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13 febrero, 2007

Reynés vuelve a ganar dos años después

Ayer José Joaquín Rojas se unió a la larga lista de corredores que alzan los brazos para celebrar una victoria prematuramente, y que después va a otro corredor. El afectado suele hablar, dependiendo de su categoría moral, o bien de "cometí un error" (Zabel en la San Remo 2004) o bien de cualquier otra excusa. En este caso como la victoria fue para el compañero de equipo Reynés, que además es lugareño, pues no ha habido tanto mal que remediar.

El ciclista mallorquín se descubrió para el gran público con una sorprendente victoria de etapa en la París-Niza de 2005, con 23 años. Le corresponde el honor de haber sido el primer español en ganar una prueba del por entonces neonato ProTour. Después un 11º en la San Remo de ese año y muy poquito más. Pero que muy poquito. Entró por la cuota étnica en el equipo y con eso de que era joven ha podido seguir tirando para delante, pero está en una temporada decisiva. Al menos así rompe su sequía de dos años sin ganar.

La media volvió a ser muy alta (41 km/h), esta vez impulsada por una fuga inicial donde se coló el tremendo Kai Reus, un corredor formado en el RabobankT3 y que apunta a superfigura. El sprint final en una localidad donde no había nadie -pero absolutamente nadie- fue bastante caótico, incluso en su resolución: no deja de ser indicativo que en un pelotón donde están Zabel, Freire o Boonen los tres primeros hayan sido dos corredores del Caisse d´Epargne y Thomas Vaitkus, la gran joya que ha emigrado a Discovery.

Hoy se disputa la etapa de montaña, esa que ganó en 2005 Valverde en pleno febrero y con tanto de frío y aguanieve. Se estrenaba el patrocinador de Illes Balears y había que darle una alegría en su tierra. El antiguamente conocido como El Imbatido (la gente debería actualizar sus apodos tras el papelón en la última Vuelta y el Mundial) dió todo lo que tenía dentro y parte fuera (pero recientemente reinyectado) para obtener su primera victoria con el nuevo equipo. Después diría que no rindió en su debut en las clásicas de Bélgica porque "ya estaba en forma desde febrero". Miren qué diferencias sacó. Al día siguiente, como el mal ya estaba dentro, repitió. Fue un sprint tan brutal que parecía que llegaba escapado (¿se puede calificar este post de memoria histórica?). Al siguiente (y ya van tres seguidos) ganó el sprint del pelotón, cuando no se jugaba nada y por delante ganaba un compañero.

Conviene recordar estas cosas porque Valverde ha empezado la temporada igual en que en otras ocasiones. Aunque ayer no tomó la salida, ya ha sido noticia. Resulta que tanto a él como a otros compañeros de equipo les ha pillado una inoportuna gastroenteritis y otro tipo de indisposiciones. ¡Ya es mala suerte! Los alimentos no están en mal estado porque no hace calor, no se come marisco, la mayonesa imagino que es de bote....¡pero una gastroenteritis en febrero!. Por su parte, Oscar Pereiro ha pasado una gripe, lo que unido a su recién descubierta asma ofrece un cuadro clínico que requiere la intervención de la OMS. Y mientras tanto, ¿qué hace Zaballa? Que mal huele todo en el Caisse d´Epargne, y que engañada está la triada navarra si piensa que van a poder mantener el clima de silencio (auspiciado por Arribas y Prisa) una temporada más...
***
Mañana empieza el Tour de Mediterráneo. La carrera francesa, que tiene uno de los nombres más bonitos del calendario, ha conseguido asentarse con unas fechas muy definidas, una buena nómina de ganadores (en la última década Jalabert, Bartoli, Bettini, Voigt, Rebellin) y un bonito recorrido, que incluye la tradicional ascensión al Mt. Faron y últimamente una etapa final alrededor de San Remo. El año pasado Jose Iván Gutiérrez ganó en la montaña de la Costa Azul, pero no pudo rematar el trabajo ante Dessel. Este año también está en la partida.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Las gastroenteritis siempre han sido muy socorridas,jajaja.
Recordar como PDm tuvo que abandonar en bloque el Tour de 1990 , y recordar los sucesos acaecidos en la Vuelta España 1996 en un hotelito de Zaragoza, dnd a la Once le dieron "la mayonesa caducada" .

