Basso, tan claro como el agua.

Se esperaba este colofón, debido y obligado tras la fenomenal campaña de propaganda durante el Giro. La operación de vender el Basso 2.0 -igual de fuerte que la anterior encarnación- como limpio y translúcido no estaría completa sin el artículo-vómito que el sábado publicó la Gazzetta dello Sport, el agente preferente en esta campaña, no en vano son los organizadores del Giro con cero positivos, cero escándalos y Basso vencedor.

Durante la carrera era Ciro Scognamiglio el encargado de ir poniendo, día tras día, los datos de Basso y su potencia, directamente facilitados por el gabinete de Aldo Sassi, el preparador de moda que no ocultaba que su ambición final era colocar como primero y segundo en Verona a sus pupilos Basso y Evans. No dijo el orden, igual que Eufemiano no se decantó por Basso o por J.E Gutiérrez en 2006, cuando consiguió un recordado doblete. Eso sí, el primero pagaba tratamiento cinco estrellas y del segundo no sabemos si tenía estrellas de motel de carretera o de hotel con encanto, pero bien que iba ese año.

El periodista-propagandista ora nos ponía los vatios/h de su Amado Ídolo en el Zoncolan, ora nos ponía su VAM comparado con el de otros corredores en carrera y que años ha habían subido el mismo monte al parecer completamente dopados, aunque no se dijese. En cambio, nuestro campeón demostraba con estos datos de chichinabo que iba limpio, aunque los tiempos de la ascensión al Mortirolo se diferenciasen en bien poco a los de 2006, cuando el tentato doping. En fin, como el tiempo y el espacio son datos objetivos y la caca que facilitaba Scognamiglio no, faltaba la prueba de veracidad suprema.

Bajo el título "Basso a Rayos X. Ha ganado el Giro con los valores adecuados", Luigi Perna es el encargado de untar de mierda el terreno sobre el que van a pastorear al lector: no se dejen llevar por favor. El subtítulo es "Revelamos los resultados de los controles del pasaporte biológico de Iván de Amsterdam a Verona: son valores "humanos". Y la primera frase es esta: "Es como un eremita de la bicicleta. Reencuentra su espíritu entre las montañas". Empieza bien, ¿verdad?.

En lo que se considera una exclusiva, la Gazzetta publica los datos de los tres controles que pasó Basso durante la carrera y que han sido incorporados a su pasaporte biológico. También publica los documentos, que sólo pueden haberse conseguido por una filtración interesada destinada a completar la operación de propaganda ejecutada durante el Giro, consistente en vender a Basso como un Caballero Blanco y prístino. Como no suele faltar en estos casos, los simples datos se complementan con la opinión -que es simplemente eso, opinión- de una voz autorizada:

"Esta año hemos visto buenas señales. Tanto por la evolución de los parámetros hemáticos como en los controles aposta, de momento negativos. Comparando con 2008, año en que se introdujo el pasaporte biológico, los valores de reticulitos, uno de los indicadores más significativos porque no puede ser alterado artificialmente mediante la hidratación, están en otro nivel. Y los valores anómalos o sospechosos son una minoría".

¿Quien dice esto? Nada más y nada menos que Mario Zorzoli, el asesor en temas de dopaje de la UCI y durante mucho tiempo su máximo responsable, del que casualmente Eufemiano Fuentes tenía el número de su teléfono móvil personal entre los documentos que le sacaron de sus bolsillos el día de su detención. En este caso si que estamos hablando de una fuente autorizada, y no por las llamadas que recibiese: fue una de las personas que establecían qué era dopaje y qué no era dopaje, los límites máximos y el calibraje de las máquinas pitadoras. Y se nota en sus declaraciones.

¿Que quiere decir eso de que los reticulitos no se pueden alterar artificialmente mediante hidratación? ¿Tendrá acaso que ver con lo que hemos sabido esta temporada? Me refiero a lo que dijo Frei sobre que su positivo por EPO se podría haber evitado si hubiese bebido más agua la noche anterior...La pregunta consecuente es esta: ¿puede un responsable de la UCI asumir que sus carísimos controles antidopaje se pueden solventar bebiendo Bezoya y Lanjarón antes de irse a cama? La respuesta es no, por eso montan ese teatrillo donde hacen como que persiguen el dopaje y que innovan, cuando es el mismo chocolate del loro de toda la vida. Y sí, este también es el ciclismo del siglo XXI: nos venden un Giro limpio y sin dopaje, y saben perfectamente que eso se puede lograr bebiendo agua. ¡Agua!.

En fin, volvamos a Basso y sus valores filtrados interesadamente. Vayamos rápido: el primer control es el jueves 6 de mayo por la mañana y dos días antes del prólogo (43% de hematocrito, 13,9 g/dl de hemoglobina); el segundo el lunes 24 de mayo, día de descanso entre el Zoncolan y la cronoescalada (40,9%, 13,3 g/dl); y el tercero es del domingo 30 de mayo, el día de la crono final de Verona (38,7%, 12,9 g/dl). ¿Resultado? Basso limpio porque sus valores han ido cayendo, que para eso la página de propaganda se completa con ilustradoras gráficas donde se ven todas las líneas decaer.

