Desde el 7/06/2013 en www.ciclismo2005.com

07 diciembre, 2012

Óscar Freire: Opera selecta (y II)

No hacer nunca
Sanremo 2004
Sinceramente, una de las fotografías más icónicas del ciclismo. Un clásico para siempre y para enseñar en todas las escuelas de ciclismo. Erik Zabel, Mr. Sanremo (durante cinco años seguidos fue 1º-1º-2º-1º-1º) llevaba dos años sin oler la carrera, en parte por caídas. Vestido con el maillot de campeón alemán, y tras un sprint imperial que le iba a colocar en la fabulosa cifra de cinco victorias en La Clasiccisima, el experto alemán cometió un fallo para la historia del ciclismo.

Se puso a alzar los brazos sin haber cruzado la línea de meta. Freire, que venía embalado, aprovechó para estirarse al máximo y consiguió superar al desdichado alemán en el último metro, dejando una estampa que, insisto, pasarán décadas y la veremos igual que vemos las de Van Steenbergen y Van Looy: la misma cara de sorpresa, el mismo momento fugaz, los dos grandes campeones, el momento de la decepción.

Era la primera clásica para el campeón español, una victoria que se había retrasado demasiado y que podía haber llegado mucho antes. Después vendrían otras dos Sanremos como dos soles que, junto con su puntería para acabar siempre entre los diez primeros, le situan como uno de los mejores corredores de siempre en la clásica de las clásicas.


Un campeón y dos comparsas
Paglietta 2006 De entre todas las victorias de etapa de Freire en la Tirreno-Adriático me quedo con esta. Tras haber ganando la general -y tres etapas seguidas- el año anterior, en esta edición sólo ganó en una, pero nada menos que el final en Paglietta, en cuesta y especialmente revirado. También había conseguido ganar en otros finales similares, especialmente el de Torricella Sicura.

El sprint se lanzó prontísimo y fue a cara de perro entre algunos conocidos habituales y uno nuevo que empezaba a asomar el hocico ese año, de neoprofesional: Ricardo Riccó. Freire consiguió imponerse a Astarloa y el italiano de ematocrito ballerino con un último golpe de pedal de auténtico maestro. Y de jerarquía ante arribistas.


Sanremo 2000 Freire había fichado con el Mapei y, tras haber ganado dos etapas (una al sprint, otra en cuesta) en la reciente Tirreno-Adriático, salía a por todas en la Sanremo. Era la primera vez que corría la mejor de las pruebas de un día, la primera vez que afrontaba más de 290 km. en competición y la primera vez que iba a subir al podio. Si la memoria no me falla, es el corredor más joven en haber subido al podio desde entonces. En su primer intento.

Sin embargo, en el Mapei decidieron enviar al ataque a Bettini, que por entonces era un corredor que pasaba por poco más que la ramera de Bartoli. Cuando el siniestro italiano acabó su número circense, Freire se encontró solo para el sprint, situación que se repetiría a lo largo de su carrera. Aún así, tercero y por muy poquito, batido por Zabel y por el resucitado Baldato, que obtenía su mejor resultado en cinco años en el debut del Fassa Bortolo, el equipo medicalizado por Cecchini.

Era el primer arcoiris que se subía al podio de Sanremo desde Saronni en 1982. El italiano consiguió ganar. En Freire jamás confiaron, y Squinzi se retiró del ciclismo sin haber ganado jamás la carrera que más ambicionaba: precisamente la Sanremo. Ahí perdió su oportunidad.

Luig Puig 2004 Nos tocará contarlo de mayores: hubo un tiempo en que se retransmitía todo el ciclismo profesional que había en España, y había muchas carreras. Una de ellas era el Luis Puig, prueba de un día valenciana en honor del que fuera presidente de la UCI. Freire ya había sido segundo en 2000 -batido por Zabel- y en 2004, poco antes de la Sanremo, se escapó a pocos km. de meta y nadie fue capaz de alcanzarlo.

No había nadie viendo la prueba, que llegaba a alguna localidad turística completamente vacía. Fue una de las tres victorias en solitario de Freire, junto con el Mundial de 1999 y la etapa de Ascona en la Vuelta a Suiza. Encabezando el grupo entró un joven Valverde, que tenía por misión ganar todas las pruebas menores del calendario español, y que ese día falló en casa del patrocinador.


