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29 julio, 2010

La clásica de San Sebastián recupera su atractivo

Los ingleses tienen un término para lo que ha experimentado la clásica de San Sebastián: revamped. Es castellano sería remozado o algo así, pero no da la sensación de una cosa que, manteniendo sus características, se vuelve a presentar joven y sexy.

La prueba guipuzcoana es la más jóven de las clásicas de prestigio del calendario y, tras unos orígenes muy modestos, se afianzó en los noventa incluída en la finiquitada a traición Copa del Mundo y con una nómina de vencedores impresionantes, algunos de los cuales utilizaban la prueba vasca como remedo del Tour.

Sin embargo, en los últimos años su prestigio había decaído. Ediciones bochornosas como la ganada por Perdiguero, la del doblete Saunier Zaballa-J.Rodríguez, la de Bertagnolli -sin palabras-, la de Florencio o la de Barredo convirtieron a esta prueba en otra cita más del calendario, cuando tenía el potencial de ser una de las más bonitas -ahí esta la foto de hoy, la bahía del Txingudi desde el Jaizkibel- y de las más competidas entre los mejores corredores del pelotón, y no sólo corredores españoles de la clase media, o media baja.

La prueba era de por sí bastante selectiva, y sólo llegaba a disputar la victoria un grupo reducido de corredores, pero esa dureza se ha incrementado con una doble subida al Jaizkibel y Arkale. La razón es "buscar un recorrido más espectacular", y así lo reconoce el organizador en el mismo artículo donde también afirma que han tenido muchos problemas para sacar adelante la edición de este año. Al menos no ha desaparecido, como muchas otras carreras vascas, empezando por la Subida a Urkiola que se disputaba el día siguiente y que este año habrá que imaginarse.

Lo de las carreras que cambian para acabar pareciéndose todas entre ellas es un pésima tendencia en el ciclismo, como se ha visto en la Gante-Wevelgem, pero la Clásica de San Sebastián tiene la característica única -ahora visiblemente potenciada- de ser el recorrido ideal para que se confronten los grandes corredores de las vueltas por etapas con los clasicómanos, y en el mejor momento posible del calendario: seis días después del Tour.

El palmarés reciente puede engañar, pero en los noventa aquí se enfrentaban Pedro Delgado contra Bugno, Chiapucci contra Rooks y ganaban Indurain o Armstrong. La edición de este año, con el recorrido endurecido, contará con el segundo, el tercero y el cuarto del pasado Tour, además de los corredores de un día habituales y gente escocida del Tour como Cunego.

El principal favorito es J.Rodríguez, que ya subió al podio en 2005 y que busca arañar puntos donde sea en pos de su objetivo de acabar el año como número uno. Además, su equipo será el más potente con otros posibles ganadores potenciales como Kolobnev, Pozzato o Ivanov. El resto de favoritos pasan desde un S. Sánchez que buscará ganar por primera vez esta carrera para el Euskaltel hasta un Rabobank potentísimo con Menchov y Gesink, sin olvidar el Quick Step (Chavanel, Barredo y Pineau), Andy Schleck, Gilbert, Carlos Sastre -que siempre se ha hecho notar en la carrera-, Hesjedal, Roche o Gendermann. La cita es el sábado, no se la pierdan.
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Thomas Dekker rompe su silencio con una larguísima entrevista en cyclingnews.com. Va en el tono habitual de estos casos. Reconoce que se empezó a dopar a partir de 2007, todo sea por salvar sus triunfos en Tirreno y Romandía, donde deja sobreentender. Así está la credibilidad del ciclismo. Por supuesto, el periodista no le pregunta por su traslado de residencia en 2006 a Italia para vivir al lado de Cecchini, o por su vomitona en el campeonato holandés tres días antes de que le comunicasen su positivo de hacía año y medio. También dice que se ve compitiendo hasta los 37 o 38 años. Pues muy bien.
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Fantástica redacción de esta noticia, donde se escribe "el azahar de la vida" como el que escribe "en el candelabro" o "dar un giro de 360º". Se intenta hacer el gracioso con el titular y acaban pasando estas cosas: con Girona no se bromea.
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Esta noticia es increíble y refleja lo que todavía le queda al periodismo anglosajón para entender de ciclismo. No es ya sólo que en cuanto un corredor se apellida "Gutierrez" lo confunden (o con el Búfalo o con Jose Iván), igual que pasa con "Rodríguez", es que les falta un hervor. Decir que Contador se va del Astana por los problemas técnicos de quedarse sin emisora en los momentos controvertidos -ya verán como en el equipo al que vaya la emisora seguirá fallando cuando convenga- o sin monitor de tele en el coche es no tener ni idea del personaje que estamos tratando o del deporte.
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El artículo en general esta muy bien, pero lo más interesante es eso de que J.Rodríguez compartirá casa en las alturas con S. Szmyd, el magnífico escalador polaco del Liquigas. Ya lleva una temporada cargadísima (Giro, Dauphiné, Tour) y no se sabe muy bien para qué necesita concentrarse en altura. Tampoco cómo ha llegado a esa intimidad con el catalán, puesto que son corredores muy distintos y jamás han coincidido en equipo alguno. A lo mejor los ha presentado Piepoli...
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Jo, y eso que esperaba al final del Tour para dar todas sus respuestas al juez...
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Ciberchat de 60 preguntas con S. Sánchez. Sí, son así de cutrongos cuando no hay correctores y adecentadores. Eso sí, el filtro bien que funcionaba...Destaco, por diversos motivos, las preguntas y respuestas 18-30-41-46 y 51.
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En sus kioskos la revista decana. Con las imágenes de la portada y los primeros interiores pixeladas y con una pésima resolución, nos aborda el director con un clarificador editorial de cómo ve la realidad -explica muchas cosas de la revista que dirige-, la habitual sección de mezclar venta de cacharros con noticias, Beloki hablando de qué es el juego limpio (¿quizás no doparse? Y si te han pillado ¿reconocer que te has dopado?), un poster horrible de S.Sánchez y, en definitiva, la misma tontería de siempre.

28 julio, 2010

El futuro del ciclismo estadounidense

Como todos los años tras el Tour, los equipos grandes empiezan a reclutar corredores amateurs para foguearlos en carreras menores. Una parte importante de los actuales profesionales tuvieron su debut en los meses de agosto-septiembre, algunos de manera anónima y, como el caso que hoy nos ocupa, con un revuelo mediático que irá creciendo a medida que se acerque su estreno entre los profesionales.

El mismo está programado para el próximo 4 de agosto en la Vuelta a Dinamarca, el mayor evento deportivo de este país -parece mentira, pero es así- y una carrera que ha crecido mucho a pesar de sus inexistentes dificultades orográficas. Para más interés, la última etapa concluirá dando cinco vueltas al circuito del Mundial 2011, que se disputará por tercera vez en Copenhague.

Sin embargo, el mayor interés recaerá en el bautismo de Taylor Phinney, apuntado por muchos como The next big thing, o un campeón predestinado. Estadounidense de 20 años recién cumplidos, con 18 años fue séptimo en los JJ.OO en persecución individual, modalidad en la que ganaría los dos últimos campeonatos del mundo. ¿Otro corredor de pista? Ya podría ser, ya: también ha ganado las dos últimas ediciones de la París-Roubaix para aficionados. ¿Pista y pavé? ¿Con apenas 20 años? Pues sí.

Corre en el equipo amateur que montó Armstrong, dirigido por Axel Merckx, y en lógica consecuencia su debut será con el RadioShack. Gracias a su twitter sabemos que su vida en Europa transcurre a mitad de camino entre Girona y Pisa, garantía inequívoca de grandes éxitos deportivos. Algunos dicen que su gran altura (1´93 metros) será un impedimento en su futuro como corredor, otros dicen que sus datos fisiológicos son tan impresionantes que da igual lo que mida.

En EE.UU protagoniza reportajes y entrevistas, y no sólo en medios especializados. Este Tour de Francia ha visto el entierro de la gran generación de corredores americanos surgidos a finales de los noventa, e incluso la de ese corredor americano surgido a principios de los noventa. El campeonato del mundo ganado por Armstrong en 1993 con 21 años (el más joven de la historia) fue el inicio de una generación post-Lemond y post-Hampsten con varios nombres propios: Julich, Hincapie, Horner y más tarde Leipheimer, sin olvidarnos de Hamilton y Landis. Por el camino se quedaron mucho antes Chann McRae (5º en Verona 1999), F.Rodríguez o Livingstone, y ahora los que han llegado hasta el final de una larguísima y hiperlongeva vida profesional agotan ya sus últimas pedaladas. Todos menos Horner, claro.

Este corredor ha logrado acabar 10º el pasado Tour, con 38 años. También ha ganado este año la Vuelta al País Vasco, un resultado sin precedentes en su vida deportiva. Sus éxitos personales no ocultan que su resultado en Francia es el peor de un estadounidense desde 1997, un año antes del podio de Julich tras Pantani y Ullrich. A pesar de que no hay generación intermedia -Vande Velde tiene 34 años-, los estadounidenses tienen una hornada de jóvenes dispuestos a saltarse las etapas de crecimiento.

El primero de ellos es el sprinter de 26 años llamado Tyler Farrar que en apenas dos temporadas se ha instalado en la élite mundial. Vive en Gante, le gusta el norte y gana sprints masivos en grandes vueltas y va muy bien clásicas. El segundo es Tejay Van Garderen, que tiene 22 años y en este año de neoprofesional ha logrado ser tercero en el Dauphine Libere tras Brajkovic y Contador, nada menos, y eso como resultado más espectacular de una temporada muy completa. Corre en el Columbia y su fuerte es la contrarreloj y la montaña.

