El ciclismo no es una profesión de clausura

La etapa de hoy comenzó con la expulsión por parte de Bjarne Rijs de dos de los corredores a su cargo, nada menos que Andy Schleck y Stuart O´Grady. Al parecer, después de la cena con todo el equipo no se fueron directamente a la habitación como mandan los cánones de ese ciclismo edulcorado que nos intentan vender (el deporte de alta competición es incompatible con la farra), sino que aprovecharon que Tarragona sigue en temporada alta en septiembre para conocer las bondades de la noche meditérranea. Se fueron de copas.

Ya se dijo hace unos días en El Larguero que Cancellara iba cerrando discotecas allí por donde pasaba la carrera, y debía ser verdad. Los dos expulsados, que también dejarán el equipo al acabar la temporada, tenían roles muy definidos: Andy ayudar a su hermano en la montaña y O´Grady ser el capitán de ruta. Frank Schleck, que en teoría quiere decir algo en esta Vuelta, se queda sin estos dos apoyos fundamentales. Se supone que Rijs habrá valorado este aspecto antes de tomar su decisión, y no parece que le haya importado mucho.

La situación da para más comentarios. Además de la perniciosa influencia de O´Grady, del que Gaumont ya dijo en el juicio del Caso Cofidis que se esnifaba alguna raya de coca antes de las carreras importantes, choca ver como un joven que ha tenido el Tour de Francia al alcance de sus manos puede tomarse con tan poca profesionalidad una competición. Eso sí, que a nadie le quepa ninguna duda de que hoy, de no haber sido expulsados, hubiesen completado la etapa, y quizás en algún grupo cabecero. A los que venden la imagen romántica del ciclismo como los esforzados de la ruta les duele tener que comulgar con que ser un corredor puntero no es incompatible con salir de noche, a veces en plena competición, pero la realidad es así.

Estirar la noche, beber alguna copa y flirtear por ahí es una práctica que realizan muchos ciclistas de alto nivel, incluso cuando están en una fase alta de obtener victorias. Va con cada uno, pero casa poco con esa imagen impostada y prefabricada que nos intentan vender del ciclista como un cartujo encerrado, mirando lo que come (habrá tiempo para hablar de lo que come un ciclista, muy en la línea de lo que comen los jóvenes), llamando a su amadísima novia desde la habitación del hotel y estirando los músculos antes de dormir. Lo más común es lo contrario, lo que pasa que en esta ocasión lo hemos llegado a saber a raíz de que ambos corredores van a dejar el equipo y Rijs ha cortado por lo sano.

El danés afianza su imagen de director estricto, y también contribuye un poco a lavar la imagen de la Vuelta, que algunos corredores se toman como unas vacaciones. Supongo que la organización estará agradecida, o a lo mejor no porque se ha publicitado el caso. Desde luego, es difícil imaginar un RadioShack con Rubiera, Zubeldia, Brajkovic, Steegmans o Hermans con alguno de sus componentes yendo de copas en plena disputa de la carrera, pero eso ya no tiene arreglo. Veremos si el próximo año Javier Guillén tiene arrestos para dejar fuera al futuro equipo de A.Schleck y O´Grady.

En la etapa en sí se subía el Rat Penat, la típica subida costera de estar al nivel del mar y ¡plum!, todo p´arriba. En Niza se hace todos los años una etapa con esas características, y no es que la orografía sea exclusiva de la ciudad francesa, sino que está presente en muchos sitios. Hubo escapada de salida y llegó a meta sin muchas dificultades, porque los favoritos afrontaron la subida sin mucho interés. J. Rodríguez había conseguido bonificar tras Cavendish y Farrar en el primer sprint del día y con eso ya tenía el liderato en su casa. El Katusha, con unos impresionantes seis corredores, se puso al frente y a controlar la etapa.

En la escapada la subida se hizo a diferentes ritmos: por delante Moreno y LeMevel, por detrás otros poquitos como Finetto o Ten Dam. En la bajada se escapó Imanol Erviti y se plantó solo en meta para conseguir su segunda victoria en la carrera, sus dos únicas victorias como profesional. No está mal para un gregario de manual. En el grupo de favoritos consiguieron pasar por delante Bennati, Pozzato y Gilbert, todo en clave mundialista, mientras Freire entró 2´ más tarde. Mañana primer final en alto en Pal, con J. Rodríguez de líder.
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