Desde hace un año y medio blogger ofrece la posibilidad de incluir etiquetas de entrada en cada post. Una vez escrita una etiqueta, la recuerda. Que a nadie le sorprenda que, al introducir "Astarloa" haya tenido que teclear todas y cada una de las letras de su apellido. El ciclista vizcaíno lleva desaparecido desde hace mucho tiempo, y ha vuelto a ser noticia de la peor de las maneras: ha sido expulsado del Millram por presentar valores hematológicos irregulares en la salida del Giro, donde abandonó antes de la segunda etapa. Problemas estomacales, dijeron. Y tanto, sobre todo todo los que tenemos que aguantar los aficionados.
Igor Astarloa hizo un día las maletas y se fue de aficionado a Italia: dicen que ganó una carrera e hizo entre los diez primeros en otras treinta. Eran finales de los noventa y se pueden imaginar el panorama de la época. Pasa a profesionales con el Mercatone Uno, un equipo destinado a consagrar a Pantani, y que lograba que fuesen como cohetes corredores como Forconi. El líder está muerto, el lugarteniente Fois es un cadáver reciente, y otro aún más anonimo ha sido cazado hace pocos días con 270 plantas de maría en su casa. Realmente, el Mercatone Uno empieza a ser la versión del siglo XXI de la maldición de la momia. O la maldición del calvo.
En 2001, con 25 años, empieza a lograr sus primeros resultados. Empieza carburar en el Miguel Indurain, pierde la primera etapa de P-V porque se le sale una cala, hace segundo y tercero en otra. Rápido y sube bien, un corredor que nunca ha abundado en España. Como premio a sus sinsabores, gana en Amorebieta, además de 11º en L-B-L y 15º en Amstel. En 2002 cambia a Saeco, y carbura para el verano. Gana el Brixia Tour, y en agosto hace segundo en Hamburgo y San Sebastián, batido por Museeuw y Jalabert. Llega al Lombardía con opciones matemáticas de ganar la Copa del Mundo, pero Bettini lo marca en seco.
En 2003 explota. Gana la Flecha Valona -segundo fue Aitor Osa, que vergüenza-, en lo que es la primera victoria de un nacional en Bélgica, y así quedará para todos los tiempos. Logra buenos puestos por doquier, y llega al Mundial de Hamilton como el segundo espada de la selección. Se cae a falta de dos vueltas y entre Carlos de Andrés y Perico Probenecid cunde el pánico: "¡No, no!, ¡qué grave!". A veces, dándole vueltas, creo que los comentaristas saben perfectamente el estado de forma -ya me entienden- de determinados corredores. No le paso nada, al contrario: ganó el Mundial, y lo hizo de tal manera que, en escala 1-10, sólo puede ser calificado de 9,9: escapado, descolgando a todos en una subida sin sentarse, y bajando en solitario entre las hojas muertas.
En meta diría aquello de que Bettini le había ofrecido un maletín de dinero, para después desdecirse. Pasa a Cofidis con contrato arcoiris, y empieza fuerte, muy fuerte: Mediterráneo, Tirreno, San Remo...hasta que el llamado caso Cofidis estalla y el equipo se retira de las carreras, justo cuando llegaban las clásicas. Nos dijeron que él no tenía nada que ver, y lo creímos: le dejaron salir y fichó por el Lampre, con el que tomó la salida en el Giro. La maldición del campeón del mundo. Sólo ganó una etapa del Brixia con el maillot arcoris. Problemas de dinero y contrato hacen que en 2005 fiche por el Barloworld: empezaba el ProTour y nuestro protagonista elige un equipo de tercera fila, con tal de conservar su patrocinador personal -sí, como Carlos Sainz-. Tiene un auténtico momento Popeye en la Vuelta a Burgos, donde gana una etapa y hace segundo en otras dos, y poco más. En 2006 gana la Milán-Turín y está en el corte bueno de San Remo, y se acabó. Desde entonces, nada de nada. Hasta ayer.
Astarloa es un hijo de su tiempo. En Hamilton, en su momento de más gloria, se subió al podio con otro español, mucho más hábil que el vizcaíno a la hora de sortear su destino y su tiempo, que es el mismo a pesar de la diferencia de edad. Uno se podría cebar en un reportaje aparecido en Bicisport, donde se veía como habían alquilado un local en Ermua para poder estar todos los de la grupetta sin tabaco y sin los malos rollos de un bar, en eso que el País Vasco se llama "la cuadrilla", o en la maldición del campeón del mundo, pero ¿para qué? Con la foto, he querido recordarlo en su momento de mayor gloria, pero en una toma insólita: de espaldas. Como tiene que ser leído el palmarés y la trayectoria de cualquier dopado.
***
Numerito de Voigt en el circuito mundialista. Había que dar dos vueltas, y dos que te dio el alemán, doblemente escapado: primero del pelotón, y después de sus compañeros de fuga. 40 kms en solitario, y no le dieron alcance con un grupo con Bettini, Visconti, Nocentini, Bosisio y Bennati, presentando sus credenciales. Otro que también presentó sus galones fue Joaquín Rodríguez, que visto su papelón en F-V y demás citas importantes, a ver si se le quita de la cabeza sus sueños de grandeza. 36 años que tiene el gigante teutón. Vivir para ver. Por cierto, el circuito me pareció ideal para Freire....
Hoy etapa larga de montaña (228 kms) con tres puertos en la parte final: Vivione, Presolana y el inédito Monte Pora. Hará daño, y Riccò ha dicho que atacará. Por norma general, en el ciclismo cuando se anuncian ataques (¡y la alianza italiana! ¡uh, uh!) no pasa nada, y menos teniendo mañana el Gavia-Mortirolo, pero ahí está La 2 que ofrecerá la etapa para toda España a partir de la 16:00, intercalando con Roland Garros. Hoy no hay documental, Fungairiño: hoy vuelve el gran ciclismo para las amas de casa, para ese aficionado que no araña tiempo para buscar una etapa en Internet o para sintonizar emisoras exóticas. En resumen: hoy es un día para hacer aficción, captar nuevos seguidores. Que así sea.
***
Ya está en sus kioskos la revista del periodista con apellido de conquistador y el ciclista de una victoria de profesional, que iba a ser jefe de filas en el Giro (ejem). Una maquetación horrible, fotos mal iluminadas, contenidos anticuados (hablan de la Roubaix, mes y medio después de su disputa) y un reportaje final consistente en sacar fotos de los caretos de los ciclistas subiendo Montelupone, Aia y demás cabestradas: un reportaje sadomaso. Indica bien a las claras su concepción del ciclismo. En cambio, de las tasas de testosterona de su socio fundador NI UNA PALABRA. ¡Eso es independencia, qué cojonazos! ¡Y piden 4´10 euros!
30 mayo, 2008
Hijo de su tiempo
Etiquetas:
Astarloa,
decadencia,
dopaje,
Vila,
Voigt
29 mayo, 2008
La novena vez del Mortirolo
Mientras crece el triunfalismo por la bastante probable victoria de Contador en el Giro de Italia -Lissavetzky ya ha anunciado que tiene billete para el domingo en Milán, el otro día dio órdenes de oro al Mérito deportivo hasta a Ocaña, que ganó el Tour en 1973 y lleva muerto catorce años: esa es su manera de defender el ciclismo, y no investigar la O.P-, el Mortirolo se acerca.
El Mortirolo no es un puerto como otro cualquiera. Desde la primera vez que se subió en 1990 (triunfo de Leonardo Sierra, con trayectoria similar a su paisano Rujano) sólo se ha subido en otras ocho ocasiones. Algunos pensarán que son bastantes, dado que el Angliru se ha subido en tres ocasiones desde 1999, pero es que el Angliru, ideado como el Mortirolo español, cuando no más duro que el Mortirolo (ejem), es un burdo remedo de la montaña-mito italiana. Es igual que cuando dicen Dresde, la Florencia del norte, Bucarest, la París del Este o Amsterdam, la Venecia del norte: en la propia frase se reconoce que jamás lo podrán igualar, ni mucho menos superar.
Como se ve en la imagen, la carretera sube por la ladera de un monte. No llega al final del valle y después cruza a otro valle, no: corta por el medio. En los estertores de la II Guerra Mundial, las tropas alemanas que resistieron el avance aliado tuvieron que huir a las carreras de la represión partisana, que tenía tomadas las cabeceras del valle. Imaginénse el panorama, también en mayo. En 1990 se subió por el lado contrario, mucho más suave. Al año siguiente Chioccioli atacó en el puerto, pero era una etapa de sólo 130 kms: llegó solo a meta, sentenciando el Giro. Los comentarios fueron unánimes: "es el puerto más duro que he visto nunca", dijo Lejarreta, con bastantes montañas en las piernas.
La terrible subida no volvió hasta 1994, en una etapa tantas veces comentada que no merece la pena abundar más. Quizás un detalle: Bugno, que estaba luchando por el podio, se quedó en las primeras rampas, y un joven compañero en el Polti le hizo toda la ascensión. Se llamaba Ivan Gotti y ganaría dos Giros de Italia. En 1996 ese mismo corredor ganaría la etapa del Mortirolo, en una cabalgada con Zaina, Ugrumov y Tonkov que destrozó a Olano, en otro lugar común de la mitología de foros de ciclismo, amas de casa y aficionados en general. Aquel año se subió el Gavia antes -sin asfaltar en gran parte de su recorrido-, 250 kms. de etapa. Una salvajada que se repitió al año siguiente, sin Gavia: Bugno, compañero de Tonkov, estuvo escapado 170 kms., pero fue cazado al inicio del puerto, que dejó en cabeza al del Mapei y Gotti, reciente maglia rosa. Hicieron toda la subida solos, y al final enlazó Belli. La etapa fue para Tonkov, mientras que cuarto y mejor del resto del pelotón fue -tachán, tachán- Rubiera. El Kelme. Qué tiempos.
En 1999 seguían siendo los mismos tiempos. No para Pantani, que no pudo tomar la salida, y la etapa se disputó en un clima de funeral anticipado, aunque este se retrasase hasta 2004. Ganó Heras -su primera y única victoria en el extranjero-, que se impuso en meta a Simoni y Gotti, que conquistaba el liderato a un día del final. Se puede afirmar que el Mortirolo es la montaña de Gotti, pero como es un corredor con muy mala fama y nulo recuerdo, rara vez se vende de esta manera. Algún día lo recuperarán. Están ustedes avisados. Y aquí se acabó el ciclo de oro del Mortirolo. En lo que va de década sólo se ha subido en dos ocasiones, a cada cual más espantosa.
En 2004 una etapa-churro de 122 kms., donde se escapó Simoni para torpedear a Cunego, y se llevó a Garzelli, ya escapado el día anterior en el Gavia. El Mortirolo se subió de salida, lo nunca visto. Vivione y Presolana, y fin: etapa para Garzelli, diferencias mínimas. Un churro de etapa, un ultraje a la montaña-mito. En 2006 algo parecido: un Basso metahumano subió el puerto silbando, traicionó a Simoni en la bajada, y acabó entrando en meta con la foto de su hija, uno de los momentos más patéticos del ciclismo, más si tenemos en cuenta que la Guardia Civil le había incautado 4´5 litros de sangre siete días antes. Actualmente cumple sanción.
Ya ven que el Mortirolo acumula mucha historia. ¿Un denominador común de las ocho subidas? Se decide el Giro. Por eso me parecen tan apresuradas las celebraciones en torno a Contador, del que no cabe ninguna duda que tiene aptitudes y certificados para pasar esa montaña con solvencia, pero que tampoco puede darse por ganador en una montaña donde han hincado la rodilla tantos campeones. Y si gana la etapa, pues será un digno sucesor de Basso.
***
Andre Greipel, que empezó la temporada ganando cuatro etapas del Down Under, gana la etapa de Locarno en el Giro. Bettini hizo de las suyas y casi se come una valla -y tira a todo el pelotón- al abrirse muchísimo en una curva esperando que después le dejasen paso: un macarra y un peligro sobre la bicicleta. Como consecuencia del susto, Greipel, que lanzaba el sprint para Cavendish, siguió a lo suyo y fue directo a la victoria, mientras su compañero celebraba la victoria. Menuda imagen. Ya les digo yo que el High Road anda mejor que el T-Mobile. Fíjense que hasta Ciolek gana un sprint en cuesta a ¡Weggman y Kroon!. Y siguiendo con Bettini, hoy intentará ganar la etapa que sale de un circuito mundialista (Mendrisio 2009) y acaba en el Mundial de este año, en Varese.
***
¿Chiclana? ¿Hoy Conil? Están cerca, pero también estaban cerca San Vincenzo y el restaurante en el incidente Lampre de febrero, y después eran 23 kms. Que se lo digan al pobre Patxi Vila, cazado un mes después.
***
Urraburu en su salsa. Dice "nunca ha tenido Alberto Contador un gran desfallecimiento". Increíble. Si hasta se cayó de la bici.
El Mortirolo no es un puerto como otro cualquiera. Desde la primera vez que se subió en 1990 (triunfo de Leonardo Sierra, con trayectoria similar a su paisano Rujano) sólo se ha subido en otras ocho ocasiones. Algunos pensarán que son bastantes, dado que el Angliru se ha subido en tres ocasiones desde 1999, pero es que el Angliru, ideado como el Mortirolo español, cuando no más duro que el Mortirolo (ejem), es un burdo remedo de la montaña-mito italiana. Es igual que cuando dicen Dresde, la Florencia del norte, Bucarest, la París del Este o Amsterdam, la Venecia del norte: en la propia frase se reconoce que jamás lo podrán igualar, ni mucho menos superar.
Como se ve en la imagen, la carretera sube por la ladera de un monte. No llega al final del valle y después cruza a otro valle, no: corta por el medio. En los estertores de la II Guerra Mundial, las tropas alemanas que resistieron el avance aliado tuvieron que huir a las carreras de la represión partisana, que tenía tomadas las cabeceras del valle. Imaginénse el panorama, también en mayo. En 1990 se subió por el lado contrario, mucho más suave. Al año siguiente Chioccioli atacó en el puerto, pero era una etapa de sólo 130 kms: llegó solo a meta, sentenciando el Giro. Los comentarios fueron unánimes: "es el puerto más duro que he visto nunca", dijo Lejarreta, con bastantes montañas en las piernas.
La terrible subida no volvió hasta 1994, en una etapa tantas veces comentada que no merece la pena abundar más. Quizás un detalle: Bugno, que estaba luchando por el podio, se quedó en las primeras rampas, y un joven compañero en el Polti le hizo toda la ascensión. Se llamaba Ivan Gotti y ganaría dos Giros de Italia. En 1996 ese mismo corredor ganaría la etapa del Mortirolo, en una cabalgada con Zaina, Ugrumov y Tonkov que destrozó a Olano, en otro lugar común de la mitología de foros de ciclismo, amas de casa y aficionados en general. Aquel año se subió el Gavia antes -sin asfaltar en gran parte de su recorrido-, 250 kms. de etapa. Una salvajada que se repitió al año siguiente, sin Gavia: Bugno, compañero de Tonkov, estuvo escapado 170 kms., pero fue cazado al inicio del puerto, que dejó en cabeza al del Mapei y Gotti, reciente maglia rosa. Hicieron toda la subida solos, y al final enlazó Belli. La etapa fue para Tonkov, mientras que cuarto y mejor del resto del pelotón fue -tachán, tachán- Rubiera. El Kelme. Qué tiempos.
En 1999 seguían siendo los mismos tiempos. No para Pantani, que no pudo tomar la salida, y la etapa se disputó en un clima de funeral anticipado, aunque este se retrasase hasta 2004. Ganó Heras -su primera y única victoria en el extranjero-, que se impuso en meta a Simoni y Gotti, que conquistaba el liderato a un día del final. Se puede afirmar que el Mortirolo es la montaña de Gotti, pero como es un corredor con muy mala fama y nulo recuerdo, rara vez se vende de esta manera. Algún día lo recuperarán. Están ustedes avisados. Y aquí se acabó el ciclo de oro del Mortirolo. En lo que va de década sólo se ha subido en dos ocasiones, a cada cual más espantosa.
En 2004 una etapa-churro de 122 kms., donde se escapó Simoni para torpedear a Cunego, y se llevó a Garzelli, ya escapado el día anterior en el Gavia. El Mortirolo se subió de salida, lo nunca visto. Vivione y Presolana, y fin: etapa para Garzelli, diferencias mínimas. Un churro de etapa, un ultraje a la montaña-mito. En 2006 algo parecido: un Basso metahumano subió el puerto silbando, traicionó a Simoni en la bajada, y acabó entrando en meta con la foto de su hija, uno de los momentos más patéticos del ciclismo, más si tenemos en cuenta que la Guardia Civil le había incautado 4´5 litros de sangre siete días antes. Actualmente cumple sanción.
Ya ven que el Mortirolo acumula mucha historia. ¿Un denominador común de las ocho subidas? Se decide el Giro. Por eso me parecen tan apresuradas las celebraciones en torno a Contador, del que no cabe ninguna duda que tiene aptitudes y certificados para pasar esa montaña con solvencia, pero que tampoco puede darse por ganador en una montaña donde han hincado la rodilla tantos campeones. Y si gana la etapa, pues será un digno sucesor de Basso.
***
Andre Greipel, que empezó la temporada ganando cuatro etapas del Down Under, gana la etapa de Locarno en el Giro. Bettini hizo de las suyas y casi se come una valla -y tira a todo el pelotón- al abrirse muchísimo en una curva esperando que después le dejasen paso: un macarra y un peligro sobre la bicicleta. Como consecuencia del susto, Greipel, que lanzaba el sprint para Cavendish, siguió a lo suyo y fue directo a la victoria, mientras su compañero celebraba la victoria. Menuda imagen. Ya les digo yo que el High Road anda mejor que el T-Mobile. Fíjense que hasta Ciolek gana un sprint en cuesta a ¡Weggman y Kroon!. Y siguiendo con Bettini, hoy intentará ganar la etapa que sale de un circuito mundialista (Mendrisio 2009) y acaba en el Mundial de este año, en Varese.
***
¿Chiclana? ¿Hoy Conil? Están cerca, pero también estaban cerca San Vincenzo y el restaurante en el incidente Lampre de febrero, y después eran 23 kms. Que se lo digan al pobre Patxi Vila, cazado un mes después.