Luarca 2007 Era la tercera etapa de esa Vuelta y Freire había sido segundo en la primera y ganado la segunda, un sensacional sprint en Santiago de Compostela batiendo a Bettini de arcoiris, que estaba realizando una temporada de pena. Con la llegada a la pequeña localidad pesquera asturiana, los organizadores introdujeron un sprint en cuesta y revirado, donde el italiano hizo sus marrullerías habituales y ganó la etapa, con Freire segundo.

El cántabro se quedó bastante disgustado, pero siempre del buen ambiente de puyas y contrapuyas que siempre llevó con su rival. La venganza vendría poco más tarde cuando, tras el paréntesis de los Lagos, Freire ganó dos etapas seguidas donde Bettini ni se metió al sprint, dentro de esa extraña preparación que llevaba de cara a su segundo Mundial.

Mundial 1999 Qué menos que cerrar este recorrido sucinto por la trayectoria del inigualable Freire con su victoria más representativa. Tras una temporada lesionado y donde su equipo no lo llevaba a las grandes citas, el subcampeón del mundo sub23 hacía dos años no tenía contrato para el año siguiente, ni perspectivas de conseguirlo.

Una magnífica fotografía
Entrenando con su hermano tras moto por Torrelavega en un circuito que reproducía el que se iban a encontrar en Verona, y con la confianza de un seleccionador nacional que confiaba en sus posibilidades tras ver que el año anterior había logrado un dignísimo resultado de neoprofesional en Valkenburg, Freire se presentó en Italia como un desconocido para el gran público.

Y vaya Mundial. Los máximos favoritos eran Vandenbroucke, Ullrich y Casagrande. El primero se cayó y se lastimó la muñeca, pero estaba en la vuelta final; el segundo venía de ganar la Vuelta de menos a más y ganar el Mundial CRI tres días antes; y el tercero era un conocido arribista que nunca ganó nada relevante, pero vaya que lo intentó con todos los medios de la época a su alcance.

El italiano, una auténtica nulidad al sprint, tras ver que no se podía ir de sus rivales en la última subida, atacó en el llano, llevándose consigo a unos acompañantes entre los que estaba un tal "Freire Gómez", que estaba atentísimo a la carrera. Por detrás consiguieron anular la fuga a cuatro km. del final, vigilándose mutuamente antes del sprint en una larguísima recta.

En la última curva antes de encarar el rectilíneo, y con el zoom de la cámara sin meter, una figura saltó por el lado contrario al pelotón, cerrando el radio del viraje. No era un error, ni que hubiese frenado por miedo: saltó y consiguió la ventaja suficiente para llegar a meta en solitario, mientras los demás se disputaban los despojos que había dejado.

Yo ví el triunfo en Italia y en la tele no se lo podían creer. Freire Gómez ha vinto, y De Zan por lo bajini decía Ma chi e questo Freire Gómez?, con la extrema decepción de organizar un Mundial en casa y que no sólo no gane uno de los suyos, sino un completo desconocido de 23 años y sin apenas palmarés. Después ya lo iría aumentando, especialmente en Italia, e incluyendo otro Mundial en el mismo sitio y ante parecidos protagonistas. Aquel triunfo no fue una casualidad: nadie gana un Mundial de esa manera, con esa edad y con esa resolución si no es un auténtico campeón. El mejor en lo suyo.
***
Menuda jugada que le han hecho a Gendermann. Pensaba que iba a continuar con el RadioShack, y se entera ahora, a punto de acabar el año, que no tiene ni equipo ni contrato para el año que viene. Por otra parte, no me extraña viendo su rendimiento, aunque tampoco se diferencia tanto del resto del equipo. El problema con el alemán es su trayectoria, tan descendente que rivaliza a nivel nacional con Ciolek.
***
Acuso recibo de la última publicación de Cultura Ciclista, la biografía de Fignon. Fue enviado tras leer el post dedicado, debe ser que como el hombre-orquesta de la editorial se dedica desde el ámbito académico a eso de la comunicación, es partidario de la falsa creencia de "hablen bien o mal de uno, lo importante es que hablen". Yo haré reseña de todo lo que me envíen, para bien o para mal.

