Nos hemos acostumbrado de tal manera a la desaparición del ciclismo francés que cualquier victoria resulta una sorpresa. Es cierto que el año pasado Moncutié se llevó una etapa, que Jalabert campó a sus anchas por el País Vasco durante los noventa, pero la realidad es que el ciclismo transalpino ha desaparecido desde hace mucho tiempo y ya casi nadie lo hecha de menos. La cuota de victorias que antes ostentaban ha ido a los nuevos países emergentes (no es casualidad que muchos australianos compitan en escuadras francesas) y a España, el país que más ha crecido en calidad y cantidad de victorias en el último período. Sin ir más lejos, la victoria de ayer de Voeckler es la primera de un foráneo en la Vuelta al País Vasco este año. Y es una carrera ProTour.
Se forma una escapada de salida con un puñado de corredores entre los que se cuenta Grivko. La diferencia se deja crecer y crecer, y cuando se dan cuenta el ucraniano es líder virtual con 2’ de ventaja. El Euskaltel lo pasa mal para ir rebajando la diferencia, ya que viajan por delante corredores como Caucchioli, Zaballa y sobre todo Voigt. Al final de la etapa recibe una colaboración del Phonak, interesado en defender los intereses de Martin Perdiguero, y las diferencias vuelven a su cauce mientras Samuel respira aliviado al poder ver continuar su fábula un día más. Por delante se quedan solos tras el último puerto Cobo, Voigt y Voeckler. Un arreón del alemán deja fuera al cántabro (el año pasado hizo un notable Giro), pero en la línea de meta, tras un sprint dramático, pierde la etapa ante Voeckler, que vuelve a asomar la cabeza tras un 2005 negro, negrísimo. Se había planteado brillar en las clásicas y no hizo nada de nada, llegando a recibir un serio aviso de su equipo. No era para menos: tras firmar un supercontrato en base a su Tour mediático en 2004 (y sus buenas victorias en otras carreras) acaba Tour y Vuelta en puestos de sprinter. A 27 años todavía puede volver a encauzar la carrera como cazador de etapas, porque está claro que las grandes vueltas y las clásicas no son lo suyo.
En cuanto a la general, mucha gente apuesta por S. Sánchez y eso de que el maillot da alas. Yo no creo en esas historias, y menos en un corredor que desde que está en profesionales no ha firmado ni una crono de mérito. Vale que es su zona de entrenamiento, que sale el último y todo eso, pero 2” sobre Cadel Evans me parecen una cosa de chiste para poder plantearse la general, por no hablar de Contador o de Sinkewitz. Puede haber múltiples combinaciones, pero un corredor que seguro que asciende en la general es Azevedo, que ahora está a sólo 25”. Y veremos cuanto ha mejorado Valverde contra el reloj.
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Qué mala pinta tiene esto. Al parecer, la caída que ha llevado a Saul Raisin al coma se debe a un ataque epiléptico. Y no es la primera vez, ya que también se había herido gravemente por la misma causa hace tres años, y también en plena carrera. ¿Quién le ha dado la licencia para competir? La Sarthe se cierra con la victoria de Schumacher sobre Gontchar, que le ha dado un susto de aupa en la última etapa.
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Paris-Roubaix bajo la sombra de Boonen. Vuelve Aremberg a 100 km. de meta., pero que más da cuando tienes una máquina como el Quick Step para tirar en el tramo, ir por delante o recuperar. Aún así, confió en que las características propias de la carrera francesa eviten el monólogo de GP E3 o Flandes. Es la clásica que más se presta a sorpresas (Wampers, Guesdon, Knaven), y más cuando este año la han puesto en el punto de mira locomotoras como Cancellara (4º en 2004), Eisel, Hushvod, Hoste e Hincapié. Y qué pena que Backsted esté lesionado.
08 abril, 2006
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2 comentarios:
¡Wow! Menuda crono tan bonita. Excepcionales Marchante y Valverde.
Muy buena crono y exibición española durante toda la semana. 5 de 6 etapas, y los 3 primeros puestos de la general. Marchante excepcional y sorprendente actuación de Valverde.
Un saludo
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