunicado ni al equipo ni a la UCI por "problemas conyugales". La pareja de Rasmussen es una mexicana a la que conoció cuando competía en bici de montaña. Vamos, que venía a decir que estaba de picos pardos por la clínica del Doctor Ferrari en Livigno, y que no lo dijo porque es algo personal.
A mí la excusa, además de pasar a formar parte de mi archivo de explicaciones ridículas por temas de dopaje, me recuerda muchísimo a la de Bill Clinton a finales de los noventa. Cuando la derecha montaraz estuvo a punto de lograr un procesamiento del presidente por impeachment, la acusación se basaba no en que se la hubiese chupado Monica Lewinsky, o que le hubiese introducido un puro habano por la vagina (para después chuparlo), no, sino en que el Presidente hubiese mentido sobre esas relaciones sexuales ante el organismo que lo investigaba. Vamos, le juzgaban por mentiroso. La defensa de Clinton fue muy clara: "mentí para salvar mi matrimonio en un tema en el que cualquier persona mentiría". Ganó, salvó su matrimonio e incluso la batalla de la Historia.
Con Rasmussen la situación ha sido similar. De un país bastante mojigato (una líder de extrema derecha, con discurso xenófobo explícito, descubrió para su disgusto que en los años setenta había protagonizado una serie de reportajes fotográficos catálogados XXX con un ciudadano africano, aunque se le hubiese olvidado), el danés sigue con su mexicana, pero su defensa viene a ser la misma: mentí en un asunto que todo el mundo mentiría. Ya. El problema es que nadie se lo cree. Porque el ciclismo ha perdido toda su credibilidad. Además, miren bien la foto, propia de una novela de Primo Levi o de Imre Kertész: la estética famélica y anorexica se lleva mucho en el mundillo indie y modernillo, pero me da a mí que Rasmussen lo tiene difícil para irse de aventuras por ahí. Eso sí, la mexicana ha aceptado honrosamente su condición de cornuda. Cuernos a la mexicana, a pedir la próxima vez en el restaurante junto con los nachos, las enchiladas y las empanadas mentales.
***
¡Cómo ha cambiado España! Pedro Muñoz, pueblo de emigrantes y de intoxicaciones etílicas en sus famosos mayos, sigue enviando a sus hijos más ilustres a la emigración. Y estos, en lugar de llevarse, como otrora, a sus primos y familiares a instalarse en los arrabales de Madrid o Düsseldorf, se llevan a su nutricionista. ¡Viva el progreso! (gracias a nick vvid por el enlace)
14 noviembre, 2007
Los extraños fichajes de Caisse d´Epargne
En el Caisse d´Epargne están perdidos. A pesar de haber obtenido más de 30 victorias la pasada temporada (sólo una en grandes vueltas, los Lagos de Efimkin), el equipo está en entredicho. Los franceses ponen el dinero, y no lo hacen precisamente para que se fiche a Rubén Plaza en marzo, que gane la Vuelta a la Rioja y después tenga que ser apartado del equipo.
Y eso por no hablar de Piti, el de 1´5 millones de ficha y ninguna victoria ProTour.
Cuando un equipo está perdido, se nota en eso y en otras cosas. Su corredor más prometedor, el citado Efimkin, se va al Ag2R. Renuevan a Pereiro, un corredor que puede aspirar a ganar el Circuito de Alcoy o la Bajada del Moncayo. L.L no toma la salida en ninguna de las grandes. ¿Cúal es el plan de futuro de este equipo?. Si tenemos que ceñirnos a sus fichajes, ahondar más en sus calamidades.
Hace unas semanas los aficionados se frotaban los ojos ante la noticia del fichaje de Rujano. Aquí lo ven retratado en la última ocasión que se le vió delante en una carrera: fue en el Giro 2006, en la etapa del San Carlo, cuando tras atacar y subir con los mejores el puerto, abandonó en pleno descenso a meta alegando que "tenía frío". Por supuesto, ya tenía firmado con el Quick Step correr el Tour. Su actitud, impropia de un profesional, debería servirle para no volver a fichar jamás por ningún equipo serio. Ficha por el Caisse d´Epargne. Saquen las conclusiones.
