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30 noviembre, 2006

Urco, un ladrido que hiela la sangre

La foto salió en la portada de El País después del positivo de Landis, el que en teoría le daba el Tour a Pereiro. Yo nunca he celebrado el no-triunfo de Pereiro: me parece que se libró de la primera oleada de la Operación Puerto por pura casualidad, ahí está su trayectoria de fidelidad a Pino, aparte de compartir maillot y habitación con Hamilton, Sevilla, Quique Gutiérrez y Botero. Repasen las crónicas de entonces y verán con que entusiasmo cantaba los no-triunfos del gallego.

No era el único. Ya Arribas cerró el Tour con un inquietante artículo en el que daba por sentado que habría algún positivo en la parte alta del escalafón: habida cuenta de que ahora sabemos que el positivo de Landis se supo a los dos días y se pudo haber evitado la ceremonia-farsa de París, cabe preguntarse el porqué de la cerrazón de los franceses a dar el título a Pereiro. Y de la foto de El País, nada casual. Para el que se quiera saltar pasos: el cánido retratado no se llama Urco. Las cosas no son tan fáciles. El 19 de octubre, con la temporada ya acabada, un tal Àlex (que después dejaría en el foro un sonoro "hijo de puta" por las cosas que publico) dejó este comentario al final.

Era un comentario más. En ciclismosergio@hotmail.com recibo multitud de indicios, algunos me confirman cosas, otros son pura fantasía. A este en concreto no le dí mucha más importancia. Es más, puede que no lo leyese, al haber sido publicado después de mi último comentario y pasar después a un nuevo post. En los últimos días un anónimo lector que me suele escribir a mi correo me ha dicho que en un foro de frikis del ciclismo han utilizado ese comentario para lanzar la perdiz. Probablemente la autoría también corresponde a otro lector habitual. Y lo ha hecho un lector habitual de este, insisto, modestísimo blog. Yo no frecuento ningún otro foro. Me parecen el espacio para las reyertas, la mala educación y el forofismo desmedido, además de abuelos cebolletas que cuentan batallitas de otros tiempos, amén de las cansinas apuestas. Lo digo porque habrá otros que se apunten el tanto. En el ciberespacio y en la prensa escrita, si por una vez se levanta la omertà en torno a los corredores del Caisse d´Epargne.

9.- Urco, con un 99% de posibilidades, corresponde a Pereiro. Resulta que el tal Urco es el nombre de un perro mitológico gallego (como todas las leyendas, difícilmente se remonta más allá del S. XIX, o la "tradición inventada" de Hobsbawn. Aquí una completa historia), y en Pontevedra (donde está Mos, residencia de Pereiro) llegan a hacer un Carnaval. Es un perro de ultratumba que sale del mar, cuyo ladrido "hiela la sangre de quien se detiene a oirlo". Criogeniza más bien. Lo que decía en el post anterior de que, en el fondo, Eufemiano Fuentes era un poeta de brocha gorda a la hora de poner sus códigos. Habrá quien diga: puede ser el código de Marcos telele en Tortona Serrano, pero el suyo es 13.- Alcalde, como está fehacientemente comprobado por las grabaciones del Giro de Italia 2006. No basta con que también sea de Pontevedra. Y David Blanco es de La Coruña, lejos de la zona de influencia del can Urco.

Ha habido gente que ya guardó la ropa antes de ponerse a nadar. Ese Echavarri que no fue a la rueda de prensa del gallego cuando se autoproclamó ganador del Tour, esos periodistas de ciclismo que siempre salen inmaculados tras entronizar a manifiestos dopados (¿cómo se puede justificar que un tío que pierde 28´en los Pirineos pueda subir los Alpes con los mejores?), esos desesperados que buscan aferrarse a nuevos ídolos. Sinceramente, albergo mis dudas de que cualquier medio de comunicación que no sea danés o el Süddeutsche Zeitung se haga eco de este post. Ya perdí toda la esperanza con la batalla de 18.- Valv. (Piti). Ni que me citen. Lo de los medios de comunicación "convencionales" si que es nadar y guardar la ropa: y no es que yo me haya lanzado a la piscina sin saber cuanto cubre. Que vá.

¿Y por qué cuento todo esto ahora si los indicios estaban bien presentes desde hacía mucho tiempo? Primero, porque un anónimo lector, seguramente proveniente del foro arriba comentado, ayer dejó varios comentarios al respecto; y antes de que otro se apunte el tanto, lo hago yo. Y segundo porque ayer Pereiro hizo un ciberchat en La Voz de Galicia. La hipocresía que demuestra en sus respuestas, ya bien patente en esas declaraciones tras el positivo de Landis, me ha hecho decidirme. Y por hipocresía me refiero a ese mítico "si pasas los controles, ya está, son las reglas", que ayer recordaba muy atinadamente nickVier. (Para los puntillosos: la cita exacta es "Óscar Pereiro ha asegurado que nunca he tenido ningún problema en un control antidoping. "Es la mejor muestra de que no" (me he dopado)").

