Gran Piamonte y Lombardía para cerrar la temporada

Este domingo concluye la temporada ciclista en Europa, con dos grandes citas por disputar: el jueves el Gran Piamonte y el sábado el Giro de Lombardía, ambas carreras organizadas por la Gazzetta dello Sport.

También tienen los derechos del Giro del Lazio -que no se disputa desde 2008- y la Milán-Turín -que no se disputa desde 2007-, pero han preferido concentrar sus esfuerzos en crear de la nada la Strade Bianche a principios de marzo y, en general, pasar un tupido velo sobre las dos carreras que han hecho desaparecer tras haberlas comprado, precisamente, para evitar su extinción.

El Gran Piamonte es un invento del año pasado -triunfo de Gilbert sobre Dani Moreno-, donde la tradicional clásica de final de temporada va a ir cambiando de meta cada año. Ya en los últimos años del Giro del Piamonte se había cambiado el tradicional final en Turín por otro en algún lugar diferente de la región. Este año se repite en gran medida la parte final -con paso por la zona vinícola de Le Langhe y subida a La Morra-, y final nuevo en Cherasco, el pueblo del chocolate y sus famosos baci.

En las fabulosas páginas web que la organización dispone para unificar la imagen de todas las carreras que organizan pueden encontrar toda la información. Uno de los mayores atractivos es que Hushvod debutará en competición con su maillot de campeón del mundo, igual que Ballan debutó en el último Giro del Lazio disputado en 2008 o Evans el año pasado en la primera edición de Gran Piamonte. Como estos corredores cambiaron después de equipo, las fotos de esas carreras quedan como una rareza con los años al ver el nombre de la marca comercial que les patrocinaba.

Sin embargo, no deja de ser un anticipo de la gran cita del sábado en el Giro de Lombardía. La organización ha vuelto a cambiar el recorrido -es la gran clásica que más variaciones tiene y más frecuentes-, poniendo la tradicional subida a la Madonna del Ghisallo encadenada con la subida a la Colma di Sommano, a unos considerables 1.100 metros de altura y encadenando 20 kms. muy complicados para los hombres veloces. En los últimos tiempos, y salvo que hubiese uno de los tradicionales aguaceros de la carrera, la subida mítica de la carrera no decidía nada y sólo servía para que los fotógrafos sacasen el santuario y el pelotón subiendo en grupo.

Después vienen 35 kms. de bajada y llano, por lo que si un equipo puede salvar compañeros para hacer reintegrar a un hombre rápido, hay terreno para ello. La subida a San Fermo della Batagglia, cuyo descenso es aún más complicado, será donde se decida finalmente la carrera. Entre los favoritos están el vigente campeón Gilbert, el tres veces en el podio S. Sánchez, Scarponi, Gasparotto, Evans, Ballan -con ganas de vindicarse tras no ser incluido para el Mundial-, Pozzovivo, Dani Martin, Gavazzi, Nibali -todavía tiene cuerda, todavía-, Barredo, Brajkovic, Zubeldia, Freire, Martens, Pozzato, J. Rodríguez -a recoger el título de mejor corredor del año-, Kolobnev, Fuglsang y Breschel. El año pasado fue un carrerón por primera vez en bastante tiempo, a ver si esta vez también deja buen sabor. Falta hace.
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nickDestino pone un enlace a una noticia de El Mundo donde se destaca que Contador está dispuesto a dejar el ciclismo en caso de que el caso solomillo no se resuelva de acuerdo a sus intereses (recuerden: no quiere ningún tipo de sanción, y así se lo dijo a Susana Actimel Griso). El redactor es el mismo que el año pasado, ante una dubitación de Freire, dijo que este sería su último año. Vuelve a repetir la jugada, y encima ni siquiera es una novedad: ya lo dejaron filtrar en los primeros compases., y el propio Contador dijo en su rueda de prensa que ya "tenía la vida solucionada".  Sin embargo, no se alegren demasiado. Es una amenaza vacía. Como me ha explicado un amigo economista fascinado por Steven Levitt -a mí Freakonomics no me gustó mucho, pero reconozco su mérito-, eso no es posible.

