Vigilia del centenario en Milán-San Remo

Oscar Freire estuvo en la Vuelta de la droga, la famosa edición de 2004 con Santi Pérez, Hamilton, Roberto Heras, Nozal, Mancebo y Sastre. Se llevó una etapa, varios buenos sprints e hizo una prueba muy significativa de cara lo que sería su tercer Mundial, conquistado tres semanas después. Se llegaba al Xorret del Catì y el fenomenal corredor iba escapado. Lejos de rendirse ante las impresionantes rampas, apretó los dientes y sufrió para lograr un meritorio tercer puesto.

A pesar de que nickSpirit -probablemente más freirista que el que esto escribe- lanzaba hace pocos días malos augurios sobre las posibilidades del cántabro para la gran cita de mañana (¿hace falta decirlo? ¡Mañana es la Milán-San Remo) yo llevo seis años levantándome con la ilusión de verle ganar en Vía Roma y mañana no va a ser una excepción. La Tirreno de este año ha sido atípica: todos los grandes nombres se han quedado sin mojar, Freire entre ellos. Les podría hablar del fabuloso sprint del primer día, donde solo un McEwen muy hábil le pudo adelantar, pero Freire sacó más de una bicicleta de ventaja a los demás. Y eso que venía de remontar todo el pelotón tras un pinchazo.

Pero les voy a hablar de un indicio parecido al de 2004. El lunes se disputó la etapa de montaña de la Tirreno. Freire volvió a ir escapado. Como hace tres años, también iba O´Grady. Esta vez no apretó tanto los dientes y la clasificación no fue tan honrosa como en el Xorret del Catí, pero su prueba la hizo. Aquí está el testimonio. Confío en Freire. Por primera vez en toda su carrera deportiva va a contar con un lanzador de garantías tras 291 kms. Es Max Van Heejswick, que cuenta en su haber con un quinto puesto en la carrera hace unos años. No tengo dudas, y menos después de los fenomenales sprints del pasado Tour: si Freire llega al último km. con su lanzador, ganará la San Remo. Para mí es el favorito número uno.

En la segunda parrilla se situan los dolientes. Les llamo así porque andan muy apenados y acatarrados. Bettini tiene una fisura en una costilla y aún así va a tomar la salida para ganar e igualar a Saronni, último ganador arcoiris de la prestigiosísima carrera. El dopaje nos ha hecho muy precavidos ante este tipo de lesiones (las clavículas de Hamilton, la cadera de Landis) y más en un corredor que abandonó en el Mundial de Verona 04 por un golpe de una puerta de coche en la rodilla que nadie vió. Me da miedo lo que pueda hacer mañana, porque de lo que estoy seguro es de que no va a lanzar a Boonen.

Otros dolientes son el potentísimo Millram: Zabel anda con problemas de garganta y el propio manager del equipo dice que Petacchi ya no es tan veloz. Tal cual. El que se crea el cuento, que se lo crea. En todo caso, les quedan Astarloa (el año pasado muy activo) y Celestino, el del ataque clásico, el paisano de Albenga. Y el tremendo Lorenzetto, ganador en el mismo final en el Tour del Mediterráneo y sensacional segundo en la etapa de Cannes de la París-Niza, esa en la que Luis León dió una exhibición portentosa de planta, categoría, rodar y estilo. No estará mañana, en otra decisión de la triada navarra difícil de concebir.

Lo fiarán todo a Reynés (casi tira a todo el pelotón en la primera etapa de P-N y después se retiró por un "cólico nefrítico") y Rojas, pobre bagaje para un equipo que cuenta en sus filas con Valverde. Si hombre, ese corredor que en 2005 llegó al sprint final e hizo todo lo posible para cerrar el pelotón y en 2006, en la misma tesitura, repitió actuación vergonzante. Ya saben que Piti es muy especial para mí, pero hasta mis conviciones se disuelven con los maravillosos sprints del murciano. Y es una desgracia para la carrera y la competición que mañana no esté en liza. Está claro que le gusta más Valencia, Murcia y el Criterium Internacional. Vivir para ver. Una última cosa: que a nadie le extrañe que ponga a los Caisse d´Epargne entre los favoritos. Miren los resultados de lo llevamos de temporada. No se que estarán haciendo, pero en ese equipo anda hasta el Cojo Mantecas. Sí, Fran Pérez.

Y claro, también está Pozzato y su potente Liquigas (ojito a Gasparotto); el espléndido Lampre de Ballan, Napolitano, Bennati, Baldato y Corioni (¿quién va a trabajar? ¿Patxi Vila?); ese Ventoso que casi arranca el manillar tras fulminar en el sprint del pelotón de la etapa que ganó Popovych en P-N; y un CSC en el que todos los corredores tienen peligro. Hay muchos más nombres, pero el más peligroso lo hemos conocido hace unas horas. Ignatiev confirma que será de la partida y que después cogerá un avión rumbo al Mundial de pista de Palma.

¿Posibilidades reales para el ruso? Quizás no, pero la San Remo de 2006 tuvo una intrahistoria decisiva. En el llano de la Aurelia entre la Cipressa se formó una escapada peligrosísima con Trenti y Reynés y el Millram quemó todas sus naves en una persecución loca que nunca se tuvo que producir. Cuando se sucedieron los ataques en el Poggio de Ballan, Schleck y el extraordinario Pozzato, no había nadie para neutralizar. Ojito, que el ataque cantado de Ignatiev va a cambiar todo. Se verán nervios, gritos y aspavientos a las cámaras. Mientras tanto, sigan con el rabillo del ojo a una sombra naranja -esperemos que acompañada- que se irá viendo poquito, poquito hasta el sprint final. Con esa ilusión me levantaré mañana, en el centenario de la mejor carrera del mundo.