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30 septiembre, 2007

Pepito cogió su fusil

La foto del Mundial 2007, reducido al instante de la victoria, es la de Paolo Bettini fusilando tres veces al entrar en meta. Pim, pam, pum. Pieza abatida. Mundial a la buchaca, y van dos, convirtiendo su palmarés personal en uno de los más ricos de la historia del ciclismo. Felicidades. Siempre se negó a firmar el compromiso de la UCI, ha sido uno de los adalidades de la revuelta y, en el podio, se ha negado a saludar a McQuaid en el momento de la entrega del arcoiris. Un Mundial parido entre dolores, con forceps final, no merecía otro ganador que Bettini.

La carrera la mereció Italia. Tirando desde un primer momento, con un Bertolini de 35 años corriendo como si tuviese 27, o un Cunego gregario mejor que de capitán, los italianos han demostrado tener la mejor selección. España parecía que estaba corriendo bien, sin gastar ningún corredor -a pesar de lo cual abandonaron Flecha y Florencia, que nunca tuvieron que ser convocados-, pero en las dos vueltas finales, las decisivas, se vieron todas las flaquezas de una selección que dista mucho de ser la de 2004 o 2005, cuando se plantaban en el último km. cinco corredores rojigualdas, a cada cual más robótico.

Ahí, a dos vueltas del final, Rebellin se ha ido con Kolobnev, un Sputnik ruso que ha sido plata, como si no le hubiese pesado una fuga en la que llevó la mayor parte del peso. Han alcanzado 35" ante la anomía de la selección española, que ni siquiera en ese momento se ha dignado a tirar. Era un absurdo. Un montón de corredores en el grupo, y a ver los toros desde la barrera. ¿La razón? La conocimos poco después. Pusieron a tirar a cuatro corredores, y al siguiente plano ya solo quedaba uno: el Triki, no precisamente un portento en cuanto a fisionomía y planta de persecución. Sastre duró lo que dura una piruleta en un colegio. Y eso por no hablar de Barredo. Un desastre.

Así las cosas, y con el cartón-piedra nacional desvelado, sólo faltó desvelar a las estrellas. Samuel Sánchez, una calamidad de dimensiones gigantescas, se movió en la subida más dura. El plano no ofrece dudas: aunque está fuera del alcance del objetivo, se ve a Bettini y Schumacher observando por el rabillo el movimiento del corredor del Euskaltel -hoy no ha corrido con su selección-, y en medio Freire bufando y rezando porque no fuese a más aquella carnicería. Mala suerte. Los dos gallos se fueron con el asturiano, también otros diez corredores, y ahí se acabó el Mundial para el máximo favorito. Un Freire 100% hubiese podido seguir el ritmo, es cierto, pero también es cierto que ha ganado el sprint del grupo con una pierna. 14º final, pero seguramente un puesto mucho más alto de no haber visto como un compañero de selección -o de lo que fuese- lanzaba gasolina al pequeño incendio de Kolobnev y Rebellin.

No se acabó ahí el desaguisado del carbayón. En el descenso se puso delante, a marcar el ritmo, cuando el grupo todavía estaba a 10". Fue la última vez que se le vió delante. Imagino a Antequera rebuznando por el micrófono. Al mismo tiempo, la selección tirando por detrás con...Valverde, que después, muy poco después, iba cerrando el pelotón. Y ahí se acabó la selección española, hoy más italiana que nunca. Samuel Sánchez, el de "me voy a jugar mis posibilidades", ni vió el ataque decisivo de Bettini, continuando una acción de Kolobnev. Se fueron cinco para meta, incluyendo al local Schumacher y los auténticos cojos al sprint Schleck y Evans.

Todos tirando muy ordenados y bien azuzados por Bettini. Detrás iban dos holandeses -Dekker y Boogerd- tirando por Kroon, y el futuro bicampeón del Mundo estuvo más tiempo gritando a sus dos mulos que tirando. En eso también es grande, además de en ofrecer maletines y llorar ante la cámara. Dicho en plata: llevaron a Bettini en volandas a la meta, todo sea por la gloria pasajera de hacer cuarto y quinto, los puestos que tenían asignados, de partida, el luxemburgués y el australiano. Por cierto, bellísimos los planos del grupo con Australia tirando, en sustitución de España, para Davis. Y es que hasta en su propia selección sabían que Evans viajaba de maleta.

El sprint no tuvo color. Salió Kolobnev y Bettini le metió una bicicleta de diferencia. Empezó a disparar su fusil imaginario antes de cruzar la línea de meta. El título de este post está basado en la inmortal novela pacifista Johnny cogió su fusil, de Dalton Trumbo. Johnny es un soldado que pierde en la I Guerra Mundial brazos y piernas. También el habla y el oído. La vista. Sólo le queda pensar. Bettini ha ganado el Campeonato del Mundo. Mañana, todos ciegos y sordomudos ante una nueva exhibición de Pepito sobre la bicicleta. El público alemán no lo fue: abucheos en el podio, un sonoro buuuuuuuuuuhhhhhhhhhhh que el italiano agradeció con una reverencia. Antes, había vuelto a disparar desde el podio. ¿A quién? Al ciclismo, sin duda.

28 septiembre, 2007

Siempre nos quedará el Mundial

El domingo hay Mundial, pero lo de menos es la carrera. Corredores cuestionados -¡anda que no ha habido tiempo para hacerlo antes!-, periodistas subidos en la loma de la locura, el mismo periódico con titulares como éste, y el aficionado dando bostezos. Pero yo voy a hablar del Mundial, a pesar de lo poco prometedor del circuito. Otros años comíamos la zanahoria de "este año hay Mundial", y al final era una chifladura de 14 larguísimas vueltas a un circuito insulso, pero vendido como "selectivo". Este año ni eso. Nadie dice que sea duro, y la mayor emoción estriba en saber si lloverá o no.

Muy similar al circuito de 1991, el del sprint de Bugno sobre Rooks e Induráin, lo que antes marcaba diferencia se ha convertido, en el arco de 16 años y la revolución científico-farmacológica del EPO, en una serie de toboganes de sube y baja. Dos subidas duras en la primera parte, largo descenso, y después un interesante sprint en una cuesta creciente, que alcanza casi el 3% en meta. Va a ser lo más divertido, porque muchos corredores van a petar cuando crean que están luchando por las medallas. ¿Escapadas? Prácticamente imposibles, salvo acción de algún agraviado (Rebellin, Valverde) que decida saltarse la estrategia de equipo.

Así las cosas, el máximo favorito, y no puede ser de otra manera, es Oscar Freire. Mr. Mundial no acude a su carrera favorita desde hace dos años. La última vez que se le vió ganó, gracias al trabajo fundamental de una selección de cyborgs. Llega en un estado de forma bueno, pero quizás algo cargado por una temporada en la que ha competido como pocas en su carrera deportiva. En todo caso, con Freire ya es una buena noticia que pueda salir a disputar. Y todo lo que saque será bueno, sea oro, plata, bronce o lo que quiera. El ya ha ganado la San Remo este año.

En un segundo escalón están Bettini (si puede salir, tiene un ataque de agrafía que le impide firmar) y Samuel Sánchez. En gran estado de forma en la Vuelta, el primero tiene la díficil misión de igualar a Bugno (único italiano que ha ganado el Mundial dos años seguidos) y el segundo, la no menos difícil misión de pensar en el equipo y no en su lucimiento personal. Ya saben: entrar en meta haciendo estiramientos, hacer muecas simiescas a la cámara, desplomarse delante de los periodistas, decir que buscará "sus opciones", etc. Sin embargo, sabe ganar. Es el máximo favorito en caso de lluvia.

En un nivel inferior están todos los otros buenos corredores que vienen a Stuttgart y son ganadores. Zabel, al que le puede pesar la edad; Valverde, por su propia idiosincracia; Pozzato, peligrosísimo al sprint por las características del mismo; Ballan, al que no se puede dejar ni un metro....¿Posibles sorpresas? Schumacher intentará ganar, y no necesariamente escapado. Ha ido a más en la Vuelta y vale el mismo diagnóstico que con Ballan; Kroon, otro que en la Vuelta estuvo muy bien; Gilbert, al que el objetivo le viene un poco grande, pero ya estuvo jugándose la San Remo y es el jefe de filas belga; Davis, con Australia para él...En fin, disfruten del Mundial.
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DiLuca fuera del Mundial por la investigación Oil for drugs. Al menos Ballerini podrá utilizar uno de los dos reservas que siempre lleva la selección, para goce de los lectores de Bicisport. La apergaminada revista italiana siempre dedica una pequeña columna a los que se que quedan definitivamente sin correr, con indicaciones tan näif como: ha fatto un´ottimo lavoro di squadra, anche se non ha corso. Frases como esta, digna de un tratamiento metalingüístico, sirven para conocer a qué iban tradicionalmente los reservas: a contar chistes, dar palmas, repartir botellines o hacer de palomos mensajeros.
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Clasicómano Luigi, de nuevo Campeón del Mundo CRI. Luis León Sánchez, en el puesto 46 a 5´07" de la locomotora de Berna. Con lo bien que había empezado la temporada en Niza, y mira donde ha llegado....
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El Tour Down Under australiano entra en el circuito ProTour a partir del próximo año, para goce de todos los que preparan la temporada en enero en las antípodas. ¡Ay, porque ya no está el Liberty, que si no sus jóvenes iban a arrasar como en 2005!. El resto del desaguisado ya se lo explican en los periódicos, pero básicamente se resume en que las grandes vueltas salen fuera, y con ellas sus carreras aledañas con las que comparten organizador.

27 septiembre, 2007

Correrá, pero no convencerá

Los valverdistas, plaga ciclista por excelencia, están de enhorabuena. Por decisión del TAS, su figura podrá competir con los colores de la bandera española en el Campeonato del Mundo del domingo. Podrá así exhibir sus dotes para el ciclismo, las mismas que auguran un buen Mundial, a pesar de que no compite desde hace un mes en el GP de Plouay.