Como ya leí el libro en su momento, les digo que está muy bien. Empieza con el Tour 89, el de los famosos 8", para "exorcitar" y después sigue el clásico esquema cronológico de una biografía al uso: infancia, inicios, éxito y bajada. Los capítulos son muy breves, casi como si hubiese estado ideado para serializar en algún medio periódico, y tiene algunos pasajes notables. A mí me han gustado las batallitas en Italia -especialmente el Giro 84 que le robaron- y la parte final.

Adolece, empero, -estamos hablando de un libro que ha pasado el filtro ideológico de Cultura Ciclista, ya saben- de cierta complicidad con el lector, al que supone subnormal profundo para creerse, en boca de Fignon, cosas como "durante toda mi carrera nunca se habló de dopaje conmigo ni en mi entorno" o "en aquellos años nunca hablé con ningún médico que no fuera el del equipo" (pág 78).

Merece mención aparte la desganada traducción, que empobrece sobremanera el producto editorial. Les pongo algunos ejemplos del tortuoso castellano al que ha sido traducido este libro, seguramente desde la edición original francesa:

  • "Pero a la mínima tontería mi padre se enrabiaba conmigo" (pág 39)
  • "...un cicloturista que venía en sentido contrario interrumpió literalmente su carrera encima de mí en un choque frontal que a punto estuvo de costarme caro" (pág 127)
  • "...siendo plenamente consciente de que podía desagradar o decepcionar a aquellos para los cuales todo es sagrado, yo no tenía auténtica conciencia de estar participando en la redacción de un gran libro de historia" (pág 148)
  • "...gracias a una escapada bidón que tres corredores que habíamos propiciado..." (pág 149)
  • "Era vulnerable, estaba a merced de todas mis defecciones" (pág 200)
Y eso que he cogido varios ejemplos al azar. No obstante, no deja de ser el mejor libro del catálogo creciente de la editorial (y visto el avance, lo seguirá siendo cuando acabe 2013), que esperemos que amplíe sus miras con el tiempo y deje de ver enemigos donde no los hay, y si sana crítica constructiva para hacer las cosas mejor. Tampoco cuesta tanto.
***
Proyecto europeo para mejorar la seguridad de los ciclistas. Tienen varios concursos y viajes a Bruselas para propuestas atractivas y económicas sobre esta problemática. Participen, o miren la web. Lean y difundan si piensan que alguien puede aportar algo.

23 comentarios:

Ljuvo dijo...

Inigualable e inimitable Freire.
Lástima del periodismo patrio que ha ninguneado como a nadie a alguien con su palmarés. No puede ser que fuese más querido en el extranjero.
Pienso que si el palmarés lo hubiese realizado a la inversa como Bettini, mundiales a final de carrera, quizá hubiese tenido mayor trascendencia y respeto.
Sólo veo una muesca que falta en su trayectoria, el no haber ganado en los Campos Elíseos aunque poder verlo subido al podio con el maillot verde, ya lo compensa.
Por cierto, cómo no has incluido la Paris-Tours como victoria relevante?
Saludos

Anónimo dijo...

"No había nadie viendo la prueba, que llegaba a alguna localidad turística completamente vacía."
Has hecho que me sienta como el del anuncio del aire acondicionado. Yo estaba en esa línea de meta.

Anónimo dijo...

Gracias a Sergio por este pequeño tributo a uno de los mejores (sino el mejor) ciclistas españoles de la historia. Y es una pena que estos pequeños tributos haya que buscarlos en páginas especializadas o extranjeras, porque en periódicos nacionales no encontraréis ninguno. Figura muy denostada en España y que el tiempo pondrá en su lugar.

Borf dijo...

Gracias por entretenernos el otoño no con uno, sino varios posts acerca de Freire tras su retirada.

Yo, que tampoco he visto tanto ciclismo como me gustaría, me quedo con dos que si ví en su momento, su primer mundial y su última San Remo.