***
Urraburu en su salsa. Dice "nunca ha tenido Alberto Contador un gran desfallecimiento". Increíble. Si hasta se cayó de la bici.
Etiquetas:
Alberto Contador,
Bettini,
Cavendish,
ciclismo,
Ciolek,
dopaje,
Greipel,
Lissavetzky,
Urraburu
28 mayo, 2008
Un brindis por la salud
Cuando Indurain participó en el Giro de 1992 también debutaba en la carrera, como Contador. A diferencia del madrileño, ya contaba con un bagaje de muchas grandes vueltas, y con algo en común: un Tour ganado. Sin embargo, el hombre que brinda con un extraño brebaje rosa está disputando ¡su tercera grande!. Y va camino de ganarla.
¿Estamos ante un fenómeno? Todo parece apuntar en esa dirección, la misma que indicó Bruyneel cuando dijo que podía ganar más Tours que Armstrong...Ya se verá. También Ullrich, precoz donde los haya, parecía predestinado a ganar mucho y muy extenso, y al final no fue para tanto. Lo que desconcierta de Contador es la cantidad de males que le aflijen: no ya el conocido cavernoma y el certificado médico que le permite tomar medicamentos contra la epilepsia diariamente -una historia que se está sacando a relucir muy poco durante este Giro-, sino su aproximación a la carrera rosa.
Como sabrán, el fenómeno de Pinto (o Barcarrota) ganó el País Vasco de principio a fin. Con clásicas belgas a la vuelta del calendario, se nos tuvo que quedar en casa por una afección bucodental. Si hemos de hacer caso a sus propias palabras ("Contador nunca miente", se ha escrito por ahí), este mismo mal casi echa al traste su conquista de las vascongadas. Mientras tanto, un corredor como Cunego ganaba en la Amstel. Entre muelas y dentistas, la siguiente noticia de nuestro protagonista es que estaba en las playas de Cádiz con su novia, disfrutando de unas merecidas vacaciones. En la SER llegan a afirmar de que "hay testigos", como si alguien lo hubiese llamado a declarar. Excusatio non petita...
Riccò, que de esto sabe la tira, hasta el punto de dejar a su padre tirado en el aeropuerto, dijo en la meta de Pescoconstanzo, cuando se dió cuenta de lo que había: "si, si, nella spiaggia di Madrid", riéndose del bulo. A Contador le ha pasado de todo en este Giro: primero se queda sin el mejor amigo del hombre, un Benjamín Noval llamado a última hora, que llegó a viajar a Sicilia para que un problema estomacal le impidiese tomar la salida. Indica bien claramente las intenciones del madrileño en este Giro que llamase a su fiel escudero; después se cae varias veces, una constante en su carrera deportiva, medie cavernoma, bajada del Col d´Eze o descenso de las Lagunas de Neila: siempre hay que besar el asfalto; después nos dicen que tiene una fisura en algo del brazo, y suponemos que se habrá soldado; por último, que es alérgico, y que en el último km. de la cronoescalada apenas podía respirar. ¡Pero bueno! ¡Si estaba todo nevado! ¡Todo alérgico sabe que la nieve es el bálsamo de Fierabrás de los moqueos, lagrimeos y dificultades respiratorias de la primavera! ¿Qué locura es esta?. "Contador nunca miente".
Volviendo a Indurain, conviene recordar que en 1992 tomó la salida con el extraño fin de apoyar a Jean-Françoise Bernard, que ese año había ganado P-N y Criterium. También para "entrenar de cara al Tour", cuando LeMond había puesto eso de moda. Acabó ganando, porque salió a ganar. Contador ha utilizado una estrategia muy similar, ocultando su auténtico estado de forma, logrado en las playas de Chiclana. O en Madrid, como dijo Riccò. Ahora dicen que va "a más", que ya está rodado. Miedo me dan los corredores que van a más en una carrera de tres semanas, y más como el Giro, con toda su dureza concentrada. Pero más miedo aún me dan los corredores que toman extraños brebajes entre el rojo y el rosa. Mucho miedo.
Por mi parte, le deseo toda la salud del mundo a Contador. Suerte no, que no la necesita.
¿Estamos ante un fenómeno? Todo parece apuntar en esa dirección, la misma que indicó Bruyneel cuando dijo que podía ganar más Tours que Armstrong...Ya se verá. También Ullrich, precoz donde los haya, parecía predestinado a ganar mucho y muy extenso, y al final no fue para tanto. Lo que desconcierta de Contador es la cantidad de males que le aflijen: no ya el conocido cavernoma y el certificado médico que le permite tomar medicamentos contra la epilepsia diariamente -una historia que se está sacando a relucir muy poco durante este Giro-, sino su aproximación a la carrera rosa.
Como sabrán, el fenómeno de Pinto (o Barcarrota) ganó el País Vasco de principio a fin. Con clásicas belgas a la vuelta del calendario, se nos tuvo que quedar en casa por una afección bucodental. Si hemos de hacer caso a sus propias palabras ("Contador nunca miente", se ha escrito por ahí), este mismo mal casi echa al traste su conquista de las vascongadas. Mientras tanto, un corredor como Cunego ganaba en la Amstel. Entre muelas y dentistas, la siguiente noticia de nuestro protagonista es que estaba en las playas de Cádiz con su novia, disfrutando de unas merecidas vacaciones. En la SER llegan a afirmar de que "hay testigos", como si alguien lo hubiese llamado a declarar. Excusatio non petita...
Riccò, que de esto sabe la tira, hasta el punto de dejar a su padre tirado en el aeropuerto, dijo en la meta de Pescoconstanzo, cuando se dió cuenta de lo que había: "si, si, nella spiaggia di Madrid", riéndose del bulo. A Contador le ha pasado de todo en este Giro: primero se queda sin el mejor amigo del hombre, un Benjamín Noval llamado a última hora, que llegó a viajar a Sicilia para que un problema estomacal le impidiese tomar la salida. Indica bien claramente las intenciones del madrileño en este Giro que llamase a su fiel escudero; después se cae varias veces, una constante en su carrera deportiva, medie cavernoma, bajada del Col d´Eze o descenso de las Lagunas de Neila: siempre hay que besar el asfalto; después nos dicen que tiene una fisura en algo del brazo, y suponemos que se habrá soldado; por último, que es alérgico, y que en el último km. de la cronoescalada apenas podía respirar. ¡Pero bueno! ¡Si estaba todo nevado! ¡Todo alérgico sabe que la nieve es el bálsamo de Fierabrás de los moqueos, lagrimeos y dificultades respiratorias de la primavera! ¿Qué locura es esta?. "Contador nunca miente".
Volviendo a Indurain, conviene recordar que en 1992 tomó la salida con el extraño fin de apoyar a Jean-Françoise Bernard, que ese año había ganado P-N y Criterium. También para "entrenar de cara al Tour", cuando LeMond había puesto eso de moda. Acabó ganando, porque salió a ganar. Contador ha utilizado una estrategia muy similar, ocultando su auténtico estado de forma, logrado en las playas de Chiclana. O en Madrid, como dijo Riccò. Ahora dicen que va "a más", que ya está rodado. Miedo me dan los corredores que van a más en una carrera de tres semanas, y más como el Giro, con toda su dureza concentrada. Pero más miedo aún me dan los corredores que toman extraños brebajes entre el rojo y el rosa. Mucho miedo.
Por mi parte, le deseo toda la salud del mundo a Contador. Suerte no, que no la necesita.
Etiquetas:
Alberto Contador,
Indurain
27 mayo, 2008
Contador hipoteca el Giro
Por fin se pudo disputar la etapa de Plan de Corones. ¿Para esto tanta espera? Fue una patata. Subida con descansillos, ideada como una pálida imitación de la cronoescalada a Alpe D´Huez de 2004: no faltaban las curvas con los ganadores del Giro. Muchas partes sin gente, gajes de poner la etapa un lunes. Incluso a tres kms. para meta se veían calvas en el público. Y en cuanto al sterrato...pues bueno, un folkclorismo más. Como los alpini -un cuerpo paramilitar italiano, casposo a no poder más- encargados de la seguridad, con su pluma en la gorra.
Salvo con Menchov y Di Luca, las diferencias entre favoritos no fueron tan terribili como anunciaban. Si lo fue para los ¡seis! fuera de control. Magro balance. A inventar otra cosa. Que pregunten al de la Vuelta, siempre ingenioso para sacar de la chistera la aplicación mágica que salve el ciclismo. De momento, ayer salvó la etapa Pellizotti, que con un gran rendimiento en la parte final superó por 6" a Sella. Miren lo que escribe el siempre pusilánime y comedido Arribas -se negó a investigar ni siquiera uno de los códigos de la O.P- para que vean hasta que punto canta lo del CSF-Navigare.
Tercero fue Simoni, en la única fracción de montaña donde ha sacado tiempo a sus similares. Conjugado con la crono de Urbino, el veterano italiano se mantiene en la pomada por sus habilidades contra el reloj, maravillas del ciclismo. Y cuarto Contador, que sólo cedió 5" al bicampeón y eterno piazzato. El madrileño subió agilísimo, probablemente el que más, y en el sterrato fue muy tranquilo. Una vez más, dió la sensación de no exprimirse a fondo. Riccò a 30" y Bruseghin ya a más de 1´. Contador tiene hipotecado el Giro a falta del Mortirolo, que no es cosa banal.
A priori sólo cuenta con 41" sobre Riccò -que irá a por bonificaciones en las metas de las etapas de Locarno y Varese- y 1´21" sobre Simoni. Bruseghin, cuarto, está a 2´, y son los demás (Pellizotti, DiLuca, Menchov) los que tienen que preocuparse por la plaza en el podio que tiene asegurada como pase el Mortirolo sin muchas pérdidas. Vigilando posibles escapadas en las tres etapas anteriores con su potente equipo, Contador tiene que pensar en el sábado. Hoy reconocerá la etapa, la primera que conocerá con anticipo en todo este Giro. Gavia, Mortirolo y Aprica, un recorrido mítico del ciclismo.
Ayer en El Larguero, entre el Bizconde y Perico Probenecid, le fueron dando consejos, a cada cual más espantoso. Mejor sería que le contasen a Contador que en el Mortirolo el ciclismo español dejó de ganar un Giro y perdió otro: en 1994, en la etapa-mito de Induráin, Berzin y Pantani, y en 1996, cuando Olano con maglia rosa se dejó el Giro; que le digan también que puedes coronar el Mortirolo con 1´perdido sobre el grupo delantero, pero que en la bajada y en Aprica esa diferencia puede pasar a 4´, porque los puertos únicos como el coloso italiano te funden en la subida, pero te rematan en la bajada; y que de nada sirve la crono final si te dejas en ese día, precisamente el día más propicio que existe para ello, una minutada de órdago.
Por supuesto, no le dijeron nada de eso. Intentaron un prontuario: si sale Di Luca, le dejas ir; si sale este otro, a rueda; y bla-bla-bla. Supongo que Bruyneel será más hábil. Y esperemos que Contador, que ha demostrado una cabeza fría nunca vista hasta este Giro -ningún ataque loco, ningún descenso loco de esos suyos que acaban en caída, ningún "Astana al Tour" señalando la pechera-, no la pierda en el Mortirolo cuando se vayan por delante. El puerto más bonito del ciclismo se sube a ritmo, ha sido así siempre, incluso en los años más crudos del hematocrito al 60%. A ritmo, y van cayendo todos, incluso los que tomaron unos metros de ventaja. Decía que Contador tiene hipotecado el Giro, que no ganado: nadie puede decir que tiene una carrera ganada cuando todavía no se ha subido el Mortirolo. Es el problema de las hipotecas, cuando fallas: te das cuenta de que el piso no es tuyo, es del banco, y te dejan sin el. Que Contador lo haga mejor que el gran Miguel en 1994 y que Olano en 1996.
***
Hoy el periódico 20 Minutos, el más leído de España y con mucha más calidad que muchos de pago, dedica gran parte de su portada a Contador y la cronoescalada. No es una excepción: dan habitualmente todos los resultados de ciclismo, siempre con el adecuado resalte, y los periodistas que se encargan se nota que están en el ajo. Felicidades sinceras. Y también me gustaría indicar el teletexto -el internet de los pobres- de Cuatro, que todos los días publica los resultados de la etapa y de la general con una rapidez extrema en las páginas 291 y 292. Vamos, su actitud es mucho más loable que los advenidizos de la SER, que viendo lo que va a montar Contador, acaban de enviar a un periodista y Anselmo Fuerte de viaje a Italia, cuando este año los habían quitado de presupuesto. El Bizconde criticaba a García por haber hecho lo propio en la final de Roland Garros de Arancha Sánchez-Vicario en 1989, y mira donde estamos: no hay peor tirano que el que ha sido esclavo.
Salvo con Menchov y Di Luca, las diferencias entre favoritos no fueron tan terribili como anunciaban. Si lo fue para los ¡seis! fuera de control. Magro balance. A inventar otra cosa. Que pregunten al de la Vuelta, siempre ingenioso para sacar de la chistera la aplicación mágica que salve el ciclismo. De momento, ayer salvó la etapa Pellizotti, que con un gran rendimiento en la parte final superó por 6" a Sella. Miren lo que escribe el siempre pusilánime y comedido Arribas -se negó a investigar ni siquiera uno de los códigos de la O.P- para que vean hasta que punto canta lo del CSF-Navigare.
Tercero fue Simoni, en la única fracción de montaña donde ha sacado tiempo a sus similares. Conjugado con la crono de Urbino, el veterano italiano se mantiene en la pomada por sus habilidades contra el reloj, maravillas del ciclismo. Y cuarto Contador, que sólo cedió 5" al bicampeón y eterno piazzato. El madrileño subió agilísimo, probablemente el que más, y en el sterrato fue muy tranquilo. Una vez más, dió la sensación de no exprimirse a fondo. Riccò a 30" y Bruseghin ya a más de 1´. Contador tiene hipotecado el Giro a falta del Mortirolo, que no es cosa banal.
A priori sólo cuenta con 41" sobre Riccò -que irá a por bonificaciones en las metas de las etapas de Locarno y Varese- y 1´21" sobre Simoni. Bruseghin, cuarto, está a 2´, y son los demás (Pellizotti, DiLuca, Menchov) los que tienen que preocuparse por la plaza en el podio que tiene asegurada como pase el Mortirolo sin muchas pérdidas. Vigilando posibles escapadas en las tres etapas anteriores con su potente equipo, Contador tiene que pensar en el sábado. Hoy reconocerá la etapa, la primera que conocerá con anticipo en todo este Giro. Gavia, Mortirolo y Aprica, un recorrido mítico del ciclismo.
Ayer en El Larguero, entre el Bizconde y Perico Probenecid, le fueron dando consejos, a cada cual más espantoso. Mejor sería que le contasen a Contador que en el Mortirolo el ciclismo español dejó de ganar un Giro y perdió otro: en 1994, en la etapa-mito de Induráin, Berzin y Pantani, y en 1996, cuando Olano con maglia rosa se dejó el Giro; que le digan también que puedes coronar el Mortirolo con 1´perdido sobre el grupo delantero, pero que en la bajada y en Aprica esa diferencia puede pasar a 4´, porque los puertos únicos como el coloso italiano te funden en la subida, pero te rematan en la bajada; y que de nada sirve la crono final si te dejas en ese día, precisamente el día más propicio que existe para ello, una minutada de órdago.
Por supuesto, no le dijeron nada de eso. Intentaron un prontuario: si sale Di Luca, le dejas ir; si sale este otro, a rueda; y bla-bla-bla. Supongo que Bruyneel será más hábil. Y esperemos que Contador, que ha demostrado una cabeza fría nunca vista hasta este Giro -ningún ataque loco, ningún descenso loco de esos suyos que acaban en caída, ningún "Astana al Tour" señalando la pechera-, no la pierda en el Mortirolo cuando se vayan por delante. El puerto más bonito del ciclismo se sube a ritmo, ha sido así siempre, incluso en los años más crudos del hematocrito al 60%. A ritmo, y van cayendo todos, incluso los que tomaron unos metros de ventaja. Decía que Contador tiene hipotecado el Giro, que no ganado: nadie puede decir que tiene una carrera ganada cuando todavía no se ha subido el Mortirolo. Es el problema de las hipotecas, cuando fallas: te das cuenta de que el piso no es tuyo, es del banco, y te dejan sin el. Que Contador lo haga mejor que el gran Miguel en 1994 y que Olano en 1996.
***
Hoy el periódico 20 Minutos, el más leído de España y con mucha más calidad que muchos de pago, dedica gran parte de su portada a Contador y la cronoescalada. No es una excepción: dan habitualmente todos los resultados de ciclismo, siempre con el adecuado resalte, y los periodistas que se encargan se nota que están en el ajo. Felicidades sinceras. Y también me gustaría indicar el teletexto -el internet de los pobres- de Cuatro, que todos los días publica los resultados de la etapa y de la general con una rapidez extrema en las páginas 291 y 292. Vamos, su actitud es mucho más loable que los advenidizos de la SER, que viendo lo que va a montar Contador, acaban de enviar a un periodista y Anselmo Fuerte de viaje a Italia, cuando este año los habían quitado de presupuesto. El Bizconde criticaba a García por haber hecho lo propio en la final de Roland Garros de Arancha Sánchez-Vicario en 1989, y mira donde estamos: no hay peor tirano que el que ha sido esclavo.
26 mayo, 2008
Contador, rosa en los Dolomitas
Quizás alguien se acuerde. En 2003, tras ser severamente vapuleado en Dauphinè, Lance Armstrong denunció ante la UCI, por su propia iniciativa, que se investigase el uso de derivados de plasma vacuno en el pelotón. Sabía de lo que hablaba, y concretó mucho su denuncia. Hace unos días, Kloden dijo en una entrevista que llevaba 20 controles pasados este año, que le gustaría saber cúantos pasan los equipos continentales, "especialmente ese de Priamo". No dijo el equipo, pero era el CSF-Navigare.
