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22 febrero, 2013

Empieza la temporada

Una estampa de Qatar
Este fin de semana empieza por fin la temporada ciclista con la Het Volk y la Kuurne-Bruselas-Kuurne, las dos carreras que abren el calendario belga y, en definitiva, el ciclismo entendido como un deporte de resistencia y de competición, tras unas serie de múltiples carreras con una característica común: no se han podido ver en directo.

Con la excepción del Down Under y el Tour de Qatar, el resto de competiciones ciclistas celebradas han tenido cobertura en diferido, y no es que las dos agraciadas con tele en directo hayan sido las más afortunadas. Eso sí, no han faltado las crónicas en directo de famosos propagandistas que seguían el twitter oficial de las carreras. Los mismos que celebraron el triunfo de Contador en la pasada Milán-Turín como gran victoria justo cuando les llegó la noticia de su victoria, y sin haber visto ni una imagen.

Parece que el ciclismo, a lomos de la crisis económica y la propia crisis de este deporte, ha vuelto a los años gloriosos -por decir algo- del teletipo y las crónicas de grandes firmas hablando de grandes gestas desde la línea de meta, cuando los ciclistas estaban subiendo el Galibier a 100 km. de distancia. A nadie le extraña, y todos lo dan por bueno.

En el Down Under, disputado mientras las autoridades australianas ultimaban un demoledor informe sobre la extensión del dopaje y la corrupción en su país, Greipel se llevó tres etapas y el criterium de antipasto -el que se dedicaba al cáncer cuando pagaban dinero público a Armstrong para que fuese-, su auténtica especialidad. La general fue para Slagter, el joven holandés de Blanco que ganó una etapa, y que ya demostró tener muy buen final en cuesta el año pasado en Tirreno-Adriático.

Sin embargo, la etapa más destacada para mí fue la segunda, que fue para el gran, gran Geraint Thomas, con un numerito considerable dejando clavados a todos los favoritos. Ahora está disputando el Mundial de pista y después bajará de nuevo con los mortales -no es una metáfora: se ha tirado en el Teide un mes- para ganar su primera clásica de piedras: al tiempo. Gerrans también ganó la etapa de Willunga.

Paralelamente se disputaba el Tour de San Luis en Argentina, con Contador ganando una etapita para solaz de los comentaristas. La general fue para un argentino que el año pasado había sido segundo, y Cavendish, Modolo y Gavazzi también ganaron una etapita cada uno, mientras disfrutaban de los atractivos de una de las zonas más pobres del país austral.

En Francia la general de la Estrella de Bessegues fue para Hivert, al que algunos han descubierto esta semana en Andalucía, y en el Tour del Mediterráneo el éxito final le correspondió a Lovkvist, antiguo joven prometedor que no ganaba desde 2009, y eso que ha estado siempre en grandes equipos; el último, el Sky; el actual, uno suizo llamado IAM cycling. Etapitas para Greipel, su esbirro Roelands y etapa del Mt. Faron para Peraud. Por su parte, la gran noticia de Haut Var fue el abandono de Andy Schleck, que va camino de completar un año entero sin acabar una mísera carrera. Ganó Vichot por el puestómetro.

En Qatar hubo tele en directo, pero para nada: una península desértica organiza la gymkana para ciclistas que es su Tour, donde Boonen ha obtenido el 20% de sus más de 100 victorias como profesional. Es triste ponerlo así, pero es la verdad. Con esos mimbres, normal que Cavendish ganase las cuatro etapas de la carrera y, en consecuencia, la general. Ahora, que venga alguien y me diga que eso es ciclismo. O que merece la pena perder el tiempo para ver eso.

En Omán, otro capricho de petrojeque pero con algo más de fundamento porque el país tiene atractivos turísticos que podemos conocer en diferido, Sagan ganó dos etapitas con numeritos de órdago -los de siempre, pero siempre impresionan-, Kittel y Bouhanni la primera y la última al sprint, Joaquím Rodríguez una subiendo una cuesta de aupa y Froome la decisiva, que le valió también la general. Contador estuvo atacando, quizás reivindicando un "¡Contador al juicio de la O.P! ¡Contador al juicio de la O.P!", porque ya se sabe que este chico se sobreexcita en estas fechas y con los calendarios que tiene. Deportivos y judiciales.

Ya ven que los corredores importantes están muy entonados en febrero. Dicen las malas voces del pelotón que, con tanto trasiego a sitios exóticos -y donde el primer laboratorio aprobado por la AMA está a varios miles de kms.- la gente se anima más, además de que para el pasaporte biológico viene fenomenal eso de estar en febrero a tope, porque si no lo de julio canta mucho.

En Mallorca Valverde ganó uno de los trofeos, y recientemente en Andalucía ganó el prólogo de San Fernando (un ratito a pie, otro andando) y la última etapa en el Rincón de la Victoria -un lugar ideado para acoger llegadas ciclistas, siquiera sea por el nombre-, además de la general: en siete días de competición, cuatro victorias. Es que es tan bueno que no se puede parar: eso sí, cuando llegan las carreras importantes le cuesta ardores pasar del 2º puesto.

La última carrera por etapas destacable de este inicio de temporada ha sido Algarve, donde ha vuelto a ganar Tony Martin -como en 2011, cuando estuvo llena de periodistas españoles esperando el triunfo post-invierno de solomillo de Contador- y el brutal Henao se llevó la etapa de montaña sacando los ojos al resto de corredores, el más destacado Rui Costa, local y valverdiano.

Y queda el Laigueglia, el inicio de la temporada italiana tras la desaparición del Costa Etruschi y el fin del experimiento de recuperar Cerdeña. Ahí vimos que el Lampre no quiere volver a tener un 2012 y, perfectamente estructurado con Pietropolli lanzando, dejó en bandeja el triunfo a Pozzato, que volvía a ganar 10 años después en la carrera que conquistó dos veces consecutivas cuando era un recién llegado al pelotón. Será por eso que el Lampre ha apartado a Scarponi, primero sin meterlo en la foto de equipo y después, ante las preguntas, sin dar ninguna explicación y sólo confirmando el hecho. El ciclismo que cambia, otro año más.

No se pierdan este finde la Het Volk, a ver si Flecha consigue subir al podio de nuevo. En el segundo o tercer puesto del cajón.
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Elecciones en el CONI, uno de los pocos organismos -aún con sus errores- de los que se puede decir que lucha efectivamente contra el dopaje. En la nueva junta directiva no hay nadie del ciclismo, y ha salido elegido presidente un playboy romano -con romances incluídos con celebrities locales- que viene del mundo del remo, concretamente de un exclusivo club de canottieri de la Ciudad Eterna. Es una pésima noticia para la lucha contra el dopaje -ya ha dicho que sus primeras medidas se centrarán en prevención en las escuelas-, y una magnífica para el ciclismo italiano, que no gana una gran clásica desde hace tres años. Bueno, y la París-Tours de Marcato.
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Un nuevo soplagaitas anglosajón sale relativizando lo de Armstrong. Para que vean el nivelón de todos estos todólogos venidos a más con el tirón mediático de la confesión del texano, afirma sin ruborizarse que Armstrong "no había destacado como ciclista de élite antes de tener cáncer". Debe ser que ser campeón del mundo no es destacar. Tampoco se pierdan el detalle de que la entrevista está publicada en uno de los semanarios brasileños más importantes, el mismo país que organizará los JJ.OO de 2016 y que está inmerso en un plan ADO carnavalesco, importando técnicos y médicos deportivos de todo el mundo. ¡Ah! Su apellido, traducido, significa "Más dinero".
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Entrevista a Mikel Nieve, que este año irá al Tour con el objetivo de siempre: ganar la gran etapa de montaña y volverse a colar entre los diez primeros de la general, concretamente entre el puesto 9º y 10º. Ya lleva así tres años, desde su espléndida eclosión en la Vuelta 2010. Este año dice que es diferente, que irá a P-N, Volta y Romandía "a hacerlo bien e intentar ganar una etapa". Si, muy diferente.
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Boogerd, relegado como comentarista de la tele pública holandesa. Aquí va camino de las dos décadas que sufrimos a Pedro Delgado -conocido en Holanda como Pedro Drogado, por haber ganado como ganó aquel Tour al nacional Rooks-, el mismo que afirma que "Eufemiano Fuentes era un buen médico". Y tanto: era el suyo cuando ganó la Vuelta 1985....
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Alfredo Monchito Relaño, el director de As, y muy popular últimamente en este blog por haber tenido la poca vergüenza de escribir que "el ciclismo ha contaminado a otros deportes", tiene la cabeza comida por el fútbol, como todos los de su gremio. Como va de intelectual del balompié, tiene un libro que parece un chiste y, aunque publicado en 2010, he reparado ahora en el porque ya les digo que últimamente las librerías, incluso las de fiar, te meten el deporte en los exhibidores más nobles. ¡Con el dinero que les he dado y me tratan así!

