Quien quiera para hoy una previa de la Vuelta, aquí tiene la escrita con motivo de su presentación. No ha envejecido muy bien, porque a ver quien era el listo que en diciembre pasado apostaba a que Sastre ganaría el Tour, pero aquí está Contador para ganar la carrera. Hoy la propaganda al respecto será brutal -ayer G. Luque ya ponía a Gimondi, Merckx, Anquetil e Hinault como el próximo objetivo del de Pinto- y bueno, todos sabemos lo del famoso certificado, pero hay que aferrarse a la esperanza de su poca habilidad con la bicicleta, que será su segunda grande en una año -y sólo ha corrido otras dos antes- y que hasta al triatleta gallego con la grave cardiopatía le salen días malos. Esta es mi previa de la Vuelta.
En el equivalente para el Tour, titulaba "El sistema inmunológico del ciclismo". A posteriori, se puede decir que ha funcionado. Hombre, la redada al padre de los Schleck iba con mucha intención -y pistolas en mano- y se quedo en nada, pero Beltrán, Dueñas y Riccò (todo el Saunier) pueden atestiguar que el sistema inmunológico del ciclismo funcionó bastante bien. Si lo comparamos con el resto del ciclismo, de matrícula de honor. Había serias dudas en la partida, con todos los medios presionando veladamente para que el espectáculo de bocas con espuma, cadencias de pedalada de 110 y escapadas de 180 kms. no fuese cercenado por una estúpida cruzada para combatir el dopaje, pero los franceses han resistido. En el Giro ya se vió que no. Queda la Vuelta.
Bueno, en la Vuelta nunca hay positivos. Lo expliqué en su momento. Ahora dicen que han aumentado el presupuesto antidopaje de 180.000 a 300.000 euros, que detectarán la CERA y, en palabras de Victor Cordero, que la carrera es "mejor que el Tour" en participación. Aires de grandeza. O simplemente un sirocco, que te deja atontado. Si el CSC, ese equipo referente, se gasta al año 700.000 euros para que ningún corredor pite la máquina -el Saunier 400.000, del Scott no se nada-, ¿a dónde se va con ese dinero?. Y, sobre todo, con el historial que cuenta la Vuelta. La carrera de Casero, Sevilla, Nozal, Santi Pérez, Heras, el granadino del butrón al Unibet.com, la raza kazaja ganando a pares y tantos otros. Dime de qué presumes y te diré de que careces. Cuando no se quieren tener escándalos en plena carrera la voluntad está clara. Como en el Giro con Sella: que el espectáculo continue. Que no te lo chafen los controles.
El titular de hoy no es mío. Yo jamás tendré esa capacidad para titular. Y lo digo con envidia, que es como la verdura: sana. Pertenece a Garai y lo publicó en Marca (el periódico de mayor difusión después de 20 minutos) el 29 de julio pasado, a los dos días del triunfo de Sastre. Lo repetiré: "Lo peor del Tour, los controles antidopaje". El primer párrafo sirve para felicitar a su manera al famoso laboratorio de Châteneay-Malabry ("si es verdad, que no acaba de estar del todo claro"), y el segundo ya empieza con un "Pero". Vamos, realiza los exvotos para que no parezca directamente un libelo, y después se pone a hablar de lo que le interesa. ¡Que lo peor del Tour son los controles antidopaje!.
Lo califica de "auténtico desastre", porque "se ha llevado a cabo de la manera menos conveniente posible, sin transparencia y siempre a través de los medios, lo que le resta credibilidad y seriedad". Hombre, seriedad la que tu tienes. Esta columna, por no remontarse a la dedicadas a Manzano, cimenta una carrera profesional sólida, seria y comprometida con el ciclismo limpio. Dice que oficialmente no se sabe nada de los positivos, "no ha habido un miserable comunicado oficial" y especula con la posibilidad de que hayan retrasado resultados para "no dañar más a la imagen de la ronda", como si enchironar a un sputnik como Riccò dañase la imagen de alguien que no fuese su director con gafas de poli yanki. Y le pagan por escribir esto.
Por ejemplo, también se hace eco de un rumor sobre Moreau -lo tiene entre ceja y ceja, no se que le habrá hecho este chico-, dice que a Fofonov lo dejaron acabar porque corre en un equipo francés. Se sorprende de que "en sólo cuatro días de carrera salieran tres positivos y sólo uno el resto", como si sus expectativas -fue de los que publicó varias veces eso de "se especula con otros seis positivos en los próximos días"- no se hubiesen visto satisfechas. La columna no tiene desperdicio, porque lo es en sí misma. Lo mejor es el colofón: "lo digo sin otra intención que intentar que el sistema sea creíble y funcione porque lo demás la presión francesa contra el dopaje nos ha ayudado a ganar otro Tour". Es un frase ambigua: ¿se refiere a ganar para el ciclismo o se refiere a Sastre? Lo que no es ambiguo es el titular. Seguro que en la Vuelta no lo utiliza.
***
Lo de Cavendish clama al cielo. Lleva en forma desde marzo y ganando. Ayer sumo su segunda victoria, de dos etapas, en la Vuelta a Irlanda. En los JJ.OO, los que le obligaron a abandonar el Tour, fracasó miserablemente en Madison, superado por la experiencia de dos nonagenarios argentinos -entrenados por Lombardi-, la pareja española -uno reside en Girona y el otro es un ex-Kelme que en marzo de 2006 dio hematocrito alto en un equipo murciano que se disolvió- y los rusos, con Ignatiev. Y eso fueron los metales, que la pareja británica quedó novena. Bueno, ahí está toda esa gente que sabe tanto de ciclismo -Horrillo, por ejemplo- para decir que es todo talento. Será eso. Ayer mismo, sin ir más lejos, entró tercero Richeze, el sprinter del CSF-Navigare excluído en vísperas del Giro. Al parecer, ha colado su excusa de que el positivo se debió a un preparado vitamínico. ¡El ciclismo, señores!.
29 agosto, 2008
28 agosto, 2008
Otro cántabro pionero
Decía Oscar Freire, en sus múltiples entrevistas con motivo del maillot verde del Tour, que había sido el primer español en ganar muchas carreras y que eso no se tenía en cuenta. Lo decía con la razón del que atesora Flecha de Brabante, Gante Wevelgem o la clásica de Hamburgo. Bueno, pues tiene un paisano que también sabe ganar fuera y que es pionero en inscribir su nombre en el palmarés de varias pruebas.
Ayer Jose Iván Gutiérrez ganó por segundo año consecutivo el ENECO Tour, marca comercial del Tour de Benelux. Es una prueba por etapas ProTour. Su victoria se puede calificar de épica. En una prueba por etapas completamente llana y donde el único peligro viene del tiempo, las diferencia finales se miden por centésimas de segundo, que es como se computa la crono. Para más escarnio, estaba situada en el último día.
La victoria de la etapa fue para Belohvosciks, el letón del Scott. Es su primera victoria con el equipo, y no porque este haya cambiado de nombre: es el típico fichaje de Matxín, que recuperó en 2007 a este antiguo vencedor de los 3 días de la Panne en 2003 -ya sabía lo que es ganar en la zona- cuando ya llevaba dos años en un equipo continental. Curioso lo del equipo amarillo: hasta su espantà del Tour su balance de la temporada se reducía a las victorias de Riccò-CERA, el doblete en Hautacam y la Bicicleta Vasca de Eros Capecchi. Desde entonces, ganan carreras con Cobo en Burgos y Portugal, y están muy activos. A veces viene bien un redimensionamiento de objetivos.
El cántabro Gutiérrez fue segundo, empatado a tiempo con Rosseler y Rogers, a los que sacaba 4" y 7" antes de la crono. Parece fácil, pero rompió el sillín el último km. y tuvo que hacer el mismo de pie, no precisamente lo más indicado en una etapa llana. Parece que victoria épica y ENECO Tour son incompatibles, pero a veces sucede. El corredor del Caisse d´Epargne ya fue el año pasado el primer español en ganar la prueba, al igual que es el único nacional que ha ganado un campeonato del mundo sub-23 (en Verona 1999, CRI) y el Giro de Emilia en 2003, con 24 tiernos años. En noviembre cumplirá 30 años y su palmarés nunca será como el de Olano, su referente cuando pasó a profesionales con el ONCE, pero es muy digno. Y pionero.
***
Dados los positivos que ha tenido el Lampre esta temporada, empezada con buen pie en la concentración de San Vicenzo, y de los que pueden hablar Patxi Vila -testosterona- y Paolo Bossoni -EPO-, el pobre de Marzio Bruseghin se ha visto obligado a tomar la salida en la Vuelta. Fue 3º en el Giro, 27º en el Tour, corrió los JJ.OO en ruta y crono y ahora la Vuelta. Creo que no es la primera vez que encadena las tres grandes, pero tiene su mérito con 34 años.
***
La Vuelta a Alemania, famosa por sus vetos y medidas estrictas, va a permitir salir al Scott-American Beef. También ha pedido a la UCI que autorice de urgencia tres nuevos métodos para detectar doping, en donde quieren ser pioneros en su aplicación. Aquí hay dos posibilidades: o las noticias se contradicen o están relacionadas.
***
A buen entendendor, el titular basta para explicar todo un fenómeno. Y si de algo es entendedor Sastre, gregario de Hamilton y Basso, es de ciclismo.
Ayer Jose Iván Gutiérrez ganó por segundo año consecutivo el ENECO Tour, marca comercial del Tour de Benelux. Es una prueba por etapas ProTour. Su victoria se puede calificar de épica. En una prueba por etapas completamente llana y donde el único peligro viene del tiempo, las diferencia finales se miden por centésimas de segundo, que es como se computa la crono. Para más escarnio, estaba situada en el último día.
La victoria de la etapa fue para Belohvosciks, el letón del Scott. Es su primera victoria con el equipo, y no porque este haya cambiado de nombre: es el típico fichaje de Matxín, que recuperó en 2007 a este antiguo vencedor de los 3 días de la Panne en 2003 -ya sabía lo que es ganar en la zona- cuando ya llevaba dos años en un equipo continental. Curioso lo del equipo amarillo: hasta su espantà del Tour su balance de la temporada se reducía a las victorias de Riccò-CERA, el doblete en Hautacam y la Bicicleta Vasca de Eros Capecchi. Desde entonces, ganan carreras con Cobo en Burgos y Portugal, y están muy activos. A veces viene bien un redimensionamiento de objetivos.
El cántabro Gutiérrez fue segundo, empatado a tiempo con Rosseler y Rogers, a los que sacaba 4" y 7" antes de la crono. Parece fácil, pero rompió el sillín el último km. y tuvo que hacer el mismo de pie, no precisamente lo más indicado en una etapa llana. Parece que victoria épica y ENECO Tour son incompatibles, pero a veces sucede. El corredor del Caisse d´Epargne ya fue el año pasado el primer español en ganar la prueba, al igual que es el único nacional que ha ganado un campeonato del mundo sub-23 (en Verona 1999, CRI) y el Giro de Emilia en 2003, con 24 tiernos años. En noviembre cumplirá 30 años y su palmarés nunca será como el de Olano, su referente cuando pasó a profesionales con el ONCE, pero es muy digno. Y pionero.
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Dados los positivos que ha tenido el Lampre esta temporada, empezada con buen pie en la concentración de San Vicenzo, y de los que pueden hablar Patxi Vila -testosterona- y Paolo Bossoni -EPO-, el pobre de Marzio Bruseghin se ha visto obligado a tomar la salida en la Vuelta. Fue 3º en el Giro, 27º en el Tour, corrió los JJ.OO en ruta y crono y ahora la Vuelta. Creo que no es la primera vez que encadena las tres grandes, pero tiene su mérito con 34 años.
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La Vuelta a Alemania, famosa por sus vetos y medidas estrictas, va a permitir salir al Scott-American Beef. También ha pedido a la UCI que autorice de urgencia tres nuevos métodos para detectar doping, en donde quieren ser pioneros en su aplicación. Aquí hay dos posibilidades: o las noticias se contradicen o están relacionadas.
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A buen entendendor, el titular basta para explicar todo un fenómeno. Y si de algo es entendedor Sastre, gregario de Hamilton y Basso, es de ciclismo.
27 agosto, 2008
Una extraña plaga azota a los jóvenes del pelotón
Entre la lista de preinscritos para la Vuelta se ha caído a última hora el ex-joven Liberty Dani Navarro, que había hecho una preparación específica para la Vuelta. Incluso había manifestado en alguna entrevista su ilusión por volver a una grande tras su huída -en la furgoneta de su padre- del Tour 2007, cuando todo su equipo fue expulsado por el positivo de Vinokourov.
Para más escarnio, ha sido sustituido por un sprinter, el asiático Bazayev. De nada ha servido que estuviese con Contador en su mediatiquísima exploración del Angliru en pleno Tour de Francia o sus capacidades escaladoras. Se queda en casita. No es la primera vez que el Astana cambia a última hora: en el pasado Giro le pasó lo mismo a Benjamín Noval, que había viajado a Sicilia para volverse sin tomar la salida. Una enfermedad fue la causa de sus males.Precisamente el mismo Giro que Contador ganó viniendo de la playa y donde compitió, sin muchas luces, el también joven Gusev, recientemente expulsado del equipo por saltarse los controles internos, consintiesen en lo que consintiesen.
Y sigamos con los jóvenes de este equipo. ¿Alguien se acuerda de Janez Brajkovic? Venga, no es tan difícil. Es el joven esloveno que en la Vuelta 2006 fue líder en la primera semana en la temporada de transición del Discovery Channel. No fue una buena temporada para los pupilos de Bruyneel, vaya usted a saber porqué. Menos mal que ya no estaba el vaquero texano, que se hubiese enfadado muchísimo. Al joven Brajkovic le daba igual: con 22 años fue capaz de acabar 5º en Suiza y Cataluña. Imagínense lo que apuntaba que hasta el propio Victor Cordero dijo "de la Vuelta va salir una nueva figura, seguro", como si supiese perfectamente como iba a llegar este fenómeno. La Vuelta la ganó Vinokourov, o su médico, con 33 años.
En 2007 fue 5º en Tirreno y 10º en Romandía y Volta, ganó en Georgia, y no se supo más de el. Por lo que parece, sigue en el equipo. Eso es algo que no puede decir Jose Antonio Redondo, joven prometedor y también ex-joven Liberty, que fue despedido del Astana en agosto del año pasado. Y no por bajo rendimiento, que venía de hacer segundo en sendas etapas de País Vasco y Dauphiné. Participará en la Vuelta con el Andalucía-Caja Sur, y a ver que puede hacer con sus tiernos 23 años: ya estuvo con 21 y se hizo notar en Calar Alto. Bueno, pero al margen de los nombres particulares, ya ven que una extraña plaga azota a los jóvenes del pelotón. Y no sólo a los del Astaná
Dekker es otro ejemplo ya comentado, quizás el de más espesor por su proyección y resultados. No es que los de Gusev, Brajkovic o Redondo fuesen mancos, pero es que el holandés ya salía en las quinielas de favorito al Tour. Pues de nada ha servido: expulsado del equipo, eso sí, de "mutuo acuerdo". El caso de Dekker es sintomático, porque antes de quedarse en la calle pasó por la otra cepa virulenta de la plaga, la de jóvenes que se quedan a las puertas de una grande, como Navarro o Brajkovic. En fin, el ciclismo. Como siempre hay que ver el vaso medio lleno, al menos no han corrido la misma suerte que Riccò.
Volviendo a Navarro, quizás la explicación no esté en una extraña plaga. Considerando que milita en un equipo de capital kazajo, ya tendría crimen que saliesen en la Vuelta tres asturianos -los otros son Noval y Rubiera, ahijado y padrino- y sólo un kazajo, el destacadísimo Muravyev. Ahora ya queda todo más compensado. Aunque el equipo siga compitiendo con los colores de Asturias. Además, la raza kazaja está dentro del catálogo de especies amenazadas, tras la siega de Fofonov en el último Tour. Que menos que cuidarla y mimarla. ¡Cúantas plagas diferentes hay por el pelotón y como se ceban en algunos colectivos en concreto!.
***
¿Será verdad? Hombre, es cierto que es el vigente campeón y que tiene la victoria a 11", pero por detrás de el están Roelandts a 12", Rosseler a 15" y Rogers a 18", por no hablar de Posthuma -que lleva ganadas dos generales gracias a la crono en este año- a 21" y Devolder a 22". Mañana lo sabremos.
Para más escarnio, ha sido sustituido por un sprinter, el asiático Bazayev. De nada ha servido que estuviese con Contador en su mediatiquísima exploración del Angliru en pleno Tour de Francia o sus capacidades escaladoras. Se queda en casita. No es la primera vez que el Astana cambia a última hora: en el pasado Giro le pasó lo mismo a Benjamín Noval, que había viajado a Sicilia para volverse sin tomar la salida. Una enfermedad fue la causa de sus males.Precisamente el mismo Giro que Contador ganó viniendo de la playa y donde compitió, sin muchas luces, el también joven Gusev, recientemente expulsado del equipo por saltarse los controles internos, consintiesen en lo que consintiesen.
Y sigamos con los jóvenes de este equipo. ¿Alguien se acuerda de Janez Brajkovic? Venga, no es tan difícil. Es el joven esloveno que en la Vuelta 2006 fue líder en la primera semana en la temporada de transición del Discovery Channel. No fue una buena temporada para los pupilos de Bruyneel, vaya usted a saber porqué. Menos mal que ya no estaba el vaquero texano, que se hubiese enfadado muchísimo. Al joven Brajkovic le daba igual: con 22 años fue capaz de acabar 5º en Suiza y Cataluña. Imagínense lo que apuntaba que hasta el propio Victor Cordero dijo "de la Vuelta va salir una nueva figura, seguro", como si supiese perfectamente como iba a llegar este fenómeno. La Vuelta la ganó Vinokourov, o su médico, con 33 años.
En 2007 fue 5º en Tirreno y 10º en Romandía y Volta, ganó en Georgia, y no se supo más de el. Por lo que parece, sigue en el equipo. Eso es algo que no puede decir Jose Antonio Redondo, joven prometedor y también ex-joven Liberty, que fue despedido del Astana en agosto del año pasado. Y no por bajo rendimiento, que venía de hacer segundo en sendas etapas de País Vasco y Dauphiné. Participará en la Vuelta con el Andalucía-Caja Sur, y a ver que puede hacer con sus tiernos 23 años: ya estuvo con 21 y se hizo notar en Calar Alto. Bueno, pero al margen de los nombres particulares, ya ven que una extraña plaga azota a los jóvenes del pelotón. Y no sólo a los del Astaná
Dekker es otro ejemplo ya comentado, quizás el de más espesor por su proyección y resultados. No es que los de Gusev, Brajkovic o Redondo fuesen mancos, pero es que el holandés ya salía en las quinielas de favorito al Tour. Pues de nada ha servido: expulsado del equipo, eso sí, de "mutuo acuerdo". El caso de Dekker es sintomático, porque antes de quedarse en la calle pasó por la otra cepa virulenta de la plaga, la de jóvenes que se quedan a las puertas de una grande, como Navarro o Brajkovic. En fin, el ciclismo. Como siempre hay que ver el vaso medio lleno, al menos no han corrido la misma suerte que Riccò.
Volviendo a Navarro, quizás la explicación no esté en una extraña plaga. Considerando que milita en un equipo de capital kazajo, ya tendría crimen que saliesen en la Vuelta tres asturianos -los otros son Noval y Rubiera, ahijado y padrino- y sólo un kazajo, el destacadísimo Muravyev. Ahora ya queda todo más compensado. Aunque el equipo siga compitiendo con los colores de Asturias. Además, la raza kazaja está dentro del catálogo de especies amenazadas, tras la siega de Fofonov en el último Tour. Que menos que cuidarla y mimarla. ¡Cúantas plagas diferentes hay por el pelotón y como se ceban en algunos colectivos en concreto!.
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¿Será verdad? Hombre, es cierto que es el vigente campeón y que tiene la victoria a 11", pero por detrás de el están Roelandts a 12", Rosseler a 15" y Rogers a 18", por no hablar de Posthuma -que lleva ganadas dos generales gracias a la crono en este año- a 21" y Devolder a 22". Mañana lo sabremos.
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26 agosto, 2008
La mejor noticia de la participación ya se conocía
Por fin ha salido la lista provisional de participantes para la Vuelta. Yo les enlazaría gustosamente con la página oficial, pero creo que no incluye esta información vital para el aficionado que se interesa por la carrera. Tampoco tiene que extrañar tanto: la ronda empieza en cuatro días y no ha sido hasta ayer cuando se ha sabido. Ni la semana de cortesía. Seguramente esto también es culpa de los enemigos imaginados que tiene la carrera, y no de la desidia.