La gente que le planifica sabrá perfectamente lo que puede rendir su estrella. Así, en el año 2005 fue plata en Madrid tras andar escapado dos veces en los últimos 50 kms. Y venía de estar sin competir desde el Tour de Francia. Tuvo algunos problemas para seguir el ritmo del pelotón en las primeras vueltas, pero ya se sabe: la falta del ritmo de competición.

No se sabe que pasará el domingo, pero para rendir bien en el Mundial hay que correr la Vuelta. Lo saben Freire, Boonen y Bettini, los últimos campeones. Pero con Valverde es todo posible. Hasta que evite pasar una prueba de ADN. Que se movilicen las fuerzas vivas de un país que va de moderno y es, en muchas instancias, cutre y casposo. Y también, también, es posible que gane el Mundial. Yo lo deseo. Tengo ganas de ver a Valverde Campeón del Mundo.

Se lo merece. En 2003 debuta con 265 kms. por primera vez en su vida deportiva y es segundo tras batir en el sprint, pásmense, a Van Petegem y Bettini. En 2004 sexto, tras lanzar el sprint a Freire. En 2005, la comentada plata sin correr en los dos meses previos, y tras pasar una dolorosa lesión de rodilla. En 2006, bronce sin levantarse de la bici, literalmente: ni se levantó para sprintar, de lo bueno que es. Por eso 2007 no puede ser otra cosa que oro y arcoiris para Valverde. Además, sería un desagravio, tras las muchas penalidades y bellaquerías que le han hecho pasar esos que no creen en el ciclismo. Es un hombre hecho para el Mundial. Fabricado, diría.

Remataría así una temporada espectacular en la que no ha ganado en ninguna prueba ProTour. La constante propaganda valverdista pasa por encima de este dato, que es tristísimo: la general de Valencia, crono y general de Murcia, crono de Alcobendas y crono de Burgos. Vamos, una temporada típica de cuando militaba en el Kelme, con el incoveniente de que es el campeón in pectore (e in vena) del ProTour. Repasemos de nuevo el brillante palmarés de esta temporada. A ver: tres cronos y dos generales. ¡Coño, que no ha alzado los brazos ni una vez! ¡Y eso que era un rematador y no se cuantas cosas más!.

Pero ahí lo tienen. Más aguerrido que un Quijote, y con más elementos en común con Alonso Quijano de lo que se piensan, se va a plantar en Stuttgart para ganar. Porque Valverde siempre gana. En la carretera, en los juzgados y en los controles hematológicos. ¡Que gane el arcoiris!. Y a ver si alguien le cuenta lo de la maldición del Campeón del Mundo....

26 septiembre, 2007

Ganar dos Tours el mismo año, perder dos Tours el mismo año

El ciclismo español celebra con alegría la victoria de Oscar Pereiro en la edición 2006 del Tour de Francia. ¿Todos? Hombre, todos no. Y no lo digo por mí, claro: el Marca, en su tradicional política de una vela a Dios y otra al Diablo, no pierde la ocasión para señalar que "hubo errores en los controles antidopaje a Landis", pero eso no es óbice para celebrar la victoria, año y medio después, de un corredor que no se sube al podio de los ganadores desde 2005.

El éxito del gallego, que militaba en Phonak cuando corrían los intachables Botero, Hamilton, Santi Pérez, Santos González, Quique Gutiérrez o Camenzind, es un éxito colectivo del ciclismo español, que ha conseguido dejar en un limbo a parte de los implicados en la Operación Puerto y dejar que otros sigan compitiendo y obteniendo victorias que ni en sus sueños más lúbricos podían imaginar. Y vale tanto para el vencedor de la edición 2006 como para el de la edición 2007. Dos Tours en una misma temporada.

Y como toda moneda tiene su reverso, hay un país que ha perdido dos Tours en el mismo periodo. Se trata de Dinamarca. En junio pierden el Tour de 1996, el de Rijs, el simpático calvo que se pasó por la Vuelta a saludar a su pupilo Sastre; y en julio pierden el casi ya ganado Tour de Rasmussen, por un asunto que, comparado por la Operación Puerto, parece de casa de muñecas. De Ibsen, por citar otro ilustre paisano. Claro, están que trinan. Como todo el ciclismo europeo. Aquí no, aquí de celebraciones hasta el punto que Pereiro exige "una celebración oficial por parte del Tour". Con flores y azafatas, me imagino. Por pedir que no quede.

Mientras tanto, ningún ciclista de los implicados en la Operación Puerto ha pasado un control de ADN. Pero ninguno. La prueba del inocente, convertida en "una intromisión en mi vida privada" o "en la creación de un banco de datos genéticos" (Horrillo dixit) o, ya puestos, en una orgía de jeringuillas y sangrías de vampiros que quieren fusilarnos. La UCI ha puesto en un compromiso a Valverde: que pase la prueba del ADN cotejando el suyo propio con el de la bolsa 18. El murciando ha salido por peteneras. También sus demagogos, que hoy titulan "El caso Valverde inquieta a la UCI". Es un curioso titular, donde se intercambian los roles. Si pasa la prueba del ADN, además de suceder lo que el 100% de la gente sabe (incluyendo a Arribas y al propio Valverde), se crearía un precedente. Y déjate que el triunfante ciclismo español, el de los dos Tours seguidos, no pase a ser como el ciclismo danés, el de los dos Tours perdidos en un mismo año. Esa es la auténtica clave del caso Valverde, y no el Mundial.
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Por fin McQuaid se acuerda de que Bettini Pepito no ha firmado el compromiso de la UCI, algo que se dijo en este blog ya en agosto, en la previa de la Vuelta a Alemania. Un poco tarde, pero bueno, al menos alguien se preguntará cúales son los motivos que llevan al italiano a subirse al monte. Digo yo que alguien se lo preguntará, ¿no?.
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El equipo de la Farmacia ya no corre como antes. No son las derrotas a repetición, es que ya no corren. Fíjense en los delanteros.

25 septiembre, 2007

Transilvania está en España

Ayer hubo marejada en los comentarios de este modestísimo blog. Un provocación ("Menchov sólo ha ganado una Vuelta", tan ridícula que se puede comprobar en cualquier palmarés no confeccionado en Béjar) me dió pie a pensar hasta qué punto se manejan dichos y conceptos de los defensores del dopaje y del "hasta que no hay positivo, no es dopaje". Ya vemos que incluso con positivo no es dopaje. Por cierto: Menchov tiene dos Vueltas.

Desde la Operación Puerto y sus prolegómenos (Manzano y Heras), el ciclismo vive una revolución. Mucho más intensa que el caso Festina, que ya vemos que no sirvió para nada. Sabemos que el dopaje afecta a las estrellas, a los buenos corredores, a los gregarios e incluso a los futuros vendedores de verdura fresca, caso del amigo personal de Valverde que ganó una etapa en la Vuelta 2004. Es una red capilar que se extiende a lo ancho y a lo alto.

Una de las características de la revolución es que tiende a inventar su propio lenguaje. Las categorías conceptuales que servían para la situación previa se agotan, y hay que inventar nuevos términos que definan la nueva realidad, incluso el proceso de cambio. Así, sin irnos muy lejos, el término revolution, de uso exclusivamente astronómico (las veces que giran los astros en torno a su eje), adquiere su significado político actual en torno a la crisis del Antiguo Régimen en 1789. Y con él también burgués, opinión pública, representación, nación, pueblo y otras muchas, que simplemente no existían.

Vayamos a los tiempos felices del ciclismo, esos en los que vivíamos anestesiados. La UCI decidió establecer un sistema de controles sanguíneos para evitar la pandemia de la EPO de finales de los noventa, donde hasta equipos como el Mobilvetta presentaban su formación en carreras de medio pelo con tasas de hematocrito en torno al 55%. Ya saben la historia: fueron cayendo los más grotescos (Abdoujaparov, Chiappucci) y, en 1999, Pantani en Madonna di Campiglio. Se hablaba entonces de vampiros, un término despectivo hacia los inspectores de la UCI que, paradójicamente, sigue teniendo un uso extensivo. Periódicos, televisiones, insospechados aficionados, los propios ciclistas -quienes si no- siguen llamando vampiros a quienes únicamente velan por su salud y por la pureza de la competición.

En esta misma Vuelta se ha visto lo de vampiros por doquier. Como suele pasar en la carrera española, que va directa al abismo de la mano de un Caronte que se llama Antena 3, no ha habido ningún positivo en carrera. Nunca los hay, como tuve ocasión de comentar hace unas semanas. En cambio si hay vampiros, que sacan la sangre de nuestros inocentes corredores. Ya ven que hipocresía: se anuncia la limpieza de la carrera, y al mismo tiempo se insulta a los que lo hacen -en parte- posible. La verdad, no me extraña en un mundo como el del ciclismo. Curándome en salud, en los casi tres años de este blog, jamás he llamado vampiros a los inspectores de la UCI.

Tiene que haber una revolución terminológica en el ciclismo. Sabemos, gracias a la Operación Puerto, que los auténticos vampiros, los que merecen ser llamados con ese término despectivo, trabajan en clínicas hematológicas y pisos francos, rodeados de cajas de cartón y viales usados. Son Merino Batres o Eufemiano Fuentes. Sin embargo, nadie los llama vampiros. Son ellos los que chupan la sangre, la congelan, la reinyectan y, quizás, también viajan a Transilvania. Y los medios siguen insistiendo, erre que erre, en llamar vampiros a un grupo de inspectores que, muchas veces, tienen que andar a las carreras persiguiendo a hombres de negro (otro color vampiresco) o ciclistas que cambian de hotel en mitad de la noche.

