Y decían que en la Vuelta a España no había extranjeros. Los tres primeros en la meta de La Covatilla fueron Di Luca, Brajkovic y Kasheschkin, que son también los tres primeros de la general gracias a que no ha habido ninguna crono individual. Se esperaba mucho de la primera vez que se disputaba una etapa de alta montaña en la primera semana, y al final las diferencias no fueron muchas, pero si los indicios.
En el Piornal, el primer puerto, se fue por delante un grupo muy interesante con corredores como Rasmussen, Arroyo o Caucchioli, pero un CSC muy poderoso no les dejó coger una gran diferencia. Es una novedad: en el Giro y en el Tour -de una manera vergonzosa- escurrían el bulto en cuanto podían, pero esta vez les debió asustar la presencia por delante de Gusev (ya cuarto en Alemania, y eso que era clasicómano) y Joachim, dos representantes de un Discovery que vuelve por sus fueros. El caso es que los ciclistas también subieron a buen ritmo Honduras, el traicionero Lagunilla (como sufría Rasmussen en las últimas rampas) y pasaron por Béjar en fila de uno, pero eran mucho unos: más de ochenta corredores en el pelotón principal.
En las primeras rampas se quedó Menchov, que aún así siguió sufriendo y limitó las perdidas a 3´: el mismo ruso dice que irá mejorando con el paso de la Vuelta, y así debe ser. Su equipo le ha arropado con un nueve de gala, digno de Tour. Después Zubeldia, un corredor que lo dió todo en el Joux Plane y es difícil que vuelva a rendir a ese nivel. Mayo, que por un día ni se descalabró ni deslumbró, sólo perdió minuto y medio, algo es algo. Pereiro, el esperado. Vinokourov, atrancado. El pelotón delantero, comandado por un Valverde que subía silbando, hablando y que bromeaba pocos kms. antes con Luis Pérez (si, sigue compitiendo) era un puñado de corredores variados, muchos desconocidos.
El primero en saltar fue Gómez Marchante, un ciclista impulsivo (tras su actuación en el País Vasco, bien le podrían llamar El Grillo) que sube a la manera de los antiguos escaladores, pero el ataque bueno vino de parte de Di Luca, que ayer estuvo sensacional. Detrás suyo saltó el joven Brajkovic, ya quinto en Alemania y la Volta, mientras que Sastre y Valverde flojeaban para seguir el ritmo. La última rampa de la Covatilla, esa en la que Heras voló en 2004, dejó descolgados a los dos españoles, que veían como les superaba Kasheschkin. En todo caso, a mí me dió la impresión de que Valverde (¿por qué no hay declaraciones suyas?) podía haber machacado a todos y se limitó a ejercer de Indurain, dejar que por delante siguiesen la refriega.
Di Luca, como estaba cantado, ganó la etapa con una pierna, y la diferencias se limitaron a un par de decenas de segundos, una menudencia. El italiano dice que no viene a luchar por la general (ayer perdió al poderoso Wegelius por una caída), pero considerando como ha subido y la poca crono de esta edición haría mal en no plantearse la victoria. Al menos ya tenemos pique asegurado entre él y Bettini, a ver quien es más gallito y asoma más la cabeza ante Ballerini. El viernes El Morredero, que es un puerto parecido a la Covatilla, y el domingo la etapa de la Cobertoria, que Piti define como "clave".
***
M.A Martín Perdiguero siguió una inveterada costumbre suya y puso pie a tierra en mitad de la etapa. Contó algo de "persecución", el habitual "nos tratan como apestados" y directo a la playa. Dice que deja el ciclismo. Cuando tienes 33 años, te defines como sprinter y llevas sin ganar desde agosto de 2004, ¿dónde está la noticia?. ¡Qué bonito es eso de definirse como perseguido, para echar balones fuera!
***
Gracias a la cobertura políticamente correcta de TVE -ya saben, prohibido citar el dopaje- nos perdimos todo esto. Apenas se intuyó una pancarta que ponía "Landis campeón, Pereiro llorón". Gente de Béjar, los 1.000 que desfilaron ante el prócer caído.
31 agosto, 2006
30 agosto, 2006
Otro alemán en Cáceres
¿Cómo? ¿Pero el último corredor que había ganado en Cáceres, en la prodigiosa Vuelta 2004, no era Cayetano Juliá? Sí, sí. No vamos a cambiar de nacionalidad al amiccissimo murciano de Valverde, ese corredor que se llevó la mayor gloria de su vida gracias a una buena siberia de Eufemiano. Pero es de justicia emparentar a Zabel, un mito viviente del ciclismo, con otro tipo de personajes, no precisamente de los que tienen que recurrir a la amistad con 18.- Valv. (Piti) para obtener un contrato. Y después abandonar en todas las carreras.
Se llegaba a Cáceres, ciudad Patrimonio de la Humanidad, y que siempre ha fascinado a los teutones. El emperador alemán Carlos V elegío Yuste para pasar los últimos momentos de su vida, y hacia esa comarca remota se dirigió hace 450 años -hoy los ciclistas pasarán muy cerca-. Y en los años setenta del pasado siglo otro alemán, el artista Fluxus Rolf Vöstell se enamoró del paraje de Malpartida, a 15 kms. de la capital cacereña, para regalarse un museo que sigue siendo referencia mundial de aquel movimiento artístico, donde aunque sólo sea por la incredulidad de los visitantes merece la pena una parada. Y las cigüeñas, que son majestuosas.
Y a esta variopinta amalgama de personajes unidos por un destino común se añade Erik Zabel, el ciclista que el año pasado fue cuatro veces segundo en etapas de la Vuelta y que fue magníficamente lanzado por Marco Velo; tanto que dejó de pedalear a 15 m. de la meta, una fea costumbre de un superprofesional que ya le ha costado una Milán-San Remo, entre otros disgustos. Ayer no era el lugar para añadir un nuevo sabor a hiel de este corredor de 36 años: su primera etapa en una grande desde 2003 (también en la Vuelta) y sobre todo el tremendo amor que le profesan todos sus compañeros de pelotón. A él corrieron a abrazarse todos los Millram y también todos los T-Mobile, su equipo de siempre. Porque Zabel es siempre un faro, un guía en tiempos oscuros.
***
Etapa de alta montaña al quinto día de carrera. No tengo memoria para recordar si esto ha pasado alguna vez. En el Giro hay de vez en cuando finales en alto, pero no vienen precedidos de dos primeras y un segunda. En el Tour el último puerto duro que se subió en la primera semana fue el Marie-Blanque en 1992. En la Vuelta nunca ha pasado.
Se dan todos los elementos para que sucedan cosas. Los efectos de la Operación Puerto, que hace que algunos corredores vayan con la máscara y pierdan la fuerza por la boca, para después justificar la derrota en imponderables (como Pereiro en los Pirineos), el tremendo calor (en Honduras, 18 kms. de subida, es normal que haya 35º durante toda la ascensión), un Iban Mayo que lleva tres victorias en alto esta temporada y que no se sabe controlar, ese 18.- Valv. (Piti) que no encara una etapa de montaña en una gran ronda desde Courchevel 2005 y tantos corredores que vienen de no competir en agosto y se topan con una etapa de alta montaña al quinto día de carrera.
Se llega a la Covatilla, y entre el público habrá gran parte de las 1.000 personas que en otoño de 2005 se manifestaron por Béjar para defender a su ultradopado líder. A ver a quien animan. Veremos espectáculo, seguro. A ver de que tipo: si de DisneyLandis (Sastre ha anunciado que va a atacar) o de verdad. Y Victor Cordero deseando esa nueva figura que surgirá de la Vuelta.
***
Uno que lo deja. Afectado de manía persecutoria. Y de mucho psicofármaco, como revela la frase de "todavía me quedan dos años de buen ciclismo". Y lo dice con 33 tacos cumplidos. Cuando lleva sin ganar desde verano de 2004. Sí, esa Clásica de San Sebastián ganada al sprint a Bettini y Rebellin. ¿O lo deja porque ya han pillado a sus intimísimos Quique Gutiérrez, Santos González y Aitor ídem? ¡Cúantos recuerdos hoy en La Covatilla, donde la famosa banda!
***
Tercera entrevista de un muñeco roto, tras Serrano -"hai muita falsedade"- y VCS -"voy a emprender acciones legales"-. Beloki dice que la "UCI y la FCE se han equivocado" (¡toma!, los dos), que no va a denunciar (uno que prefiere la pasta en la mano y no en los abogados) y lo peor, "que me había preparado muy bien para este año". ¡Si eso ya lo sabemos!. ¡Y hasta con qué!
En fin, ya sólo queda que hablen Mancebo (¿seguirá de vacaciones en la playa?) y Tino Zaballa.
***
Curioso. Colom, una de las sensaciones de la primavera tras un salto en su evolución deportiva sin ninguna lógica, no continúa en el Caisse d´Eparge. Tampoco se ha anunciado su nuevo equipo. ¿Operación Puerto? ¡Ay!
***
Un artículo revisionista. Como si Heras no tuviese culpa. Llama a la EPO "aditivo", como si fuese glutamato o acidulzante. Ojo al detalle de "declarado culpable", como si estuviese sometido a la Inquisición. Dice que Valverde se solidarizó con Heras, pero en la rueda de prensa que dio sólo estaban VCS y Serrano. Eso sí, todos compañeros de arcón congelador. ¡Qué pena da ver a Gómez Peña del lado de Garai y G.Luque! ¡Del lado de los apolegetas del "desliz" y el "error"!
Se llegaba a Cáceres, ciudad Patrimonio de la Humanidad, y que siempre ha fascinado a los teutones. El emperador alemán Carlos V elegío Yuste para pasar los últimos momentos de su vida, y hacia esa comarca remota se dirigió hace 450 años -hoy los ciclistas pasarán muy cerca-. Y en los años setenta del pasado siglo otro alemán, el artista Fluxus Rolf Vöstell se enamoró del paraje de Malpartida, a 15 kms. de la capital cacereña, para regalarse un museo que sigue siendo referencia mundial de aquel movimiento artístico, donde aunque sólo sea por la incredulidad de los visitantes merece la pena una parada. Y las cigüeñas, que son majestuosas.
Y a esta variopinta amalgama de personajes unidos por un destino común se añade Erik Zabel, el ciclista que el año pasado fue cuatro veces segundo en etapas de la Vuelta y que fue magníficamente lanzado por Marco Velo; tanto que dejó de pedalear a 15 m. de la meta, una fea costumbre de un superprofesional que ya le ha costado una Milán-San Remo, entre otros disgustos. Ayer no era el lugar para añadir un nuevo sabor a hiel de este corredor de 36 años: su primera etapa en una grande desde 2003 (también en la Vuelta) y sobre todo el tremendo amor que le profesan todos sus compañeros de pelotón. A él corrieron a abrazarse todos los Millram y también todos los T-Mobile, su equipo de siempre. Porque Zabel es siempre un faro, un guía en tiempos oscuros.
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Etapa de alta montaña al quinto día de carrera. No tengo memoria para recordar si esto ha pasado alguna vez. En el Giro hay de vez en cuando finales en alto, pero no vienen precedidos de dos primeras y un segunda. En el Tour el último puerto duro que se subió en la primera semana fue el Marie-Blanque en 1992. En la Vuelta nunca ha pasado.
Se dan todos los elementos para que sucedan cosas. Los efectos de la Operación Puerto, que hace que algunos corredores vayan con la máscara y pierdan la fuerza por la boca, para después justificar la derrota en imponderables (como Pereiro en los Pirineos), el tremendo calor (en Honduras, 18 kms. de subida, es normal que haya 35º durante toda la ascensión), un Iban Mayo que lleva tres victorias en alto esta temporada y que no se sabe controlar, ese 18.- Valv. (Piti) que no encara una etapa de montaña en una gran ronda desde Courchevel 2005 y tantos corredores que vienen de no competir en agosto y se topan con una etapa de alta montaña al quinto día de carrera.
Se llega a la Covatilla, y entre el público habrá gran parte de las 1.000 personas que en otoño de 2005 se manifestaron por Béjar para defender a su ultradopado líder. A ver a quien animan. Veremos espectáculo, seguro. A ver de que tipo: si de DisneyLandis (Sastre ha anunciado que va a atacar) o de verdad. Y Victor Cordero deseando esa nueva figura que surgirá de la Vuelta.
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Uno que lo deja. Afectado de manía persecutoria. Y de mucho psicofármaco, como revela la frase de "todavía me quedan dos años de buen ciclismo". Y lo dice con 33 tacos cumplidos. Cuando lleva sin ganar desde verano de 2004. Sí, esa Clásica de San Sebastián ganada al sprint a Bettini y Rebellin. ¿O lo deja porque ya han pillado a sus intimísimos Quique Gutiérrez, Santos González y Aitor ídem? ¡Cúantos recuerdos hoy en La Covatilla, donde la famosa banda!
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Tercera entrevista de un muñeco roto, tras Serrano -"hai muita falsedade"- y VCS -"voy a emprender acciones legales"-. Beloki dice que la "UCI y la FCE se han equivocado" (¡toma!, los dos), que no va a denunciar (uno que prefiere la pasta en la mano y no en los abogados) y lo peor, "que me había preparado muy bien para este año". ¡Si eso ya lo sabemos!. ¡Y hasta con qué!
En fin, ya sólo queda que hablen Mancebo (¿seguirá de vacaciones en la playa?) y Tino Zaballa.
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Curioso. Colom, una de las sensaciones de la primavera tras un salto en su evolución deportiva sin ninguna lógica, no continúa en el Caisse d´Eparge. Tampoco se ha anunciado su nuevo equipo. ¿Operación Puerto? ¡Ay!
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Un artículo revisionista. Como si Heras no tuviese culpa. Llama a la EPO "aditivo", como si fuese glutamato o acidulzante. Ojo al detalle de "declarado culpable", como si estuviese sometido a la Inquisición. Dice que Valverde se solidarizó con Heras, pero en la rueda de prensa que dio sólo estaban VCS y Serrano. Eso sí, todos compañeros de arcón congelador. ¡Qué pena da ver a Gómez Peña del lado de Garai y G.Luque! ¡Del lado de los apolegetas del "desliz" y el "error"!
29 agosto, 2006
Ventoso bate a los grandes con 24 años
Fran Ventoso apuntaba buenas maneras desde la temporada de su debut, 2004. Es de los pocos corredores que pueden decir que la primera carrera profesional que ha corrido se ha saldado con victoria, el GP Doha de febrero. Y después continuó ganando el Campeonato de fondo en Carretera americano, que está abierto a extranjeros. En 2005 su carrera se estancó y este año había cuajado buenas actuaciones en el norte (tiene palancas de flandrien) y en el Tour, pero nada hacía presagiar su magnífico sprint de ayer en Almendralejo.
La etapa era la más larga de la carrera con 230 km. de mucho calor y pobreza entre Córdoba y la citada localidad pacense, y el grupo se dejó llevar mientras por delante una escapada con Duclos-Lasalle, Franzoi y nuestro Voeckler nacional, el infatigable y ya algo cansino De la Fuente, hacía los kms. Se consumieron tantos botes de agua que al final escaseaban, habida cuenta de la extendida moda reactualizada por Floyd Landis de tirarse un bote entero sobre la cabeza, cuando antes sólo se hacía con las botellas que daba el público. ¡Cómo para esperar público en los parajes de ayer!
Al paso por Berlanga, Bélmez -donde las caras, ¡uh!- y otros grandes poblachones sí que había gente, sí...pero en el resto nada. Normal. A ver quien se pone a 40º sin ninguna posibilidad de sombra a esperar a los esforzados de la ruta. Como para andar regalando el agua. Para De la Fuente, al que su apellido no ayudó ayer, ningún problema: ya ha asumido perfectamente su papel de casi estrella y la televisión le agasaja con entrevista antes, después y durante la carrera. Sí, sí, han leído bien. El cántabro de Matamorosa parloteaba con la cámara de televisión para explicar que iban a ser cazados, que hacía mucho calor o que iba con el gancho. Como Virenque. Lo que nos queda por sufrir.
Poco antes del sprint lo intentó el ex-muñeco roto David Millar, otro que ha vuelto de una sanción por dopaje y no ha vuelto a ser el mismo: como Zulle, como Virenque, como Casagrande, como tantos otros. Y todavía nos vendía la moto de que algunas de sus victorias no se debieron a que iba completamente puesto. Le cogieron, como no, pero el Millram perdió los papeles y Ventoso, el tercer amarillo del día, arrancó de lejos e impidió que le superasen Hushvod, Zabel y McEwen, ahí es nada. Un sprint poderoso, sensacional y con sólo 24 años. Aquí hay madera de ciclista, como se apuntaba en el primer párrafo. Como el propio corredor apunta con su evolución.
Para hoy hay programada una etapa-chiste de 130 kms. entre Badajoz y Cáceres. Ayer en el Telediario de las nueve se congratulaban María Escario y Lorenzo Milá de que con este kilometraje se combate el doping, como si Ben Jonhson, Marion Jones, Linford Christie o Justin Gatlin no se dopasen para recorrer 100 metros lisos. La cuerda de los ignorantes. La maldición en la que el ciclismo se ha metido por su propio pie.
La etapa era la más larga de la carrera con 230 km. de mucho calor y pobreza entre Córdoba y la citada localidad pacense, y el grupo se dejó llevar mientras por delante una escapada con Duclos-Lasalle, Franzoi y nuestro Voeckler nacional, el infatigable y ya algo cansino De la Fuente, hacía los kms. Se consumieron tantos botes de agua que al final escaseaban, habida cuenta de la extendida moda reactualizada por Floyd Landis de tirarse un bote entero sobre la cabeza, cuando antes sólo se hacía con las botellas que daba el público. ¡Cómo para esperar público en los parajes de ayer!