Les juro que lo estoy describiendo y no caricaturizando: esta ideado y presentado como uno de esos libros gordos para niños de título "365 cuentos para leer", incluyendo las tapas brillantes, en este caso de plata. Se titula 366 historias de fútbol mundial que deberías saber,  y se compone de otros tantos artículos (cuentos) de historias del fútbol, muchas de hechas fábulas, habida cuenta que el autor ni las vivió, ni las vio, ni hay medio de haberlas conocido a no ser que sea través de crónicas de otros: lo que viene siendo una fábula, que se diferencia del cuento en que los protagonistas son animales.

Destinado -y por eso está concebido así- a un público no lector, se presenta en formas de pequeñas grageas de ingestión diaria, lo que deja una imagen ciertamente inquietante: ese futbolero que, tras entornar la página del cuento del día, se duerme con la cara de Monchito flotando en una nube y sonriendo mientras apoya su mandíbula barbuda en la mano y dice contaminame.
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(Relacionado con lo anterior) Monchito escribía esto en 1987. Sobre dopaje. En El País. Cuéntame un cuento, y verás que contento/me voy a la cama...
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Tiger Woods nunca ha tenido que pasar un control fuera de competición. El mejor golfista de la historia.

10 octubre, 2012

A temporada pasada

Tour Eiffel, Tour de Sky
Con la temporada concluída -algunos ciclistas todavía están en Pekín rascando puntos UCI en una farsa de competición- es momento de hacer balance parcial a partir de lo publicado en enero, como viene siendo habitual en este modestísimo blog. Para entender este post es necesario leer el anterior enlace, como en las telenovelas.

Pozzato: "o asoma de nuevo la cabeza este año, o se verá abocado a una retirada prematura" Asomar asomó, especialmente en el Tour de Flandes -segundo, batido por Boonen-, pero ya antes y después vino su habitual retahíla de caídas. En junio se supo su especial relación de años con Ferrari, lo que le costó los JJ.OO, y no ha vuelto a hacer nada. Dicen que el próximo año lo quiere el Lampre, un equipo tan birrioso en este 2012 que va a tener entrada aparte.

Fuglsang: no he podido clavar mejor el ciclista y su trayectoria. Se quejó de la fusión Leopard-RadioShack, y la ha sufrido en su piel: se perdió el Giro por una inoportuna lesión, y fue excluído del Tour por decisión personal de Bruyneel al haber anunciado que se iba del equipo. Corrió y ganó la Vuelta a Austria, ha fracasado en todo lo demás que le dejaron correr.

Geraint Thomas: el talento galés corrió el Giro -y acabó segundo en el prólogo y la crono del último día- porque su objetivo de la temporada eran los JJ.OO de pista, repitiendo la temporada de 2008. Volvió a ganar el oro en persecución por equipos, pero después apenas ha vuelto a competir. ¿Temporada perdida? Probablemente. Y probablemente no haya espacio para más en el Sky, como ha comprobado en sus carnes Cavendish.

Taaramae: feo asunto. Al principio de la temporada, donde había empezado muy fuerte, dijeron que tenía la mononucleosis. Debió ser una cepa débil, porque llegó al Tour, donde sólo brilló -y de qué manera- en La Planche des Belles Filles. El resto de la carrera, a remolque. Como toda la temporada, básicamente perdida cuando había espacio para el salto.

Tony Martin: ¡me estoy dando cuenta que he gafado a todos! El alemán se cayó brutalmente entrenando en primavera, tras haber sido 5º en País Vasco. Volvió en un mes y ganó la Vuelta a Bélgica, pero en el Tour se cayó varias veces. Logró la plata en los JJ.OO y revalidar el título de campeón del mundo CRI, y hoy mismo ha ganado fugado la etapa del Tour de Pekín, pero su temporada se ha visto condicionada por las caídas.

Kittel: el alemán ha ganado 13 carreras, pero salvo el GP L´Escaut, todas menores. Debutó en el Tour pero se cayó a las primeras de cambio, dejando a su equipo -todos los otros ocho corredores eran lanzadores- a merced del viento. Salvo la etapa de la Vuelta 2011, sigue sin ganar en grandes citas, y en el equipo ya han dicho que el próximo al Tour va Degenkolb.

Visconti: un desastre anunciado, un corredor lamentable. Va de estrella y es un estrellado. Ha ganado una única carrera -la clásica de Primavera-, y porque se la regaló Valverde. Fracaso en clásicas, fracaso en el Giro, el equipo lo ha dejado sin correr carreras en las que aspiraba a hacer algo, y ha terminado la temporada ayudando a Nairo Quintana a ganar el Emilia. Un gran fichaje de los navarros.

Dani Moreno: siete victorias (etapa en Andalucía, GP Indurain, 2 etapas en Dauphine, 2 etapas y general de Burgos), gran gregario de J. Rodríguez en País Vasco, Ardenas, Giro y...bueno, en la Vuelta, donde amarró ser quinto de la general mientras su líder perdía la carrera por falta de compañeros. Siempre se reserva algo para sí mismo. Y un dato curioso: terminó su primer ciclo ganando la última etapa de Dauphiné en junio, y volvió dos meses después a la competición ganando la primera etapa de Burgos. Es que es muy bueno, por eso se peina así.

Gesink: otro gafado. El charlatán Antonio Alix dijo que era su favorito para el Tour, y así ha acabado: estrellado, como siempre. En la Vuelta acabó 6º y ganó la Vuelta a California, pero se puede hablar de otro año más a la mierda, y van demasiados.

König: ¿quien? al final no fue ni al Giro, y a su equipo lo invitaron precisamente por su concurso. Ganó una etapa en el Tour de Gran Bretaña.

Sicard: el nuevo Aurelien Passaron ya no disimula nada. Es un ciclista romo, incapaz de una mínima acción destacada. Debutó en una grande en la Vuelta, y como si hubiese seguido en su casa. La extraña lesión de rodilla de 2011 parece dar razón a los rumores de entonces que decían que era otra cosa. Por cierto, hay jóvenes franceses que ya están haciendo grandes cosas, mientras Sicard sigue haciendo calceta. Y encima largan del equipo a Txurruka.

Valls: yo no se que le ven a este corredor. Fue con el Vacansoleil al Tour y apenas se supo de él (41º final, al menos no se dejó llevar). Salió también en la Vuelta y acabó abandonando tras cerrar el pelotón muchos días. El próximo año hará pareja con Rujano, algo que me parece muy apropiado.

Porte: el talento australiano ha demostrado que la fórmula Sky le sienta muy bien. Ganó Algarve y ha sido parte fundamental en el tren Sky que ha ganado París-Niza, Romandía (4º final), Dauphiné (9º) y Tour (34º, 5º en la crono del penúltimo día). No contento con eso, fue a la Vuelta a tirar de Froome y fue 6º en la crono de Pontevedra y 2º en la Bola del Mundo. El nuevo Tyler Hamilton.