A pesar de que la UCI ha colocado la Vuelta a Alemania en directa competencia de calendario con la ronda nacional, se puede decir que esta ha resistido el envite. Dos figuras del ciclismo, y precisamente alemanes, como Zabel y Kloden se han decantado por la carrera española. Hombre, Evans no podrá repetir su actuación del año pasado y tampoco viene Menchov, pero estarán Bettini, Boonen, Cunego, Ballan, Pozzato, Bennati, Schumacher, Rebellin, Gilbert, Chavanel y Leipheimer, entre otros muchos con talla de Tour. Sinceramente: si el referente es el Giro, la Vuelta ha vuelto a ganar de goleada.
De los posibles aspirantes a la victoria final no nacionales el único con alguna opción -se supone que Kloden y Leipheimer harán como en el Giro, ayudar al que venía de la playa- es Popovych, más por nombre que por expectativas reales. Ya se verá. En todo caso, la Vuelta parece a priori un choque frontal de los trenes CSC -con Sastre- y Astana -con Contador-, y los demás a verlas venir. Valverde ha anunciado que viene a la Vuelta a preparar el Mundial -nunca ha hecho dos grandes a tope- y su equipo es siempre interesante, con tres pilares del Tour y Joaquín Piepoli me entrena y he sido tercero en dos etapas ganadas por Sella Rodríguez, pero parece que estarán a otras batallas.
Tanto CSC -con Breschel y Haedo- como Astana -con Bazayev y Vaitkus- no renuncian a los sprints, síntoma claro de que aspiran al copo total. El Euskaltel intentará salvar el año con Antón el prodigioso y Astarloza, y está por ver que logra el Xacobeo -Karpin ha puesto pies en polvorosa- con sus siempre fascinastes corredores, la versión galaica del CSF-Navigare. Liquigas -por Beltrán- y Rabobank -por Dekker- se han quedado sin jefes de fila para la general -¿que hará Gesink en su primera grande?-, mientras que el Tinkoff presenta a su equipo de gala. Yo creo que la Vuelta tiene una participación magnífica, aunque vaya a ganar el del certificado médico irrepetible. Pero por lo que el aficionado se tiene que felicitar es porque no este de partida la siniestra reencarnación del Saunier, justamente excluido. Y eso ya está ganado de salida.
***
Erich Honecker estaría orgulloso. De hecho, fue contemporáneo de estas prácticas, que no había que buscar al otro lado del Muro. Los nombres citados, absolutamente todos, siguen siendo familiares 23 años después. Asusta todas las implicaciones que tiene la noticia, contada con una inocencia y candidez difícilmente explicable. A mí me fascina particularmente el subtítulo de "El doctor Fuentes aplica desde hace un año investigaciones europeas", cuando la partícula "europeo" era obligatoria en una España que todavía tardaría 10 meses en ser parte del mercado común. "Europeo" como sinónimo de avanzado, que fuera están muy preparados. ¿Y que decir de eso de "desde hace un año"? Eso implica que las "investigaciones europeas" se "aplicaron" en los JJ.OO de Los Ángeles. Me detengo en esta parte. El resto del artículo, que les recomiendo encarecidamente, es autoexplicable. Lo decían todo, y lo decían ya 21 años antes de la Operación Puerto. ¡Eufemiano Fuentes, cúanto te debemos! ¡Lo que perdió la ginecología lo ganó el deporte! (debo el enlace de la noticia a nickChewaka.)
***
Así se hace una entrevista, hombre. Felicidades a José Samano. Basta contrastar lo incisivo de las preguntas planteadas con el horror que publicó La Vanguardia ayer, con el mismo protagonista. Fíjense como Lissavetzky, ese hombre, acaba saliendo de sus casillas y respondiendo igual que Sastre respondió al periodista de Cuatro. España debe ser el único país que contabiliza el diplomero, esa término -genial- que inventó Eduardo Torrico para los JJ.OO de Barcelona. En fin, este mismo periodista anunciaba, durante el mismo evento y desde las primeras carreras, que Cacho iba a ser oro. ¡Lo que saben los periodistas!.
***
Los organizadores del GP de Plouay lloraron y patalearon para ser parte del ProTour. Ahora que lo son, acaban la carrera -la única importante que se disputa un lunes- 86 corredores, un cifra para batir palmas y no parar. La victoria ha sido para Fedrigo, que pasó un Tour anónimo después de haber brillado en la montaña de Dauphiné. Segundo Ballan y tercero David López del Caisse. El sprint del pelotón por la cuarta plaza fue para Allan dopaje por objetivos Davis, que a partir del 1 de septiembre cambia nuevamente de maillot y se va al Quick Step, el equipo donde triunfaron otros fichajes de relumbrón, provenientes del mismo sistema, como Pecharromán y Mercado. Le deseo la misma suerte. Y quinto, para cerrar el ciclo, el sprinter murciano Rojas, otro ex joven Liberty. Phantastico.
A pesar de que la UCI ha colocado la Vuelta a Alemania en directa competencia de calendario con la ronda nacional, se puede decir que esta ha resistido el envite. Dos figuras del ciclismo, y precisamente alemanes, como Zabel y Kloden se han decantado por la carrera española. Hombre, Evans no podrá repetir su actuación del año pasado y tampoco viene Menchov, pero estarán Bettini, Boonen, Cunego, Ballan, Pozzato, Bennati, Schumacher, Rebellin, Gilbert, Chavanel y Leipheimer, entre otros muchos con talla de Tour. Sinceramente: si el referente es el Giro, la Vuelta ha vuelto a ganar de goleada.
De los posibles aspirantes a la victoria final no nacionales el único con alguna opción -se supone que Kloden y Leipheimer harán como en el Giro, ayudar al que venía de la playa- es Popovych, más por nombre que por expectativas reales. Ya se verá. En todo caso, la Vuelta parece a priori un choque frontal de los trenes CSC -con Sastre- y Astana -con Contador-, y los demás a verlas venir. Valverde ha anunciado que viene a la Vuelta a preparar el Mundial -nunca ha hecho dos grandes a tope- y su equipo es siempre interesante, con tres pilares del Tour y Joaquín Piepoli me entrena y he sido tercero en dos etapas ganadas por Sella Rodríguez, pero parece que estarán a otras batallas.
Tanto CSC -con Breschel y Haedo- como Astana -con Bazayev y Vaitkus- no renuncian a los sprints, síntoma claro de que aspiran al copo total. El Euskaltel intentará salvar el año con Antón el prodigioso y Astarloza, y está por ver que logra el Xacobeo -Karpin ha puesto pies en polvorosa- con sus siempre fascinastes corredores, la versión galaica del CSF-Navigare. Liquigas -por Beltrán- y Rabobank -por Dekker- se han quedado sin jefes de fila para la general -¿que hará Gesink en su primera grande?-, mientras que el Tinkoff presenta a su equipo de gala. Yo creo que la Vuelta tiene una participación magnífica, aunque vaya a ganar el del certificado médico irrepetible. Pero por lo que el aficionado se tiene que felicitar es porque no este de partida la siniestra reencarnación del Saunier, justamente excluido. Y eso ya está ganado de salida.
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Erich Honecker estaría orgulloso. De hecho, fue contemporáneo de estas prácticas, que no había que buscar al otro lado del Muro. Los nombres citados, absolutamente todos, siguen siendo familiares 23 años después. Asusta todas las implicaciones que tiene la noticia, contada con una inocencia y candidez difícilmente explicable. A mí me fascina particularmente el subtítulo de "El doctor Fuentes aplica desde hace un año investigaciones europeas", cuando la partícula "europeo" era obligatoria en una España que todavía tardaría 10 meses en ser parte del mercado común. "Europeo" como sinónimo de avanzado, que fuera están muy preparados. ¿Y que decir de eso de "desde hace un año"? Eso implica que las "investigaciones europeas" se "aplicaron" en los JJ.OO de Los Ángeles. Me detengo en esta parte. El resto del artículo, que les recomiendo encarecidamente, es autoexplicable. Lo decían todo, y lo decían ya 21 años antes de la Operación Puerto. ¡Eufemiano Fuentes, cúanto te debemos! ¡Lo que perdió la ginecología lo ganó el deporte! (debo el enlace de la noticia a nickChewaka.)
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Así se hace una entrevista, hombre. Felicidades a José Samano. Basta contrastar lo incisivo de las preguntas planteadas con el horror que publicó La Vanguardia ayer, con el mismo protagonista. Fíjense como Lissavetzky, ese hombre, acaba saliendo de sus casillas y respondiendo igual que Sastre respondió al periodista de Cuatro. España debe ser el único país que contabiliza el diplomero, esa término -genial- que inventó Eduardo Torrico para los JJ.OO de Barcelona. En fin, este mismo periodista anunciaba, durante el mismo evento y desde las primeras carreras, que Cacho iba a ser oro. ¡Lo que saben los periodistas!.
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Los organizadores del GP de Plouay lloraron y patalearon para ser parte del ProTour. Ahora que lo son, acaban la carrera -la única importante que se disputa un lunes- 86 corredores, un cifra para batir palmas y no parar. La victoria ha sido para Fedrigo, que pasó un Tour anónimo después de haber brillado en la montaña de Dauphiné. Segundo Ballan y tercero David López del Caisse. El sprint del pelotón por la cuarta plaza fue para Allan dopaje por objetivos Davis, que a partir del 1 de septiembre cambia nuevamente de maillot y se va al Quick Step, el equipo donde triunfaron otros fichajes de relumbrón, provenientes del mismo sistema, como Pecharromán y Mercado. Le deseo la misma suerte. Y quinto, para cerrar el ciclo, el sprinter murciano Rojas, otro ex joven Liberty. Phantastico.
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25 agosto, 2008
Operación nostalgia en curso, están avisados
Durante el pasado Tour de Francia El País tuvo a bien sazonar la carrera con un coloquio y un artículo-nostalgia, aprovechando efemérides: 25 años desde el Tour de 1983, el de Reynolds y el retorno del ciclismo español al ciclismo internacional; y otro con los ganadores de la carrera y el lugar de memoria donde cimentaron su éxito. Como la nostalgia en este deporte es muy peligrosa, la cosa salió como salió. En todo caso, es una estrategia preconcebida.
Y no precisamente nueva. En 2001, con motivo del décimo aniversario del primer Tour de Induráin, Arribas ya se descolgó con un reportaje muy amplio y que fue muy copiado. Claro, algunas de las cosas escritas por entonces, como que fue el triunfo de una preparación científica, hoy en día ya no son publicables. Por el qué dirán, ya saben. Sin embargo, no crean que ha habido una moderación en el lenguaje, que va. Al contrario.
Juntar a Perico y Arroyo para rememorar batallitas tiene su gracia. Dejarlos hablar sin hacer ninguna pregunta, ninguna acotación, y publicarlo directamente, también. Es curioso como hablan de la pareja de Maribel Moreno. O como Arroyo dice "no tenía pulsómetro, pero lo aplicaba", que es como si Colón hubiese escrito "no tenía GPS, pero lo aplicaba". ¡Ay, eso de aplicar al pasado lo que no estaba inventado! ¡Con el autogiro no hubiesemos perdido Cuba!Perico hablando de "una especie de batidos que trajimos de España" y los efectos que le causaron ya hace torcer el rictus. Especialmente cuando recuerda que en la crono del Puy de Dome hicieron primero y segundo, como el Once o el Saunier. Ya les digo que las operaciones nostalgia, en este deporte, tienen mucho peligro.
Pero bueno, peligro calculado. Lo que interesa es recuperar emociones perdidas, aficionados que se han ido alejando, y si para ello hace falta pervertir la realidad, siempre habrá una buena pluma al servicio. Fíjense en esta noticia. Arribas escribe, sin ningún rubor y ante la crono decisiva para Sastre, "El propio Arroyo, en la Vuelta a España de 1982, comprobó tal tautología cuando él, un escalador puro, ganó una contrarreloj llana en La Mancha vestido de amarillo". Les interesa recordar lo almibarado: hace falta tener mucha cara para escribir esto y no decir que Arroyo fue descalificado por dopaje en esa misma Vuelta. ¿De que sirve citar datos o batallitas sin contextualizarlos? ¡Y lo que nos quedará por leer!. Vamos, y citar como fuente de autoridad a alguien que opina esto ya es bastante indicativo de por donde va la operación nostalgia. Santi Pérez, que también ganó una crono llana en la Vuelta, no parece tener suficiente autoridad.
En fin. En Regreso al lugar del crimen todo esto se acentúa y ya adquiere matices de choteo al lector y al aficionado. Todo tiene la pinta de ser un reportaje mucho más amplio, como para el El País Semanal. Fotógrafo y ciclistas desplazados a Francia y todas esas cosas. Algo debió salir mal y acabó como doble página en la edición normal del periódico. Bueno, como lo que cuenta es la intención, ahí está de nuevo la anécdota del helado de Bahamontes; los cochazos de Ocaña; los retrasos de Perico; Induráin geométrico; Pereiro diciendo que su Tour no fue un regalo; y Contador elogiado por su memoria, cuando había estado en el mismo lugar ¡tres meses antes!.
Bueno, lo mejor son los comentarios del fotógrafo. Llama un personaje que les ayuda "chiflado del ciclismo" y a dos policías cumpliendo su deber "globeros". Llama eso a dos ejemplos del lector-tipo de ese reportaje alcanforado y nostálgico. Como si un vendedor de chucherías llama a sus clientes glotones. Como para sentirse identificado con las gestas de ciclistas y fotográfo. ¡Que amor por el ambiente y el deporte!. Vais por el buen camino, hombre. Por cierto, la foto de Perico es una mierda de composición, ambiente -de nada sirve ir al lugar si después se tapa la curva que da continuidad a la carretera- y posado, con una luz mortecina. Todo esto dicho desde el respeto al colectivo fotógrafo de un "chiflado del ciclismo". ¡Lo que hay que leer! ¡Lo que nos queda con la operación nostalgia!
***
La Vuelta a Portugal para un ex-Comunitat Valenciana. Siguen los éxitos nacionales. Hasta este punto: seis españoles entre los seis primeros. 6 españoles 6, por decirlo en lenguaje taurino. Lástima que ya no lo lleven a la selección nacional, con el buen partido que dió en el Mundial 2005.
***
Leipheimer y Contador hacen primero y segundo en la Vuelta a los Puertos. Esta carrera fue en el 97 para Beltrán; en el 98 para Marcos Alcalde Serrano; en el 99 para Perdiguero; en el 2000 para Mancebo; en el 2001 para Botero; en el 2004 para Ferrío, el que enseñaba el culo; y en 2006 para Plaza, en la sentida despedida de Comunitat Valenciana. Está muy bien que se siga la tradición, que con tanto que nos dicen que ha cambiado el ciclismo ya no lo conoce nadie.
***
Ya está en los kioskos la revista aperiódica de ciclismo más antigua de España. Se publica según vayan saliendo éxitos, o se acerque una gran cita ("no paran de marearme con el albarán"). En esta ocasión la revista es una y trina: con el habitual ejemplar y sus interesantes contenidos, se adjuntan un sobre de polvos y una guía de bolsillo de la Vuelta, editada en papel de gran calidad y gramaje. Ese es el contenido material. En cuanto al contenido formal, la misma línea de siempre. Retirado el profilactico que une lo que deberían ser tres ("encima de no comprar nunca la revista, la abres"), se descubre un artículo de Chema Bermejo sobre la ortografía de los nombres, para lo que no duda en recurrir a citar a ciclistas de octava fila, cuando con dos ejemplos bastaba. Y todo porque le resulta difícil escribir Lissavetzky. Y es periodista: es como si un químico se queja de lo difíciles que son las bases y las potencias y su notación. Tremendo. Después de utilizar su tribuna del mes pasado para meterse con Marca -siendo como es asalariado de As-, un nuevo hito de ayes y puros.
Más adelante hay una entrevista-columna con un ciclista gallego desconocido, que habla de votos comprados por 400 euros. Seguramente hablará de su realidad geográfica más cercana, donde eso es práctica habitual, especialmente en las zonas rurales. ("ves -sic- acabando, que esto no es una biblioteca"). Cada vez estoy más convencido de que a este colectivo hay que preguntarle únicamente de ciclismo, y ni eso. Un inglés les envía un maillot de Reynolds e insertan una de esas noticias-publicidad que tanto gustan en la casa. Entrevistas a ciclistas que no cuentan nada, a pesar de haber militado en Once y CSC. Loas a los nuevos éxitos patrios. En la mini-guía, los puertos están presentados por Beloki, vestido de riguroso negro. Hay un anuncio muy bizarro de Suances. El editorial es "Habla pueblo habla". No tengo calificativos. El sobre de polvos no lo abrí: me lo regaló el kioskero: "llevate eso, que todavía recuerdo cuando estaba la plaza llena de sobres de polvo". "Pero esto son vitaminas". "Ya, también decían lo mismo por entonces".
Y no precisamente nueva. En 2001, con motivo del décimo aniversario del primer Tour de Induráin, Arribas ya se descolgó con un reportaje muy amplio y que fue muy copiado. Claro, algunas de las cosas escritas por entonces, como que fue el triunfo de una preparación científica, hoy en día ya no son publicables. Por el qué dirán, ya saben. Sin embargo, no crean que ha habido una moderación en el lenguaje, que va. Al contrario.
Juntar a Perico y Arroyo para rememorar batallitas tiene su gracia. Dejarlos hablar sin hacer ninguna pregunta, ninguna acotación, y publicarlo directamente, también. Es curioso como hablan de la pareja de Maribel Moreno. O como Arroyo dice "no tenía pulsómetro, pero lo aplicaba", que es como si Colón hubiese escrito "no tenía GPS, pero lo aplicaba". ¡Ay, eso de aplicar al pasado lo que no estaba inventado! ¡Con el autogiro no hubiesemos perdido Cuba!Perico hablando de "una especie de batidos que trajimos de España" y los efectos que le causaron ya hace torcer el rictus. Especialmente cuando recuerda que en la crono del Puy de Dome hicieron primero y segundo, como el Once o el Saunier. Ya les digo que las operaciones nostalgia, en este deporte, tienen mucho peligro.
Pero bueno, peligro calculado. Lo que interesa es recuperar emociones perdidas, aficionados que se han ido alejando, y si para ello hace falta pervertir la realidad, siempre habrá una buena pluma al servicio. Fíjense en esta noticia. Arribas escribe, sin ningún rubor y ante la crono decisiva para Sastre, "El propio Arroyo, en la Vuelta a España de 1982, comprobó tal tautología cuando él, un escalador puro, ganó una contrarreloj llana en La Mancha vestido de amarillo". Les interesa recordar lo almibarado: hace falta tener mucha cara para escribir esto y no decir que Arroyo fue descalificado por dopaje en esa misma Vuelta. ¿De que sirve citar datos o batallitas sin contextualizarlos? ¡Y lo que nos quedará por leer!. Vamos, y citar como fuente de autoridad a alguien que opina esto ya es bastante indicativo de por donde va la operación nostalgia. Santi Pérez, que también ganó una crono llana en la Vuelta, no parece tener suficiente autoridad.
En fin. En Regreso al lugar del crimen todo esto se acentúa y ya adquiere matices de choteo al lector y al aficionado. Todo tiene la pinta de ser un reportaje mucho más amplio, como para el El País Semanal. Fotógrafo y ciclistas desplazados a Francia y todas esas cosas. Algo debió salir mal y acabó como doble página en la edición normal del periódico. Bueno, como lo que cuenta es la intención, ahí está de nuevo la anécdota del helado de Bahamontes; los cochazos de Ocaña; los retrasos de Perico; Induráin geométrico; Pereiro diciendo que su Tour no fue un regalo; y Contador elogiado por su memoria, cuando había estado en el mismo lugar ¡tres meses antes!.
Bueno, lo mejor son los comentarios del fotógrafo. Llama un personaje que les ayuda "chiflado del ciclismo" y a dos policías cumpliendo su deber "globeros". Llama eso a dos ejemplos del lector-tipo de ese reportaje alcanforado y nostálgico. Como si un vendedor de chucherías llama a sus clientes glotones. Como para sentirse identificado con las gestas de ciclistas y fotográfo. ¡Que amor por el ambiente y el deporte!. Vais por el buen camino, hombre. Por cierto, la foto de Perico es una mierda de composición, ambiente -de nada sirve ir al lugar si después se tapa la curva que da continuidad a la carretera- y posado, con una luz mortecina. Todo esto dicho desde el respeto al colectivo fotógrafo de un "chiflado del ciclismo". ¡Lo que hay que leer! ¡Lo que nos queda con la operación nostalgia!
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La Vuelta a Portugal para un ex-Comunitat Valenciana. Siguen los éxitos nacionales. Hasta este punto: seis españoles entre los seis primeros. 6 españoles 6, por decirlo en lenguaje taurino. Lástima que ya no lo lleven a la selección nacional, con el buen partido que dió en el Mundial 2005.