¡Ay Pereiro! ¡Tanto pedir que "dejen de lanzar misiles" y resulta que te han colado un torpedo a la línea de flotación!

29 noviembre, 2006

El amor brujo de Falla, Constantino Zaballa

A principios de la temporada 2006 me acerqué a ver una carrera ProTour, como hago siempre que alguna competición ciclista pasa cerca de mi casa o de donde me encuentre. Hacía bastante frío y pasó lo peor que le puede pasar a un aficionado que hace un desplazamiento para ver a los corredores: no se presentaron al control de firmas hasta última hora. Entre los pocos que merodeaban por la salida me acerqué a hablar un poco con dos corredores: Isidro Nozal y Constantino Zaballa.

El primero seguía en su laberinto, y no pareció gustarle mucho mi sincera recomendación de "a ver si esta temporada sale mejor que la anterior"; el segundo, nuestro protagonista, estuvo muy amable y dicharachero, con grandes planes y ambiciones para la temporada. Le pregunté, sin malicia: "¿no te parece increíble haber ganado la Clásica de San Sebastián?". Y me dijo: "Increíble no, yo sabía que estaba muy fuerte y cuando estoy así estoy igual que los demás". Después vino la Operación Puerto y su nombre apareció entre los implicados, así de sopetón, sin código clave ni nada parecido.

Hasta entonces su temporada había sido bastante roma. Entre los diez primeros en el Criterium Internacional ganado por su compañero de arcón congelador Birillo, y poco más. Un poco como su otro compañero de criogenización, el inefable Koldo Gil. Y era extraño. Zaballa había logrado en el año 2005 ser 3º en la París-Niza, y su fichaje por el Caisse d´Epargne había sido a petición propia, directa y a dedazo de 18.- Valv. (Piti), otro compañero de transfusiones y parches en el culo. Ningún resultado en la primavera. Llegaba el Tour y Tino Falla Zaballa tenía que estar a tope para su líder, su valedor. Comenzó su programa de chutes, rechutes y recauchutados. Y así fue pillado en varias grabaciones de la Guardia Civil.

Esa es la razón por la que sus bolsas de sangre se cuentan entre las 8 de 99 analizadas con EPO por el laboratorio de Barcelona. Se analizaron las más sospechosas, y ¿quién más sospechoso que un ciclista que en la primera semana de mayo entraba en Zurbano, 92 a las 20:30 de la noche y salía pálido una hora más tarde? No se supo nada más de él. La triada que dirige el Caisse D´Epargne calló hipócritamente (como si no supiesen que sus resultados eran fruto del dopaje) y disputó el Tour echando balones fuera, llegando a casi ganarlo con un corredor que, tarde o temprano, se sabrá que también está en la Operación Puerto. Y después vino la guinda del ProTour con Piti. Una temporada redonda, ¿para qué acordarse de las ovejas negras?.

De Zaballa no se supo gran cosa. Si que estuvo entre los macarras barriobajeros que amenazaron a Lissavetzsky en la sede de la FEC, y este domingo reapareció en el Criterium de Murcia diciendo que no tiene nada malo. Parece ser que la triada del Caisse D´Epargne lo presentará en las carreras el próximo 2007. Allá ellos. Se puede esperar muy poco de este cántabro mentiroso, tramposo y estafador. Un pequeño repaso a su trayectoria no viene mal. Empezó, como no, en el Kelme: se hizo relativamente famoso por ir siempre escapado, sin perjuicio de acabar entre los 30 primeros en carreras como el Giro o la Vuelta. La cayó bien a los periodistas deportivos, y así celebraron su etapa en la Vuelta 2004 con final en Villalba, ya con colores de Saunier. Escapado por la sierra de Madrid en la última semana de la carrera a una velocidad vertiginosa. ¿Lo mejor? La entrevista: "se que Valverde va a conseguir algo grande en Verona". El "yo sabía que estaba muy fuerte", de nuevo.

En 2005 logró su ya comentado 3º puesto en Paris-Niza, justo por detrás de su 18.-Valv. (Piti), se cayó en el Tour de Francia, pero su sangre pudo ser conservada y, tras la ronda francesa, ganó nada menos que escapado la Clásica de San Sebastián con 26 años, por delante de Joaquím clasicómano Rodríguez, otro llamado directamente por Valverde para arroparle en su fallido asalto al Tour. Se devolvía la jugada de la Vuelta 2004, cuando el catalán alcanzó a su compañero y le mandaron parar, que eso ya cantaba mogollón. Algunas crónicas de entonces dan vergüenza. Llegó a correr el Mundial, de nuevo al servicio de Piti, y acabó entre los 20 primeros. Su hinchada rural le fue a animar armada de cencerros y color amarillo, gente sana de la montaña y un poco engañada. Me pregunto que tal les habrá sentado su ángel caído, su Falla, como manifiestamente dopado. Es lo que tiene ser fan: es un amor brujo, de mentira. Como el músico gaditano y su composición más famosa. En el fondo, Eufemiano es un poeta inconscientemente.

