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29 septiembre, 2006

Los amantes de Teruel

Miradas como esa no se las dedicaba ni Tristán a Isolda, ni Calisto a Melibea ni Marco Antonio a Cleopatra. Son miradas que reflejan una relación, mucho más que las palabras. Miradas de entrega, de sumisión, de absoluta confianza. Miradas de enamorados, en definitiva.

¡Ay! ¡Empero el destino es trágico! En tan exquisita relación, basada en el interés mutuo, hubo de cruzarse una malhadada operación judicial que dió al traste con la cenicienta. Unas bolsas de sangre, un nombre-código canino, unas cuantas llamadas teléfonicas y un fax muy comprometedor fueron a acabar con una relación excelsa y exquisita. Ruego que vuelvan a mirar la foto y analicen la mirada. Ya no se volverá a producir.

Ivan Basso lo dijo bien claro, poco antes del nefasto 22 de mayo. "Rijs es mi médico y entrenador personal, sabe todo sobre mí". ¿Sabría los viajes a Madrid para conectarse a una máquina de mete-saca? ¿No le extrañaría que su pupilo sacase diferencias de 2´en cada etapa de montaña del Giro? ¿Se creería que el desfallecimiento del Stelvio en el Giro 2005 fue por los nervios y no por una saca de sangre en mal estado? ¡Eso no se hace entre enamorados! ¡Tener secretos a las espaldas del otro! ¡Así no me extraña que la relación se marrase! Rijs y Basso ya no se hablan. El danés que se peina hacia atrás se ha tomado muy mal las infiledidades de su pareja. Pero no le ha despedido. El italiano sigue recibiendo puntualmente todos los meses su suculenta minuta. Todavía hay un rescoldo en las llamas de la pasión.

Este desatará de nuevo la hoguera si, como se prevé, hoy Basso será exculpado por el CONI italiano ante la insuficiencia de pruebas que lo impliquen en las prácticas de hemotransfusión. ¿Habrá llamadas de reconciliación? ¿Volverán a irse se vacaciones juntos a lugares exóticos a hacer prácticas muy viriles de desembarco y orientación por la noche? ¡Ay, ese gesto coqueto con la mano! En el fondo, sólo han tenido una muy común crisis de pareja y la culpa la tenemos nosotros, siempre esperando por la carnaza y los divorcios. La cosa no deja de ser como en Los amantes de Teruel: tonta ella, tonto él. Y nosotros, claro.
***
Este fin de semana se disputa el GP de Zürich. Tras el catastrófico tiempo atmosférico del año pasado se espera una gran carrera, con muchas de las figuras de los mundiales en liza. Sin embargo, no estarán ni Zabel (se reserva para su querida Paris-Tours, donde defiende título) ni Valverde. El año pasado el murciano salía como favorito a pesar de no haber disputado nunca la carrera y le quedó tan mal recuerdo que sólo asocia Suiza al frío. Este año dice que está cansado y que sólo correrá Lombardía, más que nada para recoger el maillot final de vencedor del ProTour.

Así las cosas, el favorito es el Quick Step, donde Bettini repartirá favores del Mundial. Especialmente a Pozzato, ese supercorredor que hizo un Mundial asombroso en cuanto a clase y prestancia, y que está en un momento de forma suprema. Al fin y al cabo, Bettini ya ha ganado dos veces en el velódromo de Oerlikon (y otra vez segundo) y lo que realmente le interesa es el Lombardía. Y veremos que hace Samuel Sánchez, cuarto el año pasado: esta vez no podrá decir que "regaló las medallas" o que Fulanito se "equivocó tácticamente". Esta vez es el y todos los demás. El corredor de las cuatro victorias como profesional se puede comer otro zurullo o ganar la carrera: es lo que pasa cuando te comprometes de palabra.

28 septiembre, 2006

Una solución a la italiana para Basso

A la italiana. Con esta expresión se quiere dar a entender cuando un conflicto intereses se soluciona con un apretón de manos, un aquinohapasadonada y un viril ¡venga chaval!. Los italianos pertenecen a una cultura pactista, fácilmente mudable y llena de voltagabbani (chaqueteros). Sin entrar en más vericuetos, baste recordar las dos guerras mundiales, donde cambiaron de bando en cuanto vinieron mal dadas. Y con la cabeza bien alta, ¡eh!

Es un fenómeno tan consustancial al ser italiano que impregna todas las esferas de la sociedad, desde la más alta política (la gran tradición italiana de la diplomacia, un arte que se puede decir que inventaron ellos y que alcanza su máxima expresión en la cultura vaticanista) hasta las discusiones de pareja, todo dramón para después llegar al mismo punto que hace dos horas. En fin. Basta de introducción de un fenómeno que daría para un blog exclusivo y vayamonos acercándonos al deporte. Seguro que recuerdan el mayor escándalo de la historia del deporte. Coincidió en fechas con la Operación Puerto y consistió en la demostración -mediante escuchas telefónicas, otra pasión transalpina que estos días trae de cabeza a todo el país- de una realidad por todos conocida: que a la Juventus le regalaban partidos de fútbol, que se compraban árbitros y que todo el sistema del scudetto era una farsa.

Las sanciones se preveían de órdago, pero al final se han quedado en agua de borrajas. Como siempre en Italia. El caso de Ivan Basso, un ultradopado tramposo y arrogante, capaz de enseñar la foto de su hijo cuando ya sabía que le habían pillado bolsas de sangre en Madrid, no iba a ser muy diferente. La escalada de los actos ha sido la tradicional: primero regala etapas, después niega tener que ver nada, le excluyen del Tour y clama venganza, su abogado dice que la prueba del ADN no es fiable al 100% (puffff....), anuncia que reaparecerá en la Vuelta "para arrasar" (¿les suena a Pantani o el Chaba?), clama contra la justicia...En fin. El viernes se reune el CONI en Roma y todo parece indicar que no van a aplicar ninguna sanción a Basso. Un chaval tan bueno es imposible que se ponga parches de testorona en el culo, que tome hormona de la menopausia y que se someta a sesiones de diálisis como un minero del carbón. Ya ha pagado bastante con su exclusión del Tour. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Amnistía, amnistía. Hace poco dieron una amnistía extensa a 9.000 condenados firmes sólo porque el Papa lo había pedido en el año 2002. Para que sepan de que tipo de país estoy hablando.

Desde la UCI, el TAS y la WADA dicen que nanay, que la FCI se arriesga a sanciones muy graves en caso de no aplicar las sanciones a Basso. Veremos. Es curioso: Basso, que se considera inocente, reniega de la mayor esperanza de un inocente, la prueba del ADN. La que incrimina a los culpables. Su abogado dice que el otro día estuvo en su casa y que su pequeña Domitilia, de dos añitos, se refería al perro familiar con otro nombre, que su chucho no se llama Birillo. Grandes pruebas, ya ven ustedes. La cosa empezó a oler mal cuando Bicisport, en el número de septiembre, lanzaba acusaciones contra la Federación y los organismos internacionales del ciclismo, en vez de contra su muñeco roto. Veremos que declara Basso mañana, cuando sea absuelto por sus amiguetes y compatriotas. Yo me limito a recordar el documento que publicó en agosto el Süddeutsche Zeitung (sí, otra vez ellos), firmado por el hemodruida, donde aparece el nombre de Basso entre los participantes en el "festival de mayo". Para las conversaciones telefónicas interceptadas por la Guardia Civil, ya está el informe. Para los tiempos que sacaba Basso en este último Giro, ya está cyclingnews.com. Para el sentido común, ya está cada uno de ustedes.

27 septiembre, 2006

Para la prensa extranjera

En el improbable caso de que alguien de la prensa extranjera leyese este modestísimo blog, reproduzco aquí el famoso documento que demuestra que Alejandro Valverde tenía sangre criogenizada en 2004. Ya saben: la memoria es fugaz, a veces oclusiva, y cuando empiece la próxima temporada (se supone que con la Operación Puerto resuelta) tendremos culpables y exculpados. De estos últimos, algunos sin pasar por juicio. El post se podía titular perfectamente "Para que no se olvide".

Va dirigido a la prensa extranjera porque en los últimos días el Süddeustche Zeitung, que no es un periódico para envolver el pescado, ha denunciado que existe una Brunete mediática en España capaz de ocultar con todos los medios que Alejandro Valverde, El Intocable, está metido hasta las zarpas en las modernas técnicas de dopaje. Y que ha sido uno de los principales beneficiados. Hasta este nivel hemos llegado con la Operación Puerto: la de tener que dirigirnos a medios extranjeros para estar bien informados. O a foros de Internet, mismamente.

A los habituales del blog ya les aburrirá la cantinela, pero conviene repertirla. Cuando el 22 de mayo de 2006 la UCO de la Guardia Civil detiene a la banda del hematocrito ya surgen fuertes rumores sobre los nombres implicados. Afortunadamente, y ya en los primeros compases, Carlos Arribas lanza un capote a nuestra figura patria y señera, descartando que esté implicado en estas prácticas ilegales. Menos mal. (Gran bufido de alivio). La mención, asquerosa a todas luces, ya nos puso sobre aviso de lo que podía pasar. Ahí están todos los post de este mes de mayo para poder seguir el hilo. Valverde tiene bula, Valverde tiene bula, Valverde es intocable. Tra-lará-lará.

Y así llegamos a junio. A una semana del inicio del Tour, ese que para los valverdistas (una subespecie del ciclismo muy animosa y que se solivianta ante la sola mención de su ídolo) iba a ser el de la consagración, todo seguía igual. Sevilla ganaba en Asturias, los cuatro primeros de la Vuelta a Suiza eran compañeros de arcón congelador de la estrella murciana, Basso visitaba a sus compañeros en la Dauphiné y Mancebo callaba como una meretriz, esta vez sin citar fuego y quemaduras. Tal era el nivel de caradurismo que hasta el tradicionalmente comedido Arribas titulo "El triunfo de la hipocresía" la actitud de la mal llamada familia ciclista. Mal llamada, porque la palabra "clan", "logia" o famiglia le queda mucho mejor. El mismo periodista empezó a reproducir documentos oficiales en su periódico, pero un día mal dado se le coló la parte final del folio. Cortó lo justo, para que no se viese 20.- Vains. , pero se le pasó el renglón anterior. El de 18.- Valv. (Piti).

En este blog, de siempre beligerante con Valverde y sus extrañas bulas (¡qué asco la etapa de Caravaca en la Vuelta 2004, con el pelotón maniatado porque se ha caído un dorsal que ni siquiera era el líder de la carrera!) tampoco me lancé directo a la hipotésis más evidente. Pense que podría ser Valjavec (corredor del Phonak en 2004), a pesar de que el día anterior ya había hablado de la extraña relación entre perros y dopaje, a raíz del siempre llorado Tugboat. Descubrir que el perro de Mancebo se llama Goku, el de Basso Birillo y el de Valverde Piti (gracias nickQuintus) y establecer la relación con el salvoconducto lanzado por Arribas el 25 de mayo fue todo uno.

¡Ah! Que los valverdistas dirán que el documento reproducido es del 4/5/2004, de hace dos años. Que Valverde ya no tiene nada que ver con la sangre manipulada. Ya. Que en el único documento incautado referente a 2006 (así son las cosas) su número 18.- no aparece. Claro, claro. A esas personas, además del muy genérico consejo de que los Reyes Magos son los padres (nunca es tarde para salir de la ingenuidad) les diré que en breve saldrá un post sobre como Valverde se quitó dos bolsas de sangre en Castelfranco Veneto, provincia de Treviso, Italia a los cuatro días de ser operado de la clavícula por su caída en el Tour. De como coincidió en ese hotel con Ivan Basso. Y con un médico de la red de Eufemiano. La coqueta -y riquísima- ciudad italiana no tiene mar, para el que piense que se fue a tomar el sol. A lo mejor a alguien de la prensa extranjera le interesa, visto que por aquí es imposible decir lo evidente.
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Confirmado. Samuel Sánchez es un corredor encantado de conocerse. Su misión en el Mundial era ayudar a Valverde. Lo hizo. La misión de Piti era ganar medallas. Lo hizo. Sin embargo, el asturiano locuaz empezó diciendo que su jefe de filas se equivocó tácticamente, después que se tenía que haber parado y ahora, embriago por el cálido abrazo de sus paisanos -los mismos que adoraban a Santi Pérez-, remacha diciendo que "regaló las medallas".