Y ahora llega Phinney. Desde luego, en la Vuelta a Dinamarca no sabremos como anda en montaña, pero seguro que en el llano va ir fuerte-fuerte. Y con 20 años puede evolucionar hacia lo que quiera. Lo que es seguro es que no pasarán muchos Tours hasta que un estadounidense vuelva a meterse en el top-ten, una constante de la última década al margen de Armstrong.
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Urraburu dispara con bala en la polémica creciente sobre la no alineación de Intxausti en la Vuelta: (Rijs y los Schleck) "han demostrado ser inteligentes, no como sucede, o sucederá, con otros torpes que dirigen equipos. Porque un corredor vaya a cambiar de aires le marginan en pruebas importantes". Claro,que también se puede estar refiriendo a Juan Fernández y Escartín en la Vuelta 1995...Habrá que volver a decir, como en el pasado Criterium Internacional, aquello de Intxausti Askatu!. También publica hoy esta noticia de rumores, muy completa.
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"He peleado el podio hasta el último momento. Con eso me quedo de la carrera. He sido cuarto, a 3:40 de Contador. Andy Schleck finalizó segundo el año pasado a 4:10". ¿Quiere decir esto que podía haber sido segundo? "No es un cuarto porque sí, sino la consecuencia de luchar por el tercero e incluso por el segundo puesto". ¿Ein? ¿Me he perdido algo?. En cuanto a la crono, tras decir hace unos días que "si me dijeses que he sido yo el que he fallado, pero es que Denis nos metió por encima de minuto y medio a mí, a Alberto y a Andy. O los tres pegamos un bajón increíble o él se salió", ahora resulta que "los demás estuvieron más o menos a su nivel, pero Denis lo hizo excelente".
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Una llegada y una salida de la Vuelta cuesta 130.000 euros, al menos en Murcia-city. Según el alcalde, los retornos serán de 500.000 euros, un poco el mito de El Dorado. Lo que no cuenta el regidor es que, si por casualidad se llegase a esa cifra (incluye hasta el concepto "compras") es porque además de la llegada y salida, en Murcia-country se disputarán dos llegadas y dos salidas de la Vuelta, y es de suponer que la caravana se alojará los dos días en su municipio. Nadie da duros a cuatro pesetas.
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Otro fantástico artículo sobre Landis y Armstrong.
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Se disputa estos días el Campeonato de Europa de Atletismo. Barcelona es la sede, 18 años después de los JJ.OO en esta ciudad adicta a los eventos. Odriozola, que no necesita presentación aquí ni en la casa de Rubalcaba o Lissavetzky, ha predicho 15 medallas para nuestros aguerridos atletas. Es la cifra que se logro en Munich 2002, cuando la gran orgía canaria-ginecológica. Para los de 2006 pasó algo el 22 de mayo y aquel calendario de "Campeonatos de Europa" desapareció, igual que muchos atletas, aquejados súbitamente de extrañas afecciones.

Desde aquí el mayor ánimo y apoyo posible a la cultura atlética española, fruto de la raza y la superación. En los recientes campeonatos de España ya hemos visto importantes progresos. Campeonatos celebrados hace nada -ni un mes- en Avilés, una ciudad que está cobrando un protagonismo mayúsculo en la mejora del rendimiento deportivo. Ya verán como mejoran las marcas logradas en los campeonatos, y todo fruto de este intenso mes y no de haber pasado por la ciudad asturiana. Yo seguiré el acontecimiento en la esperanza de que Amat Carceller vuelva a hacer preguntas incómodas a los atletas (lo dudo, después del rapapolvo de Pekín por parte de un atleta que le reprochó sus críticas y su falta de apoyo, como si un periodista tuviese que ser un hooligan más y no un profesional), por las siervas de Lukashenko, por nuestras atletas (Mayte, Natalia y Marta sobre todas las demás: seguirán mejorando a pesar de la edad) y porque viendo los cuatro gatos que hay en las gradas, hay que apoyar a los nuestros.

27 julio, 2010

Y el próximo año, casi todos los compañeros volverán a ser nuevos

Mientras se sigue comparando a Contador con los grandes campeones del pasado, y por su palmarés tiene que ser así, siguen también las proyecciones hacia el futuro y cúantas grandes vueltas sumará a las cinco con las que ya cuenta.

En este juego de comparaciones y proyecciones hay algo singular. Mientras que Induráin y Armstrong contaron a lo largo de su dominio con un bloque muy estable y constante, donde algunos corredores llegaron a tener mucha popularidad por su papel de gregarios -más en el caso del americano que del navarro-, Contador ha tenido un baile constante de equipos y compañeros, y parece que no se va a detener.

Ayer dos de sus más leales servidores, al aterrizar en su región natal, confesaban que su líder tenía muchas posibilidades de cambiar de equipo, pero que los llevaría consigo. Aunque se llevase a dos, o a tres, más de la mitad de sus nuevos compañeros en el próximo Tour serían de nuevo cuño. Se rumorea que podría acabar en el equipo de Rijs, que tiene patrocinador para los dos próximos años, por lo que a lo mejor vemos a Fulgsang, Larsson o Breschel tirando del carro amarillo de Contador.

En 2005, cuando debutó en el Tour, sus compañeros fueron Heras, Beloki, Davis, Igor, Jaksche, L.L Sánchez, Serrano y Vicioso. De su preparación específica y de sus magros resultados en carretera (el mejor fue Jaksche, que dijo bien claro como logró su 16º puesto) se sabe todo porque se publicó con la Operación Puerto, mientras que Contador acabó 31º en su bautismo con el Liberty Seguros. En 2006 llegó a la salida de Estrasburgo, pero los desmanes de sus compañeros -con los que el pinteño jamás tuvo nada que ver- hicieron que su equipo no pudiese tomar la salida por no contar con el número mínimo de corredores. Era el Astana 1.0 y algunos de los corredores que viajaron a Francia para nada eran Beloki, Nozal, Vinokourov o Kasheskin.

En 2007 Contador pasa a la estructura de Bruyneel, con el que ha ganado cuatro de sus cinco grandes vueltas. Ese año le acompañaron Leipheimer -que casi le birla la carrera en la última crono-, Gusev, Hincapie, Egoi, Noval, Paulinho, Popovych y Vaitkus. Este equipazo fue fundamental en el éxito del madrileño, además de la expulsión de Rasmussen de la carrera. Tras su exclusión en 2008 debido a que fichó por el Astana de algunos de sus compañeros de 2006, en 2009 salió en la carrera acompañado (es un decir, claro) por Armstrong, Kloden, Muravyev, Rast y Zubeldia. Repetían de 2007 Paulinho, Popovych y Leipheimer. Se quedó en casa Noval, muy enfadado y clamando contra el director que lo fichó del Relax. Una vez más, su equipo fue fundamental, porque en la CRE eliminó a varios rivales para la general.

Y en 2010 Contador se montó una guarnición de fieles a falta de un mejor calificativo: De la Fuente, Jesús Hernández, Dani Navarro y Noval, además de Grivko, Iglinsky, Tiralongo y Vinokourov. Así queda este balance: de los tres Tours ganados por Contador sólo han repetido en la formación Noval (2007 y 2010), Leipheimer, Paulinho y Popovych (2007 y 2009), y estos tres últimos no tienen opciones de fichar por el nuevo equipo del campeón.

Además, como ya se ha dicho, es difícil pensar que Contador se pueda llevar a su nuevo equipo a más de dos o tres fieles: además de Noval y Navarro, habrá que ver si Rijs traga con alguien como Jesús Hernández, que simplemente es profesional por la voluntad del de Pinto, que lo rescató del paro para la temporada 2009. O con De la Fuente y Tiralongo. De Pereiro ya mejor ni hablamos, visto que ni siquiera se ve corriendo el próximo año.

Desde luego, la experiencia de Rijs y su poder en carrera (como se vio en la etapa de Spa, cuando Cancellara ejecutó en la carretera las instrucciones de equipo) son mucho más convenientes para las aspiraciones de A.C que el lamentable espectáculo de este Tour, donde en la crono decisiva fue seguido por un gabinete de los Hermanos Marx que ni siquiera le daba bien las referencias y sólo transmitía nervios e inseguridad, eso por no hablar del famoso incidente de Bales, donde su director ni apareció y el corredor tuvo que solventar la papeleta con un cutre-vídeo colgado en YouTube a las tantas de la noche.

A pesar de las evidentes ventajas que tendría pasar a la estructura de Rijs (y el morbo del duelo con Schleck en otro equipo), tampoco es descartable que Contador continue en el Astana, haciendo la vista gorda a la carrera paralela de Vinokourov. Todo por mantener a sus amigos fieles, tal es el trauma del Tour 2009. Y si finalmente cambia, pues tampoco sería tan extraño: ya ven que ha sido una constante en su exitosa carrera, y no parece que le afecte mucho.
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Fantástica galería de imágenes. Todas, absolutamente todas, parecen sacadas por un enemigo de Contador. Después dicen que le tengo tirria...
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Samuel Sánchez esparce sospechas: "Ayer estaba aún sorprendido por la crono de Menchov. Sinceramente, no creía que iba a hacer algo así. Si me dijeses que he sido yo el que he fallado, pero es que Denis nos metió por encima de minuto y medio a mí, a Alberto y a Andy. O los tres pegamos un bajón increíble o él se salió". ¿Por qué tienen que ser opciones excluyentes?

"Hice los 25 últimos kilómetros a morir, como si me fuese la vida en ello, y, sin embargo, Denis me seguía metiendo tiempo. Me costó mucho salir de ese trance. No llegaba a comprender nada". Pues es muy fácil: el ruso hizo lo que ya había hecho en la Vuelta y en el Giro: cuando una crono es larga, arrasa. "Quizás es que siempre he sido demasiado optimista".

"No hay etapas decisivas en las que diga que se me ha ido la oportunidad del podio, sino que es un cúmulo de muchas cosas. La Madeleine, el Tourmalet, la crono… Aunque pensándolo bien, quizás el día del pavés supuso un revés importante. Tuve muy mala suerte y perdí mucho tiempo. Dos minutos con Andy. Piensa en lo que hubiese sido mi Tour sin esos dos minutos de lastre". Pues que hubieses acabado igualmente cuarto.
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Y con este mismo personaje, aquí se dice que su equipo está recibiendo presiones para llevarlo a la Vuelta, pero el se autodescarta. Si finalmente va será obligado. Supongo que todo dependerá de si es cierto esto o no. No obstante, no dejen de reparar en que primero se deja fuera al RadioShack por cuestiones deportivas, y después se presiona a un equipo que ya va con Antón, Txurruka e Intxausti para que meta otro más...
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Ya están los dos primeros millones de euros para el cuarto centro de alto rendimiento en España. Los médicos ya residen en la región, cada vez más frecuentada por deportistas profesionales de distintas especialidades. Se augura un gran éxito.
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"Ya se sabe que a Alberto no le gusta entrenar y vivir en altura y como hasta ahora las cosas le iban bien, no lo utilizaba; pero deberá replanteárselo cuando sus adversarios lo hacen y le pueden poner en peligro". Hombre, así a bote pronto me salen concentraciones en Nuevo México a 2.000 metros, en Tenerife en "Las Madrigueras" y las habituales en Navacerrada, como antes de este Tour. Y eso que el periodista se apellida "Cima".
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Muy buen resumen de la amnesia practicada y propugnada por L´Equipe...
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Algo debe estar pasando en los EE.UU cuando hasta en una revista de machotes como GQ se publica un artículo como este sobre Armstrong... y el Huffington Post, uno de los medios más respetados, también endosa está información sobre los plazos que se pueden estar manejando, basándose en el caso de Barry Bonds. Para rematar, esta columna de opinión en Forbes va también directa al ojo y aplica bastante sentido común, ese que parece haber faltado a tantos estadounidenses durante tantos años y que ahora, con las acusaciones de Landis, están logrando un cambio de opinión inesperado...
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Pues hay que reconocer que el ejemplar del Marca de la victoria de Contador está bien, incluyendo una representación comparando la edad a la que grandes ciclistas de la historia fueron consiguiendo sus victorias. Destaca también una entrevista a Noval, donde además de su función de entretenimiento, el asturiano dice que es el médico el que les despierta todos los días (¡el médico!) y que Contador viaja con su propia báscula, con la que se pesa diariamente buscando alguna anomalía. Este fin de semana también hubo un artículo en el mismo periódico sobre el cocinero español del Astana: "pongo la misma cantidad de arroz que de agua para que no se quede apelotonado". El adjetivo me parece muy adecuado por el contexto laboral. La receta no la acabo de comprender, a lo mejor tiene que ver con lo de báscula...

