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01 junio, 2005

Sobre mitos, leyendas y Finestre.

He leído que la etapa de Finestre ha sido mítica. Ya se sabe con que facilidad se utiliza el término en estos días, algo parecido al de "clásica" para todas las carreras de un día. Yo creo, e intentaré explicarme, que la etapa de Finestre (aunque acabó en Sestriere, la subida sin asfalto fue su elemento destacado) fue una más del largo historial de famosas penúltimas etapas del Giro, pero ni mucho menos mítica. Para empezar, los siete primeros de la general tras la crono de Turín fueron exactamente los siete primeros de la general en Sestriere, tras 200 km. de montaña. Es cierto que los que iban por detrás del líder intentaron destronarle, pero no lo consiguieron. Los maillots virtuales son eso, virtuales, hasta que se cruza efectivamente la línea de meta y se toman los tiempos. Se puede reprochar que etapas como la de Sestriere en 1992 o Ávila 1996 (Dufaux al ataque para ganarle la Vuelta a un Zulle sin equipo) fueron así, y sin embargo son míticas. Si, pero esas etapas al menos hubo cambios en la general, aunque no fuese el primero. En Finestre-Sestriere todos han conseguido el mismo puesto, ni arriba ni abajo, más bien en medio. Es más, ningún corredor abandonó en la etapa, únicamente Domenico Pozzovivo acusó su juventud y su notable primer Giro, no pudiendo tomar la salida. Yo creo que lo que se entiende por mítico es el hábil efecto escenográfico de la subida llena de curvas, en tierra, el blanco y negro utilizado por la RAI y, sobre todo, el impresionante gentío que gritaba y animaba a todos y cada uno de los corredores que ese día corrieron. Pero subidas sobre tierra se vieron en el Gavia de Olano en 1996, y la muchedumbre en las cunetas de todos los puertos del Giro es una constante. Lo que yo entiendo por mito es cuando sucede algo extraordinario y fuera de lo común. Cuando algo es habitual, como la montaña en la penúltima etapa del Giro, tiene de todo menos mítico.

Al parecer, el índice de audiencia de la RAI ha sido muy alto, lo que siempre es positivo para el deporte. Con el efecto televisivo del polvo en la cara y en los pulmones de los ciclistas se ha conseguido lo que no pudieron ni el Zoncolan ni otros inventos "espectaculares": repetir en Italia el efecto del Angliru, convertido en mítico por obra y gracia del periodismo que ve en el ciclismo una suerte de práctica masoquista, donde subir a cámara lenta, con desarrollos de mountain-bike un puerto de cabras es el no va más. No digamos ya ir hacia atrás en el tiempo y fingir que Savoldelli o Rujano se pueden equiparar a Binda o Coppi. Total, como todo debe consistir en hacer sufrir a los ciclistas, yo propongo que para la próxima edición que tengan a bien subir Finestre pongan una doble capa de arena, para lograr la técnica del sfumatto en los ricos colores de los maillots y ver a corredores con la boca abierta tragando el polvo, estilo Jackass de la MTV. Que no, que no es eso. ¿Quieren espectáculo? Dos propuestas: Fuera las emisoras de los coches de equipo (total, no sirven ni para avisar a Cunego que 20" antes ya se había adjudicado otro corredor la etapa). Que se vuelvan a ver acciones de improvisación y ataque. Y hacer que los 20 primeros de la clasificación ProTour de cada año estén obligados a correr dos grandes al año y al menos 2/3 partes del calendario. Que los mejores vayan a las mejores carreras, y no sólo sus equipos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo en muchas cosas. Para empezar, un absurdo que a las alturas que estamos tengamos que ver como se suben puertos sin asfaltar, más si tenemos en cuenta la dureza de Finestre (no entro en el daño que hizo o dejó de hacer, pero 18 km al 9% se ve pocas veces). Más absurdo todavía que la RAI volviera a ejercer su amarillismo habitual poniendo las repeticiones en blanco y negro. También absurdo que se diga que la etapa es mítica cuando, a pesar de la lucha que todos los aficionados apreciamos, no hubo, como bien dices, vuelcos en la clasificación.

Ahora bien, no estoy de acuerdo en lo que dices del Angliru. Cierto es que para que llegue a ser un puerto mítico (los periodistas futboleros son patéticos), que lo será, han de pasar varias cosas. Primero que no sea una constante haitual, cosa que la tantas veces criticada Unipublic está sabiendo hacer a la perfección (el mítico Stelvio sólo se ha subido 9 veces en toda la historia). Segundo, que se produzcan acontecimientos destacados para la carrera más allá de la victoria de etapa, como sucedió con la victoria de Heras en 2002, con un Aitor González que supo defenderse a las mil maravillas tras atacar indebidamente a su compañero de equipo Sevilla. Hasta ahí coincidimos. Ahora bien, de tu comentario se desprende que los brutales porcentajes del coloso asturiano son irracionales para una carrera de bicicletas. El sufrimiento por el sufrimiento. Como ya dije en una ocasión, eliminemos la Flecha Valona, eliminemos Flandes y sobre todo, eliminemos Roubaix, que eso también son caminos de cabras. Puestos a comparar, Roubaix tiene 50 km de caminos rurales, por 6 del Angliru (los superporcentajes empiezan en los 6 últimos km, hasta entonces el puerto tiene una media del 7%, exigente pero dentro de los estándares). Veo mucho más irracional hacer etapas de 220 km con la Madeleigne, el Galibier y el Izoard, además de puertos de segunda o primera anteriormente, que hacer 140 km con el Marabio, Cobertoria y Angliru. Lo que sería un disparate es que hubiera dos Anglirus seguidos en la etapa. Ahora bien, como he dicho antes, ha de ser algo extraordinario y si por mí fuera, el Angliru no se subía en al menos 5 o 6 años más. Además, el Angliru debe ser único, no debe haber más casos Anglirus, eso sí estaría fuera de lugar. Lo que deben buscarse son más Velefiques y Calares Altos y dejar el Angliru como algo especial.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con Jefe en cuanto al Angliru, el puerto es muy duro pero no creo que sea tan imposible, como para no subirlo, eso si, que no se suba siempre.

En cuanto a lo del Giro, pues bueno el puerto no necesitaba estar sin asfaltar para que se viera un buen espectaculo. Eso si considerar la etapa mitica es mucho decir, no ocurrio nada para ello.

Sergio dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios. Quizás la clave para insertar el Angliru en el ciclismo sea utilizarlo cada muchas ediciones, pero creo que si no ha subido desde 2002 es por el riesgo de lluvia, que desluce el espectáculo, hace patinar la rueda y provoca caídas. Y en septiembre en Asturias llueve, como todos los meses.

Las clásicas son eso, clásicas, y por esas características especiales (pavés, muros, longitud) son únicas. La característica especial de las vueltas de tres semanas es la resistencia y la regularidad, y el Angliru es extremadamente irregular, hasta se tienen que poner desarrollos especiales.

En todo caso, la etapa de Calar Alto de la pasada Vuelta fue espectacular, con un puerto maravilloso de herradura que se subía antes (no me acuerdo del nombre)

Anónimo dijo...

En la etapa de Calar Alto se subió primero el Velefique (creo que te refieres a este), luego el Collado del Conde (en realidad la tercera vertiente de Calar Alto) y Calar Alto. Ojalá hubiera más puertos como estos en España.