26 septiembre, 2006

Retales del Mundial

Sobre las entretelas del Mundial, lo primero que hay que comentar es la desastrosa realización de la ORF, el ente público austríaco. No hubo apenas tomas desde las motos y todo eran imágenes desde el helicóptero. Hasta Perico Delgado, que tiene buen ojo para identificar corredores, fatigaba para encontrar la identidad de las manchas de colores que se veían. La novedad de instalar una cámara por encima de la recta de llegada apenas sirvió para un par de rasantes enfocando a los edificios; de la ciudad, poca cosa; y las alternancias y golpes de cámara hicieron aconsejable tomar una biodramina, ¡menudo vértigo!. Y eso por no hablar de los títulos que metían: de repente aparecía un "Erik Zabel" en medio de una imagen a 1.000 metros del pelotón y sí, efectivamente, por ahí tendría que andar el incombustible alemán. Un desastre.

Tampoco es que hubiese mucho público. En muchas partes del recorrido apenas había una fila de espectadores pegados a la valla; otras veces ni eso. Se notó en las pintadas en la carretera, que sólo eran frecuentes en los dos tramos finales de subida. Un Mundial cutre, salvado por un brillante final. Con más chicha de lo que parece. La selección australiana volvió a demostrar que la mayor contribución que han dado al mundo del ciclismo es cyclingnews.com. No metieron a nadie en la fuga que alcanzó 15´ y en el sprint O´Grady y McEwen, que son enemigos manifiestos y no se hablan, hicieron la guerra por su cuenta: el mejor sprinter del año 5º, mientras que el campeón olímpico fue 6º, cumpliendo la cuota CSC. Ya en Verona 2004 O´Grady fue 4º y Allan dopaje por objetivos Davis 5º, cuando si quizás hubiesen colaborado la medalla de bronce de Paolini sería suya. Ellos sabrán. El que si que parece que no se entera de nada es el seleccionador Neil Stephens, ese superdopado en el Once y el Festina, ahora convertido en mamporrero de Saiz en el Astaná. Fíjense que declaraciones.

Los belgas también hicieron un papelón de pena. En la escapada del cuarto de hora metieron a tres corredorazos como Gilbert, Devolder y el futuro campeón Van Goolen. No les debió parecer que los dos primeros, experimentados, en forma y con victorias importantes, tendrían opciones contra DiLuca o Pozzato, también presentes en la fuga. Dicho y hecho. Sus propios compañeros -con un Hoste percherón- tiraron abajo la fuga en la que tenían a tres corredores delante. ¿Por qué? Por Boonen. Al final el supercampeón belga se quedó sin un sólo compañero en el grupo cabecero, sólo pudo ser 5º en el sprint (9º en meta) y claro, en su ya tradicional excusa, dijo que tenía calambres. Una nueva muesca, quizás la más tradicional, en su larga lista de pedales fuera, cambios rotos, saltos de cadena y ruedas aparentemente desinfladas por su enorme fuerza, capaz de deformar 10 atmósferas de presión.

No todo van a ser sinsabores. Italia hizo un carrerón antológico, quizás el mejor Mundial de los tiempos recientes. Siempre con corredores peligrosos en las fugas, y con un ritmo muy vivo en el pelotón. En la última vuelta un soberbio Ballan sacó de punto a todo el pelotón en la primera cuesta, con una planta y un estilo impresionantes, y después hubo ataques de Paolini, Pozzato y uno de Rebellin que cogió muchos metros. Y claro, Bettini. Il Grillo estuvo en todas partes, en todos los cortes, siempre atento. Incluso a Samuel Sánchez. Cuando antes de meta y cuando se fue en la curva. Una carrera sensacional rematada con su victoria más soñada. Ya no será como Bartoli. Como Kelly. Como Jalabert. Ya es campeón del mundo. Y con todo merecimiento.

Un último apunte: los seis primeros del Mundial tomaron parte en la Vuelta. Una vez más, la mejor preparación para la carrera por selecciones nacionales.

25 septiembre, 2006

Bettini Mondiale (y todos tan felices)

Bettini, coleccionista de fotos en donde bate a los mejores del pelotón -le falta una foto batiéndose a sí mismo: en breve un duelo con una galería de espejos- tiene ahora una maravillosa adquisición para su colección. El Mundial. Y batiendo a Zabel y Valverde. Se cierra el círculo. Cuando las cosas le van bien, tiene fama de ser un corredor encantador hasta la sutil frontera que lo separa de embaucador, y no duda en sacar pecho de ello; cuando le van mal, es un marrullero insufrible que cierra en los sprints, se adjudica victorias que son derrotas y todo son ayes. Es italiano. Quizás le va en la sangre. Y es muy grande. Grandissimo.

El Mundial fue un tostón de tomo y lomo. El circuito volvió a decepcionar enormemente y la única diferencia con Madrid 2005 fue el paisaje verde que contrasta con la sabana de Dehesa de la Villa. En la última vuelta al circuito estaba en el pelotón hasta Perry Mason. Era desesperante: la carrera la controlaba la selección de Austria. Sin embargo, y para seguir con el parangón con la edición anterior, un mal Mundial puede ser salvado por un gran final. Y así fue. Tras salir del túnel un inteligentísimo Samuel Sánchez -corredor que se ha especializado en atacar bajo la nocturnidad artificial de las galerías- se llevó a rueda a Valverde. Fue una acción fulgurante, de maestro. Tan rápido, tan imprevisto que sólo dos superases como Bettini y Zabel supieron ver la jugada y se lanzaron a degüello a por la victoria.

Las crónicas de hoy, y los protagonistas ayer, inciden en que Valverde no pudo disputar el sprint en condiciones porque tenía montado el 54x11 mientras que sus dos contendientes iban con 53x11. Que se quedó clavado. Si es así, es un error imperdonable en un supuesto matador, un corredor que para sus innumerables fans sólo sabe ganar. Da igual: ninguna crítica, ninguna lamentación, el bronce vale por todo, incluso por la patética imagen de un Valverde pedaleando encogido para no perder la estela de Zabel, sin ninguna posibilidad de alzarse. Nadie recuerda que en el movimiento de Kroon/Bettini en el último repecho su murciano de oro (en los Mundiales, de plata y bronce) pasó en la posición 40ª, totalmente fundido. Como en el sprint. Fundido. Parece que haya miedo a decirlo y sea más bonito hablar de multiplicaciones y trancas. Y barrancas.

Da igual. Todos tan contentos, como muestra la foto. Un Samuel encantado de conocerse a sí mismo se define en El Larguero como "un profesional de la cabeza a los pies" (¿eso no corresponde decirlo a los directores y compañeros?), Valverde repite como un autómata -evito la palabra robot para no herir sentimientos- "es importante el bronce", "soy bronce" y "algo nos hemos llevado". A lo mejor alguien tendría que recordarle a Piti que en su fulgurante temporada -ya a la altura de Bugno 1990, Fondriest 1993 y Jalabert 1995: ellos no tuvieron ninguna rotura de clavícula- ha coleccionado más buenos puestos que victorias, todo un contrasentido en alguien que educa a su loro para llamarle "campeón", "figura" y "bala". Pero todos tan contentos, ¡eh!.

Así las cosas, ¡cómo no pensar en Oscar Freire!. De mil veces que se hubiese repetido ese sprint el genio de los Mundiales lo hubiese ganado en 990. No es casualidad que el campeón ayer fuese el derrotado en Lisboa 2001 y la plata de Zabel fuese la misma que en Verona 2004. Ambas derrotas con escozor ante un corredor que esta temporada les volvió a batir en Vattenfal Cyclasics (la Clásica de Hamburgo), en un sprint masivo y disputado hasta el final. Ni una sola mención en las crónicas de hoy. Como si hubiese miedo a mentar a la bicha. Que Freire nunca falla (bueno, sí, en la San Remo de este año). Que Freire es una garantía. Que esto ha sido otra oportunidad perdida. Otra más.
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¡Dios mío, coincido en opinión con Gómez Linares! Voy al médico.

22 septiembre, 2006

Hay Mundial

Hoy traigo como foto una instantánea sacada del último número de Bicisport, con un titular muy bueno: "En Salzburgo nos divertiremos mucho (y si llueve y hace frío mucho más)". Me parece una adecuada definición. Fíjense en la carretera del último descenso, auténticamente de clásica. El Mundial vuelve a sus raíces, tras la desastrosa y desafortunada experiencia de Madrid. La de la ciudad en obras, las avenidas y la Carretera de la Playa, un sinsentido en su nombre y en su asfaltado. Pero no todo van a ser parabienes a un circuito que puede dar mucho juego.

La organización austríaca, y la UCI que da el visto bueno, han vuelto a cometer el error de hacer el circuito muy largo, por lo que sólo habrá 12 vueltas para cumplir los 265 kms. Un suplicio para el espectador en vivo, y también para el televisivo, al que le van a chirriar los oídos de escuchar una y otra vez "faltan pocos kms. para que vuelva a empezar la subida". Sin embargo, es el Mundial. Y pocas veces defrauda, salvo en el bochorno de Zolder y la ghymkana de Italia para que ganase Pavarotti. Hay muchas razones para pasar el dopopranzo delante del televisor, y una para convencer a los no-aficionados es la belleza del circuito, con espectaculares paisajes y tomas de la ciudad de Mozart.

En cuanto a los candidatos, a los ya tradicionales de Italia y España, hay que sumar una potentísima selección alemana con Schumacher a la cabeza: es rápido, es fuerte y este año ha ganado etapas como clásicas. La de Namur en el Giro o la de Ans en el Eneco Tour (bueno, no gano la etapa pero si la general) son dos buenos ejemplos. Las posibilidades de Italia pasan porque Bettini se sepa controlar y no haga lo mismo que en Amstel o Lieja; con lluvia aumentan las posibilidades de Ballan, un corredor que maravilla. En España está lo que pueda hacer 18.-Valv. (Piti), y Samuel Sánchez en caso de condiciones climatológicas adversas. Un último candidato, muy poco citado, es Karsten Kroon. El antiguo gregario de Freire en Rabobank ha fichado esta temporada por el CSC y se ha marcado una Amstel y una Flecha increíbles, como casi todo lo que hace el equipo de Rijs. En la última semana ha ganado dos etapas de una vuelta menor alemana. Y lo mismo con Schleck, un corredor que cuando ataca no mira hacia atrás. Del resto de favoritos (Vinokourov, Boogerd, Boonen y el tremendo Gilbert, Paulinho y demás) ya lo saben todo.

¿Habrá sprint? Esa es la gran pregunta. Quien corona la última subida tiene un descenso rapidísimo y vertiginoso (el de la foto) y después cinco kms. a meta. Un poco como en Lisboa. Aquel año Simoni atacó en la base de la subida y hubiese llegado de no tirar Lanfranchi para que el arcoiris fuese al Mapei (Bettini o Freire, daba igual), y este año las selecciones son de nueve corredores. Un corredor fuerte puede llegar. El sprint no está descontado. Además, como otros alicientes propios del Mundial veremos que selecciones subcontrata Italia para controlar la carrera, las caídas que tanto gustan a las televisiones y la simpática camadería de todos los aficionados al ciclismo que se desplazaran con sus remolques a apoyar. Y es que el Mundial es único, diferente.

Mención aparte merece la ausencia por segundo año consecutivo de Mr. Mundial Freire. El corredor que en siete participaciones logró cuatro medallas ha vuelto a hacer mutis y la carrera está huérfana, como lo estará el Giro cuando no esté Simoni, la Vuelta sin Heras o el Tour sin Armstrong. Y es doble pena porque este circuito le iba como anillo al dedo: pase lo que pase yo tendré un recuerdo para Freire, igual que en Madrid. Aquel sprint lo hubiese ganado con una pierna. Y como este año se llegue al sprint pensaré lo mismo.
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¡Valverde y Cierra España! ¡Ar! ¡Y defendido por su paisano Fulgencio! ¡Ar! ¡Formen filas! ¡Tiro raso a quien disienta de la consigna! ¡Ar! Fíjense en cómo Arribas colabora: "Fuentes de la Guardia Civil ya señalaron en su momento que el documento supuestamente incriminador..."