25 julio, 2010

Mirar al futuro desde un presente dominado por Contador y Schleck

El Tour 2010 ha ido a parar al máximo favorito en la salida y el vigente campeón. Poca sorpresa, pues. El segundo del año pasado ha sido el segundo este año. Poca sorpresa también. Y el tercero ha sido el tercero del 2008, y el corredor con más galones, además del vencedor, de los que participaban en la carrera con edad real de ganar.

Sin embargo, ha sido un Tour anómalo. Por ejemplo, han acabado 170 corredores, un cifra jamás vista. Es más, si en la previa no hubiesen invitado a no salir a Hemoal Florencio, a lo mejor hubiesen sido 171. Ya habrá el que deduzca que es porque ahora van muy limpios (¿lo ven? otro Tour sin dopaje), o porque han tenido muy buen tiempo (¿pero el calor del Tour no era uno de sus peligros?) o porque han mejorado las carreteras, pero ahí está el dato.

Supongo que para contextualizarlo en su justa medida habría que repasar que en la montaña fueron fugados clasicómanos y rodadores (sí, fue así), que no se ha visto ningún superequipo (y el que se esperaba ha naufragado ostentosamente), que algún equipo como el Liquigas que ha arrasado esta temporada en muchos terrenos es como si no hubiese estado y otro como el Sky ha debutado en el Tour como si no lo hubiese hecho, sin aportar nada a la carrera. ¿Quieren otro dato curioso? De los quince primeros de la general sólo han ganado etapas el segundo (dos) y el octavo (una). Es lo que tiene el puestómetro.

Sólo hay espacio para el vencedor hoy, precisamente el que menos análisis necesita porque ya ha dejado los suyos a lo largo de estas tres semanas. También se citan el resto de tricampeones del Tour, como si aparte de LeMond alguno sonase al aficionado medio. El vencedor no interesa, porque era el predestinado y ha cumplido, quizás no como se esperaba, pero ha cumplido, y a partir de ahí todo es superfluo. El resto de clasificaciones ha ido a un francés que se encontró la montaña de casualidad (Charteau), por lo que el Tour ya imita a la Vuelta y al Giro en la depreciación de esta clasificación; a un sprinter italiano de 36 años que hacía seis años que no venía a la carrera y que está siendo investigado por dopaje el prestigioso maillot verde, una clasificación que crece en interés por la presión de Cavendish; la clasificación por equipos para el RadioShack por delante del Caisse; y el mejor joven a Schleck, que ya ganó esta clasificación el año pasado.

Es un magro consuelo para su segundo lugar en el podio, tras haber liderado la carrera hasta un absurdo incidente mecánico y el ataque de un amigo. Dice que el año que viene volverá para ganar la carrera. Este año ya la ha tenido a mano, y para ello apenas se le ha visto el resto de la temporada. Tiene 25 años, no se puede decir que este gastado, pero este es el ciclismo de la superespecialización. El ruso Menchov, tercero, tendrá 33 años el próximo año y quizás no un recorrido tan favorable. Ha subido a su equipo, que lleva en el pelotón desde hace 16 años, al podio final del Tour por primera vez. Ha cumplido, pero esperemos que su temporada no se acabe aquí.

El cuarto clasificado S.Sánchez tiene 32 años y un permanente problema para conseguir victorias. Tras no ir a las clásicas de las Ardenas, anunció antes del Tour que tampoco irá a la Vuelta. Un cuarto puesto en el Tour, la mejor clasificación de su equipo en diez participaciones, colma todo. Quinto se queda el belga Van den Broeck, el mejor resultado para su país en décadas. Joven de 27 años, se conocía su aptitud contra el reloj -fue campeón mundial en categorías inferiores- pero su salto en la montaña es increíble: de hecho, en varias etapas estuvo con los mejores. El año pasado ya fue de jefe de filas y sólo se le vió escapado en la etapa de montaña que ganó Casar por descalificación de Astarloza. Más que un salto de calidad es una teleportación. A pesar de haber sido cuarto en la Dauphiné, hacía falta ser muy optimista para esperar un resultado tan interesante.

Sexto Gesink, 24 años. Es la tercera gran vuelta que completa, siempre en el top-ten. Y es prácticamente su debut en el Tour, dado que el año pasado se cayó en las primeras etapas. No son muchos los corredores a lo largo del tiempo que puedan contar un debut en el Tour con esa edad y este resultado. Muy fuerte en la montaña y muy débil en la crono, su futuro está por escribir pero es bastante favorable, dado que la presencia de A.Schleck hará que los próximos Tours giren en torno a la montaña. Estará siempre ahí, a ver si lo sabe aprovechar.

Séptimo Hesjedal, la sorpresa del Tour. Ya apuntaba maneras cuando estuvo escapado todo el día en la etapa de Aremberg, en una jugada que -visto su resultado final y su rendimiento en la montaña- pretendía hacer saltar la banca. Tiene 30 años, domicilio en Girona y un pasado en el Phonak. Anda bien en clásicas, cronos, pavé, alta montaña y gana al mus. Lo volveremos a ver. O no. Siempre hay un sputnik en todos los Tours. Octavo J. Rodríguez (31 años), del que su director decía, antes del Tourmalet, que iba a acabar entre los cinco primeros: bien que se intentó enganchar a Contador y Schleck y no pudo, pero después dejó clavados al resto de favoritos y ser tercero. También ha ganado una etapa. Dice que volverá a la carrera a mejorar clasificación. Le creo, igual que creo que puede acabar como mejor corredor del año: con este Tour ha conseguido sumar puntos en un coto que no era el suyo, mientras que algunos de sus rivales (Evans o Gilbert) no han llegado a ese nivel.

Noveno un decepcionante Kreuziger. 24 años, tercer Tour acabado (12º-9º-9º) pero muy lejos de los favoritos en la montaña y en la crono, cuando en otras carreras del calendario es la rueda a seguir. Por edad y características (no le falta punta de velocidad en la montaña y rinde muy bien en prólogos) subirá su mejor clasificación, pero si no ha aprovechado estos años de aprendizaje para intentar conseguir algo más ambicioso que el puestómetro no se sabe muy bien qué esperar. Bueno, corre con Basso. A lo mejor sólo hay que ir esperando. Y décimo Horner, el mejor estadounidense y la peor clasificación de un corredor de esta nacionalidad desde 1997. Tiene 38 años y huelgan los comentarios, porque ha mejorado con la edad, la misma que también le ha reportado un asma y la capitanía de un equipo de coetáneos.

Mención aparte merecen los compañeros de equipo L.L Sánchez y Rubén Plaza, undécimo y decimosegundo. Cada uno a su manera, corpulentos ambos, y enmarcados en un Caisse que, en la búsqueda de patrocinador enviaba a todos al ataque con desigual éxito, como puede atestiguar Kiryenka, el mejor del equipo una vez más. El murciano, que dicen que irá a Rabobank, sigue haciendo pésimamente mal el segundo ciclo de montaña, en el que parece que desconecta. Y los años van pasando y si ven las edades de los que le preceden en la general, no es para ser muy optimistas sobre su futuro perfil como corredor. Además, en Burdeos hizo una crono indigna de alguien que lleva el maillot de campeón nacional: pareció que le hubiese tocado en un sorteo. En cuanto a Plaza, corría su primera carrera de tres semanas desde la Vuelta 2005, donde acabó quinto +1 gratis. Tiene 30 años, habilidades contra el reloj convertidas en fortaleza en montaña, como si de un Moreau patrio se tratase y bueno, supongo que lo seguiremos viendo por ahí si encuentra equipo que no mire sus antecentes y sí su 12º puesto en este Tour.

Roche y Lofkvist son otros jóvenes que pueden ir a más, sobre todo el primero, porque el segundo ha ido a por el puestómetro (18º, ¡bravo!) y ni siquiera ha intentado filtrarse en una escapada, mientras que Brajkovic ha pagado el cambio de programación que ha tenido al no ser invitado su equipo a la Vuelta. Por lo menos ha conocido el Tour y el próximo año paseará, es un suponer, por puestos mucho más elevados en la clasificación, una valoración idéntica a la de un Fulgsang que se ha multiplicado en montaña para suplir a F.Schleck: brillante debut en el Tour y, con la salida de los luxemburgueses de la estructura Rijs, un horizonte despejado. El resto de jóvenes prometedores (Boasson Hagen, Devenyns, Martin, Seeldrayers) han tenido un rendimiento en la montaña tan decepcionante que no merece la pena tenerlos en consideración hasta nuevo aviso.

Parece que sí, parece: los próximos años serán un duelo Contador-Schleck. Qué aburrimiento de amigos.
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La última etapa del Tour fue para Cavendish, un misil en la recta de llegada. Lleva quince etapas en tres participaciones en el Tour, tras haber sumado cinco en esta edición. Y todo con 24 años.
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Ya está la excusa: Samuel Sánchez tenía bronquitis. Todo explicado.
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Absolutamente bochornosa la actitud de Probenecid y De Andrés en la última etapa, riéndose de los corredores que, habiendo acabado la carrera, no les sonaban de nada. Incluso citaron a Vandborg, que estuvo en fuga en una etapa de montaña, como uno de los culpables de no ser conocidos para estas calamidades del ciclismo. También se rieron de Malori, el más jóven de la carrera y que ha llegado a París tras ser décimo en el prólogo. Y muchos otros más. Eso sí, de ningún español, aunque los ha habido -y a puñados- que han acumulado los mismos méritos objeto de su peculiar sentido del humor. No les gusta el ciclismo. Nunca les ha gustado. Son animadores, como Pepe Domingo Castaño. O Torrebruno.
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Lissavetzky endiosado reconoce en una entrevista con el dúo cómico de RTVE que el Gobierno ha movido hilos para montar un equipo ciclista profesional español. Esto es increíble. Y con Zapatero de auspiciador. Lissavetzky dijo que llegó a hablar con Fran Contador y que "se estuvo cerca". ¿El detonador? Los problemas que vivió Contador en la convivencia con Armstrong en el pasado Tour, que seguramente preocuparon mucho a nuestro presidente -que alguna vez ha confesado que pasa las tardes de los findes viendo deporte por la tele con sus hijas adolescentes-, hasta el punto de querer intervenir. Increíble, pero lastimosamente cierto.

