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15 diciembre, 2008

Un Giro lleno de símbolos

La llaman la edición del centenario, pero el Giro de 2009 puede ser el Giro de muchas cosas, tantas como la increíble cantidad de lugares míticos que atravesará la caravana. La fórmula de mezclar recurrencias históricas y perfil de las etapas ya se ha intentando más veces –en 2006, con el aniversario de Garibaldi: fue un fracaso-, pero parece que esta vez será el momento adecuado. Ciudades históricas, grandes y sin miedo a entrar en los cascos históricos, etapas calcadas de otras épocas, seis finales en alto y gran final con una crono. Espectacular.

Como ya era sabido, la carrera comenzará en Venecia-Lido con una CRE de 20 kms, para proseguir al día siguiente a Trieste. En la ciudad-frontera se celebró una etapa histórica cuando el territorio estaba disputado con la Yugoslavia de Tito, y no fue hasta 1955 que pasó a formar parte de Italia: el ciclismo se utilizó como arma diplomática, y no fue la última vez. El circuito final resaltará la belleza de una ciudad única, inimitable. El lunes etapa por la llanura friuliana-veneta, para encarar al día siguiente ¡el primer final en alto!: 166 kms., de los que los 13 últimos son de una subida sostenida. No es el típico final en cuesta de la primera semana, es un puerto de verdad, igual que el que se propone 24 horas más tarde, con final en Alpe di Siusi ¡Y estamos en la quinta etapa!.

Evidentemente, esto condicionará la carrera y la preparación de los favoritos, aunque ya se sabe que el Giro se puede ganar viniendo de la playa, de dos años de sanción por dopaje o de tres años retirado. El sexto día larga etapa de 242 kms. hasta la ciudad austríaca de Mayrhofen, para volver al día siguiente a Italia pasando casi íntegramente por el remoto cantón suizo de los Grisones. Parece broma, pero son otros 244 kms. El sábado se llega a Bérgamo, escenario en 2006 de una emocionante etapa con victoria para Garzelli, y el domingo circuito urbano en Milán, con final en Piazzale Loreto. No todos los símbolos de este Giro tienen que ser ciclistas: aunque la primera etapa del Giro salió de este rincón, la plaza es más conocida por ser el lugar donde los partisanos colgaron de una gasolinera, cual jamones, los cadáveres de Mussolini y su amante Claretta Petacci.

Tras el primer día de descanso, el martes hay que digerir 250 kms. entre Cuneo y Pinerolo, escenario en 1949 de una de las mayores hazañas sobre la bicicleta. Aunque el último puerto se corona a 55 kms. de meta, el terreno es propicio para cualquier movimiento, y entre los italianos sobran candidatos para querer emular, al menos por un día, a Coppi. Conociendo la modestia y humildad de Basso, hay un claro favorito para la victoria. El miércoles se sale de Turín y se atraviesan las bellísimas provincias de Asti y Alessandria hacia el mar de Liguria, superando el Turchino. Será una etapa relativamente fácil considerando que después espera a los ciclistas una crono de ¡62 kms.! con dos puertos de montaña y un terreno donde no hay un centímetro llano. El final está situado en Riomaggiore, uno de los pueblos que integran la fascinante zona de Le Cinque Terre: aldeas de pescadores –ahora turistas- que desafían la gravedad entre los acantilados y el mar. Florencia recibirá a los ciclistas el viernes, que tendrán que afrontar un fin de semana muy complicado: el sábado final en el monte San Luca de Bolonia –donde acaba el Giro de Emilia-, pero precedido de una auténtica encerrona de etapa por los Apeninos tosco-emilianos, con cuatro puertos incluyendo el durísimo y casi vertical Mongardino; y el domingo, una pesadilla: entre Forlí y Faenza hay apenas 15 kms. completamente llanos, pero los organizadores llevan la etapa a la montaña con un carrusel de subidas y bajadas. Espectáculo sin subir más de 1.000 metros, ya verán como será así.