La victoria de Priamo en Peschici no tuvo, en apariencia, nada especial. Una larga escapada, primera semana, y un corredor anónimo remata en meta. Algo debió ver el sabio alemán, toda una vida en T-Mobile y ahora en Astana, para decir ese nombre y ese equipo. Como Armstrong, que hasta especificaba cúal era el tipo de dopaje. El equipo italiano dijo que se querellaría, pero Kloden no rectificó. Este fin de semana dolomítico ha dado la razón al alemán, y hemos asistido a un ejemplo del ciclismo a dos velocidades con el se titulaba el anterior post.
El sábado Emmanuelle Sella, que en la etapa de Pescoconstanzo fue tercero y entró en meta llorando por un pinchazo que lo borró del juego -lagrimones y gimoteos de niño, fue patético-, se marcó una escapada de 185 kms, los 50 últimos en solitario, para ganar en la cima de Pratonevoso con 7´30" sobre los favoritos. Empezó a subir el puerto con 9´de ventaja. La última vez que se vió una fuga de esa distancia en el Giro fue cuando Koldo Gil ganó en Prato subiendo el Sanmomme. Saquen ustedes mismos las conclusiones, que ya son todos mayorcitos. Entre los favoritos asistimos a un curioso espectáculo, raras veces visto. La etapa no fue excesivamente rápida, ni el ritmo alto. Los comentaristas italianos (Bulbarelli y Cassani), a cinco kms. de meta, se tiraban de los pelos ante la falta de ataques. De repente...
Empezaron a descolgarse corredores. A un ritmo constante, como si el gran Induráin estuviese poniendo la marcheta, el grupo de favoritos se deshacía. ¿Y quien tiraba? Nadie. En cabeza se relevaban unos y otros, más para estar delante que para hacer algo. Fue precioso. Creo que el ciclismo, limpiamente entendido, tiene que ser algo parecido. No había nadie superior a nadie, el que ganaba unos metros los perdía poco después, en meta las diferencias fueron escasísimas, y el único beneficiado fue Menchov. Se ve pocas veces algo parecido. Era la plasmación del deporte de resistencia que es el ciclismo. Doscientos y pico kms. en la piernas no pueden traducirse en que alguien llegue al último puerto con ganas de batalla: simplemente llegar, esa era la consigna. Y todos los favoritos estuvieron en esas. Que no sea la última vez.
Y no lo fue. El domingo carrusel dolomítico, con final en la Marmolada. De nuevo Sella escapado, y en el grupo perseguidor dos compañeros como Baliani y Cuapio. Escandaloso. El pequeño escalador italiano volvió a ganar manteniendo sus diferencias, y el segundo en meta fue su también compañero Pozzovivo, el único que saliendo del grupo de favoritos se subió el superpuerto por delante. CSF-Navigare, las dos etapas dolomíticas, doblete en la Marmolada. Como el Selle Italia de Parra y Rujano en el Giro 2005. Que alguien haga algo, por favor.
Con el resto de corredores, porque ya está bien de narrar las hazañas de robots, se repitió el bonito espectáculo del sábado. No había nadie más fuerte que otro. Si acaso Riccò, que pudo hacer tres cambios de ritmo que le reportaron un estrecho margen en meta. Di Luca fue de menos a más, Menchov subió maravillosamente bien un puerto que no es para el, y hemos conocido a un Contador paciente, que sabe aguantar y no cebarse: le vendrá bien en el Mortirolo. El madrileño ya es líder del Giro, honor que rozó el sábado y que se escapó por 5". Tiene 33" sobre Riccò, 55" sobre Di Luca, 1´18" sobre Bruseghin, 1´20" sobre Menchov y 1´26" sobre Simoni. De cara a la cronoescalada de hoy se prevén pocos cambios, y más viendo la igualdad de las dos etapas anteriores. Los Dolomitas han dejado descartados a Pellizotti, Leipheimer, Savoldelli y sorpresa, sorpresa, a Kloden. Estos corredores se jugaran el Giro de Italia, siempre y cuando les dejen los del CSF Pozzovivo (9º, a 4´04") y Sella (10º, a 4´41"). Ellos, y las autoridades deportivas.
***
La vergüenza de la Volta es la vergüenza del ciclismo. La general ha ido para César Veloso, del Karpin. Dio la vuelta a la general en una etapa de 120 kms, apenas 2h y 20´en la bici. Es la primera vez que un equipo continental gana una carrera del prestigio -decadente, pero todavía nominal a efectos de baremo UCI- de la cita catalana. Les dije hace una semana que el favorito era Ezequiel Mosquera. Ganó un compañero. Ciclismo a dos velocidades, pero algunos saben aprovechar su reprise de más, y aquí nadie dice ni mú. Ahí quedará en el historial, junto a Pecharromán. Si el próximo año no se celebra la Volta será un favor.
Etiquetas:
Alberto Contador,
CSF-Navigare,
decadencia,
dopaje,
Karpin,
Kloden,
Pozzovivo,
Ricco,
Sella,
Veloso
23 mayo, 2008
Ciclismo a dos velocidades
Hoy se cumplen dos años de la Operación Puerto. Cada uno hace sus balances, algunos tan impresentables -en cuanto a escritura y contenido- como este. Tampoco hay mucho balance que hacer, y ya saben que el mundo se reparte entre los que ven el vaso medio lleno y los que ven el mismo vaso medio vacío. Dos años después, con Ullrich retirado y Basso sancionado, los únicos ciclistas que no han recibido ningún castigo han sido los españoles, país donde se desarrollo la operación antidopaje y de donde son el 95% de los implicados.
Muchos han encontrado refugio en la periferia, bien sea en Portugal, Colombia o Kazajastán. Precisamente en el país vecino se ha desarrollado en los últimos días una versión lusa de la Operación Puerto, centrada contra el MSS-Milanezza. Esta vez no ha sido por la denuncia de un arrepentido como Manzano, sino por la muerte en plena carrera de un chaval de 26 años, que ya tiene narices morirse con 26 años. Al principio hablaron de una caída, algo frecuente en las carreras portuguesas, ahora parece que se le paró el corazón cuando llevaba 33 kms. de competición. Y a partir de ahí se inició la operación policial, que ha revelado que los ciclistas se guardaban las bolsas de sangre en casa, se supone que aprovechando la tendencia luso-galaica a tener un arcón congelador en casa para guardar los despieces del cerdo. Y no es bueno que el cerdo este solo en la nevera.
Su equipo había arrasado en la Vuelta a Asturias, donde colocaron a tres corredores en los tres cajones del podio, algo muy infrecuente en el ciclismo. Y más si es un equipo portugués compitiendo fuera de su país. Al final, la Operación Puerto ha tenido una consecuencia muy evidente, más allá de las suertes personales de Goku, Birillo o Urko, que anda por ahí todo enfermito y dándose de baja en cualquier carrera, que el pobre pilla cualquier resfríado y virus ambulante. La consecuencia es un ciclismo de dos velocidades.
Mientras los equipos ProTour están fritos a controles, y aún así caen pánfilos como Vila, los continentales disfrutan de mayor margen de actuación, y aprovechan cualquier oportunidad del calendario para demostrarlo. Lo decía Gárate en una entrevista antes del Giro: "la carrera la llevaran los equipos continentales, porque tienen muy buenos corredores". Hombre, Di Luca y Savoldelli son buenos corredores, que duda cabe, ¿pero Bosisio, Dall´Antonia, Pietropolli, Kritsov y tantos otros nombres que han protagonizado en un 90% las numerosas fugas de este Giro? Y ya verán ahora que se acerca la montaña, tradicional escenario de los mayores desmayos y los mayores travestismos de corredores.
En España pasa algo parecido, no se olviden de que en el País Vasco, la carrera española con mejor participación y a una semana de las Ardenas, uno de los momentos cumbres de la temporada, un corredor continental estuvo disputando t-o-d-a-s las etapas hasta que se cayó, que si no estaba en el podio final. E incluso ganó en una ocasión a los mejores corredores del mundo. El jefe de filas de ese equipo se ha desgraciado la clavícula en la Volta, pero su lugarteniente Cesar Veloso está ahí, bregándose para ganar la carrera, una cita que está dominada por....los equipos franceses. Y también corredores franceses, conocidos en su casa y la Copa de Francia hasta ayer mismo. Se ha producido una igualación por arriba, y los de abajo no se han detenido.
Así está el ciclismo hoy día. Ahora que nos acercamos a los momentos de mayor esfuerzo, empiezan a salir los casos de dopaje. El primero de la temporada ha vuelto a corresponder a un vasco, el ya citado Vila, digno heredero de Aketza Peña, el pionero del año pasado. Me dirán que es casualidad. Yo les diré que el azar es una ley de causalidad de la que desconocemos sus mecanismos. Ya ha sido cazado el primer palomo mensajero, el padre de Andrea Molletta. Y ya ha salido el primer escándalo de dopaje masivo de un equipo, el MSS-Milanezza. Así está el ciclismo, dos años después de la Operación Puerto. Con una novedad: dos muertos encima de la mesa, los dos con licencias en activo, Valentino Fois y Bruno Neves. Ahora lean el artículo de Urraburu enlazado arriba, piensen en lo de "ya no se acuerda nadie" y piensen en la familia de los finados. Feliz aniversario a todos, a estos y los que vendrán.
***
Ayer en el Giro Bennati volvió a ganar por un tubular, como en San Vincenzo. Esta vez el damnificado fue Cavendish. Llovió a mares de nuevo, y para el tríptico montañoso se prevé agua y frío, lo que en los Dolomitas se llama nieve. Con suerte, a la segunda vez que se anule Plan de Corones dejarán de dar la murga con esa charlotada de subida, más propia del mountain-bike. Lo bueno de tanta lluvia es la excusa ya está hecha, como Indurain en 1996: "Ha llovido mucho y las piernas se han resentido del paso del llano a la montaña". Para hoy otro sprint, y más lluvia.
***
En la Volta otro francés sucede a Dessel, que perdió en meta un par de minutos. La etapa fue para Fedrigo, un buen corredor que ya ha ganado en Plouay y en el Tour, y la general está comandada por Pauriol, del Credit Agricole. Ayer fue segundo en meta Botcharov, un clásico que lleva toda la vida en Francia. Es la Volta a France. En la general está segundo Zubeldia, a 7". Sería un digno ganador. Además, la carrera catalana siempre es la joya de la corona en el palmarés de corredores que nunca han ganado nada, como Escartín, Popovych o Beloki. Uhm...bien pensado, hasta estos han ganado más que Zubeldia. No, mejor que gane Pauriol, que tiene este peaso palmarés.
Muchos han encontrado refugio en la periferia, bien sea en Portugal, Colombia o Kazajastán. Precisamente en el país vecino se ha desarrollado en los últimos días una versión lusa de la Operación Puerto, centrada contra el MSS-Milanezza. Esta vez no ha sido por la denuncia de un arrepentido como Manzano, sino por la muerte en plena carrera de un chaval de 26 años, que ya tiene narices morirse con 26 años. Al principio hablaron de una caída, algo frecuente en las carreras portuguesas, ahora parece que se le paró el corazón cuando llevaba 33 kms. de competición. Y a partir de ahí se inició la operación policial, que ha revelado que los ciclistas se guardaban las bolsas de sangre en casa, se supone que aprovechando la tendencia luso-galaica a tener un arcón congelador en casa para guardar los despieces del cerdo. Y no es bueno que el cerdo este solo en la nevera.
Su equipo había arrasado en la Vuelta a Asturias, donde colocaron a tres corredores en los tres cajones del podio, algo muy infrecuente en el ciclismo. Y más si es un equipo portugués compitiendo fuera de su país. Al final, la Operación Puerto ha tenido una consecuencia muy evidente, más allá de las suertes personales de Goku, Birillo o Urko, que anda por ahí todo enfermito y dándose de baja en cualquier carrera, que el pobre pilla cualquier resfríado y virus ambulante. La consecuencia es un ciclismo de dos velocidades.
Mientras los equipos ProTour están fritos a controles, y aún así caen pánfilos como Vila, los continentales disfrutan de mayor margen de actuación, y aprovechan cualquier oportunidad del calendario para demostrarlo. Lo decía Gárate en una entrevista antes del Giro: "la carrera la llevaran los equipos continentales, porque tienen muy buenos corredores". Hombre, Di Luca y Savoldelli son buenos corredores, que duda cabe, ¿pero Bosisio, Dall´Antonia, Pietropolli, Kritsov y tantos otros nombres que han protagonizado en un 90% las numerosas fugas de este Giro? Y ya verán ahora que se acerca la montaña, tradicional escenario de los mayores desmayos y los mayores travestismos de corredores.
En España pasa algo parecido, no se olviden de que en el País Vasco, la carrera española con mejor participación y a una semana de las Ardenas, uno de los momentos cumbres de la temporada, un corredor continental estuvo disputando t-o-d-a-s las etapas hasta que se cayó, que si no estaba en el podio final. E incluso ganó en una ocasión a los mejores corredores del mundo. El jefe de filas de ese equipo se ha desgraciado la clavícula en la Volta, pero su lugarteniente Cesar Veloso está ahí, bregándose para ganar la carrera, una cita que está dominada por....los equipos franceses. Y también corredores franceses, conocidos en su casa y la Copa de Francia hasta ayer mismo. Se ha producido una igualación por arriba, y los de abajo no se han detenido.
Así está el ciclismo hoy día. Ahora que nos acercamos a los momentos de mayor esfuerzo, empiezan a salir los casos de dopaje. El primero de la temporada ha vuelto a corresponder a un vasco, el ya citado Vila, digno heredero de Aketza Peña, el pionero del año pasado. Me dirán que es casualidad. Yo les diré que el azar es una ley de causalidad de la que desconocemos sus mecanismos. Ya ha sido cazado el primer palomo mensajero, el padre de Andrea Molletta. Y ya ha salido el primer escándalo de dopaje masivo de un equipo, el MSS-Milanezza. Así está el ciclismo, dos años después de la Operación Puerto. Con una novedad: dos muertos encima de la mesa, los dos con licencias en activo, Valentino Fois y Bruno Neves. Ahora lean el artículo de Urraburu enlazado arriba, piensen en lo de "ya no se acuerda nadie" y piensen en la familia de los finados. Feliz aniversario a todos, a estos y los que vendrán.
***
Ayer en el Giro Bennati volvió a ganar por un tubular, como en San Vincenzo. Esta vez el damnificado fue Cavendish. Llovió a mares de nuevo, y para el tríptico montañoso se prevé agua y frío, lo que en los Dolomitas se llama nieve. Con suerte, a la segunda vez que se anule Plan de Corones dejarán de dar la murga con esa charlotada de subida, más propia del mountain-bike. Lo bueno de tanta lluvia es la excusa ya está hecha, como Indurain en 1996: "Ha llovido mucho y las piernas se han resentido del paso del llano a la montaña". Para hoy otro sprint, y más lluvia.
***
En la Volta otro francés sucede a Dessel, que perdió en meta un par de minutos. La etapa fue para Fedrigo, un buen corredor que ya ha ganado en Plouay y en el Tour, y la general está comandada por Pauriol, del Credit Agricole. Ayer fue segundo en meta Botcharov, un clásico que lleva toda la vida en Francia. Es la Volta a France. En la general está segundo Zubeldia, a 7". Sería un digno ganador. Además, la carrera catalana siempre es la joya de la corona en el palmarés de corredores que nunca han ganado nada, como Escartín, Popovych o Beloki. Uhm...bien pensado, hasta estos han ganado más que Zubeldia. No, mejor que gane Pauriol, que tiene este peaso palmarés.
22 mayo, 2008
Es país para viejos
En Italia son todo viejos: su clase política, sus monumentos y aportaciones artísticas, y también sus ciclistas. Ayer ganó un veteranissimo como Bertolini, antiguo sprinter convertido a todoterreno con solvencia en la montaña. Y no es el único, porque Rebellin está haciendo el mejor Giro desde 1996, y eso que lleva en forma desde febrero, en lo que probablemente está siendo su campaña más regular. Sumemos a estos dos nombres otros que aspiran a ganar el Giro como Simoni o Savoldelli -y menos mal que Garzelli no participa- y ya tendrán el panorama completo: en Italia tienen la fuente de la eterna juventud.
Aficionado con mucho renombre, Bertolini pasó a profesionales en 1994 con el Carrera de Pantani, Luttemberger y Chiappucci, famosa fábrica de sputniks. Tras dos años sin ganar nada, pasa en 1996 al Brescialat, donde se impone en una etapa de la Bicicleta Vasca, que era cuando la carrera todavía tenía prestigio y no la ganaba Zaballa. Al año siguiente cambia de nuevo al MG en su última temporada, logrando un salto cualitativo con la París-Bruselas. Nuevo cambio al Cofidis, en el año mágico de los franceses de 1998 (Julich podio en el Tour, Gaumont, Rinero, buffff). En 1999 cambia al Mobilvetta, un equipo de tercera categoría. En el 2000, cómo no, vuelve a cambiar al Alessio, ganando un par de carreras menores. Se queda hasta el año 2005, cuando cambia al Domina Vacanze, y en todo ese período gana el Giro del Piamonte en 2003 como lo más destacado. En el equipo de las cebras obtiene el Sabatini pero, especialista en cambiar de equipos, el patrocinador cierra el grifo y cambia para 2006 al Selle Italia, donde sigue.
Fíjense que cambio. De ser otro muñeco roto pasa a ganar, en 2007, cinco carreras, y acaba como líder del ProTour Europa. Con 35 años. Placci, Veneto, Agostoni, Apenino, etapa en la Semana Internacional, y segundo en los Tres Valles Varesinos y el Matteoti. Sin embargo, su actuación más destacada tiene lugar en el Mundial de Stuttgart, donde estuvo tirando, escapado y haciendo lo que fuese falta durante seis horas y media. Vamos, que venía a este Giro con la idea fija de ganar lo que no había logrado en sus muchos años de profesional: una etapa en la ronda nacional. Ayer lo logró, y lo hubiese logrado aunque a Baliani y Lastras no les hubiese afectado la caída del primero. Arribas, muy irónico, lo califica de "bien alimentado". Y tanto. Está en el equipo que en 2005 arrasó en las montañas con Rujano y Parra. De estos dos poco se volvió a saber, en 2006 tuvo que retirar a otro viejuno como Belli en plena carrera cuando estaba luchando por el podio (¡¡!!) y en 2007 el Giro ni les invitó, para gran desazón de su mánager Gianni Savio, un especie de Belda con parmesano. Bien alimentado, como se puede ver en sus brazos, y no solo por Lastras.