Desde aquí propongo el término chupacabras para los inspectores de la UCI. Da en la diana con el cariz grotesco, milenarista e inculto que tiene el ciclismo, además de una figura a medio camino entre la imaginación y la burla, fruto de la desaforada fantasía (realismo mágico, lo llaman algunos) que tienen al otro lado del Atlántico. Ya me imagino los titulares: "Siete equipos pasaron el ataque de los chupacabras antes de la etapa. Todos aptos". Total, que más da. Nunca vemos a los inspectores UCI, pero los equipos si que saben cuando aparecen. ¿Y qué hacemos con el término vampiro? ¿Pero merece la pena preguntarlo? ¿Merece la pena cuando todavía hay 200 bolsas de sangre en c/Guzmán el Bueno, Madrid, esperando a sus dueños? Cuando se escriba el libro de la muerte de este bello deporte, habrá que dedicar un capítulo al concepto vampiro. Cómo y en qué contexto surgió, pero sobre todo, por qué sigue perviviendo cuando ya sabemos que ellos no eran los vampiros.
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Hoy El Larguero entrevista a Ignacio Ayuso, director general de Unipublic, con la intención de hablar de ciclismo y soluciones. No se lo pierdan. Eso sí, no me hago responsable del insomnio que pueda provocar. Y recuerden que la Vuelta ha perdido este año -y van...- espectadores y sólo cuatro etapas han pasado del millón de televidentes. Aquí citan como causas "las guerras internas con la UCI" (sic) y la "huida de patrocinadores", como si eso le importase al aficionado de pie de calle. También hablarán de la patraña de que no había figuras extranjeras (nada menos que Menchov y Evans, en el Giro darían botes de alegría, eso por no hablar de la impresionante nómina de sprinters). También hablarán de que en abril se estaba mejor, y cualquier buen aficionado puede recordar el esperpento de las ediciones de 1993 o 1994.

El dopaje, señores, el dopaje, y un deporte que ya compite en franja horaria con el Wrestling.

24 septiembre, 2007

Menchov gana su segunda Vuelta

Hay titulares que uno desea poner aunque aún no se hayan producido. El de hoy bien se podría haber aplicado hace una semana, pero hubo que esperar a que el cacareado ascenso de Samuel Sánchez se produjese para poder utilizarlo con solvencia. Todo dentro del guión, no obstante. Una vez más, la Vuelta tiene una estrella emergente que va de menos a más cuando todos los demás compañeros van a la inversa, con la salvedad de que, en esta ocasión, no ha llegado a ni a rozar el triunfo final. Sí el segundo puesto, pero ni por asomo el triunfo final. Habrá que recalcar de nuevo: Menchov gana su segunda Vuelta. Qué alivio.

Desde el último post se han producido dos victorias de Bennati (gana el primer y el último día, y eso que venía de un Tour cargadito), una de Luis Pérez en Ávila en la etapa donde dejaron fuera de juego a Efimkin, y dos de Samuel Sánchez. En montaña y contra el reloj. Dos días seguidos. Deja finalmente a Cadel Evans fuera del podio. Tampoco es tanta noticia. Desde que la Vuelta se disputa en septiembre, sólo un corredor había doblado con el podio del Tour: Beloki. Con eso está todo dicho (por si alguien tiene alguna duda: corría en el ONCE). Evans estuvo bien cerca, pero al final se queda cuarto por 10". Una pena, porque de haber concluído segundo, opción nada descabellada, la lucha por la general final del ProTour con DiLuca hubiese estado muy interesante.

Vayamos con el vencedor. Menchov es un corredor que jamás ha hecho bien dos grandes vueltas. Lanzado como un potencial ganador de grandes vueltas desde muy joven, va cumpliendo los plazos con dos Vueltas, las mismas de Perico o el Tarangu. También tiene dos victorias en el Ventoux, por poner únicamente los brochazos de un palmarés de mucha calidad. El problema es que la Vuelta le queda pequeña, sobre todo después de verlo rodar en la crono de Zaragoza. Veremos si el próximo año en el Tour, sin Rasmussen marcándose cabalgadas en solitario, pero también sin Boogerd para tirar, puede intentar el asalto a la carrera francesa. En la Vuelta no ha tenido rivales: el periodismo orangután que sufrimos en España se ceba en su gran rendimiento en la crono de Zaragoza, olvidando que jamás ha perdido tiempo en montaña con sus inmediatos seguidores.

Segundo Sastre. En su techo como corredor, siempre lejos del número uno, aunque sólo sea el siguiente paso. En ningún momento tuvo opciones de ganar la carrera. Él mismo se dió cuenta tras la subida a Lagos el cuarto día: "Menchov está muy fuerte". Otra vez fuera de la gloria. Al menos en su vejez como ciclista se atreve a atacar de lejos, como el día de Ávila o como el día del Aubisque, pero tampoco es suficiente. Tercero Samuel Sánchez. Es la primera vez que el Euskaltel, en 14 años de vida, sube al podio de una gran vuelta. Lo hace en el último suspiro, tras rendir en todos los terrenos y ganar tres etapas, a cada cual más dispar. Con sus cinco etapas en total, tiene el 50% de las obtenidas por su equipo en ese mismo periódo, dilatadísimo. De Samuel Sánchez ya está todo dicho, incluso por lo que no va al Tour. Ahora va a por el Mundial, donde ya se ha puesto a la altura de Freire: esos numeritos de entrar en meta resoplando, tirarse tras cruzar la línea (en la Volta esta año), decir tonterías...al que le guste, que lo disfrute. Yo lo sufro. Ya se lo dijo su paisano Rubiera en una de la primeras sesiones de La Revuelta: "en una gran vuelta es difícil ir a más, el cansancio se acumula". Y Samuel mascullando "más, más". De lo que sea, que lo desconozco.

El quinto fue Ezequiel Mosquera, recueperando la gran tradición de los quintos puestos de García Quesada, otro figurón que era tan bueno, tan bueno, que no se sabe nada de él. De su hermano sí, que está sancionado por dopaje fehaciente. El caso del gallego, quinto en su debut en las tres semanas con 31 años, tiene visos de ser un record ciclista para recordar. Lo que pasa es que todavía no sé bajo que categoría. Efimkin sexto, Karpets séptimo (como el año pasado), Antón octavo, Beltrán noveno y Barredo décimo. Al final, otra vez seis españoles entre los diez primeros. Como en el Tour. Y algunos tran sorprendentes como el último citado, que estuvo en tiempos de ganar la última crono tras haber disputado las clásicas (ataque en La Redoute incluído), el Tour, ser quinto en San Sebastián y esta Vuelta que se ha marcado. Inviertan en él, es un valor en alza (letra pequeña: es un joven Liberty).

Una última reflexión. España gana siete etapas, seis de ellas con sólo dos corredores. Se acabaron los tiempos en los que hacer el desglose final consistía en, más o menos, el mismo número de victorias, pero con muy variados corredores y de muy diverso pelaje: Jose Cayetano Juliá, Pascual Rodríguez, Eladio Jiménez, García Quesada. Algo si que ha cambiado la Vuelta. Para mejor.
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El Saunier ficha por tres años a Aurelien Passaron. El enfant terrible francés, que arrasó en el circuito amateur italiano en 2006, ha debutado esta temporada en el Acqua&Sapone con muy buenos resultado, incluyendo una etapa en Burgos y el reciente GP de Prato. Que les salga mejor que el fichaje de otros jóvenes prometedores como Zaugg o Bertogliatti.

18 septiembre, 2007

Duque encuentra petróleo en Puertollano

No prometía gran cosa la etapa de hoy. A pesar del recorrido quebrado a lo largo de Sierra Morena, la llegada a Puertollano no parecía muy atractiva. Al final, una buena y numerosa escapada, que se ha roto a nada menos que 30 kms. de meta, ha proporcionado un buen espectáculo y un ganador que se lo venía mereciendo desde hace mucho tiempo: Leonardo Duque.

El pequeño colombiano es un ciclista enamorado de las clásicas y que se mete con facilidad en los sprints. En la segunda Flecha de Brabante de Freire estuvo ahí cerquita, pero al final se rindió. Hace poco le hicieron una entrevista en TVE y el mismo confesaba que "cada vez me veo más cerca de la victoria". Hoy ha sabido controlar a la perfección a Horrach y Kolobnev para ganar sin especial dificultad aprovechando que era, con diferencia, el más rápido del grupo.

Daba un poco de miedo Horrach. El ciclista que quiere ser carpintero, educado en la escuela de EPO del Maia (cuando era escalador y casi gana la Vuelta a Portugal), volvió al ciclismo nacional gracias a la cuota étnica impuesta por Illes Balears. Convertido en buen corredor de equipo, ha conseguido asentarse en la estructura del Caisse d´Epargne, ganando incluso una etapa en el Giro de 2006, nada menos que en Liguria y resolviendo de manera brillante una fuga con italianos. Con esos antecedentes imponía un poco de respeto. También con la sangre fría con la que ha manejado el final de etapa, para al final ser el último, sin ninguna posibilidad de sprint.

El resto de fugados casi se echa encima. También ganó el más rápido, Koldo Fernández, y David López será el más beneficiado de cara a la general. Mención aparte merece el espectacular recorrido paisajístico que hoy ha tenido la Vuelta. Sierra Morena, allí donde el Quijote perdió sus esperanzas, luce espléndida en cualquier estación. Un paisaje adehesado, refugio de lo más variado de la fauna ibérica, y que afortunadamente ha sido salvado recientemente de la tropelía que iba a suponer la nueva autopista a Andalucía. Que se quede por muchísimo tiempo así, y la necesaria carretera que una el sur con la Meseta pase por Despeñaperros y entierre esa carretera de pesadilla.

Ahora les explico el muy poco imaginativo titular. A finales de la década de los cuarenta el régimen franquista, sometido a un bloqueo internacional y a un bloqueo mental nacional llamado autarquía, no se le ocurrió mejor cosa que instalar una refinería en mitad de Castilla-La Mancha, para explotar unas arenas bituminosas que había en la zona. Extraer un litro de gasolina costaba 250 veces más que importarla, pero ojo, al menos era nacional y cumplía las expectativas propagandísticas del régimen, eso de que "en España hay de todo y es una tierra bendecida por Dios". Como aquello era una sinrazón, al calor de la asimilación de la dictadura en el contexto internacional y el cacareado Plan de Estabilización, la planta se convirtió para sacar gasolina y otros derivados directamente del petróleo importado. Quizá alguien recuerde los aceites CS. Venían de Puertollano, y respondían al nombre de "Calvo Sotelo", el nombre oficial de la planta. Qué tiempos.