27 noviembre, 2006

Morir en el tajo

Isaac Gálvez murió de madrugada mientras trabajaba. Isaac Gálvez era catalán, campeón del mundo y ciclista que combinaba ruta y pista con mucho éxito, algo no muy frecuente. A Isaac Gálvez se le escapó la vida con 31 años por culpa de una caída mortal de necesidad: caída con golpe de mentón en la barandilla, aplastamiento de pecho y posterior golpe con la cabeza. Muerte en el acto.

No es por ser truculento, pero es importante señalar las circunstancias. Gálvez disputaba los Seis Días de Gante, una de las carreras más prestigiosas del decadente circuito de la pista, modalidad ciclista que se ahoga año tras año. Es una locura: vueltas y vueltas a velocidad vertiginosa, codazos, afiladores y empujones. Pero es muy emocionante. Y el ambiente de los Seis Días es inimitable: carreras hasta la madrugada (Gálvez cayó cerca de las 2 A.M), masas de gente codo con codo, en el caso belga mucha cerveza y hasta no hace mucho tiempo, mucho humo de tabaco, pipa y otras sustancias. Esto lo digo porque no faltarán voces en estas horas truculentas que hablarán de la peligrosidad de esta disciplina, cuando los accidentes escasean: la caída de Gálvez fue mortal de necesidad. Y por favor, los apostoles del dopaje libre que se abstengan de intentar prohibir "en aras de la salud" toda una modalidad que no puede ser concebida sin esas dosis de riesgo. Es el primer muerto en los Seis Días en los últimos 50 años.

Como corredor de ruta Gálvez se hizo famoso por ser bastante pendenciero. Se cayó en Sidney 2000. En 2003 tiró a Cipollini en un sprint del Giro y el italiano casi le parte la cara, como le hizo a Cerezo. En 2004 disputó con codos, uñas y dientes un sprint a Freire en la Vuelta a Mallorca. Y ganó una etapa de la Volta. También ganó el sprint del Criterium Internacional en 2005. También se cayó en el Tour. Y este año había sido segundo tras McEwen en una etapa del Tour. Y en abril fue Campeón del Mundo de Madison con Llaneras. Era un buen corredor. Era arcoris. Patrick Sercu, el Eddy Merckx de la pista, recogió su cuerpo tembloroso y ensangrentado. Una nueva tragedia en el ciclismo, uno que murió trabajando.
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Cúanta miseria y patraña. "Si se teclea en Google las palabras Valverde Piti, la primera opción que aparece es un reportaje de AS publicado...". Efectivamente, es así. La tercera opción es una entrada a este modestísimo blog. "Algunos han utilizado el reportaje para asignar al ciclista murciano el famoso número 18 de la lista de Eufemiano Fuentes", continúa el nauseabundo capote que el Guti vuelve a ofrecer a Valverde. Yo debo ser uno de esos algunos, visto que para ese Dios virtual que es el Google aparezco como tercera entrada. Y que conste que el método de verificación lo pone el As, no yo.

No es que "se haya utilizado el reportaje" para asignarle el 18.- Valv. (Piti) a Valverde. Es que Birillo era el perro y mote de Basso. Es que Goku era el perro y el nombre de Mancebo. Es que Piti es el perro y el apodo de Valverde para el hemodruida Fuentes. Al final, el As ha acabado como el Marca, descalificando a los blogs. Se deben creer que ellos ofrecen mejor información. Y que conste que no me creo la información de El Mundo de que una de las sacas de plasma con EPO corresponde a 18.- Valv. (Piti): me parece que se quieren apuntar un tanto de la manera oportunística propia de ese periódico. Valverde hace tiempo que se saca la sangre en Italia.

En serio, con el euro que valen los periódicos se pueden hacer muchas otras cosas más útiles.

24 noviembre, 2006

El caballo de Santiago es blanco

Primero les cuento una cosa. El pasado miércoles el BOE publicó la Ley de Dopaje. Aunque tardará unos seis meses en ser operativa (constituir la fiscalía y los laboratorios, entre otras cosas), está perfeccionada desde el mismo momento de su publicación. En plata: desde el miércoles 22 de noviembre de 2006 el dopaje es delito en España. Y como todo está relacionado en un continuum en este deporte, ahí van otro par de cosas.

Ese mismo día se supo que David Blanco, el gallego de 31 años que pedalea remando y que era uno de los mayores consumidores de droga en el Comunitat Valenciana, dejaba de manera sorprendente el Karpin-Galicia, esa feria de monstruos que ha creado Álvaro Pino. El asunto era inexplicable (más allá de "los motivos personales" alegados por el famoso dopado). El único ciclista gallego-estandarte de un equipo gallego, y se pira. ¿La explicación? David Blanco es uno de los pocos profesionales con estudios superiores. Sabe perfectamente lo que se juega con la nueva ley: la trena, el trullo, el talego. No se cree los cuentos que le haya contado el calvo de Pino, un auténtico cáncer de este deporte. Y se ha ido a un equipo portugués, donde el dopaje todavía no es delito. Firmó al día siguiente de "los motivos personales".

