"Con esas cuatro etapas se cubrió el 50% de nuestro presupuesto"

Llegado el momento, Víctor Cordero legó en un joven sucesor, del que nos vendían como su mejor cualidad precisamente eso, su juventud. El don entregado era la Vuelta y poco a poco el escaso y nulo entusiasmo que supuso el cambio se ha ido confirmando. Para muestra, esta reciente entrevista en As, donde parece que haya puesto especial ahínco en contestar con especial mala fortuna.

Será que es así, porque no es la primera vez ni será la última. La entrevista la hace un conocido agitador (cuando le interesa) y empieza con propaganda y termina con propaganda que casa muy mal con el personaje que se ha creado. Tampoco se entiende muy bien la fecha -marzo, a siete meses de la Vuelta- ni el objeto (subtítulo: "Javier Guillén, director general de Unipublic, habló de ciclismo en As"), por lo que habrá que concluir que fue una entrevista porque sí.

Empieza echando de menos el pasado por razones variopintas, como que antes sólo había dos canales de televisión, que deja sin explicar porque ahora, habiendo tropecientos, el ciclismo no se cuela en ninguno y si lo hace la vela, el golf o el fútbol sala, deportes que no pueden decir lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor" porque simplemente hay que preguntarse cómo son capaces de proponerlos a la audiencia. Como esta cuestión necesita una reflexión, el "joven abogado de 38 años" se dedica a esparcir frases hechas (como el entrecomillado anterior, digno de Sancho Panza y su sabiduría manchega) y asumir una realidad que el quiere ver así, en vez de combatirla, que para eso tiene una posición de privilegio.

Releo la entrevista para leer este post y no salgo de mi estupor. Dice que el año pasado, antes de la salida en Holanda, "llegamos con las expectativas de darnos un guantazo". Tremendo. Y eso que vendían ya una semana antes de empezar lo del "éxito" y el "espectáculo". Hace falta ser un poco más señor en ese tipo de apreciaciones, porque fue la Vuelta la que fue a Holanda y no Holanda la que fue a la Vuelta. Pero bueno, no deja de ser normal esa profunda actitud de empresario arriesgado si después se remacha así: "Con esas cuatro etapas se cubrió el 50% de nuestro presupuesto y, aún así, ellos ganaron cuatro millones".

No salgo de mi asombro. Primero, que diga así abiertamente lo que es el secreto de cualquier negocio, y más cuando es un dato que sólo sirve para desprestigiarlo. Asume que las otras 18 etapas se hicieron con el otro 50% del presupuesto (¿algún lector de alguna corporación municipal que trajo el circo a su tierra? Pues a joderse, ya dije que era mejor invertir en deporte base o en cambiar baldosas), pero con rencor, porque les podía haber chupado un poquito más a esos holandeses, que encima sacaron beneficio ¡dónde se habrá visto!.

Evidentemente, si con cuatro etapas en un país que no tiene frontera con España sacan el 50% del presupuesto, ¿que hacer en los próximos años? Pues llevar de tourneé la franquicia, ya pensaremos otro día en la competición. "Nuestro reto está ahora en el norte de África. Pero es difícil... Primero, porque no tienen cultura ciclista. Y segundo, porque hay que hacerlo sin que ninguna sensibilidad se sienta herida: si vamos a Ceuta, hay que ir a Melilla, y si vamos a ambas, cómo lo verían en Marruecos..."

Volvemos a la geopolítica del ciclismo, tan de moda últimamente. Cuento el chiste ya, antes de meterse en el asunto: le sugiero al "joven abogado" que lleve la vuelta a los campamentos de refugiados del Sáhara Occidental, que llame a la etapa "Río de Oro" y que patrocine Fertiberia, por eso de los yacimientos de fosfatos. También es el norte de África, y seguro que estarían entusiasmados de ver eso de "Vuelta (de) España" bien escrito en el desierto. No pasará, pero ahí esta el guante.