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Leipheimer y Contador hacen primero y segundo en la Vuelta a los Puertos. Esta carrera fue en el 97 para Beltrán; en el 98 para Marcos Alcalde Serrano; en el 99 para Perdiguero; en el 2000 para Mancebo; en el 2001 para Botero; en el 2004 para Ferrío, el que enseñaba el culo; y en 2006 para Plaza, en la sentida despedida de Comunitat Valenciana. Está muy bien que se siga la tradición, que con tanto que nos dicen que ha cambiado el ciclismo ya no lo conoce nadie.
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Ya está en los kioskos la revista aperiódica de ciclismo más antigua de España. Se publica según vayan saliendo éxitos, o se acerque una gran cita ("no paran de marearme con el albarán"). En esta ocasión la revista es una y trina: con el habitual ejemplar y sus interesantes contenidos, se adjuntan un sobre de polvos y una guía de bolsillo de la Vuelta, editada en papel de gran calidad y gramaje. Ese es el contenido material. En cuanto al contenido formal, la misma línea de siempre. Retirado el profilactico que une lo que deberían ser tres ("encima de no comprar nunca la revista, la abres"), se descubre un artículo de Chema Bermejo sobre la ortografía de los nombres, para lo que no duda en recurrir a citar a ciclistas de octava fila, cuando con dos ejemplos bastaba. Y todo porque le resulta difícil escribir Lissavetzky. Y es periodista: es como si un químico se queja de lo difíciles que son las bases y las potencias y su notación. Tremendo. Después de utilizar su tribuna del mes pasado para meterse con Marca -siendo como es asalariado de As-, un nuevo hito de ayes y puros.
Más adelante hay una entrevista-columna con un ciclista gallego desconocido, que habla de votos comprados por 400 euros. Seguramente hablará de su realidad geográfica más cercana, donde eso es práctica habitual, especialmente en las zonas rurales. ("ves -sic- acabando, que esto no es una biblioteca"). Cada vez estoy más convencido de que a este colectivo hay que preguntarle únicamente de ciclismo, y ni eso. Un inglés les envía un maillot de Reynolds e insertan una de esas noticias-publicidad que tanto gustan en la casa. Entrevistas a ciclistas que no cuentan nada, a pesar de haber militado en Once y CSC. Loas a los nuevos éxitos patrios. En la mini-guía, los puertos están presentados por Beloki, vestido de riguroso negro. Hay un anuncio muy bizarro de Suances. El editorial es "Habla pueblo habla". No tengo calificativos. El sobre de polvos no lo abrí: me lo regaló el kioskero: "llevate eso, que todavía recuerdo cuando estaba la plaza llena de sobres de polvo". "Pero esto son vitaminas". "Ya, también decían lo mismo por entonces".
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22 agosto, 2008
La rápida desaparición del periodismo médico
No fue hace tanto tiempo. Abrías cualquier periódico y te encontrabas con la opinión -porque era eso, opinión- de cualquier médico sobre asuntos deportivos. Amparándose en sus títulos, decían cosas que los acercaban más al Pulitzer que al premio Nobel. Tan pronto como aparecieron, se fueron. De alguno en concreto no se ha vuelto a saber absolutamente nada más, y eso que era un fijo para cualquier asunto. Ahora ese mismo periódico tiene uno nuevo, que habla de atletismo. En el Marca también tuvieron uno durante el Tour.
Yo no sabía nada de Íñigo San Millán hasta que el pasado 10 de julio el diario líder en salpicaduras de café y manchas de grasa en los bares publicó un artículo suyo. A pie del mismo se podía leer "Fisiología y Metabolismo del Ejercicio/Medicina deportiva. Licenciado en Colorado State University, Estados Unidos". La segunda parte la entiendo, la primera no: ¿se refiere al artículo o al autor?. En cambio, el titular es francamente divertido: "Kirchen y Cunego, amenazas en potencia". Se acababa de disputar la primera crono en Cholet y San Millán nos daba esta clave. No lo hacía abriendo el vientre a una golondrina, tirando los dados o con las cábalas, qué va: se acompañaba de una gruesa tabla comparando los tiempos de Cholet y Albi (la primera crono del Tour 07), con watios/Kg, VO2 y esas cosas que tanto se utilizan el blog de Michelle Ferrari.
Y miren de lo que le sirvió. Kirchen y Cunego. El primero entró en el top-ten, pero desde la primera etapa de montaña ya se vio que no se jugaba el Tour; y el segundo jamás soñó con entrar en esa situación, ni siquiera en la etapa de Jausiers. En el artículo se dicen cosas sorprendentes. A pesar de afirmar que el consumo de oxígeno (VO2) de un corredor en el Tour es de 75 ml/kg/min (mililitros de oxígeno por kg. de peso por minuto), califica de "sorprendente" que Schumacher y Kirchen anduviesen por 82,2 y 83,4 respectivamente. ¿Hasta que punto es "sorprendente"? ¿Puede un médico utilizar alegremente "sorprendente"? Parece que sí. El artículo no da para más: se escuda en su tabla y va adjuntando valores a cada uno de los corredores.
No contento, el 25 de julio se repite. Era la víspera de la crono decisiva. En los 15 días transcurridos añade una nueva victoria a su palmarés, "Doctor por la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco". También se pone el segundo apellido, que nunca viene mal en cuanto a publicaciones médicas se refiere (¿publicar en el Marca que indice de impacto tiene? Si Nature es 35, el periódico deportivo tiene que ser, como poco, 36). El titular, fantástico: "Cadel Evans acusa la última semana". Muy médico, ya les digo, a pesar de que dentro del artículo pone esa sentencia entre interrogantes. Esta vez sus tablas de apoyo son los tiempos, watios, watios/kg y VO2 de la subida a Alpe d´Huez y las comparativas de cronos. A partir de ahí intenta predecir el resultado de la crono que daba y quitaba el Tour.
Y acertó. No en lo de acusa la tercera semana (digo yo que serán todos los corredores), sino que Sastre no lo iba a pasar en absoluto mal defendiendo su liderato. Este galeno se basaba en que fue el más regular en las tres etapas claves, en que tenía la mejor media de consumo de oxígeno y potencia relativa y, tachán, en que "ha sido el más constante en cuanto a sus parámetros fisiológicos durante esas tres etapas, señal de que acaba con fuerza". Los ciclistas son robots, basta con saber sus parámetros y ya obtienes el resultado. Si esto fuese así, ¿dónde se quedaron Kirchen y Cunego? Ahhhh, la medicina deportiva, tan exacta y tan evanescente.
Para concluir, el Doctor San Millán, del que sin duda volveremos a saber, porque unos artículos así no pueden caer en el olvido -que le hagan fijo ya- nos deja un párrafo maravilloso, por su concisión y por ir directo al núcleo de la cuestión: "La lucha contre el crono no sólo será por el primer y segundo puesto, sino también por el tercero". Hoooooooooombre, hasta aquí podíamos llegar. Eso también lo escribo yo, pero añadiendo también "y por el cuarto, y por el quinto, y por el sexto, y por el séptimo puesto", por no seguir más. Yo no pongo en duda las habilidades médicas de este nuevo incorporado al decadente submundo del periodismo médico, pero ese último párrafo lo podría haber escrito perfectamente Garai. Y, entre una cosa y otro, el periodismo médico no existe.
***
Primera etapa de Eneco para Boonen, por delante de Bennati. El sprinter italiano ya parece recuperado de la insidiosa tendinitis que le alejó del Tour.
***
Café para ciclistas 53x11. La realidad siempre va por delante.
Yo no sabía nada de Íñigo San Millán hasta que el pasado 10 de julio el diario líder en salpicaduras de café y manchas de grasa en los bares publicó un artículo suyo. A pie del mismo se podía leer "Fisiología y Metabolismo del Ejercicio/Medicina deportiva. Licenciado en Colorado State University, Estados Unidos". La segunda parte la entiendo, la primera no: ¿se refiere al artículo o al autor?. En cambio, el titular es francamente divertido: "Kirchen y Cunego, amenazas en potencia". Se acababa de disputar la primera crono en Cholet y San Millán nos daba esta clave. No lo hacía abriendo el vientre a una golondrina, tirando los dados o con las cábalas, qué va: se acompañaba de una gruesa tabla comparando los tiempos de Cholet y Albi (la primera crono del Tour 07), con watios/Kg, VO2 y esas cosas que tanto se utilizan el blog de Michelle Ferrari.
Y miren de lo que le sirvió. Kirchen y Cunego. El primero entró en el top-ten, pero desde la primera etapa de montaña ya se vio que no se jugaba el Tour; y el segundo jamás soñó con entrar en esa situación, ni siquiera en la etapa de Jausiers. En el artículo se dicen cosas sorprendentes. A pesar de afirmar que el consumo de oxígeno (VO2) de un corredor en el Tour es de 75 ml/kg/min (mililitros de oxígeno por kg. de peso por minuto), califica de "sorprendente" que Schumacher y Kirchen anduviesen por 82,2 y 83,4 respectivamente. ¿Hasta que punto es "sorprendente"? ¿Puede un médico utilizar alegremente "sorprendente"? Parece que sí. El artículo no da para más: se escuda en su tabla y va adjuntando valores a cada uno de los corredores.
No contento, el 25 de julio se repite. Era la víspera de la crono decisiva. En los 15 días transcurridos añade una nueva victoria a su palmarés, "Doctor por la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco". También se pone el segundo apellido, que nunca viene mal en cuanto a publicaciones médicas se refiere (¿publicar en el Marca que indice de impacto tiene? Si Nature es 35, el periódico deportivo tiene que ser, como poco, 36). El titular, fantástico: "Cadel Evans acusa la última semana". Muy médico, ya les digo, a pesar de que dentro del artículo pone esa sentencia entre interrogantes. Esta vez sus tablas de apoyo son los tiempos, watios, watios/kg y VO2 de la subida a Alpe d´Huez y las comparativas de cronos. A partir de ahí intenta predecir el resultado de la crono que daba y quitaba el Tour.
Y acertó. No en lo de acusa la tercera semana (digo yo que serán todos los corredores), sino que Sastre no lo iba a pasar en absoluto mal defendiendo su liderato. Este galeno se basaba en que fue el más regular en las tres etapas claves, en que tenía la mejor media de consumo de oxígeno y potencia relativa y, tachán, en que "ha sido el más constante en cuanto a sus parámetros fisiológicos durante esas tres etapas, señal de que acaba con fuerza". Los ciclistas son robots, basta con saber sus parámetros y ya obtienes el resultado. Si esto fuese así, ¿dónde se quedaron Kirchen y Cunego? Ahhhh, la medicina deportiva, tan exacta y tan evanescente.
Para concluir, el Doctor San Millán, del que sin duda volveremos a saber, porque unos artículos así no pueden caer en el olvido -que le hagan fijo ya- nos deja un párrafo maravilloso, por su concisión y por ir directo al núcleo de la cuestión: "La lucha contre el crono no sólo será por el primer y segundo puesto, sino también por el tercero". Hoooooooooombre, hasta aquí podíamos llegar. Eso también lo escribo yo, pero añadiendo también "y por el cuarto, y por el quinto, y por el sexto, y por el séptimo puesto", por no seguir más. Yo no pongo en duda las habilidades médicas de este nuevo incorporado al decadente submundo del periodismo médico, pero ese último párrafo lo podría haber escrito perfectamente Garai. Y, entre una cosa y otro, el periodismo médico no existe.
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Primera etapa de Eneco para Boonen, por delante de Bennati. El sprinter italiano ya parece recuperado de la insidiosa tendinitis que le alejó del Tour.
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Café para ciclistas 53x11. La realidad siempre va por delante.
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21 agosto, 2008
Sobre las cenizas de los viejos hábitos
Lástima que Internet no permita verlo en su conjunto. Prueben a imaginar como apareció en El País y tendrán una visión completa. El mismo día de los sucesos paranormales de Aurillac, titulados como "Sobre las cenizas de los viejos hábitos", y que ocupaba toda una página derecha del diario, en la página izquierda había dos noticias: una sobre la detención de Manuel Beltrán y, en el fondo de página, esto.
Quedaba así confeccionado, por obra y gracia de la misma pluma, un tríptico periodístico de indudable valor, donde se combinaba la esperanza (¡queremos creer! ¡hay que creer! ¡crean, estúpidos!) en un joven Liberty con la triste realidad del ciclismo patrio, al margen de victorias, hojas de laurel y el incienso y la mirra. Como el asunto del corredor jienense se explica por sí mismo, vayamos a la otra noticia. Y empecemos por el final.
Arribas termina su crónica, que va sobre el arbitraje del TAS en el caso Valverde, con este aviso a navegantes: "el equipo ha aconsejado al corredor que, en todo caso, remita a sus abogados a todo aquel que le pregunte por el asunto". ¡Faltaría más! ¡Como si hubiese algo que preguntar! ¿Y si es el TAS el que pregunta por el asunto? ¡Y es "en todo caso"! ¿Y si al simple aficionado al ciclismo le interesa únicamente la suerte del pastor alemán de nombre Piti? Si está bien de salud, que tal lleva el calor de Murcia...en fin, esas cosas que desean saber todos los amantes del mejor amigo del hombre.
Con la amenaza bien presente, repasemos lo que escribió en su día el otrora insigne periodista, ahora mismo cantando los éxitos de Bolt como cantó en su día los de Landis. Afirma que -según su amigos-, Valverde está resignado a que la O.P le acompañe toda su vida. Hombre, la mejor forma de que esto no sea así es que presente su ADN de forma voluntaria y se quite de encima ese sanbenito de la bolsa 18, pero como no lo ha hecho en estos dos años y tres meses, habrá que pensar que la situación se la ha buscado el mismo, ¿no?. Como el corredor murciano no lo hace, el TAS resolverá de aquí a cinco meses sobre la apelación conjunta que la UCI y la AMA han presentado contra la RFEC por no sancionarle por su presunta implicación en la O.P.
De nuevo la RFEC en el TAS, tras lo que ha pasado con Mayo. Como todo baila en torno a analizar la famosa bolsa 18.- Valv. (Piti), el TAS, para formular su resolución final, ha solicitado una muestra, nada menos que bajo la figura jurídica de una demanda de auxilio judicial internacional. "Al menos han rechazado la petición de que Valverde entregue inmediatamente una muestra de su ADN", (¡uf! ¡menos mal!) transcribe Arribas citando "fuentes jurídicas conocedoras del laudo", las mismas que después remachan con un "creemos que es muy difícil que el juez Serrano acceda a entregar esa muestra. Para que una comisión rogatoria tenga éxito debe cumplirse el principio de doble incriminación penal, es decir, que los hechos juzgados tengan consideración de delito en los dos países, y en el momento de la Operación Puerto, en mayo de 2006, el dopaje aún no era delito en España".
Vamos, que esa "fuente jurídica", a tenor de los argumentos, parece el mismísimo abogado de Valverde, como si Arribas no fuese ya suficiente abogado periodístico. Veremos que decide el TAS, y si para su decisión utilizan al final la muestra de la bolsa 18, pero la intención es tan clara como la equivalencia Valv. (Piti): el propio McQuaid, presidente de la UCI, preguntado sobre Valverde en los JJ.OO de Pekín, dijo que "lo mejor sería que no estuviese". Sobre Botero, por ejemplo, no se conocen declaraciones de ese estilo. Es un buen ejemplo de lo que ha sido la O.P: corredores amnistíados y otros condenados, teniendo todos las mismas pruebas en su contra. Estas no eran otras que eso tan poético de "viejos hábitos". Y sí, en esas cenizas todavía hay ascuas que pueden provocar un incendio. El TAS está con el fuelle. La reciente resolución del caso Mayo da esperanzas.
***
La salud del ciclismo español no se mide únicamente por los grandes nombres y las grandes victorias, sino también por otros indicadores. Ayer se impuso en el prólogo del Eneco Tour -carrera que ganó el año pasado y que es del ProTour- Iván Gutiérrez, mientras que el desconocido Manuel Vázquez Hueso del Contentpolis-Murcia hizo lo propio en la primera etapa del Regio Tour, el que el año pasado también ganó Dueñas.
Quedaba así confeccionado, por obra y gracia de la misma pluma, un tríptico periodístico de indudable valor, donde se combinaba la esperanza (¡queremos creer! ¡hay que creer! ¡crean, estúpidos!) en un joven Liberty con la triste realidad del ciclismo patrio, al margen de victorias, hojas de laurel y el incienso y la mirra. Como el asunto del corredor jienense se explica por sí mismo, vayamos a la otra noticia. Y empecemos por el final.
Arribas termina su crónica, que va sobre el arbitraje del TAS en el caso Valverde, con este aviso a navegantes: "el equipo ha aconsejado al corredor que, en todo caso, remita a sus abogados a todo aquel que le pregunte por el asunto". ¡Faltaría más! ¡Como si hubiese algo que preguntar! ¿Y si es el TAS el que pregunta por el asunto? ¡Y es "en todo caso"! ¿Y si al simple aficionado al ciclismo le interesa únicamente la suerte del pastor alemán de nombre Piti? Si está bien de salud, que tal lleva el calor de Murcia...en fin, esas cosas que desean saber todos los amantes del mejor amigo del hombre.
Con la amenaza bien presente, repasemos lo que escribió en su día el otrora insigne periodista, ahora mismo cantando los éxitos de Bolt como cantó en su día los de Landis. Afirma que -según su amigos-, Valverde está resignado a que la O.P le acompañe toda su vida. Hombre, la mejor forma de que esto no sea así es que presente su ADN de forma voluntaria y se quite de encima ese sanbenito de la bolsa 18, pero como no lo ha hecho en estos dos años y tres meses, habrá que pensar que la situación se la ha buscado el mismo, ¿no?. Como el corredor murciano no lo hace, el TAS resolverá de aquí a cinco meses sobre la apelación conjunta que la UCI y la AMA han presentado contra la RFEC por no sancionarle por su presunta implicación en la O.P.
De nuevo la RFEC en el TAS, tras lo que ha pasado con Mayo. Como todo baila en torno a analizar la famosa bolsa 18.- Valv. (Piti), el TAS, para formular su resolución final, ha solicitado una muestra, nada menos que bajo la figura jurídica de una demanda de auxilio judicial internacional. "Al menos han rechazado la petición de que Valverde entregue inmediatamente una muestra de su ADN", (¡uf! ¡menos mal!) transcribe Arribas citando "fuentes jurídicas conocedoras del laudo", las mismas que después remachan con un "creemos que es muy difícil que el juez Serrano acceda a entregar esa muestra. Para que una comisión rogatoria tenga éxito debe cumplirse el principio de doble incriminación penal, es decir, que los hechos juzgados tengan consideración de delito en los dos países, y en el momento de la Operación Puerto, en mayo de 2006, el dopaje aún no era delito en España".
Vamos, que esa "fuente jurídica", a tenor de los argumentos, parece el mismísimo abogado de Valverde, como si Arribas no fuese ya suficiente abogado periodístico. Veremos que decide el TAS, y si para su decisión utilizan al final la muestra de la bolsa 18, pero la intención es tan clara como la equivalencia Valv. (Piti): el propio McQuaid, presidente de la UCI, preguntado sobre Valverde en los JJ.OO de Pekín, dijo que "lo mejor sería que no estuviese". Sobre Botero, por ejemplo, no se conocen declaraciones de ese estilo. Es un buen ejemplo de lo que ha sido la O.P: corredores amnistíados y otros condenados, teniendo todos las mismas pruebas en su contra. Estas no eran otras que eso tan poético de "viejos hábitos". Y sí, en esas cenizas todavía hay ascuas que pueden provocar un incendio. El TAS está con el fuelle. La reciente resolución del caso Mayo da esperanzas.
***
La salud del ciclismo español no se mide únicamente por los grandes nombres y las grandes victorias, sino también por otros indicadores. Ayer se impuso en el prólogo del Eneco Tour -carrera que ganó el año pasado y que es del ProTour- Iván Gutiérrez, mientras que el desconocido Manuel Vázquez Hueso del Contentpolis-Murcia hizo lo propio en la primera etapa del Regio Tour, el que el año pasado también ganó Dueñas.
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20 agosto, 2008
Liar tanto para tan poco
Por favor, descarguen y lean la sentencia del TAS sobre el caso Iban Mayo. Esta destinada a ser un referente ineludible en la lucha contra el dopaje. Como sabrán, hace pocos días el tribunal dio por cerrado un caso donde se intentó marear la perdiz de todas las mareas posibles, y lo hizo en el sentido más positivo para el ciclismo.
A diferencia de otros sistemas judiciales, más dados a la farragosidad y las evanescentes capacidades literarias de los jueces, el texto es una sucesión de 174 epígrafes concisos, directos y al núcleo de la cuestión. Como mi interés es explicar la sentencia, nada mejor para referirse a la misma. Qué menos que una sentencia sea fácil de referir. Es de justicia.