Al paso por Berlanga, Bélmez -donde las caras, ¡uh!- y otros grandes poblachones sí que había gente, sí...pero en el resto nada. Normal. A ver quien se pone a 40º sin ninguna posibilidad de sombra a esperar a los esforzados de la ruta. Como para andar regalando el agua. Para De la Fuente, al que su apellido no ayudó ayer, ningún problema: ya ha asumido perfectamente su papel de casi estrella y la televisión le agasaja con entrevista antes, después y durante la carrera. Sí, sí, han leído bien. El cántabro de Matamorosa parloteaba con la cámara de televisión para explicar que iban a ser cazados, que hacía mucho calor o que iba con el gancho. Como Virenque. Lo que nos queda por sufrir.
Poco antes del sprint lo intentó el ex-muñeco roto David Millar, otro que ha vuelto de una sanción por dopaje y no ha vuelto a ser el mismo: como Zulle, como Virenque, como Casagrande, como tantos otros. Y todavía nos vendía la moto de que algunas de sus victorias no se debieron a que iba completamente puesto. Le cogieron, como no, pero el Millram perdió los papeles y Ventoso, el tercer amarillo del día, arrancó de lejos e impidió que le superasen Hushvod, Zabel y McEwen, ahí es nada. Un sprint poderoso, sensacional y con sólo 24 años. Aquí hay madera de ciclista, como se apuntaba en el primer párrafo. Como el propio corredor apunta con su evolución.
Para hoy hay programada una etapa-chiste de 130 kms. entre Badajoz y Cáceres. Ayer en el Telediario de las nueve se congratulaban María Escario y Lorenzo Milá de que con este kilometraje se combate el doping, como si Ben Jonhson, Marion Jones, Linford Christie o Justin Gatlin no se dopasen para recorrer 100 metros lisos. La cuerda de los ignorantes. La maldición en la que el ciclismo se ha metido por su propio pie.
28 agosto, 2006
Sensacional sprint de Bettini en Córdoba
El año pasado Paolo Bettini ganó un prodigioso sprint mano a mano con Petacchi en Valladolid, aprovechando el repecho final. Este año ha ganado un sprint en una recta totalmente llana y ante Hushvod, McEwen y su antiguo delfín Paolini, tercero en San Remo este año. Es la enésima demostración de la enorme versatilidad de uno de los mejores corredores del pelotón, al que sus incontables borrones no logran empañar una carrera muy constante de éxitos, boatos y corona de laurel como la que logró en los JJ.OO de Atenas.
La temporada iba así, así. Tras ganar autoritariamente las dos primeras etapas de Tirreno, una inoportuna caída en la misma carrera le dejó debilitado para San Remo y después comenzó el habitual festival de fuegos artificiales en las Ardenas, donde sin embargo sólo Piti le logró batir en Lieja. En el Giro protagonizó algún espectáculo lamentable como el día de Termoli con Vaitkus pero al final se llevó su etapita, y con fuerzas suficientes en la reserva para ganar el título nacional a finales de julio. Descansito de dos meses sin Tour y clásicas de agosto para reaparecer en la Vuelta con una victoria de etapa fabulosa. Ha ganado con tanta facilidad que incluso continuó pedaleando como un autómata tras franquear la línea de meta, en un gesto inabitual en las carreras profesionales, más propio del spinning en el gimnasio.
El triunfo de Bettini se produjo a las tres de la tarde, hora inhabitual para el ciclismo, y es que así estamos. Fueron muchos los que se creyeron los cantos de sirena de TVE sobre la cobertura de la Vuelta, pero el caso es que la han puesto a competir con la Formula Uno. Y con el Telediario, porque un par de kms. más y se retrasa el inicio del informativo. O cambian la retransmisión del último km. a La 2. Para confirmar las sospechas, en la edición de la noche el inquietante Salvador Martín Mateos relegaba la información sobre la etapa de la Vuelta al último lugar de su bloque, después de la Liga, los bólidos y el Mundial de baloncesto, todos eventos deportivos exclusiva de otras cadenas. Para rematar el panorama, poco antes se emitía en La 2 un soporífero resumen a cargo de Paco Grande, un periodista capaz de aburrir a las pirámides, donde dedicaban 10 minutos a los 6 primeros kms. de la etapa, con una bizarra no-entrevista a Petacchi incluída.
***
En el GP Ploauy, carrera ProTour, victoria para el tiburón de Messina Vincenzo Nibali. El jovencísimo corredor (clase 84) se escapó a pocos kms. de meta con Flecha, Popovych y Manuele Mori, y fue capaz de robarles la cartera después de que neutralizasen al ucraniano de Discovery a 2 kms. de meta. Flecha volvió a hacer una vez más el papel de comparsa persiguiendo por detrás, cuando tenía una buena oportunidad de lograr su primera victoria desde febrero de 2005 en la Vuelta a Valencia, en lo que fue una etapa de 50 kms. Dicen que en el Rabobank están contentos con él. En cuanto a Nibali, una nueva confirmación de lo apuntado en primavera: las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y están consiguiendo grandes triunfos a edad muy temprana.
***
El corredor que no despierta sospechas, sólo elogios desmedidos. Y hasta le comparan con Anquetil.
***
Sueños de grandeza en un corredor que nunca ha hecho entre los diez primeros en una grande. Será el efecto Pereiro. O el efecto Vuelta, ese que tanto desea Victor Cordero.
La temporada iba así, así. Tras ganar autoritariamente las dos primeras etapas de Tirreno, una inoportuna caída en la misma carrera le dejó debilitado para San Remo y después comenzó el habitual festival de fuegos artificiales en las Ardenas, donde sin embargo sólo Piti le logró batir en Lieja. En el Giro protagonizó algún espectáculo lamentable como el día de Termoli con Vaitkus pero al final se llevó su etapita, y con fuerzas suficientes en la reserva para ganar el título nacional a finales de julio. Descansito de dos meses sin Tour y clásicas de agosto para reaparecer en la Vuelta con una victoria de etapa fabulosa. Ha ganado con tanta facilidad que incluso continuó pedaleando como un autómata tras franquear la línea de meta, en un gesto inabitual en las carreras profesionales, más propio del spinning en el gimnasio.
El triunfo de Bettini se produjo a las tres de la tarde, hora inhabitual para el ciclismo, y es que así estamos. Fueron muchos los que se creyeron los cantos de sirena de TVE sobre la cobertura de la Vuelta, pero el caso es que la han puesto a competir con la Formula Uno. Y con el Telediario, porque un par de kms. más y se retrasa el inicio del informativo. O cambian la retransmisión del último km. a La 2. Para confirmar las sospechas, en la edición de la noche el inquietante Salvador Martín Mateos relegaba la información sobre la etapa de la Vuelta al último lugar de su bloque, después de la Liga, los bólidos y el Mundial de baloncesto, todos eventos deportivos exclusiva de otras cadenas. Para rematar el panorama, poco antes se emitía en La 2 un soporífero resumen a cargo de Paco Grande, un periodista capaz de aburrir a las pirámides, donde dedicaban 10 minutos a los 6 primeros kms. de la etapa, con una bizarra no-entrevista a Petacchi incluída.
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En el GP Ploauy, carrera ProTour, victoria para el tiburón de Messina Vincenzo Nibali. El jovencísimo corredor (clase 84) se escapó a pocos kms. de meta con Flecha, Popovych y Manuele Mori, y fue capaz de robarles la cartera después de que neutralizasen al ucraniano de Discovery a 2 kms. de meta. Flecha volvió a hacer una vez más el papel de comparsa persiguiendo por detrás, cuando tenía una buena oportunidad de lograr su primera victoria desde febrero de 2005 en la Vuelta a Valencia, en lo que fue una etapa de 50 kms. Dicen que en el Rabobank están contentos con él. En cuanto a Nibali, una nueva confirmación de lo apuntado en primavera: las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y están consiguiendo grandes triunfos a edad muy temprana.
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El corredor que no despierta sospechas, sólo elogios desmedidos. Y hasta le comparan con Anquetil.
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Sueños de grandeza en un corredor que nunca ha hecho entre los diez primeros en una grande. Será el efecto Pereiro. O el efecto Vuelta, ese que tanto desea Victor Cordero.
25 agosto, 2006
La Vuelta a la hipocresía
Mientras unos disfrutaban del verano en la playa, en la montaña o en su casa, una parte muy importante de los ciclistas profesionales seguían el proceso de engorde previo a disputar una grande por etapas. La Vuelta a España, que empieza mañana en Málaga, contará con una de las mejores participaciones en los últimos años, pero es de ingenuos pensar que será la Vuelta más limpia.
Más que nada porque en los últimos años la carrera española ha sido el laboratorio de las más abyectas exhibiciones gracias al doping, donde se han pillado a algunos de los más importantes, pero no a todos. Ni mucho menos. Muchos de los corredores que optan al triunfo final muestran orgullosos que durante todo el mes de agosto no han competido ni un solo día, o cuando lo han hecho ha sido en la Clásica de San Sebastián. Como en la fichas de Eufemiano Fuentes, donde los periodos sin competición se complementaban perfectamente con las microinyecciones de 500 unidades de EPO, las alubias y algo de hormona del crecimiento. También alguna reinfusión de sangre. Para rendir en septiembre, en el festival de septiembre.
Hace un par de días se ponían los pelos como escarpias al leer una entrevista a Victor Cordero, a la sazón director de la carrera, donde afirmaba rotundamente que “de la Vuelta saldrá una nueva figura del ciclismo, sin duda”. Él lo sabe bien, pues en los últimos años nos han propuesto a Oscar Sevilla, Aitor González, Isidro Nozal, Santi Pérez y Alejandro Valverde. Sin solución de continuidad. Gente que no eran nadie y los que un afortunado septiembre lanzó al estrellato, firmando contratos estrella y candidándose al Tour o al sucesivo Mundial. Si no hubiese sido por la eclosión de estas negras figuras, el tostón hubiese mayúsculo. Bien que se ha aprovechado el señor Cordero de estos ángeles caídos, que le han dado cuerda a nuevos patrocinadores de un deporte que agoniza. Los organizadores quieren espectáculo. Como sea. Que para eso ponen los recorridos. Y todas las facilidades posibles.
El que esperase para hoy un canto para el futuro, la esperanza y demás frutas confitadas se equivoca de blog. Es sencillamente nauseabundo como Carlos Sastre se presenta a ganar la Vuelta tras haber disputado el Giro (“sólo siete días a tope”, matizaba durante el Tour) y hacer podio en el Tour yendo a más, salvo el desinflón en la última crono. Será la mala baba, pero en la última década sólo dos corredores han logrado hacer podio en dos grandes en una misma temporada: Pantani en 1998 completamente dopado y Beloki en 2002 (2º en el Tour, 3º en la Vuelta), igualmente dopado hasta en las uñas. Es más: el proyecto de Sastre entronca con algo incubado por Fuentes/Saiz para Marcos telele en Tortona Serrano, el disputar las tres grandes en un mismo año a alto nivel. Y tan alto. Hasta Basso consideraba la posibilidad para la próximo temporada.
Corredores que han hecho Tour-Vuelta buscando la general: en 2001 Igor (5º y abandono), Heras (15º y 4º), Laiseka (28º y 12º), Beloki (3º y abandono), Sevilla (7º y 2º), Botero (8º y 18º); en 2002 Botero (4º y 66º, con una etapa), Beloki (2º y 3º), Heras (9º y 2º), Azevedo (6º y 34º) y Mayo (88º y 5º); en 2003 Heras (34º y 1º), Mancebo (5º y 10º), Millar (55º y 102º, con sendas victorias parciales), Nozal (72º y 2º), Sastre (9º y 35º) y Beltrán (14º y 6º, en el COAST de Ullrich, Casero y Juan Fernández); en 2004 Hamilton (abandono y abandono), Heras (abandono y 1º), Landis (23º y abandono), Mancebo (6º y 3º), S. Pérez (49º y 2º), Sastre (8º y 6º); y en 2005 Heras (45º y 1º), Mancebo (4º y 4º), Menchov (85º y 2º) y Sastre (21º y 3º). Alguno seguro que se queda colgando por ahí, pero ya queda clara la tendencia, ¿no? Todos dopados fehacientes, menos nuestro amigo Sastre el impoluto, el hombre capaz de rodar a 56 km/h camino de Alcalá de Henares en la última Vuelta. El hombre que va a seguir los pasos de su compañero de equipo Lombardi: acabar las tres grandes en una misma temporada. Y con intención de ganar al menos una de ellas. Ya sólo si logra acabar, y gracias a su podio en el Tour supera el registro de Marino Lejarreta en 1990 y 1991. Por cierto, por entonces en la ONCE y cuando empezaba a circular el EPO.
Pero Sastre no está solo: también está Piti, que volvió en San Sebastián e hizo 8º en el sprint masivo en su primera carrera en un mes, y que va a intentar ganar la primera grande que acabe desde la Vuelta 04; está Pereiro el resucitado en los Alpes, que sólo ha corrido en la Clásica de los Puertos en la sentida despedida del Comunitat Valenciana; está ese escalador de piernas como columnas llamado M.A Martín Perdiguero, capaz de emborracharse con Landis tras el descalabro de La Toussuire y después reventar el pelotón subiendo el primer puerto de la Disneylandis de Morzine, para inmediatamente abandonar e irse a la playa; está Iban Mayo, el ave fénix que se lleva mal con el aire acondicionado y cuyo récord en el Ventoux será estudiado con la ciencia del siglo XXIII; y está clasicómano Joaquím Rodríguez, el hombre que sólo pudo ser segundo en la Clásica de San Sebastián 2005 tras su ultradopado compañero de equipo y arcón congelador Zaballa, ganó en Urkiola y fue segundo en Burgos, sin tener ritmo de competición. Casi como si le hubiesen metido una bolsa. Para la Vuelta ya no le quedaba mucho más y tuvo que ganar la montaña, con actuaciones notables en la Cobertoria junto a sus compañeros de criogenización Caruso, Beloki, Vicioso y Heras, especialmente desatados aquel día. Ya con el pelotazo de Illes Balears se pulió una etapa en París-Niza tras los siempre provechosos meses de entrenamientos y clínicas médicas de enero/febrero y en abril... ¡qué Lieja se marcó! ¡Casi se la gana a Piti! ¡Pasaban los kms. y nuestro clasicómano no cejaba, no! Vino la Operación Puerto e hibernó durante largo tiempo, a pesar de no llevar un calendario muy cargado. Pero hay corredores a los que les encanta estar congelados, hacer sólido lo líquido.
Quien no estará es Koldo Gil, participante y podio en la última gran actuación de los Eufeboys, la Vuelta a Suiza. Iba a reaparecer el 25 de julio en Villafranca de Ordizia, pero una inoportuna caída el 5 de ese mes le fracturó la muñeca, dicen. El 15 de agosto estaba celebrando las fiestas de Burlada utilizando las dos muñecas para asir algo diferente al manillar del ciclista. Ahora ha sido apartado de la Vuelta a última hora porque no se encuentra en forma, pero As dice claramente que es por la Operación Puerto. Será que alguien por fin ha reparado en que la ficha 58 de los papeles del hemodruida tiene un nombre que no viene en clave y que responde claramente: "Koldo Gil". Matxín dice que el problema les afecta "de rebote", porque los documentos son de su época Liberty, ¡como si Zaballa o Purito Rodríguez hubiesen empezado en el Illes Balears y no en el Kelme y la Once para después aplicar sus conocimientos en el Saunier Duval! ¡Como ese Carlos Zárate!
Vivir para ver. ¡Cuanta hipocresía!
***
Un galimatías. Probablemente.
Más que nada porque en los últimos años la carrera española ha sido el laboratorio de las más abyectas exhibiciones gracias al doping, donde se han pillado a algunos de los más importantes, pero no a todos. Ni mucho menos. Muchos de los corredores que optan al triunfo final muestran orgullosos que durante todo el mes de agosto no han competido ni un solo día, o cuando lo han hecho ha sido en la Clásica de San Sebastián. Como en la fichas de Eufemiano Fuentes, donde los periodos sin competición se complementaban perfectamente con las microinyecciones de 500 unidades de EPO, las alubias y algo de hormona del crecimiento. También alguna reinfusión de sangre. Para rendir en septiembre, en el festival de septiembre.
Hace un par de días se ponían los pelos como escarpias al leer una entrevista a Victor Cordero, a la sazón director de la carrera, donde afirmaba rotundamente que “de la Vuelta saldrá una nueva figura del ciclismo, sin duda”. Él lo sabe bien, pues en los últimos años nos han propuesto a Oscar Sevilla, Aitor González, Isidro Nozal, Santi Pérez y Alejandro Valverde. Sin solución de continuidad. Gente que no eran nadie y los que un afortunado septiembre lanzó al estrellato, firmando contratos estrella y candidándose al Tour o al sucesivo Mundial. Si no hubiese sido por la eclosión de estas negras figuras, el tostón hubiese mayúsculo. Bien que se ha aprovechado el señor Cordero de estos ángeles caídos, que le han dado cuerda a nuevos patrocinadores de un deporte que agoniza. Los organizadores quieren espectáculo. Como sea. Que para eso ponen los recorridos. Y todas las facilidades posibles.
