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31 octubre, 2007

A temporada pasada

Conviene leer este post antes del de hoy. Estaba dedicado, como viene siendo tradición, a analizar las expectativas de una serie de corredores para la temporada apenas concluída, la de 2007. Y como viene siendo igualmente tradición, es hora de mirar atrás y ver en que ha quedado todo.

Frank Schleck: temporada relativamente decepcionante la del luxemburgués. Ahí está el dato de un corredor que, habiendo concluido cuarto y tercero en el ProTour en los años anteriores, este año ha sido incapaz de acercarse a esas posiciones. En su haber figuran un tercer puesto en Lieja, el cuarto del Mundial, el Giro de Emilia y una etapa de montaña absolutamente increíble en Suiza. Sin embargo, a pesar de este último resultado, que vaticinaba un Tour exitoso, fracasó horriblemente en la prueba francesa. Con dificultades evidentes para ganar, está por ver en que tipo de corredor se convierte. De momento, esta temporada ha seguido en el candelero, por lo que será un fijo de este sección para 2008. Por clase y calidad.

Yaroslav Popovych: ganó una etapa en Niza a su manera, la misma con la que arrasaba en amateurs. Rodando con titán y el pelotón encima, sin poder cogerle. Salió en el Giro como relativo jefe de filas y abandonó sin ningún resultado. En el Tour, literalmente, se salió. Trabajando como gregario (ahí está la labor para Contador en la bajada del Galibier), el ucraniano acabó octavo en París, un resultado que le ha valido el fichaje por el Predictor-Lotto. Vuelve así a Bélgica, donde se formó como ciclista, y donde contará con un estatus de más espesor que en el Discovery. Todavía es relativamente joven, y sube y contrarrelojea como los mejores. No será el "Eddy Merckx del Siglo XXI", pero su temporada todavía hace albergar esperanzas de un corredor que puede aspirar a grandes metas.

Filippo Pozzato: debutaba como jefe de filas en el Liquigas, y lo hizo con grandes resultados. Ganó la Het-Volk de manera maravillosa, nada menos que ante Flecha, O´Grady y Boonen, y después el Tour de Haut-Var. En San Remo y el resto de clásicas se hundió en esa miseria que tanto le gusta. En el Tour ganó de manera increíble (uno de los grandes momentos de la temporada, sin duda) el sprint de Autun, nada menos que ante Freire. Después vinieron otras victorias menores y una serie de calambres en la parte final del Mundial y la P-T, la típica pozzatada que hace que este corredor oscile entre lo más maravilloso y lo más triste. El mismo Pozzato de siempre.

Schumacher: empezó el año ganando la crono de Tirreno. En País Vasco se pegó un golpe tremendo en la rodilla, que no le impidió (sic, a lo Heras) ganar la Amstel Gold Race ante lo mejor del ciclismo mundial. En Lieja estuvo escapado hasta bien cerquita de meta, adquiriendo galones de figura de primer nivel. En el Tour, sencillamente, desapareció. Siempre en el pelotón de los sprinters y, cuando se coló en alguna fuga, fue el primero en descolgarse. Vino a la Vuelta a rodarse para el Mundial, donde fue tercero tras estar en cabeza las siete horas de la carrera. Poco después se filtró lo de sus extraños valores hematológicos, su noche de farra y su accidente de coche, a lo Ullrich de fiestuki. Rebellin ha renovado por un año, por lo que seguirá la extraña bicefalía del Gerolsteiner -que acaba su patrocinio- para el 2008.

Sinkewitz: da pena leer lo escrito en enero sobre este corredor. Tras fracasar en la Ardenas, ganó con un ataque de finisheur el prestigioso GP de Frankfurt. Se retiró del Tour, donde no estaba rindiendo como en 2006, tras comerse a un espectador en la bajada de Tignes. Poco después se conoció su positivo por testosterona exógena.

Nibali/Visconti: han seguido su progresión. Uno ha ganado el campeonato italiano, otro se ha dejado ver en clásicas y el Giro, además de las semiclásicas italianas. Como se decía en la EGB, "progresa adecuadamente".

J.A Flecha: sigue sin sumar una sola victoria con el Rabobank. Este año ha sido segundo en Roubaix, su única alegría del año. También en Het-Volk. En ningún sprint se le ha visto al lado de Freire. Es incapaz de marcar la diferencia en ningún terreno. En el Tour volvió a hacer de saltimbanqui en todas las etapas, hasta la humillación de Marsella: de once fugados, llegó el undécimo. Después siguió la temporada disparando con su escopeta de feria, como en Tours, donde cogió la rotonda exactamente por el mismo sitio equivocado que otro corredor en 2006: tanto ver vídeos, tanto ir de catedrático del ciclismo, para cometer esos errores. Todavía tiene fans por ahí, muy sufridos.

Gómez Marchante: País Vasco fue la única carrera de la temporada en la que estuvo a nivel competitivo. Se dió de baja para Suiza y el Tour por una colitis ulcerosa, enfermedad por la que a partir de ahora dispondrá de certificado médico. Salió en la Vuelta, pero se arrastró. Temporada en blanco, y renovado por el Saunier dos años más.

Menchov: el mismo de siempre. En la Volta fue tercero y ganó la cronoescalada. En Dauphiné rindió por debajo de lo esperado. En el Tour le tocó trabajar de gregario para Rasmussen, incluyendo la humillación de la etapa del Peyresourde, donde fue obligado a descolgarse de la fuga con Zubeldia, Kirchen, Vinokourov y Cobo para ayudar a Boogerd en la marcheta. Para la Vuelta volvió por sus fueros y ganó sin rival. Dos Vueltas, dos victorias en el Ventoux, etapa de montaña en el Tour, País Vasco...yo creo que su palmarés es para tener en consideración, ¿no?.

Nuyens: fichó por el Cofidis para ser jefe de filas. Debutó con victoria en la Ruta del Sur. En las clásicas ni se le vió, es lo que tiene fichar por un equipo francés (y que se lo digan al asmático Beloki). Tampoco el resto del año, donde creo que consiguió alguna victoria menor. En el Tour estuvo rondando el farolillo rojo hasta que su equipo se retiró por culpa de Moreni. Tildar su temporada de absoluto fracaso es ser generoso.

Leif Hoste: cambió el Discovery, donde ganaba cronos y todo, por el Davitamon. Fue, de nuevo, segundo en Flandes. Se acabó su temporada. Se puede decir, sin ánimo de equivocarse, que es el Flecha belga, con la salvedad de que el catalán vendería su pierna por ser tres veces segundo en Flandes. Sí, he escrito segundo, y no primero.

Benjamín Noval: ahí estuvo, como siempre, en el Tour. Mientras sus compañeros rendían a un nivel hiperhumano, como cuando estaba El Patrón, el asturiano daba conversación a Contador en la habitación. Por esa labor, fichará por el Astaná este año. Sigue siendo uno de los casos más enigmáticos del ciclismo profesional.
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(actualización de las 12:04). He leído el Marca impreso. Garai entrevista a Heras, que está inflando la rueda de su mountain-bike. Dice que tiene cinco ofertas de cinco equipos españoles que no son ProTour. Que su sanción acabó el 27 de octubre, pero que ahora se entera que no será efectivo hasta el 8 de febrero de 2008, cuando se le comunicó a todos los efectos su sanción de dos años. Es lo que tiene estar con líos de abogados, te venden fechas y burbujas de jabón que al final te crees. Comenta la posibilidad de correr grandes vueltas, ahora que no están en el ProTour. Que no va a correr por "dos reales". Heras. Eras, y no volverás a ser. Al que le guste, que se lo coma.