El BMC, como era de esperar, se ha estrellado en las clásicas y prácticamente el resto de la temporada: un Evans desconocido, Hushvod sin competir, Van Avermaet no ha ganado ni una carrera, el muy conocido año de Gilbert...; y Bruyneel ha fracasado miserablemente como director en el RadioShack-Leopard, al mismo tiempo que se conocía parte de sus vergüenzas.

Insisto en que este año parece que haya puesto el gafe en los corredores que escogí en enero, pero no era esa la intención.
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Phillipe Gilbert, muy contento en su remozada página web con el maillot de campeón del mundo. Ese juego de sombras hace que se vea lo contento que está, a la altura de la entrepierna.
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Ekimov, nuevo manager y director deportivo del Katusha. E-ki-mov. El doble campeón olímpico en CRI (Sidney 2000 y Atenas 2004) y conocedor de todo el entramado Armstrong no parece la persona más adecuada para hacer olvidar a Holczer....
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Albert Soler, el que fuera efímero presidente del CSD y delfín de Lissavetzky, también tuvo sus asuntillos con Urdangarín y el instituto Noos...será que su relación con el deporte venía bautizada....espero que todo esto trunque su nada disimulada carrera política de trepa.

09 julio, 2012

En el cielo de los pajeros

Fundido en negro para Froome
Primera etapa de montaña del Tour -es un decir: primer final en alto- y, como en los años más duros de este deporte, la carrera patas arriba por un equipo que vuela sobre los demás, ofreciendo un rendimiento pocas veces visto.

Se llegaba a un final inédito, una subida al famoso Grand Ballon D´Alsace por otra vertiente, corta pero muy dura: 5´8 km. con pendiente por encima del 8´5% y picos del 14%. 200 km. para este final en pendiente.

No era la etapa de Tourmalet con final en Hautacam de 2008, ni mucho menos, aunque el referente es adecuado por su resolución. Nadie esperaba un destrozo parecido, ni siquiera un S. Sánchez que pronosticaba con el tino que caracteriza a su amigo Contador:

"La Planche des Belles Filles no es una llegada para que se produzcan diferencias. Igual alguien se despista y puede perder algo de tiempo.Con una pendiente del 8,5%, salvo que se le atragante a alguien, lo normal es que no haya muchas diferencias. Para sacar un minuto o un puñado importante de segundos hay que estar subiendo una hora. Es lo que desgasta. Son pocos kilómetros y poco desnivel".

El ciclista asturiano perdió 1´31" Quizás fue un despiste, pero visto que al día siguiente se cayó y abandonó la carrera por ir hablando a cola de pelotón con otro amigo como Valverde, habrá que utilizar la palabra "despiste" para lo que realmente significa. Por supuesto, ningún medio amigo dijo que iban hablando a cola de pelotón, porque aquí todos son santos y las caídas, una lotería. También los análisis de etapa.

Poco antes de la subida a La Planche des Belles Filles pinchó Valverde, o tuvo un problema mecánico, y perdió en meta 2´19". También le pasó algo parecido a Van den Broeck (1´52" de retraso), que al día siguiente si que iba centrado y atacó dos veces: vamos, no iba a cola de pelotón y se apoyó en su gregario Vanendert para atacar. A Cobo, el gregario de Valverde, sólo lo hemos visto para perseguir en grupos traseros.

Por supuesto, no consiguieron enlazar. La etapa ya venía lanzada por la persecución de la fuga del día, que iba integrada por corredores muy valiosos (SMS Sánchez, Albasini, Riblon) y el Sky gastó a Boasson-Hagen, un percherón para los trabajos de equipo raras veces visto. Después vino la cadena que ya sufrió el pelotón en París-Niza, Romandía o Dauphiné: Rogers empezó a reducir el grupo de favoritos en las primeras rampas, luego un Porte que no anduvo así jamás y por último Froome.

Con Porte se quedaron 16 corredores en cabeza, incluyendo a los 3 Sky. Cuando acabó de tirar, quedaban 8 corredores en cabeza, incluyendo los 3 del Sky:  eran Evans, Nibali, Taaramae y Menchov, con Zubeldia y Rolland haciendo la goma. Atrás quedaron todos los otros favoritos. Detrás de dos gregarios que, como Porte y Rogers, estuvieron lejos de desentenderse de la etapa: entraron 13º y 14º. Y quedaba Froome, claro.

Según Carlos de Andrés, la explicación a la escabechina -no justificada por el recorrido- se debía a "que puerto más traidor, cómo está pasando factura a los corredores", obviando que todo se debía a la velocidad imposible de un equipo imposible, donde los contrarrelojistas suben mejor que los escaladores. Eran apenas 5´8 km. de subida, pero fueron el Tourmalet. Incluyendo las diferencias en meta.

Froome reventó a todos menos a Evans y Nibali, soberbio y a la altura de Verbier 2009, su mejor ascensión  . El australiano intentó ir a por la etapa y dos segunditos atacando en la rampa final del 14%, un porcentaje que le va muy bien, pero Froome, que había tirado los dos últimos km. como un perro rabioso, se abalanzó sobre el manillar, superó al vigente campeón del Tour en la parte más dura y tuvo tiempo de celebrar la etapa y dos segunditos.

Que un gregario que va tirando gane la etapa, y con ese nivel, no se había visto ni en los tiempos más oscuros. Miren que Armstrong lo intentó con Heras en La Mongie 2001, o con Landis en 2004, pero no lo consiguió. Froome sí, y apabullando, no porque su jefe de filas tocase el freno. Que se destroce la carrera, con esas diferencias, en una etapa unipuerto de 5´8 km. tampoco se había visto.

Wiggins accedió al liderato, y era el máximo favorito para el triunfo final en la salida. Es la séptima etapa. Si consigue mantener el maillot amarillo hasta París, será el primer corredor que lo consiga desde un tal Bernard Hinault en 1981. No Armstrong, o Induráin, que gestionaba en montaña sus ganancias en la crono: Wiggins directamente manda a sus gregarios a ganar.

 "Sólo intenté probar un poco", decía el keniata en meta, en un inglés de upper class que denota que nació en África porque sus padres eran diplomáticos y no colonos. ¡Un poco! ¡En un rampa del 14% y reaccionando a un ataque de Evans, no porque la carrera fuese parada! Tremendo. Tampoco parecía estar muy cansado.

Al día siguiente -buena etapa de media montaña, ganó el más jóven del Tour Thibaut Pinot tras manejar muy bien una fuga y sus propias fuerzas- Wiggins también hizo unas declaraciones a la prensa, en su calidad de líder. Aquí no hubo nada de diplomacia, al contrario. Dejo las declaraciones en su integridad, porque la interpretación de las mismas ha dado para mucho, cuando son inequívocas:

"Honestly they’re just fucking wankers. I can’t be doing with people like that. It justifies their own bone idleness… because they can’t ever imagine applying themselves to anything in their lives. And it’s easy for them to sit under a pseudonym on Twitter and write that kind of shit rather than get off their arses and apply themselves and work hard at something and achieve something"
Seguidamente, se levantó y se fue, amenazando al jefe de prensa del Tour con no volver a ninguna rueda de prensa como volviese a haber preguntas que no le gustasen, que provocasen esa respuesta. ¿Y cual fue la pregunta? Pues simplemente qué opinaba el iracundo inglés sobre todos lo que hemos encontrado profundas similitudes (o mejoras) entre el actual Sky y el UsPostal.

El término wanker es uno de los más ofensivos que puede haber en el idioma inglés, y de hecho está prohibida su publicación en la mayoría de los diarios ingleses. Se usa para expresar profundo rechazo y admite bastante polisemia: como la mayor parte de los peores insultos atañe a las mujeres/madres, y atañe al concepto de "puta".