La trayectoria de este ciclista, y permitan que me ponga una medalla, estaba telegrafiada desde mucho antes. Se reveló en el Giro 2005, donde su equipo corrió con gasolina extra: ahí están las dos etapas seguidas de Parra jr, que jamás tuvieron continuidad ni precedente. O el rendimiento del venezolano, que tampoco tuvo jamás continuidad alguna. Con un cuerpo y una postura imposible en contrarreloj, mantenía el tipo en la disciplina. Al año siguiente el Selle Italia, el equipo con el que realizó el butrón de 2005, intentó repetir la jugada con el nonagenario Belli, que llegó a estar cerca del podio mediada la carrera. Como aquello ya era un cantazo, abandonó la carrera a sugerencia de la organización, poco después de Rujano. Este año no fueron ni invitados, para gran disgusto del patrón Gianni Savio.
¿Y que fue de Rujano? Pues fue al Tour 2006. No hizo nada. A final de temporada fue despedido del equipo, poco adecuado para un corredor de sus características, aunque no de sus prácticas. Fichó para 2007 con el Unibet, donde tampoco hizo absolutamente nada. Y ahora le viene el rescate por medio de un equipo que, hay que reconocerlo, siempre ha sido muy disciplinado. Para que Rujano se sienta cómodo, le han fichado a dos colombianos. Si, el es venezolano, pero de la zona de los Andes, y las diferencias con los colombianos hay que buscarlas en el pasaporte.
De los dos lugartenientes fichados destaca Urán, un joven de 20 años que este año ganó una etapa en Suiza (también con el Unibet) resolviendo magistralmente una fuga y que anda contra el reloj (hubiese ganado el sector de la Eibarresa de no ser por el vendaval de viento que paralizó la prueba). El otro es Marlon Pérez, veterano de 31 años y no especialmente ducho en ninguna disciplina. Por decirlo en plata: a Rujano le han formado una corte parecida a la de Fran Pérez y Rojas para Piti. Ahora sólo falta que fichen a Mosquera y David Blanco para que Pereiro se sienta como en casa.
No acaba ahí el desatino. Como ya se comentó en este blog, Neil Stephens se sentará en el coche de equipo en calidad de director. El amigo íntimo de Saiz, el hombre que acogió en su casa y euskaldinizó a Allan Davis a petición del inventor del descanso activo (y perforado), obtiene un puesto de relevancia en una estructura que sólo conocía de pedir botes de agua cuando era corredor. ¡Que divertida va a ser la próxima temporada! ¡Los buenos aficionados todavía esperamos un homenaje de toda la plantilla a Marco Fertonani, injustamente condenado por dopaje!.
Y eso por no hablar de Piti, el de 1´5 millones de ficha y ninguna victoria ProTour.
Cuando un equipo está perdido, se nota en eso y en otras cosas. Su corredor más prometedor, el citado Efimkin, se va al Ag2R. Renuevan a Pereiro, un corredor que puede aspirar a ganar el Circuito de Alcoy o la Bajada del Moncayo. L.L no toma la salida en ninguna de las grandes. ¿Cúal es el plan de futuro de este equipo?. Si tenemos que ceñirnos a sus fichajes, ahondar más en sus calamidades.
Hace unas semanas los aficionados se frotaban los ojos ante la noticia del fichaje de Rujano. Aquí lo ven retratado en la última ocasión que se le vió delante en una carrera: fue en el Giro 2006, en la etapa del San Carlo, cuando tras atacar y subir con los mejores el puerto, abandonó en pleno descenso a meta alegando que "tenía frío". Por supuesto, ya tenía firmado con el Quick Step correr el Tour. Su actitud, impropia de un profesional, debería servirle para no volver a fichar jamás por ningún equipo serio. Ficha por el Caisse d´Epargne. Saquen las conclusiones.
La trayectoria de este ciclista, y permitan que me ponga una medalla, estaba telegrafiada desde mucho antes. Se reveló en el Giro 2005, donde su equipo corrió con gasolina extra: ahí están las dos etapas seguidas de Parra jr, que jamás tuvieron continuidad ni precedente. O el rendimiento del venezolano, que tampoco tuvo jamás continuidad alguna. Con un cuerpo y una postura imposible en contrarreloj, mantenía el tipo en la disciplina. Al año siguiente el Selle Italia, el equipo con el que realizó el butrón de 2005, intentó repetir la jugada con el nonagenario Belli, que llegó a estar cerca del podio mediada la carrera. Como aquello ya era un cantazo, abandonó la carrera a sugerencia de la organización, poco después de Rujano. Este año no fueron ni invitados, para gran disgusto del patrón Gianni Savio.