Nunca solía ver los finales de los mundiales cuando se disputaban el último domingo de Septiembre, pues coincide con una fiesta de gran arraigo en mi pueblo y siempre salía a media tarde a la calle para disfrutarla. Pero ese año, no se si porque el mundial acabó primero o yo salí más tarde, recuerdo estar viéndolo en directo, con unas discretas esperanzas puestas en Oscar, dado su subcampeonato dos años antes, y viendo que en los últimos kilómetros iba atento metido en el grupo de cabeza. Recuerdo perfectamente el plano cenital en el que se ve como tras la última curva ataca por la derecha, mi hermano gritando "pero si le han dejado, le han dejado" y la emoción hasta cruzar la línea de meta. En todas las victorias sucesivas, siempre le he comentado a mi hermano "bah, pero le han dejado ganar..."

La última San Remo encaja en otra época, la de redescubir el ciclismo gracias a internet (y en parte a este blog) y poder ver un monton de carreras, sobre todo clásicas, que antes no estaban a mi alcance. Recuerdo los gritos y saltos delante del ordenador, compartidos en su momento en este blog con varios lectores más.

La otra victoria con la que me quedo no la pude ver, a pesar de ser apenas a 1km de donde me encontraba. La menciona también Sergio de pasada, la llegada a Reinosa en la Vuelta 2007. El pelotón pasaba por delante justo de mi lugar de trabajo 1 km antes de la meta. Seguía la etapa por internet, cuando ya estaban llegando me bajé a la puerta para ver pasar el pelotón, pero el retardo de la web me jugó una mala pasada y cuando llegúe ya habían pasado. Volví a subir corriendo a la oficina, pero ya habían entrado en meta, con victoria de Oscar Freire y nuestro presidente autonómico de entonces, Revilluca, levantándolo en brazos y haciendo las típicas monerías...

Obús dijo...

Te aconsejo un libro; "Citius, altus, fortius. El libro negro del deporte" de la editorial Pepitas de calabaza.

Iago Malpica dijo...

Gran serie de post sobre el inimitable Óscar Freire. Desde mi punto de vista se trata del segundo mejor español de la historia (detrás de Miguel Indurain).

Sin embargo, desde España creo que no se le trató de la forma que merecía, en cualquier otro país con tradición ciclista sería un auténtico ídolo de masas. Ojalá me equivoque, pero a medio plazo no parece que haya un sucesor para el cántabro.

Gabriel dijo...

Además de las victorias más reseñables e importantes que has ido mencionando con estos posts, yo destaco un logro aún menos vistoso de este grandioso corredor: Ha conseguido que las infumables etapas llanas del Tour nos engancharan a los aficionados, el solo hecho de saber que iba a estar en la pomada ante los mejores sprinters de la actualidad nos hacia pegarnos al televisor y aguantar 170 km infumables.

Algo nuevo para este pais, un corredor nacional entre los mejores sprinters del pelotón. Luego vendria lo de "un corredor nacional" triunfando en las mejores clásicas, por no hablar de los mundiales...

De todo esto, ¿Qué le quedará al ciclismo español ahora? Muy poquito, durante la temporada muchos se darán cuenta lo mucho que lo echarán de menos...

Anónimo dijo...

Ya que hoy va la cosa de echar la vista atrás yo me acuerdo de que el primer mundial lo había dejado grabando en mi video vhs más que nada por aquello de ver que pasaba porque en aquella época todos sabíamos que esas cosas eran una "lotería... ya con el tiempo me he dado cuenta de que en las tandas de penaltis de fútbol, en los tie-breaks del tenis, en esas "carreras raras de un día" o en que le toquen siempre los millones al tal Fabra... uno de los factores menos decisivos es la suerte.
Lo dicho, última vuelta y por lo menos hay un español en el grupo, pero vamos nada que hacer. Es tan poco conocido que en un gesto inteligente (de esos que siempre salen en la pizarra del hotel) ataca nada más salir de la última curva. Es tan "malo" que nadie hace nada pero el tío de los culottes del vitalicio tiene muy buenas piernas y ¡no me lo creo! ¡Un español va a ganar el mundial! Lo que no pudo conseguir el mismísimo Indurain estaba a punto de hacerlo ese ciclista que pese a ganar escapado, en los próximos años se confirmaría como uno de los mejores sprinters del pelotón.