¡Que investiguen en el hotel de Castelfranco Veneto donde coincidía con Basso, cuando Eufemiano y Cecchini intercambiaron cromos! ¡Que lea esto el Suddeutsche Zeitung, porque como en otras épocas oscuras -algunas muy recientes- en este país nos tenemos que encomendar a la prensa extranjera!
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Excepcionales y muy bellas piezas las que hoy trae Gómez Peña. Felicidades.

21 septiembre, 2006

Rijs, oro y plata en el Mundial CRI

El Mundial CRI es una carrera sin tradición y que difílmente engancha a los aficionados. También es una carrera que se suele saldar con escasas diferencias, salvo un año: 2003, cuando un ultradopado David Millar mandó a Michael Rogers a 1´41". Después supimos el porqué. Este año el título acaba de ir a parar a Cancellara, que ha mandado a su compañero de equipo Zabriskie a 1´30", tras una exhibición muy notable. Estratósferica.

Lo de Cancellara no tiene nombre. Era ya un corredor muy bueno, pero en este su primer año en el CSC se ha convertido en uno de los cinco mejores corredores del pelotón, ganando de marzo a septiembre. Sin picos de forma, todo un rodillo. Fíjense bien: en marzo gana la crono de Tirreno ante ultradopados como Jorg Jaksche, en abril hace sexto en Flandes, sexto en Wegelwen y una Roubaix incalificable. En mayo gana la crono de la Volta, en junio (cuando se está en marcha la Operación Puerto y su nombre aparece vinculado a Cecchini) queda excluído a última hora del equipo del Tour, y bien calladito. ¿Clasicómano Luigi?

Reaparece en agosto y gana la Vuelta a Dinamarca igual que su jefe de filas Basso hace un año: dos etapas, la general y la sensación de que podía haber ganado todas las clasificaciones parciales. En septiembre en la Vuelta a España pierde la crono de Cuenca por centésimas ante Millar, y ahora se marca esta exhibición. Típico producto de Rijs, que después dirá que no sabe nada de este corredor y cómo lleva sus entrenamientos. Tienen que ser muy buenos, para conseguir ganar en todos los meses de la temporada. Mención aparte merece la plata, de un Zabriskie al que no se le ve muy afectado porque su compañero de piso en Girona, el ínclito Floyd Landis, haya sido encontrado positivo y desposeído de su Tour de Francia. Hacia muecas y carantoñas a la cámara de televisión, mientras todos asistíamos a la enésima carrera para ver con las cejas arqueadas. Para confirmar las expectativas, Vinokourov es bronce como en Bardolino 2004, pero a un mundo de los corredores brillante llevados por Rijs, ese hombre que era el entrenador de Basso y ahora es su enemigo. Que tomen nota el suizo y el americano.

Por último, destacar la horrorosa realización de la ORF, la televisión pública austríaca. Los planos duraban como mucho 5", saltos de cámara inexplicables y una alternancia de secuencias que ni una película de David Lynch. Solidarizándose con su prima hermana, TVE ha puesto la mosca de La 2 de tal manera que no podíamos ver los tiempos de los corredores, aunque han cambiado cuando llevaban 40´de retransmisión. También se han quedado sin sonido Carlos de Andrés y Perico, pero no se les ha extrañado mucho: en cuanto Iván Gutiérrez se ha quedado sin opciones, ellos también han perdido el interés.
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¡Uy, que Carlos Arribas se pone a escribir de médicos con total naturalidad!
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El importante diario alemán Süddeustche Zeitung, que no es precisamente un medio sensacionalista, cree que la prensa española se ha confabulado para ocultar a 18.- Valv. (Piti). Como se lleva diciendo en este blog desde el 22 de mayo, cuando Arribas dijo, citando fuentes de la investigación, "están todos, menos Valverde". Después se le coló un documento cortado, pero no lo suficiente para que no viesemos la clave de El Intocable.

La reacción de parte de la prensa ha confirmado las sospechas del diario de Munich. Hablan de conspiración, de intentos de dejar fuera al candidato número uno para el oro (sic) y poco les queda para hablar de un rebrote de la Leyenda Negra antiespañola. Si es que basta con dejarles hablar, como Contador y su carta abierta.

20 septiembre, 2006

¿Plante obrero? ¡Plante mafioso!

Resulta que el otro día estaba en los locales de la Federación Española de Ciclismo el Secretario de Estado para el Deporte Jaime Lissavetzky, en una reunión que tenía programada de antemano y que le retuvo durante tres horas. Casualmente -noten la ironía del adjetivo- también estaban en los mismos locales, y a la misma hora, y en el mismo día, doce piquetes. A saber: Santi Pérez, Zaballa, Plaza, Vicioso, Gomis, Cherro, J.L Martínez, Eladio, Koldo Gil, Latasa, Bernabeu y Cabello. Lo acorralaron en un pasillo y le trataron de tú. Al parecer, el alto cargo les respondió de usted, como debe ser. Y ya es demasiado para esa gente.

Le abordaron al grito de "nos estás jodiendo la vida", como si el ex-parlamentario de la Asamblea de Madrid les recetase hormona del crecimiento, transfusiones sanguíneas y parches de testosterona en el culo. Así de loco está el asunto. La culpa la tiene quien intenta aclarar la madeja del dopaje. Como El País, al parecer culpable de publicar el secreto de sumario de la Operación Puerto, cuando gracias a esa exclusiva mundial (si, la que los medios anglosajones copan y dominan) nos hemos ahorrado ver un Tour de Francia con Basso, Ullrich, Sevilla y demás ultradopados, que entre que detuvieron a su médico (22 de mayo) y se publicó el dossier aprovecharon para ganar el Giro, la Vuelta a Suiza y la Vuelta a Asturias, en un alarde de autoridad farmacológica.

Fíjense bien en la foto. Corresponde a la reunión "espontánea" (misma calificación que el "casualmente" del primer párrafo) surgida tras el plante obrero del último Campeonato de España. En primera fila, pegaditos al inocuo calvo de "la opinión pública ya nos ha juzgado" se sientan, pásmense, Koldo Gil y David Latasa. Del navarro de Burlada no se sabía por entonces nada de sus fichas con Fuentes -bueno, se intuía, como de todos los Liberty-, pero ¡qué papel más protagonista quiso desempeñar ese día!. De Latasa, otro navarrico, nos basta con saber que estaba en el Comunitat Valenciana. Prueben a averiguar otras caras que se ven por ahí, realmente compungidas.

De plante obrero nada. Plante mafioso. Somos todos y aquí estamos. También estaba Mancebo, que creía que tenía bula papal por eso de ser sufridor y feo. Ahora los defensores de esta panda de Ali-Babás dicen que ninguna persona es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Lo dice hasta el ex-broker. Vale, no pasarán por la trena, pero la sanción deportiva la merecen, y confío en la integridad de Lissavetzky para que así sea. También de la Federación, que parece que está aplicando los expedientes sancionadores, vista la abrumadora masa de las pruebas, algunas publicadas y que ningún aficionado puede olvidar. No debe.

¡Si es que estaba hasta Santi Pérez, ya sancionado por dos años por hemotransfusión! ¡Y esta es la gente que reclama derechos! Tampoco debe extrañar tanto: es el mismo tipejo que hablaba de su novia muerta, su madre soltera y lo difícil que es nacer en Vega de Paridiello (Grado, Asturias) mientras clamaba su inocencia a diestro y siniestro, en medios tan importantes como El Larguero. Esta panda es capaz de vender su alma al diablo con tal de parecer que están limpios. En realidad, ya la vendieron hace mucho tiempo. Y todavía hay gente que les cree y que piensa que el problema está en la redacciones de los periódicos y no en el pelotón.
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"Más papista que el Papa". ¡Qué vergüenza! ¡Qué nivel de periodismo!

19 septiembre, 2006

Sobre Valverde y sus mitos

De haber ganado la Vuelta a España, Alejandro Valverde hubiese igualado algunas de las temporadas más fabulosas del ciclismo moderno, como fueron el 1990 de Bugno, el 1993 de Fondriest o el 1995 de Jalabert. En cierta medida, tampoco se aleja mucho. De ahí el impresionante caudal de puntos ProTour del murciano, nada menos que 282...el segundo clasificado, Cadel Evans, se queda en 162. Y Danilo DiLuca, el vencedor en la temporada del estreno, llegó a 224.

Ahora dicen que va a por el Campeonato del Mundo. Es cierto que es el jefe de filas de la selección española y que en los últimos tres años ha sido 2º, 6º y 2º, pero la sensación que transmite es que ha acabado la Vuelta fundido. Y bastante desorientado. En vez de extraer la conclusión más evidente, dice que seguirá yendo a por el Tour, una carrera que todavía no ha acabado. Y la conclusión es que es un corredor que nunca va a poder sacar diferencias en la crono para poder administrarlas en montaña -como ingenuamente intentó hacer en la Vuelta ante un dúo que iba con un tratamiento mejor-, y ni siquiera se le ve con autoridad para sacar diferencias en montaña. De hecho, nunca ha ganado ninguna carrera escapado. Y mucho menos de montaña.

La fuerza de Valverde es su sprint y lo que obtiene de ello, las bonificaciones. Todavía no ha ganado ninguna vuelta de una semana de prestigio (la próxima temporada correrá con 27 años) y, si bien este año ha enlazado Flecha-Lieja gracias -una vez más- a su impresionante sprint, la tendencia es clara. Por mucho que nos vendan que es un "rematador", es más un bien un corredor de puestos. Sus increíbles, fabulosos 282 puntos se traducen en cinco victorias ProTour: una etapa de País Vasco (por una micra sobre Freire), las dos clásicas de las Ardenas, una etapa de Romandía y una etapa de la Vuelta. Si, cifras impresionantes, pero que alcanzan y superan en cuanto a número Freire y Hushvod, corredores de otros vuelos.

Lo que asustan son los tiros al palo: segundo en País Vasco, tercero en Romandía, segundo en la Vuelta, octavo en el sprint de San Sebastián...Si algún día gana alguna Vuelta de tres semanas -algo que todavía no se ha producido, por mucho que el valverdismo arrecie en estos días aciagos de podio agridulce en Madrid- será gracias a contar con un equipazo que le controle la carrera hasta el último km. del último puerto, que le lleve en volandas y su figura vaya acumulando segundos de ventaja gracias a que los rivales van a menos. Esa era la estrategia en la Vuelta, que le había reportado tener 1´42" de ventaja sobre el sucesor de Zulle y Jalabert en vísperas de la etapa de Granada. Y sólo ganando la etapa del Morredero, un remachamiento de los suyos de toda la vida.

18.- Valv. (Piti) acabará la temporada como líder del ProTour (Bettini tendría que ganar Mundial y una clásica de otoño para acercarse, igual que Boonen, Ballan, Sánchez o Schumacher, otros que parecen en forma; pero ojo, sólo para acercarse), sin duda un éxito importante. Como el valverdismo no deja de ser una encarnación del vueltismo que afecta a gran parte de los aficionados españoles, este hito (que no deja de ser una clasificación de la regularidad) pasará desapercibido incluso en un país donde nunca se ganó la Copa del Mundo cuando existía. Y así nos cae de chuzo.

Por cierto, como llueva en Salzburgo, el murciano se retira.

18 septiembre, 2006

A la edad de Jesucristo

Cuanto Indurain intentó el asalto al sexto Tour, la pregunta era si se podía ganar la carrera con 32 años. Llegó Rijs y demostró que, con las adecuadas ayudas médicas, todo es posible. Como Rominger, el campeón treintañero. También Armstrong, que ganó su sexto y séptimo Tour con 32 y 33 años. Había algún precedente, como el Giro que le regalaron a un fosilizado Gimondi en 1976, pero sin tener las estadísticas a mano, el triunfo de Vinokourov en la Vuelta con 33 años es un prodigio. Entra dentro de la selecta minoría que saca fuerzas para ganar una vuelta de tres semanas cuando muchos piensan en la retirada. A la edad de Jesucristo.

