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28 febrero, 2011

Otro año más, Flecha está ahí

Hoy se acaba el mes de febrero y ya se han disputado un buen número de carreras ciclistas, sin especial novedad. Quizás la principal haya sido la sorprendente victoria de Robert Gesink en la Vuelta a Omán, donde ganó la etapa de montaña inflingiendo grandes diferencias a los rivales, y al día siguiente la cronoescalada. En teoría sus objetivos están muy lejos de mitad de febrero y el recóndito emirato de la península arábiga.

El Rabobank es el equipo, junto al Sky, más en forma del momento. Freire ha sumado dos nuevas etapas en Andalucía -catorce temporadas seguidas ganando al menos una carrera- y este fin de semana el gran Sebastian Langeveld se llevaba la carrera más prestigiosa en lo que va de temporada, la antigua Het Volk. El Laigueglia, que parecía que podría disputar ese título entre las carreras de febrero, ha seguido ahondando su descrédito de los últimos años con un triunfo de Pietropolli.

La carrera que abre el calendario belga se disputó bajo unas condiciones perrunas de frío y lluvia. El holandés, que como es tradicional en su país sólo conoce como equipo el Rabobank, atacó a 50 kms. de meta subiendo el Eikenberg, consiguiendo una exigua ventaja de medio minuto, demasiado poco para la distancia a meta. Mientras los perseguidores no se organizaban, la diferencia siguió aumentando. A -30 kms. Flecha se fue solo, y consiguió rebajar la desventaja de un minuto tras quince kms. de persecución exitosa.

Pasan los años, cambian los nombres, y siempre es la misma historia. Flecha persiguiendo. Como es un corredor telegrafiado, se pasó esos quince kms. para meta intentando atacar, en vez de intentar descansar y recuperar algo de energía para el sprint final: llegó agotado y agotó lo poco más que tenía. En el agónico sprint final perdió, como casi siempre en las carreras del norte. La única excepción fue esta misma carrera el año pasado, la excepción que confirma la regla.

La nueva derrota de Flecha tiene otra lectura. Ha perdido contra un ex-compañero de equipo que aprendió bajo su manto. Langeveld, gregario de planta impresionante en la mejor tradición de la escuela holandesa, ya tuvo sus más y sus menos con Flecha durante la París-Roubaix de 2008. El enfrentamiento no fue directo, sino a través de su director. En aquella ocasión Flecha se había caído, o pinchado, o tenido un brote de urticaria, justo en un momento clave de la carrera. Por delante iba Langeveld junto a Poosthuma y Leezer.

El español se quejó amargamente en meta que no hubiesen hecho parar a los jóvenes corredores para ayudarle. Las declaraciones del director de ambos fueron esclarecedoras. Flecha sólo duró una temporada más en el equipo, donde al menos pudo conseguir su única victoria en sus cuatro años con los holandeses, el Circuito Franco-Belga de octubre, que ese año fue de sólo 50 kms. por las malas condiciones climatológicas.

Langeveld, con 26 años, ha igualado el mayor éxito de Flecha en el norte. Adri van Houwelingen no estaba tan equivocado en aquel 2008. Y Langeveld sigue siendo gregario en un equipo que tiene como jefe de filas para el pavés a Breschel. Flecha, empero, disfruta de una capitanía eterna, igual que de una de cobertura servicial de los medios patrios, desmayados ante el resultadismo y el mérito de "estar ahí". Pues vale. Otro año más.
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El domingo en la K-B-K sprint masivo con triunfo de Sutton, australiano del Sky de 26 años. Flecha estuvo entre los que preparon el sprint. Batió en meta a gente como Greipel y Farrar, algo al alcance de muy pocos.
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Ivan Basso gana ¡al sprint! el GP de Lugano ante Fabio Duarte, el colombiano del Geox.
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Publireportaje final de la campaña final de El País de estas últimas semanas. El lunes se ha rematado con esta historia tangencial, muy relacionada con el core capital de la campaña.
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La totalidad de los blogs que crean los periodistas de ciclismo empiezan con fuerza y acaban abandonados en pocos meses. Un ejemplo fue el de Garai para Marca. Ahora le ha tocado el turno a Juan Gutiérrez de As: este ni siquiera empieza con fuerza. Mejor no les hablo del interés y la originalidad, ausente en cualquier planteamiento previo.

25 febrero, 2011

El País en campaña (y II): ...en el fondo a favor

Revista especializada en defender a los inocentes
Esperando a la traca final de la campaña emprendida por El País -este domingo en sus kioskos, siguiendo la tradición de Belén Esteban- para dar argumentos sobre eso de que el dopaje no es una cosa tan mala, y que siempre puede haber excepciones (terapeúticas, café para todos o simplemente picogramos) me gustaría extenderme en una columna de la campaña que, por su arterismo y desidia, sobresale entre todas.

El autor es Jose Yoldi, un muy buen periodista especializado en tribunales que últimamente hace una columna semanal sobre gossip y trapos sucios de su área de especialización. Es francamente divertida porque está escrita con el colmillo torcido y saca a la luz cosas realmente espeluznantes sobre la casta judicial. Les pongo algunos ejemplos, como este, este otro y este, divertídisimo y con estilo de blog, pero un poco sorprendente en un diario como El País.

Una de sus últimas andanadas se ha titulado Si Groucho viviera...Merece la pena dedicarle cinco minutos, y otros cuantos más a los muy inteligentes comentarios de los lectores, siempre por encima del nivel ofrecido por el periódico o el periodista. Subtitulado La justicia ordinaria también habría absuelto al ciclista Alberto Contador, es una pieza inenarrable y, como digo, la clave de la bóveda que El País ha construido en la loca campaña de salvar -con argumentos finos y refinados- al soldado Contador.

Tras una introducción de trazo grueso donde traza un paralelismo entre el solomillo supuestamente clembuterizado y los afectados por el síndrome del aceite de colza, espeta este párrafo: "La lucha contra los tramposos en el deporte es muy necesaria, pero se ha convertido en una especie de macartismo, en la que, en aras de la eficacia, hay momentos en los que se recurre a métodos de dudosa legalidad -o de abierta ilegalidad como en el caso del Comité Olímpico Italiano (CONI) para obtener pruebas contra Alejandro Valverde, finalmente sancionado-, y en la que en ocasiones pagan justos por pecadores".

Hombre, si los métodos del CONI hubiesen sido ilegales, de seguro no habría salido adelante la sanción, porque los abogados que han chupado el dinero de Valverde lo han intentando todo, recurso ante el Tribunal Federal Suizo incluído, por eso de que la UCI y el TAS están en suelo helvético. Utilizaron resquicios que la justicia española ni olió, como aprovechar que estaba la juez sustituta. Por cierto, y es una pena que Yoldi no haya caído en esto dado su conocimiento de la judicatura, pero es muy raro que una juez sustituta atienda un provedimiento internacional como el del CONI sin antes consultar al juez titular. Quizás pueda utilizar su sagacidad para saber quien estuvo detrás.

Si Yoldi conociese más el tema, y no escribiese su desahogo desde unos meros barruntamientos, a lo mejor reparaba en eso. Se nota ese desconocimiento en más pasajes de su inenarrable columna. "El positivo por clembuterol durante una etapa del Tour arroja sombras de sospechas sobre su comportamiento y es sancionable de acuerdo con el principio de responsabilidad objetiva -eres responsable de todas las sustancias que se encuentren en tu cuerpo independientemente de cómo hayan llegado a él-, admitido por los ciclistas para poder competir. Sin embargo, los laboratorios antidopaje han aclarado que una cantidad tan ínfima como 50 picogramos de clembuterol por mililitro de orina es irrelevante y no sirve de ayuda para subir mejor el Tourmalet. Por lo tanto, si así no se mejora el rendimiento es absurdo ingerirlo voluntariamente, lo que conlleva que Contador no quiso hacer trampas"

Yoldi desconoce que ese positivo se produjo en un momento clave -¡maldito solomillo!-, antes de la etapa reina, en el día de descanso. Seguramente si eso pasase en sus columnas de colmillo torcido contra jueces, ya estaría metiendo el dedo en el ojo: "dictó la resolución el mismo día que se iba de vacaciones" o cosas por el estilo, muy fáciles de leer semanalmente bajo su firma. En este caso, sin embargo, es algo intranscente, probablemente por desconocimiento supino. Hay que hacer causa y yo me alineo con la causa de los inocentes.

Lo de que los 50 picogramos es "irrelevante" bebe de las mismas fuentes. Precisamente porque el clembuterol se asimila muy rápidamente en el organismo es por lo que tiene un umbral de tolerancia cero. Juan Jose Badiola, que sabe de esto en su calidad de Director del Centro Nacional de Epidemiología y bioquímico, dijo en su momento que para dar ese residuo en orina a las 24 horas de la ingesta sería "más creíble" haber dicho que se comió "un hígado de ternera", porque ahí es donde se concentra en mayor proporción esas sustancias. Un hígado bien grande, añado yo.

No, fue un solomillo. Y, en todo caso, a Yoldi le interesa bien poco esta opinión de un experto. Para este periodista judicial, los 50 picogramos son "irrelevantes" y, entre líneas, está claro que vienen del solomillo. Además, "no sirve de ayuda para subir mejor el Tourmalet. Por lo tanto, si así no se mejora el rendimiento es absurdo ingerirlo voluntariamente, lo que conlleva que Contador no quiso hacer trampas". Lean detenidamente la frase porque es de traca en una persona acostumbrada a seguir juicios y, por decirlo de manera fina, a lidiar con la mentira profesional y bajo juramento. Vean la sucesición de acontecimientos: no niega que haya clembuterol en la sangre -esta vez no ha caído nadie en eso tan burdo de descalificar las pruebas y los profesionales que las realizan, muy común hace pocos años-, simplemente lo minusvalora para llegar a esa epatante conclusión.