Sin embargo, en el contexto usado por Wiggins la traducción más directa -otro de su significado es "masturbación"- sería "pajillero mental", muy bien captado por Arribas, que no cae en el error de traducir wanker por el políticamente más correcto "gilipollas" en el que han caído muchos medios. Por cierto, su crónica está muy bien. Se ha dado por aludido, visto que el inglés no le cae muy bien desde unas conocidas declaraciones suyas de hace un año y pico sobre su admirado carnívoro. 

Las declaraciones del británico tienen poquísimos precedentes, en este y otros deportes, y suenan muy estridentes en un ciclismo que hasta hace pocos años era muy correcto: sin fans ni hooligans, grupo este último donde se inserta Wiggins con sus declaraciones. La prensa inglesa, rendida ante Wiggins -y siempre muy crítica con este tipo de exabruptos- no ha dicho nada, ni reprobado nada. ¿Les suena la actitud? Algo tiene el deporte que hace adorar ídolos que se comportan como estrellas de rock.

Así, cuando vengan mal dadas -y ahí está el precedente de Millar- habrá que esconderse, porque se perdió hace tiempo la dignidad del periodista. Te llaman "pajillero mental" en plena rueda de prensa por una pregunta que entra perfectamente dentro de lo interrogable -es más, es necesaria- y bueno, el que tenía que haberse levantado e irse no era Wiggins, sino los que le van a bailar el agua.

Arribas hace bien recordando a Armstrong -que en sus primeros años amenazaba a periodistas que preguntasen por Ferrari-, pero hay otro más reciente. Fue el mítico "Pregunta antes de escribir" que Basso espetó a un periodista pocos días antes de la Operación Puerto. Después pasó lo que pasó y Basso, que se sentía muy poderoso como líder del Giro y máximo favorito al Tour, se volvió piadoso y solícito con la prensa, mientras le duró. Ojalá sirva de precedente.
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Revelador titular de Urraburu.
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Por fin ha acabado la Vuelta a Austria, una carrera que crece en interés por su ubicación en el calendario, en la primera semana del Tour. En la tercera semana la UCI ha colocado la Vuelta a Polonia, a ver si por fin arraiga. El favorito en la salida se ha impuesto: Fuglsang, especialista en vueltas nacionales menores, porque ya había ganado en su Dinamarca natal y en Luxemburgo este mismo año. Es el corredor con más éxito del RadioShack, por eso está corriendo la Vuelta a Austria y no el Tour.

Modolo ganó dos etapas, Di Luca otra -y acaba cuarto de la general-, Pinotti la crono y Arroyo, que fue excluido del Tour a última hora, hizo una carrera muy mala. Todas las etapas fueron para italianos excepto la que ganó Fuglsang.
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Entrevista a S. Sánchez, que termina con una maldición gitana a Valverde y SMS Sánchez, los dos únicos olímpicos que siguen en el Tour, y que ya han besado el suelo.
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Muy buena crónica de J.A Ezquerro de As sobre Freire en el hospital. Uno de los mejores corredores españoles de la historia merece esta atención en lo que es el accidente más grave de su carrera. Lo merecen todos los ciclistas, pero nunca se suele ver. Gracias. También han hecho lo propio con S. Sánchez.
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Interesante entrevista con Pozzato y sus abogados, donde habla de su relación con Ferrari. Además, dice que la llamada telefónica que le va a costar un disgusto la hizo con Guido Trenti, al que acusa de extorsionarle y de declarar en su contra en el CONI. Le podrá acusar de lo que quiera, y puede que gane por defecto de forma, pero la llamada es la que es. Y su relación con Ferrari también, aunque ahora se quiera hacer el longuis afirmando que no sabía que el médico estaba sancionado...

Dice, por ejemplo, que lo conoció "diez días después del Giro 2005" y que durante bastante tiempo hacía "test" con el famoso médico dopador cada ¡20 días! y que ha probado a casi todos los médicos deportivos italianos. Por cierto, las preguntas del periodista están muy bien y consiguen sacar mucha información. También la tradicional locuacidad de Pozzato.
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A este pasteleo se dedica Giorgio Squinzi -juegos de seducción con la incapaz lideresa del sindicato más importante de Italia- , el mandamás de Mapei y todavía con mucho ascendente en el ciclismo. Es algo más que un personaje pésimo: es siniestro.
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En la etapa de ayer Carlos de Andrés, de profesión locutor y nunca periodista, se equivocó varias veces con Thibaut Pinot, llamándolo Bruno Thibout. Este último fue un profesional de no hace muchos años, y de ahí la confusión. Para ayudarle a refrescar la memoria, comentó en antena que recibió un SMS de un tal Pedro Celaya informándole que el francés había corrido con ellos en Motorola. Sí, el mismo Pedro Celaya que está investigado por la USADA por dopaje. Para Carlos de Andrés es suficiente con esa información que puede encontrar en Internet: seguro que jamás preguntará a Celaya por sus prácticas, historia y lo que ha hecho en estos últimos 20 años. Así luce el pelo a este deporte.

22 junio, 2012

Sacrificado el peón Pozzato

Vaselina Pozzato, muy indicada en estos casos
¡Menudo lío que se ha formado de manera imprevista en torno a Pozzato! ¡Y todo a raíz de una información periodística en su propio país! Como ya conocen la cantinela sobre las especificidades de España en esta materia, pasemos rápidamente a las sufridas tribulaciones de este muñeco roto de manual que es el talentoso italiano.

Hace unos días Eugenio Capodacqua, uno de los pocos periodistas del gremio que tiene una actitud constante contra el dopaje -y encima escribe bien-, publicaba en Repubblica que Filippo Pozzato había ido a ver a Michelle Ferrari en bastantes ocasiones.

Lo decía tras haber podido acceder a parte del famoso dossier de la investigación que desde hace años se lleva en Padova sobre redes de dopaje, que avanza muy lentamente. En una grabación telefónica en dialecto véneto, el extremadamente tonto Pozzato se jactaba de ir a ver voluntariamente al reconocidísimo médico dopador, como el que se pavonea de asuntos amorosos. Y se metía con Sella por haber colaborado en su investigación por dopaje, y otras cosas.

Evidentemente, fue llamado inmediatamente por el CONI para que declarase sobre el asunto, habida cuenta que desde el año 2002 esta prohibido acudir al médico de Ferrara independientemente de a lo que digas que has ido, con sanción automática de seis meses. Resulta paradójico que en Italia tengan esta praxis, muy comentada siempre en este blog, cuando en España jamás ha llamado autoridad deportiva alguna a Heras, Rubiera, Noval o Beltrán para que cuenten lo que saben del UsPostal. Ni que decir tiene que lo mismo para Del Moral, Celaya o Pepe, from Valencia.

Pozzato, cuya vida deportiva lleva tres años dando tumbos -y el segundo puesto en Flandes este año indica bien poco, también lo consiguió Van den Broucke en 2001-, estaba en plena preparación de los JJ.OO de Londres, donde será il capitano. Evidentemente, en esto del ciclismo y las filtraciones nada es casual, y siempre hay que preguntarse ¿por qué ahora?

Gracias a Capodacqua, este verano igual que los demás
¿Por qué ahora y no antes? La conversación telefónica es de 2009...Como sabrán, el ciclismo italiano fue humillado a nivel de federaciones tras el soberano escándalo del positivo de Rebellin en la anterior edición de los JJ.OO, que se conoció a los nueve meses. En el fratempo los responsables federativos se habían pavoneado del considerable impacto de haber sido la primera medalla, de mantener el nivel (en 2004 Bettini había sido oro) y todas esas cosas de luchas internas, para después tener que bajar las orejas, devolver la medalla y penar con la pesada losa de tener al primer deportista italiano que daba positivo en unos JJ.OO.