El resto de corredores pasó la jornada como pudo, entre carreteras estrechas y angostas, muchos nervios, y un recorrido de esos que le gustaban a Manolón en el Tour, perfecto para enviar a tres robots por delante y después colgarse todas las medallas que le correspondían al médico. No pasó nada. Caídas, el desgaste normal en un deporte de resistencia como el ciclismo y ahora dos etapas llanas-llanas para poder "alimentarse bien" antes de la montaña. A ver si otro abuelo como Bettini consigue su etapa.
***
En Cataluña, el ex-líder del Tour Cyrill Dessel se lleva la etapa reina, con suficiente ventaja y equipo (Riblon y Efimkin muy en forma) para ganar la carrera. ExPhonak, saltó a la fama en 2006 en la etapa de Pau, donde vimos a Mercado por última vez antes de su abandono de la profesión esta temporada, a una edad muy joven. También es bastante conocido porque acabó ese Tour en 7º lugar, y eso que era gregario de Mancebo hasta 24 horas antes de la carrera. Cosas del ciclismo. Por cierto, es sordomudo y no se descarta el consabido certificado médico, por eso del equilibrio. Le siguieron en los honores de la etapa de ayer, a 34", Brajkovic, Pauriol, Jufré, Uran y Zubeldia. No, no es la Vuelta a Su Pueblo. Es la Volta a Cataluña, 78 ediciones, ProTour. Y mejor no miren los nombres de la general.
***
En un gran ronda, los casos de dopaje empiezan de forma periférica. Como el de Sinkewitz el año pasado en el Tour, cazado en un entrenamiento. Ayer no salió Molletta, fiel gregario de Rebellin que el año pasado se estampó contra una farola en la San Remo, rompiéndose por varias partes. Resulta que el nombre de su padre ha salido en una investigación antidoping. El patrón del Gerolsteiner, muy sensibilizado con el tema, ha tomado cartas en el asunto. ¡Qué manía de poner la dirección en el paquete-bomba de ex-ciclistas -Bugno-, novias -Kloden- o el padre! ¡Eso es tomar cartas en el asunto! ¡Y direcciones!
Aficionado con mucho renombre, Bertolini pasó a profesionales en 1994 con el Carrera de Pantani, Luttemberger y Chiappucci, famosa fábrica de sputniks. Tras dos años sin ganar nada, pasa en 1996 al Brescialat, donde se impone en una etapa de la Bicicleta Vasca, que era cuando la carrera todavía tenía prestigio y no la ganaba Zaballa. Al año siguiente cambia de nuevo al MG en su última temporada, logrando un salto cualitativo con la París-Bruselas. Nuevo cambio al Cofidis, en el año mágico de los franceses de 1998 (Julich podio en el Tour, Gaumont, Rinero, buffff). En 1999 cambia al Mobilvetta, un equipo de tercera categoría. En el 2000, cómo no, vuelve a cambiar al Alessio, ganando un par de carreras menores. Se queda hasta el año 2005, cuando cambia al Domina Vacanze, y en todo ese período gana el Giro del Piamonte en 2003 como lo más destacado. En el equipo de las cebras obtiene el Sabatini pero, especialista en cambiar de equipos, el patrocinador cierra el grifo y cambia para 2006 al Selle Italia, donde sigue.
Fíjense que cambio. De ser otro muñeco roto pasa a ganar, en 2007, cinco carreras, y acaba como líder del ProTour Europa. Con 35 años. Placci, Veneto, Agostoni, Apenino, etapa en la Semana Internacional, y segundo en los Tres Valles Varesinos y el Matteoti. Sin embargo, su actuación más destacada tiene lugar en el Mundial de Stuttgart, donde estuvo tirando, escapado y haciendo lo que fuese falta durante seis horas y media. Vamos, que venía a este Giro con la idea fija de ganar lo que no había logrado en sus muchos años de profesional: una etapa en la ronda nacional. Ayer lo logró, y lo hubiese logrado aunque a Baliani y Lastras no les hubiese afectado la caída del primero. Arribas, muy irónico, lo califica de "bien alimentado". Y tanto. Está en el equipo que en 2005 arrasó en las montañas con Rujano y Parra. De estos dos poco se volvió a saber, en 2006 tuvo que retirar a otro viejuno como Belli en plena carrera cuando estaba luchando por el podio (¡¡!!) y en 2007 el Giro ni les invitó, para gran desazón de su mánager Gianni Savio, un especie de Belda con parmesano. Bien alimentado, como se puede ver en sus brazos, y no solo por Lastras.
El resto de corredores pasó la jornada como pudo, entre carreteras estrechas y angostas, muchos nervios, y un recorrido de esos que le gustaban a Manolón en el Tour, perfecto para enviar a tres robots por delante y después colgarse todas las medallas que le correspondían al médico. No pasó nada. Caídas, el desgaste normal en un deporte de resistencia como el ciclismo y ahora dos etapas llanas-llanas para poder "alimentarse bien" antes de la montaña. A ver si otro abuelo como Bettini consigue su etapa.
***
En Cataluña, el ex-líder del Tour Cyrill Dessel se lleva la etapa reina, con suficiente ventaja y equipo (Riblon y Efimkin muy en forma) para ganar la carrera. ExPhonak, saltó a la fama en 2006 en la etapa de Pau, donde vimos a Mercado por última vez antes de su abandono de la profesión esta temporada, a una edad muy joven. También es bastante conocido porque acabó ese Tour en 7º lugar, y eso que era gregario de Mancebo hasta 24 horas antes de la carrera. Cosas del ciclismo. Por cierto, es sordomudo y no se descarta el consabido certificado médico, por eso del equilibrio. Le siguieron en los honores de la etapa de ayer, a 34", Brajkovic, Pauriol, Jufré, Uran y Zubeldia. No, no es la Vuelta a Su Pueblo. Es la Volta a Cataluña, 78 ediciones, ProTour. Y mejor no miren los nombres de la general.
***
En un gran ronda, los casos de dopaje empiezan de forma periférica. Como el de Sinkewitz el año pasado en el Tour, cazado en un entrenamiento. Ayer no salió Molletta, fiel gregario de Rebellin que el año pasado se estampó contra una farola en la San Remo, rompiéndose por varias partes. Resulta que el nombre de su padre ha salido en una investigación antidoping. El patrón del Gerolsteiner, muy sensibilizado con el tema, ha tomado cartas en el asunto. ¡Qué manía de poner la dirección en el paquete-bomba de ex-ciclistas -Bugno-, novias -Kloden- o el padre! ¡Eso es tomar cartas en el asunto! ¡Y direcciones!
21 mayo, 2008
Contador ya ha cruzado el Rubicón...
...Mientras el resto de corredores lo hará hoy. No es una metáfora más: el pelotón atravesará hoy el Rubicón camino de Cesena, pero hay uno de sus integrantes que ya lo hizo ayer. Contador, tras su dominante crono, ya no tiene vuelta atrás. Ya no vale decir que venía a preparar la Dauphinè, a ver hasta donde llega y demás plañiderías: si Contador no gana este Giro el verbo adecuado es perder, porque es el primero de los favoritos en la general.
El Rubicón es un río que, gracias a que desciende bastante recto desde los Apeninos hasta el Adriático, servía de frontera natural a los generales romanos. A partir de su orilla, en su camino para Roma, tenían que llevar sus tropas desmovilizadas, no vaya a ser que se iniciase otra Guerra Civil. Es una metáfora muy común para referirse al no hay vuelta atrás o, más coloquial, si me caigo, me caigo con todo el equipo, quizás más adecuada para el ciclismo.
Les digo lo del equipo porque ayer Kloden se quedó a 12" del madrileño y, al más puro estilo ONCE y que el UsPostal/Discovery nunca pudo imitar, si se queda uno por cualquier accidente del camino, el otro le reemplaza. Siempre fue así en el ONCE, salvo en la Vuelta 2003, donde se cortó el grifo de la gasolina. Ahora lo vemos reencarnado en Astaná, que ya aplicó esta pinza en la Vuelta 2006. En todo caso, y respetando las opciones del alemán, Contador no parece que vaya a cejar en su empeño.
La etapa fue para Bruseghin, que se impuso por apenas 8" y favorecido por el chaparrón que le cayó a Contador al final, perjudicado además por el final adoquinado, no precisamente el más adecuado para sus problemas de huesos. De hecho, los últimos 200 metros apenas pedaleaba, y fue incapaz de superar claramente al corredor que se encontró en meta. Las diferencias no fueron muy grandes. El único favorito que se descolgó fue DiLuca, que perdió en torno a los 2. Menchov estuvo muy bien, Simoni también, el líder Visconti conserva 7´de ventaja -ya pueden soñar un desvanecimiento en montaña, o este acaba entre los cinco primeros- y Riccò, el segundo peor, dice que hubiese ganado 40" más de no ser por un problema con el guante y el manillar, aunque todos sabemos que el problema de Riccò es la lengua, que también se le engancha en cualquier parte.
Ayer en El Larguero el capellán de la medianoche estaba entusiasmado, como hacía tiempo que no lo estaba, con Contador, en pie a la 01:00 de la mañana a pesar de que hoy se afronta una etapa complicada. En su línea de ver la realidad de manera bizca, menospreciaba a los rivales, ridiculizando sus apellidos y anteponiendo el "este" a cada nombre; daba por segura la victoria del pinteño; contaba sus batallitas de Perico, Lemond y Julio Jiménez; y, al otro lado del hilo telefónico, el agasajado corredor decía que gracias, que sí, que muy bien, y que después se iba a ir a la playa. ¡Y yo iluso que pensé que le llamaba para recordarle que mañana es el segundo aniversario de la Operación Puerto!.
***
La segunda etapa de la Volta también para Hushvod, que se impone ante otro High Road, el desaparecido Eisel. Entre los diez primeros, al sprint, J.J Cobo. Los amarillos vuelven a carburar.
***
En Portugal han actuado contra el MSS, el equipo de Tondo, Zaballa y Vicioso que fue al copo en la Vuelta a Asturias. Redada policial con incautación de drogas, en un país donde el dopaje no es delito. Veremos en que acaba. La semana pasada se murió Bruno Neves, 26 años, integrante del equipo, en plena carrera. Dijeron que fue una caída. La autopsia, según un medio portugués, revela que tuvo un paro cardíaco. Ahora dicen desde el equipo que "la caída se la produjo el paro cardíaco". Y Madeleine McCann sigue desaparecida. ¡Menos mal que nos queda Portugal!.
El Rubicón es un río que, gracias a que desciende bastante recto desde los Apeninos hasta el Adriático, servía de frontera natural a los generales romanos. A partir de su orilla, en su camino para Roma, tenían que llevar sus tropas desmovilizadas, no vaya a ser que se iniciase otra Guerra Civil. Es una metáfora muy común para referirse al no hay vuelta atrás o, más coloquial, si me caigo, me caigo con todo el equipo, quizás más adecuada para el ciclismo.
Les digo lo del equipo porque ayer Kloden se quedó a 12" del madrileño y, al más puro estilo ONCE y que el UsPostal/Discovery nunca pudo imitar, si se queda uno por cualquier accidente del camino, el otro le reemplaza. Siempre fue así en el ONCE, salvo en la Vuelta 2003, donde se cortó el grifo de la gasolina. Ahora lo vemos reencarnado en Astaná, que ya aplicó esta pinza en la Vuelta 2006. En todo caso, y respetando las opciones del alemán, Contador no parece que vaya a cejar en su empeño.
La etapa fue para Bruseghin, que se impuso por apenas 8" y favorecido por el chaparrón que le cayó a Contador al final, perjudicado además por el final adoquinado, no precisamente el más adecuado para sus problemas de huesos. De hecho, los últimos 200 metros apenas pedaleaba, y fue incapaz de superar claramente al corredor que se encontró en meta. Las diferencias no fueron muy grandes. El único favorito que se descolgó fue DiLuca, que perdió en torno a los 2. Menchov estuvo muy bien, Simoni también, el líder Visconti conserva 7´de ventaja -ya pueden soñar un desvanecimiento en montaña, o este acaba entre los cinco primeros- y Riccò, el segundo peor, dice que hubiese ganado 40" más de no ser por un problema con el guante y el manillar, aunque todos sabemos que el problema de Riccò es la lengua, que también se le engancha en cualquier parte.
Ayer en El Larguero el capellán de la medianoche estaba entusiasmado, como hacía tiempo que no lo estaba, con Contador, en pie a la 01:00 de la mañana a pesar de que hoy se afronta una etapa complicada. En su línea de ver la realidad de manera bizca, menospreciaba a los rivales, ridiculizando sus apellidos y anteponiendo el "este" a cada nombre; daba por segura la victoria del pinteño; contaba sus batallitas de Perico, Lemond y Julio Jiménez; y, al otro lado del hilo telefónico, el agasajado corredor decía que gracias, que sí, que muy bien, y que después se iba a ir a la playa. ¡Y yo iluso que pensé que le llamaba para recordarle que mañana es el segundo aniversario de la Operación Puerto!.
***
La segunda etapa de la Volta también para Hushvod, que se impone ante otro High Road, el desaparecido Eisel. Entre los diez primeros, al sprint, J.J Cobo. Los amarillos vuelven a carburar.
***
En Portugal han actuado contra el MSS, el equipo de Tondo, Zaballa y Vicioso que fue al copo en la Vuelta a Asturias. Redada policial con incautación de drogas, en un país donde el dopaje no es delito. Veremos en que acaba. La semana pasada se murió Bruno Neves, 26 años, integrante del equipo, en plena carrera. Dijeron que fue una caída. La autopsia, según un medio portugués, revela que tuvo un paro cardíaco. Ahora dicen desde el equipo que "la caída se la produjo el paro cardíaco". Y Madeleine McCann sigue desaparecida. ¡Menos mal que nos queda Portugal!.
Etiquetas:
Alberto Contador,
Astana,
Bruseghin,
dopaje,
Kloden
20 mayo, 2008
Para algunos, el futuro del ciclismo está en el pasado
Supongo que alguien habrá reparado en que el pasado domingo El País Semanal, con 900.000 ejemplares vendidos de manera regular, incluyó un reportaje sobre la Roubaix. Con fotografías de encargo, ilustraba las hazañas de Horrillo y Flecha en "la carrera más dura del mundo" (utilizarán ese mismo titular para un reportaje del Tour, pero qué más da), con tanto de épica, de impostación y de pastiche para digerir con la familia.
Acompañando artículos tan interesantes como el de la dieta islandesa, qué bonita es la Princesa y como vivir en 30 metros cuadrados, Arribas trazaba un artículo a brochazos, donde parece que los dos corredores del Rabobank sean los únicos connacionales que disputen la carrera. Claro, el fotógrafo les sacaba únicamente a ellos, incluyendo una toma de un entrenamiento, pero que parecía que fuesen escapados. Otro par del momento antes de la ducha, hechos unos cromos en b/n, otras en la ducha, y sanseacabó.
Lo que interesaba vender era la épica, lo de los adoquines, lo de las duchas, hablar de las leyendas, las típicas fantasías adolescentes de Flecha ("De Vlaeminck era el más elegante") y una metáfora viscosa, favorecida por el tono de las fotografías: que los ciclistas son mineros de superficie. Habría que recordar que una gran mujer acabó, en el país que los inventó, con los mineros de carbón, país donde desde 1996 hay más profesores universitarios que de ese oficio endiosado. Y eso es miles de veces más positivo que apelar a una épica caduca, de otra época, hasta el punto de contar con amargura que "ya no queda ninguna mina abierta en el recorrido de la Roubaix". Descorchemos champán, y reservemos una botella para cuando eso pase en España de una maldita vez y dejemos de subvencionar una empresa pública que nunca tuvo que existir.
O quizás eso es lo que interesa. Existe una corriente pujante en el ciclismo que apuesta a que la solución al dopaje, que está acabando con ese deporte centenario, pasa por recuperar el pasado. Que si la Monte Paschi de Siena -una carrera por pistas sin asfaltar-, que si tramos en arena viva en el Giro, fuera los pinganillos, nada de exportar carreras, recuperar la presentación de los equipos, etc...La corriente más hard de esta secta radica en Italia, país especializado en aferrarse a su pasado, siempre idealizado, pero gana adeptos en España, baste mirar el reportaje comentado o este otro, significativamente publicado en el suplemento cultural, pero con una pátina de noñería y tontería en torno a la bicicleta difícilmente explicable.
El que esto escribe siempre ha renegado del pasado, y en tres años y medio de blog se cuentan con los dedos de la mano de Alf los post dedicados al pasado y sus figuras. Yo creo que hay que mirar al presente y al futuro. Y más en un país como España, donde la subida mítica de la vuelta nacional es de 1983, y la nueva que intentan vender de 1999; donde la única clásica de verdad es de 1981; donde no se ganó el Giro hasta 1992; el Mundial hasta 1995; y donde nunca se ha ganado la París-Roubaix, por mucho reportaje que se venda de ciclistas famélicos, llenos de hollín, con caras de pasarlas putas (eso en todas las carreras, pero parece que la Roubaix está especializada en primeros planos) y con periodistas frotándose las manos cada vez que meten a los ciclistas por caminos de cabras, sean con pendiente del 22% o con empedrado, humedades e irregularidades. El futuro nunca está en el pasado.
***
Hoy se disputa la crono larga del Giro de Italia, en un paraje precioso que va desde la costa hasta la colina de Urbino. Muchos esperan a Klöden, como lo esperaban en la crono del Tour, pero el alemán puede que no aparezca y se dedique a la hormiguita, a ponerse cerca pero no demasiado cerca, que para eso tiene 30 kms. de la misma disciplina el último día. Otros dicen que el favorito es Pinotti, que quedó tercero en la crono de 2006 (tras Ullrich y Basso, puaj), pero que por entonces militaba en el Saunier Duval (doble puaj). El año pasado fue maglia rosa circunstacial y viene de hacer un gran Romandía, a saber. En el High Road andan hasta los neoprofesionales noruegos. Desde luego, el que va a estar muy arriba es Bruseghin, el jefe de filas de Lampre (ya lo era antes de que cazasen a Vila) y que quiere mejorar su octavo puesto de 2007. En cuanto a Contador, es una incógnita, porque la distancia es muy larga para afrontarla sin preparación. El resto de favoritos, agrupados en torno a un puñado de segundos, con la excepción de Menchov -puede cobrarse una gran ventaja, si se centra- y el zombi Savoldelli, que está sorprendiendo hasta a su médico.