¿Y que fue de Rujano? Pues fue al Tour 2006. No hizo nada. A final de temporada fue despedido del equipo, poco adecuado para un corredor de sus características, aunque no de sus prácticas. Fichó para 2007 con el Unibet, donde tampoco hizo absolutamente nada. Y ahora le viene el rescate por medio de un equipo que, hay que reconocerlo, siempre ha sido muy disciplinado. Para que Rujano se sienta cómodo, le han fichado a dos colombianos. Si, el es venezolano, pero de la zona de los Andes, y las diferencias con los colombianos hay que buscarlas en el pasaporte.
De los dos lugartenientes fichados destaca Urán, un joven de 20 años que este año ganó una etapa en Suiza (también con el Unibet) resolviendo magistralmente una fuga y que anda contra el reloj (hubiese ganado el sector de la Eibarresa de no ser por el vendaval de viento que paralizó la prueba). El otro es Marlon Pérez, veterano de 31 años y no especialmente ducho en ninguna disciplina. Por decirlo en plata: a Rujano le han formado una corte parecida a la de Fran Pérez y Rojas para Piti. Ahora sólo falta que fichen a Mosquera y David Blanco para que Pereiro se sienta como en casa.
No acaba ahí el desatino. Como ya se comentó en este blog, Neil Stephens se sentará en el coche de equipo en calidad de director. El amigo íntimo de Saiz, el hombre que acogió en su casa y euskaldinizó a Allan Davis a petición del inventor del descanso activo (y perforado), obtiene un puesto de relevancia en una estructura que sólo conocía de pedir botes de agua cuando era corredor. ¡Que divertida va a ser la próxima temporada! ¡Los buenos aficionados todavía esperamos un homenaje de toda la plantilla a Marco Fertonani, injustamente condenado por dopaje!.
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Una entrevista muy interesante. A pesar del laconismo de castellano viejo, dice varias cosas rlevantes. Como que, cuando le comunicaron su positivo, se encontraba pensando en la temporada siguiente: claro, así aparece en la lista de la compra (y la previsión de ingresos) de Eufemiano para 2006; que compartía habitación con Contador, al que se le veía que "genéticamente" iba a ser muy bueno; pero lo mejor de todo es la foto.
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13 noviembre, 2007
Cambiando de collar
Conviene leer este antiguo post de marzo de 2007, la última vez que el otrora prestigioso periodistas Carlos Arribas entrevistó a Lissavetzky, Secretario de Estado para el Deporte. Por aquel entonces, con la temporada germinando y los múltiples Koldos, Birillos y Gokus en un tris de saber si correrían o no, necesitaban una señal.
El muñidor por excelencia del paz, piedad y perdón para los implicados en la Operación Puerto, el propagador de la gracieta chocha de Echavarri de llamar talibanes a los que nos negamos a aceptar que hay que convivir con el dopaje y con un ciclista que debuta en el Tour ganando la reina de montaña, ese, es el mismo que acababa esa entrevista de marzo con esta cuestión: "sería paradójico que este caso fuera su tumba -tal cual, ojo- , un castigo a la política de tolerancia cero".
Han pasado unos cuantos meses y el político de las gafas típicas de estar blandiendo el Libro Rojo en alguna manifestación en torno a 1972 no le guarda rencor. A pesar de haberle mentado la tumba. Así es la vida. El casus intervistae viene propiciado por una reunión de alto postín en Madrid, la III Conferencia Mundial sobre Dopaje. El titular, y disculpen el vocabulario, acojona de entrada: "Hay que empezar a hablar más de salud que de dopaje". Cómanlo con gachas y abundante gaseosa, que el tránsito intestinal se presenta complicado: es lo mismo que decía Eufemiano Fuentes. Pero lo mismo, mismo. Que él no dopaba, que cuidaba que sus clientes/pacientes (curiosa confusión terminológica que no se justifica por su origen insular) no cayesen enfermos, que el ciclismo es muy duro y hay que estar encima....
