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08 septiembre, 2005

Se va uno de los corredores de más clase del pelotón

Una vez que empiezan los problemas, es díficil acordarse de cuando se empezó a joder todo. Igor González de Galdeano, alavés de ley y miembro de una dinastía ciclista (su hermano Álvaro se retiro el año pasado, su primo Íñigo tuvo un discreto paso por profesionales) bien conocida por el pelotón, anunció ayer en Logroño, muy cerquita de su casa y donde la Vuelta hacía parada y sosta, que deja el ciclismo profesional tras 10 campañas y con sólo 31 años. Decisión meditada, se supone, a tenor del bajo rendimiento de las dos últimas campañas, donde en ningún momento ha podido mostrar la inmensa calidad ciclista que atesora, y que le hace uno de los corredores con más clase del pelotón.

Debuto con el Euskadi y se pasó media Vuelta escapado, con ese rodar tan fino que con el tiempo le llevaría a ganar, con auténticas exhibiciones, etapas en el llano y contra el reloj. Eran los tiempos en que el equipo vasco atacaba cuando era la conexión en directo con el Telediario, para que se le viese en el tele, cuando eran los más modestos del pelotón. Su paso al Vitalicio, aquel increíble equipo de Mínguez que sólo duró tres temporadas y que juntó a Freire, Horrillo, Casero, Blanco, Zintchenko, Ferrigato, Hruska y los mejores colombianos, hizo que en 1999 diese su primera gran campanada, al ser el primer maillot oro de la Vuelta, tras imponerse en el prólogo a Olano y Ullrich. En esa Vuelta Igor volaba, conquistando a lo campeón una etapa pirenaica donde, si no llega a ser porque el Banesto se puso a tirar, hubiese entrado en meta con seis minutos y no con dos. Acabaría segundo con 25 añitos, y todo el futuro por delante. En 2000 ganó la etapa más rápida de la Vuelta, una con llegada a Zaragoza, tras escaparse en los últimos kilómetros, una técnica para la que tenía grandes dotes pero que, una vez que se hizo vueltómano, abandonó, a pesar de que le permitió ganar un etapón en la Tirreno-Adriático saltando delante de Bartoli, Casagrande y Rebellin. En 2001 realizó un prólogo de Tour increíble, sólo superado por Moreau, deslizándose encima del asfalto sin perder la línea en ningún momento, con una planta impecable; al final, 5º en París, posición que repetiría al año siguiente tras ser durante una semana maillot amarillo. Ese año también se había impuesto en la Vuelta a Alemania, una carrera que con el tiempo será importante, el campeonato de España CRI y había obtenido el bronce en el Mundial CRI de Zolder. Al año siguiente, cuando estaba para repetir triunfo en la Vuelta a Alemania, se cayó en la crono y se perdió el Tour.

En contra de lo que afirman muchas crónicas, ese no fue el principio del fin de Galdeano. Ese mismo año, 2003, se presentó en la Vuelta y fue segundo durante 2/3 partes de la carrera, para ceder en la cronoescalada final a Abantos el tercer puesto a un Valverde inspiradísimo. Su nivel en ese Vuelta fue de más a menos, aunque si no llega a ser por la ineptitud de su director, que lo quería acaparar todo como en los tiempos de Zulle y Jalabert, el gran Igor se hubiese llevado algún premio grande. Tras cerrar con ese mal sabor de boca la temporada (en el Mundial de Hamilton abandonó con unos extraños calambres en el estómago), el 2004 fue una auténtica pesadilla, en el pelotón de los sprinters en las grandes vueltas. 2005, la que debería haber sido la temporada del rescate, se ha saldado con una caída en el Tour y abandono en la etapa de Courchevel y una Vuelta a España totalmente anónima. Mal se tiene que haber visto de cara al próximo año para dejarlo. En fin, que se va uno de los corredores con más clase del pelotón internacional, con un palmarés que para si quisieran corredores a los que se les ha subido el éxito a la cabeza: Campeón de España y medallista en Mundial CRI, dos veces 5º en Tour, maillot amarillo, podio en Gran Vuelta, etapas en Tirreno y Vuelta...siempre me quedará la duda de esa fijación suya por ganar en Gijón, donde ha obtenido tres victorias como profesional.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, se va un corredor con mucha clase que siempre tuvo el problema de tener un "jefe" delante. Recuerdo esa etapa que comentas en la que tenía mas de 4 min antes de la última subida e iba como un tiro, y Banesto tiró en el plano y le quitaron 3 minutos, para luego no hacer nada. Siempre le faltó un puntito en la montaña, y como muchos otros sacrificó victorias por un buen puesto en la general. Emotiva su carta de despedida y loable su decisión. Lo mejor que arrastrarse si no se tienen fuerzas, o mejor dicho ganas, es dejarlo.

***

La etapa de hoy puede tener "miga". Solo 148 km y por lo visto hace mucho viento. Solo hay que ver si hay ganas y de que dirección sopla. A ver si Manolito Saiz se atreve a jugársela, aunque los abanicos ya no son lo que eran.

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T-mobile ficha a Hontchar y Mazzoleni. 2 "jovencitos" jejeje.

Un saludo

Anónimo dijo...

Menudo tostón de etapa, y encima lo que faltaba. Fuerte caida de Heras en una montonera. Piil adiós a la Vuelta. Lástima, estaba haciendo una buena carrera.

Un saludo

Anónimo dijo...

Un gran corredor todoterreno, con una excelente planta de rodador. Clase, mucha, como dice Sergio. Yo añado honestidad. Creo que ha sido C. De Andrés, el que hoy, en uno de los bloques de ciclismo que hay entre la retransmisión de la publicidad, comentaba como otros corredores estiran más sus carreras deportivas para engrosar la cuenta bancaria, aunque se arrastren por el asfalto. Estoy de acuerdo. Agur Igor, y buena suerte.

Lamento profundamente lo de Heras. Creo que todos imaginamos que esa feísima herida en la rodilla le va a afectar tanto física como psicológicamente. Si no es así, mejor, para él y para la carrera, pero....está jodido.

Mañana la Vuelta llega a mi tierra, así que os voy a dar la murga. En esta ocasión no llega a Santander, sino que se inaugura como llegada de la Vuelta, el Santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Etapa propicia para escapadas, escamaruzas, y difícil control de la carrera, aunque entre los favoritos no tiene porqué haber diferencias.

El puerto de la Sía es el descenso más aco...ngojante que uno pueda hacer, ya sea en bici, en coche, o en moto, y eso os lo puede confirmar cualquiera. El García temblaba cada vez que tenía que bajar con la moto por ahí. Lástima que en esta ocasión no lo podamos ver. Y el día que se haga ese puerto en sentido inverso, de Cantabria hacia Castilla...ay...

En Santander, que es de las ciudades que más llegadas y salidas ha tenido en la historia de la vuelta, han ganado entre otros, Francesco Moser, Planckaert, y por supuesto corredores del mítico equipo cántabro Teka, como Nico Emonds. Guardo como oro en paño recuerdos de chaval, como la gorra de Raimundo Dietzen, actual director de Gerolsteiner y ex-corredor de Teka, o un autógrafo de Lucho Herrera.

Pero de entre todas las llegadas que he visto aquí, hay una que se me quedó marcada a fuego, y con ella el nombre de su ganador.

Año 1993. Dag Otto Lauritzen. Corría en el TVM de Robert Millar, Den Bakker, Hoffman, Voskamp, Mathieu Hermans...Posiblemente el único corredor noruego con algo de fama antes de Hushovd, creo. He buscado su palmarés y veo una etapa en La Panne, otra en el Tour'87 en Luz Ardiden, y algún puesto honroso en clásicas.

Este tío, del que no sé si Sergio tendrá más datos o se acuerda de él, atacó bajando La Sía, en un día infernal, con viento, granizo, y lluvia, parecía pleno invierno. Iba con dos escapados, que no recuerdo, y no pudieron seguirlo. Bueno, no podían seguirlo ni las motos. Solo se adivinaba una silueta fantasmagórica bajando como un rayo entre la niebla, trazando las diabólicas revueltas de La Sía, llenas de agua y granizo, y desapareciendo de las imágenes hasta acabar el puerto. Aún quedaban unos 80 km, en un terreno duro, solo, y el pelotón principal tirando a muerte, y la lluvia, el granizo, y el viento, sin aminorar.

En cuanto el rubicundo vikingo llegó a la entrada de Santander, dejé la tele y bajé corriendo a la llegada. Allí apareció, a lo lejos, echando el resto, y el pelotón soplándole en la nuca.

Ganó, con dos segundos de ventaja sobre el pelotón, que encabezó Jalabert seguido del sprinter cántabro Alfonso Gutierrez.

Un triunfo épico.

Anónimo dijo...

El de antes era yo, a ver si voy haciendo esto del registro......

Saludos.

Anónimo dijo...

Épica descripción de esa etapa Hermann , así da gusto , eso es el ciclismo , el deporte más épico . Recuerdo esa etapa perfectamente y también al noruego, que antes del TVM estaba en el legendario Seven Eleven de Hampsteen , el primer gran equipo americano , según creo .
Además veo que en este foro escribimos desde todas las autonomías , desde Cantabria como tu , Galicia como este humilde aficionadillo al ciclismo que escribe, Madrid...
Hay! cuando se pierda la épica y la leyenda en este deporte , que nos quedará ? ...El Larguero.
Lástima de lo de Heras eramos pocos y parió la abuela.
Me da rabia que incluso la Vuelta a Polonia tenga mejor participación que la Vuelta a España , pero la tradición no se compra , ni los viejos aficionados ...aunque no tengamos ni 30 tacos...estoy de un nostalgico ultimamente...
1 saludo y ojo a Martín Perdiguero hoy ...disfruta de la etapa si puedes in situ Hermann, yo espero que se pase por mi tierra el año que viene .

Sergio dijo...

Buf, para que pase la carrera por Galicia...lo veo difícil, creo que no va desde el Xacobeo 93 y aquella crono final en el Monte del Gozo donde estaban de espectadores dos peregrinos y cuatro gatos; además, los ayuntamientos no ponen la pasta. En cuanto a esa etapa de Santander, me acuerdo perfectamente del mal tiempo. Lauritzen era un corredor que andaba mucho con agua...de hecho, ese mismo año era el Mundial en su casita y también hizo alguna exhibición, aunque nada comparado con lo de Armstrong.

Para hoy se espera alguna acción del Saunier ¿no? Y si no ¿que está haciendo Zaballa en la Vuelta?