Tras el segundo día de descanso, la última semana comienza con una etapa de montaña de 237 kms con final en el Monte Petrano, carreteras muy conocidas de la Tirreno-Adriático pero no tanto del Giro. Como en la primera semana, a un final en alto le sigue otro: son solo 80 kms. de etapa, pero se sube el Blockhaus, una cosa tan solemne que mereció uno de los escasísimos post históricos en cuatro años de blog. Y eso que en 2006 la carrera simplemente se acercaba. Se sale de los Apeninos con una etapa entre Sulmona –capital de las peladillas, típicas en las bodas italianas- y Benevento, para después proseguir con una joya de etapa por toda la costiera amalfiltana y final en el Vesubio. El sábado oportunidad para los sprinters entre Nápoles y la bellísima ciudad románica de Anagni, y el domingo gran espectáculo final en Roma, por si todo lo anterior –repasen las ciudades y los sitios visitados- no hubiese sido suficiente.

15 kms. de crono urbana, saliendo de los Foros Imperiales en dirección al Campidoglio, la montaña donde se fundó Roma. Plaza Venecia, subida a la colina del Quirinal y paso recto por las Quattro Fontane y después Porta Pía, donde en 1870 acabó aquella rémora medieval que era el Estado Pontificio. Allí se tuerce para encarar la Avenida de Italia y después bajar por Vittorino Veneto, la decadente calle que en los cincuenta asistió a la Dolce Vita. Tras atravesar la Plaza Barberini, se encara uno de los tridentes barrocos, el que pasa delante de Plaza de España y confluye en la Plaza del Popolo, convertida en nuestros tiempos en un mercachifle al aire libre para cualquier tipo de actividad. Desde allí todo recto por la calle comercial Cola di Rienzo hasta la Columnata del Vaticano, desde donde se gira ya de vuelta por la magnífica calle diseñada por Piacentini en los años treinta, para pasar delante del Castel San Angelo y el Tiber, pasar en sentido inverso por Plaza del Popolo y coger el otro tridente –el más comercial- de Vía del Corso, dos kms. rectos de la antigua vía Flaminia. Paso rapidísimo por Plaza Venecia y descenso empedrado por Teatro de Marcello hacía el Circo Máximo, para después subir al lado del Palatino y rodear el Coliseo para un final inigualable bajo la Basílica de Magencio.

A mí este Giro me gusta mucho. No ya por el recorrido, donde los italianos son unos maestros insuperables, sino por el planteamiento de repartir la dureza a lo largo de toda la carrera, en contra de la tendencia histórica de la cita italiana. Y que les digo del final: otro año que no voy a Bélgica a ver las clásicas. Me voy a Roma a ver el final del Giro y disfrutar de una ciudad que, en primavera, es sencillamente medicinal.
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Pues que bonita le va a quedar la marca de la bestia. La noticia, redactada en riguroso idioma norteño ("se ha", o en presente de indicativo, sería lo adecuado), las conexiones con el cantante que aborta vuelos intercontinentales y el paletismo que denota llevan a esbozar una sonrisa.
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Este buen sirviente -la foto ayuda- no tiene reparos en que gran parte de la entrevista no vaya referida a él. Si, bwana.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

El recorrido me parece de ensueño y sin que le falte un detalle (bueno, quizás, si quisiera honrarse a la Italia del presente, no estaría mal volver al fantasmagórico paso por el Astromonte ndranghetista del último Giro) y es posible que, contra mi tendencia de los últimos años, me reenganche a ver todas las etapas. El último Giro, con el duelo Cobra-el de la playa me resultaba muy indigesto (aunque pensar que en este pueden pulular birilos, androides tejanos y demás fauna pone los pelos como escarpias).
En fin, yo también pienso que Trieste es un ciudad como no hay otra y que, además, gracias a los dioses, aún no ha sido tomada por el turismo de masas como Praga o su vecina Venecia).

PD: Yo, si puedo, aprovecharé este año mis amistades bruselenses para acudir a alguna clásica belga. Pido consejo. ¿Cuál os gustaría más a vosotros vivir en directo?

Anónimo dijo...

¿has comentado algo del cargo de Lissavetzky en la AMA?
¿Cómo lo interpretas?

David.

Anónimo dijo...

La etapa de la costiera me encanta, lastima que no se suba por Ravello para despues encarar el vesuvio.
A mi personalmente como guinda del pastel me gustaria un final de etapa en Perugia ( para mi la ciudad mas bonita del centro italia) almenos el centro historico. El resto no se puede reprochar nada. Quizas quisiendo ser malo una etapa pasando por alberobello, tendria su gracia. jajaja.

alby dijo...