De entrada, el directo competidor con Rosa Regás en busca del nada prestigioso premio de "Peor nombramiento de la legislatura", dice que hay que cambiar el modelo de lucha contra el dopaje. Para que se respeten los derechos fundamentales. Y cita el caso Kashechkin, que no sabía que fuese un caso: se le pilló con sangre de otro en un control fuera de la competición, es irrelevante que estuviese de vacaciones o no. Pero lo cita: algo le habrá visto. El, por su cuenta, porque como el periodista se encarga de recordar, la cacareada Ley de Dopaje, que va para un año de antigüedad, no se ha aplicado nunca. Ni parece que vaya a serlo, porque los ciclistas siguen acudiendo en masa a Girona, que a día de hoy sigue formando parte de España, pero que a nivel jurídico debe estar en un limbo de difícil acceso para la fiscalía y las fuerzas de seguridad.
Hablan de la muerte súbita. Ojo, es una entrevista de dopaje. Pero le pregunta por la muerte súbita. No hace falta leer entre líneas. Lo mejor viene en la respuesta: el socialista de la FSM le responde citando a ¡Gómez Noya!, el triatleta gallego cuya enfermedad cardíaca fue revelada por el propio Arribas, para gran disgusto del candidato a medalla en Pekín. Candidato igual que lo fue el otro gallego que es la leche (por el patrocinador, no se crean), y que desde su extraño hundimiento en Atenas no ha vuelto a levantar cabeza. Ni siquiera respondía al teléfono allá por mayo de 2006.
Arribas concluye su entrevista, tras dejar bien claro su cambio de collar respecto a la precedente de mayo, con esta soberana pregunta, propia de El Tomate, El caso o de una dinámica de grupos para entrar de cajero en un supermercado: "¿Qué pasaría si a un español le diera un ataque en Pekín?". Hombre, ¡qué mala memoria!. Ya hay españoles que han tenido ataques (¡qué término más curioso, que en ciclismo se utiliza para otra cosa! ¡Pero con que franqueza lo utiliza el periodista y que pocos problemas de comprensión ofrece para el político!), concretamente Manzano en el Tour de 2003. Sí, el mismo al que debemos la Operación Puerto y conocer la punta del iceberg del dopaje contemporáneo. Pero sujeténse, que aquí viene la respuesta.
"No conozco en España ningún caso de un deportista de alto nivel que haya fallecido por estas causas. Hay controles y la gente sabe cómo tiene las cosas. Una persona con el corazón hipertrofiado va a ser difícil que se clasifique para correr la maratón. Bueno, esto es una opinión muy personal. Hay que avanzar mucho más en el tema salud-deporte, que será un objetivo en la próxima legislatura. Yo seguiré aplicando el principio de tolerancia cero con el dopaje, pero me gustaría que se empezara a hablar más de salud que de dopaje." Hombre, a la primera afirmación es una necedad: dice "en España", no español. Habrá que recordarle a Alessio Galetti, fallecido en la Subida al Naranco de 2005, y del que nunca se supo la autopsia. ¡Que un hombre de la memoria de Lissavetzky no se acuerde de eso! ¡Y ya era Secretario de Estado para el deporte!. En fin. Saquen ustedes mismos las conclusiones. "Hay controles y la gente sabe como tiene las cosas". ¿Harry Callaham? No, Lissavetzky. "Una persona con el corazón hipertrofiado va a ser difícil que se clasifique para correr la maratón": claro, como el paisano madrileño medallista en Helsinki 94 que después murió por un asuntillo de quítame allá esas pajas cardíaco, con 38 años y después de haberse clasificado para varias Olimpiadas. Se autoenmenda: "Bueno, esto es una opinión muy personal".
Como todo, Jaime, como todo.
El muñidor por excelencia del paz, piedad y perdón para los implicados en la Operación Puerto, el propagador de la gracieta chocha de Echavarri de llamar talibanes a los que nos negamos a aceptar que hay que convivir con el dopaje y con un ciclista que debuta en el Tour ganando la reina de montaña, ese, es el mismo que acababa esa entrevista de marzo con esta cuestión: "sería paradójico que este caso fuera su tumba -tal cual, ojo- , un castigo a la política de tolerancia cero".