Contador no es un ente autónomo. De hecho, es una PYME que no se rige por criterios de mercado. Si Contador pudiese tomar la decisión de dejar el ciclismo unilateralmente, a lo mejor lo haría, pero como es la cabeza de una unidad económica que gira en torno a sí mismo, no puede hacerlo. ¿Se imaginan a Fran Contador teniendo que buscarse la vida en el mercado laboral y ofreciendo como experiencia haber sido el portavoz de su hermano? ¿O a Jesús Hernández ofreciendo sus servicios a equipos ciclistas ProTour o siquiera continentales? ¿Que me dicen de Benjamin Noval o Dani Navarro? ¿López Cerrón montando un servicio de solomillos a domicilio? Y eso por no hablar de otras esferas más íntimas del ciclista que, una vez más, cuando abre la boca sube el precio del pan, porque no tiene ya ningún argumento más que intentar dar pena. Lo mismo que lleva usando desde 2004.
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Entrevista de Josu Garai a Óscar Freire, un ciclista que siempre ha despreciado en mayor o menor medida. Sus épitetos más habituales consisten en llamarlo desganado, no citarlo entre los grandes o simplemente ignorar su calendario hasta que salta una victoria. La entrevista está muy bien, pero viendo quienes son el entrevistador y el entrevistado, ya saben por dónde gana. La mejor noticia es que el gran campeón ciclista correrá el Lombardía en sustitución de Gesink, que siendo un favorito indiscutible ha tenido que regresar a Holanda porque su padre está hospitalizado.

Directo (ante la pregunta de si la P-T es una compensación por el Mundial espeta a Garai este "No tienen mucho que ver, la verdad", una respuesta más adecuada para alguien que no tiene ni idea de ciclismo, como es el caso) y al centro ("este año he corrido más que nunca, pero si veo que no puedo ganar, lo dejaré"), el mismo Freire de siempre. Yo el sábado por la tarde no recibo, a eso de las 16:15 tengo una cita en Como.
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El COI pide que se cree una agencia equivalente a la WADA para controlar lo de las apuestas deportivas.
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El Lombardía será la última carrera de Jose Luis Rubiera.
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Esto del ciclismo no tiene remedio...
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Durísima columna de opinión en The Guardian sobre el ciclismo y Contador, al que dan un repaso a su trayectoria sencillamente inimaginable en estos pagos. Las conclusiones a las que llega son malísimas, y se nota que tiene poca idea de ciclismo.
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En Australia el clembuterol llega por correo. Dos años de sanción para el ciclista que lo encargó. Vaya, parece que el clembuterol está bastante difundido por el mundo del ciclismo. También el de las antípodas. Y sin esperar a picogramos. Peter van Eenoo, el director del laboratorio antidopaje de Gante, lo tiene bien claro: no hay límite terapeútico -perdón por utilizar terminología de Eufe- con el clembuterol. Es una respuesta indirecta al experto holandés que la UCI recomendó al pinteño, y que apuntaba en esa dirección. Es siempre dopaje. También en picogramos.
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Matschiner, que recientemente ha sido condenado a 15 meses de cárcel por el caso HumanPlasma, aporta sus conocimientos poligráfos al Caso Solomillo: "El Clembuterol es relativamente común en el ciclismo. Se toma oralmente en dosis pequeñas y muy frecuentes. Es simplemente una suposición mía, pero supuestamente una dosis muy pequeña ya puede hacer que un deportista mejore su capacidad de respiración. Su vida media es tan pequeña que la única opción que manejo para un positivo como este es que tomó un poco más de la cuenta". También se extiende sobre las microdosis en transfusiones, que practicó durante el Tour 2008 ("durante dos días te sientes una mierda, después viene el subidón") y que para enero publicará su libro Borderline (En el límite, pero también significa subnormal, con perdón), donde explicará con todo detalle las cosas que sabe, o eso dice. Si lo explicase con detalle habría que tirar la llave de la cárcel al fondo del Danubio, porque no va a cumplir ni uno de esos 15 meses, sencillamente porque sólo contó una parte donde tenía que contarlo, en el juicio. Como siempre.
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A punto de cumplir 31 años y tras diez años de profesional, Michael Sassi Rogers ha encontrado su lugar como ciclista: las vueltas de una semana. Eso ya lo tenía en 2003 y con 23 primaveras, cuando ganó la Vuelta a Bélgica, la Vuelta a Alemania y la Ruta del Sur. Hasta este mismo año no ha vuelto a ganar una vuelta por etapas (Andalucía y California), tras pasar muchos avatares y pesadumbres. Sinceramente, si no fuese porque me dicen que es australiano, pensaría que este corredor es españolazo, de Ossa de Montiel, Las Lumbreras o El Barraco.
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Rasmussen, que está participando en la versión danesa de ¡Mira quien baila! -si alguien va a criticar esto, que piense que aquí se pagó con dinero público en este mismo programa a la nieta de Franco, emitido por ente con deuda crónica e inasumible-, se desmarca con estas peculiares declaraciones contra la UCI, diciendo que es inocente, que hay una mano negra y que el solomillo estaba clembuterizado...Curiosamente, Bradley Wiggins desde su twitter lo saluda así: "Good to hear a sane voice in all this mess, thanks Michael Rasmussen I'll sleep better tonight". En la columna de The Guardian de más arriba se decía, referido a este extraño ciclista, "por sus derrotas los conocereis". Y por sus twitters, hombre.