Sin citar los plastificantes en la sangre, que probablemente también desconoce y lo que significan, termina con puñaladas abyectas a los órganos que pueden recurrir la absolución de Contador en los órganos españoles: "la UCI y la AMA, como ha narrado Carlos Arribas en este periódico, no siempre persiguen el interés de la ley o de la justicia, sino que se embarcan en luchas de poder y para ello resulta imprescindible colgarse medallas a costa de quien sea".

No siempre perseguirán eso, igual que tú no siempre persigues la verdad, y ni siquiera el periódico en el trabajas. Felicidades por la medalla que te cuelgas con la contribución a esta causa sobrevenida, aunque te podría haber currado un poco más los argumentos. Bah, ¿para qué?

24 febrero, 2011

El País, en campaña (I): en contra del dopaje, pero....

Como cualquier lector habitual de El País se habra dado cuenta, el mejor periódico de España y el único de referencia en este país se encuentra en campaña. A raíz del caso solomillo, ha emprendido una virulenta campaña consistente en llenar todos los espacios de opinión posible con diferentes firmas apoyando la causa: no se ha librado ninguna sección. La traca final será este domingo en El País Semanal, con un artículo destinado a marcar un antes y un después.

Habiendo ya dado cumplida cuenta de las sucesivas misivas de Cartas al Director, incluso de esa sección sin firmar que se llama El Acento (este sobre la absolución, comparenlo con este de unos meses antes sobre el positivo), y sin ánimo de ser exhaustivo porque ya les digo que estamos ante una campaña muy intensa, si que me gustaría detenerme en algunos artículos que, por su bajeza y simpleza, llaman especialmente la atención en un medio de la calidad de El País, que en muchos sentidos considero como mi periódico a falta de una mejor.

El primero de ellos, por orden cronológico, está firmado a seis manos. Uno de los pares corresponde a Felix Ovejero, un polígrafo con auténtica hemorragia en los dedos a la hora de escribir -como le dijeron un día en Revista de Libros, ganaría en eficacia si no fuese tan expansivo y omnisciente- que, como el Pisuerga pasa por Valladolid, se marca un artículo sobre dopaje. Es lamentable: hace propios algunos de los argumentos de los dopadores y deja frases lamentables para una persona que, a falta de otra cosa, no me cabe la menor duda de que está leído, porque sus artículos suelen ser borbotones de citas y referencias, muchas de ellas superfluas.

"Seamos honestos: la excelencia deportiva de los atletas no depende únicamente de sus dotes naturales, sino de cómo cada uno administra y saca partido a lo que tiene y hace frente a sus carencias (¿juega Messi dopado por haber tomado una hormona del crecimiento?). Lo importante es que la estrategia que cada uno siga, la que cada atleta se imponga, haya sido asumida informada y autónomamente", que no necesita explicación,  o la epatante frase "el espíritu deportivo se vulnera cuando las prácticas y sustancias provistas y administradas por médicos competentes que tienen como misión principal salvaguardar el bienestar del deportista solo son alcanzables por los más aventajados socioeconómica-mente, aunque no sean los mejores atléticamente", que es una defensa del igualitarismo por medio de la barra libre.

No pongo más porque hay que revisar mucho. Ahí está el enlace. Tampoco voy a perder tiempo rebatiendo esa sarta de tonterías fruto de una discusión de departamento universitario al calor de un debate impulsado desde los medios. " El COI (...) mejor haría en dedicar más esfuerzos en pos de la universalización de esos factores, antes que proseguir en esa lucha sin cuartel contra el dopaje que, nos tememos, está condenada al fracaso, además de que conculca libertades básicas de los deportistas". Pues eso.

A los pocos días, porque insisto en que estamos antes una auténtica campaña, salió este desconcertante artículo. Va todo bien, bien explicado, hasta que llegamos al final -los tres últimos párrafos- y se descubre el engaño: es todo una burda treta, disfrazada por el cargo y la profesión del firmante, para exculpar a Contador: cita explícitamente el clembuterol como una de las sustancias con las que hay que ser más permisivo, dice que hay "sobrecostes" si se analizan las muestras congeladas y que es mejor hacer más controles "aleatorios" y acaba con una frase que a mí me ha puesto la piel de gallina. "Dejen que los médicos y científicos decidan lo que es peligroso y lo que no lo es". Yo eso ya lo he leído, disfrazado de otra manera, en otro tipo de regímenes políticos, pero me espanta leerlo en El País.

A este artículo respondieron con seis manos los del primero en una carta al director. Un debate inducido, ya ven. Ahora definen la lucha contra el dopaje como "una carrera de la Reina Roja" (¡Ay Alicia, como te tergiversan!) que "compromete de modo tan profundo ciertos derechos básicos" y, en fin, qué pena da todo, especialmente cuando se remata con esto: "la autonomía personal de los deportistas profesionales: la capacidad de consentir la asunción de ciertos riesgos".

Les aburro un poco más porque la penúltima alcayata en esta campaña va a cargo de un jurista, de ahí el título inequívoco de "El "caso Contador", o la ciencia contra el derecho", de inequívoca raigambre organicista y prietas las filas. Se habla de la presunción de inocencia, de "dos pruebas científicas opuestas, que convergen en el terreno de la interpretación" (terreno al que han querido llevar interesadamente el clembuterol y los picogramos, una minucia), se califica los "cinco picogramos de clembuterol"(sic) como "intranscendentes" -desde su opinión de jurista y no de bioquímico, ojo- , inversión del "onus probandi" (si hemos llegado aquí es por la perversa aficción a la mentira del deportista dopado, desde el mismo momento en que decide hacerlo- y se acaba con este alegato (lleven la mano al pecho):

"Si queremos una justicia fría y científica, el juez debe primar el sentido literal de las palabras y las pruebas directas (...) Si por el contrario aspiramos a otra justicia más humana y equitativa, habrá que fallar buscando la finalidad o voluntad del legislador, favoreciendo la discrecionalidad judicial, en detrimento de la previsibilidad última del fallo"

Mira, yo sólo quiero justicia. Y también que me devuelvan mi periódico, donde antes había opiniones diferentes y ahora todas bailan al son de la consigna marcada, muy clara a tenor de todo lo enlazado y comentado muy sucintamente. Ni una sóla opinión en todos estos meses a favor del antidopaje, incrementar las sanciones o dudando de los deportistas y su capacidad para ver la realidad. Esto no es información: es pura y directamente propaganda.
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Interesante entrevista al doctor del método para detectar plásticos en la sangre: "Los plastificadores no se degradan en las muestras congeladas". Otra cosa es que la UCI, que posee las muestras de temporadas pasadas, acepte un análisis retrospectivo. Ya saben lo que pasó con la CERA. Y dice también, sobre las muestras de la Operación Puerto que atesora en su laboratorio, que son " unas 150". ¿Pero no eran 99 contadas y numeradas? ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
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¿Dopaje en el fútbol? Este es el tratamiento que recibe cuando hay alguna noticia. Zico, jugador básico en el fracasado Brasil de los ochenta, dice que cuando tenía 16 y 17 años le chutaban dos o tres inyecciones cada trimestre para aumentar su masa muscular. ¿Cómo? Con estereoides. Como señala con tino y acierto tuttobiciweb.it, en la Gazzetta apenas le dedican un breve escondido. Por cierto, por la edad indicada era 1970...su carrera siguió muchísimo tiempo más. No dice nada sobre ese periodo. ¡Un saludo a Carlo Petrini!

Por cierto, y corrijánme si me equivoco porque no leo nada de fútbol. Las declaraciones de Zico son del domingo, ¿algún medio español se ha hecho eco? No se por qué no me sorprende.

23 febrero, 2011

Landis habla (IV): "Le dirán a la UCI que manipule algo o que haga algo contra mi"

¿Lobo? ¿Cordero?
Si en los anteriores capitulos de este serial les parecia que Landis enseñaba gran parte de las tinieblas de este deporte, hoy toca hablar de la UCI, de las presiones a corredores y del ciclismo realmente existente a nivel organizativo. Como parte de la propaganda official en este país consiste en crear la imagen de que la UCI es un órgano corrupto hasta la médula –muy útil si después dicta resoluciones en contra de nuestros intereses-, tampoco carguen las tintas en exceso, y más viendo lo que tenemos que sufrir por aquí.

Entre 1999 y 2001 Landis estuvo en el Mercury, un equipo norteamericano en el que, según sus palabras, no se dopaba. Este equipo hizo para el año 2001 una gran apuesta, fichando a corredores de relumbrón (Van Petegem, que llegó a acabar segundo una París-Niza, o Tonkov, que perdió todo el año- y aspirando a entrar en el Tour de Francia. El equipo se fue al garete al poco de empezar la temporada.

A Landis le pagaron únicamente los tres primeros meses. El menonita se dirigió a la UCI para que ejecutasen la garantía salarial que obligan a depositar a todos los equipos. Le costó dos años recuperar su dinero, dos años y “cada vez que intentaba contactar con la UCI nos enviaban al garete con expresiones como “demándanos” o “nos la suda”. Cuando ficha por el UsPostal en 2002 todavía estaba tras el dinero.

A los tres meses de unirse a la corte de Armstrong, el periodista Tim Maloney de cyclingnews.com le entrevista y el ciclista estadounidense aprovecha para contar sus problemas con la UCI y “lo contrariado que estaba con el hecho de que no siguiesen ninguna de sus normas. Verbruggen llamó a Lance, que me buscó para que me retractase de mis declaraciones y pidiese disculpas en cyclingnews.com”

"Este fue el contexto en el que empecé a hablar con Armstrong de doping, mientras me daba consejos sobre las cosas que estábamos haciendo y explicándome cómo trabajaba Ferrari….Uno de los diálogos fue “Mira Floyd, tienes que hacer lo que dicen estos tíos porque algún día necesitaremos que nos hagan un favor. Ya nos pasó antes, tuve un control positivo en la Vuelta a Suiza de 2001 y me dirigí personalmente a estos tíos. No importa quien tiene o no tiene la razón. No dudo de tí, estoy convencido de que dices la verdad y que ellos no siguen el reglamento, pero no importa. No es algo en lo que puedas elegir. Tienes que pedir disculpas.”