En el punto 5, por ejemplo, descubrimos que Mayo corrió el Tour 2007 sin ningún certificado médico, a pesar de ser ampliamente conocido su problema-ventaja con la testosterona, que ya le había dado algún susto en el Giro de Italia. Esto tiene su explicación con que es natural, y que no necesita ser tratada. Quedense con el referente, que será de utilidad. A partir del punto 24 viene lo interesante: la RFEC se opone a que la UCI vuelva a analizar la muestra B en el laboratorio de París. Pongan música de vodevil, que es lo propio.
Especial interés tiene el punto 35, donde se recoje que Mayo dijo no haber recibido jamás la documentación en su casa -toda la anterior parece que sí-, aunque el punto 37 le contradice. Si van siguiendo el cronograma de las fechas -no tengo paciencia para escribirlas todas, ya están en la sentecia-, no dejen de analizar la celeridad con la que se movía la UCI y la dilación de la otra parte enfrentada, corredor y su federación. Vivir a dos tiempos, vivir en dos mundos.
Sin embargo, la cosa se pone interesante a partir del punto 66, el de los argumentos de Mayo. Estuvo defendido por el mismo abogado que ha librado a Aketza Peña, y estas fueron sus armas. El punto 67 argumenta que el nulla ostium de la RFEC no fue un soltarse a la torera la reglamentación, sino -ríanse ahora, después no habrá tiempo- "un proceso de gestión de resultados". Toma ya. Hace falta tenerlos cuadrados para crear estos circunloquios. Estos nuevos tiempos crean sus neologismos pintorescos ("vampiros" a los inspectores, "mejora del rendimiento deportivo" al doping, "descanso activo" a las francachelas de drogas) pero he de reconocer que este me ha pillado con las defensas bajas y me ha provocado una carcajada. Y para que te haga reir en una sentencia es que tiene que ser realmente bueno.
Tras dar varias vueltas a si los frascos estaban sellados, en el punto 77 se afirma que fueron violados los derechos fundamentales de Iban Mayo, citando nada menos que al Tribunal Europeo de DD.HH y al Consejo de Europa. Increíble: no se detienen ante nada. Recomiendo al corredor que en otra ocasión vaya directamente a las Gestoras ProAmnistía -ya que al fin se trata de eso-, le saldrán más baratas y tienen más trato con esas instituciones. El punto 80 también es muy divertido, judicialmente hablando: tras cerrar el capítulo de Mayo, el de la RFEC se solventa en dos apartados, porque es igual "a grandes líneas" al del ciclista. Podían haber puesto "se solapan" o "van montados uno encima del otro", por utilizar una metáfora ciclista, pero el tribunal no bromea.
A partir de ahí, la sentencia desmonta cada una de las argucias. Decía que sería un referente porque, a partir del punto 128, crea un precedente sobre las llamadas "muestras no concluyentes". Y el precedente es positivo, en el amplio sentido que esta palabra adopta en el ciclismo. El punto 134 tiene a bien explicar a corredor, federación y abogado la diferencia entre "no confirmar" y "negativo", visible a todas luces, salvo cuando se pone la venda en los ojos. Es más, en el punto 151 el tribunal se plantea la posibilidad de detenerse en el análisis más favorable a los intereses del corredor, y lo descarta creando jurisprudencia (152), a sabiendas de estar haciéndolo.
El punto II de la sentencia deja en muy mal lugar a la RFEC, si es que la lectura de todo lo anterior no lo había hecho ya, y el punto VII cifra la cuantía. Por lo demás, Iban Mayo estará sancionado hasta el 31 de julio de 2009. Considerando que Ivan Basso vuelve al Tour en 2010, los buenos aficionados al ciclismo deseamos que el de Igorre se reponga de este contratiempo y puede hacer buena la frase esa del director deportivo de Chava y Mancebo, además del autor del fichaje de Rubén Plaza, la que decía: "el Tour de los próximos años será de unos tal-Ibanes". En 2010, por ejemplo, uno con 33 y el otro con 34 años. Nunca es tarde.
A diferencia de otros sistemas judiciales, más dados a la farragosidad y las evanescentes capacidades literarias de los jueces, el texto es una sucesión de 174 epígrafes concisos, directos y al núcleo de la cuestión. Como mi interés es explicar la sentencia, nada mejor para referirse a la misma. Qué menos que una sentencia sea fácil de referir. Es de justicia.
En el punto 5, por ejemplo, descubrimos que Mayo corrió el Tour 2007 sin ningún certificado médico, a pesar de ser ampliamente conocido su problema-ventaja con la testosterona, que ya le había dado algún susto en el Giro de Italia. Esto tiene su explicación con que es natural, y que no necesita ser tratada. Quedense con el referente, que será de utilidad. A partir del punto 24 viene lo interesante: la RFEC se opone a que la UCI vuelva a analizar la muestra B en el laboratorio de París. Pongan música de vodevil, que es lo propio.
Especial interés tiene el punto 35, donde se recoje que Mayo dijo no haber recibido jamás la documentación en su casa -toda la anterior parece que sí-, aunque el punto 37 le contradice. Si van siguiendo el cronograma de las fechas -no tengo paciencia para escribirlas todas, ya están en la sentecia-, no dejen de analizar la celeridad con la que se movía la UCI y la dilación de la otra parte enfrentada, corredor y su federación. Vivir a dos tiempos, vivir en dos mundos.
Sin embargo, la cosa se pone interesante a partir del punto 66, el de los argumentos de Mayo. Estuvo defendido por el mismo abogado que ha librado a Aketza Peña, y estas fueron sus armas. El punto 67 argumenta que el nulla ostium de la RFEC no fue un soltarse a la torera la reglamentación, sino -ríanse ahora, después no habrá tiempo- "un proceso de gestión de resultados". Toma ya. Hace falta tenerlos cuadrados para crear estos circunloquios. Estos nuevos tiempos crean sus neologismos pintorescos ("vampiros" a los inspectores, "mejora del rendimiento deportivo" al doping, "descanso activo" a las francachelas de drogas) pero he de reconocer que este me ha pillado con las defensas bajas y me ha provocado una carcajada. Y para que te haga reir en una sentencia es que tiene que ser realmente bueno.
Tras dar varias vueltas a si los frascos estaban sellados, en el punto 77 se afirma que fueron violados los derechos fundamentales de Iban Mayo, citando nada menos que al Tribunal Europeo de DD.HH y al Consejo de Europa. Increíble: no se detienen ante nada. Recomiendo al corredor que en otra ocasión vaya directamente a las Gestoras ProAmnistía -ya que al fin se trata de eso-, le saldrán más baratas y tienen más trato con esas instituciones. El punto 80 también es muy divertido, judicialmente hablando: tras cerrar el capítulo de Mayo, el de la RFEC se solventa en dos apartados, porque es igual "a grandes líneas" al del ciclista. Podían haber puesto "se solapan" o "van montados uno encima del otro", por utilizar una metáfora ciclista, pero el tribunal no bromea.
A partir de ahí, la sentencia desmonta cada una de las argucias. Decía que sería un referente porque, a partir del punto 128, crea un precedente sobre las llamadas "muestras no concluyentes". Y el precedente es positivo, en el amplio sentido que esta palabra adopta en el ciclismo. El punto 134 tiene a bien explicar a corredor, federación y abogado la diferencia entre "no confirmar" y "negativo", visible a todas luces, salvo cuando se pone la venda en los ojos. Es más, en el punto 151 el tribunal se plantea la posibilidad de detenerse en el análisis más favorable a los intereses del corredor, y lo descarta creando jurisprudencia (152), a sabiendas de estar haciéndolo.
El punto II de la sentencia deja en muy mal lugar a la RFEC, si es que la lectura de todo lo anterior no lo había hecho ya, y el punto VII cifra la cuantía. Por lo demás, Iban Mayo estará sancionado hasta el 31 de julio de 2009. Considerando que Ivan Basso vuelve al Tour en 2010, los buenos aficionados al ciclismo deseamos que el de Igorre se reponga de este contratiempo y puede hacer buena la frase esa del director deportivo de Chava y Mancebo, además del autor del fichaje de Rubén Plaza, la que decía: "el Tour de los próximos años será de unos tal-Ibanes". En 2010, por ejemplo, uno con 33 y el otro con 34 años. Nunca es tarde.
19 agosto, 2008
El lobo tiene cera en la orejas
Uno de los alicientes del Tour de Francia es leer las columnas de Flecha en La Vanguardia. Los motivos son los opuestos a la sección de su compañero de equipo Horrillo en El País, bien escrita, divertida y con respeto e ironía. El aliciente de leer al catalán que todavía no ha ganado nada con el Rabobank es ver por donde tropieza.
Verán: en 2003, cuando todavía corría con Echavarri y Unzué, ganó una etapa en su primer Tour. Desde entonces, ha estado escapado una y mil veces, siempre con el mismo resultado. Miento: cada vez con peores resultados. En este Tour se ha superado a sí mismo. No sólo no ha estado escapado para jugarse la etapa, es que apenas se le ha visto, aunque Freire insiste en su decisiva colaboración.
En la última semana, con Menchov ya descartado para la lucha por el triunfo final y Freire con el maillot verde amarrado, Flecha jugó su carta. Rebuscó en el fondo de su vacío carcaj y le salió la etapa de Montluçon, la antepenúltima. Atacó en los primeros compases, llegó a ir fugado, pero el pelotón lo cogió y se descolgó. Acabó entrando en meta fuera de control, acompañado por Feillou y Weggman. Sin embargo, es mejor que lo explique el propio protagonista.
"He visto las orejas al lobo", columna publicada en La Vanguardia del 27 de julio de 2008, es un momento cumbre de esa incipiente subliteratura que son los diarios de a bordo que escriben los ciclistas mientras están trabajando. Tras tres párrafos sobre tópicos de patio de vecina ("en el Tour hay un día muy malo y otro muy malo") y la habitual medalla que este simpático ciclista se cuelga siempre ("en PratoNevoso le dí una buena mano a mi compañero Denis", ¿quién lo vio?), el eterno perseguidor en las clásicas del norte dedica los otros dos párrafos a hablar de su inusual fuera de control.
"Los años de experiencia no me sirvieron de nada en la etapa del viernes. Primero por jugar al ataque sin escuchar a mis piernas y segundo por hacer semejante seto en medio del pelotón, que a buen seguro animó a más de uno a que el ritmo no parase. Quizá eso fuera más que suficiente para merecer tener que rodar junto a otros dos cadáveres el resto de la etapa sin evitar el fuera de control o quizá existan más motivos que prefiero no pensar para tener que tragarme la llegada a París desde el televisor".
Pues sí, la experiencia no sirve de nada. Ni saberte el recorrido completo del Tour de Flandes significa que la carrera te hará un favor. Si un ciclista como Flecha ve que no tiene piernas y sigue atacando, el fuera de control toma forma de justicia deportiva. En el caso de este ciclista, que se ve como Demiurgo de todo lo que pasa en el pelotón, su inmensa vanidad le lleva a escribir eso de "a buen seguro que animó...a que el ritmo no parase". Lo de llamar "cadáveres" a un corredor que llegó al Tour sin fondo y que aún así fue tercero en tres etapas y maillot amarillo, u a otro que gana cada año y que ha cumplido con creces en el Tour es una marca de la casa. Lo de "más motivos", que el propio corredor apunta, lo dejo a su merced: 1) el virus del gato o el de Epstein-Barr, por decir algo 2) el otro.
"El caso es que esta vez sí que le he visto las orejas al lobo y he vivido en mis carnes la fea experiencia de llegar fuera del tiempo permitido a dos días de acabar. Y lo peor es que existe esa frase que dice aquello de que de todo se aprende; por desgracia, yo no puedo presumir de eso. Me he quedado igual". Si yo fuera director del Rabobank, lo despediría inmediatamente, igual que se ha hecho con Dekker. Entra fuera de control por una situación provocada por el mismo, y dice que se queda igual. En cierta medida, Breukink ya ha tomado medidas: ha fichado a Nuyens en pleno Tour y se dice que puso encima de la mesa 1´5 millones de euros por Cancellara, dos corredores que entran de lleno en las carreras coto de caza de Flecha. "Me he quedado igual". ¡Increíble!.
***
Probablemente cualquier multimillonario americano hará lo mismo. Este en concreto logró su fortuna como todos sabemos: haciendo de su vida una mezcla de drama, redención y farsa. De eso sabe mucho Frankie Andreu, porque en el ascenso a la cima social se pierden los amigos de la anterior vida. A tenor de la foto, en Girona no se vive tan bien.
***
Zubeldia ficha por el Astana. El relajado ciclista de Usurbil toma la decisión que tenía que haber tomado hace años: cambiar de equipo. Lleva ocho años sin ganar una carrera. Sin embargo, no parece que en su nueva casa lo quieran para ganar, aunque siempre está el positivo ejemplo del paso de Julich al CSC. Por las características del corredor vasco, más bien parece el sustituto perfecto de esa figura encarnada por Padrnos o Noval: la del corredor para estar ahí.
Verán: en 2003, cuando todavía corría con Echavarri y Unzué, ganó una etapa en su primer Tour. Desde entonces, ha estado escapado una y mil veces, siempre con el mismo resultado. Miento: cada vez con peores resultados. En este Tour se ha superado a sí mismo. No sólo no ha estado escapado para jugarse la etapa, es que apenas se le ha visto, aunque Freire insiste en su decisiva colaboración.
En la última semana, con Menchov ya descartado para la lucha por el triunfo final y Freire con el maillot verde amarrado, Flecha jugó su carta. Rebuscó en el fondo de su vacío carcaj y le salió la etapa de Montluçon, la antepenúltima. Atacó en los primeros compases, llegó a ir fugado, pero el pelotón lo cogió y se descolgó. Acabó entrando en meta fuera de control, acompañado por Feillou y Weggman. Sin embargo, es mejor que lo explique el propio protagonista.
"He visto las orejas al lobo", columna publicada en La Vanguardia del 27 de julio de 2008, es un momento cumbre de esa incipiente subliteratura que son los diarios de a bordo que escriben los ciclistas mientras están trabajando. Tras tres párrafos sobre tópicos de patio de vecina ("en el Tour hay un día muy malo y otro muy malo") y la habitual medalla que este simpático ciclista se cuelga siempre ("en PratoNevoso le dí una buena mano a mi compañero Denis", ¿quién lo vio?), el eterno perseguidor en las clásicas del norte dedica los otros dos párrafos a hablar de su inusual fuera de control.
"Los años de experiencia no me sirvieron de nada en la etapa del viernes. Primero por jugar al ataque sin escuchar a mis piernas y segundo por hacer semejante seto en medio del pelotón, que a buen seguro animó a más de uno a que el ritmo no parase. Quizá eso fuera más que suficiente para merecer tener que rodar junto a otros dos cadáveres el resto de la etapa sin evitar el fuera de control o quizá existan más motivos que prefiero no pensar para tener que tragarme la llegada a París desde el televisor".
Pues sí, la experiencia no sirve de nada. Ni saberte el recorrido completo del Tour de Flandes significa que la carrera te hará un favor. Si un ciclista como Flecha ve que no tiene piernas y sigue atacando, el fuera de control toma forma de justicia deportiva. En el caso de este ciclista, que se ve como Demiurgo de todo lo que pasa en el pelotón, su inmensa vanidad le lleva a escribir eso de "a buen seguro que animó...a que el ritmo no parase". Lo de llamar "cadáveres" a un corredor que llegó al Tour sin fondo y que aún así fue tercero en tres etapas y maillot amarillo, u a otro que gana cada año y que ha cumplido con creces en el Tour es una marca de la casa. Lo de "más motivos", que el propio corredor apunta, lo dejo a su merced: 1) el virus del gato o el de Epstein-Barr, por decir algo 2) el otro.
"El caso es que esta vez sí que le he visto las orejas al lobo y he vivido en mis carnes la fea experiencia de llegar fuera del tiempo permitido a dos días de acabar. Y lo peor es que existe esa frase que dice aquello de que de todo se aprende; por desgracia, yo no puedo presumir de eso. Me he quedado igual". Si yo fuera director del Rabobank, lo despediría inmediatamente, igual que se ha hecho con Dekker. Entra fuera de control por una situación provocada por el mismo, y dice que se queda igual. En cierta medida, Breukink ya ha tomado medidas: ha fichado a Nuyens en pleno Tour y se dice que puso encima de la mesa 1´5 millones de euros por Cancellara, dos corredores que entran de lleno en las carreras coto de caza de Flecha. "Me he quedado igual". ¡Increíble!.
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Probablemente cualquier multimillonario americano hará lo mismo. Este en concreto logró su fortuna como todos sabemos: haciendo de su vida una mezcla de drama, redención y farsa. De eso sabe mucho Frankie Andreu, porque en el ascenso a la cima social se pierden los amigos de la anterior vida. A tenor de la foto, en Girona no se vive tan bien.
***
Zubeldia ficha por el Astana. El relajado ciclista de Usurbil toma la decisión que tenía que haber tomado hace años: cambiar de equipo. Lleva ocho años sin ganar una carrera. Sin embargo, no parece que en su nueva casa lo quieran para ganar, aunque siempre está el positivo ejemplo del paso de Julich al CSC. Por las características del corredor vasco, más bien parece el sustituto perfecto de esa figura encarnada por Padrnos o Noval: la del corredor para estar ahí.
18 agosto, 2008
"Opiniones diferentes"
El 15 de agosto no parece el día más propicio para romper una relación profesional que no vaya más allá de un chiringuito de verano. Sin embargo, desde ese mismo día Thomas Dekker ya no es corredor del Rabobank. Uno de los jóvenes más prometedores del ciclismo -y ahí están sus victorias para refrendar algo tan etéreo como prometedor- es ahora mismo un ciclista en busca de contrato.
El asunto es muy interesante por los protagonistas y los sucesos que han llevado a tan amargo final. Holandeses ambos, parecían unidos de por vida de la misma manera que Boogerd, el referente tulipán en los últimos 10 años. En Rabobank cuidan a sus corredores, y no sólo los holandeses: fíjense en Freire, que lleva ya seis años en el equipo y ha firmado por otros dos. El propio Dekker llevaba en las filas naranjas seis años, desde 2002, y profesional desde 2005. ¿Qué hace que un corredor de 23 años se largue en medio de la temporada? ¿Y que un equipo asienta y le parezca bien?.
"Opiniones diferentes". Esa ha sido la explicación oficial. Hay que creérsela. En un deporte como el ciclismo, en un equipo como el Rabobank de Rasmussen, ay de aquel que se atreve a dudar de la versión expedida por el gabinete de comunicación, tan hábil a la hora de manejar el asunto como para escribir "opiniones diferentes". ¿Sobre qué? ¿El sistema de irrigación de los canales? ¿La floración del tulipán? ¿La cuenta naranja? ¿O bien el entorno de este corredor? ¿Su carrera deportiva? Hubiese sido más elegante escribir algo como tras la no convocatoria al Tour de Francia, Thomas Dekker ha decidido cambiar de equipo. Pero bueno, hay que ver el vaso medio lleno: el "opiniones diferentes" entra de lleno a ese gran cajón de las excusas donde se agolpan las de la diarrea, los copazos de alcohol, el caramelo de cocaína o tentato doping.
La cosa se veía venir. Últimamente en este deporte es así siempre. De un resfríado hemos pasado a una rescisión acordada de contrato, y de nada menos que Thomas Dekker. La teoría del aleteo de la mariposa aplicada al ciclismo. O más castiza: de puente a puente porque me lleva la corriente, esa que provoca el moqueo y el resfríado. Para qué repetir la historia y trayectoria de este corredor, ya escrita con ocasión de su destemplamiento en los Alpes. El Rabobank se ha curado en salud. Cuentan con Gesink, aún más joven y que está haciendo una temporada como nunca se ha visto a un corredor de su edad. Y, de momento, no se sabe que tenga una casa en Toscana bien cerquita de la Cecchini.
Incluso ahí ha tenido que hacer frío. Dekker ha anunciado que no correrá hasta la próxima temporada, no se sabe si por un resfríado especialmente persistente o por estar en la calle. Al mismo tiempo, afirma que no le faltan ofertas. Es más: para correr el campeonato del mundo, donde sería un favorito para las medallas en la crono, no hace falta tener equipo, sólo país. Y ahí está Holanda con su historia centenaria. ¡Qué digo! Para correr un campeonato del mundo con garantía de medalla no hace falta ni competir, y ahí están el ejemplo señero de Madrid 2005. En resumen: Dekker ha puesto pies en polvorosa, porque otra cosa no se puede hacer un 15 de agosto.
