Sensacional sprint de Oscar Freire

Oh sí, el Caisse d´Epargne ha empezado la temporada ganando con L.L Sánchez, I. Gutiérrez, con J.J Rojas acariciando victorias, con Fertonani, Efimkin, David López y Aitor Pérez en forma para acabar entre los diez primeros. También con Valverde y Pereiro con diarrea, pero esa es otra historia. Bien. ¿Pero qué decir del Rabobank, que ayer ganó en las dos carreras oficiales que se disputaban, ambas al sprint y separadas por 12.000 kms. de distancia?

Mientras en California se imponía el australiano Graeme Brown (el que tiró a Steels en Qatar) ante gente como Davis (si, ya acomodado en el Discovery), Hushvod u O´Grady, Oscar Freire lograba una nueva maravilla ante un plantel de lo más selecto del pelotón: nada menos que Boonen, Napolitano y McEwen, pero ninguno de estos se vio por delante. La llegada era tras una dura cuesta y los rivales del tricampeón del mundo fueron corredores como Valjavec o Evans. Todos los demás se rilaron. Cuatro victorias para el Rabobank en lo que va de temporada, incluyendo la etapa de montaña de Dekker en Mallorca.

Es una especialidad de Freire, pero no por mucho verla se cansa uno. Llegada en cuesta, pelotón loco (en parte por el ataque todo pólvora mojada de su compañero Flecha) y una bala blanquinaranja que emerge en los últimos metros para superar al desdichado Ventoso, como antes lo fueron Vicioso y Astarloa en llegadas similares en la Tirreno-Adriático. El fabuloso reprise del cántabro, que le convierte en el corredor único que es. En el corredor insustituible.

Son ya muchas las razones acumuladas en anteriores post con motivo de sus victorias, pero hay que incidir en una poco destacada. El dualismo de Freire. Es un corredor capaz de conjugar victorias menores como esta de Andalucía (o las ocho de Mallorca, o las cuatro en Lucca) con los tres mundiales, las tres etapas del Tour o la Milán-San Remo. Se dirá que es un sprinter, que es su trabajo. Si, claro. ¿Y por qué no gana McEwen estas carreras? En este sentido Freire enlaza con la no muy gloriosa tradición de sprinters autóctonos (alguno cántabro, como Alfonso Gutiérrez), que aumentaban su palmarés como hormiguitas en la Vuelta a Asturias o la Vuelta a Valencia, pero Freire lo hace imponiéndose a los más grandes, que ahora sí vienen a correr (y a ganar) en estas carreras. Fíjense si no en el palmarés de Petacchi o Cipollini, donde el 45% de sus victorias están logradas en España.

Una única pega: Freire ha sacado de rueda a todos sus rivales y ha entrado en meta silbando. Está en una forma increíble. La consecuencia más clara es que renuncia a hacer de comodín en las Ardenas, una ardua labor que el año pasado cumplió magníficamente (para que después Boogerd hiciese lo que hace siempre) pero que tiene muy poco rédito. La temporada pasada no empezó a entrar en forma hasta la Tirreno, a principios de marzo: fue logrando buenos puestos y después logró el triunfo de Paglietta, muy parecido al de ayer. En la San Remo llegó corto de forma, como se vió en un sprint que logró desesperar a todos los que somos fans del cántabro. No quiere repetir el error. Si Freire no tiene problemas, si Freire logra llegar a la San Remo con esta progresión (dentro de un mes), tendrá una segunda San Remo en el zurrón. Y si no, en el camino habrá sumado al menos otras tres victorias. Son sus números. Es nuestro Freire.
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¿Cómo se puede escribir tan mal una crónica? Y eso que estaba en el final de etapa. Confunde la segunda etapa con la tercera, dice "desafiando toda la lógica del ciclismo", dice que está saliendo de la lesión, después concluye que siempre está un punto por encima de los demás...Y después remata con esta pedazo de anécdota, capaz de paralizar una redacción.
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Lectura facultativa, para el que quiera saber más
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Hoy se disputa el Laigueglia, una carrera que ha ido ganando en prestigio con los años y que ya está a la altura de la Het-Volk como primera cita importante del año. El año pasado el triunfo fue para el espectacular y sensacional Ballan, todo un presagio para su grandísima temporada.