Además, y para que vean que todo es casualidad, el nombre de Ferrari había aparecido recientemente en los medios como consecuencia del enésimo acto teatral en torno a Armstrong, que recientemente ha sido acusado por la USADA -el antidopaje en EE.UU- de cosas muy feas y al mismo tiempo muy conocidas, entre ellas la de haber tenido a Ferrari como médico durante muchos años, incluso en su cacareado regreso a la competición en 2009 y 2010.

La Federación italiana, que tiene acceso al sumario de la investigación de Padova, ha filtrado interesadamente ese fragmento de conversación -¿era Pozzato el único con las llamadas intervenidas?- para curarse en salud de cara a los JJ.OO. De momento, parece que el corredor italiano sigue con sus planes y entrenando, a pesar de que estos consisten en presentarse a principios de agosto en Londres sin haber competido en carrera alguna desde que se cayó al inicio del Giro. Y como capitano.

En su declaración ante el CONI Pozzato ha explicado que sólo iba a ver a Ferrari para que le hiciese planes de entrenamiento, un poco como F. Schleck con Eufemiano Fuentes. Sin embargo, el ordenamiento deportivo italiano ya contemplaba esa posibilidad -deportistas y mentira, esa pareja necesaria- y, como ya se ha explicado, sanciona con seis meses la simple visita a un médico sancionado, incluso si es para hablar del tiempo o jugar al tute.

Lo más divertido es que Pozzato, sin idea alguna de lo que puedan saber los investigadores, ha dicho que Ferrari le hacía los entrenamientos (y otras cosas) desde el año 2005, cuando vuelve al Quick Step -heredero del Mapei donde debutó- tras sus dos años en Fassa Bortolo. Y hasta el 2009, por lo menos, fecha que casualmente coincide con su bajada de rendimiento. Es seguro que en el año 2000 el neoprofesional  Pozzato del Mapei, ese equipo del que Squinzi y su corte de propagandistas siempre han dicho que lo disolvió por su fuerte compromiso ante el dopaje, también acudía a Ferrari.

Recuerden que Pozzato fue el primer corredor pasado directamente de juvenil a profesional: algo le verían, además de la clase. No se hace una apuesta así si no viene respaldada por datos médicos. Además, Pozzato decía en la conversación telefónica intervenida que los tratamientos de Ferrari le costaban entre 40.000 y 50.000 euros al año, más o menos las cifras que manejaba Eufemiano Fuentes cuatro años antes. A mí me sigue pareciendo que es poco dinero en relación a lo que cobran algunos de sus clientes, y más cuando su éxito esta enhebrado con esos tratamientos, pero es un asunto sobre el que nadie discrepa y da por bueno a las primeras de cambio. 


Al margen de la cifra, interesa ver la continuidad: en todos esos años, Pozzato habrá pasado a Ferrari en un escenario conservador unos 600.000 euros, drogas aparte, que ya se sabe que van por otro canal, y el médico dopador sólo ofrece "consultas" y "recomendaciones". Una de la vías que se están siguiendo contra Ferrari es la de delito fiscal, especialmente una empresa fantasma que tiene en la localidad suiza de Montreaux: sí sólo de un tontainas como Pozzato sacaba esa cantidad, las cifras con Armstrong y todo su equipo -sí, todo su equipo- tiene que ser fabulosa. En negro, claro.

Eso es lo que tiene que interesar: ir al origen, a las personas que comunican todo entre sí, y no quedarse en pobres muñecos rotos como Pozzato, sacrificado por ser capitano para Londres, y por el feo recuerdo de Rebellin. Parece increíble que el teléfono de Ferrari no esté intervenido. A lo mejor tiene diez, como Eufemiano Fuentes. ¿Cómo quedaba Pozzato con el? ¿Se presentaba directamente en consulta sin cita previa? Venga ya. Lo de que Ferrari siga actuando como si nada -blog incluído- tras tantos años es como lo de Eufemiano, supuestamente dedicado a médico de familia tras la Operación Puerto, y que seguía y sigue en lo mismo. Este es año olímpico, y lo es para España. Y también para Italia.
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Un dato ilustrativo: si el otro día F. Schleck decía que se autodescartaba para hacer algo en el Tour por todos los días de competición que lleva encima, ahora se conoce que será el corredor que tome la salida con mayor número de carreras acabadas en sus piernas, nada menos que 56 días de competición.

16 mayo, 2012

Todo es Giro, todo es ciclismo

Metan a un puñado de los mejores corredores del mundo -un puñado pequeño, pero es lo que hay-, el recorrido adecuado en el país adecuado y sale ciclismo. La fórmula es tan fácil y tan antigua como el propio deporte del ciclismo, que sigue insistiendo en inventos cuando la receta es bien conocido.

Ha sido llegar la carrera a Italia y destaparse en todo su esplendor. El primer sprint en Fano fue para Cavendish, un paréntesis hacia el carrusel de los siguientes días: el viernes se llegaba a Porto Sant´Elpidio -el Giro sólo había estado en una ocasión anterior, con victoria de Cipollini (1992)- a través de la tradicional etapa por las colinas costeras de los Apeninos y llegó la fuga.

Fue una fuga dentro de una fuga, la tradicional exhibición de un Homo-Savio de cada Giro: corredores que a duras penas se pueden tener encima de la bici sin caerse, o circular en pelotón, y que todos los años tienen su momento de gloria en ese equipo apestoso llamado Androni, o Diquigiovanni, pero al que es mejor referirse como el "equipo de Savio". Con dopadossputniks como Parra o Rujano, pasando por Bertagnolli o Rebellin, año tras año los hombres de Savio se arrancan por peteneras con algún rendimiento sobrehumano y que jamás volverán a repetir en toda su vida deportiva. Por supuesto, sólo pasa en Italia. Y también en la Vuelta a Malasia.

El protagonista de este año ha sido Rubiano, colombiano menudo que se escapó de sus compañeros a 36 kms. de meta, los 30 últimos completamente llanos. Por detrás perseguían cuatro. Llegó con ventaja y sin desfallecer. El liderato pasaba a Malori, el corredor del Lampre que durante el Tour 2010 -donde era el más joven- fue el foco de atención de Carlos de Andrés y Probenecid, que se pasaron media carrera riéndose de su apelllido, a pesar de que fue décimo en el prólogo de Rotterdam. Da igual, no les gusta el ciclismo, sólo la broma con los demás. Eso sí, del apellido de Vicioso -y su trayectoria- nunca han dicho nada.

El final en Rocca di Cambio, el primero de la carrera, vio la fuga a dos -ya en el puerto- de Pirazzi -escalador del Colnago de Pozzovivo, se dio a conocer en la Vuelta a Castilla-Léon 2011- y Jose Herrada del Movistar. A falta de un km. para meta, el italiano tomó mal una curva por culpa de una moto, y parecía segura la victoria del español de Cuenca, a pesar de su racial apellido cántabro. Sin embargo, el pelotón se echó encima y la victoria fue para ¡Tiralongo!, el gregario siciliano de ¡35 años! que se estrenó en eso de las victorias en el pasado Giro y por mediación de su amigo, con el guarda cierto parecido físico, Alberto Contador.

En el último Romandía hasta se metía en los sprints, toda una osadía dada su falta de experiencia en el campo y lo menudo de su físico. En fin: su equipo había controlado toda la etapa y es una victoria merecida, pero sorprendente. O no tanto si hablamos del Astana. Segundo Scarponi y tercero F. Schleck, metiendo miedo a los allí congregados, mientras que el liderato pasaba, como era fácil predecir, a Ryder Hesjedal.

El domingo la carrera llegó a Lago Laceno, allí donde Zülle dió en 1998 una recordada exhibición hemodruida, de las tantas que hubo en aquella edición. El protagonista de la jornada -junto al costaricense Amador y el polaco Marczynski, escapados todo el día- fue Pozzovivo, otro corredor espantoso en toda su trayectoria. Pasado a profesionales en 2005 tras ser el mejor sub-23 italiano los últimos años, iba el 14º en el Giro de ese año y abandonó sin ninguna explicación a dos días del final. Y así, toda su carrera.