El que esperase para hoy un canto para el futuro, la esperanza y demás frutas confitadas se equivoca de blog. Es sencillamente nauseabundo como Carlos Sastre se presenta a ganar la Vuelta tras haber disputado el Giro (“sólo siete días a tope”, matizaba durante el Tour) y hacer podio en el Tour yendo a más, salvo el desinflón en la última crono. Será la mala baba, pero en la última década sólo dos corredores han logrado hacer podio en dos grandes en una misma temporada: Pantani en 1998 completamente dopado y Beloki en 2002 (2º en el Tour, 3º en la Vuelta), igualmente dopado hasta en las uñas. Es más: el proyecto de Sastre entronca con algo incubado por Fuentes/Saiz para Marcos telele en Tortona Serrano, el disputar las tres grandes en un mismo año a alto nivel. Y tan alto. Hasta Basso consideraba la posibilidad para la próximo temporada.
Corredores que han hecho Tour-Vuelta buscando la general: en 2001 Igor (5º y abandono), Heras (15º y 4º), Laiseka (28º y 12º), Beloki (3º y abandono), Sevilla (7º y 2º), Botero (8º y 18º); en 2002 Botero (4º y 66º, con una etapa), Beloki (2º y 3º), Heras (9º y 2º), Azevedo (6º y 34º) y Mayo (88º y 5º); en 2003 Heras (34º y 1º), Mancebo (5º y 10º), Millar (55º y 102º, con sendas victorias parciales), Nozal (72º y 2º), Sastre (9º y 35º) y Beltrán (14º y 6º, en el COAST de Ullrich, Casero y Juan Fernández); en 2004 Hamilton (abandono y abandono), Heras (abandono y 1º), Landis (23º y abandono), Mancebo (6º y 3º), S. Pérez (49º y 2º), Sastre (8º y 6º); y en 2005 Heras (45º y 1º), Mancebo (4º y 4º), Menchov (85º y 2º) y Sastre (21º y 3º). Alguno seguro que se queda colgando por ahí, pero ya queda clara la tendencia, ¿no? Todos dopados fehacientes, menos nuestro amigo Sastre el impoluto, el hombre capaz de rodar a 56 km/h camino de Alcalá de Henares en la última Vuelta. El hombre que va a seguir los pasos de su compañero de equipo Lombardi: acabar las tres grandes en una misma temporada. Y con intención de ganar al menos una de ellas. Ya sólo si logra acabar, y gracias a su podio en el Tour supera el registro de Marino Lejarreta en 1990 y 1991. Por cierto, por entonces en la ONCE y cuando empezaba a circular el EPO.
Pero Sastre no está solo: también está Piti, que volvió en San Sebastián e hizo 8º en el sprint masivo en su primera carrera en un mes, y que va a intentar ganar la primera grande que acabe desde la Vuelta 04; está Pereiro el resucitado en los Alpes, que sólo ha corrido en la Clásica de los Puertos en la sentida despedida del Comunitat Valenciana; está ese escalador de piernas como columnas llamado M.A Martín Perdiguero, capaz de emborracharse con Landis tras el descalabro de La Toussuire y después reventar el pelotón subiendo el primer puerto de la Disneylandis de Morzine, para inmediatamente abandonar e irse a la playa; está Iban Mayo, el ave fénix que se lleva mal con el aire acondicionado y cuyo récord en el Ventoux será estudiado con la ciencia del siglo XXIII; y está clasicómano Joaquím Rodríguez, el hombre que sólo pudo ser segundo en la Clásica de San Sebastián 2005 tras su ultradopado compañero de equipo y arcón congelador Zaballa, ganó en Urkiola y fue segundo en Burgos, sin tener ritmo de competición. Casi como si le hubiesen metido una bolsa. Para la Vuelta ya no le quedaba mucho más y tuvo que ganar la montaña, con actuaciones notables en la Cobertoria junto a sus compañeros de criogenización Caruso, Beloki, Vicioso y Heras, especialmente desatados aquel día. Ya con el pelotazo de Illes Balears se pulió una etapa en París-Niza tras los siempre provechosos meses de entrenamientos y clínicas médicas de enero/febrero y en abril... ¡qué Lieja se marcó! ¡Casi se la gana a Piti! ¡Pasaban los kms. y nuestro clasicómano no cejaba, no! Vino la Operación Puerto e hibernó durante largo tiempo, a pesar de no llevar un calendario muy cargado. Pero hay corredores a los que les encanta estar congelados, hacer sólido lo líquido.
Quien no estará es Koldo Gil, participante y podio en la última gran actuación de los Eufeboys, la Vuelta a Suiza. Iba a reaparecer el 25 de julio en Villafranca de Ordizia, pero una inoportuna caída el 5 de ese mes le fracturó la muñeca, dicen. El 15 de agosto estaba celebrando las fiestas de Burlada utilizando las dos muñecas para asir algo diferente al manillar del ciclista. Ahora ha sido apartado de la Vuelta a última hora porque no se encuentra en forma, pero As dice claramente que es por la Operación Puerto. Será que alguien por fin ha reparado en que la ficha 58 de los papeles del hemodruida tiene un nombre que no viene en clave y que responde claramente: "Koldo Gil". Matxín dice que el problema les afecta "de rebote", porque los documentos son de su época Liberty, ¡como si Zaballa o Purito Rodríguez hubiesen empezado en el Illes Balears y no en el Kelme y la Once para después aplicar sus conocimientos en el Saunier Duval! ¡Como ese Carlos Zárate!
Vivir para ver. ¡Cuanta hipocresía!
***
Un galimatías. Probablemente.
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24 agosto, 2006
Una caída quita el Tour de Benelux a Hincapié.
Toda la emoción que le faltó en las seis primeras etapas estuvo en el última día del Eneco Tour. La Vuelta al Benelux, un invento del ProTour que el año pasado fue a manos del rejuvenecido por el CSC Bobby Julich, cambió el formato de crono en el último día por una especie de mini L-B-L de 205 km. y final en Ans. En la general iba líder Hincapié por 3" sobre Schumacher, una de las revelaciones de la temporada.
Tras una etapa movida, pero controlada por el Discovery como en otras épocas, en la última subida saltó la estrella local Phillipe Gilbert, con fuerza suficiente para llegar en solitario a meta. A 50 m. de la misma un espectador enfervorizado por la victoria de su paisano valón se mostró demasiado efusivo en sus celebraciones y asustó a Schumacher, que se apartó bruscamente y en su desplazamiento derribó a Hincapié. El alemán, tercero en la etapa, sumó 4" de bonificación y se llevó la general por un exiguo segundo, ante el pasmo del americano. Reclamó y reclamó, pero los jueces no hicieron caso.
El domingo Hincapié defiende título en el GP de Plouay, donde seguro que saldrá con rabia añadida. Lleva una temporada por debajo de las expectativas, a pesar de haber sido maillot amarillo en el Tour durante un día, y con el gran borrón de la caída en la Paris-Roubaix. A ver si por lo menos le vemos disputar un Campeonato del Mundo antes de que se retire. En cuanto a Schumacher, tiene con 25 años un espléndido futuro en las clásicas y pruebas de un día, donde es un corredor potente y veloz. Ya ganó en el Giro en la llegada a Namur con un golpe de finisheur, y su espléndida prestación esta semana confirman que las carreteras belgas le van muy bien. También hay que destacar que el cuarto ayer fue el sprinter Gasparotto, que parece que empieza a salir (y muy bien) de su eterna mononucleosis. Y tercero en el podio final el joven y prometedor italiano Nibali, que sigue devorando pasos a una velocidad asombrosa: en marzo gana a Bettini y en agosto se mete entre los primeros en una carrera ProTour.
***
Alberto telele en Lagunas de Neila Contador no participará en la Vuelta a España. Dicen que no se ha recuperado del extraño mal que le aquejó aquel día de agosto, cuando atacó y no se fue -a diferencia de en Romandía y en Suiza- y después pagó los esfuerzos. Supongo que ahora volverá a tener tiempo libre para escribir cartas abiertas a diestro y siniestro. ¡Y mira que ya hace tiempo que le dió el vahío!
***
Otro que no va a estar es Oscar Freire, al que le ha caído la sempiterna lesión de la temporada, esta vez en forma de problemas en las cervicales. El cántabro ya ha ganado sus dos primeros Mundiales sin pasar por la Vuelta, pero a ver que tal se recupera y si vemos mejorar su forma en las carreras alternativas previas a la cita de Salzburgo. No sé, da pena ver a Freire participando en la Vuelta a Polonia, pero con este corredor nos tenemos que acostumbrar a que por lo menos siga corriendo.
Tras una etapa movida, pero controlada por el Discovery como en otras épocas, en la última subida saltó la estrella local Phillipe Gilbert, con fuerza suficiente para llegar en solitario a meta. A 50 m. de la misma un espectador enfervorizado por la victoria de su paisano valón se mostró demasiado efusivo en sus celebraciones y asustó a Schumacher, que se apartó bruscamente y en su desplazamiento derribó a Hincapié. El alemán, tercero en la etapa, sumó 4" de bonificación y se llevó la general por un exiguo segundo, ante el pasmo del americano. Reclamó y reclamó, pero los jueces no hicieron caso.
El domingo Hincapié defiende título en el GP de Plouay, donde seguro que saldrá con rabia añadida. Lleva una temporada por debajo de las expectativas, a pesar de haber sido maillot amarillo en el Tour durante un día, y con el gran borrón de la caída en la Paris-Roubaix. A ver si por lo menos le vemos disputar un Campeonato del Mundo antes de que se retire. En cuanto a Schumacher, tiene con 25 años un espléndido futuro en las clásicas y pruebas de un día, donde es un corredor potente y veloz. Ya ganó en el Giro en la llegada a Namur con un golpe de finisheur, y su espléndida prestación esta semana confirman que las carreteras belgas le van muy bien. También hay que destacar que el cuarto ayer fue el sprinter Gasparotto, que parece que empieza a salir (y muy bien) de su eterna mononucleosis. Y tercero en el podio final el joven y prometedor italiano Nibali, que sigue devorando pasos a una velocidad asombrosa: en marzo gana a Bettini y en agosto se mete entre los primeros en una carrera ProTour.
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Alberto telele en Lagunas de Neila Contador no participará en la Vuelta a España. Dicen que no se ha recuperado del extraño mal que le aquejó aquel día de agosto, cuando atacó y no se fue -a diferencia de en Romandía y en Suiza- y después pagó los esfuerzos. Supongo que ahora volverá a tener tiempo libre para escribir cartas abiertas a diestro y siniestro. ¡Y mira que ya hace tiempo que le dió el vahío!
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Otro que no va a estar es Oscar Freire, al que le ha caído la sempiterna lesión de la temporada, esta vez en forma de problemas en las cervicales. El cántabro ya ha ganado sus dos primeros Mundiales sin pasar por la Vuelta, pero a ver que tal se recupera y si vemos mejorar su forma en las carreras alternativas previas a la cita de Salzburgo. No sé, da pena ver a Freire participando en la Vuelta a Polonia, pero con este corredor nos tenemos que acostumbrar a que por lo menos siga corriendo.
23 agosto, 2006
La fiesta de los maniquíes
Y habrá que empezar diciendo que ayer Josu Garai sacó las trompetas del Juicio Final. Habló de "ultima oportunidad" en la Vuelta, dio casi por hecho que la organización iba a excluir a su querido Active Bay (es casi más fiable llamarlo así que con su patrocinador) y a Phonak, que la medida sería inútil porque casi todos se meten (verídico), que los ciclistas no tienen la culpa porque es un sistema inventado "hace 100 años" y que bla-bla-bla. En todo caso, curioso giro ideológico del adalid de humillar a Manzano y del "no pasa nada" tras la Operación Puerto.
¿Y que le ha llevado a este cambio? Cita entre líneas la exclusión de Hermida el de la BTT por ser el "Catalán" de los archivos de Fuentes, el hematocrito de J.C Domínguez, pero seguramente también tenga en mente el agosto de Iban Mayo o la fanfarronería con la que Carlos Sastre va a afrontar su tercera grande del año, recuperando y haciendo propio el plan de Marcos telele en Tortona Serrano. Y de ahí el grito desesperado, la práctica asunción de una verdad epatante: todos se meten y sólo han pillado a una pequeña parte.
Fíjense si no en el simpático robot que hoy traigo: es el maniquí que Etxe-Ondo preparó para el efímero Tour de Francia de Active Bay, con el escudo de "los profesionales del montaje" bien visible. Al final pasó lo que pasó y el maillot sólo se utilizó en los campeonatos nacionales, aunque estoy seguro de que el involuntario modelo no ha perdido su semblante robótico ni su macizo pelo. Como los ciclistas que se lo iban a enfundar, y que ahora exhiben un auto judicial que dice una verdad de perogrullo como si fuese una bula papal. Asusta pensar que van a tomar parte en la Vuelta gente como Beloki o Nozal.
De lograrlo, será la fiesta de los maniquíes. De los robots de plástico, de los caraduras hasta las cejas de psicofármacos que les hacen estar sonriendo y positivos aunque hayan perdido una minutada, aunque se hayan equivocado. De los cuerpos artificiales, rígidos, de un intento de imitación de la realidad. Era el principio de los ochenta cuando desde Vigo un grupo llamado Golpes Bajos hacía una canción muy apropiada para las circunstancias, rematada con el españolísimo sufijo "-íes" y no "ís": La fiesta de los maniquíes,
Rígidos los cuerpos/los maniquíes bailan./Con el rojo de sus labios/y el brillar de su cabello./Miradas de cristal/bajo el saxo envueltas./Perfecciones en los rizos/sus gargantas secas./Fiesta de los maniquíes,/no los toques, por favor...(Bis)
Será la casualidad, pero el otro gran grupo de la movida viguesa se llamaba Siniestro Total...
¿Y que le ha llevado a este cambio? Cita entre líneas la exclusión de Hermida el de la BTT por ser el "Catalán" de los archivos de Fuentes, el hematocrito de J.C Domínguez, pero seguramente también tenga en mente el agosto de Iban Mayo o la fanfarronería con la que Carlos Sastre va a afrontar su tercera grande del año, recuperando y haciendo propio el plan de Marcos telele en Tortona Serrano. Y de ahí el grito desesperado, la práctica asunción de una verdad epatante: todos se meten y sólo han pillado a una pequeña parte.
Fíjense si no en el simpático robot que hoy traigo: es el maniquí que Etxe-Ondo preparó para el efímero Tour de Francia de Active Bay, con el escudo de "los profesionales del montaje" bien visible. Al final pasó lo que pasó y el maillot sólo se utilizó en los campeonatos nacionales, aunque estoy seguro de que el involuntario modelo no ha perdido su semblante robótico ni su macizo pelo. Como los ciclistas que se lo iban a enfundar, y que ahora exhiben un auto judicial que dice una verdad de perogrullo como si fuese una bula papal. Asusta pensar que van a tomar parte en la Vuelta gente como Beloki o Nozal.
De lograrlo, será la fiesta de los maniquíes. De los robots de plástico, de los caraduras hasta las cejas de psicofármacos que les hacen estar sonriendo y positivos aunque hayan perdido una minutada, aunque se hayan equivocado. De los cuerpos artificiales, rígidos, de un intento de imitación de la realidad. Era el principio de los ochenta cuando desde Vigo un grupo llamado Golpes Bajos hacía una canción muy apropiada para las circunstancias, rematada con el españolísimo sufijo "-íes" y no "ís": La fiesta de los maniquíes,
Rígidos los cuerpos/los maniquíes bailan./Con el rojo de sus labios/y el brillar de su cabello./Miradas de cristal/bajo el saxo envueltas./Perfecciones en los rizos/sus gargantas secas./Fiesta de los maniquíes,/no los toques, por favor...(Bis)
Será la casualidad, pero el otro gran grupo de la movida viguesa se llamaba Siniestro Total...
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22 agosto, 2006
Haciendo las maletas
Esta singular foto condensa en un solo instante lo que han sido las tres únicas temporadas en el ciclismo profesional del Comunitat Valenciana, un nuevo equipo surgido en 2004 de las cenizas del Kelme: siempre con las maletas preparadas, hasta que finalmente emprendieron el último viaje. A ver si no se olvidan el cepillo de dientes.
Como el equipo acaba de desaparecer y siempre hay mucho dolor y compungimiento en estos casos, parece que a la mayor parte de los periodistas se les ha colado recordar que desaparece por un caso de dopaje masivo y que el Comunitat Valenciana no es el Kelme, que este equipo ya desapareció en 2003 y que no se juntan churras con merinas. Da igual. En estos momentos de dolor, de "23 familias en la calle" (Vicente Belda dixit) parece que hay cancha abierta para un poco más de hipocresía, de familia ciclista y de mucha tontería. No será el caso de este modesto post, me temo.
El Comunitat Valenciana participó en su última carrera el pasado 20 de agosto en la Clásica a los Puertos. Ganó Rubén Plaza y Eladio Jiménez fue tercero. Ambos ciclistas compitieron completamente dopados en la última Vuelta a España, donde lograron sendas victorias de etapa: el primero rodando a 56 km/h, como si las carreteras de Alcalá fuesen la cuerda del velódromo de Burdeos y el asfalto madera exótica de Camerún, y el segundo en Los Lagos, tras ir escapado y sin que el pelotón le recortase una migaja en toda la ascensión. Así fueron las cosas y así ha sido desvelado por los papeles de la Operación Puerto. Sin embargo, el colectivo de periodistas ha preferido seguir vendiendo una imagen almibarada del ciclismo, de unos ciclistas que merecen competir y que, cuando lo hacen, ganan. Como ese bardo de La Vanguardia, que en pleno Tour encontró tiempo para hacer un suelto de la victoria de Eladio Jiménez en una carrera menor de Portugal y afirmar que "es la vuelta a la normalidad".
