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14 febrero, 2006

La vergüenza de cada año

Se ha convertido ya en una tradición y tiene pocos visos de ser superada. Año tras año, coincidiendo con el inicio de la temporada, ocurre que en una carrera ciclista unos escapados acaban dejando fuera de control al pelotón. Da igual que sea el Tour del Mediterráneo, la Semana Coppi-Bartali o la Ruta del Sol, como es el caso, pero el fenómeno es igualmente preocupante: unos por delante que se esfuerzan y el resto por detrás, aprovechándose de su número y de la certeza de que teniendo a las dos-tres estrellas de turno entre los vagos siempre tomarán la salida al día siguiente. Los ciclistas forman una “familia” (sic) bastante restringida de unos 300 miembros con posibilidades de victoria, y tienen mucho que contarse tras cuatro meses de parón invernal: qué tal la familia, cómo te va con tu coche, que tal con tus nuevos compañeros. Como en cualquier trabajo en septiembre. El problema surge cuando puede más la gana de ir al tran-tran que en ritmo de competición, porque lo que se produce es una adulteración del deporte y una burla al aficionado, ya bastante quemado.

Para los periodistas, ningún problema. Ganan dos hermanos y encima de la tierra, por lo que ya tenemos nota de color para abrir la información. Es más, ganan al lado de su casa, en Armilla. Ya para rizar el rizo, se podría decir que es la cuna de Rosa de Operación Triunfo, porque hay que tener narices para vender como competición la aberración del pasado domingo. Hubo competición hasta el km. 15, cuando se formó la fuga; a partir de ahí, cháchara y, como se dice por esos pagos, musho mamoneo. Los valientes que se fueron por delante son Iñaki Isasi (el Euskaltel, después del buen papel de Albizu en Mallorca, parece que da más la cara que el año pasado), Pasamontes, Rodrígo García del Kaiku, Bonilla del Comunitat Valenciana y Oliver Zaugg de Saunier, además de los hermanos García Quesada: Carlos está de jefe en el Unibet.com y por eso tuvo trabajando a su gregario Pasamontes, mientras que Adolfo está en equipo local. Se repite el caso de los hermanos Gutiérrez. Y es que Belda no tiene piedad: si el bueno de los hermanos se va, se va también el hermano más modesto. Cosas de guerrilleros, ya se sabe. ¿El pelotón? A 31 minutos.

Vale, la etapa era de 160 km. con cinco puertos y un recorrido rompepiernas, aderezado con viento y aguanieve llegando a Otrura, pero ¿dónde están los directores de equipo cuando se les necesita?.En los últimos doce kilómetros. Sí. Cuando faltaba esa distancia para la meta la desventaja era de 34 minutos, y el fuera de control era un hecho. Alguien de la organización debió llamar y, gracias a los amados directores deportivos, se salvo legalmente el fuera de control por 20 segundos. Supongo que habría algún grito, porque después de ir toda la etapa a un cierto ritmo, es doloroso tener que acelerar. Grupetta de principios de temporada y jueces internacionales de la UCI que respiran aliviados, lástima que el veredicto deportivo refleje la desfachatez y la burla de uno colectivo que no duda en rasgarse las vestiduras por la falta de patrocinadores. Me gustaría conocer un solo empresario dispuesto a invertir su dinero en una actividad donde los trabajadores no trabajan cuando no les apetece.

Por cierto, ganó Adolfo.
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Hoy se disputa el Laigueglia, conocido como la piccola San Remo. Gran parte del trazado discurre por la vía Aurelia que, en un sube y baja continuo, recorre la caprichosa geografía de Liguria. El año pasado ganó Kirchen y el gran favorito para este año es Celestino, porque es de la zona y en el Mediterráneo iba muy fuerte. En todo caso, todo huele ya a San Remo, la carrera de un día más importante del mundo. Precisamente la última etapa de la muy francesa carrera del Tour del Mediterráneo acabó en la conocida ciudad balnearia italiana: el triunfo fue para el neoprofesional de Millran Elia Rigotto, tras subir dos veces el Poggio y tras una nueva maravilla de Zabel, su compañero de equipo. El alemán saltó a 200 metros del final y engaño al máximo favorito, Danilo Napolitano, que se cebó en superarlo. A Rigotto, con ese genio como maestro, sólo le quedó rematar tras aprovecharse del rebufo del viejo zorro y el joven impetuoso.
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Corrigir para mejorar. En el anterior post dije que eran tres los corredores del Comunitat Valenciana en forma: son cuatro. Ayer la victoria en Andalucia fue para Manuel Lloret.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas situaciones siempre pasan y son vergonzosas. Tan sólo con llegar a la más que apreciable distancia de 15 minutos se soluciona gran parte del bochorno.

En otro orden de cosas, Bortolami se retira por problemas cardíacos. En su palmarés, una Copa del Mundo, Zurich y Leeds Classic, y puestos de honor en Flandes y Roubaix.

Anónimo dijo...

Lo malo no es que lleguen con media hora. Lo malo es que sea en la primera etapa, y se pierde todo el interés. Esto provoca que ayer también llegase una escapada sin apenas lucha, y así será todos los días salvo que Petacchi o Boonen quieran hacer un sprint. No se si se está televisando la carrera (llego a casa a las 8 y no lo veo), pero me imagino la gracia que le haría a una televisión que hubiera pagado por los derechos. ¿tendrán seguro para estos casos?

¡anda! se me ha ocurrido mirarlo y ha ganado Petacchi y segundo Boonen. Juro que no lo había visto antes.

Un saludo

Anónimo dijo...

Es verdad lo de Bortolami en Flandes, ya decía yo que había hecho buenos puestos. Además creo recordar que fue una victoria un tanto por sorpresa, no por calidad, sino por la forma de hacerlo, a lo Tafi en 2002. Gracias por el apunte.

Por cierto, el Laigeglia para el más que prometedor Ballan, precisamente una especie de sucesor de Bortolami en el Lampre.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. A ver si la competicion deja un hueco para glosar la carrera de Bortolami, con sus altos y sus bajos. En cuanto a la Vuelta a Andalucia, hace ya algunas temporadas que no se ve por television.