Más interés tiene lo que se comenta en una noticia breve. Al parecer, el Caisse ha fichado como director deportivo a ¡Neil Stephens!. El australiano que servía para todo gracias a esa sustancia de tres letras (la sal), y que tan buenos rendimientos tuvo en montaña con la ONCE y el Festina, encuentra acomodo en la estructura navarra, a la que ha sido siempre ajeno. Otro fichaje más que sumar a la lista de los Cayetano Juliá, Tino Zaballa y Rubén Plaza. Por cierto, me comentan que Abarca Sports ha puesto precio a su participación en la licencia ProTour con la que compite el Caisse d´Epargne. Jose Miguel Echavarri, un viejo sabio. Y se no les gusta esta definición, cambien sabio por ese animal que se caza en alegre fiesta en Gran Bretaña.

30 octubre, 2007

Sinkewitz habla sin pruebas


Estos días está declarando, con el más absoluto silencio de los grandes medios, el alemán Patrick Sinkewitz, positivo por testosterona exógena durante un control sorpresa antes del Tour. La situación contrasta bastante con el seguimiento que se realizó, hace un año y por las mismas fechas, al llamado caso Cofidis. A saber a qué intereses responde, porque lo que está diciendo el antiguo corredor estrella no puede dejar indiferente a nadie.

Repitamos: fue cazado por un control sorpresa de la UCI, no del equipo, cuando volvía de un largo entrenamiento por los Pirineos, allá por el mes de julio. Sus compañeros de travesía (Rogers, entre otros) también pasaron por el mismo trance, pero en el caso del australiano pudo visitar el baño antes de someterse al control. A Sinkewitz no le dejaron. Estaban sobre la pista. Por supuesto, cuando le comunicaron el positivo, declaró desde la camilla donde convalecía por una caída "no se nada, debe tratarse de un error". Después se retractó, y ahora, al parecer, está colaborando para no ver que, quizás, vuelva a competir en las grandes carreras con 31 años.

Hombre, colabora de puertas para dentro. Por ejemplo, primero se informó de que todo el T-Mobile compitió completamente drogado el Tour 2006, el de la supuesta limpieza por la Operación Puerto, el mismo equipo que vio como apartaban, el día de la salida, a Ullrich y Sevilla. Ahora salen informaciones que dicen que no, que no dijo eso. Como cuando dijo que Bettini fue el que introdujo en el maravilloso mundo de los geles de testosterona de aplicación cutánea, cuando compartían maillot en el Quick Step. ¡Qué difícil es colaborar con las autoridades deportivas y al mismo tiempo salvarte de la vendetta del grupo!.

Relacionado con este último aspecto, merece la pena hacer un excurso a que Jaksche, uno de los pocos corredores que ha confesado su dopaje, ha declarado recientemente en Islandia que, antes de su outing, Bjarne Riis le amenazó gravemente sobre las consecuencias de sus actos, habida cuenta de que fue su director en la única temporada en la que el alemán ganó algo. Y aquí enlazamos de nuevo con el T-Mobile. Junto con Ullrich, el danés desposeído de su Tour fue la punta de lanza del Telekom (antigua encarnación del T-Mobile) en 1996, una edición donde, según hemos sabido este año, todos los integrantes del equipo magente compitieron dopados. Sí, Zabel sólo una semana (sic); sí, Ullrich no ha confesado; pero Henn, Aldag, Bolts...ejem.

Analicemos, pues, la formación del T-Mobile en el Tour 2006, para comprobar la veracidad de las declaraciones de Sinkewitz. Aquí la tienen. Además de la pareja germanoespañola de Quijote y Sancho Panza ya citada arriba, los alemanes salieron con Kloden, Guerini, Gontchar, Kessler, Mazzoleni, Rogers y Sinkewitz. Muy bien. Gontchar, Kessler, Mazzoleni y el del gel de testosterona han tenido problemas de dopaje, cuando no positivos de manual, esta temporada. ¿Podemos creernos que fuesen limpios en 2006? No, igual que hay que hacer un esfuerzo para pensar en la pulcritud de Klöden (amiguissimo de Ullrich, en el equipo del Tour 2007 con los hemotransfusionados Vinokourov y Kascheskin), de Guerini (aguantaba a Pantani en montaña, ganó en 2005 una etapa del Tour en el llano) y de Rogers, el pupilo de Ferrari.

Y si no se convencen, miren los resultados. En la crono de Rennes 2006, al séptimo día, el T-Mobile coloca a seis de sus siete corredores entre los 16 primeros. Eran 52 kms., no precisamente un prólogo. Eso incluye al vencedor y maillot amarillo Gontchar, que jamás la vió tan franca, sacando un 1´al segundo, la misma diferencia que separaba a éste del decimocuarto. Además, Rogers fue cuarto, ¡Sinkewitz sexto!, Klöden octavo, Kessler 14º y Mazzoleni 16º. En la general, el T-Mobile acaparaba la primera posición, la tercera, la cuarta, la sexta y la décima. Vamos, como tras una CRE.

Llega la primera etapa de montaña seria, la de Pla de Beret, y Kessler, que jamás había subido un puerto con los favoritos, dinamita la carrera en el Portillon, y de paso también a su equipo. Una vez más, el T-Mobile, teniendo el equipo más potente, lo echa todo a perder. Aunque al final, tras todas las vicisitudes, Klöden fue segundo en la general, ahí queda el rendimiento del equipo, donde, entre otras hazañas, Sinkewitz fue el único que aguantó a Landis en su día de whisky, por lo menos hasta el Joux-Plane. Ya. Ahora me dirán que Sinkewitz, con tal de ver reducida su condena, dispara contra todo, que un tramposo quiere enfangar a todos. No, qué va. Como aprendimos con la Operación Puerto, sólo se dopaba el jefe de filas (Ullrich), los demás iban a cafés con leche y spagghetis. Y por eso han ido cayendo en gran medida: por las declaraciones de traidores y no por positivos. En fin. El Tour de 1996, como el de 2006.

29 octubre, 2007

Al menos la entrevista salió barata

Está El País de revolución. De presentación y contenidos. Más de lo primero que de lo segundo. Copiando a La Vanguardia, la contraportada del antiguo Diario independiendente de la Manaña se dedica ahora a entrevistas, pero sin la gracia, la inteligencia y la simpatía de La Contra del diario barcelonés. Además, los entrevistadores, en vez de ser un grupo fijo, se van turnando. Hoy, pásmense, le toca el turno a Carlos Arribas con Oscar Pereiro. Tijuana, marihuana, un niño que nace.

El titular es sincero, todo hay que decirlo. Al menos ya sabemos que lo suyo es de nacimiento, y no desde que Hugo Boss lo eligiese como testimonial de sus productos. El periódico que hace gala de la lucha contra la anorexia -cuando le conviene- y de estilos de vida saludables, no tiene reparo en publicar que todo un ganador del Tour práctica una especie de ramadán a la gallega consistente en desayunar "un café con leche" y "cuando me entreno, tampoco como". Y lo publican tan cual, olvidando que quizás el antiguo compañero de Hamilton, S.Pérez, Botero o Landis sea un modelo para algunos chavales fácilmente impresionables. ¿Volverán a hablar en la próxima Cibeles/Gaudí del índice de masa corporal inferior a 18? Hace falta ser sinvergüenza.

Todo son sacrificios para el propietario de Torpe, el perro bautizado en honor de Ian Thorpe. Su mujer, que tampoco pudo acompañarle en el acto circense del CSD, "está preparando oposiciones", por lo que se quedan sin vacaciones. Sin entrar en consideraciones sociólogicas de por qué todos los gallegos están preparando oposiciones, o lo han hecho (o harán) en algún momento de su vida, lo cierto es que Pereiro ha estado de vacaciones todo el año. Casillero con cero victorias, su mejor resultado un segundo puesto en una etapa de Dauphiné. Soy incapaz de recordar un tercer, cuarto o quinto puesto en ninguna otra carrera. Vamos, que también se podría haber preparado una oposición este año. A funcionario de prisiones, por ejemplo: trabajas dos semanas y descansas dos, perfecto para competir al gran nivel de todo un ganador del Tour.