La ciudad manchega luce ahora de otra manera. Sigue estando la planta térmica, que nunca dará beneficios, de Elcogás (para producir energía electríca con carbón "limpio", fíjense que contradición), signo de que tampoco hemos cambiado tanto: de las arenas bitumosas al carbón limpio, y lo que vendrá. Pero también hay una parada del Ave a Sevilla, inaugurada el mismo año que la última vendida de moto. Ya no huele tanto a petróleo. De Puertollano es Carlos Zárate, aquel ciclista prodigio que ganó en el País Vasco en su debut y que ha quedado afectado por la Operación Puerto, sin que en el Saunier se hayan roto las vestiduras. En Puertollano hay poco más, pero al menos Duque ha encontrado, por fin, algo de petróleo.
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El ciclismo enloquece. Después dicen que la UCI tal, que la UCI cual, pero esto es lo que ha dicho Victor Cordero en una entrevista, a la pregunta de cómo será la Vuelta 2020: "Cambiarán, por ejemplo, las 'cronos'. Ahora crean un problema de logística brutal. O las haces por autovía o cortas una ciudad durante cinco horas. Se puede plantear una contrarreloj dentro de un polideportivo. Los 180 corredores sobre bicicletas estáticas, todos a la vez, y con el público viendo el resultado en las pantallas. Y hay algo que va a revolucionar el ciclismo: ajustarse a la parrilla de televisión. Puede ser parecido al ciclocross. Vueltas a un circuito y que el recorrido no se mida por kilómetros, sino por el tiempo. Se llega a meta cuando conecta la televisión."

El ciclismo convertido en spinning. La otra propuesta no la he entendido muy bien, la verdad, pero casi mejor así.
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"El laboratorio de Dante". ¡Lo que si que es un infierno es el mareo que está pillando la muestra B! ¡Eso si que es "dantesco"!

17 septiembre, 2007

¡Que se acabe ya!

Las grandes vueltas por etapas, las medianas y las pequeñas programan sus mejores etapas para los fines de semana. La Vuelta a España no. Hacer una crónica de tres etapas de ciclismo letárgico es igual que hacer de taquigráfico en una sesión parlamentaria de una Comisión del Congreso para Defensa. Pasen y lean el espectáculo de la Vuelta, que todavía tiene una semana por delante, y que hoy se toma día de descanso por los grandes esfuerzos realizados tras su paso por Villacarrillo o Torre Pacheco.

La etapa del viernes fue para Andreas Klier, el alemás afincado en Flandes y amigo de las clásicas que fue de los pocos no depurados en la limpia del equipo del año pasado. Vio partir a sus amigos y compañeros de fatigas Wesseman y Kessler, con igual suerte. Con 31 años todavía puede dar alguna sorpresa en su querido mes de abril, pero de momento se conforma con una etapa de la Vuelta ganada a un holandés y un francés. Ningún español en la fuga. Como no había nada de lo que hablar, las crónicas se centraron en la lluvia, igual que cuando hablas con alguien con el que no quieres hablar: la conversación deriva hacia el tiempo y la climatología. Llovió en Murcia. Noticia. Por cierto, espectacular el paisaje de los terrenos colonizados por las banderolas al viento de las inmobiliarias.

El sábado más de lo mismo. Bellísimos paisajes en la Sierra de Cazorla. Escapada de varios corredores que resuelve muy bien, con ataques a ráfaga, el corredor de 34 años Jason McCartney. Es del Discovery. Resuelve igual que Popovych en Carcasonne. O que Egoi en Burgos. El día de gloria. En meta le preguntan por si es pariente de Paul o que tal por las Hawai (nacido en Honolulu), como síntoma de lo ameno de la jornada, y del gran interés que suscita este deporte. Es su primera victoria en Europa. No llovió. Mucha gente en Villacarrillo para ver la Vuelta.

Ayer la etapa de Granada con Monachil. Salió bien en 2004 y también en 2006. En TVE Perico y Carlos de Andrés pasan el vídeo para recordar esas dos fechas señeras. Sobre la victoria de Santi Pérez comentan, sin ningún atisbo de ironía, "iba con un puntito de más". Ninguna mención al dopaje. Sobre la de Vinokourov -no ganó la etapa, pero ya saben a lo que me refiero-, De Andrés dice, textual, "y que ambicioso estuvo ahí". Y tanto. Tanta sangre para él solo, ¡egoista!. Ninguna mención al dopaje, faltaría más. Les pagan con dinero público. ¡Qué vergüenza!.

¿Y que pasó ayer? Que el duro, terrible y decisivo Monachil fue lo que es: un puerto con muchos descansos y después bajada a meta. ¿Diferencias? Ninguna. Y ya un poco cansados de ver siempre el mismo puerto. Iba Cunego por delante y volvió a demostrar todas sus carencias. Se fue el Triki, que si fuese un helicóptero sería un Black Hawk (todavía no derribado), y yo atento a ver que hacían las motos de la Guardia Civil con su trazada. Samuel Sánchez gana unos metros en la subida, y desde entonces ya se sabía que la etapa iba a ser para él. Alcanza al Triki a mitad de bajada y el sprint no hay color. Ni emoción ni nada. Entre los favoritos, Sastre volvió a sacar su pólvora mojada. En La Revuelta le preguntan y le dice a Menchov: "te seguiré atacando". El ruso, de natural comedido, no dice nada. La respuesta era muy lógica: "si no me atacas a mí, fantasmón, atacas a Efimkin y Evans porque estás fuera del podio". Ahí sigue. Como la Vuelta. Una semana más.
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Voy a meter una zapata de ciclismo para poder hablar de la noticia del día. Le pasó lo mismo al famoso sexto Tour de Induráin, el Tour que seguro, seguro ganaría Olano o, ojalá me equivoque, al cuarto Mundial de Freire. Se daba tan por seguro que iba a pasar, que no pasó. Igual ayer. Veo un poco del inicio del partido. La cámara enfoca a Raúl, Almódovar y Acebes (con su camisa rosa de las citas informales) en las gradas, entre otros muchos. Parece más ocupada en mostrar la reunión de famosetes (¡las artes, el deporte y la política unidas por España!) que en las vicisitudes del juego. Y claro, con esos mimbres la derrota es aún más dolorosa. Lo siento por los protagonistas, que me parecen todos unos chicos excelentes, pero me alegro por toda la recua que se ha ido acumulando a su alrededor: patrocinadores, el dichoso ba-lon-ces-to y esa Familia Real que se cree talismán, y sólo es distante cuando intenta ser populachiega. Y la plata no está mal, ojo, pero claro, como se daba el oro por seguro antes de jugarlo...Por cierto, a los famosetes no les enfocaron tras la amarga derrota. El oro se fue a Moscú. Esta vez no hubo Marcelino que valiese.

14 septiembre, 2007

Los positivos de la Vuelta

En el turbulento mes de agosto que precedió a la Vuelta (resaca del Tour, Zipi y Zape kazajos) se vendió el cuento de que la carrera de septiembre iba a tener muchos controles. Que si plin, que si plan. Un poco como ese equipo danés que publicita que se gasta un pastón en controles a sus corredores. 180.000 euros, según Victor Cordero, es lo que le cuesta a la organización mantener limpio el evento. Y de momento les está funcionando. Bueno, siempre les ha funcionado, porque en la Vuelta nunca hay positivos.

Digo positivos durante la Vuelta, no a posteriori. El último fue el Tyler Hamilton en 2004, y porque la UCI le venía siguiendo desde hacía bastante tiempo. Y ya ha llovido desde entonces, incluso en la seca, reseca y hemotransfusionada España. En cuanto hay un leve indicio, balones fuera. Ahí está el reciente caso de Lorenzo Bernucci. El corredor italiano del T-Mobile da positivo en un control de la Vuelta a Alemania, que pasa por sorteo. Toma la salida en la Vuelta y a la cuarta etapa se tiene que ir para casa. Y ya está el coro mediático: ¡que se lo hubiesen dicho antes!. Es el efecto CSI. Te venden que se puede hacer un análisis de ADN en 6 horas y, claro, los escribas del dopaje siempre creen que en 15 días se analiza una muestra. Ya se ve el celo con el que están siguiendo el injustificable retraso de la muestra B de Mayo, que ya va para mes y pico.

El caso de Bernucci tampoco da para más, no se crean. Es otro ejemplo de corredor prometedor (buenas actuaciones en clásicas con el Colnago belga, etapa en el Tour con Fassa) que ficha por los alemanes y no hace absolutamente nada. Un Sinkewitz de importación, diríamos. Pillado en un control sorpresa de una carrera en la que estaba en el más absoluto anonimato. Como Aketza Peña en el Giro del Trentino. ¿Significa esta ausencia de positivos públicos que en la Vuelta no hay positivos? Hombre...que los Reyes Magos son los padres.

Cojamos la Vuelta del año pasado. Piti contra kazajos no kazados. Estos se escaparon a las carreras de un control sorpresa, sin que la organización hiciese nada especial. Iban solos en un bus destinado a llevar a todo un equipo. Bah, nada, incidentes de carrera. Vale. Cojamos otro corredor. Quizás alguien se acuerda de él. Ruggero Marzoli. Clase 76, su vida profesional está asociada al Cantina Tollo, ese insospechadísimo equipo donde Lombardi hacía de muñidor de Cipollini, y donde Martín Perdiguero y Santos González trepaban. Montañas, no me entiendan mal. No le faltaron resultados y buenas victorias. En 2006 ficha por el Lampre, y poco antes del Giro queda excluido del equipo de Cunego.