A pesar de su supuesta calidad, jamás lo ha querido un equipo grande, y siempre ha estado en la misma estructura. Ahí compartió maillot -y otras cosas- durante el Giro 2008 con Enmanuelle Sella. De hecho, fue el único año donde sacó de rueda a sus rivales, concretamente en la etapa de la Marmolada que ganó su recordado compañero en-CERA-do. Acabó segundo aquel día -nunca jamás ni nunca después consiguió colarse en el top-five de una etapa de montaña en el Giro- y noveno en Milán, pero su auténtica victoria fue eludir el control antidopaje. Por eso es muy interesante ver los primeros clasificados de ese día, y qué fue de ellos. También las diferencias en meta del dúo CSF-Navigare.

Por supuesto, jamás ha ganado nada fuera de Italia. Este año se impuso en Trentino, su victoria más importante, y ahora va camino de hacer saltar la banca en el Giro. Fíjense que en Rocca di Cambio fue sexto, ayer cuarto en Asís -cuando jamás se acercaba al top-five en etapa alguna- y bueno, en Lago Laceno ganó la etapa de una manera digna de Zulle en la anterior ocasión que se subió allí. Atacó a siete km. de meta, de los que los cinco finales eran llanos, y llegó con 27" sobre los favoritos, 23" sobre un bravo Intxausti que salió, en vano y a pesar de su mejor planta y rodar, en pos del italiano.

Fue una buen exhibición de un corredor de apenas 53 kg, que parece sólo apto para finales muy largos y muy exigentes, al estilo de Cacaíto Rodríguez o Rujano. Pues no: ganó en un final muy llano. Por supuesto, a todo el mundo le pareció normal -en la notable retransmisión de gazzetta.it, con Berton y Saligari, elencaron su palmarés de puestos intentando justificar lo injustificable-, porque esto es el ciclismo: Rubiano, Tiralongo y Pozzovivo. Evviva!


El lunes la carrera hizo su habitual parada en la provincia de Frosinone, esta vez con visita a la capital provincial del mismo nombre. El final en cuesta llamaba a un sprint restringido, pero no tanto como para que J. Rodríguez atacasa a cinco kms. de meta, apoyado por Vicioso. No fue muy lejos y parecía que si, que iba a haber sprint, pero masivo: sólo una organización del sprint caótica -y preciosa, claro, por la falta de dominio- alteró el resultado.

En la última curva Goss se quedó sin compañeros y expuesto al aire, y prolongó el trazado de la misma mucho más de lo normal. El pelotón, encabezado por ese dislate que es Pozzato, lo siguió, provocando una soberana caída de los favoritos al intentar enmendar la trayectoria. El italiano pidió perdón por su error, y al día siguiente abandonó por una fractura de esas suyas.

Ventoso, que el año pasado ganó en la vecina Fiuggi, repitió victoria tras remontar a ¡ocho corredores!, un poco como en su París-Bruselas de 2010. Es un buen corredor que acaba de cumplir 30 años, y su equipo se estaba mereciendo una victoria de etapa, tras los tiros al palo de Herrada, Amador e Intxausti. Y tendrá más oportunidades: tanto el cántabro como su equipo.

Y ayer en Asís un final típicamente italiano: no bastó con llegar a la encantadora ciudad de San Francisco -sólo había acogido el Giro en otras tres ocasiones-, es que la organización metió a los corredores por todos los lugares, incluyendo la subida al castillo, para acabar justo enfrente de la iglesia central, en un dédalo de calles donde el mayor ganador fue J. Rodríguez, que se llevó etapa, liderato y entrar en el club de ganadores  de etapa en las tres grandes.

El corredor español, al que hoy todas las crónica empiezan a señalar como favorito a la victoria final, porque tiene 57" con Basso, 1´11" con Scarponi y 1´25" a F. Schleck (ayer perdió 23"+20" de bonificación por culpa de su poca pericia con la bicicleta y en este tipo de finales), dice que dejará pronto la maglia rosa, porque desgasta mucho al equipo. Como pronto, hoy hay una etapa de ¡255! kms hasta Montecatini Terme, típica del Giro: todo aparentemente llano, y final nervioso. La única maglia rosa que cuenta es la de Milán, todo lo demás es ciclismo y es el Giro.
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Parece que algunos están descubriendo a Sagan al ganar las ¡tres! primeras etapas de California. Y lo que vendrá...
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Urán, alérgico al polen. La garantía de un campeón. Y otro nuevo caso en el Giro: Tom Leezer.
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Turgot, el sorprendente segundo clasificado en la Roubaix de este año -anduvo atacando todo el día-, resulta que se ha saltado tres controles en los últimos 18 meses. Será que se mueve mucho y muy rápido. Su director Bernadeau lo ha llamado "idiota".
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Manolo Saiz ha decidido hacer caja -siempre le ha gustado ir con el dinero en contante- y vende su colección de 58 bicicletas, adquiridas con el sudor de su tejido adiposo y no por haberse extraviado en el extraño triángulo que manejaba tan bien de suministrador-patrocinador-yo mismo y supremo.  Como no pudo hacer el butrón del "Museo Würth del ciclismo", ahora nos viene con estas. ¡Dos cafés y un carajillo para la mesa del fondo!
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Bonita y completa estadística sobre los ganadores de etapa en las tres grandes.
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Que lo pidan al juzgado de Plaza de Castilla. O al CSD. Tienen almacenado bastante, que es año olímpico.

30 abril, 2012

Wiggins el cronoescalador (y sprinter)

Al sprint. Y celebrando como un experto.
Esto es el ciclismo: es el deporte que nos gusta, y ¡lo que hay que tragar con esta afición fuera de la razón!. Aquí va el enésimo caso de corredor que, viniendo de la nada más absoluta (de la pista) se transforma en escalador, sprinter y favorito número uno a ganar el Tour de Francia, tras una transformación asombrosa. Se llama Bradley Wiggins y ayer ganó el Tour de Romandía.

Al igual que en marzo ganó la París-Niza, el británico se ha impuesto en la segunda vuelta de prestigio que conquista -de prestigio y de las otras, puesto que no tenía ninguna- con un dominio de la cronoescalada al nivel de los mejores escaladores del pelotón. Para guinda, ganó la primera etapa de la carrera con un arte todavía desconocida en su repertorio descubierto con 33 años: al sprint. Al sprint. Al sprint.

El prólogo de 3´34 kms. en Lausanne fue para su talentoso compatriota y compañero Geraint Thomas, recién aterrizado de la pista, ese amor que no deja y por el que sacrificará el Tour de este año: hay JJ.OO en casa y las posibilidades de que un nacido en Gales se cuelgue una medalla se reducen a su persona. En compensación, los aficionados al ciclismo lo veremos de salida en un evento no muy apto para sus características como el Giro. Tanto que ganamos.

Al día siguiente vino la machada de Wiggins. A 25 kms. de meta pinchó, y tanto Thomas como Cavendish se quedaron en la subida. A dos kms. de meta atacó Rui Costa y fue el propio Wiggins el que neutralizó. Como si sus dos rápidos compañeros siguiesen en el pelotón, tomó la cabeza y ganó el sprint, batiendo a Westra y Tiralongo.

El segundo día había final en ligera subida, Hesjedal salió muy fuerte y fue batido por Hivert, Rui Costa y SMS Sánchez, que esta semana ha vuelto a los niveles de 2006, cuando realizó aquella Vuelta a Castilla-León todoterreno dos semanas antes de la Operación Puerto. Después llegó la Volta a Cataluña y salió tarde de la rampa del prólogo, cosas casuales en este eximio representante de la raza murciana.

El cuarto clasificado de esta segunda jornada, el belga Gianni Meersman, fue segundo al día siguiente, cuando ganó SMS Sánchez. También era final en cuesta -que no montaña- y el murciano se ponía a sólo 1" del liderato de Wiggins. Que el tercero de la jornada volviese a ser Tiralongo, un corredor incapaz hasta de obtener su primera victoria profesional, demuestra que en el Astana hay mandanga de la buena.