El dato de que su onomástica fuese el día de la crono -ganó, como no- sirvió para que los plumillas de la corte de Active Bay (Gómez Peña, García Luque, Garai, Urraburu) confeccionasen crónicas preciosistas sobre los más manidos tópicos: "Vinokourov se hace un regalo de cumpleaños", el "felicidades" y todo por ese estilo. Analizar que tenga 33 años y haya realizado ese despliegue de fuerzas (tres etapas: una de llegador, la reina de la carrera y la crono final, más otros tres segundos puestos) no entra dentro de lo que debe interesar a sus lectores. Es más, incluso se intenta ocultar la realidad, como en este magnífico titular de Gómez Peña: "Vinokourov pone nombre a la transición". Como no podemos saber el ¿hacia qué? hasta que no se cierre la Operación Puerto, habrá que preguntarse el ¿desde qué?

Vinokourov ha ganado la Vuelta enrolado en el equipo de Manolo Saiz. Viene de ahí. No se que transición encabezará, pero con su edad debería pensar en cuidar a su prole. Lástima que el artículo también se olvide de eso, y meta en el mismo saco a los que se dopan y a los que denuncian (no me resisto a no reproducir la frase literalmente: "Es un deporte con las ruedas pinchadas. Demasiada agujas: las que meten la trampa y las que la desvelan.") ¡Qué bonito! ¡Cuanta desvergüenza! ¡Si es que se está mejor callado! Por seguir con el símil religioso, los que no seguimos la cuerda de "calla, y disfruta del espectáculo" somos poco menos que Judas. Pero seguro que a él le pagan mucho más que 30 monedas de plata.

Me resisto a cantar los gozos y las glorias de la victoria de Vinokourov. Supongo que será metafórico que ayer Landis se pasease por la Castellana, con su gorra calada de revés. Perdiguero y sus "dos ofertas para seguir corriendo" (¿el Amore e Vita? ¿el Comunitat Valenciana?). El Phonak, que no ha andado en esta Vuelta como en las dos anteriores grandes. Quien si ha andado, y mucho, ha sido Samuel Sánchez. El ciclista que ataca en un túnel para ser tercero de una etapa. El ciclista-tronco sobre la cabra de contrarreloj, que se marca un segundo puesto el sábado, el mejor resultado de un Euskaltel en una crono de una grande en 12 años de existencia del equipo. ¡Si es que no cesan las maravillas! Ni las sorpresas.
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Bonita crónica que incide en aspectos crematísticos del ciclismo: que si el despiste, que si el exceso de confianza, que si el corredor en la fuga, que si el cambio de bicicleta, que si el desarrollo. Todo cabe en el cajón de sastre. Todo, menos hablar de las bielas.
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¿Psicofármacos? Probablemente. Es la primera vez que un corredor que pierde una grande en los últimos compases (Sevilla, Heras en 2002, A.Fuerte, Montoya, Casagrande, Zulle) no está deprimido o abatido.
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Ayer Arribas publicaba que Lissavetzky se había encontrado en los locales de la Federación con algunos de los ciclistas enmarranados en la Operación Puerto. Así, por casualidad y en los pasillos. Que habían dialogado. Para Gómez Peña, la conversación con la banda de los doce (a saber: Santi Pérez, Zaballa, Plaza, Vicioso, Gomis, Cherro, J. L. Martínez, Eladio Jiménez, Koldo Gil, Latasa, Bernabéu y Cabello) no fue muy amistosa. ¡Que incluso les trató de usted! ¡Eso es inadmisible! Ay, ay. Cada día me huelo más una solución a la italiana.

15 septiembre, 2006

Y Manolo ríe en Torrelavega

Si hay un triunfador en la etapa de ayer -en la Vuelta, que ninguno de los inteligentes lectores de este blog se trague las historias de "crono decisiva en Madrid"- ese es Manolo Saiz. Una vez más, el factotum del ProTour, el hombre del dopaje masivo y sistemático de todos sus corredores (si, todos, del primero al último: tu también, Contador) vuelve a ganar la Vuelta. Su tercera Vuelta consecutiva. La octava consecutiva de Eufemiano Fuentes, su camello y gurú, a pesar de los problemas económicos que les separaban. Y alguna suspicacia.

Como no recordar en un día tan triste para el ciclismo esa frase recogida en la Operación Puerto de "dile al Gordo que si quiere hacer algo en el Tour, que vaya pagando". Al Tour no llegaron porque LeBlanc se cerro en banda e impidió salir a una formación que había presentado con todo el descaro a Beloki y Nozal en Estrasburgo. Pero a la Vuelta si llegaron. Y como llegaron, senores, como llegaron. Despampanantes. Con cuatro etapas en el zurrón. Un segundo puesto y dos primeros de carrerilla para Vinokourov, por no hablar de las dos etapas -sí, también consecutivas- regaladas a Danielson y su fiel sherpa. A saber cúanto habrá pagado Manolo Saiz, al que sus muñidores (Gómez Peña, García Luque, Garai) han situado primero deprimido y con ganas de dejar el ciclismo; después haciendo un último esfuerzo y viajando a Astaná para no dejar a "47 familias en la calle"; más tarde vendiendo su licencia ProTour; inmediatamente después corrigiendo que quizás no; y ya por último se atreverán a decir que está en la sombra.

No se si merece la pena comentar la etapa. Un fantoche Juanma Trueba, de As, se había apostado cenas a que Valverde ganaba la Vuelta. Eso es no tener (con perdón) ni puta idea de ciclismo y de lo que supone el dopaje. Olvidarse de una trastada todo lo aprendido en los últimos meses. Que pague la cena. Que pague su parte de platos rotos, porque también en su periódico se han colado comentarios elogiosos-racistas hacia la supuesta "raza" de los kazajos, unos übermensch capaces de colacar a Kascheschkin en el podio de la Vuelta, cuando su mejor resultado en una grande había sido un 16º puesto en el Tour 2005. Y atacando a diestro y siniestro. Eso no es raza, eso es dopaje. De Manolón/Eufemiano de toda la vida. Como con Jalabert/Zulle. Como con Beloki/Igor. Como con Nozal/Heras. A la espera de que afloje la guita, el que ayer cenó a la grande, como lo que le pide el cuerpo, fue Manolo Saiz. Qué feliz venganza. En la dictadura kazaja todos disfrutan con su No-Do particular, según nos cuenta una contrastada información.

Habrá alguno que piense que la Vuelta no se gana hasta que se pasa el último control antidopaje, como demuestran las experiencias de Santi Perez y Roberto Heras. Ya. Puede ser, pero es confiar demasiado en una cosa que se puede producir o no. Recuerden el ultradopado Isidro Nozal en 2003. Ni rastro de doping, oigan. Y como andaba el potro de Guriezo. La fuerza bruta al poder. Ni tacticas ni vainas. Tira para arriba, hasta que revientes. Ya veras, ya. Estara contento Victor Cordero. La Vuelta sigue siendo el espacio de impunidad que lleva siendo desde hace muchos tiempo. Y que nos pillen a todos confesados para Salzburgo.
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"En lo otro no quiero ni pensar". La cuerda de los cobardes. La espiral del silencio.
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Para alimentar egos.

14 septiembre, 2006

¡Qué triste es ser ciego en Granada!

¿Lo mejor de la etapa? Bajando Monachil, cuando Vinokourov ya se había vuelto a ir, Carlos de Andrés se dejó llevar igual que en DisneyLandis -cuando pidió a los telespectadores que se levantasen para aplaudir a un robot- y empezó "¡Qué gran Tour, qué gran Vuelta estamos viviendo" y de repente, como si tuviese una mala conciencia dijo "hombre, está el problema del dopaje"...y volver a ponerse la venda para disfrutar del sano deporte del ciclismo. Impagable, se lo juro. A leer de nuevo el titular, que también se puede comprar como azulejo en las tiendas de recuerdos de la bella ciudad andaluza.

La etapa iba con una escapada por delante con un corredor peligroso y que va a más como el americano Danielson, a la postre vencedor del día. Empezaron a subir Monachil -que es un puerto que debería ser cita obligada con la Vuelta- con unos amplios 4´sobre el pelotón. Hasta entonces había estado controlando el Caisse d´Eparge, pero en las primeras rampas Carlos Líder Máximo Sastre puso a trabajar a sus corredores (en otro ciclista habría que poner compañeros, ustedes ya me entienden) con un ritmo altísimo. La carrera saltó por los aires y Valverde se vio sin compañeros.

Atacó Kasheschkin y el hombre de amarillo dejó hacer, a pesar de que se le unían Luis Pérez y Gómez Marchante. Nadie tiraba y empezamos a ver un recurrente deje en el murciano, tal es mirar continuamente atrás. Atacó Vinokourov y se fue rápido y fácil. Valverde no reaccionó, quizás pensando en un Sastre que, o bien aplicó la pinza de Calar Alto o bien no podía con su alma. Nunca se sabe con este hombre, que sin embargo prefirió comunicarse con su compañero Lars Bak -venía de la escapada- a través del audífono, cuando le separaban tres metros. Y eso que lleva cinco años hablando en inglés en esa gran casa que es el CSC. Misterios, oigan.

Valverde intentó reaccionar en los dos últimos kms. de la subida, en un momento descolgó a Sastre, pero miró atrás y le esperó. Los kazajos ya circulaban con 30" de ventaja, y tenían a Paulinho por delante. Cuando se dio cuenta de la estrategia -de Manolón de toda la vida- se le empezó a ver tenso. Desesperado, diríamos. Pero lo mejor estaba por llegar. Se marcó un cambio de ritmo impresionante en la segunda cumbre de Monachil y empezó un descenso suicida con el maillot abierto. No lo cerraría hasta pasada la meta, en una acción que podría tener consecuencias para su salud, además de las bien evidentes de ver a un líder descamisado y boqueando.

Consiguió enlazar no sin cierta dificultad con los kazajos y Gómez Marchante, pero justo unos metros antes Vinokourov se fue por delante. Como un molinillo. Me gustaría ver la cadencia que le ha marcado hoy su SMR. Mejor que Armstrong, se lo aseguro. Valverde se quedó boquiabierto, esperando una colaboración de Gómez Marchante que no tenía porque llegar. A un ataque de un líder responde un líder, dicen los manuales del ciclismo. Y por delante el obús kazajo no miró ni una sola vez hacía atrás. Empezaron a caer los segundos, mientras era evidente que Valverde estaba sufriendo mucho. Al llegar a meta se bebería todo lo que encontrase a su paso. No tuvo tiempo ni para echar mano al bidón. Si para mirar mucho hacia atrás y desesperarse. Cosas de ser líder de la carrera. Cosas que se aprenden sufriendo.

Tan mal iba que enlazaron por detrás gente como Samuel Sánchez -un claro ejemplo de últimasemanaquemesalgo-, tan sobrado que atacó a sus compañeros en el túnel y les metió medio minuto en los tres kms. que quedaban para meta. Claro, del grupo tiraba Piepoli, ese armario empotrado que devora kms. en el llano. Vinokourov había alcanzado a Danielson y pactaron la etapa a cambio de tirar un poquito durante los últimos kms. No se si su trabajo valdría los 8" de bonificación entregados, pero daba igual: Vinokourov era el nuevo líder con 9" sobre 18.- Valv. (Piti), que nunca se había visto en una situación así.

Se abre un abanico de posibilidades. Valverde, que quería ganar la Vuelta a lo Landis -sin exhibiciones, aguantando en la montaña lo justo- se ve ahora obligado a hacer en la Pandera su propio DisneyLandis. Atacar cuando pensaba que iba a ir en poltrona hasta Madrid. No le queda otra. Otra cosa será que logre descolgar a Vinokourov, que ha confirmado a Monachil como la montaña del dopaje tras el nauseabundo recuerdo de Santi Pérez en 2004, bien recordado por Samuel Sánchez como "mi paisano". Cosas de paisanaje, ya se sabe. ¡Pobre Piti! No sé el porqué, pero me viene a la cabeza otro azulejo granadino: "Llora como una mujer lo que no supiste defender como un hombre", que le dijeron a Boabdil, cornudo y derrotado.