No hay problema. Se va a la Vuelta y en la etapa de la Covatilla consigue ser séptimo, por delante de contrastados escaladores. Dos días después, décimo en El Morredero. En la octava etapa, la del brutal sprint de Lugo, segundo. Y porque ganó Vinokourov, que si no....Bueno, el caso es que antes de subir la Cobertoria es séptimo en la general. Lejos de hundirse, este sorprendente escalador sólo cede dos puestos en la general y sigue noveno. Esto empieza a oler a cuerno quemado. O a corno brucciato, como prefieran. Pasa el día de descanso y las exhibiciones -sin continuidad- de Paulinho, Egoi y Paolini, también la de Samuel en Cuenca -con continuidad-, y nuestro héroe sigue ahí. Ese día incluso séptimo al sprint, porque hace de todo. Es más, sigue décimo incluso después de la crono. ¿Y que pasa al día siguiente? Que no toma la salida. Tal cual. El corredor revelación de la Vuelta, y se nos va sin mayor explicación.

No acabó ahí su año. En octubre fue segundo en ¡tres carreras!. Copa Sabatini, Beghelli y Japan Cup, todas 1.1. Vamos, que ni lesión ni nada. Y menos mal que no fue al Mundial. A pesar de tan brillante temporada, Lampre no le ha renovado y ahora continúa su fulgurante carrera en Tinkoff, donde hubiese sido uno de los puntales de Hamilton o Jaksche, ilustres compañeros. Entonces, ¿por qué abandonó de buenas a primeras en la Vuelta, cuando era décimo? Ese día le tocaba pasar control. Y es que los controles sorpresa no lo son tanto. Algunos sí, como puede atestiguar Moreni, pero los demás se saben con cierto adelanto. Y antes de dar positivo, mejor para casa. Ah, que en la Vuelta no hay positivos. Sólo gente que se va a casa. Y este año no será muy diferente.
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Ayer volvió a ganar Petacchi. No sopló el viento. Hoy se llega a Torre Pacheco. Es el peor recorrido de la Vuelta en muchos años. ¡Que vuelva el Varta austríaco!.
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Al principio saludé La Revuelta como una buena innovación. Copiado de la RAI, sí, -como Perico subiendo los puertos con un maillot de TVE, a lo Davide Cassani-, pero estimulante. Ya no. Se ha convertido en otro espacio para la impunidad. Ayer llevaron nada menos que a Josu Garai. Todo el mundo pudo ver de qué catadura es el personaje. Dejaré una única frase, porque este es un blog decente y aseado: "en esta Vuelta faltan Manolo Saiz y Vicente Belda". Nadie dijo ni mú. Ya ven: el "no estamos todos, faltan los presos" deportivizado. ¡Qué espíritu de equipo!.

13 septiembre, 2007

Loca huída hacia delante

Cuando el menonita pelirrojo dio positivo, los medios y los dirigentes españoles se apresuraron a cantar las loas a Pereiro y a reivindicar el Tour. El proceso se alargó, de tal manera que, a día de hoy, ni Landis ha sido desposeído de su victoria, ni el gallego -que sí cobró los criteriums como si fuese el ganador- todavía luce ese impresionante palmarés donde no hay ninguna victoria desde el año 2005. Este mismo corredor, locuaz y farruco como pocos, siempre ha cargado las tintas contra el Tour: que si no me dan el maillot amarillo para salir en Londres, que si no aparezco en el anuario, que si las meigas, que si estoy cansado, estuve en el Phonak, pero no sabía nada, ¡ay, el virus!....

La razón de este limbo legal está en que son las federaciones nacionales las que aplican las sanciones. Y la federación de EE.UU ha dilatado hasta el máximo todos los pasos legales que le hubiesen quitado su octavo Tour consecutivo (el noveno se les ha escapado por un puñado de segundos). ¿Obstruccionismo? Si, puede ser el término más adecuado. Hasta el propio Arribas les ha dedicado palabras mayores, del tipo que eso no es responsable o que menudo flaco favor a la salud del ciclismo. Muy bien.

Pues no hay que cruzar el Atlántico para encontrar actitudes anarco-libertarias (me lo ordena un superior, pero ¡me la suda! ¡Abajo el sistema¡ ¡Viva la droga libre!) en altos estamentos del ciclismo. La UCI ha estudiado los 6.000 folios del sumario de la O.P. Ha encontrado indicios suficientes (bastaría con la bolsa 18.- Valv. Piti, que es básicamente lo que hay) para admonir a la FEC para que abra un expediente al corredor Alejandro Valverde Belmonte, afiliado en España y no en un paraíso fiscal tipo Mónaco o Andorra. Y esta Federación ha reaccionado igual que la estadounidense con Landis: se equivocan, me hago el longuis, y el ya clásico ¡No pasarán!. En Alemania, Francia e Italia, sin lugar a dudas peligrosos reinos de taifas, se equivocan todos y nosotros tenemos la razón.

¿A qué es una actitud constructiva? Desafío al máximo organismo y al sentido común. Me pregunto que pensará Lissavetzky. Bueno, tras el espectáculo con A.C en agosto en CSD, no me quedan muchas dudas. El político empezó su mandato asegurando que iba a renovar federaciones que se distinguiesen por su mal funcionamiento. Incluso se ha hecho un reglamento en el que, las federaciones que no obtengan la clasificación para los JJ.OO, tienen que convocar elecciones en un plazo muy breve para -en esa concepción instrumental de que las elecciones sirven para cambiarlo todo, como si el electorado federado fuese igual que un cuerpo electoral nacional- renovar sus cúpulas. Y acaba su mandato defendiendo a A.C, Piti y a los máximos responsables de que la O.P sea una vergüenza internacional.

La Federación ha emprendido una loca huída hacia delante. Conduce el coche Fulgencio Sánchez, paisano de Valverde, que se sienta a su vera. En los asientos traseros se acumula el coro mediático, con Arribas a la cabeza. Un Arribas que, estando en Japón deglutiendo sushi y sake mientras veía los Campeonatos de Atletismo, tuvo tiempo de confeccionar (¿escribir? ¡Eso ya no se hace!) dos crónicas del género conspiratorio-masónico, encabezadas por "Osaka". ¿A qué es bonito? En el otro lado del mundo, y se monta una teoría de batalla de federaciones, organizadores, la UCI, el ProTour y la luna de Aldebarán. Teoría que, como suele pasar con el escriba caído en desgracia, ha sido adoptada por todos y se oye, convenientemente machada y deglutida, en todos los foros. Sin ir más lejos, Perico y Carlos de Andrés ayer mismo.

Valverde no habla. Su representante habla por él. Dice que se va a querellar. Que lo haga. La UCI se defenderá, al estar querellada, pidiendo una prueba pericial de la bolsa 18.- Valv. (Piti). Y se acabó el problema. Valverde, 27 años. Más dos de sanción, 29. Más dos de exclusión del ProTour, 31. Ánimo campeón, todavía puedes ganar el primer Tour para Murcia y hacer realidad la portada que ilustra el post de hoy. Mientras tanto, Fulgencio pisa el acelerador. Como en Thelma y Louise, no veremos el final, sólo el coche saltando.
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Victoria para Petacchi en Algemesí. La bonita localidad valenciana acogía por primera vez al pelotón, en una tónica que seguirán próximas etapas. El sprint no tuvo ninguna historia. Ultima curva a 250 metros de meta, y el jefe de filas del Millran todavía con dos lanzadores. Hasta Zabel se vió tan bien que se metió en el ajo, tercero, sólo superado por medio tubular de Bettini. Petacchi acumula un buen número de victorias en la Vuelta desde que empezó a ganar en el año 2000. Esta la celebró estruendosamente, con grito liberador, dedo señalando al pecho y brazos alzados hasta que llegó a la siguiente localidad. Le quedan muchas más en esta Vuelta tan bien diseñada, cuya segunda semana es igual que la primera semana del resto de grandes vueltas.

12 septiembre, 2007

Ser español ya no es excusa: es una responsabilidad

Este es el simpático eslogan que una conocida marca de ropa deportiva utiliza en su última campaña publicitaria. No tiene nada nuevo: estrellas del deporte, enfoque metahumano-divino, caras serias y, se supone, aumento de la venta de zapatillas deportivas, camisetas y chuminadas. Lo bueno es el eslogan, bien acogido por la misma caterva que hace unos años decía que en breve estaríamos por delante de Francia y Alemania, que "España es el mejor país del mundo" (jamás han cruzado los Pirineos), y que "la española, cuando besa..." (besados por su madre y por su mujer, cuando la hay), tiene sus aplicaciones en el ciclismo.

No es que la marca deportiva tenga muchos intereses en este deporte (cuando patrocinaba a Lance y poco más), es lo que significa. Ya no vale decir "jo, es que los demás son más grandes y más fuertes". Ser español es una responsabilidad. ¿A qué acojona? Y que nadie saque conclusiones políticas de esto, por favor. Acojona en el sentido de que hay que sentirse responsables de algo que no se ha escogido: ¿hay alguien por ahí que haya escogido su nacionalidad? ¿Que dentro del claustro materno pegase patadatidas y vociferase "mamá, vete a parir a Londres, que he escogido ser inglés"? Uno de los mayores problemas de este siglo será la identidad: si prevalece la étnica, la sexual, la regional, la nacional, la estatal y, bueno, la política ya se ha extinguido. Para los de la multinacional americana no hay dudas: es una responsabilidad, aunque no la hayas escogido.