¡Y que decir de SMS Sánchez, que al día siguiente repitió victoria! Al igual que el otro murciano Fran Pérez en 2003, otro representante de la Huerta se lleva dos etapas seguidas de Romandía. Bueno, al amigo de Valverde, recientemente retirado, le duraron poco, porque dio un positivazo por EPO que acabó en dos años de sanción y la pérdida de aquellas dos etapas.

No será el caso de SMS Sánchez, un corredor a prueba de balas e informes de la Guardia Civil -su padre lo es-, salvado en su momento por ser joven y que ahora, frisando los treinta, todavía no sabe si vale para una ronda por etapas, para etapas, para subir, para sprintar o para crono. Era la etapa reina con tres puertos de primera y uno de segunda y se llegó ¡al sprint!.

Sánchez lanzó la llegada a 300 metros de la línea y consiguió mantener la primera posición, alcanzado el liderato por la bonificación de 10" en meta. Los derrotados ante el tremendo sprint murciano fueron Nocentini, Samoilau del Movistar y Verdugo, con Tiralongo esta vez quinto y casi reconvertido en sprinter, quizás en el próximo ciclo médico-deportivo.

Romandía, este año dulcificado, proponía para el último día una cronoescalada a la conocida y elitista estación de esquí de Crans-Montana. SMS Sánchez partía líder con 9" de ventaja sobre Wiggins, pero merced a un rendimiento imposible de calificar, acabó ¡décimo! de la general final. Wiggins ganó la etapa empatado a tiempos con el talento estadounidense Talansky, que también acabó segundo de la general y Rui Costa tercero.

Wiggins ya realizó un 2011 portentoso, oscurecido por su caída en el Tour: 3º en Niza, 1º en Dauphiné, 3º en la Vuelta y 2º en el Campeonato del Mundo CRI. Este año lleva París-Niza y una etapa, y Romandía y dos etapas. No competía desde hace un mes en la Volta, cuando abandonó por las características propias de la carrera. Lleva la preparación de los campeones, como Landis en 2006 o Evans en 2011: carrera en la que sale, carrera que gana. Al tiempo. Al Tour. Al sprint.
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La Vuelta a Asturias, reducida a tres etapas (una con dos subsectores, como es tradicional en la prueba), para Beñat Intxausti, que gana su primera ronda por etapas y manda señales inconfundibles de cara al Giro. La primera etapa fue por escapada y para un desconocido del pelotón español, emigrado en Portugal desde hace años, llamado Alejandro Marque. Fue su primera victoria profesional con 30 años, y llegó con opciones de victoria al último día. Al día siguiente los subsectores vieron la primera victoria profesional de Jesús Herrada y, por la tarde, la de Ion Izaguirre. Como vendrán muchas más de estos prometedores jóvenes del pelotón español, quizás esta Vuelta a Asturias sea recordada por este evento. Y por la victoria de Intxausti, claro, que el último día en el Naranco fue batido por Remy di Gregorio, Cofidis bajo la atenta mirada del patrón Moncoutie, tercero en la cima ovetense. Segundo en la general David de la Cruz, que ya fue cuarto en Castilla y León.
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La Vuelta a Turquía sigue creciendo año tras año, como el país. Ocho etapas, de las que cinco fueron al sprint: Boss se llevó dos, y Greipel otra ("nunca ganará una gran carrera", dijo Cavendish del alemán), el mismo número que Modolo y Renshaw. Goss estuvo picando de aquí y de allá todos los días, sin éxito. La carrera se decidió el tercer día con la victoria del búlgaro Gravoski, de 35 años. Aprovechando lo de los puntos UCI, ha aprovechado para ofrecerse a equipos grandes. Las otras dos etapas fueron para Di Corrado (Colnago) e Iljo Keisse, por si se creían que no iba a haber una etapa para el Quick Step.
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Ballan vuelve a ganar una carrera, algo que no hacía desde la Vuelta a Polonia de 2009, su única victoria como campeón del mundo. Han pasado tres años, asuntos de dopaje y el hielo se ha roto en el Giro de Toscana. Es la tercera victoria individual de su supuestamente poderosísimo equipo en lo que va de año, que hasta ahora sólo sumaba etapa y general de Critérium Internacional con Evans, y una CRE en el Giro del Trentino.
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Pozzato ganó el día anterior el GP de Prato, el tipo de carreras que suele ganar desde hace tres años.
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Andy Schleck recibirá el trofeo como legítimo ganador del Tour 2010 el próximo 29 de mayo en el casino de su pueblo natal. Luxemburgo, casino y un Tour de rebote: parece el guión de una peli mala, pero es el ciclismo.
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A Valverde le pesa la cabeza "más que las piernas". Por su parte, su compañero J. I Gutiérrez, que en su día escribió una carta defendiendo la inocencia de su compañero donante de sangre, deja este magnífico titular.
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Este es el destino de las carreteras abiertas en la montaña para acoger (un) final de etapa de la Vuelta: cerrada durante semanas, porque no tiene ningún uso. Lo más delirante es que la abrieron -con coste para el erario público de la máquina quitanieves- para Semana Santa, por si algún turista despistado se dejaba caer por ahí, en vez de por los otros veintipico puertos similares que hay en la diminuta región.

04 abril, 2012

B-o-o-o-nen de Flandes

Botella-Trofeo de campeón-Flores
Como lleva una temporada incomensurable, para leer los elogios a Boonen basta con remitir a las entradas de su victoria centenaria, la de Harelbeke o la de G-W: es el mejor corredor de la historia sobre el pavés, y el simple hecho de que sólo hubiese ganado dos Tour de Flandes no cambiaba en absoluto el balance.

Ganar un tercer Flandes entraba dentro de lo posible, pero últimamente se viven tiempos de sorpresa en los monumentos (Goss, Nuyens, Van Summeren, Zaugg, Gerrans) y al gran, gran Tom Boonen ya le habían pasado varias jugarretas en la mejor carrera de Flandes, especialmente las realizadas por aquel corredor efímero que fue Devolder, que ganó dos veces el monumento precisamente por ser compañero de equipo de Boonen.

Como he comentado en otras ocasiones, a mí el Tour de Flandes no me gusta especialmente. Es una carrera que frecuentemente se salda con sonoros bochornos -la edición 2004 con Wesseman, o la 2007 con Ballan- y un sufrido aburrimiento por parte del espectador y a la que los organizadores han dado una vuelta de tuerca en este 2012 de manera forzada, contranatura y con resultados realmente estúpidos.

Al igual que en el Mundial 2005 de Madrid, el mejor ganador posible ha venido a salvar una edición completamente desnaturalizada por el capricho económico, el que hizo que las últimas decenas de kms. fuesen la repetición de un circuito en torno al Oude Kwaremont y el Paterberg, para poder cobrar entrada a los espectadores. Fue un fracaso total: la recta de llegada, de unos tres km., era de una desolación absoluta, propia de una vuelta menor en España o algo aún peor.

¿Y el resultado ciclista? Pues salvo los tres del podio que llegaron destacados, el grupo principal que se disputó la cuarta plaza estuvo conformado por ¡42 corredores!. Y eso que decían que el cambio en el recorrido era para endurecer la carrera. Y un pimiento: en algún momento pareció que se podía llegar en un sprint masivo. Sólo Boonen salvó la carrera. Una vez más. Boonen ya es tan grande que supera incluso a las carreras que le hicieron grande.