Por cierto, se esperaba a Angéla paloma mensajera para Cuenca y allí estaba en meta, muda del dolor. Magdalena penitente. En la Pandera habrá tráfico de bielas, ¡que no sólo el Astaná las va a llevar! ¡aunque antes de Monachil pasasen los vampiros! ¡Viva la tercera semana de la Vuelta! ¡Muera la razón! ¡Qué contento va a estar Victor Cordero con la audiencia de este fin de semana!
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Demencial artículo. No se pierdan el análisis de la actitud de Sastre.
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Ya sabemos a donde va Colom. Con sus compañeros de prácticas. Y qué grande es Herminio, aunque la etapa sea de Manolón de toda la vida. Cuanta hipocresía. Qué nivel de periodismo.

13 septiembre, 2006

Lluvia en Almería, Valverde maravilla

Llovió en Almeria. Mientras el Telediario mostraba escenas típicas de estas fechas con barrios inundados y rieras desbocadas, los ciclistas sufrían una penosa jornada de lluvia y mal tiempo en el lugar más insospechado de la geografía española. El espectador, en una especie de solidaridad mediatizada a través de la televisión, también sufrió. Y de lo lindo.

Valverde intenta ganar la Vuelta a lo Landis. Ojo, no a lo DisneyLandis. Eso lo haría en caso de verse contra la cuerdas y despojado de su maillot oro por una pájara. A lo Landis en el sentido de no dar ninguna exhibición y limitarse a entrar con los favoritos, como hizo el americano en Alpe D´Huez, donde para conectar con el escapado Merckx dió un arreón de aupa, se vió por delante y se paró a esperar a sus compañeros de la parte alta de la clasificación. No vean como sufre el espectador cuando ve que un corredor está un punto (gordo, negro, de tipo 14) por encima de los demás se limita a aguantar. No vean como sufren sus rivales.

El primero de ellos, ese portento de la naturaleza llamado Sastre. Puso a Cuesta a destrozar el grupo y lo consiguió. Atacó a continuación y dejó mudo a Kasheschkin, su rival por el podio. También a Gómez Marchante. Volvió a las andadas, perseveró y, en una acción que parece una pinza antiValverde, favoreció el primer ataque de Vinokourov, para el que se apartó convenientemente. Quizás esperaba reventar al murciano con querencia por Italia. O quizás sea una nueva demostración de su inteligencia de Líder Máximo, con esas estrategias que parecen sacados de un manual de la editorial DeVecchi titulado Técnica del ciclismo. El caso es que, una vez más, le salió el tiro por el culotte.

La subida se convirtió en un festival de sinsentido. ¿Emocionante? Quizás. Pero yo he crecido viendo un ciclismo de competición, y no me basta con ir a rueda y el tira tu que a mi me da la risa, gran frase de Perico. Empezaron a contactar por detrás gente como Danielson, Devolder, Samuel y Antón, el más listo porque supo irse mientras Vinokourov y Valverde se miraban con la fina intención de no ser los primeros. Sastre ni eso, lo que tiene algo de frenopático si tenemos en cuenta que cualquier empuje alejaba más a sus rivales para el podio Marchante y Kasheschkin. Valverde salía a cualquier ataque silbando y, una vez neutralizado, se paraba y miraba. Nada de remachar, que no está el horno para bollos. Ni 18.- Valv. (Piti) desvelado. Es un decir, claro. Al final Antón se llevó la etapa (23 años, aquí hay corredor), Valverde la bonificación por el segundo puesto y Sastre su justo castigo con 5" perdidos en la última rampa (la que subió a plato Santi Pérez en 2004) y sin bonificación. Es su vida, algunos corredores son esclavos de su historia.

Merece la pena destacar la actuación del joven Astaná Redondo. Escapado todo el día, se calcó casi todo Calar Alto en solitario y todavía tuvo fuerzas de tirar de Vinokourov y enlazar hasta dos veces más con los favoritos. Habrá quien piense que merece el mismo tratamiento elogioso de Antón. Y un cuerno. En el Liberty-Astaná se metía hasta el cura de la parroquia (dopaje por objetivos, jóvenes y veteranos, figuras y neoprofesionales), por mucho que ahora intenten desesperadamente salvar a los más bisoños: recuerden la mención expresa, urgente y repentina de Eufemiano Fuentes y su ya famoso "yo no conozco a Alberto". Y si, Alberto Contador conoce a Redondo. De hecho, una de sus dos victorias ProTour de este año se la debe al manchego, que en la Vuelta a Romandía, un mes antes de la Operación Puerto, se marcó esta etapa. Muy parecida a la de ayer, pero entonces circulaban libremente las hormonas de crecimiento, las siberias y los ignacios. ¡Y todavía hay gente que piensa que Eufemiano no está en la Vuelta!
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Una gran crónica de Carlos Arribas. Es de justicia decirlo, porque últimamente no abundan.

12 septiembre, 2006

Territorio Eufemiano

La Vuelta se adentra en su tercera semana y, como todos los años, entra de cabeza en territorio Eufemiano. No ya porque las etapas y las cimas a recorrer entroncan directamente con corredores tratados por el hemodruida, sino porque sus métodos para la mejora del rendimiento deportivo son especialmente visibles en esta parte de la carrera. ¡Ah, pero Eufemiano ya no está en el mundillo! ¡Eufemiano ha sido depurado! ¡La pureza campa a sus anchas por la Vuelta! Ya, ya. Siéntense cómodamente en sus sofás orejeros y analicen todo lo que va a pasar en estos días. Después hablamos de si Eufemiano está en la Vuelta o no. En su querida tercera semana.

Los kazajos necesitan atacar. Valverde ha mejorado mucho contra el reloj con sus periódicas visitas a Italia y no lo pueden fiar todo a la siberia de la última crono. Ya saben lo que le pasó a Heras. Digamos que se han enchufado el día previo al descanso, un día puesto en evidencia en los protocolos de Eufemiano. Y después huyeron a la carrera, por mucho que lo intenten ocultar. De Vinoukurov sabemos que puede atacar repetidas veces. De Valverde no sabemos si puede responder con la misma frecuencia. Da igual. Pase lo que pase, el recorrido que ha ideado Victor Cordero lleva a Eufemiano. Siempre él.

Hoy se sube Calar Alto precedido del espectacular Velefique (no se pierdan las imágenes en el resumen de La 2 a las 20:30), un puerto estrenado por Roberto Heras en 2004. Y por todos sus compañeros de arcón congelador. El miércoles se llega a Granada pasando por Monachil, allí donde el mismo año un Santiago Pérez actuando de folcklórica (besito a la medalla de la novia fenecida incluído, pero bien podría haber sido al retrato del médico canario) inició su festival obsceno de droga y poderío. Fíjense las diferencias de escándalo entre los ultradopados y el resto de corredores. Y el jueves La Pandera, lugar del debut en la alta sociedad del dopaje de Alejandro Valverde, bien llevado hasta la meta por Oscar Sevilla y pegadito a Heras. El resto de compañeros de arcón a un minuto.

¡Ya verán que espectáculo vamos a ver! ¡Viva la tercera semana! ¡Muera la razón!

11 septiembre, 2006

A la carrera

Sigue la Vuelta y sigue con un elenco impresionante de vencedores. Y con mucho espectáculo, es evidente, pero también con muchas intrahistorias. Esta es la crónica apresurada de los últimos cuatro días en la Vuelta.

El jueves se llegó a Guadalajara en fuga, con dos corredores letales como Bettini y Paolini. Amigos íntimos, ya habían intentado el día anterior coger la escapada buena, pero la furia desatada de Egoi contra su compañero Danielson acabo con el intento. La entrada a la ciudad alcarreña propiciaba llegar en solitario, y Paolini, que ha vivido su primera temporada como jefe de filas de una manera bastante anónima, atacó a falta de cuatro kms. Llegó con facilidad a meta, habilmente escoltado con Bettini que actuó de secante con un anónimo belga, de esos que ganaban las etapas de la Vuelta hace una década, cuando se disputaba en abril y algunos todavía creen que era mejor carrera.

El viernes Samuel Sánchez reeditó el triunfo de la Bien Aparecida tras un descenso vertiginoso del Alto cerca de Cuenca. Como todos sus paisanos, es un muy buen bajador, y ha tenido la fortuna que, por ejemplo, le falto a Chechu Rubiera en la etapa de Sóller de la Vuelta 1999. Por detrás no se andaban con chiquitas, como refleja que Valverde fuese tercero en meta y que, salvo los favoritos, el resto del pelotón entrase a un minuto. Una bonita victoria de un corredor que se había marcado la general como objetivo y que consigue su tercer triunfo ProTour. En la Milán-San Remo intentó algo muy parecido y no le salió tan bien, cargando las tintas contra Astarloa. Cuando hay piernas, ese tipo de acciones premia a los valientes.

El sábado fue la esperada crono, que decepcionó por tiempos y resultados. El vencedor fue David Millar, un corredor redimido y que ganó por un suspiro a Cancellara. Antes arrasaba por diferencias por encima del minuto y ahora se cuentan por milésimas, pero algo es algo. Valverde sólo cedió 5" ante Vinokourov y el CSC coló a 6 corredores entre los 20 primeros, lástima que Sastre cediese su virtual plaza en el podio ante el indomable kazajo. Poca chicha para tantas expectativas, pero al menos ya se sabe algo: en la disciplina contra el reloj está habiendo una regresión generalizada, como demuestran los triunfos de Gontchar en el Tour y este de Millar.

Y ayer mismo Robert Förster continuó su año glorioso iniciado con el triunfo en Milán en el pasado Giro, y que culmirá con el campeonato del mundo en su país. Petacchi confirmó que no es su año (se fracturó un dedo al golpear el bus en meta, preso de la rabia) y se fue para casa Marzoli, un corredor que estaba en el top ten. Feo asunto, porque nunca había andado así en su vida. Otros que tuvieron problemas con el control de los vampiros fueron los kazajos del Astaná, ya a la carrera cuando llegaron los inspectores. Líos de horarios bastante creíbles por la bizarría de acabar la carrera a las tres, lo que no es tan creíble es que fuesen los únicos en el bus y los demás iban en los coches. Ellos sabrán. Igual que los inspectores, que están sobre la pista.
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En la Vuelta a Polonia, carrera ProTour insulsa donde las haya, victoria final para Schumacher, que ganó las dos últimas etapas. Acabaron la carrera 82 corredores, una vergüenza para los organizadores y para la gente -alguno ya ha pasado por la cárcel por otros motivos- que han ideado este engendro. La temporada del alemán está siendo impresionante, y apunta a las clásicas de otoño como uno de los máximos favoritos. Por no hablar de Salzburgo.
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Excelente segundo puesto de Yon Bru en el GP Fourmies, ganado por el siempre brillante Phillipe Gilbert. Parece que los corredores españoles están perdiendo el miedo al norte. El día anterior Robbie McEwen repetía triunfo en la Paris-Bruselas, tras haber abandonado en la Vuelta. Ha ganado a Tom Boonen en un mano a mano antológico, y en su propia casa.
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Moisés Dueñas, tras un notable Tour de Francia como debutante y en un equipo como el Agritubel, gana el Tour del Porvenir por enésima vez para un español.

08 septiembre, 2006

V de Valverde, Venecia y veneno

Todo lo que quedará de la Operación Puerto, cuando el olvido tan deseado por el 99% de los periodistas cale en el mundillo y los aficionados, será la programación para el dopaje. Como se prepara una temporada para ser un campeón. De las fichas publicadas en Interviú y El País (Heras, Beloki, Hamilton,Catalán, Pantani) conocemos muchas cosas, tantas que apenas han sido empezadas a analizar. Sabemos, por ejemplo, como se prepara un Tour de Francia.