Y en eso están los comentaristas de ciclismo. Hemos retrocedido una década. Por entonces Tony Rominger y resto de suizos doEPOados dominaban la Vuelta tiránicamente. No sólo en la general: la victoria de Marino Alonso fue la única de un español en una etapa en línea en dos años y medio. Hasta Jesper Skibby, que también confesó su uso de EPO, ganaba la etapa de Navacerrada. Y claro, ahí estaba el comentarista de lengua hormigonada y labios desbastados hablando de "España, España". Han vuelto. La Vuelta de este año la dominan los extranjeros. Como ha sido casi siempre, por otra parte. Si se mira la clasificación histórica de la gran ronda, hay más victorias de foráneos que de locales: la excepción, la anomalía, fueron los años de hégira de Olano, Heras, Casero y A.González, algunos con podio íntegramente nacional. Y ya saben a que se debió. Este año, con diez etapas disputadas, tres victorias españolas: las tres de Freire, el mejor corredor del país con mucha diferencia. El resto nada. Ni escapadas.

Han vuelto. Hablan de "dominio extranjero", como si los foráneos tuviesen que venir llamando a la puerta y quitándose el sombrero antes de cruzar el dintel. En vez de celebrar que nada menos que el segundo clasificado del Tour esté metido en la pomada, todo parecen peros. Hay que ganar en casa, es una responsabilidad. Me acuerdo cuando el Tour llegó a España en 1991. Se llevó la etapa Mottet escapado con LeBlanc, nuevo maillot amarillo. Aquel día El Butano estalló en la medianoche con un discurso criptofalangista de ¿dónde están los españoles?, y desvaríos varios. Al día siguiente Induráin se ponía el maillot amarillo en Val Louron, tras una jugada de maestro, y el ciclismo español entraba en la modernidad. No consta que el enano de Tineo (figurado, porque es más de Madrid que las rosquillas del santo) rectificase. Esa gentuza nunca rectifica, se cuelgan las medallas antes de las batallas. En diez años por delante de Francia y Alemania, recuerden. Pleno empleo. Mayoría suficiente. Es una responsabilidad ser español. Y tanto.

¿Dominio extranjero? Analicemos la disciplina que catapultó a la modernidad al ciclismo español. La contrarreloj. Antes era una experiencia terrible. Durante años, y gracias al ejemplo Induráin, se convirtió en un coto particular. Hemos vuelto atrás. En la crono de Zaragoza el mejor nacional clasificado fue ¡Santos Papada González!, raspando el décimo puesto. Claro, de eso tienen la culpa los pérfidos extranjeros: por eso colocan entre los primeros a gente que avasalla en el circuito internacional como Grabsch, Bodrogi o Devolder. En la montaña el único ataque para ganar la etapa vino de Manolo Beltrán, 36 años a sus espaldas. ¿Dónde están prometedores jóvenes como, por ejemplo, Luis León Sánchez -sí, está corriendo la Vuelta-?

La conclusión está ahí, al alcance de cualquier escriba del ciclismo. Ser español sigue siendo una excusa: es que nos persiguen, es que la UCI tal, es que si a Pau Gasol lo dejan en la NBA....Y las consecuencias son igual de claras. Se acabó la impunidad, por lo que parece. Y decirlo por aquí sí que es una responsabilidad.
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"Decidió no correr la Vuelta a España para preparar el mundial. Es como si en su equipo, que suelen ser visionarios, en el buen sentido, para estas cosas intuyesen lo que se les podía venir encima". Tener como defensor a Urraburu es casi como tener un enemigo. Visionarios "en el buen sentido". Está bien la puntualización. No vaya a ser que salga el gafe de Echavarri y diga "El Tour será de dos tal-ivanes" (se entiende que por Ivan Basso e Ibán Mayo, unidos en el dolor de una sanción por dopaje a todas luces injusta), o "El Tour del 2000 será blanco", en referencia a Santi Blanco.

No, si visionarios en el Caisse siempre habrá. Pero para ver que Valverde tendrá problemas mientras siga la famosa bolsa de sangre 18.- Valv. (Piti) no hace falta una bola de cristal, tirar las runas o abrir el vientre de una golondrina, sólo hace falta sumar dos+dos.

11 septiembre, 2007

Etapa reina resuelta con sprint masivo

Hasta ocho corredores, ocho, disputaron el sprint por la etapa reina de la Vuelta a España. No es infrecuente que en Arcalis se resuelva el ganador como si fuese San Remo, al contrario: es lo más frecuente. Pero ocho, ocho...¡eso no se había visto antes!.Parece que las fuerzas se han igualado y ya no hay exbiciones ultrahumanas (bueno, Piepoli), pero la auténtica realidad es que las diferencias con corredores que no disputaron la etapa también fueron mínimas. De etapa reina a etapa infanta. Una vez más.

No hubo ninguna variación entre los principales de la general. ¿Ataques? El Triki Beltrán, esta vez vestido con los colores de su formación, y no con los de la cucaracha o cuervo, que tanto gusta en sus entrenamientos (señor juez, ciérreme el blog, aunque ya le aviso que lo he visto aquí). Y les aseguro que he escogido los animales al azar, no por las cualidades que les ha otorgado su propia naturaleza o las fábulas de Samaniego. No sean malpensados. ¡Cómo no enardecerse hispánicamente ante la visión de ese Quijote de geriátrico al ataque! Esa cara de sufrimiento, ese pedaleo cansino, esa moto quitándole el viento...El Triki. Todas las miserias de nuestro ciclismo (y de nuestro desarrollo económico) plasmados en su figura.

Afortunadamente para la carrera fue neutralizado. Ya fue bastante malo que en la Volta ganase en Arcalis Oscar Sevilla, como para dejar que lo hiciese un caballero del ciclismo, capaz de ganar este año la reina del País Vasco ¡escapado 140 kms.!. Por detrás hubo ráfagas de Piepoli y de Carlos Sastre. Ninguno se fue más de 10 metros. Menchov subió, bien, regulando, y en meta ganó de una forma muy parecida a la etapa del Tour con mismo final de 2006. No hubo más historia. Tostón del bueno. Miren que cuento con los dedos de la mano las veces que me he dado una cabezadita con ciclismo en antena, pero estuve a punto. Y en un momento dado... ¡atención, noticia!: afortunadamente, Carlos Sastre realizaba en meta sus típicas declaraciones meando fuera del tiesto. Todos contentos en La Revuelta, al menos había algo para comentar.

“Compras a la cara”. Eso fue lo más fuerte que dijo. Estaba un poco ofendido porque, para sus retorcidas entendederas, Piepoli había ayudado a Menchov, en teoría porque este le había regalado la etapa de Cerler. Yo les contextualizo las declaraciones Made in Deep Castilla de este corredor. Primero hay que recordar que siempre tiene algo. En el Tour 2006 puyas contra Unzué por no tirar (sic) el día de DisneyLandis. Al mes, en la Vuelta, el mismo objeto de iras por meter a Karpets en la escapada camino de Altamira. Este pasado Tour estuvo calladito, creo, aunque no me hagan caso, porque no sigo al minuto a este barítono de la frase grosera. Y en la Vuelta ha vuelto a las andadas.

En carrera se retraso unos metros para “comprobar mis teorías”. Fue así. También hizo lo mismo el día de DisneyLandis. O el día de Montlimar. Retrasarse un poco. 5”, o 5´, o 30´, respectivamente. Da lo mismo. Es el sino de su carrera deportiva. Retrasarse. Retrasado. Carlos Sastre es un corredor especialmente dotado para la mediocridad. Ni sube, ni baja, ni contrarrelojea, ni sprinta: es muy regular. Extremadamente regular. Así ustedes pueden entender porque busca las causas de su absoluta inoperancia (¿cinco victorias de profesional? Nah, no creo que ni llegue): como es incapaz de marcar las diferencias en ningún terreno, está abonado a las teorías de la conspiración. Cualquiera que viese la etapa pudo comprobar como Piepoli, cuando se movió, fue para neutralizar al Triki (“el mayor perjudicado fui yo”, dijo el del olivar, como si hubiese que regalarle las victorias), y poco más. Jamás salió a ningún ataque de Sastre. Y tampoco hubiese tenido ningún problema, porque sabido es en todo el pelotón que los ataques del abulense nunca rompen. ¿Cómo lo pueden hacer, si escala encadenado al 19?

En todo caso, y como se que mucha gente del entolno (hay que utilizar el lenguaje del Tomate en estos casos) lee este cada vez más modestísimo blog, convendría que transmitiesen a su ídolo una idea. Bastante evidente para todo el mundo, pero a tenor de las declaraciones de Líder Máximo, no lo suficiente para una persona crecida y madurada en el frío invierno abulense, que todo lo congela. Hasta las entendederas. “Compras a la cara”. Ya. Para comprar hay que tener algo que vender. Si Sastre estuviese algún día en condiciones de disputar una sólo victoria, aunque fuese sólo una, habría que ver que pasaba. Como eso nunca sucederá, así está el hombre. Con sus mentiras a cuestas. “Esta es la primera temporada en la que seré líder único”, como si el año pasado no hubiese hecho el Tour con los mismos resultados. Y en la Vuelta. “Compras a la cara”. ¡Y lo dice él, que está en el equipo que vendió la etapa reina del Giro 2006, sólo porque estaba la Operación Puerto caliente de dos días! ¡Y en esa misma carrera Basso, su líder intachable, también le cedió la etapa de Pian de Corones a Piepoli! ¡Sí, el mismo corredor objeto de las iras del hombre sin victorias! ¡Y por los mismos motivos! ¡Y Sastre estaba en carrera!. De “compras a la cara” nada: hay que tener cara para hablar de compras.

10 septiembre, 2007

Olano, ¡vaya pedazo de Vuelta!

El viernes Abraham Olano, responsable técnico de la Vuelta, comparecía en La Revuelta. Lo primero que hizo fue pedir perdón por el impresentable final de etapa, una ghymkana entre Scalextrix (chicane incluída) en pleno centro de Zaragoza. "Hace tres semanas no estaban". Vale, aceptado: todos sufrimos las obras, especialmente cuando se acercan las elecciones o los boatos centenariales, en este caso sobre el H2O. Pero lo que si estaba hace tres semanas la espantosa contrarreloj por autovía del sábado.