Han pasado unos cuantos meses y el político de las gafas típicas de estar blandiendo el Libro Rojo en alguna manifestación en torno a 1972 no le guarda rencor. A pesar de haberle mentado la tumba. Así es la vida. El casus intervistae viene propiciado por una reunión de alto postín en Madrid, la III Conferencia Mundial sobre Dopaje. El titular, y disculpen el vocabulario, acojona de entrada: "Hay que empezar a hablar más de salud que de dopaje". Cómanlo con gachas y abundante gaseosa, que el tránsito intestinal se presenta complicado: es lo mismo que decía Eufemiano Fuentes. Pero lo mismo, mismo. Que él no dopaba, que cuidaba que sus clientes/pacientes (curiosa confusión terminológica que no se justifica por su origen insular) no cayesen enfermos, que el ciclismo es muy duro y hay que estar encima....
De entrada, el directo competidor con Rosa Regás en busca del nada prestigioso premio de "Peor nombramiento de la legislatura", dice que hay que cambiar el modelo de lucha contra el dopaje. Para que se respeten los derechos fundamentales. Y cita el caso Kashechkin, que no sabía que fuese un caso: se le pilló con sangre de otro en un control fuera de la competición, es irrelevante que estuviese de vacaciones o no. Pero lo cita: algo le habrá visto. El, por su cuenta, porque como el periodista se encarga de recordar, la cacareada Ley de Dopaje, que va para un año de antigüedad, no se ha aplicado nunca. Ni parece que vaya a serlo, porque los ciclistas siguen acudiendo en masa a Girona, que a día de hoy sigue formando parte de España, pero que a nivel jurídico debe estar en un limbo de difícil acceso para la fiscalía y las fuerzas de seguridad.
Hablan de la muerte súbita. Ojo, es una entrevista de dopaje. Pero le pregunta por la muerte súbita. No hace falta leer entre líneas. Lo mejor viene en la respuesta: el socialista de la FSM le responde citando a ¡Gómez Noya!, el triatleta gallego cuya enfermedad cardíaca fue revelada por el propio Arribas, para gran disgusto del candidato a medalla en Pekín. Candidato igual que lo fue el otro gallego que es la leche (por el patrocinador, no se crean), y que desde su extraño hundimiento en Atenas no ha vuelto a levantar cabeza. Ni siquiera respondía al teléfono allá por mayo de 2006.
Arribas concluye su entrevista, tras dejar bien claro su cambio de collar respecto a la precedente de mayo, con esta soberana pregunta, propia de El Tomate, El caso o de una dinámica de grupos para entrar de cajero en un supermercado: "¿Qué pasaría si a un español le diera un ataque en Pekín?". Hombre, ¡qué mala memoria!. Ya hay españoles que han tenido ataques (¡qué término más curioso, que en ciclismo se utiliza para otra cosa! ¡Pero con que franqueza lo utiliza el periodista y que pocos problemas de comprensión ofrece para el político!), concretamente Manzano en el Tour de 2003. Sí, el mismo al que debemos la Operación Puerto y conocer la punta del iceberg del dopaje contemporáneo. Pero sujeténse, que aquí viene la respuesta.
"No conozco en España ningún caso de un deportista de alto nivel que haya fallecido por estas causas. Hay controles y la gente sabe cómo tiene las cosas. Una persona con el corazón hipertrofiado va a ser difícil que se clasifique para correr la maratón. Bueno, esto es una opinión muy personal. Hay que avanzar mucho más en el tema salud-deporte, que será un objetivo en la próxima legislatura. Yo seguiré aplicando el principio de tolerancia cero con el dopaje, pero me gustaría que se empezara a hablar más de salud que de dopaje." Hombre, a la primera afirmación es una necedad: dice "en España", no español. Habrá que recordarle a Alessio Galetti, fallecido en la Subida al Naranco de 2005, y del que nunca se supo la autopsia. ¡Que un hombre de la memoria de Lissavetzky no se acuerde de eso! ¡Y ya era Secretario de Estado para el deporte!. En fin. Saquen ustedes mismos las conclusiones. "Hay controles y la gente sabe como tiene las cosas". ¿Harry Callaham? No, Lissavetzky. "Una persona con el corazón hipertrofiado va a ser difícil que se clasifique para correr la maratón": claro, como el paisano madrileño medallista en Helsinki 94 que después murió por un asuntillo de quítame allá esas pajas cardíaco, con 38 años y después de haberse clasificado para varias Olimpiadas. Se autoenmenda: "Bueno, esto es una opinión muy personal".
Como todo, Jaime, como todo.