Curiosamente el único que libró fue Zulle. Sangre de que mamífero se metió aquel día la Once??
Cuanto le pagaron al Hotel por mantener la boca cerrada??

Cómo recuperarian a Zulle? Que le metería El Gordo? .
Preguntas y preguntas que el Señor Sainz nos debiera aclarar por satisfacer nuestra curiosidad.
El resto de componentes de aquel Equipo Once tb podrian contarlo , ya puestos , da igual que lo cuente uno que otro.

Anónimo dijo...

Que error el mio!!!!!!

Saiz , Saiz. Aunque el la Vuelta Manejaba el coche como Sainz , ¡ como encerraba a las motos de tv manolito!!!!

Javi dijo...

La verdad es que el Caisse d' Epargne se están empezando a cantear demasiado... sólo espero que gente como Lastras, que quizá ingenuo de mi, me da que va limpio, se salven cuando empiecen a caer uno a uno como ya ha caído la ONCE. Lo de Urco, Piti y compañía no es de recibo. Prisa y sus manos alargadas siguen dañando mucho al ciclismo. Ojalá caigan estos también pronto.
Un saludo

Anónimo dijo...

Hola a todos!

Tras una "hibernación" de un par de meses del mundo del ciclismo, me "reengancho" con los primeros soles y las primeras pedaladas de Febrero.

He leído algún que otro post y noticias varias, del tema Pereiro, de Landis, de que se acabaron las vueltas semanales en La2 y la desparición de alguna de ellas, los fichajes, etc...

Jo, en la Vuelta a Mallorca de ese año solo 20 hicieron todas las etapas.

He estado pensando en esa etapa que comenta Evaristo del 1996. ¿Es aquella en la que la mitad o mas del pelotón se tenía que bajar continuamente de la bici a hacer sus necesidades?
Es que me suena que fue en Galicia, que la etapa era larguísima (250 km mas o menos), y que al ritmo que la hicieron duró un porrón de horas. Me suena que era la 3ª o 4ª, y si algún equipo hubiera puesto (por mala leche) un ritmito de 42 km/h de salida (nada excesivo), la etapa la acaban 45 como mucho jejeje. ¿Me estaré confundiendo de etapa?

Un saludo

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. La gastroenteritis es uno de los recursos más socorridos: acordaros de aquel Euskaltel que no le dejaron salir en el Tour 2004 y dijo que tenía el hematocrito alto porque "había tenido gastroenteritis".

Sergio dijo...

Jaimeaguada: bienvuelto. Yo creo que la etapa de la Vuelta 96 que habla Evaristo fue la de Ávila, con un Dufaux excitadísimo que estuvo escapado toda la etapa, un Zulle contra las cuerdas y un Euskaltel con un Txomin Perurena que le dió un cable a El Gordo porque "en el Festina -el equipo de Dufaux- todavía le debían dinero y se quería vengar". Además del dinero que le dió Saiz, claro.

Eran los últimos días de la Vuelta. Eso que dices de Galicia no lo recuerdo.

Anónimo dijo...

Efectivamente la etapa es esa, pero la carga se produjo en un hotel de Zaragoza de mucho prestigio. Vaya a saber que "leches" se metió la Once

Trascribo la crónica del Mundo de la citada etapa.

