El descrédito de la Vuelta (III): "Ganar es posible, pero no hay que flipar"

A la notabílisima representación extranjera en la Vuelta hay que sumar los contendientes patrios. Al caso de Samuel Sánchez, el favorito oficial, se suma Valverde, quizás el favorito con más méritos habida cuenta que suma todos los puestos entre los cinco primeros menos el primero, el que cuenta. Le pasa algo parecido en el Mundial, cuyo circuito de este año no conoce, por lo que es muy probable que siga quedándose a la puertas.

A la Vuelta le ha dedicado mucha más atención. Ha reconocido todas las etapas que cuentan y en esta entrevista habla de manera poco usual sobre sus entrenamientos: del 30 de julio al 4 de agosto en Sierra Nevada, bajada a competir en Burgos hasta el 9 y de nuevo a la cima granadina hasta el 23 de julio, lo que hace un total de 19 días a alta cota, acompañado de su gran amigo, paisano y positivo por EPO Fran Pérez. El recorrido es ideal para sus características, lástima que tenga una sanción por dopaje en Italia y no debería estar corriendo, pero a ninguno de sus rivales parece importarle lo más mínimo. Si al final gana y no se han quejado, pues bien merecido que lo tienen.

Para descrédito de la Vuelta la nómina de aspirantes al triunfo final no se detiene en estos dos corredores. No, no, no es que Contador o Sastre hayan decidido participar a última hora, es que desde Galicia se propone un candidato cuya sola presencia o aspiraciones rebaja la categoría de la Vuelta. Un ciclista que apenas ha competido fuera de Iberia, con una mínima experiencia internacional a sus 34 años y del que se baraja, sin ningún tapujo, el podio o incluso la victoria final.

No es por caer en el mismo tópico que el anterior mandamás de la Vuelta, porque todos y cada uno de los corredores que tomarán la salida en Assen tienen la legítima aspiración de hacer lo mejor posible en su participación, pero no está de más comentar que con un pelotón con Evans, A.Schleck, Basso, Kirchen o Valverde el nombre de Ezequiel Mosquera chirría. A pesar de que fuese quinto en su debut en 2007 o cuarto en 2008, las dos únicas grandes que ha disputado. Y si sólo fuese por eso por lo que chirría....

Corredor del pelotón portugués, el aciago año de la Operación Puerto le pilló cuando había vuelto al pelotón nacional, concretamente en el respetado Comunitat Valenciana, donde había logrado interesantes clasificaciones a sus 30 años. Que el médico de ese equipo fuese Yolanda Fuentes y que toda la estructura fuese desmantelada no tiene porque afectar a este corredor, que en 2007 pasa al neonato Karpin con los sorpresivos éxitos ya comentados: quinto, cuarto, ¿por qué no podio? ¿Por qué no la victoria en la Vuelta? ¿No estamos hablando de una vuelta de tres semanas? ¿Por qué no?

Se ha preparado como el mejor. No es broma: se ha preparado como Valverde. Mucha altitud. El año pasado también lo hizo así, rodeado de compañeros que incluso llegaron a ganar una etapa en la carrera, a pesar de que ese día -apurando el tiempo- no firmasen en el control de salida. Este año, vistos los éxitos, han repetido la concentración ("varias semanas") en A Fonte da Cova (Pico Trevinca), el punto más alto de Galicia y rodeado de canteras de pizarra, un paisaje lunar y desolador: dense una vuelta por el Google Maps y me cuentan. Mosquera sólo ha bajado para disputar la Vuelta a Burgos, donde se llevó la etapa de Neila.

El año pasado confesó que bajó "mareado". Este año dice que está "nervioso, tengo dificultades para dormir", aparte de lo de "ganar es posible". Por lo menos no se ha caído: se le esperaba para este Giro y una inoportuna caída de una escalera en su propia casa le impidió tomar la salida, a pesar de que llegó a recurrir a curanderos. No es broma, léanlo en uno de los mejores enlaces de la historia de este blog. Ya ven de que tipo de ciclista estamos hablando: no busquen un referente igual en Francia para el Tour (sólo se me ocurriría un Pascal Hervé) o en Italia para el Giro (un Roberto Conti), porque no existe. Que Álvaro Pino, con conocida trayectoria en el Kelme y en el Phonak, sea el director de su equipo, es garantía de las mejores prácticas que siempre han distinguido a este deporte allende sus fronteras.

Su propia candidatura es un descrédito para la Vuelta. Sin embargo, hay que tenerla muy en cuenta. El año pasado tuvo un día de furia galaica camino de Fuentes de Invierno y todavía está temblando el pelotón. Este año, con cinco finales en alto y tras estar un mes en las alturas pizarreras, todo es posible. Y si no, está el curandero. Por si quedaba alguna duda, en esta noticia leemos que está superando una gastroenteritis, algo que en este ciclismo que padecemos es la garantía de la mejor puesta a punto y la más óptima mejora del rendimiento deportivo. Al tiempo. Por cierto, ¡viva la Vuelta! ¡Y viva su creciente prestigio!

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España es cutre. Ya entonces se hablaba de las innovaciones de la Vuelta, que cada año se innova de nuevo y nuevamente, en una novación novedosa que no conduce a nada nuevo. Fíjense cómo por detrás el ninot de Cocentaina se regodea y mira a la cámara, en ese ambiente como de bautizo de periferia en los salones "Eufemiano´s", y al final incluso viene el Butano a entrevistarlo...Cinco años después tienen un buen ejemplo de un hombre mintiendo, mintiendo y mintiendo, hasta el punto que confunde realidad, ficción y sus propias capacidades ("mi organismo" en 2´53", cuando realmente se está refiriendo a su médico y la máquina congeladora). Estos son los precedentes y uno de los referentes de la Vuelta.
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En esta pieza se dicen varias mentiras. Una, lo de "tras sus problemas con la justicia italiana", como si se hubiese saltado un paso a nivel o algo así, y que tampoco han acabado; después dice "no pudo correr el Tour, acusado sin pruebas de dopaje", lo que aparte de una frase mal construida es una doble mentira: está acusado de dopaje con pruebas y no corrió el Tour porque su equipo no lo seleccionó. Firma la noticia el arrugado Nico de Vicente, cuyo sueldo pagamos todos para que diga esta sarta de mentiras. Este es el servicio público: y lo que nos espera durante estas tres semanas.