A 64 km. de meta y en el avituallamiento, con la fuga del día a sólo 2´ y seguramente preparando su golpe, Fabian Cancellara se fue al suelo. Anteriormente ya había pinchado, como le suele pasar en las carreras. Esta vez no hubo un Barredo que lo arrollase: se fue al suelo y tiene triple fractura de clavícula. Adiós a la temporada de clásicas, y otro año que se va sin grandes victorias. Decían sus admiradores que era uno de los más grandes, pero ahí está su palmarés y su edad para desmentir que alguna vez lo haya sido o que lo vaya a poder ser.

Al segundo paso por el circuito final, y con 45 kms. para meta, el grupo pasaba de las veinte unidades y el resto de corredores se integraba en un gran pelotón, y cualquier observador avezado podía ver que jamás iban a sacar diferencia para irse muy lejos. Subiendo el Pateberg y con 34 kms. para meta, Van Summeren abrió mucho su giro, se fue contra la valla y dejó cortado el pelotón de favoritos, entre ellos a un centradísimo Freire.

La ocasión la aprovechó su compañero Paolini para lanzar fuegos de artificio en una escapada sin muchos visos de éxito, mientras hacía como que miraba hacía atrás mientras pasaba al relevo a Chavanel y el sorprendente Jerome del Europcar. ¿Qué decir? Pues que no era el Tour de Flandes. Parecía un circuito de una burda imitación de la carrera.

Sólo en el último pasó por el Paterberg un gran ataque de Ballan, secundado por Pozzato, rompió el pelotón de favoritos. Boonen sufrió para no descolgarse, mientras un increíble y recuperado Principe subía sin una mueca, sentado y sin mover la horrible bicicleta Cipollini con la que se humilla a él y a las carreras a las que aspira.

De ahí a meta los tres colaboraron, claro. Menudo grupo que venía por detrás. Boonen el que más tiraba, junto con Ballan. Pozzato esperando repetir la jugada de 2009 en Harelbeke. A cinco kms. de meta los italianos intentaron hacer la pinza a Boonen: atacaba Ballan, Pozzato se dejaba llevar, y Boonen a arrancar de seco para neutralizar. Fue inútil.

Italia no gana una gran clásica desde el Lombardía de 2008, y habían escogido la peor carrera y el peor rival para intentar romper esta increíble racha negativa, impropia de un país de su tradición. En la recta de llegada, más propia de un circuito de Fórmula Uno que de una carrera de prestigio, se vivió el mejor momento de la carrera, con un impasse muy bien sostenido por Boonen. Ballan inició el sprint como el más lento de los tres, con Boonen segundo.

Pozzato cogió muy bien la rueda al campeonissimo belga, y en algún momento pareció que podía remontar, pero el Boonen de este año es intratable: lanza el sprint y lo sostiene como en sus años mozos. Tercer Flandes para el belga, Pozzato torciendo el gesto en meta pero felicitando a su antiguo compañero de equipo -gracias a Boonen ganó su Sanremo de 2006- y el pelotón entrando a 38".

Ahí se impuso con mucha autoridad Van Avermaet, neutralizado durante la carrera por llevar a Ballan por delante. Cosas del BMC, ya saben, y mejor no hablemos de Gilbert o de Hushvod, meras sombras de los corredores que son. El belga se impuso a Sagan, el joven eslovaco que este año ha conocido el Norte y, en fin, se va con un bagaje de miedo para el futuro: no es que ganase el sprint del grupo en Sanremo, es que en G-W mantuvo el sprint a Boonen y ahora ha estado escapado y ha sido segundo del sprint del grupo.

Freire fue 12º, que creo que es su mejor resultado en la carrera, demostrando que este Flandes es más asequible que el Flandes tradicional. El cántabro es otro que se puede dar por satisfecho, desde un enfoque completamente diferente al de Sagan, por su campaña del norte: igual de competitivo que el eslovaco, y acumulando un bagaje de puntos que hará que le lluevan las ofertas para continuar una campaña más. Al tiempo. El suyo y el de la historia, el mismo que ha rebasado con creces Boonen.
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Kittel gana el GP L´Escaut ante Farrar, el corredor local de Gante, aunque nacido y de pasaporte estadounidense. El joven corredor alemán quema etapas a gran velocidad, y recordemos que el año pasado batió un record de esos muy difíciles: fue el neoprofesional con mayor número de victorias en toda la historia del ciclismo. La carrera era todo un monólogo del Quick Step, hasta que a falta de 20 kms. y ya en territorio urbano, empezó a llover por primera vez en semanas. Caídas, caídas y caídas, Boonen con miedo y ganancia para todos los demás.
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Los 3 días de La Panne, prueba considerada de las menores en Flandes -y que todos los años es mejor que el 95% del calendario español, por ejemplo- vio el primer día el triunfo de Sagan, el primero de los muchos que vendrán en Bélgica, batiendo en la línea de meta a Guarnieri. La segunda etapa fue para Kittel y el liderato para el noruego Kristoff -entre el y Nordhaugh demuestran que hay vida más allá de Hushvod y Boasson Hagen-, que al día siguiente ganó el primer sector. Como suele pasar en esta vuelta por etapas cuando no hay viento, todo se decidió en la crono final a orillas del Mar del Norte. Chavanel voló y, salvo la oposición de Westra -ponga un Vacansoleil en todas sus salsas-, envió a todos a una distancia superior a los 20" en sólo 14 kms. Etapa y general para el francés, otra más para el Quick Step.
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El GP Miguel Indurain asistió a un nuevo triunfo de Dani Moreno, el corredor amigo de los médicos, que sigue creciendo a sus treinta y algo, que gana carreras con frecuencia, y que ya apunta a metas altas. Esta vez batió al esperanzador Mikel Landa (22 años, ojalá cambie pronto de equipo) y, un poco más retrasados, Madrazo -caerá la primera victoria muy pronto- y Rui Costa, compañeros de equipo y esperemos que con trayectorias divergentes. La camiseta de Messi ya está adjudicada.
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López-Egea entrevista a Valverde, de paso por Barcelona para presentar unas gafas deportivas en una conocida óptica del centro de Barcelona. Me cuentan que al acto no acudió nadie más allá de curiosos paseando por Carrer de Angel, y que en la puerta sólo había dos señoras fumando. Ni siquiera la ocasión, tan propicia, ha servido para que periodista y ciclista corrijan sus problemas de miopía severa. El pobre periodista catalán, que ha tomado el relevo en el gremio local a G. Luque -sinceramente irrelevante, creo que ya sólo cubre entrenamientos del Barça- en cuanto a vileza y falta de compromiso con la realidad, dice que Valverde es un innovador por acudir a marchas cicloturistas estando sancionado...como si eso no lo hubiese hecho ya Hamilton o Vandenbroucke, corredores ambos con los que emparenta el murciano.

"Tanto (Contador) como usted han sido sancionados, pero con muchas dudas", llega a decir López-Egea, que no se debe haber leído las sentencias del TAS, donde no se deja lugar a ninguna duda. Su duda vital (¿meto otra trola o hago periodismo?) la hace extensiva, como la peste. La respuesta de Piti está a la altura: "En el caso de Contador, las dudas están ahí. Pero en mi caso todavía hay más dudas porque no he tenido problemas en ningún control. Conmigo no había pasado absolutamente nada cuando hay gente que hacía las cosas mal o de forma ilegal". Ya ven que el propietario de la bolsa 18 sigue aferrándose al argumento de yo nunca he dado positivo, y encima diciendo que el otro sí que ha dado positivo. Tremendo. Qué vileza. A ambos lados del micrófono.
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Siempre me han gustado las historias de ex-ciclistas y su vida de civil tras la vorágine. Esta en particular me ha gustado mucho por el protagonista, el entorno y la oportunidad. 
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Esperanzadora entrevista con Freire de cara a las próximas citas: "podeis contar conmigo". Eso sí, se descartaba -con mucha lógica- para Flandes.
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Barredo: "Venía lanzando y en una curva, donde Cancellara cambiaba una rueda, no pude frenar. Y entre el público y las motos, caí sin poder hacer nada". Debía ser que los otros corredores no venían lanzados. En fin.