Del análisis de las fichas de los dos Libertys y el incomparable dueño de Tugboat conocemos que el doping empieza en enero y acaba en octubre, pero que un momento clave, cuando el Tour está en programa, es la última semana de mayo. O los primeros días de junio, como muy tarde. Es ahí cuando se produce una doble reinfusión de sangre (900 ml), clave para la mejora del rendimiento deportivo. Según la lista del arcón de Eufemiano, podía ser en Alonso Cano, en un hotel cerca de Barajas (donde se hizo la suya Jaksche y fue grabado), en Zurbano 92 o en Caídos de la División Azul.

Cuando Eufemiano Fuentes fue entrevistado por el prócer de la medianoche, dijo que existía una especie de Komitern del dopaje a nivel europeo, una red integrada por Cecchini y el mismo, además de al menos un médico en cualquier país de Europa donde hubiese competición. El periodista de Brunete no le preguntó más al respecto, pero fue un momento clave. Algo ya sabíamos tras las bielas de Casero, un ciclista llevado por Cecchini pero al que Fuentes daba los productos de tú a tú. Y en la lista de Fuentes aparece un inequívoco “clasicómano Luigi”: un ciclista llevado por Cecchini que, por el motivo que sea, se venía a hacer las reinfusiones a España. Y en buena reciprocidad, que es lo que caracteriza a las redes de intereses mutuos, seguro que el galeno italiano tiene un imaginario “clasicómano Eufemiano”. O un 18.- Valv. (Piti).


Verán. Alejandro Valverde, sobre el que existen pruebas fehacientes de su vinculación a Fuentes en 2004, ha seguido mejorando su rendimiento deportivo en las dos últimas temporadas. Y viaja mucho a Italia. Sin ir más lejos, en enero (otro mes clave para las reinfusiones) estuvo en el túnel de viento de Pinarello en Treviso. Y en diciembre con su biomecánico, también de la zona. Vale. Es principio de temporada y hay menos compromisos con la competición y los entrenamientos. Pero fíjense bien en esto: Valverde estuvo también cerca de Treviso el 17 de mayo, fecha clave según los protocolos de Eufemiano. Dos días. Según una noticia, visitando zonas vinícolas. Según otra, visitando Venecia. Según ambas, visitando la fábrica de Northwave, fabricante italiano de zapatillas para los que realiza ridículas campañas de promoción. Y tiempo para hacer entrevistas, muchas. Interesantes.

No es la primera vez que sale esta región de Italia –una de las zonas más ricas del mundo- relacionada con la Operación Puerto. Alessandro Manos Pequeñas Kalc era el mensajero de Fuentes en la zona. Es de Trieste, pero de la ciudad de Joyce y Svevo se llega a Treviso en hora y poco. En su pueblo no tienen ninguna duda. También Arribas le señala en Madrid algunas veces. Y la fiscalía de Bérgamo, también a una hora y media de Treviso, está sobre la pista. El noroeste de Italia, otro de los focos de la red de dopaje internacional. ¿Qué hacía Valverde el 17 de mayo ahí? ¿Desde cuando se visitan fábricas en plena temporada? ¿Nos quieren hacer creer que estuvieron tomando vino y paseando en góndola? Amos, anda.

A Valverde le acompaña su mujer en su extraño viaje de mayo a Italia. Profesión, sus labores. Igual que la mujer de Serrano, la que tenía el teléfono de Eufemiano Fuentes. O que esa Dalila que le mete la tercera bolsa de sangre a Santiago Botero en la lista de 2004. Ay, el papel de las mujeres. Fieles compañeras y también ayudantes. Como Haven Parchinsky, la otra propietaria de Tugboat y fiel compradora de hormonas para su querido Tyler. Como Edita Rumsas. Como la señora de Frigo. Como la señora de Mancebo, que con tal de que su Cara de Mármol durmiese en la cámara hipobárica renunciaba al tálamo conyugal. Claro, no es cuestión de estar picándose en vena todos los días 500 unidades de EPO y que tu media naranja no sepa nada. Mejor que sepa. Y que ayude. Todo juntos, como una buena pareja. Esa paloma mensajera que le ha venido a visitar a la Vuelta, con tiempo hasta de hacerle la simpática entrevista de la foto. En el noroeste, bien lejos de Murcia. Aprovechando que el Sil pasa por Ponferrada. Pero en la primera semana, una fecha inusual en las visitas familiares a ciclistas, como establecen los protocolos de Eufemiano: veneno congelado para las venas.

07 septiembre, 2006

Prodigiosa cabalgada de Egoi Martínez

Lo vivido ayer en la Vuelta a España tiene muchas similitudes con la DisneyLandis del pasado Tour, salvando las diferencias evidentes entre los dos corredores protagonistas. Ayer Egoi Martínez, navarro de buena cuña y formidable percha, se marcó una etapa increíble, portentosa, de dejar la boca abierta. Y no está el horno para bollos, especialmente viendo los primeros de la clasificación general y lo que está haciendo la enésima encarnación de Manolo Saiz.

Se pasaba del Cantábrico a Burgos a través de la vega del Pas y el Escudo, etapa siempre propicia para escapadas y con el recuerdo reciente de Isidro Nozal en la Vuelta de 2003, cuando se llevó la etapa Unai Etxebarría. Siguiendo la tónica de la Vuelta, los primeros kms. fueron tensísimos, con múltiples intentos de escapada en un terreno revirado y siempre en ligera subida. Egoi Martínez ya iba escapado en el km. 6. Escapado y muy, muy cabreado. En el resumen de las 20:30 de Paco Grande, un periodista que narra con el mismo entusiasmo un 6-0 que un 0-0, se vieron unas imágenes heladoras: por detrás enlazaba Tom Danielson, compañero no muy brillante de Egoi, y se traía con él nada menos que a Bettini y Paolini.

El navarro comenzó a gritarle e insultarle "Go away" y "Fuck you", mientras con el pinganillo hablaba con Bruyneel y le decía que parase a su corredor. Llevaba mucho poder encima nuestro protagonista. Había salido con garra y no iba a permitir a nadie. Su compañero se paró (habrá que ver que cuenta del incidente en su prescindible diario de ruta en cyclingnews.com) y también Bettini y Paolini, en una decisión que sólo se explica por el gran ascendiente que tiene el Discovery en todo el pelotón, como se vió en el tristísimo espectáculo de Carcassonne en el último Tour. Por cierto, otro día en el que Popovych iba con garra y poder, capaz de hacer hasta ocho saltos poderosísimos en los últimos 15 kms. de una etapa disputada a 42º por un terreno rompepiernas.

Total, que hasta que Egoi no formó su escapada ad hoc (trece corredores de trece equipos distintos, para que nadie en el pelotón persiguiese) no se dió por satisfecho. Y ni aún así. Subiendo el Escudo atacó y llegó a contar con 3´ de ventaja. Increíble. Y con 100 kms. para meta. Se dió el gustazo de pasar todo el bellísimo cañón del Ebro en solitario, pero por detrás recortaron diferencias y Gustov y Landaluze (uno que siempre está ahí, pero nunca remata) le dieron caza, en parte porque nuestro protagonista se paró. Hicieron el Páramo de la Masa juntos, un lugar tan inhóspito que sólo hay una fábrica de explosivos. Y menuda tormenta les cayó encima. A falta de 8 kms. el corredor de Discovery volvió a atacar e irse solo, para entrar en Burgos con diferencias por encima del minuto y gozar con tiempo del amplio vial de la Avenida de Vitoria. Increíble.

Ya había estado escapado en la etapa de la Cobertoria, subiendo San Lorenzo sin un solo relevo de sus compañeros y manteniendo la diferencia con el pelotón, en parte con ayuda del coche de Victor Cordero. Y también corrió el Tour, donde hasta su caída era el Discovery en mejor forma. No cuesta nada imaginarlo subiendo los puertos como una nueva locomotora, tipo Padrnos, en la más pura escuela Discovery. No está mal para un corredor que en el 2005 penó durante toda la temporada, al igual que sus otrora compañeros del Euskaltel. Parece que ha vuelto a encontrar la senda del éxito, lástima que ya ninguna exhibición sea como las de antes del 22 de mayo. Y menos con esa demostración de rabia en los primeros kms. Testosterona, que incrementa la agresividad y que algunos corredores la tienen naturalmente, dicen. Ya ven, el Discovery: un equipo que en el Tour se arrastraba y que en la Vuelta propone como escaladores a Gusev y Devolder, situa en el teatrillo a Brajkovic, tiene en la general al abuelo Beltrán y Danielson entrará en el top ten. ¡Si es que parece la ONCE, con sus Tours en blanco y sus Vueltas portentosas!.
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Sastre y Unzué se pidieron explicaciones por teléfono móvil. Y eso que son parte del mundillo. Nada de acercarse a hablar en el control de firmas, nada de una charleta. Me recuerda a cuando Karembeau y su mujer checa discutían por el teléfono móvil dentro de la misma casa...todavía siguen casados. ¿Qué querría decir Sastre el otro día con lo de a lo mejor no confían en su líder? ¡Ay, cuantos cadáveres en el armario!
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Freire abandona en la Vuelta a Polonia y se pierde, casi con total seguridad, el Mundial. Por segundo año consecutivo. Una calamidad para la carrera. Esta vez padece mareos. O precaución: en la segunda etapa de la exótica prueba ProTour un espectador se dedicó a tirar manzanas a los ciclistas y le fracturó la mano a Julian Dean. Cosas de llevar el circo a un país sin tradición ciclista, que propone en las dos últimas etapas un par de circuitadas.
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Luis León Sánchez, al día siguiente de que el seleccionador le convocase para el Mundial CRI, abandona la Vuelta. No estaba siendo el joven del debut en el Tour pasando los puertos en el segundo grupo. O el de las cabalgadas en la Panne. O el de Navacerrada a 33 km/h en la última Vuelta a Castilla-León. La Operación Puerto le sentó mal en un principio, pero ahora es de los que va pidiendo justicia -pide, pide, que a veces los deseos se cumplen-. Hay un precedente: en el 2002 Igor se estaba arrastrando en la Vuelta, abandonó para preparar el Mundial y fue bronce tras los compañeros de arcón congelador Botero y Millar. Ya verán como Luis León hace un gran Mundial, ¡todo es motivarse!.

06 septiembre, 2006

Sastre, o la fábula del Líder Máximo

Una etapa que recorre la costa asturiana hasta llegar a Cantabria nunca es intranscendente. En 1999 Ullrich se filtró una escapada y llegó a contar con más de 2´ de ventaja, dando un serio aviso de cara a su victoria final. El terreno no ofrece ningún descanso y, aunque este año la climatología ha acompañado para goce del espectador, puede ser un infierno como toque perseguir. Con lluvia o con el calor húmedo de 30º de ayer.

Se salía de Avilés y fue un vendaval. Hasta el km. 42 no se formó la escapada decisiva...y no había pasado una hora. Tremendo. En la misma había 15 corredores, muy buenos en su inmensa mayoría, y dos de ellos peligrosos para la general: Karpets y Paulinho. El ruso daba excusa al Caisse d´Eparge para dejar de llevar el ritmo del pelotón, y comenzó un tira y afloja con el CSC, una pequeña reedición del día de DisneyLandis en el pasado Tour. Llegados a este punto, conviene recordar que Carlos Sastre ha reconocido a la muy amateur revista catalana Ciclismo de ruta que la extraña decisión de no perseguir la tomó el mismo. Como lo oyen. Encima sacando pecho. Y ya verán como esto tiene más importancia de la prevista al final de la etapa.

Los escapados se habían ido nada más bajar el Gobernador, cerca de Villaviciosa, y el CSC no se puso a tirar hasta pasado Ribadesella...cuando contaban con 9´ de ventaja y Karpets era líder virtual con 3´ de margen. En el fondo, como soy un romántico, prefiero pensar que los CSC y su Líder Máximo (¡presentes, ar!) prefirieron disfrutar del increíble paisaje de Colunga, el Sueve y las deliciosas playas de La Isla y Vega. Pero no creo que haya sido así, sino que hay personajes en el ciclismo que están condenados a ser unos Sísifos del S. XXI, obligados a caer siempre en el mismo error y encima no ganar nunca nada. Ni a las chapas. Ni saliendo a correr las tres grandes el mismo año. Ni yendo dopados como perros de Vandenbroucke.