Olano se ha diseñado una Vuelta para ganarla él mismo. Siempre fue un corredor muy hábil en los finales, y en Zaragoza hubiese picado unos segundos (victoria para Zabel, que dejó con cara de tonto -la suya- a Davis) en meta. En la crono del sábado, que merece pasar a los anales de la idioticia moderna, hubiese sentenciado la carrera. Y ayer Cerler, perfecto para sus habilidades escaladoras (recuperando a ritmo, tras el empacho de los tres primeros kms.). Y hoy Arcalís, con tanto llano entre los puertos que cualquier gregario le hubiese podido reintegrar en el grupo sin mucho esfuerzo. Ya les digo: Olano gana la Vuelta.

Una autovía recién inaugurada (asfalto negro, sin rozaduras, líneas blancas impecables), 52 kms y unas pulguitas llamadas ciclistas sometidos a los embates del viento. Ese es el sentido del espectáculo de la Vuelta. Por supuesto que no había nadie en las cunetas. Olano: "no se puede cortar el tráfico de una gran ciudad todo un día con una crono". Si no es eso. Es la maldita autovía. Es la sensación de que la Vuelta es un truño, a pesar de la notable participación extranjera, la que está dominando la clasificación. Con esos ingredientes, ganó la etapa un mostruo de la escuela alemana (la de Michael Rich: plato enorme, cadencia de locomotora del S. XIX) llamado Grabsch. Segundo Bodrogi, el gigantón húngaro, que no la veía tan franca desde que en el Mapei lo intentaron convertir en corredor de clásicas utilizando la fórmula Mapei. Los escaladores, a un mundo. Se puso líder Devolder y a 30" Menchov, que mantuvo un pulso por el maillot oro toda la etapa.

En Cerler, el tostón habitual de un puerto que ha hecho mucho mal a la historia del ciclismo. Se vende como puerto y es un híbrido entre cuesta del norte, Sierra Nevada y el desierto, esto último por la gente que habitualmente despuebla sus rampas. Mira que se ha subido veces y mira que nunca ha pasado nada, y siempre erre que erre. Al menos esta vez llegaron al sprint solo dos corredores, y no los ciento y su madre que eran habituales. Pesó el gran esfuerzo (psicológico, sobre todo) de la crono del día anterior, y gente como Devolder reventó. Se supieron aprovechar Menchov, nuevo líder con 2´ solidísimos de ventaja, y Piepoli, que sigue la línea del Giro. En la carrera italiana ganó un final en alto y fue segundo en otros tres de los cuatro finales de similares características. En esta Vuelta ha sido segundo en los Lagos y ayer primero en Cerler. Estará por esas posiciones en las siguientes etapas.

La Vuelta muestra sus carencias. Otros años (2003 Heras, 2004 Sancti Petri, 2005 Heras, 2006 Vinokourov) salvaba la carrera el ciclista que venía desde detrás y dejaba un duelo pendiente para las últimas etapas. Incluso el año pasado Cordero llegó a decir que "de esta Vuelta saldrá una nueva figura mundial, seguro", casi como si supiese los valores hematológicos del desconocido Brajkovic. Un poco de vista gorda, y eso es lo que era la Vuelta. El espectáculo lo ponen los ciclistas. O los robots. Este año no hay. Menchov es muy superior a sus rivales, pero no está haciendo ninguna exhibición. Sastre lo supo en Lagos. Fruncía el ceño ante una Vuelta que consideraba ganada desde Vigo. Ayer, mientras atendía a la TV, tiraba desabridamente el botellín de agua, que tuvo que ir a recoger un auxiliar. Ni sube, ni baja, ni contrarrelojea, ni gana, ni hace nada. El CSC necesita a gritos un jefe de filas con garantías. Otra Vuelta luchando por entrar en el podio. Al menos supera a Pereiro, otro ciclista que lleva varios años sin ganar ni a las chapas y que ayer se fue para casa. La Vuelta es un rocín flaco. Y hoy es la etapa reina.
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¿Ángel Buenache va a demandar a la UCI? Se le llenaba la boca hablando de querellas para todo aquel que dijese que 18.- Valv. (Piti) es Valverde y parece que la UCI también está engañada. Pues nada, denuncia al canto. Por boicotear la participación de su corredor en los Campeonatos del Mundo. Venga, valiente, pon una denuncia a la UCI.

En todo caso, ya habrá tiempo para hablar del caso Valverde y de la brillantísima temporada que ha cuajado el figura, que de tanto que se lo decía su loro (y sus coros) ha acabado de eso, de figurante.
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Tanto repetir lo de me la suda hace que el periodista -viejo conocido de este blog- se aplique el cuento. Pajares 2005 fue una exhibición de dopaje colectivo, más que de estrategia. Ni una referencia. Ni una muestra de cariño o simpatía a Menchov, sí a un equipo de zombies. ¿Dopaje? ¡Me la suda!.

07 septiembre, 2007

Un único hombre al sprint: Freire

Logroño no es San Remo o Verona, pero tiene su importancia en la carrera de Freire. El tricampeón del mundo logró ayer su tercera victoria de etapa en esta edición de la Vuelta, precisamente en la capital riojana. Es la primera vez que obtiene más de dos etapas en una gran vuelta, una disciplina que nunca ha cuidado en exceso. Y esto dejaba su palmarés asimétrico. Por ejemplo, en 2004 Freire podía decir que tenía tres mundiales y una San Remo por una etapa del Tour y tres de la Vuelta. También un montón en Tirreno y Challenge de Mallorca. Un palmarés gordo en los extremos, pero muy fino en su núcleo.

Con el sprint de ayer Freire ya suma seis etapas en la Vuelta y tres en el Tour. Ha tenido que esperar a los 31 años, pero también está su historial de lesiones. Sin ir más lejos, hacía dos años que no tomaba la salida en la Vuelta. Su palmarés se densifica y gana espesor: puede parecer una incogruencia cuando hablamos de tres arcoiris y de dos SanRemos, pero esta bien que esos cometas tengan una estela. La pena, como siempre que se habla de este auténtico fenómeno de la bicicleta, es pensar en que hubiese sido de su carrera de haber nacido en otro país, en otra época o con menos fragilidades en el glúteo.

Habrá que conformarse con lo que hay, que no es poco. El pelotón siguió el valle del Ebro persiguiendo una escapada de cuatro corredores en una recta infinita, en una de las pocas épocas del año en que es bonita: con la vendimia a la vuelta de la esquina, si es que no ha empezado ya, todas las viñas están espectaculares con sus hojas verdes, y el tradicional paisaje amarillento lucía en las cámaras de televisión. Poco antes de entrar en Logroño les dieron caza, y allí comenzó el Millram-show: treno perfecto para Petacchi, que sale en primera posición para después dejar de pedalear en cuanto se ve superado. Ya lo ha hecho en París-Tours y Milán-San Remo. Dirán que ha pasado una lesión. Si, pero es que después de esa lesión ya ganó cinco etapas en el último Giro. Petacchi, ¿qué te falta?.

Freire ganó inusualmente por el centro. Estaban todos los grandes sprinters que hay en la vuelta, pero el segundo fue Koldo Fernández. Boonen cuarto. Ni rastro de Davis, que intentó anticipar el sprint, Bennati o Bettini. Lanzadores de Cavendish o Ciolek, que no están en carrera, entre los diez primeros. No hubo caída. No hubo bandazos. Fue un sprint en toda regla y el único que estaba ahí era Freire. Ganó. Su increíble sucesión (tres victorias y dos segundos puestos en seis etapas) lleva a pensar, inevitablemente, en si llegará pasado al Mundial. La pregunta tiene trampa, porque en el caso de este corredor ya hay que alegrarse porque vaya a llegar al Mundial, carrera que se ha perdido en las dos últimas ediciones, en donde no me cabe ninguna duda de que se hubiese llevado el gato al agua.

Lo importante para Freire es llevar una buena selección que salga a los ataques. Cuando llegue el sprint, el siempre estará. Gran parte de su Mundial de Verona 2004 lo debe a una selección de robots como Nozal, Mancebo, Valverde o Serrano. Este año, por lo que todos sabemos, no podrá contar con un bloque ni siquiera parecido. Se tendrá que volver a buscar la victoria por su cuenta. Como ha hecho casi siempre. Y mientras tanto, que sigan cayendo etapas de la Vuelta, que nunca vienen mal. Nueve victorias esta año, a solo una de su récord del año 2000. Que la décima venga en Stuttgart. O la undécima.

06 septiembre, 2007

El regreso del hijo pródigo

Cuando la Vuelta llegó a Torrelavega en 2001, a Oscar Freire se le escapó la oportunidad de triunfar en su casa, entre otras cosas porque por delante iban dos corredores intachables como David Millar y Santiago Botero. Seis años después Freire triunfa en Reinosa, una especie de Torrelavega de las montañas, ante el delirio de sus paisanos, su presidente regional y su familia. Felicidades.

A la mayor parte de la gente le suena Reinosa por los conflictos sociolaborales de los ochenta, cuando hubo que reconvertir el desaforado industrialismo del franquismo y cerrar industrias que nunca tuvieron que existir. En Torrelavega dejaron la SNIACE, la planta química que, treinta años después de su apertura, ha empezado a dejar beneficios, además del olor fétido que impregna cada uno de los rincones de la vega baja del Besaya. En Reinosa nada.

Ahora pasa la autopista que nunca acaba y que debería conectar a Cantabria con Castilla vía Palencia, pero Reinosa es un lugar en el recuerdo, no en el mapa. Con decir que la última vez que pasó la Vuelta fue en 1981...Hasta ayer. La etapa fue muy bonita. Una fuga que tardó ¡100 kms.! en formarse dejó en cabeza a un espectacular Karsten Kroon, que comenzó a subir el puerto de la Palombera con 3´40" sobre el pelotón. Subió bien, pero por detrás sus antiguos compañeros del Rabobank se dejaron la piel para que no llegase y acercar a Freire a la disputa del sprint. Poosthuma, Langeveld y un enorme Moorenhout consiguieron reducir la diferencia, aunque Kroon hubiese ganado (preciosa su planta sobre la bici) de no haber una vuelta final a Reinosa, tras pasar su casco histórico (básicamente la calle de la antigua nacional).