Entre las ofertas que tiene Dekker -al margen de la selección holandesa, que tampoco lo llevó a los JJ.OO-, que supongo serán los mejores equipos del mundo, el único que ha transcendido es el espanto del Garmin. Ya ven: diez-doce equipos de máximo nivel buscando un jefe de filas con garantía y solvente, y el único que transciende es el Garmin. El de Gerona. Estoy seguro que ya existe una agencia inmobiliaria especializada en traslados múltiples de residencia entre Toscana y Gerona. En todo caso, no se lleven a engaño: tras la espantá en 2006 de la cuadra que tenía Cecchini en el T-Mobile, todos se fueron juntitos, sin separarse ni un centímetro, al Astana. Y estamos hablando de Mazzoleni, Kessler y Kloden. Juntar en el mismo equipo a Contador y Dekker es un suicidio para este deporte, pero bueno, también estuvieron juntos en el mismo equipo Basso y Contador. Al tiempo.
***
La relación con el ciclismo de este suelto es por el periodista. Si no estuviesemos hablando de lo mismo de siempre, sería hasta gracioso. Califica a la ganadora de "robot dando vueltas por una pista", una metáfora que se ahorró con Landis, Sastre escalando solo Alpe D´Huez y otros sucesos paranormales de su deporte de referencia. Sin embargo, cierra el artículo con unas declaraciones que tienen que llevar al estupor y que no tienen ningún comentario. Es más: con lo bien que hubiese quedado eso de que tropezarse en una valla es normal cuando solo has corrido otras dos veces la prueba...Tan, tan normal, como llegar a la final olímpica. O plantearse Londres 2012 con 36 años. ¡España, camisa blanca de mi esperanza!.
El asunto es muy interesante por los protagonistas y los sucesos que han llevado a tan amargo final. Holandeses ambos, parecían unidos de por vida de la misma manera que Boogerd, el referente tulipán en los últimos 10 años. En Rabobank cuidan a sus corredores, y no sólo los holandeses: fíjense en Freire, que lleva ya seis años en el equipo y ha firmado por otros dos. El propio Dekker llevaba en las filas naranjas seis años, desde 2002, y profesional desde 2005. ¿Qué hace que un corredor de 23 años se largue en medio de la temporada? ¿Y que un equipo asienta y le parezca bien?.
"Opiniones diferentes". Esa ha sido la explicación oficial. Hay que creérsela. En un deporte como el ciclismo, en un equipo como el Rabobank de Rasmussen, ay de aquel que se atreve a dudar de la versión expedida por el gabinete de comunicación, tan hábil a la hora de manejar el asunto como para escribir "opiniones diferentes". ¿Sobre qué? ¿El sistema de irrigación de los canales? ¿La floración del tulipán? ¿La cuenta naranja? ¿O bien el entorno de este corredor? ¿Su carrera deportiva? Hubiese sido más elegante escribir algo como tras la no convocatoria al Tour de Francia, Thomas Dekker ha decidido cambiar de equipo. Pero bueno, hay que ver el vaso medio lleno: el "opiniones diferentes" entra de lleno a ese gran cajón de las excusas donde se agolpan las de la diarrea, los copazos de alcohol, el caramelo de cocaína o tentato doping.
La cosa se veía venir. Últimamente en este deporte es así siempre. De un resfríado hemos pasado a una rescisión acordada de contrato, y de nada menos que Thomas Dekker. La teoría del aleteo de la mariposa aplicada al ciclismo. O más castiza: de puente a puente porque me lleva la corriente, esa que provoca el moqueo y el resfríado. Para qué repetir la historia y trayectoria de este corredor, ya escrita con ocasión de su destemplamiento en los Alpes. El Rabobank se ha curado en salud. Cuentan con Gesink, aún más joven y que está haciendo una temporada como nunca se ha visto a un corredor de su edad. Y, de momento, no se sabe que tenga una casa en Toscana bien cerquita de la Cecchini.
Incluso ahí ha tenido que hacer frío. Dekker ha anunciado que no correrá hasta la próxima temporada, no se sabe si por un resfríado especialmente persistente o por estar en la calle. Al mismo tiempo, afirma que no le faltan ofertas. Es más: para correr el campeonato del mundo, donde sería un favorito para las medallas en la crono, no hace falta tener equipo, sólo país. Y ahí está Holanda con su historia centenaria. ¡Qué digo! Para correr un campeonato del mundo con garantía de medalla no hace falta ni competir, y ahí están el ejemplo señero de Madrid 2005. En resumen: Dekker ha puesto pies en polvorosa, porque otra cosa no se puede hacer un 15 de agosto.
Entre las ofertas que tiene Dekker -al margen de la selección holandesa, que tampoco lo llevó a los JJ.OO-, que supongo serán los mejores equipos del mundo, el único que ha transcendido es el espanto del Garmin. Ya ven: diez-doce equipos de máximo nivel buscando un jefe de filas con garantía y solvente, y el único que transciende es el Garmin. El de Gerona. Estoy seguro que ya existe una agencia inmobiliaria especializada en traslados múltiples de residencia entre Toscana y Gerona. En todo caso, no se lleven a engaño: tras la espantá en 2006 de la cuadra que tenía Cecchini en el T-Mobile, todos se fueron juntitos, sin separarse ni un centímetro, al Astana. Y estamos hablando de Mazzoleni, Kessler y Kloden. Juntar en el mismo equipo a Contador y Dekker es un suicidio para este deporte, pero bueno, también estuvieron juntos en el mismo equipo Basso y Contador. Al tiempo.
***
La relación con el ciclismo de este suelto es por el periodista. Si no estuviesemos hablando de lo mismo de siempre, sería hasta gracioso. Califica a la ganadora de "robot dando vueltas por una pista", una metáfora que se ahorró con Landis, Sastre escalando solo Alpe D´Huez y otros sucesos paranormales de su deporte de referencia. Sin embargo, cierra el artículo con unas declaraciones que tienen que llevar al estupor y que no tienen ningún comentario. Es más: con lo bien que hubiese quedado eso de que tropezarse en una valla es normal cuando solo has corrido otras dos veces la prueba...Tan, tan normal, como llegar a la final olímpica. O plantearse Londres 2012 con 36 años. ¡España, camisa blanca de mi esperanza!.
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13 agosto, 2008
Archipiélago Lissavetzky (y III): viviendo del cuento de la Operación Puerto
El Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, escribió esto al inicio del mes. Un texto muy de bombo y platillos, arrimando el ascua a su sardina, y en donde no se cita ni una vez el fenómeno del doping, que se extiende como la hydra por todo el país donde tiene responsabilidades. Como la realidad es terca, insisto, le ha querido jugar una mala pasada en forma de rueda de prensa en plenos JJ.OO: para hablar de doping, claro.
El artículo es del 4 de agosto. Maribel Moreno ya había cogido el avión de vuelta a Madrid el 31 de julio: pasó más horas en el avión que en Pekín. La explicación oficial del cuadro médico de ansiedad no se sostiene ya más, si es que alguna vez -se conoció a la semana, cuando ya los periodistas habían llegado y preguntaban por la brava aragonesa- convenció a alguien. Bah, que un caso aislado no te fastidie un buen artículo. Que la Operación Puerto -también un caso aislado- no convierta en agua de borrajas un texto trufado de frases como consecuencia de las mejoras del sistema deportivo o la sociedad española acompaña con su actitud el auge del deporte (sí, están dopados, pero son los nuestros).
Les hablo de la Operación Puerto porque Lissavetzky, curtido en labores de organización en la FSM -en los tiempos donde medraron y prosperaron Balbás y Tamayo- y por tanto muy hábil en desplazar los problemas hacia el futuro, recurrió a ella en su caótica rueda de prensa en Pekín. La foto lo dice todo. A pesar de ello, tuvo a bien añadir algo del tipo "un país que realiza la Operación Puerto no es un país que no actue contra el doping". Contengan las carcajadas, que viene lo mejor. O lo peor.
En el post anterior les expliqué los extraños plazos de la Agencia Española Antidopaje, que se constituyó en pleno Tour de Francia pero, ojo, para empezar a actuar en septiembre porque era "Año Olímpico". Una de las explicaciones oficiales para el retraso de la puesta a punto de este organimo estatal que debe combatir un fenómeno que tiene tintes de estafa, corrupción y delito por los cuatro costados es que, al aglutinar competencias de cuatro ministerios, era muy difícil ponerse de acuerdo. Acabáramos.
La Operación Puerto está como está -a la espera de la revisión por una institución judicial superior, ningún deportista español sancionado- porque, dado que no había legislación antidopaje en España, sólo se podía acusar a los implicados de delito contra la salud pública. Y un cuerno, les digo yo. De haber habido alguna voluntad de acabar con ello, salían delitos por todas partes. Para meter a gente en la cárcel o para alejarlos de los organismos públicos. Yo he llegado a recopilar más de cien, pero al final la Operación Puerto también me ha afectado a mí y me bailan los números, como las bolsas de sangre: ya no se sabe si hay 238, 232 o ninguna. No lo saben ni sus señorías, que en teoría pueden acceder a toda la información. Bueno, les pondré sólo tres.
1) Las máquinas criogenizadoras, aparato especializado importado, llegaron por Aduana. Se podía haber investigado el registro y seguir la pista de en qué momento se desviaron del uso público -¡ay! ¡que te la estás jugando, Sergio!- a un uso ilícito y lucrativo. No se hizo.
2) La Agencia Tributaria no ha tenido a bien investigar como era posible que un ginecólogo facturase en torno a los 2 millones de euros limpios cada año, sin ninguna factura de por medio.
3) El Ministerio de Sanidad no ha tenido ninguna objeción a esas praxis médicas tan particulares de guardar los viales en cajas de galletitas danesas de mantequilla, las bolsas de plasma desechadas en una caja de cartón en un piso normal a temperatura ambiente o esas cajas de medicamentos, incluyendo algunos para tratar el mal de Creutzfeldt Jakob, más conocido como las vacas locas (Solcoseryl). Por cierto, ¿quien tiene un certificado médico compatible con este medicamento cerebral? No sean mal pensados: el propio Eufemiano dijo que eran para consumo propio, y yo no tengo porque no creerle.
Supongo que la explicación oficial puede ser la misma: como implicaba a muchos ministerios diferentes, pues...Así hemos llegado a donde estamos. Empezaron la Operación Puerto, pero al ver todo lo que había -sólo se han analizado 99 de las más de 200 bolsas encontradas- dieron marcha atrás. Es significativo el caso del ciclista de montaña señalado contundentemente por la Federación en los primeros compases, hasta el punto que lo hicieron volverse de un Mundial en las antípodas. Posteriormente fue exculpado a un nivel que daría envidia a Piti o A.C. ¿Que era lo que hacía especial? ¿Cúal era su salvaconducto? Ni más ni menos que la medalla olímpica.
El COI no se anda con chiquitas. Retira medallas sin importar fecha ni si hay positivo. Basta la confesión. Sabe bien de esto Ben Johnson, pero también los caballos alemanes de 2004 o, más recientemente, el equipo de 4x400 de EE.UU en Sidney, hace ocho años. Pettygrew dijo que se había dopado entre 1997 y 2003, y aunque nunca dió positivo, el COI retira la medalla sin temblarle el pulso. Y nada menos que a EE.UU. Por supuesto, Michael Johnson aprovechó para cargar contra su compañero. Esa mano firme del COI marcó el techo de la Operación Puerto, especialmente sus ramificaciones a otros deportes (recuerden el calendario con "Campeonato de Europa" de 2002). Y así estamos.
En el colmo de la hipocresía, ahora se llega a utilizar el ejemplo de la Operación Puerto como escudo ante las obvias objeciones de el resto del mundo. ¿Dónde anida el origen de el milagro deportivo español del que escribe Lissavetzky, a sabiendas de que Maribel Moreno había escapado como alma que lleva el diablo de Pekín? El propio Lissavetzky lo escribe sin ningún rubor: el sistema en su conjunto ha hecho bien los deberes. Y a mí, que quieren que les diga, me acojona mucho eso de "el sistema en su conjunto".
***
Para cuando acabe de escribir esto, le quedará muy poco para salir a Samuel Sánchez y Alberto Contador, nuestros representantes en la CRI olímpica. Por las imágenes que nos han puesto en la extraordinariamente deficiente cobertura de TVE de los JJ.OO -se llega a añorar a Pedro Barthe, con eso está todo dicho- hemos visto que el ciclista de Pinto ha estado entrenando estos días en...el hotel. Que si mucho tráfico, semáforo y controles: MP3, rodillo y a mirar la Villa Olímpica. Considerando que ganó el Giro viniendo de la playa, estará luchando por los metales. Samuel, con su ambición por fin refrendada por un éxito de espesor, también puede hacer un buen papel.
Casi todo el mundo apunta a Cancellara como favorito. Con lo que ha mejorado en montaña, en el ciclismo que yo conocía es lógico que pierda contra el crono, como se vió en el pasado Tour. Pero este ciclismo es diferente: más limpio, más justo, más igual. Creo que tanto Vandevelde como Leipheimer lucharán por las medallas, igual que Botero o Schumacher.
***
(Actualización de las 10:59) Cancellara ha hecho buenos los pronósticos y se ha llevado el oro. La crono ha sido durísima, y tanto el suizo como el segundo clasificado, su compañero sueco Larsson, se han desplomado al llegar a meta. Le ha sacado 33". Leipheimer, bronce, ya se ha ido a 1´10". Contador se ha quedado a 8" de su compañero de equipo (sí, lo habeís adivinado: los JJ.OO los ha ganado Rasmus Damsgaard, el auditor de CSC y Astana), un brillante resultado si consideramos que llegó a Pekín "medio zombie", que el sábado le pilló una pájara, que ha entrenado rodillo en el hotel y que no competía desde el Giro de Italia. Sin embargo, llevarse la medalla de jade debe fastidiar bastante, especialmente cuando marcas el mejor tiempo en el primer punto intermedio.
Evans 5º a 5" del madrileño y Samuel Sánchez 6º a 3" del australiano. Salvo los CSC, los demás han estado un puñado de segundos. Ahora es tiempo de las lamentaciones, de las curvas mal tomadas -se ha visto claramente como Contador no apuraba mucho al paso por el peaje- y del sufrimiento para los periodistas forofos, que cantaban como hooligans ayer mismo las posibilidades de los nuestros. Y aún así, ha sido un buen resultado. Pero claro, acostumbrados a tantos éxitos y tan seguidos...
El artículo es del 4 de agosto. Maribel Moreno ya había cogido el avión de vuelta a Madrid el 31 de julio: pasó más horas en el avión que en Pekín. La explicación oficial del cuadro médico de ansiedad no se sostiene ya más, si es que alguna vez -se conoció a la semana, cuando ya los periodistas habían llegado y preguntaban por la brava aragonesa- convenció a alguien. Bah, que un caso aislado no te fastidie un buen artículo. Que la Operación Puerto -también un caso aislado- no convierta en agua de borrajas un texto trufado de frases como consecuencia de las mejoras del sistema deportivo o la sociedad española acompaña con su actitud el auge del deporte (sí, están dopados, pero son los nuestros).
Les hablo de la Operación Puerto porque Lissavetzky, curtido en labores de organización en la FSM -en los tiempos donde medraron y prosperaron Balbás y Tamayo- y por tanto muy hábil en desplazar los problemas hacia el futuro, recurrió a ella en su caótica rueda de prensa en Pekín. La foto lo dice todo. A pesar de ello, tuvo a bien añadir algo del tipo "un país que realiza la Operación Puerto no es un país que no actue contra el doping". Contengan las carcajadas, que viene lo mejor. O lo peor.
En el post anterior les expliqué los extraños plazos de la Agencia Española Antidopaje, que se constituyó en pleno Tour de Francia pero, ojo, para empezar a actuar en septiembre porque era "Año Olímpico". Una de las explicaciones oficiales para el retraso de la puesta a punto de este organimo estatal que debe combatir un fenómeno que tiene tintes de estafa, corrupción y delito por los cuatro costados es que, al aglutinar competencias de cuatro ministerios, era muy difícil ponerse de acuerdo. Acabáramos.
La Operación Puerto está como está -a la espera de la revisión por una institución judicial superior, ningún deportista español sancionado- porque, dado que no había legislación antidopaje en España, sólo se podía acusar a los implicados de delito contra la salud pública. Y un cuerno, les digo yo. De haber habido alguna voluntad de acabar con ello, salían delitos por todas partes. Para meter a gente en la cárcel o para alejarlos de los organismos públicos. Yo he llegado a recopilar más de cien, pero al final la Operación Puerto también me ha afectado a mí y me bailan los números, como las bolsas de sangre: ya no se sabe si hay 238, 232 o ninguna. No lo saben ni sus señorías, que en teoría pueden acceder a toda la información. Bueno, les pondré sólo tres.
1) Las máquinas criogenizadoras, aparato especializado importado, llegaron por Aduana. Se podía haber investigado el registro y seguir la pista de en qué momento se desviaron del uso público -¡ay! ¡que te la estás jugando, Sergio!- a un uso ilícito y lucrativo. No se hizo.
2) La Agencia Tributaria no ha tenido a bien investigar como era posible que un ginecólogo facturase en torno a los 2 millones de euros limpios cada año, sin ninguna factura de por medio.
3) El Ministerio de Sanidad no ha tenido ninguna objeción a esas praxis médicas tan particulares de guardar los viales en cajas de galletitas danesas de mantequilla, las bolsas de plasma desechadas en una caja de cartón en un piso normal a temperatura ambiente o esas cajas de medicamentos, incluyendo algunos para tratar el mal de Creutzfeldt Jakob, más conocido como las vacas locas (Solcoseryl). Por cierto, ¿quien tiene un certificado médico compatible con este medicamento cerebral? No sean mal pensados: el propio Eufemiano dijo que eran para consumo propio, y yo no tengo porque no creerle.
Supongo que la explicación oficial puede ser la misma: como implicaba a muchos ministerios diferentes, pues...Así hemos llegado a donde estamos. Empezaron la Operación Puerto, pero al ver todo lo que había -sólo se han analizado 99 de las más de 200 bolsas encontradas- dieron marcha atrás. Es significativo el caso del ciclista de montaña señalado contundentemente por la Federación en los primeros compases, hasta el punto que lo hicieron volverse de un Mundial en las antípodas. Posteriormente fue exculpado a un nivel que daría envidia a Piti o A.C. ¿Que era lo que hacía especial? ¿Cúal era su salvaconducto? Ni más ni menos que la medalla olímpica.
El COI no se anda con chiquitas. Retira medallas sin importar fecha ni si hay positivo. Basta la confesión. Sabe bien de esto Ben Johnson, pero también los caballos alemanes de 2004 o, más recientemente, el equipo de 4x400 de EE.UU en Sidney, hace ocho años. Pettygrew dijo que se había dopado entre 1997 y 2003, y aunque nunca dió positivo, el COI retira la medalla sin temblarle el pulso. Y nada menos que a EE.UU. Por supuesto, Michael Johnson aprovechó para cargar contra su compañero. Esa mano firme del COI marcó el techo de la Operación Puerto, especialmente sus ramificaciones a otros deportes (recuerden el calendario con "Campeonato de Europa" de 2002). Y así estamos.
En el colmo de la hipocresía, ahora se llega a utilizar el ejemplo de la Operación Puerto como escudo ante las obvias objeciones de el resto del mundo. ¿Dónde anida el origen de el milagro deportivo español del que escribe Lissavetzky, a sabiendas de que Maribel Moreno había escapado como alma que lleva el diablo de Pekín? El propio Lissavetzky lo escribe sin ningún rubor: el sistema en su conjunto ha hecho bien los deberes. Y a mí, que quieren que les diga, me acojona mucho eso de "el sistema en su conjunto".
***
Para cuando acabe de escribir esto, le quedará muy poco para salir a Samuel Sánchez y Alberto Contador, nuestros representantes en la CRI olímpica. Por las imágenes que nos han puesto en la extraordinariamente deficiente cobertura de TVE de los JJ.OO -se llega a añorar a Pedro Barthe, con eso está todo dicho- hemos visto que el ciclista de Pinto ha estado entrenando estos días en...el hotel. Que si mucho tráfico, semáforo y controles: MP3, rodillo y a mirar la Villa Olímpica. Considerando que ganó el Giro viniendo de la playa, estará luchando por los metales. Samuel, con su ambición por fin refrendada por un éxito de espesor, también puede hacer un buen papel.
Casi todo el mundo apunta a Cancellara como favorito. Con lo que ha mejorado en montaña, en el ciclismo que yo conocía es lógico que pierda contra el crono, como se vió en el pasado Tour. Pero este ciclismo es diferente: más limpio, más justo, más igual. Creo que tanto Vandevelde como Leipheimer lucharán por las medallas, igual que Botero o Schumacher.