Y la segunda cosa. Hoy Carlos Arribas descubre que el caballo de Santiago es blanco (para los que pensaban que el titular iba para el insufrible corredor gallego): un laboratorio de Barcelona ha demostrado que en 8 bolsas de plasma de las incautadas el 22 de mayo contienen EPO. ¿Brillante, verdad?. Como si no bastasen los documentos donde se veía que los ciclistas tramposos hacían una cura de engorde en las semanas previas a las transfusiones. Hombre, tiene su justificación jurídica: como la Ley del Dopaje (ninguna Ley puede tener efectos retroactivos) no existía por entonces, a Fuentes y su banda les quieren cazar por delito contra la salud pública. Visto que Marcos telele en Tortona Serrano no ha querido acusar al milagrero que le ha dado sus victorias más prestigiosas, bienvenido sea el análisis que confirma que no había "dosis terapeútica", sino dosis de caballo que podían poner en peligro la salud de los ciclistas.

La noticia tiene más jugo. Al parecer, el juez remitió 99 sacas de sangre, pero el laboratorio sólo ha analizado las más "sospechosas". No indican que criterio han seguido, y si damos por sentado que ningún ciclista tiene sangre azul, está claro que utilizaron la lista de códigos revelados para coger las sacas de tal y cual corredor. Por supuesto, no han dicho ni mú sobre a quien pertenecen esas ocho bolsas. Ya lo dice el propio Arribas, muy pactistas desde hace tiempo: "En el informe no figura la identificación de los deportistas a quienes corresponde el plasma, detalle que no es fundamental en el caso, sino sólo los números y los códigos con que los señalaba Eufemiano Fuentes."

Se ofrece una piruleta a quien encuentre la relación causa-consecuencia entre esta noticia y la reciente Ley del Dopaje. Una piruleta virtual, claro.

23 noviembre, 2006

Como si nada

Roberto Heras ha dado una entrevista a Marca. Es la primera entrevista que ofrece, casi en el primer aniversario de su positivo por dopaje con EPO en la Vuelta a España de 2005, carrera que había ganado de la manera más abyecta. Primero haciendo trampas en la crono de Lloret, después yendo hasta las cejas (y con él, todo el equipo) en la etapa de Pajares y por último casi ganando la crono final de Alcalá de Henares. Y todo con la rodilla destrozada. Hasta incluso consintió una manifestación de 1.000 paisanos en su pueblo, Béjar, a los que vitoreó como muestra la foto. Un año después han salido los papeles de la Operación Puerto y este gran mentiroso, este auténtico tarado de la fantasía del doping, da una entrevista como si nada hubiese pasado.

La cosa empieza mal. Heras no rompe su silencio. Ya lo hizo en el pasado Tour cuando firmo cinco vergonzosas columnas en La Vanguardia, que hacían presagiar su enroque mental en torno a su carrera, que solo él y alguno de los autoengañados fans (más de uno visitante de este modestísimo blog) consideran inmaculada. Heras dice que "no le dan el contraánalisis", que sólo le han dado veinte folios con la muestra A. El periodista, huelga decirlo, es Josu Garai. De ahí que a nadie pueda extrañar una pregunta con cuchillo de mantequilla como "¿Cree que el contraánlisis, que extrañamente se tuvo que repetir dos veces...?". Se repitió dos veces porque el abogado de Heras, un hábil enfangador, así lo solicitó. Y las dos veces dió lo mismo: iba puesto hasta las cejas de EPO. Pero de eso no esperen encontrar nada en el Marca. Sólo más escoria para un deporte y uno de sus mayores intérpretes en los últimos años.

La clave no viene casi hasta al final. Retengan la frase porque se convertirá en recurrente en este blog: "Yo estaba bajo la disciplina de un equipo y no tengo porqué sentirme culpable". Hasta un periodista ágrafo como Garai no se puede quedar impasible ante tamaña pedrada al sistema del dopaje moderno y pregunta, sagaz como es el: "¿Está señalando al equipo?", cosa que niega a continuación, para repetir su frase, esta vez todavía más jugosa: "sólo digo que estaba bajo la disciplina de un equipo y nunca me he saltado las normas". Ya lo ven. Tal cual. Hemos llegado al nivel de Carl Schmitt, el brillantísimo jurista alemán que dió toda la arquitectura legal al régimen nazi y que después se pasó veinte años viniendo regularmente a la España franquista, incluso llegando a vivir en Madrid largas temporadas.