***
El prólogo de Cataluña para Hushvod, que está haciendo bastante mejor año que en 2007. Me imagino a García Luque, viejo conocido del blog, dando saltos de alegría porque ha ganado un catalán. Cuando el noruego vivía en el Rosellón y se definía como catalán, el escriba no perdía el tiempo para indicarlo una y otra vez, para tormento de los sufridos lectores de La Vanguardia. Además, ha sacado en 3,7 kms. 6" a Hincapié, que se quedó a un mundo de subir al escalón más alto.
***
Que no pase nada.
Acompañando artículos tan interesantes como el de la dieta islandesa, qué bonita es la Princesa y como vivir en 30 metros cuadrados, Arribas trazaba un artículo a brochazos, donde parece que los dos corredores del Rabobank sean los únicos connacionales que disputen la carrera. Claro, el fotógrafo les sacaba únicamente a ellos, incluyendo una toma de un entrenamiento, pero que parecía que fuesen escapados. Otro par del momento antes de la ducha, hechos unos cromos en b/n, otras en la ducha, y sanseacabó.
Lo que interesaba vender era la épica, lo de los adoquines, lo de las duchas, hablar de las leyendas, las típicas fantasías adolescentes de Flecha ("De Vlaeminck era el más elegante") y una metáfora viscosa, favorecida por el tono de las fotografías: que los ciclistas son mineros de superficie. Habría que recordar que una gran mujer acabó, en el país que los inventó, con los mineros de carbón, país donde desde 1996 hay más profesores universitarios que de ese oficio endiosado. Y eso es miles de veces más positivo que apelar a una épica caduca, de otra época, hasta el punto de contar con amargura que "ya no queda ninguna mina abierta en el recorrido de la Roubaix". Descorchemos champán, y reservemos una botella para cuando eso pase en España de una maldita vez y dejemos de subvencionar una empresa pública que nunca tuvo que existir.
O quizás eso es lo que interesa. Existe una corriente pujante en el ciclismo que apuesta a que la solución al dopaje, que está acabando con ese deporte centenario, pasa por recuperar el pasado. Que si la Monte Paschi de Siena -una carrera por pistas sin asfaltar-, que si tramos en arena viva en el Giro, fuera los pinganillos, nada de exportar carreras, recuperar la presentación de los equipos, etc...La corriente más hard de esta secta radica en Italia, país especializado en aferrarse a su pasado, siempre idealizado, pero gana adeptos en España, baste mirar el reportaje comentado o este otro, significativamente publicado en el suplemento cultural, pero con una pátina de noñería y tontería en torno a la bicicleta difícilmente explicable.
El que esto escribe siempre ha renegado del pasado, y en tres años y medio de blog se cuentan con los dedos de la mano de Alf los post dedicados al pasado y sus figuras. Yo creo que hay que mirar al presente y al futuro. Y más en un país como España, donde la subida mítica de la vuelta nacional es de 1983, y la nueva que intentan vender de 1999; donde la única clásica de verdad es de 1981; donde no se ganó el Giro hasta 1992; el Mundial hasta 1995; y donde nunca se ha ganado la París-Roubaix, por mucho reportaje que se venda de ciclistas famélicos, llenos de hollín, con caras de pasarlas putas (eso en todas las carreras, pero parece que la Roubaix está especializada en primeros planos) y con periodistas frotándose las manos cada vez que meten a los ciclistas por caminos de cabras, sean con pendiente del 22% o con empedrado, humedades e irregularidades. El futuro nunca está en el pasado.
***
Hoy se disputa la crono larga del Giro de Italia, en un paraje precioso que va desde la costa hasta la colina de Urbino. Muchos esperan a Klöden, como lo esperaban en la crono del Tour, pero el alemán puede que no aparezca y se dedique a la hormiguita, a ponerse cerca pero no demasiado cerca, que para eso tiene 30 kms. de la misma disciplina el último día. Otros dicen que el favorito es Pinotti, que quedó tercero en la crono de 2006 (tras Ullrich y Basso, puaj), pero que por entonces militaba en el Saunier Duval (doble puaj). El año pasado fue maglia rosa circunstacial y viene de hacer un gran Romandía, a saber. En el High Road andan hasta los neoprofesionales noruegos. Desde luego, el que va a estar muy arriba es Bruseghin, el jefe de filas de Lampre (ya lo era antes de que cazasen a Vila) y que quiere mejorar su octavo puesto de 2007. En cuanto a Contador, es una incógnita, porque la distancia es muy larga para afrontarla sin preparación. El resto de favoritos, agrupados en torno a un puñado de segundos, con la excepción de Menchov -puede cobrarse una gran ventaja, si se centra- y el zombi Savoldelli, que está sorprendiendo hasta a su médico.
***
El prólogo de Cataluña para Hushvod, que está haciendo bastante mejor año que en 2007. Me imagino a García Luque, viejo conocido del blog, dando saltos de alegría porque ha ganado un catalán. Cuando el noruego vivía en el Rosellón y se definía como catalán, el escriba no perdía el tiempo para indicarlo una y otra vez, para tormento de los sufridos lectores de La Vanguardia. Además, ha sacado en 3,7 kms. 6" a Hincapié, que se quedó a un mundo de subir al escalón más alto.
***
Que no pase nada.
Etiquetas:
Arribas,
Flecha,
Horrillo,
Hushvod,
periodismo
19 mayo, 2008
Cavando la tumba
¿Cómo se mide la decadencia? En el caso de la Volta a Cataluña, una carrera que se arrastra en el calendario internacional y que la UCI quiere cambiar para el próximo año, de múltiples maneras.
El método tradicional de medida es la participación. Combinénse con un método reciente, la página web. Según esta desconsoladora incursión en el ciberespacio, los jefes del fila del Caisse d´Epargne son Imanol Erviti, del C.A William Bonnet y del Millram Luca Barla. Han cogido los primeros dorsales de cada formación y de ahí han sacado el liderato. Afortunadamente, la participación no es tan mala.
¿Y qué decir del recorrido? De entrada, una CRI de menos de 4 kms., por lo que se prevé un sprint sostenido de alguna figura. Espectacular. La etapa de montaña llega en la segunda etapa, pero no tiene final en alto. A partir de ahí, en las otra cuatro etapas hasta el cierre en Barcelona, recorridos más o menos insidiosos, para controlar con el equipo, pero donde los favoritos no podrán obtener diferencias. Y menos careciendo a efectos prácticos de CRI. Lo llaman un "recorrido con trampas". No se descarta que tiren chinchetas o aceite en la carretera, con el fin de cumplir esas prometedoras expectativas.
La Volta se ha ganado a pulso su decadencia. Incluso en la anterior noticia enlazada se dice que pertenecer al ProTour, "en vez de ser una ventaja, sólo repercute en incrementar los gastos, sin que pueda asegurarle al promotor (...) los mejores corredores". Tal cual. Como si el ProTour tuviese la culpa de lo indecente del recorrido, que en la nómina de vencedores está lo peor de cada casa, o que el año pasado ganase la etapa de montaña Sevilla -su mejor victoria desde 1999, ahora está en la Vuelta a Colombia- y Davis obtuviese su única victoria ProTour. Ese si que es un síntoma de decadencia: decir que los problemas están fuera, no dentro.
Por si fuera poco, no falta el detalle grotesco. El cartel de la edición ha sido encargado a Dyango, un cantante del paleolítico que ahora se dedica a sus labores, tras el nepotismo de enviar a su hijo a Eurovisión, un claro antecedente de Chikilicuatre. No voy a entrar en sus méritos como músico, aunque hay una imitación de Martes y Trece muy lograda, porque está aquí como pintor. Fíjense en el cartel. Parece del cartelismo sudamericano de los sesenta, con claros homenajes a Guayasamín y Sequeiros, entre otros. Es rancio a no poder ser más. No se podía esperar otra cosa. ¿El favorito? Ezequiel Mosquera, integrado en el equipo que ha ganado en Turquía, iba a ganar P.V y ha ganado en Alcobendas. Miro de nuevo el cartel y creo que Dyango ha intentado representar al sufrido aficionado al ciclismo.
***
La primera llegada en alto del Giro, en Pescoconstanzo, fue para el gregario del LPR Bosisio, un corredor bastante bueno que culminó de manera espectacular una escapada. Entre los favoritos, atacó Di Luca, que después ya no tenía tanto fuelle, y respondieron Riccò y Contador, mientras que Piepoli -lo suyo no tiene nombre- iba ya por delante. El resto de favoritos entraron a 45", diferencia bastante grande para el tipo de etapa, y el único que se intentó mover fue Menchov. Contador iba bastante fundidillo, pero reaccionó bien y ha metido miedo a los rivales, incluyendo a un Riccò que al día siguiente ganó cúando y cómo quiso en Tívoli. Por último, la etapa de ayer fue para Bennati por un suspiro ante Bettini, que ya había sido segundo el día anterior. Hizo su numerito en meta -alzando el brazo, enfangando- y el justo triunfador, poco después, casi tuvo que pedir perdón por haber ganado. Se lo juro: parecía que casi había que regalarle la etapa a Bettini, con eso de que llegaba a casa. Bennati: "yo también soy toscano y es la única etapa en mi tierra". Así es el ciclismo a la italiana.
***
El miércoles el TAS resuelve el caso Mayo. El protagonista, tras haber consultado el dossier, dice que es "optimista". Yo también.
El método tradicional de medida es la participación. Combinénse con un método reciente, la página web. Según esta desconsoladora incursión en el ciberespacio, los jefes del fila del Caisse d´Epargne son Imanol Erviti, del C.A William Bonnet y del Millram Luca Barla. Han cogido los primeros dorsales de cada formación y de ahí han sacado el liderato. Afortunadamente, la participación no es tan mala.
¿Y qué decir del recorrido? De entrada, una CRI de menos de 4 kms., por lo que se prevé un sprint sostenido de alguna figura. Espectacular. La etapa de montaña llega en la segunda etapa, pero no tiene final en alto. A partir de ahí, en las otra cuatro etapas hasta el cierre en Barcelona, recorridos más o menos insidiosos, para controlar con el equipo, pero donde los favoritos no podrán obtener diferencias. Y menos careciendo a efectos prácticos de CRI. Lo llaman un "recorrido con trampas". No se descarta que tiren chinchetas o aceite en la carretera, con el fin de cumplir esas prometedoras expectativas.
La Volta se ha ganado a pulso su decadencia. Incluso en la anterior noticia enlazada se dice que pertenecer al ProTour, "en vez de ser una ventaja, sólo repercute en incrementar los gastos, sin que pueda asegurarle al promotor (...) los mejores corredores". Tal cual. Como si el ProTour tuviese la culpa de lo indecente del recorrido, que en la nómina de vencedores está lo peor de cada casa, o que el año pasado ganase la etapa de montaña Sevilla -su mejor victoria desde 1999, ahora está en la Vuelta a Colombia- y Davis obtuviese su única victoria ProTour. Ese si que es un síntoma de decadencia: decir que los problemas están fuera, no dentro.
Por si fuera poco, no falta el detalle grotesco. El cartel de la edición ha sido encargado a Dyango, un cantante del paleolítico que ahora se dedica a sus labores, tras el nepotismo de enviar a su hijo a Eurovisión, un claro antecedente de Chikilicuatre. No voy a entrar en sus méritos como músico, aunque hay una imitación de Martes y Trece muy lograda, porque está aquí como pintor. Fíjense en el cartel. Parece del cartelismo sudamericano de los sesenta, con claros homenajes a Guayasamín y Sequeiros, entre otros. Es rancio a no poder ser más. No se podía esperar otra cosa. ¿El favorito? Ezequiel Mosquera, integrado en el equipo que ha ganado en Turquía, iba a ganar P.V y ha ganado en Alcobendas. Miro de nuevo el cartel y creo que Dyango ha intentado representar al sufrido aficionado al ciclismo.
***
La primera llegada en alto del Giro, en Pescoconstanzo, fue para el gregario del LPR Bosisio, un corredor bastante bueno que culminó de manera espectacular una escapada. Entre los favoritos, atacó Di Luca, que después ya no tenía tanto fuelle, y respondieron Riccò y Contador, mientras que Piepoli -lo suyo no tiene nombre- iba ya por delante. El resto de favoritos entraron a 45", diferencia bastante grande para el tipo de etapa, y el único que se intentó mover fue Menchov. Contador iba bastante fundidillo, pero reaccionó bien y ha metido miedo a los rivales, incluyendo a un Riccò que al día siguiente ganó cúando y cómo quiso en Tívoli. Por último, la etapa de ayer fue para Bennati por un suspiro ante Bettini, que ya había sido segundo el día anterior. Hizo su numerito en meta -alzando el brazo, enfangando- y el justo triunfador, poco después, casi tuvo que pedir perdón por haber ganado. Se lo juro: parecía que casi había que regalarle la etapa a Bettini, con eso de que llegaba a casa. Bennati: "yo también soy toscano y es la única etapa en mi tierra". Así es el ciclismo a la italiana.
***
El miércoles el TAS resuelve el caso Mayo. El protagonista, tras haber consultado el dossier, dice que es "optimista". Yo también.
16 mayo, 2008
De las termas a la playa: Contador viaja en carroza por Italia
Dos etapas más por el sur de Italia, y dos escapadas que llegan a meta. El Liquigas, que tiene el mejor sprinter y también tenía al líder de la carrera, hace caso omiso de sus funciones y deja ir a los fugados. Da la sensación de que en esta carrera, en este ciclismo de pasaportes, nadie quiere gastar ni una gota de energía, que ya no se recupera como antes. Las medias son muy bajas y ayer, sin ir más lejos, el organizador rebajó 34 kms. el recorrido ante "el cansancio de los corredores". Y era la sexta etapa.
Veremos si es una nueva tendencia. De momento, ha habido varios agraciados con la pedrea de un ciclismo nada omnívoro, que deja hacer a las fugas. El miércoles se llegó a Contursi Terme, la enésima localidad termal italiana que hace llegar una etapa del Giro para promocionarse. En la última década han sido Lamezia Terme, Fiuggi, Salsomaggiore y alguna más. Se quitarán los clientes entre ellas. La etapa discurrió bastante paralela a la Salerno-Reggio Calabria, la autopista sin peaje de un carril por sentido, emblema de la chapuza italiana y pesadilla de los ingenieros. Los escapados eran dos sancionados por consumo de EPO, un colombiano al que el año pasado le regalaron una etapa, un alemán neoprofesional y un ruso que siempre está escapado. Se hizo justicia y ganó este último.
Como en el pelotón todo es familia, se dio la casualidad de que Laverde y Fran Pérez ya habían estado escapados en el Giro 2006, en la etapa de Domodossola, con victoria para el que no es de Murcia. Millar, desde que ya no es cliente de Losa, ya no es el mismo, pero lanzó la bicicleta con mucho estilo cuando se le rompió la cadena en pleno sprint: en 2002 se bajó de la misma al cruzar la meta del Angliru. Dicen que es un profesional. Un cuerno. Es un hooligang, y encima llorón ("¿Por qué me tiene que pasar siempre a mí?", recordando que en el prólogo del Tour 2003 también tuvo un contratiempo mecánico. Porque hay un poco de justicia poética, hombre.). Lo volverá a intentar, y dirá que es su mejor victoria.
El triunfo merecidísimo de Brutt, atacando a 800 m. de meta, es la justa recompensa para un clásico de las fugas. El año pasado se hizo toda la costiera amalfitana escapado y, en general, los más bellos recorridos en bici. Ya que me van a coger, por lo menos disfruto. Este año estuvo escapado en Lieja y coronó siete de las doce cotas, por lo que recibió una distinción en meta. Con 26 años y pocas ganas de cambiar su filosofía, el ruso llegó a posar en el podio con una camiseta que pone "Bene confiscato. Qui la Camorra ha perso", sobre la incautación a la mafia local del Parco delle Quercie donde están las termas. Si le llegan a dar una que pusiese "No soy ruso, soy italiano" también se la hubiese puesto, porque tiene la misma credibilidad. Pero este tipo de manifestaciones folcklóricas son también la salsa del Giro, y yo las disfruto muchísimo.
Y ayer era la etapa más larga del Giro, recortada en su circuito final al bellísimo Gargano. El pelotón dejó hacer una fuga formada por auténticos medianías del pelotón, que hubiese sido peligrosa si Iglinsky no llevase ya una minutada en la general. Llegaron a meta con ¡9 minutos!. A lo mejor en el pelotón pensaban que los 34 kms. escamoteados por la organización todavía estaban y iban a rebajar la diferencia. La etapa fue para el joven Priamo -26 años- sobre el Euskaltel Alan Pérez, y la maglia rosa para Visconti. Nardello, el más veterano, logrará esa maglia rosa tras la crono, pero será difícil que la conserve hasta llegar a su localidad natal, Varese.
En todo caso, la noticia está en Contador. Ayer esprintó para ser el 13º en la etapa, el segundo del pelotón justo por detrás de Bennati. Está pasando en carroza las etapas más complicadas, las más propicias para emboscadas. Y ya se atreve a mostrar la cabeza. Hoy es el primer final en alto en Pescoconstanzo, allí donde Cristo perdió su nombre, un sitio olvidado por todos en una región donde la palabra pobreza adquiere nuevas dimensiones. Es la última emboscada que los italianos pueden tender al Astana, donde Kloden también está muy centrado. Hay terreno para ello, ni un solo metro llano, en un paisaje agreste donde todos los valles están inundados con pantanos y las carreras van por las laderas, a veces con viaductos con el hormigón comido y el firme abombado. Riccò señaló la etapa -y la reconoció sobre el terreno, el único de los favoritos que lo ha hecho- como "clave". Veremos. No se la pierdan.
***
270 plantas, una balanza de precisión...otro ex-ciclista traficante. Hombre, no llega a los niveles de Tim Montgomery (pillado hace poco con 30 gramos de heroína), pero no deja de ser significativo en este ex-compañero de Pantani -otro más- y paisano.