"Por la tarde, después de holgazanear un poco en casa, saldré con los amigos a tomar una cerveza. Y estos días, estas vacaciones en las que no tienes que hacer nada de nada, me hacen sentirme un privilegiado por ser ciclista". Esto es toda un declaración de intenciones: sacrifica las comidas, ¡pero mi cervecita que no me la toquen! ¡Aunque sea ese meado de vaca llamado Estrella de Galicia! ¡Fabuloso como combina el verbo holgazanear, en infinitivo! ¡No hace falta que le ponga tiempo, es una constante! ¡Y debe ser el primer ciclista que dice que es un privilegiado!.

La entrevista, después de la pinceladas näif y ecologistas con las que El País impregna todos sus artículos, termina con una fantasía desgarradora. Un sueño. "Yo, solo. Subiendo Alpe d'Huez. A un kilómetro de la meta. Sé que voy a ganar, creo que las miles de personas sólo me aclaman a mí. Entonces me siento único. Y eso vale por todo". Resulta patético en su enunciado y en lo que revela. Pereiro ya se vió en esa situación: llevo a Hincapié en volandas y sí, entró solo. El segundo. Ahora sueña con Alpe D´Huez, cuando el jueves, en la presentación del Tour, reconoció que tenía que bajar 10 kgs. para ser competitivo en el Tour. Y precisamente esa montaña, donde perdió el maillot amarillo que le regalaron en una escapada consentida. Un café con leche para el ciclista, un café cortado para el periodista. Paga el periódico, pagan los lectores, una vez más pisoteados por un periódico en busca de su identidad. Cervecita por la tarde y nos vemos en julio, que siga el compadreo.
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Mercado, tras una temporada en la que no ha existido, a punto de fichar por el Andalucía, su destino más obvio.
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Vladimir Efimkin al Ag2R. El Caisse deja marchar al corredor que mejor les ha rendido en grandes vueltas este año, y el único que ha marcado diferencias en una etapa de montaña. Brillante estrategia, si señor. Ahora dirán como cuando se les marchó el otro ruso, el de las dos Vueltas ganadas, que no podían igualar la oferta.

26 octubre, 2007

Un Tour sin trampas

La prensa es casi unánime. El Tour 2008, presentado ayer, favorece a los escaladores. Es más, algún exaltado como Carlos Arribas no tiembla al titular "Un Regalo para Contador", con un primer párrafo que sólo confirma la deriva del otrora prestigioso periodista. No es el único. Lean esto:

"Y Contador, que las caza al vuelo, que penetra sin pestañear hasta el núcleo de la cuestión, que sabe que entre él, el escalador espectacular, y el Tour, que busca espectáculo, hay necesidad mutua de llevarse bien, lo tradujo inmediatamente: "El Tour se ha dado cuenta de en dónde (SIC) está el espectáculo, en etapas como la del año pasado en el Peyresourde o el Galibier", dijo el madrileño, que portará el dorsal número 1 en la salida de Brest el 5 de julio de 2008. "El futuro televisivo es eso, etapas movidas, etapas de ataque. El año pasado yo puse una cruz en la de Plateau de Beille; éste se la he puesto a la de Alpe d'Huez, con el Galibier y la Croix de Fer antes", añadió el corredor de Pinto."

Tiene de todo. "Que las caza al vuelo", alusión directa a su afición por los pájaros; "que penetra sin pestañear", alusión a la unidad de destino en lo Universal de sus dos pobladas cejas; y después repite lo que ayer se comentó en este post, en la misma entrevista que el periodista le hacía al mismo ciclista: que el Tour necesita a Contador, como si el Tour no fuese una máquina que deglute y devora a sus estrellas en función de una cadena de producción que no tiene nada que envidiar a un proceso industrial. Y así, el corredor pinteño, jaleado por uno de sus mayores talibanes, empieza a conjugar de nuevo lo del espectáculo: lo importante es dar espectáculo, "el Tour se ha dado cuenta de donde está el espectáculo", para remachar candidándose directamente a la etapa de Alpe D´Huez.

Pero bueno, vayamos con el recorrido. Efectivamente, es duro y favorece a los escaladores. Antes de entrar en más detalle, hay que tener en cuenta que Alpe D´Huez se sube a cuatro días de París, en una situación de carrera que, más que nunca, favorecerá esa leyenda sobre el que sale de amarillo de la montaña-mito. Y es que se sube precedido, en una etapa de 210 kms., nada menos que del Galibier y la Croix de Fer. Sólo por esos sería un Tour de escaladores. Pero yo prefiero calificarlo de Tour sin trampas.

No, no es una alusión a la ingenuidad con la que, no les quepa ninguna duda, nos volverán a vender lo de "el Tour más limpio de la historia", por eso del pasaporte biológico. Digo Tour sin trampas porque, por primera vez en muchísimos años, no va a haber bonificaciones. Esta importante novedad ha pasado desapercibida entre las crónicas, que prefieren resaltar la ausencia de prólogo y otras cualidades más crematísticas del recorrido. Y Tour sin trampas porque también se reduce sobremanera los desplazamientos, algo que la Vuelta y el Giro, que van de innovadores, deberían aprender. Miren el mapa. Apenas un desplazamiento de hora y poco en TGV antes del último día.

No acaban ahí las innovaciones que harán que el Tour 2008 sea diferente. La primera semana, convertida en coto para que corredores como Kirsipuu o Cancellara estuviesen de líderes, se ve claramente alterada. Repechos en la llegada el primer día, una crono individual de treinta kms, el cuarto día...los favoritos van a estar delante desde los primeros momentos. Nadie se va a poder esconder. Un Tour sin trampas. Arribas le envía un recadito a Valverde en su crónica, al citarlo como favorito al primer maillot amarillo en el repecho de Plumelec, allí donde Zabel ganó una etapa a VDB, que remontó a todo el pelotón en cinco pedaladas. Si Valverde tiene que estar luchando por eso, veinte días después no estará luchando por nada en Alpe D´Huez.

No acaban aquí las sorpresas. El sexto día llegada en alto en el Macizo Central. El noveno, 226 kms. por los Pirineos, subiendo el Peyresourde (el puerto mitificado por Contador) y el Aspin. Al día siguiente, Tourmalet y llegada a Hautacam. Sólo 150 kms que preceden al primer día de descanso. La carrera reemprende la marcha con cuatro finales seguidos en cuatro ciudades maravillosas: Foix, Narbonne, Nimes -donde Aitor González ganó una etapa increíble, fruto del Animal Pack-, y Digne-Les-Bains. El ciclo se cierra con una incursión en Italia: 216 kms subiendo el puerto-frontera de Larche/Maddalena y la subida final a Pratonevoso. Con sólo cinco días más de competición, día de descanso en la bellísima Cuneo, la provincia más grande de Italia.

Que lo disfruten, porque el día después se sube el inédito Lombarde, 21 kms. al ¡7%!. Es uno más de las decenas de puertos que existen en los Alpes pobres, una zona por donde el Tour no se acerca desde el año 1993, cuando Rominger ganó en Isola 2000. ¿Y qué significa bajar a la Haute-Provençe? Pues que vuelve a la carrera la Bonette, el techo francés, más alto incluso que el Galibier: se coronará a 24 kms. de meta, todo descenso, pero el que tenga un mal día puede perder muchos minutos, en un tópico ciclista que si que es adecuado utilizar cuando se sube a 2.800 metros.

Y si no ese día, al siguiente, con la ya comentada etapa de Alpe D´Huez. Desde allí quedarán dos etapas de incursión -de nuevo- en el Macizo Central, con finales en St. Etienne y Montluçon, y una crono final de 53 kms., que animará a que los escaladores hayan atacado en su terreno. Va a ser un Tour muy bonito en cuanto a recorrido. Un Tour sin trampas, el ganador no podrá ser de papel y cartón (Pereiro: "para ganar voy a tener que adelgazar 10 kilos"), sin bonificaciones, con todos los grandes puertos de leyenda, y donde el vencedor final, incluso con certificado médico de por medio, no se da por descontado.
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Propaganda con pureza del 100%. Diluir antes de inyectar en vena.

