Hay Mundial

Este domingo se disputa el Mundial de fondo en carretera en la localidad suiza de Mendrisio. El Mundial vuelve a una ciudad que ya vivió la edición de 1971, en la que Eddy Merckx se impuso a Felice Gimondi, y vuelve a la región suiza italofónica del Ticino tras la edición de 1996 en Lugano, cuando Johan Museeuw se impuso al local Gianneti.

El recorrido, nos dicen, es duro, y con un desnivel acumulado superior (4.655 metros) al de la Lieja-Bastogne-Lieja. No será para tanto, porque también en etapas que pasan desde la depresión del Guadalquivir a Puertollano por Las Pedroñeras se acumula mucho desnivel, sin que eso signifique algo particular. El largo circuito de 13´8 kms. verá 19 vueltas para un total de 262 kms., con dos subidas: una de dos kms. al poco de pasar por la línea de salida/meta, y otra de algo menos de dos kms. pero mucho más dura a dos kms. de meta. Aquí se ve todo, incluyendo una útil animación del circuito.

Es útil porque se ve claramente el auténtico factor decisivo del circuito: los carreteras muy estrechas y pasos auténticamente complicados -varios túneles bajo vías- para corredores que no sean muy hábiles con la bicicleta. En mi opinión, el circuito es más apto para clasicómanos que para corredores especialmente dotados para la escalada, como se intenta vender desde varios frentes. El peso de la carrera recaerá más en las acciones individuales que en el trabajo de equipo, con un recorrido que no favorece en absoluto las acciones conjuntas.

En principio, esto es garantía de espectáculo y de un Mundial diferente, pero tampoco ha ido la temporada como para lanzar cohetes en este aspecto. Con sus largos descensos y curvas realmente complicadas, el Mundial será muy diferente en caso de lluvia, otro factor que no se puede descartar por la fecha y la zona. El peso de la carrera volverá a recaer en España e Italia, que desde el año 1999 tienen un duopolio de facto sólo interrumpido en la carrera por el oro en el año 2000 por Vainsteins y el de 2005 por Boonen.

Los italianos, que han ganado las tres últimas ediciones de la carrera, salen con una formación muy mermada por la retirada de Bettini y la cazada de Rebellin (pieza clave en las últimas medallas), aunque siguen contando con el máximo favorito (Cunego, vigente plata y reciente ganador de dos etapas en la Vuelta), un hombre peligrosísimo como Garzelli (que hará el papel de Rebellin), Ballan, Basso y Pozzato, al que perjudicará no haber corrido la Vuelta. Nadie ha ganado cuatro Mundiales seguidos, pero los records están para romperse.

La selección española sale con Valverde -el único que ha disputado todos los Mundiales desde su debut en 2003-, S. Sánchez, Freire que corre en casa (el circuito hace una vuelta a su domicilio, Coldrerio) y J.Rodríguez, el mejor clasificado en 2008 y segundo este año en Lieja. Además, está claro que Gárate va a jugar un papel muy importante, y habrá que ver el estado de forma de Cobo si hay que tirar en las subidas. Yo no veo a Valverde ganando en un circuito tan técnico, ni quizás a ningún corredor español, salvo que se llegue al sprint y allí esté Freire. Veremos.

El resto de las selecciones irán a buscar la sorpresa. Cancellara corre en casa y ya demostró en los JJ.OO que puede ganar en un circuito duro, aunque su selección sea muy débil y sólo pueda contar con Albasini; Bélgica presenta un bloque muy fuerte con Boonen -ojo a este corredor- y Gilbert -dos ojos-, y el año pasado colaron a una gran cantidad de corredores en el corte final; Rusia presenta al sputnik Kolobnev y al peligrosísimo Ivanov, con un circuito diseñado para él; Luxemburgo podía llevar a nueve corredores, pero sólo saldrán cinco de los que cuentan dos: Andy Schleck y Kim Kirchen, ambos medallables; Australia tiene a Cadel Evans, que estará por ahí rondando, Noruega tiene a Boasson Hagen, al que no cuesta imaginar vestido de arcoiris, y Holanda a Gesink, que a ver que tal se ha recuperado de su caída en la Vuelta.

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Fantástico: la Vuelta acaba en Madrid y no se ve nada significativo de la locura que tendrá fin -para bien y para mal- el 2 de octubre; por contra, la muchachada del baloncesto gana a la séptima el Eurobasket y parecía que en vez de defender la rojigualda estuviesen defendiendo los intereses de Gallardón, Lissavetzky y el lobby empresarial madrileño...
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Menuda entrevista. Está llena de "y si..." y lamentos varios. Al menos sirve para que repare en que ninguno de los ocho primeros clasificados no ha ganado ninguna etapa, algo que supongo que jamás habrá pasado en ninguna carrera grande. Ni tampoco de las pequeñas. En esta otra pieza, el mismo protagonista se entiende con sus paisanos en sus términos.

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"Si no fuera ciclista, sería camionero como mi padre". Con el tacómetro trucado.

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"A mí si me ha enganchado". Faltaría más. Un balance mesurado de un triunfador en la vida, con un producto que se lo quitan de las manos.

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Un balance optimista y mirando al futuro, y sin embargo tremendamente real.

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Con unas partes tan enfrentadas, lo mejor es que vayan a juicio. Eso, que vayan. Y que se sepa todo.
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Otra carrera que desaparece. Como se vio en este último Giro, podría ser la prueba más bonita del mundo y ha corrido la misma suerte que otras grandes citas del calendario.