Que me altero. Voy a mantener la calma. Mira que he evitado hablar de Sastre en lo que va de Vuelta, pero hay veces en los que se pone en el ojo del huracán y no es tan fácil evitarlo como cuando logra sus queridos segundos y terceros puestos. Venga, vamos: los escapados fueron relevando muy bien y no empezaron los ataques hasta el puerto del Mirador, un tercera generoso cerca de meta. La diferencia iba cayendo, pero todavía era de 4´. Llegando a meta ataca, tras los fuegos de artificio de Mayo, un Nicki Sorensen que fue todo el día a rueda, y que este año no tiene la misma fuerza que le llevo a ganar el año pasado en Ávila por delante de Javier Pascual siberias, en un prodigio de etapa de montaña a 41 km/h. Ya saben lo que pasa cuando ganas a un ultradopado, y encima a esa velocidad: que te pareces demasiado a tu líder, ese Líder Máximo que el año pasado también rodó a 56 km/h en Alcalá y sólo fue batido por unos ultradopados. Para que no se olvide.

Pues este año no llegó. El que si llegó fue Paulinho, en la tercera victoria consecutiva de Astaná y encima en territorio Manolo El Gordo Saiz de toda la vida. Y ya se sabe lo recurrente que es este hombre y lo que le gustan las victorias con significado y bla-bla-bla. Sorprendente lo del portugués, que ya subió bien el Ventoux en la Dauphiné, estuvo escapado y cerca de ganar en la Covatilla y que con la escapada se coloca décimo en la general. No está mal para un corredor que el año pasado se negó a doparse en solidaridad con su compatriota Ribeiro, cazado con el hematocrito alto y expulsado del equipo. Y Saiz no le llevó a ninguna carrera. Supongo que alguno estará celebrando por ahí que se haya dopado por fin y que esté por la buena senda. La de los campeones fabricados en la nevera. El próximo año se va al Discovery.

Al entrar en meta Carlos Sastre profirió graves descalificaciones contra Unzué. No son las primeras. No las voy a reproducir. Y tampoco ningún medio lo hace en su integridad. Entran dentro de la tradición inveterada del ciclismo abulense, con ese Chava que dice en Abantos 99 “ha ganado un medio español” refiriéndose al pobre Laiseka y olvidando que también le ha batido Vandenbroucke; ese Mancebo de “el que juega con fuego se quema”, cuando pillaron a su compañero de arcón congelador Roberto Heras; ese Arroyo precursor de nuestro bejarano de oro, en lo que tienen de corredores desposeídos de la Vuelta por ir dopados: “me han robado la carrera”; y el querido Julio Jiménez, convertido en bufón de la Corte de De La Morena, con borracheras en antena incluidas. Eso sí, voy a intentar explicarlas.

Carlos Sastre va de intelectual. Entiéndame, no como un Aranguren o Savater, sino dentro del reducido mundo ciclista. Hace dos años perpetró durante el Tour unas escandalosas crónicas desde dentro del pelotón para el diario ABC, “porque en este país no se sabe nada de ciclismo”. Y menos mal que te tenemos a ti, jefazo. Cualquier día me pongo el traje NBQ y voy a la hemeroteca para rescatarles los momentos señeros de esta colaboración no continuada, para desgracia de los anales del cinismo y el gusaneo. También se entrena el mismo, sólo con la ayuda del desfasado Pascua Piqueras. O eso es lo que nos vende. Su padre dijo que si no le hubiese salido ciclista hubiese sido “ingeniero, como yo y sus hermanos”. Toma ya. Y ahora es prácticamente su propio director deportivo, tras los sucesos reconocidos de DisneyLandis y lo de ayer camino de Altamira.

Volvió a repetir los mismos errores. Si en Morzine iba por delante O´Grady y apenas pudo ayudar, esta vez Nicki Sorensen se intentó jugar la etapa ante, pásmense, gente como Rebellin, Gusev, Florencio, Ventoso, Rasmussen o Mayo, cuando hubiese sido mucho más útil detrás. Con el Líder Máximo. Y mete en la lucha por la general a otro Astaná (ya tres entre los diez primeros, como en los tiempos de la ONCE) y al peligroso Karpets, un contrarrelojista de tomo y lomo. La culpa de que Caisse d´Eparge no persiguiese a su propio corredor la tiene Unzué, según nuestro intelectual. Pobre personaje. Que poco me cuesta verlo como el próximo muñeco roto. Hasta ya ha tenido su manifestación de fervor popular al volver del Tour con el 4º puesto trabajado en Morzine. Y tiene precedentes en la familia. ¡Viva el Líder Máximo, aunque se equivoque! ¡Viva nuestro intelectual de alcoba, nuestro hombre del Renacimiento que todo lo que hace lo hace bien! ¡Y la culpa siempre la tienen los demás!

05 septiembre, 2006

El Vino de Vinokourov

Los que sean todavía sean fans de Vinokourov –todos lo hemos sido en alguna medida- pueden seguir pensando que su corredor va inmaculado y que menuda jugarreta le hicieron en el pasado Tour. O que su rendimiento se explica por su uso de cámaras hipobáricas, las mismas que usaban Sevilla, Ullrich y Francisco Cara de Mármol Mancebo. La ingenuidad no tiene límites, pero quizás convenga recordar algunos hechos que la formidable maquinaria de propaganda que moviliza Active Bay (Garai, Urraburu, Gómez Peña, García Luque) intenta sistemáticamente ocultar.

Manolo Saiz fue cazado en Madrid con 60.000 euros en efectivo y una mochila con productos dopantes un día antes de acudir a una concentración de equipo en los Pirineos. Ahí tenía cita con el clan kazajo, que se quedó compuesto y sin novio, además de sin las arras y las drogas. En el Liberty, todos los corredores con opciones de ganar se dopaban. De febrero a octubre. Y es de una falta total de sentido común pensar que cuando se ficho al clan kazajo no se debatió también ese tema. Para que Eufemiano pudiese hacer la lista de la compra (Arribas dixit) de cara a la próxima temporada.

La carrera de Vinokourov es todo sombras y luces. Debutó en aquella máquina apisonadora de dopados que fue el Casino 1998 (Jaerman, Chanteur, Elli, Massi, Hamburguer) con un gran cartel de corredor aficionado, y ya obtuvo buenos y numerosos triunfos. Su carrera siguió en el Telekom/T-Mobile, ganando clásicas, vueltas de prestigio, podio en el Tour y mejorando en contrarreloj hasta el punto de ganar un bronce en el Mundial 2004...Digamos que ese es un año clave en nuestro protagonista. Iba a por la Vuelta, como en esta edición, pero en la quinta etapa, camino de Morella, ocurrió un suceso extrañísimo.

Era el primer final en alto y los vampiros pasaron a hacer los controles habituales. Ninguna sorpresa, salvo que a la hora del control de firmas no se presentaron tres corredores del T-Mobile: Wesseman, Hieckman y nuestro querido Botero, ese corredor con un perfil tan parecido al de Vinokourov y que era su compañero de equipo. Mucho ojo: no abandonaron durante la etapa, es que ni siquiera se presentaron en la salida. El kazajo perdió 15´en meta, todo debido a una “intoxicación alimentaria”. Curioso que su compañero de mesa, mantel y equipo Cadel Evans pudiese ser sexto en meta. Sería que aquel día no le apetecía la mayonesa, por poner una excusa recurrente cuando hay intoxicaciones alimentarias.

Ya ven: en la Vuelta 2004, la del prodigio Santi Pérez, y con Vinokourov siendo compañero de equipo de Botero, este corredor se nos intoxica y aquí no ha pasado nada. Quizás por entonces se podría entender, pero tras la Operación Puerto nada es igual. Sabemos por Manzano que las visitas de los vampiros son conocidas por todo el pelotón, porque se alojan en los mismos hoteles. Y que se toman sueros y polvos mágicos para rebajar el hematocrito y poder librar el examen. Claro, todo eso es posible y tenemos la certeza. Y ayer fue la etapa de descanso de la Vuelta, día clave para cambiarse el aceite y la sangre, porque no podemos seguir viendo ciclismo como antes de la Operación Puerto.

Lo mejor viene ahora, al re-descubrir esta noticia. Fue carne, fue el Hotel Palafox de Zaragoza (que no es un motel de carretera, tiene cinco estrellas) y encima compartieron menú con...el Liberty. Pásmense. Del Liberty no supimos ninguna intoxicación maligna, al contrario: Nozal volvió a subir puertos como un caballo, Heras se exhibió en el primer puerto serio y lo que te rondaré Morena. Vinokourov continuó en carrera y se probó en la crono de Sierra Nevada, pero los tres que quedaron por delante llevaban el tratamiento bueno. La intoxicación es otro caso más de bolsas buenas/bolsas malas, como la que le pusieron a Ivan Basso camino del Stelvio. Yo sólo tengo una duda: saber el menú del Phonak ese día. Y si había vino, rojo como la sangre. O simplemente Vino.

04 septiembre, 2006

Alexander, Alejandro y Manolo Saiz

Es el problema de colocar la etapa reina en la primera semana de carrera: que te llegan a pie del último puerto 50 corredores, y las diferencias en meta son bastante modestas. Así lo han querido los organizadores y así lo hemos visto, pero ayer hubo muy poco espectáculo camino de la Cobertoria. El único fue el protagonizado por los kazajos Alexander/Andrei, que siguiendo la más vieja, rancia y estúpida escuela Once/Manolo atacaron juntos subiendo. La huella del hombre que se paseaba por Madrid con 60.000 euros en efectivo y varias cajas de productos dopantes el día antes de ir a los Pirineos a encontrarse con sus nuevos maniquies kazajos es muy larga. Y sus ganas de desaparecer muy pocas.

A Manolo, conocido como El Gordo por Eufemiano Fuentes, le encanta revivir y reeditar los greatest hits de su propia mitología. Así le metieron una buena siberia a Marcos telele en Tortona Serrano en el Tour 2005, para que ganase la etapa de Mende. Lo de ayer entronca con aquella subida a Los Lagos en la Vuelta 1996, la última carrera como profesional de Miguel Indurain: Jalabert y Zulle entrando mano a mano en la meta, todos los demás a un mundo. Esta bien recordarlo porque hasta un periodista de buena memoria como Carlos de Andrés decía que los ataques por pareja eran relativamente habituales en el llano, pero subiendo no. Como tampoco es muy habitual que un sprinter gane en Los Lagos, pero cuando está Manolo de por medio, todo puede pasar. Conviene recordarlo.

La etapa estaba siendo un tostón: hasta un corredor como Bettini tuvo que animar el cotarro en el llano que hay entre Teverga y la subida a la Cobertoria. Y llegó a tener 50” de ventaja. Para que vean en que niveles nos movemos. Sí, hubo una escapada a la que el CSC –una vez más, otra vez sin saber por qué. ¿irá Carlos Sastre a ganar etapas?- no dejó coger más de 4´, y sólo Egoi, Arroyo y Antón subieron el durísimo San Lorenzo por delante. Con 50” sobre el pelotón y bien espoleados por Victor Cordero, que les quitaba con el coche de carrera el viento de frente, no vaya a ser que la etapa reina –con horario de día normal, está vez lo de antes de las tres pasó a mejor vida- se convirtiese en etapa infanta. A 7 kms. de meta, y entre el bostezo general de propios y extraños, ataque de los dos Astaná, con un Vinokourov muy entregado hacia Kaschseckin, al que no pidió ni un relevo: como Jalabert con Zulle hace una década, también en Asturias.