25 octubre, 2007

El mito del ascenso social

¿Qué se puede esperar de unos jóvenes prometedores en un ambiente próspero? Pues que progresen. Que dentro de unos años estén mejor que ahora, en función de sus propios méritos y habilidades adquiridas. Esa es la teoría en la que se sustenta el mito del ascenso social. Como todos sabemos, la realidad es terca y muchas veces a esos jóvenes les sucede lo contrario. Van hacia atrás.

Fran Ventoso es un nuevo valor cántabro, vinculado desde sus orígenes a Matxín. Este joven director (“pero viejo en sus métodos”, Arribas dixit) promocionó a su pupilo en las mejores carreras del mundo, desde las clásicas del norte al Tour de Francia, pasando por el exotismo de los Emiratos o EE.UU. En esta temporada, apenas finalizada, el corredor de Saunier fue cuarto en Gante y ganó tres etapas seguidas en Castilla-León, con arrebatadores resultados en montaña, para pasmo de propios y extraños. A partir de ahí, el olvido. Estuvo en el Tour, pero como si se hubiese quedado comiendo quesadas en su patria chica. No fue a la Vuelta. Por esas fechas se comunicó que no seguiría en el equipo, sin mayor explicación.

J.A Redondo es un corredor de 22 años, que ya en 2006 fue capaz de entrar segundo en una etapa de montaña de Romandía, tras una exhibición, y andar escapado en la etapa de Calar Alto en la Vuelta (en la imagen). Militaba, respectivamente, en el Liberty y el Astana, aunque es mejor poner consecutivamente. O lógicamente. Este año realizó un Dauphiné in-cre-í-ble militando en el mismo equipo asiático que se papó tres etapas con tres corredores diferentes, y que estuvo en tris de ganar la carrera con Kascheskin. No fue al Tour, pero se le esperaba en la Vuelta. Tras el lío hematológico de las estrellas del equipo, la dirección comunicó –sin especificar más- que su joven estrella era apartado del equipo por un asunto de “normas internas”. A su representante le faltó tiempo para explicar que no era nada de dopaje, en un excusatio non petita de manual. Al paro. A buscarse equipo.

Ambos corredores militaban en equipos ProTour y disputaban lo mejor del calendario. Contaban, además, con prometedores resultados que auguraban un brillante futuro. Bien, pues han acabado en el Andalucía-Caja Sur, un equipo que se puede calificar de regional más que continental, y no por el patrocinador. Un equipo que no corre nada más allá del calendario español, y que este año ha contado con la enorme fortuna de tener a un corredor como Luis Pérez que le ha dado presencia en la Vuelta, incluyendo una victoria de etapa. ¿A que se debe este fascinante ejemplo de que el ascensor social funciona bastantes veces en sentido descendente?

No faltará el racional –el ingenuo, en este mundo del ciclismo- que diga que es por la crisis de patrocinadores, el ambiente enrarecido y Nelson, que todavía sigue hundiendo nuestra flota en Trafalgar. Que hasta Contador, todo un ganador del Tour, ha tenido problemas para encontrar equipo, que las ofertas escasean. Ya. Pero es que hay ejemplos de lo contrario. Corredores como Marcel Seiberg, por poner uno cualquiera, pasan del Millran al T-Mobile, y tienen bastantes menos resultados que los dos protagonistas. “Jo, pero es que es alemán”. Bueno, el T-Mobile fichó a españoles en su tiempo. Que cada uno se pregunte porque ya no lo hace. Y tampoco italianos.

Una y otra vez el aficionado al ciclismo, incluso el más irredento y adorador de Garai, se tiene que tropezar de bruces con la auténtica realidad del ciclismo. Un deporte corrompido por un mal, que no voy a citar, y que está en la base de estos extraños movimientos de mercado. Veremos ahora, pasados a un equipo con menos acceso a recursos, en que se quedan las prometedoras carreras de estos corredores. Siempre puede ser que impulsen hacia arriba un equipo modesto como el Andalucía-Caja Sur. Lo mismo decían este año del Relax-Gam, y salvo la Vuelta a Chiahuahua y dos etapas vergonzosas en País Vasco y Cataluña, poca cosa para tanto gran nombre. Al final, el tiempo pone a cada uno en su sitio. ¿Qué se puede esperar de unos jóvenes prometedores en un ambiente como el del ciclismo actual, del que son responsables los propios ciclistas y no los dirigentes? O que los cacen en un control antidopaje, o que se metan a las listas del paro antes de los treinta años. Al tiempo.
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Entrevista a Contador en El País. Don Desmayos se muestra más seguro que nunca. "Ellos me necesitan (los organizadores) porque voy a ser un joven que va a estar muchos años ahí". Ehhhhhhh, ejem. Cof, cof: esa frase no la puede decir alguien que esté en plena posesión de sus facultades, más bien parece la frase de algún admirador-gurú que le asesore. Tan pronto como salga una nueva figura, estará más caduco que las pasas. Ya parece que se haya olvidado de su compañero -hasta hace seis meses- Basso, que tenía su mismo perfil y que, cuando vuelva al Tour, tendrá 32 años.

Remacha la entrevista con un "por la credibilidad, lo que haga falta". Esta frase entronca directamente con sus frases robóticas durante el pasado Tour, cuando repetía hasta la saciedad que "lo importante es dar espectáculo". Mutatis mutandis, "por el espectáculo, lo que haga falta", y ahí tenemos la puerta abierta a todo tipo de desmanes, con certificado médico de por medio.
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Estas noticias tan ridículas sólo pueden suceder en Italia, un país que atraviesa una crisis monstruosa, propiciando un campo abierto para cualquier tipo de iniciativas indecentes. Concretamente esta, impulsada desde hace muchos años por Bicisport como la necesidad de disponer de un Coverciano a nivel ciclista. Coverciano es el sitio donde se reune la nacional de fútbol en sus concentraciones, una selección que, tras su triunfo en el Mundial de 2006, es lo más parecido a los 12 apóstoles que se ha visto por el país desde los tiempos de la caída de Roma.

Ya se imaginan el ambiente, con Alfredo Martini dando consejos de abuelo cebolleta tras sus gafas strictely eighties, las mujeres-palomas mensajeras aiutando al sempre neccesario riposo (sic) y Bicisport aplaudiendo hasta sangrar las manos, con la excusa perfecta para colar a sus lectors el enésimo reportaje sobre los Mundiales ganados por Italia, con las mismas fotos de siempre.

24 octubre, 2007

Contador vuelve a casa

Mira que me ha costado encontrar una foto de Alberto Contador con el maillot de Astana. Sí, firmó ayer, pero el pequeño corredor ya había estado en el exótico equipo helvético y kazajo, tanto monta, monta tanto. No corrió mucho con ellos, sólo una Vuelta a Burgos donde, pobrecito, se desmayó tras cruzar la línea de meta en las Lagunas de Neila. Por ese pequeño contratiempo -una tontería que nos puede pasar a cualquiera- se perdió la Vuelta. Estuvo a punto de tomar la salida en el Tour. Iba con la preparación adecuada, aunque en la concentración de los Pirineos no apareciese la paloma mensajera.

Miren que fina estampa. El Junco de Berriz, un corredor desahuciado para el ciclismo en los años 88-89, que sin embargo ficha por la ONCE y se zampa tres grandes seguidas, hace podio en la Vuelta, y gana etapas en el Giro y en el Tour. Sólo un guardarrail impidió al ciclismo español y vasco disfrutar de un Zoetemelk patrio. El típico hombre de paja de Manolón, igual que Herminio Díaz Zabala dirigió a los Zipi y Zape kazajos, apenas dos meses después, en su exitosa Vuelta a España. Esa que ganó Vinokourov, el primero de turquesa en la foto, mirando desafiante al fotógrafo.