La normalidad en esos años en el Comunitat Valenciana ha sido estar en el filo del desastre. En el año 2004 dejaron a varios corredores de la plantilla congelados -noten la ironía- por falta de presupuesto (entre ellos, Ángel Casero), pero hubo presupuesto de sobra para comprar siberias y tratamientos al hemodruida Fuentes y cepillarse cuatro etapas de la Vuelta con cuatro corredores diferentes. Entre ellos, Valverde y su amicissimo Juliá, un murciano con cuerpo de baloncesto que es incapaz de acabar una carrera desde que lo enchufó su padrino en el Illes Balears. El Comunitat Valenciana, ya les digo. Y que decir de ese Francis Cabello, como gustaba de llamarse con 36 años, que por fin pudo ganar su anhelada Vuelta a Andalucía, porque no hay nada mejor que salir de la francachela de enero llamada concentración de equipo bien calentito, calentito.
En fin. Como último detalle cutre indicar que esta siniestra y premonitoria foto que hoy traigo aquí ha sido sacada de la página web oficial del equipo, donde estaba colgada -a pesar de su evidente chapucerismo- con las fotos de cromo de los integrantes de la plantilla. Buen viaje.
***
Juan Carlos Domínguez, el ciclista de Íscar, con hematocrito alto en el Eneco Tour. Sus mejores años los vivió en el Kelme, donde subía como un titán los Lagos en 1997, por poner un ejemplo. En 2003 ficha por el Phonak (si, ese equipo), se reencuentra con Álvaro Pino (sí, ese director) y gana el prólogo del Giro de Italia. 35 años y muchas sombras, me temo.
Como el equipo acaba de desaparecer y siempre hay mucho dolor y compungimiento en estos casos, parece que a la mayor parte de los periodistas se les ha colado recordar que desaparece por un caso de dopaje masivo y que el Comunitat Valenciana no es el Kelme, que este equipo ya desapareció en 2003 y que no se juntan churras con merinas. Da igual. En estos momentos de dolor, de "23 familias en la calle" (Vicente Belda dixit) parece que hay cancha abierta para un poco más de hipocresía, de familia ciclista y de mucha tontería. No será el caso de este modesto post, me temo.
El Comunitat Valenciana participó en su última carrera el pasado 20 de agosto en la Clásica a los Puertos. Ganó Rubén Plaza y Eladio Jiménez fue tercero. Ambos ciclistas compitieron completamente dopados en la última Vuelta a España, donde lograron sendas victorias de etapa: el primero rodando a 56 km/h, como si las carreteras de Alcalá fuesen la cuerda del velódromo de Burdeos y el asfalto madera exótica de Camerún, y el segundo en Los Lagos, tras ir escapado y sin que el pelotón le recortase una migaja en toda la ascensión. Así fueron las cosas y así ha sido desvelado por los papeles de la Operación Puerto. Sin embargo, el colectivo de periodistas ha preferido seguir vendiendo una imagen almibarada del ciclismo, de unos ciclistas que merecen competir y que, cuando lo hacen, ganan. Como ese bardo de La Vanguardia, que en pleno Tour encontró tiempo para hacer un suelto de la victoria de Eladio Jiménez en una carrera menor de Portugal y afirmar que "es la vuelta a la normalidad".
La normalidad en esos años en el Comunitat Valenciana ha sido estar en el filo del desastre. En el año 2004 dejaron a varios corredores de la plantilla congelados -noten la ironía- por falta de presupuesto (entre ellos, Ángel Casero), pero hubo presupuesto de sobra para comprar siberias y tratamientos al hemodruida Fuentes y cepillarse cuatro etapas de la Vuelta con cuatro corredores diferentes. Entre ellos, Valverde y su amicissimo Juliá, un murciano con cuerpo de baloncesto que es incapaz de acabar una carrera desde que lo enchufó su padrino en el Illes Balears. El Comunitat Valenciana, ya les digo. Y que decir de ese Francis Cabello, como gustaba de llamarse con 36 años, que por fin pudo ganar su anhelada Vuelta a Andalucía, porque no hay nada mejor que salir de la francachela de enero llamada concentración de equipo bien calentito, calentito.
En fin. Como último detalle cutre indicar que esta siniestra y premonitoria foto que hoy traigo aquí ha sido sacada de la página web oficial del equipo, donde estaba colgada -a pesar de su evidente chapucerismo- con las fotos de cromo de los integrantes de la plantilla. Buen viaje.
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Juan Carlos Domínguez, el ciclista de Íscar, con hematocrito alto en el Eneco Tour. Sus mejores años los vivió en el Kelme, donde subía como un titán los Lagos en 1997, por poner un ejemplo. En 2003 ficha por el Phonak (si, ese equipo), se reencuentra con Álvaro Pino (sí, ese director) y gana el prólogo del Giro de Italia. 35 años y muchas sombras, me temo.
10 agosto, 2006
Mayo fénix
El hijo pródigo del ciclismo vizcaíno, vasco, español y mundial vuelve a volar. Pocos corredores como Iban Mayo reunen tanta admiración desde los lugares más recónditos del mundo ciclista, y más con el negrísimo historial de decepciones, fundadas sospechas de dopaje y con el triste récord de no acabar una grande desde el Tour 2003. Será porque cuando gana lo hace arrasando, será porque cuando tiene lo necesario ataca una y otra vez, será por la imagen romántica del vasco rebelde e inconformista, tan lejos de las de Lejarreta, Indurain, Olano y Zubeldia...el caso es que Iban Mayo nunca deja indiferente.
Ayer ganó en la Laguna Negra de Neila tras atacar en los últimos tres kms. y meter una buena tunda al pelotón de sombras que disputa la Vuelta a Burgos. Me explico: la etapa la intentó endurecer un antiguo especialista en estas lides, el Comunitat Valenciana. Lanzaron por delante al robot Bernabeú, positivo por EPO cuando corría en el Maia portugués y se permitía el lujo de ganar en Paris-Niza, pero no fue muy lejos: es lo que tiene pasar de gasolina super al pisto castellano, dejar las alubias por los brotes de soja. Una sombra de lo que fue, como el robot Eladio Jiménez, que también intentó irse por delante: tras ganar el año pasado escapado y completamente dopado en Lagos (el pelotón no le recortó ni un minuto en el subida, como con Jalabert en 1994, ¡ejem!) ha vuelto a ser un corredor mediocre y ramplón. Neutralizado en un plis-plas. A comer chorizo a Ciudad Rodrigo, un embutido con el que guarda muchas similitudes.
Y después fue el turno de Contador. Habrá perdido las fuerzas escribiendo cartas abiertas que provocan hilaridad en cualquier lector mínimamente informado, pero el enfant terrible de Pinto, capaz de ganar etapas alpinas en Romandía y Suiza, ya no tiene quien le franquee los envíos postales, ni paloma mensajera, y ¡ay! se topa de bruces con la triste realidad. Quinto en meta, sí, pero volverá a ser noticia tras el final de la etapa. Entró a 41" de Mayo, un titán rabioso escalando nada elegantemente las rampas más duras de Neila: maillot abierto, pedaleo forzado y cara de "ahora vereis, ahora". Y así es el ciclista de Igorre: un corredor de excesos -tantos, tan evidentes-, al que su récord de la RDA en la subida al Ventoux en 2004 le transcenderá como ciclista y que, hay que decirlo claramente, cuesta imaginarlo pasando la noche en vela intentando taponar el aire acondicionado en un hotel de Dax.
Hoy ganará la Vuelta a Burgos con 49" sobre Pecharromán, un ciclista que se reencontró con Eufemiano en el Comunitat Valenciana y que se las prometía muy felices para la próxima Vuelta a España: el 20 de agosto también se queda en el paro. A buscarse las habichuelas. O las alubias.
El que se ha reencontrado con el hospital es Alberto Contador. Amat Carceller, que resulta patético con sus explicaciones de Candy-Candy y naftalina con todos los temas escabrosos (¡cómo justificaba el hematocrito alto de Hruska en la previa de la Volta a Cataluña!), dijo que se había tragado un espectador bajando Neila, un poco como Savoldelli en el Tour, y que había perdido el conocimiento. Pamplinas. Paparruchas. Se desmayó encima de la bici, quizás por el esfuerzo, quizás por el recurrente cavernoma (¿tendrá una cartilla especial de la UCI para tratar esa dolencia?), quizás sólo lo sepa su médico. Cuando le pasó en la Vuelta a Asturias 2004 le esperaba en el Hospital Central de esta región Nicolás Terrados, viejo conocido de Manolo Saiz y la ONCE, hasta el punto de que pasó alguna noche en prisión durante el Tour 1998, el del dedo corazón levantado del telúrico cántabro. El galeno tuvo que pasar algo de miedo por las evidencias en su contra, dado que renunció a los importante emolumentos que le daba el ciclismo por una más segura posición en un hospital público. ¡Y así estamos!
***
Skoda retira el patrocinio al Tour de Francia. A los checos controlados por Volkswagen no les gustará mucho ver su nombre por doquier cada vez que repiten el gesto de rabia de Landis entrando en Morzine: gajes de invertir en un deporte donde cada dos por tres te salen ranas. A las que les crece el pelo. Y la perilla pelirroja.
***
Lefrevre, sin pelos en la lengua. Como siempre. "Hay que quitar la licencia ProTour al Phonak. Un caso de doping al año puede pasar (sic, así está el ciclismo), pero diez en tres años es demasiado". Ojo a la relación: 1:1 pase, 3´3:1 no.
***
Pufffff: Dufaux segundo director del Astaná. Después hablan de regeneración.
Ayer ganó en la Laguna Negra de Neila tras atacar en los últimos tres kms. y meter una buena tunda al pelotón de sombras que disputa la Vuelta a Burgos. Me explico: la etapa la intentó endurecer un antiguo especialista en estas lides, el Comunitat Valenciana. Lanzaron por delante al robot Bernabeú, positivo por EPO cuando corría en el Maia portugués y se permitía el lujo de ganar en Paris-Niza, pero no fue muy lejos: es lo que tiene pasar de gasolina super al pisto castellano, dejar las alubias por los brotes de soja. Una sombra de lo que fue, como el robot Eladio Jiménez, que también intentó irse por delante: tras ganar el año pasado escapado y completamente dopado en Lagos (el pelotón no le recortó ni un minuto en el subida, como con Jalabert en 1994, ¡ejem!) ha vuelto a ser un corredor mediocre y ramplón. Neutralizado en un plis-plas. A comer chorizo a Ciudad Rodrigo, un embutido con el que guarda muchas similitudes.
Y después fue el turno de Contador. Habrá perdido las fuerzas escribiendo cartas abiertas que provocan hilaridad en cualquier lector mínimamente informado, pero el enfant terrible de Pinto, capaz de ganar etapas alpinas en Romandía y Suiza, ya no tiene quien le franquee los envíos postales, ni paloma mensajera, y ¡ay! se topa de bruces con la triste realidad. Quinto en meta, sí, pero volverá a ser noticia tras el final de la etapa. Entró a 41" de Mayo, un titán rabioso escalando nada elegantemente las rampas más duras de Neila: maillot abierto, pedaleo forzado y cara de "ahora vereis, ahora". Y así es el ciclista de Igorre: un corredor de excesos -tantos, tan evidentes-, al que su récord de la RDA en la subida al Ventoux en 2004 le transcenderá como ciclista y que, hay que decirlo claramente, cuesta imaginarlo pasando la noche en vela intentando taponar el aire acondicionado en un hotel de Dax.
Hoy ganará la Vuelta a Burgos con 49" sobre Pecharromán, un ciclista que se reencontró con Eufemiano en el Comunitat Valenciana y que se las prometía muy felices para la próxima Vuelta a España: el 20 de agosto también se queda en el paro. A buscarse las habichuelas. O las alubias.
El que se ha reencontrado con el hospital es Alberto Contador. Amat Carceller, que resulta patético con sus explicaciones de Candy-Candy y naftalina con todos los temas escabrosos (¡cómo justificaba el hematocrito alto de Hruska en la previa de la Volta a Cataluña!), dijo que se había tragado un espectador bajando Neila, un poco como Savoldelli en el Tour, y que había perdido el conocimiento. Pamplinas. Paparruchas. Se desmayó encima de la bici, quizás por el esfuerzo, quizás por el recurrente cavernoma (¿tendrá una cartilla especial de la UCI para tratar esa dolencia?), quizás sólo lo sepa su médico. Cuando le pasó en la Vuelta a Asturias 2004 le esperaba en el Hospital Central de esta región Nicolás Terrados, viejo conocido de Manolo Saiz y la ONCE, hasta el punto de que pasó alguna noche en prisión durante el Tour 1998, el del dedo corazón levantado del telúrico cántabro. El galeno tuvo que pasar algo de miedo por las evidencias en su contra, dado que renunció a los importante emolumentos que le daba el ciclismo por una más segura posición en un hospital público. ¡Y así estamos!
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Skoda retira el patrocinio al Tour de Francia. A los checos controlados por Volkswagen no les gustará mucho ver su nombre por doquier cada vez que repiten el gesto de rabia de Landis entrando en Morzine: gajes de invertir en un deporte donde cada dos por tres te salen ranas. A las que les crece el pelo. Y la perilla pelirroja.
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Lefrevre, sin pelos en la lengua. Como siempre. "Hay que quitar la licencia ProTour al Phonak. Un caso de doping al año puede pasar (sic, así está el ciclismo), pero diez en tres años es demasiado". Ojo a la relación: 1:1 pase, 3´3:1 no.
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Pufffff: Dufaux segundo director del Astaná. Después hablan de regeneración.
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09 agosto, 2006
Lo que va de la Vuelta a Burgos a la Vuelta a Alemania
Recientemente hemos sabido que la UCI va a considerar otras carreras para sustituir en el ProTour al Tour de Romandía, prestigiosa carrera suiza que sólo tenía dos años de licencia. Entre ellas está la Vuelta a Burgos, una carrera ejemplarmente organizada y que ha tenido momentos de ciclismo brillantísimos, para después caer en el marasmo de las excluídas de la división de élite de la UCI. O quizás sea una compensación para el candidato derrotado de la presidencia de la UCI, organizador de esta bonita vuelta.
Sin embargo, la Vuelta a Burgos nunca podrá ser ProTour. Basta ver las imágenes de ayer en Lerma, una bellísima localidad castellana donde apenas si estaban los paisanos del pueblo en la última cuesta empedrada de acceso a la plaza de armas del Duque homónimo. O el final del otro día en Roa de Duero. Que duda cabe de que si Lerma (a orillas del Arlanzón, colegiata de postal, palacio convertido recientemente en Parador Nacional después de siglos de abandono) fuese italiana o francesa nos la venderían como lo que es, una pequeña joya a nivel arquitéctonico y paisajístico, pero la mayor parte de la gente la conoce por algo tan poco prosaico como ser la parada de los buses de Continental Auto que comunican el País Vasco y Cantabria con Madrid. Bocata de tortilla y botella de agua en la máquina. Y carretera y manta.
Ayer ganó la crono Iván Gutiérrez, un magnífico profesional al que el analfabetismo profesional de algunos medios implicaron en la Operación Puerto, por apellidarse igual que el Búfalo, además de otros muchos cientos de miles de españoles; no es algo nuevo: también le confundieron en la Cadena SER con el mismo corredor en el prólogo del Giro de Italia. Y así estamos. Lleva una buena temporada, tras ganar en el Mt. Faron en el Giro del Mediterráneo, perder una buena oportunidad de ganar la Tirreno por culpa de una indisposición y ganar la Vuelta a Murcia tras la descalificación de Santos González, el único corredor profesional con papada. En el Giro hizo segundo en Gemona de Friuli y en el Campeonato de España CRI sólo le gano el superdopado Toni Tauler. A pesar de algunos problemas en la rampa de lanzamiento, el cántabro ha metido 7" a Herrero, 11" a su compañero Colom y 26" a Mayo, noveno en la etapa en una distancia que le va muy bien. Hoy se sube Neila, y veremos si Gutiérrez por fin gana una pequeña vuelta resistiendo en la montaña, empresa en la que ha fracasado repetidas veces.
Y vuelvo al argumento principal. En la Vuelta a Alemania también hubo crono. Y qué crono. En los 40 kms. de recorrido parecía que la gente no tuviese casa: estaban todos animando en las calles, volcados en un deporte que ha crecido enormente en el país más rico y poblado de Europa, con lo que eso conlleva. Ganó Voigt su tercera etapa, en una distancia en la que nunca había ganado y metiendo 1' al segundo, la misma diferencia que separó a los diez siguientes: el alemán ha disputado su ronda nacional a otro nivel, el nivel del CSC. Birillo general y cuatro etapas en Dinamarca 05 y Birillo general y tres etapas en el Giro. Y es que Rijs siempre saca lo mejor de sus corredores, hasta el punto de que pueden vender las etapas. Y con 34 años, oigan. La Vuelta a Burgos, en el improbabilísimo caso de que llegase a ProTour, no podría competir en fechas con la Vuelta a Alemania. Y en marzo a ver quien va a correr a Burgos.