Veremos si es una nueva tendencia. De momento, ha habido varios agraciados con la pedrea de un ciclismo nada omnívoro, que deja hacer a las fugas. El miércoles se llegó a Contursi Terme, la enésima localidad termal italiana que hace llegar una etapa del Giro para promocionarse. En la última década han sido Lamezia Terme, Fiuggi, Salsomaggiore y alguna más. Se quitarán los clientes entre ellas. La etapa discurrió bastante paralela a la Salerno-Reggio Calabria, la autopista sin peaje de un carril por sentido, emblema de la chapuza italiana y pesadilla de los ingenieros. Los escapados eran dos sancionados por consumo de EPO, un colombiano al que el año pasado le regalaron una etapa, un alemán neoprofesional y un ruso que siempre está escapado. Se hizo justicia y ganó este último.
Como en el pelotón todo es familia, se dio la casualidad de que Laverde y Fran Pérez ya habían estado escapados en el Giro 2006, en la etapa de Domodossola, con victoria para el que no es de Murcia. Millar, desde que ya no es cliente de Losa, ya no es el mismo, pero lanzó la bicicleta con mucho estilo cuando se le rompió la cadena en pleno sprint: en 2002 se bajó de la misma al cruzar la meta del Angliru. Dicen que es un profesional. Un cuerno. Es un hooligang, y encima llorón ("¿Por qué me tiene que pasar siempre a mí?", recordando que en el prólogo del Tour 2003 también tuvo un contratiempo mecánico. Porque hay un poco de justicia poética, hombre.). Lo volverá a intentar, y dirá que es su mejor victoria.
El triunfo merecidísimo de Brutt, atacando a 800 m. de meta, es la justa recompensa para un clásico de las fugas. El año pasado se hizo toda la costiera amalfitana escapado y, en general, los más bellos recorridos en bici. Ya que me van a coger, por lo menos disfruto. Este año estuvo escapado en Lieja y coronó siete de las doce cotas, por lo que recibió una distinción en meta. Con 26 años y pocas ganas de cambiar su filosofía, el ruso llegó a posar en el podio con una camiseta que pone "Bene confiscato. Qui la Camorra ha perso", sobre la incautación a la mafia local del Parco delle Quercie donde están las termas. Si le llegan a dar una que pusiese "No soy ruso, soy italiano" también se la hubiese puesto, porque tiene la misma credibilidad. Pero este tipo de manifestaciones folcklóricas son también la salsa del Giro, y yo las disfruto muchísimo.
Y ayer era la etapa más larga del Giro, recortada en su circuito final al bellísimo Gargano. El pelotón dejó hacer una fuga formada por auténticos medianías del pelotón, que hubiese sido peligrosa si Iglinsky no llevase ya una minutada en la general. Llegaron a meta con ¡9 minutos!. A lo mejor en el pelotón pensaban que los 34 kms. escamoteados por la organización todavía estaban y iban a rebajar la diferencia. La etapa fue para el joven Priamo -26 años- sobre el Euskaltel Alan Pérez, y la maglia rosa para Visconti. Nardello, el más veterano, logrará esa maglia rosa tras la crono, pero será difícil que la conserve hasta llegar a su localidad natal, Varese.
En todo caso, la noticia está en Contador. Ayer esprintó para ser el 13º en la etapa, el segundo del pelotón justo por detrás de Bennati. Está pasando en carroza las etapas más complicadas, las más propicias para emboscadas. Y ya se atreve a mostrar la cabeza. Hoy es el primer final en alto en Pescoconstanzo, allí donde Cristo perdió su nombre, un sitio olvidado por todos en una región donde la palabra pobreza adquiere nuevas dimensiones. Es la última emboscada que los italianos pueden tender al Astana, donde Kloden también está muy centrado. Hay terreno para ello, ni un solo metro llano, en un paisaje agreste donde todos los valles están inundados con pantanos y las carreras van por las laderas, a veces con viaductos con el hormigón comido y el firme abombado. Riccò señaló la etapa -y la reconoció sobre el terreno, el único de los favoritos que lo ha hecho- como "clave". Veremos. No se la pierdan.
***
270 plantas, una balanza de precisión...otro ex-ciclista traficante. Hombre, no llega a los niveles de Tim Montgomery (pillado hace poco con 30 gramos de heroína), pero no deja de ser significativo en este ex-compañero de Pantani -otro más- y paisano.
14 mayo, 2008
El High Road, mejor que el T-Mobile
Y Cavendish gana su primera etapa en una grande. Sigue pulverizando records y procesos de maduración. Es muy echao p´lante -fue maniquí en la presentación de la carta UCI, vacila bastante, dice que va a por el oro olímpico y ya es campeón del mundo- y encima lo corrobora con victorias. ¿Qué más se puede pedir a un corredor de 21 años?
La etapa de ayer discurrió muy lenta. Se salía de Pizzo Calabro (pizzo es como denomina la mafia a la cantidad fija que aplica sobre los beneficios de los extorsionados), que es un pleonasmo en versión n´dragheta. Y como siempre hay algo de homenaje, los ciclistas hicieron una protesta de piernas cansadas por el traslado de Sicilia a la bota. O quizás fue por el mal estado de las carreteras. O por lo largo de las primeras etapas. Que más da. Verbrugghe, que ha corrido bastantes Giros, se escapó en el primer km. y estuvo todo el día escapado. Será de nuevo eso de la ética protestante y espíritu capitalista.
Los ciclistas tuvieron la oportunidad de ver, a ritmo de moviola, una de las regiones más deprimidas y deprimentes de Europa. Ahora intentan vender Calabria como destino turístico: las playas existen, y son muy bonitas. Lástima que no haya ni una sola depuradora que funcione -el dinero europeo ha sido tragado como por arte de magia- y sea igual que bañarse en una fosa séptica. Vista así, la etapa fue un recorrido antropológico: nada más salir se pasaba por Vibo Valentina, una de las provincias más jovenes de Italia (tiene diez años), una auténtica concesión del Estado a la mafia local, que ya tiene su virreinato. Después se atravesaba la sierra que divide el Tirreno del Jónico, una tierra sin Dios ni amo, donde todavía existen los bandoleros, para llegar al espléndido golfo que da nombre a uno de los órdenes clásicos de la arquitectura, allí donde vivieron algunos de los grandes filósofos griegos.
De eso no queda nada. Un lungomare infinito, salpicado de chabolas, basura y una pobreza miserable. El circuito final a Catanzaro fue una venganza: si bien desde el aire puedes creer que la costa es bonita y merece un viaje, una de las ciudades más violentas de Europa (¿Europa?) te recibe con sus casas apelmazadas, la muchedumbre ociosa y de los lunes al domingo al sol. Ahí no hay tomas aéreas que lleven a engaño. Igual le pasó al pobre Verbrugghe, cazado en tan inhóspito paraje. La habitual montonera de los últimos metros dejó a diez corredores por delante, donde Cavendish se impuso con facilidad. Bien ayudado por su compañero Martin (en la imagen celebra el triunfo), la pregunta más lógica gira en torno a la nueva sorpresa del High Road. Mientras que en los últimos años del T-Mobile sufrían para lograr la primera victoria, este año manejan un montón de corredores que ganan, y lo hacen fácil. En la multinacional alemana deben estar que trinan: pagar 16 millones de euros al año para que no se vea tu nombre. Gran inversión, si señor.
La etapa de ayer discurrió muy lenta. Se salía de Pizzo Calabro (pizzo es como denomina la mafia a la cantidad fija que aplica sobre los beneficios de los extorsionados), que es un pleonasmo en versión n´dragheta. Y como siempre hay algo de homenaje, los ciclistas hicieron una protesta de piernas cansadas por el traslado de Sicilia a la bota. O quizás fue por el mal estado de las carreteras. O por lo largo de las primeras etapas. Que más da. Verbrugghe, que ha corrido bastantes Giros, se escapó en el primer km. y estuvo todo el día escapado. Será de nuevo eso de la ética protestante y espíritu capitalista.
Los ciclistas tuvieron la oportunidad de ver, a ritmo de moviola, una de las regiones más deprimidas y deprimentes de Europa. Ahora intentan vender Calabria como destino turístico: las playas existen, y son muy bonitas. Lástima que no haya ni una sola depuradora que funcione -el dinero europeo ha sido tragado como por arte de magia- y sea igual que bañarse en una fosa séptica. Vista así, la etapa fue un recorrido antropológico: nada más salir se pasaba por Vibo Valentina, una de las provincias más jovenes de Italia (tiene diez años), una auténtica concesión del Estado a la mafia local, que ya tiene su virreinato. Después se atravesaba la sierra que divide el Tirreno del Jónico, una tierra sin Dios ni amo, donde todavía existen los bandoleros, para llegar al espléndido golfo que da nombre a uno de los órdenes clásicos de la arquitectura, allí donde vivieron algunos de los grandes filósofos griegos.
De eso no queda nada. Un lungomare infinito, salpicado de chabolas, basura y una pobreza miserable. El circuito final a Catanzaro fue una venganza: si bien desde el aire puedes creer que la costa es bonita y merece un viaje, una de las ciudades más violentas de Europa (¿Europa?) te recibe con sus casas apelmazadas, la muchedumbre ociosa y de los lunes al domingo al sol. Ahí no hay tomas aéreas que lleven a engaño. Igual le pasó al pobre Verbrugghe, cazado en tan inhóspito paraje. La habitual montonera de los últimos metros dejó a diez corredores por delante, donde Cavendish se impuso con facilidad. Bien ayudado por su compañero Martin (en la imagen celebra el triunfo), la pregunta más lógica gira en torno a la nueva sorpresa del High Road. Mientras que en los últimos años del T-Mobile sufrían para lograr la primera victoria, este año manejan un montón de corredores que ganan, y lo hacen fácil. En la multinacional alemana deben estar que trinan: pagar 16 millones de euros al año para que no se vea tu nombre. Gran inversión, si señor.
13 mayo, 2008
Sicilia en tres etapas
El Giro comenzó con un susto. No me refiero a Richeze, el argentino que acaba de ganar al tavolino dos etapas del año pasado y que ha sido excluido a última hora -positivo por esteroides en La Sarthe-, sino por la maglia rosa, que fue en primera instancia para Vandevelde. El corredor americano es uno de los mayores enigmas del ciclismo, habiendo militado en UsPostal, Liberty (2004), CSC y ahora en el Slipstream, el equipo que ganó la CRE del primer día.
La alegría en el equipo americo-gerundés duró poco. Al día siguiente perdieron el liderato y a un corredor, el ex-compañero de habitación de Landis, Zabriskie, que ahora luce bigote y perilla mefistofelica. Malos tiempos para los anglosajones, que han visto que también hacían las maletas McGee y O´Grady, un corredor que pasa más tiempo en el asfalto que en la bicicleta. Y eso que este año celebran el 20º aniversario del triunfo de Hampsten en el Giro, y con Leipheimer en plena forma. La causa común para los tres corredores está en las caídas, una suerte del ciclismo que les parece afectar especialmente.
Riccò achaca su mala suerte de este temporada a las caídas. En la segunda etapa, con un final calcado al del Mundial de 1994 (Leblanc-Chiapucci-Virenque-Girotto, burrrrrr), pudo hacer de las suyas y enjuagar sinsabores, lástima que al día siguiente se cayese de nuevo. Batió a Di Luca, Rebellin, Pellizotti (actual líder), un sorprendente Savoldelli y J. Rodríguez, que había intentado anticipar el sprint. Kloden, Menchov y Contador entraron entre los 20 primeros, un buen indicador de sus intenciones en la carrera.
Y ayer en Milazzo se impuso Bennati, haciendo buenos los pronósticos -acrecentados por la exclusión de Richeze- de que se va a hinchar a ganar etapas. De momento ya ha mojado en las tres grandes, y lo ha hecho en menos de un año. Empezó a sumar a finales del Tour 2007 y ya lleva seis etapas....Por si fuera poco su superioridad, ayer batió a Zabel y Hondo, dos viejas glorias teutónicas, la antítesis de un corredor joven que va progresando y del que se puede esperar alguna sorpresa. Así ha transcurrido el tríptico siciliano donde, en un tópico no pocas veces repetido a lo largo del Giro, el espectáculo ha estado en el paisaje y la carretera.
***
La Vuelta a Alcobendas, que ha perdido su crono, se la lleva Mosquera, que en el etapa de Navacerrada puso a todos patas arriba.
La alegría en el equipo americo-gerundés duró poco. Al día siguiente perdieron el liderato y a un corredor, el ex-compañero de habitación de Landis, Zabriskie, que ahora luce bigote y perilla mefistofelica. Malos tiempos para los anglosajones, que han visto que también hacían las maletas McGee y O´Grady, un corredor que pasa más tiempo en el asfalto que en la bicicleta. Y eso que este año celebran el 20º aniversario del triunfo de Hampsten en el Giro, y con Leipheimer en plena forma. La causa común para los tres corredores está en las caídas, una suerte del ciclismo que les parece afectar especialmente.
Riccò achaca su mala suerte de este temporada a las caídas. En la segunda etapa, con un final calcado al del Mundial de 1994 (Leblanc-Chiapucci-Virenque-Girotto, burrrrrr), pudo hacer de las suyas y enjuagar sinsabores, lástima que al día siguiente se cayese de nuevo. Batió a Di Luca, Rebellin, Pellizotti (actual líder), un sorprendente Savoldelli y J. Rodríguez, que había intentado anticipar el sprint. Kloden, Menchov y Contador entraron entre los 20 primeros, un buen indicador de sus intenciones en la carrera.
Y ayer en Milazzo se impuso Bennati, haciendo buenos los pronósticos -acrecentados por la exclusión de Richeze- de que se va a hinchar a ganar etapas. De momento ya ha mojado en las tres grandes, y lo ha hecho en menos de un año. Empezó a sumar a finales del Tour 2007 y ya lleva seis etapas....Por si fuera poco su superioridad, ayer batió a Zabel y Hondo, dos viejas glorias teutónicas, la antítesis de un corredor joven que va progresando y del que se puede esperar alguna sorpresa. Así ha transcurrido el tríptico siciliano donde, en un tópico no pocas veces repetido a lo largo del Giro, el espectáculo ha estado en el paisaje y la carretera.
***
La Vuelta a Alcobendas, que ha perdido su crono, se la lleva Mosquera, que en el etapa de Navacerrada puso a todos patas arriba.
Etiquetas:
Bennati,
Mosquera,
Ricco,
Slipstream,
Vandevelde
09 mayo, 2008
Un trabajo en Italia
La invitación de Astana al Giro estaba condicionada a la presencia de Contador, que disfrutaba de unas vacaciones en Cádiz cuando le dijeron que tenía que embarcarse para Palermo. Estas cosas de invitaciones a última hora condicionadas a la presencia de una figura tiene su aquel.
En 2003 la Vuelta invitó al Domina Vacanze a condición de que trajesen al campeón del mundo Cipollini. Dicho y hecho: llegó, se descolgó en la crono por equipos de Gijón que hacía de prólogo, cagó y meó en el hotel, y para casa. De Contador se puede esperar algo más, sobre todo por su ambición, aunque no es descartable que le pille una insolación (sic) como la que apartó al asturianín Jose Luis Rubiera la última vez que el Giro salió de Sicilia, en 1999. De momento, ya ha llamado a su asturianín particular para que le de palmas en la habitación, aunque ¡ay!, nos dicen que tiene problemas de estómago. ¡Que tendrá Sicilia que tan mal casa con la sidra!.
El Astana tiene otros vértices, como Klöden, Leipheimer, Gusev y Colom, todos con esa característica de todoterreno -montaña y crono, el último hasta sprinta- y encima llegan con un buen calendario. Que a nadie le extrañe, pues, que Contador aproveche cualquier oportunidad para volver a la tumbona y preparar el que dice que es su auténtico objetivo, el Dauphiné.
Los organizadores se llevarían un buen rapapolvo. No escarmentados con lo de Mazzoleni el año pasado, vuelven a invitar al mismo equipo. Pero no tienen otra. Están desesperados. En los últimos 20 años, solo tres no italianos con podios vigentes del Tour han disputado el Giro: Lemond, que lo hacía para entrenarse, Indurain y Ullrich, de nuevo para entrenarse en 2001; en el mismo período, la Vuelta ha contado con Parra, Rominger, Rijs, Virenque, Zulle, Ullrich, de nuevo Zulle y Evans. El Giro se ha convertido en un coto particular de italianos, que llevan ganando la carrera sin interrupción desde 1996, cuando se impuso Tonkov. En el último número de Bicisport se quejaban amargamente de que la UCI seguía dando categoría ProTour a una prueba española que competía directamente con el Giro, en clara alusión a la Volta, como si los males de los italianos se cancelasen elimando otras pruebas.
Pero bueno, también puede darse que Contador salga a disputar. Tiene equipo para ello, certificado médico y la ambición nada escondida de ganar en todo lo que participe. Le pesarán las dos primeras semanas, especialmente porque no compite en Italia ¡desde el Lombardía de 2003!, pero su calendario hasta ahora no es tan abultado como nos quieren hacer creer. Y el recorrido, con tanta alta montaña concentrada al final, le favorece. Sólo hay un español que haya ganado el Giro, Indurain. Era el último ganador del Tour, porque lo de Pereiro fue un accidente (de carrera y de ciclista), y también era el único que había ganado la París-Niza, hasta que llego Contador. Quedan avisados.
***
El Caisse d´Epargne, que presentaba un bloque potentísimo, pierde por una caída a David Arroyo ("quiero acabar entre los cinco primeros") y Fran Pérez. Siguen contando con Karpets, Joaquín Rodríguez y Rujano, pero da pena ver como se truncan las aspiraciones del fenomenal escalador talaverano.
En 2003 la Vuelta invitó al Domina Vacanze a condición de que trajesen al campeón del mundo Cipollini. Dicho y hecho: llegó, se descolgó en la crono por equipos de Gijón que hacía de prólogo, cagó y meó en el hotel, y para casa. De Contador se puede esperar algo más, sobre todo por su ambición, aunque no es descartable que le pille una insolación (sic) como la que apartó al asturianín Jose Luis Rubiera la última vez que el Giro salió de Sicilia, en 1999. De momento, ya ha llamado a su asturianín particular para que le de palmas en la habitación, aunque ¡ay!, nos dicen que tiene problemas de estómago. ¡Que tendrá Sicilia que tan mal casa con la sidra!.
