Autarquía a la italiana

No suelo tratar en el blog temas administrativos del tipo de las guerras de la UCI, las licencias a equipos de islas volcánicas o si menganito preside la NISU y por eso está enfrentado a la TUYA. Pero estos días se está fraguando un asunto del que desconozco la motivación y que es, cuando menos, muy particular. En lógica consecuencia al corte de mangas que las tres grandes han hecho al ProTour, la sociedad organizadora de las principales carreras en Italia (RCS Sport) ha dejado en suspenso la participación de tres equipos en sus pruebas. Y estos equipos son nada más y nada menos que el Rabobank, el Caisse d´Epargne y el Gerolsteiner.

RSC Sport es uno de los brazos de la hidra fundada en torno al Corriere della Sera, órgano portavoz de la burguesía milanesa, mito viviente del periodismo decimonónico (desde la cabecera hasta la estructura redaccional) y periódico más vendido de Italia. Pero Il Corriere es mucho, mucho más que eso. Tiene poder intangible y poder real, el que otorga el dinero. Su consejo de administracción está blindado por un patto da sindacato (no puede entrar ningún nuevo accionista sin el acuerdo de todos los demás, a pesar de que cotiza en bolsa), y en el están representadas las cuatro grandes fortunas-empresas que le quedan a Italia: FIAT, Mediobanca, la familia Benetton y el grupo Generali. Su poder es inmenso. Con ponerles un simple ejemplo de nuestra realidad cotidiana, RCS posee El Mundo desde su fundación y recientemente a comprado por 1.000 millones de euros de vellón (a tocateja, en contante y sonante) el grupo Recoletos, editor de Marca (atentos a este dato que saldrá más veces a lo largo de la temporada), Expansión y Telva.

RCS Sport lleva las carreras que realmente cuentan en Italia, incluyendo todas las citas del calendario ProTour y otras que simplemente hubiesen desaparecido de no ser por su amparo, y que son sencillamente ruinosas. Para este año se han cargado el Giro de Lucca, extraña carrera que pasó de ser por etapas (Freire la ganó en 2001) a un día y finalmente a la tumba. Y si el maravilloso Giro del Lazio o la mítica Milán-Turín no corren igual suerte es por su historia y tradición, dos conceptos que hay que conjugar siempre que se trata en Italia términos de viabilidad económica. Añadan otro factor a la coctelera: en Italia no entienden de crisis en el ciclismo. Al contrario, sacan pecho (depilado y pasado por el solarium) de sus ¡18 equipos! entre ProTour, continentales y profesionales, una categoría donde encontramos equipos tan bizarros como los liderados por Giusseppe Di Grande o Graziano Gasparre.

Y claro, todos quieren comer. Lo que RCS Sport reclama es la capacidad de poder invitar a quien le salga de la tocha a sus carreras. Después se andan quejando de que no vaya ninguna figura extranjera al Giro (que lleva desde 1997 en manos italianas). Cosas de Italia, ya saben. Aquí hay un bonito resumen, donde también se dice que habrá ¡24! equipos en la salida de la Milán-San Remo, incluyendo el poderoso Tenax. Por su parte, el Rabobank, el Caisse d´Epargne y el Gerolsteiner han sido invitados a declinar su invitación, en esos lenguajes tan diplomáticos y torticeros que manejan los transalpinos. Ojo, qué equipos: el Rabobank ha ganado la Tirreno en los dos últimos años y Freire la San Remo en 2004; el Gerolsteiner las dos etapas de Schumacher en el último Giro; y el Illes Balears, por no ser muy extenso, honró el Giro del Piamonte de 2006 alineando a Valverde, líder del ProTour y única figura que disputó la prueba.

Y con eso les pagan. Saquen ustedes las conclusiones sobre la interrelación entre poder económico/organizativo, bulimia de equipos y la ideosincracia propia de Italia. Y que alguien me explique por que han escogido esos tres equipos y a las carracas de los equipos franceses, incluyendo el vergonzante Bouygues, les dejan vía libre.
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Landis publicará un libro. Yo lo voy a comprar, para ponerlo en la estantería al lado de "Memorias de un condenado" y "Crimen y castigo". O simplemente al lado de "Sabor a Hiel" de Ana Rosa Quintana. Con un ingenioso juegos de palabras se titula Positively False, pero si lo que le gustán son las frases con doble significado, podría copiar el título de aquella película tan mala con Michelle Pfeiffer y Harrison Ford que decía: What lies beneath. Era lo mejor de la película, cercenado en España con la horrible traducción de Lo que la verdad esconde. Aunque bien mirado, también le puede servir al libro de DisneyLandis.
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¿Pero se va o no se va? El titular entra en contradicción con el último párrafo, algo bastante frecuente en el Marca. Eso sí, de decir que a pesar de todo no demanda El Gordo por incumplimiento de contrato, nada de nada. Pues tienes lo que te mereces. Y a ver si acaba ya la funesta manía de escribir cartas públicas donde se dicen tonterías como "cuando hace tiempo escuché aquello de que 'todo tiene un precio', no lo entendí. Ahora, lamentablemente, sí". El precio de los parches en el culo, por ejemplo.
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Mientras escribo esto a las 12:30, ya han hecho la crono por equipos del Tour del Mediterráneo, con victoria del Caisse d´Epargne y liderato para Jose Iván Gutiérrez. ¡Que madrugadores estos franceses!.