***
Ahora que el Comunitat Valenciana, o la cueva de Alí-Babá, tiene fecha de defunción oficial (20 de agosto), los medios se llenan de crónicas luctuosas repitiendo lo del "adiós del decano del pelotón español, con 26 años". La mentira, de las gordas, es similar a la que aplicaban en 1998 los defensores de Clemente al frente de la selección diciendo que llevaba imbatido desde 1994 y el partido contra Italia, que la eliminación en la Eurocopa de 1996 contra Inglaterra y en los penalties no había sido una derrota: cambiar la historia y el reglamento a su antojo. Comunitat Valenciana y Kelme son dos equipos diferentes. Y en lo que se parecen nadie lo escribe claramente.
***
Igor como primer director. Es el que más sabe de lo suyo. Y los sueldos de Mayo, Zubeldia y A.González eran más que conocidos.
***
Ojo a la respuesta 16. Es ambigua hasta para un gallego.
Sin embargo, la Vuelta a Burgos nunca podrá ser ProTour. Basta ver las imágenes de ayer en Lerma, una bellísima localidad castellana donde apenas si estaban los paisanos del pueblo en la última cuesta empedrada de acceso a la plaza de armas del Duque homónimo. O el final del otro día en Roa de Duero. Que duda cabe de que si Lerma (a orillas del Arlanzón, colegiata de postal, palacio convertido recientemente en Parador Nacional después de siglos de abandono) fuese italiana o francesa nos la venderían como lo que es, una pequeña joya a nivel arquitéctonico y paisajístico, pero la mayor parte de la gente la conoce por algo tan poco prosaico como ser la parada de los buses de Continental Auto que comunican el País Vasco y Cantabria con Madrid. Bocata de tortilla y botella de agua en la máquina. Y carretera y manta.
Ayer ganó la crono Iván Gutiérrez, un magnífico profesional al que el analfabetismo profesional de algunos medios implicaron en la Operación Puerto, por apellidarse igual que el Búfalo, además de otros muchos cientos de miles de españoles; no es algo nuevo: también le confundieron en la Cadena SER con el mismo corredor en el prólogo del Giro de Italia. Y así estamos. Lleva una buena temporada, tras ganar en el Mt. Faron en el Giro del Mediterráneo, perder una buena oportunidad de ganar la Tirreno por culpa de una indisposición y ganar la Vuelta a Murcia tras la descalificación de Santos González, el único corredor profesional con papada. En el Giro hizo segundo en Gemona de Friuli y en el Campeonato de España CRI sólo le gano el superdopado Toni Tauler. A pesar de algunos problemas en la rampa de lanzamiento, el cántabro ha metido 7" a Herrero, 11" a su compañero Colom y 26" a Mayo, noveno en la etapa en una distancia que le va muy bien. Hoy se sube Neila, y veremos si Gutiérrez por fin gana una pequeña vuelta resistiendo en la montaña, empresa en la que ha fracasado repetidas veces.
Y vuelvo al argumento principal. En la Vuelta a Alemania también hubo crono. Y qué crono. En los 40 kms. de recorrido parecía que la gente no tuviese casa: estaban todos animando en las calles, volcados en un deporte que ha crecido enormente en el país más rico y poblado de Europa, con lo que eso conlleva. Ganó Voigt su tercera etapa, en una distancia en la que nunca había ganado y metiendo 1' al segundo, la misma diferencia que separó a los diez siguientes: el alemán ha disputado su ronda nacional a otro nivel, el nivel del CSC. Birillo general y cuatro etapas en Dinamarca 05 y Birillo general y tres etapas en el Giro. Y es que Rijs siempre saca lo mejor de sus corredores, hasta el punto de que pueden vender las etapas. Y con 34 años, oigan. La Vuelta a Burgos, en el improbabilísimo caso de que llegase a ProTour, no podría competir en fechas con la Vuelta a Alemania. Y en marzo a ver quien va a correr a Burgos.
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Ahora que el Comunitat Valenciana, o la cueva de Alí-Babá, tiene fecha de defunción oficial (20 de agosto), los medios se llenan de crónicas luctuosas repitiendo lo del "adiós del decano del pelotón español, con 26 años". La mentira, de las gordas, es similar a la que aplicaban en 1998 los defensores de Clemente al frente de la selección diciendo que llevaba imbatido desde 1994 y el partido contra Italia, que la eliminación en la Eurocopa de 1996 contra Inglaterra y en los penalties no había sido una derrota: cambiar la historia y el reglamento a su antojo. Comunitat Valenciana y Kelme son dos equipos diferentes. Y en lo que se parecen nadie lo escribe claramente.
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Igor como primer director. Es el que más sabe de lo suyo. Y los sueldos de Mayo, Zubeldia y A.González eran más que conocidos.
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Ojo a la respuesta 16. Es ambigua hasta para un gallego.
08 agosto, 2006
¿Qué pasó en Tortona?
A Marcos Serrano algo le sentó mal. Se disputaba el Giro de Italia y un corredor experimentado como el gallego se había dejado unos minutillos el día anterior, en la etapa de Sestri Levante: al día siguiente se llegaba a La Thuille después de subir el terrible San Carlo, y había que echar una mano al jefe de filas Scarponi. Como había hecho siempre. Con Escartín, con Heras, con Olano, con Beloki y como iba a hacer en junio en el Tour para el siguiente líder, Vinokourov. Vida de gregario de 34 años que en los últimos años se había ventilado una Milán-Turín y una etapa del Tour en la última semana, siberias de por medio.
Hizo los rituales previos para prepararse, esos que hemos sabido a raíz de la Operación Puerto, pero mientras a Scarponi le sirvieron para hacer quinto en la etapa a él lo enviaron directamente al hospital. Shock farmacológico. Cuatro días en la UCI de Tortona y después traslado a Vigo, donde estuvo diez días ingresado siguiendo el vendaval desatado. Ni siquiera pudo tomar la salida en la etapa. Y dió con sus huesos en el hospital, sin pasar por el médico de carrera. "Un virus intestinal", le ha dicho a los miembros de la Guardia Civil que se han puesto en contacto con él para saber si le interesaría colaborar en la acusación de delito contra la salud pública de Eufemiano Fuentes.
Es un corredor fiel. Él y Ángel Vicioso fueron los únicos que arroparon a Roberto Heras en la rueda de prensa solitaria que el bejarano dio para explicar su positivo por EPO ("nunca me he dopado", "voy a demostrar mi inocencia"), y seguro que confía en una pronta resolución de esta marejada y volver a hacer su trabajo. Ese por el que tan dignamente se sacó una bolsa de sangre el 25 marzo para reinyectársela, convenientemente tratada, el 30 de abril. Y por si acaso, el 12 de mayo, en plena carrera, otra dosis de glóbulos rojos. Una semana después había que llevarlo completamente lívido, como Manzano en el Tour 2003, a un hospital de provincias italiano.
Al parecer, la Guardia Civil ya tenía intervenido el teléfono de Eufemiano y su mujer, que siempre velan por nuestra salud, lo aseteó a llamadas y consultas sobre lo que le pasaba a su marido. Como forman parte del sumario, aunque todavía no hayan sido filtradas, las acaberemos conociendo. ¿Abroncaría al médico canario? ¿Por qué le conocía? Le conocía porque todas las mujeres de los ciclistas tramposos saben las irregulares praxis médicas a la que se someten sus maridos, algunos tan expertos que lo pueden hacer solitos. "Alcalde: el ya sabe", se lee en uno de los papeles de Zurbano, 92. O si no, que me expliquen como ocultarle a tu pareja que todos los días te tienes que meter 500 unidades de EPO por intravenosa, esas microdosis para evitar los controles.
No se sabía nada de él hasta el sábado, donde se descolgó con una teoría de la obstrucción pulmonar y habla de "hipocresía". No se debe de haber enterado que las conversaciones telefónicas pueden ser muy comprometedoras. Y las tablas oficiales de su equipo con las fechas de las reinfusiones. En otra entrevista dice que su mujer llamó a Fuentes para que agilizase el retorno a España, porque en la Embajada no ayudaban. Jo, ni que estuviese en Botswana y no en Italia, un país europeo. Lanza las habituales andanadas contra otros deportes y contra el periodismo. "Hai moita falsidade e hipocresía". Y tanto.
***
Jens Voigt gana su segunda etapa en Alemania, esta vez de montaña. El mocetón alemán de 34 años empezó algo más retrasado la temporada y empezó a sumar en su abultada cuenta de resultados hasta la ya famosa etapa del Tour en Montelimar. Podía haber ganado la etapa reina del Giro, pero le dijeron que mejor venderla. Y ahí lo tienen, como el máximo favorito para ganar la Vuelta a Alemania. Y por si acaso falla, el CSC tiene bien colocado en la quinta posición a Íñigo Cuesta, otro corredor de 35 años que no tiene el ritmo de competición del Tour y que sin embargo revive en el CSC. Como lo hizo Julich el año pasado. Como Lombardi. ¡Cúanto sabe Bjarne Rijs!
***
Contraataque. Paralelo al de Serrano. Después de decir en Bicicleta Vasca que la clínica de Merino Batres estaba autorizada por la UCI (mentira) y que quizás por eso aparezca en algunas grabaciones de la Guardia Civil, una nueva vuelta de tuerca. Para que después digan por ahí que Landis es un gato panza arriba defendiendo su inocencia. Nosotros también tenemos nuestros campeones de la especialidad.
Hizo los rituales previos para prepararse, esos que hemos sabido a raíz de la Operación Puerto, pero mientras a Scarponi le sirvieron para hacer quinto en la etapa a él lo enviaron directamente al hospital. Shock farmacológico. Cuatro días en la UCI de Tortona y después traslado a Vigo, donde estuvo diez días ingresado siguiendo el vendaval desatado. Ni siquiera pudo tomar la salida en la etapa. Y dió con sus huesos en el hospital, sin pasar por el médico de carrera. "Un virus intestinal", le ha dicho a los miembros de la Guardia Civil que se han puesto en contacto con él para saber si le interesaría colaborar en la acusación de delito contra la salud pública de Eufemiano Fuentes.
Es un corredor fiel. Él y Ángel Vicioso fueron los únicos que arroparon a Roberto Heras en la rueda de prensa solitaria que el bejarano dio para explicar su positivo por EPO ("nunca me he dopado", "voy a demostrar mi inocencia"), y seguro que confía en una pronta resolución de esta marejada y volver a hacer su trabajo. Ese por el que tan dignamente se sacó una bolsa de sangre el 25 marzo para reinyectársela, convenientemente tratada, el 30 de abril. Y por si acaso, el 12 de mayo, en plena carrera, otra dosis de glóbulos rojos. Una semana después había que llevarlo completamente lívido, como Manzano en el Tour 2003, a un hospital de provincias italiano.
Al parecer, la Guardia Civil ya tenía intervenido el teléfono de Eufemiano y su mujer, que siempre velan por nuestra salud, lo aseteó a llamadas y consultas sobre lo que le pasaba a su marido. Como forman parte del sumario, aunque todavía no hayan sido filtradas, las acaberemos conociendo. ¿Abroncaría al médico canario? ¿Por qué le conocía? Le conocía porque todas las mujeres de los ciclistas tramposos saben las irregulares praxis médicas a la que se someten sus maridos, algunos tan expertos que lo pueden hacer solitos. "Alcalde: el ya sabe", se lee en uno de los papeles de Zurbano, 92. O si no, que me expliquen como ocultarle a tu pareja que todos los días te tienes que meter 500 unidades de EPO por intravenosa, esas microdosis para evitar los controles.
No se sabía nada de él hasta el sábado, donde se descolgó con una teoría de la obstrucción pulmonar y habla de "hipocresía". No se debe de haber enterado que las conversaciones telefónicas pueden ser muy comprometedoras. Y las tablas oficiales de su equipo con las fechas de las reinfusiones. En otra entrevista dice que su mujer llamó a Fuentes para que agilizase el retorno a España, porque en la Embajada no ayudaban. Jo, ni que estuviese en Botswana y no en Italia, un país europeo. Lanza las habituales andanadas contra otros deportes y contra el periodismo. "Hai moita falsidade e hipocresía". Y tanto.
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Jens Voigt gana su segunda etapa en Alemania, esta vez de montaña. El mocetón alemán de 34 años empezó algo más retrasado la temporada y empezó a sumar en su abultada cuenta de resultados hasta la ya famosa etapa del Tour en Montelimar. Podía haber ganado la etapa reina del Giro, pero le dijeron que mejor venderla. Y ahí lo tienen, como el máximo favorito para ganar la Vuelta a Alemania. Y por si acaso falla, el CSC tiene bien colocado en la quinta posición a Íñigo Cuesta, otro corredor de 35 años que no tiene el ritmo de competición del Tour y que sin embargo revive en el CSC. Como lo hizo Julich el año pasado. Como Lombardi. ¡Cúanto sabe Bjarne Rijs!
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Contraataque. Paralelo al de Serrano. Después de decir en Bicicleta Vasca que la clínica de Merino Batres estaba autorizada por la UCI (mentira) y que quizás por eso aparezca en algunas grabaciones de la Guardia Civil, una nueva vuelta de tuerca. Para que después digan por ahí que Landis es un gato panza arriba defendiendo su inocencia. Nosotros también tenemos nuestros campeones de la especialidad.
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07 agosto, 2006
Figueras se impone en el Giro del Lazio
Pocas carreras tan bellas como el Giro del Lazio, un monumento del ciclismo al que el ProTour ha puesto al borde del abismo: si no fuese con el paraguas con el que el poderoso grupo de la Gazzetta dello Sport ha acogido a ciertas pruebas italianas (Milán-Turín, Giro del Piamonte, Giro de Lombardía, Milán-San Remo, Tirreno-Adriático) a saber que hubiese sido. No sólo el ProTour es culpable: en Roma el ciclismo es un deporte menor, marginal, y cada año es más evidente.
Así las cosas, la carrera ha emprendido una huida hacia delante mitigada porque disputándose por esos parajes tan bellos es muy difícil equivocarse. Ya no se llega al lado del Coliseo tras pasar en algunos momentos la antigua vía Appia y su empedrado de verdad, uno que haría enrojecer de vergüenza a la Paris-Roubaix. En los tres últimos años la meta se había desplazado a la ciudad costera de Nettuno, pero este año los organizadores han vuelto a cambiar el final, quizás influidos porque el ayuntamiento con nombre de Dios mitológico ha sido disuelto recientemente por asociación mafiosa. Quien sabe. La edición de este año, disputada el sábado, ha acabado en Rocca Priora, una población a casi 1.000 m. de altitud desde donde se ve todo el sur de Roma, la ciudad eterna. Y ha sido un espectáculo, como siempre.
Se salía de Zagarolo, un pueblo que está a 5 km. y también muy famoso en toda Italia por ser el lugar de nacimiento de una especie de Jesús Gil transalpino, Stefano Ricucci. Entre viñedos de los espumantes de Frascati los ciclistas siguieron ruta por los montes prenestrinos, una belleza de la que sólo pudieron disfrutar 104 corredores, todos de equipos italianos y el Millram, que es prácticamente italiano. Cunego realiza su primer ataque en el km. 17, pero no va más allá de los dos kms. de cortesía. En el km. 93, tras ser neutralizada una escapada numerosísima, se van por delante Marinangeli, Cuccinotta y Dyudya. Estamos a la altura de Madonna della Neve, y tendrá que ser casualidad que ese mismo día se celebre la festividad de la Virgen que se apareció en el final del Imperio Romano y dijo en sueños al Papa Liborio: "Mañana nevará en Roma y edificarás una iglesia en mi honor". Este Liborio debió pensar en una mala digestión, porque la ecuación nieve+5 de agosto en Roma es imposible, pero la leyenda dice que nevó copiosamente en una de las estribaciones del Esquilino, donde se edificó Santa María Maggiore.
El milagro no les sirvió a los tres fugados, que son neutralizados en el km. 150, cuando empieza la subida a Campo di Annibale, donde la leyenda dice que el mismo general cartaginés llegó a ver Roma, para no poder conquistarla. Aunque Dyudya intentó irse en solitario, fue cazado por un Figueras a velocidad supersónica. Coronan 16 corredores, a los que después se unen otros cinco en el peligrosísimo descenso. A falta de 20 km. ataca el corredor local Leonardo Giordani, una joven estrella fracasada que llegó a ser campeón del mundo sub-23 en Verona 99: lleva años intentando ganar la carrera de su pueblo, y esta vez parecía la ocasión. Se escapa con Nibali y Garzelli, los dos Liquigas, y los deja con suma facilidad en las primeras rampas de la subida a Rocca Priora, cuando se pasa al lado del lago volcánico de CastelGandolfo: a 8 km. de meta tiene una ventaja de 27" sobre un grupo en el que no tira nadie, hasta que Lampre se da cuenta de que está regalando la carrera.
Empiezan a tirar y la ventaja va cayendo poco a poco. A 4 km. de meta es cazado y ataca Eddy Ratti, fácilmente neutralizado por Cunego. Un km. después ataca Figueras, al que intenta seguir Celestino en vano. El napolitano de 30 años vuela hacia la victoria mientras por detrás Cunego controla los posibles contrataques. 20" en meta sobre su jefe de filas, que ha dado una magnífica impresión en un calendario italiano que maneja a su antojo: este año lleva cinco victorias, y las que no gana porque no quiere. También se lo ponen cada vez más fácil: si el año pasado tomaron la carrera nueve equipos extranjeros, este año sólo el citado Millram. Y así es normal que todo acabe en el enésimo duelo entre italianos, y que hasta un exmuñeco roto como Figueras obtenga su mejor victoria desde 1999.