Como casi todos los de mi generación que nos enganchamos al ciclismo de la mano del invencible Indurain dominador, fui educado en el monoteísmo de las grandes vueltas:
Etapas llanas que no servían para nada y que siempre ganaban Cipollini & friends -pero que no tenía mérito-, las cronos -que no sé si por Miguelón o por la ausencia de referencias GPS me parecían muy emocionantes- y por fin la montaña, donde los líderes se batían el cobre entre ellos.
Bugno era "muy malo" por su claro complejo de inferioridad mientras que Chiapucci era mucho más entretenido por batallador aunque como bien me decía un amigo de la familia, "fíjate como pedalea Bugno, casi sin esfuerzo, es el mejor ciclista con diferencia de todo el pelotón".

Las clásicas eran aquello que completaba el calendario de las vueltas pequeñas de una semana -todas retrasmitidas-, pero vamos, no dejaban de ser un "breve" en los "medios especializados" y eso que a los de la ONCE no se le daban muy mal del todo, pero claro, la ONCE también era mala como un catalano-parlante!

Con Armstrong casi podemos hablar de una década ominosa con la Pereidada y CSC incluidos. Tan aburridas eran estas grandes vueltas decididas por gregarios que empecé a interesarme por el resto del calendario.
En la primavera de 2005 yo estaba de erasmus en Bélgica y periódicos y televisión eran un hervidero cada fin de semana gracias a un tal Boonen y al final acaba siguiendo las que se marcaban como grandes citas (ahora me tiro de los pelos por no haber ido a ver ninguna in situ).
Casi en paralelo, "bicheando" por internet sobre la historia del ciclismo, creo que en foro de eurosport ponían a caer de un burro a un tal Sergio por engreído y presuntuoso (¡a veces no es malo que hablen de uno aunque sea mal!) y así fue como di con un blog que contrariamente a la tendencia general, ponía mucho empeño en ese calendario de primaveral que con los años se ha convertido en mi parte favorita de la temporada.

Todo este ladrillo es para agradecer a Sergio su difusión del C-I-C-L-I-S-M-O escrito con todas sus letras, desde paisajes y costumbres locales a tejemanejes internos sin olvidar la sucia realidad del dopaje.
Con sus filias y sus fobias ciclismo2005 es una de mis "obligaciones" delante del pc tanto por las entradas como por la altísima calidad de los comentarios como regla general.

Resumiendo GRACIAS A FREIRE Y GRACIAS A CICLISMO2005 (blogger y comunidad) por enseñar que hay más ciclismo mucho más allá de julio.


Ydna


PD. Me suena que los candados kryptonite, los que se podían abrir con un simple boli bic según muchos videos de youtube, ganaron muchos enteros después esa mala publicidad, o por lo menos, aún siguen en la cresta de la ola.

Anónimo dijo...

"Aquel triunfo no fue una casualidad: nadie gana un Mundial de esa manera, con esa edad y con esa resolución si no es un auténtico campeón"

O si no va ultradopado

Y un vistazo a los sitios por los que ha pasado Óscar y a la gente que ha habido en su entorno no puede más que animarnos a tomar muy en serio esa otra posibilidad. Si aplicamos a Freire los criterios que usas con otros corredores para poner de manifiesto que pueden no ser trigo limpio, la conclusión es que el cántabro es igual de sospechoso que el resto. Lo que a muchos molesta no es que pongas a parir a todos, sino que elogies a uno que no puede estar libre de sospecha. Pero, bueno, el gato es tuyo

Roberto dijo...

