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06 mayo, 2005

Casagrande, el penúltimo de 1970

Nacer en Prato no es fácil. Aunque es una ciudad con señas de identidad propias, industria y un duomo precioso, la cercana presencia de Florencia, con la que mantiene una rivalidad muy propia de un país que siempre ha cultivado los dualismos, ha hecho que la ciudad en la que nació Francesco Casagrande hace 34 años siempre haya sido la olvidada en una región tan llena de encantos a la vista como la Toscana, patria de grandísimos ciclistas. Desde Bartali hasta Bettini, pasando por Magni, la cuna de Dante siempre ha establecido una relación especial con el mundo del pedal, aunque nunca tan fecunda como la generación que está viviendo su eclipse: el ya citado campeón olímpico, Cipollini, Bartoli, Tafi, Ballerini y Casagrande, el que despuntó primero y el que parecía destinado a reinar durante más tiempo.

Tras un 1994 donde ganó un puñado de clásicas italianas, en 1995 ya se citaba entre los favoritos para el Giro de Italia, e incluso se mantuvo en primeras posiciones durante los diez primeros días, para acabar 10º final tras un gran sufrimiento en un carrera que fue dura, dura, como eran los Giros de mitad de los años 90. Era un buen resultado para un joven que subía bien, que había llegado con los primeros en la L-B-L y que era el jefe de filas de un equipo, el Mercatone Uno, donde también pasaba sus primeros años otro toscano con el que acabaría enfrentado repetidamente, especialmente cuando tuvo la osadía de entrar 3º en esa misma L-B-L donde nuestro protagonista sólo pudo ser 5º...Es más: era de Pisa, ciudad equivalente a Florencia en su relación con la industrial Livorno, la Prato del Mar. Y tenía sus propias ambiciones. En 1996 Casagrande se hizo con la Tirreno-Adriático y la Vuelta al País Vasco tras una prodigiosa cronoescalada al santuario de la Virgen de Orio, dos grandes golpes para un jovenzuelo de 26 años...mientras tanto, Bartoli ganaba en Flandes, ya enrolado en el MG-Technogym. A pesar de fracasar terriblemente en el Giro, Casagrande completó un buen Tour de Francia en 1997, enrolado en el Saeco y alguien le debió soplar que quizás tendría que orientarse hacia las grandes vueltas por etapas, a pesar de ser un tronco contrarreloj y tener un sentido táctico próximo a cero. Mientras tanto, Bartoli seguía sumando clásicas.

El año 1998 ambicionaba sin ambajes el Tour, y para ello fichó por un Cofidis deseoso de un jefe de filas tras el pinchazo de la operación Armstrong. Corrió la misma suerte de Olano: una caída en la primera etapa de montaña los dejó fuera de combate y, no cabe duda, facilitó el triunfo de Pantani. Aún así, ganó la Clásica de San Sebastián, para después dar positivo...seis meses de sanción, se pierde el Giro y cambia de equipo al Vini Caldirola, con el que retorna en la Vuelta a Suiza 1999, donde gana (ha ganado bastantes etapas en el país alpino, su segunda patria tras el País Vasco) pero no es invitado al Tour, vengándose al repetir triunfo en San Sebastián. Mientras tanto, Bartoli se había roto la rodilla tras ganar la Flecha Valona y nunca volvería a ser el mismo, pero siempre un pasito por delante de Casagrande, que en el Mundial de Verona fue 4º tras una estrategia desastrosa. No pasaba nada: el Giro del año 2000 iba a ser suyo. La primera etapa de montaña, con final en el Abetone, la cumbre más alta de los Apeninos toscanos, vio a Casagrande volar como nunca y meter a todos los favoritos dos minutos largos....14 días de maglia rosa para perderla en la ultima cronoescalada en Sestriere ante Garzelli. El bueno de Francesco nunca se recuperó de ese golpe...jamás volvió a ganar nada importante, a pesar de pasar en el año 2001 al Fassa Bortolo, donde se encontró con...Bartoli.

Ferreti les había prometido laureles y gloria a ambos, pero separándolos: uno para el Giro (Ferreti, como siempre que planifica una grande, fracasó) y otro para las clásicas, y una vez más el pisano le sacó ventaja a nuestro malogrado protagonista, más que nada porque el bueno de Bartoli no le arreó un manporro a un rival en la disputa de un gran premio de montaña, como si hizo Casagrande, siendo expulsado del Giro. Al salir de Fassa, Casagrande inicia el típico periplo de estrella en decadencia, en equipos de segunda fila, perdiendo energías con declaraciones estentóreas y con positivos y hematocrito altos por doquier, el último poco antes de tomar la salida en la Vuelta 2004, tras salir de otra sanción. Con él se va el penúltimo de la generación italiana de 1970 (Pantani, Gotti, Bartoli), una generación que obtuvo grandes triunfos, pero que con la calidad que tenían podían haber obtenido muchos más. Ya sólo queda Belli, el menos agraciado, pero no por ello menos estrellita, no olvidemos sus enfrentamientos con Tonkov. El tiempo ha puesto a cada uno en su lugar, como casi siempre. ¿Nos acordaremos más de Pisa o de Prato?

7 comentarios:

Sergio dijo...

Quizás me he pasado un poco con Casagrande...al fin y al cabo, siempre ha sido un corredor que se ha mantenido entre los primeros UCI.

