La estrategia común es decir que, con la moderna alimentación ("bocadillos de diseño"), la ciencia aplicada y demás fruslerías, los ciclistas consiguen los mismos rendimientos -y ahi están las medias de las grandes vueltas, etapas de montaña y clásicas- que en los famosos tiempos de la barra libre. Que nadie se lleve a engaño: el rendimiento del Geox en la Vuelta, o el del Europcar en el Tour son perfectamente compatibles con la pulcritud.
Aunque no sea explícito, el discurso general es el de que los ciclistas han cambiado y todo eso. Por ejemplo, ahí está la epopeya de Tondo, que denunció a unos camellos que le habían ofrecido mandanga, cumpliendo uno de los sueños que tenía Lissavetzky allá por el 2005: "ya hay deportistas que están denunciando a esos traficantes", mucho más deseo que realidad.
Pero no nos quedemos en el ejemplo nacional, ese mismo que nos arroja la sanción a Sevilla ¡trece meses! después de su positivo, por sólo seis meses, y justo cuando acaba la temporada, para que el simpático corredor manchego no padezca mucho, porque se tiende a pensar que ya ha pagado suficiente, cuando todavía tiene pendiente lo de la Operación Puerto. Sí, están en lo cierto: se retirarán todos de viejos y les llegarán las sanciones.
En la UCI, que nominalmente lleva el rumbo del ciclismo y de la lucha antidoping (aunque después pueda llegar a acuerdos ocultos con el número uno del mundo en cuestiones como un positivo por clembuterol) tienen la fórmula perfecta para acabar con el problema del dopaje. No hay controles, no hay dopaje. Y tenga bien presente que este año el pasaporte biológico no ha producido ningún resultado. Ni uno.
La tendencia ya estaba marcada en 2010. Según la memoria oficial de la UCI (pág 178), el número de controles antidoping en sus áreas de competencia ¡cayeron un 17%! respecto a las cifras de 2009. Da miedo pensar en las cifras de esta temporada 2011, pero seguro que no mejoran. Más interés incluso tiene el desglose de los tipos de positivos, en la siguiente página.
Resulta que el único "whereabout faillure" de ¡toda la temporada 2010! debe ser el de Alex Rasmussen, que sin embargo ha afirmado que en esa temporada tuvo dos. A lo mejor se perdió por ahí hasta que la Federación Danesa la recuperó para evitar un espanto en el reciente Mundial de Copenhague. En todo caso, no dejen de observar la sorprendente cifra de que en todo ese año no hubo ni "missing test". De nuevo el pobre Rasmussen tiene uno (probablemente el único, ya verán) de todo 2011.
Dirán que la caída del 17% en tests (bueno, ya lo dice el informe: la caída es porque en 2009 hubo muchísimos) es por falta de financiación, la crisis y las tormentas solares, pero el dato que escama es el de ese "antidoping barato", que es los corredores que se saltan controles, o que no están donde dicen que van a estar. Ya ven que pocos se equivocan a la hora de dar al botón "envío", y eso que pueden tener dos errores. Pues ni uno.
Así también se consigue reducir el número de positivos. No hay controles, o los controles que se dicen funcionan así, y no hay dopaje. Y recuerden que Kolobnev fue cazado porque los controles en el Tour los llevaba la Agencia Francesa. En cuanto a Rasmussen, su historia tiene mucha más miga de la que nos ha contado: debe ser el único corredor olvidadizo del pelotón. Para el que se lo quiera creer, claro.
***
El Giro se presenta a mitad de octubre -tras el Lombardía-, pero ya se van sabiendo las indiscreciones típicas. Tras la excursión recaudatoria a Dinamarca, habrá un final en el sur (Campitello Matese), otro en los Apeninos (Abetone, no se sube desde la exhibición hemodruida de Casagrande en 2000), Mortirolo por una nueva vertiente, y Stelvio. Dicen que en la misma etapa, y que alcanzaría en total los 5.900 metros de desnivel...
***
Y en el Tour, el Grand Colombier, todo un acierto.
***
Prácticamente un milagro: el primer responsable político que dice algo del estilo. Le lloverán palos de todas partes, pero ya era hora. Yo pienso que cada vez que el Niño Jesús oye la palabra "Copa América" llora.
***
Relacionado con lo anterior, yo propongo que sea una Fundación. Y que una vez pasado el evento continue, para que las buenas energías no se queden ahí y tengan proyección de futuro. Fíjense lo que ya se ha conseguido con el representante de la inexistente oposición municipal: "surgió un acercamiento “personal y humano” con el alcalde". Nada menos. Aqui incluso se habla de "roce". El siguiente paso será el cariño, o directamente el amancebamiento.