Perdonen por lo grotesco de la comparación, pero la base viene a ser la misma. Al igual que muchos jerarcas nazis juzgados en Nüremberg, Roberto Heras apela a que "estaba bajo la disciplina de un equipo y que no se ha saltado las normas". Dönitz y Speer, por citar solo un par, también se defendieron en Nüremberg con los mismos argumentos: obedecían las órdenes de un superior (*), de un sistema constituido para esos fines, y por tanto no eran culpables ni de la guerra submarina ilegal ni de el programa de armamentos. Había una "arquitectura legal" que daba cobertura jurídica a sus acciones. Ya. Lástima que no existe ningún ordenamiento jurídico que acepte el cumpliento de órdenes injustas a sabiendas de las mismas. Y Heras sabía que se dopaba. ¿O es que picarse en el culo 500 unidades de EPO cada día no es ser consciente de lo que se hace? Vivir para ver.

(*)Lo que Schmitt calificaría como "líder-caudillo como origen legítimo de las leyes" en Carl Schmitt, "Der Begriff des Politischen", München-Leipzig, 1933 y "Theorie des partisanen, Zwischenbemerking zum Begriff des Politischen", Berlin, Duncker & Humbolt, 1963. Esta segunda parte la expuso por primera vez en Zaragoza, España, pero eso ya es otra historia.
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¿Será verdad? No sé, no sé.
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Interesante ejercicio de cuantitofrenía. Lástima que no haya ninguna referencia al doping. Igual que en este.

20 noviembre, 2006

No tendrá nada que ver, qué va

Hasta el legendario aplomo hipócrita de Benito Urraburu parece tambalearse con la noticia: ese "o eso piensa él" suena a sentencia lapidaria de un periodista enfangado en camuflar los efectos del dopaje como el que más. En fin. Niklas Axelsson, del que paso a glosar su carrera deportiva, acaba de ser diagnosticado con cáncer de testículos.

El suelto del Diario Vasco destaca en su palmarés un sexto puesto en el Giro de 1999, el mismo de Pantani y sus cinco etapas, el de Heras dominando el Mortirolo en su primera acometida, el de Jalabert diez días rosa y ganando tres etapas: una crono, un sprint y un final en alto. Vamos, que el dopaje corría a sus anchas por el pelotón. Ayer como hoy, invirtiendo el orden de la canción de Camilo Sexto. Sin embargo, el mayor éxito de Axelsson, un ciclista que por talla debería haberse dedicado al baloncesto, fue su tercer puesto en el Lombardía de 2000: sólo le pudieron superar los honrosos Rumsas y Casagrande...ya ven que panorama. Yo me acuerdo perfectamente de la carrera.

El sueco fue el mejor, con mucha diferencia. Un ataque brutal le dejó en cabeza a falta de 20 kms. con 40" de ventaja. Y como tiraban por detrás. Es de las pocas veces en una clásica donde la gente se ha organizado para neutralizar una fuga. En vano. A falta de 7 kms. todavía seguía manteniendo una diferencia de....40". Tal cual. En el último km., el empedrado que lleva a la preciosa herencia veneciana de la ciudad alta de Bérgamo, fue cazado por los dos ultradopados que le relegaron a la última plaza del podio. Axelsson entró muy enfadado y con la rueda de atrás pinchada. Todos los que vimos la carrera también, porque fue manifiestamente injusto.

Un año después volvió a carburar al final de la temporada, tras el fracaso del proyecto Mercury-Viatel. Decimoctavo en el Mundial de Lisboa (al sprint) y un buen Lombardía en donde la intensa lluvia le perjudicó. Lástima el positivo en Portugal, que visto retrospectivamente sirve para quitarse el sombrero ante la reacción del seleccionador escandinavo: "Estoy desolado e impactado. Parece que sólo merece la pena trabajar con los juniors o de categoría aún más inferiores". Dos años de sanción y una vuelta al profesionalismo cumpliendo una de las leyes del dopaje: todo dopado manifiesto vuelve a un nivel muy inferior al que mostraba en sus años de jeringa. Dos años y medio en equipos de medio pelo italianos y ningún resultado entre los cinco primeros. En Suecia hay aficionados al ciclismo que nunca aprenden. Por aquí también.

Seguramente el consumo reiterado y continuado de veneno tiene nada que ver con desarrollar tumores. Ya saben: el Synacthen te pone el mecanismo hormonal al 1000% y lo único que hay que lamentar es que no estuviese prohibido antes, que Saiz no hubiese pasado por chirona. Seguramente. Yo veo la noticia de Axelsson y sólo pienso que hoy muchos ciclistas se estarán tocando los cojones, y no porque estén el paro más justo que exista: el de los tramposos.

15 noviembre, 2006

El progreso, amigo Sancho

¡Ay, el progreso! Pocas palabras del moderno vocabulario político-social (el creado tras la Revolución Francesa) tiene más contenido y esperanza depositadas en el. Dices progreso y una masa de votantes acude a las urnas ante la promesa de un futuro. Dices progreso e imaginas coches volando, un mundo sin enfermedades y niños de todos los colores jugando con las bestias en Arcadias felices, como en un folleto de los Testigos de Jehová. ¡El progreso!