“Esto es lo que tienes que hacer. Llamaré a Jim Ochowitz –el presidente de la Federación de EE.UU- y el concertará una llamada telefónica con Verbruggen donde le pedirás disculpas y lo arrepentido que estás”. Sucedió en 2002. Posteriormente Kimmage le pide que explique el papel de Ochowitz y, en otra cita textual de Armstrong “es el tío que maneja –orchestrates- este tipo de asuntos”.

Landis pidió disculpas en privado y también en público, trámite Maloney, que al parecer ya había sido informado por Verbruggen: “Si, me imaginé lo que había pasado, lo publicaremos en primera plana”. Sin embargo, no lo hizo así. La retractación de Landis sobre su legítima reclamación de salario al Mercury y cómo la UCI estaba zancadilleando algo que tenía que ser automático no salió en cyclingnews.com hasta el 2003, aunque Landis está convencido que la conversación privada con Verbruggen fue en 2002: “la llamada duró solo unos minutos (...) una vez más, no lo hice porque me hubiesen forzado, sino porque había entendido perfectamente la situación. Pensé “pido disculpas porque ahora se como funciona la UCI”. El hecho de que las más altas instancias estuviesen mangoneando en estos asuntos me dejaba con dos opciones: me retiro y no digo nada, o acepto las cosas tal y como funcionan e intento encontrar mi lugar dentro de ellas”.

No parecía una mala decision la de Floyd. Sin embargo, era algo vinculado a su permanencia en la corte de Armstrong. Kimmage le hace, en otro momento de la entrevista, una acertada pregunta ante la tesitura del cambio al Phonak: “De acuerdo, dado tu propósito de ganar el Tour, y dado que conocias el poder de Lance y su influencia en la UCI, además de que habías estado trabajando con Ferrari y su programa de dopaje, ¿no hubo algún momento donde pensaste? “Cómo voy a conseguir esto si salgo fuera del programa. Si rompo mis vínculos y les cabreo, como voy a triunfar" ¿Lo pensaste en algún momento?"

"Lo hice, claro, y estaba preocupado (...) por entonces ya sabía que lo que realmente necesitaba eran transfusiones de sangre y un poco de estereoides anabolizantes de vez en cuando. Sabía que podia recuperar suficientemente bien por mí mismo, y también poder entrenar suficientemente bien sin otras locuras añadidas. Y sabía que si mejoraba un poquito ya sería lo suficientemente bueno para ganar, por lo que realmente ya no necesitaba la supervision de Ferrari, del que ya no empleaba sus métodos de entrenamiento al tener ya toda esa información sobre mí. Mi mayor preocupación era: “Le dirán a la UCI que manipule algo o que haga algo contra mi". Y cuando esto no pasó en 2005 no me preocupé mucho más porque para entonces ya pensaba que mi carrera no iba a ir muy lejos por culpa de mi cadera".

Recordarán que Floyd Landis ofreció una esperpéntica rueda de prensa durante su Tour de Francia victorioso en la que explico que tenía su cadera necrosada y que se tendría que operar al acabar. Fue todo muy emocionante: al igual que su compatriota Hamilton en 2003, que acabó cuarto el Tour corriendo supuestamente con una clavícula rota, ambos sabían que el secreto del éxito estaba en un buen certificado medico que te permitiese drogarte legalmente durante la carrera. Landis en concreto se pasó el Tour 2006 chutándose legalmente cortisona, suponemos que en cantidades animalescas.

Ya ven como en estos selectos pasajes queda demostrado de nuevo que los controles antidopaje sirven de muy poquito. Primero, porque la maxima autoridad –hasta la feliz irrupción de la AMA, esa “policía mundial” que tanto atufa a Arribas- era muy voluble a la hora de tramitar expediente según qué corredor se tratase. Siempre hay tiempo para la donación de una máquina Sysmex a fondo perdido, sin recibo y con las vueltas desaparecidas; segundo, porque el poder coercitivo de la UCI de Verbruggen era tal que a Landis le importaba poco perder a Ferrari: era mucho mejor el paraguas protector del máximo organismo del ciclismo. Insisto, mejor que tener a su servicio al mejor médico dopador; y tercero, que no hay nada como tener un certificado medico. El Landis y el de Hamilton eran coyunturales –aunque intentaron hacerlos permanentes-, pero aún así están a años-luz de los certificados medicos tipo Golden, esos que se expiden por casos de cáncer o de epilepsia. ¿Y quien los autoriza, tramita y lee el expediente justificados? La UCI.
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Igor Antón en León en pleno mes de febrero.
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Murcia, ¡álzate! Ante una nueva humillación a esta comunidad autónoma, sólo cabe la rebelión cívica. Ya sabes, Alejandro: la próxima vez no enseñes el Ferrari, di que tienes tres hijos a tu cargo y bueno, valora eso de la bolsa de sangre y los picogramos. A lo mejor así el Presidente del Gobierno se apiada de tí.
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Del protagonista de la noticia sólo puedo decir que, en una revolución, se situaría en una plaza con una guillotina. Antes habría delatado a todos. De lo peor que hay en España. En la SER lo tenían en una jaula de oro -cubriendo a la selección española, llamada ahora Laroja-, ahora está libre y esto es lo que pasa.  Del resto de protagonistas pues ¡que quieren que les diga! Acabarán en esa plaza.
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En la próxima revista dominical de El País el artículo de portada va sobre la dignidad de los ciclistas, con foto ad hoc de Tim Kolln sobre Pereiro. Pereiro. Sale lo de Urco. Ya me han pasado el contenido. No salen las declaraciones de Landis con las que empezaba este serial, of course. Es la-men-ta-ble. Firma Carlos Arribas. Una nueva muesca. En su ataud, no en el mío.

18 febrero, 2011

Acción/Reacción a la española

Sí, Alicia sí: el país de las maravillas
Hoy vamos a hablar de la tercera Ley de Newton. Mecánica clásica, no es difícil. Aunque impera en todo el universo -como la más conocida de la fuerza de la gravedad- en España adquiere connotaciones especiales. Una vez más.

Así, mientras en Pernambuco, la Cochinchina y en la tribu de los hotentotes se respeta (es lo que tiene ser Ley y no Teoría) que "por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza de igual intensidad y dirección, pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo" en España, insisto, no.

Como sabrán, hace un par de días el Comité de Disciplina Deportiva decidió que aunque un deportista había dado positivo por una sustancia con umbral cero (y si tiene este umbral es porque se sabe que desaparece a las pocas horas en el organismo, por eso basta una traza) era inocente, pues no había intencionalidad en su positivo -nadie quiere dar positivo, pero así funciona la Ley de Perogrullo, que tampoco es Teoría en España-  y encima, es tan buen chaval y viene de una situación tan difícil, que hasta el Presidente del Gobierno intercedió por él.

Con esa acción se produjo la esperada reacción de la prensa internacional, actualización de dos viejos tópicos difamantes sobre nuestro país: Spain is different -hasta en las leyes de física-, que lo inventamos nosotros mismos, y el de que por ahí fuera nos tienen "envidia". No se lo creerán, pero este último también lo hemos inventado nosotros y tiene visos de oficialidad. Igual el primero, invento de Fraga en los primeros sesenta como Ministro de Información y Turismo. Perdón, como Ministro de Propaganda. Ni antes ni ahora se llaman a los Ministerios por su nombre, aunque suplan las mismas funciones básicas para dictaduras y democracias.

Evidentemente, sólo desde la envidia y el no poder entender que España es diferente (hasta el punto que tenemos que poner un anejo a una convención internacional sobre dopaje: la nocturnidad, señores) se entienden ese tipo de actitudes, cuando nuestro Comité ha actuado desde el reglamento, bajo el imperio de la Ley, sin ningún tipo de ideas preconcebidas y sin ninguna presión externa. Por eso no se entienden editoriales como el ese medio irrelevante como la Gazzetta dello Sport, que nos acusan de cosas sin ninguna base.

Se lo cuento porque el otro día en SERdeportivos, un programa de risa gruesa -imitan voces de famosos y piratean chistes de El Jueves, eso sí, citándo "a sus compañeros"- en la radio más oída del país, leyeron ese editorial a modo de entradilla. Sin embargo, al día siguiente, en la sección del contestador -un apartado para que se desfogue la gente- colaron una llamada donde un anónimo llamaba a Irlanda -por lo de McQuaid- "país rescatado", al presidente de la UCI "tiene cara de no haberse subido jamás a una bici" -fue ciclista profesional- y decía que todos los días "se limpiaba el ojete con ese periódico". A eso de las 15:40, con la comida en la boca. En la radio, y con mucha diferencia, más escuchada de España.

Claro, no era el director del programa el que lo decía (apellidado Gallego), pero si el que autorizaba que saliese. No son ese el tipo de actitudes que caracterizan a nuestro país. Acatamos las decisiones de órganos internacionales y tomamos en consideración lo que puedan decir por ahí de nosotros, porque no estamos en posesión de la certeza (la Ley) de que aquí nuestros deportistas van a espaguetis y agua. En absoluto nos reímos de que se pongan todos de acuerdo en decir las incongruencias en las que podamos incurrir (¡un saludo a Onyia!) y que sospechen.

Aquí la propaganda de Estado se acabó hace tiempo. Por eso nadie puede creer que la redada de hoy en Olot, Girona -sin conocer más detalles es la típica contra rateros de gimnasio y el culturismo-, efectuada por la mañana para que los ecos se propaguen mejor, es una clásica operación de acción/reacción para la difamante campaña judeomasónica de la prensa extranjera contra nuestros deportistas, nuestras especifidades nacionales a la hora de combatir el flagelo del dopaje y la contaminación de nuestras vacas.

