Y al final cedió Nibali

Esta Asturias un poco amarilla y los rios bajan secos, un lecho de piedras. En un día totalmente despejado, los ciclistas han vuelto a dar un espectáculo mayúsculo, a la altura de las mejores carreras del calendario. Y si no, deténganse en los nombres que saldrán de esta apresurada crónica de la etapa reina de la Vuelta.

La fuga de la jornada no se formó hasta el km. 60. Hasta entonces y después fueron a un ritmo elevadísimo. En la misma figuraban un puñado de corredores donde el más destacado era L.L Sánchez. Subiendo San Lorenzo atacó el duo Euskaltel Txurruka y Nieve para intentar enlazar con su compañero fugado Oroz, que los esperó en la cumbra del puerto para llevarlos hasta la cabeza en el tránsito hasta La Cobertoria.

En el puerto descastado desde que se arregló la carretera los fugados iban con 3´30" de ventaja, cuando el Saxo Bank con Cancellara aceleró el ritmo. Como en el Tour. Iba a saltar F. Schleck, que en la salida había dicho que quería ganar la carrera. Las piernas del luxemburgués, como las de casi todos en esta Vuelta, no son las de sus mejores momentos, pero aún así lo intenta y está en la lucha. Su movimiento no fue muy lejos, y el pelotón siguió al ritmo de un colosal Kreuziger.

El Liquigas encontró un respiro en los valles que iban hasta la subida a Coto Bello en su compañero Willems, que había ido insertado muy inteligentemente en la fuga. Al final también entró el Ag2r con Kadri, quizás preocupados por la ventaja que estaban alcanzando L.L Sánchez y Mikel Nieve, por entonces de 3´45". A pie de puerto, sin embargo, había bajado a 2´30". Y quedaban 10 kms. de subida. No era distancia para pensar que la fuga iba a llegar.

Ahí atacó Mikel Nieve para afrontar toda la subida en solitario. Salvo en el último km., su ventaja siempre fue muy consistente en torno al minuto y medio. Subió como uno de los grandes, y nadie le esperaba: de hecho, el movimiento de su equipo -quemando a Oroz y Txurruka- parecía que iba por la general. Subió como un gran escalador, suelto y ágil. Y quedará para siempre porque era la primera vez que se subía este puerto.

A mí no me ha parecido tan duro como decían. Con las cunetas arrasadas de vegetación para que se pudiesen meter las vallas publicitarias (¡esto es el progreso!), el pelotón de favoritos iba tras el ritmo de Kreuziger, que era constante. En la pancarta de 5 kms. para meta atacó, con su ataque de chelín, Carlos Sastre. Que por detrás, a sólo 20", tuviese a su compañero Xavier Tondo sufriendo para conservar su privilegiada posición en la general no era un factor a tener en cuenta.

Ahí se enzarzó en una lucha con F. Schleck, que insistía en sus ataques sin llegar a irse. Al encontrarse con su antiguo jefe de filas, el mismo que le quitó el maillot amarillo en Alpe D´Huez en 2008, hizo que se exprimiese más y al final consiguió llegar a meta con algo más de 35" sobre los favoritos, para colocarse cuarto de la general. Fue la última entrada en meta que vimos.

La desastrosa realización de RTVE hizo que nos perdiesemos, en el último km., el ataque de Ezequiel Mosquera. El voluntarioso gallego quitó a Kreuziger y ahí se vio (o nos lo imaginamos) las debilidades de Nibali en el tramo más duro de la subida. Aunque al final no fue el mayor beneficiado, aquí un pequeño homenaje a su labor. Después nos dijeron que saltaba J.Rodríguez. La primera toma fue una de espaldas del líder, ninguna de los corredores que estaban atacando. La entrada en meta fue igual de caótica. El Duo Cómico, especialmente De Andrés, no podía camuflar su disgusto. Eso sí, no lo llegaron a expresar, pero en el Tour si que se quejan cuando salen las tomas de ciclistas franceses.

J. Rodríguez le endosó 37" a Nibali en meta, y ahora es el nuevo líder con 33". Sin embargo, no es la ventaja cobrada lo más importante, sino la debilidad mostrada por Nibali. Si algún otro corredor hubiese saltado a -2 kms., o a -3 kms. para meta quizás hubiese sido mayor, pero ha tenido que ser Mosquera -que salta casi por naturaleza- el que desvelase la máscara del italiano. Y eso que había corredores en el grupo: también nos dijeron que salto N. Roche, pero no lo pudimos ver. Otro que no se movió fue su propio compañero DaPena, luchando no se sabe por qué. En la crono el italiano recuperará las pérdidas, pero no irá muy tranquilo a la subida a la Bola del Mundo. Se prevén nuevos cambios en el liderato en esta Vuelta loca e imposiblemente emocionante.
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Para Roman Feillou la victoria en el GP de Fourmies, y para Gesink el GP de Montreal. El circuito era el mismo que se utilizó en el Mundial de 1974 y en los JJ.OO de 1976, y también parcialmente durante el tiempo que existió el GP de las Américas. Atacó a 12 kms. de meta y consiguió llegar en solitario sobre Sagan, Hesjedal, Zubeldia, Monfort y S. Sánchez. Esta es la otra intrahistoria del desembarco en Canadá.
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Arribas consigue hablar de todo: de sus amigos que se retiran, de lugares de memoria, de bajezas, de jóvenes que aprovechan la coyuntura para irse...Todo, lo mete todo. Lástima que la narración de la etapa se reduzca al último párrafo de ocho, donde califica de manera imposible el ataque de Sastre y, en lógica consecuencia, reparamos en que no ha citado en ningún momento a Tondo, el mayor perjudicado de la etapa de ayer y que circulaba en posiciones de podio. Absolutamente brillante como ejemplo de donde pueden llevar los fuegos de artificio y la pirotecnía estilística.
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Tras los desmentidos en agosto de que Contador anda especulando con la posibilidad de ganar las tres grandes en un mismo año, Mr. 60% dice esto: ""Alberto y yo tenemos la ambición de ganarlo todo".
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Habrá que estar atentos a la sentencia del caso, pero con la cantidad de contradiciones, frases delirantes ("No estoy seguro si el ciclista pasó por encima del vehículo o por debajo", "El ciclista resbaló y se metió debajo del coche", "me tiré del coche en marcha", "Estuvimos con el ciclista 45 minutos, pero no vi ninguna ambulancia. No llamé a la Guardia Civil por miedo"), esperemos que no estemos ante un caso Otxoa-bis.
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Genio y figura, incluso con un titular tan de blog.
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Ay, ay