Subida final a Sestriere, estación invernal piamontesa con accesos propios de autopista. Por detrás, un Savoldelli inteligente ha sabido dosificar su renta de 2´ obtenida en la crono. Finestre era duro, pero no tanto. El tramo de tierra no llega ni al zapato del Gavia en sus mejores tiempos, no se sube tan alto y eso se nota mucho. En vez de cebarse en el descenso con su ventaja innata, ha sabido esperar a un grupo de corredores para que le ayuden en el valle. Para un corredor de ritmo sostenido como él (¡cómo recuerda a Olano!) el Giro está hecho. Jamás le podrán sacar 2´ minutos subiendo Sestriere. Ni el inmortal Simoni ni el arribista Rujano. Ahí se acabó la carrera. Ayudado por Ardila y el joven belga Van Huffel (otra revelación del Giro), además de por un Gárate que no se sabía muy bien lo que hacía, el corredor de Discovery mantuvo el tempo de una manera admirable, por mucho que el corazón siempre nos pida que gane un escalador. La etapa, el tercer puesto y la montaña para Rujano, que entra en Europa con el mismo ímpetu que su paisano Leonardo Sierra. El honor para Simoni, que siempre jugó a ganar el Giro, aunque sólo recortó tiempo a Savoldelli en Limone y en Sestriere. Todo el podio en un minuto. Supongo que Rujano soñará con los 5´ perdidos en la crono de Florencia, cuando tuvo que cambiar 4 veces de bicicleta. Y Simoni con los 22" perdidos en Zoldo Alto, o su rendimiento por debajo de lo esperado en contrarreloj. Por no hablar de lo que soñará Basso, claro, fresco vencedor de la etapa de Turín.
Savoldelli gana su segundo Giro. Se une así a la terna reciente de biganadores de la carrera italiana, integrada por Gotti y Simoni. Sin embargo, para Gilberto Simoni hay que reservar honores especiales. Con su segundo puesto de ayer en Milán es la sexta vez que sube al podio desde que escalase al tercer escalón en 1999. Su trayectoria sólo se vio interrumpida en 2002, cuando aquel positivo por cocaína que forzó su expulsión de carrera, siendo como era el máximo favorito. Siete ediciones casi consecutivas al máximo nivel, dejando además destellos de calidad y victorias en Vuelta a España, Tour, Vuelta a Suiza y su casi-Mundial de 2001. Un gigantesco corredor que con 33 años sabe ser ambicioso en sus objetivos y casi llegar a conseguirlos. No menos gloria para Savoldelli, un corredor especialista en resucitar. Ya se metió en el top ten en el Giro de 1997, aquel que vio los primeros destellos de Rubiera y Garzelli. Después ganó Romandía y dos veces el Trentino, además de ser segundo en el Giro de 1999. Una caída en el prólogo del Vaticano en la edición de 2000 le afectó a las vértebras y inició una decadencia que le llevó a disputar el Giro 2002 en las filas del modestísimo Alexia, que pagaba en especie a sus corredores. Lo ganó y fichó por el Telekom para encadenar caídas y desgracias. La última, este mismo enero cuando se rompió por enésima vez la clavícula, ya enrolado en el Discovery de Armstrong. De nuevo ha vuelto a resucitar. Su apodo de Il Falco debería mutar en La Fenice, el ave Fénix que siempre resucita de sus cenizas.
Sobre Rujano habrá que esperar su evolución. Parece difícil que continúe con Savio, que por fin cata el podio final, pero que ha demostrado que no hace falta ser ProTour para dar espectáculo, igual que el Panaria y Enmanuelle Sella, que sigue creciendo (10º final). Di Luca (muy bien camino de Sestriere) ha sido cuarto y ya anuncia que el próximo año vendrá a ganar. Una pena que se marque el Giro como objetivo teniendo muchas más dotes para las clásicas, porque oportunidades como la de este año no se van a repetir. Quinto un Gárate encomiable al que le han faltado las fuerzas al final, aunque se ha aferrado a una dignisísima plaza obtenida por una escapada de casi 200 km. Sin ruido, de la misma forma que ganó el maillot blanco en el Tour 2004, Karpets ha acabado séptimo, acumulando experiencia y resistencia. Ojalá no se malogre y podamos ver al gigantón ruso subiendo el Galibier a ritmo de ganador algún año, porque siempre es un espectáculo ver a un corredor de 1, 90 metros subir con los mejores.
Emoción hasta el final. Este Giro, además de adoptar pautas del Tour, también lo ha hecho de la Vuelta. En la subida final del sábado a Sestriere había hasta 3 corredores que podían ganar la carrera. En las últimas ediciones, sólo existe el precedente de Oropa entre Ugrumov/Indurain en 1993, Olano/Tonkov en 1996, Garzelli/Casagrande en 2000 y el mítico Giro de 2002, con una orgía de candidatos en la última etapa de montaña (y en las anteriores). Por el contrario, en la Vuelta la emoción hasta la última etapa decisiva ha sido patente de corso desde 1998, cuando Olano también derrotó subiendo Navacerrada dos veces y rodando en Alcobendas a toda una terna de candidatos. El Giro ha sabido conseguir elementos del Tour y la Vuelta sin perder su propia identidad. ¡Qué gran carrera y qué gran espectáculo! Mañana habrá tiempo de comentar quien no ha estado a la altura.
