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09 abril, 2005

Vísperas de Roubaix

Para muchos, es la mejor carrera del calendario internacional. La París-Roubaix es un viaje en el tiempo con destino al origen del ciclismo, cuando todos los corredores eran héroes. Su seña de identidad son las secciones de pavés que salpican el recorrido, pero también es igual de poderoso como seña de identidad la llegada al velódromo abierto de la industrial ciudad del norte de Francia. La París-Roubaix justifica una vida deportiva, pero es quizás de las grandes clásicas la que más se presta a la sorpresa, por el inevitable componente de hacer implícito en las frecuentes caídas, pinchazos y averías mecánicas. De esta manera, no tiene que extrañar que entre sus vencedores de los últimos 15 años se encuentren corredores como Demol, Wampers o Knaven, o que la carrera la dominen auténticos superespecialistas difíciles de ser conocidos fuera del territorio marcado por el pavés, como es el caso de Peeters o Ballerini. La París-Roubaix, por todo eso, es una carrera que obsesiona a una élite de ciclistas que sólo sueñan con brillar en ella. Fue el caso del gran Olaf Ludwig, que prolongó su carrera en vano (¡que pena que por el sistema de amateurs de los países comunistas no pasase a profesional antes!) con la intención se superar su segundo puesto en el velódromo. O Madiot, que tuvo la fortuna de ganar dos veces la carrera, como Duclos-Lasalle.

Para amar la Roubaix hay que correrla en los dos primeros años de profesional, cuando te envían de relleno a la clásica que atrae más aficionados de otros deportes ante el televisor. Es entonces cuando se teje el embrujo de las piedras, el barro y la masa gritando desde la cuneta. O te enamoras perdidamente o la odias. Los corredores con visos de gran recorrido la denostan, pensando que pueden perder la temporada por una caída inoportuna. No es un lance infrecuente, pero hay dos casos recientes de corredores que debutaron muy tarde en la Roubaix y se dieron cuenta del tiempo perdido: uno es el grandísimo Michele Bartoli, que jamás corrió la única gran clásica del norte que le falta en su palmarés (aparte de G-W) hasta el año pasado, donde entró 22º. Fue su última oportunidad, ya está retirado; y otro es el desaprovechado Vanderbroucke, que en su gran 99 corrió por primera vez Roubaix y entró 7º, pegadito al grupo cabecero...Con clase, la Roubaix siempre te da una oportunidad. Quizás sea este el año de Hincapié, un claro ejemplo de corredor obsesionado con la carrera, o de Van Petegem, o de Wesseman...o de Flecha, apoyado por un Cancellara que el año pasado se salió. Da lo mismo: en Roubaix siempre hay espectáculo, basta ponerse en la piel de los ciclistas cada vez que embocan a 50 km/h una de las secciones de pavés: el grito, la masa el barro. La leyenda.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dices, hablar de Roubaix es hablar de leyenda, de historia, de gestas y de héroes. Anácrónica y por eso, especial. No es una carrera normal, es una carrera diferente, que nada tiene que ver con las demás. Sabes que si a 90 km de meta no estás en el grupo delantero, ya no tienes nada que hacer (aunque este año no se pasa Aremberg). Sabes que por muy fuerte que seas, en cada metro de adoquinado puede estar esperando un pinchazo que de al traste con tus ilusiones (que se lo pregunten a Museeuw el año pasado). Sabes que si ganas serás rey por un día.

Entre los desaprovechados en esta prueba incluiría a algún español, como Chente (nunca ha corrido en plena forma) y al mismísimo Freire, miedoso de hipotecar su temporada por una caída. Veremos como se desenvuelve Flecha. Previsiblemente estará muy delante...siempre he pensado que el catalán es capaz de todo. Y también habrá que fijarse en si consigue terminar Barredo, que viene de una gran semana, acabando Flandes tras 140 km escapado, acabndo tercero en el Pino Cerami y con sólo 22 años. ¿Se avecina un flandrien asturiano?

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con vosotros.Yo estoy esperando un año para ver este espectáculo...o intentar verlo,porque lo de la televisión ha sido vergonzoso,ni Pro Tour ni sin Pro Tour ni nada...
Eurosport conecta a las 17,00h.Te explican un poco como había ido la carrera,conectan en directo¡¡¡cuando faltaban cinco kilómetros!!!.Además,Flecha en el grupo de cabeza,lo que me indigna todavía más.Antes,estaban haciendo una importante e interesantísima carrera de coches...
TV2,a las 18,30h,en diferido.Empiezan con el Carrefour de L'Abre,a 15km,veo como ataca Flecha,bueno,vale,en fin,vamos a verlo,que menos da una piedra...pero¡¡¡cortan y ya vemos a los tres entrando en el velódromo!!!.Antes estaban haciendo un fantástico encuentro de fútbol sala y uno apasionante de balonmano.
Pensaran que ya dan suficiente cobertura televisiva en julio con el Tour,teniendo en cuenta que entonces la actividad deportiva prácticamente queda reducida al mismo Tour.Pero en otras fechas,aunque sea la más importante prueba de un día,queda relegada ante otros deportes.
En el plano deportivo,espero que alguien le de la importancia que se merece el tercer puesto de Flecha.
Hasta luego

Sergio dijo...

Estupefacto por lo que cuentas, Eduardo. Yo tuve la fortuna de ver la carrera porque me desplacé a casa de un amigo por otros motivos y tenía Teledeporte, me quedé de piedra cuando ví que La2 sólo retransmitiría en diferido a partir de las 18:30. Muy triste, porque si una carrera atrae nuevos aficionados al ciclismo es la Roubaix.

Anónimo dijo...

Que se ponga la semifinal de Copa de Europa de balonmano es admisible pero que se anteponga a Roubaix la Copa Intercontinental de futbol sala me parece lamentable. Y en Eurosport tres cuartos de lo mismo. Se entiende lo del campeonato del mundo de motos, pero el campeonato de Gran Turismo...Penoso.

Anónimo dijo...

yo ayer me quede sorprendido por varios motivos. en primer lugar que eurosport no retrasmitiera la carrera me dejo cao. por suerte confie en una de las mejores aficiones del mundo, la italiana, y puse la RAI TRE. ¡perfecto 80 kilometros a meta! esto da gusto. y lo mejor, ¡ ni un solo ni misero corte de publicidad! increible. por cierto, si nunca habeis visto in situ la roubaix, si podeis os la recomiendo, la mejor carrera del mundo.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Algún día me reservaré 15 días en abril para pasar frío y ir saltando de pueblo en pueblo en un radio de 120 km. a la redonda para ver ciclismo en directo por un tubo, porque además de las grandes carreras (y la posibilidad de ver entrenando a los equipos, siempre se albergan en los mismos hoteles) hay infinidad de kermesses.

En cuanto a RAI 3, yo suelo leer Bicisport, la gran revista de ciclismo italiana (me llega tarde, pero haré resumenes cuando las tenga de sus interesantes contenidos) y siempre hay cartas al director quejándose de que apenas ponen los últimos 15 km., al parecer porque hay un programa de fauna antes y tiene mucho éxito. Me alegro de que haya cambiado.