Freire figurará en el libro de honor del ciclismo mundial como el magnífico clasicómano que ha sido.
Cuando Olano ganó el mundial del 95 en Colombia,fue un éxito hasta entonces vedado para nuestro ciclismo.Sin embargo,por su recorrido y por sus características como corredor,aquel primer arco iris es más recordado por la épica de los kms. finales pinchado y por esa segunda plata de Indurain,(su tercer podio),quien fue el corredor más fuerte aquel día.
Con aquel primer mundial de Freire,presenciamos el ascenso a la cumbre de un corredor de gran clase,pero aun desconocido.No como el oro de Olano ni los metales de Indurain,éxitos ya de ídolos nacionales...pero,(y ahí está la diferencia),por sus logros en grandes vueltas.
Pero ni siquiera el haber corrido en la época post-Indurain,ha podido tener Freire el protagonismo que merecía.Los medios seguían los podios de Beloki,Escartín;las vueltas de Heras y Casero,o las etapas de "Chava" Jiménez.
En España nadie ha sabido mostrar al gran público el espectáculo de las carreras de un día.Es algo enraizado en la genética del ciclismo español,en el que no existe ni una sola carrera con tradición y diseño de clásica.
Sin que tengamos carreras con un recorrido que pueda ser digno de llegar al rango de las tradicionales de clásicas,nunca se valorarán a corredores como Freire, Boonen, Gilbert, etc.
Personalmente,me quedo con su primer mundial, por el modo de conseguirlo,su visión de la carrera y la oportunidad;ese último km. también es para ponerlo a las escuelas. Y también me quedo con su primera San Remo contra Zabel y sus otras dos contra Boonen y Petacchi.
Se fue el mejor clasicómano español,por delante del mítico Poblet: Oscar Freire Gómez.

Equinox dijo...

Uno de mis ciclistas preferidos... Lo que más me gustó fue el hecho de querer afrontar la disputa de las grandes pruebas del calendario y renunciar al típico calendario español. Caso contrario al de Valverde, otro que, afrontando y entendiendo sus limitaciones, podía haber sido corredor mítico.

Anónimo dijo...

Coincido con la tónica general, tardará mucho en existir un ciclista español parecido a Freire. Si hubiese sido belga tendría un monumento en alguna ciudad, pero es cántabro, si los medios ni siquiera se han despedido decentemente de él, qué le vamos a hacer.

Por cierto, Sanremo 2004, 2007, 2010, ¿2013?
creo que se ha retirado un año antes de tiempo, la próxima Classicissima tenía su nombre, ya que sus victorias eran cada 3 años... jajaja, espero que el sucesor esté a la altura (¿Sagan? ¿Gilbert de arcoiris?)

En fin, echaremos de menos a Óscar, a ver ahora qué excusa pone Valverde cuando siga perdiendo el mundial año tras año...

Saludos,

Sergio.

Anónimo dijo...

Los huevos que tuvo Antequera de llevarse a un chaval que no había hecho nada en todo el año y que de no haber sido por la victoria se iba al paro de cabeza.

Siempre he dicho que conseguir el Mundial ya fue la hostia pero el solo hecho de meterse en esa selectísima fuga con 23 años solo está al alcanze de muy pocos elegidos

Impresionante post,Sergio. Me ha encantado

Isuzu dijo...

Poco que añadir a todos los comentarios. Solo una anécdota de cuando me creía el ciclismo profesional y tenía ídolos.
Con el segundo mundial, recuerdo que anduve con mi hermano viendo varias horas la tele.
Cuando al fin ganó comenzamos a saltar como poseidos por el comedor, encima de los muebles etc....nos depertó los gritos de mi madre chillando que nos habíamos cargado el sofá.
Y era verdad, tuvimos que comprar uno.

Gabriel dijo...

Solamente dar las gracias por el homenaje, espero que el protagonista los haya leído porque no recuerdo ningún otro homenaje en los medios españoles que yo haya leído. Lo cual es bastante deprimente para una figura de su nivel.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=muP2oPj9gIg

jefe dijo...