Le sigue Carlos Barredo, el gijonudo corredor que este año, en su debut en el Quick Step, ha atacado en La Redoute, se ha zampado el Tour a gran nivel, ha sido quinto en San Sebastián, ha estado en el Top Ten de la Vuelta (rindiendo en la último crono a un nivel que, ejem, solo podríamos calificar de oncista), ha ido al Mundial tirando como un galopín y bueno, en Lombardía ya abandonó, menos mal. Tras él, nuestro protagonista de hoy. Hombre, el inoportuno hombro de Barredo impide una mejor toma, pero esa ceja unívoca le delata. Volveremos a él. Le sigue Jaksche, el único de la saga que ha confesado su doping sistemático y continuado, otro corredor detrás y, por último, Luis León, el clasificado en el puesto 46º en el último Mundial CRI, como epítome de la brillante temporada del ciclismo murciano.

Ya ven que banda. Los Dalton o los Apandadores no les irían a la zaga. Los que no aparecen en la foto, pero si estaban en la presentación, sólo sirven para completar el panorama: Kasheskin, Nozal, Davis y Beloki. Al final no tomaron la salida, y el tiempo ha dado la razón -como si la necesitase- al Tour de Francia. Contador, tras una año increíble en el Discovery Channel de Armstrong, ha vuelto al Astana. Allí se va a encontrar a pocos compañeros, porque han ido cayendo al carecer del bulo lissavetzkiano que ostenta el madriextremeño. Únicamente a Dani Navarro, que ya ha dejado para la posteridad su huida a las carreras en la furgoneta Ciclos Fran en el último Tour.

Así las cosas, se llevará a varios de sus nuevos amiguitos al Astaná 3.0. Leipheimer, que a punto estuvo de birlarle el último Tour, ficha con 34 años y con unos objetivos un poco raros; dicen que también Noval, el corredor sin victorias y sin ningún resultado -ni una imagen en cabeza de pelotón, ni nada- desde el 2005, pero último compañero de habitación de Contador en el Tour; y alguno más, seguro, porque el Astana es un equipo con muchas bajas. Y para una figura que les quedaba, nada menos que el dos veces subcampeón del Tour, Andreas Klöden, también se ve en una indefinición tremenda, que tendría que forzar su salida del equipo. O eso, o menudo tridente para la edición 2008 del Tour.

Quien no faltará es Bruyneel. El belga políglota, residente en San Sebastián de los Reyes, el municipio del norte de Madrid donde es concejal de deportes (por el PP) Miguel Ángel Martín Perdiguero, ha pasado de anunciar su "retirada del ciclismo" a encabezar una escuadra potentísima. Iba a lanzar un libro sobre coaching para ejecutivos y dedicarse a la familia -esa excusa que también sirve para Rodrigo de Rato, a pesar de estar divorciado y con una novia 25 años menor, y con sus hijos en la Universidad, y también para Bono- , pero se lo debe haber pensado mejor. El gusanillo, que le llaman.

El regreso a casa de Contador tiene indudables beneficios para el aficionado al deporte. El principal de todos, que se acaba su relación con EE.UU. Al volver a Europa, se vuelve a exponer a que un juez, un fiscal, un policía (¡alguien, por favor, alguien, y que no sea Werner Franke!) le descubra el pastel. El de su certificado médico, por ejemplo. El secreto de su subida al Peyresurde con piernas de saltamontes, salta que te salta. En ese sentido, el Astana es una garantía de escándalos, retiradas del pelotón, hemotransfusiones, testosterona en relación 1:81, Mazzoleni contrarrelojista y lo que haga falta. ¡Qué gran noticia para el auténtico aficionado al ciclismo!.
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Hoy se presenta el Tour. Sale de Brest, en Bretaña, el día 5 de julio, y se llega a Plumelec. El segundo día se llega a Saint-Brieuc, y el tercero se sale de la preciosa localidad de Saint-Malo. Dicen que se subirá Alpe d´Huez y Hautacam. Veremos.

23 octubre, 2007

El ciclista mejor pagado del mundo

Alejandro Valverde ha competido todo el año 2007 siendo el ciclista mejor pagado del pelotón. Es probable que ese mérito se lo quite Contador para el próximo año, pero lo que es seguro es que el que le suceda hará mejor justificación de sus honorarios. A 1´5 millones de euros/temporada le salió a Echavarri/Unzué retener a su figura cuando, allá por enero, surgió aquel rumor del interés de T-Mobile.

Valverde había realizado un 2006 impresionante. Hombre, ya se veía sus problemas para rematar en carreras importantes -significativamente la Vuelta y el Mundial-, pero por extensión y calado, aunque no por victorias, fue una temporada comparable al 1990 de Bugno o el 1993 de Fondriest. Insisto: pero sin tantas victorias. Y tenía 26 años. La inversión estaba justificada bajo esa óptica, pero no tanto si tenemos en cuenta que ya se sabía entonces -desde junio 2006- que había una bolsa de sangre con la referencia 18.- Valv. (Piti) buscando su dueño.

El caso es que el antiguamente conocido como El Imbatido se planteó, de entrada, una temporada compuesta por: clásicas de las Ardenas; Tour; y Mundial. Ha fracasado en todo, y en orden ascendente. A una pifia le seguía otra mayor, y todavía no se sabe cuando tocará fondo. Pero esa era la temporada de cara a la galería: la auténtica temporada de Piti fue otra. Desde un primer momento, la gente que le asesora (o su médico, o sus directores), le llevaron por un calendario indigno del número uno del mundo. Ni fue San Remo, ni a la P-N, ni a nada de lo importante que se disputaba hasta abril. Prefirió la Vuelta a Valencia o a Murcia, donde ganó. Un corredor que se fue de Kelme-C.V para disputar el mejor calendario, y acaba disputando carreras de pueblo, nunca mejor dicho dada su condición de murciano.

En abril toma la salida en el P-V. Tampoco hace nada, y eso que era una carrera donde había ganado ya cinco etapas, y el año pasado segundo. Bueno, al menos se le ve por el ProTour. Llega a la Amstel, se forma un grupo de siete corredores magníficos, y se clasifica sexto, y eso porque Bettini, su amigo de intereses comunes, no quiso disputar el puesto. En Flecha hace segundo, un resultado magnífico si no fuese porque era el vigente campeón, y porque nunca estuvo en condiciones de disputar la carrera: ganó el sprint de los batidos, situación que repetiría, pocos días después, en la Lieja. Cambia Romandía (donde el año pasado se llevó una etapa y fue tercero) por Alcobendas (donde gana la crono), como epítome del auténtico calendario que le interesa a Piti. Fin al primer ciclo de la temporada, esa terminología eufemiana-sanzcista-oncista que se ha demostrado tan vigente.

En junio, tras el descanso activo, toma la salida en Dauphiné. Un virus saltarín hace estragos en su organismo, pero también sus directores deportivos: con toda la prensa extranjera descubriendo lo de 18.- Valv. (Piti), los navarros le obligan a seguir, y el murciano pasa delante del monumento a Tom Simpson en el Ventoux haciendo el mejor homenaje que se pueda hacer: derrengado, a media hora del pelotón, tambaleándose. En el Campeonato de España hace segundo -la posición más repetida esta temporada- y toma la salida en el Tour con el fin de "acabar". Y tanto que acabó, y tanto: la victoria de Contador le relega a un papel secundario, aunque a mitad de carrera, y sobre todo tras su segundo puesto en Briançon (en la etapa y la general), Marca no duda en lanzar las campanas al vuelo.

Llega la primera crono del Tour y nuestro protagonista cae desde su privilegiada clasificación al undécimo puesto, un descalabro raras veces visto en Francia. Se presenta a la salida desaliñado, sin afeitar, y en ningún momento logra parecer un corredor profesional. Ahí está la foto de hoy, donde Rasmussen le dobla. Y eso que había mejorado mucho contra el reloj: este año, de las cinco victorias conseguidas, tres son en esta modalidad. En los Pirineos mejora, pero nunca está con los mejores. Sexto final, probablemente su techo. 27 años, con la temporada más relajada que se pueda -a nivel deportivo-, y logra ser sexto a base de remontar desde atrás. Todavía nos venderá que puede ganar el Tour. Acabar acabó el Tour, pero también con otras cosas, que se refieren básicamente al horizonte de expectativas. Y más con un nuevo icono como Contador.

