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Otra temporada que pasa |
Ventoso: dicho y hecho. El ciclista cántabro ha logrado cinco victorias, destacando especialmente un maravilloso sprint en el Giro, pero una temporada mal planificada por su equipo (en parte debido a circunstancias sobrevenidas) le ha impedido brillar más, especialmente en un Tour al servicio de un corredor incapaz, y en un parte final de la estación que le era muy propicia. El próximo año, mejor aún.
Zubeldia: parecía que podía recuperar un poco de caché con la ida de Armstrong y la senectud de todo el RadioShack, pero no ha sido así. En el Tour se quedó de jefe de filas y no pasó del puesto 16º, el próximo año le tocará tirar de los Schleck.
Leukemans: por debajo de su increíble 2010, el belga brilló en la Flecha de Brabante, donde Gilbert lo pastoreó y el aceptó de buena gana, y fue top-ten en otras tres grandes clásicas de primavera. En el Tour rindió muy por debajo de lo que se esperaba -es un atacante nato- y a final de temporada ha ganado algunas carreras. El próximo año ya tendrá 34 años, y las grandes citas le dicen adiós.
Riccó: no ha decepcionado. Apenas empezada la temporada, en febrero, ingresado de urgencias por chutarse artesanalmente una bolsa de sangre. Sigue la habitual retahíla de mentiras, desmentidos, yo no fui, y lo último que se sabe es que le han propuesto una sanción de doce años. A ver si vuelve a decir eso de que se ve bien en un bar sirviendo copas.
Kreuziger: se esperaba mucho de su paso a Astana. Cuarto en Lieja (ya lleva varios top-five en carreras de un día de las mejores del mundo), en el Giro fue sexto, pero sin estar nunca con los favoritos, y en el Tour sólo se le vio en una valiente cabalgada en solitario por el Tourmalet. Acabó la carrera francesa con un hueso roto desde las primeras etapas. Como sigue siendo joven, se puede permitir un año un poco decepcionante como este.
Breschel: lesionado toda la primavera y el Tour, empezó a carburar antes de la Vuelta, donde se cayó a las primeras de cambió y se perdió el Mundial en su país. Temporada tirada a la basura, algo que comparte con los dos fichajes españoles del Rabobank. Menudo ojo que han tenido los responsables del equipo a la hora de fichar.
Brajkovic: la eterna promesa blanca tenía una temporada ideal para brillar. Top-ten en P-N, Romandía y Dauphiné (pero no top-five, al contrario que sus compañeros gerontocráticos Klöden y Leipheimer en citas similares), en el Tour fue el segundo en abandonar por una caída, y en la Vuelta fue un corredor anónimo. En 2012 pasa al Astana, a ver si de una vez vemos qué clase de corredor es. De momento, y viendo su trayectoria, es otro corredor del Este.
Hesjedal: ¿Hesjequé? Tras un 2010 portentoso, sólo carburó -debido a las caídas- en la última semana del Tour, donde estuvo con los mejores. Como el Garmin sigue teniendo a Martin un poco verde, tiene opciones de poder repetir cierta libertad de movimientos para el 2012, pero el 2011 ha sido tirado a la basura.
Scarponi: uno de los mejores corredores de 2011. Tercero en Tirreno, actuación sobresaliente y rara vez vista en la Sanremo (6º), segundo en la Volta, segundo en el Giro (ambas carreras deberían ser suyas, porque el que ganó no debería estar compitiendo, pero si él no lo reclama que se aguante, por idiota) y fracaso en la Vuelta, donde venía muy entonado y con un recorrido muy propicio y acabó abandonando.
SMS Sánchez: fracaso sin paliativos. En loca carrera paralela con su hermano futbolista en pos del desastre, el educado por Manolo Saiz sólo se lleva a la boca una etapa en el Tour, y "sólo" es porque es un corredor de gran potencial por el que los años van pasando. Protagoniza uno de los descalabros más sonados en las clasificaciones. El año que viene mejor, porque peor que este no puede ser. O sí.
Haussler: confirmado. Lo que llevaba el Cerveló en la temporada 2009 tiene nombre de coche o de venta de sellos. Este corredor es un bluf que jamás mereció ganar esas carreras que acarició con los dedos (especialmente la Sanremo). Anónimo, indolente, lesionado, torpe, caído, inútil: y encima se ha hecho australiano. Pues que le aproveche.
Oss: muy por debajo de su 2010, en el Tour se metió en un par de sprints y poco más. Encima, en su equipo le come el terreno Viviani, uno que ha debutado como un cohete. Edad, potencia y talento tiene de sobra, el problema es que se lo crea demasiado, como demuestran sus celebraciones en una carrera de mierda en EE.UU. En sus manos está el ser el nuevo Paride Grillo o el nuevo Cipollini.
Di Luca: para volver así, lo mejor hubiese sido retirarse. Total, la imagen de dopado y tramposo dificilmente se la va a poder quitar de encima -como su primo murciano, con el que comparte la habilidad para grandes vueltas y grandes clásicas- y encima en el Katusha de Kolobnev no engaña a nadie.
A nivel general, el Sky ha mejorado bastante (en el Tour y en la Vuelta, especialmente), Greipel ganó su etapita en el Tour (como también hizo Marcel Wust, un ciclista con el que comparte algo más que la nacionalidad) y la cuadrilla de banderillos españoles de Contador en el SaxoBank ha rendido a un nivel sencillamente criminal e impropio de un profesional. Visto lo pronosticado en enero pasado, no deja de ser curioso que casi todos los corredores analizados no han pasado precisamente un buen año. Sigo extendiendo la leyenda (Mayo, Rogers, Brajkovic) de los corredores a los que señalo. Avisados quedan.
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Freire ficha por el Katusha por una temporada. El equipo de Colom, Pfannberger, Di Luca, Kolobnev y el paro cardíaco de Kirchen cuando compartía habitación con J. Rodríguez en la Vuelta a Suiza 2010 se lleva al corredor de más clase desde su desaprovechado Pozzato, al que en parte sustituirá. No en la París-Roubaix, está claro, sino en la Sanremo, carrera donde este año el italiano fue quinto. Hay que defender los puntos en el sistema WorldTour de la UCI.
El equipo ruso no tiene un corredor rápido más allá de Galimzyanov, todavía muy joven, y Freire se reencontrará en esta temporada de postfacio con Kuchynski (el que arruinó su G-W de 2010) y con Dani Moreno (por el que esprintó por una décima plaza en el Brabante de 2010) como compañeros de equipo, con los que compartirá bastante calendario en primavera. Qué cosas más raras pasan, y que no pasen aún más raras.