Carlos Arribas se quita la careta

Carlos Arribas, periodista de ciclismo en el periódico El País, pasaba por ser una de las mejores plumas del diario. Su vigor fue cayendo (escalofriante la no-crónica del triunfo de Mayo en Alpe d´Huez 2003) y, con ocasión de la Operación Puerto, pasó de criticar "la hipocresía en el pelotón español" a publicar en exclusiva los papeles intervenidos, justo una semana antes del Tour. Terremoto. Paro mafioso en el Campeonato de España. Anulación. Truenos, tormentas y amenazas sobre su persona. Editorial ad hoc de su periódico. En el ojo del huracán. Escapar, huir: necesidad de creer.

De ese giro llega su escalofriante crónica del día de Disneylandis, sus sucesivas bulas a L.L y Contador, la conocidísima de Piti -ya desde los primeros compases de la Operación Puerto-, sus apelaciones a "saber perdonar, saber olvidar", cual Azaña verrugoso, y los últimos saltos mortales. Los más escalofriantes. Con el sobreseimiento de la Operación Puerto por el juez Torres, no se crean que se rasgó las vestiduras, al contrario. Con la entrevista de ayer a Lissavetzky el otrora prestigioso periodista se incorpora con méritos plenos a la camarilla de Garais, Urraburus y el trístemente olvidado para este blog Xavier G. Luque. Y es que el estómago no da para tanto.

Yo les pongo todas las preguntas de una tacada, en orden, sin trampa ni cartón. Saquen las conclusiones: ¿Pero no fue un invento del CSD la Operación Puerto?; Pero nadie ha puesto en solfa la ley, en abstracto, sino más bien la actuación del CSD en la Operación Puerto; ¿Pero trabajando independientemente o espoleados por el CSD, que buscaba, quizás, un éxito mediático?; O sea, que la policía o, más en concreto, la Guardia Civil actuó por su cuenta.; ¿Sólo por los indicios con los que contaba la Guardia Civil?; Pero, al tiempo, una serie de deportistas, todos ciclistas, se han visto acusados por un lado y sin posibilidad de defensa por otro al no podérseles abrir expedientes administrativos.; Una situación que, según muchos protagonistas, la Operación Puerto ha agravado.; Una operación archivada por el mismo juez que la impulsó. ¿Ha leído su auto? ¿Qué opina?; Pero hay algunos puntos curiosos que no dejan en buen lugar la investigación judicial.; ¿Acabará sabiéndose todo?; Pero el asunto se ha enquistado hasta parecer que, si se confirmase el archivo, los ciclistas serían inocentes y el CSD culpable. ¿Cree que se puede caer en esa trampa?;¿Seguro?; Si se archiva la Operación Puerto, ¿acelerará el CSD los expedientes de sanción?; ¿Pero sólo había ciclistas? ¿No había datos de futbolistas, tenistas...?; Sería paradójico que este caso fuera su tumba, un castigo a la política de tolerancia cero.

(perdón por la chapa)

Las respuestas de Lissavetzky son lo de menos. Responde como responde un político: nunca directamente, nunca con el yo, no aporta nada nuevo. Yo pretendo que cojan el tono de la entrevista. Las cuatro primeras preguntas empiezan con un "pero" y un "o sea". Yo creía que el ejercicio del periodismo en una entrevista era preguntar los porqués. Me aplicaré el cuento: ¿Por qué Arribas utiliza los peros? Pues porque el pero es el símbolo por excelencia del reproche. Y así son las preguntas, leoninas e inquisidoras: habla de "éxito mediático" -matizado por un "quizás"-, pone en duda que la Guardia Civil actuase de motu propio, "una operación archivada por el mismo juez que la impulsó" (no la impulsó, se encontró con ella de bruces)...En fin. Las dos últimas preguntas son de vergüenza.

Arribas, también especializado en atletismo, pregunta por otros deportes como el que no sabe nada. Como si no supiese el nombre clave de M.D, santo y seña del deporte español, que aparece en las listas de 2003, año en que fue plata mundialista tras una rusa superpuesta. Como si no supiese lo del Europeo de atlestismo de 2002, reproducido por su colega en ABC Carabias. Sin embargo, lo peor está por llegar. A la manera siciliana, pero sin caballo muerto en la cama, le espeta una última pregunta de aviesas intenciones: "sería paradójico que este caso fuera su tumba -tal cual, ojo- , un castigo a la política de tolerancia cero". No es "sería una pena", "seria lamentable". Es, sencillamente, "paradójico". Igual que lo es que el periodista que publicó la información más comprometida de la O.P haya acabado pasándose con armas, bagajes y columnas al lado contrario. Más que paradójico, sintómatico:

No hay nadie ahí fuera. Olvidénse. Estamos solos.
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En la etapa de montaña de Tirreno triunfo del joven Lampre Matteo Bono, fruto de una escapada donde aguantó muy bien el otrora sprinter Gasparotto, ahora convertido en todoterreno. El friuliano debutó en 2005 ganando una etapa en la Volta y el campeonato italiano al sprint a gente como Pozzato. En 2006 anduvo perdido dando tumbos. Mononucleosis, dicen. Ahora vuelve por sus fueros, como todo el Liquigas cuando no pillan la gripe (Petito, Di Luca). ¡Qué cosas!

El nuevo líder es Kloden, que hoy no tendrá problemas para sumar su tercera vuelta de una semana de prestigio, tras los lejanísimo éxitos de 2000 en París-Niza y País Vasco. Aquello fue tan jarto que el alemán penó dos años en el dique seco por problemas de rodilla, esos que se dicen para justificar sanciones no oficiales. Schumacher aguantó menos de lo que se esperaba y Vinokourov no pudo pegar el hachazo. Ha sido una Tirreno atípica: sprints escasos, grandes nombres disputando la general y varias alternacias de liderato. Gran, gran ciclismo en estos inicios de temporada. Y el sábado San Remo, ¡yum!.
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(actualización de las 09:55) Arribas o la cabeza bifronte de Jano. Tras publicar ayer la entrevista objeto del post de hoy, hoy se descubre con un artículo-río sobre la Operación Puerto y las lagunas de la instrucción judicial. Artículo espeluznante puesto que se publica semana y pico después de conocerse el auto. Quizás estaba congelado. Criogenizado. Esperando un martes insulso para salir, con tanto de gráfica cronólogica. Artículo que, huelga la modestia, recupera las figuras de los hemotransfusionados Hamilton y Santi Pérez, algo que ya se dijo en este pequeño blog cuando el juez decretó el "sobreseimiento libre". Artículo que omite hablar -como ha sido la tónica desde que se publicó- que Merino Batres se abastecía en una farmacia del Ejército y que sus técnicas las había aprendido en un curso de la misma institución. El artículo tiene ganas de menear, pero las justas. ¿Lo mejor? El titular: "Los interrogantes de un "caso cerrado"". Pues sí, y tantos. ¿Con qué te amenazaron, Carlos? ¿Por qué esa cerrazón con Valverde? ¿Por qué ahora, semana y pico después? Mañana, parte de las respuestas.