El progreso viene asociado, invariablemente, a la mejora técnica. Al avance científico, si lo quieren. El progreso nos redime de todas nuestras penas y pecados. Lástima esa base técnica que desata todas las imaginaciones. Un buen historiador de la técnica puede ser tan persuasivo como para convencerte de que el feudalismo fue posible gracias a la invención del estribo (jinetes armados que podían ejercer el monopolio de la violencia en sus propiedades, fácilmente patrullables) o que el Renacimiento fue posible gracias a la invención de los anteojos, que prolongaba la vida útil de los sabios 20 años. Quien sabe. Lo común a este discurso es que lo importante es la técnica, el artefacto, la invención.

Hoy El País, el periódico que publicó la exclusiva mundial (sí, mundial) de los papeles de la Operación Puerto, sigue en su cruzada para demostrar que el dopaje es malo como la tiña y que los tramposos no tienen escapatoria. Se curan en salud tras la montaña de mantequilla en la que se ha convertido toda la operación jurídico-policial, con un baboso Ivan Basso ya enfundado en su maillot del Discovery Channel. El artículo no tiene desperdicio. Al parecer, han descubierto un método para detectar el Synacthen, la sustancia con la que Saiz se había aprovisinado el malhadado 23 de mayo para preparar la concentración en los Pirineos de sus pupilos. Kazajos incluídos, claro.

Carlos Arribas ejecuta un artículo (ya no escribe, ejecuta) digno del BOE o la Gaceta de Fermoselle, según se mire. Es el peaje que hay que pagar tras el cierre en banda de la Operación Puerto. Como ya nos hemos quedado sin dientes, tenemos que agradecer que la sopa lleve tropezones de pan de ayer y no de una semana, para que no nos duela al tragarla. Para que no se escurra por las comisuras. Vamos: que al menos sigue escribiendo de estos temas. Pero no es suficiente: ruego que alguno de los inteligentes lectores de este blog -muchos de ellos con más conocimiento del ciclismo del que esto escribe- me expliquen el significado del último párrafo:

"Si los científicos alemanes lo hubieran descubierto hace meses y su aplicación hubiese sido inmediata, quizás Saiz no estaría pasando actualmente el trance que vive y quizás el Liberty Seguros seguiría existiendo."

13 noviembre, 2006

¿Estará buena la sandía?

Confirmado. Ivan Basso al Discovery. Lance Armstrong encuentra un digno sucesor, al menos mucho mejor que el Leipheimer fichado en julio, y Basso encuentra una buena sede para dejar su sangre a remojo: los EE.UU, siempre tan peculiares en cuanto a dopaje y leyes para combatirlo.

Ayer incluso la Gazzetta dello Sport publicaba las típicas fotos de cromo ciclista con el italiano en su nueva casaca, con esa cara angelical que trae de cabeza a propios y extraños. Tres millones de euros por dos temporadas, 300.000 menos al año que su rescindido contrato con el CSC. Y todos tan contentos. ¿Todos? El T-Mobile, que ha obligado a sus 27 ciclistas en plantilla a hacerse una ficha de ADN, ha montado en cólera ante la jugada de Armstrong, auténtico muñidor de la operación en cuanto poseedor del 51% de los derechos de Discovery Channel.

Jugada maestra, diríamos. Mientras el equipo americano se va a pasar por el escroto cualquier legislación para demostrar la inocencia de los corredores (el ADN es la esperanza de los inocentes y la carga de los culpables), al más puro estilo americano, el T-Mobile es el único equipo que se ha pasado al plan. Y no parece que se le vayan a unir muchos más, sobre todo si tenemos en cuenta que corredores tan representativos como Piti se han referido al análisis de ADN como "estar con los pantalones bajados antes de la salida". A lo mejor al murciano le han explicado que eso del control de ADN es como el análisis de próstata.

Para aclimatar más la situación al ambiente de vodevil del ciclismo, ayer la Gazzetta también publicaba que Ullrich está en negociaciones con el equipo de Saiz, llámase como se llame este. Vinokourov se ha enrocado en que como pone el dinero, tiene el equipo (algo muy habitual en su país de origen, carente de ley) y Saiz ya se está buscando un jefe de filas para el Tour. ¿Lo mejor de todo? Que en breve Garai pondrá en marcha su maquinaria de propaganda para vendernos lo bueno que es Ullrich y que gran jugada del maestro cántabro.

En estos momentos tan tristes hay que buscar muy buenos motivos para seguir siendo aficionado al ciclismo. Como no los tengo, sólo se me ocurre preguntar a Basso si estará buena la sandía, esa con la que Basso preparaba el Giro y el Tour que no pudo disputar. "Como sandía y media al día para depurar la sangre", dijo en una entrevista a Bicisport en abril de este año.