Por su parte, Don Jaime va preparando el camino. Qué asco da todo esto de la política y el deporte entendido como plataforma de lanzamiento personal.
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Interesante artículo sobre algunos mails que recibió Landis tras su outing: muy delicado y atento el de Verbruggen. Y del mismo medio, más novedades sobre cómo siguen las investigaciones.
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Es una tontería, pero Armstrong no firmó en la salida de la última etapa. Supongo que no le pondrán la correspondiente multa por eso de que se va. Ya volverá.

24 julio, 2010

Cuando no se hacen los deberes en la montaña pasa esto

Supongo que está tarde harán oficial alguna enfermedad de Alberto Contador. No la oficial, sino alguna pasajera que parece estar afectándole estos días.  Se sumará a su larga cadena de afecciones, entre las que nos son menores sus declaraciones: "El Tour se decidirá en los Pirineos" o la ya mítica "Los Alpes serán sólo de desgaste". Hoy Contador ha sufrido para ganar su tercer Tour de Francia, en una contrarreloj que conoció un mes antes y que dijo que iba a ser muy dura.

En el primer parcial apenas le sacaba 2" a Andy Schleck en la general. Al final de la etapa su diferencia en la general subió a 39". Esto es, en la crono sólo le pudo sacar 31". En el famoso incidente de Bales sacó 39". Saquen las cuentas. El viento racheado que se pedía para el recorrido llano paralelo al estuario del Garona salió por la tarde y justifica las enormes diferencias logradas en la contrarreloj entre especialistas y corredores de la general, de varios minutos.

A Contador le fueron animando desde el coche un tal Faustino, de profesión mecánico, en la mejor escuela de Manolo Saiz: gritos desesperados, inicio de afonía y abuso del altavoz. Es lo que hay, y a lo mejor lo que le conviene. También iban en el coche Pepe, from Valencia, el preparador físico del Discovery Channel y que ya lleva unos años con nuestro campeón, el director deportivo italiano al que no se le ha visto en todo el Tour y bueno, alguien más de su corte. Estuvieron muy nerviosos, moviendo tablas y datos, pero al final se obtuvo lo previsto en la corte de Contador, compuesta de un jefe de prensa ex-Marca, un hermano tratante y cosas así.

La etapa fue para Cancellara, que salió a las once de la mañana e hizo su carrera. Sus diferencias con el resto de rivales fueron absurdas, de otro planeta. Influye el viento, como no, pero también el perfil del recorrido y la hiperespecialización de este corredor. Sólo se pudo mover en sus tiempos Tony Martin (a 17"), que este año no ha tenido ninguna aventura montañosa durante el Tour. Otro superespecialista, pues. El tercero fue Grabsch, a 1´48" y el cuarto Konovalovas a 2´34". Zabriskie, quinto, se fue ya a los 3´00 exactos.

En cuanto a la lucha por el tercer cajón del podio, no hubo color entre Menchov (el mejor de los corredores de la general, entre los diez mejores de la etapa) y S. Sánchez, porque la contrarreloj en el penúltimo día y con este perfil era un regalo para las características del ruso, como se apuntó cuando se presentó el recorrido. Al final se ha quedado a 2´01" de la victoria: un Tour con los kms. de crono normales, o un poco más de suerte en la montaña, le hubiese dado la carrera.

El corredor asturiano se vuelve a quedar con su puesto favorito: el de la medalla de chocolate. Fundido. A 1´39" del podio. Con su habitual gracejo, contará como un éxito equiparable al podio su enésimo puesto de honor, porque si no hubiese sido por tal o por cual, ese 1´39" de ventaja hubiese sido a su favor. Consigue el mejor puesto del Euskaltel en diez participaciones en el Tour. En una entrevista al acabar dijo que confíaba en que Menchov se hundiese al final. No es una cosa que suela pasar, pero bueno. De hecho, Menchov dobló a Van den Broeck, que le precedió en la salida.

Contador ha sufrido para ganar este Tour. Lo gana con un poco más de diferencia que el de 2007 (sólo 27" con Evans) y lo hace subiendo al podio llorando, a la manera de Cavendish. No es lo normal. No ha sido muy normal su rendimiento en este Tour, y el ataque traicionero de Bales fue por algo. No se si algún día se sabrá. Sin embargo, como lo que cuenta es ganar, cuando siga sumando Tours -algo que sin duda hará- este se recordará como sufrido o trabajado o algo así, nunca como uno de un rendimiento y una actitud en carrera poco acorde con el corredor que machacaba en todos los terrenos un año antes y es probable que lo vuelva a hacer el próximo año.  
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Según Andy Schleck, subiendo el Tourmalet aceleró "15 veces". O veinte. Para ratificar su afirmación, enseño los datos de esa máquina de moda que mide la cadencia y también da la hora o limpia los platos. Creará tendencia y lo veremos más veces. "Oye, te podías haber movido un poco subiendo, ya que dices que ibas a ganar" "Mira, mira, esto es lo que dice la máquina y lo que habeis visto por la tele es mentira". Bueno, ya lo dice: It's maybe not so obvious on TV, but I did accelerate a lot. I made a lot of short accelerations.
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Relacionado con lo anterior, porque nos van a inundar de datos científicos y es una tendencia que no a parar, Claudio Ghisalberti de la Gazzetta continua la especialización en la materia que inició con el Giro. Según este periodista, estos fueron los datos de la subida al Tourmalet: la pareja de amigos hizo los 18´5 kms. de subida en 50´30", a 21,8 km/h de media. Eso da un VAM de 1669 m/h (1600 en los últimos diez kms., recorridos en 30´). Contador habría desarrollado una potencia de 375 vatios (6´14 vat/kg) mientras que Schleck subió a 395 vatios (5´98 vat/kg).

Además, contextualiza los datos, pero esto no es interpretarlos. En Verbier 2009, en esa subida que muchos calificaron de ultrahumana, Contador afrontó la misma pendiente (7´5% de media), pero sólo 8´5 kms. de longitud, con un VAM de 1850 m/h; Basso tuvo estos VAM en el pasado Giro: en el Terminillo 1547; en el Grappa 1636; en el Zoncolan 1777; en el Mortirolo 1769.

Y ya, para rematar, aquí está este otro arsenal de datos, francamente interesantes.Y contradictorios con lo anterior.
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Muy buena la columna de Perurena, llamando a las cosas por su nombre.
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Desde el twitter oficial de Carlos Sastre, que es una puta mierda y que no escribe él mismo, se enlaza directamente con esta encuesta de RTVE que te da dos opciones: o estás de acuerdo con lo que dijo -y ha tenido un eco mediático increíble- o no. Realmente, la encuesta es muy sastriana: o conmigo o contra mí. Será por eso que ponen el enlace. O porque va ganando. Por una vez en su vida de declaraciones fuera del tiesto. También enlaza a El Larguero, a partir del 16´40".
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Mikel ¡lo juro! Astarloza: "El recuerdo no me lo van a quitar". A nosotros tampoco.
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Las cifras económicas del Tour.
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El Time me parece una revista noña y que hace de la simplificación su seña de identidad, pero este artículo sobre el agente que está llevando el caso de las denuncias de Landis está muy bien. Es más: creo que algunas de sus argumentaciones son de obligada lectura.
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Landis, entrevistado en la cadena ABC: "Vi a Armstrong doparse".
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Basso se hace preguntas. Retóricas. Y nada peligrosas. Son preguntas para decir de nuevo lo guapo que es, lo buen padre de familia, lo que se esfuerza y lo que sufre. Y todos contigo, campeón. Pásate cuando quieras por Madrid a recoger los 4´5 litros de sangre que tienes por aquí, y así respondes a la pregunta Perché faccio questo?
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En el Brixia Tour que se disputa estos días, la CRE del primer día arrojó un suceso curioso. El equipo Miche se equivocó de recorrido y el presidente del jurado les dejó repetir, algo que no aparece en el reglamento de la UCI. Al final les dieron el primer tiempo que hicieron, el último de los participantes. Para que vean hasta donde llega lo del fair-play de las narices...
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Ahora ya sabemos por qué nuestra joven estrella cordobesa de la piscina se saltó varios controles antidopaje. No era porque se hubiese montado en una furgoneta hippie sin destino fijo, era por esto.

22 julio, 2010

No son rivales

¿Por qué ya no hay ataques en el Tour? A saber. Hoy hubo dos. Y muy poquito más. Ni siquiera se disputó la etapa. Los últimos diez kms, en cuando los dos más fuertes de la carrera se quedaron solos, fueron un espectáculo soporífero parecido al de Ullrich y Virenque en Courchevel 1997.

Para más escarnio, el francamente limitado Carlos de Andrés nos decía que esto iba a ser la tónica para los próximo cuatro-cinco años. Fantástico. Un corredor que va tan sobrado que es capaz de ir a la última crono con 8" de ventaja -igual que disputó la última crono del Giro 2008 con 4" de ventaja- sin necesidad de atacar o sacar más ventaja, y que a los tres minutos de bajarse de la bicicleta está como si hubiese hecho una sesión de spinning. "Me he encontrado muy bien". Y que lo digas.

Hoy no hay mucha historia que contar, por mucho que mañana les vendan duelos épicos, la niebla o los 100 años del Tourmalet. La escapada del día se formó con gente de clásicas: Boasson Hagen, Kolobnev, Flecha o Burghardt. Ni un escalador entre los siete destacados. Hicieron camino rápido y, cuando ya tenían una ventaja de 5´sobre el pelotón, intentó enlazar Sastre con ayuda de Kolonovalovas. El lituano no fue muy lejos y ahí se quedó el abulense, en tierra de nadie.

Cuando lo normal sería reintegrarse en el pelotón, siguió perseverando para nada, porque por delante no iban a parar a recoger a su Majestad, que se tragó Marie-Blanque y Soulor en solitario. El pelotón lo neutralizó en el falso llano cerca de Luz-St. Saveur, para poco después descolgarse. Los escapados empezaron la ascensión al Tourmalet con 2´30" de ventaja, tras el fuerte ritmo impuesto en el pelotón por Breschel.

En el inicio del puerto el CSC continuó un poco con O´Grady, otro menos con Cancellara, después C.A Sorensen y por último Fulgsang, que consiguió dejar el grupo de favoritos en 25 unidades, uno de los más abundantes vistos en los últimos años. Por delante Kolobnev circuló un poco destacado con Burghardt, para después dejarlo clavado como si fuese una clásica. A 10 kms. de meta atacó Andy Schleck y sólo le pudo seguir Alberto Contador, aunque J. Rodríguez fue muy ambicioso pensando que podía estar con ellos.