***
En Alemania victoria en la etapa de montaña para Leipheimer, que repite el triunfo del año pasado. Cuatro Astaná juntitos a 4´39": Vinokourov, Barredo, L.L Sánchez y Yakovlev. Será para disimular; en Dinamarca victoria final para Cancellara, en un casi-copo del CSC con O´Grady y Arvesen; primera etapa de Burgos para el canguro Kemps, otro Astaná del que nos dicen que está limpio; y en el Matteoti de Pescara victoria de Pidgorny.
***
Un buen artículo que no dice nada nuevo. Con la de cosas que quedan por decir.
Así las cosas, la carrera ha emprendido una huida hacia delante mitigada porque disputándose por esos parajes tan bellos es muy difícil equivocarse. Ya no se llega al lado del Coliseo tras pasar en algunos momentos la antigua vía Appia y su empedrado de verdad, uno que haría enrojecer de vergüenza a la Paris-Roubaix. En los tres últimos años la meta se había desplazado a la ciudad costera de Nettuno, pero este año los organizadores han vuelto a cambiar el final, quizás influidos porque el ayuntamiento con nombre de Dios mitológico ha sido disuelto recientemente por asociación mafiosa. Quien sabe. La edición de este año, disputada el sábado, ha acabado en Rocca Priora, una población a casi 1.000 m. de altitud desde donde se ve todo el sur de Roma, la ciudad eterna. Y ha sido un espectáculo, como siempre.
Se salía de Zagarolo, un pueblo que está a 5 km. y también muy famoso en toda Italia por ser el lugar de nacimiento de una especie de Jesús Gil transalpino, Stefano Ricucci. Entre viñedos de los espumantes de Frascati los ciclistas siguieron ruta por los montes prenestrinos, una belleza de la que sólo pudieron disfrutar 104 corredores, todos de equipos italianos y el Millram, que es prácticamente italiano. Cunego realiza su primer ataque en el km. 17, pero no va más allá de los dos kms. de cortesía. En el km. 93, tras ser neutralizada una escapada numerosísima, se van por delante Marinangeli, Cuccinotta y Dyudya. Estamos a la altura de Madonna della Neve, y tendrá que ser casualidad que ese mismo día se celebre la festividad de la Virgen que se apareció en el final del Imperio Romano y dijo en sueños al Papa Liborio: "Mañana nevará en Roma y edificarás una iglesia en mi honor". Este Liborio debió pensar en una mala digestión, porque la ecuación nieve+5 de agosto en Roma es imposible, pero la leyenda dice que nevó copiosamente en una de las estribaciones del Esquilino, donde se edificó Santa María Maggiore.
El milagro no les sirvió a los tres fugados, que son neutralizados en el km. 150, cuando empieza la subida a Campo di Annibale, donde la leyenda dice que el mismo general cartaginés llegó a ver Roma, para no poder conquistarla. Aunque Dyudya intentó irse en solitario, fue cazado por un Figueras a velocidad supersónica. Coronan 16 corredores, a los que después se unen otros cinco en el peligrosísimo descenso. A falta de 20 km. ataca el corredor local Leonardo Giordani, una joven estrella fracasada que llegó a ser campeón del mundo sub-23 en Verona 99: lleva años intentando ganar la carrera de su pueblo, y esta vez parecía la ocasión. Se escapa con Nibali y Garzelli, los dos Liquigas, y los deja con suma facilidad en las primeras rampas de la subida a Rocca Priora, cuando se pasa al lado del lago volcánico de CastelGandolfo: a 8 km. de meta tiene una ventaja de 27" sobre un grupo en el que no tira nadie, hasta que Lampre se da cuenta de que está regalando la carrera.
Empiezan a tirar y la ventaja va cayendo poco a poco. A 4 km. de meta es cazado y ataca Eddy Ratti, fácilmente neutralizado por Cunego. Un km. después ataca Figueras, al que intenta seguir Celestino en vano. El napolitano de 30 años vuela hacia la victoria mientras por detrás Cunego controla los posibles contrataques. 20" en meta sobre su jefe de filas, que ha dado una magnífica impresión en un calendario italiano que maneja a su antojo: este año lleva cinco victorias, y las que no gana porque no quiere. También se lo ponen cada vez más fácil: si el año pasado tomaron la carrera nueve equipos extranjeros, este año sólo el citado Millram. Y así es normal que todo acabe en el enésimo duelo entre italianos, y que hasta un exmuñeco roto como Figueras obtenga su mejor victoria desde 1999.
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En Alemania victoria en la etapa de montaña para Leipheimer, que repite el triunfo del año pasado. Cuatro Astaná juntitos a 4´39": Vinokourov, Barredo, L.L Sánchez y Yakovlev. Será para disimular; en Dinamarca victoria final para Cancellara, en un casi-copo del CSC con O´Grady y Arvesen; primera etapa de Burgos para el canguro Kemps, otro Astaná del que nos dicen que está limpio; y en el Matteoti de Pescara victoria de Pidgorny.
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Un buen artículo que no dice nada nuevo. Con la de cosas que quedan por decir.
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Valverde Piti
05 agosto, 2006
La francachela de diciembre
Corría el mes de febrero de 2005 y Eufemiano Fuentes daba una entrevista a Diario Vasco donde anunciaba que dejaba el ciclismo y que se volvía a Canarias a “investigar 400 casos de retinoblastoma en el Instituto Canario del Cáncer”. ¡Qué persona tan buena y bondadosa!. Deja los 40.000 euros por cliente/año por una noble causa, y no porque tres meses antes se hubiese descubierto parte del pastel de Phonak con Hamilton y Sancti Petri. Según Gómez Peña, porque ese mal ocular afectaba a un familiar. Ustedes se podrán creer lo que quieran, pero lean atentamente esto que viene.
Por partes. ¿A que suena mal un Instituto Canario del Cáncer?. La investigación de calidad está reñida con el aislamiento geográfico y el magro nivel de la Facultad de Medicina isleña (el propio Fuentes estudió en Navarra), por no hablar de la inexistente red de empresas de biomedicina en la isla. Prueben a buscar el historial investigador de los grupos constituidos o la relevancia de sus investigaciones en el Science Citation Index. Un nivel tercermundista. Pero claro, todo es una tapadera. Incluso ellos mismos tienen dudas: los dos primeros párrafos de la presentación en la página web son inenarrables. Por no hablar de la sección de links, con enlaces a ver las ballenas o surf. Todo muy científico, la verdad. Pero vayamos al ciclismo.
Desde hace dos años los ciclistas del clan de Eufemiano acuden en ¡diciembre! a una francachela disfrazada de marcha cicloturista, en donde se divierten, se sacan fotos comprometidas y luchan contra el cáncer. También hablarán de sus cosas. Íntimas. Lo contrario atenta al sentido común: vean las galerías fotográficas en donde se reúnen Mancebo, Sevilla, 18.- Valv. (Piti) y Santi Pérez, además de Santos González. ¡Qué gran reunión la de 2004! ¡Con Sancti Petri ya positivo por hemotransfusión y en agradable camadería!. Daba igual. También está en la de 2005, porque el asturiano es una persona comprometida con la causa. Y con su doctor.
Como el año pasado ya no se podía poner ningún maillot profesional, le hicieron uno del Instituto Canario del Cáncer, y así el asturianín se pudo sentir integrado, mientras sigue su batalla por demostrar su inocencia. Para darle un toque aún más rancio, no faltaron los bailes y jaranas. No se pierdan las simpáticas fotos de ciclistas del Comunitat Valenciana como Eladio Jiménez y García Quesada posando con Belda y Yolanda Fuentes, la hermaníssima. Es todo muy entrañable. Después pasarían a planificar la temporada, con algún engorde con alubias. Que grande ver a Chechu Rubiera, tanto tiempo lejos del Kelme, comprometido con la causa del cáncer. Ya saben: si quieren entrar en el mundo de Eufemiano, ya está abierta la inscripción para 2006.
No tengo palabras para explicar las sensaciones que me ha producido descubrir esta francachela anual de dopados y sus doctores. Quizás lo explique mejor la página web del evento, siempre tan delicada: “El ambiente que se ha creado entre el mundo ciclista para venir a Fuerteventura es tal que los equipos profesionales participantes, Santos González y otros ciclistas se pagaron sus propios billetes, y vinieron sin cobrar, para colaborar con la causa del cáncer. Eso puede que sólo sea posible en Fuerteventura, por la generosidad de los hoteleros pusieron gratis las habitaciones”. ¡Hombre, y de Eufemiano! ¡Qué malagradecidos! ¡Mira que olvidarse del anfitrión!.
Por partes. ¿A que suena mal un Instituto Canario del Cáncer?. La investigación de calidad está reñida con el aislamiento geográfico y el magro nivel de la Facultad de Medicina isleña (el propio Fuentes estudió en Navarra), por no hablar de la inexistente red de empresas de biomedicina en la isla. Prueben a buscar el historial investigador de los grupos constituidos o la relevancia de sus investigaciones en el Science Citation Index. Un nivel tercermundista. Pero claro, todo es una tapadera. Incluso ellos mismos tienen dudas: los dos primeros párrafos de la presentación en la página web son inenarrables. Por no hablar de la sección de links, con enlaces a ver las ballenas o surf. Todo muy científico, la verdad. Pero vayamos al ciclismo.
Desde hace dos años los ciclistas del clan de Eufemiano acuden en ¡diciembre! a una francachela disfrazada de marcha cicloturista, en donde se divierten, se sacan fotos comprometidas y luchan contra el cáncer. También hablarán de sus cosas. Íntimas. Lo contrario atenta al sentido común: vean las galerías fotográficas en donde se reúnen Mancebo, Sevilla, 18.- Valv. (Piti) y Santi Pérez, además de Santos González. ¡Qué gran reunión la de 2004! ¡Con Sancti Petri ya positivo por hemotransfusión y en agradable camadería!. Daba igual. También está en la de 2005, porque el asturiano es una persona comprometida con la causa. Y con su doctor.
Como el año pasado ya no se podía poner ningún maillot profesional, le hicieron uno del Instituto Canario del Cáncer, y así el asturianín se pudo sentir integrado, mientras sigue su batalla por demostrar su inocencia. Para darle un toque aún más rancio, no faltaron los bailes y jaranas. No se pierdan las simpáticas fotos de ciclistas del Comunitat Valenciana como Eladio Jiménez y García Quesada posando con Belda y Yolanda Fuentes, la hermaníssima. Es todo muy entrañable. Después pasarían a planificar la temporada, con algún engorde con alubias. Que grande ver a Chechu Rubiera, tanto tiempo lejos del Kelme, comprometido con la causa del cáncer. Ya saben: si quieren entrar en el mundo de Eufemiano, ya está abierta la inscripción para 2006.
No tengo palabras para explicar las sensaciones que me ha producido descubrir esta francachela anual de dopados y sus doctores. Quizás lo explique mejor la página web del evento, siempre tan delicada: “El ambiente que se ha creado entre el mundo ciclista para venir a Fuerteventura es tal que los equipos profesionales participantes, Santos González y otros ciclistas se pagaron sus propios billetes, y vinieron sin cobrar, para colaborar con la causa del cáncer. Eso puede que sólo sea posible en Fuerteventura, por la generosidad de los hoteleros pusieron gratis las habitaciones”. ¡Hombre, y de Eufemiano! ¡Qué malagradecidos! ¡Mira que olvidarse del anfitrión!.
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dopaje
04 agosto, 2006
Habla Roberto Heras
En los días que precedieron a la decepcionante entrevista de Eufemiano Fuentes en El Larguero me ilusioné sobremanera con la posibilidad de que el entrevistado fuese Roberto Heras. Nadie como el bejarano puede explicar mejor el dopaje contemporáneo en el ciclismo, tras su paso por el Kelme, UsPostal y Liberty Seguros. Una ilusión vacua: ha escogido la vía del silencio lacayo, no vaya a ser que le toquen sus otras tres Vueltas mancilladas. O eso creía.
A lo largo del último Tour de Francia Roberto Heras ha contado con una tribuna aperiódica en La Vanguardia, titulada significativamente “A piñón”. Sólo han sido cinco colaboraciones, cada vez más breves y espaciadas en el tiempo, con un sorprendente silencio tanto dentro del propio periódico para promocionarlas como en el resto de medios, en lo que tiene de testimonio vivo de un corredor tan importante. He tardado tanto tiempo en hacerme eco porque temía que el goteo se detuviese, habida cuenta de que el periodista oficial del diario catalán visita regularmente este blog y quien sabe cúantos cadáveres guarda cada uno en el armario. Y me refiero al armario de Girona, que ya tiene las puertas arqueadas.
Como resumen general se puede decir que las columnas de Heras combinan el recuerdo nostálgico de sus grandes actuaciones con la mentira absurda, como si nada hubiese pasado, como si no le hubiesen pillado por EPO después de volar a 54 km/h, como si El País no hubiese publicado su tabla de dopaje sistemático en 2005. Tampoco debe extrañar tanto: estamos ante un personaje que toleró una manifestación “espontánea” de mil paisanos suyos, convencidos de que su ídolo no podía ser un superdopado. Tomen por tanto todo lo que aquí se va a reproducir con las debidas precauciones, las mismas que tomarían ante un mentiroso patológico que les fuese a vender un coche usado.
La primera columna data del 2/7, el día después del prólogo. El título (todos tienen su miga, ya verán) es “El Tour sin Lance”, algo digno de un psicoanalista habida cuenta de sus tres años al servicio del cowboy texano. Empieza con un excurso retrospectivo de lo más tipico (“Tenía 21 años cuando se hizo realidad mi sueño de convertirme en profesional de un deporte que siempre me había apasionado y...” bla-bla-bla) para decir algo muy importante: “Todo lo que ha pasado merece una reflexión más profunda, que haré en su momento. A nadie puede escapar que lo que ha ocurrido me duele especialmente, pero tengo ganas de estar en el Tour aunque sea de esta forma, a través de estos artículos”. ¿La reflexión la hará ante el juez para reprobar lo declarado por Saiz de que fue él que suplicó la contratación de Fuentes? Lo digo porque si no me parece dudoso que pueda interesar a alguien sus justificaciones.
Se pone a recordar sus Tours y sólo tiene memoria para el del Kelme y los tres de Armstrong. Deliberadamente deja de lado los dos últimos Tours, los que le vieron arrastrarse con el maillot azul de Liberty. Nos dice, mesiánico: “que nadie se lleve a engaño, no se gana el Tour ni ninguna otra competición sin la sacrificada labor de entrenar duro las etapas de montaña, de seis-ocho horas”. Claro, claro. Pero también con alubias, siberias y vino, que ya lo sabemos. “Las siete victorias de Lance fueron consecuencia del talento (...) y de la exigente y ardua preparación de los ocho compañeros”, remacha. Ya se ha visto como han andado sus excompañeros en este último Tour. Hace algunas reflexiones de pluma gorda sobre los candidatos y termina proclamando “lo que más deseo, y ese es mi próximo objetivo, es estar otra vez en la línea de salida del Tour”. ¡Y yo que creía que se estaba sacando el carnet de director deportivo y que había abandonado las esperanzas de volver a ponerse un maillot! ¡Veremos que tal encaja su deseo con la nueva sanción de por vida que se cuece a raíz de la Operación Puerto!.
“Un día más, un día menos” no es el título de una canción de Julio Iglesias, sino de la segunda entrega del 6/7. Habla en plural (“doscientos corredores salimos”, como si fuese todavía un profesional y no un tramposo apartado de la competición) y dice que una vez subió Alpe D´Huez con una “oreja ensangrentada” por culpa del público (sin duda encontró la inspiración en el corte de Hushvod). La mejor del mini-columna es el final: “un día menos”. El 9/7 nos agracia con “La temible crono”, algo paradójico en un corredor que casi gana la última crono que disputó, que sólo se le escapó por la siberia regalada por Eufemiano Fuentes a Rubén Plaza (“+ 1 gratis”, en los documentos de la Operación Puerto). Habla de los nervios, la preparación y ojo a la frase: “Dominará la crono el corredor que más tarde empiece a intoxicar su cuerpo con este desecho (el ácido láctico) que produce el organismo y también que pueda soportar un grado de dolor superior al resto”. No sólo eso, Roberto. También el corredor que más se meta y mejor. Ganadores de crono en el Tour durante 1999-2005: Armstrong (Epo en 1999 comprobada), Botero (superdopado), Millar (superdopado), Ullrich (ultradopado) y Zabriskie (de Girona, compañero de piso de Landis). ¡Y todavía nos viene con esos cuentos del sufrimiento! “En mi caso, al concluir la crono sentía un dolor general que me recorría todo el cuerpo, lo cual me (sic) provocaba que me despertara varias veces durante la noche” ¿Se lo contaría a su doctor? ¿Le recetaría un parche de testosterona para recuperarse mejor? ¿Una bolsa de sangre criogenizada? Chi lo sà, chi lo sà.
La cuarta entrega data del 10/7, el día después, y se titula “El peligro del día de descanso”. Confieso que es la que más me ha indignado. Que un sinvergüenza como Heras, que utilizaba el día descanso para reinfusionarse su propia sangre con vitaminas chinas caducadas hable del peligro de ese día es una tomadura de pelo al aficionado, al lector de ese periódico y a él mismo. “Creo que a todos nos ha pasado (...) que te relajas más de lo normal y se te pueden ir al traste todas las ilusiones” ¿Habla de las siberias que no le entregaron en los dos últimos Tours? “A la importancia de cuidar hasta el más mínimo detalle en las vueltas de tres semanas hay que añadir la experiencia de cada uno, porque esta es la marca la diferencia con tus rivales?”. Una mentira más de este supertramposo, que habla de experiencia cuando la diferencia con los rivales la marca la medicina que tiene en el cuerpo, ¡menudo caradura!.