Daba mala espina ver a los corredores del equipo ONCE subidos al autobús cinco minutos antes de que se cerrara el control de firmas. Por una vez llegaron tarde. Tampoco es usual que Manolo Saiz viaje con ellos. Acostumbra a hacerlo en el coche del equipo. Además les soltó un discursito, inaudible para quienes esperaban fuera. Y se bajó solo. Los ciclistas esperaron varios minutos, demasiados para lo que es costumbre.

Saiz llevaba prendida en la solapa una insignia de la Virgen del Pilar. Dijo que cuando le regalan un pin se lo pone. Un periodista le preguntó si quería decir: «Virgencita, que me quede como estoy». Sonrió. Algo así debía ser. Eso parece tras analizar los kilómetros que sucedieron a la escena, en los que la ONCE casi tira lo que ganó en 18 días anteriores.

Zülle salvó los muebles de un equipo que se iba por las patas. Fue el único de la ONCE que no probó una misteriosa comida que sus compañeros engulleron. No le gustaba. Sólo él aguantó. Unicamente el líder pudo soportar los embates de Dufaux en busca de un puesto más alto en el podio.

El suizo con gafas se quedó solo. Ayer tuvo como aliado -otra vez- a Rominger y a otros equipos, algunos sin justificación aparente.

De momento, Zülle es líder. Pero Jalabert se hundió. Llegó a la meta a más de veinte minutos, más muerto que vivo. «El día anterior disimulamos como pudimos, pero esta vez se nos ha visto el plumero».

Lo que pasó tras el zafarrancho de Pedro Bernardo tiene una explicación difícil. Allí empezó Jalabert a hacer la goma. Contaban él y Zülle con la única ayuda de Zarrabeitia. El resto del equipo se caía por las cunetas. Dufaux imponía un ritmo infernal (una media de 43 km/h. en una etapa de montaña).

En Serranillos sucedió lo contrario del año pasado. Entonces Jalabert ganó allí su Vuelta. Ayer se hundió y dejó huérfano a Zülle. Escartín lanzó un órdago y Dufaux le respondió. Zülle optó por aguantar, dada su ventaja. Su compatriota fue cogiendo tiempo tras haberse unido a Jiménez y Peron.

Luego, los tres alcanzaron a Casero y Nardello. Comenzó a funcionar una extraña política de alianzas en el pelotón perseguidor. Euskadi, Saeco y Telekom aportaron su esfuerzo en favor de Zülle. «Hay un montón de equipos que están comprados. Son mercenarios. Si estuvieran sus patrones verían cómo trabajan después de un montón de días sin hacerlo», estalló Miguel Moreno, el director del Festina de Dufaux. «No es de mercenarios sino de bien nacidos», replicó Perurena, del Euskadi. «La ONCE no me debe nada pero el Festina sí. Aún no me han pagado el finiquito de cuando me echaron». La guerra.

Delante, sólo Peron colaboraba con Dufaux. Casero se había descolgado; Jiménez y Nardello buscaban ganar la etapa. En Avila, el suizo ganó con justicia. Las alianzas en retaguardia le permitieron recortar sólo 43 segundos con Zülle. Pero su ataque dejó a la ONCE contra las cuerdas. Los amarillos se tambalean, aunque mantienen al líder. Hace una semana la Vuelta parecía acabada en sus manos. Hoy todos menos Zülle han desaparecido. El líder tendrá que trabajar a destajo hoy, en una etapa más dura, y en la contrarreloj de mañana. Rominger está ya a sólo a 1.41 del podio. La crono le puede aupar al cajón. La Vuelta contaría por vez primera con un cuadro de honor exclusivamente helvético.

Tal vez hoy Manolo Saiz tendrá que decirle a su medalla, «virgencita, que me quede como estoy».

Anónimo dijo...

A ver si encuentras ya trabajo chaval y dejas de contar suposiciones tuyas como si fueran noticias.

Hay que ver lo ociosa que está la peña. Ponte a currar ya, vago.

Anónimo dijo...