A 4 kms. para el final fue absorbido por un pelotón en el que también había empezado a colaborar el Caisse, merced al valiente ataque de Marchante en la Palombera. El madrileño subió fuerte y con ganas, pero prefirió no desgastarse en el llano. Todo preparado para el sprint en la periferia de la villa de montaña. Típica calle de polígono industrial: avenida ancha, no como en Luarca. Bennati sale el primero. Bettini remonta bien, pero un espectacular Freire puede abrirse por su bendito hueco derecho (izquierdo para el telespectador) y ganar con bastante ventaja. Quizás en la fotofinish no se aprecie, pero el cántabro dejó de pedalear a 30 metros de meta. Imbatible. Cuatro sprints. Dos victorias y dos segundos puestos. El mismo Freire de siempre.

En el podio, apoteosis paseiga. El presidente cántabro -en la foto, alzando al ídolo-, de siempre campechano, besa, abraza y adora al supercampeón. A algunos le cae mal. A mí me cae bien desde que dijo que en la Boda Real había pasado "hambre". Y otras cosas que todo el mundo ve, pero sólo el se atreve a decir. Dicen que da una imagen "pueblerina" de Cantabria. Como si Bustamente fuese Beckham, no te fastidia. Después vino el hijo de Freire, Marcos. Vestido con el kit infantil del Rabobank. Y las azafatas. Y los premios. Y Freire, que es único.
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¿Y que normas ha incumplido para que le expulsen, si no es por dopaje? Pues no se....bueno, a Manzano lo expulsaron del Kelme por irse de señoritas en plena Vuelta a España...Bah, que más da. Otro joven Liberty cazado. ¡Ah, ya tengo los motivos de su expulsión fulminante! ¡Por entrenar demasiado con la cabra de contrarreloj! ¡Por eso esos tiempazos en la Dauphiné!
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Se ha muerto Pavarotti. El tenor, no Cipollini.

05 septiembre, 2007

De Vuelta

Se disputa estos días la Vuelta a España. Relegada a la última noticia de la sección de deportes de TVE, la cadena que emite el evento, no ha sido el único desmán a la carrera. ¿Alguien se acuerda de la campaña publicitaria durante el Tour? Sí, hombre, esa en la que aparecía Lorenzo Milá diciendo "Creemos en el ciclismo". Ya se ha visto, ya. Ese anuncio no se volvió a emitir en todo el mes de agosto. Ni siquiera cuando quedaban pocos días para la salida de Vigo. Creemos en el ciclismo, pero con Rasmussen, los kazajos transfusionados y un Tour de Francia ganado por un joven Liberty, pues mejor ser más comedidos.

Con todo, la carrera está muy bien. A la impresionante nómina de sprinters que desde hace unos años puebla la carrera, se han unido corredores como Evans -segundo en el Tour: que un extranjero con ese resultado dispute la Vuelta sólo había pasado en 1995, cuando Rijs fue tercero- o Cunego. E infinidad de buenos corredores. La Vuelta no está muerta. Si agoniza es en gran parte por la cantidad de enemigos que tiene, especialmente la cadena que la programa. Este año, ninguna etapa antes de las cuatro. Durante el Tour programaron etapas íntegras. Después dicen que los enemigos del ciclismo anidamos en los blogs. Que no, que no: viven en Torrespaña y en las clínicas hematológicas. También en los periódicos.

La primera etapa fue para Bennati, batiendo a Freire. La segunda fue para el cántabro, batiendo a Bettini. Y la tercera fue para el italiano, batiendo a Freire. ¿Ven que sencillo?. Pues cada cosa tiene su miga. Con ese resultado, el tricampeón del mundo obtiene un extraño record: en sus últimos seis días de competición, una vez primero y cinco segundo. El problema es que los dos primeros fueron a principios de julio, a mediados de agosto fue segundo en Hamburgo, y ahora estamos en septiembre. Encima, el día que gana en Santiago se desmarca con un exhabrupto diciendo que cuando ganó la San Remo en 2004 los medios preferian hablar de un "loco al que le dolía la rodilla". Hombre, Manzano loco....Qué feo. Qué a desmano. Qué poco saber: ni aún con Manzano de por medio hubiesen hablado de tí, porque nunca ganarás el Tour. Y punto.

El lunes en Luarca se vivió una etapa preciosa. Un puerto llamado Babia, duro pero calificado de tercera, hizo que el Euskaltel apostase por S.Sánchez. De vuelta a la nacional, unos conos pensados para proteger a los coches casi fuerzan el abandono de Zubeldia, un corredor limitado, pero quinto en el pasado Tour. El sprint en la villa marinera fue soberbio, con Bettini muy hábil cubriendo el flanco por el que siempre se cuela Freire. Protestas del cántabro, muy infrecuentes. Tampoco fue tanta marrullería. Hubo incluso reclamación. ¿Lo veo sólo yo o es que algo pasa por aquí?

Ayer los Lagos. Ritmo muy fuerte y grandes ambiciones de Sastre, que atacó a 8 kms. de meta. Por delante iba una escapada de ¡38 corredores! -estas cosas quitan prestigio a la Vuelta- de donde salió el vencedor de la etapa, el ruso Ekimkin. Subió como los mejores. Igual que Devolder, otro que iba en la fuga y que va fuerte en las cronos. Sastre fue ambicioso, como el día del Aubisque. Pero se encontró con otro corredor que también atacó. Muy duro y más fuerte: Menchov. En meta Sastre no estaba para amigos. Se consideraba el máximo favorito para la Vuelta ("el primer favorito es el comandante de la Guardia Civil") y se encuentra con el ruso de oro, que le puede meter 2´en la crono de 52 kms. de Zaragoza. Por lo demás, Pereiro en su lugar, Samuel Sánchez a un minuto, Evans a veintipocos (pero viene de una temporada cargada, habrá que ver como acaba la Vuelta) y Marchante aún más retrasado.

Sobre el vencedor. Es de Caisse. El equipo que lleva 31 victorias esta temporada. Que va a la Vuelta a Alemania con David López y acaban terceros con una etapa. Que va al Eneco Tour con Iván Gutiérrez y se llevan la general. Por cierto, Fertonani está por ahí: en la memoria. Y eso que les está fallando el pichichi. Valverde de los amores. Septiembre y el as murciano lleva seis victorias, de tan grueso calibre como la Vuelta a Murcia y Valencia. Y porque no existe la Vuelta al rincón de Ademuz, que si no...Y de esas seis victorias, tres en cronos. Pero bueno, la que era la mejor victoria de su palmarés parece que le está empezando a fallar. Y eso que no es cuantificable.
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El Sevilla, hecho papilla. El conocido por los lectores de este blog como "El equipo de la Farmacia" (lo he leído en algún períodico, sección comentarios) pasa del campo al tanatorio. Nos hablan de muertes súbitas, muy corrientes en el deporte. Ya, pero es que ha sido en el Sevilla, un equipo cuya evolución en los tres últimos años es increíble. Y reparen en el significado de la palabra increíble. Es que ha sido en el primer partido de la temporada, minuto 20, no después de una galopada, en su propia área. Que se ha muerto un tío de 22 años, con mucha mayor vigilancia médica que el 99% de la población.

¿Alguna duda? Absolutamente ninguna. Ni siquiera desde Francia, donde el diario L´Equipe publicó hace ocho meses que el Sevilla había estado bajo supervisión de Eufemiano Fuentes. Lo publicaron ellos, no yo. Amenazaron con denunciar, y ahí se quedó: en amenaza. ¿Alguna duda? En España ninguna. Muerte y condolencia. La familia del fútbol. La Semana Santa -todo dolor y pasión- adelantada a agosto. ¿Alguna duda? Y si la hay, trágatela. Antonio Puerta murió a las 14:30. Al día siguiente, a las 11: 00, ya estaba incinerado. Ni siquiera las 24 horas preceptivas que marca la ley. ¿Autopsia?. Nahhhhhhhhhhh. ¿Alguna duda? . Pues eso. Cómetela. Con la papilla.
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Sobre lo mío. Estoy bien, gracias. Yo siempre me había descojonado de esos que, como las estrellas de rock ("¡Sois el mejor público que hemos tenido!", cuando llevan diciendo eso en los cuarenta conciertos de la gira) y la copla ("Gracias, gracias", llorando y llevándose la mano al pecho) lo daban todo al público, pero realmente lo he sentido. Una abrumadora cantidad de mensajes, un número insignificante de contentos con el cierre y mensajes personales a ciclismosergio@hotmail.com sinceramente emocionantes.

Quiero resaltar uno sobre los demás. Un lector que confesaba leerme todos los días. Lo primero que hacía al encender el ordenador. Y que después imprimía los posts y los repartía entre los de la grupetta, algunos de ellos veteranos que no tenían acceso a Internet. Y que estos le pedían más, a ser posible sin hipervínculos tipo "las razones aquí". Veré como lo hago, pero lo veo difícil. Muchas gracias en todo caso. Me ha recordado a los manuscritos volantes del Siglo XVIII.

Tampoco voy a decir que vuelvo por aclamación popular. La cosa estaba muy fea (lo del CSD, sobretodo), pero he obtenido garantías más o menos fiables de que la cosa no va conmigo. Tampoco he cometido ningún delito. Tengo mis fuentes, tengo mis pruebas y bueno, ya ven todas las cosas que han pasado en estos 20 días de ausencia. Esto es sólo esperar sentadito a ver la lista de cadáveres. Por cierto, he visto el informe de 6.000 páginas. He pagado por él. Si. El café que me costó reunirme en una cafetería con un insospechadísimo lector de este blog. No trae gran cosa que no sepamos ya. Gracias a todos, conocidos y desconocidos.
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¿Ciclismo2007? Llegais tarde y mal.