Permitidme por un día el símil futbolístico. Al principio de cada temporada, hasta los equipos más modestos afirman con franca perversión de la realidad: "como mínimo, nos marcamos la UEFA". Con el Tour de Francia empieza a pasar lo mismo. Ya están casi todos los medios desplazados a la pintoresca isla donde se disputará la crono inagural y, claro, hay que rellenar la página reservada a la información de ciclismo con algo. Y empieza la ronda de declaraciones. Por ejemplo, Breukink afirma sin ruborizarse que Menchov puede hacer entre los cinco primeros en Paris, todo un órdago tratándose de un corredor que en el Dauphiné pasó sin pena ni gloria y que jamás ha conseguido acabar una gran vuelta en esas posiciones. Godefroot, que Ullrich está "mejor que nunca", sin saber muy bien que puede significar eso. El Liquigas, que pretenden dar batalla con un equipo muy sólido construido con Garzelli, Pellizotti y Cioni, aunque quizás sean los más realistas al no marcarse objetivos en la general. Y no continuo con Rogers, Heras "que está excelente" o el mismo Valverde, que al parecer está en un soberbio estado de forma.
Parole, parole. Son ya muchos años siguiendo el Tour y hemos visto declaraciones del mismo jaiz de corredores como Phil Anderson, Mottet, Mejía, Theunisse, Alcalá, Leblanc, Olano, Moreau, Nardello (si, durante tres temporadas se marcó el Tour como objetivo), Jiménez...y no sigo porque no falten ejemplos. Todos, en algún momento de su carrera deportiva y en muchos casos de manera reincidente quisieron ver en el Tour la piedra filosofal que transformase su carrera. Las declaraciones eran muy parecidas a las citadas en el primer párrafo, en un ejemplo de que el futbolerismo se extiende. Si un corredor como Pereiro, que ha hecho un Dauphiné de pena, tiene el valor de afirmar en febrero que "me marco el podio del Tour como objetivo" es que algo va mal, porque el gallego tiene cualidades para hacerse con carreras de mucho prestigio, pero parece que también ha sido seducido por el formidable espectáculo de la Grande Boucle. Sentémonos a ver y ya veremos como el guión no se aleja demasiado del de otros años.
30 junio, 2005
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2 comentarios:
Está claro que no todos lo pueden hacer bien y casi siempre son muchas las decepciones, algunos incluso son repetitivos como el amigo Moreau.
Cuando a final de temporada se haga resumen y se rindan cuentas serán muchos los que no vean renovados sus contratos por no cumplir las expectativas, en parte por centrar toda la temporada en el tour.
Pero bueno hay equipos a los que le da igual. El actual Liberty lleva unos cuantos años fracasando estrepitosamente en bloque en la ronda gala y no parece preocuparle a sus rectores ni se toman medidas.
En cuanto a Nardello a uno de los que más criticas, creo recordar que hizo tres años seguidos entre los 10 primeros del tour, que tampoco está tan mal, lo que pasa es que a penas se le veía.
Saludos.
Bartoli en 200 también se lo planteó como objetivo...
El problema es que algunos corredores y directores, apesar de los continuos batacazos continúan erre que erre, echando a perder en muchos casos carreras deportivas, como la de Mancebo sin ir más lejos.
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