No, y el que piense eso es de la AntiEspaña, agazapada en cualquier recodo para dar un zarpazo a un país orgulloso de sí mismo y que ya mira de tú a tú a los grandes, gracias a los esfuerzos orientados a la mejora del rendimiento deportivo. En España se combate el dopaje, y ahí está esa redada en Girona, cuya fecha de actuación estaba decidida desde hace semanas o incluso meses, porque esas cosas las deciden jueces que actuan sin presiones.

En Olot, pueblo grande de Girona y con querencia hacia sucesos extraños, son ajenos a este tipo de prácticas. En esto imitan a la capital provincial, desde hace una década santuario de lo mejor del ciclismo, que sabiendo perfectamente las bondades del Spain is different, ha hecho de este rincón su sancta santorum particular, sabedores de que jamás serán molestados. Que nadie se lleve a ilusión: cuando te despiertas por la mañana con el titular de "redada antidopaje en Girona" nunca puede salir nada bueno. Estamos en España, donde hasta las leyes de la física son diferentes: a una sensación generalizada de país de pandereta en la lucha contra el doping  reaccionamos con una operación antidopaje de altura, igual en proporciones a exculpar al pupilo de Manolo Saiz, el del Giro ganado viniendo de la playa, el de las cinco grandes ganadas de seis participaciones. "Por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza de igual intensidad y dirección, pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la produjo". Otra nueva actuación antidoping en España. Propaganda pura y dura

17 febrero, 2011

Landis habla (III): "Estaban en la tele. Eso era lo único que les importaba"

"Vale, sólo habrá un periodista"
Uno de los pasajes más interesantes de la larga entrevista entre Kimmage y Landis se centra en los momentos inmediatamente posteriores a su famoso positivo en el Tour de 2006, que a la larga le terminaría quitando la victoria. “No podía pensar. La noticia se conoció un jueves y los medios la tenían en portada el viernes, y tenía que volar desde el Charles de Gaulle a España…” “¿Por qué fuiste a Madrid?” “No lo se, ellos me dijeron que fuese a Madrid, así que fui a Madrid”.

Conviene recordar que Landis ofreció una esperpéntica rueda de prensa en Madrid (Hotel Miguel Ángel, 17:30, 28 de julio de 2006) cuando todo el mundo quería saber algo de el. Con domicilio en Girona, se presentó en Madrid. Era en mitad del verano y seguro que recuerdan el ambiente: el ciclista positivo por testosterona con cortina roja, a lo David Lynch, de fondo. Aquí el vídeo. Dos meses antes había sido la Operación Puerto en la misma ciudad. El relato que ahora sigue se enmarca en la tradición de Azcona, el Tigre de Chamberí, Berlanga y el tocomocho.

“¿Quiénes son ellos? ¿Quién te estaba aconsejando?” “Pregunté a los abogados del Phonak sobre qué hacer y me espetaron “no te podemos representar, nosotros representamos a Andy (Rhis, el patrón)”, por lo que pregunté a mi compañero M.A Martín Perdiguero y me dijo “Conozco a unos abogados españoles: consiguieron que Íñigo Landaluze saliese limpio de su positivo por testosterona en el Dauphiné (de 2005), deberías hablar con ellos”, a lo que dije “perfecto, suena como si supiesen de lo que están tratando. Iré con ellos (…) Una vez allí me dijeron “Vamos a montar una conferencia de prensa”, pero yo dije “No, no quiero. No quiero pasar por eso” (…) pero ellos insistieron con un “Tu sólo tienes que hablar a un periodista con una cámara y aquí tienes lo que debes leer”. Me ofrecieron en mano esa declaración y un “De acuerdo, vamos abajo”, y yo pensé “vale, sólo habrá un periodista”. Una vez abajo, había no menos de 80 periodistas en la sala y no hicieron nada para mantenerlos alejados de mí. No les bastaba con eso; les encantaba; estaban en la tele. Eso era lo único que les importaba”

He aquí el mejor testimonio de cómo un deportista profesional, una vez que es pillado dopado y no lo admite, pierde las riendas de su vida y pasa a ser una marioneta en manos de consejeros de oportunidad y, especialmente, la casta de los abogados y sus particulares intereses, raramente coincidentes con la justicia o la verdad. Cambien el nombre de Landis por el del famoso murciano –que ha acabado apelando al Tribunal Federal Suizo, donde no ha pasado de la primera instancia- o el de Pinto, y tendrán una imagen más cercana. De hecho, aquí en España operan con total impunidad algunos abogados que han crecido en estos años de lucha contra el dopaje: cuentan siempre sus éxitos y no sus múltiples derrotas, porque ellos siempre ganan en lo que les interesa: la pasta del deportista. Y cuantos más recursos y argucias, más caja.

“Si, los abogados. Eran terribles. Me metieron en esa sala y me dieron ese comunicado para leer, que era como una traducción hecha por Google de cosas en castellano y me dijeron “Lee esto, lo tenemos traducido al español”. Así que lo leí, y mientras lo hacía iba cambiando sobre la marcha algunas cosas para darles sentido, pero al mismo tiempo pensaba para mí: “Tío, no me puedo imaginar la pinta de sonado que estoy dando porque ni siquiera se lo que estoy leyendo. No tenía ningún sentido” (…) me levanté y me fui tan rápido como pude (…) estaba diciendo que la testosterona la había producido de manera natural ¡cuando ni siquiera sabía dónde estaban los resultados de la prueba! “ Posteriormente Kimmage se refiere a esos abogados como “farsantes”, pero líbreme el Aranzadi de decir tal cosa: ahí les dejo el testimonio (clowns of lawyers), y porque el periodista irlandés lo cree apropiado. Ah no, que para eso ya lo he ido transcribiendo, y en su día contando.

Los abogados en cuestión son Luis Sanz y Jose María Buxeda. Esta bien rescatar los nombres. El primero llegó a decir ""Estamos ante un elevado resultado de una muestra fisiológica del propio deportista y que hablamos de un caso endógeno y nunca exógeno. Un positivo no equivale siempre a dopaje y este es el caso en el que nos encontramos". A tenor del testimonio de Landis, que casa perfectamente con la impresión que se pudo hacer cualquiera que viese esa impresentable rueda de prensa, vieron que el positivo era por testosterona como el de su antiguo defendido Landaluze y dijeron ¡tate!, dinero fácil: utilizamos los mismos papeles y la misma estrategia y encima, considerando que nos ha caído en gracia el ganador del Tour hace dos semanas (¡gracias Perdi! ¿qué tal en la Isla de los Famosos?) nos hacemos una publicidad del copón, tío.

Así salió la cosa, así. Landaluze se libró de perder su Dauphiné –la victoria más sorprendente de un corredor en una vuelta de prestigio en mucho tiempo: fue su primera y única victoria profesional- porque salió de la manga un certificado, de esos tan populares en tiempos no tan remotos en el ciclismo, según el cual tenía de “manera natural” más testosterona que el resto de los mortales. Mayo también gozaba –este es el verbo adecuado- de uno similar. Y Botero, expedido por Eufemiano nada más aterrizó en Europa. Seguramente muchos más corredores, pero un avance científico hizo que esos certificados caducasen súbitamente.

Se trata del test IRMS, que detecta cuando la testosterona es exógena. Ese test, cuyo primer damnificado fue Landis -lo supo a los tres días de la rueda de prensa-, se cargó al año siguiente a Kessler, Sinkiewitz o Moreni, que todavía no se debían haber enterado de que iba la cosa. Tampoco Luis Sanz ("éste sistema adolece de una cantidad tremenda de fallos a lo largo de su historia y, por tanto, ningún laboratorio lo viene utilizando"). Está bien recordar este tipo de innovaciones ahora que se duda de los test de clembuterol –son tan sensibles que detectan cantidades insignificantes, aunque para tenerlas en residuo de orina han sido bastante significantes- o el de los plásticos en sangre, ahora que va a empezar a obrar efectos entre aquellos que no hayan cambiado hacia las bolsas japonesas. Ya saben: allí donde llega la ciencia, nosotros ponemos el corazón, la fe y la convinción de que este chaval no se ha dopado.

Con Landis no funcionó. El nuevo test no dejaba lugar a dudas y desde el principio sirvió para ver que el menonita tenía un conflicto muy serio con la verdad. Le duró cuatro años hasta que vio que era imposible seguir esa loca carrera con rumbo a ninguna parte. Como la vida es circular y produce extrañas paradojas, Landaluze acabó dejando el ciclismo en 2009 por un positivo por CERA. Esta vez no había certificado ad hoc y el vizcaíno fue muy pragmático: reconoció haberse dopado –con un comunicado-, no se ha vuelto a saber nada de el –y mira que en el País Vasco se sabe todo, pero todo-todo- y en el equipo se lavaron las manos, al menos unas cuantas semanas hasta lo de Astarloza. Landaluze vio y aprendió. Landis no, aunque ahora se ha redimido en parte. El vasco sigue callado: ni colaboración, ni donde adquirió la sustancia, ni nada. Tampoco ha ido nadie a hacerle una entrevista de siete horas.

En cuanto a los abogados, de Buxeda no se ha vuelto a saber más -en su día defendió a Heras, con igual éxito- y Luis Sanz ha acabado en la Federación Española de Ciclismo, donde presta servicios a las causas que le sobrevienen. España siempre envía mensajes claros. En rueda de prensa de alcance mundial. O con una resolución, da lo mismo.
***
La resolución final de la RFEC sobre el caso solomillo. Si la van a imprimir, haganlo en blanco y negro: es mucho más apropiado al tema que trata. Además, ya nos cuesta bastante en términos de imagen y prestigio como para que nos cueste en otros apartados. Eso sí, guarden la resolución en el soporte que quieran, por si algún día quieren escribir la continuación del "Celtibería Show" de Luis Carandell.

