
Conviene recordar la trayectoria de Caruso, siciliano de Avola -tierra de maravillosos vinos, y no solo el manoseado Nero-. Fue una joven estrella del pedal italiano: en los mundiales de Lisboa 2001 consiguió sendas medallas de plata en ruta y CRI, pasando a ser neoprofesional con la ONCE, en una jugada muy poco habitual. Por regla general, los mejores italianos se quedaban en Italia, tradición que rompió Caruso y que ha continuado Riccò. Ya verán que nuestro protagonista ha sido pionero en muchas cosas.
Tras un 2002 en donde corrió en pequeñas carreras, en 2003 debuta en Australia, en el famoso Down Under, el mismo lugar donde obtuvo su primera victoria L.L Sánchez o Contador, cuando volvió a nacer después de su cavernoma. Una vez más, Caruso fue el precursor, puesto que se llevó una etapa ese mismo año. Por cierto, es su única victoria como profesional; por cierto también, dió positivo por nandrolona en la misma carrera y cumplió una sanción de seis meses entre el 29 de abril y el 29 de octubre de ese año; por cierto, fue el primer positivo de la estructura Once en sus quince años de existencia. Claro, ¿quien iba a pensar que iban a hacer controles antidoping en enero y en Australia? En todo caso, una vez más fue el precursor, el que fue abriendo el camino.
En 2004 fue 10º en la Amstel y al año siguiente se papó Giro y Vuelta, donde fue uno de los activos protagonistas en la Feria de los Monstruos de Valgrande-Pajares. Lo que le metieron para esa etapa tuvo que ser mandanga de la buena, porque tuvo arrestos para ser cuarto en Lombardía, su mejor resultado como profesional. La O.P le pilló disputando el Giro de Italia, que acabó en la posición duodécima, tras ser cuarto en una etapa. Decía que iba a ser su año. En el equipo en el que competía, y en la misma carrera, estaban Alcalde, Zapatero y 1ai, identificados y difundidos a los medios desde los primeros compases. Sin embargo, de Caruso no se supo nada. Como era joven, no se supo nada. También en eso fue pionero de lo que iba a venir.
Cuando salieron los papeles de la O.P, y el informe de la Guardia Civil, ahí estaba su nombre. Como el de Koldo Gil, el de Allan dopaje por objetivos Davis y otros más. No estaban los que ustedes saben, aunque estaban en la numeración que dieron las fuerzas de seguridad a todos los documentos incautados. Caruso, como no era murciano o la esperanza blanca del ciclismo patrio, cayó con todo el equipo, nunca mejor dicho. No volvió a competir con la aberración del Astaná 1.0, y lo fichó Saronni como gregario de Cunego para el 2007. Corrió algunas carreras, como hicieron sus compatriotas Scarponi y Basso, y después cayó sobre ellos la furia del CONI italiano.
Mientras los dos mentados tienen sanciones firmes, el siciliano sigue sin nada. En la entrevista pide una resolución. Cuidado con lo que deseas, que dice el genio de la lámpara. Con 27 años, todavía podría volver con una edad no muy avanzada. O también se podría quedar como Davis, que tras su excursión en el Discovery Channel, está en el paro. Y en esto es en lo único en lo que Caruso no ha sido pionero: no ha sido el único joven Liberty que ha sufrido las consecuencias de la O.P, mérito que comparte con el australiano. Si quiere una solución a su caso, ya sabe cual es la vía: hablar y contar que siente al ver como sus compañeros de generación y equipo siguen corriendo y compitiendo sólo por el hecho de ser españoles, el único país que no ha impuesto ninguna sanción a sus implicados en la Operación Puerto.
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¿Qué fue de esta noticia? ¿Qué fue de este periodista?
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En Italia, país que según Lissavetzky tiene la legislación antidopaje más restrictiva y que "algo hay que cambiar", siguen en su camino hacia el fin de las impunidades más sangrantes. Según informaba la Gazzetta dello Sport hace unos días, el equipo Liquigas fue objeto de una redada antidoping mientras se encontraban en la ciudad balnearia de Salsomaggiore. Esta especie de Benidorm apeninica y con aguas sulfurosas, donde también se celebra ese mito transalpino que es Miss Italia, es el sitio predilecto para las concentraciones invernales de los equipos del país, una práctica muy reciente y que también tiene su autoría en Manolo Saiz.
El único Liquigas que no estaba, casualmente, era Pozzato, que se incorporaba un día más tarde. Los verdes, que el año pasado realizaron auténticas exhibiciones como la victoria de Bertagnolli en San Sebastián, contaban en sus filas con personajes intachables como Paolini (tercero en Flandes, actualmente sin equipo) o el consabido DiLuca. Han ganado más de treinta carreras, muchas de ellas de prestigio. El único fichaje de espesor para este año es Bennati, un corredor que hasta la muy monjil revista Bicisport califica de "sospechoso". Si la policía ha pasado por Salsomaggiore, y no era cuando Miss Italia, es por algo. No se, no se, me da a mí que la extrema longevidad de Noé (maglia rosa en el último Giro) o Beltrán (Tour y Vuelta, luchando por entrar entre los diez primeros con 37 años) va a tener un abrupto fin...
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Este es nuevo. Se llama Enrique Bernaola, pero está cortado por el mismo patrón. Y el patrón en Marca es Josu Garai. El artículo, con una estructura más simple que las dos caras de una moneda, tiene joyas como esta: "Sin duda, la etapa gloriosa del equipo alemán llegaba en en (sic) la segunda mitad de los años 90, donde la cotización de las acciones de Telekom iban continuamente al alza y se convertía en la empresa de telecomunicaciones europea de moda, debido, en su mayoría, a los continuos éxitos del equipo ciclista que patrocinaba". ¡Eso es un debut pisando fuerte, hombre! ¡Las claves de la nueva economía, las stock-options y la desregulación del mercado de las telecomunicaciones explicado por el patrocinio a un equipo ciclista!
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Mañana se presenta el Giro, que debutará con tres etapas en Sicilia.