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12 noviembre, 2007
Los amigos de Heras
Aquí cada uno lava sus distintas responsa
bilidades con diferentes detergentes. Unos a mano, frotando bien; otros centrifugando, a ver si así salpican a cuantos más, mejor; y otros más, con buenos chorretones de lejía, de tal manera que todo queda descolorido y es difícil recordar la tonalidad inicial.
Roberto Heras, primer corredor desposeído de una gran vuelta por etapas en 25 años, cuya trayectoria deportiva no resiste la más mínima aproximación lógica -y no sólo por los equipos en los que ha militado-, cumple sanción en febrero de 2008. Tras un año y medio de silencio tras su positivo en la Vuelta 2005, salió del arcón en el que se encerraba, a la manera de Christopher Lee, con una serie de cinco artículos en La Vanguardia. Algo debió salir mal, porque no tuvo continuidad y, desde hace un tiempo, cada nueva aparación/entrevista del bejarano era presentada, invariablemente, como "rompe su silencio".
Últimamente se dedicaba a cacarear su retorno, que con 34 años mantenía las ilusiones, que tenía varias ofertas pero que no iba a correr por "dos perras". Visto lo visto, más parecía una operación para ponerse en el mercado que otra cosa. Y en esto sobreviene lo que ayer apareció en El País. Firmado por C.A, y con el descriptivo titular de "Heras anuncia que no volverá a la bici tras cumplir su sanción por dopaje", el campeón de tres Vueltas a España conquistadas ante Casero (¡ay!), Nozal (¡ay!) y Santi Pérez (¡ay!) no merece más que un recuadro que no llega a una sexta parte de una página. La foto que complementa la noticia tampoco es muy favorecedora.
Sin embargo, no es eso lo más importante. Heras anuncia su decisión en A vivir, que son dos días, el magazín de la mañana de los fines de semana en la SER. No es casual, no. Heras, transplantado desde hace muchos años a Girona, se confiesa ante la antiguamente conocida como la voz de Pujol, Angels Barceló, visto que la periodista había sido, durante nueve años, la presentadora de las noticias de TV3. Heras se siente cómodo en Cataluña, con los catalanes. De ahí su especial relación con Xabier G. Luque, que incluso le ofrece la opción de escribir una columna estando sancionado por doparse con EPO. No les extrañe que acabe bailando sardanas.
"Viendo como está el mundo del ciclismo, las divisiones entre sus estamentos y el mal ambiente, no creo que me apetezca mucho seguir. Lo más seguro es que lo deje". Mentiroso hasta la tumba. Lo dejas porque no hay nadie que te vaya a fichar por más de cuatro duros. Y menos con tu historial. Pero como esto es una batalla perdida -que un dopado sancionado reconozca sus culpas-, no voy a abundar más en ello. Es mucho más divertido lo que Carlos Arribas utiliza como cierre. La lejía de la que les hablaba más arriba.
"La credibilidad del escalador bejarano quedó, sin embargo, en entredicho durante la Operación Puerto, cuando una ficha de planificación dopante con su nombre fue hallada entre los papeles que Eufemiano Fuentes conservaba de los corredores del Liberty Seguros, el equipo de Manolo Saiz". ¡Qué hipocresía!. El propio Arribas publicó esa plantilla en sus días de orgía informativa, pero se preocupó muy mucho de que tachar el nombre de Heras. Quien publicó la ficha con el nombre sin tachar fue Interviú. ¿Por qué esta ficha junto con la de Hamilton y Pantani? Porque estaban ya sancionados o muertos. Por contra, las fichas de A.C (las iniciales de Arribas al revés, será por eso) desaparecieron, igual que otras muchas que no se consideraron informativamente relevantes. ¡Y todavía habla de "credibilidad en entredicho"! ¡La suya y la tuya!
***
Los medios españoles han escrito el pasado fin de semana, por primera vez, del caso Sinkewitz. Los titulares bailan al mismo ritmo: el alemán confiesa que se dopó. Pues precisamente no era de eso de lo que trataba la entrevista a Der Spiegel.
***
Esta es la viva imagen del patetismo y la necedad. Don Desmayos se va a Curaçao a la francachela de la UCI y entra en meta con el mismo gesto de los Pirineos. Con tanto pistolero en el pelotón, en situaciones tan diversas, ¡cualquier día dan al espectador!.