Y termino ya, que me estoy poniendo rojo de ira. No es hasta 10 días después, el 20/7, cuando Roberto Heras nos da su última entrega de “A piñón”, nada menos que la ya histórica “Un deporte épico”. Y lo dice él. Lo que hay que ver. Empieza bien: “Después de dos semanas de competición, por muy bien que el organismo se recupere de los esfuerzos y suponiendo que no ha sufrido caída ni enfermedad, el estado es de agotamiento”. Menudo personaje: él, que acababa la Vuelta siempre a más, que se golpea la rodilla y después sube los Lagos silbando, él, habla de agotamiento. Venga, un esfuerzo más y acabo este post. Cuento hasta diez. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. Ya. “Es curioso que en ocasiones, en la última semana y cuando peores sensaciones tienes, luego durante la etapa llega el día en que mejor te sientes”. No se si reír o llorar. Mejor simplemente pensar en Abantos 2003 o Pajares 2005. “He comprobado muchas veces que con una motivación, las piernas responden, sufres hasta el límite de tus fuerzas, arriesgas en los descensos”. Esta claro que lo ha comprobado muchas veces, pero por si acaso la motivación falla siempre hay unas bielas, ¿verdad?.
Cuenta su batallita de Morzine en 2000 (“una imagen que dio la vuelta al mundo”, que patético, parece el Abuelo Cebolleta) y concluye con “elijo el ciclismo poco conservador en el que el instinto y la condición de cada uno definen el desenlace final. Con estos valores, el espectáculo está garantizado y la figura del ciclista será el reflejo de lo épico que es este deporte”. Ya está bien: que diga que el desenlace final lo definen impoderables como el instinto y la condición de cada uno cuando se dopaba sistemáticamente para ganar es un nuevo puñetazo a la inteligencia del aficionado. Sólo una última observación: no dejen de notar el lenguaje eufemianístico cuando habla de “intoxicar el cuerpo”, sin el entrenamiento no somos nadie y demás mentiras. ¡Qué bien le vendía moto el canario! ¡Cuantas ilusiones depositadas para su hipotético regreso con 34 años! ¡La misma edad con la que Eufemiano vendía sus tratamientos para ganar el Tour a Pantani o Hamilton! ¡Qué muñeco roto!
***
Ayer el CSC ganó tres de las cuatro carreras profesionales que se disputaron. Las segundas etapas de las Vueltas a Dinamarca con Cancellara, Alemania con Voigt y Paris-Correze con Ljungqvist. Es que son todos muy buenos, especialmente Birillo. En el GP Camaiore la victoria fue para Paolini, que por fin moja esta temporada en la que es jefe de filas.
A lo largo del último Tour de Francia Roberto Heras ha contado con una tribuna aperiódica en La Vanguardia, titulada significativamente “A piñón”. Sólo han sido cinco colaboraciones, cada vez más breves y espaciadas en el tiempo, con un sorprendente silencio tanto dentro del propio periódico para promocionarlas como en el resto de medios, en lo que tiene de testimonio vivo de un corredor tan importante. He tardado tanto tiempo en hacerme eco porque temía que el goteo se detuviese, habida cuenta de que el periodista oficial del diario catalán visita regularmente este blog y quien sabe cúantos cadáveres guarda cada uno en el armario. Y me refiero al armario de Girona, que ya tiene las puertas arqueadas.
Como resumen general se puede decir que las columnas de Heras combinan el recuerdo nostálgico de sus grandes actuaciones con la mentira absurda, como si nada hubiese pasado, como si no le hubiesen pillado por EPO después de volar a 54 km/h, como si El País no hubiese publicado su tabla de dopaje sistemático en 2005. Tampoco debe extrañar tanto: estamos ante un personaje que toleró una manifestación “espontánea” de mil paisanos suyos, convencidos de que su ídolo no podía ser un superdopado. Tomen por tanto todo lo que aquí se va a reproducir con las debidas precauciones, las mismas que tomarían ante un mentiroso patológico que les fuese a vender un coche usado.
La primera columna data del 2/7, el día después del prólogo. El título (todos tienen su miga, ya verán) es “El Tour sin Lance”, algo digno de un psicoanalista habida cuenta de sus tres años al servicio del cowboy texano. Empieza con un excurso retrospectivo de lo más tipico (“Tenía 21 años cuando se hizo realidad mi sueño de convertirme en profesional de un deporte que siempre me había apasionado y...” bla-bla-bla) para decir algo muy importante: “Todo lo que ha pasado merece una reflexión más profunda, que haré en su momento. A nadie puede escapar que lo que ha ocurrido me duele especialmente, pero tengo ganas de estar en el Tour aunque sea de esta forma, a través de estos artículos”. ¿La reflexión la hará ante el juez para reprobar lo declarado por Saiz de que fue él que suplicó la contratación de Fuentes? Lo digo porque si no me parece dudoso que pueda interesar a alguien sus justificaciones.
Se pone a recordar sus Tours y sólo tiene memoria para el del Kelme y los tres de Armstrong. Deliberadamente deja de lado los dos últimos Tours, los que le vieron arrastrarse con el maillot azul de Liberty. Nos dice, mesiánico: “que nadie se lleve a engaño, no se gana el Tour ni ninguna otra competición sin la sacrificada labor de entrenar duro las etapas de montaña, de seis-ocho horas”. Claro, claro. Pero también con alubias, siberias y vino, que ya lo sabemos. “Las siete victorias de Lance fueron consecuencia del talento (...) y de la exigente y ardua preparación de los ocho compañeros”, remacha. Ya se ha visto como han andado sus excompañeros en este último Tour. Hace algunas reflexiones de pluma gorda sobre los candidatos y termina proclamando “lo que más deseo, y ese es mi próximo objetivo, es estar otra vez en la línea de salida del Tour”. ¡Y yo que creía que se estaba sacando el carnet de director deportivo y que había abandonado las esperanzas de volver a ponerse un maillot! ¡Veremos que tal encaja su deseo con la nueva sanción de por vida que se cuece a raíz de la Operación Puerto!.
“Un día más, un día menos” no es el título de una canción de Julio Iglesias, sino de la segunda entrega del 6/7. Habla en plural (“doscientos corredores salimos”, como si fuese todavía un profesional y no un tramposo apartado de la competición) y dice que una vez subió Alpe D´Huez con una “oreja ensangrentada” por culpa del público (sin duda encontró la inspiración en el corte de Hushvod). La mejor del mini-columna es el final: “un día menos”. El 9/7 nos agracia con “La temible crono”, algo paradójico en un corredor que casi gana la última crono que disputó, que sólo se le escapó por la siberia regalada por Eufemiano Fuentes a Rubén Plaza (“+ 1 gratis”, en los documentos de la Operación Puerto). Habla de los nervios, la preparación y ojo a la frase: “Dominará la crono el corredor que más tarde empiece a intoxicar su cuerpo con este desecho (el ácido láctico) que produce el organismo y también que pueda soportar un grado de dolor superior al resto”. No sólo eso, Roberto. También el corredor que más se meta y mejor. Ganadores de crono en el Tour durante 1999-2005: Armstrong (Epo en 1999 comprobada), Botero (superdopado), Millar (superdopado), Ullrich (ultradopado) y Zabriskie (de Girona, compañero de piso de Landis). ¡Y todavía nos viene con esos cuentos del sufrimiento! “En mi caso, al concluir la crono sentía un dolor general que me recorría todo el cuerpo, lo cual me (sic) provocaba que me despertara varias veces durante la noche” ¿Se lo contaría a su doctor? ¿Le recetaría un parche de testosterona para recuperarse mejor? ¿Una bolsa de sangre criogenizada? Chi lo sà, chi lo sà.
La cuarta entrega data del 10/7, el día después, y se titula “El peligro del día de descanso”. Confieso que es la que más me ha indignado. Que un sinvergüenza como Heras, que utilizaba el día descanso para reinfusionarse su propia sangre con vitaminas chinas caducadas hable del peligro de ese día es una tomadura de pelo al aficionado, al lector de ese periódico y a él mismo. “Creo que a todos nos ha pasado (...) que te relajas más de lo normal y se te pueden ir al traste todas las ilusiones” ¿Habla de las siberias que no le entregaron en los dos últimos Tours? “A la importancia de cuidar hasta el más mínimo detalle en las vueltas de tres semanas hay que añadir la experiencia de cada uno, porque esta es la marca la diferencia con tus rivales?”. Una mentira más de este supertramposo, que habla de experiencia cuando la diferencia con los rivales la marca la medicina que tiene en el cuerpo, ¡menudo caradura!.
Y termino ya, que me estoy poniendo rojo de ira. No es hasta 10 días después, el 20/7, cuando Roberto Heras nos da su última entrega de “A piñón”, nada menos que la ya histórica “Un deporte épico”. Y lo dice él. Lo que hay que ver. Empieza bien: “Después de dos semanas de competición, por muy bien que el organismo se recupere de los esfuerzos y suponiendo que no ha sufrido caída ni enfermedad, el estado es de agotamiento”. Menudo personaje: él, que acababa la Vuelta siempre a más, que se golpea la rodilla y después sube los Lagos silbando, él, habla de agotamiento. Venga, un esfuerzo más y acabo este post. Cuento hasta diez. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. Ya. “Es curioso que en ocasiones, en la última semana y cuando peores sensaciones tienes, luego durante la etapa llega el día en que mejor te sientes”. No se si reír o llorar. Mejor simplemente pensar en Abantos 2003 o Pajares 2005. “He comprobado muchas veces que con una motivación, las piernas responden, sufres hasta el límite de tus fuerzas, arriesgas en los descensos”. Esta claro que lo ha comprobado muchas veces, pero por si acaso la motivación falla siempre hay unas bielas, ¿verdad?.
Cuenta su batallita de Morzine en 2000 (“una imagen que dio la vuelta al mundo”, que patético, parece el Abuelo Cebolleta) y concluye con “elijo el ciclismo poco conservador en el que el instinto y la condición de cada uno definen el desenlace final. Con estos valores, el espectáculo está garantizado y la figura del ciclista será el reflejo de lo épico que es este deporte”. Ya está bien: que diga que el desenlace final lo definen impoderables como el instinto y la condición de cada uno cuando se dopaba sistemáticamente para ganar es un nuevo puñetazo a la inteligencia del aficionado. Sólo una última observación: no dejen de notar el lenguaje eufemianístico cuando habla de “intoxicar el cuerpo”, sin el entrenamiento no somos nadie y demás mentiras. ¡Qué bien le vendía moto el canario! ¡Cuantas ilusiones depositadas para su hipotético regreso con 34 años! ¡La misma edad con la que Eufemiano vendía sus tratamientos para ganar el Tour a Pantani o Hamilton! ¡Qué muñeco roto!
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Ayer el CSC ganó tres de las cuatro carreras profesionales que se disputaron. Las segundas etapas de las Vueltas a Dinamarca con Cancellara, Alemania con Voigt y Paris-Correze con Ljungqvist. Es que son todos muy buenos, especialmente Birillo. En el GP Camaiore la victoria fue para Paolini, que por fin moja esta temporada en la que es jefe de filas.
03 agosto, 2006
Dopaje Made in USA
Es difícil encontrar un deportista americano que reconozca el uso de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento. Sin embargo, es un problema tan extendido que hasta el propio George Bush Jr. tuvo que reconocer el problema en su discurso sobre el estado de la Unión de 2002, con el cadáver de Florence Griffith bien calentito. En una de las muchas contradicciones de ese gran país, donde un menor de 21 años no puede comprar alcohol o tabaco, pero sí que puede comprar en cualquier supermercado botes king-size de psicofármacos, estimulantes, euforizantes, anabolizantes y un largo etcétera. Y siempre con una agradable presentación de colores y explosiones, en un estilo tirando a pop psicodélico.
En el deporte de competición, los problemas se agravan en cuanto se sale a competiciones internacionales. Durante los JJ.OO de Sydney, la vicepresidenta de la Iaaf Arne Ljunqvist denunció la manga ancha de los organizadores con el equipo americano. El mismo en el que militaba para ganar cinco oros la señorita Marion Jones: se quedó en tres oros y dos bronces, uno de ellos en salto de longitud con la técnica propia de un rebeco. Daba igual. Gracias a la hormona Thg era capaz de suplir sus carencias y hacer tragar a un entregado Segurola de que era la Artemisa del Siglo XXI, sin querer ver que alguien con esa batida sólo puede ir dopada. Hasta las cejas.
Sin embargo, el momento más significativo –y sistemáticamente olvidado por todos los grandes medios- fue cuando Wade Exum, entonces director del Comité Olímpico estadounidense, entregó a Sport Illustrated un informe de 30.000 páginas donde se documentaba que entre 1988 y 2000 se habían ocultado más de 100 casos de doping, desde la anfetamina de Carl Lewis hasta Mary Joe Fernández, pasando por el pintoresco futbolista Alexi Lalas. Era el año 2003, y salvo por una polémica de dos días alrededor del atleta al que le devolvieron las medallas, todo cayó en el olvido. Y si el problema es grave en deportes más o menos individuales, no les digo en las grandes ligas americanas.
En 2005 el senador John McClaine presentó un proyecto de ley que obligaba a un mínimo de cinco controles por temporada a todo profesional de hockey, fútbol, baloncesto, béisbol y fútbol americano. En un país de lobbismo exarcebado, muchos senadores respaldados por la industria farmacéutica no dudaron en tirar abajo la propuesta. Fueron especialmente incisivos con el asunto del Dhea (la testosterona artificial encontrada en el recordman de 100m. Gatlin), ya que es un producto ampliamente usado por la gerontocracia que domina la Cámara Alta, además de por Berlusconi. No vean que soflamas y discursos les salen con 70 años. Y es de venta libre, sin prescripción médica.
El caso Balco tuvo mayor éxito mediático, por lo que tenía de venganza. A finales de 2003 el ex-entrenador de Marion Jones y Tim Montgomery envió una jeringuilla con restos de una hormona indetectable a la agencia antidopaje USA. Cayeron atletas como moscas, incluyendo el británico Dwain Chambers. Era la famosa Thg, sin réplica natural, ideada y producida sólo para el dopaje desde el laboratorio Balco. Mucho revuelo, sí, pero los únicos pillados lo fueron porque quedaban muestras congeladas con las que volver a hacer análisis. Y ahora no están siendo juzgados por una inexistente ley antidopaje, sino por los agentes fiscales. Como Al Capone.
¿Y del ciclismo qué? Nunca se investigó la lista de clientes de Balco. Lance Armstrong, un deportista que se ha visto 25 veces con el presidente y que es un icono del sueño americano y de la lucha contra el cáncer, es intocable. Mucho más que Carl Lewis, el hombre de las 10 medallas de oro en cuatro olimpiadas diferentes, la última de ellas en un concurso de salto vergonzoso en Atlanta 96. El famoso laboratorio francés que ha pillado a Landis analizó retrospectivamente el uso de EPO en las muestras que tenía congeladas del Tour 99. Descubrieron un uso amplísimo, y entre ellos a Lance Armstrong. Es un sueño imposible, pero cuanto me gustaría que pasasen de nuevo a controlar el uso de Tgh en las muestras almacenadas.
No serviría de nada, y menos con un personaje intocable que ya ha tirado el capote a Landis desacreditando al laboratorio. Ya se sabe: eso de las leyes antidopaje es una trampa de la vieja Europa para seguir manteniendo unos rescoldos de deporte limpio, cuando lo que pide la gente es espectáculo, al margen de la salud pública y de la creación de golems modernos. Lástima que a Landis le haya pillado antes de su escamosa operación de cadera, y no tiene la prensa de su lado: el paso dado por The New York Times para intentar que la descalificación en el Tour no se convierta en el enésimo caso de “estamos perseguidos por los europeos” abre una puerta a la esperanza. La del deporte, no la de un Landis al que veo tirado en California tomando 40 cafés seguidos y bebiendo alcohol para superar las situaciones difíciles. Personalidad adictiva, que la llaman. A las drogas.
***
Victoria para el kazajo Bazajev en la primera etapa de la Vuelta a Alemania (el prólogo había sido para Gusev del Discovery). El joven corredor de la escudería Astaná obtiene su primera victoria entre los grandes batiendo a Napolitano y a Zabel, además de la primera victoria de la nueva encarnación de Manolo Saiz. El cántabro, conocedor de que se juega su última baza, no ha cedido todavía la licencia de Active Bay, y en este clima de hipocresía siguen compitiendo y ganando. Lo mejor de todo, las declaraciones en meta del protegido de Vinokourov: "nuestro Primer Ministro nos ha pedido un par de etapas en esta carrera" ¿Verdad que todo suena muy rancio?
***
Victoria para el ermuatarra Aitor Galdos en la primera etapa de la Vuelta a Dinamarca, batiendo nada más y nada menos que a Haselbacher y O´Grady. Ya había ganado la primera etapa de la Vuelta a Valonia (final en Marcinelle, donde ganó McEwen en el Giro).
En el deporte de competición, los problemas se agravan en cuanto se sale a competiciones internacionales. Durante los JJ.OO de Sydney, la vicepresidenta de la Iaaf Arne Ljunqvist denunció la manga ancha de los organizadores con el equipo americano. El mismo en el que militaba para ganar cinco oros la señorita Marion Jones: se quedó en tres oros y dos bronces, uno de ellos en salto de longitud con la técnica propia de un rebeco. Daba igual. Gracias a la hormona Thg era capaz de suplir sus carencias y hacer tragar a un entregado Segurola de que era la Artemisa del Siglo XXI, sin querer ver que alguien con esa batida sólo puede ir dopada. Hasta las cejas.
