Esta pasando muy a menudo esta temporada. Con pelotones de apenas 100 corredores, no hay nadie dispuesto a controlar la carrera y algunas etapas son carruseles de ataques, alternativas y muy pocos sprints. El jueves el notable Eladio Jiménez se impuso en solitario en la segunda etapa de la Bicicleta Vasca con 2´40" sobre Aketza Peña, un joven corredor del Euskatel. Para el salmantino del Comunitat Valenciana la general está a tiro de piedra, lo que es una excelente noticia para él. Fue uno de los mejores juveniles y amateurs españoles (3º en el Mundial juvenil de Quito en 1994, el que ganó Miguel Morrás), pero sus primeros años como profesional en el Banesto se vieron condicinados por una serie interminable de caídas y lesiones. Apenas pudo brillar en su primera victoria en el Xorret del Catí en la Vuelta y algún buen puesto en clásicas italianas de otoño. Ahora en el Comunitat Valenciana goza de un buen margen de maniobra que le puede dar triunfos sonados como el del jueves. Ayer, con final en el Santuario del Oro, apenas se dejó 37" con el vencedor, el notable Peio Arreitunandía, que ya había ganado la etapa del Collado Bermejo en la Vuelta a Murcia. La etapa volvío a ser un festival de ataques y alternativas, ciclismo del bueno de la manera más inesperada. Aitor González fue 5º a 19", en su mejor puesto en una etapa de montaña en mucho tiempo, por lo que debe ser el favorito para el segundo sector contrarreloj que se disputa hoy. No hay muchos contrarrelojistas en nómina, pero ya sabemos que el fenómeno de Zumárraga-Alicante no falta nunca a su compromiso de fallar cuando más se le espera.
***
En la Vuelta a Luxemburgo, tras ser segundo en la primera etapa, Alberto Ongarato ganó el sprint de la etapa del viernes. Cuando hasta los domésticos de Petacchi ganan, algo quiere decir. El tren que se ha montando en torno a su incontestable figura de ganador es de lo mejor que se puede comprar en el mercado, como demuestra el triunfo de Sacchi en la Milán-Turín de marzo. Eso sí, Petacchi no va al Tour. Veremos quien es el sprinter Fassa para la carrera francesa.
***
Circula un rumor por todo el pelotón. El domingo vuelve Armstrong. Tras su retiro en Texas y su visita fugaz a Michele Ferrari en la clínica de Ferrara, el norteamericano vuelve a Europa, y seguro que no va a ser para arrastrarse. El motivo es la disputa de la Dauphinè Libere, donde este año se vuelve a subir el Mont-Ventoux, la cima que Armstrong siempre ha querido incorporar a su palmarés. El año pasado, en modalidad cronoescalada, Iban Mayo dio una exhibición estratosférica, quizás demasiado. Segundo y tercero en la cima (y en la general final) fueron los Phonak Hamilton y Sevilla. Al primero ya sabemos que le pasó, y el segundo se fue apresuradamente del equipo suizo para fichar como gregario en el T-Mobile. Cosas del Phonak. Veremos a ver que pasa este año, pero lo que es seguro es que Armstrong quiere ganar en el gigante de la Provenza.
04 junio, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario