Ayer nuevo triunfo en Valencia de Petacchi, y con este ya van 6 en 9 días de competición: una auténtica máquina de producir triunfos, dentro de la fábrica Fassa. Las cosas se las puso un poco más difíciles Gálvez, esprintando de una manera un tanto convulsa, moviendo mucho la bicicleta y el tronco. Petacchi es la elegancia suprema en el sprint: al estilo de Van Poppel, el ciclista spezzino (es natural de La Spezia, la ciudad industrial en el confín entre Liguria y Toscana) mantiene una trayectoría perfecta y recta durante la ejecución de su sprint, de tal manera que es raro que se vea metido en trifulcas, al revés que ese gran marrullero que es McEwen o que en su día fue Blijelevens. Ya se dice por ahí que el gran ciclista italiano puede ganar cuatro de las cinco etapas en liza en Valencia: considerando que la teóricamente menos adecuada a él es la llegada al Campello, donde han ganado en los últimos años Perdiguero y Levy Leipheimer, a lo mejor consigue el repóker mejor que el póker. Pero ya sería hilar muy fino. Por su parte, el Liberty debe haber recapacitado de su táctica convulsa en la llegada a Calpe del martes y ayer en Sagunto ya no se supo más de ellos, pero estoy seguro que el viernes en el Campello veremos a Koldo Gil, que ya el año pasado hizo una gran primavera rematada con el triunfo en Castilla y León.
Se confirman las peores noticias para Astarloa: tres meses de baja, hasta finales de mayo no se volverá a foguear en carreras.
24 febrero, 2005
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