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11 abril, 2006

Bajo las piedras de la Roubaix

De una carrera como la Paris-Roubaix se sacan temas para comentar durante días. Ha habido de todo, hasta el punto de que se corre el riesgo de oscurecer al auténtico protagonista de la carrera, el fenomenal Cancellara. Es uno de los mejores corredores del pelotón, y su fichaje por el CSC fue celebrado en este modesto blog como un paso decisivo en su carrera. No le pidan que suba un puerto con los mejores con esas piernas como columnas, pero es capaz de hacer cualquier cosa en recorridos llanos. Y como él mismo ha admitido, “tras el Flandes de este año, esta carrera será mi próximo objetivo”. Cancellara siempre está ahí. El año pasado sólo ganó una carrera ProTour, pero esa carrera fue decisiva: fue una etapa de la Paris-Niza donde atacó poco antes de llegar a meta y se llevó con él a Julich. Para el suizo la etapa y para el americano unos segundos preciosos que le valdrían la general sobre Valverde. Tan simple como atacar, la esencia del ciclismo. Cerró el año en falso porque, aunque ganó el bronce en el Mundial de crono, la plata de Iván Gutierrez se le escapó por unas milésimas, de las que duelen.

Nada que reprochar. Este año empezó ganando la crono de Tirreno contra todo pronóstico y ahora mismo es segundo en el ProTour tras ser sexto en Flandes y en Wegelwen. No sabemos que hubiese pasado de tener a O´Grady, pero se ha ganado la jefatura del CSC para las clásicas de pavés, un privilegio que no ha conquistado este año. En 2004 fue cuarto en Roubaix, el último del grupo de Backsted, Hoffman y Hammond. El sueco siempre ha sido un corredor de altos y bajos, el danés hizo su canto de cisne y el británico rumia en solitario en el Discovery de tantos buenos corredores y tanto caos en las clásicas: Cancellara era el corredor del futuro, de ese futuro que tiene que haber al lado de Boonen. Al año siguiente fue octavo tras pinchar en el momento decisivo, mientras por delante viajaba su compañero de equipo Flecha. Experiencia acumulada en pocos años, pero ha conseguido ya el mayor trofeo que espera a un corredor de sus características...a la espera de que evolucione. También Moser empezó ganando la Roubaix y cronos.

En cuanto a las otras posiciones de privilegio, gran éxito de la Française de Jeux: Eisel quinto, Guesdon séptimo y Mengin noveno. El equipo francés debutó en 1997 con el sorprendente triunfo de Guesdon en la carrera más querida por su director, Marc Madiot, y desde entonces no se había vuelto a acercar tanto a las posiciones de privilegio. En medio (sexto), un Wesseman que debutaba y que iba como una moto en los pocos planos que vimos del grupo posterior. Lástima que las carreras que mejor domina estén a punto de acabarse. Y por supuesto, el extraordinario undécimo puesto de Horrillo, ganando el sprint del grupo a Zabel, De Jongh, Van Bon y Pozzato. Cada vez domina más la carrera y quién sabe si en los tres-cuatro años que le quedan de profesional no se encuentre en algún momento en una situación favorable como la de Knaven en 2001. Será su única opción, porque ese nutrido grupo entró a 6´49”. Como es un todoterreno, todavía le tocará tomar la salida en alguna clásica de las Ardenas. Que tenga cuidado Rubiera: su estatus de mejor gregario del mundo está en peligro.

Y pasemos por último al famoso asunto del paso a nivel. El reglamento dice que si el paso a nivel se cierra con un corredor escapado y este es alcanzado por el grupo, el director de carrera estimará ese ventaja para concedersela una vez que la carrera pueda proseguir. En caso de segundos y sucesivos grupos, se considera “incidente de carrera” y se reagrupan todos, sin medida de tiempos. Van Petegem ha declarado que en Bélgica es diferente. Puede ser, pero el reglamento es universal y vige en todas las carreras de la UCI, aunque ya sabemos que en Bélgica las motos remolcan a corredores locales como Mattan o dan su aspiración a Museeuw y Boonen. Por supuesto, huelga comentar que es obligación de los corredores saberse el reglamento. Se puede entender que el primer impulso, y más en una carrera como la Roubaix, sea saltarse el paso a nivel, pero en la época de las cámaras en todas partes eso ya no es posible. O puede que sí en el país de flamencos y valones, donde siempre que hay cámaras hay sospechas. Y en todo caso está el sentido común: con los trenes no se juega. Cuando estaba viendo la carrera y vi que el grupo de Boonen estaba a punto de pasar pensé “ya está, la maldición del campeón del mundo en su versión virulenta”. Me imaginaba al campeón del mundo mutilado o peor aún, así de poderosa es la imaginación. El tren pasó inmediatamente (en As: “les afeitó el bigote”) y suponemos que llegó a su destino, igual que los corredores. Y Santas Pascuas, nunca mejor dicho.