Esto es ciencia, amigos. A pesar de sus largas temporadas en el Teide y San Pellegrino, Birillo llega a Amsterdam con un hematocrito del 43%. ¡Y pensar que hay gente por ahí que lo tiene de manera natural al 52%! ¡Una injusticia! Muy bien. Yo no soy quien para decir que estos datos inusualmente bajos me parecen sospechosos, y la UCI nos ha demostrado en repetidas ocasiones que es un organismo enfrascado en una denodada lucha contra el dopaje en la que no admite ni treguas ni pactos, sólo la derrota final de esta lacra. Por tanto, demos por válidos estos datos.

A mí no me dicen nada. También a finales de los noventa, el gagá director de la Gazzetta Claudio Cannavó, del que nos dijeron en sus necrólogicas que era un cruzado contra el dopaje (¡un saludo a Zeman!), anunciaba las dos clásicas que se papó Celestino en 1999 como muy limpias porque se habían obtenido con un 42% de hematocrito. ¡Celestino! ¡Del Saeco y ganando en el Lombardía al sprint a Di Luca! Y si me dicen algo, pues me tomo un vaso de agua para digerirlo.

Sin embargo, hay algo mucho más útil en esta información interesada y filtrada (no me cansaré de repetir esto), y son las fechas de los controles. Antes de la carrera, bien pasado el ecuador de la misma y el último día cuando ya nada se decidía, y no otros días que las recientes actuaciones contra el dopaje han indicado como mucho más interesantes. Digamos que Basso ha pasado los controles a dos días de empezar a competir, el día de descanso y el día del paseíllo, porque decir el que fue el 6, el 24 y el 30 de mayo no dice nada, como siempre.

Me parecen unas fechas muy indicadas y brillantes, especialmente si lo que se quiere es pillar a un corredor. A pesar de que Beltrán o Maribel Moreno cayeron justo el primer día de competición o 24 horas antes, Basso pasa su prístino control 58 horas antes de su debut en el Giro; y a pesar de que los dos controles positivos (de entre quince que pasó en carrera) de Di Luca en el Giro 2008 fueron en etapas anodinas y de transición, Basso pasa sus controles para el pasaporte biólogico en la famosa jornada de descanso, que ningún ciclista utiliza ya para lo que se utilizaba antes.O el día que la carrera se acaba y ya está ganada. O cuando todavía quedan dos días y dos noches para que empiece. Parece que la UCI no quiere aprender nada de los calendarios de dopaje que vamos conociendo, o no quiere conocer.

Damos por supuesto que los otros controles protocolarios que Basso ha pasado a lo largo del Giro (en su calidad de líder de la carrera y entre los primeros de la general, además de los necesarios como vencedor o destacado en las etapas, que no andarán muy lejos de los quince de DiLuca en 2009) también han resultado transparentes y cristalinos, porque así nos han informado de ello aunque no podamos ver la evolución más detallada que nos darían de su hematocrito y hemoglobina, sólo queda felicitar a este gran campeón, capaz de ganar el Giro 2010 con el mismo rendimiento que en el Giro 2006 que no ha devuelto.

Como órdago final, el periodista-propagandista nos comunica que su Amado Ídolo también pasó dos controles por sorpresa el 2 de junio y el 12 de junio, y que en breve podremos ver en el portal de propaganda que tiene en el tenderete de Aldo Sassi, para el que lo quiera visitar. A mí no me hace falta. Basso, cuando intentó esconder a su perro Birillo en la primavera de 2007, también contrató a un hematólogo de la Universidad de Milán para que pusiese su firma a un amplio listado con los resultados de todos los controles que había pasado en su vida deportiva. Valverde hizo algo parecido y ahí estuvo el Marca para publicarlo. Hay corredores que nunca han dado positivo ni nunca lo darán, y que si han cumplido o cumplen sanción es porque les pillaron por una jugada diferente a los controles antidopaje, que no sirven para nada. Tan claro como el agua.
***
Sastre estará en el Tour. Así pues el Cervelò vendrá a la Vuelta con Xabier Tondo como líder. Felicidades a Guillén por dejar fuera al RadioShack y dar cabida a un equipo en el que el mayor atractivo estará en las tropecientas Vueltas disputadas por Íñigo Cuesta. Tondo tampoco carece de atractivo, es más: atractivo es la definición que le mejor le pega como ciclista.
***
Contador dice el lunes que no va al campeonato CRI nacional porque tiene gripe y al día siguiente publica en su mierda de twitter esta foto: "Disfrutando de un dia de relax en la sierra de madrid,estos momentos son muy importantes ". ¡Coño, que tienes gripe! ¡Disimula un poco! En fin: quédense con lo de Menú del Día 12.50 euros.
***
En el Katusha no importa nada quien era el compañero de habitación de Kirchen el día de su patatus. Renovado un año más y antes del Tour, no vaya a ser que el actualmente cuarto mejor corredor del mundo se revalorize aún más. También han renovado a Pozzato.