A partir de ahí, el monólogo. Andy siempre delante, Contador al lado pero sin estar a rueda. Por detrás, poquísimas tomas de un grupo que se conformó con Hesjedal, Gesink, Menchov, Horner, S. Sánchez y Van den Broeck. Un km. detrás de otro (y fueron diez) con el único ataque de Contador a -3´8 kms. de meta, bien neutralizado por un Schleck que poco antes le había pedido insistentemente colaboración. A pesar de su estrecho margen de 8", no consideró necesario volver a atacar.

En este clima de colegueo llegaron a meta, donde si ambos se alzaron del sillín fue por el porcentaje del 9% y no por otra cosa. J. Rodríguez entró a 1´18", una diferencia no muy excesiva considerando que se fueron a diez kms. de meta, Hesjedal cuarto a 1´27", S. Sánchez a 1´32" -se pegó una buena costalada al principio de la etapa- y Menchov a 1´40".  Ahora mismo el asturiano aventaja en 21" al ruso en la lucha por el tercer puesto. Eso ha sido la etapa.

Con este panorama, lo mejor es mirar al futuro. Schleck, dos veces segundo en el Tour -salvo avería mecánica de Contador en la crono del sábado- debería buscarse otros objetivos, porque aunque vaya a llegar con sólo 8" de desventaja a la crono final, la desventaja real es mucho mayor: sólo ha podido sacar a Contador 10" en la montaña. Sólo podrá ganar el Tour si Contador no viene. No hay ninguna otra posibilidad para un escalador, ni siquiera aunque hubiese estado su hermano Frank en concurso. Pero bueno, si Ullrich llegó a ser segundo en la carrera en cinco ocasiones, a lo mejor con el joven de los Schleck tenemos otro corredor especialista en chocar contra el muro. Mientras le vayan regalando etapas...
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Para muchos, el espectáculo de vieja gloria haciendo gññññññeee por el Tourmalet fue una muestra de entrega, campeón, sacrificio y tantas otras palabras sacadas de Rocky. La realidad, en cuanto se cruza la meta, es esta. Bueno, y también la que se vio en meta. Por cierto, ¿cómo se puede conseguir esa toma? ¿Le dieron una cámara a otro ciclista que le seguía o los chaperon de la organización ya van tan bien equipados?
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(Acabar cuarto) "Es la medalla de chocolate. La peor. Yo ya he terminado en ese puesto dos mundiales y no lo quiero ni en pintura". Lo de las cosas de S.Sánchez y su particular manera de interpretar el pasado y sus propias actuaciones como deportista llega a una nueva dimensión. "Prefiero acabar el veinte". Ya lo sabemos, y aún así lo contarías como un éxito. He aquí un nuevo ejemplo: "No vale la pena mirar atrás, pero en la etapa de La Madeleine los calambres me costaron un minuto de ventaja sobre Menchov. Ahora estaría más tranquilo". ¡Y nosotros! Aquí lo dice con más confianza y la habitual fanfarronería: "no le llevo un minuto más a Menchov por 40 metros, que es lo que me separó de Andy y Contador en el descenso de La Madeleine". Vean la equivalencia: 40 metros=1 minuto. O de los calambres a 40 metros. Todo vale.
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Horrillo, siempre muy comedido en sus palabras y valoraciones sobre otros ciclistas, le endosa esta ráfaga a Barredo. Sobre su 10º puesto en la Vuelta 2007 "buen y sorprendente resultado"; sobre su ser, "excesivo como es en todo"; para remate "excesivo para todo, para lo bueno y para lo malo". ¡Ay!
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Hamilton también declarará en la investigación sobre las denuncias de Landis, a pesar de que el menonita no lo citaba. Tampoco queda muy claro si lo hace a voluntad propia u obligado, y así es difícil deducir el testimonio. Mientras tanto, Armstrong cambia de abogado. Al parecer, es un criminalista. Ya sabemos por dónde va la investigación. Cargos criminales y no deportivos.
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El otro día lo preguntaba un lector y aquí lo ponen: el martes se subió el Tourmalet en 53´ (los favoritos en unos 50´, al revés de lo que dice el artículo), pero eso no quiere decir nada porque no había batalla y quedaba mucho para meta...a ver en cúanto se ha subido hoy, con lluvia y todo.
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Un buen resumen de los dos últimos años de Contador/A.Schleck.
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Los 100 años del Tourmalet en una bonita selección de fotos del golosísimo archivo de L´Equipe...
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¿Montserrat? Oye, que te llamo desde el teléfono de Walter, que como tiene tarifa plana...He visto tu número en la guía telefónica y quería decirte que....todo esto es tan de Berlanga, Azcona y Gila...
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Según la Gazzetta, Riccò rescindirá su contrato con el Flaminia en breve y fichará por el Quick Step para correr la Vuelta. En el equipo de Lefevre son especialistas en este tipo de contratos: Rujano o Davis dan buena fe. También sus resultados.
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Coño, parece que vayan a competir contra algo que no son homo sapiens...otra especie.

21 julio, 2010

¿Por qué sigue Petacchi en el Tour?

Día de descanso en Pau tras tres jornadas de Pirineos. Aunque nadie lo señale, en estos tres días no ha habido ni un sólo ataque de entidad entre favoritos. Si acaso, algún distanciamiento y una conocida avería mecánica en el peor momento. Tres días, tres, y esto es lo que hay.

No ha faltado el que, escrutando las runas y el tarot, ve en esto una señal inequívoca de que las fuerzas van muy justas, apuntando a que la razón es que ya no hay tanta droga en el pelotón, un tema tan repetido -y ahí está el reciente Giro para corroborarlo- que hiede a cualquiera que haya seguido el ciclismo en estos años. Tantas veces anunciado eso del fin del dopaje, y tan difícil de creer, porque un cambio cultural no se produce con un chasquido de dedos.

Yo no se por qué ya no hay ataques entre los favoritos, o por qué ya no hay tropicientos españoles en cada escapada, un signo de los últimos Tours, pero desde luego la última hipótesis que me plantearía sería esa que desean los que siempre han tenido necesidad de creer, los que viven de estos y veían como el corralito se iba estrechando.

Lo que si que veo es un cambio fundamental en la actitud ante el dopaje. El año pasado, cuando se dejó tomar la salida a F. Schleck y A. Kloden a pesar de los indicios contra ellos, cuando en anteriores ocasiones se dejó fuera a corredores por cosas mucho menores, ya fue un buen indicador de la evolución del organizador del Tour. Por ejemplo, es muy divertido leer que Le Monde -durante muchos años sin páginas de deportes, es lo que tiene ser intelectual de gauches- llaman a L´Equipe el Pravda del Tour; y sí, tienen razón, pero igual de Pravda ahora que antes, cuando indicaba con el dedo a los culpables.

Ahora, sencillamente no los hay. Han desaparecido, neutralizados por los ultraeficientes controles antidopaje (los mismos que nunca cazaron a Landis en sus años de UsPostal, aunque corría a velocidad de líder, Basso o Ullrich) o, como a la propaganda oficial le gustaría vender pero no se atreve -de momento- a hacer, convencidos de que el dopaje es malo y que, comiendo bocadillos de diseño y durmiendo, se consigue lo que antes requería un arsenal de bolsas de sangre y medicinas para enfermos de cáncer. Un cuerno.

Les pongo como ejemplo a Petacchi. El sprinter italiano de ¡36! años ganó dos sprints imperiales en los primeros días en lo que era su retorno al Tour tras seis años de ausencia, en esa tradición transalpina de rendir muchísimo fuera de Francia, pero poquísimo en el país de la baguette y los controles antidopaje. El mismo se calificaba con un oggi si ha visto un grande Petacchi y cosas por el estilo. Ahora está compitiendo de tú a tú por el maillot verde de la regularidad, algo para pellizcarse y sacar sangre en la salida de Rotterdam.

Resulta que ayer se supo que el sprinter italiano, ya condenado por dopaje en 2007 -fue expulsado del Millram y perdió sus cinco triunfos de etapa en el Giro-, ha recibido un avviso di garanzia por su implicación en otra trama de dopaje. Esta formalidad jurídica italiana, que sólo sirve para avisar al implicado que está siendo investigado, fue notificada a Petacchi diez días antes de comenzar la carrera. Su equipo, el mismo de Caucchioli preseleccionado antes del Giro 2009 y, una semana antes, sustituido a toda prisa, lo sabía perfectamente y lo llevó a la carrera francesa, quizás conocedor del estado de forma de su fichaje estrella de la temporada (el otro sólo fue al Giro, pero les dio tiempo a perpetrar la foto de hoy) o quizás conocedor de que la organización no iba a hacer nada. En el Lampre ya no sorprende nada.

Todo viene de la redada de principios de temporada en donde cayó otro corredor fichado por el Lampre esta temporada y con antecedentes por dopaje, el italiano Lorenzo Bernucci. Mientras al lanzador de Petacchi le encontraron varios productos dopantes en su casa, al italiano que se quiere vestir de verde en París le hicieron también un registro domiciliario sin ningún éxito. Aunque se dijo en un principio que lo incautado al fiel gregario era poquita cosa (sibutramina y albumila para diluir), resulta que ahora aparece unas viejas siglas del ciclismo, el PFC.

Esta sustancia, con efectos equivalentes a la EPO pero cuyas consecuencias para la salud son inmediatas -de la otra sustancia más famosa hay que sentarse y esperar que vejez tendrán los actuales ciclistas- tuvo su momento de auge en 1998, cuando se comentó que Mauro Gianneti, todo un ejemplo como corredor y director, había acabado en un hospital en un delicado estado de salud por la ingesta de esta sustancia. No es que lo confesase, no: es que en el hospital, al ver el cuadro que presentaba el paciente, le hicieron una analítica y salió esa sigla. La defensa de este suizo, capaz de organizar un concurso para adjudicárselo a sí mismo (¡en Mali ya tienen árboles!), fue decir que alguien le había puesto algo en la comida, el recurrente botaronme droja no colacao. Lo contó en su momento el New York Times.

Ya ven que caprichoso es el mundo del ciclismo. Ahora que nos venden el Edén de un ciclismo sin dopaje, vuelve a aparecer esta sustancia, que no se la ha inventado un malvado blogger que quiere destruir el mundo desde su base secreta bajo un atolón mientras acaricia un gato con su guante de cuero negro, sino en una investigación judicial. Una sustancia que se puede detectar en los controles, pero si se va a buscar: no esta en el protocolo de análisis obligatorio, que va buscando alteraciones en la hemoglobina, reticulitos y cosas así que el PFC deja inalterados. Casualmente, esta sustancia aparece vinculada a un corredor que esta siendo inesperado protagonista en este Tour.