Sin embargo, el momento más significativo –y sistemáticamente olvidado por todos los grandes medios- fue cuando Wade Exum, entonces director del Comité Olímpico estadounidense, entregó a Sport Illustrated un informe de 30.000 páginas donde se documentaba que entre 1988 y 2000 se habían ocultado más de 100 casos de doping, desde la anfetamina de Carl Lewis hasta Mary Joe Fernández, pasando por el pintoresco futbolista Alexi Lalas. Era el año 2003, y salvo por una polémica de dos días alrededor del atleta al que le devolvieron las medallas, todo cayó en el olvido. Y si el problema es grave en deportes más o menos individuales, no les digo en las grandes ligas americanas.
En 2005 el senador John McClaine presentó un proyecto de ley que obligaba a un mínimo de cinco controles por temporada a todo profesional de hockey, fútbol, baloncesto, béisbol y fútbol americano. En un país de lobbismo exarcebado, muchos senadores respaldados por la industria farmacéutica no dudaron en tirar abajo la propuesta. Fueron especialmente incisivos con el asunto del Dhea (la testosterona artificial encontrada en el recordman de 100m. Gatlin), ya que es un producto ampliamente usado por la gerontocracia que domina la Cámara Alta, además de por Berlusconi. No vean que soflamas y discursos les salen con 70 años. Y es de venta libre, sin prescripción médica.
El caso Balco tuvo mayor éxito mediático, por lo que tenía de venganza. A finales de 2003 el ex-entrenador de Marion Jones y Tim Montgomery envió una jeringuilla con restos de una hormona indetectable a la agencia antidopaje USA. Cayeron atletas como moscas, incluyendo el británico Dwain Chambers. Era la famosa Thg, sin réplica natural, ideada y producida sólo para el dopaje desde el laboratorio Balco. Mucho revuelo, sí, pero los únicos pillados lo fueron porque quedaban muestras congeladas con las que volver a hacer análisis. Y ahora no están siendo juzgados por una inexistente ley antidopaje, sino por los agentes fiscales. Como Al Capone.
¿Y del ciclismo qué? Nunca se investigó la lista de clientes de Balco. Lance Armstrong, un deportista que se ha visto 25 veces con el presidente y que es un icono del sueño americano y de la lucha contra el cáncer, es intocable. Mucho más que Carl Lewis, el hombre de las 10 medallas de oro en cuatro olimpiadas diferentes, la última de ellas en un concurso de salto vergonzoso en Atlanta 96. El famoso laboratorio francés que ha pillado a Landis analizó retrospectivamente el uso de EPO en las muestras que tenía congeladas del Tour 99. Descubrieron un uso amplísimo, y entre ellos a Lance Armstrong. Es un sueño imposible, pero cuanto me gustaría que pasasen de nuevo a controlar el uso de Tgh en las muestras almacenadas.
No serviría de nada, y menos con un personaje intocable que ya ha tirado el capote a Landis desacreditando al laboratorio. Ya se sabe: eso de las leyes antidopaje es una trampa de la vieja Europa para seguir manteniendo unos rescoldos de deporte limpio, cuando lo que pide la gente es espectáculo, al margen de la salud pública y de la creación de golems modernos. Lástima que a Landis le haya pillado antes de su escamosa operación de cadera, y no tiene la prensa de su lado: el paso dado por The New York Times para intentar que la descalificación en el Tour no se convierta en el enésimo caso de “estamos perseguidos por los europeos” abre una puerta a la esperanza. La del deporte, no la de un Landis al que veo tirado en California tomando 40 cafés seguidos y bebiendo alcohol para superar las situaciones difíciles. Personalidad adictiva, que la llaman. A las drogas.
***
Victoria para el kazajo Bazajev en la primera etapa de la Vuelta a Alemania (el prólogo había sido para Gusev del Discovery). El joven corredor de la escudería Astaná obtiene su primera victoria entre los grandes batiendo a Napolitano y a Zabel, además de la primera victoria de la nueva encarnación de Manolo Saiz. El cántabro, conocedor de que se juega su última baza, no ha cedido todavía la licencia de Active Bay, y en este clima de hipocresía siguen compitiendo y ganando. Lo mejor de todo, las declaraciones en meta del protegido de Vinokourov: "nuestro Primer Ministro nos ha pedido un par de etapas en esta carrera" ¿Verdad que todo suena muy rancio?
***
Victoria para el ermuatarra Aitor Galdos en la primera etapa de la Vuelta a Dinamarca, batiendo nada más y nada menos que a Haselbacher y O´Grady. Ya había ganado la primera etapa de la Vuelta a Valonia (final en Marcinelle, donde ganó McEwen en el Giro).
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dopaje
02 agosto, 2006
¿Por qué Simoni no reclama lo que es suyo?
Esta imagen condensa uno de los momentos de la temporada. Si me fuerzan, de la historia reciente del ciclismo. Hacía unos días que se había iniciado la Operación Puerto y el grueso del pelotón disputaba el Giro de Italia. Basso había empezado a regalar las etapas a Piepoli y Voigt a venderlas a Gárate, pero el día del Mortirolo la codicia le pudo y, tras engatusar a Simoni, le dejó en la subida final a Aprica para poder enseñar como una folcklórica la foto de su hijo recién nacido. Como un escudo ante lo que pudiese venir de España. Como un talismán para intentar salvar la primera ocasión en que podía ganar una gran carrera.
Lo que no esperaba Basso, y se ve en su cara de pánfilo y torcuato, es la reacción de Simoni, que se saltó todas las leyes de omertà en el pelotón y le acusó, herido porque quedaba como un tonto tras esperar en el descenso a Birillo, de ser un "extraterrestre". En la propia línea de meta. Le llamó "dopado" y "un dominador así nunca se ha visto", además de que "ya no existen caballeros". La conversación fue muy tensa, y la foto sólo capta un instante. La mirada de Basso se clavaba amenazante en el iracundo trentino, que se crecía por momentos. Más tarde diría que le pidió dinero por ganar la etapa, y en el podio final del Giro se negó a darle la mano. La Federación Italiana les llamó a declarar y ambos escurrieron el bulto.
Y en esto llego el informe de la Guardia Civil, el que propició la exclusión de Basso del Tour. El mismo informe que implica directamente a Jose Enrique Gutiérrez. Primero y segundo del mismo Giro en el que Simoni quedó tercero. ¿Y se creen ustedes que el escalador italiano ha dicho algo más? ¿Que ha reclamado la victoria que le corresponde por derecho? Ni mú. Callado como una meretriz disputó un anónimo Tour y es probable que no vuelva a competir en toda la temporada, dada su provecta edad y que Ballerini no lo lleva a la selección después del robo que le hizo Lanfranchi en el Mundial de Lisboa. Un nuevo ejemplo de omertà en el ciclismo. Secundado por Matxín, Pietro Algeri y Giannetti, sus directores deportivos.
No es que Simoni esté limpio: en el año 2002 fue expulsado del Giro cuando iba líder tras dar positivo por cocaína, supuestamente por unos caramelos peruanos que le trajo su tía monja. Después dijo que otro positivo era por un empaste de su dentista. Quizás sea el motivo final: que nadie está del todo limpio, y por eso no acuden a reclamar las victorias robadas. Que todos se conocen. Los médicos, todo. Que Simoni tuvo un calentón ese día, gracias al cual pudimos saber que el CSC vende las etapas si hay alguien dispuesto a comprarlas; si no, las gana. De lo demás, todo se lo llevará el viento y nadie se acordará de como Simoni espetaba al hierático Basso (tan fino, tan elegante, tan distante, tan dopado) ese "extraterrestre" de ruda ironía.
***
Santos González tiene mononucleosis y no volverá a competir en lo que queda de temporada, dicen. Una burda excusa para un corredor que ha pasado por el Kelme, Once y Phonak. La Federación Española todavía no ha explicado porque le ha quitado el triunfo en la Vuelta a Murcia, que pasa a manos de Iván Gutiérrez. Y todo de la mano del 3 Molinos Resort, el equipo de Hruska, Benito, Tauler y demás banda del hematocrito por las nubes, bajo la atenta mirada de Ángel Casero.
Los grandes nombres aparecidos con la Operación Puerto pueden hacer que nos olvidemos del portentoso equipo murciano, formado con muñecos rotos de la carpa central y que quería dar mucha guerra al principio de la temporada. El patrocinador ha dicho que quita el dinero a dos meses vista.
Lo que no esperaba Basso, y se ve en su cara de pánfilo y torcuato, es la reacción de Simoni, que se saltó todas las leyes de omertà en el pelotón y le acusó, herido porque quedaba como un tonto tras esperar en el descenso a Birillo, de ser un "extraterrestre". En la propia línea de meta. Le llamó "dopado" y "un dominador así nunca se ha visto", además de que "ya no existen caballeros". La conversación fue muy tensa, y la foto sólo capta un instante. La mirada de Basso se clavaba amenazante en el iracundo trentino, que se crecía por momentos. Más tarde diría que le pidió dinero por ganar la etapa, y en el podio final del Giro se negó a darle la mano. La Federación Italiana les llamó a declarar y ambos escurrieron el bulto.
Y en esto llego el informe de la Guardia Civil, el que propició la exclusión de Basso del Tour. El mismo informe que implica directamente a Jose Enrique Gutiérrez. Primero y segundo del mismo Giro en el que Simoni quedó tercero. ¿Y se creen ustedes que el escalador italiano ha dicho algo más? ¿Que ha reclamado la victoria que le corresponde por derecho? Ni mú. Callado como una meretriz disputó un anónimo Tour y es probable que no vuelva a competir en toda la temporada, dada su provecta edad y que Ballerini no lo lleva a la selección después del robo que le hizo Lanfranchi en el Mundial de Lisboa. Un nuevo ejemplo de omertà en el ciclismo. Secundado por Matxín, Pietro Algeri y Giannetti, sus directores deportivos.
No es que Simoni esté limpio: en el año 2002 fue expulsado del Giro cuando iba líder tras dar positivo por cocaína, supuestamente por unos caramelos peruanos que le trajo su tía monja. Después dijo que otro positivo era por un empaste de su dentista. Quizás sea el motivo final: que nadie está del todo limpio, y por eso no acuden a reclamar las victorias robadas. Que todos se conocen. Los médicos, todo. Que Simoni tuvo un calentón ese día, gracias al cual pudimos saber que el CSC vende las etapas si hay alguien dispuesto a comprarlas; si no, las gana. De lo demás, todo se lo llevará el viento y nadie se acordará de como Simoni espetaba al hierático Basso (tan fino, tan elegante, tan distante, tan dopado) ese "extraterrestre" de ruda ironía.
***
Santos González tiene mononucleosis y no volverá a competir en lo que queda de temporada, dicen. Una burda excusa para un corredor que ha pasado por el Kelme, Once y Phonak. La Federación Española todavía no ha explicado porque le ha quitado el triunfo en la Vuelta a Murcia, que pasa a manos de Iván Gutiérrez. Y todo de la mano del 3 Molinos Resort, el equipo de Hruska, Benito, Tauler y demás banda del hematocrito por las nubes, bajo la atenta mirada de Ángel Casero.
Los grandes nombres aparecidos con la Operación Puerto pueden hacer que nos olvidemos del portentoso equipo murciano, formado con muñecos rotos de la carpa central y que quería dar mucha guerra al principio de la temporada. El patrocinador ha dicho que quita el dinero a dos meses vista.
01 agosto, 2006
Un hombre al desnudo
No hay límite a la humillación como personas a la que se autosometen algunos ciclistas con tal de escurrir el bulto en casos de doping. Todavía hoy tenemos que fiarnos de las declaraciones de mentirosos patológicos como Gaumont o Millar para conocer los entresijos de la plaga, ya que David Etxebarría (hematocrito alto en Bicicleta Vasca 2004) echó la culpa a una gastroenteritis, Vandenbroucke a su perro y Floyd Landis...
Floyd Landis se ha convertido en una caricatura de sí mismo. El viernes declaró a la agencia Reuters (que no son una banda de juntaletras) que la noche anterior a Morzine estuvo tomando unas birras con los compañeros de equipo y cuatro guichitos de Jack Daniels. Y que por eso tenía la testosterona en 11/1, cuando lo normal es 4/1. Después habló de una extraña afección en la glándula tiroides, que le obliga a tomar desde hace meses 100 microgramos de hormona tiroidea al día. El viernes convocó una rueda de prensa en Madrid con los abogados Buxeta y Sanz, los mismos que llevaron -con poco éxito- la defensa de Roberto el superdopado Heras, el mismo caradura que toleró una manifestación de 1.000 indignados paisanos de Béjar ante su evidente persecución. Claro, claro. En la casposa rueda de prensa el hombre de las orejas rojas declaró que produce esa testosterona porque es así de chulo, vamos, que le viene de dentro.
En los últimos días se ha prodigado por todo tipo de late night shows, como el de Larry King. El discurso era siempre el mismo, tras haber variado del bourbon a la hormona tiroidea parecía que se había quedado definitivamente en la teoría de la producción endógena. Y que estaba perseguido por ser yanki y que el laboratorio es francés, cosas que calan hondo en el público americano, tran propenso a entender los contenciosos de todo tipo en dialéctica "ellos" y "nosotros". Y Landis es uno de los suyos. Afortunadamente, EE.UU es mucho más que eso. Hoy publica el New York Times (que tampoco es una banda de juntaletras), una de las mayores instituciones del mundo, que la testosterona del pupilo de Juan Fernández es sintética. O sea que estamos en el albor de una nueva versión del robot camino de Morzine. O eso, o confirmar que es un cyborg y su cuerpo produce naturalmente sustancias sintéticas.
Veremos que le recomiendan sus abogados. De momento, la estrategia seguida de retrasar al máximo el control B (el laboratorio francés cierra en agosto) para dilatar el proceso y poder llenar de incertidumbre todo el resto del verano de la vergüenza también ha hecho agua. La UCI ha declarado que el proceso se realizará con la máxima urgencia para desposeer cuanto antes del maillot usurpado al ciclista que se creía más listo que los demás. El hombre que enamoró al 98% de los periodistas con una exhibición sobrehumana en Morzina, aunque algunos ahora intenten decir ya lo sabía yo. Landis queda como un hombre al desnudo, un pelele más de un circo que crea y expulsa a sus figuras al ritmo que marcan los acontecimientos, sin parar a pensar que quizás la lona de la pista central hace aguas. Que con el siguiente vendaval volará como la casa de Dorothy en El mago de Oz. Y después sólo quedará recorrer el camino de baldosas amarillas. A la inversa, recordando los Tours ya pasados, porque no habrá futuros.
Floyd Landis se ha convertido en una caricatura de sí mismo. El viernes declaró a la agencia Reuters (que no son una banda de juntaletras) que la noche anterior a Morzine estuvo tomando unas birras con los compañeros de equipo y cuatro guichitos de Jack Daniels. Y que por eso tenía la testosterona en 11/1, cuando lo normal es 4/1. Después habló de una extraña afección en la glándula tiroides, que le obliga a tomar desde hace meses 100 microgramos de hormona tiroidea al día. El viernes convocó una rueda de prensa en Madrid con los abogados Buxeta y Sanz, los mismos que llevaron -con poco éxito- la defensa de Roberto el superdopado Heras, el mismo caradura que toleró una manifestación de 1.000 indignados paisanos de Béjar ante su evidente persecución. Claro, claro. En la casposa rueda de prensa el hombre de las orejas rojas declaró que produce esa testosterona porque es así de chulo, vamos, que le viene de dentro.
En los últimos días se ha prodigado por todo tipo de late night shows, como el de Larry King. El discurso era siempre el mismo, tras haber variado del bourbon a la hormona tiroidea parecía que se había quedado definitivamente en la teoría de la producción endógena. Y que estaba perseguido por ser yanki y que el laboratorio es francés, cosas que calan hondo en el público americano, tran propenso a entender los contenciosos de todo tipo en dialéctica "ellos" y "nosotros". Y Landis es uno de los suyos. Afortunadamente, EE.UU es mucho más que eso. Hoy publica el New York Times (que tampoco es una banda de juntaletras), una de las mayores instituciones del mundo, que la testosterona del pupilo de Juan Fernández es sintética. O sea que estamos en el albor de una nueva versión del robot camino de Morzine. O eso, o confirmar que es un cyborg y su cuerpo produce naturalmente sustancias sintéticas.
Veremos que le recomiendan sus abogados. De momento, la estrategia seguida de retrasar al máximo el control B (el laboratorio francés cierra en agosto) para dilatar el proceso y poder llenar de incertidumbre todo el resto del verano de la vergüenza también ha hecho agua. La UCI ha declarado que el proceso se realizará con la máxima urgencia para desposeer cuanto antes del maillot usurpado al ciclista que se creía más listo que los demás. El hombre que enamoró al 98% de los periodistas con una exhibición sobrehumana en Morzina, aunque algunos ahora intenten decir ya lo sabía yo. Landis queda como un hombre al desnudo, un pelele más de un circo que crea y expulsa a sus figuras al ritmo que marcan los acontecimientos, sin parar a pensar que quizás la lona de la pista central hace aguas. Que con el siguiente vendaval volará como la casa de Dorothy en El mago de Oz. Y después sólo quedará recorrer el camino de baldosas amarillas. A la inversa, recordando los Tours ya pasados, porque no habrá futuros.
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