Está siendo una de las sensaciones de la temporada y cualquier victoria suya es una magnífica noticia, viniendo de donde viene. Ayer Di Luca impuso su ley camino de Valle Piana, provincia de Salerno, en el profundo sur. Es la ley del más fuerte, y sólo cabe rendirse ante un corredor que combina una punta de velocidad de auténtico sprinter con la fuerza necesaria para salvar repechos muy empinados, como era el puerto de Santa Tecla situado a 10 km. de meta. A un ataque de Bettini respondió en primera persona, arrastrando consigo a 40 corredores, la crema del pelotón en el Giro, y en meta volvió a cometer el error de la llegada de Vitoria en el País Vasco: se vio tan fuerte que saltó de lejos, pero esta vez no había un Valverde para superarle, aunque a Cunego, impresionante, le faltó poquísimo para dar un golpe de autoridad. Esta siendo un Giro esquivo a los sprinters y con guiños en cada etapa a los grandes nombres del pelotón. Que siga así, aunque no lo podamos ver, igual que la embestida de una moto a Koldo Gil cuando iba escapado.
Garzelli, espléndido, tercero y consiguiendo bonificación por delante de Celestino, Ventoso de nuevo brillante 5º y Bettini, que vuelve a recuperar la maglia rosa con 9" sobre Di Luca. La clasificación general, y estamos sólo en la tercera etapa, produce vértigo: tras el campeón olímpico y el líder del ProTour se sitúan Cunego, Garzelli, Savoldelli y Gárate, que silenciosamente está ahí arriba...de aquí a la crono de Florencia el domingo habrá movimientos, pero será raro que los grandes se descabalguen de la general. El Fassa-Petacchi aún no ha mojado y tiene 8 hombres, 8, para controlar la carrera y evitar escapadas, aunque como siga habiendo finales como este, el ganador de la San Remo lo va a tener difícil. De momento, el sueño de la maglia rosa lo tendrá que posponer hasta el siguiente Giro. El que sigue viviendo un auténtico sueño es Di Luca: no ganaba en la corsa rosa desde 2001, cuando se impuso en Montevergine. Desde entonces, su decepcionante trienio en Saeco, ya comentado en anteriores post y su auténtica resurrección en el Liquigas, que con Garzelli y Cioni muestra sus dientes de cara a la general. No me extraña que Cipollini se retirase: con este recorrido y estos compañeros de equipo, como para tomar la salida.
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Siempre igual. Todos compartimos la pasión común por el ciclismo, y la gente que nos rodea lo sabe. Basta que se produzca un suceso como la caída de López de Munain para que nos pregunten al respecto, como si no hubiese otras noticias. La brutal fotografía del corredor alavés tendido en el asfalto como un muñeco roto mientras se ve a las últimas unidades del pelotón proseguir la marcha ayuda mucho. La combinación fatalidad+morbo+documento gráfico es la ecuación ganadora para que el ciclismo transcienda su nicho de mercado y aparezca en todos los periódicos y telediarios. Y al día siguiente, todo el mundo preguntando: "Que fuerte, ¿no?".
11 mayo, 2005
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3 comentarios:
No entiendo mucho las dudas que genera Cunego en referencia a la montaña que se ha de pasar en este Giro. Puede que se suba el Stelvio, pero ya el año pasado afrontaron el Gsvia, que no es menos duro. Bien es cierto que no hubo batalla alguna, salvo la fuga de Garzelli que salvo la jornada, pero Cunego mostro ser el más fuerte en las tres etapas de montaña encadenadas que tuvo el Giro.
Aún recuerdo la etapa que gano en solitario, aquello fue una exhibición de clase y calidad, aunque tampoco eran puertos de tanta entidad.
Sólamente, y por lo demostrado, Simoni esta por encima de él subiendo. Basso todavía tiene mucho que demostrar.
Lo malo de Di Luca es que cuando debuto allá por el Giro del 99 creo recordar con el Cantina Tollo parecía que iba a ser un corredor para grandes vueltas, aunque parecía el típico guaperillas que no se esforzaría mucho.
Tras un par de giros prometedores, todavía recuerdo cuando fue el único en seguir a Casagrande en el durísimo San Pellegrino in Alpe camino de Abetone en el giro del 2000.
Después de tres años en el anonimato, aunque ganó una etapa en la vuelta, el año pasado fue injustamente vetado por el tour y no destacó en toda la temporada, pero este año ha regresado con fuerza especializándose en las clásicas y en etapas de media montaña donde puede imponer su punta de velocidad, quedando ya descartado de cualquier brillo en las vueltas por etapas.
Por supuesto que sigo dudando de Cunego en la montaña, han sido muchos los ejemplos de explosión en un año y paso al anonimato en los siguientes, aunque para nada será este el caso. Lo que pasa es que no veo factible que un tío que casi gana al sprint luego sea también el mejor subiendo, como he dicho tengo ganas de verle en los tres puertos que cité ayer y si gana pues chapeau.
Hoy al final había un repechillo y un vertiginoso descenso en los últimos 4 kilómetros. Tras un buen ataque de Aitor, se han destacado 6 corredores, como siempre con los italianos a la cabeza y sólo se había metido como sprinter Baden Cooke. Bettini ha lanzado el sprint y cuando Cooke le intentaba superar, Bettini ha corregido ligeramente su línea de sprint y Cooke se ha quedado sin sitio y se pegado un trompazo que afortunadamente ha quedado en nada.
Creo que Cooke reclamará y le quitarán la victoria al grillo, pero si esto ocurre ésta no irá a parar a manos del australiano, si no de Mazzanti. Habrá que ver que pasa.
Por cierto ayer con el primer pequeño puerto de importancia, Unai Osa se dejó un minuto como más destacado junto con Bertagnolli y Kessler como gente más destacada de cara a la general.
Yo creo que Unai ya no tiene ninguna excusa, solamente ha brillado en un giro muy descafeinado en el que Olano fue segundo.
El que supuestamente era el hermano bueno de cara a las grandes vueltas ha resultado ser una decepción, porque ya está en la treintena, mientras que Aitor Osa ha sido mucho más corredor.
Sergio, siento mi extensión, es que ahora que estoy de baja laboral, tengo todo el tiempo que antes no tenía para comentar, jeje.
Saludos.
Si, pero la etapa del Gavia del año pasado era de 140 km...
No te preocupes por nada, Anguel.
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