16 febrero, 2011

Landis habla (II): "fui el único que dije algo en contra de Armstrong”

Va por ustedes
Una parte muy importante de la entrevista de Kimmage con Landis va sobre asuntos personales que particularmente no me interesan: se tratan con una soltura vergonzosa temas sobre novias, primeras citas, amigos íntimos y otras fruslerías a las que sólo veo sentido para ganarse la confianza del menonita, como si los continuos piropos del periodista no fuesen suficientes. Sin embargo, algunos detalles son interesantes.

Por ejemplo, que Landis vio su primera etapa del Tour en 1995, cuando casi tenía 20 años. Casualmente, fue la etapa ganada por Armstrong en homenaje a Casartelli, mientras el pelotón subía silbando los puertos pirenaicos. Eso sí, todo muy épico, que había un fiambre de por medio. Debido a su peculiar origen sociocultural, Landis no pudo disfrutar del ciclismo televisado hasta esa edad. Siempre se habla de Rominger o Zulle como ejemplos de ciclistas que, con veinte años cumplidos, no habían competido nunca, pero dado que vienen de Suiza, se supone que habrían visto alguna etapa: el caso de Landis es único y, dada la era en la que vivimos, probablemente irrepetible. Nada menos que un ciclista que no sabía nada de ciclismo, ni siquiera por verlo en la televisión.

En otro momento habla de la conocida anécdota del día que se tomó trece cafés en Girona. “Me gusta hacer cosas estúpidas en la medida en que no molesten a nadie, pero no siempre: sólo de vez en cuando, si estoy aburrido y no me siento filosófico”. No sabemos si en esta definición se puede incluir el dopaje, pero ahí queda. La anécdota de los cafés la popularizó Dan Coyle en un aburrídisimo libro-panegírico sobre Armstrong que, cómo no, fue un superventas. De ahí que Kimmage, que no pregunta en sus siete horas a Landis por cosas mucho más interesantes, saca tiempo para los dichosos cafés.

Al parecer, ese día hacía mal tiempo y Landis no quería ir a entrenar. Le propuso a Zabriskie –su compañero de piso en Girona, un corredor que apuntaba alto en 2004 y 2005 (cuando sumó en menos de un año etapas en Vuelta, Giro y Tour) y que se ha quedado en un bufón dentro del pelotón, con sus bigotes y rarezas- ir a tomar un café (estos son los ciclistas profesionales, señores). Pidió el primero y, cuando lo acabó, la camarera le preguntó si quería otro: “es Girona y siempre hay diálogos absurdos por culpa del idioma. Ella pensó que era algo divertido cuando pedí el tercero (…) y todo se fue haciendo más y más gracioso (…) hasta que al final bebí 13 cafés o así” “¿Zabriskie hizo lo mismo” “No, se quedó en el cuarto o quinto”, igual que se ha quedado, cuando se supo parte del pastel de Girona, en un corredor del montón. Eso sí, sin ninguna relación causa-consecuencia entre lo primero y lo segundo.

Claro, también fue el que contó el caso a otro compañero, este a otro, hasta que al final llegó a oídos del Altísimo, esto es: Armstrong. Al parecer, lo llevó a entrenar a solas y le leyó la cartilla sobre cómo entrenar y cómo comportarse. “Simplemente me limité a escucharle como si yo no supiese nada y como si estuviese agradecido por escuchar sus consejos, pero lo que realmente me caló de la conversación fue “simplemente he venido a arreglar esto. Es mejor no cacarear mucho sobre nada. Es mejor no ser visto como un tío raro”. Curiosamente, Armstrong jamás utilizó ninguno de esos consejos en su siete Tours de Francia, consistentes en machacar al rival, en sacar diferencias de 2´10” desde la base de Alpe d´Huez y en tener un equipo en el que hasta los rodadores subían los hors categorie.

“¿Alguna vez te preguntó sobre tus orígenes” “No, no le importaba, lo que está muy bien, pero cuando dejé el equipo se lo tomó personalmente”. Ahí Landis se mete en una serie de digresiones muy discutibles sobre la mentalidad de Armstrong, sobre su sueldo en relación a su rendimiento y demás pamplinas, cuando lo realmente importante en este asunto es que Armstrong estuviese mosqueado porque alguien, y más siendo compatriota, quisiese dejar el Valhalla de Girona: una cosa es que se fuera el rastrojo de Béjar ese mismo año (a finales de 2004) y otra alguien como Landis, prácticamente criado en el UsPostal y sin pasado en perreras como el Kelme.

Al parecer, en esa decisión de dejar el UsPostal también influyó que en la famosa cronoescalada a Alpe D´Huez de 2004 (esa donde Santos González del Phonak fue quinto) Landis hiciese 21º. Para Bruyneel, eso era que se había exprimido. Según Landis, se dejó llevar, como le habían dicho que hiciese para reservar fuerzas de cara al día siguiente. Aún así, el belga madurado por Manolo Sainz y su particular escuela seguía convencido, de tal manera que Landis estaba tan cabreado que “nada de lo que pudiesen decir iba a conseguir que siguiese en el equipo, nada”. Jo, si Contador no fuese un media bocas y un personaje en sí mismo prescindible por la valentía de sus declaraciones, estaría bien lo que podría decir del Tour 2009 y las órdenes de ir a rueda del tran-tran del Astana…En fin.

En ese Tour, el último de Landis con el equipo postal pagado con fondos federales, se produjo el conocido episodio de la hemotransfusión masiva en el bus del equipo. El propio corredor lo contó al Wall Street Journal y a las autoridades que están investigando el caso. En este blog no se comentó, pero poco después de esta revelación se hicieron públicos una serie de e-mails intercambiados entre Jonathan Vaughters y Frankie Andreu en 2005, donde el primero dice “la cosa más divertida que he oído jamás: Johan y Lance tiraron por el baño la bolsa de sangre de Floyd para el día de descanso, delante de el, para hacerle correr mal”.

Ojo, en 2005. La historia ya corría por los círculos ciclistas. Dejemos para otra ocasión hablar de Vaughters, un personaje viscoso como sólo puede producirlos y especialmente tolerar un deporte como el ciclismo. Landis no se mete a opinar sobre el director superlimpio que tiene la sede de su equipo en Girona y da su versión: “fue la última vez que me hice una transfusión en ese equipo, estábamos corriendo tan bien y haciendo que todo el mundo pareciese estúpido que el doctor sólo me dio la mitad de la bolsa de sangre y tiró el resto. No fue algo malvado aposta”. Después explica que fue el mismo el que le contó la primera versión a Vaughters, pero quizás ya confundido por el mal ambiente y su inminente salida del equipo. El que recuerde el Tour de 2004, y especialmente el rendimiento de Landis en la etapa de Le Grand Bornard sabe perfectamente a qué se refiere con eso de “haciendo que todo el mundo pareciese estúpido”.

También fue el Tour en el que Armstrong salió a amedrentar a Simeoni en la etapa 18º con final en Lons le Saunier (victoria de Mercado sobre Txente García por medio tubular). “Amstrong nos había dicho en el bus “Aseguraros que Simeoni no coja la fuga”. Sin embargo, Simeoni la cogió y allá que se fue Armstrong, en uno de los episodios más lamentables de la historia del ciclismo. El relato de Landis está muy bien: se comunicó con Bruyneel para que transmitiese al cliente del Dr. Ferrari que parase, y el belga le respondió “Sois vosotros los que teneis que echar abajo la fuga” “Mira, no quiero hacer esa estupidez. No voy a perseguir a un líder de la carrera que es de mi equipo ¿te crees que estoy sonado? Me voy a la cola del pelotón”. Bajó hasta el coche de equipo para decirle de viva voz a Bruyneel “esto es ridículo. Estamos quedando como los malos. El parece idiota. ¿Cómo vamos a explicar esto?”. El supuesto director de equipo le dijo al cowboy que parase, pero este no lo hizo. No se sabe si se enfadó, pero queda demostrado que en ese engendro de equipo se limitaba a conducir el coche de equipo. Lo que sí hizo fue mandar de nuevo a Landis a la cabeza del pelotón, pero se negó: “no voy a participar en esto (…) fui el único que dije algo en contra de Armstrong”.

¿El único? No se por qué no me sorprende en absoluto. “Empleó gran parte de 2005 en tratarme como a Simeoni. Me perseguían sin motivo (…) nunca dije nada pero sabía lo que estaban haciendo” “Te preguntaron sobre eso en 2006 pero evitaste el tema, ¿quieres hacerlo ahora?” “Nadie lo hubiese creído (…) Chechu Rubiera me pidió disculpas en una ocasión durante una Dauphiné después de que me persiguiesen sin motivo. Me dijo: “Sabes por qué estoy haciendo esto”, y yo le respondí “Bueno, ¿y por qué no le haces caso?” “No puedo hacer eso” (…) Fue un error mio en la medida en que sabía que me iba a pasar eso en cuanto dejase el equipo. Fue una elección personal: “Si dejo el equipo, esto es lo que voy a recibir”.