Recuerdo haber visto tan solo la última vuelta del Mundial 99 porque llegaba de una comida familiar. Recuerdo perfectamente estar pensando en la carrera durante toda la comida, deseando que el compromiso acabara pronto para poder llegar a casa y encender la tele. Desde los no-Mundiales de Indurain siempre tuve ese cosquilleo con esta carrera, y aunque no se vislumbraba un buen resultado, siempre tenía esperanzas año tras año (ya sabéis, la adolescencia y las musarañas). Cuando escuché a Pedro González decir que "hay un corredor español en el grupo, Óscar Freire" me miré con mi padre y coincidimos: "Ojo, si llegan al esprint este es rápido". Por aquel entonces tenía esa manía de chaval de saberme datos y el ciclismo cada vez me gustaba más y más y recordaba que Freire había ganado el esprint del pelotón en el campeonato de España, incluso pensaba que tenía serias opciones considerando que era "un esprinter" y viendo el tipo de ciclistas que había en el grupo, así que lo único que quería era que no pasara nada y que se lo jugaran todo al esprint. Cuando se le ocurrió atacar pegadito a la valla mi reacción fue chillar y espetar "¡¿Qué haces?!". Todo al traste, le cogen y gasta fuerzas justo antes de su gran arma. Y que me parta un rayo si fui el único que tuvo ese pensamiento al ver ese ataque. Cinco segundos después me di cuenta de que su gran arma era ser un don nadie, y que ser consciente de ello le había hecho ser más peligroso.

Piti.Belm dijo...

¿Es que este no se dopaba?

Sergio dijo...

Gracias por vuestros consejos. Ljuvo: no está mal lo que planteas, lo de haber ganando los Mundiales al final de su carrera, como las Sanremo. Ya apunto que su palmarés era extremadamente asimétrico hasta 2004. Dos Mundiales y etapitas...

La Paris-Tours fue una gran victoria, muy de Freire. Fue el único que habiendo disputado el Mundial de Australia compitió a alto nivel: tropecientas horas de diferencia, 14.000 kms...y va y gana...No le he metido por hacer de esta exaltación algo reducido.

Anónimo: jajajaja, algunas pruebas de 2004-2006 eran un desierto, recuerdo las Vuelta a Aragón que eran un homenaje a la despoblación.

Borf: me he sentido muy identificado con tus historias.

Obús: gracias.

Gabriel: tienes toda la razón.

Ydna: muchas gracias. Los que se abren con bolis BIC son los de grandes superficies tipo pitón, los Kryptonite son de lo mejor, siempre que no los dejes anclados a un sitio sólido que pueda favorecer la fuerza del golpe de una maza.

Anónimo del gato: miau.

Anónimo: es que en la apuesta del Mundial 1999 la figura de Antequera es fundamental.

Isuzu: me imagino la escena. Desde los dos bandos, ojo :-)

Jefe: bueno, tu comentario y el de otros lectores sirven de buena muesta de que nos acordamos del Mundial 99 con todo su entorno de como lo vivimos y lo que pensamos, como en los grandes acontecimientos. Eso dice mucho.

Piti.belm: si, en su primer Tour ganó una etapa de montaña ante Armstrong, y también le han pillado con bolsas de sangre.



Anónimo dijo...

Las tres victorias en mundiales de Oscar no tienen mucho mérito, ya que todos los corredores de la selección española (excepto él) iban dopados. Sin la ayuda de estos dopados no creo que hubiera podido ganar estos títulos.

Anónimo dijo...

Sergio, K-R-I-P-T-O-N-I-T-E que yo me enteré después de comprarme el mío... lo de las marcas blancas supongo que es consecuencia directa del dpto de I+D de este tipo de empresas.

video-> https://www.youtube.com/watch?v=PCxHD9_uEf8

noticia-> http://usatoday30.usatoday.com/tech/news/computersecurity/hacking/2004-09-18-lockpick-krypton_x.htm


Ydna

PD. El candado no tenía ese tipo de cierre, y era cable de acero, bastante más gordo que lo habitual pero cable... ya no tengo esa bici

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Anónimo: gracias por la ironía, siempre bien recibida. El primer Mundial dudo que sepas la alineación de la selección que le acompañó. Yo tampoco, pero si que te digo que en las tres últimas vueltas ya no había ningún español.

En el segundo Mundial el mejor español para los intereses de Freire fue Lamfranchi. Y el tercer Mundial tienes toda la razón, por eso no lo he metido. Fue uno de los mayores espectáculos hemodruidas que se recuerda. Sin embargo, cuando atacaron Basso y Rasmussen en la subida a Torricelle, quien fue a neutralizar en persona fue Freire, y no Nozal, Mancebo o Luis Pérez.

Piti.Belm dijo...

Seguro que cuando ganó el maillot verde del Tour iba a base de sopas de pan. Segurísimo.