En la prensa italiana, siempre atenta para lanzarse al cuello de los franceses, han incidido en el supuesto error de organización de hacer pasar una carrera en su parte decisiva por un paso a nivel. Aclaremos: la carrera venía con media hora de adelanto y no existen tantas alternativas para evitar una línea férrea en una zona industrial y cuando se viaja por carreteras secundarias. Cualquier profesional que conozca las carreras del País Vasco o de Asturias cuando había industria pesada sabe perfectamente las decenas de cruces y pasos a nivel que salpican las carreteras: en las nacionales ya han desaparecido desde hace tiempo por los fondos europeos, en las secundarias es materia común. En cuanto a la hipotésis de hacer parar el tren, es simpáticamente futbolera en ese matiz que tiene de subordinar el interés general (un tren cuyas mercancías estarían esperando ciertas industrias y sus procesos productivos en cadena) al interés particular de una carrera ciclista, por muy importante que sea. En Italia, como todos los trenes viajan con retraso, ningún problema.
***
Tom Boonen ha podido disputar la Roubaix con el maillot arcoiris. A Freire le fue negado ese derecho en la Milán-San Remo del año pasado (el primer corredor que lo lucía), con gran disgusto del cántabro. El Quick Step se ha movido rápido y presentó con tiempo a la UCI un mix de ambos maillots, ya preveyendo que Boonen fuese líder de la challenge a estas alturas. Fue aprobado y en estas estamos: el invento de la UCI sigue sin calar en el pelotón. En lo que va de año, no se lo han puesto encima ni Flandis ni Boonen. Y viendo la trayectoria del belga (intachable, inapelable), a lo mejor ni se ve.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí lo ue no me parece correcto del reglamento es que si al primero no le pilla el tren se beneficie de eso, no me parece justo. Vaya por delante que Cancellara tenía la carrera ganada, nadie le hubiera cogido, pero no considero justo que porque el paso de un tren coja a uno haya otros que se beneficien. Vamos, que se debería retener a todos los corredores el tiempo que dure el paso del tren.

Respecto a las Ardenas, yo espero un gran espectáculo, y creo que el Grillo dinamitará la carrera desde lejos, como hace casi siempre, en Amstel y Lieja. En Flecha no le acabo de ver como ganador ni animador, pero en las otras dos creo que puede ser el corredor que haga saltar las chispas. Y detrás de él un sin fin de ciclistas con opciones, empezando por el eterno segundo Michael Boogerd, Freire, Rebellin y un largo etc. El domingo, primera entrega.

Anónimo dijo...

Tambien es injusto que por que a uno se le engancha una bandera en la rueda trasera se quede con menos opciones (Hoste 2004) y no se para a todos. Cuando alguien pincha tampoco se espera, se sigue y si puede que nos pille. O cuando una moto cae y algunos se cortan tampoco se espera se sigue...

Sergio dijo...

Gracias por los comentarios. Ya son discusiones bizantinas, el reglamento es el que es y esta para cumplirlo. El siguiente post sera para la victoria ayer de Boonen en L'Escaut, que fenomeno. Y para las Ardenas, hay que incluir entre los favoritos a Sinkewitz y Evans, que siempre han estado cerca de las primeras posiciones.

Anónimo dijo...

Hola Sergio y cia,

Interesantes tus post sobre las clásicas, especialmente los de Roubaix, una carrera que, aunque para la prensa nacional pase bastante desapercibida es un espectáculo que va mucho más allá del ciclismo.

Sin embargo no comparto tu opinión sobre Flecha. Se podrá haber equivocado en su manera de atacar el Domingo, pero nunca se equivoca en atacar. Sus tiempos del Relax de atacar para salir en la tele han pasado. El conoce la Roubaix, así que sus razones tendrá para atacar hasta en el punto más intrascendente. Cancellara ganó atacando. Yo creo que después de su podium del pasado año, este año iba a por todas. O gano o hago el 50, me da igual, creo yo que es lo pensaba. Que siga por ese camino y quizá le veamos en un futuro con el adoquín.
Lo que si que comparto contigo es la admiración por un compañero de Flecha que no es el tricampeón mundial. El 11 en una Roubaix no es moco de pavo, y no he visto ninguna reseña en ningún periódico. Ha sido además el mejor español después de Flecha en Flandes y Roubaix. De todas maneras, creo que es un corredor acostumbrado a que no se valore su trabajo por estas lides. Menos mal que parece que por otros sitios sí que le aprecian. Ví la carrera y en Aremberg e iba mal colocado. Quizá le pasase algo, no lo se, pero excepcional carrera la suya de todas maneras. Aún tiene años para demostrar lo que vale.
Mención también a Txente y Erviti y a los 4 Euskaltel que llegaron al velódromo. No fue una edición cruel por el tiempo, pero llegar al velódromo es siempre digno de admiración, mi enhorabuena a todos ellos.
Saludos y a seguir así, que llegan las árdenas.

Anónimo dijo...

Txebte no sólo llegó al velódromo, sino que estuvo mucho más adelante que Horrillo en Aremberg, aunque luego perdiera rueda. Salió con otrso 3 a 12 segundos y si llegan a parar medio minuto los de adelante, los enganchan. Eso no quita para que Horrillo tenga mucho mérito. Y Erviti, que tiene 22 añitos y no es belga. A mí también me pareció que Flecha tiró muchas salvas en lugar de haber guardado todo a una o a dos, pero bueno, es fácil decirlo desde el sillón. Al menos está ahí, que hace 45 años que no había un español (o argentino) dando guerra.

Sergio dijo...

No voy a negar que le tengo cierta tirria a Flecha, fruto de su insufrible capacidad para minusvalorar las victorias de los demas (leer sus minicronicas en La Vanguardia) y pavonearse sobre su forma.

Entre los que elogiaron sus "ataques" en la Roubaix se encuentran Van Petegem y Eisel, pero no Boonen o Cancellar, los mas fuertes. Yo tengo la impresion de que Flecha mueve el arbol para quitarse rivales en el "puestometro", pero no para ganar. Ha llegado dos veces con los favoritos al velodromo: en las dos ocasiones iba tan derrengado que acabo el ultimo del grupo, y eso que es un corredor que ha ganado al sprint en Zurich.

El sabra, claro, pero en las tres ultimas ediciones de Flandes ha hecho siempre el 12, lo que suena a techo. Y en Roubaix, con la nueva generacion de Cancellara, Eisel y Gusev lo va a pasar muy mal. Ahora llegara al Tour y hara lo de 2005: ataques todos los dias, protestas con los fugados, otra etapa que se va...

Anónimo dijo...

ah, que recuerdos