Eso sí, que no hiera ninguna sensibilidad. Está bien tener esa preocupación y soltar esa cantidad de perlas en un único pensamiento. Primero, lo de que no tienen cultura ciclista. Habría que recordarle a este dirigente del 50% en cuatro días que en el norte de África se disputaban un montón de carreras ciclistas en los años dorados del ciclismo, y con bastantes figuras. Y que muchas veces se ven las carreras gracias a esos bosques de parabólicas que son sus ciudades. Total, para aplaudir al paso de una caravana tampoco hace falta mucha cultura ciclista, están acostumbrados a hacerlo siempre que pasa Mohammed o Bouteflika.

Después plantea Ceuta y Melilla como si fuesen siamesas, metiendo en el mismo saco a las ciudades autónomas. En Ceuta ya se disputó un campeonato nacional de ciclismo -cosa que parece desconocer- y no sabemos si Melilla se celó, pero así pasó. Y después está la sombra del vecino del sur...normal que le preocupe, si hasta el jefe del estado español, que lleva desde el 22 noviembre de 1975 en su cargo vitalicio, no visitó ambas ciudades hasta fecha tan reciente como noviembre de 2007, esto es: 32 años después del inicio de su reinado.

Con estos ejemplos y de tan altas magistraturas, ¿cómo no preguntarse por qué la Vuelta no ha ido nunca a Ceuta y Melilla, y si lo ha hecho a Holanda? Recuerden: 50% del presupuesto en cuatro días. Eso por no hablar de Canarias, que no si si ofenderá mucho al Rey de Marruecos. En fin, así piensa el máximo dirigente de la Vuelta. ¿Piensa? Fíjense como plantea ahora lo del otro territorio conflictivo del estado español, ese que no tiene barreras geográficas ni a Mohammed V a las puertas: "la responsabilidad es no ir". Pues vale.

Después se pone a hablar de moda, de la etapa de circo-cross de la próxima edición, de que los actuales equipos viven del dinero público (como su carrera, pero eso no lo dice), de la Vuelta en septiembre y demás asuntillos, pero me ha llamado la atención un asunto. Sobre la sanción a Valverde dice "Ahora hace un daño gravísimo a nuestra carrera que se podría haber evitado perfectamente". Pues sí, y eso era responsabilidad del organizador, que podía haber vetado la participación de un ciclista que está condenado en un país, pero siempre es mejor echar balones fuera.

La reacción de los aludidos en el barrunto geográfico de Guillén no se ha hecho esperar. No la famosa activista saharaui que hizo el ramadán en el aeropuerto de Lanzarote, no, sino de un senador del PP por Ceuta, que ha dicho lo que tenía que decir. Por cierto, este parlamentario es el mismo (casualidades, casualidades) que preguntó en el Parlamento por la Operación Puerto, porque el mundo es un pañuelo y nada está relacionado. Y hasta aquí puedo decir.

Según Guillén, que se pensaba que su charla con el famoso activista del ciclismo que trabaja en As no iba a ir más allá que de unas cocacolas y dos tapas de chorizo, "por supuesto que tienen cultura ciclista, como cualquier otro lugar de España. Cuando hablaba de salir del norte de África me refería a Túnez o Marruecos, donde no hay esta cultura. Y no pensaba en un problema político, sino logístico. Si salimos de Túnez estaríamos obligados a ir a Ceuta y Melilla y alargar en exceso la estancia".

Ojo a la última frase. El orden, me refiero: primero de un sitio y, "obligados", al otro. Lo que debería estar obligado, por un mínimo de decencia, es a salir de Ceuta o de Melilla. O de Canarias. Pero claro, dudo que estos compatriotas, que viven mucho más intensamente lo que es ver algo como la Vuelta a España, vayan a asegurar el titular de hoy. Hay que ir con la verdad por delante y ser un poquito menos locuaz, porque se te ve el plumero enseguida.

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"El recorrido del tramo final fue diseñado por Ezequiel Mosquera, que liderará a la formación gallega en esta cita". Es el primer caso conocido de un corredor en activo que diseña una etapa de una prueba en la que va a participar. A mí esto me parece, como poco, fraudulento. Es como en esos concursos que impiden participar a los empleados de la institución convocante, y también a sus familiares directos, pero al revés. También es muy significativo del ciclismo actual: yo me lo guiso, yo me lo como.