Mantuvieron una ventaja sostenida de 30”, y el grupo de perseguidores se quedó reducido a Piti, Sastre, Di Luca (ayer magnífico, de nuevo) y Gómez Marchante. Mayo había desaparecido en San Lorenzo, Brajkovic sufría para mantener el ritmo que le marcaban Danielson y Devolder (sí, el clasicómano: otro Gusev convertido en Hincapié todoterreno. Cosas del Discovery, ya me entienden) y otros habituales de Covatilla y Morredero habían hecho mutis por el foro: S.Sánchez mediocre, Bernard Khol caído en San Lorenzo ( y ayer otros dos T-Mobile para casa: Greipel y Ziegler) y Josep Jufré en Cataluña por una caída camino de Lugo que ha hecho las delicias de la prensa, por lo que tenía de sangre y vísceras. A 2 kms. de meta Piti calculó su distancia y se deshizo a lo Armstrong/Basso de sus compañeros: devoró en 300 m. 15” de diferencia con los kazajos (hasta el GPS de la moto iba lento para dar las diferencias), pero hete aquí que Vinokourov, tras ir tirando toda la subida, pudo cambiar de ritmo y irse directo, directo a por su segunda victoria de etapa consecutiva.

No es la primera vez para el rubio asiático. Hace tres años se papó tres etapas seguidas en París-Niza. Como Valverde, especialista en tripitir en Burgos o Castilla-León y empalmar Flecha-Lieja. Ya ven. Ahora Piti es líder con medio minutillo sobre Sastre y Vinokourov ya es quinto. La Vuelta sigue siendo territorio Eufemiano, y seguimos viendo demostraciones portentosas que no se ven en otras carreras. Y es septiembre, oigan. Vinokourov y su clan se quedaron sin los productos que esperaban el pasado 22 de mayo –algunos dicen por ahí que Manolo iba a Puente Viesgo, donde estaban Luis León y Contador: depende de la calidad humana del periodista-, pero ahora ya están listos para dar espectáculo. ¡Qué tercera semana nos espera con Calar Alto y la Pandera! ¡Con ese Sastre que encarará su 60º día de competición en una gran ronda! ¡Y seguramente cerca del podio! ¡Viva la Vuelta! ¡Muera la razón!.

02 septiembre, 2006

Piti vuelve a ladrar

Al que le parezca ofensivo el titular, que no siga leyendo. Bastantes años de ciclismo tengo encima para poder escribir con calma sobre la enésima demostración de dopaje del Alejandro El intocable Valverde, el ciclista merecedor de crónicas tan babosas como la que Carlos Arribas perpetra hoy en El País, que ya de entrada pide olvidar. Como si fuera tan fácil. Cómo si fuera posible. O que decir de Gómez Peña, desde hace tiempo rendido al lado oscuro del ciclismo. Todos rendidos ante Valverde, todos convertidos en sus loros, como en Morzine fueron papagayos del insufrible Landis, como serán de cualquiera.

Desconozco como pasó la noche del 22 al 23 de mayo nuestro protagonista. Si que conozco que su médico y algunas personas que lucharon por ficharle acabaron con los huesos en la cárcel. ¿Sudores fríos? Quizás. Menos mal que Arribas estaba al quite y ya descartaba que estuviese en la trama de la Operación Puerto, citando "fuentes oficiales". Bien. La fuente oficial fue un documento que se le coló y en el que aparece 18.- Valv. (Piti). Conviene repetirlo ante espectáculos como el de ayer en El Morredero, la montaña mágica de Eufemiano Fuentes. Yo no lo voy a olvidar, por muchas llamadas al olvido que se produzcan desde todos los medios (hagan un seguimiento del concepto, ya verán, ya). A Valverde le han dado cuartelillo para que haga lo que salga de la tocha, tanta es la necesidad de que no haya una "generación perdida". Y en esas estamos.

La etapa iba normal en estos casos: escapada de tres corredores que inician el puerto con 4´, pero el prometedor suizo Loosli se resistía a ceder y llegó a los últimos 2 kms. escapado. Hubo ataques, si. Mayo, sin la frescura de agosto. Brajkovic, valiente y para adelante en los últimos compases. El último de Vinokourov, vale. Pero lo que más sorprendió fue la actitud de Joaquím clasicómano Rodríguez, convertido en un portento del tirar, descansar y volver a tirar. Parecía un muelle, el chaval. O un corredor del Kelme. Su jefe, Piti, cómodamente a rueda, silbando como en la Covatilla, interpretando como Armstrong.

No le debió gustar algo del ataque de Vinokourov. Quizás el protagonista. O quizás quería agradecer a sus compañeros de equipo el trabajo realizado para hundir al pobre Loosli. A saber. Valverde saltó a 250 m. de la meta y pasó como un sputnik al desolado kazajo. Una demostración de fuerza y de autoridad. Y no es la primera vez que se ve en la Vuelta. Los más osados, los más vergonzantes, hablarán de la etapa levantada a Klöden por Armstrong en el Tour 2004. Otros, los racionales, dirán que esas cosas Valverde las ha hecho siempre: no les falta razón, ya el 4/5/2004 tenía una bolsa de sangre almacenada para futuros usos. Y los que lo ponemos en el contexto de la Vuelta (septiembre, Valverde lleva ganando desde marzo, en teoría en julio tenía un punto de forma que perdió por la rotura de clavícula) pues ponemos los ojos como platos.

Vandenbroucke arrasando en Ávila a Zarrabeitia. Y en Abantos a Jiménez por la segunda plaza tras Laiseka. El propio Chaba, en muchas de sus victorias. Santi Pérez en Monachil y otras muchas exhibiciones de su 2004 con sangre prestada...Al grano: ese reprise de los últimos metros tras subir un puerto de 1º lo hemos visto muchas veces en la Vuelta. Y siempre a corredores completamente dopados. Cada uno que disfrute del espectáculo en su justa medida. Que goce con el increíble sprint de Valverde, que le vale en Lieja y en el Tour y en la Vuelta y en su casa. Yo me quedo con los ladridos de Piti. Y con el insufrible Amat Carceller haciendo bromas a su esposa Ángela, de que la iban a excluir por la ayuda suplementaria que da a su marido. Juas, juas. No es esa la ayuda suplementaria, no.
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Preciosa etapa la de hoy entre Ponferrada y Lugo. A una media altísima de 45 km/h y con paso por meta, como se hace en Italia y que logra atraer a tanto público, los ciclistas han proporcionado un gran espectáculo en una etapa que parecía de transición. El prometedor belga Van Impe hizo de liebre y los equipos entraron al trapo, hasta tal punto que dejaron reventados a sus teóricos líderes.

En la rampa final saltó Paolini (se le han puesto piernas como columnas, estilo Di Luca), pero un Vinokourov rabioso por lo sucedido ayer saltó como un perro de presa y ganó una etapa muy parecida -salvadas las diferencias evidentes- a la de Kessler en Valkenbourg en el pasado Tour. Victor Cordero tiene que estar dando palmas. Ya tiene su nueva figura mundial, la que había anunciado a bombo y platillo, como si el propio Bruyneel le hubiese informado de como llegaba Brajkovic. Le ganan etapas Di Luca, Hushvod, Zabel, Bettini y Piti. Y encima Vinokourov el impoluto, el corredor más parecido a Botero por sus vaivenes y su todoterrenismo, le da espectáculo. ¡Viva la Vuelta, abajo la razón!
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Mañana se disputa una etapa pedida durante muchos años por los aficionados, descubriendo lugares insólitos de la geografía española. No ya la salida desde Fonsagrada, una de la comarcas más pobres de Europa y que parece arrasada por un bombardeo económico y social, sino también los puertos de Connio, el brutal San Lorenzo y la subida a La Cobertoria. 206 kms por tierras sin pan, con final a las tres. Coincidiendo con la final de baloncesto. Que nos pille a todos confesados cuando les pidan a las figuras que den espectáculo para competir en audiencia con una cita imposible de combatir. Mañana hay cancha libre para todo tipo de excesos. Al tiempo.

01 septiembre, 2006

Esperando el Morredero

La etapa de ayer llegó a León, tradicional meta de llegada de la Vuelta. Fue sprint, como siempre pasa cuando se llega desde Castilla (en 2002 se venía de Asturias con Pajares de por medio y Botero ganó metido en una fuga y con una siberia) y casi gana un alemán, que hubiese sucedido a Wüst (98 y 99) y Zabel (01). Era Andrè Greipel, poderoso sprinter de Röstock que arrancó fortísimo para verse superado al final por el rey de la regularidad Thor Hushvod.

La temporada del noruego es sensacional, con victorias en multitud de pruebas del ProTour (etapas en Tirreno, Volta, la Gante-Wegelwen, dos en el Tour) y una regularidad que demuestran su multitud de puestos de honor; sin ir más lejos, en esta Vuelta tres segundos puestos. Es el hombre-franquicia del Credit Agricole y uno de los pocos del pelotón que pueden cargar a sus espaldas con todo un equipo. Su victoria de ayer en León es la confirmación de algo que tenía que haber intentado hace tiempo: competir de febrero a octubre. Y mucho ojo con él para el Mundial, porque pasa la montaña con cierta solvencia (escapado en el etapón de Dauphiné, por ejemplo). Y sí, no me olvidó de que vivía en Perpignan antes de las reyertas entre gitanos y marroquís, compartiendo entrenamiento y quizás otras cosas con la cueva de ladrones de Girona.

Hoy la Vuelta llega a El Morredero, la estación de esquí que debutó en la Vuelta en 1997 con triunfo de un jovencísimo Heras. Considerando lo puesto hasta las cejas que iba esa temporada el Kelme (el ejemplo más evidente es J.C Domínguez) esa victoria, como todas las de bejarano, como todas las de un ciclista que ha dado positivo, hay que ponerla en cuarentena. En fin. Desde entonces no ha vuelto a la ronda española, pero sí la de Castilla y León: en 2004 un Piti pimpante no pudo descolgar a otro pimpante Koldo Gil y juntitos entre la fría niebla, casi tanta como la escarcha del arcón congelador que compartían, entraron en meta. El famoso documento 18.-Valv. (Piti) tiene fecha del 5/4/2004, apenas unos días después de la cita ciclista. Y ya ven que recurrente es este mundo, donde todo es relacionado y a veces parece un eterno retorno, que diría Demócrito. O casi religioso: el Morredero, la montaña sagrada de Eufemiano.

La etapa sale de León y atraviesa la Virgen del Camino, patria chica de ese ultradopado que fue Javier Pascual Rodríguez. Prosigue por el camino de Santiago y se adentra en el Bierzo, que ni es León ni es Galicia, por el puerto del Manzanal. El paisaje se llena de viejas explotaciones mineras en desuso, y pueblos baldíos. Bembibre, la capital del Bierzo Alto a orillas del Boeza, abre el camino para proseguir hacia Toreno, quizás el arquetipo de pueblo minero decadente, con su promoción de pisos sin acabar a la entrada. En Ponferrada, dinámica capital de toda la comarca, la especulación campa a sus anchas -como en todas las pequeñas ciudades de provincia- y la macrocentral de Compostilla en la lejanía le da un aspecto de Springfield. Los ciclistas no tendrán tiempo para apreciar esto. Ni tampoco la extraordinaria uva mencía, ni las empanadas con patata dentro ni esa cecina que funde el Misterio. Quizás por la noche, en el hotel, tras subir la solemnidad del Morredero, que a 2.000 metros de altura domina toda la planicie. Y no se el porqué, pero a uno siempre le queda la sensación de que un lugar así en cualquier otro país de Europa estaría mucho más valorado.
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Sigue la deriva de Gómez Peña, cada día más alucinado. El artículo da vergüenza ajena por lo que tiene de mitificación/endiosamiento, pero es que encima está lleno de errores: es evidente que Vinokourov o Kasheschkin pertenecen a la etnia rusa de Kazajastán (el 50%), dudo mucho que le prohibiesen entrar en el hotel, ¡pero que bonitas quedan las historias de exclusión social, como en el boxeo!; "Astaná, con firmas de los mejores arquitectos"; Y las tonterías de "Kivilev, cerca de Tian Shan" o "Kasheschkin, cerca de Baikonur", sólo para hacer más asumible la tontería general; por poner un equivalente, es como decir "Pereiro, cerca de Madrid" o "Mercado, cerca de Bilbao". No se pierdan el artículo: provoca carcajadas. "Aprende tu kazajo", jajaja.
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La respuesta es no.