¡Menudo 2007 que nos espera!

08 noviembre, 2006

"Te rascas los testículos con sal para irritarlos"

Existen dos formas de conocer los entresijos del dopaje moderno: una redada policial con abundancia de documentos y las inevitables filtraciones a los medios de comunicación de masas; o a la apertura de una vista oral, con tanto de luces y taquígrafos, en aquellos países donde esas prácticas tan abyectas están penadas por Ley. El próximo año tendremos los primeros juicios en España si sigue adelante la propuesta de crear una fiscalía específica para este tipo de delitos.

Mientras tanto, habrá que seguir lo que pasa en otros países. Como en Francia, donde el lunes pasado empezó el juicio del llamado "caso Cofidis". Recapitulemos. En primavera de 2004 se descubre una trama dentro del equipo francés, en principio con un masajista y cuatro polacos de medio pelo. El patrocinador retiró al equipo de competición en pleno abril de clásicas y Astarloa, flamante campeón del mundo y que venía de ser cuarto en Tirreno y sexto en San Remo, tuvo que recalar en el Lampre a trancas y barrancas. En junio salió la ramificación a los franceses, el italiano y al conocido caso de Millar. Esta es la tercera forma de conocer la estructura del dopaje moderno: el testimonio directo. Empero, es tan escaso su uso (Manzano, Menthour y el escocés) que es casi ridículo utilizarlo.

Sorprendemente, el caso está teniendo gran cobertura en medios nacionales. Ayer El País, y de la mano de Carlos Arribas, dedicaba abundante espacio. Hoy, más. Por cierto, los dos días incide en el error de decir que Millar volvió a la competición en septiembre, cuando fue en junio: ¿temor a decir que en el Tour se arrastró como la sanguijuela que es?. Lástima que tampoco cite que Lelli, el gran camello, ha ganado hace apenas una semana una demanda por despido improcedente. Y que dirige un equipo de juveniles en Italia. Ayer cantó Gaumont, ciclista que llegó a ganar una Gante-Wegelwen al sprint. Por enlazar con Lelli y González de Galdeano, dijo una verdad como un puño: "Es difícil cambiar las cosas porque el ciclismo está dirigido por ex corredores, es decir, por ex dopados". Y ahí está esa simpática foto realizada durante el Tour del jefe deportivo del Euskaltel saludando a Pereiro de amarillo, bajo la excusa tan propia del Marca: "Los dos últimos maillots amarillos del Tour se dan la mano". Yo sólo veía a uno de los mayores drogados por Eufemiano saludando a uno de los corredores estrellas del Phonak, amigo de Hamilton, Botero y Landis.

Gaumont no se cortó un pelo. Dijo que Millar y O´Grady (que ese año disputó el Tour y después ganó un increíble oro en las Olimpiadas de Sidney: ahora está en el CSC) se metían tiros en la caravana del Cofidis y la frase del titular, parte de las prácticas del dopaje. En el improbable caso de que cantase el gallego mentiroso de Marcos Serrano, o el bejarano juntaletras de Roberto Heras, o el alavés gimotero de Beloki, podrían hablar de parches en el culo, que se meten muchas más de las "cien inyecciones al día" que dice Gaumont o que el primer día que compites tras una reinfusión te quedas blanco. Pero eso no sucede en España. Una pena que la nueva Ley del Dopaje no incluya reducciones y ayudas a los que colaboren con la justicia. Mientras tanto, seguiremos el caso Cofidis.
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El Euskaltel va a hacer una buena campaña. A las conocidas labores del médico oficial González Salvador van a unir el buen hacer y la experiencia de Guillermo Cuesta y Sergio Quílez. El primero estuvo en los mágicos tres años del Vitalicio auspiciado por Eufemiano Fuentes y con Javier Mínguez dando saltos el día en que supo que contaban con el hemodruida: si, el mismo Vitalicio de Freire campeón del mundo sin competir en 1999, el de Hruska todoterreno en el Giro 2000, el de Casero haciendo 5º en el Tour 1999 y Álvaro González de Galdeano (otro ejemplo de hermano paquete) ganando etapa en Giro y Vuelta en el 2000; el segundo, todavía más nauseabundo, viene directamente del Astaná.

Según nos informa El Correo, "colaborarán en la planificación de la temporada" estrechamente con Igor González de Galdeano, el corredor que en 2005 se ponía cantidades ingentes de hormona de crecimiento, Syntovegim y parches de testosterona.

Mucha suerte a todos los sufridos y un poco ingenuos seguidores del Euskaltel.
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El Davitamon-Lotto pasará a ser el Predictor-Lotto. Si, Predictor del famoso test de reconocimiento de embarazo. En lógica estrategia comercial, su maillot pasará a ser rosa. El popular producto farmaceútico pasa a engrosar de esta manera la larga lista de patrocinadores bizarre asociados al ciclismo: una organización de ciegos, una compañía de créditos por teléfono, una empresa de audífonos y el Vaticano, por no abundar más en el tema. Atentos a las bromas que puedan salir en el pelotón, siempre particularmente ingenioso.