¿Reacción de la organización, la misma que invitó a Rasmussen a irse por haber saltado un control? Ninguna. Y no la habrá: el ciclismo italiano lleva sin ganar una etapa en el Tour desde el sprint de París en 2007 a manos de Bennati, otro que es para coger con pinzas. Bueno, en 2008 ganaron tres etapas, las tres desposeídas por dopaje: dos con Riccò y una con Piepoli, casualmente ambos pupilos de Gianneti, el primero de ellos el niño de sus ojos. En 2009 nada de nada, pero sí el protagonismo el rey de las montañas Pellizotti, actualmente esperando sanción por dopaje. El ciclismo italiano está tan mal que ha tenido que recurrir en este Tour al clavo ardiendo de un sprinter de 36 años. ¡Qué digo el ciclismo italiano! El ciclismo está tan mal que nos venden que está bien, y el ejemplo de la relación Petacchi/Tour ante las revelaciones de ayer es el mejor ejemplo posible.
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En la edición impresa de 20 minutos (PDF pág 13), cuyas crónicas está haciendo un patán y no el notable Juanfran de la Cruz, se puede leer una cosa que no aparece en su versión digital, a saber por qué. Desde luego, no será por falta de espacio en Internet. La cosa en cuestión es esto sobre los pitidos a Contador por parte del público: "Perico Delgado (...) lo supo resumir: "Le pitan porque es español"". Fantástico. Ya ven como las teorías de Jaime Ignacio del Burgo y la envídia internacional encuentran acomodo en las mentes más predispuestas, por propia naturaleza berroqueña-segoviana, a ello. Seguramente a él también le pitaban porque el Probenecid era de fabricación española...
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Tras experimentar una temporada con el lenguaje religioso, Arribas se pasa ahora a la cabalística y la numerología, con el final de su crónica de Pau. Terminará citando a Nostradamus y vendiendo las bondades de las Flores de Bach para la mejora del rendimiento deportivo. Por cierto, las semillas de sésamo y la dieta de la alcachofa van fenomenal para el bienestar personal y el equilibrio energético.
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Curiosa la opinión de este personaje sobre el incidente de Bales. No porque diga nada interesante, porque entonces lo relevante sería simplemente que dice algo más que bobalicadas -una buena muestra es el final-, sino porque este mismo corredor, del que se rien en antena Probenecid y Carlos de Andrés por su forma de hablar, tuvo también sus más y sus menos con Contador. Fue en la Vuelta 2008 y en la llegada a Fuentes de Invierno: el gallego lanzó un ataque financiado con dinero público y, cuando le superó Contador buscando la bonificación del primer puesto, se quedó lamentando que el patrón no le dejase las migas. Evidentemente en esa ocasión la razón asistía a A.C, pero en una de sus jugadas características ante el micrófono, dijo que hubiese regalado la etapa a Valverde por el trabajo que había hecho el equipo. Ya ven como está el ciclismo.
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Bruyneel ya se ha acordado del fin que tuvieron las bicis de equipo en los años del UsPostal: las vendieron por eBay, que no deja recibo -como la máquina regalada por Armstrong a la UCI- pero, ayayayayay, siempre deja registro de la venta y a quien. Eso sí, ya advierte de que no tiene ni idea de a qué se dedicó el dinero generado. No obstante, aprecien el cambio que existe entre las primeras declaraciones, donde dijo que las bicis se devolvieron al fabricante, y esta nueva versión.
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Un resumen de deportividad y su contrario.
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¡El Tour acaba dentro de unos días! ¡Dios mío! Como agosto es un mes propicio para las lecturas, les recomiendo este libro que adorna mi mesa. No es barato -nunca lo son en este caso- pero son horas y horas de diversión asegurada. ¡Y qué calidad de autores! ¡Cúantos nombres conocidos! ¡Qué contenido! Lo único que me falta en este volumen es el logo de la AEA...¡Lástima que el segundo tomo se esté retrasando tanto!.

20 julio, 2010

Exhibición de Carlos Barredo camino de Pau

¿Quien quiere ganar el Tour? Por lo visto hoy, todo el mundo está contento con su puesto. Los supuestos favoritos para la general lo fían todo a la etapa del jueves con final en el Tourmalet: todas las cartas en un puerto que, salvo que alguien reviente, reportarán las diferencias habituales. En cambio, en una etapa como la de hoy que daba más espacio para apuestas ambiciosas y arriesgadas, se ha preferido el adocenamiento. No deja de ser curioso que la organización programase el año pasado un final a dos días de París en la cima del Ventoux donde no se decidía ya nada, y este año la subida al Tourmalet y la crono del sábado tengan mucho más interés.

La etapa salió disparada, encendiendo la imaginación de muchos aficionados. El Peyresourde a tope, y también Aspin. Muchas escapadas peligrosas, con escaladores en forma, hasta tal punto que L.L Sánchez,  S.Sánchez y J. Rodríguez coronaron el segundo de los puertos con una desventaja de casi un minuto respecto a los favoritos. Para el inicio a la ascención al Tourmalet ya se había conformado una escapada con un neto margen de tres minutos e integrada por gente variopinta e inofensiva.

Asimilado esto, el pelotón se dejó ir al ritmo de Tiralongo y D. Navarro, más el primero que el segundo. Así fue el Tourmalet y así fue el larguísimo Aubisque. Entraron todos, incluyendo a Hushvod. Los únicos que faltaron a cita fueron Evans y Basso, del que nos cuentan que esta muy mal de su tráquea pero que quiere llegar a París. Mientras tanto, la fuga hacía camino hasta el punto que coronó el Aubisque con casi 10´ de ventaja.

Con esa ventaja el mayor beneficiado era nuestro Rubén Plaza. En los ataques de Carlos Barredo subiendo el Soulour iba suelto y fino, así como Fedrigo, Armstrong y Cunego, pero estos no tenían la oportunidad de situarse sextos en la general. Como el Aubisque se subió un poco más lento y pacífico, entraron en el grupo otros de la escapada como Moreau, Horner y Casar. Barredo, que hoy se sentía muy macho, atacó en solitario en el descenso cuando quedaban 44 kms. para meta, lo que hubiese supuesto una exhibición a lo Tyler Hamilton en Baiona 2003. Él sabrá. Por lo menos así no va discutiendo con nadie.

Como la ventaja a favor de Plaza ya era excesiva, a mitad del descenso el Lotto empezó a tirar al frente del pelotón. Una pena que el Cerveló, un equipo sin ningún parecido con el del año pasado, no tuviese a nadie para ayudar a Hushvod, puesto que en la meta de Pau se repartían jugosos puntos para el maillot verde. Era una de las posibles lecturas de esta etapa abortada; otra, la lucha por la clasificación de equipos entre el RadioShach (Armstrong y Horner) contra el Caisse (Plaza y Moreau); otra, la cantidad de abuelos en la fuga, empezando por los dos americanos de 38 años y el francés de 39. Será que el ciclismo está cambiando.

El asturiano aspirante a púgil  (Kid Liberty vs. Rapaz Lusitano) se llegó a situar con 40" de ventaja y mucha cara de esfuerzo. Por detrás tiraban ocho corredores. Era una locura. Y si embargo seguía adelante. Viento de cara. En el pelotón empezó a pasar el Garmin, quizás defendiendo el puesto de Hesjedal. La diferencia se mantenía en 9´40", contra toda lógica. 30 kms. a meta. Barredo contra todos. Barredo ganando. Demasiado para el cuerpo.

A 20 kms. de meta, en el pueblo de Rebenacq, el corredor del Quick Step, ya más de 20 kms. escapado, todavía conservaba 26" de ventaja y el pelotón estaba a 8´55" impulsado por Zabriskie y yendo en fila india. El viento ya no soplaba tanto.  A -15 la diferencia se había reducido a 13". Al menos si le cogían su compañero Van de Walle habría ido resguardado y sin dar un relevo. A -10 el de Gijón seguía escapado, y con 19" de ventaja. En vez de decrecer, el saldo en segundos a su favor aumentaba. En la muñeca izquierda, la engañifa de goma amarilla de Armstrong. En la muñeca derecha, una de esas pulseras holográficas, igual de estafa pero sin la excusa del cáncer. Ese es el corredor que ya llevaba 35 kms. escapado. En solitario.

A -5 de meta la ventaja era todavía de 29", subiendo. Rota ya toda incredulidad, empiezo a ver ganador al primer asturiano en el Tour de Francia desde el desaprovechado Manuel Jorge Domínguez (curiosamente nacido en Barredos) en 1987. ¿Una escapada de leyenda? Algo más. Una exhibición. Una exageración. Otro español ganador en Pau. A -3, tras subir el repecho de entrada al casco central de Pau, la ventaja era de sólo 14". ¿Llegará?

Con Moreau tirando muy fuerte, el grupo de ocho espabiló a dos kms. de meta y neutralizaron al bravo corredor poco antes del último km., tras 43 kms. escapado y sin haber logrado jamás pasar del minuto de ventaja. Otra vez será. El sprint a ocho fue lanzado por Moreau para que Fedrigo ganase la etapa, igual que ganó el año pasado la etapa del Tourmalet ante Pellizotti. Segundo Casar y tercero + 1 gratis, que no corría una gran vuelta desde la Vuelta de 2005, donde acabó quinto y ganó la crono final. Sin embargo, el protagonista de hoy ha sido Barredo, injusto perdedor.
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Las primeras líneas para la disculpa, con la boca pequeñita y como el que lee una notificación judicial. El resto, como unas tres cuartas partes del artículo, para defender a Contador y con una narración de los hechos peliaguda. Felicidades Pedro, ya eres otro periodista más.
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"Y sus cronistas con él, ya habituados a las paradojas". No se dejen engañar: que el mayor propagandista de las bondades de A.C sea precisamente un conocedor de su turbia retaguardia, o el mismo que publicó lo de la medicación diaria por la epilepsia, casa bien con esta aparente marcha atrás. Es más, en el mismo artículo que empieza con realpolitik se dice algo así como que es el mayor talento jamás conocido en el ciclismo. Todo vale. En cuanto a las paradojas, hace ya tiempo que dejaron de sorprendernos los giros en el aire y las piruetas de esta caricatura de este periodista. O cronista. En este caso le viene por lo de "crónico".
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Otra versión de Pimpinela...que si lo dejo, que si no lo dejo, que si subo escaleras, que si las bajo. Fantástica la redacción de la noticia al Galician way: (para la Vuelta Astana) "planteará la carrera sin un líder claro y buscando aventuras diarias, un estilo que favorece al de Mos". ¡Aventuras diarias!
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Totalmente de acuerdo con Capodacqua. Su razonamiento es impecable, desde la lógica aplastante del concurso de Vinokourov hasta su rendimiento en la carretera. El problema es que en los dos últimos párrafos, si se cambia el nombre del kazajo por el de Basso, se leen igual de bien, y a su compatriota lo ha loado en su versión 2.0.
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Habla Madariaga (Euskaltel, Euskaltel)
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Según Fanini, Visconti utilizó una bici con motor en su victoria en el campeonato italiano.