El Astana tiene otros vértices, como Klöden, Leipheimer, Gusev y Colom, todos con esa característica de todoterreno -montaña y crono, el último hasta sprinta- y encima llegan con un buen calendario. Que a nadie le extrañe, pues, que Contador aproveche cualquier oportunidad para volver a la tumbona y preparar el que dice que es su auténtico objetivo, el Dauphiné.
Los organizadores se llevarían un buen rapapolvo. No escarmentados con lo de Mazzoleni el año pasado, vuelven a invitar al mismo equipo. Pero no tienen otra. Están desesperados. En los últimos 20 años, solo tres no italianos con podios vigentes del Tour han disputado el Giro: Lemond, que lo hacía para entrenarse, Indurain y Ullrich, de nuevo para entrenarse en 2001; en el mismo período, la Vuelta ha contado con Parra, Rominger, Rijs, Virenque, Zulle, Ullrich, de nuevo Zulle y Evans. El Giro se ha convertido en un coto particular de italianos, que llevan ganando la carrera sin interrupción desde 1996, cuando se impuso Tonkov. En el último número de Bicisport se quejaban amargamente de que la UCI seguía dando categoría ProTour a una prueba española que competía directamente con el Giro, en clara alusión a la Volta, como si los males de los italianos se cancelasen elimando otras pruebas.
Pero bueno, también puede darse que Contador salga a disputar. Tiene equipo para ello, certificado médico y la ambición nada escondida de ganar en todo lo que participe. Le pesarán las dos primeras semanas, especialmente porque no compite en Italia ¡desde el Lombardía de 2003!, pero su calendario hasta ahora no es tan abultado como nos quieren hacer creer. Y el recorrido, con tanta alta montaña concentrada al final, le favorece. Sólo hay un español que haya ganado el Giro, Indurain. Era el último ganador del Tour, porque lo de Pereiro fue un accidente (de carrera y de ciclista), y también era el único que había ganado la París-Niza, hasta que llego Contador. Quedan avisados.
***
El Caisse d´Epargne, que presentaba un bloque potentísimo, pierde por una caída a David Arroyo ("quiero acabar entre los cinco primeros") y Fran Pérez. Siguen contando con Karpets, Joaquín Rodríguez y Rujano, pero da pena ver como se truncan las aspiraciones del fenomenal escalador talaverano.
08 mayo, 2008
Y dicen que el ciclismo ha cambiado
A ver, sean sinceros: ¿cuántos de ustedes habían oído hablar de Christian Pfanneberger antes de la Amstel Gold Race? Probablemente muy pocos, y menos aún habrían apostado por un top-ten del corredor austríaco en la prestigiosa prueba holandesa. El corredor atacó a 17 kms. de meta con Ivanov, fue reintegrado al grupo, y aún así logró ser sexto en meta.
Bueno, un día de gloria lo tiene cualquiera. No vayamos a ser suspicaces. Tres días después, en la Flecha Valona, este corredor logra entrar noveno. Ya va hacia abajo, y eso que la prueba era más corta. La sorpresa llega en la Lieja-Bastogne-Lieja, donde este sputnik hace ¡quinto! en la edición más dura de la carrera, nada menos que el primero de los derrotados, y vaya cómo entró en meta. Ese pedaleo de la foto es de auténtica rabia, parecía que iba a reventar las bielas.
Un corredor que hace 6º-9º-5º en el tríptico de las Ardenas merece una atención, digo yo. Lo ha hecho mucho mejor que muchos favoritos, y a regularidad sólo le gana Dekker (5º-5º-6º), al que batió en el último duelo directo (es el otro de la foto, con gesto de introspección). Veamos quien es este Pfannberger. Uhm, 29 años. Un poco tarde para explotar. ¿Equipos anteriores? Todos de tercera fila. ¿Será posible que un talento de este calibre para las clásicas haya pasado desapercibido todo este tiempo? ¡Qué injusto sería el ciclismo!
Una historia curiosa la de este Pfannberger. Ganó en 1999 el Mundial militar y, qué mala suerte, en 2005 le cayó una pedazo de sanción de dos años por dopaje. Volvió el año pasado con buenos resultados (campeón de Austria, buenos puestos en Italia), y una pequeña polémica. Su equipo, el Elk Haus-Simplon, fue amenazado con la exclusión de la Vuelta a Alemania porque no habían firmado el código ético. Al final no llegó la sangre al río, y esa Vuelta a Alemania la corrió el equipo, que sí firmó -incluyendo nuestro protagonista, 15º final- y también Bettini, que nunca ha firmado el papelito ni lo hará. Bueno, esta es la historia de este anónimo corredor austríaco. Cada uno que piense lo que quiera, pero yo dedico especialmente este post a esos que dicen que el dopaje no hace de un burro un caballo de carreras: médicos, periodistas y aficionados ciegos.
***
El Tour por fin ha repartido sus premios, que se habían retrasado tanto porque no querían darle ni un duro a Vinokourov. En consecuencia, Kirchen y Evans obtienen sendas etapas robadas por el hombre de los dos tipos de sangre, característica en la raza kazaja. La cosa tiene su interés porque a Petacchi le va a pasar lo mismo con las cinco que ganó en el último Giro. Los agraciados son muy variopintos: Hushvod, Bertolini, dos Richeze y una última para un cuarto corredor.
***
En Asturias etapa de Oviedo para Urtsaun, uno que corre en el Liberty portugués con Koldo Gil. He buscado una foto del podio final monocolor, pero no la encuentro. Una pena, hace juego con la del podio suizo de la Vuelta 1996, qué tiempos....
***
Contador, en Palermo. A mí, por sí sola, esta frase me hace mucha gracia. Mañana tocará el turno de analizar las posibilidades reales de A.C en el Giro.
Bueno, un día de gloria lo tiene cualquiera. No vayamos a ser suspicaces. Tres días después, en la Flecha Valona, este corredor logra entrar noveno. Ya va hacia abajo, y eso que la prueba era más corta. La sorpresa llega en la Lieja-Bastogne-Lieja, donde este sputnik hace ¡quinto! en la edición más dura de la carrera, nada menos que el primero de los derrotados, y vaya cómo entró en meta. Ese pedaleo de la foto es de auténtica rabia, parecía que iba a reventar las bielas.
Un corredor que hace 6º-9º-5º en el tríptico de las Ardenas merece una atención, digo yo. Lo ha hecho mucho mejor que muchos favoritos, y a regularidad sólo le gana Dekker (5º-5º-6º), al que batió en el último duelo directo (es el otro de la foto, con gesto de introspección). Veamos quien es este Pfannberger. Uhm, 29 años. Un poco tarde para explotar. ¿Equipos anteriores? Todos de tercera fila. ¿Será posible que un talento de este calibre para las clásicas haya pasado desapercibido todo este tiempo? ¡Qué injusto sería el ciclismo!
Una historia curiosa la de este Pfannberger. Ganó en 1999 el Mundial militar y, qué mala suerte, en 2005 le cayó una pedazo de sanción de dos años por dopaje. Volvió el año pasado con buenos resultados (campeón de Austria, buenos puestos en Italia), y una pequeña polémica. Su equipo, el Elk Haus-Simplon, fue amenazado con la exclusión de la Vuelta a Alemania porque no habían firmado el código ético. Al final no llegó la sangre al río, y esa Vuelta a Alemania la corrió el equipo, que sí firmó -incluyendo nuestro protagonista, 15º final- y también Bettini, que nunca ha firmado el papelito ni lo hará. Bueno, esta es la historia de este anónimo corredor austríaco. Cada uno que piense lo que quiera, pero yo dedico especialmente este post a esos que dicen que el dopaje no hace de un burro un caballo de carreras: médicos, periodistas y aficionados ciegos.
***
El Tour por fin ha repartido sus premios, que se habían retrasado tanto porque no querían darle ni un duro a Vinokourov. En consecuencia, Kirchen y Evans obtienen sendas etapas robadas por el hombre de los dos tipos de sangre, característica en la raza kazaja. La cosa tiene su interés porque a Petacchi le va a pasar lo mismo con las cinco que ganó en el último Giro. Los agraciados son muy variopintos: Hushvod, Bertolini, dos Richeze y una última para un cuarto corredor.
***
En Asturias etapa de Oviedo para Urtsaun, uno que corre en el Liberty portugués con Koldo Gil. He buscado una foto del podio final monocolor, pero no la encuentro. Una pena, hace juego con la del podio suizo de la Vuelta 1996, qué tiempos....
***
Contador, en Palermo. A mí, por sí sola, esta frase me hace mucha gracia. Mañana tocará el turno de analizar las posibilidades reales de A.C en el Giro.
Etiquetas:
Barloworld,
dopaje,
Pfannberger
07 mayo, 2008
Uno que va muy rápido
Qué raro es todo con Bennati. El todavía joven sprinter italiano (28 años) siempre ha vivido a gran velocidad y, sorprendentemente, con grandes periodos de vacío y exclusión de las carreras. Desaparecido. Empezó con la banda del Acqua&Sapone en 2002, el año en donde Cipollini no ganó el Tour porque no lo corrió, y donde Lombardi ejercía tres profesiones al mismo tiempo: ciclista, zapatero y sus labores, bien escoltado por la falange española de Perdiguero y Santos González. En 2004, en un hecho varias veces comentado por aquí, ficha nada menos que por el Phonak, pero los malvados dirigentes del equipo suizo no le hacen ni siquiera una ficha federativa. Año en blanco, y a los 24 años.
Al año siguiente pasa a Lampre, donde gana por rachas. Tres etapas en Alemania en agosto, dos en Polonia en septiembre, y segundo en P-T en octubre. Como en abril fue tercero en G-W, alguien de los que le asesora indica que para el 2006 se dedicará a "las clásicas", como el que elige plantar boniatos. No sabemos que le pasó, pero un extraño mal en forma de enfermedad impide su ambicioso plan, aunque a finales de abril ya empieza a carburar. Tanto que en junio, en la Vuelta a Suiza, hace segundo en ¡tres etapas! (y tercero en otra), en otra de sus habituales rachas.Debuta en el Tour y consigue varios puestos de honor. Al año siguiente volverá, y de qué manera.
Y sigue con sus rachas en 2007. Tres etapas segundo en Mediterráneo (una ganada), tres etapas ganadas en Valencia y otras tres etapas segundo en Suiza. Como un Kalashnikov, a repetición. En el Tour (¡ay el Tour, que tendrá!) entra en forma a final de la carrera, como lo oyen. Y eso que ya venía calentito de Suiza. Se había caído al principio, pero en la etapa 17ª se mete en una escapada donde lo llevan en volandas a meta, y después repite en París. Empieza a ser conocido para el gran público. Y reclama su lugar en la azzurra para el Mundial, porque dice que es un escalador. Ballerini no está por la labor, y ni siquiera su performance en la Vuelta (ganó la primera etapa, ganó la última, y otra también de por medio) cambian su veredicto. El protagonista de hoy se queda muy dolido. Y no es metafórico.
Sorpresa de las sorpresas, descubre que ha competido ¡toda la Vuelta! con la muñeca rota, desde la segunda etapa. Y ya saben que esto es habitual en el ciclismo: Hamilton, el marido de Parchinsky y dueño de Tugboat, quedó segundo en el Giro 2002 con la clavícula rota y, como le funcionó el invento, en el Tour 2003 quedó cuarto y ganó una etapa de alta montaña escapado una burrada de kms. con la misma dolencia. Ya saben que al fútbol se juega mejor con 10, y al ciclismo se compite mejor con algo roto. Por lo de las prescripciones médicas. La rotura tuvo que ser muy gorda, porque este italiano no ha competido hasta ¡el Tour de Romandía!, ya con los colores de Liquigas, un equipo limpio como la patena.
Allí hizo segundo en el prólogo-sprint, segundo en otra etapa, y se llevó la fracción final. En forma para el Giro. Y venía de no competir. Así es Bennati. Se va a hinchar a ganar etapas (o hacer segundo, que también es muy hábil) en el Giro. Porque no tiene rivales y porque tiene ese manera tan curiosa de entrenar y ponerse en forma. Pertenece al clan de Arezzo, un grupo de corredores de la Toscana central conocidos por sus rendimientos de dientes de sierra, encabezado por él mismo y por su amiguísimo Nocentini. El propio Bennati ha tenido varias encarnaciones: primero cebra, después phonista, más tarde clasicómano, luego escalador, por último jefe de filas de Liquigas para el Giro, un equipo que el año pasado ganó la general y que este año presenta a los abuelos Noe y Beltrán, junto con la incógnita Nibali. Jefe de filas, ya les digo, y esta vez sin Napolitano, un corredor al que hizo la vida imposible en su convivencia en el Lampre.
***
En la reina de Asturias se impone el campeón polaco Marczynski, que saca unas diferencias bastante grandes. Vicioso mantiene el liderato y, aunque el esperado Zaballa no apareció, el aragonés de apellido indicativo estará escoltado en el podio por sus compañeros Tondo y Pires. Tres corredores de un mismo equipo portugués al copo de las plazas de honor en una vuelta por etapas. Felicidades a los organizadores por invitarlos, a los espectadores por aplaudirles y, en general, al ciclismo por cómo cava él solito su propia tumba.
***
Esto huele a chamusquina. Bileka, el protegido de Popovych (se lo llevó a Discovery, ahora al Silence) abandona el ciclismo por "un dolor de rodilla" a dos días de la Lieja, y por carta personal al director. Tiene 29 años y pocos resultados, pero estaba en el equipo del Giro. No se conocen declaraciones del ucraniano. Igual que no se conoce donde está Popovych ("el Eddy Merckx del siglo XXI"), mientras su jefe Evans sube, baja y hasta incluso gana.
Al año siguiente pasa a Lampre, donde gana por rachas. Tres etapas en Alemania en agosto, dos en Polonia en septiembre, y segundo en P-T en octubre. Como en abril fue tercero en G-W, alguien de los que le asesora indica que para el 2006 se dedicará a "las clásicas", como el que elige plantar boniatos. No sabemos que le pasó, pero un extraño mal en forma de enfermedad impide su ambicioso plan, aunque a finales de abril ya empieza a carburar. Tanto que en junio, en la Vuelta a Suiza, hace segundo en ¡tres etapas! (y tercero en otra), en otra de sus habituales rachas.Debuta en el Tour y consigue varios puestos de honor. Al año siguiente volverá, y de qué manera.
Y sigue con sus rachas en 2007. Tres etapas segundo en Mediterráneo (una ganada), tres etapas ganadas en Valencia y otras tres etapas segundo en Suiza. Como un Kalashnikov, a repetición. En el Tour (¡ay el Tour, que tendrá!) entra en forma a final de la carrera, como lo oyen. Y eso que ya venía calentito de Suiza. Se había caído al principio, pero en la etapa 17ª se mete en una escapada donde lo llevan en volandas a meta, y después repite en París. Empieza a ser conocido para el gran público. Y reclama su lugar en la azzurra para el Mundial, porque dice que es un escalador. Ballerini no está por la labor, y ni siquiera su performance en la Vuelta (ganó la primera etapa, ganó la última, y otra también de por medio) cambian su veredicto. El protagonista de hoy se queda muy dolido. Y no es metafórico.
Sorpresa de las sorpresas, descubre que ha competido ¡toda la Vuelta! con la muñeca rota, desde la segunda etapa. Y ya saben que esto es habitual en el ciclismo: Hamilton, el marido de Parchinsky y dueño de Tugboat, quedó segundo en el Giro 2002 con la clavícula rota y, como le funcionó el invento, en el Tour 2003 quedó cuarto y ganó una etapa de alta montaña escapado una burrada de kms. con la misma dolencia. Ya saben que al fútbol se juega mejor con 10, y al ciclismo se compite mejor con algo roto. Por lo de las prescripciones médicas. La rotura tuvo que ser muy gorda, porque este italiano no ha competido hasta ¡el Tour de Romandía!, ya con los colores de Liquigas, un equipo limpio como la patena.
Allí hizo segundo en el prólogo-sprint, segundo en otra etapa, y se llevó la fracción final. En forma para el Giro. Y venía de no competir. Así es Bennati. Se va a hinchar a ganar etapas (o hacer segundo, que también es muy hábil) en el Giro. Porque no tiene rivales y porque tiene ese manera tan curiosa de entrenar y ponerse en forma. Pertenece al clan de Arezzo, un grupo de corredores de la Toscana central conocidos por sus rendimientos de dientes de sierra, encabezado por él mismo y por su amiguísimo Nocentini. El propio Bennati ha tenido varias encarnaciones: primero cebra, después phonista, más tarde clasicómano, luego escalador, por último jefe de filas de Liquigas para el Giro, un equipo que el año pasado ganó la general y que este año presenta a los abuelos Noe y Beltrán, junto con la incógnita Nibali. Jefe de filas, ya les digo, y esta vez sin Napolitano, un corredor al que hizo la vida imposible en su convivencia en el Lampre.
***
En la reina de Asturias se impone el campeón polaco Marczynski, que saca unas diferencias bastante grandes. Vicioso mantiene el liderato y, aunque el esperado Zaballa no apareció, el aragonés de apellido indicativo estará escoltado en el podio por sus compañeros Tondo y Pires. Tres corredores de un mismo equipo portugués al copo de las plazas de honor en una vuelta por etapas. Felicidades a los organizadores por invitarlos, a los espectadores por aplaudirles y, en general, al ciclismo por cómo cava él solito su propia tumba.
***
Esto huele a chamusquina. Bileka, el protegido de Popovych (se lo llevó a Discovery, ahora al Silence) abandona el ciclismo por "un dolor de rodilla" a dos días de la Lieja, y por carta personal al director. Tiene 29 años y pocos resultados, pero estaba en el equipo del Giro. No se conocen declaraciones del ucraniano. Igual que no se conoce donde está Popovych ("el Eddy Merckx del siglo XXI"), mientras su jefe Evans sube, baja y hasta incluso gana.
