Todo preparado para la boda

Es curioso como cambian las cosas. El mismo periodista que desveló el contenido de la Operación Puerto, y que después fue a rendir corte a Ivan Basso en una de sus escasas carreras con el Discovery, ahora es honrado con una entrevista en la casa del ultradopado. Lean el enlace anterior, lean. Ayuda a comprender el inclasificable que hoy publica El País. Estamos asistiendo, en vivo y en directo, a la desaparición de un deporte centenario. También de un oficio centenario, el periodismo.

La cosa empieza mal, con una frase ininteligible porque carece de una coma vital. Bueno, no seamos puntillosos. Embargado de la emoción, Arribas ha trascurado un detalle menor. No será el único, ya verán. El primer párrafo es una declaración textual de Birillo, casi 4´5 litros de sangre congelada en las dependencias de la Guardia Civil en Guzmán el Bueno, Madrid. Es todo un aviso de intenciones: El País le da cancha libre para explicarse. Se la da el periodista, se la da el redactor jefe que autoriza la publicación y se la dan los lectores que dan un euro por un panfleto a favor del paz, piedad y perdón con un corredor que estuvo un año mintiendo, subiendo con su hija al podio -en la imagen- y que todavía habla de tentato doping. Lamentable es poco.

A la primera pregunta responde como un cristiano renacido, apelando a ese mito italiano por excelencia que es la virginal infancia/pubertad. El que esté interesado, que lo lea. La segunda pregunta da pie a que Basso haga una de las cosas que más le gusta: desgranar su palmarés en categorías inferiores. Está relacionado con la primera respuesta. ¿Se puede ser más hipócrita? Si, se puede: "Para estar bien, he debido alejarme del ciclismo competitivo, de los equipos, las carreras". No, no: has sido sancionado, no lo has hecho por propia voluntad. La mentira es una droga dura. También la desfachatez: un poco más adelante vuelve a citar a su hija.

"Siempre he interpretado el ciclismo a la antigua, pensando que no hay poción mágica, sino mucho entrenamiento, sacrificio en la vida cotidiana, la comida, el reposo...". Tal cual. Eso del ciclismo a la antigua es muy italiano, difundido desde Bicisport. Ya lo decía cuando competía completamente dopado, cuando se dejaba fotografíar comiendo sandía "que ayuda a depurar la sangre". Bueno, ya ven que basura de entrevista, donde el periodista jamás pregunta nada comprometido, se limita a acompañar a un entrevistado que cuenta una historia genuinamente italiana ("muchas veces la cabeza te pierde. Es como cuando estás casado, te va todo bien, pero en unas vacaciones conoces a otra y te vas con ella, aunque no estés enamorado..."), cita al altísimo ("El perdón es una virtud que enseña Dios", "El perdón en la vida forma parte de los valores de Jesucristo", además de en el titular de la pieza) y se vuelve a revelar como una persona no apta para vender coches usados.

Lo mejor viene al final, como casi siempre en las entrevistas de Arribas. "¿La M en su índice?R. De Micaela, mi mujer. Me la tatué hace un año. Ella no sabía nada y estuvo a punto de dejarme. Tuvimos una gran discusión. Descubrió algo que no esperaba. Fue una desilusión, pero comprendió lentamente qué tipo de persona soy, que Eufemiano, un momento de debilidad, no podía arruinar nuestra relación.". Claro, por eso maneja el discurso de que el dopaje es como poner los cuernos. Y bueno, eso de que su mujer no se extrañase de sus contínuos vuelos a Madrid, ejem, ¿hay alguien que se lo pueda creer? Como si después de Haven Parchinsky, la Dalila de Bartoli, la mujer de Rumsas o la de los gemelos no supiesemos el papel de las mujeres, confidentes y palomas mensajeras. Aunque claro, en el caso de Basso tenía a su hermana. Y ahora también vemos que tiene su padrino en la prensa. Todo preparado para la boda.
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Los mismos que cerraron la Operación Puerto la reabren. Lo hacen en plena huelga indefinida de los funcionarios de Justicia. No se esperan grandes novedades, menos en un año olímpico. El que albergue alguna esperanza, se equivoca. Este es el estado de la cuestión. Menos mal que nos quedan los otros sistemas judiciales.
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Steegmans gana la última etapa de Mallorca, donde Valverde fue tercero. Y eso que este año iba a ir tranquilito, pero bueno, lo lleva en la sangre. Quería ganar para hacer un desagravio al pobre Don Desmayos. En la general, Gilbert gana oficiosamente y tercero Zubeldia, un resultado para frotarse los ojos. Este año va S.Sánchez al Tour, pero no van ni el primero ni el tercero del año pasado. Zubeldia, quinto, subiría en el escalafón oficioso de aspirantes al tercer puesto. Y empieza el año, en febrero, ya subiéndose al podio en Mallorca. ¡Viva el ciclismo!
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El título ya avisa. Y lo cumple ampliamente. Está firmado por el que se ponía medallas por anunciar que Don Desmayos ganaría el Tour. Gracias al blog de Joaquím Rodríguez supimos que se pegó un piño en el circuito de Stuttgart. La mejor forma de emular a su ídolo caído.