19 julio, 2010

¡Qué bueno es Contador!

El sábado en Revel Vinokourov vio colmada su ansiedad con un triunfo de etapa. Como hizo en la Vuelta 2006, cuando está en su terreno y con su natural condición física -esa que le proporciona la raza kazaja-, este corredor enlaza puestos entre los primeros en cronos, sprints, fugas y montaña. Contador dijo que estaba tan feliz como si hubiese ganado él mismo -exactamente igual que en la Lieja- y bueno, así se enjuaba un poco el feo recuerdo del día anterior en Mente. Ya saben que Contador nunca se equivoca: o lo equivocan, o está en el momento inadecuado en el lugar inadecuado, o deja descolgado a Klöden sin querer, o la alergia. Hoy hemos vivido un nuevo momento de este corredor vestido como un santo por la prensa de este país, pero cuyo particular aroma -bien evidente en sus declaraciones o en su filiación profesional- ya es imposible disimular.

El domingo subió el que considera el puerto más duro que conoce, Palhieres. Así lo dijo tras ser entrevistado al ganar el Giro 2008 y decir que el Mortirolo no le parecía para tanto. Con su equipo arropándole, su supuesto amigo A. Schleck (en este ciclismo de buen rollo y ausencia de positivos, enviarse carantoñas por el twitter es sinómino de amistad) dijo que había estado fingiendo que iba mal para provocar un ataque del luxemburgués. A pesar de que era final en alto, apenas hubo moviento. De hecho, pasó una situación impropia del ciclismo.

Mientras Riblon iba a por la victoria de etapa tras una escapada -este año no hay bonificaciones y están llegando todas las fugas en montaña, que la organización tome buena nota-, a tres kms. de meta el luxemburgués y el madrileño se quedaron parados y mirándose, mientras el tercero y cuarto de la general, que no están a una distancia abisal, se iban por delante. Eso sólo se hace cuando se tiene una conciencia muy grande de estar por encima de los demás: de hecho, nuestra prensa forofa ha interpretado la jugada como que A. Schleck puede estar poniendo en riesgo su segundo puesto en el cajón. Por lo visto hoy, sólo con malas artes.

Una pena que un corredor como Menchov, que puede hacer saltar la banca en la crono de Burdeos, no consiguiese más ventaja ante ese estúpido juego de nervios entre el aspirante y el campeón. Al final la diferencia fue poco apreciable, pero siempre es significativo que un corredor como el ruso, del que siempre se ha dicho que no es escalador, haga segundo en una etapa de montaña del Tour en la última semana. El primero de los favoritos. O el primero de los que quieren ganar la carrera en buena lid y no aprovechándose de los errores de los demás.

Hoy se subía el Bales, ese maravilloso descubrimiento de 2007 que hoy veía su segunda aparición en la carrera. Hubo escapada y llegó, a cargo de un entregado Voeckler (pedaleo como un molinillo, me paro, me alzo, me paro), un corredor que ha conseguido ganar con el maillot de campeón de Francia, y ya van cinco etapas en el Tour para el país organizador, un registro que no se veía en mucho tiempo. El día ha acompañado y se ha visto una bonita ascensión.

En los favoritos, llevados al tran-tran por el Saxo Bank, poca actividad hasta el inicio del puerto, cuando el equipo del líder ha acelerado el ritmo. Cuando quedaban menos de tres kms. para coronar, A. Schleck atacó llevandose con él a los cinco primeros de la general. En un momento dado, cuando iba en cabeza, su bici falló -un salto de la cadena, el ciego C. de Andrés dijo una piedra: siempre hay que defender a los fabricantes- y Contador aprovechó para saltar. Sin dudarlo ni un momento, aprovechó esta desagradable circunstancia para conseguir lo que no ha tenido el valor de hacer en la carretera.

Al líder, al que en el ciclismo antiguo con el que tanto intentan emparentar a Contador, jamás se le hubiese atacado en esas circunstancias, se le complicaron las cosas por el nerviosismo de la situación, mientras por delante se iban los tres corredores a los que precedía en la general. Tras remontar valerosamente, sólo se quedó con Van den Broeck, hoy un poco más débil en la montaña. Al coronar Bales la desventaja era de 15", pero ya se sabe que lo más duro de estos puertos está en su descenso y no en la subida.

Mientras Voeckler celebraba de manera circense su merecido triunfo, el trío de Contador, Menchov y S. Sánchez -no ha intentado nada en la bajada, se verá muy fuerte- iba reagrupando a corredores de la fuga, con los que hicieron los últimos kms. ya llanos a todo velocidad, porque a ese heterogeneo grupo de rodadores en fuga en la montaña de hoy les iba bien el puesto en la etapa aunque no fuesen a ganar. ¡Qué digo! Si hasta Contador se puso en cabeza en una contracurva a poco de meta, quizás buscando más tensión.

Schleck entró a 39", por lo que ahora es segundo a 8" de Contador. Escribo esto sin saber qué dirá A.C ante los medios. Los españoles ya sabemos que defenderán el producto nacional, de la misma manera que se dice que los percebes de Galicia son los mejores del mundo o el azafrán de la Mancha no tiene rival. Arribas, que es más fino y rebuscado, dirá eso de que los grandes campeones siempre han sido ambiciosos y caníbales, y no se cúantas cosas más. La prensa internacional, movida por los hilos de la "envidia" de nuestros éxitos sin par, recordará lo del año pasado de Klöden y otros asuntillos, quizás sumando que este chaval no es como lo pintan. A mí lo de hoy me ha parecido una cochinada, sin más.
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"Con le mie doti e mie caratteristiche" Basso El Modesto.

16 julio, 2010

Dos escuelas: la de Cavendish y la de Manolo Saiz

De la etapa de ayer en el Tour poco que comentar: simplemente constatar que el macarreo que Cavendish ha llevado al mundo de los sprints crea escuela. Es el problema de este tipo de actitudes: o se cercenan de raíz, o se reproducen. La UCI fue condescendiente con el hooligan de la Isla de Man cuando provocó la caída de Suiza y en el Tour no han sido tan condescendientes con su lanzador.

Mark Renshaw es otro australiano rápido que, tras probar suerte en el Credit Agricole, pasó al Columbia y encontró que era mucho más rápido lanzando a Cavendish que lanzándose a sí mismo. Vamos, como le pasa a Navarro con Contador. Hay gente que sirviendo encuentra su vocación y motivación, quien sabe si también la misma alimentación que el líder.

En este caso, la alimentación es de la buena. En varias ocasiones han logrado hacer primero y segundo, como si el resto de rivales no existiese. El sprint de París del pasado Tour, nada menos. Renshaw es el 50% de las victorias de Cavendish, al que deja a 150 metros de meta a una velocidad imposible de superar. Ayer estaba haciendo su trabajo cuando, al verse incomodado por Julian Dean, que hacía lo propio por Farrar, le embistió tres veces a cabezazos, y después se fue a por el americano para cerrarle y terminar el trabajo para su líder.

Victoria para Cavendish, y descalificación para el australiano. Les tenían que haber descalificado a los dos y así el pelotón se hubiese quedado más tranquilo: hasta la siguiente ocasión en la que la monten. Cuando haya sangre, lágrimas y huesos rotos harán algo, de momento dejarán seguir el espectáculo y la mala leche que tanto parece gustar a las mentes pensantes del ciclismo, y que disimulan muy poco.

En la etapa de hoy se llegaba a Mende, lugar sagrado de la mitología falsa del oncismo, y todo por una etapa que al final quedó en nada allá por 1995, y que sólo fue posible por la alimentación especial de ese equipo, que ese año ganó en el Tour tres etapas con tres corredores diferentes, que ganó por equipos y la regularidad, que colocó segundo a Zülle, cuarto a Jalabert y sexto a Mauri. ¡A Mauri!. Mitología falsa y de estafa, pero que no parece importar al autor del anterior enlace, que lo sigue citando como si esa fábula se siguiese sosteniendo: que la realidad no te haga cambiar lo que necesitas creer.

Y como pasa siempre que alguna carrera llega a este destino mitificado, la victoria ha sido para un pupilo de Manolo Saiz. En 2005 fue Marcos Serrano, que compitió en aquel Tour con una serie de productos y tratamientos especificados en los documentos de la Operación Puerto. Ahora escribe una columna infumable en La Voz de Galicia, donde se demuestra que la LOGSE no la causante de todos los males de este país. En 2007 y en la París-Niza, el triunfo fue para Contador. Y este año este corredor ha reventado la carrera para después entregar la etapa a J. Rodríguez, que pasó a profesionales con Manolo Saiz.

La subida la empezaron con una ventaja de 42" un cuarteto muy potente formado por R. Hesjedal, Kloden, Kiryenka y Vinokourov. Se fueron quedando en orden inverso: el canadiense en la primera rampa y el kazajo llegó a los dos últimos kms. destacado. En el pelotón atacó Gadret y, cuando fue neutralizado, saltó J. Rodríguez. El corredor catalán, de los mejores del mundo tras un salto espectacular en los últimos años y el mejor del mundo en este tipo de llegadas de altos porcentajes, sólo se llevó a rueda a un tremendo Van Den Broeck.

Cuando ya tenían una pequeña ventaja saltó Contador. Sí, por delante iba su compañero Vinokourov con ventaja para llevarse la etapa (todavía tenía 25"), pero eso qué más da. Schleck intentó salir a su rueda pero nunca la alcanzó. Contador alcanzó a J. Rodríguez y formó una pareja española -españolaza- de esas que tanto gustan fuera de nuestras fronteras, donde anida la envidia internacional. A la altura de Vinokourov, el kazajo no dio ni un relevo y fue fácilmente superado. Brillante estrategia del Astana, donde una etapa sí y otra también parece que el mismísimo demonio les de las órdenes de equipo.

En meta J.Rodríguez esprintó y ganó, esta vez sin el bote en la mano. Contador, que podía haber dejado fácilmente al de Parets del Vallés subiendo, hizo el paripé de sprintar. Le salió un poco mejor que el año pasado con los Schleck, pero tampoco mucho. Vinokourov, que no dejaba de pedalear y fue tercero a un suspiro, debía estar pensando en la estepa kazaja y también en Pinto y sus productos naturales. Un quinteto con el maillot amarillo, S. Sánchez, Menchov, VDB y Kloden entró a 10", mientras que Gesink y Kreuziger se dejaron 5" adicionales.