06 mayo, 2008
Y Cobra
Hacía un tiempo que no compraba Bicisport, la Biblia decadente y alcanforada del ciclismo. Concretamente desde noviembre: entre la divinización de Bettini por su segundo Mundial a fusilazos y que tampoco me interesaba mucho el contenido, he esperado al número especial de las clásicas, que siempre merece la pena por las fotos.
Ha merecido la pena. En Bicisport, en Italia en general, hay que leer entre líneas. Como cuando felicitaban a Bennati por su gran Vuelta con un bravo Benna, ma non tradirci mai. Mañana hablaré de este corredor. Hoy toca hablar de Il Cobra, un apodo que no me gusta nada, pero hay que respetar lo que la gente le guste que le llamen: a los ciclistas les gustan los animales, concretamente los perros, y si aceptamos Piti, Urco, Birillo o Goku, ¿por qué no Cobra? Pues eso.
Este personaje, que ningún equipo profesional italiano quiso en sus filas por sus antecedentes en categorías inferiores y su hematocrito ballerino, ha pasado una primavera muy movida. Se cayó en Tirreno, se volvió a caer en País Vasco y su objetivo de las Ardenas se alejaba. Concretamente, su última carrera disputada fue la etapa de Orio, el 11 de abril. Desde entonces, y hasta F-V, el 23 de abril, el vacío. Doce días. En la página 168 de Bicisport hablan de desaparición, sin el menor atisbo de ironía. Concretamente, relatan un episodio lamentable: su padre lo esperaba para el sábado 19 de abril en el aeropuerto de Charleroi, en la vigilia de la AGR. No apareció. No daba explicaciones. Su director deportivo, Algeri, dice que no pudo contactar con Ricco en dos días. Tal cual. Por supuesto, no salió en la prueba holandesa, y apareció como un ángel el 22 de abril, martes, en la vigilia de F-V. Que si dolores, que si fiebre, pero sin explicaciones sobre dónde estaba. En la carrera no rindió mucho (107º, a más de 8´), dice que por dos pinchazos. Eso sí, para la Lieja, la L-B-L más dura de los últimos años, 20º, a 1´03", con el grupo de favoritos.
Ustedes ya saben lo que significa esto. Desaparece y en unos días vuelve con la mejor de las formas. Para qué explicar más, si es capaz de dejar a su padre esperando en el aeropuerto. Así es el ciclismo. Hay una adivinanza -que seguramente contaré mal- donde alguien pregunta cúal es el animal que es dos a la vez. El gato, porque araña. Yo conozco otro. También tu (pongan al objeto de la burla: el jefe, el de Lepe, el novio de la mujer deseada) es dos animales a la vez. Es un zorro. Y cobra.
***
El primer positivo del año, para Patxi Vila. Testosterona. Ya hablan de "estrecho margen". Veremos que arroja ese test que mide si es endógena o exógena, y si todavía tienen vergüenza para hablar de márgenes. A mí me da mucha pena, en serio. Otro corredor vasco con la testosterona desbocada, y van...A este lo vendían con la cabeza muy bien amueblada y no se cuantas tonterías más, que si dedicaba su tiempo a cuidar a niños espásticos (¿¿??), y que ahora tenía una revista de ciclismo que, aprovechando la ocasión, hay que decir que es una basura con grapas, hecha con su amigo el del apellido de conquistador. Aquí se dice que el control (sorpresa, como no, y en su domicilio, fue hace 43 días: hagan cuentas y lleguen a donde yo he llegado).
A mí es un personaje que siempre me ha caído mal, con sus medias verdades sobre el doping, pero que a la hora de la verdad no reivindicó su P-N de 2006, donde le batió un tal Floyd Landis. O hace unos meses, cuando su testimonio contradictorio sobre la concentración del Lampre le dejó con el culo al aire, a él y a su equipo. Ojo, y este era el de la cabeza bien amueblada. Miren que amigos tiene, uno que dice que "personalmente (la testosterona) me parece una estupidez". Dicen también que iba de jefe de filas para el Giro, cosa que no se cree ni el mismo con patatas, pero bueno, ahora tendrá tiempo real para sus auténticas aficiones: el periodismo, sus niños y pasear por Hondarribia, frente a la isla de los Faisanes. A cascarla.
***
Tercera etapa de Asturias para Garzelli, que está en pleno proceso "mira lo que os perdeis por no llevarme al Giro". Estas cosas siempre son beneficiosas para el palmarés de un corredor, que canaliza a carreras más a su alcance energías que hubiera dispersado en otras actividades. Hoy se sube el Acebo, ¿se volverá a escapar el MSS en bloque?
Ha merecido la pena. En Bicisport, en Italia en general, hay que leer entre líneas. Como cuando felicitaban a Bennati por su gran Vuelta con un bravo Benna, ma non tradirci mai. Mañana hablaré de este corredor. Hoy toca hablar de Il Cobra, un apodo que no me gusta nada, pero hay que respetar lo que la gente le guste que le llamen: a los ciclistas les gustan los animales, concretamente los perros, y si aceptamos Piti, Urco, Birillo o Goku, ¿por qué no Cobra? Pues eso.
Este personaje, que ningún equipo profesional italiano quiso en sus filas por sus antecedentes en categorías inferiores y su hematocrito ballerino, ha pasado una primavera muy movida. Se cayó en Tirreno, se volvió a caer en País Vasco y su objetivo de las Ardenas se alejaba. Concretamente, su última carrera disputada fue la etapa de Orio, el 11 de abril. Desde entonces, y hasta F-V, el 23 de abril, el vacío. Doce días. En la página 168 de Bicisport hablan de desaparición, sin el menor atisbo de ironía. Concretamente, relatan un episodio lamentable: su padre lo esperaba para el sábado 19 de abril en el aeropuerto de Charleroi, en la vigilia de la AGR. No apareció. No daba explicaciones. Su director deportivo, Algeri, dice que no pudo contactar con Ricco en dos días. Tal cual. Por supuesto, no salió en la prueba holandesa, y apareció como un ángel el 22 de abril, martes, en la vigilia de F-V. Que si dolores, que si fiebre, pero sin explicaciones sobre dónde estaba. En la carrera no rindió mucho (107º, a más de 8´), dice que por dos pinchazos. Eso sí, para la Lieja, la L-B-L más dura de los últimos años, 20º, a 1´03", con el grupo de favoritos.
Ustedes ya saben lo que significa esto. Desaparece y en unos días vuelve con la mejor de las formas. Para qué explicar más, si es capaz de dejar a su padre esperando en el aeropuerto. Así es el ciclismo. Hay una adivinanza -que seguramente contaré mal- donde alguien pregunta cúal es el animal que es dos a la vez. El gato, porque araña. Yo conozco otro. También tu (pongan al objeto de la burla: el jefe, el de Lepe, el novio de la mujer deseada) es dos animales a la vez. Es un zorro. Y cobra.
***
El primer positivo del año, para Patxi Vila. Testosterona. Ya hablan de "estrecho margen". Veremos que arroja ese test que mide si es endógena o exógena, y si todavía tienen vergüenza para hablar de márgenes. A mí me da mucha pena, en serio. Otro corredor vasco con la testosterona desbocada, y van...A este lo vendían con la cabeza muy bien amueblada y no se cuantas tonterías más, que si dedicaba su tiempo a cuidar a niños espásticos (¿¿??), y que ahora tenía una revista de ciclismo que, aprovechando la ocasión, hay que decir que es una basura con grapas, hecha con su amigo el del apellido de conquistador. Aquí se dice que el control (sorpresa, como no, y en su domicilio, fue hace 43 días: hagan cuentas y lleguen a donde yo he llegado).
A mí es un personaje que siempre me ha caído mal, con sus medias verdades sobre el doping, pero que a la hora de la verdad no reivindicó su P-N de 2006, donde le batió un tal Floyd Landis. O hace unos meses, cuando su testimonio contradictorio sobre la concentración del Lampre le dejó con el culo al aire, a él y a su equipo. Ojo, y este era el de la cabeza bien amueblada. Miren que amigos tiene, uno que dice que "personalmente (la testosterona) me parece una estupidez". Dicen también que iba de jefe de filas para el Giro, cosa que no se cree ni el mismo con patatas, pero bueno, ahora tendrá tiempo real para sus auténticas aficiones: el periodismo, sus niños y pasear por Hondarribia, frente a la isla de los Faisanes. A cascarla.
***
Tercera etapa de Asturias para Garzelli, que está en pleno proceso "mira lo que os perdeis por no llevarme al Giro". Estas cosas siempre son beneficiosas para el palmarés de un corredor, que canaliza a carreras más a su alcance energías que hubiera dispersado en otras actividades. Hoy se sube el Acebo, ¿se volverá a escapar el MSS en bloque?
05 mayo, 2008
Astana, con licencia para todo
El post de hoy debería ir dedicado a Klöden, un corredor de vueltas que ya tenía dos segundos puestos en el Tour y victorias en P-N y P-V (cuando recibía paquetes de droga desde Friburgo a nombre de su novia, hoy su mujer) en el 2000, Tirreno en 2007 y que ayer sumó Romandía a su notable y lagunar palmarés.
Sin embargo, la noticia se subsume en la invitación a última hora -tras lanzar unos globos sonda- de su equipo al Giro, carrera organizada por los mismo que excluyeron a los turquesas de San Remo y Tirreno. ¿Ha salido una sentencia que declare inocente a Mazzoleni, tercero en el pasado Giro con el equipo asiático? ¿La testosterona de Kessler era natural? ¿Los kazajos se intercambian la sangre por ósmosis cuando se juntan mucho? Noooooooooooo. El Giro, valiéndose del mismo derecho que el Tour (la Ley "porque me sale de las narices", tan universal como la de la gravedad) ha hecho la italianada de donde dije Diego. Considerando que Basso ya tiene contrato firmado con el Liquigas, todavía están a tiempo de que esta edición del Giro se convierta en una Feria de Monstruos al mismo nivel que EE.UU. Y menos mal que Cipollini se separó del RockRepublic, que si no también conocerían los Dolomitas Botero, Sevilla y Hamilton.
La gente del Giro dice que los invitan por sus resultados. Hombre, pues en un equipo con esa lápida en forma de dopaje no parece el mejor criterio de medición. El Astaná cuenta sus apariciones por éxitos. En P-V y Romandía han ganado, y de una manera abrumadora, a lo UsPostal, con un control absoluto del pelotón. El problema no es ese, es el nivel general mostrado: Rubiera ganando una etapa en Murcia, cuando hacía años que no ganaba en carreras de verdad; Gregory Rast coronando en segunda posición el KappelMuur en Flandes, y dos días después dando vueltas como un molinillo en Estambul y, bueno, volvamos a Romandía.
¿Conocen a Iglinsky? Pues es un corredor kazajo, como Vinokourov (que lo pasó a profesionales en el T-Mobile en 2004) y Kashechkin. El año pasado recibió el mismo entrenamiento cinco estrellas para el Tour que otros compañeros de equipo, de ahí su victoria en una etapa de altísima montaña en Dauphiné, carrera donde también triunfaron los del intercambio de fluidos corporales y Colom -que ganará la Volta a Catalunya-, en plena orgía demoniaca. Bueno, pues ha vuelto a las andadas. En Romandía el prólogo-sprint fue para Cavendish y la primera etapa fue para Iglinsky ante un grupo restringido de favoritos, bajo la lluvia y adelantando al pelotón. No contento con eso, al día siguiente y en un sprint masivo de manual -ganó McEwen-, hizo 12º, como el que no quiere la cosa. En la crono ganada por Klöden -en Romandía siempre es lo mismo: quien gana la crono gana la carrera, aunque esta año no haya sido la última etapa- cayó al 21º puesto, en la etapa de montaña ganada por un anónimo italiano cedió un minutito y, el último día, hizo 3º en un sprint masivo ganado por otro corredor que, viniendo de las sombras, llega a punto al Giro, Bennati.
Bueno, ustedes saben mucho de ciclismo y conocen perfectamente a que se debe el rendimiento de un corredor que aguanta con los mejores en la montaña y después se mete en un sprint masivo. Y si ese corredor es kazajo -la raza kazaja de Garai- y milita en el Astaná, pues habrá que entender que en el Giro saben perfectamente a quien están invitando. Siempre lo han sabido. En el Giro, como en el Vuelta, nunca hay escándalos de dopaje durante la carrera. Madonna di Campiglio todavía escuece. O San Remo 2001. Se echa la vista a otro lado, y ahí tenemos al típico guiri al que dejan ir hasta las cejas para que haga el papel de malo ante los italianos. Repasen la lista del podio de los últimos años (Unai Osa, Hamilton, Popovych, Gontchar, Rujano, Quique Gutierrez, un chaval de 20 años de Luxemburgo en su primera grande) y verán como entienden los italianos el espectáculo.
Sin embargo, con el Astana se han colado un gol tremendo. El equipo de las sucesivas reencarnaciones va a ir con Kloden, Leipheimer -que está haciendo sus cositas en EE.UU, la tierra de la promisión- y Contador, además de con toda la nómina de secundarios que, al margen de sus nombres, pueden rendir como Iglinsky, porque no dejan de ser robots programables. Hoy por hoy, el máximo favorito para el Giro es Klöden, o cualquiera que vista de turquesa. Es lo que han querido los organizadores. Veremos que tal se lo toma la aficción italiana.
***
Sin embargo, la noticia se subsume en la invitación a última hora -tras lanzar unos globos sonda- de su equipo al Giro, carrera organizada por los mismo que excluyeron a los turquesas de San Remo y Tirreno. ¿Ha salido una sentencia que declare inocente a Mazzoleni, tercero en el pasado Giro con el equipo asiático? ¿La testosterona de Kessler era natural? ¿Los kazajos se intercambian la sangre por ósmosis cuando se juntan mucho? Noooooooooooo. El Giro, valiéndose del mismo derecho que el Tour (la Ley "porque me sale de las narices", tan universal como la de la gravedad) ha hecho la italianada de donde dije Diego. Considerando que Basso ya tiene contrato firmado con el Liquigas, todavía están a tiempo de que esta edición del Giro se convierta en una Feria de Monstruos al mismo nivel que EE.UU. Y menos mal que Cipollini se separó del RockRepublic, que si no también conocerían los Dolomitas Botero, Sevilla y Hamilton.
La gente del Giro dice que los invitan por sus resultados. Hombre, pues en un equipo con esa lápida en forma de dopaje no parece el mejor criterio de medición. El Astaná cuenta sus apariciones por éxitos. En P-V y Romandía han ganado, y de una manera abrumadora, a lo UsPostal, con un control absoluto del pelotón. El problema no es ese, es el nivel general mostrado: Rubiera ganando una etapa en Murcia, cuando hacía años que no ganaba en carreras de verdad; Gregory Rast coronando en segunda posición el KappelMuur en Flandes, y dos días después dando vueltas como un molinillo en Estambul y, bueno, volvamos a Romandía.
¿Conocen a Iglinsky? Pues es un corredor kazajo, como Vinokourov (que lo pasó a profesionales en el T-Mobile en 2004) y Kashechkin. El año pasado recibió el mismo entrenamiento cinco estrellas para el Tour que otros compañeros de equipo, de ahí su victoria en una etapa de altísima montaña en Dauphiné, carrera donde también triunfaron los del intercambio de fluidos corporales y Colom -que ganará la Volta a Catalunya-, en plena orgía demoniaca. Bueno, pues ha vuelto a las andadas. En Romandía el prólogo-sprint fue para Cavendish y la primera etapa fue para Iglinsky ante un grupo restringido de favoritos, bajo la lluvia y adelantando al pelotón. No contento con eso, al día siguiente y en un sprint masivo de manual -ganó McEwen-, hizo 12º, como el que no quiere la cosa. En la crono ganada por Klöden -en Romandía siempre es lo mismo: quien gana la crono gana la carrera, aunque esta año no haya sido la última etapa- cayó al 21º puesto, en la etapa de montaña ganada por un anónimo italiano cedió un minutito y, el último día, hizo 3º en un sprint masivo ganado por otro corredor que, viniendo de las sombras, llega a punto al Giro, Bennati.
Bueno, ustedes saben mucho de ciclismo y conocen perfectamente a que se debe el rendimiento de un corredor que aguanta con los mejores en la montaña y después se mete en un sprint masivo. Y si ese corredor es kazajo -la raza kazaja de Garai- y milita en el Astaná, pues habrá que entender que en el Giro saben perfectamente a quien están invitando. Siempre lo han sabido. En el Giro, como en el Vuelta, nunca hay escándalos de dopaje durante la carrera. Madonna di Campiglio todavía escuece. O San Remo 2001. Se echa la vista a otro lado, y ahí tenemos al típico guiri al que dejan ir hasta las cejas para que haga el papel de malo ante los italianos. Repasen la lista del podio de los últimos años (Unai Osa, Hamilton, Popovych, Gontchar, Rujano, Quique Gutierrez, un chaval de 20 años de Luxemburgo en su primera grande) y verán como entienden los italianos el espectáculo.
Sin embargo, con el Astana se han colado un gol tremendo. El equipo de las sucesivas reencarnaciones va a ir con Kloden, Leipheimer -que está haciendo sus cositas en EE.UU, la tierra de la promisión- y Contador, además de con toda la nómina de secundarios que, al margen de sus nombres, pueden rendir como Iglinsky, porque no dejan de ser robots programables. Hoy por hoy, el máximo favorito para el Giro es Klöden, o cualquiera que vista de turquesa. Es lo que han querido los organizadores. Veremos que tal se lo toma la aficción italiana.
***
En la Vuelta a Asturias, que sobrevive mientras van cayendo otras pruebas de similares características, cuando no mejores, los tres primeros puestos de la general están copados por tres corredores del mismo equipo, el portugués MSS: Vicioso, Tondo y Zaballa. Para seguir así, lo mejor es cerrar. Es más: considerando que la Subida al Naranco la ganó Tondo (por delante de K. Gil y Garzelli, nada menos) y Vicioso la primera etapa, la duda está en cuando ganará su etapa Zaballa. ¿Les suena el Acebo, la subida de toda la vida en la carrera asturianina? Por lo demás, ayer se repartieron los sectores Garzelli y Samuel Sánchez, ese contrarrelojista que ya ni siquiera va a las Ardenas, a pesar de mostrarse en forma antes (en CyL, donde fue un todoterreno) y después.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)