Ya me imagino a Simoni intentando hacer de Coppi 60 años atrás. Seguro que es él quien lo intenta desde los 192km a meta, Basso estará enfrascado en la lucha para la general, demasiado riesgo aunque ahora parece que tenga al Dios católico de su lado(o eso pretende hacernos creer en plan redentor).

fransmestier: en mi opinión lo más grande del ciclismo fuera de algunas leyendas de Tour y Giro está en: a) el velódromo de Roubaix; b) el kappelmuur o sucedáneo de alrededor.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Fransmeister: al menos lo pasaremos bien con el paisaje. Yo, de ir a ver una clásica belga, iría sin duda al Tour de Flandes. Además de la carrera en sí se puede visitar el Museo -que tiene una pinta estupenda- y ver todas las actividades paralelas. Además, al dar vueltas por un espacio relativamente pequeño, creo que es factible ver la carrera en varios puntos.

David: todavía lo estoy digeriendo, me llegan explicaciones de lo más terroríficas

Anónimo: si, es una pena que las carreteras de la zona no se exploren más, por ejemplo subir por Tramonti y después bajar a Nápoles -a la altura de San Lorenzo- daria un descenso vertiginoso y espectacular. No se si conoces la carretera, tiene un piso espectacular para el nivel de la zona...

Alby: tienes razón, Simoni es mucho más favorito. De hecho, intentó algo parecido en la etapa del Mortirolo de este Giro, pero por delante iba Sella-CERA.

Anónimo dijo...

A Sella lo tendremos de vuelta enseguida, lo pillaron en verano y solo le cayó un año por mostrarse muy colaborador en el interrogatorio... A ver quien lo ficha...

Anónimo dijo...

Gracias por los consejos. Dudo entre Flandes y la Lieja-Bastoge-Lieja por aquello de rondar por las Ardenas. Aunque el museo, el superior ambiente y esa posibilidad de ver más de un muro me van inclinando hacia allí.

Por otro lado, de de "Don" Jaime me parece parte de la compensación por un más que posible portazo -según se comenta- a su anhelada ascensión a ministro.

Anónimo dijo...

pues es lógico que la noticia esté en riguroso idioma norteño, es un diario del norte y para el norte, y si la noticia está en riguroso castellano o andaluz, pues a la gente le costaría más leerlo. A parte de decir que el periodista no es ningún genio de la academia de la lengua

Anónimo dijo...

Como se nota que no teneis ni puta idea de lo que es el ciclismo de verdad. Este recorrido es de risa ( etapas de 80 km, solo una gran etapa de alta montaña, faltan puertos legendarios como el Stelvio o Tres Cimas, etc). Seamos serios y no caigamos en lo que es Unipublic. ¿ Dureza repartida? Si la tercera semana es de juveniles.

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Anónimo: tu si que sabes, hombre, sobre todo de educación. Seguramente la etapa de los Apeninos también es de 80 kms...Hay etapas largas de montaña, y solo 50 kms. menos que en el Giro 2008. Desde luego, yo soy el primero en criticar el Giro 2004, el más parecido a Unipublic, pero este 2009 no se parece tal y como lo dices.

Anónimo dijo...

Fuentes es ginecólogo, y este veterinario

Contador, de viaje por la estepa

Anónimo dijo...

Armstrong tiene mala memoria

Si has disputado cronos así de largas, por ejemplo en el Tour 94 con el maillot de campeón del mundo, que entonces se llevaba tambien en las cronos...

M. Induráin, en una marciana prestación deportiva te dobló enseguida...

¡Que mezcla de candidez, forofismo e inocencia en los comentarios televisivos!

Anónimo dijo...

la vuelta de españa ahora va a ser de motos?

http://es.eurosport.yahoo.com/16122008/47/vuelta-vuelta-2009-arrancara-assen.html

AJAJAJJAJAJAA

Me parece genial el recorrido del giro, es distinto que a otra veces !!

Fabrizio

Anónimo dijo...

che y este recorrido ayuda a amstrong? me lo puedes responder?
Desde ya gracias
Fabrizio

Sergio dijo...

Gracias por vuestros comentarios y enlaces. El siguiente post será con la presentación de la Vuelta, en dos días.