El Astaná ha cambiado una más que posible victoria de etapa por 10" sobre el maillot amarillo. O eso, o Contador también iba a por la etapa. Bueno, ha ganado uno de la misma escuela. A ver que pasa en los Pirineos, pero Vinokourov tiene que estar como un búfalo. O un bisonte de Altamira, bien cerquita de Torrelavega, donde hoy los cafés se sirven sin azúcar. Como cada vez que una carrera llega a Mende, ese lugar falso e impostor del ciclismo.
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Qué vergüenza de artículo.
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Mira que me cae Pedro Horrillo y me gustaría que se ganase la vida de la misma manera que lo hace actualmente. Sin embargo, al leer frases como "(El calor) preocupa además a los que padecen de alergias o asma, gente con bronquios hipersensibles a este tipo de condiciones" -esto es: la gran parte del pelotón por lo que todos sabemos-, lo de los miles de litros de agua consumidos -¡un saludo a Thomas Frei!- y ciclistas que van con destornillador para las habitaciones de hotel -¡un saludo a Landis, que explicó la preparación que hacían los ciclistas de cada habitación de hotel, no vaya a ser las cámaras!-" y no relacionarlo todo con la triste realidad del ciclismo que conoce Horrillo, y que no es la del calor, hace poner cara de póker.

15 julio, 2010

Los jóvenes Liberty ya están maduros

Como viene siendo habitual en las grandes vueltas, tras una etapa exigente los corredores se toman un día de descanso. De hecho, con sus dos días de descanso, más el prólogo, el último día y las dos-tres etapas que los corredores se toman de absoluto asueto, se puede decir que las grandes vueltas por etapas duran ya 15 días. A la vergüenza de Spa se une ahora la de Gap, donde el pelotón ha llegado con hora y pico de retraso sobre el horario previsto.

Antes disimulaban un poco -que si una caída, que si un recorrido peligroso, que si había vías de tranvía- ahora ni eso. El organizador, tan contento. El alcalde que ha pagado una millonada, probablemente el presupuesto del año en deportes, también. Los ciclistas, por supuesto. El espectador, el que en última instancia tolera que siga este teatrillo, no tanto.

La victoria de esta no-etapa ha sido para Paulinho, otro joven Liberty que participa en este Tour. Al igual que en la edición 2006, cuando el comando de Bruyneel rindió inexplicablemente al nivel del Puertas Wigarma, el belga deja a sus corredores ir en escapadas y si en aquel año la victoria fue para Popovych, este año le ha tocado al portugués extremadamente fiel.

El corredor que saltó a la fama al quedar segundo en los JJ.OO de 2004 no pudo defender su medalla en 2008 porque al COI no le convenció mucho el arsenal de papeles de asmático que presentó. Su federación, muy ofendida, dijo que con la UCI no tienen problemas: ya, como Rebellin, que tampoco tuvo jamás problemas con el circuito tradicional de ciclismo.Pero bueno, mejor no hablar de este tema de certificados médicos, tan familiar a los jóvenes Liberty. La anterior victoria de Paulinho se produjo en 2006 en la Vuelta, vistiendo los colores del Astana que en aquel momento abanderaban Vinokourov y Kasheskin, pero la victoria del portugués, una más de las cinco de su equipo en aquella Vuelta, fue producto de su limpieza asmática.

Durante el pasado Tour también fue noticia secundaria, porque se filtró que era el único amigo que tenía Contador en el equipo. No lo sería mucho, porque el madrileño no lo ha citado jamás y, ante la tesitura de seguir al belga y su mandanga, o quedarse con Contador y sus amiguetes, lo tuvo bien claro: emigró, en la más pura tradición de tantos de sus compatriotas. Hoy ha obtenido su recompensa a tanta fidelidad, su mayor característica como ciclista al margen del Ventolín.

Otro joven Liberty protagonista en este Tour ha sido Carlos Barredo, que tuvo una pelea precisamente con el portugués Rui Costa del Caisse. Fue el pasado viernes y fue, como suele pasar en estos deportes con tanto aparato de por medio, muy ridícula: entre los pedales, las bicis y que no se sabe muy bien la razón de la agresión, la única medida posible es expulsar de la carrera al agresor, que no es otro que el asturiano educado en la escuela de Manolo Saiz, esa de la familia y el grupo. Al parecer, empezó a ostigar a Costa con su rueda y, como se ve en el vídeo, es el primero en soltar el puño y también en precipitarse al suelo. También dice varias veces "hijo de puta" mientras un extremadamente obeso Carlos Arribas lo intenta separar, y se retira insultando al cámara, seguramente culpable de grabar lo acontecido. Un impresentable. Ya tenía de italiano lo de ir siempre quejándose en las escapadas, ahora también tiene lo de macarra: lo del estilo y la clase quizás venga en su próxima encarnación.

Y como Contador y su fiel escudero Navarro merecen tratamiento aparte (estos si que han madurado: el primero ya no ataca y el segundo corre mejor que los líderes de equipo) nos quedamos con SMS Sánchez, el corredor que se intercambia mensajes cariñosos con médicos de dudosa fama. O el corredor que su actual compañero de equipo Rubén Plaza señaló, en una entrevista tras su campeonato de España 2009, como protegido en la Operación Puerto, mientras él tuvo que pagar. Todo un berenjenal, vamos. O una huerta.

El día de la Madelaine este corredor y su equipo plantearon un órdago. Situado a 5´ minutos del liderato y con Evans como líder sin equipo, se escapó de partida con dos de sus compañeros más en forma. Coronó el último puerto con 2´12" sobre el pelotón tras hacer la mayor parte de la ascensión a bloque, y siempre impresiona ver a un corredor de su corpulencia en esa tesitura. La jugada por la general le salió rematadamente mal, y encima perdió la etapa. Su equipo todavía está buscando patrocinador, aunque él y su padre Guardia Civil negocian con el Rabobank porque si la raza murciana no puede estar junta, por lo menos que se propague.

Lo mejor vino tras acabar la etapa. El murciano reprochó a sus directores haber cambiado de estrategia a mitad de la carrera, haber pasado de ir a por la general a decirle lo de la etapa. En esta crónica construida para defender a sus directores -fíjense bien lo taimado del titular, quien declara primero y último y sobre qué- estos acusan al murciano de haberse exprimido demasiado en la subida. El dice que recibió órdenes contradictorias desde el equipo.

Ya es una larga historia. Yo no puedo creer a ninguno de los dos partes por su larga trayectoria, y ante la difícil tesitura de tener que optar por uno u otro, prefiero a Barrabás. El murciano con SMS tuvo su gran momento con aquel inolvidable "si se respeta mi nuevo programa...", todo un aviso de intenciones cuando supo el año pasado que su compatriota Valverde no iria al Tour. El navarro que se sienta al volante del coche del Caisse tuvo también sus grandes momentos como materia gris en el descenso de Monachil en la Vuelta 2006, donde toda la culpa fue de Piti, y también camino de Santander en la Vuelta 2008, donde toda la culpa volvió a ser del propietario de la bolsa 18. Es otro de esos directores que nunca se equivoca, y sólo una vez lo ha admitido: en la previa del Tour 2006, cuando tras la siega de la Operación Puerto dijo el muy cristiano "todos nos hemos equivocado", que es como decir que ninguno se ha equivocado, o por lo menos no él mismo.

Como ven tras este somero repaso, los jóvenes Liberty ya están maduros. Es más, se podría decir que están podridos. Juntos hasta 2006 y después en una injusta y cruel diáspora que mortifica a Manolo Sainz, es agradable constatar como los patrones comunes que les vinculan se muestran tan patentes en este Tour de Francia. Lo que la mejora del rendimiento deportivo aplicado a neoprofesionales ha unido, que no lo separe la buena educación o el respeto al director de equipo. Siempre han sido y siempre serán jóvenes Liberty.
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Harto de las excusas, de contar como victorias pruebas que no son del circuito, de contar cuartos puestos, de achacar a los rivales atacar cuando no deben, de reprochar a rivales atacar a pesar de ser amigos, Samuel Sánchez se derrumba y confiesa lo que todos temíamos: "He tenido que pelear contra mí mismo". A continuación, la habitual retahíla de excusas y factores climáticos-ambientales.
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El calor hace mella en Urraburu, que hoy presenta -y le publican- una cosa informe y decadente compuesta de greguerías, párrafos de dos líneas, ningún hilo e ideas sueltas. El titular indica que no vio la etapa, o la vio en el mismo estado en que redactó lo que hoy padecen los ingobernables lectores de El Diario Vasco.
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El joven Liberty Dani Navarro, que desde hace un mes sorprende al mundo del ciclismo, habla de su pasado. Por ejemplo, de cuando pasó a profesionales con Igor, Heras y Beloki: "Me sorprendió la profesionalidad que tenía para entrenar, para cuidarse, en las comidas. Era otro mundo". Será una broma con la conocida frase de hay otro mundos posibles...Poco después, suelta una fanfarronada muy propia de su tierra de origen: "En montaña los hay mejor que yo, pero no muchos". La frase final, obra y gracia del periodista, es también muy buena. El otro representante de la Escuela Vasca de Pensamiento busca la misma figura, a la que adorna con su barroquismo habitual, para dejar reflejo de lo mismo. En cuanto a fanfarronería, miren esta frase: "Al empezar en esto de la bicicleta era la figura: de cadete ganó 17 de las veinte carreras que disputó: «De las tres que perdí, dos se las dejé ganar a un compañero»".
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¿Qué fue de Caucchioli? Cumpliendo sanción de dos años por dopaje, ha encontrado un trabajo en una empresa que gestiona la recogida de basuras en 18 municipios italianos. Esta feo decir esto, pero esa actividad en Italia la ha llevado siempre otra empresa, la más grande del país. Esta bien que se siga moviendo por los mismos ambientes, para que después venga alguien y diga que los años de profesional no sirven para el mundo real...
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Y, ante todo, un gran grupo humano y unos chavales excepcionales. El poder del grupo, de la masa y del endiosamiento de unos veinteañeros, plasmados en una imagen. Y si no hubiese sido futbolista, estaría robando jamones en El Corte Inglés tras alguna manifestación contra el cambio climático, porque el lapo va a ese señor en su calidad de...¿por qué le escupe a él y no a otro? ¡ay!
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Puaf, que todavía hoy día se siga hablando de la casi Liga de la Real en 2003 cuando fue de Jesús Losa...por cierto, ¿qué habrá sido de aquel entrenador francés al que le dieron el título de mejor del año? Estaba claro que el éxito de un equipo que descendería poco después se debía a aquel abuelo importado y que no hablaba ni una palabra de castellano, y no al médico. En fin, el fútbol: mejor dejarlo como está, en las mieles del éxito de unos chavales virginales e inocentes.