¿A que suena a una secta actuando contra un miembro desafecto? En cuanto al gregario asturiano, perfectamente retratado en esta escena, se confirman dos de sus mayores características: un caballero del pelotón (pide disculpas a Landis por lo que está haciendo) y también un lacayo de las peores causas. Mezclen esos dos ingredientes y tendrán la combinación perfecta para que lleve el título de uno de los mejores gregarios del pelotón. Desde luego, no me lo imaginaría jamás cuestionando la persecución a Simeoni. Así ha conseguido retirarse con 36 años y entre loas. Cada cual escoge su papel en la vida, y el de Rubiera ha sido el que ha sido. Landis por lo menos lo ha enderazado en cierta medida.
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Contador exonerado acude por segunda vez la corte de Pedro Jeta, donde se encuentra muy agusto. Allí anuncia su calendario: Vuelta al Algarve (16-20 febrero), Vuelta a Murcia (4-6 marzo), Volta a Catalunya (21-27 marzo), Vuelta a Castilla y León (13-17 abril), "posiblemente alguna clásica" y Giro de Italia (7-29 mayo). La sanción preventiva que ha pasado, ha obrado buenos efectos y parece que la insidiosa alergia que le afectó en su primer Giro ha desaparecido. Volverá según sea conveniente.
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Fíjense la orientación que da el NYT, un medio sinónimo de influyente, a la absolución de Contador: destaca la intervención de ZP y pone estas inequívocas declaraciones del responsable antidopaje de EE.UU: "parece un clásico ejemplo de la zorra cuidando el gallinero. Parece que estén protegiendo a su héroe nacional". ¿Cómo era aquella seguidilla sobre el R.Madrid? El equipo del Gobierno/la vergüenza del país...
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Recorrido de la Vuelta a Andalucía 2011. Sigue faltando la etapa de Gibraltar...será que siguen teniendo problemas económicos imprevistos y de última hora, como la excusa que se esgrimió el año pasado.
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Dos opiniones atípicas en La Voz: una sucinta y al ojo, otra la de un personaje que va de espadachín contra el dopaje y que, cuando de su amado Contador ha de hablar, se arma con un alfiler o un palillo. Ejercicio para hoy: comparen las dos opiniones.
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El famoso método para descubrir plásticos en la orina, galardonado con un pintoresco premio. Fíjense en el jurado, todos paisanos de Nicolás Terrados. La noticia, de por sí descacharrante, tiene el toque siniestro de calificar el galardón como "Premio Nacional", algo restringido a Ministerios: han confundido que se de a nivel nacional con que sea Premio Nacional.

Eso sí, en el futuro podría haber un Premio Nacional de estas características. Es de justicia. Ya lo dijo Eufemiano: "me deberían dar el Nobel". 

15 febrero, 2011

España emite un mensaje claro: todo vale

Comida de Irún: culpable. Salta a la vista.
España vuelve a mandar un mensaje muy claro en su particular lucha contra el dopaje: todo vale. Con algunos todo vale. Hasta el apoyo del presidente del Gobierno, en su día la cesión del CSD, los indultos y cualquier cosa. La vergüenza internacional consiguiente ya se combatirá, de momento los acólitos de la causa de Contador ya tienen una exoneración para enarbolar.

Es una victoria pírrica. Como cualquier analista mínimamente avezado puede intuir, el bochornoso fallo del Comité Disciplinario de la Federación Española de Ciclismo exculpando a Alberto Contador de los famosos 50 picogramos de clembuterol en orina será tumbado en cualquier órgano jurisdiccional que no esté regido por la política de la tortilla de patata, la bota de vino y el cante jondo. Cualquier órgano jurisdiccional que no sea españolazo.

Qué les voy a contar de Carlos Arribas que no sepan ya. Es mucho más que un analista mínimamente avezado, y mucho más listo que la mayoria de los que hoy están brincando con el fallo. El titular no deja lugar a la duda ("España exculpa a Contador"), con alguna frase memorable como la que inicia el artículo. Fuera triunfalismos, como ya dejó claro en la grosera intervención del Presidente del Gobierno vía twitter, al que espetó una frase que debe llevar a la reflexión a todos: "la primera vez que un presidente del Gobierno da su parecer de un caso de cualquier tipo que se está juzgando".

Vamos, un asunto de Estado. También de extralimitación del poder ejecutivo que representa en su cargo, que delimita lo que debería su área de actuación. Han utilizado todo: como publica hoy L´Equipe, hasta la Constitución Española. En casos de abuso de poder de este tipo, y como nos enseña nuestra historia de los últimos 200 años, hay que buscar el aire fuera.

Si ya era mala la imagen de una especie de República Democrática rediviva, esta insólita decisión -recordemos que hace sólo dos semanas el mismo Comité Disciplinario había pedido un año de sanción- la acrecentará. Y sobran las razones. Vean si no el fenomenal artículo de Capodacqua (y van...): Anche perché alle spalle c'è una tambureggiante campagna di informazione (?) da parte di alcuni media spagnoli indirizzata tutta in questa direzione: assunzione involontaria, dunque nessuna negligenza, dunque assoluzione piena.

Lo dejo en la lengua original porque no encuentro un sinónimo adecuado a tambureggiante que transmita con igual fuerza la imagen de una orquesta de tambores (tamburo) al son de la absolución: quizás Calanda sea lo más apropiado. España profunda también. España mítica, gótica e inmarcesible. i dirigenti spagnoli da sempre vedono l'antidoping con fastidio. Vincere a tutti i costi. Más España. La auténtica.

Como no puedo ni podré mejorar un artículo como el enlazado, simplemente queda esperar a que la UCI o la AMA utilicen el mes que tienen para presentar recurso ante el TAS, donde la jurisprudencia del caso Onyia tiene que ser aplicada. A la atleta nigeriana nacionalizada española le cayeron dos años de sanción, lo que marca el reglamento, con 20 picogramos de clembuterol. También dijo que venía de una contaminación alimentaria. No sirvió de nada.

En esa ocasión el Presidente del Gobierno no intervino a su favor. La ley es igual para todos, pero para algunos es más igual que para otros. Es sabido que Zapatero es un reputado seguidor del deporte -en una ocasión dijo que pasaba la tarde de los domingos viendo deportes con sus dos hijas adolescentes-, además del cine. También es sabido que sus buenas intenciones de partida acaban complicando más las cosas. El caso Contador, y su grotesca intervención a favor del ciclista, tiene visos de ser otro caso más de esta peculiar manera de ejercer el poder. Ojalá la AMA no defraude con su recurso, ni tampoco el TAS. En medio habrá quedado otro pedacito de este país.
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Fenomenal artículo de Gómez Peña, a la altura de las circunstancias. Si hasta ellos lo ven así...
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El número uno del mundo, el catalán Joaquím Rodríguez, toma una decisión acertada. No irá al Tour, donde el año pasado cayó de la sexta plaza a la octava en la última crono (y en la Vuelta de la segunda a la quinta) y si apostará por el Giro, donde la crono es el último día y hay cronoescalada. No estar entre los cinco primeros sería un fracaso. Su equipo ya había anunciado cinco fijos para la carrera.
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A galga flaca todo son pulgas. Si el oro es oro, y el ron es ron, ¿se puede seguir diciendo Andorra es Andorra? Creo que ya no.
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Me parece un gran invento, de esos que sorprenden por su sencillez y que te deja con cara de ¿por qué no se me habrá ocurrido a mí? Todos los mejores deseos al inventor, especialmente porque este sistema está ya inventado y, a priori, parece mucho más atractivo.

11 febrero, 2011

Landis habla (I): “Que le jodan sería lo correcto”

Hay que mineralizarse y supervitaminizarse
Hace unas semanas Paul Kimmage, un conocido periodista anglosajón que suele tratar los temas de dopaje, publicó en el Sunday Times un extracto de una larga entrevista de ¡siete horas! que había mantenido con Floyd Landis. Fue poco antes de Acción de Gracias y, como se dice al final, “es la última entrevista que voy a dar sobre mis primeros 35 años de vida”. Como el periódico tradicional no da para publicar toda la entrevista, ambos acordaron que la transcripción íntegra se publicase en el conocido portal NY Velocity, de donde yo la saco y donde ustedes la pueden leer.

Les advierto que su lectura lleva bastante tiempo porque siete horas son siete horas, y da igual que sea en inglés o en castellano. Esta serie de posts es a su vez un extracto de lo que a mí me ha parecido más destacado, pero ahí tienen la fuente original para lo que dispongan. Insisto en esto porque la forma de publicarlo no permite hacer referencias –es un texto continuo- y se tendrán que fiar de cómo se lo pongo yo. Antes de meterse de lleno en el asunto, no puedo dejar de comentar las pedradas que tiran tanto periodista como exciclista contra cyclingnews.com, que se pueden leer en la parte final (“sólo hay una cosa peor que leer cyclingnews.com…hablar con ellos” “Si, nunca lo volveré a cometer ese error. Que les jodan”), completamente justificadas por cómo han tratado el tremendo outing de Landis y, en general, todo el dopaje.

La entrevista comienza con el día en que Landis de vistió por primera vez de amarillo en la etapa de Val d´Aran del Tour 2006, la que ganó Menchov, para después derivar rápidamente hacia el día de DisneyLandis. Kimmage, que es bastante cuco como casi todo el gremio al que pertenece, dice que “no puedo creerme lo que hiciste aquel día”. Será que no se lo cree, pero ese día todos elogiaron de una manera desmedida y fanática la exhibición de dopado, sin precedentes en el ciclismo moderno. Y todos incluye a Kimmage, por supuesto.

No se si habrá sido estrategia para ganarse a Landis, pero el caso es que el periodista irlandés agasaja al estadounidense con esta frase no mucho después: “Dado el historial del Tour, y el hecho de que muchas victorias estén relacionadas con el doping, lo que hiciste aquel día es posiblemente la mejor carrera de todos los tiempos”. Como lo leen: uno se pone hasta las cejas menonitas de todo lo que pueda haber, da positivo, emprende una batalla de años para negar la realidad, la admite, y todavía le elogian por haber sido un ciborg aquel día. Y con el argumento típico de los dopados: como todos se ponen…pues igual de condiciones. La-men-ta-ble.

Landis pudo hacer aquello, y por eso no hay precedentes ni siquiera en los años de la barra libre de EPO, porque llevaba encima la intemerata. Es bastante probable que fuese una tabla periódica ambulante. Con el tiempo hemos sabido por qué bebía continuamente, hasta parecer ridículo y circense (Juanma Castaño, ese personaje propio de circo, dijo que era para refugiarse en el coche y que eso le ayudó a lograr su diferencia de siete minutos en meta. Afortunadamente ahora está en lo que le gusta, el fútbol y el cachondeo), y no era otra cosa que para rebajar la EPO. Le debió de servir, porque dio positivo por testosterona, aunque todavía siga negando que hubiese tomado esa sustancia.