06 noviembre, 2006

Comiendo de la mano

La primera referencia al genio maligno de Goebbels dentro de la Operación Puerto correspondió a un anónimo ciclista -fácilmente identificable- que en la reunión-pantomima (Koldo Gil en primera fila, tiene narices) tras el boicot al Campeonato de España dijo: "Olvidaros de los periodistas, ya vendrán a comer de nuestra mano". Y cuanta razón tenía el bandido. En el improbable caso de que conociese las reglas de la propaganda del alemán lo hubiera citado, pero se basaba en su conocimiento personal de cómo funcionan las cosas. Y como llueven chuzos de punta.

El segundo momento goebbelsiano se produjo en la entrevista-farsa a Eufemiano del gran poder en El Larguero. Pudo hablar de lo que quiso y cuanto quiso sin que ninguna pregunta le incomodase. Es normal: no tenía ningún periodista delante, sólo el mejor altavoz disponible. Tuvo todos los elementos. Incluso salieron a colación los "veinte o más" ciclistas holandeses muertos de paro cardiaco a principios de los noventa, cuando no se sabía muy bien la dosis de EPO necesaria y la sangre en vena se convertía en cuajo de color cinabrio. Siempre está bien citar un ejemplo para presentarse como un salvador médico, un "conmigo están mejor y velo por su salud".

Goebbels ha sido tantas veces citado, es una palabra tan de uso común en la política no ya nacional o regional, sino incluso municipal, que sus técnicas corren el riesgo de difuminarse y pasar inadvertidas, o aún peor: que su solo nombre sirva para que te califiquen de "exagerado" y "hala, ya está a perdigonazos otra vez". Agarrénse los machos para lo que viene. Carlos Arribas, periodista referencia para este blog y para cualquiera al que le guste las buenas crónicas de ciclismo, amén de ostentar la exclusiva de los documentos de la Operación Puerto, ha mantenido un misterioso silencio de meses sobre el desenlace de la redada benémerita contra la banda del hematocrito. Ni siquiera hace más de una semana, cuando se practicó el ponciopilatismo masivo, nos digno con unas cuatro líneas, unos apuntes. Tendrá sus razones. En el Tour le habrán tratado como apestado, el famoso mundillo ciclista (¿por qué no familia, clan o secta?) le habrá arrinconado y se tiene que pasar un poco mal, sobre todo cuando vives como un desplazado gran parte de la temporada, en esa caravana multicolor.

Y aquí viene el tercer momento goebbelsiano. La edición de ayer domingo de El País (tirada de un millón de ejemplares, 550.000 más que un día normal) contenía un reportaje-basura sobre el dopaje masivo en la RDA. Basura porque no dice nada nuevo -como casi todo el contenido de la edición dominical, convertido en una especie de reportaje-resumen de temas nimios y vacuos, perfecto para un domingo evasivo y con el cerebro en punto muerto- y basura porque insistía en los aspectos más descacharrantes del dopaje: que si pelos como escarpias en las femeninas espaldas de las atletas, que si un prestigiosísimo bioquímico del no menos prestigioso EMBL de Heilderberg había actuado como un espía para obtener los documentos, que si las farmeceúticas son malas malísimas, pero son las que tienen el dinero y hay que ir a por ellas para indemnizaciones.

Lo peor estaba por llegar. Hoy El País publica un artículo-río-resumen de Carlos Arribas sobre la Operación Puerto. No dice nada nuevo. Es una vergüenza porque no analiza nada, y porque se produce siguiendo la andanada de ayer. ¡Ay, que malo es el dopaje, que te convierte en una mujer barbuda!. Al más puro estilo de la propaganda más abyecta. Si de verdad querían dar relevancia a la Operación Puerto, que hubiesen publicado el artículo de hoy el día anterior, cuando el períodico tiene más difusión. Si quieren datos escabrosos, que hablen de las muertes de Pantani y el Chava tras ser tratados por el Eufedruida. ¡Si elementos no faltan!. Pero que vergüenza da leer en El País un artículo tan romo, tan del BOE, ver a Carlos Arribas comiendo de la mano. Tenemos lo que merecemos: un periodísmo pírrico, un "escándalo empantanado", un periodista incapaz de publicar que 18. Valv. (Piti) es Valverde. Busquen en el artículo-basura una sola referencia a la negativa fuentovejuniana de los corredores a un banco de muestras de ADN: hasta el inefable Piti, tan comedido en sus declaraciones por lo que le conviene, ha dicho que "sería como bajarse los pantalones antes de la salida".

Algunos están con ellos ya bajados desde hace tiempo y quieren hacernos creer que avanzan, cuando lo único que hacen es caerse una y otra vez. Como los payasos en el circo.