"Lo importante es que el Tour ha pasado ya y he conseguido la victoria, y ya está"

Fiel a su cita, igual que pasó tras el Tour 2007 y el año pasado en vísperas de Navidad, El País Semanal hace un hueco en su cansina agenda de solidaridad, buen rollo, casas de diseño, artículos de fosas de guerra e insultos de Millás para dar un hueco a Alberto Contador y su confesor de cabecera, el mismo que publicó lo de "A.C" y el estadillo de preparación del Liberty para el Tour 2005.

La cosa empieza bien. Con una entradilla de frases cortas-lapidarias, Arribas desliza que Contador tiene como musiqueta del móvil la sintonía del Tour de Francia. Sí, nos venden que es humilde -lo de hoy es otro aldabonazo-, de la calle, del pueblo y lleva eso de música, cuando ha ganado dos veces la carrera. En la construcción del personaje Contador, una misión imposible donde Arribas ha gastado ríos de tinta en construir un "diplomático Vaticano" o un "buen compañero" -que se lo pregunten a Kloden- hay una clara distorsión entre lo pretendido y la realidad, y cualquier nuevo detalle abunda en esa sima insalvable de lo que quieren vendernos y lo que realmente es.

Para no cometer excesos del pasado -El País Semanal ha borrado de su repositorio digital el reportaje donde Arribas decía que Contador se medicaba diariamente: cualquier día lo escaneo para que lo tengan y guarden- la entrevista discurre entre tópicos de "sufrimiento" -recordemos que es el mismo ciclista que ganó un Giro viniendo de la playa, y lo decía a los cuatro vientos- "trabajo intenso" -fíjense que lo de la playa ya no sale nunca a relucir entre los palmeros de Contador- y "lo que se siente", típicos argumentos de la entrevista a pie de pista y no de una reflexión meditada, preparada y pausada por parte del periodista, que hace mucho que abandonó sus funciones.

Sin embargo, siempre es posible rescatar cosas interesantes. "Se ha podido sospechar que hasta se ha hecho sangre en la lengua de tanto mordérsela" no deja de ser el típico juego arribiano entre la sangre y Contador, como cuando dijo que la tenía "negra" por la "eterna herencia africana, mora, de los españoles de Extremadura y La Mancha", en un delirio propio de Giménez Caballero y otros escritores de su cuerda, a los que el lenguaje engolado y de panegírico de este periodista se parece sospechosamente. No caigan en la trampa: en el caso de Contador y el empleado de El País cualquier apelación a la sangre es una ironía para incautos.

Acostumbrado a ir cambiando la historia a su conveniencia (donde A.C ha pasado a convertirse en el lema de su peña) no es extraño que presente la P-N de este año de esta manera: "El día anterior tuve que atacar solo a ocho kilómetros de la cima de la montaña de Lure para coger el liderato y me desgasté mucho. Pegaba muchísimo aire y noté mucho ese esfuerzo. Y todos los días anteriores me había metido unos sofocones bastante grandes". Ya ven: "tuve que atacar". A ocho kms. de meta. En su día, antes de que se agarrase el pajarón, dijo que eso había sido una "prueba", porque ya no quería múltiples ataques, sino uno sólo y mantener el ritmo, ahora dice que se vio obligado, supongo que también el día anterior. Al final tendrá la culpa Bruyneel.

Para terminar esta reescritura indolente de la P-N, el periodista le interrumpe y le arroja su habitual capote: "Cuando, además, a usted no le iba la vida en ganar esa carrera, que ya tenía en su palmarés, y podía tomarse la libertad de arriesgar… (A.C): Eso es, lo está definiendo perfectamente. Quería ganarla, pero estaba contentísimo con el rendimiento que había tenido. El nivel que tuve fue muy alto, muy alto, y me supo como una victoria". Pues para no "irle la vida" bien que atacó, ayudado por Sandy Casar, en la última etapa camino de Niza, donde llegó a ser líder provisional. En fin, qué mala es la memoria para algunos. O la conciencia.

"Sólo pienso en cosas que sé que puedo conseguir" es otra perla contadoriana de gran calibre. El año pasado se autoincluyó en la lista del Mundial, donde tuvo una destacada actuación por la cola y no sirviendo absolutamente para nada al combinado español. Este año no ha vuelto a coger la bici desde el Tour -ayer no salió en Plouay porque está resfríado, pobre- y dice que a lo largo de septiembre verá si va al Mundial. Bueno, yo creía que eso lo decía el seleccionador, pero está claro que el gran campeón de Pinto está capacitado para incluirse en esa lista y en la que quiera. Si lo pueden sacar de una lista donde aparece su nombre escrito explícitamente, ¡cómo no va a poder incluirse en otras listas!.

"Al final es todo un círculo: cuanta más confianza, más rindo; cuanto más rindo, mejor me va todo, más motivado me entreno y al final es lo que me hace la cabeza más fuerte". Olvídense de lactato, vatios y todo eso: Contador se concibe a sí mismo y sus prestaciones sin precedentes en la historia centenaria del ciclismo como "un círculo" que se autoalimenta y le hace "la cabeza más fuerte" (¿una referencia al origen del certificado médico?), el principio y fin de todo, para eso la imagen poética del "círculo". El periodista remata la faena cerebril: "¿Como si, a la hora de hacer un análisis, usted apreciara cosas que ellos no son capaces de ver?". ¡Lo que faltaba! Contador tiene poderes mentales: prognosis, telepatía o lo que ustedes quieran. Ve cosas que otros no pueden ver.

Metidos de lleno en el sexto sentido, aparece la figura de Manolo Saiz, descubridor de Contador, mantenedor de su familia y tantas otras cosas. No se cita y se evita, pero la pregunta es "A casi todos los grandes campeones se les asocia normalmente con un director que es a la vez técnico, padre espiritual, guía filosófico", una buena definición del polígrafo cántabro (¡hasta diseñaba bicicletas!) y que incluso recoge términos con los que Contador se refirió en su tiempo a Manolón. "En cuanto al director siempre he tenido confianza en ellos. Si no la hubiera tenido, mal habríamos ido". Jo, y tanto que confianza. Intimidad.

Nuevas puyitas a Armstrong y Bruyneel ("en el equipo hasta habían cambiado piñones y todo [como es tan duro ese puerto, en las faldas del Teide, en Tenerife, Armstrong y compañía pusieron desarrollos especiales para poder subirlo], y yo no lo sabía"), una confesión desconcertante ("No me gusta Tenerife para la bici", seguramente porque es mucho mejor Sancti Petri) y que tiene un perro que se llama Tour, lo que combinado con el politono del móvil y el titular maquiávelico de hoy (el fin justifica los medios) dan una imagen de conjunto bastante representativa. Para finalizar, qué mejor que con la frase que más me ha gustado: "La mirada de la gente hacia todo ha cambiado. Y al ciclismo ya no se le admira como antes". Ahí si que le reconozco su parte de mérito a Contador.
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Victoria para Gerrans sobre Fedrigo en el GP de Plouay. Menudo salto de calidad que ha dado el australiano de una temporada para otra.
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Duelo de grandes campeones en la ciudad de los mormones.
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"(Las victorias del Giro) no las suelto". Este es el nuevo Sella en el día de su retorno humillante para el ciclismo. A ver que pasa con el análisis retrospectivo de las muestras del Giro 2008, y a ver si Sella sigue diciendo eso de me le tengo strette
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La serpiente multicolor, nunca mejor dicho. Uno de los zulos descubiertos estaba en las inmediaciones del Port de Bales, subido en 2007 y ya entonces presentado como recóndito e innacesible.