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(Actualización de las 10:59) Cancellara ha hecho buenos los pronósticos y se ha llevado el oro. La crono ha sido durísima, y tanto el suizo como el segundo clasificado, su compañero sueco Larsson, se han desplomado al llegar a meta. Le ha sacado 33". Leipheimer, bronce, ya se ha ido a 1´10". Contador se ha quedado a 8" de su compañero de equipo (sí, lo habeís adivinado: los JJ.OO los ha ganado Rasmus Damsgaard, el auditor de CSC y Astana), un brillante resultado si consideramos que llegó a Pekín "medio zombie", que el sábado le pilló una pájara, que ha entrenado rodillo en el hotel y que no competía desde el Giro de Italia. Sin embargo, llevarse la medalla de jade debe fastidiar bastante, especialmente cuando marcas el mejor tiempo en el primer punto intermedio.
Evans 5º a 5" del madrileño y Samuel Sánchez 6º a 3" del australiano. Salvo los CSC, los demás han estado un puñado de segundos. Ahora es tiempo de las lamentaciones, de las curvas mal tomadas -se ha visto claramente como Contador no apuraba mucho al paso por el peaje- y del sufrimiento para los periodistas forofos, que cantaban como hooligans ayer mismo las posibilidades de los nuestros. Y aún así, ha sido un buen resultado. Pero claro, acostumbrados a tantos éxitos y tan seguidos...
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12 agosto, 2008
Archipiélago Lissavetzky (II): Ya tenemos agencia, ¿dónde está el dopaje?
En España vivimos en estado de embriaguez permanente. País pobre, a la cola de Europa, la mayor parte de nuestros intelectuales del siglo XX se preguntaba si realmente pertenecíamos al continente. 30 años de desarrollo económico y cambio social sin precedentes -sólo Corea del Sur puede compararse, pero sin tanto cambio social- han dejado un país nuevo, distinto y mucho mejor. Infinitamente mejor. Eso por delante.
Sin embargo, cuando se asciende muy rápidamente, sobre todo si se viene de las profundidades abisales, se corre el riesgo de marearse. Se nubla el sentido, la orientación brilla por su ausencia y, en plena euforia, se empieza a dar lecciones por ahí, levantando levemente el mentón y movimiendo espásmodicamente la mano con el dedo índice bien destacado. Por no entrar más en el tema, ahora pasamos por ser el país más europeísta y estricto, mientras ponemos la mano bien grande para chupar un poco más del bote. Se quiere ser pobre y rico a la vez, y eso no es posible. Santo y pecador. Autoritario y permisivo.
Madrid era una fiesta. Y lo fue hasta el 22 de mayo de 2006, fecha de la Operación Puerto. La mayor redada antidopaje jamás realizada dejó al descubierto -al menos eso sí- la impunidad con la que se movía cantidades ingentes de mandanga y deportistas dependientes. Y, en hábil definición de un lector, no precisamente en un descampado: en pleno centro de la capital, incluso con uno de los pisos-sangüijuela al lado de una comisaría. La posterior investigación judicial, todavía un caso abierto, dejó todavía más al descubierto esa impunidad, de la que han disfrutado muchos implicados.
Nos decían que, ya que no había ninguna intención -ni ley para ello, pero ya hablaremos mañana- de enchironar a nadie, por lo menos la brillante operación de la Guardia Civil (no es ironía: se pasaron semanas grabando y recogiendo pruebas para que después terminasen en saco roto) serviría para crear el clima perfecto que impulsase una Ley Antidopaje. Así fue, aunque la pregunta pertinente sería por qué algún grupo político se podría oponer a una cosa de sentido común. Coordinando cuatro ministerios, la Ley y los instrumentos que contemplaba ha tardado ¡dos años! en ser operativa. Y lo ha sido gracias al pasado Tour de Francia.
Primero cayó Beltrán, del que nos dijeron que era un caso aislado y pertenecía a otra generación; después Dueñas, de la generación actual; y por último la espantá de todo un equipo. Los máximos dirigentes del ciclismo pusieron el acento en destacar que la Ley Antidopaje española no había sido aplicada jamás, y ya habían pasado dos años de la Operación Puerto. Es un hecho incontrovertible: no se había aplicado nunca. Y ante eso hay muy poca defensa. Sí, se puede hablar de lo difícil que es coordinar cuatro ministerios, sacar adelante una nueva fiscalía antidopaje pero...¿dos años es un plazo realista? Más bien parece que podrían haber sido tres o cuatro, a tenor de lo que pasó.
En plena sordina, sin que ningún medio generalista se hiciese eco, Jaime Lissavetzky tuvo a bien constituir el pasado 22 de julio de 2008 el consejo rector de la Agencia Española Antidopaje, el instrumento que perfecciona y cierra la Ley. Ojo, ya había salido publicado en BOE del 14 de febrero de 2008, seis meses antes. Y hubo que esperar al Tour de Francia, cuando ya se habían producido los escándalos y cuando todos los dedos tenían un objetivo claro, para verlo constituirse. En ese preciso momento, y no antes, fue cuando se hizo eso. Sólo Marca reflejó el advenimiento. Y lo hizo en unos términos que sólo pueden generar preocupación.
Primero, se apunta el tanto de la exclusiva de adivinar la persona al mando. Se trata de Javier Martín del Burgo, que procede del deporte castellanomanchego. Su mayor aportación ha sido el programa "Juego Limpio", lo que no invita al optimismo: el dopaje no es una triquiñuela, como también nos intentó colar el juez de la Operación Puerto. El dopaje es una MAFIA donde operan redes ilegales delictivas, tráfico de drogas, dinero ilegal, pisos francos y deja muertos. Mal vamos si se sigue intentando abordar como un problema ético. Pero bueno, como es nuevo y todavía no ha hecho nada, habrá que dejarle margen de maniobra.
Y segundo, deja un subtítulo electrizante. De poner los pelos de punta. Tras el titular "Ya es realidad la Agencia Española Antidopaje", se remacha al lector con un desconsolador "Ayer se constituyó, pero no operará hasta septiembre por ser año olimpíco". Brillante, ¿verdad?. Reparen un momento en las fechas. Desde el 14 de febrero no han encontrado un hueco para reunirse y constituirse, y eso que el texto publicado estipulaba un máximo de 60 días de plazo desde la publicación. Lo tienen que hacer a marchas forzadas tras lo del Tour de Francia. Pero, por si acaso, hasta septiembre no harán nada "por ser año olímpico". A ustedes no se que les parecerá, pero a mí me parece tremendo. Supongo que a Maribel Moreno también.
La política es voluntad. Voluntad de hacer cosas. Olof Palme dijo que era el mejor trabajo del mundo porque te permitía hacer cosas y ver sus resultados. Aquí, en este país tan bendito y tan ensimismado en los éxitos patrios de sus modernos gladiadores, también ha habido voluntad de hacer cosas. O más bien de que las cosas se siguiesen haciendo, cada una con sus tiempos. "Año olímpico". ¡Brillante hipocresía!. La foto que ilustra el post de hoy es precisamente eso, ilustrativa. De un tiempo, de un lugar. Con sendos puros en las manos, el secretario de Estado para el Deporte celebra algo -es intranscendente- con el presidente de una Federación de la que se espera todo, en una actitud en la que ningún político se debería dejar retratar jamás. Lo mejor es el paisaje de fondo, con dedos en forma de victoria, pero que situados tras la cabeza dan otra sensación: el mismo paisaje de fondo del deporte español.
Sin embargo, cuando se asciende muy rápidamente, sobre todo si se viene de las profundidades abisales, se corre el riesgo de marearse. Se nubla el sentido, la orientación brilla por su ausencia y, en plena euforia, se empieza a dar lecciones por ahí, levantando levemente el mentón y movimiendo espásmodicamente la mano con el dedo índice bien destacado. Por no entrar más en el tema, ahora pasamos por ser el país más europeísta y estricto, mientras ponemos la mano bien grande para chupar un poco más del bote. Se quiere ser pobre y rico a la vez, y eso no es posible. Santo y pecador. Autoritario y permisivo.
Madrid era una fiesta. Y lo fue hasta el 22 de mayo de 2006, fecha de la Operación Puerto. La mayor redada antidopaje jamás realizada dejó al descubierto -al menos eso sí- la impunidad con la que se movía cantidades ingentes de mandanga y deportistas dependientes. Y, en hábil definición de un lector, no precisamente en un descampado: en pleno centro de la capital, incluso con uno de los pisos-sangüijuela al lado de una comisaría. La posterior investigación judicial, todavía un caso abierto, dejó todavía más al descubierto esa impunidad, de la que han disfrutado muchos implicados.
Nos decían que, ya que no había ninguna intención -ni ley para ello, pero ya hablaremos mañana- de enchironar a nadie, por lo menos la brillante operación de la Guardia Civil (no es ironía: se pasaron semanas grabando y recogiendo pruebas para que después terminasen en saco roto) serviría para crear el clima perfecto que impulsase una Ley Antidopaje. Así fue, aunque la pregunta pertinente sería por qué algún grupo político se podría oponer a una cosa de sentido común. Coordinando cuatro ministerios, la Ley y los instrumentos que contemplaba ha tardado ¡dos años! en ser operativa. Y lo ha sido gracias al pasado Tour de Francia.
Primero cayó Beltrán, del que nos dijeron que era un caso aislado y pertenecía a otra generación; después Dueñas, de la generación actual; y por último la espantá de todo un equipo. Los máximos dirigentes del ciclismo pusieron el acento en destacar que la Ley Antidopaje española no había sido aplicada jamás, y ya habían pasado dos años de la Operación Puerto. Es un hecho incontrovertible: no se había aplicado nunca. Y ante eso hay muy poca defensa. Sí, se puede hablar de lo difícil que es coordinar cuatro ministerios, sacar adelante una nueva fiscalía antidopaje pero...¿dos años es un plazo realista? Más bien parece que podrían haber sido tres o cuatro, a tenor de lo que pasó.
En plena sordina, sin que ningún medio generalista se hiciese eco, Jaime Lissavetzky tuvo a bien constituir el pasado 22 de julio de 2008 el consejo rector de la Agencia Española Antidopaje, el instrumento que perfecciona y cierra la Ley. Ojo, ya había salido publicado en BOE del 14 de febrero de 2008, seis meses antes. Y hubo que esperar al Tour de Francia, cuando ya se habían producido los escándalos y cuando todos los dedos tenían un objetivo claro, para verlo constituirse. En ese preciso momento, y no antes, fue cuando se hizo eso. Sólo Marca reflejó el advenimiento. Y lo hizo en unos términos que sólo pueden generar preocupación.
Primero, se apunta el tanto de la exclusiva de adivinar la persona al mando. Se trata de Javier Martín del Burgo, que procede del deporte castellanomanchego. Su mayor aportación ha sido el programa "Juego Limpio", lo que no invita al optimismo: el dopaje no es una triquiñuela, como también nos intentó colar el juez de la Operación Puerto. El dopaje es una MAFIA donde operan redes ilegales delictivas, tráfico de drogas, dinero ilegal, pisos francos y deja muertos. Mal vamos si se sigue intentando abordar como un problema ético. Pero bueno, como es nuevo y todavía no ha hecho nada, habrá que dejarle margen de maniobra.
Y segundo, deja un subtítulo electrizante. De poner los pelos de punta. Tras el titular "Ya es realidad la Agencia Española Antidopaje", se remacha al lector con un desconsolador "Ayer se constituyó, pero no operará hasta septiembre por ser año olimpíco". Brillante, ¿verdad?. Reparen un momento en las fechas. Desde el 14 de febrero no han encontrado un hueco para reunirse y constituirse, y eso que el texto publicado estipulaba un máximo de 60 días de plazo desde la publicación. Lo tienen que hacer a marchas forzadas tras lo del Tour de Francia. Pero, por si acaso, hasta septiembre no harán nada "por ser año olímpico". A ustedes no se que les parecerá, pero a mí me parece tremendo. Supongo que a Maribel Moreno también.
La política es voluntad. Voluntad de hacer cosas. Olof Palme dijo que era el mejor trabajo del mundo porque te permitía hacer cosas y ver sus resultados. Aquí, en este país tan bendito y tan ensimismado en los éxitos patrios de sus modernos gladiadores, también ha habido voluntad de hacer cosas. O más bien de que las cosas se siguiesen haciendo, cada una con sus tiempos. "Año olímpico". ¡Brillante hipocresía!. La foto que ilustra el post de hoy es precisamente eso, ilustrativa. De un tiempo, de un lugar. Con sendos puros en las manos, el secretario de Estado para el Deporte celebra algo -es intranscendente- con el presidente de una Federación de la que se espera todo, en una actitud en la que ningún político se debería dejar retratar jamás. Lo mejor es el paisaje de fondo, con dedos en forma de victoria, pero que situados tras la cabeza dan otra sensación: el mismo paisaje de fondo del deporte español.
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11 agosto, 2008
Archipiélago Lissavetzky (I): Yo lo ví
Si van ustedes a Berlín, dediquen unas horas a visitar Maiakowski Ring, en el distrito de Pankow. Esta coqueta zona residencial, sin ningún atributo exterior que la destaque, tiene el interés de haber sido el hogar de Pieck, Ulbricht y Honecker. Unas sencillas placas recuerdan a cada uno de estos jerarcas de aquella locura que fue la RDA -los que construyeron el primer muro de la Historia no para que la gente no entrase, sino para que no saliese-, única concesión en un lugar muy alejado de los circuitos turísticos convencionales. La discreta tarde de primavera en la que yo lo ví tenía sus árboles en flor, una ligera brisa y, se lo juro, un intenso olor a azufre y mierda, fruto de la condensación de la Historia. He tenido esa misma sensación en otros lugares como el Valle de los Caídos, las estancias de Julio II en el Vaticano o la plaza Vendome. El olor del ejercicio del poder, en sus diferentes variantes y con su nexo común.
Durante el pasado Tour de Francia sucedieron muchas cosas. Las publicitadas por la maquinaria ad hoc ya son bien conocidas. Las otras, mucho menos. Antes de esos éxitos amarillos y verdes hubo que tragar dos semanas de sapos y culebras. Cuando el ciclismo español acumulaba tres positivos de tres casos en el Tour de Francia -Riccò, aunque italiano, ha ejercido toda su profesión en España-, todos los objetivos apuntaban a España, ese país meridional donde los deportistas se atan con longanizas y donde todo es promisión y buen hacer. A las manidas y sobadas excusas de es un caso aislado se contraponía un hecho indiscutible, de responsabilidad política: en dos años de vigencia no se había aplicado la Ley Antidopaje. España, el país de la Operación Puerto.
Yo lo ví. Daría lo que fuese por tener el vídeo, que he buscado denodadamente. Los informativos deportivos de Cuatro son el intento de trasladar la frescura de la radio a la televisión. Sus presentadores hablan a alto volumen, se hacen gracietas y la titulares de las informaciones poco tienen que ver con la realidad, además de ser muy chapuceros técnicamente. Durante el Tour Juanma Castaño, el periodista que durante la Eurocopa consiguió ser el mismo información -así está el país-, y que cuando empezó en la SER se dedicaba al ciclismo, alternaba el nombre del vencedor de la etapa con algún vídeo tipo Alfonso Arús. Unas veces Evans golpeando a alguien por querer tocarle el león, otras veces Beltrán intentando dar esquinazo al inspector antidoping. Es la información televisiva: lo importante es el espectáculo. Que una noticia no te lo quite.
Y un día pasó. Lo anunciaron como imágenes exclusivas, y así tuvo que ser porque no he vuelto a saber nada de ellas. Lissavetzky explicaría los últimos casos de dopaje en el Tour. Con cierto retraso, sí, pero lo haría. Extrañado, me froté los ojos. No puedo dar crédito a lo que ví: todavía no me lo creo. Es por eso por lo que necesito volver a ver esas imágenes. Necesito saber que no era un sueño. Aparece el Secretario de Estado para el Deporte. Sentado, viste traje gris a juego con el pelo. Esta sentado en el extremo de una gran mesa de reuniones. Al fondo, se ve un cuadro alegórico de un ciclista. Al lado, una escultura de un ciclista. Todo gris. Una ligera luz se filtraba por la ventana. El montaje de la propaganda. La primera impresión es que iba a desgranar el aumento de la producción dentro del último plan quinquenal, la próxima llegada de la sociedad perfecta o la última estadística de felicidad social. Pues no: habló de ciclismo. Y al mismo tiempo habló de todo lo anterior.
Dijo que Beltrán y Dueñas eran casos aislados. Que el programa andoping estaba en marcha. No se, no me pidan más detalle. Quédense con la imagen general. En el último instante, cuando el vídeo de propaganda iba a acabar, saca de fuera de plano, con un gesto de tahur -lo hace sin tener que girar el folio, ya de frente a la cámara- una estadística donde no se puede ver nada, salvo una gráfica donde una línea cae y hay tres bloques de colores azul y rojo. Da igual que no se viese nada, ya estaba el para explicar: en los últimos tiempos han caído los casos de positivo, estamos ganando. Ya ven: si hay menos positivos, hay menos dopaje. El máximo responsable de la lucha antidoping haciendo propia la frase "todo lo que no es positivo no es dopaje". Créanme, yo lo ví. Salió en antena. La tele no transmite olores, pero sí sinestesias. Yo el olor ya lo conocía, se activó con la imagen. Alguien con más luces, o con menos arrogancia en el ejercicio del poder, le debió dar el toque de que ese vídeo, además de recordar a un Trabant, era una bomba. No volvío a salir. Mañana habrá tiempo de hablar de la neonata Agencia Española Antidopaje, de la semana siguiente, y que curiosamente no ha recibibido ninguna atención mediática. Ya les explicaré el porqué. Si me deja esta crisis de ansiedad que me embarga. Ah no, que es otra cosa. La de siempre. Con los mismos protagonistas: deportistas dopados, federaciones que amparan y un jefe que hace buenos los argumentos del enemigo.
***
Entre la desmesura con la que se ha loado el oro de ciclismo, me quedo con la columna de Horrillo, todo ironía dentro del conocimiento. Sin embargo, no puedo dejar de reseñar algo que leí ayer. Por razones que no vienen al caso, cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, periódico italiano que no merece ninguna atención. Es el News of the World de esta parte de el mundo. Un tal Castelao consiguió meter en la misma frase las palabras "gaita", "sidra", "astilleros" y "minería". Y cobrará por ello. Esto lo digo porque más de un lector le ha ofendido mi referencia etílica y rural del anterior post: busquen por otra parte los enemigos. Nada más lejos de mi intención.
Durante el pasado Tour de Francia sucedieron muchas cosas. Las publicitadas por la maquinaria ad hoc ya son bien conocidas. Las otras, mucho menos. Antes de esos éxitos amarillos y verdes hubo que tragar dos semanas de sapos y culebras. Cuando el ciclismo español acumulaba tres positivos de tres casos en el Tour de Francia -Riccò, aunque italiano, ha ejercido toda su profesión en España-, todos los objetivos apuntaban a España, ese país meridional donde los deportistas se atan con longanizas y donde todo es promisión y buen hacer. A las manidas y sobadas excusas de es un caso aislado se contraponía un hecho indiscutible, de responsabilidad política: en dos años de vigencia no se había aplicado la Ley Antidopaje. España, el país de la Operación Puerto.
Yo lo ví. Daría lo que fuese por tener el vídeo, que he buscado denodadamente. Los informativos deportivos de Cuatro son el intento de trasladar la frescura de la radio a la televisión. Sus presentadores hablan a alto volumen, se hacen gracietas y la titulares de las informaciones poco tienen que ver con la realidad, además de ser muy chapuceros técnicamente. Durante el Tour Juanma Castaño, el periodista que durante la Eurocopa consiguió ser el mismo información -así está el país-, y que cuando empezó en la SER se dedicaba al ciclismo, alternaba el nombre del vencedor de la etapa con algún vídeo tipo Alfonso Arús. Unas veces Evans golpeando a alguien por querer tocarle el león, otras veces Beltrán intentando dar esquinazo al inspector antidoping. Es la información televisiva: lo importante es el espectáculo. Que una noticia no te lo quite.
Y un día pasó. Lo anunciaron como imágenes exclusivas, y así tuvo que ser porque no he vuelto a saber nada de ellas. Lissavetzky explicaría los últimos casos de dopaje en el Tour. Con cierto retraso, sí, pero lo haría. Extrañado, me froté los ojos. No puedo dar crédito a lo que ví: todavía no me lo creo. Es por eso por lo que necesito volver a ver esas imágenes. Necesito saber que no era un sueño. Aparece el Secretario de Estado para el Deporte. Sentado, viste traje gris a juego con el pelo. Esta sentado en el extremo de una gran mesa de reuniones. Al fondo, se ve un cuadro alegórico de un ciclista. Al lado, una escultura de un ciclista. Todo gris. Una ligera luz se filtraba por la ventana. El montaje de la propaganda. La primera impresión es que iba a desgranar el aumento de la producción dentro del último plan quinquenal, la próxima llegada de la sociedad perfecta o la última estadística de felicidad social. Pues no: habló de ciclismo. Y al mismo tiempo habló de todo lo anterior.