A partir de ahí, más miseria. En San Sebastián hace tercero en una carrera que tenía que haber ganado, pero en donde prefirió gastar fuerzas en ataquitos tras salir de Irún, en vez de estar con las fugas; pasa de la Vuelta, pero tampoco va a Polonia: quiere el Mundial, y lo quiere como en 2005. Sin competir. El seleccionador lo lleva igualmente, a pesar de la presión internacional, y el corredor que había sido segundo en su debut en 2003, 6º en 2004, 2º en 2005 y 3º en 2006 se clasifica a partir del puesto 50. Va a Tours de turismo, y en Lombardía ni sale, aquejado de una gripe. O algo así. Aunque acaba cuarto del ProTour, la clasificación es engañosa: no ha ganado ni una prueba de la competición, y sus puntos son mucho menos que los del año pasado.

Dicen que Valverde ha competido este año de manera vegana. Lo más limpio que unos hábitos fuertemente instalados le han dejado. Sabía que tenía todas las miradas -y los controles- tras el cogote. Este ha sido el resultado. Será padre de gemelos el próximo año. Felicidades. Por lo demás, que triste sacrificar un corredor -que sería rápido y competitivo de todas maneras- a luchar contra molinos de viento. Y contra túneles de viento.
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El contraanálisis de Mayo, negativo. Como muchos propagandistas venían alardeando desde hace tiempo, el ciclista vizcaíno se va de rositas de su positivo en el Tour 2007. Ese que se produjo en el segundo día de descanso, antes de afrontar la etapa del Aubisque, donde fue a por todas a ganar. Son rarísimos los casos de contraanálisis que desmientan la prueba A: el caso de Guidi o el de Llaneras, ambos por pitar la máquina a unos niveles inhumanos. La muestra B de Mayo ha viajado más que el baúl de la Piquer: como el famoso laboratorio parisino de Chateau-Chan. cerraba en agosto, viajó primero a Gante y después a ¡Australia!, para acabar saliendo su resultado ¡tres meses después de la toma de la muestra!.

Para eso, que se hubiese quedado en París, y en septiembre ya se hubiese analizado. No interesa. Liar, mover, especular han sido varios de los verbos que siempre han conjugado los variados Landis, Heras y Hamilton que en el ciclismo ha habido. A Mayo le ha salido bien. Ahora reclama su lugar en el Saunier. Y cuidado a los bilbaínos: si cuando todavía estaba con la incertidumbre del contraanálisis ya dejó huella por la ciudad, imaginénse ahora que la muestra B saltarina, viajera y salvadora ya ha dado su veredicto.
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Una entrevista con el cuchillo entre los dientes. Si hasta le azuza para demandar y le pregunta por la gente que se alegró....
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"La calle, las casas, las caras, la gente/Los sueños pendientes.La lluvia, las fuentes. / La guerra, las balas, los punkys, los modernos,lo enfermo, /lo que parece caduco pero es eterno,las fobias, las novias, las nuevas memorias, /las partes perdidas de la historia, la gloria China, Internet, Marihuana, Tijuana /las curas, el sueño, los sintecho, los sueños, las casas,cuellos con joyas, alhajas /cielos, miradas con rabia, arabia, secretos, famosos, poetas, austeros /políticos, versos, literatura, sinceros. Un niño que nace. /el sol, la agonía /lo escrito.El futuro /La noche.La vida /Las vidas"

Esta es la basura, más propia de un adolescente con subidón emocional, con la que El País ha lanzado su renovación estética; la de contenidos, en parte abordada por Javier Moreno desde su primer editorial, está por hacer. Aquí está el ejemplo del primer artículo que publica Carlos Arribas con la nueva imagen de El País. Y de enviado especial. Escalofríante el tratamiento de la noticia. Los ciclistas como cobayas. Ya. ¿Y ahora nos intentará vender que los Mengele son los del laboratoria antidopaje y no los hemodruidas? Es increíble. Que pena da ver al periódico de toda la vida convertido en ese pastiche.

22 octubre, 2007

El Lombardía recupera a Cunego

Cuando Damiano Cunego ganó su primer Giro de Lombardía, allá por el año 2004 y con 23 frescos años, era el mejor corredor del mundo: no lo digo yo, lo dice la clasificación UCI, la última que hubo antes de ser fagotizada por el ProTour, donde el astro veneto consiguió desbancar a Zabel gracias a la lesión de este último y a los puntos arañados en el GP de Japón. Claro, para ganar la clasificación UCI hace falta estar presente en muchas carreras, un poco como Evans este año, y también ser muy bueno.

Tres años después Cunego repite en Lombardía. En meta, sus declaraciones suenan a resentimiento: "dedicado a todos los que decían que Cunego nunca iba a volver a ganar nada importante". Igual que tras el Mundial de Stuttgart, donde la periodista-florero semianalfabeta de la RAI le espetó, tras su carrerón, "¿Contento de volver a verte delante?", a lo que el corredor respondió: "siempre he estado delante, nunca he dejado de ganar y de obtener buenos resultados". Y ambos tienen razón. En 2005 sólo ganó carreras de aproximación al Giro, donde fracasó terriblemente. En 2006 logró ser cuarto, superado por Basso y Quique Gutiérrez, por lo que bien se puede considerar segundo. Este año ha repetido puesto, pero siempre lejos de los mejores. Y todos los años victorias en carreras menores italianas. Tercero en Lieja 2006. Sólo dos victorias ProTour (etapa en Romandía 2005 y este año en Alemania).

Es un buen corredor, que duda cabe, pero se encuentra ante el difícil reto de superar una temporada irrepetible, conseguida además muy joven. Todo lo que consiga siempre será pasado bajo el tamiz de "si, pero...". Y siempre le exigirán volver a ganar una grande. Mientras tanto, sigue ganando merced a su condición de rapidillo tirando a muy rápido, y a que es muy buen corredor. Comparen, por favor, el palmarés de Cunego, ese corredor que dan por fracasado muchos supuestos especialistas de ciclismo, y nuestros héroes patrios Chaba, Sastre, Mancebo, Sevilla, Zaballa y, bueno, toda esa recua que aparece en el Marca/As (tanto monta, monta tanto) cada vez que hay una gran cita.

La carrera del sábado no tuvo gran cosa. Un grupo de diez favoritos pasa el Ghisallo donde Schleck, de acuerdo con el guión que le ha tocado desempeñar en el ciclismo profesional, ha provocado rayos y centellas. Después se caería en el pequeño llano lacustre antes de la subida final a San Fermo, por un afilador con Gusev. Allí atacaron Cunego y Riccó, sorprendentemente en forma tras no haber competido en todo el final de temporada, y ya cuarto en Emilia. Coronaron con 10", subiendo como motos, mientras los fotografos italianos agotaban la tarjeta de memoria sacando fotos de lo que -no tengan ninguna duda- nos venderán como la enésima rivalidad-pareja del ciclismo transalpino.

En el imaginario pie de foto, yo pondría "El duo del hematocrito". Cunego tiene, "de manera natural" (sic) un 52% de hematocrito; y Riccó, como es bien sabido, tiene un "hematocrito ballerino", que sube y baja como una montaña rusa. El sprint no tuvo color: con los perseguidores muy cerquita, Riccó estuvo todo el momento en cabeza y, a cien metros, Cunego los superó con suma facilidad, mientras Samuel Sánchez entraba tercero. Cuarto Andy Schleck -otro en forma en octubre, y que viene de no competir-, quinto Rebellin y sexto Evans, en otro gran resultado que le asegura el ProTour aunque anulen la sanción a DiLuca. Mención aparte merece el catarro de Valverde, que ni siquiera tomo el avión hacia Italia. Mientras unos recuperan su lugar en el pelotón, otros siguen empeñados en hundirse más y más.
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Para Dani Moreno la Escalada Montjuic, batiendo a Sastre y Samuel Sánchez.

