Se debe a Carlos Arribas la invención del juego de palabras que hoy viene como titular. Era el inicio de la temporada 2005, el fenómeno de Las Lumbreras acababa de fichar por el Illes Balears y el periodista, goloso ante la combinación de corredor, equipo y ambiciones, acuñó el término. Después la cosa salió un poco mal, en el Tour pasó lo que pasó y ambos protagonistas se encontraron en una entrevista memorable a principios de la temporada 2006 donde las clásicas aparecían en un segundo plano ante el Gran Moloch francés.
Nada más lejos de la realidad. Valverde ha ganado en cinco días Flecha Valona y L-B-L. Con 25 años. Mucho, pero mucho más joven que el doblete Amstel-Lieja de Gianneti en 1995 con 34 años, la tripleta de Rebellin con 32 años en 2004 o las 29 primaveras de Di Luca el año pasado. Valverde fulmina las etapas de maduración, se presenta en las carreras con poco o ningún conocimiento de los primeros puestos y gana. En el Tour. En el Mundial. En las clásicas de asfalto. Un fuera de serie, un patrimonio del ciclismo mundial que ha coincidido en el tiempo con Boonen o Cunego, corredores muy distintos entre sí y que han acumulado un gran palmarés mucho antes de que Valverde empezase su propio marcador de carreras importantes. Manteniendo cada uno su nicho, deberían estar preocupados por la irrupción del fenómeno murciano, que ayer en Ans dio muestras de una cabeza fría que le tiene que dar toda la gloria del ciclismo.
La carrera fue un prodigio de táctica. La escapada de las primeras horas, con corredores como Wesseman o Flecha, obligó a un desgaste notable del CSC, que valientemente tomó la responsabilidad de la carrera. Un detalle significativo era que entre los fugados estuviesen Chente y Portal, todo un aviso de las ambiciones del Caisse d´Eparge. Los fugados colaboraban muy bien hasta que Wesseman volvió a demostrar su buen estado de forma y se fue por delante solo, en un prodigio de mover desarrollo. El alemán se comió 30 km. justo antes de la Redoute, que se hicieron durísimos y consumieron totalmente a Sastre, a parte del Liberty y algunas de las inagotables fuerzas de Voigt, también presente en la escapada y después tirando del pelotón. Wesseman había aclarado un poco el panorama para los jóvenes Sinkewitz y Kessler, pero aún así tuvo que ser el veterano alemán el que moviese el árbol al inicio de la subida más famosa de la clásica.
Con la percepción de la distancia alterada por la gran pendiente, se sucedieron los ataques de Horner y Cunego, con un Perdiguero increíble subiendo como nunca en esos porcentajes. Ninguno consiguió hacer el hueco, pero si seleccionar un selecto grupo de veinte corredores para los últimos 30 km. Bettini estaba inquieto, algo no encajaba en la carrera...cuenta los corredores con la mirada (magnífica la toma de la moto) y se le cambia la cara cuando ve que Valverde lleva a J.Rodríguez. El catalán ataca en la sucesiva subida a Sprimont con un ritmo de sprint y se lleva con él a Boogerd. El entendimiento de un corredor que es un peón de su líder con el ciclista que corre para subir al podio (ya vendrá después lo de ganar) es una cuestión de alquimia y entre los dos hacen camino con facilidad hasta St. Tilman, mientras por detrás el grupo ha engordado y gregarios del Quick Step, Liberty y Lampre no consiguen rebajar la diferencia. La brillante acción de J.Rodríguez se lleva por delante los restos de los grandes equipos, obligados a participar en los relevos con sus líderes, mientras Valverde va cómodamente a rueda y Bettini empieza a gastar su pólvora en relación directa con su nerviosismo.
Los dos fugados son neutralizados al final de la subida a St. Nicklas, con un Boogerd indolente que no ha podido descolgar en ningún momento a J.Rodríguez. Alguna ráfaga más de corredores como Schleck y Di Luca, incluso en el último km. de Sinkewitz y Basso (todo el día trabajando, que motor) pero la carrera ya estaba hecha. Valverde gana el sprint dónde y cómo quiere a Bettini y Cunego, corredores muy rápidos que no pueden nada ante el adagio de “Si Valverde llega con los favoritos a Ans...”. Y todo con ese sprint, la mayor arma del prodigio murciano, que muchos le pedíamos en una gran cita, pero no sólo. También un prodigio de táctica le da una victoria en una Lieja extraña, con muchísimos corredores en el final a pesar de la dureza del día: el único favorito que se desplomó fue Vinokourov, mientras que Sinkewitz, Boogerd, un impresionante Perdiguero, Schleck, Horner, Di Luca y Basso completaron los puestos de honor. Un español ganando la Lieja al sprint, y siendo el más inteligente, ¿cuál será la próxima maravilla?
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Petacchi gana cinco etapas de cinco en la Vuelta a Baja Sajonia, la misma en la que Schumacher ganó cuatro de cinco el año pasado. Sin quitarle méritos al italiano, un cariñoso pensamiento para los lumbreras que diseñan los recorridos.
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Nocentini remata su notable primavera ganando el Giro de los Apeninos ante Mazzanti (¡qué buen corredor!) y Ratti. Lo mejor, su autobiografía profesional desde 1999: “Las primeras tres temporadas en el Mapei: 40 corredores, 15 líderes, siempre había que trabajar para alguien. Y me perdí, porque cuando trabajas para alguien, pierdes la costumbre de ir delante con los mejores, de pensar en la victoria, de intentar ganar, de triunfar. Un año en Fassa Bortolo echado a perder por cuestiones de carácter. Reencontré el placer de ganar en el Giro de Toscana de 2003 y no me he movido del equipo”. Por supuesto, los problemas de carácter no empezaron con Ferreti, ya venían de cuando era una estrellita en el Mapei con grandes ambiciones y oportunidades, a pesar de lo que pueda decir. En todo caso, bravo por el escueto ejercicio de autorreflexión.
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Victoria al puestómetro de Ricardo Serrano en la Vuelta a Rioja. Considerando la trayectoria del chaval y que Efimkim y R.Plaza le escoltaron en el podio, gran espaldarazo para él mismo y para el Kaiku.
24 abril, 2006
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3 comentarios:
Enorme victoria de Valverde, como bien dices dando una lección de táctica. Esta vez, a Unzúe lo que es de Unzúe. Y a Quim lo que es de Quim, porque la mitad de la victoria es suya. Un corredor listo y más que apto para varios tipos de carreras, que creo que de haber llegado con Boogerd le hubiera ganado... Y después un Valverde sensacional en los últimos km, con el detalle de dejar que Quim se marchara en el último km con Perdi casi sin que nadie se diera cuenta, y luego apabullando en el esprint !a Bettini! La primera de muchas alegrías. Como siempre he dicho de él, lo mejor ya no es que gane, sino cómo lo hace.
Has descrito la carrera perfectamente, lástima que ahora los periódicos y televisiones se llenen la boca con Valverde y ni siquiera hayan visto la Lieja ni mucho menos sepan contar nada de cómo se desarrolló. En cualquier caso, fue una prueba muy interesante y que me algeró de haber visto aunque fuera anoche y en diferido.
Gracias por vuestros comentarios. La carrera fue muy bonita, aunque la Lieja no es de mis clasicas favoritas. La forma en que Valverde se fue dejando llevar en volandas demuestra una cabeza fria que es mejor resultado que se podia esperar de Valverde.
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