Dijo que Beltrán y Dueñas eran casos aislados. Que el programa andoping estaba en marcha. No se, no me pidan más detalle. Quédense con la imagen general. En el último instante, cuando el vídeo de propaganda iba a acabar, saca de fuera de plano, con un gesto de tahur -lo hace sin tener que girar el folio, ya de frente a la cámara- una estadística donde no se puede ver nada, salvo una gráfica donde una línea cae y hay tres bloques de colores azul y rojo. Da igual que no se viese nada, ya estaba el para explicar: en los últimos tiempos han caído los casos de positivo, estamos ganando. Ya ven: si hay menos positivos, hay menos dopaje. El máximo responsable de la lucha antidoping haciendo propia la frase "todo lo que no es positivo no es dopaje". Créanme, yo lo ví. Salió en antena. La tele no transmite olores, pero sí sinestesias. Yo el olor ya lo conocía, se activó con la imagen. Alguien con más luces, o con menos arrogancia en el ejercicio del poder, le debió dar el toque de que ese vídeo, además de recordar a un Trabant, era una bomba. No volvío a salir. Mañana habrá tiempo de hablar de la neonata Agencia Española Antidopaje, de la semana siguiente, y que curiosamente no ha recibibido ninguna atención mediática. Ya les explicaré el porqué. Si me deja esta crisis de ansiedad que me embarga. Ah no, que es otra cosa. La de siempre. Con los mismos protagonistas: deportistas dopados, federaciones que amparan y un jefe que hace buenos los argumentos del enemigo.
***
Entre la desmesura con la que se ha loado el oro de ciclismo, me quedo con la columna de Horrillo, todo ironía dentro del conocimiento. Sin embargo, no puedo dejar de reseñar algo que leí ayer. Por razones que no vienen al caso, cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, periódico italiano que no merece ninguna atención. Es el News of the World de esta parte de el mundo. Un tal Castelao consiguió meter en la misma frase las palabras "gaita", "sidra", "astilleros" y "minería". Y cobrará por ello. Esto lo digo porque más de un lector le ha ofendido mi referencia etílica y rural del anterior post: busquen por otra parte los enemigos. Nada más lejos de mi intención.
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09 agosto, 2008
Samuel Sánchez da el Gran Salto Adelante
Samuel Sánchez es un ciclista peculiar. Como todos los de su generación, ni más ni menos. Con dos positivos en su época de aficionado, un fuera de control en el Tour 2003 el mismo día de la gloria de Mayo y 30 años, la trayectoria de este corredor de Oviedo es particular.
Auténtica estrella de las categorías inferiores, tardó mucho en obtener su primera victoria de profesionales. Se convirtió en una obsesión. Primero le descalificaron justamente en una etapa de la Vuelta a Asturias en Oviedo, por cerrar a Edo: el siempre la contó como victoria; después ganó la Escalada a Montjuic, que no es una prueba profesional: siempre lo contó como victoria; rompió el maleficio con una etapa de la Vuelta 2005 regalada por Ardila y Pereiro, que confundieron una pancarta publicitaria con la línea de meta; y ahora ha ganado los JJ.OO, que no es una victoria profesional al no ser una carrera UCI.
Aquel 2005 descubrió la parte final de la estación, aunque en 2006 tuvo arrestos para brillar también en primavera: merced a su gran temporada, quedó segundo en el ProTour. Mientras tanto, seguía progresando contra el reloj, disciplina que le permitiría subir al podio en la Vuelta de 2007. Tiene doce victorias de profesional, incluyendo cinco etapas de la Vuelta. Es un ciclista de la parte alta del pelotón, pero no una superestrella. Tras la carrera de hoy, entra a formar parte de las caras más conocidas del deporte que mejor se le da a España.
Es más: considerando que hoy es el primer día de los JJ.OO y que no se disputa ninguna otra competición importante, el asturiano no sólo va a acaparar los titulares y las portadas de todos los medios informativos nacionales, sino también de todos los internacionales. Habemus estrella, incluyendo la ceremonia lacrimosa en el podio. Se lo merece. Ha ganado, y nada importa que sea el menos dotado de la sucesión Richard-Ullrich-Bettini, los que le precedieron en la parte más alta del podio. Es oro. Ha logrado lo que en muchos deportes es la culminación de la carrera deportiva. Su Gran Salto Adelante.
La carrera fue muy intensa. El recorrido era muy duro, pero la bajada constante de 12 kms. permitía la recuperación. Una escapada a mitad de carrera con 25 hombres -sólo Sastre del combinado nacional- desgastó a muchas selecciones importantes, ya que llegaron a contar con 5´. En ese intervalo se retiraron Freire -aquejado de problemas estomacales, o eso han dicho: algún tallarín malvado- y Schumacher, dos candidatos claros a las medallas. Con una vuelta para el final, el ataque decisivo lo produjo Andy Schleck. Representante de un país que cuenta muy poco en los JJ.OO, el joven corredor hizo lo que su hermano mayor lleva años haciendo en el pelotón: la carrera a los demás.
Se llevó detrás a Rebellin, Kolobnev, Rogers y Sánchez. Otro arreón del escalador del pequeño Ducado dejó descolgados al ruso y el australiano. Comenzó así una preciosa persecución donde nadie cejaba, mientras parecía que el pelotón estaba desahuciado. Con ningún espectador, el espectáculo fue parecido a una persecución de videojuego: una carretera inmaculada y unos ciclistas desesperados mirando atrás, esperando mantener la ventaja que les aseguraba medallas a los tres. Muy emocionante. A falta de dos kms. para meta apareció Cancellara: alcanzó a Rogers y Kolobnev y los llevó hasta el terceto delantero.
Seis hombres para las medallas, y Samuel Sánchez el más rápido de ellos. Es más: salvo Cancellara, ninguno de sus rivales era un ganador, como el representante español. El problema de aumentar los candidatos es que también aumentan las posibilidades de quedarse encerrado en el sprint. No fue así. El ovetense supo mantener muy bien su trayectoria pegado a las vallas mientras Kolobnev intentaba un sprint lejano: le superó e impidió que Rebellin soñase con la victoria. Cancellara obtenía un bronce muy merecido, al ser el único del grupo que enlazó. Merece reseñar que Botero fue séptimo, el primero de los que ya no se jugaban nada, y eso que al colombiano le encantaba jugar con los rotuladores y pintar paisajes. Y Valverde decimotercero, tras haber controlado muy bien a Bettini.
Tras los gritos, señales de la cruz y expresiones de incredulidad con los que nos tiene acostumbrados este corredor, asistimos a varios momentos interesantes. La felicitación con Contador, que le susurró algo al oido que cambió el gesto del campeón olímpico, y cómo este pasaba absolutamente de saludar al murciano presidente de la Federación, no especialmente contento por el éxito más mediático de la delegación que encabeza: seguro que esperaba que fuese su paisano el que se llevase los laureles. Más tarde fue el turno de Lissavetzky, ese gran defensor del ciclismo merced a que ningún corredor español -ni colombiano- ha sido sancionado por la Operación Puerto, y que no tuvo a bien cancelar su conversación para saludar al lauredado. La Monarquía Democrática Española obtiene un nuevo éxito bajo su hégira, y como buen político atiende antes a las altas instituciones que al deportista. Estaría bien que alguien algún día, de esos que defienden el ciclismo, tuviese a bien comentar porque nunca, nunca hay un representante de la más alta institución del Estado en las pruebas ciclistas. Pero bueno, evitemos la conclusión más evidente, no sea que me pase como a El Jueves.
La casualidad ha hecho que Samuel Sánchez sea oro olímpico el mismo día que sus paisanos bajan las aguas etílicas del Sella, en una fiesta-romería que une lo mejor y lo peor de su bellísima región de origen. Otro de los momentos señeros de esta estrecha franja de tierra entre las montañas y el mar son los premios Príncipe de Asturias, que cada año alcanzan mayores cotas de ruralismo y demagogia. Si hace unos años le dieron el premio de deportes a Fernando Alonso sin haber ganado el Mundial, por lo que su principal mérito era ser asturiano, que a nadie le extrañe si este corredor se pone smoking el próximo otoño para recoger el premio Lenin. Peores cosas nos quedan por ver en España Oriental.
Auténtica estrella de las categorías inferiores, tardó mucho en obtener su primera victoria de profesionales. Se convirtió en una obsesión. Primero le descalificaron justamente en una etapa de la Vuelta a Asturias en Oviedo, por cerrar a Edo: el siempre la contó como victoria; después ganó la Escalada a Montjuic, que no es una prueba profesional: siempre lo contó como victoria; rompió el maleficio con una etapa de la Vuelta 2005 regalada por Ardila y Pereiro, que confundieron una pancarta publicitaria con la línea de meta; y ahora ha ganado los JJ.OO, que no es una victoria profesional al no ser una carrera UCI.
Aquel 2005 descubrió la parte final de la estación, aunque en 2006 tuvo arrestos para brillar también en primavera: merced a su gran temporada, quedó segundo en el ProTour. Mientras tanto, seguía progresando contra el reloj, disciplina que le permitiría subir al podio en la Vuelta de 2007. Tiene doce victorias de profesional, incluyendo cinco etapas de la Vuelta. Es un ciclista de la parte alta del pelotón, pero no una superestrella. Tras la carrera de hoy, entra a formar parte de las caras más conocidas del deporte que mejor se le da a España.
Es más: considerando que hoy es el primer día de los JJ.OO y que no se disputa ninguna otra competición importante, el asturiano no sólo va a acaparar los titulares y las portadas de todos los medios informativos nacionales, sino también de todos los internacionales. Habemus estrella, incluyendo la ceremonia lacrimosa en el podio. Se lo merece. Ha ganado, y nada importa que sea el menos dotado de la sucesión Richard-Ullrich-Bettini, los que le precedieron en la parte más alta del podio. Es oro. Ha logrado lo que en muchos deportes es la culminación de la carrera deportiva. Su Gran Salto Adelante.
La carrera fue muy intensa. El recorrido era muy duro, pero la bajada constante de 12 kms. permitía la recuperación. Una escapada a mitad de carrera con 25 hombres -sólo Sastre del combinado nacional- desgastó a muchas selecciones importantes, ya que llegaron a contar con 5´. En ese intervalo se retiraron Freire -aquejado de problemas estomacales, o eso han dicho: algún tallarín malvado- y Schumacher, dos candidatos claros a las medallas. Con una vuelta para el final, el ataque decisivo lo produjo Andy Schleck. Representante de un país que cuenta muy poco en los JJ.OO, el joven corredor hizo lo que su hermano mayor lleva años haciendo en el pelotón: la carrera a los demás.
Se llevó detrás a Rebellin, Kolobnev, Rogers y Sánchez. Otro arreón del escalador del pequeño Ducado dejó descolgados al ruso y el australiano. Comenzó así una preciosa persecución donde nadie cejaba, mientras parecía que el pelotón estaba desahuciado. Con ningún espectador, el espectáculo fue parecido a una persecución de videojuego: una carretera inmaculada y unos ciclistas desesperados mirando atrás, esperando mantener la ventaja que les aseguraba medallas a los tres. Muy emocionante. A falta de dos kms. para meta apareció Cancellara: alcanzó a Rogers y Kolobnev y los llevó hasta el terceto delantero.
Seis hombres para las medallas, y Samuel Sánchez el más rápido de ellos. Es más: salvo Cancellara, ninguno de sus rivales era un ganador, como el representante español. El problema de aumentar los candidatos es que también aumentan las posibilidades de quedarse encerrado en el sprint. No fue así. El ovetense supo mantener muy bien su trayectoria pegado a las vallas mientras Kolobnev intentaba un sprint lejano: le superó e impidió que Rebellin soñase con la victoria. Cancellara obtenía un bronce muy merecido, al ser el único del grupo que enlazó. Merece reseñar que Botero fue séptimo, el primero de los que ya no se jugaban nada, y eso que al colombiano le encantaba jugar con los rotuladores y pintar paisajes. Y Valverde decimotercero, tras haber controlado muy bien a Bettini.
Tras los gritos, señales de la cruz y expresiones de incredulidad con los que nos tiene acostumbrados este corredor, asistimos a varios momentos interesantes. La felicitación con Contador, que le susurró algo al oido que cambió el gesto del campeón olímpico, y cómo este pasaba absolutamente de saludar al murciano presidente de la Federación, no especialmente contento por el éxito más mediático de la delegación que encabeza: seguro que esperaba que fuese su paisano el que se llevase los laureles. Más tarde fue el turno de Lissavetzky, ese gran defensor del ciclismo merced a que ningún corredor español -ni colombiano- ha sido sancionado por la Operación Puerto, y que no tuvo a bien cancelar su conversación para saludar al lauredado. La Monarquía Democrática Española obtiene un nuevo éxito bajo su hégira, y como buen político atiende antes a las altas instituciones que al deportista. Estaría bien que alguien algún día, de esos que defienden el ciclismo, tuviese a bien comentar porque nunca, nunca hay un representante de la más alta institución del Estado en las pruebas ciclistas. Pero bueno, evitemos la conclusión más evidente, no sea que me pase como a El Jueves.
La casualidad ha hecho que Samuel Sánchez sea oro olímpico el mismo día que sus paisanos bajan las aguas etílicas del Sella, en una fiesta-romería que une lo mejor y lo peor de su bellísima región de origen. Otro de los momentos señeros de esta estrecha franja de tierra entre las montañas y el mar son los premios Príncipe de Asturias, que cada año alcanzan mayores cotas de ruralismo y demagogia. Si hace unos años le dieron el premio de deportes a Fernando Alonso sin haber ganado el Mundial, por lo que su principal mérito era ser asturiano, que a nadie le extrañe si este corredor se pone smoking el próximo otoño para recoger el premio Lenin. Peores cosas nos quedan por ver en España Oriental.
08 agosto, 2008
A por las medallas con una selección de ensueño
El calendario olímpico inicia su rueda y, como ya saben, el ciclismo en ruta es la primera prueba importante. Esta madrugada, desde las 05:00 de la mañana y hasta cerca de las 11:00, se pondrán en liza las tres preseas, para las que hay grandes ambiciones en la selección española.
La situación no es nueva. España siempre ha presentado equipos muy potentes a los JJ.OO y siempre ha salido escaldada. El mejor resultado sigue siendo el 5º puesto de Mauri en Atlanta 96, la primera edición con ciclistas profesionales, donde compartió equipo con gente como Indurain u Olano. En Sidney 2000 fue Freire, que se equivocó en el número de vueltas -para los Telekom que coparon el podio el número de vueltas era lo de menos-, de nuevo con Olano. Y en 2004, la última referencia disponible, un equipazo con Astarloa -vigente campeón del mundo-, Freire -vigente campeón de la San Remo, campeón del mundo dos meses después-, y Valverde -vigente subcampeón del mundo-. Los dos primeros se descalabraron en los primeros compases, y el último padeció calambres, calor y alguna otra extraña afección, la misma que le hacía arrasar en la Vuelta a Burgos y desaparecer en San Sebastián.
Bien, pues esa selección es incluso mejor. A Freire y Valverde, que han incrementado su palmarés desde entonces y siguen siendo de los corredores más peligrosos del pelotón -el cántabro es el vigente campeón de la Gante-Wevelgem y maillot verde del Tour, el murciano es lo propio de la Lieja y la Dauphiné-, se han unido los dos últimos ganadores del Tour y un simpático asturianín con problemas para ganar, pero que suma puestos entre los cinco primeros en Lombardía, Zurich, Lieja, el Mundial, etapas de altísima montaña, cronos y podios en grandes vueltas. Increíble tantos méritos en sólo cinco hombres, y del mismo país. Es más: no creo que jamás se puede volver a juntar algo parecido para ninguna olimpiada. Ni en esta ni en ninguna otra selección.
Por eso, y a pesar de los antecedentes -también gloriosos-, es bastante probable que caiga alguna medalla. El clima de euforia entre la prensa forofa es muy alto, como buscando una vindicación de un deporte sospechoso. El recorrido (un tramo llano de 77 kms y siete vueltas a un circuito de 24 kms que incluye un ascenso de 12 -con rampas del 9%- y una llegada en cuesta) favorece las características de los seleccionados, especialmente a Valverde, el mejor uphill finisher del pelotón. Veremos si en vez de una son varias medallas, y a lo mejor el clima de sospecha se hace más intenso, especialmente más allá de los Pirineos.
Tampoco será fácil. En segunda línea de favoritos están las selecciones olímpicas, las de los países que viven los JJ.OO de una manera especial: Rusia, Alemania y EE.UU. E Italia, un equipo descabezado sin Riccò y Cunego, y que solo presenta como puntas a Bettini y Rebellin, dos representantes de la gerontocracia más a la beltraneja. El país es así, los ciclistas también. En cuanto a los rusos, el bloque es formidable y muy en forma: V.Efimkin -buen Tour, especialmente en los Pirineos-, Ivanov -acaba de ganar en Bélgica-, Karpets -apunta a la Vuelta tras quedarse fuera del Tour- , Menchov -muy peligroso- y un auténtico candidato a medalla, el sputnik Kolobnev.
Alemania presenta a dos corredores que no pueden obtener ni un metro: Schumacher y Voigt. El resto de la selección es más floja, pero estos se las dan y se las bastan por sí solos. Y EE.UU, por último, a Hincapie, Leipheimer, McCartney, Zabriskie y VandeVelde, que estará en el final de todas, todas. En cuanto al resto de corredores, atención a Popovych, que fue a más en el Tour y en San Sebastián estuvo entre los favoritos; Valjavec, otro de un país que vive los JJ.OO y el deporte de una manera muy especial; Evans, que conoce el recorrido del año pasado, cuando ganó la crono de prueba; y los luxemburgueses: como son solo tres -los hermanísimos y Kirchen- parece un poco raro contarlos como selección, pero Frank es un clásico de estar ahí. Merece mención especial Liang Zhang, el único representante local. En un dictadura comunista con dopaje de estado siempre hay que esperar lo peor, pero bueno, también en las monarquías constitucionales.
***
Por fin se ha desvelado uno de los grandes secretos del ciclismo, equivalente a la fórmula de la Coca-Cola. 76 de los 180 corredores del Tour de Francia compitieron con certificado médico. Imagínense que en el resto de la sociedad estuviesen enfermos -hasta el punto de medicarse periódicamente- el 42,2% de la fuerza laboral. Poco antes del Tour supimos que un integrante de un equipo que acabó abandonando en bloque había pasado por el alergólogo "a arreglar los papeles". El ganador de 2006 es asmático. Y lo de la fórmula de la chispa de la vida no es aleatorio: de las combinaciones de medicamentos autorizados con el certificado médico correspondiente salen los grandes campeones. 76 de 180. Un famoso excluído hubiese hecho el número 77. Porque ese compite con un certificado médico de una enfermedad que le tendría que impedir, por su propia seguridad, siquiera subirse a la bicicleta. ¡El ciclismo, señores!.
***
"Estoy un poco zombie" Maravilloso testimonio, crudo como la realidad.
La situación no es nueva. España siempre ha presentado equipos muy potentes a los JJ.OO y siempre ha salido escaldada. El mejor resultado sigue siendo el 5º puesto de Mauri en Atlanta 96, la primera edición con ciclistas profesionales, donde compartió equipo con gente como Indurain u Olano. En Sidney 2000 fue Freire, que se equivocó en el número de vueltas -para los Telekom que coparon el podio el número de vueltas era lo de menos-, de nuevo con Olano. Y en 2004, la última referencia disponible, un equipazo con Astarloa -vigente campeón del mundo-, Freire -vigente campeón de la San Remo, campeón del mundo dos meses después-, y Valverde -vigente subcampeón del mundo-. Los dos primeros se descalabraron en los primeros compases, y el último padeció calambres, calor y alguna otra extraña afección, la misma que le hacía arrasar en la Vuelta a Burgos y desaparecer en San Sebastián.
Bien, pues esa selección es incluso mejor. A Freire y Valverde, que han incrementado su palmarés desde entonces y siguen siendo de los corredores más peligrosos del pelotón -el cántabro es el vigente campeón de la Gante-Wevelgem y maillot verde del Tour, el murciano es lo propio de la Lieja y la Dauphiné-, se han unido los dos últimos ganadores del Tour y un simpático asturianín con problemas para ganar, pero que suma puestos entre los cinco primeros en Lombardía, Zurich, Lieja, el Mundial, etapas de altísima montaña, cronos y podios en grandes vueltas. Increíble tantos méritos en sólo cinco hombres, y del mismo país. Es más: no creo que jamás se puede volver a juntar algo parecido para ninguna olimpiada. Ni en esta ni en ninguna otra selección.