19 octubre, 2007

Di Luca, un descanso antes de tiempo

El Giro de Lombardía, tradicional cierre de la temporada que se disputa este sábado, va a pasar de ser la clásica de las hojas muertas a la clásica de los corredores muertos. El año pasado la organización declinó ofrecer el maillot del ProTour a Alejandro Valverde, que había honrado la carrera -y dos días antes, el Giro del Piamonte, donde estuvo escapado- con su presencia, y que recibió en pago el ninguneo y el desprecio. Este año el corredor muerto es Danilo DiLuca. Con abundante margen para conquistar el ProTour, ha sido descalificado porque el reglamento de la competición contempla esta posibilidad en caso de suspensión de un corredor antes de que finalice la competición.

A Di Luca le han caído tres meses por conocer al médico Carlo Santuccione. Ha sido una sanción a la italiana: a pesar de su evidente implicación en la investigación Oil for drugs, sólo le han caído tres meses, a cumplir en pleno período de no competición. Así se lavan las manos los jueces y también el ciclista. ¿En pleno? Casi. Por esas cosas del calendario judicial, y por desconocimiento del reglamento, el Giro de Lombardía, que cae ya en el período de sanción, le va a quitar la clasificación del ProTour a DiLuca. Su descanso (una sanción de tres meses a cumplir en octubre, noviembre y diciembre es eso, un descanso) le va a costar caro. El de Pescara, que realizó un abril-mayo portentoso, se había asegurado la clasificación con su excelente resultado en Plouay, y sólo tenía que mantener a raya a un agotado Evans para la cita del sábado.

No será así. El australiano, considerando que su inmediato perseguidor Contador no compite desde julio, le basta con vigilar a otros dos españoles, Valverde y Freire, los únicos con posibilidades matemáticas de desbancar al del Predictor. Y aún así la ventaja es abismal: cuenta con 227 puntos, por 190 de Valverde y 182 de Freire. El vencedor se lleva 50 puntos. A Freire sólo le vale ganar, y que Evans no puntúe, pero el cántabro nunca ha rendido a primerísimo nivel en Lombardía; a Valverde, en cambio, le vale ser primero o segundo, y que Evans no puntue. Esto último se da por hecho, porque el australiano llega fundidísimo a fin de temporada (aunque ya fue cuarto en Lombardía 04, disputando el sprint final), pero es poco probable que Valverde rinda al gran nivel que se le requiere. Así las cosas, el ProTour se irá a las antípodas.

La única victoria de la temporada para Evans ha sido la primera crono del Tour (bueno, y la ghymkana de Pekín), y por descalificación de Vinokourov. Segundo en la misma carrera, cuarto en la Vuelta, quinto en el Mundial y cuarto en Romandía. Mucha regularidad, pocas victorias: un resumen de su carrera deportiva, que podría ser también la de otros corredores como Sastre, pero que ni en sus sueños más lúbricos se puede imaginar un éxito como el que mañana espera al australiano. Ya teníamos el Giro (Pantani), la Vuelta (Heras) y el Tour (Landis): con la incorporación del ProTour a la larga lista de competiciones ganadas por el segundo, ya sólo falta el Mundial en la tan poco honrosa clasificación. Al tiempo.

En cuanto a la carrera en sí, el mismo recorrido de los últimos años, con llegada a Como. Los máximos favoritos son la horda italiana, encabezada por Rebellin en primer lugar, seguido de Cunego y Bettini. Pozzato saldrá de jefe del Liquigas para vengar a DiLuca, pero nunca ha rendido en la carrera, aunque también es cierto que nunca la ha disputado en forma. Irá arropado por sus hombres de verde (aunque en los entrenamientos visten de negro), entre los que se cuentan Bertagnolli y Beltrán. En cuanto a los extranjeros, el máximo favorito es Schleck: quizás no gane, pero reventará la carrera, igual que en Lieja o el Mundial, y después le ganará otro más rápido. Va con un buen equipo con Sastre, Kroon y Kolobnev. Boogerd, dos veces segundo en la carrera, no podrá tomar la salida, por lo que el Rabobank queda en manos de Dekker y Freire. Mucho ojo a Weggman del Gerolsteiner, a lo que pueda hacer Valverde si se llega al sprint y poco más. En todo caso, no se lo pierdan.

18 octubre, 2007

Panorama de fin de temporada (y de deporte)

Hoy se debería estar disputando el Giro del Piamonte, una de las carreras italianas con más solera y, probablemente, una de las más bonitas de todo el calendario. Sin embargo, a principios de mes ya se anunció que este año no se llevaría a cabo, por problemas económicos. El ProTour estará renqueando, sí, pero no hay que olvidar que uno de los propósitos de su impulsor -Manolo Saiz- era "limpiar" el calendario. Y a fe que lo está haciendo.

El panorama es desolador. El primer fin de semana de octubre se tenía que haber disputado el GP de Zurich, una prueba que llevaba más de noventa años ininterrumpidos celebrándose, gracias a la neutralidad suiza. En junio ya se anunció que este año, por primera vez, no habría competición. Es quizás el arquetipo de la limpieza étnica -ahora lo explico mejor, no se ofendan- que está obrando el ProTour: una carrera prestigiosísima, que se disputaba en agosto con todas las figuras del Tour, pasa a celebrarse en octubre por obra y gracia del ProTour, y sólo alcanza dos ediciones, ambas bajo un chaparrón y aguacero de órdago. Los patrocinadores huyen: por el escándalo Phonak, por las ediciones 2005 y 2006 de la Vuelta a Suiza (¡puffffffff!) y por lo absurdo del calendario. Otro cadáver en la cuneta.

Cuando se lanzó el ProTour en 2005, no faltaban los propagandistas. Uno de ellos, el ínclito Xabier G. Luque de La Vanguardia, incluso se paseaba por aquí defendiendo las bondades del engendro. Cuando vió que caía su querida Semana Catalana, empezó a cambiar la orientación de sus crónicas, por otra parte siempre tan veletas. En Italia, la alcanforada revista Bicisport sigue defendiendo su ciclismo de antes, y sólo ahora empieza a ser consciente que, de no ser por el paraguas protector de la Gazzetta, probablemente este año tampoco se hubiesen disputado ni el Giro del Lazio, ni la Milán-Turín. Y otras pruebas italianas igualmente prestigiosas, como los Tres Valles Varesinos, han tenido una nómina de vencedores que dan vergüenza.

En España el panorama no es mejor. La Eibarresa ha pasado de cinco días a tres, y con vencedor igualmente vergonzoso -una constante de todo el calendario vasco de este año-. Aragón ha caído, y se ha salvado por los pelos Murcia. Sin embargo, aquí hay un matiz. Spain is different, y no sólo por cómo se ha tratado a los implicados en la Operación Puerto. Sí, se llora un poco -lo justo- a las carreras desaparecidas, y ya se está vistiendo de nuevo al santo a la vuelta de la esquina. El ejemplo paradigmático es Josu Garai. El periodista de Marca celebró con gran alharaca la denominada Carrera del Millón, esa ghymkana organizada por Unipublic, a celebrar dentro de dos semanas en el Golfo Pérsico. No se disputará, pero no se crean que el escriba ha pensado alguna vez que, cuantas más carreras exóticas se celebren -y más con un kilo de por medio-, menos carreras en Europa se verán.

A él le da igual. Saca la caja de kleenex, llora un poco por la desaparición de unas carreras -siempre por culpa de las autoridades, que no defienden este deporte- y después se nos va de viaje, todo pagado, a....la Vuelta a Chiahuaha. El estado mexicano con nombre de perro, o al revés, (¿es la Rioja un vino o una comunidad? Sin ánimo de ofender, pero el eslógan de la CC.AA es "la región con nombre de vino". ¿Se imaginan un mexicanismo "la región con nombre de perro"?), ya acogió a este gran periodista el año pasado. Le debió gustar (¡ayyyyyyyyyyy, Jalisco no teeeeeeeee rajeeeeeeeees!) y este año ha repetido, con inmenso placer. El placer se lo ha dado, además de la tragaldaba asegurada, ver a Paco Mancebo como vencedor final, su primera victoria desde la etapa de la Vuelta 2005. Y no deja de ser irónico que, en la Vuelta con nombre de perro, gane el dueño de Goku.