Aprovecho para recomendaros un juego (sin dinero, simplemente una diversión) ciclista, el mejor que conozco de Internet, aunque el tío se toma su tiempo para actualizar. www.velogames.com. Yo ya he hecho mi equipo del Giro, a ver que tal me va. Espero veros también por ahí.

Anónimo dijo...

Hola Sergio.

Pues si la vieja guardia italiana va colgando la bici, y es una lástima porque han sido grandes corredores y no están saliendo por la puerta grande (Bartoli se retiró por problemas físicos después de un año sin brillo, Cipollini en medio de la temporada también sin brillo y ahora Casagrande por no recibir una invitación para el giro y también sin brillar últimamente)

Nunca fue un corredor santo de mi devoción, es más me caía mal, pero el tío tuvo su mérito, ya que ganó clásicas y carreras por etapas. Sus dos victorias seguidas en San Sebastián fueron notables. Siempre ensombrecido por el dopaje, el golpe que le dejó ya sin aliento fue su exclusión de la vuelta del año pasado después de un año muy pobre, ahí no se pudo sacar la espina y empezó ya su recta final que finaliza ahora, decidiendo colgar la bici antes del giro.

A mí la verdad es que me jodió no verle el año pasado en la vuelta, ya que pensé que podría haber dado mucho juego, pero no pudo ser.

He entrado en el juego que has recomendado, jeje, ya he hecho mi equipo, pero no me he cogido a Petacchi, he apostado por otro sprinter acabado pero que siempre me gustó mucho, a ver si resucita.

Anónimo dijo...

Casagrande es la típica estrellita italiana al que se le va mucho la fuerza por la boca. Di Luca me recuerda mucho a él, por su forma de correr, y por sus fanfarronadas. Aún así, tiene grandes victorias en su palmarés aunque podía haber llegado a más.

En cuanto al juego ese, yo ya he hecho mi equipo pero hay cosas que no entiendo...Grillo escalador???

Sergio, ¿puedo preguntarte en qué trabajas? Más que nada porque veo que tienes mucho dominio del lenguaje. Es una curiosidad.

Anónimo dijo...

Aún quedan Simoni (casi 34, quien lo diría), Belli, Rebellin, Noe, Bramati, Lombardi y el eterno Baldato. Y alguno que me dejaré

Bueno, yo ya tengo mi equipo también jejeje. Luego podríamos ir diciendo las puntuaciones de cada día. Aún recuerdo el boom del Tour Fantástico Marca del primer año. Mandé 10 equipos y mi mayor logro fue cuando en una etapa llana tenía a los 7 primeros y el noveno, y aun así solo fui el 37 de la etapa. Como ponían los 50 primeros en el periódico me hizo ilusión ver mi nombre.

Bueno, me voy a comer. Un saludo a todos/as.

Anónimo dijo...

Bueno, por fin podrá lucir en público esas almorranas de las que hacía gala allá en los 80. Y es que ya está bien de hacer demagogia barata, todos sabemos que nuestro amigo en cuestión desayunaba tostadas untadas en epo y después untaba a los jueces para que miraran hacia otro lado mientras su abuelita llenaba el tarrito...
Que más podemos decir de un velocista mediocre ajeno a los abatares de su tiempo. Gran profesinal, pero mejor persona...

Anónimo dijo...

Jaimeguada, a mí también me hizo mazo de ilusión cuando aparecí un par de veces en el periódico por quedar entre los 10 primeros, pero nunca me llevé ningún premio.

Jefe, yo me he reído cuando he visto a Grillo escalador, y no me lo he cogido, porque no se dan muchos puntos en las llegadas a meta y porque es muy jóven.

Uno de mis mejores amigos ganó el Tour Fantástico del 97 (bueno el equipo lo hizo su padre que es quien sabe de ciclismo, pero lo puso a su nombre) gracias en parte a nuestro protagonista, Cecco Casagrande, además aquel año destacaron Ullrich, Zabel, Chava, Olano, etc.

Ya que ha salido el tema Casagrande, me gustaría comentar a mi entender otra injusticia más del Pro Tour.

Las plantillas del Bouygues Telecom, Française des Jeux, Gerolsteiner e incluso Phonak me parecen indignas para el Giro.

Uno o como mucho dos corredores reseñables (entendiendo por reseñables que puedan tener algo de protagonismo pero no mucho y que tienen cierto palmarés) y mientras otros equipos italianos o con corredores transalpinos no pueden correr el giro porque sus equipos no son Pro Tour.

Pienso que sobre todo el Aqua & Sapone y el equipo de Casagrande, el Naturino Sapore di Mare, e incluso el Team LPR, podrían haber presentado equipos con bastantes corredores italianos, más compensados y con mucha más ilusión y motivación.

Se han quedado fuera Casagrande y Tonkov, que aunque son bastante mayores, han dado mucho al Giro y seguro que sin el UCI Pro Tour, sus equipos hubieran estado en la línea de salida de la corsa Rosa.

Sergio dijo...

Lo de Grillo escalador si que tiene pecado...bueno, es el neo italiano de este año que más ha destacado, pero siempre en sprint.Jaimeaguada, esos corredores que citas no han nacido en 1970, Baldato incluso es del 68...en todo caso, penúltimo siempre es un término polivante. Tu historia con el Tour Fantástico es idéntica a la mía.

Totalmente de acuerdo en que algunas escuadras para el Giro no son de recibo...los franceses, como siempre.