Por eso, y a pesar de los antecedentes -también gloriosos-, es bastante probable que caiga alguna medalla. El clima de euforia entre la prensa forofa es muy alto, como buscando una vindicación de un deporte sospechoso. El recorrido (un tramo llano de 77 kms y siete vueltas a un circuito de 24 kms que incluye un ascenso de 12 -con rampas del 9%- y una llegada en cuesta) favorece las características de los seleccionados, especialmente a Valverde, el mejor uphill finisher del pelotón. Veremos si en vez de una son varias medallas, y a lo mejor el clima de sospecha se hace más intenso, especialmente más allá de los Pirineos.
Tampoco será fácil. En segunda línea de favoritos están las selecciones olímpicas, las de los países que viven los JJ.OO de una manera especial: Rusia, Alemania y EE.UU. E Italia, un equipo descabezado sin Riccò y Cunego, y que solo presenta como puntas a Bettini y Rebellin, dos representantes de la gerontocracia más a la beltraneja. El país es así, los ciclistas también. En cuanto a los rusos, el bloque es formidable y muy en forma: V.Efimkin -buen Tour, especialmente en los Pirineos-, Ivanov -acaba de ganar en Bélgica-, Karpets -apunta a la Vuelta tras quedarse fuera del Tour- , Menchov -muy peligroso- y un auténtico candidato a medalla, el sputnik Kolobnev.
Alemania presenta a dos corredores que no pueden obtener ni un metro: Schumacher y Voigt. El resto de la selección es más floja, pero estos se las dan y se las bastan por sí solos. Y EE.UU, por último, a Hincapie, Leipheimer, McCartney, Zabriskie y VandeVelde, que estará en el final de todas, todas. En cuanto al resto de corredores, atención a Popovych, que fue a más en el Tour y en San Sebastián estuvo entre los favoritos; Valjavec, otro de un país que vive los JJ.OO y el deporte de una manera muy especial; Evans, que conoce el recorrido del año pasado, cuando ganó la crono de prueba; y los luxemburgueses: como son solo tres -los hermanísimos y Kirchen- parece un poco raro contarlos como selección, pero Frank es un clásico de estar ahí. Merece mención especial Liang Zhang, el único representante local. En un dictadura comunista con dopaje de estado siempre hay que esperar lo peor, pero bueno, también en las monarquías constitucionales.
***
Por fin se ha desvelado uno de los grandes secretos del ciclismo, equivalente a la fórmula de la Coca-Cola. 76 de los 180 corredores del Tour de Francia compitieron con certificado médico. Imagínense que en el resto de la sociedad estuviesen enfermos -hasta el punto de medicarse periódicamente- el 42,2% de la fuerza laboral. Poco antes del Tour supimos que un integrante de un equipo que acabó abandonando en bloque había pasado por el alergólogo "a arreglar los papeles". El ganador de 2006 es asmático. Y lo de la fórmula de la chispa de la vida no es aleatorio: de las combinaciones de medicamentos autorizados con el certificado médico correspondiente salen los grandes campeones. 76 de 180. Un famoso excluído hubiese hecho el número 77. Porque ese compite con un certificado médico de una enfermedad que le tendría que impedir, por su propia seguridad, siquiera subirse a la bicicleta. ¡El ciclismo, señores!.
***
"Estoy un poco zombie" Maravilloso testimonio, crudo como la realidad.
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07 agosto, 2008
"Varios periodistas"
Oscar Freire ha ganado el premio de la regularidad en el Tour. No es una competición oficial, pero es uno de los maillots más prestigiosos del pelotón. El magnífico corredor concedió una entrevista larga, densa a El País -¿por qué no hay más? ¿por qué son tan infrecuentes?-, publicada el 28 de julio.
El titular ("No me volverán a ver en París") ya da buenas pistas. Freire no acaba las grandes vueltas: el Tour de 2003, obligado por su entonces nuevo equipo Rabobank, y el de esta año. Un desgaste excesivo para sus características. Ha ganado el maillot verde sin equipo de apoyo, aunque cita a un Flecha del que ya habrá oportunidad de hablar. ¿Para que volver a intentarlo, si ya ha demostrado que lo puede ganar y no es una competición oficial? Bajo este punto de vista, la actitud de Freire es impecable.
Tras la pertinente pregunta de "¿qué se siente al ser el primer español?", pregunta que también es aplicable a la Flecha de Brabante, la Gante-Wevelgem o la Clásica de Hamburgo y que podría ser perfectamente sustituida por la más juiciosa "¿Por qué cree que ningún español ha ganado antes esta competición?", la conversación acaba derivando hacía un tema nuevo: "varios periodistas españoles me han llamado para preguntarme cúal era la última carrera que había corrido. Eso indica que tampoco es que se enteren mucho". Genio y figura. Aunque les recomiendo toda la entrevista, yo me voy a detener en este aspecto.
Al día siguiente de la victoria en Digne-Les Bains (en la foto) Josu Garai de Marca tituló "El increíble Freire". Ya ven, en los tiempos que corren y titula con "increíble". Reparen en un momento en la palabra, que significa "no creíble". Podía haber utilizado el titular para el Saunier, o para su amigo Sastre y su ascensión a Alpe D´Huez, pero no, le cayó a Freire. La crónica, en la tradición de este periodista que tantos servicios ha obrado para que en el ciclismo todo esté como está, es infumable. Pone la estadística de los connacionales plurivittoriosi, como si tuviese algún interés que haya igualado a Chozas; habla de que "se encontró con la oportunidad del Tour (...) casi cuando menos se lo esperaba", como si no hubiese estado bregándose en todas las otras etapas -ojo al color del maillot con el que logra la victoria-; y este párrafo que reproduzco en su totalidad:
"Como siempre, Freire se quejó del poco gancho que tienen los sprinters en España: "Sólo hay fútbol, fútbol y más fútbol", decía para regocijo de los periodistas extranjeros que rodeaban al ciclista cántabro tras su brillante victoria. "Y cuando se habla de ciclismo, se habla de la clasificación general. Yo he ganado tres veces el Campeonato del Mundo y un montón de carreras, algunas de las más importantes del calendario, pero se sigue hablando de los que pueden ganar el jersey amarillo. Más no puedo hacer", decía sin darse cuenta que eso mismo pasa en su equipo (Rabobank), que no es español, sino holandés."
Parece que lo que más molesta a Garai es que de carnaza a esa prensa extranjera que nos trata -con razón- como la R.D.A rediviva. La palabra "regocijo" deja poco lugar a la duda. El "como siempre" con el que introduce el párrafo indica una actitud cansina, más del periodista que del corredor, que tiene más razón que un templo en todo lo que dice. El reproche final no cae en la cuenta de que Menchov, cuando ganó la Vuelta 2005, también lo hizo con un equipo de chichinabo. Y si me fuerzan, en este Tour también ha estado igual de solo que Freire. Pero bueno, ahí está el párrafo que Garai le endosa a Freire. Si tienen ustedes a bien -y estómago- compárenlo con la narración de las otras tres victorias nacionales en el Tour: no hay color. Ni siquiera el verde.
Desconozco si Garai es uno de los periodistas a los que se refiere Freire. O García Luque, que también en su crónica en La Vanguardia parece especialmente molesto porque Freire se exprese en esos términos ante la malvada prensa extranjera. No importa. Lo que si me creo es que hay periodistas que le llaman para preguntarle por la última carrera que ha disputado. Y ese es el estado del periodismo de ciclismo en España. "El increíble Freire". Y tanto, por lo que tiene que aguantar de ostracismo y pasotismo, de crónicas que empiezan con sus despistes o con "es díficil pensar que Oscar Freire se toma en serio el ciclismo", que es como empieza la entrevista de El País. "Varios periodistas" ¿no serán todos?.
***
Victor Cordero ha cumplido y el Scott-American Beef no estará en la Vuelta. Con el dopaje de Beltrán, dijo en caliente que también excluía a Liquigas, decisión que no ha concretado. Sin embargo, ha tenido arrojos para resistir la presión mediática y fáctica para seguir adelante con este equipo amarillo. Habrá aprendido de la lección de 2006: el Tour excluyó a Astana, el los invitó, y pasó lo que pasó. Primero y tercero de la raza kazaja, entrando a pares en las etapas de montañas. Igual que Piepoli y Cobo. Sobre este tema, Urraburu hace su propia lista y le sale un periodista, el de "joven, de viejos hábitos".
El titular ("No me volverán a ver en París") ya da buenas pistas. Freire no acaba las grandes vueltas: el Tour de 2003, obligado por su entonces nuevo equipo Rabobank, y el de esta año. Un desgaste excesivo para sus características. Ha ganado el maillot verde sin equipo de apoyo, aunque cita a un Flecha del que ya habrá oportunidad de hablar. ¿Para que volver a intentarlo, si ya ha demostrado que lo puede ganar y no es una competición oficial? Bajo este punto de vista, la actitud de Freire es impecable.
Tras la pertinente pregunta de "¿qué se siente al ser el primer español?", pregunta que también es aplicable a la Flecha de Brabante, la Gante-Wevelgem o la Clásica de Hamburgo y que podría ser perfectamente sustituida por la más juiciosa "¿Por qué cree que ningún español ha ganado antes esta competición?", la conversación acaba derivando hacía un tema nuevo: "varios periodistas españoles me han llamado para preguntarme cúal era la última carrera que había corrido. Eso indica que tampoco es que se enteren mucho". Genio y figura. Aunque les recomiendo toda la entrevista, yo me voy a detener en este aspecto.
Al día siguiente de la victoria en Digne-Les Bains (en la foto) Josu Garai de Marca tituló "El increíble Freire". Ya ven, en los tiempos que corren y titula con "increíble". Reparen en un momento en la palabra, que significa "no creíble". Podía haber utilizado el titular para el Saunier, o para su amigo Sastre y su ascensión a Alpe D´Huez, pero no, le cayó a Freire. La crónica, en la tradición de este periodista que tantos servicios ha obrado para que en el ciclismo todo esté como está, es infumable. Pone la estadística de los connacionales plurivittoriosi, como si tuviese algún interés que haya igualado a Chozas; habla de que "se encontró con la oportunidad del Tour (...) casi cuando menos se lo esperaba", como si no hubiese estado bregándose en todas las otras etapas -ojo al color del maillot con el que logra la victoria-; y este párrafo que reproduzco en su totalidad:
"Como siempre, Freire se quejó del poco gancho que tienen los sprinters en España: "Sólo hay fútbol, fútbol y más fútbol", decía para regocijo de los periodistas extranjeros que rodeaban al ciclista cántabro tras su brillante victoria. "Y cuando se habla de ciclismo, se habla de la clasificación general. Yo he ganado tres veces el Campeonato del Mundo y un montón de carreras, algunas de las más importantes del calendario, pero se sigue hablando de los que pueden ganar el jersey amarillo. Más no puedo hacer", decía sin darse cuenta que eso mismo pasa en su equipo (Rabobank), que no es español, sino holandés."
Parece que lo que más molesta a Garai es que de carnaza a esa prensa extranjera que nos trata -con razón- como la R.D.A rediviva. La palabra "regocijo" deja poco lugar a la duda. El "como siempre" con el que introduce el párrafo indica una actitud cansina, más del periodista que del corredor, que tiene más razón que un templo en todo lo que dice. El reproche final no cae en la cuenta de que Menchov, cuando ganó la Vuelta 2005, también lo hizo con un equipo de chichinabo. Y si me fuerzan, en este Tour también ha estado igual de solo que Freire. Pero bueno, ahí está el párrafo que Garai le endosa a Freire. Si tienen ustedes a bien -y estómago- compárenlo con la narración de las otras tres victorias nacionales en el Tour: no hay color. Ni siquiera el verde.
Desconozco si Garai es uno de los periodistas a los que se refiere Freire. O García Luque, que también en su crónica en La Vanguardia parece especialmente molesto porque Freire se exprese en esos términos ante la malvada prensa extranjera. No importa. Lo que si me creo es que hay periodistas que le llaman para preguntarle por la última carrera que ha disputado. Y ese es el estado del periodismo de ciclismo en España. "El increíble Freire". Y tanto, por lo que tiene que aguantar de ostracismo y pasotismo, de crónicas que empiezan con sus despistes o con "es díficil pensar que Oscar Freire se toma en serio el ciclismo", que es como empieza la entrevista de El País. "Varios periodistas" ¿no serán todos?.
***
Victor Cordero ha cumplido y el Scott-American Beef no estará en la Vuelta. Con el dopaje de Beltrán, dijo en caliente que también excluía a Liquigas, decisión que no ha concretado. Sin embargo, ha tenido arrojos para resistir la presión mediática y fáctica para seguir adelante con este equipo amarillo. Habrá aprendido de la lección de 2006: el Tour excluyó a Astana, el los invitó, y pasó lo que pasó. Primero y tercero de la raza kazaja, entrando a pares en las etapas de montañas. Igual que Piepoli y Cobo. Sobre este tema, Urraburu hace su propia lista y le sale un periodista, el de "joven, de viejos hábitos".
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06 agosto, 2008
Ya se sabía todo desde hace tiempo
Hace tres meses, antes de que Riccò adquiriese el espesor mediático y hematológico con el que cuenta ahora, publiqué esto. No voy a poner medallas: en el post indico la fuente de donde saqué la información, lo sorprendente es que todavía se viva con la impunidad como para hablar de esas cosas y que todo se quede como estaba. Bueno, pues se ha vuelto a repetir: misma revista, mismo protagonista y misma locuacidad desaforada.
Bicisport es una alcanforada revista italiana de ciclismo, especialista en cultivar el pasado y seguir publicando números con las orejeras bien caladas. En el número de julio, previo al Tour -y distribuido a finales de junio para evitar una huelga de transportistas- publicaron una exclusiva que hasta ahora pertenecia a tuttobiciweb.it. Yo me tomé muy en serio lo que empezó como un rumor y acabó siendo confirmado: Riccò iría al Tour, en contra de todo lo esperado.
¿Todo? Pues no. Resulta que en ese mencionado número de julio -páginas 86 y 87- Bicisport ya publicaba todas las claves. En un largo y soporífero -todos lo son- artículo de Luca Neri, centrado en seguir a Riccò en las etapas dolomíticas, el periodista reproduce este diálogo telefónico entre Riccò y su novia Vania, también ciclista, mientras bajan en helicóptero tras la etapa de la Marmolada: "¿Te he gustado? ¿Has visto lo bien que subía? Y aún así, no es que ese otro (Contador) cediese...y estaba en el mar...¿Sabes que te digo? Nos vamos nosotros al mar nada más acabar el Giro. Sí, nos vamos a Cerdeña y después a última hora voy al Tour y lo gano".
Tal cual. Les podría hablar de Vania, que acompañó a Riccò en todas las etapas importantes (en Procycling hablan de otras funciones), y que también estaba en el Tour, y les aseguro que se llama Vania y no paloma. Sin embargo, ella no es la protagonista, aunque sepamos perfectamente su papel. Riccò reafirmaba su confianza ante la mejor confidente posible, lleno de confianza ("¿Te he gustado?" ¡Que italianada!) y ante las dudas previas de ella. En definitiva: el tratamiento había funcionado. Tanto, que ese mismo día Riccò ya incubaba el plan de ir al Tour ("a última hora") y nada menos que ganarlo.
Eso fue nada menos que el 25 de mayo. Como se sabe, el italiano sólo compitió entre el Giro y el Tour en el campeonato nacional. Sin embargo, y según leemos en la página 130 de la misma revista, tuvo tiempo para acercarse al Memorial Pantani del 9 de junio. Curiosamente, esa carrera la ganó su compañero de entrenamiento Enrico Rossi, que atacó junto al también compañero de entrenamiento de Riccò Luca Celli en el km. 25 de la prueba. Eran 172 kms. y llegó solo a meta. Celli se descolgó antes. En meta Riccò recordaba lo amigo que es de estos dos corredores a los que el CONI, si tiene a bien leer esto o la propia Bicisport, debería hacer una visita. Es más, Riccò, todavía amargado por no haber contado con mejor equipo en el Giro, afirmaba que iba a proponer el fichaje de estos dos amigos suyos. "Necesito cinco refuerzos para el Giro, tres rodadores y dos escaladores. Dos de los rodadores son ellos; los escaladores son Baliani y Anzà". Ya hacía de director. Me pregunto que pensarán Matxín y Gianneti de esto. Si por nombres no será, el CONI tiene trabajo por delante. Y el propio Anzà acaba de ganar el Brixia Tour.
¿Todo? Pues no. Resulta que en ese mencionado número de julio -páginas 86 y 87- Bicisport ya publicaba todas las claves. En un largo y soporífero -todos lo son- artículo de Luca Neri, centrado en seguir a Riccò en las etapas dolomíticas, el periodista reproduce este diálogo telefónico entre Riccò y su novia Vania, también ciclista, mientras bajan en helicóptero tras la etapa de la Marmolada: "¿Te he gustado? ¿Has visto lo bien que subía? Y aún así, no es que ese otro (Contador) cediese...y estaba en el mar...¿Sabes que te digo? Nos vamos nosotros al mar nada más acabar el Giro. Sí, nos vamos a Cerdeña y después a última hora voy al Tour y lo gano".
Tal cual. Les podría hablar de Vania, que acompañó a Riccò en todas las etapas importantes (en Procycling hablan de otras funciones), y que también estaba en el Tour, y les aseguro que se llama Vania y no paloma. Sin embargo, ella no es la protagonista, aunque sepamos perfectamente su papel. Riccò reafirmaba su confianza ante la mejor confidente posible, lleno de confianza ("¿Te he gustado?" ¡Que italianada!) y ante las dudas previas de ella. En definitiva: el tratamiento había funcionado. Tanto, que ese mismo día Riccò ya incubaba el plan de ir al Tour ("a última hora") y nada menos que ganarlo.
Eso fue nada menos que el 25 de mayo. Como se sabe, el italiano sólo compitió entre el Giro y el Tour en el campeonato nacional. Sin embargo, y según leemos en la página 130 de la misma revista, tuvo tiempo para acercarse al Memorial Pantani del 9 de junio. Curiosamente, esa carrera la ganó su compañero de entrenamiento Enrico Rossi, que atacó junto al también compañero de entrenamiento de Riccò Luca Celli en el km. 25 de la prueba. Eran 172 kms. y llegó solo a meta. Celli se descolgó antes. En meta Riccò recordaba lo amigo que es de estos dos corredores a los que el CONI, si tiene a bien leer esto o la propia Bicisport, debería hacer una visita. Es más, Riccò, todavía amargado por no haber contado con mejor equipo en el Giro, afirmaba que iba a proponer el fichaje de estos dos amigos suyos. "Necesito cinco refuerzos para el Giro, tres rodadores y dos escaladores. Dos de los rodadores son ellos; los escaladores son Baliani y Anzà". Ya hacía de director. Me pregunto que pensarán Matxín y Gianneti de esto. Si por nombres no será, el CONI tiene trabajo por delante. Y el propio Anzà acaba de ganar el Brixia Tour.
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A Arribas, de tanto contar mentiras, ya se hace eco de leyendas urbanas. Dice de la muralla china que es "la única construcción humana que, dicen, se puede distinguir desde el espacio". Es una mentira como una catedral, otra construcción humana que no se ve estando en órbita. Se ven muchas cosas hechas por los humanos desde el espacio: las grandes manchas urbanas, su contaminación lumínica, los grandes embalses, la deforestación, los polders holandeses, el aeropuerto internacional de Kansai y el de Hong Kong, la desecación del Mar de Aral, y otras muchas cosas. La Muralla China, no más ancha que una carretera de doble sentido, no. Por muy larga que sea. Es como decir que la vía Appia se ve desde el espacio. Claro, con el "dicen" se guarda en salud. A ustedes esto les parecerá una tontería, pero a mí me parece muy significativo.
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A este los abogados ya le han vendido otro tratamiento. Con alas por Aketza Peña, se dice de todo. La diferencia entre el corredor del Euskaltel y del Barloworld es que al segundo le pillaron con todo el equipo en la habitación. Vamos, es que además de utilizar todas las argucias legales para desacreditar a los laboratorios o la toma de muestras, van a tener que hilar muy fino para encasquetar a otro todo el material incautado -sí, este es el verbo- en la habitación del hotel.
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Hace ya tiempo dediqué un post al tema. Muy poco se avanza en la lucha contra el dopaje si a las autoridades competentes se les llama "Vampiros". Es la hipocresía del periodismo sobre ciclismo. Utilizar el lenguaje de los culpables. Pero bueno, no se de que me extraño, si todavía se sigue llamando en el periodismo impuesto revolucionario a lo que es pura y llanamente extorsión...
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