Estos son los personajes. Está bien tenerlo presente porque, aunque la entrevista está muy bien y te deja con esa agradable sensación propia del estar leyendo algo bien escrito, conducido y presentado, en este mundo del ciclismo todos juegan con las cartas marcadas. Ni Kimmage es un azote contra el dopaje –es simplemente uno que ha aprovechado un nicho de mercado ignoto, como intenta hacer Alix en España-, ni Landis ha sido ni será jamás un santo, aunque a este último hay que escucharle porque sabe de lo que habla, de la misma manera que se escucha a un testigo en un juicio o que el buen historiador acude a los que vivieron el acontecimiento desde dentro y no leyendo por ahí.

Landis responde al piropo de Kimmage diciendo que “No había dicho esto antes porque nadie me lo había preguntado, (…) sin tener un conocimiento específico de si Pereiro también iba dopado, entonces si que hubiese tenido la sensación de estar engañando a alguien, pero yo sabía de que iba el asunto, lo había visto de primera mano”. Como añade el periodista, Pereiro y Landis habían sido compañeros el año anterior en el infausto Phonak. Más adelante, mediada la entrevista, retoma el asunto, del que huelga decir que nadie en España ha hecho caso.

Quedaba la crono final donde Landis tenía que arrebatar el liderato a Pereiro. “Estaba bastante convencido. Quiero decir…conozco a Pereiro y se que no tenía más trucos que no hubiese intentado ya…Hable con él sobre esto y me dijo que tenía otra transfusión de sangre por hacer, pero no le di mucha importancia porque en cualquier caso yo soy mejor contrarrelojista “ “¿Hablasteis de eso?” “Claro, hablamos abiertamente de estos temas en el pelotón, es la razón por la que no puedo creerme que nadie hubiese hecho antes lo que yo hice. Literalmente, hablamos de manera franca y abierta: (Pereiro) se hizo una transfusión sanguínea y algo de hemoglobina artificial” “¡Me estás tomando el pelo!” “Si, y después me tiró a los pies de los caballos (he threw me under the bus) y dando la matraca durante cuatro años” “¡Joder!” “Que le jodan sería lo correcto” “Esto es increíble” (Landis empieza a reírse) “Es una historia estúpida, una larga y estúpida historia”.

No tanto, Floyd. Por mucha naturalidad con la que se hable en el pelotón de todas esas cosas, que por otra parte es algo de sentido común en una sociedad cerrada y opaca, con ritos iniciáticos que te meten en el ambiente desde muy joven, el contexto de ese Tour y esa conversación es de un corredor indultado para correr, como su compañero de equipo que se cayó el solo en mitad del pelotón en las primeras etapas y cuando había salido lo de 18.- Valv. (Piti), y enrolado en una estructura deportiva que siempre se ha vendido como limpia, que es otra forma de indulto a la navarra. Evidentemente, las declaraciones de Landis serán descalificadas como ya hicieron en su momento cuando contó lo suyo con Armstrong, tema a retomar más adelante, donde le tildaron directamente de demente (Armstrong) y que necesitaba ayuda profesional (Bruyneel).

Aquí en España, que de anglosajones tenemos únicamente Gibraltar, hemos tomado las declaraciones de Landis a la manera usual: como si no existiesen. La mejor manera de que nadie se entere es hacer como que no nos enteramos. Al menos por ahi fuera le han entrevistado, con las respuestas previsibles. Así nos va. Pasarán 50 años y alguien se preguntará “¿Quién es este Pereiro que ganó un Tour y que jamás volvió a ganar ninguna otra carrera ni subirse al podio?” Y la mejor forma de responder será “bueno, es una historia estúpida, una larga y estúpida historia”.
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Una expresión más de la Monarquía Parlamentaria Española (M.P.E), donde el deporte son nuestros soldados y, en expresión que no es mía, "el sustento que une España". Que nadie se deje engañar por el buen artículo de Arribas: sabe perfectamente que esta intromisión grotesca y grosera sólo empeora las posibilidades de Contador en el TAS. Imaginénse: jueces deportivos internacionales presionados por cargos políticos nacionales...¿quien gana? Pues eso. Por cierto, El País sigue con su campaña de cartas al director proContador (¿en serio que no han recibido ninguna a favor de la razón?), esta es la última. El autor está muy preocupado por el gasto que lleva el caso para la nimiedad de picogramos que son, y a mí me parece muy divertido que envíe su carta desde el segundo municipio con mayor renta per cápita de España.
***
Como insisto frecuentemente, las entrevistas a Freire dejan verdades como pedradas: «¿Vive como un rico?»  «No, bueno, depende. Vivo como un rico porque hago lo que quiero. Se puede ser rico de muchas maneras. Dinero no me falta, pero por tenerlo no voy a derrocharlo». Encaja bastante con mi definición, que no es cuantitativa: rico es el que vive sin trabajar o trabaja en lo que quiere y cuando quiere. Y todo el resto, como bien dice Gómez Peña, es de puro sentido común.
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Que lo del boom de la bici urbana, y especialmente los pelmazos del fixie, era una cosa de pijos estaba clarísimo. Y si tienen alguna duda, lean El País Semanal. Aquí otra confirmación, sacado del twitter del amedentrador de Simeoni: una bici de 20.000 euros. Y una marcha. Eso sí, forradita en símil-cuero y obra de un artista, que para eso se vende en la tienda del marchante Gagosian .Y una pequeña encuesta: ¿cómo os tomariais un post dedicado al fenómeno fixie? Aviso que me muero de ganas...

10 febrero, 2011

Un bronce y una cara de bronce

  
Medalla de segundo cuello

Mientras Riccò ya tiene fuerzas para negar que dijese que se había practicado una autotransfusión, y en el ciclismo italiano siguen saliendo voluntarios para apalearlo, se acerca una noticia del género que, en mi opinión, tiene más implicaciones.

A finales de enero se presentó el poderoso Katusha en plena Plaza Roja de Moscú. Para este año han fichado, entre otros, a los nada sospechosos por su trayectoria Paolini y Di Luca, pero esa es otra historia. Una de las estrellas del evento fue Kolobnev, el ciclista que nunca gana, que fue investido con la medalla olímpica de bronce de la carrera de Pekín, hace dos años y medio. Hay hasta un vídeo y todo.

Kolobnev, como recordarán, fue cuarto en la prueba. Nueve meses después se supo el dopaje por CERA del que fue segundo, Rebellin. Como en el COI no tiene reparos en quitar medallas y redistribuirlas de nuevo, aunque lleve su tiempo, suponemos que Cancellara ha enviado su medalla al ruso mientras el organismo olímpico le envíaba a su vez la plata birlada por Rebellin. De esto último no hay foto ni exhibición pública.

Dos años y medio para arreglar el entuerto. No es el único plazo por encima de los dos años que vence: el próximo 27 de abril Davide Rebellin, a punto de cumplir los cuarenta años, cumple su sanción. ¡Qué rápido pasa el tiempo! En estos 24 meses no he leído en ningún momento reclamar a Andy Schleck la victoria en la Flecha Valona que legítimamente le pertenece, pero bueno, tampoco ha dicho nada sobre su Tour de Francia del año pasado.

 Huelga decir que Rebellin siempre ha negado haberse dopado con CERA. No es que haya dado muchas entrevistas en este tiempo, pero hay una bastante reciente en La Stampa. "Vuelvo porque se que estoy limpio" o "Quiero demostrar que se puede ganar una gran clásica con 40 años" ya ponen sobre el aviso. Insisto: a mí me parece más grave que lo de Riccò. Por la edad, por la desfachatez y por la impunidad con que lo dice.

"No tengo nada que confesar, al contrario". "No soy un estúpido, sabía que ya por entonces ciertas sustancias se encontraban con facilidad", aunque el propio Riccò, el primer cazado por CERA, dijo que el método tenía que mejorar porque en ocho controles sólo había dado positivo en dos. Rebellin, más de cincuenta podios en pruebas de un día, sólo ha dado positivo una vez. Y lo niega. Y quiere volver a ganar con 40 años.

Dice que su positivo viene por un error de laboratorio, una muestra equivocada, que las muestras están mal conservadas...cualquier cosa menos decir que se dopó. "No tengo nada de lo que arrepentirme", y se refiere a los casos de Contador y Pellizotti para dar a entender que los métodos antidopaje no funcionan, porque cazan inocentes. "Me siento cercano a ellos". Y tanto, Davide, y tanto.

Dice que tiene dos ofertas para fichar, una de ellas de un equipo ProTour, con mucha probabilidad el Lampre de Kasheskin, otro que jamás hizo nada. El otro equipo puede ser el Farnese Vini. Al parecer, en este ciclismo es lo más normal que corredores sancionados se pavoneen -como Valverde- de tener asegurado su regreso, porque saben que si no transigen las normas del pelotón tienen las puertas abiertas. Con 40 años. Lo de Riccò es una anécdota comparado con esto.
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¿Cómo se prepara el terreno para el regreso? Pues abonando. ¿Y cómo se abona? Pues con esto. Pura sustancia orgánica de desecho. Ya saben: el Once del Once del dosmilOnce hay francachela, a saber. Caído ya en la cabalística y la numerología, ¿qué cabe esperar? ¿El tarot?
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Entrevista a Samuel Sánchez, al nivel habitual. Fíjense como utiliza el plural para resaltar sus éxitos -de podios, no de victorias-, que año a año va mejorando (y ya tiene 33 años, pero esto es lo más normal en este ciclismo que nos ha tocado vivir) y "voy a poder pelear con los de arriba, y ganaré alguna. Y de las gordas". Como el GP de Llodio, por ejemplo.
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Urraburu: no estamos todos, faltan los presos.
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Fantástico reportaje en Der Spiegel, una vez más.
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Maravilloso comentario, primorosamente escrito, de Eugenio Capodacqua, sobre la septicemia de Riccò.
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¿Se acuerdan de "Historia de una jeringa"? Sí, la misma que llevó a la espantada del Gerolsteiner en el Giro 2008, la caída de Molleta -no volvió a ponerse un maillot- y, meses después, al descubrimiento de la CERA, por mucho que la UCI diga que hasta el positivo de Riccò no existía. Bueno, pues están juzgando en Italia al padre de Molleta. También al hijo, que lo niega todo. Cria cuervos...
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El libelo llamado El Mundo le dedica hoy a Contador el editorial principal y dos páginas enteras de deportes, llenas de mentiras y falsedades. Como es un diario de campañas (cuando están metidas en una parece que no exista otra cosa) tenemos espectáculo y humor asegurado para una buena temporada.
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Desvelado el recorrido de la prueba de ruta de los JJ.OO de Londres 2012.  250 kms. por el suroeste de Londres. Se cruza el Támesis por Putney Bridge, tras atravesar King´s Road y gran parte de Chelsea y Fulham. Después de Richmond Park y Hampton Court, se darán nueve vueltas a un circuito flojito de 15´5 kms en el condado de Surrey, para después volver al centro de Londres por la misma ruta y finalizar enfrente de Buckingham Palace. Este último tramo hace que Cavendish sea favorito, pero claro: ninguna prueba olímpica desde 1996 ha acabado en sprint masivo. Todos los equipos lucharán porque no sea así.

Curiosamente, el recorrido final es exactamente igual que el filtrado por cyclingweekly.com hace la friolera de nueve meses. No han hecho ni un cambio. Es más, se han inspirado en la ruta de esta peculiar carrera inglesa, en la más pura tradición británica de perseguir un queso rodando colina abajo y lanzamiento de huesos de aceituna con la boca. Será una gran carrera y, como acompañe el tiempo, espectacular.

09 febrero, 2011

Un colpo di freddo

Se acostumbra uno a la sangre y...
Módena es una tranquila ciudad de provincias italiana, extremadamente próspera y, al margen de todas las bellezas comunes al país, destaca por el magnífico cementerio de Aldo Rossi, su mejor obra y sólo por eso parada obligatoria cuando se hace la Vía Emilia. El post de hoy va de cementerios, o gente que aspira a entrar acortando plazos.

Hace tres noches la tranquilidad de esta ciudad se vio alterada, al igual que en su tiempo Tortona, por el dopaje. En la tarde del domingo Riccardo Riccò, ciclista que no necesita presentación y vecino de la zona, ingresó de urgencia en el hospital de Baggiovara (llamado S. Agostino-Estense, uno de los más recientes del país, inaugurado en 2005) con un cuadro que hacía presagiar lo peor: había sido remitido allí desde el pequeño hospital de Pavullo nel Frignano -hay que conocer Italia para saber lo que significa "pequeño"+"hospital"-, donde inconscientemente habían dejado el semicadáver del ciclista en un primer momento.

Tiene narices que un joven de 27 años, que ve crecer su fiebre hasta 41º y que sabe por qué la tiene, vaya a un hospitalucho: incluso en ese estado todavía tenía arrestos, el o su entorno, de intentar evitar que el asunto transcendiese. Sin embargo, fue el médico de Pavullo el que fue derechito a denunciar la situación a la comisaría una vez que estabilizó al paciente, nada menos que con "fallo renal  y embolia pulmonar". Un cuadro de septicemia.

Por eso tiene interés que en un primer momento el padre de la criatura dijese que su bambino había tenido "un golpe de frío" mientras entrenaba por la mañana. El lunes la noticia transcendió y ayer la Gazzetta confirmó lo que estaba en la mente de todos, aunque ya llevase unas cuantas horas en la declaración efectuada a los carabinieri por el médico.

Al parecer, Riccò estaba fuera de sí y dijo al médico que se había realizado una autotransfusión unas horas antes en su casa y en presencia de su mujer Vania Rossi. Que la sangre empleada había sido extraída hace 25 días y que desde entonces estaba almacenada en el frigorífico de casa. Todo esto a un médico de una localidad de 15.000 habitantes, acostumbrado a anginas, paperas y toses. Lo dicho: derechito a la comisaría. No lo leerán por ahí, pero siempre me gusta ponerlo: gracias al médico por su cuidada praxis y porque en algunas ocasiones el mandato de Galeno de la confidencialidad entre paciente y médico se tiene que romper. Especialmente cuando hay un delito de por medio.

De no ser por esta mediación, seguramente en una o dos semanas Riccò volvería pimpante diciendo que le sentó mal una ensalada y que su primer objetivo (el Tour del Mediterráneo que empieza hoy, cuatro días después de la hemotransfusión) cambia hacia otro, y que volverá más fuerte que nunca. Es la historia de su vida, o la de su deporte.

El juzgado ya se ha puesto manos a la obra y ha pedido al hospital de Baggiovara que facilite todos los datos clínicos con los que entró Riccò (muy útil, como demuestra el caso de Pantani y su accidente en la Milán-Turín de 1995), mientras el CONI ya ha abierto un expediente disciplinario, el primer y obligado paso para la sanción de por vida al italiano del que Matxín no sospechaba nada hasta que dió positivo.

El resto de reacciones han sido bastante virulentas: desde un Bettini que dice que Riccò "ha traicionado a Sassi" -el santón recientemente exitus había bendecido el second coming- hasta Di Rocco, el presidente de la Federación Italiana, capaz de decir que "debe dejar el deporte", "crisis de valores", "un chaval podrido por dentro (...) que ha perdido el sentido de la realidad", rematado con un "el desastre moral es terrible".

En el Vacansoleil, que ha juntado bajo el mismo maillot a Riccò, Ezequiel Mosquera, Leukemans, Devolder y Santo Anzá, amiguísimo de Riccò y con pasado turbulento, dicen que no saben nada y que, en caso de saber, son ajenos. Habrá que ver donde se hizo la extracción de sangre Riccò, porque si fue hace "25 días" sale el 10 de enero, confirmándose que las fechas de Navidad son clave en el calendario de dopaje. El equipo estuvo concentrado en Benidorm entre el 14 y el 20 de diciembre pasado.

Arribas insiste en su crónica en que "las autotransfusiones se practican sin control médico". Está por ver, claro. Una cosa es que el chute final lo hagas en casa de manera chapucera (¿la de Eufe era mejor, en pisos patera con viales tirados en cajas de cartón?) y con la sangre guardada junto a las judías y el Actimel, y otra que la extracción se haga de la misma manera, porque para sacar la sangre necesitas algo más: la bolsa, por ejemplo. A la espera de acontecimientos, me quedo con la excusa paterna: un colpo di freddo. Vuelven las siberias. Nunca se fueron.
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Estas fotos, y más en un deporte caníbal como el ciclismo, suelen traer evocaciones del pasado muy diferentes de lo que se pretende. ¿Hay que sacar alguna enseñanza vista la trayectoria de Mayo, Mancebo y Astarloa? Por cierto, ¿alguien sabe que fue de David Cancela? Todos estos y Líder Máximo están en primera fila.
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Relacionado íntimamente con lo anterior, un emotivo saludo a todos los miembros de la cofradía Fertonani, no te olvidamos. Y también a tí, Eusebio ("Paquito, si quieres ser algo en el ciclismo tienes que ir a El Doctor"), ahora que te va tanto ir de Jeannete ("Soy rebelde porque el mundo me hizo así":  lo que no le impide espetar que "actualmente rendimos culto al escrupuloso cuidado de la imagen"). Arribas, mamporrero oficial de cualquier cosa que sirva para ocultar la triste realidad del ciclismo, se atreve a escribir esto: "El equipo de los años de la inocencia del ciclismo" ¿¿¿¿¿Cómo????? Oye, que Arroyo dio positivo en la Vuelta de 1982 -perdió el título-, el año anterior a su podio en el Tour...sería que lo hizo de manera inocente...

Por cierto, Valverde volverá con ese maillot en un año, pero en la presentación decidieron no traerlo. Ahora luce uno negro -muy apropiado- y sigue refiriéndose a los "compañeros de equipo", aunque alguno como Luis León ni siquiera quepa ya en esa construcción mental ideada para creer que "no pasa nada".
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Íñigo Cuesta continuará una temporada más enrolado en el Caja Rural, que también espera así conseguir un enganche en la Vuelta a España: por su récord de participaciones -no se ha perdido una edición desde mitad de los noventa- y por su longevísima edad. Además, en la presentación estuvo Olano, que corta bastante bacalao en la Vuelta (y lo suele hacer bien)
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El recorrido de la París-Niza de este año. Destaca una crono de 27 kms., la más larga que se disputa en la prueba desde 1968. Y el de la Tirreno, con una CRE el primer día y una crono de 9 kms. el último. Además, un recorrido espectacular por Umbria.
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Maravillosa galería de fotos.
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La página web de Kolobnev. Ni yo mismo lo hubiese hecho mejor. Sayonara, baby
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Eusko Gudari.
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Schumacher se va de rositas en el litigio que tenía Gerolsteiner contra él.
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Carta al director publicada en la edición nacional de El País. El día anterior esta, aún más bruta y que habrá arrancado carcajadas entre químicos que la hayan leído (0´3 gramos de una molécula, estamos entrando en los terrenos de la ciencia-ficción). Me consta que han recibido, sobre el mismo tema, otras de distinto jaíz y referidas al tratamiento informativo del caso solomillo. Sin embargo, publican esta: el título de la primera también sirve para la línea editorial que están aplicando.
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Cada medalla de oro en JJ.OO cuesta al Estado 40 millones de euros. Aunque sea menos que esta fabulosa -y un poco fantasiosa cifra- es indecente bajo cualquier punto de vista
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Y relacionado con lo anterior, esta noticia de vergüenza. Cuando se inauguró en la inusual fecha del 23 de agosto del año pasado fue el alcalde Ruiz-Faraón. Ahora sólo van las malas hierbas. En el entretiempo no ha sido usada nunca. Madrid y sus instalaciones olímpicas: aquí hay un libro, para el que quiera escribirlo.
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Política de régimen, régimen de Estado. Puaj. La Monarquía Parlamentaria Española (la M.P.E), año 2011.