Pero claro, de cómo el doping y el ProTour impulsado por Saiz están arrasando las raíces de este deporte, de eso no habla nadie. A comer nachos y quesadillas. Mientras tanto, el referido anteriormente, harto de comer sus quesadas pasiegas -por eso tenía la boca cerrada, porque la tenía llena- rompe su silencio, anunciando que "volveré con la misma fuerza de antes". Acabarámos. Para decir eso, podría estar callado. ¡Cómo si no supiésemos quien estaba detrás del Astaná de los abanicos, las hemotransfusiones y de Contador!.

16 octubre, 2007

Pereiro, con las estrellas

Roger Walkowiak por fin tiene sucesor. Se llama Oscar Pereiro, y ayer fue proclamado ganador del Tour de Francia 2006, con todos los honores y prebendas, incluyendo el medio millón de euros como vencedor final. Lissavetzky, para no ser menos, también le ha dado la medalla de oro al mérito deportivo. Y ha vuelto a dejar el CSD para que un ciclista deje recuerdos e instantes que pueden ser muy contraproducentes.

Con el reglamento en la mano, Pereiro es el justo vencedor del Tour. Landis dió positivo, y automáticamente el escalafón se desplaza al segundo. Estuvo ahí, y ha ganado. El problema es preguntarse por qué Pereiro acabó segundo en ese Tour, un puesto que jamás de los jamases repetirá. Ni el Tour, ni en la Vuelta, ni el Giro. No vale. El cuerpo no le da para más. Es un auténtico Walkowiak.

Su Tour 2006 es el claro ejemplo de corredor sube y baja. Y es un corredor que venía de Phonak, donde no se dió cuenta que compartía equipo con corredores sube-baja como Hamilton, Quique Gutiérrez, Botero, Santi Pérez, Camenzind o el propio Landis. Pierde 26´26" en la etapa de Pla de Beret, cayendo a un nada honroso 47º puesto en la general. Dos días después recupera 29´57" en una escapada consentida, un término que ofende mucho al gallego, pero es el que más se ajusta a la realidad. No es nada extraño: a un corredor desahuciado en la general, que ha dado grandes muestras de flaqueza en la montaña, le dejan meterse en una fuga.

Lo extraño vino después. Subiendo con los mejores en los Alpes y aferrándose a su primera plaza como si fuese otro corredor, uno que hubiese salido a disputar la general desde un primer momento. Ya por entonces había salido la Operación Puerto, donde cayeron muchos de los ex-compañeros de equipo del gallego, además de compañeros de equipo de por entonces (Zaballa, por ejemplo). Él no. La insignia de oro y brillantes tiene ese significado: el Tour de Pereiro, ganado con un rendimiento diente de sierra, tras la descalificación de un ex-compañero de equipo, queda definitivamente sancionado por la autoridad competente.

Blanco y en botella, de nuevo. Mientras esté este Gobierno en el poder (y la única alternativa posible es peor), las victorias son incontestables. El problema es que viaja por ahí, como una carga de profundidad en el tiempo, un documento que demuestra la mucha alegría con la que Lissavetzky reparte medallas y salvoconductos. Yo, en su lugar, y sabiendo que hay un montón de bolsas de sangre sin dueño, sería más precavido a la hora de sacarme fotos y regalar insignias. Por lo que pueda pasar en el futuro. Como decía un chiste de la época soviética: "El socialismo real nos tiene garantizado un futuro, es el pasado el que no deja de cambiar".

15 octubre, 2007

¡Maldito McEwen!

A falta de una buena foto del suceso, bien vale esta del Tour 2006, cuando Freire batió a Petacchi en una llegada y este, al verse superado, embistió contra él y casi forma una montonera. Es su forma. Son sus formas. Este peligro público de la bicicleta la volvió a montar ayer en la prestigiosísima llegada de Tours: Freire remontando, hacia la victoria, y lo embiste como un vitorino. El australiano ya no podía ganar, como no ha ganado nunca en una clásica en sus 34 años, pero dejo su firma.

La carrera volvió a estar a la altura de los mejores espectáculos de la temporada. Una lejanísima escapada había dejado, a falta de 30 kms. a meta, al italiano Quinziato con 3´de ventajan. Iba bien y parecía que podía llegar. No es una exageración: a 20 kms., mantenía más de 2´, y ya estaban tirando todos los equipos potentes, especialmente un Cedric Vasseur que se quería despedir de las carreteras francesas con buen sabor. Obstaculizados en su labor por el Liquigas, la diferencia no consiguió bajar, y no lo hizo hasta cinco kms. después, de manera espectacular.

Fue una alivio. Tras la victoria de Bertagnolli en San Sebastián o, siendo más amplios, toda la temporada que lleva el Liquigas, cualquier cosa era posible. Hasta que Quinziato, el típico corredor marioneta italiano (pasado de figura en ciernes, con estancias en Lampre y Saunier), se llevase la victoria. Fue neutralizado en la subida a la Cota de Epan, donde Gilbert lanzó un durísimo ataque que sólo pudieron seguir Kroon y Pozzato, a duras penas. Por detrás, un heterogéneo grupo formado por Flecha (siempre persiguiendo, siempre detrás), Cancellara e Iván Gutiérrez, estos últimos con el puntito de la preparación para el Mundial CRI.

No fueron muy lejos. El pelotón los devoró al inicio del larguísimo sprint de la Avenue du Grammont. Habría sprint masivo, y tan masivo. Una nube de corredores llenaba ambos márgenes de la calzada. Era casi imposible distinguir un maillot, un dorsal. De repente, se erige la figura de Zabel que lanza el sprint. Freire lejos, pero ni mucho menos encerrado. A 200 metros para meta se abre un hueco y el cántabro, sin exagerar, remonta 10 posiciones. Su famosísimo reprise, que nadie más en el pelotón mundial tiene, y menos a partir de los 250 kms. La victoria está ahí, hay terreno para remontar a Petacchi. De repente, McEwen cambia completamente su trayectoria y embiste a Freire en un desplazamiento lateral de derecha a izquierda. Petacchi alza los brazos mientras el cántabro fulmina con la mirada al australiano, que se recoloca las gafas.

Tercero en meta, tercer podio de Freire en la clásica. Evitando caer en el periquismo (esa plaga ciclista de finales de los ochenta, que contaba que Delgado podría haber ganado el Tour de la Clavícula, el de la madre, el de la crono de Luxemburgo), en esas tres ocasiones Freire podía haber ganado la carrera. En 2001 ganó el sprint masivo del pelotón, pero por delante las motos habían abierto camino a Virenque, escapado con más de 200 kms. y manteniendo a raya a los galgos en los últimos 10 kms; en 2004, un compañero de equipo como Dekker, que también había estado escapado, se fue solo a la victoria, mientras que la segunda plaza iba, por un escaso tubular, para el ultradopado Hondo; y ayer, victoria para Petacchi y segunda posición para Chicchi, otro Liquigas que ha sacado fuerzas no se sabe de donde, pero que en la Vuelta abandonó sin meterse en ningún sprint. Maldito McEwen...
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Hoy le dan el Tour a Pereiro. Será su primera victoria desde 2005, cuando se impuso en la etapa de Pau defendiendo los colores del Phonak. Guarden en su mejor archivo las fotos del evento, porque pueden ser muy divertidas.
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Visconti repite triunfo en el Sabatini, Schleck gana el exigente Giro de Emilia y Cunego el Beghelli, en teoría para sprinters. Este año va a haber un buen Lombardía.