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07 abril, 2005

Flecha, casi en la diana

Ayer Flecha estuvo a punto de conseguir su sueño más deseado: ganar en una gran clásica del norte. Poco a poco este ciclista formado en Cataluña ha ido cumpliendo, como si de un manual se tratase, todos y cada uno de los objetivos. Primera victoria profesional con el Relax, pasar a un equipo grande, ganar una etapa en el Tour, fichar por un equipo sólo para clásicas, ganar carreras de un día importantes y...inscribir su nombre en el gran norte. Casi consigue culminar el sueño. Flecha ya ganó el año pasado dos carreras muy importantes, la primera vez que las conseguía un español: el GP de Zürich y Giro del Lazio, pero su obsesión es el norte. Mimado por la prensa nacional, que aplaude todas sus acciones, confesaba antes del Tour de Flandes de este año haberse memorizado todas las ediciones existentes en vídeo de la prestigiosa clásica, en busca del código secreto que explica porque son siempre los mismos que están ahí delante. Podemos decir que ha desvelado el código con su segundo puesto ayer en la Gante-Wevelgem, batido en los últimos metros por un Mattan (34 años, otro que tal) que remontó en 2 km. su desventaja gracias a la ayuda de las motos, aunque es cierto que los últimos 700 metros los hizo como un sprint. La fuerza del que llega por detrás. Flecha intentó su número de siempre, irse sólo en los últimos 3-4 km, estrategia ya aplicada con éxito este año en Valencia, visto que en grupo destacado en el que viajaba había rivales tan incómodos como Bennati, Hushovd o Cooke, aunque también su compañero Cancellara. Todo perfecto salvo la resolución, donde nadie contaba con un Mattan redivivo (bueno, yo sí, lo puse en el post de ayer) después de no obtener ninguna victoria el año pasado en el Relax-Bodysol. Aún así, aunque al catalán le esté escociendo una derrota como esta, en los últimos metros, hay que celebrar el mejor puesto, con mucha diferencia, de un español en esta carrera, porque ya se puede decir que ha descifrado el secreto del norte, un secreto que algunos ya daban por hecho con sus puestos a partir de la decena en Flandes y Roubaix. Y el domingo, Roubaix: yo creo que el objetivo le queda muy grande, pero el año pasado Backsted también fue segundo en esta misma carrera y después se redimió sobre los adoquines. Al tiempo.

En el País Vasco, emocionante etapa con llegada en Vitoria. La tradicional cita anual de la ronda vasca con la capital de Álava suele ser coto de sprinters (aquí ha ganado tres veces el toro Zanini, mucho más que un sprinter) y este año no iba a ser excepción. Hubo un poco de batalla en el último puerto, cuando en una escapada compuesta por tres pupilos de Belda, Kolobnev y los peligrosísimos Moncoutie y McGee consiguió 10" de ventaja que parecían imposibles de rebajar por culpa de la caótica organización del grupo (tiraba el Phonak de Juan Fernández) y al urbanismo lleno de rotondas de la nueva Vitoria, con sus amplios bulevares, sus carriles-bici y sus carísimos pisos. Siempre parecían a tiro, pero llegaba una nueva rotonda y se volvían a ir...y eso que en ningún momento se organizaron, hasta el punto que McGee, una locomotora, se fue sólo en un relevo. En el último kilómetro se impuso la cordura (¿cómo puede ir escapado a 1.000 metros de meta un corredor como David Blanco, que parece que rema en vez de pedalear?) y el pelotón cazó, con Valverde segundo metiendo buenos codos a un Phonak. A 600 m., lejísimos, salto de Di Luca, que se debe estar notando fortísimo, pero no tanto como para hacer un sprint tan largo pegado a las vallas (5º en meta, como el martes). Por el centro, un rejuvenecido Lombardi (35 años) parecía que podía ganar tras una temporada 2004 en blanco, pero con un fenomenal golpe de riñón Valverde le quitó toda la gloria. Segunda victoria en el ProTour para el fenómeno de Lumbreras, y en el terreno que mejor le va: los sprints de fuerza, donde es intratable. Esprinta recto, como los grandes. Y no se rinde. Buenas sensaciones de cara a las clásicas de asfalto y su operación Lieja-Valverde-Lieja, como la bautizó Carlos Arribas en enero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al final no se me quedó grabado el final en Wevelgem así que no puedo opinar. Me parece lamentable que con una ventaja de seis segundos se interpongan coches entre dos ciclistas, aunque tampoco vamos a ser unos llorones y Mattan debía ir muy rápido. Evidentemente, los coches y motos le ayudaron pero no le vamos a quitar todo el mérito. Desde luego, parece que Flecha ya está en plenitud para Roubaix después de sus problemas y habrá que tenerle en cuenta, muy en cuenta, porque el año pasado estuvo más cerca de lo que parece de hacer algo muy grande, primero con el corte de Hincapie y Boonen y después quedándose a muy pocos metros de enlazar junto con Hincapie con la selección definitiva. Sinceramente, Flecha es un corredor superior a Backstedt y no veo Roubaix como un objetivo que le quede grande. ¿Quién pensaba el año pasado en el sueco como ganador? Yo, desde luego, no.

En País Vasco, otra victoria de Valverde por esos lares y ya van unas cuantas. La general parece que este año tampoco será y deberá esperar otro año aunque en buena lógica debe conquistarla algún año de estos. Pero si algo caracteriza al murciano es su competitividad y hoy tiene otra buena oportunidad con una llegada en repecho, un tipo de metas en las que es prácticamente imbatible. El martes no dio buena impresión en la brutal llegada a La Lejana, pero sin embargo parece tener muchas fuerzas, por lo demostrado en los dos sprints vistos hasta ahora, en los que llegando desde atrás remontó como un poseso. Parece listo para dar el do de pecho en la semana Amstel-Flecha-Lieja. Se dejará ver, seguro.

Sergio dijo...

Gracias por tus comentarios. Con tantas carreras apenas he podido hacer ninguna previa de la Roubaix, pero seguro que Flecha estará por allí, acompañado de Cancellara.