Tiempo después de retirarse un corredor del PDM reconoció que lo de aquel tour, la retirada masiva se debió a que con el calor que hacía en el coche, se les había echado a perder el cargamento de EPo, y por poco se mueren...

Lo de la once no creo que fueran transfusiones de sangre por aquel entonces. A mi me da que eso es más reciente.
Ilustrativa la frase de Eufemiano en una grabación en la que decía algo así como "no sé que es lo que llevan los italianos este año, van como tiros, yo eso no lo puedo igualar..."

De todas formas, en el caso de que se limpiara el ciclismo español, ¿que hay de las redes norte-europea (poción belga, etc) / Italiana (Ceccini, Ferrari)?
Pues que el ciclismo español iría arrastrandose por las carreras a remolque del resto, como ha pasado durante mucho tiempo a los franceses, hasta que aprendieron y empezaron a meterse como dios manda, vease caso Cofidis. (desde los 90 , doping general)porque el resto sigue igual que siempre. SOlo están buscándole las cosquillas a los españolitos.

Anónimo dijo...

¿Lo de las transfusiones reciente?
¿No recordáis que cuando mejor andaba Miguelón, peor andaba su hermano?

Si hasta lo dejaba fuera de control en las contrarrelojes, siendo de la misma sangre... o quizá por eso.

Anónimo dijo...

La etapa que yo digo fue en el año 1993. Era la segunda etapa. La Coruña-Vigo de 251,1 km (Fuente: wikipedia). Hubo una intoxicacion de mas de la mitad de los corredores. Los de la ONCE que eran los favoritos se tenían que bajar cada 5 km a hacer sus necesidades, y el pelotón hizo un pacto de ir a paso lento, porque si no, llegaban 40 (solo había 7 u 8 equipos sanos).

No consigo encontrar en internet mas datos...

Anónimo dijo...

Al hablar de estas etapas. Recuerdo una imagen de Herminio corriendo por un prado intentando quitarse los tirantes del culotte antes de irse por patas. Y ahora que hablamos de Eufemiano.... en TVE tienen que tener unas imagenes cojonudas de hace muchos años. Era un año en el que Cabello (en el Kelme) dio positivo por anabolizantes: Era un drama para el Kelme que por aquella dirigía Pino ues a Cabello le ponían las pilas para Mallorca y la Vuelta a Andalucia. El Kelme montó una improvisada rueda de prensa, creo que en la propia Vuelata Andalucia, para intentar justificarse. En la mesa presidencial, Pino, Eufemiano y Cabello y creo que alguno delos capos de la marca Kelme. Pino empieza a largar y a decir que es imposible que el corredor va limpio, que si se jodió el escafoides en el invierno, que si quizas en el hospital y dice efuemiano: no, no. los anabolizantes a las 3 semanas ya no se detectan. Las caras de Pino y de cabello fueron de risa. Pero claro, en aquella todos eramos más inocentes (o no).

Anónimo dijo...

Entre las anécdotas de Eufemiano-Pino-Cabello, Prudencio Induráin, Herminio, Zulle, etc.. me estoy partiendo el culo de la risa.

Es para hacer un festival del humor en el ciclismo.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Hombre, si no hubiese muertos de por medio por culpa del dopaje, medio inválidos y tantísimas carreras amañadas (recordar: Eufemiano tenía poder para decir quien ganaba) pues si que podría haber un festival del humor.

Una que no se comenta mucho es del Tour de 2003 (si, ese año tan decisivo para el Giro hacia el doping gordo-gordo, como saben en Euskaltel): resulta que Petacchi se papó cuatro etapas seguidas tras no competir desde el Giro (¿les suena?) y en la primera etapa de montaña se baja de la bici.

"Estoy cansado", dijo. Mu bien. Al día siguiente le acompañaron cuatro corredores del equipo, entre ellos Aitor González y un Gusev que había pasado el puerto con los favoritos el día anterior. Cuatro. De una tacada. Del mismo equipo. ¿También estarían cansados?