***
Estos errores pasan, aviso a navegantes.
bilidades con diferentes detergentes. Unos a mano, frotando bien; otros centrifugando, a ver si así salpican a cuantos más, mejor; y otros más, con buenos chorretones de lejía, de tal manera que todo queda descolorido y es difícil recordar la tonalidad inicial.
Roberto Heras, primer corredor desposeído de una gran vuelta por etapas en 25 años, cuya trayectoria deportiva no resiste la más mínima aproximación lógica -y no sólo por los equipos en los que ha militado-, cumple sanción en febrero de 2008. Tras un año y medio de silencio tras su positivo en la Vuelta 2005, salió del arcón en el que se encerraba, a la manera de Christopher Lee, con una serie de cinco artículos en La Vanguardia. Algo debió salir mal, porque no tuvo continuidad y, desde hace un tiempo, cada nueva aparación/entrevista del bejarano era presentada, invariablemente, como "rompe su silencio".
Últimamente se dedicaba a cacarear su retorno, que con 34 años mantenía las ilusiones, que tenía varias ofertas pero que no iba a correr por "dos perras". Visto lo visto, más parecía una operación para ponerse en el mercado que otra cosa. Y en esto sobreviene lo que ayer apareció en El País. Firmado por C.A, y con el descriptivo titular de "Heras anuncia que no volverá a la bici tras cumplir su sanción por dopaje", el campeón de tres Vueltas a España conquistadas ante Casero (¡ay!), Nozal (¡ay!) y Santi Pérez (¡ay!) no merece más que un recuadro que no llega a una sexta parte de una página. La foto que complementa la noticia tampoco es muy favorecedora.
Sin embargo, no es eso lo más importante. Heras anuncia su decisión en A vivir, que son dos días, el magazín de la mañana de los fines de semana en la SER. No es casual, no. Heras, transplantado desde hace muchos años a Girona, se confiesa ante la antiguamente conocida como la voz de Pujol, Angels Barceló, visto que la periodista había sido, durante nueve años, la presentadora de las noticias de TV3. Heras se siente cómodo en Cataluña, con los catalanes. De ahí su especial relación con Xabier G. Luque, que incluso le ofrece la opción de escribir una columna estando sancionado por doparse con EPO. No les extrañe que acabe bailando sardanas.
"Viendo como está el mundo del ciclismo, las divisiones entre sus estamentos y el mal ambiente, no creo que me apetezca mucho seguir. Lo más seguro es que lo deje". Mentiroso hasta la tumba. Lo dejas porque no hay nadie que te vaya a fichar por más de cuatro duros. Y menos con tu historial. Pero como esto es una batalla perdida -que un dopado sancionado reconozca sus culpas-, no voy a abundar más en ello. Es mucho más divertido lo que Carlos Arribas utiliza como cierre. La lejía de la que les hablaba más arriba.
"La credibilidad del escalador bejarano quedó, sin embargo, en entredicho durante la Operación Puerto, cuando una ficha de planificación dopante con su nombre fue hallada entre los papeles que Eufemiano Fuentes conservaba de los corredores del Liberty Seguros, el equipo de Manolo Saiz". ¡Qué hipocresía!. El propio Arribas publicó esa plantilla en sus días de orgía informativa, pero se preocupó muy mucho de que tachar el nombre de Heras. Quien publicó la ficha con el nombre sin tachar fue Interviú. ¿Por qué esta ficha junto con la de Hamilton y Pantani? Porque estaban ya sancionados o muertos. Por contra, las fichas de A.C (las iniciales de Arribas al revés, será por eso) desaparecieron, igual que otras muchas que no se consideraron informativamente relevantes. ¡Y todavía habla de "credibilidad en entredicho"! ¡La suya y la tuya!
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Los medios españoles han escrito el pasado fin de semana, por primera vez, del caso Sinkewitz. Los titulares bailan al mismo ritmo: el alemán confiesa que se dopó. Pues precisamente no era de eso de lo que trataba la entrevista a Der Spiegel.
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Esta es la viva imagen del patetismo y la necedad. Don Desmayos se va a Curaçao a la francachela de la UCI y entra en meta con el mismo gesto de los Pirineos. Con tanto pistolero en el pelotón, en situaciones tan diversas, ¡cualquier día dan al espectador!.
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Estos errores pasan, aviso a navegantes.
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