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5 comentarios:
¡vaya post tan largo que me ha salido! Claro, no he podido meter nada desde el viernes y...mañana sigo con el mismo tema.
¡Qué gran carrera el Giro!
Pues si, estoy de acuerdo en casi todo lo que dices salvo en un tema, vaya puerto el Finestre. Hacía mucho tiempo que no se veía en el ciclismo una etapa como la del Finestre, un puerto fabuloso. No hace falta que tenga unas rampas descomunales, el espectáculo lo dan los ciclistas cuando y como quieren, y sino recordar la subida a bloque del Gavia el año pasado, donde sólo Garzelli se atrevio a atacar.
Estas etapas sólo se pueden ver en el Giro; me ha recordado mucho a aquella del Giro 94 con Indurain escapado arañando tiempo con un gran escalador, Pantani, y Berzin por detrás intentando no porder el Giro. Todo ello previo paso del Mortirolo, la verdad, me ha resultado muy parecido con el último desfallecimiento de Simoni y aquel de Indurain.
En fin, que la carrera ha sido todo un espectaculo hasta las etapas llanas. Esperemos que el Tour tenga la misma emoción.
Justa victoria, efectivamente. Lo que más destacaría de Savoldelli es su capacidad para aprovechar los fallos de los demás, y es que, bajo mi punto de vista, sus dos Giros han venido dados, en gran parte y sin quitarle méritos, por los fallo de corredores más favoritos que él.
En 2002, Garzelli fue expulsado por doping. Tras él, el máximos favorito Simoni y después, Casagrande por un absurdo altercad. Tres de los grandes favoritos quedaban borrados de un plumazo en un plazo de tres días. Eso daba vía libre a Tyler Hamilton, escudero de lujo de Armstrong hasta aquel año, y Dario Frigo, eterno aspirante a la corsa rosa. Por detrás un Savoldelli tapado como casi siempre, además del resto de aspirantes en principio menos cualificados pero mejor clasificados que Il Falco, caso de Aitor, Evans, Gárate y Cauchiolli. Última etapa en Folgaria. Primero cae Frigo, luego Aitor y después Evans. Todo parece decidido en favor de Hamilton, pero un ataque de Savoldelli le deja fuera de juego contra pronóstico y el halcón se hace con su primer Giro.
Este año, tres cuartos de lo mismo. El primero en caer es Cunego, vencedor del año pasado. Todo queda en favor de Basso, líder y hombre más fuerte de la carrera con mucha diferencia, pero una intoxicación en los dos peores días le condenan en la general. Queda un Di Luca que estáhaciendo el Giro de su vida, pero sin capacidad para ganar, un Rujano totalmente desconocido y un Simoni que con 33 años sigu tan combativo como siempre, pero que ha perdido explosividad, cosa que demuestra perdiendo comba con Savoldelli tanto en Zoldo Alto como en Livigno, algo totalmente impensable años atrás. De nuevo Il Falco ha sabido aprovechar los fallos de los demás y con su regularidad gana otro Giro, algo para lo que, a mi juicio, no está capacitado para conseguir en una lucha de tú a tú con el resto de favoritos. A lo Casero en la Vuelta de 2001.
No obstante, justo vencedor. Que los demás no hubieran fallado.
Bueno, pues c'est fini.
Ganador justo Salvodelli, ya que ha sido el mas regular. Y emoción hasta el final. Yo iba con Simoni, pero como Gárate estaba ahí me cambié. Al final, viendo que no podía el nuestro me incliné por Rujano. Alguien preguntaba si puede ser un corredor para grander. Para el tour imposible, porque pesando 48 kilos en una crono de 60 km del Tour pierde hasta el apellido. Hablando del Giro, lo que lo ha hecho mas emocionante sin duda ha sido que no ha habido un equipo fuerte que bloquee la carrera, y los líderes tenían que dar la cara, al contrario que en el Tour donde siempre pasa lo mismo, que llevan a Armstrong hasta 5 km de meta. El recorrido bastante bien, aunque como dice Chico Pérez "la dureza la hacen los hombres, no la carretera". Lo peor como siempre la nula cobertura tanto televisiva como radiofónica. No entiendo como Radio Marca, que es exclusivamente de deporte nunca conectaba. ¿Tan dificil hubiera sido dar una hora de 16:30 a 17:30 todos los días? Y en el Tour pasará lo mismo.
Como supongo que Sergio irá haciendo un resumen, ya podremos dar nuestra valoracio a la participación española.
Un saludo (34 días para el Tour)
Gracias por vuestros comentarios. En todo caso, antes del Tour tenemos Bicicleta Vasca, Dauphine, Vuelta a Suiza y campeonatos nacionales...que no todo el ciclismo es el Tour de Francia. Por suerte para todos, claro.
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