El calvario de Astarloa

Que existe la maldición del campeón del mundo es algo que hay que tener en cuenta antes de enfundarse el maillot arcoiris por primera vez. Si no que se lo pregunten al pobre Astarloa. Hablaba en un post anterior sobre los problemas burocráticos que le impidieron tomar la salida en el Laigueglia y resulta que ayer me entero de que se ha caído en la Clásica Haribo con doble fractura de brazo...Qué mala suerte. Como poco, llegará fuera de forma a las clásicas del norte en abril...y ya sería el segundo año que se las pierde tras haber sido el primer español en ganar una, nada menos que la Flecha Valona de 2003, año en el que fue Campeón del Mundo en una carrera fantástica donde, por cierto, también se cayó a falta de tres vueltas. Sólo por ganar esa Flecha ya se merece un lugar en la pequeña historia del ciclismo patrio (otra sería por haber sido
el primero en llegar al Giro de Lombardía con opciones de ganar la general de la Copa del Mundo, en 2002: al final fue cuarto). No faltarán ahora en estos momentos bajos quien se signifique con alguna puñalada a este noble ciclista ermuatarra, que tuvo que emigrar a Italia ya de amateur para hacerse un hueco: sólo ganó una carrera (nunca ha sido un plurivittorioso, como se dice
en el país transalpino), pero hizo entre los diez primeros en otras 30...

Astarloa combina la velocidad (ganó un sprint en la Vuelta a Valencia en 2003 a 50 corredores) con una fuerza impresionante en pendientes duras, lo que le hace perfecto para las clásicas. Yo sólo espero que recupere la buena suerte que es tan necesaria en toda práctica deportiva y que pueda demostrar sobre la carretera todo lo que vale. Ayer ganó con un sprint brutal Petacchi en Calpe, en cuesta, impresionante como se tuvieron que abrir Etxebarría (que ya no está para estos trotes) y Zabel (me resisto a decir lo mismo que con Etxebarría), Zaballa líder sacando pecho ("voy a por las clásicas", nada menos) y el Liberty
al ataque una vez y otra, sin mucho tino. Parecía que estuviesen castigados. Lo que están es encadenados a las palabras de Sáiz en la presentación del equipo: "somos el mejor equipo del mundo". Que se vea, ea, ea.